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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO HOSPITAL JUÁREZ DE MÉXICO TRATAMIENTO DE PSEUDOARTROSIS EN NIÑOS, MEDIANTE APORTE OSEO Y PLACA TESIS PARA OBTENER EL GRADO DE: ESPECIALISTA EN ORTOPEDIA PRESENTA: DR. REYES MARTÍNEZ ARTURO TUTOR DE TESIS: GÓMEZ LLATA GARCÍA SERGIO CIUDAD DE MÉXICO AGOSTO 2018 HJM 04660/18-R https://www.google.com.mx/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&source=images&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwiuk5-81cXcAhX0On0KHU_XBcUQjRx6BAgBEAU&url=https://twitter.com/hospitaljuarezm&psig=AOvVaw2jGQDQtwLVJL6iPMcN1Idf&ust=1533000337823789 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 HOJA DE AUTORIZACIÓN DR JAIME MELLADO ABREGO JEFE DE ENSÑANZA E INVESTIGACIÓN DEL HOSPITAL JUÁREZ DE MÉXICO DR. VICTOR MANUEL FLORES MENDEZ JEFE DE POSGRADO DEL HOSPITAL JUÁREZ DE MÉXICO DR. MIRANDA GÓMEZ DAVID GERARDO ENCARGADO DEL SERVICIO DE ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA DEL HOSPITAL JUÁREZ DE MÉXICO DR. GÓMEZ LLATA GARCÍA SERGIO CORDINADOR DE CURSO UNIVERSITARIO DE LA ESPECIALIDAD DE ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA DEL HOSPITAL JUÁREZ DE MÉXICO Y TUTOR DE TESIS 3 DEDICATORÍA A mis padres, (María Eréndira Martínez Luna y Arturo Reyes Rivera), quienes con su ejemplo y su dedicación han dado todo para que siga adelante con sus valores con sus conocimientos, experiencias, y sobre todo con ese calor humano que sembraron en mi la inquietud y el interés por la carrera y especialidad más noble. A mis hermanos (Rommel, Erick y Marlene), quienes han sido un estímulo importante para siempre ir por más, y nunca darse por vencido, pese a las adversidades, siempre viendo al frente y levantándose con más fuerza en cada tropiezo. A mis abuelos que están y los que se han adelantado en el camino, pero que siguen estando con nosotros en todo momento para darnos los ánimos en el momento justo en que lo necesitamos. 4 AGRADECIMIENTOS A mi maestro el Dr. Gómez LLata García Sergio quien, con sus conocimientos, su dedicación y su rectitud, fomento en mi persona la responsabilidad, la necesidad de conocimiento, y el deber ser. A mis maestros de la especialidad que, con sus respectivas formas, transmitieron sus conocimientos, técnicas y experiencias en cada uno de los campos, con ello desarrollar las técnicas necesarias para el bien actuar de mi especialidad. Al honorable “Hospital Juárez de México”, que me permitió forjarme como especialista, y abrió sus pertas para alojarme durante estos años con una calidez humana de cada una de las personas que allí laboran, dando al máximo día a día para ser los mejores. ¡Gracias! 5 CONTENIDO DEDICATORIA………………………………………………………………………………………………3 AGRADECIMIENTOS…………………………………………………………………..…………..………4 CONTENIDO………………………………………………………………………..………………..…...…5 INTRODUCCIÓN………………………………………………………………..……………………..……6 VISIÓN GENERAL DEL HUESO……………………………………………………….…………...……6 FRACTURAS..................................................................................................................................10 LAS FRACTURAS EN LOS NIÑOS………………………………………...…………………..……….11 TRATAMIENTO DE LAS FRACTURAS……………………………………………………..………….12 CONSOLIDACIÓN..........................................................................................................................14 VALORACIÓN RADIOGRÁFICA DE LA CONSOLIDACIÓN……………………………...………….16 TRASTORNOS DE LA CONSOLIDACIÓN ÓSEA……………………………………………..………18 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA………………………………………………………….………..28 PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN………………………………………………………………………29 HIPÓTESIS……………………………………………………………………………..…………………..29 OBJETIVOS…………………………………………………………………………..…………………….29 MATERIAL Y METODOS………………………………………………………………………………….30 LIMITACIÓNES PARA LA REALIZACIÓN DEL ESTUDIO……………………………………………30 DEFINICIÓN DE VARIABLES…………………………………………………………………………….30 TECNICAS, INSTRUMENTOS Y PROCEDIMIENTOS………………………………………………...32 RESULTADOS………………………………………………………………………………………………33 DISCUSIÓN……………………………………………………………………………………………….....35 CONCLUSIONES……………………………………………………………………………………………39 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………………………………………41 6 INTRODUCCION: VISIÓN GENERAL DEL HUESO Para tener una visión más objetiva de lo que implica una fractura, el proceso de reparación, y lo que con lleva a la resolución de la misma, o por el contrario lleva a un fracaso en estos procesos terminando a lo que se conoce como “pseudoartrosis, o no unión”, es necesario entender que es el hueso y sus propiedades, por lo cual comenzaremos con el análisis del mismo. El hueso es un tejido complejo cuyas propiedades son producto de la asociación de una morfología externa macroscópica y de una morfología microestructural compuesta por una red trabecular y cortical. Las exigencias y las cargas que los huesos reciben durante la locomoción necesitan resistencia mecánica y elasticidad. Esta organización debe permitir que el esqueleto sea sólido, elástico y liviano para desplazarse durante la marcha, la carrera y los saltos, pero también, si es necesario, responder a cargas más inesperadas en torsión o cizalladura. Por lo tanto, se trata de un pliego de condiciones exigentes para el esqueleto. También representa un tejido adaptativo y evolutivo en función de la edad, del sexo y de las exigencias físicas (deportivas y profesionales) e, incluso, hormonales y metabólicas. Sin embargo, este equilibrio mecánico puede interrumpirse por traumatismos que causan fracturas o por lesiones macro o microestructurales que generan fracturas patológicas. El proceso de consolidación ósea permite reparar la fractura, lo que no sólo supone restaurar la continuidad de la pieza ósea, sino recuperar sus propiedades biomecánicas. Este proceso evoluciona durante varias semanas antes de permitir la reanudación de la función y restitución de la estructura macroscópica y microscópica, así como la recuperación de sus propiedades biomecánicas es fundamental conocer el módulo de elasticidad del material. El módulo de elasticidad (módulo de Young) expresa la relación entre la carga aplicada a un material y la deformación de éste. Se determina con una prueba biomecánica de ruptura. La relación entre las dos variables (deformación y carga). 7 Otra de sus propiedades es que es un material “dúctil”, eso significa que tiene la capacidad de sufrir una deformación plástica sin romperse, al contrario que un material quebradizo. Si la deformación continúa, la presión aumenta hasta alcanzar la carga máxima, que determina el “límite de elasticidad alto”. Más allá de este límite, la sección transversal disminuye de forma regular. Después, el material alcanza su límite de ruptura. Si debajo del umbral del límite de elasticidad a un objeto se le aplica una carga constante, la fluencia produce una deformación irreversible la ruptura con carga: es la aplicación continua de una fuerza hasta la ruptura. Se trata de un modelo clásico de fractura ósea en el contexto de un traumatismo agudo; La fractura por fatiga: se trata de una ruptura secundaria a la aplicación de cargas por debajo del límite de elasticidad, pero quese aplican de forma cíclica. Es el caso de la fractura de implantes tras la pérdida de estabilidad de una osteosíntesis. El estudio del comportamiento mecánico de los objetos se basa en la “teoría de las vigas”, modelo empleado en resistencia de los materiales. Para usar estos principios son necesarios algunos requisitos previos, sobre todo el hecho de que el material debe ser homogéneo, elástico e isótropo (es decir, que las propiedades mecánicas del material sean idénticas en cualquier dirección de aplicación de la carga). Primero hay que admitir esta aproximación, ya que el hueso tiene numerosas propiedades intrínsecas que lo convierten en un tejido complejo desde un punto de vista mecánico. Al respecto, el hueso es “anisótropo” su módulo de elasticidad (E) depende de la dirección de la carga que recibe. Por ejemplo, el hueso tiene menor resistencia en cizalladura que en tracción, y menor en ésta que en 8 compresión. Para el hueso cortical, la carga de ruptura puede evaluarse en 210 N/m2 en compresión,150 N/m2 en tracción y 80 N/m2 en cizalladura. También es “viscoelástico”, en apoyo, su deformación depende de la carga soportada, pero también de la velocidad de aplicación de ésta. Cuanto más importante sea el vector velocidad, mayor será la reacción del hueso con una rigidez elevada. Así, el hueso trabecular es más rígido en compresión cuando la velocidad de aplicación de la carga aumenta. Según la ley de Wolff fue enunciada en el siglo XIX por el anatomista y cirujano alemán Julius Wolff. Consideraba que el hueso trabecular tenía una organización no aleatoria y anisótropa. Según este autor, dicha estructura era producto de las cargas que recibía. lo que convierte al hueso en un órgano vivo que se adapta a diversas circunstancias. Por un lado, una acción repetida o específica modifica la macroestructura, por otro lado, este mecanismo también influye sobre la densidad y la microestructura ósea. El ejercicio físico y el sobrepeso aumentan la masa ósea debido al uso excesivo del complejo osteo-tendino-ligamentoso. Al contrario, la disminución de las fuerzas aplicadas al hueso y las pruebas de micro gravedad ilustran la inducción de una desmineralización relativa. Las cargas aplicadas al hueso influyen sobre la homeostasis ósea mediante procesos no mecánicos y retrocontroles celulares. Esta optimización mecánica es producto de un acoplamiento entre la carga y la actividad celular, aunque todavía no se conocen bien los mecanismos de transducción. Histología: El hueso está formado por colágeno e hidroxiapatita, el colágeno, sobre todo de tipo I, que representa la parte fundamental de la trama orgánica (90%), tiene una mecánica en tracción superior a su resistencia mecánica en compresión, La hidroxiapatita, constituida por cristales de fosfato de calcio, representa la parte fundamental de la trama inorgánica mineralizada. Se trata de un material rígido (aunque quebradizo) y resistente a la compresión, el 45% de mineralización del hueso humano es un valor óptimo si este valor disminuye, el hueso es demasiado flexible en carga y se rompe, si la mineralización es alta se vuelve quebradizo. Hay que considerar el hecho de que una ligera variación de 9 densidad y mineralización óseas puede inducir una variación notable del módulo de elasticidad del hueso, la edad, los parámetros biológicos y hormonales (enfermedades endocrinas, menopausia), la hidratación del tejido, las osteopatías y el sexo son factores que influyen sobre la resistencia del hueso a las cargas, la competencia del hueso puede variar por factores extrínsecos modificables como la actividad física y deportiva. En la microestructura participan el hueso cortical y la red trabecular el hueso esponjoso es cuatro veces menos denso, diez veces menos rígido y cinco veces más elástico que el hueso cortical. La organización de las osteonas es una de las razones que explican la rigidez del hueso cortical. Se trata de la asociación de fibras de colágeno calcificadas y organizadas en laminillas para formar los canales de la red haversiana. 13) Las propiedades del hueso evolucionan tanto en función de cargas de intensidad como de repetición, si el hueso ha superado el límite de elasticidad, el módulo de elasticidad se modificará con las cargas futuras. 10 FRACTURAS Los distintos tipos de deformación del hueso suelen describirse mediante los procesos de compresión, tracción, flexión, cizalladura y torsión suelen asociarse en diversos grados según la actividad o el tipo de traumatismo, una fractura suele ser la consecuencia de un traumatismo. Por lo general puede identificarse un mecanismo principal en función de la fractura resultante. El tipo de fractura depende de otros elementos, como la energía cinética en el momento del traumatismo, pueden distinguirse: Las fracturas con cinética baja: una simple caída o un traumatismo menor; Las fracturas con cinética alta: accidente en la vía pública, caída de altura; Las fracturas con cinética muy alta: traumatismos balísticos que producen lesiones graves por transferencia de esta energía cinética al hueso. Toda lesión dérmica a la altura de la fractura debe considerarse como fractura expuesta hasta no demostrar lo contrario. Y esto cambia totalmente el pronóstico de la fractura, ya que esto compromete la fractura ya que lo hace susceptible a; contaminación por bacterias, des vascularización de la zona de la fractura, infección, más difícil la inmovilización, y un mayor compromiso para la función por daño a músculos, tendones o nervios. (10) Un trazo de fractura transversal es más bien producto de un mecanismo principal en tracción. La compresión pura del hueso produce un trazo de fractura oblicuo. Si 11 la compresión se asocia a una flexión, la fractura se caracteriza por la aparición de un tercer fragmento en ala de mariposa. Por último, un trazo en espiral es producto de una carga en torsión. LAS FRACTURAS EN LOS NIÑOS Son diferentes, desde el punto de vista biomecánico son muy especiales, debido a la existencia de un periostio muy grueso y muy resistente, así como de un proceso de maduración ósea incompleto. La remodelación es muy efectiva y rápida, inclusive los desplazamientos son sanados y remodelados sin espacios, entre más chico mayor facilidad de remodelación, así como el crecimiento excéntrico y el callo abundante ayuda la corregir los acortamientos y las angulaciones, pero nunca las rotaciones, lo cual no es tolerado, y nunca remodelan.(10) Sin embargo, pueden describirse las fracturas en tallo verde, que corresponden a la ruptura de una sola cortical en la convexidad de la fractura, asociada a una deformación elástica de la concavidad por compresión plástica metafisaria, o a la combadura, que es la deformación plástica de la diáfisis. Fisis o cartílago de crecimiento, es una estructura compleja en estado de actividad celular continua y es responsable del crecimiento longitudinal del hueso. (15) Las fisis están localizadas en los extremos de los huesos 12 largos, responsables del crecimiento longitudinal, la fisis es una zona de debilidad estructural potencial y esta reforzada por una capa fibrosa que la rodea (anillo de Lacroix), bajo el anillo de Lacroix está el surco o anillo de Ranvier, una región triangular que contiene condroblastos y es responsable de la anchura de la fisis. Los tipos de fracturas en los niños: Los huesos de los niños son más elásticos y menos frágiles que los de los adultos y pueden deformarse antes de fracturarse por completo. Tienen una cubierta perióstica gruesa que proporciona nutrición y soporte mecánico. Por lo cual presenta estas variantes de fracturas: Deformidad elástica, deformidad plástica, fractura en rodete, fractura en tallo verde y fractura completa. Para comprender el tratamiento de las fracturas enlos niños es necesario clasificar que tipo de fractura y el estado del periostio de la misma. Las de rodete son incompletas y por lo tanto tienen una estabilidad intrínseca. Las fracturas en tallo verde y las completas son inestables, pero el periostio indemne y laxo en el lado de la compresión de la fractura ayuda a reducir la fractura y a mantener el estado de la reducción mediante el moldeado de los tres puntos. Las fracturas transversas y oblicuas cortas simples no se acortan al soportar fuerzas y se denominan de longitud estable, las multifragmentadas y espiroideos son fracturas de longitud inestable y merecen tratamiento quirúrgico. El periostio comparado con el de los adultos es más grueso y fuerte, esta membrana fibrosa densa, puede dar mayor estabilidad a las fracturas, así como preservar el aporte vascular necesario para su reparación (15) La remodelación ósea es muy diferente. Inclusive desplazamientos completos pueden sanar y remodelar completamente sin dejar rastro. Entre más joven, mayor es su capacidad de remodelación, y las fisis en un hueso angulado crecerán excéntricamente para ayudar a restaurar la alineación. El crecimiento en la longitud y el ancho del hueso ocultaran la deformidad. Existe cierta capacidad para corregir la angulación, pero esta disminuirá en adolescentes. (12) (13) TRATAMIENTO DE LAS FRACTURAS Los primeros tratamientos de las fracturas se remontan a la antigüedad. Los procedimientos de inmovilización aparecen en el antiguo Egipto a modo de férulas 13 de madera envueltas con lienzos. Hipócrates inventó un aparato de madera (scamnum) que servía para reducir mediante tracción las fracturas de los miembros, también recomendaba el ejercicio para evitar la atrofia muscular durante la inmovilización, la cual se efectuaba con resinas y cera. Celso conseguía endurecer los vendajes con almidón. Ambrosio hacía moldes de tela, pergamino o cera que se endurecían al secarse. Antonius Mathijsen, un cirujano holandés, empezó a usar el yeso de París en 1852. Esta técnica se desarrolló de forma notable y fue uno de los grandes progresos respecto al tratamiento de las fracturas. La consolidación autónoma del hueso está favorecida por la alineación de los segmentos óseos. El objetivo es conservar todos los elementos biológicos necesarios para la consolidación. Sarmiento et al. señalan la presencia de un callo más activo cuando el hematoma fracturarío y la vascularización se mantienen intactos, la reducción por maniobras externas es un requisito previo indispensable para evitar la abertura del foco. La consolidación cortical se produce si la movilidad se mantiene por debajo del 2% del espacio interfragmentario; entre el 2-10%, la estabilidad relativa permite una consolidación secundaria; por encima del 10%, el hueso no puede consolidarse y la fractura evoluciona hacia la “pseudoartrosis”. La estabilidad absoluta conduce a una consolidación excelente en las fracturas simples con un espacio interfragmentario de menos de 2 mm La osteosíntesis (la unión quirúrgica entre los fragmentos de hueso mediante la utilización de elementos en su mayoría metálicos) con placa es, ante todo, una férula interna que hace posible la alineación de los segmentos óseos. Su participación en la biomecánica de la consolidación reside en la estabilización del foco de fractura y su compresión. Cualquier espacio que quede a la altura del foco induce una transmisión de las fuerzas en compresión por la placa y ya no por el hueso, lo cual provoca inestabilidad y un incremento de las cargas en el implante, por lo tanto, es fundamental reducir de la mejor manera posible la fractura y crear una compresión entre los fragmentos óseos a efectos de aumentar la rigidez del montaje. (3) 14 La placa es probablemente el implante más adecuado para estabilizar una pseudoartrosis, pues permite aplicar compresión interfragmentaria, realizar la corrección de cualquier deformidad y otras técnicas reconstructoras (aporte de injertos, etc.) en un solo tiempo quirúrgico. Una de las desventajas, es que el uso de placas requiere un amplio abordaje y por ende más posibilidades de infección. Siempre es necesaria una correcta planificación preoperatoria antes de la intervención. Las placas pueden aplicarse en las pseudoartrosis metafisarias tanto corno en las diafisarias según diversos principios propuestos por la AO. Hay diferentes tipos de placas y debe tenerse en cuenta cuál es la mejor posición de la placa, qué se debe colocar en la cara de tensión del hueso. Cuando no se puede emplear la placa a tensión realizamos una compresión axial con la placa. En el antebrazo, cuando la deformidad de uno de los huesos es hacia el otro y no permite colocar la placa en el sitio de la deformidad, hay que corregirla previamente y luego pretensar la placa para que la compresión sea uniforme en el foco de pseudoartrosis, en un trazo oblicuo se puede utilizar tras la compresión axial un tornillo de tracción a través de la placa. También se puede utilizar de placa puente en aquella que puentea un defecto óseo, como pérdidas de sustancia que se rellenan con injerto. La placa mantiene la longitud, el eje y las rotaciones. Un tipo especial de placa puente es la placa ondulada que se moldea como un puente, con un doble beneficio biológico y mecánico, el aporte de injerto óseo esponjoso entre la placa y el hueso para una reparación más rápida y proporciona un tirante en la cortical externa distribuyendo la tensión por toda la zona doblada. (4) CONSOLIDACIÓN La consolidación ósea es un proceso biológico y mecánico, considerar el defecto de consolidación sólo desde el punto de vista mecánico deja de lado el efecto conjunto de la osteosíntesis y de la cicatrización celular y tisular por efecto de factores locales químicos (proteína morfogenética ósea, factor de crecimiento insulínico (IGF), factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF), equilibrio 15 acido básico, etc.) y circundantes (lesión vascular, contusión tisular, edema, etc.). La consolidación ósea, desde un punto de vista biológico, empieza en el instante de la fractura. La fase inicial de la consolidación es la fase inflamatoria debido a microtraumatismos vasculares locales, se desarrolla un hematoma fracturarío. Esta fase, que dura hasta la tercera semana, se caracteriza por una reacción inflamatoria local e induce el reclutamiento y la activación de los precursores a través de una cascada enzimática, con participación de factores de crecimiento y activadores de la actividad celular. Esta organización precoz explica la importancia de conservar el hematoma fracturarío y la consecuencia de su desestabilización en las fracturas abiertas. La fase siguiente permite la formación del callo primario o callo blando. Se trata de un tejido óseo y conjuntivo inmaduro, láminas precoces de hueso pasan a modo de puente por encima del foco de fractura para estabilizar los fragmentos óseos. Este tejido se organiza de forma progresiva en el aspecto histológico y permite el paso a la fase siguiente de mineralización del callo. Esta osificación se caracteriza por la formación de un tejido laminar multidireccional no orientado. La fase de remodelación adapta el hueso a las fuerzas mecánicas al organizar el hueso laminar secundario. En el aspecto histológico, se trata de reconstituir la estructura ósea haversiana de laminillas concéntricas y el canal medular. Esta fase dura 12-18 meses y permite restituir las características morfológicas mecánicas del hueso. El proceso es más intenso si el esqueleto es más inmaduro, la fractura se encuentra cerca de una epífisis fértil y el trazo de fractura ocupa el plano de movimiento. “No hay corrección de los defectos de rotación”. La restauración de las propiedades biomecánicas del hueso es un proceso evolutivo. El callo óseo aumentade tamaño inicialmente y también lo hace la rigidez, la cual alcanza un nivel fisiológico en unos 28 días, la restauración avanza de forma paralela con el aumento de volumen del callo y la reorganización tisular, el volumen del callo se reduce lentamente hasta recuperar un tamaño normal después de varios meses, según la remodelación referida en la ley de Wolff. El aumento de volumen del callo óseo incrementa de forma considerable el momento de inercia y, por 16 consiguiente, la rigidez del segmento óseo, si bien se acepta que hay que distinguir distintos tipos de callo. Según la posición de éste, la rigidez varía en un sentido opuesto. Müller señaló que un callo por aposición perióstica tiene un efecto positivo, mientras que un callo medular puede hasta disminuir la rigidez si una consolidación cortical pura no influye en este parámetro. Los dos elementos que más estimulan el callo perióstico son el espacio interfragmentario y la carga fisiológica, que corresponde al peso de la persona. Este callo perióstico es luego remodelado de forma simultánea con la constitución del callo cortical. (2) VALORACIÓN RADIOGRÁFICA DE LA CONSOLIDACIÓN Según los estudios experimentales los signos radiológicos más témpanos comienzan a visualizarse desde la 3ª semana con difuminación del margen de fractura, convirtiéndose en esclerótica, seguida de formación de puente óseo perióstico y desaparición parcial de la línea de fractura entorno a la 12ª semana (3 meses). Desde el punto de vista radiológico una fractura está consolidada cuando: No se visualiza línea de fractura en distintas radiografías consecutivas y/o existe un puente óseo que, de forma empírica, deberá superar el 50% del anillo óseo afectado por la fractura para asegurar la progresión hacia la definitiva fusión. Se considera una fractura consolidada cuando en los estudios de la fractura representada por una línea trazada en las 3 proyecciones del espacio el paso de trabéculas es mayor de 2/3 ó 60% del trazo. Siempre y cuando hayan pasado más de semanas del inicio de la fractura, en ausencia de clínica de dolor para los movimientos activos y pasivos. Mención aparte merecen las fracturas con gran pérdida de masa ósea y con mala aposición de los fragmentos. Para este tipo de fracturas, el tiempo medio de unión 17 se retrasa significativamente y no podemos hablar de puente óseo como en los demás casos, dado que los defectos óseos que se producen no evolucionan igual al resto de las fracturas y, probablemente, nunca consolidarán como el resto, salvo que se traten con injertos óseos, en cuyo caso, podemos evaluar formación de puente óseo entre el injerto y el hueso. El diagnóstico radiológico adecuado en estas entidades es importante para gestión eficaz del paciente. Fase de reparación ósea Hallazgos radiológicos Fase inflamatoria (5-7 días) Difuminación de los rebordes óseos Osteopenia por desuso Fase reparadora (4-40 días) Formación de callo perióstico calcificación y osificación progresiva Fase de remodelación (meses a años) Corticales continuas Paso de trabéculas óseas a través de la zona medular El grado de consolidación ósea se valoró radiológicamente con la escala de consolidación ósea de Montoya. (8) 18 TRASTORNOS DE LA CONSOLIDACIÓN ÓSEA No hay una definición universalmente aceptada de pseudoartrosis; en general se acepta que si la consolidación no se realiza en 6-8 meses, estamos frente a una pseudoartrosis. El proceso de consolidación puede ser alterado o perturbado por factores mecánicos, biológicos o una combinación de ambos. El retardo de consolidación y la pseudoartrosis son dos procesos que difieren en su fisiopatología, pronóstico y tratamiento. El tratamiento debe ser individualizado teniendo en cuenta todos los factores presentes en el paciente, para abordar de manera integral el problema, la pseudoartrosis de los huesos largos se puede tratar con un procedimiento quirúrgico único en más del 90% de los pacientes, con buenos o excelentes resultados en la restauración del eje mecánico y longitud del miembro afectado en 80% de los casos. Cuando se produce una fractura, la reparación ósea puede tomar dos caminos: seguir un proceso reparativo exitoso o sufrir algún trastorno en el proceso normal reparativo que retarde el proceso o no lograr realizarlo en ningún momento. El proceso de consolidación no es único y varía según el tipo de tratamiento; pudiendo ser: ortopédico (no quirúrgico) o quirúrgico, siendo éstos una posible influencia en la presentación de los mencionados trastornos de la consolidación. El proceso de consolidación sigue su historia natural durante el tratamiento ortopédico, produciéndose un callo perióstico y otro endóstico. Arrebola describe cinco etapas: 1. Inicial/latencia: Durante esta etapa se produce la formación del secuestro fracturarío mediante osteólisis, además, en el hematoma fracturarío se produce la acción plaquetaria liberando sustancias como PDGF, TGF-B y FGF-B que asociado a la reducción del pH y de la tensión de oxígeno favorecen la aparición de células inflamatorias para eliminar células muertas, producir factores de crecimiento e iniciar la histogénesis (0-48 horas). 2. Organización: Luego de concluida la etapa inicial se produce la decalcificación de los extremos óseos y el hematoma fracturarío se organiza dando lugar a la formación del callo fibroso (callo óseo primario o provisional). Esto se produce aproximadamente a las (48 horas-2 semanas). 19 3. Normalización, formación de callo óseo secundario o definitivo: Durante esta etapa se produce el nuevo tejido óseo, también llamado hueso laminar. Es en este momento en que se produce la osteogénesis periférica y la osteogénesis medular, que se denomina osteogénesis intrafragmentaria. Esto dará como resultado la formación del callo óseo perióstico y endóstico antes descritos (2-3 semana). 4. Re modelamiento: Esta etapa se produce mucho tiempo después de la formación de los callos perióstico y endóstico, se remodela la cortical y el canal medular, desapareciendo los callos internos (endóstico) y externo (perióstico), la cavidad medular se vuelve a abrir y la arteria medular se reconstruye (meses). 5. Solidificación: En cambio, con el tratamiento quirúrgico el proceso se puede alterar ya que podemos realizar estabilización relativa o absoluta. En el caso de la estabilización relativa (enclavado endomedular, fijador externo) el movimiento de los fragmentos incrementa la exudación de sustancias que en conjunto con las células y la neoformación de vasos llevan a la formación de un callo exuberante (callo perióstico), inhibiéndose la formación del callo endóstico. En la estabilización absoluta (placas y tornillos), la formación del callo perióstico se inhibe y se promueve la formación del callo endóstico, observándose una consolidación más lenta (meses-años). (9) El tiempo promedio de consolidación de las fracturas (9) • Dedos: 3 semanas • Metacarpiano: 4 - 6 semanas • Radio distal: 4 - 6 semanas • Antebrazo: 8 - 10 semanas • Húmero: 6 - 8 semanas • Fémur: 12 semanas • Tibia: 10 semanas Las alteraciones de la consolidación forman parte de las complicaciones locales de las fracturas y sus causas principales son el exceso de movimiento en el lugar de la fractura (mala estabilización) y la insuficiente vascularización de los 20 fragmentos. Se pueden clasificar en: retardo de la consolidación y pseudoartrosis, que son dos procesos que difieren en su fisiopatología, evolución, pronóstico y tratamiento. Cuando la consolidación no ha avanzado a la velocidad media esperada para la localización y tipo de fractura (3-6 meses), se habla de retardo de la consolidación. En cambio, la pseudoartrosis es la incapacidad completa de la consolidación por fracaso definitivode la osteogénesis. Queda claro entonces que el retardo de consolidación es un enlentecimiento de la velocidad del proceso de consolidación, pero ésta llegará a establecerse de forma definitiva y normal, por lo tanto, no se le debe considerar como fracaso biológico, y la pseudoartrosis es un proceso terminal, es una cicatriz fibrosa definitiva e irreversible. La pseudoartrosis representa aproximadamente un 5-10% del total de las fracturas en adultos, y la cura de la pseudoartrosis representa una de las mayores pruebas ortopédicas. Se han puesto a prueba numerosos tratamientos para la cura de esta, y más porque con el paso del tiempo este padecimiento representa una comorbilidad que la mayoría de las veces de no solucionarse terminan en amputación. (11) La pseudoartrosis es muy rara en niños, y en orden de presentación ha sido tibia en el 50%, fémur, cubito, humero, radio, y peroné el menos común. En general son asociados a traumatismo de alta energía, fracturas expuestas, con lesión grande de tejidos blandos e infección. El traumatismo directo en zona de fractura, infección aumentan la probabilidad. Una inadecuada reducción abierta con fijación interna puede contribuir alejando los extremos de la fractura. Pseudoartrosis es más común en niños mayores que se van acercando a la maduración ósea. Y es más común en huesos largos en la metáfisis distal. Las mismas técnicas que de tratamiento para adultos pueden ser aplicadas para los niños, para mejorar la respuesta endóstica, el tejido fibroso denso y el hueso sub condral deben resecarse para que en la medula los espacios estén comunicados. Se recomienda realizar una fijación interna con un sistema rígido y un injerto óseo autólogo. La fijación intra medular puede realizarse para una fractura inestable, las placas dan un soporte rígido, aunque necesitan una disección más extensa, comprometiendo en ocasiones el flujo sanguíneo. (14) 21 La clasificación de Judet y Judet, se basa en la viabilidad de los extremos de los fragmentos óseos y del aporte sanguíneo. Según esta clasificación las pseudoartrosis se dividen en dos grandes grupos: Hipertróficas (problema mecánico) y atróficas con pérdida de fragmentos intermedios y sustitución por tejido cicatrizal relacionadas con pobre vascularización (problema biológico). Las hipertróficas a su vez se dividen en: “Pata de elefante” (callo abundante e hipertrófico), “casco de caballo” (normotrófica, u oligotróficas) e hipotrófica (callo ausente). Schweiberer; considera que las pseudoartrosis hipertróficas y oligotróficas pertenecen a las biológicamente reactivas, mientras que las atróficas a las biológicamente no reactivas. La clasificación de Paley y col, se basa en el defecto óseo existente. A. Con pérdida de hueso inferior a 1 cm: A1. Pseudoartrosis con deformidad móvil y; A2. Con deformidad fija B. Con pérdida de hueso superior a 1 cm: B1. Con defecto óseo; B2. Pérdida de longitud ósea y; B3. Ambas Además, existen las pseudoartrosis infectadas las cuales se definen como falta de unión y persistencia de infección por 6-8 meses. Según Clinton y col, se puede presentar retardo de consolidación o pseudoartrosis en el 5%-10% de las fracturas. La gran mayoría de autores mencionan que la tibia ocupa el primer lugar en frecuencia. Edmonson y Crenshaw en una serie de 122 pacientes la reportan en segundo lugar, superada por el fémur con 10%. Luego, se ubican los huesos del antebrazo, descrito por Ruiz et al. con una frecuencia de 0,4% y luego, la clavícula El proceso de consolidación puede ser alterado por factores mecánicos (fuerzas de compresión y flexión que favorecen la formación de callo óseo; fuerzas de cizallamiento y torsión que inhiben la formación de callo óseo) factores bioquímicos como la producción de colagenasa por los macrófagos y fibroblastos localizados en el foco fracturarío lo que contribuye a la aparición de pseudoartrosis. Se ha 22 observado que la ausencia de tejido neural es también un factor que podría afectar adversamente el proceso de consolidación. Factores de riesgo: 1. Generales: Edad, se ha demostrado que, a mayor edad, hay mayor frecuencia de retardos de consolidación, pero no de pseudoartrosis. 2. Enfermedades sistémicas: Tuberculosis, lúes, diabetes, tabes, hipotiroidismo, osteopatía descalcificante. 3. Locales: Localización de la fractura, asocian retraso de consolidación de mayor a menor frecuencia: tibia, fémur, húmero, huesos del antebrazo y clavícula. Generalmente retrasan la consolidación las fracturas localizadas en tercio medio y distal (por debajo de los vasos nutricios). -Tipo de fractura: • a) Transversa u oblicua corta. • b) Conminutas • c) Espiroideas u oblicuas largas. En las dos primeras hay más riesgo de pseudoartrosis por falta de contacto. - Apertura del foco de fractura. - Osteonecrosis extensa (por avascularización), - Extensión intraarticular (las fibrinolisinas del líquido sinovial pueden destruir el coágulo inicial, lo que retrasa la unión de la fractura, -Infección, -Radioterapia local -Lesiones óseas y de partes blandas extensas. - Pérdida sustancial del hueso. 4. Por tratamiento: Fallas en la reducción, contacto en la inmovilización. El tratamiento quirúrgico altera la evolución del proceso y la reacción ósea varía según el mecanismo estabilizador utilizado. En el caso de la estabilización relativa (enclavado endomedular, fijador externo) el movimiento de los fragmentos incrementa la exudación de sustancias que en conjunto con las células y la neoformación de vasos llevan a la formación de un callo exuberante (callo 23 perióstico), inhibiéndose la formación del callo endóstico. En la estabilización absoluta (placas y tornillos), la formación del callo perióstico se inhibe y se promueve la formación del callo endóstico, observándose una consolidación más lenta. De todos los factores mencionados los que con más frecuencia asocian pseudoartrosis son: inadecuada inmovilización y trazos de fractura transversos u oblicuos cortos, seguido de fracturas conminutas:(9) El resto de factores mencionados por si mismos producirían más que nada un retardo en la consolidación, las fracturas diafisarias que más se complican con pseudoartrosis son las que se asientan en el tercio medio y en segundo lugar las que se ubican en el tercio distal. Esto tendría como explicación que el agujero nutricio se encuentra en todas las diáfisis en su tercio medio; en teoría, todas las fracturas en dicha zona, por debajo de los agujeros nutricios, tienen un aporte vascular limitado en la región distal a la fractura el riesgo de aparición de pseudoartrosis puede relacionarse también al tipo de trazo fracturarío, es así que las transversales u oblicuas cortas ocupan el primer lugar de riesgo, seguidas de las conminutas, luego las segmentarias en su foco distal y por último las espiroideas u oblicuas largas. Esto se explica por la zona de contacto entre los fragmentos óseos siendo este pequeño para las transversales y oblicuas cortas y mayor (hasta 3 veces) para las oblicuas largas. Según Volkow entre 3-11% de los casos en donde se realiza apertura del foco fracturarío puede desarrollarse pseudoartrosis. Esto se explica por la pérdida del hematoma fracturarío, esencial en la formación del callo óseo, pérdida de la vascularidad, de inserciones musculares y de periostio. También se puede observar necrosis focal que no sólo es ósea sino también de las estructuras intraóseas, lo cual retrasa el proceso regenerativo pudiendo detenerse. Wilson quien da vital importancia a una inadecuada inmovilización como causa principal de pseudoartrosis. Diagnóstico: Clínico radiológico con los siguientes datos: En el retardo de la consolidación hay descalcificación de los extremos óseos, el canal medular no está cerrado, no hay fibrosis marginal y se encuentransombras de calcificaciones en las partes blandas en torno al foco de fractura (callo óseo incipiente). En la 24 pseudoartrosis se observa recalcificación y esclerosis de los extremos óseos que se ven redondeados, uno de ellos adopta la forma convexa y el otro cóncavo, simulando una articulación condílea, hay cierre del canal medular, ausencia de sombra de osificación en torno al foco de fractura, separación de los extremos óseos y a veces engrosamiento de los extremos óseos (hipertrófica) por calcificación del tejido fibroso cicatricial. En los casos en los que no estén muy claras las imágenes de radiología simple, es útil la realización de una tomografía computarizada (TAC) la cual presenta mayor especificidad con lo que nos ayudará a confirmar el diagnóstico, en todos los casos es recomendable tratar de descartar una etiología infecciosa a través de la clínica. Tras una fractura en las radiografías se encuentra: Unión: clínicamente reparación completa, pero con persistencia de línea visible en las radiografías con callo blando alrededor; Consolidación: reparación completa clínica y radiológicamente, la línea de fractura está prácticamente obliterada y atravesada por trabéculas óseas y un callo bien definido alrededor; Remodelado: proceso continuo alternante de formación y resorción ósea, a veces se consigue una forma normal (especialmente en niños). Tratamiento: En el retardo de consolidación, se debe corregir la causa que lo provoca o mantiene. La principal medida es corregir la inmovilización inadecuada (yeso corto, incontinente, quebrado, etc.) asegurando una inmovilización completa y continua; tratar la infección si está presente, corregir el estado nutricional, estimular la actividad funcional de la extremidad hasta donde sea posible y retirar cuerpos extraños. En la pseudoartrosis el objetivo es curar la pseudoartrosis y lograr una funcionalidad del miembro afectado lo más normal posible, mediante la resección de la cicatriz fibrosa, reavivamiento de los extremos óseos, apertura del canal medular y con frecuencia aplicación de injertos óseo de cresta iliaca autólogo ya que presenta características únicas de ser osteoinductor y ósteoconductor por lo cual ha sido el Gold estándar para la resolución del problema aunado a la resolución de los factores que lo provocaron, sin embargo crea la limitante de la cantidad que se obtiene del donador y los riesgos que puede conllevar la toma de este como todo procedimiento quirúrgico, por lo que actualmente se encuentran disponible aloinjerto 25 cadavérico previamente tratado para su uso, lo cual representa una ventaja desde el punto de vista que se puede disponer de mayor cantidad conservando en su mayoría sus propiedades. Las células mononucleares de la medula ósea se obtienen de la aspiración de la cresta iliaca, donde se incluyen células hematopoyéticas, mesenquimatosas, estromales, del sistema endotelial, etc., necesarias para el proceso de reparación estas propiedades aunado al injerto oseo, potencializan su efecto en pro de la reparación de la pseudoartrosis siendo el Gold estándar para la resolución de esta patología.(11) La intervención transforma el foco pseudoartrósico en un estado fisiopatológico idéntico a la fractura primitiva, empezando de nuevo todo el proceso de consolidación, para lograr esto, debemos abordar tanto el componente quirúrgico como el biológico. Existe una gama amplia de intervenciones quirúrgicas e implantes las cuales se aplicarán según los requerimientos de cada paciente; y para optimizar el componente biológico se pueden utilizar métodos clásicos como decorticación e injertos óseos ciertos principios básicos deben ser respetados para lograr un tratamiento óptimo: a) Reducción de fragmentos a1. Fracturas alineadas: Evitar una disección amplia conservando el periostio, el callo y tejido fibroso ya que mantienen la vascularización y la estabilidad. Cuando el injerto se integra a los fragmentos, el tejido fibroso interpuesto y el callo se osifican. a2. Fracturas desplazadas: Se reducen mediante tracción gradual y luego se coloca un material de osteosíntesis adecuado (estabilización relativa o absoluta). b) Injertos óseos: Pueden ser vascularizados o no vascularizados. Los no vascularizados se pueden utilizar como procedimiento aislado asociado a fijación externa o interna o peroné vascularizado, los vascularizados presentan muchas ventajas, pero dependen de técnicas de microcirugía; habitualmente se emplea el peroné libre o la cresta iliaca libre, vascularizados. Una gran ventaja es que se pueden preparar injertos osteocutáneos u osteomiocutáneos que sirven para coberturas de lesiones complejas. El injerto óseo es el tratamiento standard para las pseudoartrosis atróficas. Dentro de éstos, el autólogo sigue siendo el de elección ya que presenta ventajas como no haber reacción inmunológica, no transmisión de 26 enfermedades infectocontagiosas y conservan la capacidad de osteoconducción y osteoinducción. c) Estabilización de fragmentos: Es muy importante sobre todo en las de tipo hipertrófico, que de base existe un problema mecánico más que biológico. Hay que evitar las fuerzas de cizallamiento, rotación y distracción como lo hemos mencionado anteriormente y para ello podemos emplear la fijación interna o externa. c1. Fijación interna, su elección depende de varios factores como: tipo de pseudoartrosis, condición de los tejidos blandos y del hueso, del tamaño y posición de los fragmentos óseos y del tamaño del defecto. Placas y tornillos: Este método de fijación produce desperiostización con alteración del aporte vascular, se elimina el hematoma de la fractura y se lesiona la arteria intramedular. La consolidación es más lenta, se observa mejores resultados con hueso no osteoporótico y con fragmentos largos, debido que se logra una buena fijación de los tornillos, aunque en la actualidad con las placas LCP (tornillos fijados a la placa) este problema ya no es tan importante. c2. Fijación externa: Útil cuando hay defectos óseos, acortamientos o deformidades, y en pseudoartrosis infectadas teniendo claro los principios generales antes descritos recurrimos a la clasificación de Judet y Judet la cual define dos tipos de pseudoartrosis y en función de ello tomar una decisión terapéutica adecuada. Pseudoartrosis hipertrófica: El fondo fisiopatológico es de tipo mecánico debido a ello se debe asegurar una adecuada estabilidad de la fractura, siguiendo los principios ya expuestos. Pseudoartrosis atrófica: La base del tratamiento radica en la eliminación del tejido fibroso y refrescamiento de los bordes de los extremos óseos; decorticar desde la altura de la fractura hasta llegar al hueso sano y colocar injertos de hueso esponjoso; todo ello asociado a una fijación adecuada. Bosch y col señalan que las pseudoartrosis biológicamente activas (hipertróficas) curan luego de un adecuado desbridamiento y corrección de las deformidades con los medios adecuados y estabilización adecuada; mientras que en las biológicamente inactivas (atróficas) para restaurar la capacidad osteogénica se 27 necesitan injertos de hueso adicionales, además de la resección del tejido cicatrizal que es esencial. Pseudoartrosis infectadas: Su tratamiento se basa en la secuestrectomia, fijación de los fragmentos, tratamiento de la herida e injerto óseo, tratamiento antibiótico sistémico específico e incluso algunas veces con rosarios de metilmetacrilato impregnado con gentamicina. No todos los tratamientos posibles son netamente quirúrgicos, existen otras técnicas no invasivas que se emplean como adyuvantes, como la estimulación electromagnética uso de sustancias osteoinductoras (BMP-7, BMP-2) y ultrasonido a baja intensidad, las cuales han demostrado efectos positivos pudiendo ser empleadas en las de tipo hipertrófica comoatrófica, sugieren buenos resultados con estas sustancias, pero no se deben considerar sustitutos de los injertos clásicos sino como alternativas. (5) (6) Factores pronósticos de complicaciones postquirúrgicas en pacientes con infecciones óseas y pseudoartrosis los predictores realmente significativos de complicaciones en los casos re operados por infección o pseudoartrosis son la pérdida de < 25% de continuidad cortical en la no unión, el tipo de fractura y los trazos de las mismas. (7) 28 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA En el Hospital Juárez de México se cuenta con el servicio de ortopedia y traumatología, el cual se encuentra dividido en tres: hospitalización, consulta externa, y urgencias. El 50 % de las interconsultas de urgencias es por pacientes pediátricos, y de estos solamente un 30%, por las características que presenta el hueso en los niños. (14) se ingresan directamente de urgencias a hospitalización para operarse por diferentes motivos, siendo los más comunes: lesiones fisiarias, inestabilidad de la fractura por trazo complejo, fractura expuesta o lesión de tejidos blandos. Es muy frecuente las fracturas de los huesos largos, principalmente el antebrazo y humero distal, posteriormente las de la tibia y fémur distal y posteriormente el proximal. Aunque en la mayoría de los niños la mayoría de sus fracturas tienden al éxito con su consolidación por el metabolismo acelerado y su excelente capacidad de reparación, hay otros que fracasan en la resolución de sus fracturas, llegando a presentar una pseudoartrosis. Actualmente no hay estadísticas reales acerca del porcentaje de pseudoartrosis en niños, ni de cuánto tiempo es el necesario o suficiente para considerarlo como tal en niños, pero sí hay datos que nos orientan a pensar en un trastorno de la consolidación ósea. (11), (5), y (6) Y es que la pseudoartrosis es un padecimiento como se discutió anteriormente de lo más limitante e incapacitante para la función de los pacientes. En este trabajo se analizaron los diferentes factores intrínsecos y extrínsecos relacionados con la pseudoartrosis, y el abordaje de las fracturas que se realizó inicialmente en el hospital Juárez y la resolución del mismo, como un antecedente para futuras mejoras en manejo de este padecimiento. Para realiza el adecuado tratamiento de la pseudoartrosis, es necesario primariamente diagnosticarla. Identificar los factores que lo provocaron intrínsecos o extrínsecos (mayor riesgo asociado a una inadecuada reducción, inmovilización, tipo de trazo transverso u oblicuo corto), y emplear los elementos necesarios para el tratamiento de la pseudoartrosis mediante la resección de la cicatriz fibrosa, reavivamiento de los extremos óseos, apertura del canal medular mejorando el 29 aporte sanguíneo, aplicación de injertos óseo como osteoinductor y ósteoconductor, utilizando un implante lo suficientemente regido para mantener una adecuada estabilidad y modificar los factores que provocaron la pseudoartrosis. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN: ¿Es adecuado el uso de placa como fijación aunado al aporte osteogénico en tratamiento de pseudoartrosis en niños? HIPÓTESIS: Al realizar una corrección adecuada de los factores condicionantes de la pseudoartrosis, con un sistema rígido y aporte oseo, se obtendrá una consolidación adecuada de la fractura. OBJETIVOS: con el uso de la placa como sistema rígido y el injerto oseo como coadyuvante (ósteoconductor y osteoinductor), mediante una adecuada técnica de resección del tejido esclerosado y permeabilización para mejorar el aporte vascular, es suficiente para realizar la corrección de los elementos que condicionaron a la pseudoartrosis. 30 MATERIAL Y MÉTODOS Se requirió acudir a estadística del hospital Juárez de México para solicitar los números de expedientes y datos de pacientes pediátricos que se han operado de cura de pseudoartrosis con colocación de aporte oseo y placa desde el año 2014 al 2018 en este hospital, para realizar el análisis de las variables y los factores que lo llevaron a su padecimiento. Se realiza la recolección de datos proporcionados por el servicio de estadística, el cual proporciona una serie de 83 expedientes de pacientes que fueron intervenidos quirúrgicamente para la cura de pseudoartrosis con placa, y placa con injerto oseo de los cuales se tiene en base como las palabras: pseudoartrosis, consolidación defectuosa de la fractura, consolidación retardada de la fractura, consolidación defectuosa de la fractura por ser muy pocos los pacientes que se tiene registro puro de pseudoartrosis, de los cuales también se buscaron los expedientes y archivos radiográficos, en el sistema de webservex de donde se logró obtener la cantidad de 14 pacientes pediátricos. LIMITACIONES PARA LA REALIZACIÓN DEL ESTUDIO: al realizar la búsqueda de la información, se tenían muy pocos pacientes en la base de datos del hospital con el diagnostico puro de pseudoartrosis en pacientes pediátricos, se piensa que es por la poca incidencia de los casos, y la falta de una adecuada clasificación de los mismos. Otra de las limitantes, es que los expedientes radiográficos de los pacientes solo se tiene registro desde el 2014 hasta el 2018, por lo cual se depuraron los demás expedientes del 2010-2013. DEFINICIÓN DE VARIABLES: Se tomó en cuenta la edad, ya que se ha visto que los niños menores de 10 años que se fracturan presentan mayor rapidez para la consolidación por el metabolismo acelerado que presentan y por ende, en menor tiempo se puede apreciar la consolidación, o no de esta fractura, a diferencia de los niños mayores de 10 años, se ha visto que entre más se acercan a la adolescencia presentan un patrón semejante a lo de los adultos para la consolidación así como para la remodelación de las fracturas disminuyendo su capacidad de remodelación 31 de las mismas. Tipo de hueso: se ha visto que dependiendo el tipo de hueso largo presentan mayor tiempo para su consolidación, principalmente por irrigación disminuye su capacidad y por el sitio o tipo de tercio. Abordaje primario o inicial: nos pareció importante ya que en él se analizaron los factores derivan a una pseudoartrosis (inadecuada inmovilización, la inestabilidad de la fractura por el tipo de trazo y conminutas). Numero de tratamientos quirúrgicos previos: ya que este se ha visto que al realizar un abordaje amplio y romper el periostio, se rompe la membrana que contiene el callo oseo y disminuye la irrigación de esa región, así como se analiza el tipo de osteosíntesis usado en esas cirugías. Tipo de pseudoartrosis: Hipertrófica o atrófica para saber el porqué del tratamiento elegido. Tiempo en semanas para el tratamiento quirúrgico: basándose en el diagnóstico radiográfico y clínico de pseudoartrosis se toma la decisión de tratamiento quirúrgico final con placa. Placa Vs. Placa + injerto: decisión que se toma de acuerdo con el tipo de pseudoartrosis. Tiempo en semanas para observar la consolidación posterior al tratamiento con placa: para poder apreciar una consolidación de acuerdo con los criterios radiográficos de Montoya. 32 TÉCNICAS, INSTRUMENTOS Y PROCEDIMIENTOS Se realizó el análisis de variables en el sistema de Excel en el paquete 2016, en el cual se basó principalmente el porcentaje de presentación de las variables, se tomó de la base de datos del hospital Juárez de México, del servicio de estadística los números de expedientes, de archivo clínico se tomaron los datos relevantes para su padecimiento, así como se usó las computadoras de la consulta externa para visualizar el historial radiográfico de los pacientes, para corroborar y tomar los datos radiográficos de pseudoartrosis. Posteriormente se realizóel análisis de las variables en la computadora personal en el sistema antes mencionado. Aspectos éticos: Todos los datos serán respaldados por la ley federal de protección de datos personales en posesión de los particulares. Aspectos de bioseguridad: Ninguno 33 RESULTADOS Edad: Se tuvo un promedio de 11.1 años, de los 14 niños 6 se encontraban dentro del rango de los 1-10 años lo cual equivale al (42.85 %), y 8 de 11-17 años (57.14 %) Tipo de hueso largo: De los cuales se obtuvieron 9 pacientes con pseudoartrosis de radio y cubito (64.28 %), 3 pacientes con pseudoartrosis de fémur (21.4 %), y 1 paciente de tibia y uno de humero (7.1 % cada uno). Ubicación de la pseudoartrosis por tercios: Tercio proximal 3 (21.4 %), tercio medio 3 (21.4 %) y tercio distal 8 (57.14 5 %). Fractura expuesta: Ninguno. Abordaje primario: se realizó tratamiento quirúrgico con clavillos kirschner a 4 pacientes (28.5 %), y 10 pacientes (71.4 %) con inmovilización de yeso completo para su inmovilización posterior a una reducción adecuada mayor del 80% de contacto y una angulación menor de 30°. Numero de tratamientos quirúrgicos previos a cirugía con placa: solo se realizaron cirugía en 4 pacientes (28.5 %), y estas fueron cirugías únicas previas a tratamiento con placa. Tipo de pseudoartrosis: 5 pacientes con normo trófica (35.7 %), 6 pacientes con hipertrófica (42.85 %), y 3 atróficas (21.4 %), de esta última, dos fueron en fémur proximal (66.6 %) y una radio cubital distal (33.3 %). Tiempo en semanas para el diagnóstico de pseudoartrosis: el rango fue muy amplio el cual transcurrió desde las 7 semanas hasta las 47 semanas, con un promedio de 16.3 semanas, que vendrían siendo aproximadamente 4 meses. Placa Vs. Placa más injerto oseo: se tuvo 7 pacientes tratados con placa (50 %), y 7 tratados con placa más injerto óseo (50 %), y se tuvo una relación de que las 3 pseudoartrosis atróficas fueron tratadas con placa e injerto (100 %) con adecuada consolidación. Tiempo de consolidación posterior a tratamiento con placa: se tuvo un promedio de 18.71 semanas, que es equivalente a 4.5 meses. También se hizo el análisis de 34 que se tardaron 22.66 semanas en consolidar las pseudoartrosis atróficas, lo que equivale a 5.5 meses. 35 DISCUSIÓN En cuanto a la edad, se obtuvo que efectivamente como lo dice la literatura, es más frecuente el padecimiento en pacientes que más se van acercando a la adolescencia, por la disminución en su capacidad de remodelación y metabolismo oseo. En cuanto al tipo de hueso, se encontró un mayor porcentaje en pacientes con fractura de radio y cubito (64.2%), posteriormente de fémur, tibia, y humero, esto quizá y se explique porque en los niños es mucho más frecuente la fractura de antebrazo que la de fémur o los demás huesos, a diferencia de lo que se encontraría en los pacientes adultos que ha sido tibia en el 50%, fémur, cubito, humero, radio, y peroné el menos común. (14) También se pudo apreciar una adecuada correlación en cuanto que el tercio distal de la fractura de los huesos largos es más frecuente, en nuestra serie de casos contando con un porcentaje de 57 %, posteriormente de igual manera en el proximal y medio, lo cual está relacionado con las zonas de irrigación de las arterias nutricias, comprometiéndose más en el tercio medio y distal. (14) Fracturas expuestas: no se encontraron en el estudio, sin embargo, se tomó en cuenta este parámetro, al encontrarse que es uno de los factores principales para el desarrollo de pseudoartrosis. Sin embargo, no se encontró ningún paciente con fractura expuesta. (5, 7, 14) Abordaje primario: se tiene que se realizó tratamiento quirúrgico con clavillos kirschner a 4 pacientes (28.5 %), y 10 pacientes (71.4 %) con inmovilización de yeso completo. Este es un punto clave de nuestro estudio, ya que como se evaluó y estudio anteriormente, los principales factores para desarrollar una pseudoartrosis son la inmovilización adecuada ya sea por el aparato de inmovilización o por una inestabilidad de las fracturas, y/o una conminución del trazo, en la mayoría de las fracturas se encontró un trazo transverso (14), el cual per se es un trazo muy inestable, posteriormente a la reducción abierta con fijación interna con clavillos kirschner de los pacientes operados de tratamiento inicial de sus fracturas, el hecho de abrir el foco de fractura seccionando el periostio, hace que se pierdan todas las 36 propiedades y los factores quimiotácticos (1,2,3) necesarios para la consolidación, así como se les coloco un aparato de yeso completo inmovilizando la articulación proximal y distal, como lo marca la AO (4,5), ya que el tratamiento con clavillos es insuficiente y se necesita proteger con un aparato externo, en este caso un yeso, al realizar el análisis del seguimiento radiográfico, se apreció una interfaz mayor a 3 mm entre piel y yeso (las radiografías no es un estudio ideal para valorar tejidos blandos), los cuales demostraban que al disminuir la inflamación de los tejidos, pese a la adecuada reducción e inmovilización no se fue suficiente para poder mantener una adecuada estabilidad para poder llegar a la consolidación, desarrollando en su mayoría una pseudoartrosis reactiva (hipertrófica + normo trófica u oligotrófica) en un 78.5% la cual se desarrolla principalmente por un problema mecánico (5,7, 9, 14), explicado por una inmovilización insuficiente para mantener la fractura y provocando macro movimientos que terminan en una pseudoartrosis reactiva. Llama la atención que 2 de los 3 pacientes con pseudoartrosis atrófica (66.6 %), hayan sido en la región proximal del fémur, ya que pese a que el fémur es el segundo hueso en frecuencia que desarrolla pseudoartrosis según la estadística con la que se cuenta (9), es raro en la región proximal. Basándonos en el tiempo en semanas para el diagnóstico de pseudoartrosis, se encontró que se tuvo un tiempo aproximado de 16 semanas o 4 meses, esto podría llegar a provocar controversia, ya que según artículos (10) y según la FDA, se considera como pseudoartrosis (en adultos), como no evidencia de cambios radiográficos posterior a 6 meses, en tres estudios radiográficos subsecuentes, otros lo toman como mayor a 9 meses, sin embargo, en otros estudios se define mediante imagen radiográfica en la que se observa recalcificación y esclerosis de los extremos óseos que se ven redondeados, uno de ellos adopta la forma convexa y el otro cóncavo, simulando una articulación condílea, hay cierre del canal medular, ausencia de sombra de osificación en torno al foco de fractura, separación de los extremos óseos y a veces engrosamiento de los extremos óseos (hipertrófica) por calcificación del tejido fibroso cicatricial (11,14). Los cuales se observaron en las radiografías, por lo cual se realizó el diagnostico radiográfico de pseudoartrosis con 37 su respectiva correlación clínica, por lo que pese al tiempo se tomó de forma objetiva los hallazgos radiográficos, más aún porque no hay definidos los tiempos específicos de la consolidación de la pseudoartrosis en niños, ni a que edades, pero si un consenso acerca de los datos radiográficos que debe presentar una pseudoartrosis. (14) Placa Vs. Placa más injerto oseo: se decide tomar esta variable, ya que no todos los pacientes que se les realizo cura de pseudoartrosis se les coloco injerto oseo, se tiene que 7 pacientes se trataron solo con placa (50%) y 7 placa más injerto (50%), de esta variable cabe resaltar que de los 7 pacientes que se les coloco injerto oseo, 3 eran pseudoartrosis atróficas y el 100 % de estas fueron tratadas con placa e injerto oseo. Es importante resaltar ya que las pseudoartrosis atróficas, la mayoría son biológicamenteno reactivas y esto es por factores biológicos, en su mayoría vasculares o por pérdida ósea o multifragmentados, en esencia una insuficiencia de la estabilidad para mantener los extremos fracturaríos en fricción, con un adecuado aporte vascular, por lo que el colocar el injerto oseo (con sus características osteogénicas y osteoinductoras) como un coadyuvante, interpuesto en la región del defecto oseo por la resección de los bordes esclerosados, permeabilización del canal (favoreciendo la circulación endóstica), y un sistema rígido que en este caso es la placa para dar la estabilidad suficiente para poder generar la consolidación de ese hueso, contrarrestando los factores que la desencadenaron. Así como la sola utilización de sistema de placa con la resección de los bordes y permeabilización del canal medular, fueron suficientes para mantener el foco estable, con un buen contacto contrarrestando las insuficiencias del aparato de yeso, o los clavillos kirschner (5,6 y 9). Tempo de consolidación posterior a tratamiento con placa: se tuvo un promedio de 18.71 semanas, que es equivalente a 4.5 meses, así como 22.66 semanas en consolidar las pseudoartrosis atróficas, lo que equivale a 5.5 meses, en este ultima variable se aprecia que se tarda en observarse la consolidación ósea de acuerdo a los grados de consolidación por la escala de Montoya (8), una consolidación grado 3, suficiente para desarrollar una vida normal, ya que las etapas de remodelación 38 tardan hasta años (1,2,3), también es de resaltar que la cura de pseudoartrosis atrófica tardo un mes más en apreciarse los mismos cambios, lo cual puede explicarse ya que en este tipo de pseudoartrosis intervienen distintos factores biológicos (vasculares, y óseos), que hacen más difícil su manejo y su cura, sin embargo, obteniendo resultados satisfactorios con el injerto oseo, como coadyuvante para contrarrestar los factores biológicos. 39 CONCLUSIONES Se concluye que aún hay mucho que estudiarse de la pseudoartrosis, y más en los niños, que se necesita de parámetros de acuerdo con la edad para valorar la consolidación ósea, sin embargo, para el mejor abordaje de la patología, se recomienda el uso de parámetros radiográficos para ser más objetivos. Recordar que los huesos en los niños son tejidos inmaduros que presentan características diferentes y, por ende, deben de ser tratados diferentes a los de los adultos tomando en cuenta sus particularidades. Que el uso de la placa es suficiente para el tratamiento de las pseudoartrosis reactiva o hipertrófica mediante una buena técnica de resección de bordes escleróticos, re permeabilización del canal y una buena fricción entre fragmentos óseos, así como es recomendable el uso de injerto oseo para las pseudoartrosis atróficas, para contrarrestar las deficiencias biológicas que presenta el paciente. El análisis causal de la pseudoartrosis se valoró en todos los casos encontrando la falta de contacto, la falta de compresión entre los fragmentos, así como la inmovilización insuficiente, sea quirúrgica o conservadora con aparatos de yeso cortos o articulados por el paciente. Es importante que hasta el día de hoy los cánones de tratamiento de la pseudoartrosis descritos desde el siglo pasado siguen vigentes, y los riesgos de la misma además de los inherentes al tipo de fractura (más frecuente en expuestas, en perdidas oseas, en pacientes anémicos o multi tratados, tratamientos con esteroides etc.) están: 1. contacto entre los fragmentos óseos 2. compresión entre los mismos 3. estabilidad mediante un sistema de inmovilización rígido sea interno, externo, con implante o con aparato de yeso. De igual forma, los principios básicos del tratamiento siguen vigentes: 1. Mayor contacto posible entre los fragmentos. 40 2. Compresión en el trazo de pseudoartrosis. 3. Colocación del callo hipertrófico como injerto posterior a la fijación adecuada en las hipertróficas. previa escarificación. 4. Escarificación y colocación de injerto oseo en las atróficas (sea heterólogo de la madre, del padre o autólogo como lo presentamos en nuestros casos) 5. inmovilización adecuada (placa en nuestros casos) De ahí que concluimos que la planeación quirúrgica en cada caso, así como la búsqueda de la causa de la pseudoartrosis es básico para tener un buen resultado final en su tratamiento. 41 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Stanley Hoppenfeld . (2010). ABORDAJES en Cirugía Ortopédica. Bronx New York: Hoppenfeld and de Bore 2. N. Reina, J.M. Laffosse. (septiembre 2014). Biomecánica del hueso: Aplicacion al tratamiento y a la consolidación de las fracturas . EMC- Aparato locomotor , 47, 15. 3. G.M. Calori *, E. Mazza, M. Colombo, C Ripamonti, L. Tagliabue. (21 marzo 2011). Treatment of long bone non-unions with polytherapy: Indications and clinical results. Injury, 42, 4. 4. A Queipo de Llano Temboury. (2011). PRINCIPIOS GENERALES DEL TRATAMIENTO DE LA PSEUDOARTROSIS CON PLACAS. 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