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SISTEMAS DE CLASIFICACIÓN EN PSICOPATOLOGÍA - Corina Acosta

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SISTEMAS DE CLASIFICACIÓN EN PSICOPATOLOGÍA
1. FUNCIONES DE LA CLASIFICACIÓN
La clasificación de los trastornos mentales no clasifica a las personas (estigmatización), sino a los trastornos que padecen.
- Ayuda a simplificar y organizar la información clínica.
- Facilita la identificación, tratamiento y prevención de trastornos.
- Facilita la comprensión de la etiología.
- Comunicación más eficaz entre los profesionales.
2. SISTEMAS DE CLASIFICACIÓN ACTUALES
CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE ENFERMEDADES (ICD o CIE) → Creado por la OMS. En 1893 se presentó por primera vez. Desde 1992 nos regimos por la CIE-10, Capítulo V “ Trastornos mentales, del comportamiento y del desarrollo ” . Y en 2019 se presentó en la Asamblea Mundial de la Salud la CIE-11 que entra en vigor en 2022 con el Capítulo VI.
MANUAL DIAGNÓSTICO Y ESTADÍSTICO DE LOS TRASTORNOS MENTALES (MSD) → Creado por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA). Se introdujo por primera vez en 1952. En 1994, se creó el DSM-IV, que se revisó en 2001, y se estableció el DSM-IV-TR. En 2013, se creó el DSM-5, que consta de 5 ejes:
- Eje 1: síndromes clínicos (problemas personales, de pareja, laborales...).
- Eje 2: trastornos de personalidad y retraso mental.
- Eje 3: conteo de enfermedades médicas.
- Eje 4: estresores psicosociales.
- Eje 5: evaluación global del funcionamiento del sujeto.
Es un manual mayoritariamente descriptivo, ya que algunos trastornos se clasifican por su etiología y no por sus síntomas. Por ejemplo, los relacionados con el consumo de sustancias o los trastornos neurocognitivos. En estos casos es más importante describirlos que los propios síntomas, por lo que se considera ateo. Por ejemplo, en el caso de la abstinencia de nicotina nos encontramos con un trastorno relacionado con sustancias, pero no cumple los criterios diagnósticos para que sea un trastorno de ansiedad.
El DSM-5 tiene en cuenta el “ organicismo ” (trastornos orgánicos):
- Clasificación por etiología orgánica. Por ejemplo, los trastornos neurocognitivos.
- Que también debe incluirse como un tipo de trastorno dentro de una categoría. En este caso, la enfermedad mental sería secundaria a la enfermedad orgánica, ya que ésta estaría provocada por la enfermedad orgánica. Por ejemplo, trastornos depresivos causados por otra condición médica.
- También podemos incluirlo como síntoma de exclusión.
También incluye criterios politéticos (teniendo en cuenta varios factores o criterios) y monotéticos (teniendo en cuenta un solo factor o criterio) y criterios de inclusión y exclusión (solo amnesia disociativa).
AMNESIA DISOCIATIVA
- Incapacidad para recordar información autobibliográfica importante, generalmente de carácter traumático o estresante, incompatible con el olvido ordinario.
- Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
- La alteración no puede atribuirse a los efectos fisiológicos de una sustancia u otra condición médica.
- La alteración no se explica mejor por un trastorno de identidad disociativo, un trastorno de estrés postraumático, un trastorno de estrés agudo, un trastorno de síntomas somáticos o un trastorno neurocognitivo mayor o leve.
JUEGO PATOLOGICO
Problemas de juego persistentes y recurrentes, que causan un deterioro o malestar clínicamente significativos y se manifiestan porque el individuo tiene cuatro (o más) de los siguientes criterios durante un período de 12 meses:
- Necesidad de apostar cantidades crecientes de dinero para obtener la emoción deseada.
- Estar nervioso o irritado al intentar reducir o abandonar el juego.
- Ha realizado reiterados esfuerzos para controlar, reducir o abandonar el juego, siempre sin éxito.
- Su mente a menudo está ocupada con juegos de azar.
- A menudo juega cuando se siente inquieto.
-Después de perder dinero en el juego, suele volver otro día para intentar ganar.
-Miente para ocultar el grado de implicación de él en el juego.
- Has puesto en peligro una relación importante, un trabajo o una carrera académica o profesional a causa del juego.
- Cuente con otros para que le den dinero para aliviar su desesperada situación financiera causada por el juego.
Su conducta de juego no se explica mejor por un episodio maníaco.
Hasta el DSM-III (1980), había una división de la población entre neuróticos y psicóticos:
- Trastornos neuróticos → No existen pensamientos irracionales y no traspasan los límites socialmente impuestos.
- Trastornos psicóticos → Transgresiones notorias de las normas, alteraciones significativas del pensamiento racional o de los procesos cognitivos o emocionales.
El DSM-5 define el trastorno mental como un síndrome caracterizado por una alteración clínicamente significativa del estado cognitivo, la regulación emocional o el comportamiento de un individuo, que refleja una disfunción de los procesos psicológicos, biológicos o de desarrollo que subyacen a su función mental. Los trastornos mentales generalmente se asocian con estrés o discapacidad significativos, ya sea social, laboral u otras actividades importantes. Una respuesta predecible o culturalmente aceptable al estrés o la pérdida habituales, como la muerte de un ser querido, no constituye un trastorno mental. Un comportamiento socialmente anómalo (ya sea político, religioso o sexual) y los conflictos que existen principalmente entre el individuo y la sociedad, no son trastornos mentales, a menos que la anomalía o el conflicto sea el resultado de una disfunción del individuo, como se ha descrito anteriormente.
El DSM-5 distribuye 324 diagnósticos en 22 categorías, ordenándolos según su aparición en el ciclo de vida.
- Trastornos del neurodesarrollo.
- Espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.
- Trastorno bipolar y trastornos relacionados.
- Trastornos depresivos.
- Desórdenes de ansiedad.
- Trastorno obsesivo-compulsivo y trastornos relacionados.
- Trastornos relacionados con traumas y factores de estrés.
- Trastornos disociativos.
- Trastornos de síntomas somáticos y trastornos relacionados.
- Comer y trastornos de la conducta alimentaria.
- Trastornos de la excreción.
- Trastornos del sueño-vigilia.
- Disfunciones sexuales.
- Disforia de género.
- Trastornos destructivos del control de los impulsos de la conducta (TLP: Trastorno límite de la personalidad).
- Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos.
- Trastornos neurocognitivos.
- Desorden de personalidad.
- Trastornos parafílicos.
- Otros trastornos mentales.
- Trastornos inducidos por fármacos y otros efectos adversos de los fármacos.
- Otros problemas que puedan ser objeto de atención clínica.
Todas estas categorías incluyen un diagnóstico "no especificado".
La mayoría de los trastornos incluyen como síntoma de inclusión "causar malestar clínicamente significativo o deterioro social, ocupacional u otras áreas importantes del funcionamiento".
3. PROBLEMAS DE LOS SISTEMAS DE CALIFICACIÓN
- Asignar un diagnóstico psiquiátrico puede suponer un aprecio por el sujeto. Con el diagnóstico, estas personas se sienten estigmatizadas ya que sus relaciones sociales cambian ya que las personas verán un diagnóstico antes de ver a la persona misma.
- Puede haber un efecto de etiqueta, es decir, se centran en el diagnóstico para justificar cualquier cosa. Por ejemplo, hace tal cosa por el desorden.
- Favorece el reduccionismo frente al individualismo.
- Impone creencias occidentales sobre los trastornos mentales de otras culturas.
- Medicalización de la vida cotidiana. Los comportamientos humanos normales y los fracasos morales están mal etiquetados.
- No sirve para entender a las personas, es decir, el diagnóstico no nos permite entender el comportamiento de las personas.
- Problemas para tratar a las personas desde una perspectiva biológica (falta de búsqueda de las verdaderas causas de un problema, confianza ciega en la medicación...).
- Falta de eficacia del tratamiento farmacológico → La OMS realiza un estudio farmacológico y da cuenta de la falta de eficaciadel tratamiento farmacológico, comparando transculturalmente poblaciones de personas con trastornos mentales que no han recibido ningún tratamiento farmacológico con personas que sí lo han recibido.
- El diagnóstico no sirve para tomar decisiones clínicas. Mientras que en medicina la elección del tratamiento se basa en el diagnóstico, en psicología se basa en el modelo teórico y las técnicas disponibles.
- El diagnóstico de un trastorno mental no equivale a la necesidad de tratamiento.
3.2. CRÍTICAS AL DSM-5
- Falta de validez de varias categorías diagnósticas. No todos están de acuerdo con la CIE-10.
- Presentación de los diagnósticos como realidades objetivas y no como juicios clínicos basados en la opinión de expertos.
- Poca utilidad para implementar un tratamiento. Nos permite diagnosticar pero no tratar.
- Encuadramiento en el modelo biológico para comprender la naturaleza de los trastornos mentales.
- Protagonismo de la medicación.
- Descontextualización de los problemas de salud mental desde la experiencia personal y desde el contexto social, familiar o cultural del paciente.

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