Logo Studenta

El-area-maya-en-el-contexto-del-preclasico

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
COLEGIO DE HISTORIA 
 
 
EL ÁREA MAYA EN EL CONTEXTO DEL PRECLÁSICO 
 
T E S I N A 
QUE PARA OPTAR AL GRADO DE 
LICENCIADO EN HISTORIA 
 
P R E S E N T A 
LAURA VILLANUEVA FONSECA 
 
ASESOR: DR. ÉRIK VELÁZQUEZ GARCÍA 
 
 
 
México, D.F. noviembre de 2012 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
ÍNDICE 
 
 
 
 
I. 
 
II. 
 
 
 
 
 
 
 
 
III. 
 
IV. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
V. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
VI. 
 
VII. 
 
 
PRESENTACIÓN ………………..………………………………………………………………………….…….… 
 
AGRADECIMIENTOS ………………….…………………………………………………………….…………… 
 
DELIMITACIÓN ESPACIO-TIEMPO ……………………………………………….………….……………. 
 
ALGUNAS ESPECIFICACIONES ………………………………………………….…………………………… 
¿Porqué concretar esta investigación al periodo Preclásico? ……………………………... 
¿Porqué centrar esta investigación en el Sureste mesoamericano, 
específicamente en el área maya? ……………………………………………………………………… 
El concepto de Mesoamérica ……………………………………………………………………………… 
Mesoamérica y sus áreas culturales …………………………………………………………………… 
Forma de vida indígena en el Área norte de Mesoamérica …………………………………. 
El Sureste de Mesoamérica ………………………………………………………………………….……... 
 
PRECLÁSICO TEMPRANO, 2500-1200 a.C. ……………………………………………………………. 
 
PRECLÁSICO MEDIO 1200-400 a.C. ……………………………………………….……………………... 
El culto agrícola y el origen de la figura del soberano……………………………………..……. 
El cultivo del maíz ………………………………………………………………………………………………… 
Expansión de la cultura olmeca ………………………………………………………………………..…. 
El comercio como fenómeno aculturizador …………………………………………………………. 
Arquitectura simbólico-funcional …………………………………………………………………….….. 
Montaña serpiente y montaña sustento ……………………………………………………………… 
Posible génesis de los mayas ……………………………………………………………………………….. 
El soberano y su misión ……………………………………………………………………………………….. 
Imagen mítica de la tierra y la conceptualización de la figura del soberano …………. 
 
PRECLÁSICO TARDÍO, 400 a.C.-150/200 d.C. …………………………………………..……………. 
La tradición de las estelas labradas y lisas ……………………………………..…………….………. 
El Mirador. Primer Estado maya del Preclásico Tardío y principal punto nodal en 
el centro del Petén guatemalteco …………………………..…………………………………………… 
Kaminaljuyú. Otro punto nodal del Preclásico Tardío en el Altiplano guatemalteco .... 
El Portón. Tercer punto nodal del Preclásico Tardío en la entrada al Petén …………. 
Cambios en el espíritu de la época ……………………………………………………………..……….. 
El primer abandono masivo de las ciudades mayas ……………………………………………… 
Escritura y matemáticas ………………………………………………………………………………………. 
La multidimensionalidad del pensamiento maya ……………………………………………...... 
Cómputo del tiempo y calendarios ………………………………………………………………………. 
 
RESUMEN ………………………………………………………………………………………….………………… 
 
CONCLUSIONES ……………………………………………………………………………………………………. 
 
APÉNDICE ……………………………………………………………………………………….…………………… 
 
BIBLIOGRAFÍA ……………………………………………………………………………………….……………… 
1 
 
3 
 
4 
 
8 
11 
 
13 
14 
17 
19 
21 
 
23 
 
32 
35 
36 
45 
49 
52 
56 
57 
63 
65 
 
68 
70 
 
74 
84 
88 
91 
93 
97 
101 
103 
 
106 
 
109 
 
111 
 
113 
 
1 
 
EL ÁREA MAYA EN EL CONTEXTO DEL PRECLÁSICO 
 
PRESENTACIÓN 
 
En los tiempos actuales los estilos de vida son muy diversos y los estándares más que norma 
son excepción, por ello estoy convencida que cada quien tiene la libertad de elegir cómo y 
cuándo llevar a cabo sus proyectos personales, sobre todo porque las circunstancias de vida de 
cada persona determinan su lista de prioridades. Desde que concluí las 53 materias que 
conforman el programa de estudios de la carrera de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras 
de la UNAM, tuve la oportunidad de enfilarme en el ámbito laboral pese a mi pasantía. Decidí 
dedicar todo mi tiempo y mi esfuerzo al trabajo. Durante los 14 años transcurridos desde 1998 
que acredité la última materia he tenido la fortuna en desempeñarme en el oficio de 
historiador. Mejor aún, la nobleza y versatilidad de la carrera me ha permitido adquirir 
experiencia tanto en la gestión cultural como en la investigación. 
Sin duda, muchas de las tareas que he realizado laboralmente me hubieran servido para 
titularme, pero es hasta ahora que tuve el espacio para asumir este compromiso. La Dra. Alicia 
Hernández*, a quien debo mi crecimiento profesional en los últimos 4 años gracias a su 
confianza y apoyo, me puso al frente de la investigación y gestión iconográfica de una serie 
titulada Historias de los Estados de la República Mexicana, ambicioso proyecto concebido por 
ella y editado por el Colegio de México y el Fondo de Cultura Económica. La serie incluye 31 
Historias generales, una por cada entidad federativa, exceptuando el Distrito Federal. Fueron 
escritas por reconocidos investigadores egresados de El COLMEX y de las mejores instituciones 
académicas estatales. Cada tomo debía ser ilustrado con 85 imágenes con el objetivo de 
redondear visualmente el discurso textual. El resultado fue la recopilación de más de 5 mil 
imágenes, que abarcan todas las épocas históricas de México, desde sus primeros pobladores 
hasta el acontecer de nuestros días. Para la organización y control del material iconográfico, así 
como para sistematizar su gestión relativa a los derechos de publicación, diseñé una base de 
datos que contiene toda esta información. Dicha base ha sido un gran acierto y cada día va en 
aumento, porque se convirtió en una útil plataforma de consulta y respuesta para llevar a cabo 
la investigación y gestión iconográfica para otros libros y proyectos. 
2 
 
Las Historias de los Estados son ahora una importante referencia en la bibliografía actual, sobre 
todo porque su bajo costo y lenguaje sencillo las pone al alcance del público en general. Con 
este positivo precedente, el Dr. Javier Garcíadiego, presidente de El Colegio de México, propuso 
llevar estas Historias a un espacio virtual para globalizar su difusión a través de la WEB. Como 
primer punto, se deberá trabajar en un proyecto piloto para establecer el formato requerido. 
De inicio, la Dra. Hernández me encargó realizar una guía general de la historia del México 
antiguo con el fin de perfilar las imágenes emblemáticas de este periodo. Esta tesina es 
entonces el guion para ilustrar la historia del Área maya durante el Preclásico en formato 
digital, el cual decidí convertir en mi proyecto para optar a la titulación. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
* La Dra. Alicia Hernández Chávez, es investigadora emérita del SNI y desde hace 18 años se desempeña como Presidenta del 
Fideicomiso Historia de las Américas en el Centro de Estudios Históricos del Colegio de México, llevando a cabo una 
ininterrumpida labor para difundir la historia de México en Latinoamérica, Francia, Italia, España y EUA. 
3 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
Agradezco con todo mi amor a mis padres por haberme dado la libertad de elegir mi profesión, 
invertir en ello y respetar todos mis proyectos. 
 
A mis hermanos por sus aportaciones involuntarias en los momentos de reflexión. 
 
A la Dra. Alicia Hernández por impulsarme profesionalmente y brindarme su valiosa amistad. 
 
Al grupo sinodal, Dr. Bernal, Mtro. Valencia, Mtra. Lowe y Lic. Staines, por la lectura de mi 
tesina, sus comentarios y valiosas opiniones.En especial al Dr. Érik Velázquez, a quien admiro 
profundamente, por brindarme con lucidez todo su conocimiento para orientar este trabajo. 
 
Gracias Rubén por contagiarme su determinación. 
 
 
 
 
Por último, dedico esta tesina a los dos seres 
que han girado mi vida, a la pequeña Alexa y 
al bebé Marrufo. 
4 
 
I. DELIMITACIÓN ESPACIO-TIEMPO 
 
odo trabajo de investigación exige como inicio construir el marco geográfico/temporal 
que permita ubicar nuestro objeto de estudio en el vasto espectro histórico. En este 
caso, el objeto de estudio es el proceso histórico del Área maya dentro del contexto 
mesoamericano del periodo Preclásico. Con apoyo en los estudios arqueológicos se 
identificaron los acontecimientos menudos dentro de los contextos urbanos de las ciudades 
más importantes de la época con el fin de llegar a un mayor entendimiento de la compleja 
realidad maya del México antiguo. 
Para orientar la delimitación temporal de este periodo adopté la cronología propuesta 
por Alfredo López Austin y Leonardo López Lujan,1 ya que han dedicado parte de sus 
investigaciones a esclarecer cómo se ha ido construyendo la periodización mesoamericana en la 
historiografía desde principios del siglo XX hasta nuestros días. Su trabajo reconoce las 
aportaciones de estudiosos y colegas anteriores y contemporáneos. Así formularon una 
cronología incluyente y depurada, partiendo del hecho de que los criterios clasificatorios son 
multidisciplinarios, analizados desde diferentes ángulos de estudio y desde una gran diversidad 
temática. López Austin y López Luján reconocen la complejidad social y diacronía del proceso 
histórico mesoamericano y por ello, su enfoque contiene todo tipo de aspectos, como por 
ejemplo: patrones de asentamiento, grados de centralización del poder, nivel de desarrollo 
técnico, cambios estilísticos en las manifestaciones estéticas, procesos migratorios, etc. 
A partir de esta renovada visión conduciré el análisis de los procesos históricos dados en 
los diversos ámbitos de la complejidad social durante el Preclásico mesoamericano en el Área 
maya; revisando política, economía, religión y arquitectura. Asimismo, no dejaré de mencionar 
los referentes históricos dados en este periodo pero en otras áreas de Mesoamérica e inclusive 
en otras superáreas. 
 
1 López Austin, Alfredo y Leonardo López Luján, “La periodización de la historia mesoamericana”, en Arqueología Mexicana. 
Tiempo Mesoamericano, México, Editorial Raíces/INAH, edición especial, núm. 11, 2002, pp. 6-13. También, López Austin, 
Alfredo y Leonardo López Luján. El pasado indígena. 2da. Ed. México, COLMEX-Fideicomiso historia de las Américas, 2001, pp. 
11-18. 
T 
5 
 
 
ETAPA 
LÍTICA 
PERIODIZACIÓN DE MESOAMÉRICA 
PRECLÁSICO CLÁSICO POSCLÁSICO 
Temprano Medio Tardío Temprano Tardío Temprano Tardío 
33000-2500 a.C. 2500-1200 a.C. 1200-400 
a.C. 
400 a.C.-
150/200 d.C. 
150/200-650 d.C. 650-900 d.C. 900-1200 d.C. 1200-1521 d.C. 
 
 
 
 
 
Fuente: Arqueología Mexicana. Tiempo Mesoamericano, México, Editorial 
Raíces/INAH, Edición Especial, Núm. 11, 2002, P. 6. 
6 
 
Por otro lado, con respecto a la delimitación espacial, consideré necesario incluir un 
mapa que hiciera converger las delimitaciones geográfico-culturales propuestas por 
importantes especialistas, para obtener una visión gráfica e integral del Sureste 
mesoamericano. En él se pueden apreciar las tres regiones convencionalmente aceptadas por 
los especialistas para dividirlo,2 las cuales están determinadas por indicadores geológicos, 
climáticos y características naturales de flora y fauna, que a su vez delinean desarrollos 
históricos y rasgos culturales diferenciados de las sociedades asentadas en este territorio. 
La región sur de las Tierras Altas Mayas abarca tierras chiapanecas, guatemaltecas y 
salvadoreñas. Están formadas por sierras montañosas de origen volcánico de más de 3 000 
metros de altura de donde brotan los ríos Usumacinta y Motagua y se encuentran los lagos 
Atitlán y Amatitlán. También cuentan con una franja adjunta en la costa del Pacífico de 40 a 50 
km. de longitud cuyas características geográficas contrastan con el resto del área. 
La región central, llamada también de las Tierras Bajas Mayas del Sur, se extiende desde 
la vertiente norte de las serranías de Chiapas, Guatemala y Honduras, y tiene como centro la 
meseta de El Petén guatemalteco, aquí predomina la selva tropical húmeda. En esta región 
convergen las aguas que bajan de las Tierras Altas formando dos sistemas fluviales, el río 
Usumacinta al poniente y el río Motagua al oriente. Hacia el norte delimita con Belice, Tabasco, 
y la parte sur de Campeche y Quintana Roo. 
Por último, la región norte o Tierras Bajas Mayas del Norte, abarca casi toda la 
península, abrazando todo Yucatán y la mayor parte de los estados de Campeche y Quintana 
Roo. Se trata de una extensa planicie únicamente interrumpida por ligeras elevaciones de 100 
m. como máximo, que corresponden a la llamada cordillera Puuc que corre paralela a la costa 
de Champotón y Campeche, va hacia el noroeste de Maxcanú y de aquí al sureste de Tzucacab, 
Yucatán. A medida que se avanza hacia el norte, los ríos desaparecen y el agua superficial 
escasea. El vital recurso es obtenido de un caudaloso sistema subterráneo ramificado en brazos 
y cavernas, las cuales afloran en la superficie en forma de aguadas, sartenejas y cenotes. Los 
grupos de esta región buscaron asentarse próximos a las tomas de agua naturales, pero 
también crearon depósitos de lluvia artificiales tipo cisternas llamados ch’uultuun. 
 
2 Cambié el término de área empleado por Martin y Grube por el de región, para evitar confusiones con la terminología 
utilizada por López Austin cuando define superárea cultural y área cultural. En este sentido y en la lógica de mayor a menor, al 
interior de un área cultural existen diversas regiones. Vid. Martin, Simon y Nikolai Grube. Crónica de los Reyes y Reinas Mayas. 
La primera historia de las Dinastías Mayas. México, Planeta, 2002, pp. 10. 
http://www.monografias.com/trabajos16/hidrografia-santiago-estero/hidrografia-santiago-estero.shtml
http://www.monografias.com/trabajos11/teosis/teosis.shtml
7 
 
SURESTE MESOAMERICANO DURANTE EL PRECLÁSICO 
 
Fuentes: Delvendahl. Calakmul in sight. History and Archaeology of an Ancient Maya City. México, Unas Letras, 2008. P. 15. 
Fields, Vriginia M. y Dorie, Reents-Budet. Los mayas Señores de la creación. Los orígenes de la realeza sagrada. San Sebastián 
(España), Nerea, 2005. P. 14; y Martin, Simon y Nikolai Grube. Crónica de los Reyes y Reinas Mayas. La primera historia de las 
Dinastías Mayas. México, Planeta, 2002. P. 10. 
Nota: Todos los mapas han sido redibujados y editados por el Departamento de Sistemas de Información Geográfica de El 
Colegio de México. 
-:ean f; Golfo 
CI>oIoo,,"?, ~-f'~ 
~­GU/ 
I'\J(BLA 
tABASCO 
MIOXICO ~O OAMC'" ~~ O CHIAPAS '\. G. 
' . GUATEMALA . " Op 
, 
B ICE 
HON DURAS 
Q(:ff· 
EL SALVADO 
Ki ICO 
I6metros ' __ ::::J_"~ 
______ -', __ ~~~~,~oo~ ______________ _''\' I::CARAGUt 
í f e 
Kilómetros · •• 
O 25 50 '" 2" 
8 
 
II. ALGUNAS ESPECIFICACIONES 
 
Se tiende a considerar el Área maya como un concepto sinónimo al de Sureste mesoamericano. 
La denominada Área maya no es todo el Sureste, ni en éste habitaron sólo pueblos de tradición 
maya. La población antigua de Chiapas eran hablantes de idiomas de la familia lingüística mixe-
zoque,3 pero fueron incorporados por el primer estado maya, El Mirador, que en un proceso de 
expansión hacia el oeste penetró en la región montañosa de Chiapas hacia el 200 a.C.4 Este 
avance dividió al estado en dos; en el occidente quedarían mixe-zoques y en el oriente mixe-
zoques absorbidos por mayas originarios de las Tierras Bajas Mayas.5 
Lingüísticamente los mayaspertenecen a una pluralidad de pueblos que hablan una 
gran variedad de lenguas derivadas de una macro familia lingüística, la mayence. Se cree que en 
tiempos remotos (ca. 2000 a.C.) todos los mayas hablaban sólo una lengua común denominada 
proto-maya, y que con el tiempo la movilidad humana y el contacto con otros grupos, fueron 
estructurándose variantes del mismo idioma.6 
La cultura maya fue precedida por la civilización olmeca. Hacia el siglo X a.C. durante el 
Preclásico medio, cuando surge el señorío entre los olmecas, los mayas eran apenas grupos de 
cazadores-pescadores-recolectores, iniciados en la agricultura sólo en algunas comunidades de 
las Tierras Bajas, es decir que durante buena parte del Preclásico el pueblo maya aún no 
constituía una civilización predominante. Puede decirse que su oportunidad histórica para 
erigirse en un emblema civilizatorio fue posterior al ocaso olmeca, a principios de Preclásico 
Tardío, cuando se imponen los primeros sistemas estatales mayas con sedes en las urbes El 
Mirador y Kaminaljuyú, hacia el 300 a.C., en las Tierras Bajas y Altas del sur, respectivamente7. 
Si bien es cierto que no existe hasta este momento evidencia arqueológica o lingüística 
que indique que los mayas participaron en los primeros desarrollos civilizatorios ocurridos en 
Mesoamérica durante el Preclásico Medio,8 también lo es que el sorprendente descubrimiento 
 
3 Apud. Clark, John E., Richard D. Hansen y Tomás Pérez Suárez. “La Zona Maya en el Preclásico” en Manzanilla, Linda y 
Leonardo López Luján (Coords.). Historia Antigua de México. Volumen I: El México antiguo, sus áreas culturales, los orígenes y el 
horizonte Preclásico. 2da. Ed. México, CONACULTA-INAH, UNAM-Coordinación de Humanidades/Instituto de Investigaciones 
Antropológicas, PORRÚA, 2000, pp. 452. 
4 Ibid.. pp. 459. 
5 Ibid. 
6 Ibid., pp. 444. 
7 Ibid., pp. 440. 
8 Ibid., pp. 440-452. 
9 
 
de los murales del San Bartolo en el Petén guatemalteco en marzo del 2001, ha obligado a los 
investigadores a replantearse preguntas viejas sobre la génesis de los mayas.9 
La periodización tradicional calcula que la hegemonía maya fue alcanzada hasta el 
Preclásico Tardío, sin embargo, la naturaleza sui generis de los murales de San Bartolo y la 
información mítico-histórica en ellos contenida, tanto en escritura compleja, como en ciertas 
convenciones estilísticas e iconográficas –antes vistas sólo en las manifestaciones del Clásico-, 
obliga a recorrer los parámetros del desarrollo civilizatorio maya un poco hacia la izquierda en 
la recta del tiempo, estableciendo de principio que el dominio de un tipo de escritura muy 
elaborada –ahora en proceso de transcripción- se había logrado ya antes del 100 a.C., y no 
hacia 100/200 d.C. Esto sugiere que tal vez algunas urbes mayas habían alcanzado altos niveles 
de desarrollo cultural antes de concluir el Preclásico Medio. 
El tema lejos de llegar a conclusiones definitivas, queda expuesto para futuras 
investigaciones, según se avance en la exploración de los sitios mayas aún ocultos. 
 
9 El sitio de San Bartolo fue descubierto y explorado bajo la dirección de William Saturno del 2002 al 2008. Está ubicado en el 
noreste del Petén guatemalteco. Según el recorrido de superficie y el mapeo resultante, se calcula que el sitio abarca 
aproximadamente 3 km2 y que tiene 240 estructuras, una de las cuales ha llamado notable atención por conservar murales en 
los que se observan escenas de coronación y escritura. Estos frescos están localizados en la Pirámide de Las Pinturas. Apud. 
Saturno, William A., Karl A. Taube y David Stuart, “Los Murales de San Bartolo, El Petén, Guatemala. Parte 1. El mural del 
norte”, en Ancient America, núm. 7, febrero 2005. Ed. en español. Center for Ancient American Studies, Barnardsville, N.C., 
USA, 56 p. 
10 
 
DISTRIBUCIÓN DE LOS SITIOS ALDEANOS EN EL ÁREA MAYA HACIA 1400 a.C. 
 
Fuente: Clark, John E., Richard D. Hansen y Tomás Pérez Suárez. “La Zona Maya en el Preclásico” en Manzanilla, Linda y 
Leonardo López Luján (Coords.). Historia Antigua de México. Volumen I: El México antiguo, sus áreas culturales, los orígenes y el 
horizonte Preclásico. 2da. Ed. México, CONACULTA-INAH, UNAM-Coordinación de Humanidades / Instituto de Investigaciones 
Antropológicas, PORRÚA, 2000. P. 448. 
 
 
 
En este mapa es notoria la ausencia de cualquier tipo de 
asentamiento maya en las Tierras Bajas consideradas 
como la cuna de los primeros pueblos mayas. Los 
asentamientos punteados prácticamente se sitúan en la 
costa del Pacífico y en el límite occidental del Istmo de 
Tehuantepec, reconocida como región mixe-zoque. 
11 
 
¿POR QUÉ CONCRETAR ESTA INVESTIGACIÓN AL PERIODO PRECLÁSICO? 
 
Porque es un periodo fascinante durante el cual suceden los primeros eventos de intervención 
humana que fundamentarían el fenómeno civilizador. El Preclásico es la génesis de la historia 
del hombre mesoamericano. 
En principio, se define la ocupación del territorio que hoy llamamos Mesoamérica, 10 o 
sea, que tiene lugar la distribución humana fundamental que definirá el primer mapa de 
Norteamérica y Centroamérica, el cual se divide en tres superáreas culturales: Aridamérica, 
Mesoamérica y Oasisamérica, en orden de conformación. 
Es un periodo asombroso en el que los principales descubrimientos y hazañas humanas 
son alcanzados. El Preclásico es sumamente amplio, abarca del 2500 a.C. al 200 d.C. y por ello 
es un periodo en el que el hombre mesoamericano pasó de un estado primitivo y nómada hacia 
la consolidación de las primeras grandes sociedades con población numerosa y organización 
compleja; se establecen los primeros modelos de comportamiento para vivir en sociedad, 
primero entablando relaciones básicas entre aldeas y posteriormente participando en un 
complejo político/social de pueblos jerarquizados. La población de las ciudades crece y decrece 
considerablemente, la estratificación social se corona con líderes considerados seres supremos 
y se define una élite que detenta el poder. Para el Preclásico Medio surge entre los olmecas un 
modelo de gobierno estatal inserto en un marco político religioso; como consecuencia se 
institucionaliza la figura semidivina de los altos dignatarios. Posteriormente y con esta herencia, 
hacia el 300 a.C., se erige con éxito el primer sistema estatal maya en las Tierras Bajas del sur, El 
Mirador. 
Durante este periodo se inventa la cerámica, desde los primeros burdos intentos hasta 
la manufactura especializada. La aparición de la cerámica marca el cierre del horizonte 
Protoneolítico (5000-2500 a.C.) y abre el Preclásico. Este hecho es sólo un rasgo de la 
diversificación y especialización del trabajo ocurrida en diversos procesos productivos que 
caracterizan el periodo. 
Se crea y difunde por los olmecas el primer sistema simbólico que contiene la 
representación de los elementos constitutivos del aparato cosmológico mesoamericano: el 
 
10 Vid. López Austin, Alfredo y Luis Millones. Dioses del norte y Dioses del sur. Religiones y cosmovisión en Mesoamérica y los 
Andes. México, Era, 2008, pp. 17-29. 
12 
 
árbol del mundo, la orientación cósmica de los sitios sagrados; la simbiosis de animales con 
gobernantes para convertirlos en seres semidivinos, la concepción arquitectónica de la 
Montaña Culebra o Coatepec y la Montaña Sustento, la veneración del maíz, etc. 
Surge la agricultura y conforme avanza el periodo se convierte en una práctica 
fundamental para la vida. La práctica agrícola cambia drásticamente la actitud del hombre ante 
la naturaleza y ante sí mismo. Se redefinen las estructuras del pensamiento porque la 
percepción de la realidad se modifica. Se crean los componentes sustanciales de una nueva 
cosmovisión guiada por los ciclos estacionales ylos eventos cósmicos. El culto al maíz se 
convierte en la principal práctica religiosa, porque el hombre pasa de recolector a ser 
cultivador; la conducta y valoración del entorno y el sustento cambian. Surge una actividad 
ritual intensa y significativa, que para finales del Preclásico, adquiere gran complejidad. 
En la técnica, el desarrollo de la matemática posibilita logros arquitectónicos notables, 
así como la aparición de un sistema calendárico múltiple, preciso y de amplio espectro 
temporal. Asimismo se concretan los símbolos básicos para desarrollar una escritura compleja 
que por lo general se relaciona con números fecha, cuyo maridaje permite el registro de los 
acontecimientos histórico-míticos en todo tipo de edificaciones, tallas, pinturas y cerámica. En 
la práctica de gobierno se recrea el mito y se establecen fechas hito del origen de los pueblos. 
El comercio se consolida de manera muy exitosa porque se fortalecen las relaciones 
político-económicas locales y se establecen otras de carácter regional, ampliando la red de 
intercambio comercial en toda Mesoamérica y más allá, hacia otras superáreas. 
Por último, poco antes de concluir el Preclásico Tardío se nota un ambiente de tensión 
política y defensa que anuncia una nueva época, además tiene lugar el primer abandono 
masivo de las principales ciudades mayas. Entre las causas más citadas de esta primera 
diáspora están las relacionadas con la guerra y el daño ecológico, aunque gracias a que el tema 
ha sido recientemente estudiado, mencionaré algunas de las nuevas propuestas teóricas 
científicamente sustentadas. 
 
13 
 
¿POR QUÉ CENTRAR ESTA INVESTIGACIÓN EN EL SURESTE MESOAMERICANO, 
ESPECÍFICAMENTE EN EL ÁREA MAYA? 
 
El profundo interés y admiración que despiertan los pueblos desarrollados en esta región queda 
comprobada en la tupida lista de títulos y estudios que forman un verdadero banco 
bibliográfico de un conocimiento que va en aumento. Esto se debe no sólo a los logros olmecas 
y mayas más representativos de su cultura material como lo son las cabezas, los tronos y las 
tallas en piedra verde, en el caso olmeca, y la arquitectura, las estelas, la cerámica fina, los 
calendarios, la escritura, la numeración y el aparato de gobierno, en el caso maya, que los 
distingue históricamente, sino también por el asombroso alcance civilizatorio de ambos pueblos 
hacia otras áreas de Mesoamérica, que hizo posible un nutrido intercambio cultural y comercial 
a través de una amplia red terrestre y marítima que iba hacia el sur hasta El Salvador (hasta 
Perú según algunos) y al oeste en el Altiplano central (hasta el norte, según otros). En este 
sentido, no hay duda de la dinámica relación política-económica que desde el Preclásico 
entablaron los olmecas y mayas con otras culturas como las mixe-zoqueanas o las oaxaqueñas. 
 Posteriormente durante el Clásico los mayas detentarían el control absoluto del área, 
sobre todo en la región central, pero además se abrirían francamente al influjo de la gran urbe 
del altiplano central, Teotihuacán. Esta investigación puede tomarse como referencia para 
entender los desarrollos civilizatorios previos a las grandes culturas clásicas mesoamericanas. 
En concreto, estudiar el Área maya es acercarnos a la historia mixe-zoque11 y maya. 
Estos pueblos, junto con otros también ubicados en el Sureste mesoamericano,12 formaron una 
amplia red de sociedades con diferentes niveles de desarrollo, poder y codependencia a lo 
largo de su historia. Desde la hegemonía olmeca, el Área maya siempre mantuvo contacto con 
otras áreas del mapa mesoamericano a través del comercio a corta, mediana y larga distancia, 
lo cual fue una constante a lo largo de toda la época prehispánica.13 
 
11 Los olmecas eran mixe-zoqueanos. 
12 Por ejemplo, los lencas, chorotegas y subtiabas de la tradición otomangueana; y los pipiles y nicaraos de la tradición 
yutoazteca. 
13 El intercambio entre las superáreas recorrió largos caminos de norte a sur y viceversa. Por ejemplo, en el área Norte al 
interior de la Superárea Aridoamericana, se ubicaban los genéricamente denominados pueblos chichimecas, nombre impreciso 
que designa a grupos con orígenes, lengua y modos de vida muy disímiles entre sí. Sin embargo, puede decirse que en su 
mayoría eran muy diestros en el uso del arco y la flecha, armas desconocidas en Mesoamérica e introducidas en este territorio 
por ellos como uno de los productos de intercambio comercial más importantes. 
 Por otro lado, en sentido inverso, desde Mesoamérica occidental viajó la tradición del juego de pelota hasta el área Hohokam 
en la parte central de Oasisamérica. Los hohokam dominaron los ambientes semiáridos del desierto de Arizona y Sonora, 
14 
 
Sin duda, entender como principio la amplitud y profundidad de la red mesoamericana 
durante el Preclásico, ayuda a puntualizar procesos de carácter político, económico y cultural a 
cualquier nivel, ya sea local, regional o de área. Para ello, revisaremos en el siguiente apartado 
el concepto de Mesoamérica, el cual ha sido redefinido por Alfredo López Austin y Leonardo 
López Luján. 
 
EL CONCEPTO DE MESOAMÉRICA 
 
La idea de lo que es Mesoamérica ha variado en la historiografía a lo largo del tiempo. Esto lo 
advierten los estudiosos Alfredo López Austin y Leonardo López Luján, quienes han tomado el 
caso en sus manos para hacer una revisión y una nueva aportación al tema. Como resultado 
han propuesto una nueva definición del concepto Mesoamérica, según las siguientes ideas.14 
Durante los 2 500 años que dura el Protoneolítico (5000-2500 a.C.) el hombre logra el 
paso transicional entre el nomadismo basado en la pesca, la caza y la recolección, a la 
agricultura. Esta última no debe ser considerada sólo como una mera técnica productiva, es en 
realidad, un hecho histórico de gran trascendencia, porque es a través de la agricultura que se 
conforman los fundamentos socio-culturales que diferenciaron el destino de las tres 
superáreas. Es decir, el paso de la mera apropiación de los recursos naturales a la producción 
agrícola impone una transformación en la percepción de la realidad y la concepción del 
universo, que se proyecta en la manera cómo se enfrenta la vida. De hecho, los grupos que 
continuaron su desarrollo dentro de una economía de pesca-caza-recolección, prolongaron por 
muchos más siglos sus antiguas creencias y formas de vida. Esto no necesariamente debe ser 
considerado como un atraso cultural, estos pueblos sólo se ciñeron a las oportunidades de 
subsistencia que el medio geográfico les impuso. Las sociedades agrícolas modificaron de una 
vez y para siempre sus actividades de subsistencia, su organización social y su cosmovisión. Es 
por ello que, pese al intenso intercambio entre Oasisamérica, Aridamérica y Mesoamérica, 
 
dependientes tan sólo de los afluentes de los ríos Gila y Salado. Recibieron de los mesoamericanos occidentales el juego de 
pelota y lo hicieron propio, sus canchas no eran rectangulares ni en forma de “T”, tenían forma ovalada alargada y con un 
marcador central. También importaban cascabeles de cobre y mosaicos de pirita desde las lejanas tierras mesoamericanas. 
Apud. López Austin, Alfredo y Leonardo López Luján. El pasado indígena, pp. 40. 
14 Apud. López Austin, Alfredo y Leonardo López Luján. Op. Cit., pp. 11-79. 
15 
 
permanecieron intactos los fundamentos socio-culturales de cada superárea, que habrían de 
diferenciarlas. 
En el entendido de que la agricultura es un parteaguas en la historia del hombre, vale la 
pena puntualizar lo que significa esta actividad y su impacto real para la existencia humana. 
Desde tiempos milenarios, inclusive antes del límite generalmenteaceptado por los estudiosos 
para fechar los inicios del sedentarismo agrícola en el 5000 a.C., algunos grupos humanos de 
pescadores-cazadores-recolectores no sólo conocían perfectamente el ciclo reproductivo de 
animales y plantas, sino que ocasionalmente intervenían en su crecimiento. Estas sociedades 
asentadas en tierras con abundancia de frutos, vegetales y animales, no requerían sembrar y 
cosechar, ya que el medio les proveía de suficiente alimento para almacenar reservas. Así fue 
por ejemplo para los grupos asentados en la Cuenca de México, cuya riqueza y diversidad de 
sus ecosistemas les permitió ser sedentarios y practicar la caza, pesca y recolección. 
En este sentido, ni agricultura es necesariamente igual a sedentarismo, ni nomadismo es 
forzosamente igual a pesca-caza-recolección; los niveles e intensidad en estas prácticas de 
subsistencia lo determinan el medio geográfico en que se vive y el crecimiento demográfico de 
cada sociedad. Sin embargo, puede considerarse que la práctica agrícola anterior al 5000 a.C. 
era un cultivo a conveniencia, intermitente, con algunas pausas estacionales, es decir, no 
sistematizado. El paso del cultivo simple a la agricultura consistió en la intervención deliberada 
del hombre en el ciclo vegetativo de las plantas, con el fin de producir alimentos en mayor 
cantidad y mejor calidad, así como en repetir esta práctica sistemáticamente durante siglos. 
El hombre tuvo que regular su vida al ritmo de los ciclos estacionales y modificar el 
entorno próximo a su vivienda para preparar tierras de cultivo intensivo. La agricultura en 
expreso sentido es la domesticación de las plantas, alterando su comportamiento genético para 
beneficio humano. A causa de esta manipulación, la planta pierde sus capacidades de 
fertilización y dispersión naturales, se hace indispensable la mano del hombre para cultivarlas; 
pero a cambio se obtienen productos de mejor calidad, en algunos casos híbridos, que se 
adaptan a diversos climas y suelos, y se optimiza el aprovechamiento de todas las partes de la 
planta. 
16 
 
La agricultura es entonces una relación codependiente e indisoluble entre hombre y 
naturaleza. Esto modificó el pensamiento y comportamiento de las sociedades agrícolas y por 
tanto su idea del mundo y el universo. 
Contrario a lo que podría pensarse, la variedad alimentaria de los pueblos pescadores-
cazadores-recolectores era mucho mayor a la de las sociedades agrícolas. Los segundos 
disminuyeron la variedad de frutos y vegetales, redujeron el disfrute de sabores y valores 
nutrimentales. En cuanto al trabajo, los agricultores dedicaban más horas de la jornada diaria y 
en ocasiones esto ni siquiera aseguraba el sustento en épocas de sequía o lluvias abundantes. 
La apropiación de los recursos de la tierra a través del trabajo cíclico-estacional modificó el 
espíritu del hombre, lo arraigó a la tierra y lo llevo a entablar otro tipo de relaciones con sus 
semejantes. 
El hombre americano comenzó cultivando guaje y calabaza,15 posteriormente sembró 
frijol, maguey, nopal, coyol, yuca, tomate, aguacate, amaranto, chile, zapote negro y blanco, 
ciruela, algodón y maíz. Éste último se convertiría en el principal producto de la tierra, al grado 
de ser valorado como alimento sagrado. En torno a su cultivo se fundó la unidad cultural 
mesoamericana; se considera que el simbolismo del maíz se popularizó en Mesoamérica hacia 
el siglo IX a.C. 
La característica principal de Mesoamérica es su heterogeneidad geográfica y cultural; 
sin embargo, las sociedades mesoamericanas poseían una tradición común derivada del cultivo 
del maíz. Esta tradición de agricultores estaba compuesta por distintos elementos, desde los 
que integraban un núcleo duro, así denominado por López Austin, hasta los que son mutantes. 
Sobre el núcleo duro se genera y estructura todo el acervo tradicional con variantes regionales 
y locales, “sobre las cuales se colocaron las estructuras de pensamiento producidas a lo largo 
de la historia”.16 Por ello las sociedades que se desarrollaron en territorio mesoamericano, pese 
a sus tradiciones particulares y a los diversos niveles de desarrollo técnico, político, social y 
económico, lograron identificarse y mantener comunicación. 
 
15 Los hallazgos de Kent V. Flannery y Joyce Marcus al interior de un refugio nómada en la cueva de Guila Naquitz, Oaxaca, han 
puesto al descubierto restos de calabaza domesticada que data del 8000 a.C. Ibid., pp. 25. 
16 Ibid., pp. 66. 
17 
 
MESOAMÉRICA Y SUS ÁREAS CULTURALES 
 
Mesoamérica es una de las tres superáreas culturales de Norteamérica y Centroamérica. Su 
extenso territorio rebasó las actuales fronteras nacionales y aglutinó las diferentes áreas sobre 
las que se desarrollaron las culturas prehispánicas establecidas desde el norte hasta el centro 
de América, en lo que hoy es México, Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua y 
Costa Rica. Actualmente se distinguen seis áreas al interior de Mesoamérica: Centro, Occidente, 
Golfo, Norte, Oaxaca y Sureste17. 
En la Superárea Mesoamericana se asentaron desde los pueblos antiguos como el 
olmeca, entre los años 1200 al 500 a.C., hasta la última cultura hegemónica viviente a la llegada 
de los españoles en 1521, la mexica. Y aunque esta fecha es emblemática porque se considera 
genéricamente como el fin del mundo prehispánico, el proceso de colonización que dio 
comienzo con la conquista tuvo ritmos y alcances distintos a lo largo de todo el territorio 
mesoamericano. Hubo zonas de difícil penetración donde la colonización se logró tardíamente 
como en el norte de México, el sur de Estados Unidos, la región central de los actuales estados 
de Querétaro e Hidalgo18 y partes del Área maya. 
 
17 Martin, Simon y Nikolai Grube. Op. Cit., pp. 11-79. 
18 Por ejemplo, la región central de los actuales estados de Querétaro e Hidalgo experimentó un proceso de colonización lento y 
doloroso, ya que los jonaces y pames sucumbieron hasta dos siglos después de la toma de Tenochtitlán, a través de una 
campaña militar atroz llevada a cabo en 1748 por el coronel José Escandón, Conde de Sierra Gorda. Algunos estudiosos afirman 
que este personaje fue el más grande etnocida de esta región. Sin embargo y pese a tanta sangre indígena derramada, 
Escandón únicamente logró controlar la zona a través de un estado de terror. Es hasta el año de 1750 que fray Junípero Serra, 
acompañado por fray Francisco Paláu, se convierten en los verdaderos pacificadores de este territorio. Apud. Galaviz de 
Capdevielle, Ma. Elena. Descripción y pacificación de la Sierra Gorda en Rebeliones indígenas en el norte del reino de la Nueva 
España siglos XVI y XVII. México, Campesina, 1967. 219 pp. 
18 
 
ANTIGUAS SUPERÁREAS 
 
Mapa 3 
 
 
 
Pese al intercambio comercial intenso ocurrido entre 
Aridamérica, Oasisamérica y Mesoamérica y a la 
imitación de ciertos rasgos estilísticos, las tres 
superáreas conservaron los fundamentos 
socioculturales de su tradición que las llevó a tener 
procesos históricos diferenciados y propios. 
 
 
19 
 
FORMA DE VIDA INDÍGENA EN EL ÁREA NORTE DE MESOAMÉRICA 
 
Como un ejercicio comparativo para destacar las diferencias entre las culturas del Norte y las 
culturas del Área mesoamericana, repasemos en general las adaptaciones de vivienda, sustento 
y cultura material que les permitió su contexto geográfico. 
El norte de México y sur de Estados Unidos se caracterizaron por una población 
dispersa, de variada filiación lingüística y con costumbres y modos de vida satanizados por los 
colonizadores. “La ignorancia de los grupos del área Norte de México hizo que desde los 
albores de la Colonia se les llamara ‘chichimecas’, nombre que ya desde la época prehispánica 
era impreciso. Este término designa pueblos de características económicas,étnicas y culturales 
diferentes”, pero en general fueron diestros con el arco y la flecha, ágiles físicamente, con una 
cultura material exigua y muy resistentes al proceso colonizador.19 
 
 
 
Utensilios de arcilla y fibra 
vegetal elaborados por los 
indígenas del Norte 
 
 
 
Choza indígena del Área norte 
 
 
 
Ilustraciónes de Henry C. Pratt, tomada 
de Bartlett, John Russell. Personal 
narrative of explorations and incidents in 
Texas, New Mexico, California, Sonora 
and Chihuahua, connected with the 
United States and Mexican Boundary 
Commission, during the years 1850-
1853. Londres, George Routledge, 
[1854]. 
 
 
 
 
Interior de una tienda pima 
 
19 López Austin, Alfredo y Leonardo López Luján. El pasado indígena, pp. 40. 
20 
 
“En las regiones septentrionales, donde la aridez no permitió la transformación protoneolítica 
hacia la agricultura, los recolectores-cazadores continuaron su antigua forma de vida durante 
milenios. Con la separación en 2500 a.C. de las sociedades nómadas y las agrícolas sedentarias 
se marca convencionalmente el nacimiento de Aridamérica y Mesoamérica. Dos mil años 
después, el vasto territorio aridamericano se verá disminuido probablemente por las avanzadas 
de los agricultores que penetraron desde el sur a los actuales territorios de Chihuahua, Sonora, 
Nuevo México y Arizona. Surgirá así en el corazón mismo de Aridamérica una nueva superárea 
cultural: Oasisamérica”.20 Ésta fue la última en formarse hacia el 500 a.C. y los grupos que la 
habitaron eran una especie de híbrido entre cazadores-recolectores y agricultores 
dependientes de eficientes sistemas de irrigación, pues las condiciones adversas del territorio 
desértico los obligó a no abandonar la caza y recolección para lograr su subsistencia. 
 
 
Ilustración de Valerio Paredes, 2008, tomada de la Sección de Arqueología del CONACULTA, Centro INAH Sonora. 
 
Reconstrucción de una unidad habitacional en el Norte de México durante la época 
prehispánica, Cerro de Trincheras, Sonora. 
 
20 Ibid., pp. 27-28. 
21 
 
EL SURESTE EN MESOAMÉRICA 
 
En el Sureste mesoamericano se ubica el Área maya, la cual queda enclavada en la mayor parte 
de Mesoamérica oriental; comprende básicamente las Tierra Bajas del Sur, las Tierras Bajas del 
Norte y las Tierras Altas del Sur; situadas entre los actuales estados de Yucatán, Campeche, 
Quintana Roo, oriente de Tabasco, el noreste de Chiapas, gran parte de Guatemala, todo Belice 
y los límites occidentales de Honduras. 
En esta vasta zona viven los pueblos mayas. Su longevidad y continuidad cultural ha sido 
conservadas, en cierta medida, gracias al difícil acceso de su geografía y sobre todo a la fuerte 
resistencia de sus comunidades. Los mayas defendieron su integridad cultural hasta poco antes 
de culminar el siglo XVII, una vez logrado el control español sobre los indios itzáes de Tayasal 
(hoy Flores Petén, Guatemala).21 Se considera que la cultura maya abarca un amplio proceso 
histórico ininterrumpido de por lo menos 2 500 años, tomando en cuenta que los primeros 
asentamientos importantes datan del Preclásico Medio hacia el 500 a.C. en Tierras Bajas, y 
hasta el apoderamiento español del último reducto de resistencia maya en Tayasal en 1697. 
Durante todo este largo periodo, la cultura maya fue testigo del surgimiento y caída de 
importantes ciudades-estado en otras regiones de Mesoamérica, tales como Teotihuacán, 
Monte Albán, Tajín, Tula, Tenochtitlán. A la llegada de los españoles, el Área maya abarcaba 
casi la mitad del territorio mesoamericano. 
En la actualidad es innegable que la cultura maya aún se mantiene viva, aunque 
afectada por la marginación y el acoso de los proyectos nacionales que le imponen estructuras 
federales inflexibles a una realidad histórica sui géneris. 
 
 
 
 
 
21 El Reino de Guatemala también conocido como Capitanía General de Guatemala, en esta época formaba parte del Virreinato 
de Nueva España; la región comprendía el actual estado mexicano de Chiapas y los actuales países de Guatemala, Belice, El 
Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. 
22 
 
 
Fotografía de Miguel Bracho, Serie: Hach winik (Los dueños de la selva), Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos 
Indígenas, Fototeca “Nacho López”, No. 21742. 
 
Familia de Palenque, Pueblo Lacandón, julio de 1982 
 
 
 
 
Fotografía de Fernando Rosales, Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, 
Fototeca “Nacho López”, No. YUC55 
 
Familia maya de Hoteoch, Chemax, Yucatán, 2006 
23 
 
III. PRECLÁSICO TEMPRANO, 2500-1200 a.C. 
 
Este largo periodo fue fundamental para la historia humana. Hubo desarrollos revolucionarios 
en técnica, economía, organización social, política, ritos y creencias. Hacia el 2000 a.C. América 
Central estaba escasamente habitada por grupos de cazadores-pescadores-recolectores; mil 
años después, la agricultura, el mayor logro en las prácticas de subsistencia, forjaría una 
civilización agrícola admirable en las Tierras Bajas de la Costa del Golfo, los olmecas. 
 A esta época corresponde el inicio de la cerámica en Mesoamérica. Sin embargo, hay 
estudios que señalan que esta actividad no nace en esta superárea, sino que más bien proviene 
de América del Sur, específicamente del territorio de la actual Colombia, donde se ha 
descubierto una cerámica burda, mal cocida y sin decoración, que data del 3000 a.C. 
aproximadamente.22 
La cerámica más antigua desenterrada en territorio mesoamericano procede de Puerto 
Marqués, Guerrero; de Tehuacán, Puebla (fase Purrón Pox pottery) y de Tlapacoya, Estado de 
México, datadas entre 2400 y 2300 a.C.; se trata de cerámica burda, sin alisar ni pintar. 
También se ha encontrado una cerámica de características similares en la región oaxaqueña 
que se fecha entre 1900 y 1150 a.C. En la región olmeca de Tabasco, los grupos humanos 
establecidos en las riberas del río Barí produjeron una cerámica antigua entre 1750 y 1400 a.C. 
En el Occidente de México, en los actuales estado de Colima y Jalisco, se produjo una cerámica 
monócroma, decorada por incisión o punzonado, denominada Capacha, que se sitúa hacia 1700 
a.C. 
La producción de cerámica es un gran logro técnico del hombre y proporciona varios 
indicadores en el desarrollo cultural de las sociedades del Preclásico. En principio, supone un 
estado de vida sedentario que no ponga en riesgo el traslado de ollas, vasijas y platos que 
puedan romperse; por otro lado, estos enseres domésticos permiten ventajas que los 
recipientes de cestería, madera o piedra no, por ejemplo, se pueden almacenar líquidos y 
sólidos, soportan el fuego directo para cocinar y calentar alimentos, resiste el ataque de 
depredadores, etc. 
 
 
22 Joaquín, García Bárcena, “Preclásico Temprano (2500-1200 a.C.)”, en Arqueología Mexicana. Tiempo Mesoamericano. 
México, Editorial Raíces/INAH, Edición Especial, núm. 11, 2002, pp. 16-21. 
24 
 
En la costa del pacífico, alrededor de 1600 a.C., se establecieron las primeras aldeas y 
adoptaron la cerámica, lo cual parece indicar que hay un paralelismo entre el sedentarismo y la 
técnica cerámica en las Tierras Bajas mesoamericanas. 
 
 
Antigua alfarería, Fase Barra de la 
Costa del Pacífico de Chiapas. 
 
Por el tipo de manufactura y 
decoración de estos recipientes, se 
cree que pudieron ser utilizados para 
contener bebidas rituales como cacao 
y bebidas a base de maíz. 
 
 
 
Ilustración tomada de Clark, John E., Richard D. Hansen y Tomás Pérez 
Suárez. “La Zona Maya en el Preclásico” en Manzanilla, Linda y Leonardo 
López Luján (Coords.). Historia Antigua de México. Volumen I: El México 
antiguo, sus áreas culturales, los orígenes y el horizonte Preclásico.2da. 
Ed. México, CONACULTA-INAH, UNAM-Coordinación de 
Humanidades/Instituto de Investigaciones Antropológicas, PORRÚA, 
2000. P. 450. 
 
El ajuar doméstico durante los primeros tiempos de esta remota época lo completaban 
recipientes de origen vegetal como guajes y calabazas, herramientas líticas rudimentarias como 
piedras con filo para corte, variadas puntas de proyectil y utensilios para la molienda de 
semillas. La talla en madera fue posible gracias a las filosas herramientas de piedra con las que 
se obtenían hachas y azuelas. Las fibras vegetales también fueron aprovechadas para hacer 
redes de pesca, cestería y cordelería. 
Como ya se dijo, los grupos humanos anteriores al Protoneolítico (5000-2500 a.C.) se 
alimentaban únicamente de la caza, la pesca y la recolección. Posteriormente, hacia el año 
5000 el ser humano se inicia en la siembra, pero existen dos momentos durante este logro que 
se definen por la intensidad en su práctica. En una primera etapa basta con el cultivo de 
temporal, es decir, apegada a los ciclos estacionales; la movilidad de las tribus respondía a la 
disponibilidad de alimento existente en un área específica según la época del año. Su andar 
25 
 
marcaba rutas y puntos a los que regresaban en tiempos fértiles y abandonaban en tiempos 
secos o fríos. Este comportamiento tribal es denominado por algunos autores como 
nomadismo cíclico.23 
Cuando el Preclásico dio comienzo, las técnicas agrícolas ya habían progresado bastante; 
la construcción de chinampas fue un recurso técnico utilizado en las zonas lacustres como la 
Cuenca de México o pantanosas como Veracruz y Tabasco desde épocas muy tempranas, hacia 
1250 a.C. Algunos sistemas de irrigación aparecen en Tehuacán, Puebla, hacia el 700 a.C., 
trescientos años después, en la Cuenca de México y en el valle de Oaxaca. 
 
 
Dibujo tomado de Cristian Barros y Marco Buenrostro. 
La cocina prehispánica y colonial. México, 
CONACULTA, 2001. Serie: Tercer Milenio, p 22. 
El aguacate es un fruto originario de México y de los 
más antiguos; particularmente de las zonas altas del 
centro y este del país. Su nombre deriva del náhuatl 
ahuacátl que significa testículo por su particular 
parecido con esta parte anatómica masculina. Su 
sabor, textura, propiedades alimentarias y la 
versatilidad culinaria, lo ha convertido en un 
ingrediente de la cocina internacional. También es 
materia prima de la industria cosmética. Desde los 
tiempos prehispánicos hasta nuestros días, todas las 
partes del árbol de aguacate, al igual que la planta 
del maíz, han sido aprovechadas íntegramente.24 
 
Se inicia la domesticación de plantas, muchas de las cuales constituirán la base de la 
agricultura mesoamericana como el maíz, frijol, coyol, amaranto, aguacate, zapote negro y 
blanco, calabaza, maguey, nopal, yuca, chile, algodón, tomate y ciruela. Éste fue un largo 
periodo de prueba en el que no sólo se intentó domesticar plantas locales, sino que también se 
cultivaron algunas especies provenientes de otros climas y contextos naturales. En cuanto a los 
animales, se domesticaron el perro, guajolote, perico, guacamaya y abeja. 
 
23 Ibid. 
24 Manuel Sarmiento Fradera, “El aguacate. Joya de México para el mundo” en México Desconocido. México, año 26, núm. 308, 
octubre de 2002, [en línea]. Publicada en agosto de 2002. [5 de agosto de 2011]. Disponible en la Web: 
http://www.mexicodesconocido.com.mx/el-aguacate.-joya-de-mexico-para-el-mundo.html. 
http://www.mexicodesconocido.com.mx/el-aguacate.-joya-de-mexico-para-el-mundo.html
26 
 
Los avances agrícolas estuvieron reforzados por la caza, recolección y pesca local. Pese a 
que de ésta época sólo se cuenta con evidencia arqueológica proveniente de las regiones de 
Tamaulipas, Valle de México, occidente de Jalisco y cuenca del Río Balsas, se puede afirmar que 
el sedentarismo humano, gracias al cultivo de temporal y a la domesticación de plantas y 
animales, fue general en toda Mesoamérica, no sólo en las zonas con climas benignos, si no 
también en contextos geográficos áridos como lo es el norte de México. 
El siguiente paso técnico derivado de la agricultura fueron las soluciones implementadas 
para el control, almacenamiento y distribución del agua, lo cual posibilitó aumentar las 
cosechas por año. 
La organización tribal fue la primera organización social y era básicamente igualitaria. 
Las aldeas estaban conformadas por familias extensas que se mantenían unidas cuando 
abundaba el alimento, pero en tiempo de escasez se dispersaban en pequeñas bandadas en 
busca de alimento. Posteriormente, cuando los progresos agrícolas posibilitaron el 
sedentarismo, las tribus se concentraron en conjuntos de caseríos que no rebasan más de 
veinte chozas distribuidas libremente alrededor de los campos de cultivo, generalmente 
localizados en planicies aluviales de ríos o riberas lacustres. 
Las casas de la gente común eran rústicas y semejantes entre sí, estaban construidas 
con materiales perecederos locales y diseñadas de acuerdo con las necesidades climáticas del 
lugar sin mayor pretensión. En cambio, las residencias de los principales de la comunidad se 
comenzaron a levantar en los mejores espacios habitacionales sobre terraplenes de cierta 
altura, con el fin de evitar los bajos inundables, como una clara intención de hacer notorias las 
diferencias sociales en el tamaño, tipo y lugar de construcción. 
27 
 
Fotografía de Nacho López, SINAFO/Fototeca Nacional/INAH, No. 397863. 
Indígena lacandón en un apiario, Ocosingo, Chiapas, región tzetzal, 1974-75. 
 
El cultivo de la abeja es una de las prácticas más antiguas de México, sobre 
todo entre los mayas. Aprovecharon la abundancia de especies nativas 
como la abeja “melipona" (Melipona beechii), cuya miel es considerada 
como un milagro de la naturaleza ya que, además de su valor alimenticio y 
nutricional, tiene poder curativo. Ésta se cultiva al interior de troncos 
huecos, apilados a un costado de las chozas. En esta imagen se muestra un 
apiario que guarda otro tipo de abeja de origen europeo. 
 
El proceso constructivo de las habitaciones de la gente del común es una constante 
técnica de prolongada duración histórica, tanto en los materiales empleados, como en los 
métodos y prototipos. En algunas regiones del país aún se pueden admirar casi inalterables 
modelos típicos de casas levantadas con materiales totalmente orgánicos obtenidos del 
entorno natural. Las técnicas de construcción resultan ser las mismas porque sólo cumplen una 
función habitacional rasa, sin mayor pretensión más que la de proteger y cohabitar. En cambio, 
28 
 
las casas de la élite son edificaciones multifuncionales, pues al uso habitacional habría que 
agregar el fin simbólico, defensivo, ritual, de poder. Es por ello que las transformaciones de los 
rasgos culturales de una sociedad en épocas remotas se estudian por lo general en la 
producción material dejada por los grupos dominantes, debido a que emplearon materiales 
duraderos y en ellos dejaron la evidencia de su momento histórico. 
 
 
 
 
 
 
 
 
Técnica constructiva antigua aún vigente 
en la región Tepehua de Veracruz. La 
estructura base es armada con troncos del 
árbol otate, luego se recubre de lodo y 
fibra vegetal que por último se aplana con 
cal. 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fotografías de Ariel Castellanos, Comisión Nacional para 
el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Fototeca “Nacho 
López”, Nos. 42923, 42929, 42931. 
29 
 
 
Fotografía de Adam Wiseman, 2 de mayo de 2008 
 
Casa de pencas de maguey, Hidalgo 
 
La gente común a lo largo de la historia ha tomado los recursos 
naturales locales para construir sus casas con un diseño modesto de 
acuerdo a las necesidades climáticas de cada lugar. En algunas partes 
de México la gente aún levanta sus hogares como en la antigüedad, 
conservando reminiscencias constructivas,debido a su efectividad o a 
la falta de recursos para consolidar una casa de materiales duraderos 
como el cemento; se echa mano de lodo, varas, juncos, piedra, carrizo, 
palma, maguey, hoja de plátano, pieles animales, bloques de tierra, 
madera, etc. 
30 
 
Para el 1400 a.C., tanto en la costa del Pacífico chiapaneca, como en la parte baja de la 
Costa del Golfo, en Veracruz y Tabasco, hubo pequeñas comunidades aldeanas con 
jerarquización social como principio organizativo, establecida por la distinción hereditaria de 
rango,25 es decir, la cesión de un cargo de responsabilidad y liderazgo dentro de la comunidad a 
un líder, trasmitida por vía paterna y refrendada por un antepasado. Antes de que dieran 
comienzo los tiempos mesoamericanos se cree que dentro de los primeros agrupamientos 
humanos era elegido el miembro más destacado para guiar a la comunidad, ya por sus hazañas 
o por su experiencia. Durante el Preclásico Temprano la división social se acentúa y se recurre a 
una justificación mítica y material para este nuevo orden. 
El incremento en el número de miembros de los grupos humanos fue una constante. 
Aunque las aldeas eran más o menos autosuficientes con una producción interna que cubría la 
mayor parte de las necesidades de subsistencia, también practicaban el intercambio de 
productos y materiales locales y lejanos con otras aldeas, lo cual significó el establecimiento de 
rutas comerciales. 
Las características en la religiosidad de la época se advierten en varios aspectos; en la 
disposición de sitios específicos para efectuar rituales, en la manera de enterrar a los muertos y 
en la iconografía de la pintura rupestre. Cuando las aldeas se diversifican en tamaño e 
importancia, es necesario reorganizar el espacio destinando lugares para funciones específicas. 
Las personas fallecidas generalmente eran preparadas en un envoltorio tejido con fibra natural 
y eran colocados debajo del piso de la casa, cerca de ella, o bien en pozos de almacenamiento 
abandonados. También surge la necesidad de levantar recintos sobre plataformas circulares o 
rectangulares, destinadas únicamente para funciones ceremoniales y rituales, cuyo acceso se 
restringía al sacerdote o líder de la comunidad. Asimismo, las cuevas y grietas fungieron como 
puertas de entrada al inframundo y eran consideradas como espacios sagrados. Muchas de 
estas aperturas naturales aún conservan pintura plasmada en paredes y rocas que muestra la 
valoración sagrada de los elementos y aspectos básicos para la supervivencia humana, como el 
sol, la tierra, el agua y la fertilidad; todos componentes del culto agrícola. 
 Ya mencionamos que la práctica agrícola modifica la relación hombre-naturaleza-
cosmos, debido a que la humanidad pasa de ser un simple recibidor de los frutos de la tierra a 
 
25 Clark, John E., Richard D. Hansen y Tomás Pérez Suárez. Op. Cit., pp. 449. 
31 
 
un explotador. La tierra es en sí misma una dadora del sustento, pero la necesidad de crear 
excedentes exige abrirla, hacer el surco y sembrar la semilla para extraer mayor cantidad de 
alimento. El aumento poblacional hace necesario instrumentar métodos agrícolas intensivos, 
como los campos levantados y las terrazas cultivables, que implican complejas obras 
hidráulicas. Como parte de este incremento en los cultivos, surge también la necesidad de 
mantener y enriquecer el culto agrícola a través de actos rituales cada vez más complejos y 
representativos de la relación hombre-naturaleza-cosmos. 
El líder de la comunidad se convierte en el encargado no sólo de dirigir la vida política y 
económica de su pueblo, sino también de mantener el equilibrio de las fuerzas de la naturaleza 
y el universo. Su mayor responsabilidad es quizá, asegurar el sustento de su gente, 
interactuando con los dioses a través del rito para propiciar buenas cosechas. Su función social 
será el antecedente más remoto de la figura del soberano y de hecho es el origen mismo del 
poder. 
32 
 
IV. PRECLÁSICO MEDIO 1200-400 a.C. 
 
Para los inicios de este periodo comienza a dibujarse un mapa mejor definido por una gran 
diversidad cultural, en el que sobre salen 6 áreas: 
- Centro: Cuenca de México, Valles de Morelos, Mezquital, Toluca y corredor geográfico-
cultural Puebla/Tlaxcala. 
- Occidente: Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y partes de Guanajuato y 
Querétaro. 
- Golfo: Planicie Costera 
- Norte: Aguascalientes, San Luis Potosí, Zacatecas, Durango, Tamaulipas, Michoacán y 
partes de Guanajuato y Querétaro. 
- Oaxaca 
- Sureste26: Chiapas, oriente de Tabasco, Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Belice, 
Guatemala, El Salvador y porciones muy importantes de Honduras, Nicaragua y Costa 
Rica. 
 
Las investigaciones recientes afirman que si bien estas áreas tuvieron patrones culturales 
diferenciados con variantes regionales, existió sin duda una interacción fluida entre ellas, lo 
cual nos invita a desdibujar la idea absoluta o categórica de considerar a la civilización olmeca 
como la única “cultura madre”, esto en aras de ampliar nuestra percepción histórica y darle su 
lugar a las aportaciones tempranas de las culturas situadas en otras áreas culturales o inclusive 
en otras superáreas.27 En el caso del Área maya existió comunicación entre los olmecas y las 
regiones montañosas de Guatemala y el centro del Petén, poblados por gente maya. El 
protagonismo cultural olmeca se debió a que “la vida civilizada olmeca se convirtió en un 
legado para todos los pueblos mesoamericanos que los siguieron en el tiempo. En el caso de los 
 
26
 Durante el Preclásico medio las diferentes regiones del Área maya coexisten diferentes niveles de desarrollo cultural y 
técnico; conviven tanto aldeas igualitarias (Cuello en Belice); como conjuntos de caseríos (Dzibilchaltún, Aké y Maní en Yucatán, 
Dzibilnocac y Edzná en Campeche); y asentamientos urbanos con diferenciación social contundente (Caracol en Belice; Tikal, 
Uaxactún, San Bartolo, Nakbé y El Mirador en Guatemala e Ichkabal en el sur de Quintana Roo). 
27 González Lauck, Rebecca B., “Preclásico Medio (1200-400 a.C.)”, en Arqueología Mexicana. Tiempo Mesoamericano, México, 
Editorial Raíces/INAH, Edición Especial, núm. 11, 2002, pp. 22-27. 
33 
 
mayas, la genealogía precisa de su civilización parece haberse trasmitido de San Lorenzo a La 
Venta, después a El Mirador, y finalmente a Tikal.”28 
 
ÁREAS CULTURALES DE MESOAMÉRICA 
 
Fuente: López Austin, Alfredo y Leonardo López Luján. El pasado indígena. 2da. Ed. México, COLMEX-Fideicomiso historia de las 
Américas, 2001. P. 72. 
 
Aunque la cultura olmeca29 no fue la única tradición que dejó su herencia en los 
periodos subsecuentes, es innegable que existe un predominio de “lo olmeca”, presente en 
sociedades distintas y con diferentes niveles de desarrollo. Por ejemplo, es significativo que 
durante el Preclásico Medio los principales centros del interior de Chiapas imitaran la 
distribución urbana observada en La Venta.30 
 
28
 Clark, John E., Richard D. Hansen y Tomás Pérez Suárez. Op. Cit., pp. 499. 
29 Es conveniente aclarar que los olmecas no eran una cultura diferente de los pueblos mije-zokeanos, sino que la mayoría de 
los investigadores piensan que eran hablantes de idiomas de esa misma familia. Se pueden diferenciar tan sólo desde el punto 
de vista cronológico: olmecas (1200-400 a.C.), itsmeños, tuxtlecos y mije-sokeanos (ca. 100 a.C.-600 d.C.), pero no desde el 
punto de vista lingüístico o geográfico. Comunicación personal del Dr. Erik Velázquez. 
30 Clark, John E., Richard D. Hansen y Tomás Pérez Suárez. Op. Cit., pp. 456. 
34 
 
PRINCIPALES CIUDADES MESOAMERICANAS DURANTE EL PRECLÁSICO MEDIO 
 
Fuente: Arqueología Mexicana. Tiempo Mesoamericano, México, Editorial Raíces/INAH,Edición Especial, Núm. 11, 2002, P. 23. 
 
35 
 
EL CULTO AGRÍCOLA Y EL ORIGEN DE LA FIGURA DEL SOBERANO 
 
Toda cosmovisión es un conjunto estructurado de sistemas ideológicos que se construye a 
partir de la experiencia social en todos sus campos de acción: la producción, la vida familiar, las 
relaciones con los otros, la experiencia de la salud y la enfermedad, etc., es por ello que la 
cosmovisión tiene resonancia en las prácticas comunes de la vida cotidiana.31 La lógica de estas 
prácticas y su larga permanencia histórica las convierte en patrones que norman la vida social, 
es decir, en arquetipos. “El arquetipo nace, entonces, de las prácticas reiteradas, milenarias, 
que forman un núcleo de percepción y de acción frente al universo”.32 
Como ya se dijo, la unidad histórica mesoamericana se fundó en la práctica agrícola y 
particularmente en el cultivo del maíz. “Su cosmovisión se fue construyendo durante milenios 
en torno a la producción agrícola”.33 El arquetipo del ciclo vegetal fue el núcleo más duro y el 
que dio identidad cultural a los pueblos mesoamericanos de ayer y a los pueblos indígenas de 
hoy. Ha sido una historia común que hizo posible que esa tradición de agricultores se fuera 
formando y transformando a lo largo del tiempo. Es en sí, un fenómeno cultural de larga 
duración histórica del que se desprenden otras construcciones ideológicas como la religión.34 
La agricultura marca el inicio de la historia mesoamericana y es núcleo e hilo conductor 
de diversos procesos históricos posteriores durante el virreinato, la independencia de México y 
la revolución. Esta gran tradición es aún hoy en día, en algunas regiones, la actividad que 
cohesiona las actividades económicas, religiosas y sociales de muchos pueblos. Es en fin, un 
rasgo cultural fundamental en la historia de México. 
 
“Por tradición podemos entender un acervo intelectual creado, compartido, 
trasmitido y modificado socialmente, compuesto por representaciones y formas 
de acción, en el cual se desarrollan ideas y pautas de conducta con que los 
miembros de una sociedad hacen frente individual o colectivamente, de manera 
mental o exteriorizada, a las distintas situaciones que se les presentan en la vida. 
No se trata, por tanto, de un mero conjunto cristalizado y uniforme de 
 
31
Apud. Alfredo, López Austin. Tamoanchan y Tlalocan. México, FCE, 1994, pp. 9-17. 
32 Ibid. 
33 Ibid. 
34 Ibid. 
36 
 
expresiones sociales que se trasmite de generación en generación, sino de la 
forma propia que tiene una sociedad para responder intelectualmente ante 
cualquier circunstancia.”35 
 
EL CULTIVO DEL MAÍZ 
 
El maíz (Zea mays), la planta agrícola más preciada por el mexicano antiguo, desciende del 
teocintle (Zea mexicana). Durante los inicios del Preclásico su cultivo se propagó por Tierras 
Altas semiáridas y semitropicales, desde Chihuahua hasta Guatemala. Para el 900 a.C. fue 
posible obtener mazorcas más grandes por cambios genéticos en la planta,36 cuya dependencia 
de la mano humana es absoluta. Considerada en el mito como un regalo de los dioses, es quizá 
la planta más humanizada, ya que entre hombre y maíz existe una relación simbiótica que 
persiste hasta nuestros días. 
 
 
Maíz amarillo, rojo y jaspeado. Ilustración de Angela Bottione 
Rossi, tomada de Matthieu Bonafus, Histoire naturelle, 
agricole et economique du mais, (placa XII). París-Turín, 1836. 
 
 
35 Ibid. 
36 Clark, John E., Richard D. Hansen y Tomás Pérez Suárez. Op. Cit., pp. 456. 
37 
 
Durante el Preclásico Medio, el culto agrícola se torna muy complejo, en particular el 
culto al maíz se vuelve el eje cultural que sujeta el entramado de creencias y expresiones de 
toda Mesoamérica. El maíz sintetiza lo profano y lo sagrado, la planta es en esencia divina, pero 
no brota sin la intervención del hombre, su crecimiento sólo sucede a través de la simbiosis 
entre ambas naturalezas, la natural y humana. 
El culto al maíz se convierte en la prioridad ritual porque es el elemento generador de 
todo lo humano, pero su crecimiento depende de que las fuerzas de la naturaleza estén en 
equilibrio; para ello debe reiterarse periódicamente el pacto primordial entre hombre y 
naturaleza. El designio recae sobre el soberano. 
Entonces, el origen de la realeza tiene que ver directamente con el culto al maíz, el cual 
se convierte en la base de una religiosidad de tipo estacional, agrícola y por tanto calendárica, 
con una especial conceptualización de la madre tierra. En el nivel de las ideas y conceptos no 
sólo se transformaron los significados de poder, gobierno y deidades, sino también cobran 
nueva connotación la riqueza, la sociedad y el cosmos. 
 
 
Dibujos tomados de Saturno, William A., Karl A. Taube y David Stuart en “Los Murales de San Bartolo, El Petén, Guatemala. 
Parte 1. El mural del norte” en Ancient America, No. 7, Febrero 2005. Ed. en español. Center for Ancient American Studies, 
Barnardsville, N.C., USA, p. 26.. 
 
Vista de frente y perfil del rostro de la deidad olmeca del maíz 
 
38 
 
En el pensamiento olmeca el nuevo fundamento cosmogónico estaba manifiesto. Los 
olmecas difundieron un sistema simbólico que contenía la representación de las partes 
constitutivas del aparato cósmico:37 geografía mítica, idea del tiempo, invocación de los 
elementales (agua, tierra, sol) y superposición del maíz como planta sagrada. 
 
 
 
 
Dibujo tomado de López Austin, Alfredo y Leonardo López Luján. El pasado indígena. 2da. Ed. México, COLMEX-Fideicomiso 
historia de las Américas, 2001. P. 101 
 
Algunos ejemplos de esquematización de la planta del maíz en la iconografía olmeca. Símbolo 
polivalente del poder real y del árbol del mundo. 
 
 
37 López Austin, Alfredo y Luis Millones, Dioses del norte y Dioses del sur…, pp. 17-29. 
39 
 
 
 
 
Dibujos tomados de Fray Bernardino de Sahagún. Códice Florentino. México, Secretaría de Gobernación, 1979. 3 vols. Serie: 
Col. Palatina de la Biblioteca Medicea Laurenziana. Manuscrito 218-220. 
 
La topología del universo olmeca representa la base conceptual sobre la que se 
sustentaron todas las interpretaciones cosmogónicas mesoamericanas posteriores, adquiriendo 
en cada área cultural claros rasgos regionales. Los señores mayas heredaron de los soberanos 
olmecas el repertorio ritual. El rito más importante por evocar el primer instante del tiempo 
propiamente humano, corresponde a la separación del cielo y la tierra a partir de la erección de 
un poste sagrado, que en algunas imágenes es la planta del maíz y en otras el soberano en su 
advocación de maíz. Posteriormente durante la hegemonía cultural maya el poste del mundo 
también se representa como una ceiba o una montaña sagrada. Los frutos del maíz simbolizan 
los actos de la creación. 
 
 
40 
 
 
Imagen en WEB de autor desconocido, “Cacaxtla 
Archeological Murals”, [en línea]. Publicada el 4 de junio de 
2009. [3 de agosto de 2011]. Disponible en la WEB: 
http://mexicomystic.wordpress.com/2009/06/04/cacaxtla-
archeological-murals/cacaxtla-detalle/ 
 
Aunque este mural pertenece a un periodo 
muy posterior, Clásico Tardío (650-909 d.C.), 
la representación humanizada de las 
mazorcas de maíz es un ejemplo excepcional 
de la imagen conceptual del origen y esencia 
del hombre. El maíz es la sustancia con la cual 
los dioses nos modelaron, es el hálito de vida 
que aún nos alimenta. 
 
 
Hombre-maíz. Detalle de los Murales de 
Cacaxtla, capital del pueblo olmeca-
xicallanca, que muestra influencia maya, 
Clásico tardío (ca. 700-750 d.C.). 
 
La imagen de creación del mundo proviene de una visión mítica en la que cielo, tierra e 
inframundo como una sola cosa, debían separarse. Imaginando un plano cuadrangular, se 
colocaron cuatro postes encada esquina para soportar la bóveda celeste. Después, los dioses 
agregaron un quinto elemento, el maíz. La planta que dio cuerpo al hombre y el aliento 
después, se erigió en el ombligo del mundo, su posición central marcaba el eje cósmico preciso. 
Su función era abrir un vórtice que comunicara entre sí a los diversos planos; supramundo, 
inframundo y tierra. Los postes iconográficamente representados como árboles también son 
conductos abiertos por los que viajan o fluyen las divinidades. Desde la planta del maíz se 
irradia la anergia vital en la tierra y para los que en ella viven. De maíz fuimos hechos y es 
nuestro sustento. De este modo, el cuadrángulo de la milpa adquiere una connotación 
simbólica que con sus 4 lados, 4 esquinas y su árbol del mundo al centro -ceiba, maíz o 
rey/maíz-, representa la metáfora del ordenamiento cósmico original en el momento de la 
http://mexicomystic.wordpress.com/2009/06/04/cacaxtla-archeological-murals/
http://mexicomystic.wordpress.com/2009/06/04/cacaxtla-archeological-murals/
http://mexicomystic.wordpress.com/2009/06/04/cacaxtla-archeological-murals/cacaxtla-detalle/
http://mexicomystic.wordpress.com/2009/06/04/cacaxtla-archeological-murals/cacaxtla-detalle/
41 
 
creación. La esquematización absoluta de este episodio mítico es el quincunce, a través del cual 
los olmecas difundieron su visión del mundo y el universo. 
 
 
Los cinco árboles cósmicos: el central y los cuatro extremos en el plano mítico del mundo. 
 
 
 
 
 
 
 
Árbol cósmico con tronco-conducto por 
el que fluye la energía divina de los 
dioses del inframundo y el supramundo. 
 
 
 
Dibujos tomados de López Austin, Alfredo. 
Tamoanchan y Tlalocan. México, FCE, 1994. P. 100. 
 
42 
 
Fórmula quincunce en orejera del dios del 
maíz maya, representado en los murales de 
San Bartolo. 
 
 
 
 
 
Imagen tomada de “La Génesis de los Dioses y los Reyes 
Mayas” en National Geographic, Enero, 2006. P. 68. 
 
 
El quincunce es una composición geométrica simplificada que evoca el momento de la 
creación del mundo. Despegar el cielo de la tierra, significó la separación del tiempo sin 
humanos, del tiempo con humanos, el propiamente histórico. El mito de creación es muy 
importante porque significa la correlación de los planos cósmico-natural-humano y evoca las 
formas primordiales que dan seguridad y continuidad a nuestra especie. 
El quincunce es la abstracción de todo ello y aunque su forma se dibuja en plano, su 
contenido se “lee” y entiende tridimensionalmente, es decir, los elementos que lo componen 
(un cuadrángulo, 4 puntos angulares y un eje central) refieren los tres niveles del universo, 
inframundo-tierra-cosmos, y la ubicación del hombre en el mismo; además dichos elementos 
pueden ser evocados dibujando la fórmula en cualquier lugar, básicamente porque se trata de 
un esquema ritual fundamental que consagra el objeto o persona que lo lleva plasmado. 
Cuando el rey encarna la planta del maíz se convierte en el provocador del sustento, es 
decir, en el responsable de mantener el orden cósmico y en el generador de la fertilidad en la 
tierra. 
 
43 
 
 
Fotografía de Peter Brenner y Steve Oliver, tomada de 
Fields, Virginia M. y Dorie Reents-Budet. (Coords.). Los 
Mayas Señores de la Creación. Los orígenes de la realeza 
sagrada. San Sebastián (España), Nerea, 2005. P. 102. 
 
 Esta escultura tallada en basalto es una de 
las representaciones más antiguas de un 
soberano olmeca encarnando al dios del 
maíz. El soberano en su advocación de planta 
del maíz se convierte en el centrador del 
cosmos. Tanto los atributos: diadema o 
tocado trifoliado simbolizando la planta del 
maíz, cinturón con placa, tiras de papel 
doblado flanqueando el rostro, orejeras con 
pendientes, pectoral y capa, así como la 
postura de piernas cruzadas se convertirían 
en las maneras reales para los futuros 
señores mayas. 
 
Monumento 1 de San Martín Pajapan, 
encontrado al norte de la Gran Pirámide de 
La Venta, 900-400 a.C. 
 
 
Una de las prácticas para preparar un espacio sagrado es el entierro de un paquete 
quincunce que centra el eje cósmico en un plano ritual terrestre. Los investigadores han 
denominado a estos puntos ocultos como escondrijos o cistas de ofrenda. Se han descubierto 
escondrijos dedicatorios en forma de quincunce compuestos por cinceles o joyas de piedra 
verde. Los escondrijos-quincunce aparecen desde el Preclásico Medio y es una constante ritual 
que se posterga hasta por lo menos el Clásico Temprano (150/200-600 d.C.). Los más antiguos 
pertenecen a La Venta, San Isidro, Ceibal, Cival y Cerros.38 
 
 
 
38 Fields, Virginia M. y Dorie Reents-Budet, “Los primeros reyes sagrados de Mesoamérica”, en Los mayas. Señores de la 
creación. Los orígenes de la realeza sagrada. San Sebastián (España), Nerea, 2005, pp. 24. 
44 
 
 
 
 
 
Escondrijo olmeca desenterrado en la Estructura 
6B de Cerros, Belice (400 a.C.-250 d.C.). Este 
escondrijo contenía las joyas de la diadema real 
en formación de quincunce, acompañadas por 
conchas y espejos de mosaico. Los objetos se 
acomodaron en el interior de una vasija, la cual 
se colocó en el remate superior de una de las 
estructuras del sitio. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Vasija escondrijo maya localizada en 
Copán, Honduras, en el pozo del patio 
central del Conjunto 10J-45 (500-600 d.C.). 
 
 
 
Fotografías de Peter Brenner y Steve Oliver, tomadas de Fields, Virginia M. y Dorie Reents-Budet. (Coords.). Los Mayas Señores 
de la Creación. Los orígenes de la realeza sagrada. San Sebastián (España), Nerea, 2005. P. 114 y 116. 
 
45 
 
EXPANSIÓN DE LA CULTURA OLMECA 
 
Los olmecas del Golfo ejercieron durante el Preclásico Medio una profunda influencia sobre las 
sociedades establecidas a lo largo de la Costa Sur del Pacífico, desde el Río Grijalva y la costa de 
Chiapas, hasta Guatemala y El Salvador, colocando una línea de poblaciones nodales de entrada 
y salida de personas y productos, señaladas con centros ceremoniales que datan de entre el 
700 y el 600 a.C. En estos puntos se levantaron monumentos permanentes al igual que en los 
cruces de caminos, para indicar que el control comercial de la región pertenecía a ellos. Estos 
centros costeros reunían la principal variedad de los bienes más codiciados por las élites 
olmecas traídos de diversas regiones: jadeita, obsidiana, cacao, concha, pigmentos y minerales 
varios. La Costa Sur fue una ruta comercial viable y directa para recibir y enviar todo tipo de 
bienes entre el Altiplano guatemalteco, el Altiplano Central de México y la Costa del Golfo, 
abarcando la extensa ruta del valle de Motagua-Kaminaljuyú-Costa Sur, cuyo dinamismo 
perduró por muchos siglos. Posteriormente, durante el Posclásico Tardío los mayas tomarían el 
control del tráfico comercial en este corredor con total éxito; los indicadores de piedra olmecas 
fueron sustituidos por monumentos mayas.39 
A través de las importantes vías de comercio transitaron todo tipo de productos y 
materias primas procedentes de regiones cercanas y distantes, necesarias para la producción 
intensiva de bienes de prestigio, los cuales eran realizados por los artesanos olmecas con 
técnicas especializadas y destinados al consumo de las élites. La importancia de estos artículos 
suntuarios radica en que fueron los soportes sobre los cuales se labraron los símbolos del 
ordenamiento cósmico olmeca, distribuyéndose así, en buena parte de Mesoamérica, el 
mensaje cifrado del poder. 
En general durante el Preclásico Medio las formas de organización social 
mesoamericanas acentúan la diferenciación de estratos y jerarquías, los cuales se establecen a 
partir del linaje encabezado por un animal mítico. En la cultura olmeca este fenómeno llego a 
su más alta definición. La diferencia entre las élites y el resto de la población no sólo la 
determinaba

Otros materiales