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Utilidad-diagnostica-de-la-escala-de-alvarado

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INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL 
 HOSPITAL GENERAL DE ZONA No 1 
 CON MEDICINA FAMILIAR 
 LIC. IGNACIO GARCIA TELLEZ 
 DURANGO, DGO. 
 
 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
 
 
TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
ESPECIALISTA EN MEDICINA DE URGENCIAS 
PARA MEDICOS DE BASE DEL IMSS 
“UTILIDAD DIAGNOSTICA DE LA ESCALA DE ALVARADO” 
 
 
 
AUTOR: DR. PEDRO MIGUEL CONTRERAS ARREOLA 
ASESOR: DR JUAN JOSE ACEVES GUZMAN 
 
 
 
 1 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DR. HECTOR SEPULVEDA CHAPA 
JEFE DE EDUCACION E INVESTIGACION MÉDICA 
HOSPITAL GENERAL REGIONAL N 1 
“LIC. IGNACIO GARCIA TELLEZ” 
DURANGO, DGO. 
 
 
 
 
 
 
 
________________________________________________________ 
DR. ANGEL GERARDO ANDRADE CONTRERAS 
PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE ESPECIALIZACIÓN EN 
MEDICINA DE URGENCIAS PARA MÉDICOS DE BASE DEL IMSS 
 
 
 
 
 2 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ASESOR 
DR. JUAN JOSÉ ACEVES GUZMÁN 
ESPECIALISTA EN URGENCIAS MÉDICO QUIRÚRGICAS Y MEDICINA 
INTERNA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 3 
 
DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTOS 
 
 
A MI ESPOSA PATY: POR TODO EL AMOR, CARIÑO Y APOYO QUE SIEMPRE ME HA 
BRINDADO CUANDO LA HE NECESITADO. POR AGUANTARME Y CONTINUAR 
CONMIGO DURANTE ESTOS 22 AÑOS DE MATRIMONIO Y POR HABERME DADO EL 
MEJOR REGALO QUE PODRIA TENER EN ESTA VIDA, MI HIJO. 
 
A MI HIJO ALONSO: QUE ES LO QUE MAS QUIERO EN ESTE MUNDO. POR EL CARIÑO, 
LAS ALEGRIAS Y LAS SATISFACCIONES QUE SIEMPRE ME HA DADO. POR SENTIR 
SU APOYO SIEMPRE. 
 
A MIS PADRES: POQUE GRACIAS A ELLOS SOY LO QUE SIEMPRE QUISE SER 
MEDICO. Y POR EL INCONDICIONAL APOYO Y AMOR QUE SIEMPRE HE RECIBIDO DE 
ELLOS. 
 
A MIS MAESTROS: POR LA PACIENCIA QUE TUVIERON AL ENSEÑARME E 
IMPARTIRME TODOS LOS CONOCIMIENTOS QUE ADQUIRI DIA A DIA DE ELLOS. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 4 
INDICE 
 
RESUMEN…………………………………………………………………………….. 6 
 
INTRODUCCION……………………………………………………………………... 8 
 
MARCO TEÓRICO……………………………………………………………………10 
 
JUSTIFICACIÓN………………………………………………………………………21 
 
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.................................................................22 
 
OBJETIVOS…………………………………………………………………………...24 
 
MATERIAL Y METODOS……………………………………………………………25 
 
RESULTADOS……………………………………………………………………….26 
 
CONCLUSIONES……………………………………………………………………27 
 
ANEXOS……………………………………………………………………………...28 
 
BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………………33 
 
 5 
 
 
RESUMEN 
 
 
OBJETIVO 
Determinar la utilidad diagnostica de la Escala de Alvarado en pacientes post-operados 
de Apendicitis Aguda que acudieron al servicio de urgencias del HGZ MF # 1. 
 
 
INTRODUCCION 
La apendicitis aguda es la patología quirúrgica más frecuentemente evaluada en los 
servicios de urgencia y ocupa el primer lugar de las intervenciones quirúrgicas que se 
realizan en estos servicios en todo el mundo. También, ocupa el primer lugar en la 
mente del cirujano de urgencia cuando evalúa un paciente con dolor abdominal. El 
diagnóstico de apendicitis es principalmente clínico. Con la intención de disminuir las 
implicaciones en términos de costo económico y las complicaciones de la cirugía en 
pacientes sin apendicitis o pacientes con apendicitis complicada, se han incorporado 
diversos estudios de imagen, laboratorio y técnicas laparoscópicas que contribuyen al 
diagnóstico y eventual tratamiento de la apendicitis. 
La experiencia del cirujano en el diagnóstico clínico del dolor abdominal es el mejor 
examen al 
que puede ser sometido el paciente. La idea de aplicar un score diagnóstico a una 
determinada patología no es nueva, múltiples autores han investigado, elaborado y 
validado diversos scores en patología quirúrgica, incluyendo la Apendicitis Aguda. En 
1986, Alvarado publicó el clásico score que lleva su epónimo para el diagnostico de 
Apendicitis Aguda. 
Los scores diagnósticos de Apendicitis Aguda, tienen en común la asignación de un 
valor determinado a parámetros clínicos y de laboratorio, con la intención de aplicar el 
puntaje obtenido de la suma de estos parámetros, a una escala de probabilidad, en 
cada paciente en el cual se sospecha una Apendicitis Aguda y de esta manera orientar 
al médico o al cirujano, en el diagnóstico. 
 
 6 
 
 
 
MATERIAL Y METODOS 
 
 
 
 
 
 
Diseño del estudio: Se trata de un estudio descriptivo, observacional, retrospectivo y 
transversal. Universo poblacional: Derechohabientes del IMSS del HGZ MF #1 que 
presentaron diagnostico pre-quirúrgico de Apendicitis Aguda en el servicio de 
urgencias. Muestra: Todos los pacientes que acudieron al servicio de urgencias del 
HGZ MF # 1 del IMSS. 
 
 
 
 
PALABRAS CLAVES: Apendicitis Aguda, Escala de Alvarado. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 7 
INTRODUCCION 
En 1986 fue propuesta una escala práctica para el diagnóstico temprano de la 
apendicitis aguda por el Dr. Alfredo Alvarado en la que incluyó los síntomas y signos 
más frecuentes encontrados en los pacientes con sospecha de apendicitis aguda. 
Consideróocho características principales extraídas del cuadro clínico de apendicitis 
aguda y agrupadas bajo la nemotecnia MANTRELS(cuadro 1), por sus siglas en inglés, 
de aquellos síntomas y signos considerados importantes en la enfermedad, éstos son: 
migración del dolor (a cuadrante inferior derecho), anorexia y/o cetonuria, náuseas y/o 
vómitos, sensibilidad en cuadrante inferior derecho (del inglés tenderness), rebote, 
elevación de la temperatura, leucocitosis, desviación a la izquierda de neutrófilos (del 
inglés shift to the left). 
 (Del inglés Shift que se utiliza en este caso para hablar de desviación a la izquierda.) 
 
Les asignó un punto a cada característica encontrada, exceptuando sensibilidad en 
cuadrante inferior derecho y leucocitosis a las que les asignó 2 puntos para cada uno 
totalizando 10 puntos y en base al puntaje obtenido determinó tres conductas médicas 
a seguir, éstas son: Si la sumatoria es de 7 o más puntos el paciente requiere cirugía, 
ya que se considera cursa con apendicitis aguda, con 5 y 6 puntos el paciente cursa 
con una probable apendicitis y se requerirá de valoraciones seriadas tanto clínica como 
de laboratorio así como de algunos estudios por imágenes (US, TAC). Si el puntaje es 
de 1 a 4 existe una muy baja probabilidad de apendicitis ya que muy raros casos se han 
presentado con menos de 4 puntos. 
 
Aun con base en todos los medios y métodos diagnósticos se considera aceptable una 
incidencia de 15 a 20% de apendicetomías negativas en las apendicetomías de 
emergencia, lo que se considera compatible con una adecuada agresividad en el 
diagnóstico y tratamiento de los cuadros de dolor abdominal agudo (1). 
 
 
Cuadro I. 
Escala de Alvarado. Puntuación para el diagnóstico de apendicitis aguda. 
 
Variables Puntuación 
Síntomas M – Migración del dolor (a cuadrante inferior derecho) 1 
 A – Anorexia y/o cetonuria 1 
 N – Náuseas y/o vómitos 1 
Signos T – Dolor en cuadrante inferior derecho 
 (del inglés Tenderness) 2 
 R – Rebote 1 
 E – Elevación de la temperatura > de 38°C 1 
Laboratorio L – Leucocitosis > de 10,500 por mm3 2 
 S – Desviación a la izquierda de neutrófilos > del 75% 
 (del inglés shift to the left) 1 
Total 10 
 8 
La apendicitis es la condición quirúrgica más común a la que se ve enfrentado el 
médico de urgencias y el cirujano. El diagnóstico actual de la enfermedad sigue siendo 
un reto dada la diversidad de manifestaciones con las que puede cursar. Hoy en día, los 
recursos disponibles se dirigen a obtener un diagnóstico sensible y específico, lo cual 
puede hacerse con datos clínicos y exámenes básicos de laboratorio, como el 
hemograma. No obstante, aún se hace un uso indiscriminado de otros métodos 
diagnósticos de imágenes que producen un aumento significativo de los costos de 
atención, sin que se haya demostrado una disminución del número de apendicectomías 
no terapéuticas. 
 
Algunos autores han evaluado varias escalas de predicción clínica para definir la 
probabilidad de apendicitis en un paciente que consulta por dolor abdominal y donde 
uno de los diagnósticos de trabajo puede ser la inflamación del apéndice. Previamente, 
los autores habían evaluado el desempeño diagnóstico de la escala de Alvarado en una 
población local, y habían obtenido prometedores valores de sensibilidad y 
especificidad (2). 
 
 
El presente estudio tiene como finalidad validar la capacidad diagnostica de la Escala 
de Alvarado para confirmar el diagnostico de Apendicitis Aguda, en la población 
derechohabiente que acudió a consulta al servicio de urgencias del HGZ MF #1 
Durango, Dgo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
MARCO TEÓRICO 
 
 
El apéndice se hace visible durante la octava semana de vida embrionaria como una 
protuberancia en la porción terminal del ciego. Durante el desarrollo antenatal y 
postnatal la velocidad de crecimiento del ciego excede la del apéndice, lo que desplaza 
a éste hacia la válvula ileocecal. La relación entre la base del apéndice y el ciego 
permanece constante, pero la punta puede adquirir una posición retrocecal, pélvica, 
subcecal, preileal o pericólica derecha. Estas consideraciones anatómicas tienen 
mucha importancia clínica en caso de apendicitis aguda. Las tres tenias del colon 
convergen en la unión del ciego con el apéndice y representan una marca distintiva útil 
para identificar al apéndice. Su longitud varía desde menos de 1 a más de 30 cm; casi 
todos tienen una longitud entre 6 y 9 cm. Existen descripciones de ausencia, 
duplicación y divertículos apendiculares. 
 
Durante muchos años, el apéndice se considero erróneamente como un vestigio sin 
función conocida. Ahora se reconoce que es un órgano inmunológico que participa en 
forma activa en la excreción de inmunoglobulinas, en especial IgA. A pesar de que el 
apéndice es un componente integral del tejido linfoide intestinal, su función no es 
esencial y la apendicectomía no predispone a la sepsis o cualquier otra manifestación 
de compromiso inmunitario. El tejido linfoide aparece en el apéndice unas dos semanas 
después del nacimiento. La cantidad de tejido linfoide aumenta durante toda la 
pubertad, luego permanece estable los 10 años siguientes, para presentar un declive 
constante con el avance de la edad. Después de los 60 años, ya no queda tejido linfoide 
en el apéndice y es frecuente observar la obliteración completa del órgano. 
 
Hay evidencia en la bibliografía de que los alquimistas y médicos del siglo XVI 
reconocían la existencia de una entidad clínica con inflamación intensa de la región 
cecal conocida como “peritiflitis”. Aunque el primer informe de apendicectomía exitosa 
data de 1736, no fue sino hasta 1886 que Reginald Fitz ayudo a establecer el papel de la 
extirpación quirúrgica del apéndice inflamado como tratamiento curativo de esta 
enfermedad, que alguna vez se consideró letal. 
En 1889, Charles McBurney presento su informe clásico ante la New York Surgical 
Society acerca de la importancia de la intervención quirúrgica oportuna en caso de 
apendicitis aguda; en él describió el punto de sensibilidad abdominal máxima entre la 
espina iliaca anterosuperior y la cicatriz umbilical. Cinco años después, diseño la 
incisión con separación muscular que todavía lleva su nombre. 
 
Incidencia. La apendicitis permanece como una de las enfermedades quirúrgicas más 
frecuentes. La incidencia de la apendicitis aguda es casi paralela al desarrollo linfoide, 
con la incidencia máxima en el adulto joven. Esta enfermedad es más frecuente en los 
varones, sobre todo durante la pubertad. Una revisión de más de 2000 pacientes con 
apendicitis demostró una incidencia general de 1.3:1 con predominio de los varones 
sobre las mujeres. 
 
 10 
En la actualidad, el 84% de las apendicectomías se realizan por una alteración aguda. 
El índice promedio de apéndices normales es del 16%, del cual el 68% son mujeres con 
apéndice normal durante la exploración quirúrgica. 
 
Causas y Patogenia. El factorcausal predominante en el desarrollo de la apendicitis 
aguda es la obstrucción de la luz. La causa usual son fecalitos. Otras menos comunes 
incluyen hipertrofia del tejido linfoide, impacto de bario por estudios radiológicos 
previos, semillas de vegetales y frutas, y gusanos intestinales, en particular áscaris. 
 
La frecuencia de la obstrucción aumenta con la gravedad del proceso inflamatorio. Los 
fecalitos se identifican en aproximadamente el 40% de los casos de apendicitis, en 
alrededor del 65% de las apendicitis gangrenosas sin rotura y en 90% de los casos de 
apendicitis gangrenosas con rotura. 
 
La secuencia probable de sucesos después de la oclusión de la luz es como sigue: un 
bloqueo proximal produce obstrucción de asa cerrada y la secreción normal constante 
de la mucosa apendicular causa distensión con rapidez. La capacidad luminal del 
apéndice normal es de alrededor de 0.1 ml; no hay una luz real. La secreción tan 
pequeña como 0.5 ml distal a un bloqueo aumenta la presión intraluminal a casi 60 
cmH2O. El hombre es uno de los pocos animales con un apéndice capaz de secretar a 
presiones lo bastante altas para originar gangrena y perforación. La distensión estimula 
terminaciones nerviosas de fibras aferentes de dolor visceral y origina dolor difuso, 
vago, sordo a mitad del abdomen o en epigastrio bajo. El peristaltismo también se 
estimula por el aumento súbito de la distensión, de manera que es posible que al inicio 
de la evolución de la apendicitis se superpongan algunos cólicos en el dolor 
abdominal. 
 
La distensión continúa no solo por la secreción mucosa constante sino también por la 
multiplicación rápida de las bacterias que residen en el apéndice. Conforme la presión 
en el órgano aumenta excede a la venosa. Se ocluye capilares y vénulas, pero el flujo 
de llegada arteriolar que origina ingurgitación y congestión vascular continua. La 
distensión de esta magnitud suele causar nausea y vomito reflejos y el dolor visceral 
difuso se torna más intenso. Poco después del proceso inflamatorio afecta la serosa 
del apéndice y a su vez el peritoneo parietal de la región, que origina el cambio 
característico del dolor al cuadrante inferior derecho. 
 
La mucosa del tubo digestivo incluso la del apéndice, es muy susceptible a deterioros 
del riego. En consecuencia su integridad se compromete en una fase temprana del 
proceso y permite la invasión bacteriana de las capas más profundas. A medida que la 
distención progresa supera los límites de la presión arteriolar, sufre más el área con 
mayor deficiencia de riego, se presentan infartos elipsoidales en el borde 
antimesentérico. Igual que la distensión, la invasión bacteriana compromete el riego y 
los infartos progresan, ocurre perforación, por lo general a través de una de las áreas 
de infarto en el borde antimesentérico. 
 
 11 
Esta secuencia no es inevitable; al parecer algunos episodios de apendicitis aguda 
remiten de manera espontanea. Muchos enfermos en quienes se encuentra apendicitis 
aguda en una operación proporcionan un antecedente de ataques previos similares 
pero menos intensos de dolor en el cuadrante inferior derecho. El examen 
anatomopatológico del apéndice extirpado de estos enfermos suele mostrar 
engrosamientos y cicatrización que sugiere inflamación aguda antigua cicatrizada. 
 
Bacteriología. En pacientes con apendicitis gangrenosa o perforada se han cultivado 
diversos anaerobios, aerobios o bacterias facultativas del líquido peritoneal y del 
contenido de los abscesos y tejidos apendiculares. Se aislaron en promedio 10 
diferentes microorganismos por espécimen. Los más comunes fueron Bacteroides 
fragilis y Escherichia coli. Otros gérmenes que se cultivaron con frecuencia fueron 
Peptostreptococcus (80%), Pseudomonas (40%), Bacteroides splanchnicus (40%) y 
Lactobacillus (37%). 
 
Un estudio bacteriológico cuantitativo de la pared del apéndice de niños no mostro 
diferencias importantes entre la flora de apéndices normales y con inflamación aguda. 
Los microorganismos que se cultivaron más comúnmente fueron Bacteroides, 
Escherichia coli y Estreptococos. 
 
En un paciente con Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida se observo apendicitis 
relacionada con citomegalovirus. 
 
Manifestaciones clínicas. El principal síntoma de apendicitis aguda es dolor 
abdominal. Clásicamente al inicio está centrado de manera difusa en el epigastrio más 
bajo o el área umbilical, su intensidad es moderada y es constante, en ocasiones con 
cólicos intermitentes. Después de un periodo que varía de 1 a 12 hs, pero por lo general 
en el trascurso de 4 a 6 hs, se localiza en el cuadrante inferior derecho. Esta secuencia 
clásica del dolor, aunque usual, no es invariable. En algunos pacientes el dolor de la 
apendicitis se inicia en el cuadrante inferior derecho y permanece en él. Las variaciones 
en la situación anatómica del apéndice explican muchas de las variedades del sitio 
principal de la fase somática del dolor. Por ejemplo un apéndice largo con la punta 
inflamada en el cuadrante inferior izquierdo causa dolor en esa área; el retrocecal 
puede producirlo principalmente en el flanco o en la espalda; en el pélvico, por lo 
general es suprapúbico y un apéndice retroileal puede ocasionar dolor testicular tal vez 
por irritación de la arteria espermática y el uréter. La malrotación también puede 
originar patrones de dolor confusos. El componente visceral se encuentra en la 
situación normal, pero el somático se siente en la pared del abdomen en que se detuvo 
la rotación del ciego. 
 
En la apendicitis casi siempre se observa anorexia. Es tan constante que debe dudarse 
de este diagnostico si el paciente no es anoréxico. En casi el 75% ocurren vómitos, 
pero no son notables ni prolongados y la mayoría de los enfermos solo vomita una o 
dos veces. 
 
 12 
Casi todos los pacientes tienen antecedentes de constipación antes del inicio del dolor 
abdominal y pueden sentir que la defecación los aliviaría. Sin embargo, en algunos 
enfermos hay diarrea, en particular en niños, de manera que el patrón de defecaciones 
tiene poco valor en el diagnostico diferencial. 
 
La secuencia de aparición de los síntomas tiene gran importancia en el diagnostico 
diferencial. En más del 95% de los enfermos con apendicitis aguda el primer síntoma es 
anorexia, seguido de dolor abdominal, que a su vez va seguido de vómitos (si ocurre). 
Debe dudarse de este diagnostico si el vomito precede al inicio del dolor. 
 
Signos. Las alteraciones físicas dependen principalmente de la posición anatómica 
del apéndice inflamado y de que ya se haya roto cuando se examina por primera vez el 
paciente. 
En la apendicitis no complicada no varían mucho los signos vitales. Rara vez la 
temperatura aumenta más de 1°C; la frecuencia del pulso es normal o un poco elevada. 
Alteraciones mayores suelen indicar que ha ocurrido una complicación o debe 
pensarse en otro diagnostico. 
 
Los pacientes con apendicitis suelen preferir estar acostados supinos con los muslos, 
en particular el derecho, flexionados porque cualquier movimiento aumenta el dolor. Si 
se les pide que se muevan los hacen con lentitud y cautela. 
 
El signo clásico de dolor en el cuadrante inferior derecho se encuentra cuando el 
apéndice inflamado está en su posición anterior. La hipersensibilidad suele ser máxima 
en el punto descrito por McBurney como “localizado exactamente entre 2.5 y 6.5 cm de 
la apófisis espinosa anterior del iliaco, en una línea recta desde dicha referencia hasta 
el ombligo” o cerca del mismo. Casi siempre haysensibilidad al rebote directo, a 
menudo también sensibilidad al rebote referido o indirecto; la hipersensibilidad es 
máxima en el cuadrante inferior derecho e indica irritación peritoneal. El signo de 
Rovsing es dolor en el cuadrante inferior derecho cuando se presiona en el cuadrante 
inferior izquierdo, también indica el sitio de irritación peritoneal. Es frecuente que haya 
hiperestesia cutánea en el área de inervación de los nervios raquídeos a la derecha de 
T10, T11 y T12 pero no se encuentra siempre en la apendicitis aguda. En pacientes con 
apendicitis obvia este signo es superfluo, pero en algunos casos tempranos es posible 
que sea el primer signo positivo. Se despierta mediante piquetes con agujas o, mejor, 
levantando suavemente la piel entre el índice y el pulgar. Por lo general esta maniobra 
no es desagradable, pero causa dolor en aéreas de hiperestesia cutánea. 
 
La resistencia muscular de la pared del abdomen a la palpación es más o menos 
paralela a la intensidad del proceso inflamatorio. Al inicio de la afección, si existe 
resistencia, consiste principalmente en defensa voluntaria. A medida que la irritación 
peritoneal progresa, el espasmo muscular aumenta y se torna en gran parte 
involuntario, rigidez refleja verdadera en oposición a la defensa voluntaria. 
 
 
 13 
Las diversas posiciones del apéndice inflamado originan variaciones de los datos 
físicos usuales. En un apéndice retrocecal son menos notables en abdomen anterior y 
es posible que la hipersensibilidad sea más intensa en el flanco. Cuando el apéndice 
inflamado desciende a la pelvis, es posible que no existan en lo absoluto datos en 
abdomen y el diagnostico se pase por alto a menos que se haga un tacto rectal. 
Conforme el dedo ejerce presión en el peritoneo del fondo de saco de Douglas, se 
siente dolor en el área suprapúbica y local. Es posible que también haya signos de 
irritación muscular localizada. El signo del psoas indica un foco irritativo en la 
proximidad de este músculo. La prueba se lleva a cabo pidiendo al paciente que se 
acueste sobre su lado izquierdo; a continuación el médico extiende con lentitud el 
muslo derecho, estirando en consecuencia el músculo iliopsoas. La prueba es positiva 
si la maniobra produce dolor. De igual manera un signo del obturador positivo de dolor 
hipogástrico al estirar el obturador interno indica irritación en ese sitio. La prueba se 
hace girando hacia adentro pasivamente el muslo derecho flexionado con el paciente 
acostado (3). 
 
 
Diagnóstico. La presentación clínica puede ser atípica hasta en un 40% de los casos, 
el dolor puede aparecer inicialmente en fosa iliaca derecha, región lumbar, hipocondrio 
derecho o ser referido al hueco pélvico de acuerdo a la localización del apéndice. Los 
datos clínicos sugestivos de peritonitis y/o abdomen agudo, como la resistencia 
muscular involuntaria, signos de rebote, obturador, psoas, etcétera, suelen encontrarse 
varias horas después del inicio de los síntomas, lo que puede diferir en las edades 
extremas de la vida y con el manejo previo de antibióticos y analgésicos. La evolución 
de un cuadro de apendicitis aguda es variable, ya que está en relación con la 
repercusión hemodinámica y metabólica que tiene el proceso primario. 
 
Con frecuencia los pacientes reciben múltiples tratamientos, como analgésicos, 
antibióticos y antiespasmódicos, que pueden modificar el curso del padecimiento, 
retrasar el diagnóstico y favorecer las complicaciones. Todo ello, se relaciona con la 
edad, la magnitud del proceso, el tiempo de evolución, enfermedades concomitantes, la 
oportunidad del tratamiento y la indicación quirúrgica. La ingesta de medicamentos, 
previos a un diagnóstico certero, modifican la historia natural de la enfermedad, se 
incrementa el tiempo para efectuar el diagnóstico y para tomar la decisión quirúrgica, 
ya que, en estos casos, los signos y síntomas no son concluyentes, el cirujano tiene 
dudas, con incremento en la morbilidad del paciente, además del impacto económico 
ante el uso de medios de escrutinio repetitivos y/o especializados, además de los días 
de estancia hospitalaria y ausentismo laboral. 
 
La ingesta de antibióticos, analgésicos y antiespasmódicos es de uso muy común en la 
población derechohabiente, tanto por automedicación, condicionada por múltiples 
factores, como el fácil acceso a dichos fármacos y el nivel de cultura en salud de la 
sociedad, pero también, incluso, por prescripción médica (4). 
 
 
 14 
 
La apendicitis aguda es una de las enfermedades más complejas para poder realizar un 
diagnóstico correcto y seguro. Debido a esta dificultad, en la literatura mundial, se 
observa que el promedio de apendicectomías negativas varía entre el 20 y el 44% de los 
casos, pero este porcentaje se eleva aún más en las mujeres en edad de procrear (25-
52%). El gran problema del diagnóstico de la apendicitis aguda es a veces dificultoso 
debido a las formas clínicas de presentación. De acuerdo con la literatura mundial, hay 
entre un 20 y un 33% de pacientes con sospecha de apendicitis aguda que presentan 
síntomas y signos atípicos. 
 
Es aceptado clásicamente que esta enfermedad comienza con un dolor en la región 
periumbilical que al cabo de 12-24 h se localiza en la fosa ilíaca derecha, acompañado 
de anorexia, vómitos y náuseas. Para el diagnóstico, se considera como síntomas más 
consistentes el dolor y la anorexia. Otros signos son variables, como la taquicardia y la 
fiebre de bajo grado. La defensa en el punto de McBurney ha sido siempre el elemento 
esencial en la definición de la enfermedad, pero los signos de la tríada del psoas, el 
signo del obturador y el signo de Rovsing tal vez sean los menos comunes (5). 
 
La apendicitis aguda (AA) es la patología quirúrgica más frecuentemente evaluada en 
los servicios de urgencia y ocupa el primer lugar de las intervenciones quirúrgicas que 
se realizan en estos servicios en todo el mundo. También, ocupa el primer lugar en la 
mente del cirujano de urgencia cuando evalúa un paciente con dolor abdominal. El 
diagnóstico de apendicitis es principalmente clínico. Con la intención de disminuir las 
implicaciones en términos de costo económico y las complicaciones de la cirugía en 
pacientes sin apendicitis o pacientes con apendicitis complicada, se han incorporado 
diversos estudios de imagen, laboratorio y técnicas laparoscópicas que contribuyen al 
diagnóstico y eventual tratamiento de la apendicitis. 
 
La experiencia del cirujano en el diagnóstico clínico del dolor abdominal es el mejor 
examen al que puede ser sometido el paciente. La idea de aplicar un score diagnóstico 
a una determinada patología no es nueva, múltiples autores han investigado, elaborado 
y validado diversos scores en patología quirúrgica, incluyendo la AA. En 1986, Alvarado 
publicó el clásico score que lleva su epónimo para el diagnostico de AA. Desde 
entonces se ha publicado una gran cantidad de estudios validando este score, 
proponiendo otros scores e invalidando todos ellos. Los scores diagnósticos de AA, 
tienen en común la asignación de un valor determinado a parámetros clínicos y de 
laboratorio, con la intención de aplicar el puntaje obtenido de la suma de estos 
parámetros, a una escala de probabilidad, en cada paciente en el cual se sospecha una 
AA y de esta manera orientar al médico o al cirujano, en el diagnóstico de cada caso 
particular. 
 
La aplicación sistemática de un score diagnóstico de AA en los servicios de urgencia 
es factible, así se ha demostrado, y permite la identificación adecuada de pacientes con 
una posible AA que requieren de cirugía urgente, disminuyendo consecuentemente el15 
margen de error diagnóstico y por lo tanto las posibles implicaciones económicas y 
legales (6). 
 
El tiempo de evolución ha sido demostrado como el factor más influyente en la 
presentación de apendicitis complicada. Debido al retraso en la atención, la enfermedad 
sigue su curso natural por etapas, como se ha descrito, hasta llegar a la perforación 
con la subsecuente producción de peritonitis, absceso o plastrón apendicular (7). 
 
La presentación atípica ocurre cuando hay perforación con algún grado de peritonitis. 
El cuadro puede incluir fiebre, escalofríos y dolor abdominal difuso; el examen físico 
muestra defensa (espasmo) muscular, signos de peritonitis difusa, íleo, distensión 
abdominal y, ocasionalmente en el caso de plastrón o absceso, una masa palpable. Una 
vez ocurre la perforación del apéndice, se desencadenan otras complicaciones como 
obstrucción intestinal, absceso hepático e incluso pileflebitis. 
 
En pacientes con patología asociada como diabetes mellitus, insuficiencia renal crónica 
(IRC), en niños y en ancianos, en obesos y en mujeres embarazadas o en edad fértil, el 
diagnóstico clínico es más difícil. Por ejemplo, los pacientes diabéticos y los que 
cursan con IRC presentan dolor abdominal inespecífico y generalmente de manera 
tardía. En las pacientes embarazadas la apendicitis se presenta más frecuentemente 
durante el primer trimestre; la localización del apéndice es muy variable; inicialmente 
se desplaza lateralmente y luego rota para posteriormente ubicarse en posición más 
alta. El diagnóstico diferencial en mujeres jóvenes en edad reproductiva se debe hacer 
con diversas patologías ginecológicas. 
 
Ante la sospecha clínica de apendicitis se deben ordenar exámenes de laboratorio, que 
incluyan hemograma, uroanálisis y prueba de embarazo en las mujeres en edad 
reproductiva. 
En general el recuento de leucocitos en sangre aparece moderadamente elevado y en la 
mayoría de los casos hay desviación a la izquierda, pero en un porcentaje bajo 
(generalmente <5%), aunque significativo, tanto el recuento de glóbulos blancos como 
la fórmula diferencial son normales. Se debe tener en cuenta que el recuento globular 
blanco tiene baja sensibilidad (78%) y especificidad (51%), con un valor predictivo muy 
bajo (25%), como lo demostraron Vargas y colaboradores de México. El uroanálisis es 
de ayuda para el diagnóstico diferencial con urolitiasis o infección de las vías urinarias, 
siendo ésta más frecuente en mujeres. 
 
Los hombres jóvenes con cuadro clínico típico y recuento leucocitario mayor de 12.000 
con desviación a la izquierda, generalmente deben ser llevados a cirugía sin otros 
exámenes diagnóstico adicionales. La medición de enzimas hepáticas y de amilasa 
puede ser útil para el diagnóstico diferencial con patología hepatobiliar, sobre todo 
cuando el dolor se localiza en el mesogastrio o el epigastrio. La amilasa sérica puede 
estar elevada en 3-10% de pacientes con apendicitis aguda. 
 
 
 16 
IMÁGENES DIAGNÓSTICAS. La radiografía simple de abdomen se debe realizar en 
todo paciente que consulte por dolor abdominal, aunque esto es motivo de 
controversia. En la apendicitis aguda no ha demostrado la presencia de fecalito en más 
de 50% de los casos. Nitecki S y su grupo de la Clínica Mayo demostraron la presencia 
de fecalitos en 10% de pacientes con apendicitis no complicada, 20% de pacientes con 
apendicitis perforada y 40% de pacientes con absceso apendicular. Aunque en los 
jóvenes se podría decir con estos hallazgos que no es costo-efectiva, la radiografía 
simple de abdomen debe realizarse en población mayor como imagen diagnóstica 
inicial, que sirve para aclarar otras condiciones anormales. 
 
La ultrasonografía tiene una sensibilidad de 75-90% y una especificidad de 86-100%. Se 
debe tener en cuenta que se trata de un examen operador-dependiente, y que presenta 
dificultades técnicas en pacientes obesos o con distensión abdominal, donde se 
interpone gas. En mujeres jóvenes en quienes se debe descartar patología 
ginecológica, la ecografía pélvica o transvaginal puede ser de gran ayuda. 
 
La tomografía axial computadorizada (TAC) es considerada el “patrón oro” como 
examen diagnóstico no invasor en la apendicitis aguda. Puede detectar y localizar 
masas inflamatorias periapendiculares (plastrones), abscesos (algo similar como en la 
diverticulitis) y, con gran precisión la apendicitis aguda. Naturalmente, por su costo, es 
un examen para ser practicado sólo en pacientes seleccionados. 
 
La laparoscopia diagnóstica no debe considerarse como una herramienta diagnóstica 
inicial, ya que es un procedimiento invasor que requiere anestesia general; sin 
embargo, la laparoscopia puede reducir la tasa de perforación y la morbimortalidad, 
especialmente en mujeres en edad reproductiva y en ancianos. Si en la laparoscopia 
diagnóstica el apéndice no se encuentra inflamado, debe resecarse de igual manera (8). 
 
Diagnostico diferencial. En general el diagnostico diferencial de la apendicitis aguda es 
el de “abdomen agudo”. Ello se debe a que las manifestaciones clínicas no son 
especificas de una afección determinada sino de la alteración de una o varias funciones 
fisiológicas. En consecuencia es posible que haya un cuadro clínico prácticamente 
idéntico por una gran variedad de procesos agudos en la cavidad peritoneal o cerca de 
ella que producen las mismas alteraciones funcionales que la apendicitis aguda. 
 
La precisión del diagnostico preoperatorio debe ser de 85%. Si es menor es probable 
que se practiquen algunas operaciones innecesarias y procede un diagnostico 
diferencial preoperatorio más riguroso. Por otra parte una precisión siempre mayor de 
90% también debe preocupar ya que ello puede indicar que algunos pacientes con 
apendicitis aguda atípica se dejan en “observación” cuando deberían de operarse con 
rapidez. Sin embargo, el grupo de Haller demostró que no siempre es así. Antes de su 
estudio la frecuencia de perforaciones en el hospital que se realizo la investigación fue 
de 26.7% y se encontró apendicitis aguda en 80% de las operaciones. Por una política 
de observación intrahospitalaria intensiva cuando el diagnostico de apendicitis no 
 
 17 
estaba claro, el grupo obtuvo una incidencia de apendicitis aguda de 94% en la 
operación, mientras que la incidencia de perforación permaneció sin cambios en 27%. 
 
 
Existen pocos trastornos en que está contraindicada la cirugía, pero en general los 
procesos patológicos que se confunden con apendicitis también son problemas 
quirúrgicos o si no es así no empeoran por una intervención quirúrgica. El error más 
común es establecer un diagnostico preoperatorio de apendicitis aguda y encontrar 
alguna otra afección (o nada) en la intervención quirúrgica; con mucho menor 
frecuencia se encuentra apendicitis aguda después del diagnostico preoperatorio de 
otro trastornó (3). 
 
 
Es de utilidad considerar alternativas diagnosticas según la edad y el sexo del paciente. 
En los niños hay que considerar la adenitis mesentérica, la intususpección, el 
divertículo de Meckel o la tiflitis. Incluso enfermedades extraabdominales, como la otitis 
media, la neumonía o la meningitis, se pueden manifestar como malestar abdominal, 
nauseas y vómitos. El grupo que plantea mayor conflictoes el de las mujeres de edad 
reproductiva, ya que los problemas ginecológicos frecuentemente se confunden con 
una Apendicitis Aguda, e incluso llegan a un 40% de apendicectomías blancas en 
algunas series. En esta hay que descartar enfermedades como la salpingitis, la ruptura 
de un folículo ovárico, la torsión ovárica, la endometriosis o el embarazo ectópico. 
 
 
En el varón joven el diagnostico de Apendicitis Aguda nos plantea muchas menos 
dudas que en el resto de grupos, aunque hay que pensar en la presencia de una torsión 
testicular, un cólico nefrítico o una Pielonefritis, la enfermedad de Crohn o una ileitis 
terminal. También hay que descartar afecciones como la gastroenteritis o la 
cetoacidosis diabética (Cuadro II). 
 
 
Otro grupo que plantea problemas diagnósticos es el del anciano, debido a que las 
causas alternativas de una emergencia abdominal son más numerosas: colecistitis 
aguda, ulcera péptica perforada, diverticulitis ascendente o sigmoide (paciente con un 
sigma redundante), pancreatitis aguda, oclusión intestinal, hematoma de la vaina de los 
rectos. Varios estudios han demostrado que el patrón de presentación clínica y su 
duración son muy similares al de los grupos más jóvenes. 
 
 
Sin embargo, también han demostrado una frecuencia mayor, hasta 5 veces, de 
perforación apendicular. Estos hallazgos indican que una localización pobre de la 
infección y una disminución de la irrigación del apéndice propicia una disminución más 
rápida de la enfermedad. 
 
 
 18 
Cuadro II. DIAGNOSTICO DIFERENCIAS DE LA APENDICITIS AGUDA 
ENFERMEDAD ABDOMINAL 
Oclusión Intestinal 
Intususpeccion 
Colecistitis Aguda 
Ulcera Péptica Perforada 
Adenitis Mesentérica 
Divertículo de Meckel 
Diverticulitis 
Pancreatitis 
Hematoma de los Rectos 
ENFERMEDAD UROLOGICA 
Cólico Nefrítico Derecho 
Pielonefritis Derecha 
Infección del Tracto Urinario 
Torsión Testicular 
 
ENFERMEDAD GINECOLOGICA 
Embarazo Ectópico 
Salpingitis (EIP)* 
Torsión Ovárica 
Ruptura Folículo Ovárico 
Endometriosis 
ENFERMEDAD MEDICA 
Gastroenteritis Aguda 
Neumonía 
Ileitis Terminal 
Cetoacidosis Diabética 
Dolor Preherpético de Nervios Dorsales 10 y 11 
*EIP: Enfermedad Inflamatoria Pélvica 
 
 
 
Tratamiento. El tratamiento indicado para la Apendicitis Aguda es la Apendicectomía. 
Aunque es una intervención urgente, hay que valorar el riesgo quirúrgico y anestésico 
de esta, por lo que es muy importante optimizar al máximo las condiciones físicas del 
paciente en caso de comorbilidades (sobre todo cardiopulmonares). 
 
Hay dos tratamientos quirúrgicos: la apendicectomía abierta y la apendicectomía 
laparoscópica. Todavía hay controversia sobre el tipo de tratamiento óptimo. Solo en 
casos concretos, la vía laparoscópica se demuestra superior en pacientes obesos, 
donde se ha demostrado menor tasa de infección de herida quirúrgica, y en mujeres en 
edad fértil en las que hay dudas sobre el diagnostico, donde la mejor visión de toda la 
cavidad abdominal permite excluir otros diagnósticos (laparoscopia exploradora). 
 19 
En la práctica, la elección de una de las técnicas depende de la experiencia del cirujano 
y de los recursos del centro hospitalario (9). 
 
Una vez que se toma la decisión de operar por apendicitis presuntiva, el paciente debe 
de prepararse para el quirófano. Es necesario que la hidratación sea adecuada, que se 
corrijan las anormalidades electrolíticas y que se identifiquen los trastornos cardiacos, 
pulmonares y renales preexistentes. Muchas pruebas demuestran complicaciones 
infecciosas de la apendicitis. Es usual que la mayoría de los cirujanos administre 
antibióticos a todos los pacientes con sospecha de apendicitis. Si se encuentra 
apendicitis simple, no se obtiene beneficio alguno al prolongar la cobertura más de 24 
horas. Si se encuentra un apéndice perforado o gangrenoso, los antibióticos se 
continúan hasta que el paciente permanezca afebril y la cuenta leucocitaria se 
normalice. Para infecciones intraabdominales leves o moderadas de origen digestivo la 
Surgical Infection Society recomienda tratamiento con un solo fármaco: Cefoxitina, 
Cefotetán o Ticarcilina con Ácido Clavulánico. Para infecciones mas graves, está 
indicado el tratamiento con Carbapenems solos o con una combinación de 
Cefalosporina de tercera generación, Monobactam o Aminoglucósido mas un agente 
que cubra anaerobios, como Clindamicina o Metronidazol (3). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 20 
JUSTIFICACION 
 
La apendicitis aguda constituye la causa más común de abdomen agudo quirúrgico, y 
la apendicectomía es la cirugía de urgencia médica más frecuentemente realizada en un 
hospital, alcanzando de 1 a 17% de todas las intervenciones quirúrgicas. 
El diagnóstico de apendicitis aguda es clínico, y puede apoyarse en algunos exámenes 
paraclínicos fáciles de realizar en cualquier centro, pero que parecen tener una utilidad 
limitada. 
La descripción clásica de Fitz y McBurney (dolor epigástrico sordo y de inicio lento que 
progresivamente aumenta de intensidad y se va localizando en la fosa iliaca derecha, 
asociado con náusea, vómito, anorexia y fiebre), ha guiado la evaluación diagnóstica 
durante los últimos 100 años. No obstante, dicho cuadro tan típico no suele ser el más 
común. Los pacientes consultan también por dolor localizado en la fosa iliaca derecha 
con o sin síntomas asociados, incluso algunos refieren dolores de localización atípica o 
sintomatologías reflejas como disuria y tenesmo, que pueden confundir al cirujano. 
Estos síntomas atípicos suelen ser secundarios a una localización no iliaca del 
apéndice. 
 
El diagnóstico precoz de apendicitis aguda continúa siendo un reto para los cirujanos. 
Es evidente que la intervención quirúrgica temprana, posterior al inicio de los síntomas, 
reduce el riesgo de complicaciones, que se refleja en el menor tiempo de 
hospitalización y días de incapacidad laboral. Diversos factores originan retardo en la 
atención de estos pacientes, entre los que destacan la premedicación con analgésicos 
y antibióticos, la diabetes mellitus y las edades extremas de la vida, que originan un 
diagnóstico e intervención quirúrgica tardía. 
 
En un esfuerzo para reducir el porcentaje de apendicectomías negativas, como también 
de disminuir el tiempo de diagnóstico para no incrementar el promedio de 
perforaciones apendiculares, se ha mencionado en la literatura diferentes sistemas de 
clasificación clínicos. 
En 1986, Alvarado5 describió por primera vez un sistema de clasificación que consta de 
3 síntomas clínicos, 3 signos en el examen físico y 2 hallazgos de laboratorio, con un 
valor total de 10 puntos. Este sistema permite decidir la hospitalización o no, que no es 
siempre sencillo por la relativa experiencia clínica quirúrgica de cirujanos que tienen 
que tomar tal decisión en un servicio de urgencias. 
 
No existen estudios previos realizados en este hospital en relación a pacientes que 
acudieron al servicio de urgencias presentando dolor abdominal sugestivo de 
Apendicitis Aguda y a los cuales se les valoro con la Escala de Alvarado, la cual es 
simple y fácil de aplicar y tiene unas características operativas similares a las de la 
valoración clínica, con la ventaja de ofrecer un estimado numérico de la probabilidad de 
apendicitis, consideramos que su aplicación en los servicios de urgencias puede 
ofrecer una ventaja respectoa la toma de conductas y a la utilización más racional de 
los recursos y disminución de cirugías innecesarias. 
 
 21 
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
 
 
La apendicitis aguda constituye la condición inflamatoria aguda abdominal más 
frecuente: aproximadamente 7% de la población general sufre apendicitis en el curso 
de su vida. La apendicitis aguda se puede presentar en cualquier edad; su incidencia 
aumenta durante la infancia y alcanza un pico entre los 10 y 30 años, declinando a partir 
de la cuarta década. En los adultos jóvenes la relación hombre: mujer es de 3:2, 
igualándose a la edad de 30 años. 
 
 
La apendicitis aguda es la primera causa de atención quirúrgica en el servicio de 
urgencias de todos los hospitales; reportándose una proporción de pacientes con 
diagnóstico de apendicitis aguda de 26.7% a 60.6%, la proporción de apendicitis con 
perforación varía de 3.7 a 28.6% y la proporción de pacientes con apendicectomía 
negativa sin apendicitis varía en un rango de 5.2 a 42.2%. El diagnóstico oportuno y 
certero es uno de los puntos más importantes a determinar en los pacientes con 
sospecha de apendicitis aguda. 
 
 
Cuando un médico sospecha la presencia de apendicitis aguda, se requiere confirmar o 
descartar el diagnóstico para realizar el tratamiento respectivo. Es también de 
importancia efectuar un diagnóstico temprano para excluir o disminuir los riesgos de 
complicaciones que implica una enfermedad avanzada, como la peritonitis local o 
generalizada; el diagnóstico de apendicitis aguda generalmente es directo y con gran 
precisión, pero también existen grupos de pacientes en los que el diagnóstico puede 
ser difícil, como en los niños, los ancianos y pacientes a quienes previamente se les 
han administrado medicamentos, con lo cual el cuadro clínico se torna atípico e 
inespecífico, comúnmente denominado como cuadro “enmascarado”. 
 
 
La apendicitis aguda es una de las emergencias quirúrgicas más comunes y puede 
presentarse con diferentes signos y síntomas variando desde un dolor abdominal vago 
no específico hasta datos típicos como dolor en cuadrante inferior derecho, 
hipersensibilidad y rebote. Esta variabilidad ha sido atribuida a una serie de posibles 
causas incluyendo edad del paciente, la severidad de la inflamación y perforación, o 
bien a una combinación de estos factores. Algunos sistemas de puntuación se han 
desarrollado con el intento de disminuir las tasas de falsos positivos de 
apendicectomías y mejorar la exactitud del diagnóstico de apendicitis; los métodos 
más comunes son el de Ohmann y el Escala de Alvarado. 
 
 
En su estudio Ohmann describe una escala de puntuación basada en datos clínicos y 
reporta una especificidad de 86%, un valor predictivo positivo de 67% y una precisión 
de 88% para el diagnóstico de apendicitis aguda. 
 22 
 
Por su parte, la Escala de Alvarado se reporta con una sensibilidad de 96%; es 
considerada como un método fácil de aplicar, económico, basado en la historia, 
examen clínico y algunos exámenes de laboratorio, para facilitar el diagnóstico de 
apendicitis aguda y mejorar la calidad de atención del paciente. 
 
 
Por lo que es necesario plantearnos la siguiente pregunta: 
 
 
¿Que tan eficaz es aplicar la Escala de Alvarado en pacientes con dolor abdominal 
sugestivo de Apendicitis Aguda? 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 23 
 
 
 
 
 
OBJETIVOS GENERALES: 
 
 
1.- Determinar la utilidad diagnostica de la Escala de Alvarado en pacientes post-
operados de Apendicitis Aguda que acudieron al servicio de urgencias del HGZ MF # 1. 
 
 
 
 
 
 
 
 
OBJETIVOS ESPECIFICOS: 
 
 
1.- Identificar los pacientes que acudieron al servicio de urgencias con diagnostico pre-
quirúrgico de Apendicitis Aguda. 
 
 
 
2.- Verificar si se les practico la Escala de Alvarado. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 24 
 
 
 
 
 
MATERIAL Y METODOS 
 
 
 
 
PARA DETERMINAR LA UTILIDAD DIAGNOSTICA DE LA ESCALA DE ALVARADO EN 
PACIENTES POST-OPERADOS DE APENDICITIS AGUDA SE REALIZO UN ESTUDIO 
DESCRIPTIVO, OBSERVACIONAL Y TRANSVERSAL. 
 
 
MEDIANTE EL ANALISIS Y REVISION DE 42 EXPEDIENTES, DE PACIENTES QUE 
ACUDIERON AL SERVICIO DE URGENCIAS DEL HGZ MF # 1 IMSS DURANGO, CON 
DIAGNOSTICO DE APENDICITIS AGUDA Y QUE SE LES REALIZO APENDICECTOMIA. 
 
 
CORRESPONDIENTES A LAS CIRUGIAS DE URGENCIA REALIZADAS A PACIENTES 
DURANTE LOS MESES DE MARZO A AGOSTO DEL 2011. 
 
 
CAPTURANDO ENTRE OTROS DATOS EDAD, GENERO Y MOTIVO DE INGRESO EN 
URGENCIAS. 
 
 
EL PROYECTO DEL ESTUDIO FUE REGISTRADO ANTE EL COMITÉ DE INVESTIGACION 
DELEGACIONAL DEL IMSS EN DURANGO, DGO CON EL No. R-2011-901-22 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 25 
 
 
 
RESULTADOS 
 
 
 
Durante el periodo de Marzo a Agosto del año 2011, se revisaron un total de 42 
 
expedientes de pacientes que acudieron al servicio de urgencias adultos del HGZ MF #1 
 
en Durango, y a los cuales se les diagnostico un cuadro de apendicitis. 
 
 
A todos ellos se les aplico la escala de Alvarado obteniendo los siguientes resultados: 
 
 
Los hombres fueron los que presentaron un mayor número de casos en relación a las 
 
mujeres, correspondiendo este a un 57.1% (tabla y grafica No 1). 
 
 
La edad en que se presenta con mayor frecuencia la Apendicitis Aguda en este estudio 
 
fue de los 25 a los 29 años y las menos afectadas fueron de 55 a 59 años y de 65 a 69 
 
años ( Tabla y Grafica No 2 ). 
 
 
De la Escala de Alvarado el Dolor Abdominal y el Dolor en cuadrante inferior derecho 
 
fueron los parámetro siempre presentes en todos los casos revisados ( Tabla y Grafica 
 
No 3 ). 
 
 
Mientras que en los Hallazgos Post-quirúrgicos la Apendicitis Positiva fue la más 
sobresaliente con un 69% ( Tabla y Grafica No 5 ). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 26 
 
 
 
 
CONCLUSIONES 
 
 
 
 
Con este estudio se confirma que la Apendicitis Aguda es una de las causas 
 
quirúrgicas más comunes a que se enfrenta el médico de urgencias y el cirujano. 
 
Y que la Escala de Alvarado es un instrumento muy útil para poder validar un 
 
diagnostico de Apendicitis aguda. 
 
Si el médico de urgencias aplica cada uno de los parámetros incluidos en esta Escala 
 
de Alvarado a los pacientes con síntomas sugestivos de Apendicitis, favorecerá un 
 
diagnostico más temprano y así mismo disminuirán las Apendicectomias blanca y 
 
complicadas. 
 
Todo esto favorecerá la calidad de la atención médica y el bienestar del paciente que a 
 
fin de cuentas constituye la razón principal de los servicios de salud.27 
 
ANEXOS 
 
TABLA Y GRAFICA No 1 
 
 
Casos Hombres Mujeres 
42 24 57.1% 18 42.9% 
 
 
 
 Genero 
 
 
 28 
Presentación de apendicitis de acuerdo a la Edad 
24
18
Casos de Apendicitis
Hombres
Mujeres
 
Tabla y Grafica No 2 
 
Edad Total Casos % 
15 - 19 8 19.0% 
20 -24 6 14.3% 
25 - 29 9 21.4% 
30 - 34 3 7.1% 
35 - 39 5 11.9% 
40 -44 1 2.4% 
45 - 49 3 7.1% 
50 - 54 3 7.1% 
55 - 59 0 0.0% 
60 - 64 1 2.4% 
65 - 69 0 0.0% 
70 - 74 2 4.8% 
75 - 79 1 2.4% 
Total 42 100% 
 
 
 29 
 
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
15
 -
19
20
 -
24
25
 -
29
30
 -
34
35
 -
39
40
 -
44
45
 -
49
50
 -
54
55
 -
59
60
 -
64
65
 -
69
70
 -
74
75
 -
79
Casos
Casos
Parámetros más frecuentes de la Escala de Alvarado 
 
Tabla y Grafica No 3 
 
 Si No 
Migracion del dolor (a cuadrante interior derecho) 42 0 
Anorexia y/o cetonuria 3 39 
Náuseas y/o vómitos 18 24 
Dolor en cuadrante inferior derecho 42 0 
Rebote 25 17 
Elevacion de la temperatura > de 38°C 16 26 
Leucocitos > de 10500 por mm3 32 10 
Desviacion a la izquierda > del 75% (Neutrofilia) 32 10 
 
 
 
 30
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
Migracion 
del dolor (a 
cuadrante 
interior 
derecho)
Anorexia y/o 
cetonuria
Náuseas y/o 
vómitos
Dolor en 
cuadrante 
inferior 
derecho
Rebote Elevacion 
de la 
temperatura 
> de 38 C
Leucocitos > 
de 10500 
por mm3
Desviacion 
a la 
izquierda > 
del 75% 
(Neutrofilia)
Si
No
Aparición de Criterios de Apendicitis de acuerdo a Género 
 
Tabla y Grafica No 4 
 
Criterios de Alvarado de acuerdo a género Hombres % Mujeres % 
Migracion del dolor (a cuadrante interior 
derecho) 
24 57.1% 18 42.9% 
Anorexia y/o cetonuria 0 0.0% 3 7.1% 
Náuseas y/o vómitos 8 19.0% 10 23.8% 
Dolor en cuadrante inferior derecho 24 57.1% 18 42.9% 
Rebote 15 35.7% 10 23.8% 
Elevacion de la temperatura > de 38°C 9 21.4% 7 16.7% 
Leucocitos > de 10500 por mm3 15 35.7% 17 40.5% 
Desviacion a la izquierda > del 75% 
(Neutrofilia) 
15 35.7% 17 40.5% 
 
 
 
 31 
 
 
0
5
10
15
20
25
30
Migracion del 
dolor (a 
cuadrante 
interior 
derecho)
Anorexia y/o 
cetonuria
Náuseas y/o 
vómitos
Dolor en 
cuadrante 
inferior 
derecho
Rebote Elevacion de 
la 
temperatura 
> de 38 C
Leucocitos > 
de 10500 por 
mm3
Desviacion a 
la izquierda > 
del 75% 
(Neutrofilia) Hombres
Mujeres
Hallazgos Post - Quirúrgicos en Apendicetomías Realizadas 
 
 
Tabla y Grafica No 5 
 
Hallazgos No de Casos % 
Apendicitis Blanca 6 14.29% 
Apendicitis Positiva 29 69.05% 
Apendicitis Complicada 7 16.67% 
 
 
 
 
 
 
 
 32 
0
5
10
15
20
25
30
Apendicitis Blanca Apendicitis Positiva Apendicitis Complicada
No de Casos
No de Casos
 
Consideraciones éticas: 
Se basan en el reglamento de la ley general de salud en materia de investigación para la 
salud, de acuerdo con los artículos 3°, 7°, 13° y 17°, donde en general se documenta: 
que el estudio no representa riesgo para los pacientes y que los resultados obtenidos 
solo serán empleados con fines científicos, con la seguridad que no será identificado 
ningún paciente en las publicaciones que se desprendan de este estudio. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
BIBLIOGRAFIA 
 
 
 
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