Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO CENTRO MÉDICO NACIONAL “ 20 DE NOVIEMBRE” I.S.S.S.T.E RESPUESTA A TOXINA BOTULÍNICA EN ESTRABISMO RELACIONADO A RETRASO PSICOMOTOR. ESTUDIO POBLACIONAL EN EL “CENTRO MÉDICO NACIONAL 20 DE NOVIEMBRE” ISSSTE TESIS DE POSGRADO QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LA ESPECIALIDAD EN OFTALMOLOGÍA P R E S E N T A Dra. Rosa María Negrete Rodríguez ASESOR DE TESIS Dra. Silvia Moguel Ancheita MÉXICO, D.F. 2010 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ___________________________________ DR. MAURICIO DI SILVIO LÓPEZ SUBDIRECTOR DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN ___________________________________ DR. LUIS PORFIRIO OROZCO GÓMEZ PROFESOR TITULAR DEL CURSO ____________________________________ DRA. SILVIA MOGUEL ANCHEITA ASESOR DE TESIS ____________________________________ DRA. ROSA MARÍA NEGRETE RODRÍGUEZ AUTORA ÍNDICE: AGRADECIMIENTOS……………………………………………………………….4 RESUMEN…………………………………………………………………………….5 INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………….6 MATERIALY MÉTODOS…………………………………………………………..12 RESULTADOS………………………………………………………………………14 DISCUSIÓN…………………………………………………………………………16 CONCLUSIÓN………………………………………………………………………17 BIBLIOGRAFÍA………………………..……………………………………………17 ANEXOS……………………………………………………………………………..19 AGRADECIMIENTOS A mi esposo, Salo por estar siempre a mi lado, apoyándome e inspirándome para seguir adelante A mi madre por creer en mí, apoyarme y estar conmigo en todo momento A Dr. Orozco por su confianza en mí, su paciencia, entusiasmo y. dedicación para enseñar y compartir su experiencia A la Dra. Moguel, mi asesora de tesis por inspirarme y ayudarme en la realización de este proyecto así como por su dedicación a mi aprendizaje A la Dra. Plazola, Dra. Anaya, Dra. Dixon, Dra. Hernández, Dr. Zavaleta y Dra. López por su ejemplo, dedicación a mi enseñanza y la confianza que depositaron en mi durante estos años 4 RESUMEN Antecedentes: La rehabilitación visual de los niños con retraso psicomotor debe abarcar la recuperación de funciones visuales, corrección de los defectos refractivos y tratamiento para el defecto motor. Objetivo: Determinar la respuesta a la aplicación de toxina botulínica en pacientes con estrabismo con antecedentes de retraso psicomotor. Material y métodos: Se realizó un estudio retrospectivo, longitudinal, de pacientes con estrabismo y retraso psicomotor para determinar la respuesta al tratamiento sensorial a través de penalización, tratamieno motor bajo quimiodenervación con toxina botulínica con técnica directa transconjuntival en el periodo de enero de 2009 a marzo de 2010. Se analizaron los resultados de acuerdo a la mejoría motora y sensorial, la respuesta al tratamiento se clasificó en: "buena" a la corrección de 70% de su desviación original, "regular" si la corrección fue de 30 a 69% y "mala" respuesta al ser menor de 30%. Resultados: De los 24 pacientes, 13 (54.16%) tuvieron buena respuesta, 7 (29.16%) regular y 4 (16.66%) mala. De acuerdo a la agudeza visual inicial en relación con la final, se encontró que 7 (29.16%) pacientes tuvieron mejoría, 15 (62.50%) quedaron igual y 2 (0.80%) empeoraron, estos últimos tuvieron retraso psicomotor moderado. Discusión: En pacientes con retraso psicomotor la inestabilidad neurológica puede llevar a recidivas por lo que el tratamiento debe estar complementado sensorial, visual y motor. Conclusiones: La toxina botulínica es una alternativa para complementar el tratamiento de estrabismo en pacientes con retraso psicomotor. Background: Visual rehabilitation in children with psychomotor retardation must include recovery of visual motor functions, refractive defects correction and treatment for motor defects. Objective: Determine the response of botulinum toxin treatment in patients with strabismus and psychomotor retardation precedents. Method: This review records patients from March 2009 to August 2010 with strabismus and psychomotor retardation under treatment with botulinum toxin and amblyopia therapy. The results were analized according to the motor and sensorial recovery; treatment response was classified in: “good” if 70% correction was obtained from their original deviation, “regular” 30-60% of correction and “bad” for correction under 30%. Results: 54.16 % patients had a good response to botulinum toxin, 29.16% regular and 16.66% bad. According to the visual acuity improve, we had 29.16%visual acuity improvement, 62.50% didn´t show any change and 0.80% worstened. Discussion: In patients with psychomotor retardation the neurologic inestability may recidivate strabismus, so treatment must be completed with sensorial, visual and motor follow up. Conclusion: botulinum toxin is a good alternative for strabismus treatment in patients with psychomotor retardation. RESPUESTA A TOXINA BOTULÍNICA EN ESTRABISMO RELACIONADO A RETRASO PSICOMOTOR. ESTUDIO POBLACIONAL EN EL “CENTRO MÉDICO NACIONAL 20 DE NOVIEMBRE” ISSSTE I. INTRODUCCIÓN La American Association on Mental Retardation agrupa las causas de la deficiencia mental en diez categorías distintas, que son: infecciosas, tóxicas, traumáticas, metabólicas, aberraciones cromosómicas, malformaciones congénitas, influencias prenatales desconocidas, causa desconocida con signos neurológicos, causa desconocida sin signos neurológicos y varias causas. 1 En la etapa prenatal las causas más comunes son: irradiación intrauterina excesiva, defectos congénitos del cierre del tubo neural, anencefalia, encefalocele, trastornos en la formación, diferenciación y en el crecimiento de los hemisferios cerebrales, alteraciones cromosómicas, defectos de la ciruculación del líquido cefaloraquídeo como hidrocefalia, trastornos metabólicos (fenilcetonuria, tirosinemia, homocistinuria, enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce, galactosemia, leucodistrofia metacromática, neurolipidosis, cretinismo, enfermedad de Wilson, diabetes insípida, hipomagnesemia, desnutrición), infecciosos (Rubéola, toxoplasmosis, sífilis), tóxicas (metales pesados, alcohol, fármacos, radiaciones), malnutrición o enfermedades maternas, traumas psíquicos y físicos. 1 En la etapa perinatal las causas más frecuentes son: Traumatismos del parto, hemorragia, ruptura prolongada de las membranas amnióticas, prematuridad, hipoxia o anoxia. 1 En la etapa postnatal las causas más frecuentes son: traumatismo, hematoma subdural, neurotóxicos, meningoencefalitis, hipoxia, encefalopatías postinmunización, brucelosis y convulsiones. 1 El retraso psicomotor se clasifica de acuerdo a las normas establecidas en los test de inteligencia normalizados y administrados individualmente, como los tests Stanford- Binet y el WISC-R. La clasificación más aceptada es la descrita por la Organización Mundial de la Salud que considera cuatro tipos: 1. Retraso mental leve con coeficiente intelectual de 55-69. 2. Retraso mental moderado con coeficiente intelectual de 40-54. 3. Retraso mental severo o grave con coeficiente intelectual de 25-39. 4. Retraso mentalprofundo con coeficiente intelectual de 25 De acuerdo a esta clasificación el retraso psicomotor leve presenta daño difuso y generalizado en la corteza, se detecta tardíamente, en edad escolar, rara vez tienen malformaciones congénitas. Se observan algunas alteraciones motoras en los primeros años de vida, dificultada para aprendizaje del lenguaje. Tienen tendencia a aislarse o relacionarse con niños de edades menores a la suya. En su mayoría logran adaptarse a la vida cotidiana y logran independencia completa. En la edad adulta logran habilidades sociales y vocacionales aunque en ocasiones requieren asistencia. Se desarrollan mejor en actividades de tipo práctico y no académico. 1 Los criterios diagnósticos para el retraso psicomotor leve son: coeficiente intelectual de 55 a 69, retraso en grado diverso en la comprensión y el uso del lenguaje. Puede haber otros trastornos como autismo, otros trastornos del desarrollo, epilepsia, trastorno disocial o discapacidades somáticas. 1 El retraso psicomotor moderado presenta daño tanto en corteza y subcorteza. Suele ser detectado en edad preescolar tardía. Presentan malformaciones en mayor proporción que en el leve y pueden también tener trastornos psicomotores y retraso motor más evidente. El lenguaje se adquiere con mayor dificultad y más tardíamente. Logran asimilar conocimientos elementales con retraso en la comprensión y el lenguaje. Pueden lograr independencia social, pero tienden a ser más dependientes. 1 Los criterios para el diagnóstico de retraso psicomotor moderado con: coeficiente intelectual entre 40 y 54. El lenguaje es suficiente para necesidades prácticas, pero no muy desarrollado. La mayoría suele tener una causa orgánica. Pueden tener autismo o trastornos del desarrollo, los cuales tienen una gran repercusión en el cuadro clínico y en el tipo de tratamiento necesario. También son frecuentes la epilepsia y los déficits neurológicos y las alteraciones somáticas, a pesar de lo cual la mayoría puede llegar a ser capaz de caminar sin ayuda. 1 El restraso psicomotor severo se caracteriza por daño en corteza, subcorteza y síntomas neurológicos. Se detecta en los primeros años de vida. Suele presentar malformaciones graves. El lenguaje es rudimentario y tardío. No son autosuficientes, requieren constante supervisión. Es común que presenten babeo. 1 Los criterios para el diagnóstico del retraso psicomotor profundo son: coeficiente intelectual entre 25 y 39. 1 El retraso psicomotor profundo se caracteriza por daño en corteza, subcorteza y médula. Se detecta en su mayoría desde el nacimiento. Tienen malformaciones gruesas y trastornos motores frecuentes y severos. Los criterios para su diagnóstico son: coeficiente intelectual inferior a 25, compresión y expresión limitadas. Pueden adquirir las funciones viso-espaciales más básicas y simples. 1 El desarrollo de la vía visual inicia muy tempranamente en el período de gestación y depende de la adecuada formación neuronal y sinaptogénesis. La formación de las columnas de dominancia visual terminarán hacia la semana 32 de gestación, tiempo en que se completará el trayecto corticofugo correspondiente al relevo sináptico del cuerpo geniculado lateral hacia la corteza extriada, área de formación cortical visual en donde finalizará la formación de la imagen monocular y será fusionada con la imagen contralateral a través de las redes neuronales binoculares. Finalmente posterior al nacimiento se presentarán los fenómenos de estimulación lumínica para mejorar la conducción neuronal a través de toda la vía visual pero así mismo inicia la apoptosis neuronal programada genéticamente a través del cual mueren las neuronas no sinaptadas. Esto explica las probabilidades graves de falla que puede ocurrir en el niño con retraso psicomotor. Es posible que las funciones neuronales se encuentren alteradas, que las columnas de dominancia ocular no maduren adecuadamente, es factible también un fallo primario en las neuronas de binocularidad y por ende mala formación del trayecto corticofugo. Ha sido demostrada la alta relación de estrabismo en pacientes con retraso psicomotor. El defecto de diferentes áreas corticales puede tener repercusión importante en la formación de las estructuras visuales corticales toda vez que esta se expande a través de más del 80% de la corteza superior abarcando vías parietales superiores, vías temporales bajas, áreas de corteza asociativa, vías de control motor del tallo cerebral, funciones de control cerebeloso especialmente en el núcleo fastigial y vermis, y ganglios basales y especialmente talámicos, entre otros. Las funciones de memoria de corto plazo que se coordinan en el lóbulo frontal y de inicio tan temprano como los 6 meses de edad pueden también estar afectadas ante un mal desarrollo visual e impedir una evolución neuromotora y de aprendizaje retrasada en el niño con retraso psicomotor. La alta incidencia de estrabismo en niños con retraso psicomotor obliga a establecer tratamiento muy temprano del mismo, el cual debe abarcar la estimulación visual, corrección de defectos refractivos, manejo motor de los estrabismos en los cuales se apoya el tratamiento con quimiodenervación con toxina botulínica, vigilancia del estado retiniano, detección de ambliopías y tratamiento sensorial de las mismas, así como detección y rehabilitación en la adquisición de funciones visumotoras y de aprendizaje. En México los niveles de ambliopía por estrabismo son severos y a diferencia de otros países en mejores vías de desarrollo no existen programas de detección temprana de anomalías visuales, es por ello que se requieren este tipo de estudios para llegar a una problemática clara del padecimiento visual en niños con retraso psicomotor y dar un tratamiento oportuno. 2,3,4,5,6 El estrabismo deriva de la palabra giresga strabismos que quiere decir bizquear, mirar de forma oblicua, con recelo. El estrabismo es la desalineación ocular debido a anomalías en la visión binocular o en el control neuromuscular de la motilidad ocular.7 La ortotropia es la condición ideal de equilibrio ocular, la heteroforia es la desviacón ocular que se mantiene latente por el mecanismo de fusión y la heterotropia es la desviación manifiesta no controlada por el mecanismo de fusión. De acuerdo a esta nomenclatura agregamos el prefijo según la dirección de la desviación, pudiendo ser endo, exo, hiper, hipo, inciclo o exciclo. 7 Fisiología de la visión binocular Los objetos son vistos simultáneamente por ambos ojos. Es la consecuencia de la superposición de los campos visuales, la cual constituye una función superior del sistema nervioso central del ser humano. La fusión de las imágenes permite no ver doble aunque se perciban dos imágenes de un mismo objeto. La integración de las sensaciones recogidas por ambas retinas en una percepción subjetiva única es un proceso psicosensorial. El estímulo luminoso estimula la fóvea de ambos ojos de una forma paralela, simétrica y simultánea.8 Fusión motora y fusión sensorial. La fusión motora está constituida por los movimientos de enfoque de ambos ojos que aseguran que los objetos mirados impresionen zonas correspondientes de la retina. El enfoque exige la integridad del aparato neuromuscular. La fusión sensorial, sumamente compleja y no menos interesante es poco comprendida; supone la integración cortical en sistema nervioso central. Las alteraciones sensoriales sufridas en el estrabismo son causadas por la desviación ocular, es decir primero se presenta el fenómeno motor y posteriormente el fenómeno sensorial, debido a la falta de percepción binocular, con la consecuente falta de fusión y por lo tanto de la integración cortical necesaria. 8 Las alteraciones sensoriales ocasionadas por el estrabismo se dividen en binoculares como son la supresión, la diplopía, confusión visual y correspondencia retiniana anómala y las monoculares constituidas por la ambliopía estrábica.El término ambliopía denota una disminución en la agudeza visual en un ojo sin lesión orgánica o con una lesión cuya importancia no es proporcional a la intensidad de esa disminución. Un ojo es ambliope cuando su agudeza visual difiere por lo menos dos décimos del ojo sano. Para que se establezca la ambliopía estrábica, es necesario que el ojo desviado sea siempre el mismo, y no presente alternancias con el ojo fijador, además de que no debe haber intermitencia en la desviación. 8 El primer mecanismo sensorial que se presenta junto con la desviación, es binocular: la supresión; si esta supresión coincide siempre en el mismo ojo, se presenta una inhibición funcional de dicho ojo con la consecuente ambliopía. 8 Al parecer, en diversos estudios en animales, los cuales han sido penalizados en uno de sus globos oculares por tarsorrafia durante períodos largos, esta falta de ”uso” del globo ocular suprimido, ha generado atrofia neuronal a nivel de cuerpos genilados laterales, como se ha demostrado después de sacrificar el animal de experimentación en el examen de autopsia, por lo que la ambliopía, mas que presentar una consecuencia ocular, presenta un daño neurológico permanente con imposibilidad de tratamiento posterior. La intensidad de la ambliopía estrábica es mayor, cuando más temprano se instale el estrabismo, debido a que es desviado el desarrollo de la función monocular a más temprana edad. 8 El estrabismo que generan ambliopía de manera más incapacitante, con los que se instalan antes de los dos años de edad, es decir cuando la agudeza visual alcanza como promedio 20/80, dichas alteraciones motoras son: Endotropia no acomodativa Endotropia parcialmente acomodativa Exotropia constante La primera de ellas, tal vez la mas grave se inicia entre el nacimiento y el primer año de vida, puede llegar a presentar ambliopía tan severa como av de 20/200 hasta incluso percepción de movimiento de manos. La endotropia parcialmente acomodativa con mejor agudeza visual, ya que se presenta entre el primero y tercer año de vida y la exotropia constante que al igual que la primera se presenta entre el nacimiento y el primer año de vida genera av de 20/200 o menos. La variedad de exotropia intermitente nunca presenta ambliopía, en vista de la alternancia generada en dicha patología, con supresión y momentos de fusión binocular. 8 El retraso psicomotor contribuye a un mal desarrollo de los centros de integración cortical binocular, lo que lleva a un potencial escaso de fusión en los pacientes, desarrollo visual inadecuado y evolución sensorial retrasada. Las alteraciones oculares más frecuentes en niños con retraso psicomotor son defectos refractivos, principalmente miopía y astigmatismo, estrabismo, sensibilidad al contraste disminuida. El estrabismo más comúnmente asociado al retraso psicomotor es la endotropia o exotropia de ángulo variable. 9,10 Aproximadamente 613.000 niños a nivel mundial entre los 6 y 21 años, que representa 2-3% de la población general, tienen algún nivel de retraso en el desarrollo psicomotor, de éstos el 50 a 80% se asocia a estrabismo. El 35% presenta variabilidad y 50% de esta variabilidad corresponde a la endotropia de ángulo variable. El tratamiento en estos casos es difícil ya que la posibilidad de aplicarlo y la respuesta al mismo, dependen de las condiciones generales del paciente. En estudios previos se ha observado que algunas técnicas quirúrgicas puedan ser más eficaces para la corrección del estrabismo variable como la miopexia retroecuatorial para pacientes con retraso psicomotor, sin embargo, no siempre es posible someterlos a cirugía ya que la anestesia puede representar un riesgo importante para ellos. En caso de ser sometidos a cirugía, la rehabilitación posterior no suele ser buena, debido a la falta de cooperación del paciente y a que su estado neurológico compromete la fusión, afectando los resultados de la misma, generando deterioro y recidivas. Se ha observado que tienen mejor respuesta en edades más avanzadas, por lo que su tratamiento en comparación con pacientes con desarrollo psicomotor normal sea más tardío. 9,11,12 La toxina botulínica debido a su poca interacción con otras enfermedades y a la posibilidad de aplicarse únicamente con sedación, es una buena opción en estos pacientes, pudiéndose aplicar en edades más tempranas, incluso en los primeros meses de vida, ya sea como tratamiento definitivo o previo a cirugía. Evita los cambios fibrosos en músculos con hipertonía continua, laxitud y elongamiento de los contrarios. Aunque éstos pacientes pueden requerir más de una aplicación de toxina botulínica, la primera aplicación determina la respuesta al tratamiento, siendo ésta mejor cuando la enfermedad neurológica logra un punto estable. 9,13,14,15 La importancia de la revisión de la respuesta a la toxina botulínica en pacientes con antecedente de retraso psicomotor tiene un valor pronóstico, dado que la presencia de estrabismo está asociada con pobre pronóstico sensorial. Alan Scott fue el primero en describir el uso de toxina botulínica en el tratamiento del estrabismo y espasmos perioculares en 1973. La toxina botulínica es una neurotoxina formada por complejos de alto peso molecular, producida por la bacteria Clostridim botulinum. Esta bacteria elabora ocho exotoxinas antigénicas (A, B, C(1), C(2), D, E, F and G). Todos los serotipos interfieren con la transmisión neural al bloquear la acetilcolina, que es el principal neurotransmisor en las uniones neuromusculares, causando parálisis muscular. La debilidad generada por la toxina tiene una duración de tres meses aproximadamente. Actualmente la toxina botulínica es utilizada en una gran variedad de patologías como estrabismo, distonías, espasmo hemifacial, cefaleas, hipersalivación, hiperhidrosis, cosméticas. Actualmente la toxina botulínica se considera una buena opción en pacientes que no pueden ser sometidos a anestesia general, en pacientes cuya condición clínica es inestable y en aquellos tratados insatisfactoriamente con cirugía. 9,16,17 Está en estudio la utilización de toxina botulínica tipo B para evitar los procesos de liofilización y reconstitución asociados con la disminución de potencia y estabilidad de las preparaciones con toxina tipo A. 18 Técnica de aplicación de TB 1. Se aplica TB tipo A, diluida en solución salina estéril a 5 UI por cada 0,1 ml. 2. Se aplica anestésico tópico en conjuntiva. La toxina se inyecta al músculo en hipertonía y en casos necesarios se agregó al músculo con hiperestimulación en el ojo contrario. 4. La aplicación se realiza con aguja de insulina, previa toma transconjuntival del músculo, lo más distal posible al tendón, y penetración de la aguja de insulina en toda su longitud. (9) El seguimiento de los pacientes es a la semana, 45 y 60 días, 4 y 6 meses. Los efectos secundarios de la aplicación de toxina botulínica son ptosis transitoria que resuelve en una o dos semanas, hipercorrección que se observa a los dos meses y resuelve progresivamente. 9,11 MATERIAL Y MÉTODOS: Es un estudio retrospectivo, descriptivo, longitudinal, abierto, de pacientes con estrabismo asociado a retraso del desarrollo psicomotor y siendo tratados en el servicio de Oftalmología del Centro Médico Nacional “20 de noviembre” del Institudo de Seguridad y Servicio Solcial para los Trabajadores del Estado que tienen capacidad de atención de tercer nivel con población socioeconómica media y media baja, abierta a toda la República Mexicana. Los pacientes referidos a éste Hospital con estrabismo son considerados de difícil manejo y frecuentemente ya han recibido tratamientos previos sin respuesta al mismo; todos cuentan con expediente clínico del departamento de Estrabismo y son evaluados por el mismo subespecialista en Estrabismo. El estudio fue realizado de marzo de 2009 a julio de 2010 incluyendo los pacientescon las siguientes variables. VARIABLES: Las variables dependientes son: ‐ Grado de ambliopía (reducción de la agudeza visual que no puede atribuirse al ninguna anomalía estructural del ojo ni de la vía visual posterior, debida a una experiencia visual anormal en fases tempranas de la vida. Esta se valora de acuerdo a la agudeza visual corregida) ‐ Respuesta a la toxina botulínica: Modificación positiva del estrabismo basal posterior a la aplicación de toxina botulínica. Las variables independientes son: ‐ Tipo de estrabismo ( deslineación ocular medida en dioptrías prismáticas, debido a anomalías en la visión binocular o anomalías en el control neuromuscular de la motilidad ocular) ‐ Grado de retraso psicomotor ‐ Tratamiento con toxina botulínica CRITERIOS DE INCLUSIÓN: Pacientes de ambos sexos con estrabismo tratado con toxina botulínica con antecedentes de retraso psicomotor. CRITERIOS DE EXCLUSIÓN: Pacientes con alteraciones neurológicas que no presenten retraso psicomotor. Los pacientes fueron explorados estrabológicamente con vaciamiento en la historia clínica de estrabismo, se determinó el diagnóstico y las necesidades de tratamiento. El tratamiento fue establecido abarcando área visual, óptica, sensorial y motora. Para la revisión de agudezas visuales en los pacientes cooperadores, la evaluación fue realizada por medio de tabla de Lea Hyvärinen con unidades log MAR, en los pacientes no cooperadores la agudeza visual se consideró únicamente cualitativa a través de preferencia visual. Se determinaron errores refractivos bajo cicloplejia usando ciclopentolato al 1% en gotas una hora previa a la refracción, los defectos refractivos fueron corregidos considerando su estrabismo. Se determinaron fenómenos ampliópicos y se agregó tratamiento de penalización cuando fue requerido. El tratamiento motor fue complementado con quimiodenervación con toxina botulínica aplicándose bajo sedación en el área de quirófano de hospitalización bajo monitorización cardiaca. La respuesta al tratamiento con toxina botulínica fue evaluada "buena" a la corrección de 70% de su desviación original, "regular" si la corrección fue de 30 a 69% y "mala" respuesta al ser menor de 30%. Se realizó una vigilancia a los 2, 4 y 8 meses, con un seguimiento mínimo requerido para el estudio de 8 meses. El análisis estadístico fue realizado con tabla de Excel para columnas de correlación lineal y método de Pearson. Se registraron complicaciones, eventos adversos, respuesta a la toxina, relación con enfermedades neurológicas y todos los pacientes tenían que tener hoja de autorización quirúrgica y consentimiento informado para la aplicación de la toxina botulínica. RESULTADOS Se estudiaron 24 pacientes del C.M.N 20 de Noviembre con retraso psicomotor y estrabismo tratados con toxina botulínica en el periodo de marzo de 2009 a julio de 2010, 13 (54.16%) hombres y 11 (45.83%) mujeres, con edad promedio de 4.2 años (rango de 1 a 11 años) y desviación estándar de 2.24. Se agrupó a los pacientes por grupos de edades de 1 a 5 años, 6 a 10 años y mayores de 10 años encontrando en el primer grupo 18 (75%) pacientes, en el segundo 2 (0.8%) pacientes y en el tercero 1 (0.4%) pacientes (Fig 1) Se dividió a los grupos según tipo de estrabismo, encontrando 11 (47%) con endotropia constante, 3 (13%) con endotropia de ángulo variable y 9 (39%) con exotropía constante (Fig 2). De los 24 pacientes, en 5 (20.8%) se observó nistagmo, de los cuales en 3 fue horizontal (60%), 1 vertical (20%) y 1 (20%) oscilatorio vertical. (Fig 3) En cuanto a los pacienes con nistagmo, 3 (60%) se relacionaron con endotropia constante, 1 (20%) con exotropia constante y 1 (20%) no se relacionó con ningún tipo de estrabismo. (Fig 4) Se dividió a los pacientes según grado de retraso psicomotor encontrando 11 pacientes (45.83%) con retraso psicomotor leve, 9 (37.50%) moderado y 4 (26.66%) severo. (Fig 5) En cuanto a la agudeza visual inicial, en 3 (12.5%) pacientes de 3 años de edad cada uno, no se pudo valorar la agudeza visual, de los cuales 2 (0.83%) se asociaron a retraso psicomotor severo y 1 (0.41%) a retraso psicomotor moderado. 2 (0.83%) únicamente percibieron luz 1 asociado a retraso psicomotor severo y el otro a coriorretinitis por citomegalovirus. 15 pacientes se reportaron como “sigue objetos”, con un promedio de edad de 3.86 años (rango de 2 a 7 años) y con retraso psicomotor leve en 5 (33.33%) pacientes, moderado en 9 (60%) de los pacientes y severo en 1 (0.60%) pacientes. Sólo en 4 (16.66%) pacientes se pudo valorar la agudeza visual con promedio de 0.3 log MAR (rango de 0.1 a 0.6) en ambos ojos. (Fig 6) En 18 (75%) pacientes se aplicó una solo dosis y en 6 (25%) dos dosis. En cuanto aquellos a los que se les aplicó una sola dosis, el promedio de toxina botulínica aplicada fue de 7.70 UI y en segunda dosis de 9.5 UI. (Fig 7) De los 24 pacientes, 13 (54.16%) tuvieron buena respuesta, 7 (29.16%) regular y 4 (16.66%) mala. (Fig 8) Las enfermedades concomitantes se asociaron en 5 grupos: Cuadriparesia espástica distónica 5 (20.83%), síndromes congénitos 3 (12.50%), trastornos psiquiátricos 2 (0.83%), trastornos convulsivos 8 (33.33%), otros (enfermedad por reflujo gastroesofágico, tiroiditis autoinmune, rinitis crónica y luxación de cadera) 4 (16.66%). Los antecedentes se asociaron en 9 grupos: Prematurez 4 (16.66%), hipoxia 1 (0.41%), hemorragia intracraneal 4 (16.66%), hidrocefalia 5 (20.83%), malformaciones cerebrales 2 (0.83%), malformaciones congénitas 4 (16.66%), infecciosas 3 (12.50%), retinopatía del prematuro 1 (0.41%), traumatismos 1 (0.41%). Según la edad del paciente, de los 13 con respuesta “buena” 10 (76.92%) se encontraron dentro del rango de 1 a 5 años de edad y 3 (23.07%) en el rango de 6 a 10 años de edad. De los 7 pacientes con respuesta “regular”, 6 (85.71%) estuvieron en el rango de 1 a 5 años y 1 (14.28%) en el rango de 6-10 años. De los 4 pacientes con respuesta “mala”, 2 (50%) estuvieron en el rango de edad de 1 a 5 años, 1 (25%) en el rango de 6 a 10 años y 1 (25%) en el rango de mayores de 10 años. Por lo que la mejor respuesta se observó en el grupo de 1-5 años con promedio de 70.87 %. Se realizó correlación de Pearson con valor de -0.2 lo cual demuestra una correlación evadísticamente significativa con mejor respuesta a menor edad de inicio del tratamiento. (Fig 9) Según el sexo del paciente de los 13 pacientes con respuesta “buena” 8 (61.53%) fueron del sexo femenino y 5 (38.46%) del masculino, de aquellos con respuesta “regular”, 2 (28.57%) fueron del sexo femenino y 5 (71.42%) del masculino y de aquellos con respuesta “mala”, 1(25%) fue del sexo femenino y 3 (75%) del masculino. De acuerdo a la agudeza visual inicial en relación con la final, se encontró que 7 (29.16%) pacientes tuvieron mejoría, 15 (62.50%) quedaron igual y 2 (0.80%) empeoraron, estos últimos tuvieron retraso psicomotor moderado. (Fig 10) Según el número de aplicaciones de toxina botulínica, de los 24 pacientes, 18 (75%) requirieron una aplicación y 6 (25%) dos aplicaciones, de los 18 pacientes con una aplicación de toxina botulínica, 10 (55.55%) tuvieron respuesta “buena”, 5 (27.77%) respuesta “regular” y 3 (16.66%) respuesta “mala”. De los 6 pacientes con 2 aplicaciones, 3 (50%) tuvieron respuesta “buena”, 2 (33.33%) presentaron respuesta “regular”, y 1 (16.66%) respuesta “mala”. En cuanto a la relación del número de aplicaciones con la respuesta a la aplicación de toxina tuvimos una correlación de Pearson con resultado de -0.03, demostrando que en 15 (62.50%), pacientes respondieron adecuadamente al tratamiento del estrabismo con toxina botulínica y 7 (29.16%) tuvieron respuesta regular bajo control, lo que ofrece ua posibilidad de 22 (91.66%)de pacientes de tratarse con toxina botulínica y tener buena respuesta Los pacientes que no respondierona la toxina botulínica fueron 4 (16.66%), sin embargo, estos tampoco pueden ser expuestos a cirugía por las condiciones neurológicas, por lo que se pueden mantenerbajo control sensorial, óptico y motor con toxina botulínica. (Fig 12) El análisis estadístico con correlación de Pearson aplicado a la respuesta de toxina botulínica dependiendo de la dosis dio un resultado de 0.09 lo que demuestra mejor resultado del estrabismo a mayor cantidad de toxina botulínica aplicada. El análisis de correlación de Pearson para grado de retraso psicomotor y respuesta al tratamiento con toxina botulínica fue de -0.02, lo que demuestra una relación estadísticamente significativa con mejor respuesta al tratamiento del estrabismo a menor retraso psicomotor. De la misma forma, se correlacionó la presencia de nistagmo con la respusta a la toxina botulínica econtrando un resultado de -0.01, lo que nos indica que existe evidencia estadísticamente significativa de mejor respuesta en pacientes que no presentan nistagmo. De acuerdo al tipo de estrabismo y respueta a toxina botulínica, el análisis de correlación de Pearson fue de 0.14, lo que demuestra una relación estadísticamente significativa con mejor respuesta al tratamiento del estrabismo en endotropias intermitentes y constantes siendo mayor en las primeras. Al analizar las enfermedades concomitantes en correlación con la respueta a toxina botulínica, el análisis de correlación de Pearson fue de -0.05, demostrando una relación estadísticamente significativa con mejor respuesta al tratamiento del estrabismo en pacientes con menor número y gravedad de enfermedades concomitantes. Así mismo, se correlacionaron los antecedentes patológicos y la respuesta al tratamiento con toxina botulínica con un resultado de 0.38, lo que indica que existe una relación estadísticamente significativa con mejor respuesta al tratamiento del estrabismo en pacientes con menor número y gravedad de antecedentes patológicos. Fig 1. Distribución de acuerdo a la edad de los pacientes: Fig 2. Distribución de acuerdo al tipo de estrabismo: Fig 3. Distribución de acuerdo al tipo de nistagmo: Fig 4. Relación de la presencia de nistagmo con tipo de estrabismo: Fig 5. Distribución de acuerdo al grado de retraso psicomotor: Fig 6. Distribución de acuerdo a la agudeza visual: Fig 7. Número de dosis de toxina botulínica aplicada: Fig 8. Respuesta a la aplicación de toxina botulínica: Fig 9. Respuesta a la aplicación de toxina botulínica en relación a la edad: Fig 10. Respuesta a la aplicación de toxina botulínica valorada de acuerdo a los cambios en la agudeza visual: Fig 11. Resultados de acuerdo al número de aplicaciones de toxina botulínica aplicadas: DISCUSIÓN La toxina botulínica es una buena opción para el tratamiento de pacientes con estrabismo asociado a retraso psicomotor, ya que debido a sus limitaciones neurológicas, en algunos casos no pueden ser tratados quirúrgicamente o su cirugía debe de retrasarse. De acuero a nuestros resultados sólo 16.66% tuvieron una mala respuesta al tratamiento, sin embargo, estos pacientes no pueden ser sometidos a cirugía por su inestabilidad neurológica por lo que consideramos que es una excelente alternativa. En caso de cirugía la literatura refiere que la respuesta no suele ser tan satisfactoria en estos pacientes, además de ser impredecible el resultado, por lo que consideramos que debido a la inocuidad de la toxina, además de su sencilla técnica de aplicación y escasos efectos adversos es importante tenerla en cuenta como tratamiento de primera elección en éstos pacientes. En nuestro estudio los pacientes no presentaron efectos adveros por la aplicación de toxina botulínica. Se ha reportado en la literatura que el tipo de estrabismo más frecuente es la endotropia coincidiendo con nuestros resultados en los que tuvimos mayor frecuencia en primer lugar de endotropia constante y en segundo de endotropia de ángulo variable. Es ideal iniciar con el tratamiento lo antes posible ya que tenemos mejor posibilidad de fusión e integración de las vías visumotoras, además, en nuestro estudio observamos que la mejor respuesta a la toxina botulínica se da en pacientes con menor edad, probablemente por mejoría en la función óptica, motora y sensorial que permite un mejor resultado. En cuanto al número de dosis de toxina botulínica aplicada, la mayoría respondió a una sola dosis y aquellos que requirieron una segunda dosis ya habían tenido respuesta con la primera dosis pero no fue suficiente, los pacientes que no respondieron a la toxina botulínica, fueron evidentes desde la primera dosis, por lo que consideramos que la primera dosis determina la respuesta al tratamiento aunque se requieran nuevas dosis. Los resultados obtenidos en relación al retraso psicomotor nos muestran que el grado de retraso afecta la respuesta a la aplicación de toxina botulínica, todos los pacientes con retraso psicomotor leve respondieron evidente y satisfactoriamente al tratamiento, sin embargo aquellos con retraso psicomotor moderado o severo tuvieron menor respuesta. Las enfermedades concomitantes son también un factor importante en la respuesta al tratamiento, observamos una mejor respuesta en pacientes con menores enfermedades asociadas, probablemente debido su mejor estado clínico en general y a la mayor cooperación con el tratamiento posterior. CONCLUSIONES La toxina botulínica es un procedimiento seguro, con míminos efectos adversos y complicaciones. La respuesta a la aplicación de toxina botulínica es mayor en pacientes con menor edad. La respuesta a la toxina botulínica se determina por la primera dosis. La respuesta a la aplicación de toxina botulínica es mayor en pacientes con menor grado de retraso psicomotor. BIBLIOGRAFÍA: 1. Gómez A, López R, Núñez O. El retraso; su etimología y clasificación. RevistaCiencias. 2009 2. Moguel‐Ancheita S, Orozco‐Gómez LP. Disfuncionalidad neuronal y psicomotora como resultado del retraso en el tratamiento de ambliopía. Cir Ciruj 2007; 75:481‐489. 3. Moguel-Ancheita S, Ramírez-Sibaja S, Castellanos-Pérez Bolde C, Orozco- Gómez LP. Análisis de las funciones sensoriomotoras y depresión en niños con estrabismo. Primera Fase. Cir Ciruj 2008; 76: 101-107. 4. Albuquerque R, Gagliardo, Lima A, Guerra M, Rabelo A, Cabral-Folho JE. Comportamiento visuomotor de lactantes pretermino en el primer mes de vida. Comparación entre edades cronológica y corregidas. Rev Neurol 2009; 48(1): 13-16. 5. Sastre-Riba S. Prematuridad: análisis y seguimiento de las funciones ejecutivas. Rev Neurol 2009; 48 (supl 2): S113-S118. 6. Magallón S, Narbona J. Detección y estudios específicos en el trastorno del aprendizaje procesal Rev Neurol 2009; 48(supl2) 7. Liesegamgtl, Laura Et. Al Oftalmología pedíatrica y estrabismo. PAAO 2007, 18-24 8. Merino J. Las secuelas sensoriales del estrabismo ambliopía. �Revista imagen óptica año 2, vol. 2 No. 1(2000) p. p 60-62 9. Moguel A, Martínez-Oropeza S, Orozco L. Tratamiento con toxina botulínica para estrabismo en retraso psicomotor. Arch Soc Esp Oftalmol 2004, vol.79, n.9, pp. 443-448. 10. Sandfeld Nielsen L, Skov L, Jensen H. Visual dysfunctions and ocular disorders in children with developmental delay. II. Aspects of refractive errors, strabismus and contrast sensitivity. Acta Ophthalmol Scand. 2007 Jun;85(4):419-26. 11. Díaz-Castañeda A, Fuentes-Cataño A, Villaseñor-Solares J. Endotropia de ángulo variable asociada con retrasopsicomotor. Rev Mex Oftalmol; Marzo- Abril 2009; 83(2):81-83. 12. Castellanos-Bracamontes A, Mozo-Cueto A. Variable angle strabismus and its relation to poor vision and psychomotor retardation. Bol Med Hosp Infant Mex. 1990;47(12):828-32 13. Crouch ER. Use of botulinum toxin in strabismus. Curr Opin Ophthalmol. 2006 Oct;17(5):435-40. 14. Kowal L, Wong E, Yahalom C. Botulinum toxin in the treatment of strabismus. A review of its use and effects. Disabil Rehabil. 2007 Dec 15;29(23):1823-31. 15. Arroyo-Yllanes ME, Pérez-Pérez JF, Murillo-Murillo L. Results with botulinum toxin in patients with esotropia and psychomotor deficit. Cir 2009 Jan-Feb;77(1):9-12. 16. Nigam A. Botulinum toxin. Indian J Dermatol. 2010;55(1):8-14. 17. Aoki KR, Guyer B. Botulinum toxin type A and other botulinum toxin serotypes: a comparative review of biochemical and pharmacological actions. Eur J Neurol. 2001 Nov;8 Suppl 5:21-9. 18. Callaway JE, Arezzo JC, Grethlein AJ. Botulinum toxin type B: an overview of its biochemistry and preclinical pharmacology. Semin Cutan Med Surg. 2001 Jun;20(2):127-36. Portada Índice Texto
Compartir