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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO CIENCIA FICCIÓN Y FILOSOFÍA CONSTRUCCIONES NARRATIVAS Y TEÓRICAS DEL CAPITALISMO MODERNO TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: MAESTRÍA EN FILOSOFÍA PRESENTA: CARLOS ENRIQUE MALDONADO MARTÍNEZ TUTOR DR. GERARDO DE LA FUENTE LORA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO EN FILOSOFÍA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOSÓFICAS CIUDAD DE MÉXICO, MARZO 2018 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 Contenido Agradecimientos ..................................................................................................................... 3 Introducción ........................................................................................................................... 4 Capítulo 1 Ciencia Ficción y Filosofía ................................................................................. 8 Campos teóricos y narrativos ........................................................................................... 10 Filosofía ............................................................................................................................. 15 Capítulo 2 Definir la Ciencia Ficción ................................................................................. 21 Ensamblaje de la definición .............................................................................................. 26 Ciencia Ficción y Utopía .................................................................................................... 37 Visiones filosóficas ............................................................................................................ 41 Capítulo 3 Gravedades de la Ciencia Ficción ................................................................... 44 Solaris ............................................................................................................................ 47 Akira .............................................................................................................................. 50 La Jetée .......................................................................................................................... 52 Mobile Suit GUNDAM: Iron-Blooded Orphans ............................................................. 57 Rick & Morty .................................................................................................................. 61 Campos teóricos ............................................................................................................... 63 Capítulo 4 Ciencia Ficción y capitalismo contemporáneo ............................................... 65 Industria de la Ciencia Ficción ........................................................................................... 72 Conclusiones ......................................................................................................................... 82 Referencias ........................................................................................................................... 88 3 Agradecimientos Agradezco al Concejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) por facilitarme una beca para realizar los estudios de Maestría que dieron génesis a esta tesis. 4 Introducción El entrecruzamiento de Filosofía y Ciencia Ficción no es un tema nuevo o novedoso. Desde los comienzos de la Ciencia Ficción las ideas filosóficas han estado presentes dentro de las obras. El trabajo aquí presentado no busca separarse de la tradición crítica negando una relación directa entre Filosofía y Ciencia Ficción, por el contario, el hecho de que la relación exista es el núcleo principal del texto. A diferencia de otros trabajos que explotan esta misma vena de análisis, el presente escrito está pensado desde una perspectiva tangencial: si bien el análisis del o los discursos filosóficos presentes en la Ciencia Ficción es un elemento importante al tratar el tema, no es la preocupación que guíe esta investigación. La cuestión principal que se trabajará extensivamente a lo largo del texto es la relación que existe entre la cultura de masas y sus productos, en este caso específico es la Ciencia Ficción tomada como uno de esos productos. El análisis propuesto se encargará de actualizar una definición funcional de Ciencia Ficción que sirva principalmente para evitar caer en equívocos acerca de lo que es y no una obra de Ciencia Ficción. Esto es de suma importancia para la investigación, ya que el trabajo argumentativo posterior está en función de cómo sea definida la Ciencia Ficción, desde la caracterización de la modernidad capitalista hasta la manera en la que la cultura de masas juega un papel determinante en la total mercantilización. A lo largo del texto utilizo como definición de Ciencia Ficción 5 “estructura narrativa cuyas condiciones necesarias y suficientes son la presencia y la interacción del extrañamiento y la cognición, y cuyo dispositivo formal es un marco imaginativo alterno al entorno empírico del autor”, lo cual me permitirá articular una crítica a la cultura de masas a partir del estudio de casos específicos. Esto facilitará hacer una clasificación acertada de la Ciencia Ficción y permitirá localizar más fácilmente los derroteros por los cuales la mancuerna de Ciencia Ficción y Filosofía son los acertados para realizar una crítica a las formas de producción y reproducción en los que está incrustada la sociedad. Así, una obra como Voltron Legendary Defender (2016) no podrá identificarse dentro del género de la Ciencia Ficción y que le haría falta cumplir de manera completa con el elemento cognitivo necesario en la definición, ya que, dentro de la obra, no se determina o justifica de manera concreta el uso de magia a la par que la tecnología. O por qué una obra como Terminator (1984) sí es Ciencia Ficción de acuerdo a la definición. Establecer esta definición sirve para articular el argumento que guía de manera implícita la tesis: incluso con una categorización específica, el mercado y la industria imponen la bajo sus criterios clasificaciones a los productos en función del ciclo de la producción y el consumo. Es así que, aún con la definición más precisa de Ciencia Ficción que se pueda concertar, ésta servirá únicamente para alimentar el formalismo académico si no se la pone en función de un contexto social determinado, que en el presente caso será el de la modernidad capitalista. Debido a estas condiciones específicas, este trabajo únicamente se dio a la tarea de bosquejar y analizar parte de las implicaciones que resultan de hacer un análisis filosófico de la Ciencia Ficción en dos sentidos: el formal, estableciendo una definición de Ciencia Ficción; y el pragmático, estructurado desde una matriz de estudios de caso y de crítica cultural. 6 De esta manera, el Capítulo 1 “Ciencia Ficción y Filosofía” es una introducción general a los caminos en común que operan como base en la relación entre Filosofía y Ciencia Ficción, detallando las concepcionesclásicas que se tienen para que sea relevante el análisis de la Ciencia Ficción desde la Filosofía. Sin embargo, las variadas interpretaciones que se tienen acerca de lo que es la Filosofía hacen necesario dedicarle un momento a establecer qué se entenderá por Filosofía en esta investigación, para desarrollar, de esta manera, un entramado conceptual coherente y funcional a los objetivos propuestos. Para el desarrollo de la definición anteriormente explicitada, en el Capítulo 2 “Definir la Ciencia Ficción” desarrollaré los pasos para llegar a ella. Partiendo desde la definición de Darko Suvin y retocándola de manera precisa para que sea lo suficientemente incluyente y específica. La gran cantidad de obras clasificadas como “ciencia ficción” demanda un tratamiento formal de este tipo, ya que uno de los objetivos de este trabajo es el de, una vez inmersos en las dinámicas capitalistas de la producción de mercancías en dentro de la cultura de masas, podamos distinguir cuales obras sí pertenecen a una clasificación formal de Ciencia Ficción y cuales son únicamente dispositivos mercadotécnicos. Es así que en el Capítulo 3 “Gravedades de la Ciencia Ficción” desarrollo un análisis a cinco obras comúnmente clasificadas dentro de la Ciencia Ficción. A manera de checklist, verifico que las obras cumplan cabalmente con la definición establecida, haciendo hincapié en la variedad de formatos en los que se puede presentar una obra de Ciencia Ficción, y se da un ligero esbozo a cómo influye la industria capitalista en la producción y consumo de este tipo de obras desde otros tinglados, a saber, las adaptaciones que se hacen a las obras. Recalco la importancia de que incluso la adaptación deba tener los elementos necesarios de la definición, ya que en caso contrario la adaptación no es una obra de Ciencia Ficción. Por último, en el Capítulo 4 “Ciencia Ficción y capitalismo contemporáneo” sintetizo las aristas del análisis formal de la definición de Ciencia Ficción con la crítica a la cultura de masas de Adorno y Horkheimer. El primer paso es establecer el contexto histórico de la modernidad capitalista desde Marx, ya que resuena en muchos sentidos con la caracterización de la Ciencia Ficción que se encuentra a lo largo del texto y sirve además de 7 puente para comprender el gusto u obsesión del desarrollo industrial y tecnológico de muchas de las narrativas de la Ciencia Ficción. Para finalizar con un complicado panorama de las relaciones entre industria, producción y consumo, y la interminable elaboración de productos que están destinados al olvido y al consumo desmedido. El fruto del análisis es una perspectiva teorética sobre el papel de la Filosofía ante la Ciencia Ficción, cómo un análisis formal de las obras de Ciencia Ficción da herramientas claves para insertarlas dentro de un contexto intelectual e ideológico. La crítica cultural únicamente es posible desde este derrotero teorético fundamentado desde lo formal. 8 Capítulo 1 Ciencia Ficción y Filosofía Las condiciones económicas del capitalismo tardío y el neoliberalismo, las condiciones políticas entre democracias mal enfocadas a las masas y oligarquías locales, crisis sociales que van desde el racismo generalizado y apoyado por extremistas hasta flujos migratorios de grandes magnitudes, en conjunto predisponen el ánimo a asumir una actitud crítica hacia estas problemáticas y la Filosofía se encuentra en el frente teórico, la primera trinchera, para dar salida a explicaciones , críticas y especulaciones sobre estas problemáticas. Sin embargo, la Filosofía no es el único baluarte que pueda poner orden y dirección a la reflexión social y cultural. La Ciencia Ficción, en su propia trinchera y desde su génesis1 se ha abocado a examinar, problematizar, e incluso adelantar soluciones, aunque muchas veces terminen en aporías. Lo cual implica que se le puede dar a la Ciencia Ficción una aplicación que vaya más allá de los límites que pueda tener la Filosofía, tales como la reclusión en la academia, la poca difusión entre los sectores más amplios de la población, la dificultad que se plantea a priori al estar frente a un texto filosófico, entre otros. En cambio, la Ciencia Ficción, en cualquiera de sus formatos, se recibe a priori con menos reticencias, al desarrollar problemáticas que atañen a la complejidad humana de manera digerible, variada, con un enfoque que no hace caricaturas de los temas en cuestión, sino los procesa dentro de una narrativa que atrapa. 1 Las distintas problemáticas para articular una historia de la Ciencia Ficción se abordarán en el capítulo 2. 9 Este texto no es el lugar para mencionar la cantidad de temas que abarca la Ciencia Ficción, desde la relación del hombre con la tecnología, de la naturaleza del espacio exterior, el desarrollo tecnológico y científico, los viajes en el tiempo, los viajes interestelares, el desarrollo social a través del tiempo, entre otros, ya sean individualmente o una mezcla de algunos. El objetivo, al menos del presente capítulo, es marcar la dirección hacia la cual se dirigirá el análisis de lo que es y cómo entendemos la Ciencia Ficción, y de algunas obras que la representan.2 Hacer explícita esta diferencia no significa demeritar a uno u otro, tanto la Filosofía como la Ciencia Ficción deben examinarse en su debida medida. Una posición que está en contra de la Ciencia Ficción como interlocutor acreditado en este tipo de reflexiones diría que debido a la poca profundidad que puede tener el acercamiento desde la Ciencia Ficción a un tema complejo, ya sea la discriminación, las guerras, la destrucción de la naturaleza (entre una lista muy extensa de temas), en su discurso de desacreditación dirá que no tiene el peso teórico, expositivo que se le da a la Filosofía. Sin embargo, no es razón suficiente esta supuesta falta de rigor académico o teórico que se presupone en la Ciencia Ficción para que se le asigne un papel marginal de mero espectador o de personaje sin voz dentro de las discusiones o el análisis crítico. En el capítulo 2, se examinará una definición de Ciencia Ficción y se argumentará su pertinencia teórica y crítica. Una vez definida la Ciencia Ficción, se hará explícito cómo las problemáticas que se pueden abordar desde la Filosofía también pueden ser exploradas desde la Ciencia Ficción. No se recurrirá a un examen exhaustivo, pero se recalcará este punto en los análisis que se hagan de diferentes obras del género estudiado. Muchos de los supuestos teóricos que suponemos tanto en la Filosofía como en la Ciencia Ficción nos dan un campo intelectual bastante cómodo para hablar al mismo tiempo de Filosofía y de Ciencia Ficción, interconectándolas, y entrelazándolas. Es también un lugar 2 La selección de las obras es arbitraria en tanto que son funcionales para los fines de este trabajo de investigación. 10 especialmente cómodo y puede parecer una tarea relativamente sencilla no profundizar en alguna determinada problemática o tratarlo de maneras pueriles. Campos teóricos y narrativos Debido a que en la Ciencia Ficción se pueden abordar una cantidad de temas que tienen resonancias antropológicas, filosóficas, sociológicas, tecnológicas y en general temáticas que tienen relación directa con lo humano y su condición, y, al mismo tiempo, debido a que las obras de Ciencia Ficción, en su acepción más general y comercial, son tomadas como textos que principalmente versan acerca del avance tecnológico o científico, o en otros casos como obras que presentan las posibilidades y las consecuencias de que exista tal o cual aparato o dispositivo tecnológico que no existe (como una máquina del tiempo, naves espaciales que viajen a la velocidad de la luz o más rápido,teletransportadores, y la lista sigue) es prudente que se analicen las peculiaridades de la Ciencia Ficción como género y se pueda determinar qué es lo que sucede dentro de sus narrativas que la hacen tener una potencia crítica tanto de la sociedad como de las prácticas en las que la sociedad incurre; no únicamente como reflejo, porque eso ya lo hace muy bien la literatura en general, sino como caleidoscopio de posibilidades y de respuestas para los temas que nos interesan. Adentrándonos en las narrativas y los problemas que presentan en una discusión compleja y llena de posibilidades, tenemos las ideas disonantes entre utopías y distopías 3 como ejemplo de este tipo de tratamiento temático. La manera en la que son presentadas en películas4 como Akira, Matrix, Ghost in the Shell, o en novelas como Snowcrash de Neal Stephenson, El congreso de Futurología de Stanislaw Lem, o The man in the high castle de Phillip K. Dick, tanto por el formato como por la estética y la relativa simplicidad narrativa, es recibida de mejor manera y en mayor cantidad a la carga que pudiera representar leer 3 En el capítulo 2 se analizará la pertinencia de emplear este término. 4 La discusión acerca de la diferencia e importancia entre los formatos literarios y fílmicos en la Ciencia Ficción se presentará en el capítulo 3 11 Between utopia and dystopia de Hanan Yoran, Archeologies of the future de Fredric Jameson, o los tres volúmenes de Das Prinzip Hoffnung de Ernst Bloch, en un primer momento, incluso para alguien con el suficiente entrenamiento filosófico y la disposición. La exposición teórica dentro de estos libros sobrepasa con creces tanto la profundidad y el ángulo crítico con la que se examina el tema de la utopía, así como el tiempo requerido para la asimilación y la mínima comprensión de la discusión que se lleva a cabo. Con el fácil acceso a todo tiempo de contenidos a través de medios digitales y de la expansión de la posibilidad de consumir mercancías, los contenidos denominados intelectuales, tales como obras magnas de grandes pensadores, artículos académicos, cine de arte, música culta, arte de museo, son fácilmente obtenibles o consumidos. Muchas veces este consumo es de manera acrítica, incluso cuando dichos productos sean en un primer momento “críticos”, tanto a las condiciones de su producción como al entrono sobre el cual pretenden incidir. Esta facilidad que tiene la Ciencia Ficción para abrir discusiones o problematizar cuestiones que le competen al género humano ocasiona que estemos acostumbrados a asociar temáticas de la Ciencia Ficción con tal o cual problema “de la Filosofía”: la identidad personal, la estructura de lo real, la esencia de lo humano, el problema del Otro, paradojas lógicas, entre muchos otros. Sin embargo, esto equivale a poner a la Ciencia Ficción al servicio de la Filosofía, como lo hace Susan Schneider en la introducción de Science Fiction and Philosophy, en donde compara a la Ciencia Ficción con “versiones largas de experimentos mentales filosóficos”:5 Los experimentos mentales son las suposiciones de la imaginación; son las ventanas hacia la naturaleza fundamental de las cosas. Un experimento mental filosófico es una situación hipotética en el ‘laboratorio de la mente’ que dibuja algo que muchas veces sobrepasa los límites de la tecnología actual o incluso es incompatible con las leyes de la naturaleza, pero se supone que revela algo iluminador filosóficamente o 5 Schneider, Susan (2009) Introduction, Science Fiction and Philosophy. From Time travel to Superintelligence. 12 fundamental sobre el tema en cuestión. Los experimentos mentales pueden demostrar un punto, entretener, ilustrar un enigma, dejar al descubierto una contradicción en el pensamiento, y nos mueven a una futura clarificación […] si lees a escritores de Ciencia Ficción como Stanislaw Lem, Isaac Asimov, Arthur C. Clark y Robert Sawyer, ya estarás en el entendido que los mejores relatos de Ciencia Ficción son de hecho versiones largas de experimentos mentales filosóficos. Desde 2001 de Clark, donde exploró las ideas gemelas de diseño inteligente e inteligencia artificial en el peor escenario posible, hasta las películas de la trilogía Matrix de los hermanos Wachowski, que fueron parcialmente inspirados en la alegoría de la caverna de Platón, Filosofía y Ciencia Ficción convergen sobre un conjunto de temas y preguntas compartidas. Es el caso, ya que casi no hay fin a la lista de cuestiones en la Ciencia Ficción que sean filosóficamente interesantes.6 Si se toma de esta manera a la Ciencia Ficción, las virtudes y ventajas que posee quedarán supeditadas a la Filosofía en relación a lo que se pueda obtener, teóricamente hablando, con el desarrollo a través de la narrativa o del desarrollo causal de algún problema. Este no es sino un enfoque de muy poca proyección y crédito que se le da a la Ciencia Ficción; cuando por sí misma tiene una potencia crítica y teórica comparable o mayor a la Filosofía. Tener a la Ciencia Ficción como experimento mental filosófico, tal y como lo dice Schneider, es hacerla totalmente dependiente a tal o cual problema filosófico. Esto tiene algunos problemas, uno de ellos es la variedad y amplitud de interpretaciones que puede tener una obra de Ciencia Ficción. Schneider pone el caso de Matrix, reduciéndola a poco más que 6 Ibid. Thought experiments are imagination’s fancies; they are windows into the fundamental nature of things. A philosophical thought experiment is a hypothetical situation in the “laboratory of the mind” that depicts something that often exceeds the bounds of current technology or even is incompatible with the laws of nature, but that is supposed to reveal something philosophically enlightening or fundamental about the topic in question. Thought experiments can demonstrate a point, entertain, illustrate a puzzle, lay bare a contradiction in thought, and move us to provide further clarification. […] Intriguingly, if you read science fiction writers like Stanislaw Lem, Isaac Asimov, Arthur C. Clark and Robert Sawyer, you are already aware that some of the best science fiction tales are in fact long versions of philosophical thought experiments. From Clark’s 2001, which explored the twin ideas of intelligent design and artificial intelligence gone awry, to the Wachowski brothers’ Matrix films, which were partly inspired by Plato’s Cave, philosophy and science fiction are converging upon a set of shared themes and questions. Indeed, there is almost no end to the list of issues in science fiction that is philosophically intriguing. [traducción original] 13 una mezcla extendida de la alegoría de la caverna de Platón y la duda cartesiana, sin tomar en cuenta que hay muchos más temas dentro de la película que se interrelacionan con estos dos, como puede ser el avance tecnológico, cómo el desarrollo de la técnica y por ende la creación de tecnología cada vez más avanzada aliena al hombre hasta tal grado que lo convierte en un objeto poco más útil que una batería.7 Otro ejemplo, una obra tan compleja como Solaris no acepta una unívoca interpretación, mucho menos está reducida a únicamente uno o dos problemas filosóficos. La complejidad con la cual se relacionan los personajes en la novela va más allá de un experimento mental. El trato que tienen los científicos encargados del estudio del planeta Solaris entre ellos mismos y con las materializaciones de sus más profundos deseos creadas por el planeta, encierra una mirada crítica hacia las relaciones humanas y hacia el trato que puede tener uno consigo mismo al tener frente a sí algo que rechaza de manera continua y que no dejará de estar ahí. Un análisis más extensode esta obra se realizará en el capítulo 3. La tendencia por la que estaría avocando Schneider es la de sobre simplificar las problemáticas que aborda la Ciencia Ficción. Incluso textos como Terminator and Philosophy8 abundan en la naturaleza multi-interpretativa y que conlleva una miríada de ángulos reflexivos a partir de la película Terminator. Sin dejar de hacer especial énfasis en que en este punto del texto no podemos aseverar si Terminator es o no una obra de Ciencia Ficción, ya que aún no tenemos una definición fija que nos permita hacerlo.9 De igual forma, si limitamos una obra de Ciencia Ficción como un mero experimento mental filosófico, estaremos negando que puedan existir problemas originales e independientes a la Filosofía, cuyo lugar de despliegue teórico es dentro de la Ciencia Ficción. No es la intención aquí establecer que la Ciencia Ficción es una disciplina teórica en forma como la 7 Esta temática se abordará de manera más concisa en el capítulo 3. 8 Cfr. Brown, Richard, Decker, Kevin S. (eds.) Terminator and Philosophy. 9 Lo podremos hacer a partir de la definición que demos en el capítulo 2 14 Filosofía, la Historia o las Matemáticas, pero sí es el lugar para desmitificar que la Filosofía como la fuente o el fin último de las disciplinas teóricas. Como vemos, la relación entre Ciencia Ficción y Filosofía no es un tema nuevo. Por tanto, para tener un punto de contraste acerca de los límites que puede tener la Ciencia Ficción dentro dela Filosofía, lo ofrece Patrick G. Hogan Jr. En un artículo llamado The Philosophical Limitations of Science Fiction,10 en donde nos dice que, si bien la Ciencia Ficción puede contener en sus narrativas elementos filosóficos como reflexiones acerca de problemas humanos, en el conjunto de obras de un autor no existe la sistematización ni de los problemas, ni de las ideas filosóficas. Para él, lo que debería hacer la Ciencia Ficción es ocuparse de la relación del hombre con la ciencia y del hombre con la tecnología, ya que, argumenta, para los escritores de Ciencia Ficción que tienen historial científico, es más fácil desarrollar en sus narrativas los avances, conflictos y relaciones de la tecnología con el hombre; y para los escritores con un historial narrativo o filosófico es más fácil inscribir temáticas filosóficas a las obras. Si las cuestiones que se pueden abordar dentro de los textos de Ciencia Ficción son las problemáticas humanas en general, esto no la pone en un lugar distinto al de otros géneros literarios. Por lo general, los textos de ficción, desde los mitos antiguos hasta las novelas posmodernas tratan temas humanos, incluso cuando los personajes no sean humanos. La subjetividad imperante dentro de las obras de ficción y en especial las de Ciencia Ficción, subjetividad capitalista a partir de la modernidad, no da pie para fundamentar de manera concreta un vínculo que pase de las problemáticas humanas en general y la Filosofía, lo que implica asimismo una zanja en la conectividad argumentativa entre Filosofía y Ciencia Ficción. Para solventar el problema anterior hace falta hacer explícito qué es o de qué forma está en funcionamiento lo que llamamos Filosofía. 10 Hogan, Jr., Patrick G., The Philosophical Limitations of Science Fiction, The Journal of General Education, Vol. 28, No. 1 (SPRING 1976), pp. 1-15 15 Filosofía Como expusimos arriba, contemplamos y admitimos de manera muy natural que puede existir un entrecruzamiento entre la Filosofía y la Ciencia Ficción. Sin embargo, para poder trazar el puente que una y entrecruce ambas esferas, es prudente definir y desglosar la manera en la que será definida la Filosofía, ya que es el punto de partida desde el cual articularemos después a la Ciencia Ficción. Como nos dice Azuma Hiroki La palabra [filosofía] es un término ambiguo. En realidad, tiene dos usos diferentes: uno cotidiano y uno técnico. Si, por ejemplo, usas la palabra filosofía para significar "una manera de pensar sobre el mundo" o "una manera de pensar sobre el significado de la vida", entonces este es el uso cotidiano. No se necesitan conocimientos especializados o experiencia profesional para este tipo de investigación; cualquier persona puede convertirse en un filósofo si tiene alguna experiencia de vida, y un trabajo excepcional en cualquier género calificaría como filosófico.11 Otro lugar común, y muchas veces un molesto obstáculo, es creer que la Filosofía es la madre de todas las ciencias; o, como versión alterna, que todas las ciencias al desarrollarse y llegar al contenido último de su disciplina, llega a la Filosofía. Estas son las caracterizaciones que Richard Rorty establece para la Filosofía perenne, el tipo de Filosofía acrítica que, no obstante, es el que impera en el saber común y muchas veces también entre los profesionales de la Filosofía, lo que refleja un síntoma de las perdida de reflexión dentro de la misma Filosofía.12 Lo anterior implica que ninguna de estas definiciones nos lleve a 11 Azuma Hiroki, “SF as Hamlet. Science Fiction and Philosophy” en Robot ghosts and wired dreams: Japanese science fiction from origins to anime. p. 75. “The word [philosophy] is an ambiguous term, however. It actually has two different usages: a quotidian one and a technical one. If, for example, you use the philosophy word to mean “a way to think about the world” or “a way to think about the meaning of life,” then this is the everyday usage. No specialized knowledge or professional experience is needed for that kind of inquiry; anyone can become a philosopher if one has some life experience, and an exceptional work in any genre would qualify as philosophical.” 12 Cfr. Rorty, Philosophy and the Mirror of Nature. Introducción. 16 tener de manera concreta argumentos sólidos para fijar la reflexión sobre la Filosofía misma y, teniendo en cuenta el objeto del presente texto, cómo esta misma base filosófica opera en la Ciencia Ficción. En el camino de estructurar una definición que comprenda las aristas críticas de la Filosofía desde sí misma, nos acercamos a Jean-François Lyotard, filósofo que dedica un libro a la utilidad del pensamiento filosófico, examinando el cómo y desde dónde se conforman las prácticas filosóficas. Buscando desde el quehacer filosófico un por qué, más que un qué es. Sin embargo, Lyotard no claudica en el intento por argumentar acerca de cómo es posible que se ejecute el discurso filosófico y cuáles son los linderos hacia dónde va. No se trata de establecer una dirección academizada contrapuesta a una postura lírica, tampoco es una tentativa de dar una respuesta definitiva, cerrada y terminada de lo que es la Filosofía. Es en mayor medida una reflexión acerca del alcance de la Filosofía tomando como punto de partida Lyotard reflexiona acerca del acto más primordial, primero debatiendo si es hablar o pensar. Después de decir que no hay uno sin el otro, nos especifica que en el pensamiento filosófico también esta relación va en igual sentido: al hablar nos hallamos a ambos lados a la vez, al lado del sentido y al del significante, para hacer que se junten. La palabra filosófica lleva esta ubicuidad hasta el extremo, hasta el paroxismo, no está por completo en lo que dice, no se deja, o trata de no dejarse, llevar por el impulso autónomo de sus temas, quiere detectar las metáforas, desmenuzar los símbolos, poner a prueba las articulaciones de su discurso, y eso la lleva a formar una lengua lo más depurada posible, a buscar una lógica y axiomas rigurosos sobre los cuales y con los cuales se pueda pronunciar un discurso sin intermitencias, sin lagunas, es decir sin inconsciente […] al mismo tiempo, el discurso filosóficono se pertenece a sí mismo, no se posee, y sabe que no se posee, y espera ardientemente no poseerse. Porque si no hubiera en su discurso más que lo que una conciencia limpia quisiera colocar, no habría nada; la palabra filosófica estaría vacía como una sala antes del espectáculo, como una axiomática, es decir como una lógica 17 de cualquier cosa, de un objeto en general, y desde ese momento su capacidad de captar significados ocultos, de articularlos para hacerlos circular, para hacerlos compartir por todos los demás, su capacidad de hallar eco en otro porque ella misma produce eco, de hacerse entender porque ella misma entiende, se habría aniquilado.13 Es de esta manera que la Filosofía no está encerrada únicamente en los textos etiquetados como filosóficos, en las aulas universitarias o en los centros de investigación, ya que cualquier tipo de discurso filosófico está, por un lado, dotado de la tradición que la misma disciplina lleva a cuestas, y por otro, está orgánicamente ligado a la arista desde la cual se quiera iniciar una articulación filosófica. Una manera similar a la posición que nos propone Lyotard acerca de cómo se articula la Filosofía, para evitar dar una definición, es la que nos presentan el filósofo francés Gilles Deleuze, junto a Félix Guattari nos presentan a la Filosofía como la articulación de conceptos propios de la Filosofía, los cuales se fundamentan dentro de la historia del mismo concepto, articulándose y desarticulándose conforme son usados, a la vez que se configuran de maneras distintas al estar, o ser usados, en conjunción con otros conceptos: Para empezar, cada concepto remite a otros conceptos, no sólo en su historia, sino en su devenir o en sus conexiones actuales. Cada concepto tiene unos componentes que puede n a su vez ser tomados como conceptos […]. Así pues, los conceptos se extienden hasta el infinito y, como están creados, nunca se crean a partir de la nada […] lo propio del concepto consiste en volver los componentes inseparables dentro de él: distintos, heterogéneos y no obstante no separables, tal es el estatuto de los componentes, o lo que define la consistencia del concepto, su endoconsistencia. Y es que resulta que cada componente distinto presenta un solapamiento parcial, una zona de proximidad o un umbral de indiscernibilidad con otro componente […] Los componentes siguen siendo distintos, pero algo pasa de uno a otro, algo indecidible 13 Lyotard, ¿Por qué filosofar? pp. 139-40. 18 entre ambos: hay un ámbito ab que pertenece tanto a a como a b, en el que a y b se vuelven indiscernibles. Estas zonas, umbrales o devenires, esta indisolubilidad, son las que definen la consistencia interna del concepto. Pero éste posee también una exoconsistencia, con otros conceptos, cuando su creación respectiva implica la construcción de un puente sobre el mismo plano. Las zonas y los puentes son las junturas del concepto. […], cada concepto será por lo tanto considerado el punto de coincidencia, de condensación o de acumulación de sus propios componentes. […] Pero, a la inversa de lo que sucede con la ciencia, no hay constante ni variable en el concepto, y no se diferenciarán especies variables para un género constante como tampoco una especie constante para unos individuos variables. Las relaciones en el concepto no son de comprensión ni de extensión, sino sólo de ordenación, y los componentes del concepto no son constantes ni variables, sino meras variaciones ordenadas en función de su proximidad. Son procesuales, modulares.14 El concepto es el primer elemento constitutivo de la Filosofía, junto a él y desde él se despliega el discurso, fungiendo éste como una articulación de conceptos, los cuas son puestos en operación desde la historia de la Filosofía y actualizados de manera concreta a través de una resignificación operativa a partir de la cadena de conceptos que se forme a lo largo del discurso. Debido a que los conceptos son apropiados, reapropiados y transformados de esta manera por los filósofos, es justo decir que la Filosofía está en un estado cambiante, no se queda cristalizada y mucho menos se permite a sí misma estancarse en problemáticas perennes o cuya vigencia haya pasado. Esto conlleva a que la Filosofía participe de manera activa en discusiones actuales, siempre en función de la puesta en funcionamiento de sus conceptos dentro de la formulación de conceptos nuevos, que a su vez serán articulados de nuevo para reestructurarlos o dar génesis a nuevos conceptos. 14 Deleuze, Guattari, ¿Qué es la Filosofía? pp. 25-6 19 Uno de los casos cercanos en los que una formulación con estas características es la del brasileño Julio Cabrera, el cual propone un análisis del cine como un texto filosófico. En donde en cada película opera lo que él llama “los conceptos-imagen”, y tal como se lee un texto de Filosofía, se puede articular una película como un texto.15 Aunque los paralelos que se puedan obtener de este acercamiento al cine puedan resonar con la presente investigación, no será el caso de referirse a este enfoque, ya que el análisis presentado ahí está centrado únicamente en las películas y su contenido afín a la Filosofía. Es así que tenemos que la caracterización de la Filosofía aquí presentada no pretende ser universal ni definitiva. Ya que, independientemente de la tradición filosófica desde la cual se pretenda partir un análisis crítico a la Ciencia Ficción, como el presentado en este texto, no es necesario anclarse en una corriente o sistema filosófico debido a la multiplicidad de ángulos que puede tomar el análisis. Así como las obras de Ciencia Ficción pueden abrevar de diferentes conceptos de la Filosofía, sin sentirse deudores o encadenados a las conclusiones clásicas derivadas de dichas posiciones y de esta forma expandir o presentar alternativas a los problemas filosóficos, la Filosofía puede (y muchas veces hace) tomar los desarrollos en las obras de Ciencia Ficción y enriquecer las redes conceptuales propias. A lo largo del texto tomarán mayor relevancia argumentativa posiciones marxistas, sin embargo, para el análisis puntual de las problemáticas individuales de cada obra de Ciencia Ficción, se puede abordar desde donde se desee: ya sea por disciplina (ética, epistemología, ética), por corriente (existencialismo, marxismo, platonismo, post-humanismo), por filósofo (Derridá, Hume, Spinoza), o por problema (viaje en el tiempo, estado de excepción, políticas de Estado). Como escriben Gilles Deluze y Félix Guattari acerca de la pertinencia de plantear un problema, primero como filosófico y después éste como referente dentro de la Filosofía: No se puede decir de antemano si un problema está bien planteado, si una solución es la que conviene, es la que viene al caso, si un personaje [conceptual] es viable. Y es que cada una de las actividades filosóficas sólo tiene criterio dentro de las otras dos, y es por este motivo por lo que la Filosofía se desarrolla en la paradoja. La 15 Cfr. Cabrera, Cine: 100 años de Filosofía. 20 Filosofía no consiste en saber, y no es la verdad lo que inspira la Filosofía, sino que son categorías como las de Interesante, Notable o Importante lo que determina el éxito o el fracaso. Ahora bien, no se puede saber antes de haber construido. No se dirá de muchos libros de Filosofía que son falsos, pues eso no es decir nada, sino que carecen de importancia o de interés, precisamente porque no crean concepto alguno, ni aportan una imagen del pensamiento ni engendran un personaje que valga la pena. Únicamente los profesores pueden escribir «falso» en el margen, y aún, pero los lectores tienen más bien dudas acerca de la importancia y del interés,es decir acerca de la novedad de lo que se les ofrece para su lectura.16 Es así que, si bien quedará impreciso lo que es la Filosofía, en los límites de lo que implicaría encerrarla en una definición, lo que queda claro es que en el mismo hacer Filosofía en el pensar, hablar, escribir, se lleva a cabo con el ensayo, el experimento, el hacer-Filosofía. El presente texto es el intento personal de participar en la creación, modificación y reflexión que es parte de la Filosofía. 16 Deleuze, Guattari, ¿Qué es la Filosofía? p.86 21 Capítulo 2 Definir la Ciencia Ficción Una vez que se asentaron algunas bases para comenzar la discusión acerca de la Ciencia Ficción y de las virtudes que posee en términos teóricos, prácticos de formato y de estilo, en el capítulo precedente, resulta necesario tener una definición precisa de lo que entendemos por Ciencia Ficción. Esto responde a que, así como tenemos presupuestos acerca de cómo interactúan la Filosofía y la Ciencia Ficción, tenemos presupuestos de lo que hace a una obra, ya sea un texto, una película, una novela gráfica, pertenecer al género de la Ciencia Ficción. El primer paso a dar en esta empresa teórica es establecer una definición de Ciencia Ficción. Sin embargo, considero prudente un vistazo a las condiciones materiales en las cuales tenemos contacto con las obras de Ciencia Ficción, para después emprender la tarea teórica que nos atañe en este texto. No es suficiente la noción popular o general que se tiene acerca de la Ciencia Ficción. Cada vez que vamos a una librería y buscamos libros de Ciencia Ficción nos encontraremos con la extraña clasificación que tienen las tiendas, llegando a una sección con el título de “Ciencia Ficción y fantasía” donde agrupan a la Ciencia Ficción con la fantasía. En un primer momento no parece relevante la clasificación, ya que, en la literatura, estamos acostumbrados a que la imaginación cabalgue por montañas, valles y desiertos sin reparar acerca de las condiciones de posibilidad del paisaje. Sin embargo, sabemos que algo no va 22 bien si inmediatamente al lado de la trilogía de El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien aparece a nuestra mirada la trilogía de La Fundación de Isaac Asimov. La mezcla que se hace entre los géneros no responde a las cualidades estéticas o narrativas sino a las necesidades de la industria literaria. Al juntar el género de fantasía con el de Ciencia Ficción se facilita la formación y consolidación de un público establecido, el cual consumirá de forma, muchas veces acrítica, cualquier producto nuevo que salga al mercado. Pero no sólo el consumidor es el que tiene esta actitud, también los autores que escriben este tipo de obras. No está de más recordar que más allá de los autores clásicos que existen en cada género, hay autores que están dentro de la mezcla, de los cuales, más allá de su inclinación personal por mezclar los géneros, como veremos más adelante en este capítulo, no están realmente cumpliendo lo que se proponen. Una pista la podemos encontrar en un artículo de Istvan Csicsery-Ronay en el cual toma partido por una de las definiciones más aceptadas de la Ciencia Ficción: El así llamado sentido de la maravilla ha sido considerado uno de los principales atributos de la CF al menos desde la era de las revistas pulp. Los títulos de las revistas de CF más populares de ese período —Astounding, Amazing, Wonder Stories, Thrilling, Startling, etc.— indican claramente que el valor cognitivo putativo de las historias CF es más que compensado por un poder afectivo en el que, de hecho, se espera que el contenido científico se presente. A diferencia de la mayoría de las otras cualidades regularmente asociadas con el género, el sentido de la maravilla se resiste a los comentarios críticos. Una "literatura de ideas", como a menudo se dice que CF, invita a la discusión de ideas; pero el sentido de la maravilla parece doblemente resistir la investigación intelectual. Como un "sentido", claramente no se trata de ideas y de hecho se opone a ellas; se maravillan aún más, con sus implicaciones de asombro que cortocircuitan el pensamiento analítico. 23 Los lectores del género esperan que sus obras proporcionen una poderosa experiencia de transición de lo mundano a escenas imaginarias e ideas que sobrepasen lo común y lo habitual. La experiencia es la de testificar de una manera física, háptica, fenómenos más allá de las limitaciones normales de la concepción y la percepción que los seres humanos no han sido capaces de presenciar antes, sin embargo, han sido capaces de imaginar. La mayoría de las teorías de CF como un género histórico o cognitivo no tienen mucho que decir acerca de este sentido de liberación de lo mundano. 17 Otra pista que nos acerca a la definición que buscamos es entender la división entre Ciencia Ficción dura y Ciencia Ficción suave tiene un peso importante en el desarrollo de la Ciencia Ficción. La Ciencia Ficción dura supuso un reto tanto para los autores como para los lectores casuales. Fue la Ciencia Ficción suave la que pudo darse las libertades de incluir elementos que le serían ajenos a la Ciencia Ficción para atraer a más público. Es de esta forma que la manera de hacer Ciencia Ficción dejó de plantearse, parcialmente, como un lugar en la literatura desde el cual se pueda poner en perspectiva las nociones que se tienen acerca de algunos problemas que atañen al género humano, o de reflexiones acerca del lugar del desarrollo tecnológico y científico en el mundo. La Ciencia Ficción suave permitió que 17 Csicsery-Ronay, Istvan. “On the Grotesque in Science Fiction.” p. 71 “The so-called sense of wonder has been considered one of the primary attributes of sf at least since the pulp era. The titles of the most popular sf magazines of that period—Astounding, Amazing, Wonder Stories, Thrilling, Startling, etc.—clearly indicate that the putative cognitive value of sf stories is more than counter-balanced by an affective power, to which, in fact, the scientific content is expected to submit. Unlike most of the other qualities regularly associated with the genre, the sense of wonder resists critical commentary. A "literature of ideas," as sf is often said to be, invites discussion of ideas; but the sense of wonder seems doubly to resist intellectual investigation. As a "sense," it is clearly not about ideas and indeed seems in opposition to them; wonder even more so, with its implications of awe that short-circuits analytic thought. Readers of the genre expect its works to provide a powerful experience of translation from the mundane to imaginary scenes and ideas that surpass the accustomed and the habitual. The experience is that of witnessing in a physical, haptic way phenomena beyond normal limitations of conception and perception that human beings have not been able to witness before, yet have been able to imagine. Most theories of sf as a historical or cognitive genre do not have much to say about this sense of liberation from the mundane.” [traducción y énfasis originales]. 24 algunos temas y elementos, que después se convertirían en algunos de los más icónicos, se volvieran accesibles a un público más amplio, fuera de los círculos universitarios. Sobre los textos teóricos acerca de especificidades técnicas o de estilo entre la Ciencia Ficción dura y Ciencia Ficción suave no es aquí el lugar para hacer una discusión extensa, ya que los temas abundan y una presentación escueta no le haría justicia a temas tan interesantes que pueden por sí mismos abarcar libros enteros. Sin embargo, considero oportuno mencionar que existe una diferencia notable entre Ciencia Ficción dura y Ciencia Ficción suave. La primera es caracterizada por el énfasiscon el que se avoca a la precisión científica, los detalles técnicos y tecnológicos o ambos. Esta inclinación hacia la precisión científica hace que este tipo de Ciencia Ficción explore las repercusiones o consecuencias de tal o cual teoría científica, muchas veces tomando las existentes, otras veces proponiendo teorías originales, y del mismo modo dedicándose a una precisión igualmente grande a los detalles técnicos y tecnológicos. Para ejemplificar tenemos de nuevo a 2001: Space Odyssey, en donde la tecnología utilizada en los viajes espaciales refleja con mucha exactitud la tecnología necesaria en dichos viajes: las partes que rotan en la nave para hacer un efecto de giroscopio, las cámaras criogénicas, la comida servida en bolsita y con popote, incluso el retrete de gravedad cero. Todos estos avances tecnológicos forman parte de los componentes de la Ciencia Ficción dura, pero no son los únicos. En Schild’s Ladder de Greg Egan, la “teoría de gráficas” resulta el componente que desarrolla la narración, siendo esta teoría una teoría matemática que el autor complementa con otros tipos de consecuencias limitadas a las leyes físicas y matemáticas, incluso ante la presentación de un nuevo universo, que no tiene las mismas leyes que éste, siguen operando leyes físicas (aunque subvertidas). La Ciencia Ficción suave no tiene los límites rígidos de la Ciencia Ficción dura ya que puede contener, dentro de sus narrativas elementos fantásticos. Sin embargo, es aquí donde los límites entre la fantasía y la Ciencia Ficción se vuelven borrosos. Si la fantasía desborda y establece sus reglas en la narrativa de la obra, con elementos que despegan de los límites de lo real, o lo posible, que en términos aristotélicos parecen ser elaboraciones de lo 25 verosímil. Sin elementos verosímiles en las narrativas, como veremos en el capítulo siguiente, no sería posible encontrar elementos críticos o elaboraciones de desarrollos científicos y tecnológicos que son predominantes en la Ciencia Ficción dura. El punto clave será determinar si estas obras de Ciencia Ficción suave pueden, o deben, ser catalogadas dentro del género de la Ciencia Ficción. Hasta este punto en el texto no queda clara la necesidad de separar o de discriminar entre las obras de Ciencia Ficción. Un primer presupuesto es que las obras de Ciencia Ficción tienen elementos en común, como algunos temas, desarrollo de problemáticas humanas o existenciales, uso de tecnologías que no existen aún y con las cuales únicamente soñamos, problemáticas sociales que cuenten con los elementos suficientes para clasificarlas como distopías, entre otras; y que estos temas nos dan pauta para poder agrupar diferentes textos narrativos en un género definido como Ciencia Ficción. Sin embargo, no todas las obras de Ciencia Ficción comparten estos temas dentro de sus narrativas. Más específicamente, la diferencia radica en que no será posible producir una obra de Ciencia Ficción con elementos fantásticos, ya que estos elementos contradicen la definición de Ciencia Ficción, y únicamente se quedarán dentro de las obras de ficción; en donde también la Ciencia Ficción está, de manera implícita por ser obras de creación en donde el elemento constitutivo es la ficción, pero lo elementos narrativos que constituyen esa ficción no son compatibles con los que definen a la fantasía. Ésta entendida en un sentido amplio, ya que los géneros en donde está presente van desde los relatos mitológico, pasando por los cuentos de hadas o de tradición popular, las leyendas, la mayor parte de las narraciones, aunque tengan la intención de inscribirse en un estilo realista. Cualquier narrativa que cuente con elementos que requieran que el pacto de ficción sea explícitamente requerido y necesario para que la narración no pierda sentido, estará fuera de lo que se propone en este texto como Ciencia Ficción. Es necesario saber discriminar los elementos que dan forma a una u otra forma de ficción, ya que esta división no es la única que existe dentro de las obras literarias, ya que, si bien la fantasía tiene una historia que puede ser rastreada más fácilmente que la Ciencia Ficción, 26 los contenidos que las obras de este género tienen son diametralmente opuestas a lo que podemos encontrar en una obra de Ciencia Ficción. Ensamblaje de la definición Como piedra de toque del presente texto, tomaremos la definición que Darko Suvin18, crítico literario croata, erige en su obra Metamorfosis de la Ciencia Ficción. Suvin define a la Ciencia Ficción como “género literario cuyas condiciones necesarias y suficientes son la presencia y la interacción del extrañamiento y la cognición, y cuyo dispositivo formal es un marco imaginativo alterno al entorno empírico del autor” 19 en donde el elemento del extrañamiento pone a parte a la Ciencia Ficción de la corriente literaria “realista”, mientras que la cognición la diferencia del mito, el cuento popular, y la fantasía. De esta manera, Suvin puede hacer una formulación un tanto más simple en donde dice que "Tomando los conceptos afines del diccionario de ciencia para la cognición, y ficción para el extrañamiento, creo que hay una razón sana para llamar a este nuevo género Ciencia Ficción (sensu lato)".20 Para poder aplicar de manera precisa esta definición, también debemos hacer hincapié en el sentido en que entendemos ciencia y ficción. Por un lado, ciencia no abarca únicamente el ámbito experimental y teórico que se podría producir en laboratorios, fábricas o lugares especializados. Ciencia abarca asimismo otros rubros, como las ciencias sociales y humanas. No es casualidad, por lo tanto, que los temas filosóficos tengan cabida dentro de las obras de Ciencia Ficción. Esto permite que no descartemos, como Suvin y Jameson hacen, obras y autores disímiles como Kafka, Verne, Moro, en las cuales el enfoque, si se piensa desde 18 Darko Ronald Suvin (nacido Darko Slesinger 19; de julio de 1930). Nació en Zagreb, Croacia, y después de la enseñanza en el departamento de literatura comparada en la Universidad de Zagreb, se trasladó a Canadá en 1968. Él es mejor conocido por varias obras importantes de la crítica y la historia de la literatura dedicada a la Ciencia Ficción. Fue editor de Science fiction Studies de 1973 a 1980. 19 Suvin, Metamorphoses of Science Fiction p.7-8. 20 Cfr. Suvin, Metamorphoses of Science Fiction p. 13. “Taking the kindred thesaurus concepts of science for cognition, and fiction for estrangement, I believe there is a sound reason for calling this whole new genre Science Fiction (sensu lato)” [énfasis en el original] 27 una visión científica, tiende hacia las ciencias humanas: antropología, sociología, Filosofía. O, si se toma desde un aspecto de contenido, los temas que comparten las obras de Ciencia Ficción no son exclusivos a ella, ya que tópicos como la relación del hombre con la tecnología, la exploración del espacio exterior, la posibilidad de vida en otros planetas, participan del juego de la imaginación que obedece a un efecto cognitivo, y desde el cual se puede plantear una actitud científica desde la obra. Es importante mencionar el lugar que ocupa la Ciencia Ficción dentro de la gran cantidad de géneros literarios. Ya que, si bien, en algunas historias y genealogías21 de la Ciencia Ficción, el origen que tiene se asocia o se limita a la tradición estadounidense de principios de siglo XX, y reconociendo apenas una pequeña parte tanto de obras que su idioma de origen no es el inglés, en la tradición del género, u obras que establecieron los cimientos para el desarrollo del mismo. Sin embargo, y pese a esto, dentro de la historia de la literatura, la Ciencia Ficción comparte raíces comunes con diferentes géneros que se gestaron en épocas disímiles “[la Ciencia Ficción] tiene un parentescointeresante con otros subgéneros literarios florecidos en épocas y lugares diferentes de la historia literaria: la narración clásica y medieval de una “isla afortunada”; el “viaje fabuloso” que tenemos desde la antigüedad, las “utopías” y “novelas planetarias” del Renacimiento y del Barroco; la “novela estatal [política]” de la Ilustración; las novelas de “anticipación y las “antiutopías” de la época moderna. Además, si bien la CF comparte con el mito, la fantasía, el cuento de hadas y lo pastoral una oposición a los géneros literarios naturalistas o empíricos, se diferencia muy notablemente de tales géneros no naturalistas o metaempíricos por su enfoque y su función social.” 22 Para que la Ciencia Ficción definida como el género literario del extrañamiento cognitivo funcione, Suvin clasifica los textos literarios en dos parejas de oposiciones, los textos 21 Cfr. Roberts, The History of Science Fiction. 22 Suvin, Metamorphoses of Science Fiction p.20 28 naturalistas contrapuestos con los textos en donde está operando el extrañamiento; y los textos en los que hay un dispositivo de cognición o cognoscitivo contrapuestos con los que no tienen este dispositivo, como los mitos, el folclor y la fantasía. Deteniéndonos individualmente en los elementos que constituyen esta definición, encontramos que, analizados por separado, extrañamiento y cognición pueden tener repercusiones teóricas distantes de las deseadas en el contexto de esta investigación. En el ámbito del extrañamiento, éste está articulado desde la diferenciación de la trama narrativa al tener elementos que puedan ser cognosciblemente plausibles. Esto es, la proyección de un futuro posible (y que se encuentre dentro de las posibilidades lógicas y epistemológicas) y el desarrollo de una trama a partir de ese punto. Lo anterior no descarta que se puedan utilizar narrativamente el presente o el pasado con elementos alterados, siempre y cuando cumplan con el requerimiento de ser cognosciblemente plausibles derivados de situaciones específicas que se deben explicitar a lo largo de la trama de la obra. En las historias que tienen como elemento principal el viaje en el tiempo, el presente e incluso el pasado se ven alterados por la existencia de una máquina para trasladarse a un punto temporal diferente y cambiar hechos en el pasado más lejano con repercusiones en el presente y en el futuro. En la parte del elemento cognitivo, éste responde a las necesidades narrativas de verosimilitud que se encuentra dentro de la obra en contraste con la realidad. El grado de verosimilitud de una obra de Ciencia Ficción debe ser alto para que el efecto cognitivo se realice en el receptor de la obra. Mientras más apegado a la realidad, es más realista una obra, en términos literarios. Y es justo antes de llegar al punto del realismo donde la verosimilitud se queda en un punto abierto de posibilidades en donde la imaginación tiene gran importancia al desarrollar estas posibilidades dentro de una narrativa y explorar las consecuencias a partir de desplazamientos que se proponen en las obras de Ciencia Ficción. Si la historia o los planteamientos de la obra en cuestión dependieran principalmente de que la persona que está frente a la obra mantenga el pacto de ficción a pesar de la misma 29 obra, indicaría que la obra debería clasificarse dentro de la fantasía, ya que la verosimilitud se vería rebasada y el efecto cognitivo no tendría lugar en una obra con tales características. Una ayuda para separar la Ciencia Ficción de otros géneros literarios es inspeccionar el papel que ocupa lo moral dentro de la obra. Para una obra de Ciencia Ficción, el sentido moral de la historia en general no obedecería a posiciones maniqueas, ya que éstas forman parte en mayor grado de una fábula, un cuento de hadas o un mito. Una moralidad no maniquea, con diferentes gradaciones, sería el rasgo predominante en casi todas las historias de Ciencia Ficción. Lo que no determina a la Ciencia Ficción de carecer de reflexión moral, la limitante opera en la arquitectura de la historia. En el caso de un cuento de hadas, o de una fábula, la moralidad es lo que guía el desarrollo de la acción, razón por la cual se utilizan didácticamente para educar o para transmitir costumbres o valores. Es en estos casos en los cuales la moral parece jugar un rol determinante en la historia, ya que, como el resultado debe reflejar, la enseñanza moral o la guía hacia el adoctrinamiento de cierto comportamiento, la culminación de la narración se da con base en estos supuestos. En el caso de la Ciencia Ficción, la narración no está determinada por un principio moral, por lo cual la trama y el desarrollo de los personajes tienen la posibilidad de moverse o plantearse en cualquier punto del espectro moral y desde ahí desarrollar de manera causal las consecuencias de tal o cual punto moral. Es por lo anterior que en la narrativa de la Ciencia Ficción pueden existir personajes morales, como el oficial Murphy en Robocop, pero esa moralidad no define la historia, aunque la moralidad de este personaje sea mayor que la de sus compañeros policías o de la empresa OCP que lo transforma en Robocop después del fatal enfrentamiento que tuvo con una banda de criminales. La moral que rige la historia es tal que la corrupta compañía OCP controla a la policía y busca beneficiarse económicamente del crimen que azota a Delta City. Si bien Robocop triunfa, no es debido a una moral totalizante que establece que el bien triunfe sobre el mal, sino a las consecuencias causales de las acciones tanto de Robocop como de los empresarios de OCP. 30 Una definición como la que hemos establecido no se ve libre de cuestionamientos y críticas. El primero con el cual podemos interpelarla es acerca de los límites del extrañamiento. En un primer momento parece que por extrañamiento podemos pensar que los elementos fantásticos pueden tener cabida dentro de la Ciencia Ficción, a lo cual nos oponemos de manera enérgica. Como se ha planteado desde el capítulo pasado, los elementos de la fantasía son incompatibles con el desarrollo narrativo y argumentativo de la Ciencia Ficción en tanto que desde la fantasía no es tan viable partir para desarrollar cuestiones filosóficas. La fantasía establece sus propias reglas diegéticas, inseparables de una dinámica, en muchos casos básica, del triunfo del héroe o de una moral con miras hacia el bien. Si analizamos con cuidado, lo que establece esta parte de la definición es que los elementos que causan el extrañamiento son en parte ajenos a lo extraño. Un cíclope, por ejemplo, es una creatura extraña, sin embargo, los elementos que están alrededor y dentro de una narración que lo involucran al mismo tiempo justifican su existencia, teniendo un peso decisivo el pacto de ficción del receptor de la obra. Otro punto crucial que debemos examinar es la cercanía que tiene el extrañamiento que plantea Suvin con el extrañamiento que propone Bertolt Brecht. En un primer momento parecerían compatibles ya que ambos generan un efecto de extrañamiento en el espectador. Sin embargo, el extrañamiento planteado desde Brecht opera desde obras catalogadas “realistas”, en las cuales se retrata la realidad del momento en la que es concebida la obra, que en este caso responde a la Alemania de primera mitad del siglo XX, mientras que el desplazamiento en el tiempo, que es el elemento del extrañamiento en la Ciencia Ficción, haría imposible que sea compatible con ella una obra del realismo literario, en donde “el realismo pretende la reproducción exacta, completa, sincera, del ambiente social y de la época en que vivimos […] Esta reproducción debe ser lo más sencilla posible para que todos la comprendan”.23 Mientras que el efecto de extrañamiento de Brecht opera como un punto de inflexiónentre el espectador y la obra, originando un espacio para que 23 Cfr. Ayuso de Vicente, María Victoria, Consuelo García Gallarín, Sagrario Solano. Diccionario Akal de Términos Literarios. AKAL. p. 317. 31 el espectador reflexione, muchas veces, acerca de la situación política, económica o social en la que se encuentra, en la Ciencia Ficción el efecto cognitivo que se produce de igual manera en el espectador puede insuflar una reflexión afín a la buscada por Brecht. Mediante los dispositivos y elementos imaginativos de la Ciencia Ficción se posibilita el incrustar temas y problemáticas filosóficas con y desde las cuales el receptor de la obra se acercará a una visión crítica acerca de estos mismos temas y poder abundar en ellos o problematizarlos aún más. La definición de Ciencia Ficción propuesta de esta manera nos permite, en un primer momento, explorar una gran gama de obras literarias para rastrear cuáles y por qué las podemos considerar como obras de Ciencia Ficción. No es superfluo apuntar que la definición que nos ofrece Suvin es amplia, bajo estas condiciones propuestas, muchas obras que en un primer momento no son clasificadas como obras de Ciencia Ficción caben en este género. Son pocos los que puedan dudar de la pertenencia al género de Ciencia Ficción de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Phillip Dick, La guerra de las salamandras de Karel Čapek, o Ciberíada de Stanislaw Lem. No obstante, incluso con lo expuesto anteriormente, se puede asegurar que una gran parte de las personas no asimilarían que cualquier texto puede analizarse con la anterior definición de Ciencia Ficción y entrar dentro de esta categoría. El caso reside en que, de manera generalizada, tenemos una preconcepción de lo que es la Ciencia Ficción, de lo que la define, la compone, y cuáles son sus límites. La cuestión tecnológica está ligada con el género de la Ciencia Ficción desde sus comienzos. Algunas historias de la Ciencia Ficción 24 establecen como comienzo del género las narraciones que tienen que ver con el avance tecnológico, como lo será en un primer momento Frankenstein y La máquina del tiempo. los avances técnicos y tecnológicos del 24 Cfr. Delgado, Visiones Periféricas: Antología de La Ciencia Ficción Mexicana. Lorca, Historia de La Ciencia Ficción: Y Sus Relaciones Con Las Máquinas (de Las Naves Espaciales a Los Cyborgs). Roberts A. The history of science fiction. Schmelz, El Futuro Más Acá: Cine Mexicano de Ciencia Ficción. 32 siglo XIX son el motor de las historias de Ciencia Ficción, de donde empieza a hacerse la distinción por el uso de “términos científicos”, como en Frankenstein, en donde se retrata al médico de la época, con un distintivo espíritu científico, dispuesto a llevar el conocimiento médico más allá de sus límites, para crear vida a partir de materia viva, para dar un funcionamiento biológico a partes orgánicas que han perdido su funcionalidad como sistema, pero que como tejido podrían constituir uno nuevo. O como La máquina del tiempo, en donde este invento juega el papel alrededor del cual las consecuencias de su uso serán las que determinan el desarrollo del personaje principal y la reflexión acerca del uso de esta tecnología. Si nos concentramos en el inicio cronológico de la Ciencia Ficción, estaríamos perdiendo de vista importantes puntos teóricos. Más allá de delimitar en periodos de tiempo a las obras de Ciencia Ficción, ya sea por el momento cronológico en el que fueron escritas o por el tipo de tecnología que aparecen dentro de las obras. Javier Lorca ensaya una historia de la Ciencia Ficción a partir del desarrollo de la tecnología en el caso de las máquinas, empezando con los navíos y naves espaciales de Verne, el boom de la literatura espacial terminó cuando las obras comenzaron a trasladarse del espacio exterior hacia el espacio interior, ya sea dentro del planeta, como la exploración de los océanos o del mismo cuerpo humano. De la búsqueda o conquista del espacio hacia el dominio del cuerpo, de los organismos vivos, de la creación de vida artificial, pasando por las creaturas artificiales como el Golem, el monstruo de Frankenstein, los robots, los autómatas, para dar paso al androide, espejo de la materia viva artificial, el cual se impuso cronológicamente como la imitación antropomórfica y tecnológica de los replicantes de Do androids dream of electric sheep?, a Ava, el androide con inteligencia artificial de Ex-machina, o al androide Ash en el filme Alien, junto con una gran variedad de vida artificial o mezclas de vida orgánica con recursos tecnológicos, dando entrada a los ciborgs25. De esta manera, enfocándose en los avances tecnológicos ideados por los autores de Ciencia Ficción, estando un paso (o muchos) delante de los avances tecnológicos y científicos de su época. 25 Este es el recorrido que hace Lorca para dar una historia de la Ciencia Ficción más o menos coherente. 33 Dentro del análisis del género, si aplicamos la definición de Suvin retroactivamente a las obras literarias y no sólo tomamos en cuenta a las obras desde el “nacimiento” del género (señalado anteriormente), tendremos un enfoque especialmente particular y agudo ya que podríamos insertar dentro del canon de la Ciencia Ficción obras que no han sido etiquetadas dentro del género, como el caso de Kafka, del cual Suvin nos sirve de referente para analizar que las narrativas no tienen que enfocarse únicamente, como ya hemos dicho, en elementos técnicos o tecnológicos, sino que la aplicación de la definición del “extrañamiento cognitivo” es lo que determinará si tal o cual obra se encuentra dentro del género de la Ciencia Ficción. Un ejemplo paradigmático de la aplicación de la definición de Darko Suvin es, como se mencionó arriba, cuando la aplicamos a Utopía de Tomás Moro y como resultado del análisis tenemos que esta obra es un texto de Ciencia Ficción. De inmediato nos pueden atravesar las preguntas: ¿dónde están las naves espaciales o las máquinas del tiempo? ¿Dónde quedaron los androides, los ciborgs o la inteligencia artificial? Estas preguntas son ingenuas si no conocemos de primer momento el desarrollo de la Ciencia Ficción. Enunciar este tipo de preguntas es una prueba rápida y contundente sobre la posición que se tiene, de manera general, dentro del sistema de producción capitalista, y de manera más específica, dentro de la organización del mercado de bienes culturales. Asumir que la Ciencia Ficción opera como tal debido a unos pocos elementos, que responden menos al universo narrativo en el que se encuentran inscritos, y más a estéticas predefinidas o, incluso, a adaptaciones de géneros conocidos de manera más amplia, como los cuentos de hadas, o el drama en su acepción menos rigurosa. En estos casos, únicamente las obras en cuestión tienen elementos extraños, diferentes, o más concretamente, están compuestas por una fórmula estructural establecida anteriormente a la cual únicamente se le cambian algunos elementos y se le agregan algunos otros como, por ejemplo, seres alienígenas, naves espaciales, entre otros. Dichos elementos que se le pueden agregar o poner en lugar de otros, que en la gran parte de los casos están relacionados con el desarrollo tecnológico, la exploración espacial, o el 34 conjunto de ambas, es preciso especificar, ayudan a definir el género de manera superficial; sin embargo, el argumento principal de este texto es que prescindiendo de dichos elementos “llamativos”, se puede tener una obra consistente que tenga elementos críticos muy bien definidos, y que esté dentro del género de la Ciencia Ficción según la definición que nos aporta Suvin. La primera de las categorías delextrañamiento cognitivo, la del extrañamiento, es la diferencia entre el entorno empírico del autor y el descrito en la obra. Si el autor está describiendo su entorno inmediato, las condiciones socio-políticas, económicas, la ideología, o los medios de producción exclusivos de su momento histórico, la obra entra en la categoría del naturalismo. En Utopía nos encontramos con una descripción de un entorno empírico inexistente, diferenciado del actual de Moro, ya que él está describiendo un país diferente a la Inglaterra del siglo xvi, además de contener, dentro de la descripción del país Utopía, una crítica fina al sistema político y económico de la Inglaterra de ese siglo. La segunda de las categorías, la categoría de lo cognitivo, opera de manera similar como desplazamiento, en donde el enfoque es que la ficción ya no obedece a las reglas del mito, los cuentos folclóricos, y la fantasía. Estos dos últimos utilizan a la imaginación como fin en sí mismo y sus narrativas obedecen a la lógica o leyes que ellos mismos establecen. Lo no cognitivo está dado en un plano metafísico, más allá de las posibilidades y temporalidades del hombre. Con leyes fijas o absolutas en el caso del mito, ligadas a la voluntad de los dioses, o en el retrato que el realismo (como movimiento artístico) nos ofrece. La Ciencia Ficción tiene una cercanía con el mundo empírico, en donde la imaginación actúa como posibilitadora y no como creadora. Es capaz de proponer posibilidades ilimitadas sin por ello estar limitada por leyes metafísicas o sobrenaturales, y desde donde puede partir una actitud crítica, donde las posibilidades planteadas tengan relevancia no sólo dentro de la obra, sino, ya en un segundo momento, en el entorno empírico de los autores, o en el contexto de actualidad en el que se consume la obra de Ciencia Ficción. 35 Lo anterior implica que podemos encontrar obras de Ciencia Ficción antes de la aparición de Frankenstein, de Mary Shelley en 1818. Sin embargo, esta obra, junto con La máquina del tiempo de Wells en 1895 son consideradas las que inauguran el género, aunque exista casi un siglo entre ellas. En Frankenstein, por ejemplo, nos encontramos con el dispositivo del extrañamiento cognitivo ya que la novela propone un momento de desarrollo de la técnica médica diferente al que efectivamente Mary Shelley tenía contacto. Es por eso que Frankenstein es una crítica a los posibles alcances de la ciencia médica como la creación de vida artificial, pero que termina como creadora de monstruos, y en esta crítica mediante la presentación de las posibilidades está el elemento cognitivo que define a la obra como perteneciente a la Ciencia Ficción. A lo largo del texto no hemos reparado en hacer explícita la diferencia entre los medios o formatos en los cuales podemos encontrar obras de Ciencia Ficción. Esta omisión es intencional, ya que el propósito de seguir la definición de Ciencia Ficción de Darko Suvin es adelantar junto con otros teóricos, como Jameson y Freedman, que la Ciencia Ficción no está confinada a un aspecto netamente literario. Y que, si bien la definición está expresamente estructurada y probada en el texto de Suvin, no se agota en la literatura. En otros medios, como el cine, resulta algunas veces más sencillo saber si una obra puede ser catalogada como obra de Ciencia Ficción o no. Esto último sin ignorar que, dentro del transcurso temporal, la herencia de la novela es incuestionable para este tipo de obras que podríamos considerar derivativas, los diferentes medios en los cuales florece y se multiplica la Ciencia Ficción. La insistencia de no hacer diferencias entre los formatos en los cuales podemos encontrar obras de Ciencia Ficción radica en el elemento que tienen en común que va más allá de peculiaridades que puedan percibirse, y sean estilísticas, o cuantitativas (compartir elementos tales como viajes espaciales o desarrollo tecnológico, etc.). El elemento más general que comparten las obras de Ciencia Ficción, ya sean en libros, películas, videojuegos, obras teatrales o en algún otro formato, se trata de que son obras narrativas; esto es, tienen las características de una narración y esto les permite poder ser analizadas con la definición 36 que tomamos de Darko Suvin en el capítulo 2. Transformando la definición de Ciencia Ficción como un “género literario cuyas condiciones necesarias y suficientes son la presencia y la interacción del extrañamiento y la cognición, y cuyo dispositivo formal es un marco imaginativo alterno al entorno empírico del autor”, para no limitarla únicamente como género literario, lo que limitaría el género a estar dentro de la literatura, podemos decir que una definición más inclusiva sería estructura narrativa cuyas condiciones necesarias y suficientes son la presencia y la interacción del extrañamiento y la cognición, y cuyo dispositivo formal es un marco imaginativo alterno al entorno empírico del autor. Con esta modificación no deberíamos preocuparnos acerca del medio en el que se encuentran las obras a analizar. Esta visión en la cual se desarticula el concepto de género literario para poder incluir una gama más amplia de obras bajo la etiqueta de “estructura narrativa” es compartida por Veli- Matti Karhulahti en su texto An Ontological Theory of Narrative Works: Storygame as Postclassical Literature, donde nos dice: Una lectura adecuada de una novela corresponde a una construcción conceptual que refleja la "plena encarnación" de la obra literaria, que no existe empíricamente sino en un mundo conceptual intemporal. Las palabras que descansan en las páginas, storygames [videojuegos] instalados en computadoras y películas incrustadas en bobinas acomodan una esfera óntica que difiere de la conceptual en la que existe la obra genuina.26 26 Veli-Matti Karhulahti. (2015). An Ontological Theory of Narrative Works: Storygame as Postclassical Literature. Storyworlds: A Journal of Narrative Studies, 7(1), p 42 “A proper reading of a novel corresponds to a conceptual construct that reflects the “full incarnation” of the literary work, which exists not empirically but in a timeless conceptual realm. Words resting on pages, storygames installed in computers, and films embedded in reels accommodate an ontic sphere that differs from the conceptual one in which the genuine work exists”. [Traducción original] 37 Sin entrar de lleno a la problemática sobre el estatuto ontológico de las obras narrativas que plantea Karhulahti en su texto, no es simplemente su opinión, sino el resultado de su investigación desde donde puede sentar bases para referir que la narratividad en las obras está compuesta de la experiencia en primera persona de dicha obra y de que esta exista en algún soporte. Si de esta manera podemos extrapolar la definición de Suvin para que incluya medios narrativos como las películas, las novelas gráficas, o los videojuegos, sin tener que limitar el estudio de la Ciencia Ficción a obras literarias, el avance podría ser mayor, ya que, establecida la industria y la tradición literaria, el género de la Ciencia Ficción es fácilmente rastreable como se hace en las historias y genealogías mencionadas anteriormente. Si se expande el enfoque hacia obras en diferentes medios, la validez por el cuestionamiento si pertenecen o no a la Ciencia Ficción resulta poco cuestionable. Dada la cantidad de diferentes medios en los cuales encontramos obras de Ciencia Ficción, el presente estudio se enfocará principalmente en obras audiovisuales haciendo referencia específica a las obras originales en caso de ser adaptaciones. Ciencia Ficción y Utopía Si nos damos a la tarea de encasillar Utopía dentro de un género cualquiera que no sea Ciencia Ficción por carecer de elementos científicos, en el sentido que no estamos usando,