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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO FACULTAD DE ECONOMIA CENTRO DE EDUCACIÓN CONTÍNUA Y VINCULACIÓN SEMINARIO DE TITULACIÓN EN: ECONOMÍA PÚBLICA Una de las Reformas al Sistema de Salud en México: El Seguro Popular de Salud TESINA QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN ECONOMÍA PRESENTA: VERÓNICA JAZMÍN JURADO CULEBRO ASESOR: LIC. JOSÉ LUIS PÉREZ BERMUDEZ México, D.F. CD. UNIVERSITARIA ENERO, 2009 Neevia docConverter 5.1 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS A DIOS por todas su bondades y por enseñarme el camino exacto para seguir progresando en mi vida y lograr que cumpla una más de mis metas tanto profesionales como personales. A MIS PADRES, Lucio Javier Jurado Lima y Ma. del Carmen Culebro Cruz que con su ejemplo, su amor, su dedicación y su apoyo, han logrado que siga adelante cumpliendo con todo lo que me propongo y aunque han sido duras las caídas, siguen ahí conmigo acompañándome en mi camino. A MI HERMANO Javier de Jesús, te doy las gracias por existir y por todo tu apoyo, que aunque a veces reñimos un poco, eres esencial en mi vida y un motivo muy grande para que siga superándome. A MI TIA Mary, MIS PRIMOS (HERMANOS) Thalia y Gabriel y familias respectivas, por su apoyo y amor incondicional que tienen para conmigo, los amo. A MIS AMIGAS NORMA, ERIKA, ALEJANDRA, GABRIELA, ELISA Y MÓNICA, por brindarme su amistad y compañerismo los cinco años de carrera, por compartir enseñanzas y aprendizajes y además de continuar haciéndose presentes en mi vida. Al LIC. JOSÉ LUIS PÉREZ BERMUDEZ, por su apoyo, sus conocimientos y su tiempo brindado para la elaboración del presente ensayo. Neevia docConverter 5.1 A LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO institución de excelencia, creador de profesionistas que luchan día a día por engrandecer a México y permitirme formar parte de ellos. A los MTROS. JOSÉ MANUEL GUZMÁN GONZÁLEZ, SERGIO JAVIER MERAZ MARTÍNEZ, ALEJANDRA PATIÑO CABRERA, y al LIC. CONSTANTINO NARANJO LARA, por su tiempo, recomendaciones y sugerencias, gracias. Neevia docConverter 5.1 ÍNDICE PAG. INTRODUCCIÓN 1 OBJETIVO GENERAL Y ESPECIFICOS 3 I. LA SEGURIDAD SOCIAL 1. Antecedentes 2. La conceptualización de la Seguridad Social 3. Objetivos generales de la Seguridad Social 4. La intervención del Estado en la Seguridad Social 4 4 5 8 9 II. LA SEGURIDAD SOCIAL EN SALUD EN MEXICO 1. Situación actual de la seguridad social 2. Semblanza histórica de la Seguridad Social en Salud en México 3. El Sistema Nacional de Salud actual 4. La Reforma del Sistema de Salud en México 16 16 17 22 25 Neevia docConverter 5.1 III. EL SEGURO POPULAR DE SALUD 1. Origen del Seguro Popular de Salud (SPS) 2. El diseño e implementación del SPS 3. Objetivo General del SPS 4. Derechos y obligaciones de los beneficiarios del SPS 32 32 33 36 43 IV. CONCLUSIONES Y PROPUESTAS V. ANEXOS VI. BIBLIOGRAFÍA 51 53 64 Neevia docConverter 5.1 1 INTRODUCCIÓN La seguridad social es una de las funciones más importantes que caracterizan al Estado benefactor en las sociedades modernas. Su papel ha sido fundamental como mecanismo para mantener el ingreso y para combatir la pobreza por medio de la transferencia de beneficios, monetarios o en especie, a los grupos de la población menos favorecidos. Estos beneficios incluyen, en una definición amplia, servicios por salud, maternidad, seguros por desempleo, accidentes, riesgos de trabajo o retiro, apoyo a la vivienda y otros programas de ayuda al ingreso. Históricamente estos esquemas han existido con distintas formas desde el siglo pasado. Pero sólo con la publicación del informe Beveridge, en Inglaterra en 1942, se plantea la existencia de un programa comprensivo de seguridad social. En nuestro país un avanece importante fue la creación del IMSS en 1943. En la actualidad, el tema de seguridad social ha regresado con fuerza a la mesa de las discusiones en casi todo el mundo, de políticas universales ahora se emplean mecanismos focalizados de acción, los cuales se utilizan más que nada como herramientas y no como un fin a seguir, para el bienestar de toda la población. Por otra parte, tenemos que el mecanismo de focalización intenta establecer mecanismos idóneos para determinar quiénes tienen derecho a acceder a los servicios básicos que se otorgarán como parte de los subsidios públicos además, de que esto contribuye a aumentar el impacto de los programas sobre la población objetivo y hacer más favorable la relación costo-beneficio; y a mejorar el diseño de los programas al facilitar la identificación del problema y, al mismo tiempo, precisar la formulación de las acciones diferenciadas para su atención según el perfil de la población que resulta beneficiada o el tipo de demanda que se desea resolver. Ahora bien, cuando se mira hacia atrás y se da uno cuenta de que las políticas públicas no han favorecido a los pobres o no con la eficacia esperada es cuando se buscan nuevas alternativas para asegurar los beneficios de las acciones y que estas lleguen a las familias que más requieren éstas intervenciones. Uno parte de estrategias que nos lleven a promover la equidad y la justicia por lo que su ausencia puede, incluso, ampliar las brechas de ésta y por lo tanto aumentar la inequidad. Neevia docConverter 5.1 2 Así, el Seguro Popular de Salud surge como estrategia de este mismo mecanismo y el cual intenta brindar una mejor atención a aquellas personas que no cuentan con un servicio de salud, aunque también existen problemas de atención tales como la falta de vías de comunicación y así se evita que se llegue hasta los puntos más recónditos de nuestro país tal servicio, hay que analizar si realmente se están llevando a cabo estos proyectos y si las estructuras que existen son suficientes para brindar tal atención. Las metas son diversas pero es cuestión de tiempo y estructura para lograr alcanzar los objetivos planteados por la estructura de este seguro. Sin duda alguna, este proyecto constituye un importante esfuerzo por estudiar, analizar y por qué no, corregir, es importante saber que existe un nuevo seguro y que éste puede favorecer a más del 50% de la población. En el primer capítulo que a continuación se presenta se ofrece una visión muy general de los principales conceptos, teóricos y prácticos, que definen la estructura y objetivos de un programa de seguridad social, se abordan conceptos económicos que explican la existencia de estos programas, la justificación de la participación del Estado, así como los efectos que la seguridad social tienen en otros ámbitos de la economía, sentando así las bases generales para cada ámbito de la seguridad social. Sin duda, uno de los aspectos más relevantes de la seguridad social se refiere a los programas de salud. En el segundo capítulo, se intenta mostrar las propuestas de reforma al sistema de salud nacional guiándose por un enfoque que incorpora a la población y a las instituciones. Y por último, en el tercercapítulo se hace una referencia general del Seguro Popular, describiendo sus orígenes, su diseño, sus objetivos, derechos y obligaciones de los beneficiarios, además de su estructura en el financiamiento y fuentes del mismo. Con esto podemos decir que este proyecto constituye un importante esfuerzo por estudiar, entender y difundir la problemática de la seguridad social en nuestro país, con sus reformas y políticas para el beneficio de la misma población; esperando que la creación de este nuevo seguro sea de gran ayuda a la población más desprotegida y que menos información tiene. Neevia docConverter 5.1 3 OBJETIVO GENERAL Analizar las actuales modificaciones al sistema de salud en México que implemento la anterior administración federal con el nombre del Seguro Popular, lo que nos permitirá conocer su estructura, cobertura y funcionamiento general de dicho programa. OBJETIVOS ESPECIFICOS - Conocer la situación general de la seguridad social, conceptualización y funciones en donde obligan al Estado a tener participación. - Reafirmar el funcionamiento y composición de la seguridad social en México y saber cómo está conformado nuestro sistema nacional de salud. - Analizar el Seguro Popular de Salud a efecto de conocer su cobertura y funcionalidad. Neevia docConverter 5.1 4 I. LA SEGURIDAD SOCIAL 1. ANTECEDENTES La seguridad social ha desempeñado un papel muy importante en las sociedades modernas, no sólo por sus consecuencias económicas, sino porque éstas se extienden al ámbito social y político. Los primeros programas de seguridad social en su concepción moderna surgieron en Alemania durante el gobierno de Bismarck a fines del siglo XIX, cuando se instituyó el seguro obligatorio de enfermedades, el seguro contra accidentes de trabajo y el seguro obligatorio contra invalidez y vejez. Programas semejantes se aplicaron en el Reino Unido a principios del siglo XX y en los Estados Unidos durante la Gran Depresión en el decenio de los treinta, con la Ley del Seguro Social en 1935. Sin embargo, sólo en 1942 surge un esquema más extenso de seguridad social en Inglaterra como consecuencia del informe Beveridge, al ampliar la cobertura del esquema nacional de seguro. En América Latina, los programas de seguridad social empezaron a aparecer a principios del siglo XX, primero como leyes contra accidentes de trabajo y posteriormente como programas de pensiones, principalmente en Argentina, Brasil, Chile, Cuba y Uruguay con una estructura por lo general fragmentaria, generalizándose después a otros países de la región. En México, el movimiento armado revolucionario que se originó el 20 de noviembre de 1910, representó la lucha de las mayorías inconformes con la realidad de la nación y se caracterizó por ser popular, eminentemente social, así como reivindicatoria de las clases obrera y campesina, una revolución social que al cristalizar incorporó las garantías de los derechos sociales a la Constitución Federal de 1917, misma que si bien multireformada en sus más de ocho décadas y media de existencia, aún nos rige. De ahí que estos programas de seguridad social surgen a principios del siglo XX, de modo aislado en algunas legislaciones estatales, como en los casos de Nuevo León y el estado de México. Durante el segundo decenio del mismo siglo estas reglamentaciones, encaminadas hacia una protección contra accidentes y enfermedades laborales, se extendieron durante los gobiernos de Madero y Carranza, quedando incluso plasmadas, aunque de manera vaga, en la Constitución antes mencionada. Una discusión más sistemática que buscaba generalizar a toda la población estos beneficios tiene lugar durante el gobierno de Neevia docConverter 5.1 5 Obregón, pero es sólo en el gobierno de Cárdenas que se plantea un proyecto más amplio de seguridad social, que forma parte de la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social en la administración del presidente Ávila Camacho. En general, la Seguridad Social puede considerarse como producto de la misma estructura social, política y económica, por lo que la forma que va tomando en cada sociedad está fuertemente influida por las propias particularidades de esta estructura. Aunque es difícil presentar una definición de seguridad social que sea aceptada universalmente, una de sus características generales es la inclusión de un conjunto de programas creados y administrados por el Estado con la finalidad de otorgar beneficios económicos y servicios que permitan compensar en parte la pérdida en el ingreso de un individuo proveniente de la inseguridad económica o compensar los insuficientes ingresos. 2. LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, la seguridad social “puede interpretarse como la protección que la sociedad proporciona a sus miembros, mediante una serie de medidas públicas, contra las privaciones económicas y sociales que de otra manera derivarían en la desaparición o en una fuerte reducción de sus ingresos o como consecuencia de enfermedad, maternidad, accidente de trabajo o enfermedad profesional, desempleo, invalidez, vejez y muerte, así como la protección en forma de asistencia médica y de ayuda a las familias con hijos”.1 Al concepto de seguridad social, le han dado un enfoque más filosófico que jurídico, puesto que en él pueden englobarse prácticamente todas las aspiraciones humanas para alcanzar una vida justa, plena y feliz. Así, el sistema de seguridad social ha sido plenamente solidario, en el que se establecían ya no sólo prestaciones en dinero y en especie para los asegurados y sus beneficiarios derechohabientes, sino que se pretendía llegar más lejos: Brindar una gamma de prestaciones sociales, en forma discrecional por parte del Instituto asegurador, que beneficiara a grupos marginados y a población abierta. Por ende, podemos afirmar que como no existe una definición específica, categórica y contundente del concepto de seguridad social, deberemos atender entonces lo establecido en el artículo 2° de la Ley del Seguro Social vigente en nuestro país, que dice así: “La seguridad social tiene por finalidad el derecho a la 1 OIT (1984) Neevia docConverter 5.1 6 salud, la asistencia médica, la protección de los medios de subsistencia y los servicios sociales necesarios para el bienestar individual y colectivo, así como el otorgamiento de una pensión que, en su caso y previo cumplimiento de los requisitos legales, será garantizada por el Estado”. El término Seguridad Social incluye un conjunto de programas como el seguro social, los programas universales, obligatorios para patrones y otros voluntarios individuales. A continuación se señala algunas de las principales características de cada uno de estos programas. 1. Seguro social: Entre sus principales características destacan: En general son programas obligatorios estipulados en la legislación, lo que permite agrupar riesgos diversos y diversificarlos. Su creación, administración y regulación está encargada al gobierno, aunque en algunos casos la administración puede ser delegada al sector privado. Su financiamiento se obtiene total o parcialmente de las contribuciones realizadas por los trabajadores, los patrones y el Estado. La elegibilidad para los beneficios depende de las contribuciones realizadas por los afiliados y por lo común son extensibles a los familiares; para ser elegible no se requiere probar la situación financiera económica del afiliado. Los beneficios y el método para su determinación se encuentran establecidos en la ley. Los beneficios pueden estar vinculados a las contribuciones del afiliado o ser independientes de éstas, y se busca redistribuir los recursosde los trabajadores con los altos ingresos hacia los de bajos ingresos. Algunos programas considerados en éste rubro incluyen pensiones por vejez, invalidez y vida, seguro de salud, seguro de desempleo o de riesgos de trabajo. 2. Asistencia Social Estos programas por lo general se financian a partir de recursos presupuestarios del gobierno federal y se encuentran dirigidos a grupos de bajos ingresos. Los beneficios son otorgados sólo después de que se comprueban ciertas condiciones económicas y financieras del solicitante. Estos requerimientos Neevia docConverter 5.1 7 se basan en estándares respecto a otros individuos dentro de la sociedad y la elegibilidad está vinculada al desempeño económico anterior del individuo. Estos programas son administrados por el gobierno y pueden incluir ayudas o suplementos al ingreso por desempleo, o asociados a la salud o alimentación o a grupos especiales como serían los discapacitados. 3. Programas Universales Estos programas otorgan beneficios al conjunto de la población de un país, pero son condicionados a consideraciones demográficas, como la edad o residencia de los receptores. Su financiamiento proviene de recursos presupuestarios del gobierno federal y los beneficios son generalmente pagos fijos independientes del ingreso, situación laboral o de salud. Estos beneficios se encuentran señalados en la ley. 4. Programas Obligatorios Patronales Dentro de estos programas se incluyen aquellos cuyos beneficios y/o su financiamiento son otorgados por el patrón por mandato legal. Este esquema es muy similar al del seguro social en la medida en que es obligatorio, se financia mediante contribuciones (en este caso patronales) y la elegibilidad es que en estos programas por lo común no se plantea la redistribución y se basan en esquemas de contribuciones definidas por lo que los beneficios dependen de la acumulación de estos recursos. Su administración la realiza la empresa, pero también puede delegarse a un intermediario privado. 5. Programas Voluntarios Individuales Estos programas son sugeridos por el gobierno, quien los patrocina y regula. Su financiamiento es a partir de contribuciones y la elegibilidad se vincula a estas contribuciones. En estos programas puede presentarse algún subsidio gubernamental, lo que permite introducir elementos redistributivos.2 2 Por lo tanto, el Seguro Popular de Salud entra en los programas voluntarios individuales puesto que se beneficia a la población en general y está regulado por el Gobierno Federal. Neevia docConverter 5.1 8 3. OBJETIVOS GENERALES DE LA SEGURIDAD SOCIAL Los objetivos generales de la seguridad social se reúnen en estos cinco grandes grupos:3 1. Mantener la calidad de vida Este objetivo incluye tres elementos centrales. El primero se refiere a la búsqueda de superación de la pobreza de la población, intentando evitar que la calidad de vida del individuo disminuya por debajo de un estándar mínimo. El segundo elemento hace referencia a la protección de los promedios de bienestar de la población con la finalidad de evitar fluctuaciones bruscas por adversidades coyunturales, y por último, el tercer elemento considerado se refiere a la necesidad de suavizar las pautas de ingreso y consumo de los individuos, buscando la redistribución intertemporal de sus recursos. 2. Reducción de la desigualdad Dos son los criterios centrales que guían este objetivo. El primero busca la redistribución del ingreso hacia los individuos de más bajos ingresos, lo que podría ayudar a una mayor igualdad vertical. El segundo, apunta hacia una mayor igualdad horizontal, por lo que las diferencias en beneficios, dependen de factores como la edad, el tamaño de la familia, etc., y no de factores como el origen étnico o la religión. Asociado a este objetivo también se plantea la necesidad de una distribución equitativa entre los costos y beneficios del sistema. Aquí el término “equitativo” resulta problemático en cuanto a su contenido normativo, pero se espera que tanto la redistribución vertical como la horizontal coadyuven a lograr una mejor distribución de costos y beneficios. 3. Integración social Este objetivo incluye criterios como la dignidad y la solidaridad social. El primero desataca la importancia de diferenciar el recibir un beneficio entendido como un derecho y no como una caridad, en tanto que el segundo destaca la importancia de no vincular los beneficios que otorgue el sistema a criterios asociados a la posición socioeconómica del beneficiario. 3 SOLIS, Soberón, Fernando; et al. “La seguridad social en México. 2001. CIDE. Neevia docConverter 5.1 9 4. Eficiencia Este objetivo es fundamentalmente económico. En él se desataca la necesidad de estructurar un sistema de seguridad social cuyos mecanismos eviten distorsiones macro y microeconómicas. Es importante plantear una elaboración adecuada que minimice efectos indeseados, como los problemas de selección adversas o de riesgo moral, o que evite distorsiones en las decisiones de los individuos, como las de ahorro o de participación en el mercado laboral. 5. Factibilidad administrative Básicamente, con este objetivo se pretende evitar abusos, corrupción o ineficiencias administrativas. Debe tenerse presente que estos objetivos son muy generales y no están exentos de problemas provenientes de su definición, cuantificación y criterios de evaluación en la medida que tienen un fuerte contenido normativo. Además, la consecución de estos objetivos varía dependiendo de los programas que se apliquen. 4. LA INTERVENCION DEL ESTADO EN LA SEGURIDAD SOCIAL La Seguridad Social puede inscribirse en el concepto más amplio del Estado Benefactor, entendido como la intervención directa de los órganos de gobierno, en el ejercicio de su poder soberano, para imponer como política prioritaria el establecimiento de medidas económicas jurídicamente diferenciadas tendientes a favorecer a los sectores sociales menos privilegiados; o bien, también puede ser entendido como las actividades del Estado en al menos cuatro grandes campos, como otorgar beneficios monetarios, cuidados de la salud, educación, alimentación, vivienda y otros servicios de bienestar. Generalmente el Estado es el creador, regulador y administrador de estos sistemas, aunque en algunos casos delega esta última función al sector privado. La forma precisa que toma esta participación gubernamental puede ser mediante subsidios a precios, Neevia docConverter 5.1 10 transferencias de ingresos, mediante la producción directa de bienes y servicios, u obligando a los individuos a adquirir el seguro correspondiente. De acuerdo con la teoría económica el mercado y el mecanismo de los precios, éste primero, es la institución más adecuada para la provisión eficiente de bienes y servicios. Si bien es cierto que esta es una aseveración de carácter general, existen situaciones en las que el mercado es incapaz de aportar la cantidad adecuada o, incluso, no puede ofrecer un determinado bien o servicio. Por lo común estas situaciones se asocian a un conjunto de fallas o imperfecciones de los mercados, en cuyo caso es necesario generar algún mecanismo institucional que garantice la producción de esos bienes o servicios, mecanismo que por lo general toma la forma de una participación del Estado. A continuación se presentan brevemente algunas condiciones o fallas de los mercados que justifican ésta participación y que se resume en el cuadro 1. Los llamados bienes públicos son los que tienen dos características centrales; no es viable racionar su uso ni tampoco es posible o deseable hacerlo. Para estos bienes el costo que segenera al ser usados por una persona adicional (costo marginal) es nulo. Si el precio fijado es igual al costo marginal (como lo sugiere la teoría económica) no habría ingresos para el productor y en realidad no se produciría el bien en el mercado privado. Este es el problema que impide al mercado, alcanzar una solución eficiente (denominada Pareto-eficiente)4. En este caso, la solución requiere su producción por parte del Estado. Un ejemplo es la protección ofrecida por la defensa nacional, que no se ve afectada si se agrega un receptor adicional. Las externalidades se refieren a que en ocasiones cuando una persona o empresa emprende una acción produce un efecto en el bienestar de otra persona o empresa por el cual no recibe una compensación o no la efectúa según corresponda. Cuando el efecto que recibe implica un costo, se habla de una externalidad negativa, en tanto que si lo que recibe es un beneficio, se haría referencia a una externalidad positiva. En este caso, la asignación de recursos no resulta ser eficiente ya que la curva de oferta del productor no refleja los costos marginales sociales, por lo que si la externalidad es negativa se produce en exceso el bien, mientras que si es positiva la producción es menor a la deseada. Esta situación pude ejemplificarse por actividades contaminantes como el fumar cigarrillos. Algunas soluciones privadas a este problema requerirían internalizar 4 Para lograr que la economía alcance una situación eficiente (se coloque en un punto de la frontera de Pareto) es necesario que todos los bienes y servicios sean vendidos a su coto marginal de producción. Para lograr la producción óptima de ese bien se requiere que el costo marginal sea igual a la suma de las evaluaciones marginales de los consumidores, las cuales deben conocerse. Sin embargo no existe un incentivo para que éstas sean relevadas verídicamente por ellos. Neevia docConverter 5.1 11 estas externalidades en las decisiones de los agentes o generar mecanismos de compensación, pero la existencia de información asimétrica dificultad dichas soluciones. En este caso, el Estado puede participar regulándolas, ofreciendo subsidios o aplicando tarifas impositivas (impuestos). Una asignación óptima (Pareto-eficiente) de recursos requiere que la información entre las partes participantes en una transacción sea completa para ambos. Sin embrago, existen situaciones en las cuales la información resulta incompleta o asimétrica para algunas de las partes y el mercado no puede suministrarla a todos los participantes. En estas circunstancias, la relación contractual o transacción enfrentaría dos problemas importantes. El primero se conoce como riesgo moral y se refiere a una situación en la cual existe información asimétrica ex-post dentro de una relación contractual, en el sentido que las acciones posteriores que tome una de las partes contratantes o las contingencias que se presenten no son observables por la otra parte, por lo que existiría un incentivo para el individuo con más información de obtener provecho de la situación a expensas del menos informado. Es decir, existe la posibilidad de que un asegurado influya en la pérdida esperada a un costo menor que la ganancia esperada sin que lo sepa el asegurador. El segundo problema, se conoce como selección adversa y se refiere a una situación de información asimétrica ex-ante. Esto es, alguno de los individuos que entran en una relación contractual o transacción no posee información que sí posee la otra parte, y además no tiene posibilidad de obtenerla o verificarla. En el mercado de seguros un individuo puede tener conocimiento de ser un riesgo malo y ocultar esta información al oferente del seguro, el cual en algunos casos está imposibilitado para obtenerla. Suponiendo que el seguro no es obligatorio, se daría una situación en la cual el asegurador, para cubrirse, ofrecería una prima basada en un riego promedio. Sin embargo, los individuos con bajo riesgo se verían desfavorecidos ya que el costo les parecería alto en relación con su riesgo y podrían optar por no comprar el seguro y retirarse del mercado. Como resultado, el conjunto de individuos solicitantes estaría dominado por clientes con riegos malos, es decir, el asegurado enfrentaría un problema de selección adversa. Esta sería una razón por la que el mercado privado optaría por no ofrecer este seguro, o la cobertura ofrecida sería ineficiente. Una solución a este problema que permitiera diversificar estos riesgos se lograría se el seguro es obligatorio, para lo cual se requiere la intervención estatal.5 Esta situación se presenta cuando los costos de producción por unidad de producto disminuyen conforme aumenta el volumen de producción, por lo que la empresa no pude fijar un precio igual al costo marginal, ya que éste se mantiene 5 SOLIS Soberón, Fernando, et al. La seguridad social en México, 2001. CIDE. Neevia docConverter 5.1 12 por debajo del costo medio. Este fenómeno conduce a situaciones no competitivas, ya que estos rendimientos crecientes a escala constituyen una barrera de entrada al mercado para productores potenciales. En particular puede generar una estructura de mercado caracterizada por un monopolio natural, es decir, un solo productor en el mercado. Algunos ejemplos incluyen la provisión de algunos servicios como la electricidad. En este caso, el Estado podría reservarse la producción de este bien o servicio, o regular su comportamiento, tanto en producción como en fijación de precios. En ciertas circunstancias, que pueden ir asociadas a otras fallas como las imperfecciones en la información, el mercado privado no suministra un bien o un servicio, lo que conduce a la existencia de mercados incompletos, no obstante que haya consumidores que están dispuestos a pagar por estos bienes y servicios un precio incluso por arriba del costo de suministro. Esta situación es muy frecuente en el mercado de préstamos y de seguros. El mercado privado no proporciona un seguro para algunos riesgos importantes que enfrentan la gente. De acuerdo con la teoría económica, existe el desempleo por las características estructurales de la economía, que es compatible con una situación de equilibrio de largo plazo. A este desempleo se le denomina tasa natural de desempleo y tiene dos componentes uno voluntario denominado desempleo estructural y el otro involuntario. Cuando el desempleo es involuntario debido a diversos problemas o imperfecciones en el mercado, como la información asimétrica o fallas de coordinación, su corrección requiere la intervención de un agente externo al mercado como lo sería el gobierno. Los bienes preferentes son aquellos en los que una política gubernamental se impone a las preferencias de un consumidor en cuanto a su uso, obligándolo a consumirlo. El argumento de esta acción obedece a que existe el temor de que el individuo no actúe en su propio interés. Tal es el caso de un seguro social obligatorio o el uso forzoso de cinturones de seguridad en los automóviles. Estos bienes preferentes son resultado de una externalidad tradicional, como es obligar a recibir educación o de una externalidad en el consumo en el que el bienestar social es mayor si se da una transferencia de individuos con altos ingresos a otros con bajos ingresos asociados al consumo de bienes considerados como “buenos” (alimentos básicos, libros, etc.). También pueden deberse a una respuesta a preferencias erróneas, por ejemplo, debido a miopía por parte del consumidor. El hecho de que los mercados sean eficientes en el sentido de Pareto no implica que exista una distribución equitativa del ingreso. En este caso, se requeriría la intervención del Estado para garantizar una redistribuciónque permita Neevia docConverter 5.1 13 proteger a los individuos con bajos ingresos, lo cual se constituye en un objetivo de los programas de seguridad social. Esta tipología recoge las principales causas que justificarían la intervención estatal en la provisión de algunos bienes y servicios o en su regulación. Sin embargo, una intervención directa no constituye la única solución a la posible falla de mercado. En el caso de los bienes públicos, existen sólidos argumentos de eficiencia para la producción estatal de estos bienes y servicios, pero en el caso de las externalidades, los rendimientos crecientes a escala o el desempleo, la intervención puede tomar la forma de regulación o subsidios particulares, etc. Es decir, puede pensarse en distintos arreglos institucionales que permitan minimizar los problemas de ineficiencia asociados a estas fallas. Por otro lado, estas últimas no forzosamente son excluyentes y en una gran cantidad de casos se presentan de manera simultánea. Por ejemplo, el desempleo está asociado a rendimientos crecientes de escala o a fallas de información, en tanto que la inexistencia de un mercado como el de ciertos seguros puede asociarse a información asimétrica.6 6 SOLIS Soberón, Fernando, et al. La seguridad social en México, 2001. CIDE. Neevia docConverter 5.1 14 CUADRO 1. FALLAS DE MERCADO FALLA DEFINICIÓN CONSECUENCIAS EJEMPLOS Bienes públicos Son aquellos en los que no es viable ni deseable racionar su uso El mercado competitivo no genera una cantidad del bien público eficiente ya que los individuos no tendrían ningún incentivo para pagarlos voluntariamente. Por este motivo, se financian mediante impuestos. Esto nos lleva al problema del gorrón (free rider) La provisión de defensa nacional, parques públicos. Externalidades Cuando una persona o una empresa emprende una acción que produce un efecto que beneficia o perjudica a otra persona o empresa, por la que no se recibe una compensación económica Con las externalidades la curva de oferta de la industria puede no reflejar los costos marginales sociales, sino los privados. Existen soluciones privadas y públicas. Dentro de las privadas están internalizar y compensar. Sin embargo las soluciones privadas tienen problemas, por lo que el Estado interviene en la solución de las externalidades. Dentro de las soluciones públicas están regulación, subsidios e impuestos, siendo la más eficiente la intervención por medio de los impuestos La contaminación del aire y el agua Información imperfect Cuando el mercado suministra por sí solo poca información o se presenta información asimétrica La información es un bien público ya que suministrarla a una persona adicional no supone reducir la cantidad que otras tienen. El mercado privado a menudo suministra información insuficiente por lo que se observan problemas de riesgo moral y selección adversa. La regulación del gobierno en la certificación es una solución a este problema Normas de etiquetado, mercado de seguros Rendimientos crecientes a escala Se dan cuando los costos de producción por unidad de producto disminuyen conforme aumenta el volumen de producción, generándose monopolios naturales En estos casos las empresas cobran un precio mayor a su costo marginal, el cual es menor que el costo medio. El monopolista produciría una cantidad menor y cobraría un precio mayor al de competencia, por lo que habría pérdida de bienestar en la sociedad. Suele recomendarse que el Estado conceda una subvención a la industria e insista en que la empresa cobre un precio al costo marginal Suministro de electricidad, agua, teléfonos, etc. Mercados incompletes Cuando los mercados no suministran un bien o un servicio, aun cuando el costo de suministrarlo sea inferior a lo que los consumidores están dispuestos a pagar. El mercado privado no proporciona un seguro para muchos riesgos importantes a que se enfrenta la gente. El Estado ha intervenido activamente no sólo para remediar las deficiencias de los mercados de riesgos, sino también para paliar las imperfecciones de los mercados de capitales Fondos de garantía de depósitos para asegurar a los depositantes contra la posible pérdida de ahorros provocada por la insolvencia de los bancos Desempleo Cuando un trabajador se Los trabajadores y las empresas no coordinan sus acciones para Neevia docConverter 5.1 15 encuentra involuntariamente fuera del mercado laboral obtener beneficios mutuos. En este sentido el desempleo es involuntario y su corrección requiere la intervención del gobierno. Los mercados laborales no agotan todos los beneficios posibles debido a los problemas de información asimétrica y a los rendimientos crecientes a escala en la producción privada (se realizan contra ineficientes). El gobierno puede reunir y revelar información a ambas partes y también proporcionar un seguro de desempleo en caso de que este no sea provisto de manera privada Bienes preferentes Aquellos bienes que el Estado obliga a consumir No se puede evaluar el bienestar de cada individuo de acuerdo con sus propias preferencias, ya que los consumidores pueden tomar decisiones “malas”, aun cuando posean una información completa Las pensiones de jubilación, los cinturones de seguridad Redistribución Cuando los recursos se asignan de manera desigual La intervención del Estado se requiere para garantizar una redistribución del ingreso que permita proteger a los individuos con bajos ingresos Pensión mínima garantizada y cuota social FUENTE: Stiglitz (1988), Redja (1994), Myers (1993). Neevia docConverter 5.1 16 II. LA SEGURIDAD SOCIAL EN SALUD EN MÉXICO 1. SITUACIÓN ACTUAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL EN SALUD En la ola de reformas que recorren los sistemas de salud de todo el mundo, se intenta mejorar las condiciones de salud de la población dependiendo cada vez más de un conjunto de políticas que no se limitan al sector salud en sentido estricto, sino que abarcan los ámbitos del quehacer económico, político, cultural, científico y tecnológico. En la determinación de la salud, intervienen múltiples factores que incluyen el ritmo del crecimiento económico, la igualdad en la distribución de la riqueza, el grado y la calidad de la educación, la condición de la mujer y los estilos de vida. La Constitución mexicana consagra los derechos ciudadanos a la protección de la salud. Sin embargo, no todos los mexicanos tienen garantizado de manera igualitaria este bien, pues las políticas sociales han tendido una red diferenciada de protección, discriminando a diversos grupos poblacionales y ofreciéndoles distintos grados y tipos de cobertura. Se ha creado así un grupo de “asegurados”7 o “derechohabientes” amparados por los seguros sociales, de los cuales lo más importantes son el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Al lado de este grupo existe otro de “no asegurados” o “población abierta”, que queda bajo la protección la asistencia pública (Secretaría de Salud (SS) e IMSS-Solidaridad principalmente) o cuenta con acceso variable a servicios privados. Así, el aseguramiento es, en realidad, un derecho basado en el empleo y ligado a la participación en el sector formal. 7 También se denomina “asegurados a las personas que gozan de seguros privados que garantizan el acceso a una amplia gama de servicios de salud. En México este tipo de seguros abarca un porcentaje muy pequeño de la población y a menudo se limita al pago de gastos de hospitalización (Knaul, Parker y Ramírez, 1997). Neevia docConverter 5.1 17 2. SEMBLANZA HISTORICA DE LA SEGURIDAD SOCIAL EN SALUD ENMÉXICO El régimen porfirista respondió a las demandas de salud con un Consejo Superior de Salubridad que tutelaba la acción de las autoridades municipales. El panorama deplorable que la Revolución heredó, impuso la creación de un organismo del ejecutivo federal con amplia capacidad para destinar recursos y normar acciones, frente a las epidemias y a favor del saneamiento de zonas urbanas, portuarias y de producción agrícola y petrolera de exportación. Se creó entonces el Consejo de Salubridad General como órgano asesor y de gestión para constituir, junto con el Poder Legislativo, el Departamento de Salubridad. De esta manera fue posible establecer unidades sanitarias cooperativas en estados y municipios para atacar la fiebre amarilla en los puertos marítimos del Golfo. Más adelante, cuando la Gran Depresión impuso al gobierno una mayor participación para reactivar la economía, hubo que trazar metas de saneamiento nacional. La creación de los Servicios Coordinados de Salud Pública hizo posible la colaboración y coinversión entre los gobiernos federal y estatal. El afán de llevar servicios a toda la población hizo hincapié en los servicios de salud pública, dejando en un segundo término a la medicina curativa. La colectivización de vastas extensiones de tierra durante la gestión de Cárdenas (1934-1940) transfirió la principal fuente de divisas del país de los grandes hacendados a los campesinos con la tutela financiera de la banca. De aquí que para la banca ejidal la restauración de la salud se convirtiera en prioritaria. Por su parte, los campesinos requirieron que una autoridad médica validara sus ausencias temporales por enfermedad de las labores colectivizadas para así conservar sus derechos. Todo ello dio lugar a la introducción de un modelo novedoso que, en concordancia con las políticas establecidas, incluyera en la cogestión de los servicios de salud tanto al gobierno como a la banca de desarrollo ejidal y a los campesinos beneficiados por la colectivización. Se implantaron servicios curativos y pre pagados de salud a gran escala con el criterio de prioridad social. El departamento de Salubridad conjugó la introducción de la atención personal curativa con la atención preventiva general en que hasta entonces se había concentrado. En 1939 se creó el servicio social universitario en la carrera de medicina para ofrecer atención médica en el medio rural. La contribución de los campesinos se relegó, y las decisiones en torno de la prioridades de inversión, fueron asumidas mayoritariamente por la banca ejidal, Neevia docConverter 5.1 18 con la participación del departamento de Salubridad, más en función de la seguridad económica nacional que del bienestar social.8 La esforzada y vasta respuesta gubernamental a las necesidades personales de salud de los trabajadores fue reconocida como medida de apoyo a la propia producción. La participación gubernamental en salud fue creciente y cada vez más centralizada e integral. El departamento de Salubridad llegó a asignar hasta 40 veces más recursos per cápita a los servicios ejidales que a los Servicios Coordinados de Salud. Para 1939 el gobierno federal destinaba a la salud 5.5% de su gasto total. El desarrollo de la industria otorgó una nueva definición a la vida económica del país, caracterizada por la urbanización y el avance de una estructura de clases distinta de la sociedad agraria tradicional. Durante el gobierno de Ávila Camacho se decidió impulsar de manera enérgica al sector industrial además del agropecuario. El gobierno federal estableció y dirigió una estrecha alianza con los trabajadores y la industria. El PIB y las exportaciones manufactureras tuvieron un crecimiento relevante. Tanto las exportaciones como la propia expansión económica del país se tradujeron en un importante crecimiento en el ingreso del gobierno; crecimiento que derivó en un aumento considerable del gasto público. Se establecieron proyectos de inversión en transporte y comunicaciones, en generación de energía eléctrica, en dotación de agua, en obras de irrigación, en salud y educación. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA) se establecieron en 1943 en respuesta a la política de industrialización y de sustitución de importaciones. El año de 1943 fue el parteaguas en la fundación del sistema de salud moderno, al colocarse tres de sus piedras angulares; el Instituto Mexicano del Seguro Social, la entonces Secretaría de Salubridad y Asistencia y el Hospital Infantil de México, primer Instituto Nacional de Salud. En su afán de apoyar el crecimiento económico industrial, el gobierno creó el IMSS para ofrecer servicios médicos integrales. Sus lineamientos respondieron, a su vez, a la apremiante necesidad del país dada la escasez de servicios privados y la convicción de la capacidad gubernamental de prestar servicios médicos integrales y dirigirlos de modo estratégico en apoyo del crecimiento económico. El IMSS se estructuró técnicamente conforme el modelo de la Organización Internacional del Trabajo, en boga entonces, con la conducción gubernamental y la oferta pública de servicios integrales, con base en contribuciones tripartitas. Este impuesto sobre la nómina dio lugar a un servicio prepagado. La cuota inicial destinada a la salud pasó de 6 a 8% en 1948. Fue 8 SOLIS Soberón, Fernando; et al. “La seguridad social en México”. 2001. CIDE. Neevia docConverter 5.1 19 concebido para dar atención al trabajador, aunque se protegía también a los familiares directos. En el marco del proceso de industrialización que experimentó el país, el modelo consideró únicamente a los trabajadores y empresas organizadas para el pago de impuestos. Así, se excluyó a los trabajadores informales, creando en realidad una definición de lo que constituye el sector informal coincidente con la no cobertura de la seguridad social. La SSA resultó de la fusión del departamento de Salubridad y la Secretaría de Asistencia. Con dicha fusión se logró sacar el máximo provecho de los modelos constituidos y ampliamente probados: el enfoque en las epidemias unido a los servicios de amplio enfoque social; la medicina curativa prepagada financiada por obreros, empleadores y el Estado con el criterio de prioridad social unida a los servicios asistenciales a los pobres. Esta nueva Secretaría también tendría a su cargo las campañas extraordinarias para el combate de epidemias y problemas específicos de salud. Al asignar los recursos a los Servicios Coordinados de Salud Pública, el gobierno perseguía el objetivo de abarcar un amplio espectro de la población, que habría de enlazar íntegramente a la población marginada de la seguridad social, incluidos los campesinos que antes habían sido cubiertos por la atención médica prepagada. La fusión de la Secretaría de Asistencia y el departamento de Salubridad contribuyó a que se disolviera la función estratégica de normatividad y financiamiento a favor de la población en su conjunto, tras lo cual las políticas de salud se orientaron al apoyo gubernamental al desarrollo económico, en tanto que los Servicios Coordinados tuvieron que responsabilizarse de la atención directa a los pobres. Por otra parte, la separación de los servicios para la población asegurada y para la población marginada duplicó las funciones normativas y presupuestarias, conduciendo a la larga a fomentar la inequidad. El modelo de seguridad social implantado carecía, por su parte, de los mecanismos normativos o de la estructura que garantizara la eficiencia y la competitividad de los servicios que habría de prestar. Estas deficiencias estructurales pasaron inadvertidas por lo menos todo un decenio, opacadas por los beneficios procedentes de la autonomía del Instituto Mexicanodel Seguro Social. El lapso comprendido entre mediados del decenio de los cincuenta y mediados de los sesenta determinó a las instituciones recién establecidas, pues fue también cuando se constituyó de manera acelerada el sector manufacturero. La cobertura del IMSS se duplicó y hacia 1960 contaba con más de tres millones de beneficiarios. Por su parte la SSA continuó con la mayor carga abarcando a 23 millones de personas. Durante ese mismo periodo y a instancias de la Organización Mundial de la Salud, la SSA llevó a cabo programas verticales de salud, como las compañas contra la viruela y el paludismo. Neevia docConverter 5.1 20 En ese entonces la relación política entre el gobierno y los diversos grupos estratégicos para la producción y el crecimiento económico era prioritaria. La creación en 1963 del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), que concentró la diversidad de sistemas de pensiones y prestaciones de los burócratas federales –aun cuando el IMSS hubiera ofrecido un vehículo adecuado-, hace evidente que cuestiones como la eficiencia en los servicios de salud se hallaban fuera de la perspectivas de semejantes imperativos económicos y políticos. De aquí también que se prestaran servicios médicos fuera del IMSS a trabajadores de determinadas empresas estratégicas como Pemex, la Banca, Ferrocarriles Nacionales, la Comisión Federal de Electricidad e inclusive a empleados del Gobierno Federal, como los de la Secretaría de Hacienda. El crecimiento del sistema de salud por agregados y añadiduras revela la carencia de una política rectora que lo organizara en su conjunto. Esta carencia también se hizo evidente en la SSA cuando, ante la presión para la asignación de recursos a campañas de salud y servicios coordinados, éstos se desviaban en múltiples direcciones, contribuyendo a generar una enorme burocracia muy centralizada aunque fragmentada y desarticulada. Los servicios asistenciales de la SSA se ampliaron y regionalizaron en el medio urbano y en el rural, tarea a la que el Programa de Extensión de Servicios de Salud en las Grandes Urbes se abocaría años más tarde. Aun cuando dichos servicios se implantaron para asistir a los más pobres, tanto la ubicación geográfica como el cobro por servicios con base en escalas móviles relativas al poder de pago, posibilitaron el beneficio no sólo de los pobres sino también de los asegurados y de la clase media. Por su parte, tanto los asegurados con respecto a los servicios prepagados, como los pobres ante los servicios asistenciales, en respuesta a la insatisfacción incrementaron la oferta de servicios médicos privados. De este modo se estableció una incongruencia entre demanda de servicios y oferta pública que, de momento, no fue reconocida por el Sistema Nacional de Salud como problema. A éste se aunó, ya en el decenio de los setentas, el problema del traslape de responsabilidades oficiales entre la seguridad social y los servicios asistenciales. En 1973 la expansión del IMSS evidenció cierto estancamiento vinculado a la reclamación de justicia social de amplios grupos de campesinos. El ejecutivo federal decidió extender la oferta hasta entonces exclusiva del Instituto hacia los asegurados y sus beneficiarios, legislando la entrega solidaria de recursos del IMSS a la población sin capacidad de pago, pero manteniendo intacta la autonomía financiera y de prestación de servicios. La primera acción en este sentido dio lugar al Programa IMSS-Conasupo. La Compañía Nacional de Neevia docConverter 5.1 21 Subsistencias Populares (Conasupo) puso en práctica el programa de desarrollo rural para la creación de una red de consultorios y, en menor medida, de hospitales. Este programa ejemplifica el esfuerzo de extensión de la seguridad social, donde la infraestructura y los servicios otorgados rebasaban los márgenes del régimen obligatorio del IMSS. Se conservó la autonomía financiera y de prestación de servicios del IMSS, abarcando a la población que había estado formalmente al cuidado de la Secretaría de Salubridad y Asistencia. A partir del establecimiento del Programa IMSS-Coplamar en 1977, como parte de las acciones para el combate a la marginación promovido entre 1876 y 1982, el gobierno federal lanzó una iniciativa para ampliar considerablemente la cobertura de la población marginada con el apoyo de los recursos provenientes del auge petrolero. El IMSS, modificando de manera importante el tratamiento de la obligación de redistribución solidaria de la seguridad social, administró el programa cumpliendo sus compromisos solidarios al brindar apoyo a la red subsidiaria por medio de recursos administrativos ya existentes, sin erogar recursos financieros propios. Tras la disolución de Coplamar en 1989 como órgano coordinador de diversas iniciativas de desarrollo, el programa a cargo del IMSS persistió con la denominación del IMSS-Solidaridad. La dificultad para normar, unir y coordinar esfuerzos del IMSS, la SSA y otras instituciones prestadoras de servicios asistenciales de carácter estatal y municipal, con objeto de proporcionar servicios médicos a los pobres, destacó el centralismo y la arraigada autonomía de dichas instituciones, y condujo a la SSA a desarrollar entre 1983 y 1988 un programa de descentralización que estableció los Servicios Estatales de Salud como entidades autónomas para consolidar la oferta pública asistencial a la población no asegurada, apoyado con capacitación de personal, un mayor equipamiento y la regionalización en torno de un modelo de atención. Este importante esfuerzo se limitó a 14 entidades federativas debido sobre todo a la falta de recursos financieros, pero también a la resistencia para consolidar los servicios a la población no asegurada con la autoridad estatal. La descentralización formó parte de un proceso de cambio estructural para transferir la prestación de servicios institucionales más cercanas a las necesidades y permitir a la federación dedicarse a la normatividad y al financiamiento. Una nueva Secretaría de Salud (SS) se constituyó con el apoyo de una amplia reforma jurídica que incluyó la enmienda constitucional para reconocer el derecho a la protección de la salud y la promulgación de la Ley General de Salud. El gobierno federal de 1988 a 1994 optó por limitar la autonomía de los 14 estados previamente descentralizados y destacar, en cambio, la desconcentración de los servicios coordinados. El gobierno tomó ese camino considerando la necesidad de implantar programas nacionales de corte vertical: la vacunación, la Neevia docConverter 5.1 22 disminución de la mortalidad por diarreas y por último la prevención del cólera, que requerían operadores eficientes a nivel jurisdiccional. La descentralización devino un asunto secundario, al grado que, hacia el final de dicha administración, no había casi ninguna diferencia en la proporción del presupuesto controlado por los 14 estados formalmente descentralizados y el resto de las entidades federativas. 3. EL SISTEMA NACIONAL DE SALUD ACTUAL Como resultado de su desarrollo a lo largo de los pasados cinco decenios, el sistema nacional de salud actual se compone de tres subsistemas relativamente autónomos: la seguridad social, las instituciones asistenciales y los servicios privados. En lo que respecta a los grupos sociales, en México existe una distinción fundamental, mencionada anteriormente, entre los asegurados y no asegurados. La inmensa mayoría de los asegurados son beneficiarios de la seguridad social, porque los seguros privados cubren una proporción muy pequeña de la población. La estructura del sistema de salud según oferentes y usuarios. EL SISTEMA NACIONAL DE SALUD EN LA ACTUALIDAD Neevia docConverter 5.1 23 La segregación de los grupos sociales en subsistemas separados en el problemafundamental del sistema de salud mexicano. El sistema actual puede caracterizarse como de integración vertical pero con segregación horizontal. Cada subsistema institucional ejerce cada una de las funciones de regulación, financiamiento y prestación, pero hay traslapes en los grupos de usuarios. La cobertura legal del IMSS prácticamente equivale a los trabajadores del sector formal de la economía y sus familias, quienes pagan impuestos y son así cotizantes al IMSS. La ley señala los grupos de trabajadores y de población en general que pueden ser objeto de protección del régimen obligatorio del seguro social. El IMSS ofrece todos los servicios médicos a los derechohabientes hasta por dos meses posteriores al momento en que el afiliado deja de cotizar al seguro por cesantía, siempre y cuando haya cotizado durante dos meses al menos. De producirse la muerte de un afiliado los familiares gozan de todos los derechos a servicios médicos de por vida, siguiéndose las mismas reglas de edad, parentesco y dependencia económica. Los trabajadores del campo no reciben las prestaciones en dinero del seguro de enfermedad y maternidad, esto es, el pago por incapacidad física temporal o permanente. Son sujetos de aseguramiento del régimen obligatorio: i) las personas que se encuentran vinculadas a otras por una relación de trabajo; ii) los miembros de sociedades cooperativas de producción y de administraciones obreras o mixtas, y iii) las personas que determine el ejecutivo federal mediante el decreto respectivo. Aunque la Ley del Seguro Social incluye a toda la población económicamente activa que participa en la economía formal, no toda ella ha sido incorporada por medio de decretos presidenciales. Los siguientes grupos podrán ser sujetos de aseguramiento al régimen obligatorio si ellos se incorporan al mismo por medio de convenio y de manera voluntaria: i) los trabajadores en industrias familiares e independientes, como profesionales, artesanos y comerciantes en pequeño, y demás trabajadores no asalariados; ii) los trabajadores domésticos; iii) los ejidatarios, comuneros, colonos y pequeños propietarios; iv) los patrones, personas físicas, con trabajadores asegurados a su servicio; v) los trabajadores al servicio de las administraciones públicas de la federativas y municipios que están excluidos o no comprendidos en otras leyes. No obstante, la posibilidad de afiliarse voluntariamente al régimen obligatorio está supeditada a la disponibilidad de instalaciones, dándose prioridad a los asegurados por decreto. La ley marca la afiliación en periodos de inscripción y con periodos de espera para recibir los beneficios, mismos que no pueden Neevia docConverter 5.1 24 exceder 30 días a partir de la primera cotización. En la práctica existen cuatro periodos anuales de inscripción. La ley señala también que no procede este aseguramiento cuando comprometa previsiblemente el equilibrio financiero, lo cual puede llevar a la negociación del seguro de personas que padecen enfermedades cuyo tratamiento significa un alto costo. La cobertura legal de la Secretaría de Salud (SS) está marcada en la Ley General de Salud que establece los programas que conforman la salubridad general, a los cuales debe tener acceso todo mexicano para cumplir así con el derecho a la protección a la salud. Siendo tan amplios dichos programas prácticamente no excluyen ningún aspecto de la atención a la salud. No obstante, ningún servicio público fuera de la seguridad social es capaz de ofrecer todos los servicios implícitos en los programas de salubridad general. Los servicios asistenciales que ofrece la SS están disponibles con base en la libre demanda y, en menor grado, por medio de la entrega comunitaria de servicios preventivos. Para regular el acceso la SS norma un tabulador de precios móviles, cuyas tarifas se modifican en función de la capacidad de pago del demandante. Para ello cada vez que se solicitan servicios se lleva a cabo un estudio socioeconómico, por medio del cual se ubica al paciente (cliente) en una de cuatro categorías, que van desde la gratuidad hasta un tope. En el medio rural la SS norma la gratuidad de todos los servicios, aunque algunas autoridades municipales llegan a aplicar cuotas uniformes, sobre todo en donde éstas han asumido alguna responsabilidad por el mantenimiento de las unidades. Los servicios de planeación familiar, vacunación, rehidratación oral, y atención de urgencias son gratuitos en todo el país. Los servicios del programa IMSS-Solidaridad se ofrecen con base en un prepago comunitario en especie, esto es, la comunidad por medio de sus representantes se compromete anualmente a realizar trabajos de desarrollo comunitario a cambio de la entrega de servicios. El contrato se limita a los servicios preventivos y curativos de primer nivel así como a la atención hospitalaria de segundo nivel. Para el futuro se considera una fusión de los servicios de IMSS-Solidaridad con los servicios actualmente prestados por la SS como parte del esfuerzo por la descentralización. Es importante señalar que la Ley General de Salud no establece lineamientos para normar el acceso a los servicios privados. Estos pueden ofrecer cualquier tipo de atención y a cualquier precio, siempre y cuando se cumpla con regulación sanitaria de establecimientos y de prestadores. Los seguros médicos de gastos mayores –la gran mayoría de los actualmente disponibles en México- Neevia docConverter 5.1 25 son regulados por la Comisión Nacional de Seguros, siguiéndose exclusivamente criterios que aseguran la solvencia fiscal de las compañías aseguradoras. Algunas empresas han establecido convenios con prestadores privados con el fin de suplementar la atención de la seguridad social que, por ley, deben brindar a sus trabajadores. Dichos convenios suelen ser muy amplios en la gama de servicios que ofrecen y no prescriben la exclusión de condiciones preexistentes. Algunos de estos convenios corren según la Reversión de Cuotas, programa que seguramente recibirá un mayor impulso con las propuestas de reforma al sistema de salud. Los contribuyentes al Sistema Nacional de Salud son, desde un enfoque de cuentas nacionales, el gobierno federal, los gobiernos estatales, las empresas y los hogares. La seguridad social se financia con aportaciones de los trabajadores y los empresarios sumando contribuciones del Ejecutivo Federal. Los servicios asistenciales dependen principalmente del presupuesto federal, erogado vía la SS y el programa IMSS-Solidaridad. Los hogares y los gobiernos estatales y municipales también contribuyen con la menor parte a los servicios asistenciales: los primeros con base en cuotas de recuperación, los segundos por medio de contribuciones. Los servicios privados son financiados sobre todo por los hogares, que pagan precios de mercado con escasa intermediación de seguros privados. Los institutos de seguridad social recaudan y administran las contribuciones de empleados y empleadores. La SS y los gobiernos estatales y municipales administran los servicios asistenciales. En todos los casos se asignan recursos a los oferentes directos con base en presupuestos históricos, fijados de acuerdo con inversiones regidas por criterios diversos, entre los que figuran las necesidades de salud, aunque han sido otros los criterios predominantes. 4. LA REFORMA DEL SISTEMA DE SALUD EN MÉXICO La evolución del sistema nacional de salud y la situación actual apuntan a siete obstáculos al desempeño. Éstos contribuyen el desafío fundamental cuya superación debe ser el propósito de una reforma integral del sistema de salud. Para comprender mejor este desafío se analiza el concepto de reforma con el cual se establecen las posibilidades y se evalúan las iniciativas en curso. Frente a este concepto global de reforma, se presentan las propuestas queal respecto se han formulado recientemente para el caso de México. Neevia docConverter 5.1 26 Los desafíos que encara el buen desempeño del sistema de salud mexicano pueden resumirse en siete obstáculos a continuación descritos: Inequidad: los recursos y servicios de salud no son asignados según las necesidades de la población, incluso aquellos cuyo acceso universal sería de beneficio para toda la sociedad; Insuficiencia: las instituciones padecen escasez crónica de algunos recursos clave para cumplir con las metas que se han propuesto; el gasto por persona podría aumentar según lo indican los promedios internacionales; Ineficiencia: se gasta en programas que no obtienen un efecto sobresaliente en la salud de la población, a la vez que se desperdician recursos por falta de capacidad gerencial; Inadecuada calidad: existe amplia evidencia respecto a la falta de capacitación del personal así como carencias organizacionales, produciendo con gran frecuencia resultados de la atención que se encuentran por debajo de los estándares aceptables; Insatisfacción: debido a la creación de monopolios se servicio público, la población no está recibiendo los servicios a la altura de sus expectativas, llevando a la búsqueda de otros servicios a un costo mayor o bien al rechazo de importantes servicios de salud pública; Inflación: los costos de los servicios se incrementan debido a la introducción de tecnologías de manera indiscriminada, así como por el aumento de la demanda. El gasto en salud crece, sin producir todos los beneficios esperados, y Inseguridad: a pesar del crecimiento de la cobertura en las instituciones de seguridad social, quedan amplios grupos sin la adecuada protección contra gastos catastróficos por enfermedad, mientras que las instituciones no logran su potencial para crear un ambiente de tranquilidad y estabilidad para el desarrollo. La reforma en salud también se ha definido en términos de su alcance dentro del sistema de salud y a nivel intersectorial. La reforma integral se propone mejorar la eficiencia, la equidad y la calidad, que se realiza sobre la base de un amplio diagnóstico, y establecer estrategias para reestructurar el sistema como un todo y prepararlo para resolver efectivamente las necesidades preexistentes y las futuras. Las reformas implican cambios y repercusiones en cuatro niveles del sistema de salud y de las políticas intersectoriales: el sistémico, el programático, el organizacional y el instrumental. El sistémico se refiere a la estructura y las funciones del sistema, especificando los arreglos institucionales para regular, financiar y prestar los servicios. El programático se refiere al contenido sustantivo Neevia docConverter 5.1 27 del sistema, especificando sus prioridades, por ejemplo, mediante un paquete universal de intervenciones para el cuidado de la salud. Al organizativo concierne la producción de servicios, enfocando los problemas de calidad y eficiencia técnica. Finalmente, el instrumental genera la inteligencia institucional para optimar las modificaciones del sistema por medio de la información, la investigación, la innovación tecnológica y el desarrollo de recursos humanos9. Una reforma integral debe incluir los cuatro niveles de políticas, siempre de hecho, una iniciativa específica de reforma puede iniciarse en cualquiera de los niveles propuestos y proceder a los otros conforme las circunstancias lo permitan. México en un ejemplo característico del modelo segmentado de sistemas de salud, su estructura puede describirse de manera simplificada mediante la matriz que se muestra en la figura, ésta matriz relaciona las funciones del sistema de salud con los diferentes grupos sociales. DISEÑO ACTUAL DEL MODELO SEGMENTADO Fuente: Frenk, Julio. Salud pública 2007. 9 et al. Neevia docConverter 5.1 28 Con respecto a la primera dimensión de la matriz, todo sistema de salud debe desarrollar cuatro funciones esenciales: la modulación, el financiamiento, la articulación y la prestación. El financiamiento se refiere a la transferencia de dinero de fuentes primarias (hogares y empresas) y de fuentes secundarias (el gobierno en todos los niveles y los organismos internacionales), a su acumulación en fondos reales o virtuales (por ejemplo, fondos de seguridad social, presupuestos públicos para la atención a la salud, ahorros familiares), que pueden entonces ser asignados por medio de diversos arreglos institucionales para la producción de servicios. A su vez, la función de prestación se refiere a la combinación de insumos dentro de un proceso de producción, la cual ocurre en una estructura organizacional particular y conduce a una serie de productos (servicios de salud) que generan un resultado (cambios en el estado de salud del usuario). Al lado de estas dos funciones tradicionales, todo sistema de salud desempeña una serie de funciones decisivas que pueden agruparse en el término “modulación”. Este es un concepto más amplio que el de regulación. Implica establecer, implantar y supervisar las reglas del juego para el sistema de salud, así como imprimir en el mismo una dirección estratégica. El establecimiento de las reglas del juego es un proceso delicado en el que es necesario equilibrar los intereses de los diversos actores. Con demasiada frecuencia esta función se ha descuidado, en particular en los sistemas de salud en los que el ministerio de salud dedica la mayor parte de sus recursos humanos, financieros y políticos a la prestación directa de servicios. La última función del sistema de salud puede denominarse “articulación”. Esta función se encuentra en un punto intermedio entre el financiamiento y la prestación. En la mayor parte de los sistemas de salud actuales, ésta ha sido absorbida por cualquiera de las otras dos funciones, por lo que se ha mantenido como una función implícita. Esta función abarca también las funciones de agregación de demanda y representación de consumidores que se asignan a lo que se conoce como el “patrocinador” en los modelos de competencia administrada. Lo que se quiere dar a entender con el término “articulación” es que esta función reúne y da coherencia a diversos componentes de la atención a la salud. Así, la articulación abarca actividades clave que permiten que los recursos financieros fluyan a la producción y el consumo de la atención a la salud. Algunos ejemplos de sus funciones incluyen la afiliación de grupos a planes de salud, la especificación de paquetes explícitos de beneficios o intervenciones, la organización de redes de proveedores de modo que se estructuren las posibilidades de elección por parte del consumidor, la elaboración y la Neevia docConverter 5.1 29 instrumentación de incentivos a los oferentes mediante mecanismos de pago y la gestión de la calidad de la atención. Pasando a la segunda dimensión de la matriz en la gráfica 2, el modelo segmentado ha organizado los servicios dividiendo a la población en tres grupos sociales, como es el caso mexicano: i) el sector de la economía formal que tiene acceso a la seguridad social; ii) el grupo conformado por la población de bajos recursos tanto rural como urbana, que pertenece a la economía informal y por lo mismo está excluida la seguridad social, y iii) la clase media, que con frecuencia es excluida de la seguridad social, recurre al sector privado por medio de financiamiento propio o diferentes formas de seguro médico privado. Este modelo, se describe como un sistema de integración vertical con segregación horizontal. La segregación de la población en diferentes grupos con frecuencia está aunada a la integración vertical de funciones de regulación, financiamiento y prestación de servicios. Cada segmento institucionaldesarrolla sus funciones exclusivamente para el grupo de interés que atiende. Se generan entonces problemas de duplicación y dispendio de recursos; importantes diferencia en calidad de la atención entre los segmentos; formación de monopolios artificiales de poblaciones con derecho a servicios y la perpetuación de inequidades propias de este modelo. En México, como en la mayoría de los países de la América Latina, existe consenso de que la reforma debe partir de un conjunto de valores que se agrupan concretamente en cuatro principios y tres propósitos. Los principios de reforma son: i) ciudadanía: el acceso a los servicios de salud es un derecho social; ii) pluralismo: la población ejerce su libertad de elección entre varias opciones que conforman un sistema plural, en el que se combina lo mejor de los sectores público y privado; iii) solidaridad: todos contribuyen al sistema según sus capacidades, de modo que cada quien pueda recibir atención cuando la necesite, y iv) universalidad: toda la población queda protegida por un paquete universal de servicios efectivos y costeables. Por otro lado, se ha reconocido que los propósitos de la reforma deben lograr: Equidad: antes una misma necesidad de salud todas las personas, sin discriminación de ningún tipo, tienen la misma oportunidad de acceso a los servicios prioritarios; Calidad: los servicios producen el máximo mejoramiento posible en salud, satisfaciendo a la vez las expectativas de los usuarios por una atención buena, oportuna, continua, cortés y respetuosa, y Neevia docConverter 5.1 30 Eficiencia: el sistema obtiene el mayor rendimiento posible de los recursos, al reducir al mínimo el desperdicio y al invertir prioritariamente en los servicios que generan las mayores ganancias de salud. Ahora bien, en México han sido tres reformas elementales, la primera, ocurrida en 1943 como ha sido mencionada anteriormente, en él se llevó a la creación de la Secretaría de Salubridad y Asistencia, a partir de la fusión de la Secretaría de Asistencia y el Departamento de Salubridad, así como al establecimiento del Instituto Mexicano del Seguro Social, a fin de dar cumplimento al Artículo 123 Constitucional. También incluyó, el inicio de los Institutos Nacionales de Salud mediante la creación del Hospital Infantil de México en ese año, y poco después los de Cardiología y de Nutrición. Con estos esfuerzos se dio pie a un proceso de institucionalización de la atención médica y de la salud pública y a la reafirmación de la responsabilidad del Estado para asumir y conducir el cuidado de la salud en nuestro país. La segunda reforma, ocurrida en el lapso entre 1983 y 1988, ha sido llamada “el cambio estructural de la salud” y comprendió una verdadera renovación legislativa y una reforma administrativa y sustantiva que involucró, sustancialmente, a los servicios que atienden a la población abierta, es decir la que no es derechohabiente de la seguridad social. La renovación legislativa arranca con la inclusión, en la Constitución, del derecho a la protección de la salud en 1983, sigue con la promulgación de la Ley General de Salud en 1984, y en los años subsiguientes de las leyes estatales de salud y de seis nuevos reglamentos que simplificaron el contenido de 84 farragosos ordenamientos a los que sustituyeron; el cambio legislativo culminó en la definición de más de 300 normas técnicas. La reforma sustantiva incluyó diez estrategias, cinco a nivel macro y cinco a nivel micro. Las primeras fueron la descentralización de los servicios de salud que, por razones económicas, se llevó a cabo sólo en 14 entidades federativas; la sectorización institucional; la modernización de la SSA; la coordinación intersectorial; y, la participación comunitaria. Las estrategias de nivel micro fueron la investigación en salud, el desarrollo de recursos humanos para la salud, la información en salud, el financiamiento y los insumos para el sistema nacional de salud. La tercera etapa arranca en 1995 y comprendió tanto el ámbito de la SSA como del IMSS. En la primera cabe mencionar la culminación del proceso de descentralización a todas las entidades federativas, la formulación de un paquete básico con 13 intervenciones costo efectivas destinado a la población rural dispersa, la certificación de hospitales y de escuelas de medicina (esta última, gestión de la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina), la creación de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico y la regulación de las Instituciones de Seguros Especializadas en Salud (en colaboración con la Secretaria de Hacienda y Crédito Público). En el ámbito del Instituto Mexicano del Seguro Social se dio la implantación del esquema de Administradoras de fondos de retiro (AFORE)-Sociedades de inversión especializadas en fondo de retiro (SIEFORE), se produjo una nueva Ley del Seguro Social impulsada por un análisis crítico del funcionamiento institucional vertido en el estudio titulado “Diagnostico”, se estableció un seguro para la familia, se diseñó un nuevo modelo institucional de atención integral a la salud (MIAIS), se Neevia docConverter 5.1 31 crearon 139 áreas médicas de gestión desconcentrada (AMGD), se implantó el enfoque de grupos relacionados de diagnóstico (GRD), para la asignación de recursos financieros, se decidió la libre elección del usuario para el prestador de servicios, se llevó a cabo la capacitación gerencial de más de cuatro mil funcionarios sobre la reforma en curso y se inició la renovación integral del equipo. Cabe destacar que en los últimos años ha habido un auge en los procesos de reforma en distintas partes del mundo. Ahora, en México, la reforma avanza en un enfoque más sectorial que comprende a las instituciones que conforman el sector público, pero cada día habrá una mayor necesidad de participación del sector privado.10 10 Guillermo Soberón. Neevia docConverter 5.1 32 III. EL SEGURO POPULAR DE SALUD 1. ORIGENES DEL SEGURO POPULAR DE SALUD En el país se ha tratado de lograr, sin muchos logros, un mejor uso de los recursos disponibles tratando de implementar estrategias de focalización las cuales intentan dirigir acciones a una población o territorio definidos, para concentrar la atención sobre un determinado problema o necesidad. México, es un país con gran diversidad cultural, cuenta con una población que suma alrededor de 100 millones de personas, lo cual provoca que la sociedad enfrente diferentes necesidades. Sin embargo, existe un elemento que unifica a todos los mexicanos: el derecho a la salud. Como se ha mencionado a mediados del siglo pasado, en los cuarentas surge el sistema de salud con el que contamos en la actualidad, el cual ha contribuido a mejorar la salud y la calidad de vida de los mexicanos. Institutos como el IMSS e ISSSTE se han comprometido en materia de salud con una parte de la población mexicana pero solo enfocada a aquellas personas que operan bajo régimen asalariado o como empleadores, dejando a un lado a las personas de más bajos recursos, y aquellas personas que no cuentan con un empleo o que trabajan por su cuenta. Según el registro del censo de población y vivienda del año 2000, el 57.8 por ciento del total de la población del país no está asegurada por alguna institución de seguridad social, por lo cual en la mayoría de los casos posterga e incluso deja de atenderse por el alto costo que el tratamiento involucra y el limitado patrimonio del que disponen. Este amplio sector de no asegurados se encuentra en mayor riesgo de empobrecimiento por gastos catastróficos en salud. De ahí, que partiendo del principio constitucional inscrito en el Artículo 4° el cual dice que todos los mexicanos tienen derecho a la salud, el Programa Nacional de Salud (PNS) 2001-2006, partió de la desigualdad en la distribución de enfermedades
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