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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
PROGRAMA DE POSGRADO EN URBANISMO 
 
 
“CORREDOR VERDE CON ESPACIOS PÚBLICOS ABIERTOS EN EL TREN 
SUBURBANO DE LA ZMVM. CASO DE ESTUDIO: MÓDULO UNO DEL 
SUBTRAMO SAN RAFAEL-LECHERÍA”. 
 
 
TESIS 
 
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: 
 
MAESTRO EN URBANISMO 
 
PRESENTA 
 
CARLOS ALBERTO PADILLA ARANA 
 
DIRECTOR DE TESIS: 
 
DRA. MARÍA TERESA ZÁRATE RAMÍREZ 
 
 
NAUCALPAN, ESTADO DE MÉXICO A 29 DE AGOSTO DE 2019 
Margarita
Texto escrito a máquina
PROGRAMA DE POSGRADO EN URBANISMO 
Margarita
Texto escrito a máquina
Margarita
Texto escrito a máquina
Margarita
Texto escrito a máquina
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
DEDICATORIA 
 
 
Al Universo en su plenitud; 
la Tierra en su incansable trayecto. 
A Emilio, por sus enseñanzas 
 a Cristina por su temple 
y Amira por su ejemplo… 
A mis maestros 
por su fuerza creativa 
y a la Universidad por alimentar 
mi espíritu. 
 
 
 
 
 
 
“Corredor verde con espacios públicos abiertos en el tren suburbano de la 
ZMVM. Caso de estudio: módulo uno del subtramo San Rafael-Lechería”. 
ÍNDICE 
INTRODUCCIÓN 1 
 
CAPÍTULO 1. HACIA UNA PROPUESTA SUSTENTABLE 3 
1.1 Definición de términos 3 
1.2 Los criterios de la sustentabilidad, la economía ecológica y el ecourbanismo 5 
1.2.1 La ciudad y la ecología: en busca del quehacer sustentable 7 
1.3 Antecedentes de lo verde en la ciudad 8 
1.3.1 Howard y la ciudad jardín 9 
1.3.2 Unwin y la utopía consumada 11 
1.3.3 Contribución de Le Corbusier 12 
1.4 El quehacer sustentable en el presente 12 
1.4.1 El ecourbanismo del nuevo siglo y la planificación verde 13 
1.4.2 Las ecotecnias 13 
1.4.3 El espacio público, la hidroponía comunitaria y la movilidad en bicicleta 14 
1.4.4 La importancia del espacio verde urbano 18 
1.4.5 Buscando analogías aplicables 21 
1.5 La percepción y la identidad del espacio público 22 
1.5.1 Los factores físico-ambientales en la percepción del corredor verde 24 
1.5.2 El espacio personal y la ecología del pequeño grupo en el corredor verde 26 
 
CAPÍTULO 2. DE LA VIABILIDAD Y HACIA UN CAMBIO DE PARADIGMA 27 
 
2.1 Disposiciones federales encaminadas a un desarrollo sustentable 27 
2.1.1 Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos 27 
2.1.2 La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente 28 
2.1.3 Ley General para la Prevención y Gestión integral de los Residuos 28 
2.1.4 Ley de expropiación 29 
2.1.5 El Programa Nacional para la Prevención y Gestión Integral de los 
Residuos 2009-2012 30 
2.1.6 El Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 30 
2.2 Disposiciones estatales encaminadas a un desarrollo sustentable 31 
2.2.1 Plan estatal de Desarrollo Urbano, Gobierno del Estado de México 2008 31 
2.2.2 El Plan Regional de Desarrollo Urbano del Valle Cuautitlán-Texcoco 31 
2.2.3 Reglamento del Libro cuarto del Código para la Biodiversidad del Estado de 
México 32 
2.2.4 La Coordinación General de Conservación Ecológica y lineamientos de 
importancia 33 
2.3 Disposiciones municipales encaminadas a un desarrollo sustentable 33 
2.3.1 Plan Municipal de Desarrollo de Tlalnepantla de Baz 33 
2.3.2 Los Convenios de coordinación 34 
2.3.3 Manual de compostaje municipal 34 
2.3.4 Manual de hidroponia 35 
2.4 La propuesta de financiamiento 36 
CAPÍTULO 3. LOCALIZACIÓN Y DIAGNÓSTICO DEL MÓDULO UNO EN EL 
SUBTRAMO SAN RAFAEL-LECHERÍA. 39 
3.1 Localización y contexto territorial del módulo uno en el subtramo San Rafael-
Lechería 39 
3.1.1 Zonificación del módulo uno 40 
3.2 Medio Físico Natural del módulo uno en el subtramo San Rafael-Lechería 40 
3.2.1 Topografía 41 
3.2.2 Geología 43 
3.2.3 Edafología 45 
3.2.4 Hidrología 47 
3.2.5 Clima 49 
3.2.6 Áreas naturales protegidas del módulo uno en el subtramo San Rafael-
Lechería 51 
3.2.7 Vegetación 53 
3.3 Diagnóstico de los aspectos urbanos del módulo uno en el subtramo San 
Rafael-Lechería 55 
3.3.1 Uso de suelo 55 
3.3.2 Equipamiento urbano 58 
3.3.3 Imagen urbana 60 
3.3.4 Infraestructura: agua potable y drenaje 65 
3.3.5 Vialidades 68 
3.3.6 Transporte y movilidad 70 
3.3.7 Zonas de riesgo 71 
3.3.8 Aspectos demográficos, económicos y culturales 74 
3.3.9 El espacio personal y la ecología del pequeño grupo en el corredor verde: 
proxemia y multimodalidad en los usuarios del equipamiento propuesto 77 
3.4 Síntesis diagnóstica del módulo uno 81 
CAPÍTULO 4. EL CORREDOR VERDE CON ESPACIOS PÚBLICOS ABIERTOS: 
MÓDULO UNO DEL SUBTRAMO SAN RAFAEL-LECHERÍA 86 
4.1 Programa del módulo uno del corredor verde con espacios públicos abiertos 
subtramo San Rafael-Lechería 86 
4.1.1 Nodo ciclopista 87 
4.1.2 Biciestacionamiento 93 
4.1.3 Parque Hidroponia 96 
4.1.4 Andador Huerto Vecinal 101 
4.2. Requerimientos del módulo uno corredor verde con espacios públicos abiertos 
subtramo San Rafael-Lechería 104 
4.2.1 Requerimientos del Nodo ciclopista 104 
4.2.2 Requerimientos del biciestacionamiento 106 
4.2.3 Requerimientos del Huerto Vecinal 107 
4.2.4 Requerimientos del Parque Hidroponia 110 
 
 
CAPÍTULO 5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 114 
5.1 Impactos de la creación del módulo uno del corredor verde con espacios 
públicos abiertos en el subtramo San Rafael-Lechería del tren suburbano de la 
ZMVM 115 
5.2 Beneficios ambientales 115 
5.3 Los impactos sociales, económicos y culturales: comunidad e integración de 
las funciones ambientales. 118 
5.4 La viabilidad del proyecto 119 
5.5 Comentarios finales 120 
 
APÉNDICE 122 
Tabla 1. Colonias influenciadas por el módulo uno del corredor verde con espacios 
públicos abiertos en el subtramo San Rafael-Lechería del tren suburbano 123 
Tabla 2. Temperatura en la zona de estudio 123 
Gráfica 1. Temperatura anual y por temporadas, estación CRUTEM4 766800 
MEC 124 
Tabla 3. Distribución de la población en las AGEB influenciadas en el subtramo de 
estudio (Año 2005) 124Tabla 4. Personas con discapacidad en los municipios influenciados por el 
corredor verde (Año 2000) 125 
Tabla 5. PEA y PEI en los municipios influenciados por el corredor verde (Año 
2000) 125 
Tabla 6. Rango de edad de los encuestados 126 
Tabla 7. Sexo de los encuestados 126 
Gráfica 2. Número de AGEB influenciadas en el trayecto del tren suburbano 126 
Gráfica 3. Población en los subtramos trayecto del tren suburbano (2005) 126 
Tabla 8. Características funcionales de las ciclopistas 127 
Tabla 9. Características técnicas de las ciclopistas 127 
Encuesta. El espacio personal y la ecología del pequeño grupo en el corredor 
verde/ Proxemia y multimodalidad en los usuarios de la estación San Rafael 128 
 
FUENTES DE REFERENCIA 130 
REFERENCIAS BIBLIOGRAFÍCAS 131 
REFERENCIAS HEMEROGRÁFICAS 132 
REFERENCIAS ELECTRÓNICAS 132 
REFERENCIAS DE TESIS 134 
REFERENCIAS DE LEYES Y REGLAMENTOS 133 
REFERENCIAS DE SIMPOSIOS 134 
REFERENCIAS AUDIOVISUALES 134
 
1 
 
 
 INTRODUCCIÓN 
 
Se va terminando la segunda década del año 2000: el año 2019, sólo a 
inicios del siglo XXI y nos encontramos ante una situación global de deterioro 
acelerado del medio natural que tiene ecos en la salud pública, acompañado de 
un lento proceso de incorporación de técnicas ecológicas en las ciudades para 
revertir o al menos mitigar este proceso de degradación. 
La tesis titulada “Corredor verde con espacios públicos abiertos en el 
tren suburbano de la ZMVM. Caso de estudio: módulo uno del subtramo San 
Rafael-Lechería”, busca acercarse al estudio de esta problemática a través de la 
visión del Desarrollo Sustentable, el Urbanismo Ecológico y la Economía 
Ecológica. 
Para lograrlo, el objetivo es diseñar un módulo integrado por equipamiento 
y mobiliario basados en ecotecnias, en una acotación local, constituido por 
edificaciones en cuatro secciones aledañas a la estación San Rafael del tren 
suburbano de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM): una ciclopista, 
un biciestacionamiento, un huerto vecinal y un parque hidropónico. 
 
Se plantea así la hipótesis de que pueden crearse espacios públicos 
abiertos con equipamiento y mobiliario basado en ecotecnias y promover con ello 
prácticas sustentables requeridas para impulsar mejoras en el microclima local y 
ambientales para los usuarios y habitantes de zonas aledañas bajo esquemas de 
participación y apropiación del espacio. 
 
La investigación incorpora una metodología basada en el análisis 
diagnóstico y la generación de la propuesta de diseño e intervención urbana, a 
través del conocimiento del medio físico natural, el medio urbano, así como el 
entorno económico y cultural del tramo en estudio, para comprobar si tanto el 
equipamiento como el mobiliario propuesto pueden generar los beneficios 
esperados. 
 
 
 
2 
 
En el primer capítulo se revisó e incorporó la información correspondiente 
al Desarrollo Sustentable, el Urbanismo ecológico y la Economía ecológica, 
realizando una revisión delimitada al diseño de espacios públicos abiertos de tipo 
sustentable y la aplicabilidad de algunas ecotecnias, integrando el marco teórico 
conceptual. 
 
En el capítulo dos se incorporaron los componentes del marco legal 
requeridos para sustentar la propuesta; se eligió identificar aquellas leyes y 
reglamentos en materia de ecología, así como manuales que pudiesen aportar 
fundamentos en materia del desarrollo sustentable. 
 
El capítulo tres requirió la obtención, creación y análisis de cartografía 
impresa y digital, así como el uso de herramientas informáticas para crear el plano 
base, a partir del cual se elaboró el diagnóstico del medio físico y de los aspectos 
urbanos, acotando el análisis al subtramo San Rafael-Lechería del tren 
suburbano. 
 
En el cuarto capítulo se muestra la propuesta del corredor verde con 
espacios públicos abiertos, proponiendo el programa y describiendo las secciones 
del primer módulo, además de puntualizar los requerimientos de los elementos 
mostrados en los planos. 
 
 El capítulo cinco presenta las conclusiones y recomendaciones generales 
que surgen al identificar los impactos de la creación del módulo uno y su 
viabilidad. 
 
 Se guía la propuesta bajo un paradigma que promueve las acciones 
ecológicas, la aplicación de ecotecnias y el uso de fuentes de energía alternativas 
en un marco de planeación urbana sustentable. 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 
 
CAPÍTULO 1. HACIA UNA PROPUESTA SUSTENTABLE. 
 
1.1 Definición de términos. 
 
Como parte de una primera etapa, resulta apropiado introducir algunos 
términos que acompañarán la propuesta del módulo uno del corredor verde con 
espacios públicos abiertos en el tren suburbano de la ZMVM: 
 
Acuaponia. Es un sistema de recirculación sustentable; de acuerdo al 
proyecto Acuaponia: un sistema innovador en la producción de alimentos 
(s.f), consiste en la fusión de la acuicultura (cultivo de animales acuáticos, 
por ejemplo, tilapias) y la hidroponía (cultivo de plantas nutridas por 
recirculación), en un mismo sistema donde tanto los organismos acuáticos 
como los vegetales se benefician el uno al otro. 
 
Azotea verde. De acuerdo a Sánchez (2012), consiste en el techo de una 
edificación que está parcial o totalmente cubierto de vegetación natural a 
través de técnicas específicas para cada particular requerimiento. 
 
Composta. Es un abono orgánico resultante de la descomposición de 
materiales de origen vegetal, animal o mixto, que tiene la capacidad de 
mejorar la fertilidad del suelo y por tanto la producción y productividad de 
cultivos, de acuerdo al proyecto Compostas sustentables para el buen 
crecimiento de los cultivos (s.f.). El proceso de producción de la composta 
puede llevarse a cabo desde un nivel doméstico hasta uno industrial, 
teniendo como componentes para su creación: hojas o ramas, residuos 
orgánicos y tierra; en casos concretos, el uso de lombrices también es 
efectivo. 
 
Corredores verdes: Son elementos de tipo lineal articuladores de espacios 
abiertos que se inscriben en las áreas próximas a los núcleos urbanos 
(Plan Regional de Desarrollo Urbano del Valle Cuautitlán Texcoco, 2005) 
condicionados por la existencia de zonas naturales próximas a las 
metrópolis, que pueden establecerse en las orillas de canales y ríos, el 
 
 
4 
 
trazado de vías y carreteras, las rutas de bicicleta en el interior de pueblos 
y ciudades, los recorridos peatonales en el interior de las ciudades y en los 
derechos de paso y caminos accesibles (Falconi, 2007). 
 
Economía ecológica. De acuerdo a Alier y Roca (2001), ésta disciplina 
analiza las discrepancias entre el tiempo económico y el tiempo 
biogeoquímico e incluye la evaluación física de los impactos ambientales 
de la economía humana, proponiendo soluciones a problemas particulares. 
 
Ecourbanismo: A partir de los años sesenta se comenzaron a desplegar 
una serie de acciones vinculadas a la protección de la naturaleza y surgen 
propuestas que intentan vincular los procesos naturales con los urbanos a 
través del restablecimiento de los ciclos en aspectos como eficiencia de 
energía, recursos, comunidad y participación, entre otros. 
 
Espacios abiertos urbanos: Camacho (2010) menciona que son aquellos 
dedicados a la recreación, salud pública, vegetación, cultura, etc. y 
pueden ejemplificarse con las plazas, zonas de juegos, parques y zonas de 
descanso público. 
 
Hidroponia. Se refiere a la técnica utilizada paracultivar plantas sin hacer 
uso del suelo, en el cual se disuelven los nutrientes en agua y se 
implementa un proceso de recirculación, logrando una absorción más 
rápida de los mismos por parte de las plantas (Zárate, 2014). 
 
Muro verde o jardín vertical. Es un sistema hidropónico diseñado para 
lograr el desarrollo vertical de plantas –preferentemente de la región- 
eliminando parcialmente la necesidad de uso de tierra pues esta se 
combina con sustratos ligeros, dosificando cuidadosamente los nutrientes 
(Gómez, 2014). Sus componentes principales son: una estructura fija, una 
capa impermeable y dos de geotextil, un sistema de riego recirculante a 
través de bombeo de agua eléctrico y/o fotovoltáico, temporizador, un 
contenedor y flora adecuada al clima local. 
 
 
5 
 
 
Sumideros naturales de carbono. Consiste en el proceso, actividad o 
mecanismo natural por el cual el carbono es absorbido o retirado de la 
atmósfera (Figueroa, s.f). Los océanos y masas forestales son ejemplos, y 
la naturación urbana también puede lograrlo. 
 
Sustentabilidad. El desarrollo sustentable [no sostenible] (López, 2006), 
es aquél conjunto de acciones que permiten satisfacer las necesidades 
actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para 
satisfacer las suyas (Bruntland, 1988). 
 
Urbanismo bioclimático. El urbanismo bioclimático propone nuevas 
estrategias de compatibilidad entre los modelos urbanos existentes y el 
medio ambiente para mejorar la calidad de vida de las personas a través 
del control de los efectos perniciosos y de la planificación sustentable 
(Higueras, 2006). 
 
1.2 Los criterios de la sustentabilidad, la economía ecológica y el 
ecourbanismo. 
 
El medio natural no puede absorber y asimilar la gran cantidad de 
subproductos generados por la actividad humana al ritmo en que se crean día con 
día: los sumideros naturales han sido sobrepasados, ocasionando un 
trastrocamiento climático que altera todos los ecosistemas y orilla a la extinción 
de innumerables especies animales y vegetales, en tanto que la sociedad tiene 
afectaciones graduales traducidas en una mayor escasez y un incremento en la 
morbilidad. 
 
 El daño característico se inicia en las urbes, aunque las consecuencias 
traspasan fronteras, pues desde las ciudades se han dilapidado los suficientes 
recursos como para heredar un grave problema a las generaciones venideras. La 
Ciudad de México y su zona Metropolitana no escapan a esta realidad. 
 
 
 
6 
 
En ésta Megalópolis se hace evidente cómo la intensa actividad económica 
-comercial e industrial- basada en una producción imparable y una dinámica 
irrestricta de utilización de recursos fósiles para uso privilegiado del automóvil, 
genera día con día distintos tipos de desechos en un sentido lineal y no circular 
(Higueras, 2006); paradójicamente se pierden hectáreas importantes de suelo de 
conservación y áreas naturales de importancia vital. 
 
La Economía Ecológica explica este aspecto a través del análisis de los flujos 
físicos de materia y energía que se producen por efecto del ciclo económico, ya 
que supera la visión de un sistema cerrado, pues se preocupa por la equidad 
intergeneracional, por los efectos que la actividad económica tiene sobre el medio 
natural y por las consecuencias que ello tendrá para el futuro (Martínez y Roca, 
2001), para lo cual propone el análisis de los flujos de materia y energía y cómo 
aquellos negativos pueden ser revertidos. 
 
Bazant (2009), menciona que si bien los problemas ambientales han sido 
generados por la búsqueda del crecimiento económico, la evidencia de que 
actualmente la economía y la sustentabilidad son compatibles, está en que 
muchos países intentan revertir el proceso contaminante que ellos mismos han 
generado desarrollando tecnologías novedosas y benignas. 
 
Resulta imprescindible entonces involucrar la perspectiva de la 
sustentabilidad en el quehacer multidisciplinario del urbanismo, ya que se 
coincide en que debe detenerse la generación de contaminantes y frenar la 
aniquilación de aquellos elementos urbanos que permiten la autorregulación del 
biotopo urbano a través del replanteamiento de las funciones que se han 
estructurado en la ciudad, por ejemplo la creación de sumideros de carbono 
aprovechando el crecimiento vegetal vertical. 
 
Es nuestra responsabilidad en el presente generar las condiciones para legar 
el capital natural suficiente (Ruano, 1999) que requerirán las generaciones 
venideras y asegurar guardar hoy, un equilibrio con la tierra de acuerdo a los 
criterios del Desarrollo Sustentable. 
7 
 
La propuesta del módulo uno del corredor verde con espacios púbicos 
abiertos busca coincidir con esta visión, ya que el uso de ecotecnias y el 
desarrollo de vialidad alternativa permiten la absorción de flujos materiales y 
energéticos contaminantes, siendo en buena medida un sumidero para dicho 
proceso además de que limita la transferencia de contaminantes al medio que 
circunscribe las actividades en el emplazamiento del proyecto. 
 
1.2.1 La ciudad y la ecología: en busca del quehacer sustentable. 
 
En el ecosistema urbano los ciclos de flujos de materiales y de energía no 
son cerrados, es decir, existe un continuo dinamismo entrópico, que genera 
aceleradamente modificaciones en los ciclos atmosféricos, hidrológicos, de 
energía y de materiales, tanto a nivel local como planetario; a la par, existe un 
decremento en las áreas verdes que permitirían contrarrestar esta tendencia. La 
raíz del desequilibrio está en el despilfarro energético al interior la ciudad, por lo 
que la salud y el bienestar de los habitantes se ven menguados ante los 
crecientes desequilibrios medioambientales. 
 
La respuesta en pleno siglo XXI, al daño generado desde las urbes se está 
orientando a una planificación que amplía sus horizontes e integra puntos de vista 
de distintas disciplinas: el Urbanismo bioclimático que usa criterios bioclimáticos 
para intentar cerrar los ciclos ecológicos de materia y energía ecológicas, y 
minimizar aspectos negativos sobre aire, agua y suelo, disminuyendo la huella 
ecológica (Higueras, 2006) y el Ecourbanismo, que propicia una visión unificada 
del urbanismo con la Ecología (Ruano, 1999); ambas dirigen esfuerzos hacia una 
Planeación urbana Sustentable: único medio de acomodar las actividades 
humanas en un entorno cada vez más amenazado y deteriorado (Salvador, 2003). 
 
 En la planificación urbana sustentable deben estar integrados los 
componentes que le dan significado a la ciudad, minimizando los impactos 
ambientales y las externalidades negativas que se generan en la dinámica de la 
urbe, por lo que la participación de todos los sectores sociales involucrados 
determinará el éxito de las acciones encaminadas a concretizarla. 
 
 
8 
 
Se considera que la sustentabilidad concierne a todo mundo (Hough, 1998) 
y a todas las actividades humanas, pues de acuerdo a Ruano (1999) la salud de 
la tierra es una tarea común y compartida; en sentido estricto el objetivo o fin 
último es crear ciudades sustentables para la convivencia integral, previendo la 
posibilidad de reciclaje natural de los recursos y la optimización de su uso 
(Camacho, 2007) en un contexto en el cual los sumideros naturales (mar o 
atmósfera) no alcanzan a hacer frente a la velocidad de aparición de 
contaminantes. 
 
Cabe añadir que el urbanismo sustentable propone la revitalización de las 
zonas en desaprovechamiento, o uso inadecuado actuales; por ejemplo, existen 
usos locales de ecotecnias tradicionales que también se enmarcan en estas 
nuevas formas de actuar sobre las presiones que se están ejerciendo sobre el 
medio natural, por lo que esta postura sirve de guía a la propuesta del corredor 
verde con espacios públicos abiertos. 
 
1.3 Antecedentes de lo verde en la ciudad. 
 
 La civilizacióntiene su auge en las ciudades occidentales antiguas de los 
Griegos y Romanos, quienes influenciaron en gran medida en su forma de hacer 
ciudades a la Europa del medioevo y renacentista, llevando ideas a la América 
recién ocupada, en donde existían ya, de acuerdo a Rotenberg (1993) 
significados culturales propios. 
 
Por su parte, los vestigios arqueológicos precolombinos y las diversas 
interpretaciones documentales hechas al respecto muestran conceptos de 
planeación que, en algunos casos como la ciudad de México-Tenochtitlán, 
fundada en un islote al centro de una cuenca hidrológica cerrada, permiten tener 
un asomo de la integración y adecuación entre lo natural y lo artificial1. 
 
 
1
 La infraestructura de la ciudad de México-Tenochtitlan se adecuó a su realidad geográfica, a su 
condición de encontrarse en una cuenca hidrológica cerrada. El transporte de los pobladores era 
principalmente acuático y su interconexión se fundaba en un planeado sistema de chinampas, 
construidas con troncos atados y compactos, rellenados para servir de sistema de cultivo. 
 
 
9 
 
Para efectos de este estudio, se repasará brevemente el influjo más directo 
de finales del siglo XIX y principios del XX, que transformó la concepción de la 
naturaleza como un mero recurso, incitando su protección, en un continuo oleaje 
de concientización medioambiental (Ruano, 1999) que está dejando en el siglo 
XXI muestra de las potencialidades de unificación entre los elementos urbanos y 
naturales. 
 
 Hacer ésta breve revisión permitirá ver qué elementos pueden integrarse a 
la propuesta del corredor verde con espacios públicos abiertos. 
 
1.3.1 Howard y la ciudad jardín. 
 
Dentro de un contexto en donde las condiciones de insalubridad de las 
ciudades industriales europeas provocaron una tendencia higienista, que impulsó 
los principios de la preservación de la naturaleza (Ruano, 1999), Ebenezer 
Howardquien fue el creador de la Teoría de las Ciudades Jardín, planteó que el 
espacio urbano no necesariamente debe romper el espacio “natural”, sino que 
debe integrarse hacia el entramado urbano (Choay, 1976). 
 
 Ante las condiciones de conurbación y aumento del gris urbano en 
detrimento del verde natural de su tiempo, Howard menciona que “[en] realidad no 
existen solamente dos posibilidades (…) existe una tercera solución, en la que 
pueden combinarse de manera perfecta todas las ventajas de la vida de la ciudad 
más activa con toda la belleza y las delicias del campo (…) El hombre debe 
disfrutar a la vez de la sociedad [símbolo de la ciudad] y de las bellezas de la 
naturaleza” (Choay, 1976. P. 340), presentándonos un preámbulo de lo que se 
convertiría en la Ciudad jardín. 
 
La propuesta Ciudad jardín de Howard consistía en “una serie de ciudades 
en racimo gravitando alrededor de una ciudad central (…) interrelacionadas entre 
sí por vías de ferrocarril y carreteras a nivel municipal (…) El planteamiento de 
Howard, se relacionó con la realización de ciudades nuevas con un tamaño 
definido y controlable generándose siete distritos urbanos (…)” (Camacho, 2007, 
p. 169). En la ciudad se llevarían a cabo actividades agrícolas en mixtura con la 
 
 
10 
 
provisión de servicios; estarían organizadas en anillos o cinturones dedicados a 
una amplia gama de trabajos, cada uno conectado con los demás por un rápido 
sistema de transporte: esto permitiría a la mano de obra desplazarse sin 
complicaciones. 
 
 Cuando se llegara al umbral o límite de población de una ciudad 
empezaría otra nueva a corta distancia. La clave de su éxito estaría en la 
organización social fundada en la cooperación y el autogobierno, así como 
algunos servicios ofrecidos por el ayuntamiento. 
 
Dentro su propuesta, la actividad agrícola juega un papel básico, y se 
muestra un interés por la interacción ecológica, pues “las basuras de la ciudad se 
utilizan en las zonas agrícolas de la propiedad que se cultivan y explotan 
individualmente en forma de grandes y pequeñas granjas, pasturajes, etc (…)” 
(Choay, 1976, p. 340); aunque no se precisa la forma en que pueden cerrarse los 
ciclos de materiales, la aparición de un factor de reutilización le proporciona 
matices sustentables a la idea e incluso puede tomarse como un antecedente al 
composteo. 
 
La obra de Howard pudo llevarse a cabo aunque si bien no en todos los 
términos propuestos, sobre todo en los organizativos y de propiedad: “En 1903 la 
Asociación de Gardens Cities pudo adquirir [en] Letchworth [Inglaterra, 
proyectado para 33 000 habitantes], el primer terreno [para edificar la ciudad 
jardín] (…) confió a Parker y Unwin los planos, y a Louis de Soissons, el de 
Welwyn (1919) [asentamiento para 50 000 habitantes] (…)”2 Para 1961 había en 
Letchworth 25 000 habitantes, con una vida urbana próspera (…) en 1969 
[Welwyn] llegó a tener 43 000 habitantes (…)”3. 
 
Howard otorga a las generaciones futuras la esperanza de idear y 
concretizar ciudades sustentables. 
 
 
 
2
 Ibíd, p. 339. 
3
 Op. Cit. 2007: 170. 
 
 
11 
 
1.3.2 Unwin y la utopía consumada. 
 
Es preciso mencionar a Raymond Unwin como otro de los precursores que 
consideran la importancia de la naturaleza: este arquitecto y urbanista inglés, 
vivió de 1863 a 1940 y fue quien, asociado con Barry Parker construyó la primera 
ciudad jardín de Letchworth, Inglaterra y colaboró en la creación del Hampstead 
Garden Suburb entre otras obras (Choay, 1976). 
 
Unwin consideraba imprescindible la planificación urbana en las zonas 
periféricas de las ciudades en continuo crecimiento, contrarrestando los efectos 
negativos de la masificación de nuevos suburbios con la creación de extensas 
zonas verdes (Biografías y vidas (2004-2019). 
 
En Unwin comenzamos a vislumbrar que puede ser posible integrar al 
proyecto urbanístico elementos que parecían aislados pues al mencionar “(…) los 
modelos y la forma de parcelación, los perfiles y anchuras de las calles, los 
centros y lugares colectivos, los espacios entre edificios, la importancia horizontal 
de las vallas muros, y la vertical de las cornisas y cumbreras (…); [el papel de 
Unwin] se basó precisamente en la voluntad de diseñar y dar forma ordenada al 
crecimiento espontáneo de las ciudades (…)” (Solá-Morales, 1997, p. 187-188). 
 
En la propuesta de franjas verdes de Unwin, podemos observar un 
compromiso integrador: “allí donde existan bosques que no puedan ser 
enteramente conservados generalmente será posible mantener una franja (…) 
que constituya una especie de pantalla. En las ciudades o en los barrios muy 
extensos, será conveniente disponer anchas franjas de separación, formadas por 
parques, por terrenos de juegos o incluso por terrenos de cultivo (…) Los 
cinturones de espacios libres con vegetación ayudarán a que el terreno que 
rodean constituya una unidad local”4. 
 
La combinación de espacios públicos y franjas verdes resultan elementos 
indispensables tanto por cuestiones estéticas como funcionales e integradoras del 
 
4
 Op. Cit., 1976, p. 356. 
 
 
12 
 
paisaje a las actividades urbanas: “sería conveniente que hubiese junto a [los 
ayuntamientos y otros edificios] algún lugar cerrado o al aire libre, algún jardín 
resguardado donde la espera discurriese tranquilamente (...)”5. 
 
Las obras de Unwin en los inicios del siglo anterior dan muestra de la 
posibilidad que tiene el urbanista de planificar integradamente el territorio sin 
promover aquella ruptura entre el campo y la ciudad, la naturaleza y lo humano. 
 
1.3.3 Contribución de Le Corbusier. 
 
En el siglo XX la modernidad va conformando las nuevas ciudades bajo 
una perspectiva de segregación de funciones y usos, e impone nuevas ideas en 
cuanto al significado del espacio. 
 
La importanciadel espacio verde es tocada por Le Corbusier bajo ese 
contexto, quien aunque calificado como progresista, ya introduce plenamente el 
reconocimiento a la naturaleza: “No más patios, sino pisos que se abran por todas 
partes al aire y a la luz [y que den] a zonas de césped, a terrenos de juego y a 
lugares de abundante vegetación (…) la aglomeración urbana debe ser tratada 
como una ciudad verde (…) se ha firmado un pacto con la naturaleza” (Choay, 
1976, p. 282-295). 
 
Se nos muestra cómo la confortabilidad está intrínsecamente ligada con la 
placidez que lo natural provoca en los individuos, de manera que pueden 
integrarse los espacios públicos de la ciudad (ya sean para recreación o deporte) 
con las franjas verdes cerca de las cuales el urbanita convive. 
 
1.4 El quehacer sustentable en el presente. 
 
Es ya el año 2018 y existen avances en la visión sustentable como criterio para 
proponer soluciones al proceso de degradación medioambiental y disminuir el 
impacto del aniquilamiento para bienestares futuros, ha recorrido un camino 
relativamente corto. 
 
5
 Ibíd, p. 359. 
 
 
13 
 
1.4.1 El ecourbanismo del nuevo siglo y la planificación verde. 
 
En las propuestas del ecourbanismo de finales del siglo XX e inicios del 
XXI se encuentran algunas soluciones, tanto en las administraciones europeas y 
algunos casos particulares en E.U., mostrándose positivamente hacia la acción de 
un nuevo paradigma sustentable, que ha dejado atrás el pensamiento de progreso 
y la industrialización como medio para llegar a él. Sin embargo en Latinoamérica 
y concretamente en la Ciudad de México, es hasta este inicio del siglo XXI donde 
comienzan a verse acciones que muestran la participación en esta nueva etapa 
del urbanismo. 
 
1.4.2 Las ecotecnias. 
 
La Eco tecnología y su aplicación práctica, las ecotecnias, se fueron 
convirtiendo en una herramienta insustituible en esta nueva forma de hacer 
ciudad, ya que con éstas se “permite hoy en día hacer un uso más racional de las 
fuentes de energía renovables y no renovables” (Ruano, 1999, p. 9). Al respecto, 
debe revisarse si las actuales políticas ambientales en México son suficientes, 
pues “en los países en vías de desarrollo (…) las medidas se centran en el 
abastecimiento, servicio y recogida de las aguas y los desechos (Higueras, 2006, 
p.19), por lo que aún queda mucho por hacer. 
 
Algunas ecotecnias son ancestrales y otras tantas contemporáneas, como 
algunas aplicadas en la Ciudad de México: la hidroponía, los muros verdes, la 
creación de paleta vegetal de vías férreas; terrazas y azoteas verdes, son algunos 
ejemplos de éstas. 
 
 En lo que se refiere a la eficiencia energética, el uso de paneles solares 
fotovoltaicos, calefacción y agua caliente con colectores solares, generadores 
eléctricos de propulsión eólica, pueden reducir el consumo de electricidad e 
implicaría ahorros monetarios y energéticos, además de reducirse la emisión de 
agentes contaminantes (Ruano, 1999). 
 
 
 
14 
 
Debe tomarse en cuenta que el uso de invernaderos tanto en el diseño de 
las edificaciones, “pues el resultado implica grandes ahorros energéticos y reduce 
la contaminación de los sistemas de calefacción o refrigeración convencionales”6, 
además de su existencia para seguridad alimentaria a pequeña escala, como 
suele llevarse a cabo a niveles locales en la Ciudad de México (cinturón verde de 
Xochimilco-Iztapalapa). 
 
 Respecto al vínculo con el agua, se han logrado proponer e instaurar 
modelos de recogida y utilización de aguas pluviales, así como retención de 
aguas de escorrentía de las tormentas, con lo cual el agua pluvial no se 
desperdicia, sino que se infiltra en el terreno a través de materiales permeables, 
reponiendo el manto freático, y es recogida en arroyos y estanques contribuyendo 
así a mejorar el paisaje y a refrescar el ambiente (Ruano, 1999). 
 
La elaboración de zanjas para la infiltración de agua de lluvia tienen un uso 
que debe potenciarse; en la propuesta del módulo uno se plantea el uso de 
hidrocreto: material con alta permeabilidad. 
 
 En cuanto a residuos, es frecuente la producción de abonos orgánicos a 
partir de la práctica de separación de los domésticos y su conversión en abono. 
En la ciudad de México, los proyectos comunitarios de composteo, como el 
proyecto de Huertos urbanos mostrado en un simposio de 2009 (UNAM, 2009) 
figuran como una de las actividades que se está promoviendo como alternativa a 
la generación de abonos, en impulso de los ciclos cerrados. 
 
 
1.4.3 El espacio público, la hidroponia comunitaria y la movilidad en 
bicicleta. 
 
De acuerdo al doctor Camacho (2007), la finalidad de los espacios públicos 
para recreación se materializa en plazas, juegos infantiles, jardines vecinales, 
parques, zonas de descanso público y espacios deportivos” (Camacho, 2007, p. 
 
6
 Op. Cit. 2006,p. 18. 
 
 
15 
 
344). Se añadirá para esta propuesta la existencia de la ciclopista como un 
elemento más. 
En este sentido, Bazant (2010) ha planteado la factibilidad de realizar 
diseño urbano coincidentemente con los objetivos sustanciales: la comunidad, al 
aprovechar los lotes baldíos y los espacios abiertos con algún uso público: 
integrar funcionalmente el barrio a través de ligas peatonales y canchas de usos 
múltiples para economizar espacio y aprovechar lo ya existente, seleccionando 
bajo costo y durabilidad de los materiales; incorporar a la población vulnerable y 
de capacidades especiales; no olvidar las zonas de incorporación a artistas 
urbanos. Respecto al diseño, comenta que de acuerdo a la idiosincrasia local, 
puede adaptarse la geometría. 
 
Es fundamental crear una planificación sustentable, pues “nuestro deber 
es conseguir que nuestras ciudades sirvan para que las ciudadanas y ciudadanos 
que las habitan puedan desarrollar sus capacidades y vivan felices (…), en el 
entendido de que la calidad de vida alcanzada per cápita debe estar ligada al 
vínculo con el biotopo [además de que] desde la participación ciudadana se exige 
a los políticos y técnicos la necesidad de actuar y tomar medidas correctoras 
efectivas (…) hacia situaciones futuras más sostenibles”7, por lo que la 
organización y participación jugará un papel determinante en todas las acciones 
propuestas, desde la óptica del urbanismo sustentable, con la aplicación de 
ecotecnias colectivas y una visión integral que propone sumideros para 
contrarrestar la entropía polutiva de la actividad en la ciudad: la propuesta de un 
parque hidropónico intenta conjugar esos elementos. 
 
Por su parte, la participación social, que se enmarca dentro un ecosistema 
-una comunidad de diversas especies interrelacionadas entre sí- implica coincidir 
con la realidad social de los sitios en los que se pretende incidir, en la que los 
entes sociales posibilitan y vinculan las propuestas encaminadas al mejoramiento 
integral del ecosistema urbano en función de su propio beneficio. 
 
 
7
 Higueras, 2006, p. 12. 
 
 
16 
 
Vinculada a la participación se encuentra la noción de comunidad, que 
busca restituir la calidad de vida urbana, reducida en gran medida por la omisión 
de la importancia de los espacios públicos como lugares imprescindibles para el 
fomento de los lazos sociales y de convivencia (Ruano, 1999). 
 
Todos los aspectos mencionados anteriormente se conjugan para llevar a 
cabo un nuevo tipo de planificación urbana complementaria a la oficial: la 
Planificación verde, que “no sólo se propone resolver el sistema de espacios 
verdes de la ciudad (…) Se trata (…) de una nueva manera de enfocar el 
urbanismo (…) una planificación vinculada a los valores y recursos naturales, 
ecológicos, ambientales y paisajísticos de la ciudad” (Salvador, 2003,p.9). 
 
La culminación de este tipo de planificación tendrá su sustento en algunas 
unidades básicas de sustentabilidad: redes de ciclopistas, corredores verdes, 
intermodalidad o bien el uso de energía fotovoltaica para alimentar equipamiento 
o mobiliario integrado. 
 
Ruano (1999) menciona que la pérdida de la calidad de vida urbana se 
profundiza con la insuficiencia de espacios públicos abiertos, los cuales se 
presentan como elementos prioritarios debido al impacto positivo que generan ya 
que son espacios materiales atenuantes de la superficie edificada. 
 
Los instrumentos que se tienen a la mano para lograr el anterior objetivo se 
tiene en las ecotecnias: destacaría para este proyecto, la creación de huertos 
hidropónicos y mallas naturales en forma de muros verdes. 
 
El espacio abierto urbano guarda entonces una estrecha relación con las 
actividades complementarias de los urbanitas, mientras que aporta un “servicio 
ambiental”, por lo que debe priorizarse la existencia de espacios abiertos públicos 
más que como un accesorio estético y ornamental, como un elemento 
imprescindible para ofrecer una experiencia viva comunitaria y -en particular los 
espacios verdes urbanos- integrar lo natural con lo artificial y concretizar una 
 
 
17 
 
simbiosis en el ecosistema urbano; los espacios verdes son elementos 
fundamentales en la vida del hombre, ya que pueden aportar humedad y oxígeno 
al ambiente, pues actúan como sumideros de dióxido de carbono (Higueras, 
2006), pero además aquí “casi siempre encontramos nuestro único nexo con la 
naturaleza, nuestra última comunicación con un sistema de vida natural (…)” 
(Morsomme, 1988, p. 82). Pensar sustentablemente es prioritario y lo es más aún 
la proyección y creación del corredor verde con espacios públicos abiertos. 
 
Las ciclopistas o ciclovías funcionan como zonas de recreación e 
integración paisajística, además de hacer más eficientes los traslados y disminuir 
considerablemente la afectación del aire y el entorno por efecto de la emisión de 
gases por el uso del automóvil; es decir, permiten mejorar la movilidad y la 
conectividad. 
 
 Respecto al beneficio económico, puede decirse que por el uso de la 
bicicleta no se tiene que pagar, y al contrario, el beneficio se refleja en la 
activación física y la disminución indirecta de los gastos en salud. 
 
Ejemplos como el de Copenhague, Dinamarca, muestran que incluso 
carreteras completas para bicicletas o puentes elevados y semáforos exclusivos 
para estas, son parte de las redes viales y mobiliario prioritarios. 
 
Los pequeños pero no menos importantes ejemplos como el del andador-
ciclovía en Naucalpan, en donde se aprovecha un importante tramo que incluso 
interconecta a la vía Gustavo Baz con el periférico muestran que al extender la 
posibilidad de aprovechar espacios sin uso específico para el peatón o el ciclista 
(camellones), puede lograrse una planificación que coincida con el quehacer 
sustentable. 
Y eso sin incluir el tema de una política nacional, ya que los esfuerzos 
apenas están alcanzando a algunas entidades federativas. Aquí una de las 
cuestiones sería no considerar las propuestas de promoción de ciclopistas sólo 
por moda o beneficio político, sino por cuestiones de eficiencia. Por ello es justo 
hacer énfasis en este tipo proyectos. 
 
 
 
18 
 
1.4.4 La importancia del espacio verde urbano. 
 
Considérese la importancia del verde urbano, el cual “está compuesto tanto 
por los restos de vegetación espontánea que ha permanecido tras un proceso de 
urbanización como por los espacios que han sido expresamente ajardinados, ya 
sea públicos o privados" (Falcón, 2007, p.22) y determínese bajo el cobijo de 
algunas ecotecnias un urbanismo sustentable, que sepa equilibrar el flujo de 
energía y materiales. 
 
De acuerdo al mismo autor, para impulsar un progresivo mejoramiento de 
la calidad de vida urbana deben considerarse los sistemas verdes urbanos como 
el primer paso para generar zonas verdes públicas integradas a la trama urbana 
que a su vez sean útiles ambiental y socialmente. En este sentido deben 
potenciarse nuevos usos ecológicos y combinarse la creación de masa vegetal, 
con ecotecnias para lograr un mejoramiento progresivo de los factores 
ambientales de la urbe que influyan en el bienestar de la población, buscando, de 
acuerdo a Higueras (2006) la integración, ampliación y diseño de la red de 
espacios libres urbanos como un derecho social. 
 
Muchos de los pequeños parques y plazas en los barrios de la zona norte 
de la Ciudad de México han perdido su función original y se han convertido en 
espacios no aptos para la recreación y en ocasiones, en zonas de verdadero 
peligro, o simplemente se han abandonado: al parecer se ha olvidado la 
importancia del espacio público para el bienestar de la población. 
 
 Existe además una limitación de este tipo de proyectos, mientras que por 
el contrario, se han erigido grandes centros comerciales (Malls) en sustitución de 
aquellos como respuesta a la lógica de mercado que está en función del beneficio 
privado. 
 
 Al respecto, se coincide con Bazant (2010) cuando menciona la 
importancia de apropiarse y buscar terrenos libres en los que puedan concretarse 
espacios urbanos para el entretenimiento y la gradual integración comunitaria, a lo 
que Falcón (2007) añade: “un parque bien dotado repercute en la población 
 
 
19 
 
cercana, puesto que le facilita actividades de ocio frente a la tendencia al 
aislamiento en el ámbito doméstico” (p. 32). 
 
Debe recordarse entonces que: “La Naturaleza y los espacios verdes en la 
ciudad permiten que el urbanita y los jóvenes ciudadanos se relacionen con 
nociones de cronobiología, la vida y la muerte, la sexualidad o el conocimiento de 
los animales y la flora, lo que es beneficioso tanto desde el punto de vista 
intelectual como social [además], las áreas con vegetación en las ciudades 
ejercen un efecto beneficioso sobre el microclima urbano, el control de la erosión, 
y aumentan la diversidad paisajística general” (Salvador, 2009, p.69), de manera 
que pueden justificarse en los nuevos proyectos urbanos. Bajo esta perspectiva, 
siguiendo a Falcón (2007) los elementos verdes permiten esponjar la estructura 
urbana y en particular los sistemas verdes lineales, ya que consiguen que el verde 
periférico penetre en la ciudad. 
 
 Dentro de las formas que puede adquirir el espacio verde urbano (Ruano, 
1999) nos encontramos con los corredores verdes, que, a decir de Falcón 
(2007) consiste en la creación de una trama verde que se interconecta con zonas 
naturales cercanas del área de influencia de la metrópoli, a través de parques 
lineales, arbolado vial, rutas de bicicleta o recorridos peatonales, entre otros. 
 
Los corredores verdes facilitan la dispersión de los seres vivos a través de 
hábitats (u otros elementos o procesos de interés) que conectan dos o más 
lugares, en los cuales encuentran condiciones adecuadas para su desarrollo; son 
bandas de vegetación natural que conectan áreas de cierta extensión que de otra 
forma quedarían aisladas. Se trata básicamente franjas de conexión entre el 
mundo urbano y el medio natural que sirven como ejes conectores entre el tejido 
urbano de las ciudades y localidades y el medio natural circundante, brindando 
con ello beneficios como la generación de oxígeno, la creación de pantallas de 
recolección de ruido o partículas contaminantes (sumideros de carbono), así 
como la regulación y la creación de microclimas. 
 
Las líneas de ferrocarril existentes tienen gran importancia, pues a través 
de estas pueden trazarse los corredores verdes integrando ciclopistas o 
 
 
20 
 
andadores, creando así “uniones biológicas” (Hough, 1998) que permitan restituir 
los factores ecosistémicos, y acrecentar las ventajas medioambientales para los 
individuos. 
 
Como parte de la propuestaMetrópoli 2025, Luiselli (2006) plantea la 
existencia de acciones ante la evidencia de indicadores de sustentabilidad 
ambiental que muestran “una progresiva insustentabilidad en materia de 
disponibilidad de agua, cobertura de áreas verdes, disposición y manejo de 
basura, oferta de energía limpia, condiciones de vivienda, oferta de vialidades y 
transporte” (p. 2), lo que muestra que cada vez hay menos área verde por 
habitante. 
 . 
Así, con las Políticas y Proyectos para la Metrópoli Verde Sustentable en el 
rubro de bosques y áreas verdes, “se plantea la necesidad de establecer 
corredores verdes que conecten entre sí distintas zonas verdes y otras 
amenidades ambientales como humedales, chinampas y lagos. Se requiere para 
ello no sólo designar zonas de estricta conservación sino hacer valer la ley; 
además se deben establecer pagos por “servicios ambientales” que incentiven la 
conservación” (Luiselli, 2006, p.3). 
 
La propuesta de crear un corredor verde con espacios públicos abiertos en 
el subtramo San Rafael-Lechería del ferrocarril suburbano de la Zona 
Metropolitana del Valle de México pretende incluirse dentro de la planeación 
urbana sustentable, al integrar lo artificial con lo natural, buscando un equilibrio 
medioambiental y una simbiosis ecosistémica, a través de la participación de las 
poblaciones involucradas (presentes y futuras) que requieran de espacios 
públicos abiertos para lograr una congregación comunitaria vinculada al medio 
natural. 
 
Se utilizan para lograrlo criterios de sustentabilidad básicas (espacios 
verdes de proximidad, arbolado y vegetación) para lograr el objetivo. 
 
 
 
 
 
21 
 
1.4.5 Buscando analogías aplicables 
 
Si bien en la zona norte de la ciudad de México se han dejado de lado 
proyectos que incluyan el uso de la bicicleta y la existencia de espacios públicos 
abiertos de calidad, en Naucalpan, Estado de México, existe un corredor lineal 
que combina ciclopista, andador, áreas de juegos infantiles y zonas de ejercicio; 
conecta la Av. López Mateos, Periférico y Av. Gustavo Baz: sus características 
tienen gran semejanza con el denominado Nodo ciclopista. 
 
En la Ciudad de México la Ciclo vía Ciudad de México Parque Lineal FC a 
Cuernavaca, consiste en un modelo de área recreativa, de conservación y 
transporte no motorizado llamado parque lineal, desplegado en un espacio de 60 
kilómetros de largo en el surponiente sobre la antigua vía del ferrocarril a 
Cuernavaca, que en su conjunto atraviesa zonas naturales de relevancia. Este 
proyecto tiene como principal meta rescatar áreas verdes dentro de la metrópoli. 
Los primeros trabajos para este corredor verde van desde Chapultepec (a la 
altura de periférico) hasta el Parque Bicentenario en Azcapotzalco. Actualmente 
existe un circuito de ciclopistas interconectadas, cuyo programa ecobici consiste 
en un sistema de estaciones distribuidas en varias alcaldías de la Cdmx. 
 
Hay corredores verdes propuestos dentro del Plan Regional de Desarrollo 
Urbano del Valle Cuautitlán-Texcoco (Gobierno del Estado de México, 2005), que 
aún no se llevan a cabo. 
 
En Aguascalientes el proyecto “Aguascalientes en dos ruedas”, consiste en 
una propuesta de rescate de un espacio urbano, que traería beneficios a 32 
colonias vecinas del ferrocarril; mientras que, en León, existen proyectos de 
parques lineales o corredores verdes inconclusos por falta de recursos. 
 
 Dar prioridad al peatón y a la bicicleta como medio alternativo de transporte 
en esta dinámica de crear espacios públicos que motiven la comunidad, guarda 
tantas ventajas que pareciera que lamentablemente sólo los países desarrollados 
pueden disfrutar de ellas. Los ejemplos de Europa en Holanda que es el país con 
mayor concentración de bicicletas en el mundo, o Copenhague en donde una de 
 
 
22 
 
cada tres personas utiliza la bicicleta para realizar sus actividades, como lo 
muestra Ramos, X. (2012). Ciclovías del mundo [Video]; otro ejemplo lo tenemos 
en Dinamarca, cuya cultura ciclista es de primer nivel (Embajada de Dinamarca 
en España (2013). La cultura ciclista en Dinamarca [Video]. Aquí en América, en 
Argentina la noticia “Inauguraron el Parque Lineal de Almagro, sobre las vías del 
tren Sarmiento” muestra la creación de espacios verdes, plazas, losas en un 
parque lineal, para promover el encuentro y la recreación (La Nación, 2018). 
 
Como se ha observado, actualmente se cuenta con una importante 
variedad de ejemplos que plantean la existencia del corredor verde como espacio 
necesario para estimular la convivencia social y restablecer el equilibrio 
paisajístico y medioambiental, por lo que se insistirá en esta línea para coincidir 
con una planificación urbana sustentable. 
1.5 La percepción y la identidad del espacio público. 
El espacio público es por mucho un lugar de interacción de la comunidad; 
en las plazas y parques “abrimos nuestra red de contactos a la colectividad (…) 
cedemos una parte de nuestra privacidad y valores para interactuar [con los 
otros]” (Bazant 2009, p.98); de manera que es necesario considerar las 
aportaciones de la Psicología del habitante urbano (Holahan, 2000) pues los 
individuos se desenvuelven constantemente en un ámbito que combina diversos 
aspectos que influyen directamente en su comportamiento, actitudes y 
percepciones, mismas que determinarán el acontecer de los procesos urbanos; el 
análisis psicosocial permitirá tomar decisiones apropiadas para crear espacios 
públicos que brinden la máxima confortabilidad posible. 
Al existir reciprocidad entre los individuos y su ambiente físico natural surge 
cierta actitud ambiental, es decir, sentimientos favorables o desfavorables que se 
tienen hacia alguna característica del ambiente físico o hacia un problema 
relacionado con él; a su vez, el ambiente físico en el que se desenvuelven los 
individuos está determinado por temperatura, sonido, olor e iluminación, mismos 
que son factores percibidos generalmente de manera no consciente y tienen una 
influencia interactiva sobre la persona, además de que pueden afectar 
negativamente la salud y el comportamiento si no son los adecuados u óptimos. 
 
 
23 
 
Por su parte, para que se lleven a cabo acciones coherentes con el 
quehacer sustentable, es necesario enmarcarse en el ámbito de la educación 
ambiental, la cual participa en la meta de mejorar las relaciones entre las 
personas y el medio ambiente, principalmente en la vida cotidiana, para lograr una 
sociedad activamente comprometida con su entorno. 
Así mismo, nos encontramos con que el entorno físico y social es parte del 
contexto situacional donde tiene lugar la conducta humana; la territorialidad 
consiste en la forma en que las personas (y los animales) regulan el espacio que 
les envuelve, es decir, se trata de un patrón de conductas o actividades basado 
en el control a través de la ocupación o personalización del territorio: los espacios 
verdes urbanos permiten mejorar las condiciones de territorialidad a través de 
componentes externos óptimos para lograrlo. 
Ligado a los aspectos anteriores, se encuentra la relación entre emoción y 
ambiente, en donde éste último es un territorio emocional, pues está formado por 
un conjunto de señales de alto valor comunicativo e informativo, que hacen que la 
persona elabore y defina sus pautas de interacción con el lugar; además, conocer 
la dimensiones afectivas resulta imprescindible para comprender las acciones, 
los sentimientos y las representaciones que los individuos tienen del ambiente o 
de facetas del mismo. 
De la observación del comportamiento de los individuos en determinado 
lugar pueden extraerse resultados que permitirán tomar decisiones, ya que de 
acuerdo a Holahan, (2000) “el ambiente es considerado como un escenario donde 
el sujeto se desenvuelve (…) [por lo que] conocer las dimensiones afectivas 
resulta imprescindiblepara comprender las acciones, los sentimientos y las 
representaciones que los individuos tienen del ambiente o de facetas del mismo” 
(p. 75). Si el entorno es agradable, podría esperarse que los usuarios de un 
espacio público abierto con características ecológicas, encuentren confort. 
Basándose en ésta lógica, se tomó una muestra para conocer las 
dimensiones afectivas de los espacios propuestos y determinar el posible flujo de 
usuarios al equipamiento y mobiliario propuesto y preferencia de uso, a través de 
un cuestionario con ocho preguntas denominado El espacio personal y la ecología 
 
 
24 
 
del pequeño grupo en el corredor verde / Proxemia y multimodalidad en los 
usuarios de la estación San Rafael, cuyos resultados se muestran en el análisis 
diagnóstico del ámbito poblacional. 
Así, como se verá a continuación, el acercamiento a los factores físicos 
ambientales, al espacio personal y la ecología del pequeño grupo (sobre todo 
en lo referente a la proxemia), a la educación ambiental, a la emoción y el 
ambiente, así como a la privacidad y la territorialidad, permitirá hacer una 
aproximación a la percepción de los usuarios beneficiados por el Módulo uno del 
corredor verde con espacios públicos abiertos y con ello, identificar la aceptación 
o desaprobación de lo propuesto. 
1.5.1 Los factores físico-ambientales en la percepción del corredor 
verde. 
La temperatura, el sonido y la iluminación en el entorno son factores 
que interactúan activamente sobre los individuos, otorgando bienestar o malestar 
al instante de hacer uso de cualquier espacio. Si alguno de esos factores no es el 
apropiado, puede afectar negativamente la salud y el comportamiento, por lo que 
los espacios verdes tienen funciones ambientales específicas, entre las que 
puede destacar las modificaciones del microclima, pues, coincidiendo con Falcón, 
(2007) estos espacios amortiguan el ruido y evitan la erosión del suelo 
 Así por ejemplo, la temperatura ambiental, que puede determinar 
sentimientos de agrado (o desagrado) y confort (o incomodidad), debe 
considerarse al momento de pensar en espacios abiertos, como jardines y plazas, 
pues elementos como la sombra que proporcionan los árboles, o la ubicación de 
mobiliario (como bancas de descanso) deben tomarse en cuenta para lograr un 
efecto positivo y potenciar esa connotación hedónica (Falcón, 2007) de los 
espacios verdes. 
Bazant (2003) considera que en los lugares donde la temperatura es 
media (que va de los 20-30º C) y cuyas características son el calor soportable, 
lluvia regular y humedad media, el diseño de los espacios abiertos debe 
enfocarse a resolver los problemas de las sombras; respecto al asoleamiento, si 
 
 
25 
 
este es directo y afecta a espacios de deporte al aire libre y áreas de recreación, 
debe bloquearse la orientación indeseable y aprovecharse la deseable, usando 
vegetación para procurar sombras: de esta forma puede alcanzarse un óptimo y 
procurar confortabilidad a los usuarios de dichos espacios. 
Puede añadirse que las masas vegetales equilibran los valores de la 
temperatura y la humedad, pues de acuerdo a Falcón (2007) la vegetación 
disminuye la radiación reflejada por el asfalto y genera beneficios para los 
usuarios de espacios arbolados, que permiten controlar las temperaturas 
extremas y a su vez generan sensaciones de confortabilidad. ¿A quién no le 
agrada cobijarse bajo la sombra de un árbol en una tarde calurosa? nos recuerda 
Bazant (2003). 
En lo referente al medio ambiente acústico, la principal problemática 
derivada es la contaminación acústica, que da lugar a graves problemas 
sociales y emocionales; el principal componente de este tipo de contaminación es 
el ruido, es decir, todo aquél sonido no deseado que tiene efectos tales como la 
pérdida auditiva, además de ser un importante factor de estrés. 
Para el caso que nos ocupa debe resaltarse que las masas vegetales 
funcionan como pantallas acústicas (Falcón 2007) que aíslan determinados 
espacios, plazas, parques o viviendas y atenúan de 1.5 decibeles (db) a 30 db por 
cada cien metros cubiertos: para mitigar al máximo la contaminación por ruido a 
través de la implementación de pantallas acústicas, se proponen los muros verdes 
o jardines verticales. 
Respecto a la iluminación, al tratarse de una propuesta de espacios 
abiertos, debe considerarse este factor sobre todo para brindar seguridad por las 
noches, exigencia que todo usuario desearía; lo anterior formará parte de la 
propuesta de mobiliario urbano alimentado por energía fotovoltaica. 
 
 
 
 
26 
 
1.5.2 El espacio personal y la ecología del pequeño grupo en el 
corredor verde. 
Deben considerarse las relaciones entre la distancia y la situación social. 
Haciendo referencia al espacio, el cual regula la distancia en la interacción: 
ciclopista y estaciones intermodales, son al respecto, los temas prioritarios. 
Puede decirse que la movilidad y la proximidad influyen en la decisión de 
traslados de las personas. Si existen facilidades y variedad de transportes, las 
personas pueden trasladarse más fácilmente y consecuentemente se reducen los 
tiempos de traslado y los inconvenientes de algunos tipos de transporte; es decir, 
la gente realiza o bien deja de hacer actividades de acuerdo a las barreras o 
ausencia de estas. 
Por lo anterior, el aspecto de la intermodalidad (transferencia y movilidad a 
través de distintos medios de transporte) debe tomarse en cuenta al hacer 
planificación urbana sustentable, pues se trata de una forma de otorgar a los 
usuarios nodos y puntos de movilidad que le permitan desplazarse más fácil y 
rápidamente. 
Al respecto debe recordarse que la proximidad a nodos y espacios verdes 
representan indicadores fundamentales al momento de realizar una unidad de 
sustentabilidad básica, pues la peatonalización de las calles internas, la 
disminución del uso de automotores, y el acercamiento al espacio público de la 
comunidad, serían los beneficios más inmediatos.
27 
 
CAPÍTULO 2. DE LA VIABILIDAD Y HACIA UN CAMBIO DE PARADIGMA 
 
El presente capítulo muestra los instrumentos legales que facilitarán la 
realización del Módulo uno del corredor verde con espacios públicos abiertos. 
 
 Las Leyes Ecológicas van incorporándose poco a poco en las políticas 
públicas para formar políticas ambientales, por lo que conocer los aspectos 
legales que permitan vincular el desarrollo urbano y la sustentabilidad, servirán en 
el momento de generar nuevas propuestas, integrando lo económico, lo social y lo 
natural. 
 
Por lo anterior, se hará una revisión de lo establecido en los distintos 
niveles de gobierno y así determinar las posibilidades de concreción del proyecto. 
 
2.1 Disposiciones federales encaminadas a un desarrollo sustentable. 
 
Al revisar cuáles son las disposiciones en el ámbito Federal, puede generarse 
una mayor certeza en el actuar y guiar la propuesta hacia sus objetivos con el 
respaldo legal necesario para lograrlos. 
 
2.1.1 Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos. 
 
 En primera instancia, dentro la Constitución Política de los Estados Unidos 
Mexicanos, en el artículo 4 se menciona que “Toda persona tiene derecho a un 
medio ambiente adecuado para su bienestar”8, mientras que en el artículo 25 se 
lee: “Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que 
éste sea integral y sustentable”9. Por lo que puede considerarse éste derecho 
inalienable a la salud a través del actuar sustentable. 
 
Por su parte, en el artículo 27 se establecen las bases sobre las cuales el 
Estado mexicano promoverá y protegerá sus recursos naturales y medio ambiente 
en beneficio de todos. 
 
8
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos Art. 4º. 
9
ibid. Art. 25. 
 
 
28 
 
 En el artículo 7310 se señala que el Congreso tienela facultad de 
conminar a todos los ámbitos de gobierno y dictaminar las medidas necesarias 
para proteger, preservar y restaurar el equilibrio ecológico. 
 
El artículo 115, apartado II plantea la responsabilidad de los Municipios 
para gestionar parques, jardines y su equipamiento; no existe una ley 
reglamentaria del artículo 115 por lo que son las leyes estatales las que regulan 
los municipios: de aquí la importancia de la participación conjunta y sensata en 
términos del bienestar colectivo. 
 
 Bajo estas bases jurídicas, es necesario observar la función de los otros 
niveles de gobierno y las disposiciones emanadas en cada uno de éstos. 
 
 2.1.2 La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente. 
 
De la LGEEPA, la cual es reglamentaria de las disposiciones referentes a la 
preservación y restauración del equilibrio ecológico así como a la protección 
al ambiente, puede extraerse el reconocimiento al Desarrollo sustentable como un 
proceso evaluable y al cual puedan incorporarse criterios e indicadores. 
 
Existe además la posibilidad de obtener estímulos del ejercicio sustentable, 
pues en el artículo 21 fracción III se establece que la Federación, los Estados y 
el D.F. desarrollarán y aplicarán instrumentos económicos para cumplir los 
objetivos de la política ambiental, mediante los cuales se busca otorgar 
estímulos a la protección, preservación y restauración del equilibrio ecológico; en 
este sentido, los estímulos fiscales son un instrumento que puede facilitar dicha 
acción. 
 
2.1.3 Ley General para la Prevención y Gestión integral de los Residuos. 
 
Resulta de gran importancia esta Ley para la propuesta de los centros de 
acopio y composteras comunitarias. En esta se reconoce que en los procesos de 
 
10
 ibid. Art. 73. 
 
 
29 
 
transformación y utilización de satisfactores se generan excedentes “no útiles”, 
llamados residuos, de entre los que deben destacarse los residuos sólidos, 
clasificados a su vez en residuos peligrosos, residuos sólidos urbanos y 
residuos de manejo especial; además, con esta Ley se responsabiliza al 
generador de residuos de su manejo y de pagar por éste, se impulsa la creación 
de infraestructura privada para su almacenamiento, transporte, reciclado, 
tratamiento y disposición final, lo que permite a los municipios realizar una co-
participación (responsabilidad compartida) para el logro de la gestión integral (y 
sustentable) de los residuos; la valorización de los residuos es otro aspecto que 
no debe pasarse por alto, ya que se permite con esto buscar alternativas a la 
generación y disposición de residuos, propósito de las composteras y los centros 
de acopio propuestas en el proyecto; es en el Artículo 5 en el que se definen. 
 
En el título cuarto se plantea que el logro de la Gestión Integral de los 
Residuos dependerá de la eficacia e instrumentación del Programa para la 
Prevención y Gestión Integral de Residuos, del Diagnóstico básico, que consiste 
en el estudio que considera la cantidad y composición de los residuos así como la 
infraestructura para manejarlos integralmente, y de los Planes de Manejo, que son 
instrumentos cuyo objetivo es minimizar la generación y maximizar la valorización 
de residuos sólidos urbanos (además de los de manejo especial y peligrosos) bajo 
criterios de eficiencia ambiental, tecnológica, económica y social. 
 
2.1.4 Ley de expropiación. 
 
En este proyecto se plantea una ciclopista, así como áreas comunitarias; sin 
embargo en un tramo del trazo propuesto, la propiedad del paso es privada, por lo 
que se propone el uso de esta Ley para generar la continuidad de la ciclopista y 
del área comunitaria y dado que se consideran causas de utilidad pública, entre 
otros, la construcción de parques y jardines, se justifica su respaldo. 
 
 
 
 
 
 
30 
 
2.1.5 El Programa Nacional para la Prevención y Gestión Integral de los 
Residuos 2009-2012. 
 
Resulta este Programa una herramienta útil para ejercer una planificación 
urbana sustentable que incluya la valoración de los residuos sólidos urbanos. En 
octubre de 2009 se dio a conocer en el Diario Oficial de la Nación; fue formulado 
por la SEMARNAT y el Gobierno federal y contiene la política, el diagnóstico, 
objetivos, líneas de acción, estrategias y metas para la gestión de los residuos; su 
propósito es impulsar la prevención y gestión integral de residuos, a través de 
la minimización, separación en fuente, reutilización y reciclaje, valoración material 
y energética y disposición final bajo esquemas de responsabilidad compartida y 
diferenciada. Sus objetivos principales son Prevenir y minimizar la generación de 
residuos bajo el principio de las 3R´s (Reducir, Reutilizar, Reciclar). 
 
2.1.6 El Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012. 
 
En este apartado se extrajeron del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 
los objetivos y estrategias en lo referente al desarrollo urbano sustentable con la 
finalidad de orientarlo a la propuesta del Corredor verde con espacios públicos 
abiertos y en donde el Ejecutivo Federal ya propone encaminar el desarrollo con 
una visión de Sustentabilidad, entendiéndola como un “Desarrollo Humano 
Sustentable”, en la que debe llevarse a cabo una participación del sector privado y 
la sociedad en estrecha coordinación de las políticas públicas; se asegura, se 
brinda el apoyo a los proyectos que posibiliten el objetivo. 
 
Respecto a la gestión se menciona la necesidad de fomentar la 
participación del sector privado en la incorporación de prácticas de ecoeficiencia 
en sus actividades productivas y en el desarrollo de la infraestructura ambiental, 
siendo ésta una gran oportunidad para generar una integración efectiva. 
 
Resultará imprescindible la conciencia medioambiental que la población 
influenciada por el proyecto tendrá que adquirir, pues es en coadyuvancia con 
ésta como pueden obtenerse resultados positivos; en este sentido, dentro del 
rubro de conocimiento y cultura para la sustentabilidad ambiental se plantea la 
 
 
31 
 
necesidad de la creación de una cultura ambiental a través de la educación, la 
capacitación y la creación de valores ambientales, siendo nuevamente un área de 
oportunidad que no puede desaprovecharse. 
 
2.2 Disposiciones estatales encaminadas a un desarrollo sustentable. 
 
Cada entidad federativa debe responsabilizarse por su jurisdicción ya que se 
reciben partidas monetarias federales para ejercer eficientemente su gasto 
encaminado al bienestar de la población. 
 
2.2.1 Plan estatal de Desarrollo Urbano, Gobierno del Estado de 
México 2008. 
 
Dentro del Plan Estatal de Desarrollo del Gobierno del Estado de México 
en la Vertiente de Desarrollo Sustentable, se plantea que debe existir 
sustentabilidad ambiental para el desarrollo y la vida a través del desarrollo y 
adopción de tecnologías encaminadas a ese fin, además de promover la 
separación, clasificación y reciclaje de los desechos; reverdecer los 
asentamientos humanos a través de la plantación de árboles y plantas con 
productos comestibles, principalmente. 
 
2.2 .2 El Plan Regional de Desarrollo Urbano del Valle Cuautitlán-
Texcoco. 
 
Dentro del Plan Regional de Desarrollo Urbano del Valle Cuautitlán-
Texcoco, en el punto de Determinación de políticas y estrategias de preservación 
y equilibrio ecológico se propone aplicar medidas y ecotecnias eficaces con el 
propósito de reducir las presiones sobre el ambiente, además de Impulsar la 
reforestación urbana, la creación o rehabilitación de parques y jardines, senderos 
y cinturones verdes. 
 
Ahora bien, es en este documento donde se encuentran sugeridos 
corredoresverdes: en el rubro Instrumentos de regulación y vigilancia, referente a 
las Restricciones en el uso de la propiedad en los derechos de vía de la 
 
 
32 
 
infraestructura y los corredores verdes regionales, se establece que “(…) los 
corredores verdes son elementos de tipo lineal de un mínimo de 30 mts de 
ancho, de espacios abiertos y forestados que tienen la función de articular el 
sistema de espacios abiertos del área urbana, asegurar la movilidad de la 
fauna, canalizar y contribuir a controlar los escurrimientos superficiales (…) [estos] 
contribuirán a la estructuración territorial y a la definición, calidad y claridad de 
la imagen urbana de la región (…) deberán estar forestados o ser forestados en 
por lo menos el 50% de su superficie, con árboles de altura mínima de 6 mts y 
de 10 cms o más de diámetro a 1m de altura desde la base. Se usarán 
especies aptas para la zona, que alcancen en edad adulta una altura mayor a 
12 mts, debiendo las autoridades incluir estas disposiciones en las licencias que 
emitan (…) de preferencia las áreas de donación y el equipamiento de los 
conjuntos urbanos y condominios por los que pasen los corredores 
ambientales, se ubicarán colindantes a dichos corredores” (p. 191-193). 
 
Un punto a resaltar, contenido en los Instrumentos de organización y 
participación, es el referente a los Convenios de asociación y concesiones, que 
plantea que se buscará incorporar al sector privado en la prestación de servicios 
públicos a través de concesiones, ya que es a través de la coadyuvancia como 
podrán concretarse los objetivos planteados. 
 
2.2.3 Reglamento del Libro cuarto del Código para la Biodiversidad 
del Estado de México. 
 
De éste reglamento es necesario extraer en primer término, ciertas 
definiciones que resultan de interés, sobre todo para la propuesta de los centros 
dedicados a la recolección y separación de desechos sólidos inorgánicos así 
como para la creación de las composteras y/o biodigestores. 
 
Es en el Artículo 19 donde encontramos la reglamentación referente al 
diseño de los programas de reciclaje en donde deben considerarse entre otros 
aspectos, la determinación del local, las cantidades totales de residuos existentes 
y a generar, evaluar el mercado de materiales, los métodos alternativos de 
reciclaje, las alternativas de organización y manejo, la capacitación que deberá 
 
 
33 
 
tener el personal que trabaje en el reciclaje, así como el plan de operaciones 
necesario para el programa. 
 
En el Título séptimo, artículos 61, 63 y 64, se menciona lo referente a la 
instrumentación y contenido de los planes de manejo integral de residuos sólidos, 
competente a las autoridades municipales en coordinación con la Secretaría del 
Medio Ambiente y a los sujetos obligados conforme a la Ley. 
 
Finalmente, en el artículo 65 se hacer referencia a los convenios que 
pueden realizarse individual y colectivamente entre municipios y entidades 
públicas y privadas para el logro de los planes de manejo. 
 
2.2.4 La Coordinación General de Conservación Ecológica y 
lineamientos de importancia. 
 
En el recorrido de la propuesta del corredor verde, existe un vínculo en los 
municipios de Tlalnepantla y Tultitlán con el parque estatal de la Sierra de 
Guadalupe. En este sentido, se creó la “Coordinación General de Conservación 
Ecológica”, que entre otros objetivos tiene el de la preservación de las zonas 
ecológicas y de forestación agrícola en la Sierra de Guadalupe11. 
 
2.3 Disposiciones municipales encaminadas a un desarrollo 
sustentable. 
 
Para este apartado, se consultaron los Planes Municipales de Desarrollo 
(PMD) de los municipios influenciados en la propuesta del corredor verde, así 
como el Manual de compostaje municipal, elaborado por la SEMARNAT ya que 
resultarán de mucha utilidad al momento de elaborar las propuestas. 
 
2.3.1 Plan Municipal de Desarrollo de Tlalnepantla de Baz. 
 
En Tlalnepantla de Baz se encuentra parte del Área natural Protegida 
Sierra de Guadalupe; la estación San Rafael se ubica a las faldas de uno de los 
 
11
 Gaceta de Gobierno del Estado de México, 12 abril 1996, página 15-16. 
 
 
34 
 
cerros que forman parte de éste sistema montañoso (Tlayacapa), que ha sido el 
hogar de muchas especies ahora afectadas en gran medida por el poblamiento 
continuo de las laderas. La regeneración de ésta área protegida depende de la 
coparticipación municipal y ciudadana; y el corredor verde puede facilitar la 
integración. 
 
En el PMDU de Tlalnepantla se plantea “Controlar la expansión del área 
urbana en el Parque Estatal Sierra de Guadalupe para proteger las zonas de 
recarga del acuífero, y en general ésta Área Natural Protegida por su importancia 
en la calidad ambiental y paisajística de la región (…). Dotar reequipamiento 
recreativo al Parque Estatal de acuerdo a la zonificación de los usos de suelo 
establecidos en el Programa de Manejo Integral del mismo”12. 
 
 2.3.2 Los Convenios de coordinación. 
 
En materia de Desarrollo urbano, los Convenios de coordinación son 
instrumentos a través de los cuales la SEDESOL canaliza recursos provenientes 
del ramo 33 a favor de una entidad federativa o de un municipio a fin de ser 
destinados al cumplimiento de objetivos vinculados con el desarrollo urbano 
(infraestructura, residuos sólidos, vialidades y transportes, modernización de 
servicios, plantas de tratamiento). Se pueden canalizar recursos de aquí para 
realizar diversos proyectos, dentro del cual cabría la propuesta del corredor verde. 
 
2.3.3 Manual de compostaje municipal. 
 
El compostaje permite aprovechar los residuos orgánicos, 
transformándolos en materia fértil, muy útil como sustrato. El subproducto del 
proceso de transformación, denominado composta, puede generar beneficios 
directos, ya que por un lado puede aprovecharse en las jardineras o espacios 
públicos que requieran fertilizar la tierra (parques, camellones, áreas de 
conservación), o bien, pueden generarse ciclos de negocio con la venta del 
producto, atrayendo beneficios para las familias que utilicen esta alternativa. 
 
12
 Plan Municipal de Desarrollo Urbano de Tlalnepantla de Baz, Estado de México, p. 198. 
 
 
35 
 
 
A nivel municipal, la creación de composta con materia orgánica 
proveniente de podas, y de los miles de hogares que día con día generan 
subproductos de su consumo cotidiano, genera beneficios públicos. 
 
 El manual que se toma de referencia ha sido elaborado con la co-
participación de la SEMARNAT, el Instituto Nacional de Ecología (INE) y la GTZ 
(como parte de la cooperación técnica alemana) y resultará de gran utilidad al 
momento de tomar decisiones en los municipios influenciados por la propuesta de 
las composteras comunitarias. Este documento ofrece lineamientos generales 
sobre cómo diseñar y operar programas y plantas de compostaje municipal, 
“con el fin de reducir los costos de disposición final de Residuos Sólidos Urbanos 
(…)” (Rodriguez, 2006, p. 15), por lo que será una herramienta básica para tomar 
decisiones en la propuesta del módulo uno, concretamente en el destino de los 
subproductos recolectados en los contenedores propuestos en la biciestación, así 
como en el huerto vecinal. 
 
2.3.4 Manual de hidroponia 
 
La hidroponia es la técnica de producción o cultivo sin suelo, en el cual se 
abastece de agua y nutrientes a través de una solución nutritiva completa (con 
micro y macro nutrientes) brindándole a las plantas las condiciones necesarias 
para un mejor crecimiento y desarrollo; las ventajas en el uso de estos sistemas 
son técnicas (control del ph, ausencia de malezas, etc.) y económicas (mayor 
calidad, varias cosechas al año, etc.). 
 
En la propuesta del módulo uno existe un área denominada Andador 
Huerto vecinal, que

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