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INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL HOSPITAL GENERAL DE ZONA No 1 CON MEDICINA FAMILIAR LIC. IGNACIO GARCIA TELLEZ DURANGO, DGO. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO DE: ESPECIALISTA EN MEDICINA DE URGENCIAS PARA MEDICOS DE BASE DEL IMSS “UTILIDAD DIAGNOSTICA DE LA ESCALA DE ALVARADO” AUTOR: DR. PEDRO MIGUEL CONTRERAS ARREOLA ASESOR: DR JUAN JOSE ACEVES GUZMAN 1 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. DR. HECTOR SEPULVEDA CHAPA JEFE DE EDUCACION E INVESTIGACION MÉDICA HOSPITAL GENERAL REGIONAL N 1 “LIC. IGNACIO GARCIA TELLEZ” DURANGO, DGO. ________________________________________________________ DR. ANGEL GERARDO ANDRADE CONTRERAS PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE ESPECIALIZACIÓN EN MEDICINA DE URGENCIAS PARA MÉDICOS DE BASE DEL IMSS 2 ASESOR DR. JUAN JOSÉ ACEVES GUZMÁN ESPECIALISTA EN URGENCIAS MÉDICO QUIRÚRGICAS Y MEDICINA INTERNA 3 DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTOS A MI ESPOSA PATY: POR TODO EL AMOR, CARIÑO Y APOYO QUE SIEMPRE ME HA BRINDADO CUANDO LA HE NECESITADO. POR AGUANTARME Y CONTINUAR CONMIGO DURANTE ESTOS 22 AÑOS DE MATRIMONIO Y POR HABERME DADO EL MEJOR REGALO QUE PODRIA TENER EN ESTA VIDA, MI HIJO. A MI HIJO ALONSO: QUE ES LO QUE MAS QUIERO EN ESTE MUNDO. POR EL CARIÑO, LAS ALEGRIAS Y LAS SATISFACCIONES QUE SIEMPRE ME HA DADO. POR SENTIR SU APOYO SIEMPRE. A MIS PADRES: POQUE GRACIAS A ELLOS SOY LO QUE SIEMPRE QUISE SER MEDICO. Y POR EL INCONDICIONAL APOYO Y AMOR QUE SIEMPRE HE RECIBIDO DE ELLOS. A MIS MAESTROS: POR LA PACIENCIA QUE TUVIERON AL ENSEÑARME E IMPARTIRME TODOS LOS CONOCIMIENTOS QUE ADQUIRI DIA A DIA DE ELLOS. 4 INDICE RESUMEN…………………………………………………………………………….. 6 INTRODUCCION……………………………………………………………………... 8 MARCO TEÓRICO……………………………………………………………………10 JUSTIFICACIÓN………………………………………………………………………21 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.................................................................22 OBJETIVOS…………………………………………………………………………...24 MATERIAL Y METODOS……………………………………………………………25 RESULTADOS……………………………………………………………………….26 CONCLUSIONES……………………………………………………………………27 ANEXOS……………………………………………………………………………...28 BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………………33 5 RESUMEN OBJETIVO Determinar la utilidad diagnostica de la Escala de Alvarado en pacientes post-operados de Apendicitis Aguda que acudieron al servicio de urgencias del HGZ MF # 1. INTRODUCCION La apendicitis aguda es la patología quirúrgica más frecuentemente evaluada en los servicios de urgencia y ocupa el primer lugar de las intervenciones quirúrgicas que se realizan en estos servicios en todo el mundo. También, ocupa el primer lugar en la mente del cirujano de urgencia cuando evalúa un paciente con dolor abdominal. El diagnóstico de apendicitis es principalmente clínico. Con la intención de disminuir las implicaciones en términos de costo económico y las complicaciones de la cirugía en pacientes sin apendicitis o pacientes con apendicitis complicada, se han incorporado diversos estudios de imagen, laboratorio y técnicas laparoscópicas que contribuyen al diagnóstico y eventual tratamiento de la apendicitis. La experiencia del cirujano en el diagnóstico clínico del dolor abdominal es el mejor examen al que puede ser sometido el paciente. La idea de aplicar un score diagnóstico a una determinada patología no es nueva, múltiples autores han investigado, elaborado y validado diversos scores en patología quirúrgica, incluyendo la Apendicitis Aguda. En 1986, Alvarado publicó el clásico score que lleva su epónimo para el diagnostico de Apendicitis Aguda. Los scores diagnósticos de Apendicitis Aguda, tienen en común la asignación de un valor determinado a parámetros clínicos y de laboratorio, con la intención de aplicar el puntaje obtenido de la suma de estos parámetros, a una escala de probabilidad, en cada paciente en el cual se sospecha una Apendicitis Aguda y de esta manera orientar al médico o al cirujano, en el diagnóstico. 6 MATERIAL Y METODOS Diseño del estudio: Se trata de un estudio descriptivo, observacional, retrospectivo y transversal. Universo poblacional: Derechohabientes del IMSS del HGZ MF #1 que presentaron diagnostico pre-quirúrgico de Apendicitis Aguda en el servicio de urgencias. Muestra: Todos los pacientes que acudieron al servicio de urgencias del HGZ MF # 1 del IMSS. PALABRAS CLAVES: Apendicitis Aguda, Escala de Alvarado. 7 INTRODUCCION En 1986 fue propuesta una escala práctica para el diagnóstico temprano de la apendicitis aguda por el Dr. Alfredo Alvarado en la que incluyó los síntomas y signos más frecuentes encontrados en los pacientes con sospecha de apendicitis aguda. Consideróocho características principales extraídas del cuadro clínico de apendicitis aguda y agrupadas bajo la nemotecnia MANTRELS(cuadro 1), por sus siglas en inglés, de aquellos síntomas y signos considerados importantes en la enfermedad, éstos son: migración del dolor (a cuadrante inferior derecho), anorexia y/o cetonuria, náuseas y/o vómitos, sensibilidad en cuadrante inferior derecho (del inglés tenderness), rebote, elevación de la temperatura, leucocitosis, desviación a la izquierda de neutrófilos (del inglés shift to the left). (Del inglés Shift que se utiliza en este caso para hablar de desviación a la izquierda.) Les asignó un punto a cada característica encontrada, exceptuando sensibilidad en cuadrante inferior derecho y leucocitosis a las que les asignó 2 puntos para cada uno totalizando 10 puntos y en base al puntaje obtenido determinó tres conductas médicas a seguir, éstas son: Si la sumatoria es de 7 o más puntos el paciente requiere cirugía, ya que se considera cursa con apendicitis aguda, con 5 y 6 puntos el paciente cursa con una probable apendicitis y se requerirá de valoraciones seriadas tanto clínica como de laboratorio así como de algunos estudios por imágenes (US, TAC). Si el puntaje es de 1 a 4 existe una muy baja probabilidad de apendicitis ya que muy raros casos se han presentado con menos de 4 puntos. Aun con base en todos los medios y métodos diagnósticos se considera aceptable una incidencia de 15 a 20% de apendicetomías negativas en las apendicetomías de emergencia, lo que se considera compatible con una adecuada agresividad en el diagnóstico y tratamiento de los cuadros de dolor abdominal agudo (1). Cuadro I. Escala de Alvarado. Puntuación para el diagnóstico de apendicitis aguda. Variables Puntuación Síntomas M – Migración del dolor (a cuadrante inferior derecho) 1 A – Anorexia y/o cetonuria 1 N – Náuseas y/o vómitos 1 Signos T – Dolor en cuadrante inferior derecho (del inglés Tenderness) 2 R – Rebote 1 E – Elevación de la temperatura > de 38°C 1 Laboratorio L – Leucocitosis > de 10,500 por mm3 2 S – Desviación a la izquierda de neutrófilos > del 75% (del inglés shift to the left) 1 Total 10 8 La apendicitis es la condición quirúrgica más común a la que se ve enfrentado el médico de urgencias y el cirujano. El diagnóstico actual de la enfermedad sigue siendo un reto dada la diversidad de manifestaciones con las que puede cursar. Hoy en día, los recursos disponibles se dirigen a obtener un diagnóstico sensible y específico, lo cual puede hacerse con datos clínicos y exámenes básicos de laboratorio, como el hemograma. No obstante, aún se hace un uso indiscriminado de otros métodos diagnósticos de imágenes que producen un aumento significativo de los costos de atención, sin que se haya demostrado una disminución del número de apendicectomías no terapéuticas. Algunos autores han evaluado varias escalas de predicción clínica para definir la probabilidad de apendicitis en un paciente que consulta por dolor abdominal y donde uno de los diagnósticos de trabajo puede ser la inflamación del apéndice. Previamente, los autores habían evaluado el desempeño diagnóstico de la escala de Alvarado en una población local, y habían obtenido prometedores valores de sensibilidad y especificidad (2). El presente estudio tiene como finalidad validar la capacidad diagnostica de la Escala de Alvarado para confirmar el diagnostico de Apendicitis Aguda, en la población derechohabiente que acudió a consulta al servicio de urgencias del HGZ MF #1 Durango, Dgo. 9 MARCO TEÓRICO El apéndice se hace visible durante la octava semana de vida embrionaria como una protuberancia en la porción terminal del ciego. Durante el desarrollo antenatal y postnatal la velocidad de crecimiento del ciego excede la del apéndice, lo que desplaza a éste hacia la válvula ileocecal. La relación entre la base del apéndice y el ciego permanece constante, pero la punta puede adquirir una posición retrocecal, pélvica, subcecal, preileal o pericólica derecha. Estas consideraciones anatómicas tienen mucha importancia clínica en caso de apendicitis aguda. Las tres tenias del colon convergen en la unión del ciego con el apéndice y representan una marca distintiva útil para identificar al apéndice. Su longitud varía desde menos de 1 a más de 30 cm; casi todos tienen una longitud entre 6 y 9 cm. Existen descripciones de ausencia, duplicación y divertículos apendiculares. Durante muchos años, el apéndice se considero erróneamente como un vestigio sin función conocida. Ahora se reconoce que es un órgano inmunológico que participa en forma activa en la excreción de inmunoglobulinas, en especial IgA. A pesar de que el apéndice es un componente integral del tejido linfoide intestinal, su función no es esencial y la apendicectomía no predispone a la sepsis o cualquier otra manifestación de compromiso inmunitario. El tejido linfoide aparece en el apéndice unas dos semanas después del nacimiento. La cantidad de tejido linfoide aumenta durante toda la pubertad, luego permanece estable los 10 años siguientes, para presentar un declive constante con el avance de la edad. Después de los 60 años, ya no queda tejido linfoide en el apéndice y es frecuente observar la obliteración completa del órgano. Hay evidencia en la bibliografía de que los alquimistas y médicos del siglo XVI reconocían la existencia de una entidad clínica con inflamación intensa de la región cecal conocida como “peritiflitis”. Aunque el primer informe de apendicectomía exitosa data de 1736, no fue sino hasta 1886 que Reginald Fitz ayudo a establecer el papel de la extirpación quirúrgica del apéndice inflamado como tratamiento curativo de esta enfermedad, que alguna vez se consideró letal. En 1889, Charles McBurney presento su informe clásico ante la New York Surgical Society acerca de la importancia de la intervención quirúrgica oportuna en caso de apendicitis aguda; en él describió el punto de sensibilidad abdominal máxima entre la espina iliaca anterosuperior y la cicatriz umbilical. Cinco años después, diseño la incisión con separación muscular que todavía lleva su nombre. Incidencia. La apendicitis permanece como una de las enfermedades quirúrgicas más frecuentes. La incidencia de la apendicitis aguda es casi paralela al desarrollo linfoide, con la incidencia máxima en el adulto joven. Esta enfermedad es más frecuente en los varones, sobre todo durante la pubertad. Una revisión de más de 2000 pacientes con apendicitis demostró una incidencia general de 1.3:1 con predominio de los varones sobre las mujeres. 10 En la actualidad, el 84% de las apendicectomías se realizan por una alteración aguda. El índice promedio de apéndices normales es del 16%, del cual el 68% son mujeres con apéndice normal durante la exploración quirúrgica. Causas y Patogenia. El factorcausal predominante en el desarrollo de la apendicitis aguda es la obstrucción de la luz. La causa usual son fecalitos. Otras menos comunes incluyen hipertrofia del tejido linfoide, impacto de bario por estudios radiológicos previos, semillas de vegetales y frutas, y gusanos intestinales, en particular áscaris. La frecuencia de la obstrucción aumenta con la gravedad del proceso inflamatorio. Los fecalitos se identifican en aproximadamente el 40% de los casos de apendicitis, en alrededor del 65% de las apendicitis gangrenosas sin rotura y en 90% de los casos de apendicitis gangrenosas con rotura. La secuencia probable de sucesos después de la oclusión de la luz es como sigue: un bloqueo proximal produce obstrucción de asa cerrada y la secreción normal constante de la mucosa apendicular causa distensión con rapidez. La capacidad luminal del apéndice normal es de alrededor de 0.1 ml; no hay una luz real. La secreción tan pequeña como 0.5 ml distal a un bloqueo aumenta la presión intraluminal a casi 60 cmH2O. El hombre es uno de los pocos animales con un apéndice capaz de secretar a presiones lo bastante altas para originar gangrena y perforación. La distensión estimula terminaciones nerviosas de fibras aferentes de dolor visceral y origina dolor difuso, vago, sordo a mitad del abdomen o en epigastrio bajo. El peristaltismo también se estimula por el aumento súbito de la distensión, de manera que es posible que al inicio de la evolución de la apendicitis se superpongan algunos cólicos en el dolor abdominal. La distensión continúa no solo por la secreción mucosa constante sino también por la multiplicación rápida de las bacterias que residen en el apéndice. Conforme la presión en el órgano aumenta excede a la venosa. Se ocluye capilares y vénulas, pero el flujo de llegada arteriolar que origina ingurgitación y congestión vascular continua. La distensión de esta magnitud suele causar nausea y vomito reflejos y el dolor visceral difuso se torna más intenso. Poco después del proceso inflamatorio afecta la serosa del apéndice y a su vez el peritoneo parietal de la región, que origina el cambio característico del dolor al cuadrante inferior derecho. La mucosa del tubo digestivo incluso la del apéndice, es muy susceptible a deterioros del riego. En consecuencia su integridad se compromete en una fase temprana del proceso y permite la invasión bacteriana de las capas más profundas. A medida que la distención progresa supera los límites de la presión arteriolar, sufre más el área con mayor deficiencia de riego, se presentan infartos elipsoidales en el borde antimesentérico. Igual que la distensión, la invasión bacteriana compromete el riego y los infartos progresan, ocurre perforación, por lo general a través de una de las áreas de infarto en el borde antimesentérico. 11 Esta secuencia no es inevitable; al parecer algunos episodios de apendicitis aguda remiten de manera espontanea. Muchos enfermos en quienes se encuentra apendicitis aguda en una operación proporcionan un antecedente de ataques previos similares pero menos intensos de dolor en el cuadrante inferior derecho. El examen anatomopatológico del apéndice extirpado de estos enfermos suele mostrar engrosamientos y cicatrización que sugiere inflamación aguda antigua cicatrizada. Bacteriología. En pacientes con apendicitis gangrenosa o perforada se han cultivado diversos anaerobios, aerobios o bacterias facultativas del líquido peritoneal y del contenido de los abscesos y tejidos apendiculares. Se aislaron en promedio 10 diferentes microorganismos por espécimen. Los más comunes fueron Bacteroides fragilis y Escherichia coli. Otros gérmenes que se cultivaron con frecuencia fueron Peptostreptococcus (80%), Pseudomonas (40%), Bacteroides splanchnicus (40%) y Lactobacillus (37%). Un estudio bacteriológico cuantitativo de la pared del apéndice de niños no mostro diferencias importantes entre la flora de apéndices normales y con inflamación aguda. Los microorganismos que se cultivaron más comúnmente fueron Bacteroides, Escherichia coli y Estreptococos. En un paciente con Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida se observo apendicitis relacionada con citomegalovirus. Manifestaciones clínicas. El principal síntoma de apendicitis aguda es dolor abdominal. Clásicamente al inicio está centrado de manera difusa en el epigastrio más bajo o el área umbilical, su intensidad es moderada y es constante, en ocasiones con cólicos intermitentes. Después de un periodo que varía de 1 a 12 hs, pero por lo general en el trascurso de 4 a 6 hs, se localiza en el cuadrante inferior derecho. Esta secuencia clásica del dolor, aunque usual, no es invariable. En algunos pacientes el dolor de la apendicitis se inicia en el cuadrante inferior derecho y permanece en él. Las variaciones en la situación anatómica del apéndice explican muchas de las variedades del sitio principal de la fase somática del dolor. Por ejemplo un apéndice largo con la punta inflamada en el cuadrante inferior izquierdo causa dolor en esa área; el retrocecal puede producirlo principalmente en el flanco o en la espalda; en el pélvico, por lo general es suprapúbico y un apéndice retroileal puede ocasionar dolor testicular tal vez por irritación de la arteria espermática y el uréter. La malrotación también puede originar patrones de dolor confusos. El componente visceral se encuentra en la situación normal, pero el somático se siente en la pared del abdomen en que se detuvo la rotación del ciego. En la apendicitis casi siempre se observa anorexia. Es tan constante que debe dudarse de este diagnostico si el paciente no es anoréxico. En casi el 75% ocurren vómitos, pero no son notables ni prolongados y la mayoría de los enfermos solo vomita una o dos veces. 12 Casi todos los pacientes tienen antecedentes de constipación antes del inicio del dolor abdominal y pueden sentir que la defecación los aliviaría. Sin embargo, en algunos enfermos hay diarrea, en particular en niños, de manera que el patrón de defecaciones tiene poco valor en el diagnostico diferencial. La secuencia de aparición de los síntomas tiene gran importancia en el diagnostico diferencial. En más del 95% de los enfermos con apendicitis aguda el primer síntoma es anorexia, seguido de dolor abdominal, que a su vez va seguido de vómitos (si ocurre). Debe dudarse de este diagnostico si el vomito precede al inicio del dolor. Signos. Las alteraciones físicas dependen principalmente de la posición anatómica del apéndice inflamado y de que ya se haya roto cuando se examina por primera vez el paciente. En la apendicitis no complicada no varían mucho los signos vitales. Rara vez la temperatura aumenta más de 1°C; la frecuencia del pulso es normal o un poco elevada. Alteraciones mayores suelen indicar que ha ocurrido una complicación o debe pensarse en otro diagnostico. Los pacientes con apendicitis suelen preferir estar acostados supinos con los muslos, en particular el derecho, flexionados porque cualquier movimiento aumenta el dolor. Si se les pide que se muevan los hacen con lentitud y cautela. El signo clásico de dolor en el cuadrante inferior derecho se encuentra cuando el apéndice inflamado está en su posición anterior. La hipersensibilidad suele ser máxima en el punto descrito por McBurney como “localizado exactamente entre 2.5 y 6.5 cm de la apófisis espinosa anterior del iliaco, en una línea recta desde dicha referencia hasta el ombligo” o cerca del mismo. Casi siempre haysensibilidad al rebote directo, a menudo también sensibilidad al rebote referido o indirecto; la hipersensibilidad es máxima en el cuadrante inferior derecho e indica irritación peritoneal. El signo de Rovsing es dolor en el cuadrante inferior derecho cuando se presiona en el cuadrante inferior izquierdo, también indica el sitio de irritación peritoneal. Es frecuente que haya hiperestesia cutánea en el área de inervación de los nervios raquídeos a la derecha de T10, T11 y T12 pero no se encuentra siempre en la apendicitis aguda. En pacientes con apendicitis obvia este signo es superfluo, pero en algunos casos tempranos es posible que sea el primer signo positivo. Se despierta mediante piquetes con agujas o, mejor, levantando suavemente la piel entre el índice y el pulgar. Por lo general esta maniobra no es desagradable, pero causa dolor en aéreas de hiperestesia cutánea. La resistencia muscular de la pared del abdomen a la palpación es más o menos paralela a la intensidad del proceso inflamatorio. Al inicio de la afección, si existe resistencia, consiste principalmente en defensa voluntaria. A medida que la irritación peritoneal progresa, el espasmo muscular aumenta y se torna en gran parte involuntario, rigidez refleja verdadera en oposición a la defensa voluntaria. 13 Las diversas posiciones del apéndice inflamado originan variaciones de los datos físicos usuales. En un apéndice retrocecal son menos notables en abdomen anterior y es posible que la hipersensibilidad sea más intensa en el flanco. Cuando el apéndice inflamado desciende a la pelvis, es posible que no existan en lo absoluto datos en abdomen y el diagnostico se pase por alto a menos que se haga un tacto rectal. Conforme el dedo ejerce presión en el peritoneo del fondo de saco de Douglas, se siente dolor en el área suprapúbica y local. Es posible que también haya signos de irritación muscular localizada. El signo del psoas indica un foco irritativo en la proximidad de este músculo. La prueba se lleva a cabo pidiendo al paciente que se acueste sobre su lado izquierdo; a continuación el médico extiende con lentitud el muslo derecho, estirando en consecuencia el músculo iliopsoas. La prueba es positiva si la maniobra produce dolor. De igual manera un signo del obturador positivo de dolor hipogástrico al estirar el obturador interno indica irritación en ese sitio. La prueba se hace girando hacia adentro pasivamente el muslo derecho flexionado con el paciente acostado (3). Diagnóstico. La presentación clínica puede ser atípica hasta en un 40% de los casos, el dolor puede aparecer inicialmente en fosa iliaca derecha, región lumbar, hipocondrio derecho o ser referido al hueco pélvico de acuerdo a la localización del apéndice. Los datos clínicos sugestivos de peritonitis y/o abdomen agudo, como la resistencia muscular involuntaria, signos de rebote, obturador, psoas, etcétera, suelen encontrarse varias horas después del inicio de los síntomas, lo que puede diferir en las edades extremas de la vida y con el manejo previo de antibióticos y analgésicos. La evolución de un cuadro de apendicitis aguda es variable, ya que está en relación con la repercusión hemodinámica y metabólica que tiene el proceso primario. Con frecuencia los pacientes reciben múltiples tratamientos, como analgésicos, antibióticos y antiespasmódicos, que pueden modificar el curso del padecimiento, retrasar el diagnóstico y favorecer las complicaciones. Todo ello, se relaciona con la edad, la magnitud del proceso, el tiempo de evolución, enfermedades concomitantes, la oportunidad del tratamiento y la indicación quirúrgica. La ingesta de medicamentos, previos a un diagnóstico certero, modifican la historia natural de la enfermedad, se incrementa el tiempo para efectuar el diagnóstico y para tomar la decisión quirúrgica, ya que, en estos casos, los signos y síntomas no son concluyentes, el cirujano tiene dudas, con incremento en la morbilidad del paciente, además del impacto económico ante el uso de medios de escrutinio repetitivos y/o especializados, además de los días de estancia hospitalaria y ausentismo laboral. La ingesta de antibióticos, analgésicos y antiespasmódicos es de uso muy común en la población derechohabiente, tanto por automedicación, condicionada por múltiples factores, como el fácil acceso a dichos fármacos y el nivel de cultura en salud de la sociedad, pero también, incluso, por prescripción médica (4). 14 La apendicitis aguda es una de las enfermedades más complejas para poder realizar un diagnóstico correcto y seguro. Debido a esta dificultad, en la literatura mundial, se observa que el promedio de apendicectomías negativas varía entre el 20 y el 44% de los casos, pero este porcentaje se eleva aún más en las mujeres en edad de procrear (25- 52%). El gran problema del diagnóstico de la apendicitis aguda es a veces dificultoso debido a las formas clínicas de presentación. De acuerdo con la literatura mundial, hay entre un 20 y un 33% de pacientes con sospecha de apendicitis aguda que presentan síntomas y signos atípicos. Es aceptado clásicamente que esta enfermedad comienza con un dolor en la región periumbilical que al cabo de 12-24 h se localiza en la fosa ilíaca derecha, acompañado de anorexia, vómitos y náuseas. Para el diagnóstico, se considera como síntomas más consistentes el dolor y la anorexia. Otros signos son variables, como la taquicardia y la fiebre de bajo grado. La defensa en el punto de McBurney ha sido siempre el elemento esencial en la definición de la enfermedad, pero los signos de la tríada del psoas, el signo del obturador y el signo de Rovsing tal vez sean los menos comunes (5). La apendicitis aguda (AA) es la patología quirúrgica más frecuentemente evaluada en los servicios de urgencia y ocupa el primer lugar de las intervenciones quirúrgicas que se realizan en estos servicios en todo el mundo. También, ocupa el primer lugar en la mente del cirujano de urgencia cuando evalúa un paciente con dolor abdominal. El diagnóstico de apendicitis es principalmente clínico. Con la intención de disminuir las implicaciones en términos de costo económico y las complicaciones de la cirugía en pacientes sin apendicitis o pacientes con apendicitis complicada, se han incorporado diversos estudios de imagen, laboratorio y técnicas laparoscópicas que contribuyen al diagnóstico y eventual tratamiento de la apendicitis. La experiencia del cirujano en el diagnóstico clínico del dolor abdominal es el mejor examen al que puede ser sometido el paciente. La idea de aplicar un score diagnóstico a una determinada patología no es nueva, múltiples autores han investigado, elaborado y validado diversos scores en patología quirúrgica, incluyendo la AA. En 1986, Alvarado publicó el clásico score que lleva su epónimo para el diagnostico de AA. Desde entonces se ha publicado una gran cantidad de estudios validando este score, proponiendo otros scores e invalidando todos ellos. Los scores diagnósticos de AA, tienen en común la asignación de un valor determinado a parámetros clínicos y de laboratorio, con la intención de aplicar el puntaje obtenido de la suma de estos parámetros, a una escala de probabilidad, en cada paciente en el cual se sospecha una AA y de esta manera orientar al médico o al cirujano, en el diagnóstico de cada caso particular. La aplicación sistemática de un score diagnóstico de AA en los servicios de urgencia es factible, así se ha demostrado, y permite la identificación adecuada de pacientes con una posible AA que requieren de cirugía urgente, disminuyendo consecuentemente el15 margen de error diagnóstico y por lo tanto las posibles implicaciones económicas y legales (6). El tiempo de evolución ha sido demostrado como el factor más influyente en la presentación de apendicitis complicada. Debido al retraso en la atención, la enfermedad sigue su curso natural por etapas, como se ha descrito, hasta llegar a la perforación con la subsecuente producción de peritonitis, absceso o plastrón apendicular (7). La presentación atípica ocurre cuando hay perforación con algún grado de peritonitis. El cuadro puede incluir fiebre, escalofríos y dolor abdominal difuso; el examen físico muestra defensa (espasmo) muscular, signos de peritonitis difusa, íleo, distensión abdominal y, ocasionalmente en el caso de plastrón o absceso, una masa palpable. Una vez ocurre la perforación del apéndice, se desencadenan otras complicaciones como obstrucción intestinal, absceso hepático e incluso pileflebitis. En pacientes con patología asociada como diabetes mellitus, insuficiencia renal crónica (IRC), en niños y en ancianos, en obesos y en mujeres embarazadas o en edad fértil, el diagnóstico clínico es más difícil. Por ejemplo, los pacientes diabéticos y los que cursan con IRC presentan dolor abdominal inespecífico y generalmente de manera tardía. En las pacientes embarazadas la apendicitis se presenta más frecuentemente durante el primer trimestre; la localización del apéndice es muy variable; inicialmente se desplaza lateralmente y luego rota para posteriormente ubicarse en posición más alta. El diagnóstico diferencial en mujeres jóvenes en edad reproductiva se debe hacer con diversas patologías ginecológicas. Ante la sospecha clínica de apendicitis se deben ordenar exámenes de laboratorio, que incluyan hemograma, uroanálisis y prueba de embarazo en las mujeres en edad reproductiva. En general el recuento de leucocitos en sangre aparece moderadamente elevado y en la mayoría de los casos hay desviación a la izquierda, pero en un porcentaje bajo (generalmente <5%), aunque significativo, tanto el recuento de glóbulos blancos como la fórmula diferencial son normales. Se debe tener en cuenta que el recuento globular blanco tiene baja sensibilidad (78%) y especificidad (51%), con un valor predictivo muy bajo (25%), como lo demostraron Vargas y colaboradores de México. El uroanálisis es de ayuda para el diagnóstico diferencial con urolitiasis o infección de las vías urinarias, siendo ésta más frecuente en mujeres. Los hombres jóvenes con cuadro clínico típico y recuento leucocitario mayor de 12.000 con desviación a la izquierda, generalmente deben ser llevados a cirugía sin otros exámenes diagnóstico adicionales. La medición de enzimas hepáticas y de amilasa puede ser útil para el diagnóstico diferencial con patología hepatobiliar, sobre todo cuando el dolor se localiza en el mesogastrio o el epigastrio. La amilasa sérica puede estar elevada en 3-10% de pacientes con apendicitis aguda. 16 IMÁGENES DIAGNÓSTICAS. La radiografía simple de abdomen se debe realizar en todo paciente que consulte por dolor abdominal, aunque esto es motivo de controversia. En la apendicitis aguda no ha demostrado la presencia de fecalito en más de 50% de los casos. Nitecki S y su grupo de la Clínica Mayo demostraron la presencia de fecalitos en 10% de pacientes con apendicitis no complicada, 20% de pacientes con apendicitis perforada y 40% de pacientes con absceso apendicular. Aunque en los jóvenes se podría decir con estos hallazgos que no es costo-efectiva, la radiografía simple de abdomen debe realizarse en población mayor como imagen diagnóstica inicial, que sirve para aclarar otras condiciones anormales. La ultrasonografía tiene una sensibilidad de 75-90% y una especificidad de 86-100%. Se debe tener en cuenta que se trata de un examen operador-dependiente, y que presenta dificultades técnicas en pacientes obesos o con distensión abdominal, donde se interpone gas. En mujeres jóvenes en quienes se debe descartar patología ginecológica, la ecografía pélvica o transvaginal puede ser de gran ayuda. La tomografía axial computadorizada (TAC) es considerada el “patrón oro” como examen diagnóstico no invasor en la apendicitis aguda. Puede detectar y localizar masas inflamatorias periapendiculares (plastrones), abscesos (algo similar como en la diverticulitis) y, con gran precisión la apendicitis aguda. Naturalmente, por su costo, es un examen para ser practicado sólo en pacientes seleccionados. La laparoscopia diagnóstica no debe considerarse como una herramienta diagnóstica inicial, ya que es un procedimiento invasor que requiere anestesia general; sin embargo, la laparoscopia puede reducir la tasa de perforación y la morbimortalidad, especialmente en mujeres en edad reproductiva y en ancianos. Si en la laparoscopia diagnóstica el apéndice no se encuentra inflamado, debe resecarse de igual manera (8). Diagnostico diferencial. En general el diagnostico diferencial de la apendicitis aguda es el de “abdomen agudo”. Ello se debe a que las manifestaciones clínicas no son especificas de una afección determinada sino de la alteración de una o varias funciones fisiológicas. En consecuencia es posible que haya un cuadro clínico prácticamente idéntico por una gran variedad de procesos agudos en la cavidad peritoneal o cerca de ella que producen las mismas alteraciones funcionales que la apendicitis aguda. La precisión del diagnostico preoperatorio debe ser de 85%. Si es menor es probable que se practiquen algunas operaciones innecesarias y procede un diagnostico diferencial preoperatorio más riguroso. Por otra parte una precisión siempre mayor de 90% también debe preocupar ya que ello puede indicar que algunos pacientes con apendicitis aguda atípica se dejan en “observación” cuando deberían de operarse con rapidez. Sin embargo, el grupo de Haller demostró que no siempre es así. Antes de su estudio la frecuencia de perforaciones en el hospital que se realizo la investigación fue de 26.7% y se encontró apendicitis aguda en 80% de las operaciones. Por una política de observación intrahospitalaria intensiva cuando el diagnostico de apendicitis no 17 estaba claro, el grupo obtuvo una incidencia de apendicitis aguda de 94% en la operación, mientras que la incidencia de perforación permaneció sin cambios en 27%. Existen pocos trastornos en que está contraindicada la cirugía, pero en general los procesos patológicos que se confunden con apendicitis también son problemas quirúrgicos o si no es así no empeoran por una intervención quirúrgica. El error más común es establecer un diagnostico preoperatorio de apendicitis aguda y encontrar alguna otra afección (o nada) en la intervención quirúrgica; con mucho menor frecuencia se encuentra apendicitis aguda después del diagnostico preoperatorio de otro trastornó (3). Es de utilidad considerar alternativas diagnosticas según la edad y el sexo del paciente. En los niños hay que considerar la adenitis mesentérica, la intususpección, el divertículo de Meckel o la tiflitis. Incluso enfermedades extraabdominales, como la otitis media, la neumonía o la meningitis, se pueden manifestar como malestar abdominal, nauseas y vómitos. El grupo que plantea mayor conflictoes el de las mujeres de edad reproductiva, ya que los problemas ginecológicos frecuentemente se confunden con una Apendicitis Aguda, e incluso llegan a un 40% de apendicectomías blancas en algunas series. En esta hay que descartar enfermedades como la salpingitis, la ruptura de un folículo ovárico, la torsión ovárica, la endometriosis o el embarazo ectópico. En el varón joven el diagnostico de Apendicitis Aguda nos plantea muchas menos dudas que en el resto de grupos, aunque hay que pensar en la presencia de una torsión testicular, un cólico nefrítico o una Pielonefritis, la enfermedad de Crohn o una ileitis terminal. También hay que descartar afecciones como la gastroenteritis o la cetoacidosis diabética (Cuadro II). Otro grupo que plantea problemas diagnósticos es el del anciano, debido a que las causas alternativas de una emergencia abdominal son más numerosas: colecistitis aguda, ulcera péptica perforada, diverticulitis ascendente o sigmoide (paciente con un sigma redundante), pancreatitis aguda, oclusión intestinal, hematoma de la vaina de los rectos. Varios estudios han demostrado que el patrón de presentación clínica y su duración son muy similares al de los grupos más jóvenes. Sin embargo, también han demostrado una frecuencia mayor, hasta 5 veces, de perforación apendicular. Estos hallazgos indican que una localización pobre de la infección y una disminución de la irrigación del apéndice propicia una disminución más rápida de la enfermedad. 18 Cuadro II. DIAGNOSTICO DIFERENCIAS DE LA APENDICITIS AGUDA ENFERMEDAD ABDOMINAL Oclusión Intestinal Intususpeccion Colecistitis Aguda Ulcera Péptica Perforada Adenitis Mesentérica Divertículo de Meckel Diverticulitis Pancreatitis Hematoma de los Rectos ENFERMEDAD UROLOGICA Cólico Nefrítico Derecho Pielonefritis Derecha Infección del Tracto Urinario Torsión Testicular ENFERMEDAD GINECOLOGICA Embarazo Ectópico Salpingitis (EIP)* Torsión Ovárica Ruptura Folículo Ovárico Endometriosis ENFERMEDAD MEDICA Gastroenteritis Aguda Neumonía Ileitis Terminal Cetoacidosis Diabética Dolor Preherpético de Nervios Dorsales 10 y 11 *EIP: Enfermedad Inflamatoria Pélvica Tratamiento. El tratamiento indicado para la Apendicitis Aguda es la Apendicectomía. Aunque es una intervención urgente, hay que valorar el riesgo quirúrgico y anestésico de esta, por lo que es muy importante optimizar al máximo las condiciones físicas del paciente en caso de comorbilidades (sobre todo cardiopulmonares). Hay dos tratamientos quirúrgicos: la apendicectomía abierta y la apendicectomía laparoscópica. Todavía hay controversia sobre el tipo de tratamiento óptimo. Solo en casos concretos, la vía laparoscópica se demuestra superior en pacientes obesos, donde se ha demostrado menor tasa de infección de herida quirúrgica, y en mujeres en edad fértil en las que hay dudas sobre el diagnostico, donde la mejor visión de toda la cavidad abdominal permite excluir otros diagnósticos (laparoscopia exploradora). 19 En la práctica, la elección de una de las técnicas depende de la experiencia del cirujano y de los recursos del centro hospitalario (9). Una vez que se toma la decisión de operar por apendicitis presuntiva, el paciente debe de prepararse para el quirófano. Es necesario que la hidratación sea adecuada, que se corrijan las anormalidades electrolíticas y que se identifiquen los trastornos cardiacos, pulmonares y renales preexistentes. Muchas pruebas demuestran complicaciones infecciosas de la apendicitis. Es usual que la mayoría de los cirujanos administre antibióticos a todos los pacientes con sospecha de apendicitis. Si se encuentra apendicitis simple, no se obtiene beneficio alguno al prolongar la cobertura más de 24 horas. Si se encuentra un apéndice perforado o gangrenoso, los antibióticos se continúan hasta que el paciente permanezca afebril y la cuenta leucocitaria se normalice. Para infecciones intraabdominales leves o moderadas de origen digestivo la Surgical Infection Society recomienda tratamiento con un solo fármaco: Cefoxitina, Cefotetán o Ticarcilina con Ácido Clavulánico. Para infecciones mas graves, está indicado el tratamiento con Carbapenems solos o con una combinación de Cefalosporina de tercera generación, Monobactam o Aminoglucósido mas un agente que cubra anaerobios, como Clindamicina o Metronidazol (3). 20 JUSTIFICACION La apendicitis aguda constituye la causa más común de abdomen agudo quirúrgico, y la apendicectomía es la cirugía de urgencia médica más frecuentemente realizada en un hospital, alcanzando de 1 a 17% de todas las intervenciones quirúrgicas. El diagnóstico de apendicitis aguda es clínico, y puede apoyarse en algunos exámenes paraclínicos fáciles de realizar en cualquier centro, pero que parecen tener una utilidad limitada. La descripción clásica de Fitz y McBurney (dolor epigástrico sordo y de inicio lento que progresivamente aumenta de intensidad y se va localizando en la fosa iliaca derecha, asociado con náusea, vómito, anorexia y fiebre), ha guiado la evaluación diagnóstica durante los últimos 100 años. No obstante, dicho cuadro tan típico no suele ser el más común. Los pacientes consultan también por dolor localizado en la fosa iliaca derecha con o sin síntomas asociados, incluso algunos refieren dolores de localización atípica o sintomatologías reflejas como disuria y tenesmo, que pueden confundir al cirujano. Estos síntomas atípicos suelen ser secundarios a una localización no iliaca del apéndice. El diagnóstico precoz de apendicitis aguda continúa siendo un reto para los cirujanos. Es evidente que la intervención quirúrgica temprana, posterior al inicio de los síntomas, reduce el riesgo de complicaciones, que se refleja en el menor tiempo de hospitalización y días de incapacidad laboral. Diversos factores originan retardo en la atención de estos pacientes, entre los que destacan la premedicación con analgésicos y antibióticos, la diabetes mellitus y las edades extremas de la vida, que originan un diagnóstico e intervención quirúrgica tardía. En un esfuerzo para reducir el porcentaje de apendicectomías negativas, como también de disminuir el tiempo de diagnóstico para no incrementar el promedio de perforaciones apendiculares, se ha mencionado en la literatura diferentes sistemas de clasificación clínicos. En 1986, Alvarado5 describió por primera vez un sistema de clasificación que consta de 3 síntomas clínicos, 3 signos en el examen físico y 2 hallazgos de laboratorio, con un valor total de 10 puntos. Este sistema permite decidir la hospitalización o no, que no es siempre sencillo por la relativa experiencia clínica quirúrgica de cirujanos que tienen que tomar tal decisión en un servicio de urgencias. No existen estudios previos realizados en este hospital en relación a pacientes que acudieron al servicio de urgencias presentando dolor abdominal sugestivo de Apendicitis Aguda y a los cuales se les valoro con la Escala de Alvarado, la cual es simple y fácil de aplicar y tiene unas características operativas similares a las de la valoración clínica, con la ventaja de ofrecer un estimado numérico de la probabilidad de apendicitis, consideramos que su aplicación en los servicios de urgencias puede ofrecer una ventaja respectoa la toma de conductas y a la utilización más racional de los recursos y disminución de cirugías innecesarias. 21 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA La apendicitis aguda constituye la condición inflamatoria aguda abdominal más frecuente: aproximadamente 7% de la población general sufre apendicitis en el curso de su vida. La apendicitis aguda se puede presentar en cualquier edad; su incidencia aumenta durante la infancia y alcanza un pico entre los 10 y 30 años, declinando a partir de la cuarta década. En los adultos jóvenes la relación hombre: mujer es de 3:2, igualándose a la edad de 30 años. La apendicitis aguda es la primera causa de atención quirúrgica en el servicio de urgencias de todos los hospitales; reportándose una proporción de pacientes con diagnóstico de apendicitis aguda de 26.7% a 60.6%, la proporción de apendicitis con perforación varía de 3.7 a 28.6% y la proporción de pacientes con apendicectomía negativa sin apendicitis varía en un rango de 5.2 a 42.2%. El diagnóstico oportuno y certero es uno de los puntos más importantes a determinar en los pacientes con sospecha de apendicitis aguda. Cuando un médico sospecha la presencia de apendicitis aguda, se requiere confirmar o descartar el diagnóstico para realizar el tratamiento respectivo. Es también de importancia efectuar un diagnóstico temprano para excluir o disminuir los riesgos de complicaciones que implica una enfermedad avanzada, como la peritonitis local o generalizada; el diagnóstico de apendicitis aguda generalmente es directo y con gran precisión, pero también existen grupos de pacientes en los que el diagnóstico puede ser difícil, como en los niños, los ancianos y pacientes a quienes previamente se les han administrado medicamentos, con lo cual el cuadro clínico se torna atípico e inespecífico, comúnmente denominado como cuadro “enmascarado”. La apendicitis aguda es una de las emergencias quirúrgicas más comunes y puede presentarse con diferentes signos y síntomas variando desde un dolor abdominal vago no específico hasta datos típicos como dolor en cuadrante inferior derecho, hipersensibilidad y rebote. Esta variabilidad ha sido atribuida a una serie de posibles causas incluyendo edad del paciente, la severidad de la inflamación y perforación, o bien a una combinación de estos factores. Algunos sistemas de puntuación se han desarrollado con el intento de disminuir las tasas de falsos positivos de apendicectomías y mejorar la exactitud del diagnóstico de apendicitis; los métodos más comunes son el de Ohmann y el Escala de Alvarado. En su estudio Ohmann describe una escala de puntuación basada en datos clínicos y reporta una especificidad de 86%, un valor predictivo positivo de 67% y una precisión de 88% para el diagnóstico de apendicitis aguda. 22 Por su parte, la Escala de Alvarado se reporta con una sensibilidad de 96%; es considerada como un método fácil de aplicar, económico, basado en la historia, examen clínico y algunos exámenes de laboratorio, para facilitar el diagnóstico de apendicitis aguda y mejorar la calidad de atención del paciente. Por lo que es necesario plantearnos la siguiente pregunta: ¿Que tan eficaz es aplicar la Escala de Alvarado en pacientes con dolor abdominal sugestivo de Apendicitis Aguda? 23 OBJETIVOS GENERALES: 1.- Determinar la utilidad diagnostica de la Escala de Alvarado en pacientes post- operados de Apendicitis Aguda que acudieron al servicio de urgencias del HGZ MF # 1. OBJETIVOS ESPECIFICOS: 1.- Identificar los pacientes que acudieron al servicio de urgencias con diagnostico pre- quirúrgico de Apendicitis Aguda. 2.- Verificar si se les practico la Escala de Alvarado. 24 MATERIAL Y METODOS PARA DETERMINAR LA UTILIDAD DIAGNOSTICA DE LA ESCALA DE ALVARADO EN PACIENTES POST-OPERADOS DE APENDICITIS AGUDA SE REALIZO UN ESTUDIO DESCRIPTIVO, OBSERVACIONAL Y TRANSVERSAL. MEDIANTE EL ANALISIS Y REVISION DE 42 EXPEDIENTES, DE PACIENTES QUE ACUDIERON AL SERVICIO DE URGENCIAS DEL HGZ MF # 1 IMSS DURANGO, CON DIAGNOSTICO DE APENDICITIS AGUDA Y QUE SE LES REALIZO APENDICECTOMIA. CORRESPONDIENTES A LAS CIRUGIAS DE URGENCIA REALIZADAS A PACIENTES DURANTE LOS MESES DE MARZO A AGOSTO DEL 2011. CAPTURANDO ENTRE OTROS DATOS EDAD, GENERO Y MOTIVO DE INGRESO EN URGENCIAS. EL PROYECTO DEL ESTUDIO FUE REGISTRADO ANTE EL COMITÉ DE INVESTIGACION DELEGACIONAL DEL IMSS EN DURANGO, DGO CON EL No. R-2011-901-22 25 RESULTADOS Durante el periodo de Marzo a Agosto del año 2011, se revisaron un total de 42 expedientes de pacientes que acudieron al servicio de urgencias adultos del HGZ MF #1 en Durango, y a los cuales se les diagnostico un cuadro de apendicitis. A todos ellos se les aplico la escala de Alvarado obteniendo los siguientes resultados: Los hombres fueron los que presentaron un mayor número de casos en relación a las mujeres, correspondiendo este a un 57.1% (tabla y grafica No 1). La edad en que se presenta con mayor frecuencia la Apendicitis Aguda en este estudio fue de los 25 a los 29 años y las menos afectadas fueron de 55 a 59 años y de 65 a 69 años ( Tabla y Grafica No 2 ). De la Escala de Alvarado el Dolor Abdominal y el Dolor en cuadrante inferior derecho fueron los parámetro siempre presentes en todos los casos revisados ( Tabla y Grafica No 3 ). Mientras que en los Hallazgos Post-quirúrgicos la Apendicitis Positiva fue la más sobresaliente con un 69% ( Tabla y Grafica No 5 ). 26 CONCLUSIONES Con este estudio se confirma que la Apendicitis Aguda es una de las causas quirúrgicas más comunes a que se enfrenta el médico de urgencias y el cirujano. Y que la Escala de Alvarado es un instrumento muy útil para poder validar un diagnostico de Apendicitis aguda. Si el médico de urgencias aplica cada uno de los parámetros incluidos en esta Escala de Alvarado a los pacientes con síntomas sugestivos de Apendicitis, favorecerá un diagnostico más temprano y así mismo disminuirán las Apendicectomias blanca y complicadas. Todo esto favorecerá la calidad de la atención médica y el bienestar del paciente que a fin de cuentas constituye la razón principal de los servicios de salud.27 ANEXOS TABLA Y GRAFICA No 1 Casos Hombres Mujeres 42 24 57.1% 18 42.9% Genero 28 Presentación de apendicitis de acuerdo a la Edad 24 18 Casos de Apendicitis Hombres Mujeres Tabla y Grafica No 2 Edad Total Casos % 15 - 19 8 19.0% 20 -24 6 14.3% 25 - 29 9 21.4% 30 - 34 3 7.1% 35 - 39 5 11.9% 40 -44 1 2.4% 45 - 49 3 7.1% 50 - 54 3 7.1% 55 - 59 0 0.0% 60 - 64 1 2.4% 65 - 69 0 0.0% 70 - 74 2 4.8% 75 - 79 1 2.4% Total 42 100% 29 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 15 - 19 20 - 24 25 - 29 30 - 34 35 - 39 40 - 44 45 - 49 50 - 54 55 - 59 60 - 64 65 - 69 70 - 74 75 - 79 Casos Casos Parámetros más frecuentes de la Escala de Alvarado Tabla y Grafica No 3 Si No Migracion del dolor (a cuadrante interior derecho) 42 0 Anorexia y/o cetonuria 3 39 Náuseas y/o vómitos 18 24 Dolor en cuadrante inferior derecho 42 0 Rebote 25 17 Elevacion de la temperatura > de 38°C 16 26 Leucocitos > de 10500 por mm3 32 10 Desviacion a la izquierda > del 75% (Neutrofilia) 32 10 30 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 Migracion del dolor (a cuadrante interior derecho) Anorexia y/o cetonuria Náuseas y/o vómitos Dolor en cuadrante inferior derecho Rebote Elevacion de la temperatura > de 38 C Leucocitos > de 10500 por mm3 Desviacion a la izquierda > del 75% (Neutrofilia) Si No Aparición de Criterios de Apendicitis de acuerdo a Género Tabla y Grafica No 4 Criterios de Alvarado de acuerdo a género Hombres % Mujeres % Migracion del dolor (a cuadrante interior derecho) 24 57.1% 18 42.9% Anorexia y/o cetonuria 0 0.0% 3 7.1% Náuseas y/o vómitos 8 19.0% 10 23.8% Dolor en cuadrante inferior derecho 24 57.1% 18 42.9% Rebote 15 35.7% 10 23.8% Elevacion de la temperatura > de 38°C 9 21.4% 7 16.7% Leucocitos > de 10500 por mm3 15 35.7% 17 40.5% Desviacion a la izquierda > del 75% (Neutrofilia) 15 35.7% 17 40.5% 31 0 5 10 15 20 25 30 Migracion del dolor (a cuadrante interior derecho) Anorexia y/o cetonuria Náuseas y/o vómitos Dolor en cuadrante inferior derecho Rebote Elevacion de la temperatura > de 38 C Leucocitos > de 10500 por mm3 Desviacion a la izquierda > del 75% (Neutrofilia) Hombres Mujeres Hallazgos Post - Quirúrgicos en Apendicetomías Realizadas Tabla y Grafica No 5 Hallazgos No de Casos % Apendicitis Blanca 6 14.29% Apendicitis Positiva 29 69.05% Apendicitis Complicada 7 16.67% 32 0 5 10 15 20 25 30 Apendicitis Blanca Apendicitis Positiva Apendicitis Complicada No de Casos No de Casos Consideraciones éticas: Se basan en el reglamento de la ley general de salud en materia de investigación para la salud, de acuerdo con los artículos 3°, 7°, 13° y 17°, donde en general se documenta: que el estudio no representa riesgo para los pacientes y que los resultados obtenidos solo serán empleados con fines científicos, con la seguridad que no será identificado ningún paciente en las publicaciones que se desprendan de este estudio. BIBLIOGRAFIA 1.- Velázquez Mendoza J. Dolores, Godínez Rodríguez César, Vázquez Guerrero Miguel Ángel. Evaluación prospectiva de la Escala de Alvarado en el diagnostico de apendicitis aguda. Cirujano General Vol. 32 Núm. 1 – 2010. p 19. 2.- Sanabria Álvaro, Mora Mónica, Domínguez Luis Carlos, Vega Valentín, Osorio Camilo. Validación de la escala diagnóstica de Alvarado en pacientes con dolor abdominal sugestivo de apendicitis en un centro de segundo nivel de complejidad. Rev Colomb Cir. 2010;25:195-201. p 195-196. 3.- Kozar Rosemary A, Roslyn Joel J. Principios de Cirugía Vol. II séptima edición. Cap 27 El apéndice. p 1475-1484. 4.- Velázquez Mendoza José Dolores, Ramírez Sáenz Fernando, Vega Malagón A Jesús. Premedicación, factor de retraso en el diagnostico y tratamiento quirúrgico de la apendicitis aguda. Cirujano General Vol. 31 Núm. 2 – 2009. p 107. 5.- Canavosso Lucas, Carena Pablo, Carbonell Juan Manuel, Monjo Luciano, Palas Zúñiga Cesar, Sánchez Martin. Dolor en fosa iliaca derecha y Score de Alvarado. Articulo 224.999. p249. 33 6.-Beltrán S Marcelo, Villar M Raúl, Tapia Tito F. Score diagnostico de apendicitis: Estudio prospectivo, doble ciego, no aleatorio. Rev Chilena de Cirugía. Vol. 56 – N° 6, Diciembre 2004. p 551. 7.- Almazán-Urbina Francisco Eduardo, García-Ruiz Antonio. Evaluación de pacientes con apendicitis aguda en el Servicio de Urgencias. Rev Sanid Milit Mex 2006; 60(1) Ene- Feb: 39-45. 8.- Fajardo Roosevelt. Apendicitis aguda en adultos. Capítulo IV. p 727-728 9.- Crucellas Oriol, Comas Jaume, Vidal Oscar, Benarroch G. Manejo y tratamiento de la apendicitis aguda. Servicio de cirugía general y digestiva. Institut de Malalties Digestives. Hospital Clinic. Barcelona España. p 3-4. 34 Portada Índice Texto
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