Logo Studenta

Valores-de-presion-venosa-central-en-el-quemado-grave-pediatrico-durante-las-primeras-horas-postquemaduras-en-el-Hospital-Pediatrico-de-Tacubaya

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN 
 
 
SECRETARIA DE SALUD DEL DISTRITO FEDERAL 
DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN E INVESTIGACIÓN 
SUBDIRECCIÓN DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN 
 
 
CURSO UNIVERSITARIO DE ESPECIALIZACIÓN EN 
PEDIATRÍA 
 
 
“VALORES DE PRESIÓN VENOSA CENTRAL EN EL QUEMADO GRAVE 
PEDIÁTRICO DURANTE LAS PRIMERAS HORAS POSTQUEMADURAS EN EL 
HOSPITAL PEDIÁTRICO DE TACUBAYA”. 
 
 
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN CLÍNICA EPIDEMIOLOGICA 
 
 
PRESENTADO POR 
DRA. JAZMÍN MARGARITA GUTIÉRREZ ANDRACA 
 
 
PARA OBTENER EL DIPLOMA DE ESPECIALISTA EN 
PEDIATRÍA 
 
 
DIRECTOR DE TESIS 
DR. JOSE LUIS ANGUIANO MOLINA 
 
 
 
2010 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
“VALORES DE PRESIÓN VENOSA CENTRAL EN EL QUEMADO GRAVE 
PEDIÁTRICO DURANTE LAS PRIMERAS HORAS POSTQUEMADURAS EN EL 
HOSPITAL PEDIÁTRICO DE TACUBAYA”. 
 
 
 
 
 
 
Autor: Dra. Jazmín Margarita Gutiérrez Andraca 
 
 
 
 
 
 
 
Vo. Bo. 
Dr. Luis Ramiro García López 
 
 
_________________________________________________ 
Titular del Curso de Especialización en 
Pediatría 
 
 
 
 
 
 
 
 
Vo. Bo. 
Dr. Antonio Fraga Mouret 
 
 
 
_________________________________________________ 
Director de Educación e Investigación 
 
 
 
 
 
 
VALORES DE PRESIÓN VENOSA CENTRAL EN EL QUEMADO PEDIÁTRICO 
GRAVE DURANTE LAS PRIMERAS HORAS POSTQUEMADURA EN EL 
HOSPITAL PEDIÁTRICO DE TACUBAYA. 
 
 
 
 
Autor: Dra. Jazmín Margarita Gutiérrez Andraca 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Vo.Bo. 
 
 
 
______________________________________ 
Dr. José Luis Anguiano Molina 
 
Médico Adscrito al Servicio de Terapia Intensiva Pediátrica de Quemados 
Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
A ti, por haberme acompañado en esos momentos difíciles, 
A ti, que un día dudaste de lo que yo podía lograr, 
A ti, que un día mis deseos de seguir fuiste, 
A ti, mi amigo y compañero, por todos los momentos compartido.. 
 Porque por ti supe que sentía, supe que podía y hoy veo concluido una 
Hermosa y difícil etapa más de mi vida. Gracias mil 
 
A mis maestros que día con día se esmeraron dando lo mejor de sí 
Y con ello formar excelentes profesionistas y personas. 
A mi tía Clementina, Ivonne y Miguel que han llegado a ser mi familia adoptiva 
Y recibí de ellos solo apoyo incondicional en éste difícil camino. 
 
Eternamente agradezco a mi madre siempre constante, con la palabra perfecta, 
 el exacto consejo, a mi padre que como su nombre siempre un Ángel en mi 
camino, y a mi fiel hermano Pablo siempre contagiándome de su alegría y 
entusiasmo…por que por ellos estoy aquí y seguiré constante junto a ellos. 
 
A Dios por que me ha permitido estar viva, con todo lo que me rodea 
demostrándome que ha sido mi compañía llevándome de la mano 
en todo momento. 
 
 
 
RESUMEN 
Objetivo: conocer los cambios en las cifras de presión venosa central en el 
paciente pediátrico con quemaduras graves. 
Material y métodos: a través de la revisión de 235 expedientes a partir del 01 de 
enero del 2006 al 31 de diciembre del 2008, se realizó estudio transversal, 
descriptivo, retrospectivo. Se recolectaron los siguientes datos: edad, extensión de 
la quemadura, presión venosa central y uresis en las primeras horas post 
quemadura, el análisis fue descriptivo con frecuencias, porcentajes y medidas de 
tendencia central (media, mediana, moda) y de dispersión (desviación estándar, 
porcentajes). 
Resultados: Encontrándose que el grupo etario más afectado es el de 0 a 2 años, 
el sexo más vulnerable fue el femenino, alta incidencia en lesiones por 
escaldadura y variaciones en la presión venosa central con una media de 3.5+ 2.5 
en las primeras 8 horas post quemadura, de las 9 a las 48 horas una media de 
4.88+2.7, de las 24 a 48 horas una media de 5.85+2.1 y de las 48 a 72 horas una 
media de 7.15+2.45. Encontramos gasto urinario de 3.4 + 1.3 dentro de las 
primeras 72 horas post quemadura. 
Conclusión: variaciones amplias de la presión venosa central en las primeras 72 
horas post-quemadura y que por sí sola ésta no es una herramienta útil para 
determinar modificaciones de la terapia hídrica. 
I N D I C E 
 
 
 
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA……………… 
ANTECEDENTES……………………………………. 
OBJETIVOS…………………………………………… 
JUSTIFICACION……………………………………… 
MATERIAL Y METODOS……………………………. 
RESULTADOS Y ANALISIS………………………… 
DISCUSION…………………………………………… 
CONCLUSIONES…………………………………….. 
 
RECOMENDACIONES………………………………. 
 
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS………………… 
 
ANEXOS……………………………………………….. 
 
 
 1 
 
 2 
 
 10 
 
 11 
 
 12 
 
14 
 
 17 
 
19 
 
 21 
 
22 
 
24 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1 
 
 
 
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
 
 
¿Qué cambios sufre la presión venosa central en el paciente pediátrico con 
quemaduras graves durante las primeras 72 horas post quemaduras y cuál es la 
relevancia como indicador para determinar cambios o modificaciones en los 
esquemas de reanimación hídrica utilizados en el hospital pediátrico de 
Tacubaya? 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ANTECEDENTES 
 
Hace más 30 años los pacientes con quemaduras extensas morían del shock 
provocado por éstas en la primera semana posterior a las lesiones. En la 
actualidad la muerte es rara en individuos que han sido sanos, esto se debe a una 
 
2 
 
mejor comprensión en los cambios fisiopatológicos que se presentan en la lesión 
por quemaduras y al conocimiento de la importancia decisiva de la reanimación 
rápida y adecuada con líquidos. Esto incluye mejoras en los servicios de 
urgencias, disponibilidad de equipos de salvamento así como avances importantes 
en la monitorización cardiopulmonar, respiratoria y metabólica, así como cuidados 
de apoyo y nutrición, y mejoramiento en las técnicas de tratamiento de la herida1. 
Sin embargo las quemaduras siguen siendo la tercera parte de las defunciones en 
niños en los países industrializados, y en los del llamado tercer mundo. No existe 
una estadística confiable pero se considera que la incidencia es aún mayor, a 
pesar de que no se encuentre dentro de los primeros lugares de mortalidad1. 
Dentro de la clasificación de las quemaduras se distinguen cuatro tipos de 
lesiones2: 
De 1er grado. Se manifiestan principalmente con eritema y son dolorosas. Curan 
entre 3-7 días. No dejan cicatriz. 
De 2º grado superficial. Aparecen exudación y ampollas. Son dolorosas, curan 
entre 7-20 días y pueden dejar cicatrices pigmentadas. 
De 2º grado profundo. Suelen presentar ampollas abiertas, la piel ha perdido su 
coloración normal con zonas más pálidas; duelen al presionarlas. Si no se aplican 
injertos, necesitan más de 20 días para su curación. Dejan cicatrices hipertróficas. 
De 3er grado o profundas. La piel pierde su aspecto normal. Presenta una 
textura más seca, coloración pálida gris o negruzca y al presionar la zona no se 
revasculariza2. 
En adultos y niños con grandes quemaduras a partir del 20% de superficie 
corporal total quemada (SCTQ) deberáser tratado con resucitación de líquidos 
 
3 
 
basado en la superficie quemada. Las formulas comunes usadas para la 
resucitación inicial se estima con soluciones cristaloides de 2-4 ml/kg por SCTQ 
durante las primeras 24 horas. En la resucitación de líquidos, sin tener en cuenta 
el tipo de líquidos empleados o las necesidades estimadas, deberá tratarse de 
mantener un flujo urinario en el niño de 1.0-1.5 ml/kg/ hora3. 
De acuerdo a la bibliografía revisada en el artículo Atención inicial al gran 
quemado, la definición que se emplea en la práctica clínica es el de Quemadura 
Mayor a los siguientes4 
 • >10% SCQ de 3er. grado. 
 • >25% SCQ en adultos o >20% SCQ en edades extremas de 2º grado. 
 • Todas las quemaduras que involucran cara, ojos, orejas, manos, pies, 
periné o genitales. 
 • Todas las lesiones inhalatorias con/sin quemadura. 
 • Quemaduras eléctricas o químicas. 
 • Quemaduras con traumatismos concurrentes (TCE). 
 • Quemaduras en pacientes de alto riesgo: diabetes, embarazo, EPOC, 
cáncer, alteraciones psiquiátricas, etc. 
Cuando la extensión de la quemadura supera el 20% de superficie corporal, se 
desarrolla edema intersticial en órganos y tejidos distantes, esto es secundario a la 
combinación de mediadores liberados por el daño por quemadura y a la 
hipoproteinemia, así como al aumento de la permeabilidad capilar y al déficit de 
volumen intravascular que es más severo en las primeras 24 horas después de la 
lesión3. El gasto cardiaco (GC) disminuye con rapidez (en minutos) después de 
las quemaduras extensas. Al administrar líquidos el GC regresa a valores 
 
4 
 
normales o elevados en forma progresiva después de 24 a 36 horas y continúa 
elevándose paulatinamente durante los siguientes 4 a 7 días a medida que se 
establece la fase “de flujo” del hipermetabolismo1,2,3. 
Para comprender mejor los cambios que existen en el paciente gran quemado 
pediátrico se explicarán los siguientes efectos cardiovasculares (primeras 24-48 
horas): 
• Hipovolemia y shock post quemadura (hipovolémico) por la extravasación 
de líquido y proteínas del compartimiento intravascular al intersticial. 
Desarrollando un importante edema tisular por la alteración en la 
permeabilidad microvascular tanto en tejido sano como en el quemado3,4. 
• Depresión miocárdica: Disminución en la contractilidad, aumento de las 
resistencias vasculares periféricas y disminución del GC, esto por liberación 
de factores humorales circulantes, respuesta reducida a las catecolaminas 
endógenas, disminución del flujo coronario4. 
• Tardías (>48 horas): aumento del GC, hipertensión arterial, taquicardia, 
disminución de las resistencias vasculares sistémicas, provocando con esto 
un síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS)4. 
En el paciente pediátrico gran quemado durante la primera fase post quemadura la 
respuesta hiperdinámica con quemaduras mayores al 40% de SCTQ se 
incrementa entre el 160 a 200%. El hipermetabolismo global está asociado con 
taquicardia, fiebre, catabolismo proteico muscular y trastornos hepáticos5. 
El quemado mayor o Gran quemado es aquel que presenta 20% o más de SCTQ 
pero un paciente con más del 10% de SCTQ deberá ser tratado en forma similar6. 
 
5 
 
Las pérdidas provocadas por la lesión deben ser reemplazadas para poder 
mantener la homeostasis, NO HAY UN REGIMEN DE RESUCITACION IDEAL, 
únicamente son guías y se deberá ajustar la cantidad de líquidos de acuerdo a 
parámetros fisiológicos, un acceso vascular adecuado es indispensable para 
soportar las necesidades de resucitación hídrica, siendo en muchas ocasiones 
prácticamente imposible asegurar una vía venosa periférica debido a la 
combinación de hipovolemia/quemadura de extremidades/edema. En general los 
pacientes que necesitan de una monitorización estrecha del estado hemodinámico 
son aquellos que por la extensión, naturaleza y comorbilidades de las quemaduras 
se consideran en riesgo de presentar complicaciones: Los accesos venosos 
deberán ser establecidos con líneas largas intravenosas de preferencia en tejido 
no quemado7. 
Dentro de la monitorización cardiopulmonar se encuentra la medición de la presión 
venosa central (PVC)8. La presión venosa central está dada por la interacción del 
bombeo cardíaco, el volumen sanguíneo y el tono vascular. Se utiliza desde 1959, 
cuando se comenzó su empleo para el control de pacientes llevados a cirugía con 
máquina de circulación extracorpórea. Su utilidad reside en que permite regular la 
administración de líquidos, evitando la aparición de edema pulmonar por 
sobrecarga de volumen o por insuficiente función cardíaca. Los catéteres venosos 
centrales son sondas que se introducen en los grandes vasos venosos del tórax o 
en las cavidades cardíacas derechas, con fines diagnósticos o terapéuticos, 
utilizándolos para mediar la presión venosa central en pacientes en los que el 
reemplazo de líquidos pueda llevar a edema pulmonar8. 
 
6 
 
La determinación del punto 0 en la columna de medida se hace tomando como 
referencia la parte media del diámetro antero posterior del tórax a nivel del pezón. 
La llave de tres vías no tiene que colocarse a nivel del punto 0; es mejor colocarla 
por debajo de él para no dificultar la lectura de la presión tapando la escala con la 
llave. En el momento de medir la presión se debe estar seguro de la adecuada 
posición del punto 0 y si el paciente tiene un respirador, debe retirarse 
momentáneamente, siempre y cuando las condiciones lo permitan, esto se debe a 
que los respiradores elevan la presión venosa central al aumentar la presión 
intratorácica, especialmente si se ha colocado presión positiva intermitente o 
presión positiva al final de la espiración (PEEP). El rango de los valores normales 
va de -2 a 12 centímetros de agua. Cifras de 12 a 14 cm se consideran límites8. 
 El criterio básico de interpretación es que lo importante no es la cifra inicial (a 
menos que esté por encima de 15), sino la respuesta al paso de líquidos 
parenterales administrados en corto tiempo. Si después de pasar 300 a 500 ml de 
líquidos en 15 minutos se presentan alzas de más de 2 cm de agua, se tiene o una 
sobrecarga de volumen o un mal manejo de líquidos por parte del sistema 
cardiovascular.8,9. 
Una PVC de 1 o 2 cm en un paciente con presión arterial y diuresis adecuada es 
una situación normal y no se puede hablar de PVC bajas. Una PVC de 1 cm en un 
paciente hipotenso y oligúrico establece el diagnóstico de hipovolemia. Una 
presión elevada en presencia de hipotensión y oliguria indica falla cardíaca con o 
sin hipovolemia8. 
 
7 
 
La presión venosa se eleva por sobrecarga de volumen, falla cardíaca, 
taponamiento cardíaco, respiradores y anestesias en las que se usan drogas 
cardiodepresoras8. 
Pacientes hipovolémicos o en choque con presión baja se manejan administrando 
líquidos parenterales hasta que se logren presión arterial y diuresis normales, sin 
importar que la presión venosa persista baja. Si hay una PVC elevada en 
presencia de hipotensión y oliguria, o si estando previamente baja sube 
rápidamente, deben administrarse drogas para mejorar la función cardíaca. El 
valor de la presión en el territorio venoso central, refleja el llenado de la circulación 
sistémica, la distensibilidad vascular y la función contráctil de la parte derecha del 
corazón8.9 
De acuerdo a la revista española de anestesiología y reanimación del gran 
quemado pediátrico para la restitución hídrica los niños con más del 25% de 
SCTQ tendrán unas necesidades de 4 ml/kg/% SCQ, la fórmula más comúnmente 
utilizadas es la de Parkland 4ml/kg/% SCTQ y la Fórmula de Galveston 5000 
ML/M2 SCTQ + 2000 ML/M2 SC en las primeras 24 horas, y en las siguientes 24 
horas 3750 ml/m2 S. en las 2 fórmulas la mitad del volumen en las primeras 8 
horas y el resto en las 16 restantes.La diuresis como único indicador de reposición hidroelectrolítica no es seguro8. La 
oliguria suele ocurrir por la coexistencia de varios factores severos, incluso la 
secreción excesiva de hormona ADH, frecuente en pacientes quemados. La 
diuresis horaria varía a lo largo del día sin razones aparentes y puede llevar a 
conclusiones erróneas. Si la fluidoterapia fracasa y las necesidades superan los 6 
 
8 
 
ml/kg de SCQ cada 24 horas, será necesario conocer el volumen intravascular 
medida mediante la PVC o la colocación de un catéter de Swan-Ganz9. 
Recomendaciones de monitoreo Clínico en el gran quemado: 
• Diuresis horaria: Se requiere un flujo horario de 0,5 a 1 ml/hora, procurando no 
exceder de 1ml/kg/hora, para evitar la formación de exceso de edema. 
• Balance hídrico: Es poco confiable porque las pérdidas por las quemaduras son 
difíciles de estimar. De utilidad es el peso diario. 
• Presión Venosa Central:No es indispensable. Normalmente es baja en grandes 
quemados (0 a 5 cm de H20), aún con adecuada resucitación. Se intenta una PVC 
de 8-12 mmHg. 
En el hospital Pediátrico de Tacubaya se instala catéter venoso central a los 
pacientes que entran en el concepto de Gran Quemado, ya que superan los 6 
ml/kg, teniendo una mejor monitorización de las alteraciones hemodinámicas en 
las primeras 72 horas post quemadura 9,10,11. 
Las quemaduras graves se asocian con incremento de la permeabilidad capilar y 
déficit de volumen intravascular de forma más severa en las primeras 24 horas 
siguientes a la quemadura (1), y considerando que la resucitación hídrica en el 
paciente quemado grave es la cantidad de líquido suficiente para mantener la 
función orgánica vital sin producir cambios patológicos iatrogénicos.12, 13. 
Actualmente el manejo en el paciente quemado grave debe ser multidisciplinario, 
desde el servicio de psicología, cirugía plástica, nutrición, endocrinología, y por 
supuesto terapia intensiva pediátrica debido a los cambios que conlleva la 
extensión de la quemadura, tanto al mecanismo de lesión como a cambios desde 
metabólicos, hasta hematológicos que ocurren secundarios a la lesión. 14,15. 
 
10 
 
 
OBJETIVO GENERAL 
 
Conocer los cambios en las cifras de presión venoso central en el paciente 
pediátrico con quemaduras graves. 
 
OBJETIVOS ESPECIFICOS 
� Conocer los cambios de la PVC durante las 0-8 horas, 9 a 24 horas, 24 a 
48 horas y de las 48 a 72 horas en los pacientes pediátricos con 
quemaduras graves. 
� Determinar la influencia que ejerce la extensión de la quemadura en las 
cifras de presión venosa central en el paciente pediátrico con quemaduras 
graves. 
� Determinar la correlación entre edad y las mediciones de la presión venosa 
en el paciente pediátrico con quemaduras graves. 
� Determinar si la disminución o el incremento en los valores de la presión 
venosa central se correlacionan con cambios en la uresis horaria con 
quemaduras graves (mayores del 20%) durante las primeras 72 horas post 
quemaduras. 
 
 
 
 
11 
 
JUSTIFICACION 
 
En el Hospital Pediátrico de Tacubaya se atienden aproximadamente 614 
pacientes quemados por año incluyendo diferentes grados de lesión y 
mecanismos de producción. En la unidad de terapia intensiva del Hospital 
Pediátrico de Tacubaya en el último bienio 2006-2008 se atendieron 235 
pacientes pediátricos con quemaduras graves, los cuales requirieron de: 
• Restitución hídrica exhaustiva, 
• Colocación de línea central y 
• Monitoreo hemodinámico con medición de la presión venosa central 
Sin embargo desconocemos los cambios o fluctuaciones en los valores de la 
presión venosa central en la fase de hiperflujo (72horas postquemadura) en el 
paciente pediátrico quemado grave y si éste parámetro puede ser un indicador de 
efectividad en la terapéutica establecida. Lo que justificaría la realización del 
presente estudio, por no haber en la literatura nacional ni internacional reporte de 
mediciones de la presión venosa central específicamente en el paciente pediátrico 
con quemaduras graves. 
 
 
12 
 
MATERIAL Y METODOS 
Se revisaron 235 expedientes clínicos en forma retrospectiva de pacientes que 
estuvieron en el área de terapia intensiva del Hospital Pediátrico Tacubaya, en el 
periodo comprendido del 01 de enero del 2006 al 31 de diciembre del 2008. 
Excluyendo todos aquellos expedientes en los que se documento retraso en el 
inicio de la reanimación hídrica, falta de mediciones de la PVC, disfuncionalidad 
de catéteres, así como uso de aminas o de ventilación mecánica o con presencia 
de enfermedades subyacentes. 42 expedientes cumplieron criterios de inclusión. 
Se obtuvieron los siguientes datos recopilados en hoja de cálculo del programa 
Excel 2007: 
1.- Nombre y número de expediente. 
2.- Edad por grupos etarios: de 0 a 2 años, de 3 a 6 años, de 7 a 15 años y 
mayores de 15 años. 
3.- Sexo 
4.- Tipo de lesión (escaldadura, fuego directo, electricidad, etc.) y extensión de la 
quemadura. 
5.- Cifras de presión venosa central (PVC) en 4 intervalos de tiempo sólo las 
primeras 72 horas post quemadura. 
• 0-8 horas 
 
13 
 
• 9-24 horas 
• 24-48 horas 
• 48 a 72 horas 
6.- Cifras de uresis horaria en 4 intervalos de tiempo de las primeras 72 horas post 
quemaduras: 
• 0-8 horas 
• 9 – 24 horas 
• 24 – 48 horas 
7.- porcentaje de quemaduras: 
• Del 20-30 % de SCQ 
• De 30-40% de SCQ 
• De 40-50 % de SCQ 
• > del 50% de SCQ 
Se realizó la investigación sin riesgo y los datos obtenidos se analizaron 
estadísticamente, a través de frecuencias, porcentajes y medidas de tendencia 
central (media, mediana, moda) y de dispersión (desviación estándar, 
porcentajes). 
 
14 
 
RESULTADOS Y ANALISIS 
Se analizaron un total de 42 expedientes clínicos (17%), obtenidos del archivo 
clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya, en el periodo del 01 de Enero del 
2006 al 31 de Diciembre del 2008. Excluyéndose el 83% de la muestra ya que no 
cumplían con los criterios de inclusión. 
Encontrándose que el grupo etario más afectado es el de 0 a 2 años (48 %), 
seguido del grupo de 3 a 6 años en un 31%, de 7 a 15 años con un porcentaje 
del 19%, y el grupo menos afectado es el de más de 15 años con sólo un 2% 
(Gráfica 1). El sexo más vulnerable fue el femenino con un 56% y el masculino 
con un 44% (Gráfica 2). En cuanto al tipo de lesión, la mayor incidencia la 
encontramos en las lesiones por escaldadura con un porcentaje del 78%, seguida 
de las lesiones por fuego directo con un 17%, y por electricidad el 5%, (Gráfica 3). 
En lo que respecta al porcentaje de la superficie corporal quemada (SCQ), se 
encontró que el mayor número de casos fue el de 20 a 30 % de SCQ con un 76%, 
el 30 a 40% de SCQ con un 17%, de 40 a 50% de SCQ con un 5% , y el 2% para 
las lesiones mayores del 50% (Gráfica 4). 
Los flujos urinarios no presentaron cambios relevantes, con tendencia a 
mantenerse desde las 0 a las 72 horas post quemaduras, en las primeras 0 - 8 
horas post quemaduras la uresis horaria, con una media 3.1, desviación estándar 
1.9 y moda de 1.1 (grafica 6); de las 9 a las 24 horas los flujo urinarios tienden a 
mantenerse constantes con una media de 3.3, desviación estándar 1.2 y la moda 
de 2.5 (gráfica 8); en la gráfica 10 podemos observar un aumento en la uresis que 
15 
 
va de las 24 a las 48 horas con una media de 3.7, desviación estándar de 1.4 y 
moda de 3.8. Por último en la gráfica 12 que corresponde a las últimas 48 a 72 
horas de restitución hídrica, la uresis horaria disminuye, pero sin grandes cambios, 
con tendencia a mantener una constante, con una media de 3.4, desviación 
estándar de 1.3 y moda de 2.4, con ello observamos que la uresis horaria 
mantiene cifras constantes en las primeras 72 horas post quemaduras, lo cual no 
ocurrió con la presión venosa central. 
En la tabla 1 se exponen los cambios que sufre la presión venosa centralde 
acuerdo a la extensión de la quemadura, del 20 – 30% de superficie corporal total 
quemada, encontrándose sin cambios significativos, con una media aritmética a 
las 0 – 8 hs de 3.74, de las 9 – 24 horas media 4.99, 24-48 horas media 5.74 y de 
las 48 a 72 horas post quemaduras con una media de 6.9 con un total de 32 
casos, así como con la representación gráfica. En la Tabla 2 se muestran los 
valores de presión venosa central en quemaduras del 30 – 40% de superficie 
corporal quemada en las primeras 72 horas post quemaduras en donde se 
observan que la presión venosa central sufrió cambios significativos en las 
primeras 8 horas con valores de 1.8 hasta 5.2 con una media de 3.1, desviación 
estándar de 1.22, moda no aplicable, de las 9 a las 72 horas un incremento 
paulatino de la presión venosa central, con los siguientes valores de 9 a 24 horas 
con una media de 5.66, desviación estándar de 2.1, mediana de 6, sin un valor 
aplicable para la moda, de las 24 a 48 horas con media de 7.38, desviación 
estándar de 2.61 mediana de 6.7, y de las 48 a 72 horas media de 8.28, 
desviación estándar de 3.68 mediana 9.8, con un total de 7 casos. Tabla 3 en el 
16 
 
grupo de 40 a 50% de superficie corporal quemada también hubo cambios 
significativos dentro de la 0 a 8 horas post quemaduras con una medio o promedio 
de 2.1, desviación estándar de 1.13 y mediana de 1.3, con un incremento 
paulatino, con un total de 2 casos. Por último en la tabla 4 y gráfica respectiva, se 
analizó en grupo de más del 50% de superficie corporal quemada, con un solo 
caso, observando cambios significativos también dentro de las 0 a 8 horas post 
quemaduras, con un incremento lento de la presión venosa central a partir de las 
24 horas. En la tabla 5 se encuentra la correlación entre presión venosa central y 
uresis, observándose cifras bajas de PVC en las primeras 8 horas post 
quemadura, con cifras de uresis constante, esto en el quemado de 20 – 30 % de 
superficie corporal quemada. En la tabla 6, se correlaciona la presión venosa 
central y uresis en aquellos pacientes con quemaduras del 30 – 40% SCQ con 
cifras bajas y uresis fluctuantes. En la tabla 7, nuevamente cifras bajas de PVC en 
pacientes con 40 – 50 % de SCQ en las primeras 8 horas, con uresis en rangos 
normales, por último en la tabla 8, es aquel paciente con más del 50% de 
superficie corporal quemada con cifras muy bajas de PVC y uresis en rangos 
normales, por lo tanto encontramos que los valores de presión venosa central 
sufren cambios en las primeras 8 horas post quemaduras, siendo de mayor 
relevancia en aquellos pacientes con quemaduras extensas. 
 
 
 
17 
 
DISCUSIÓN 
Las quemaduras graves se asocian con incremento de la permeabilidad capilar y 
déficit de volumen intravascular de forma más severa en las primeras 24 horas 
siguientes a la quemadura (1), y considerando que la resucitación hídrica en el 
paciente quemado grave es la cantidad de líquido suficiente para mantener la 
función orgánica vital sin producir cambios patológicos iatrogénicos (13), una 
baja-resucitación conduce a disminución de la perfusión, insuficiencia renal aguda 
y muerte (1 y otros), también una ministración de líquidos incrementada o excesiva 
se asocia con resultados adversos, formación de edema, síndrome 
compartamental, Síndrome de Distress Respiratorio Agudo y disfunción orgánica 
múltiple (1,3,). Por tal motivo es fundamental contar con lineamientos que 
sustenten la terapia hídrica y el monitoreo hemodinámico para la valoración de la 
perfusión tisular. 
En éstos pacientes encontramos que la presión venosa central se mantuvo en 
valores bajos incluso negativos ( -1 a 14 )en las primeras 8 horas posteriores a la 
quemadura, manteniendo sin embargo uresis horarias adecuadas, posteriormente 
el promedio de la PVC aumento (0-11 ) a partir de las 24 horas. Siendo notorio a 
partir de este momento que incrementos mínimos de 1 -2 cm. de H20 en la PVC 
iban acompañados de incremento en la uresis horaria, lo cual correlaciona con lo 
referido en la literatura (10). 
18 
 
Sin embargo en nuestros pacientes con mayor extensión quemada grupo de 40% 
a 50% y el de más de 50% sí hubo una correlación entre PVC baja y uresis horaria 
baja que requirió de incremento en el aporte hídrico. 
Con respecto a la edad no encontramos correlación entre edad y cifras de la PVC 
en la etapa de hiperflujo, primeras 72 horas postquemadura. 
Ya que no se tiene datos suficientes para establecer un tratamiento estandarizado 
hasta el momento en el paciente pediátrico grave para la resucitación del choque 
postquemadura, además del conocimiento de las estimaciones de los volúmenes 
de resucitación en las primeras 24 horas, es indispensable el monitoreo 
hemodinámico para una adecuada perfusión tisular, en éste caso nuestros 
resultados demostraron de utilidad a la presión venosa central como otra 
herramienta además de la uresis horaria en los pacientes con quemaduras más 
severas. 
 
 
 
19 
 
CONCLUSIONES 
 
1.- El grupo etario de mayor vulnerabilidad para sufrir quemaduras fue el de 0 a 2 
años 
2.- El sexo más afectado fue el femenino con una relación de 1:1.2. 
3.- Las lesiones de quemaduras por escaldadura fueron las más frecuentes. 
4.- La mayor frecuencia en la extensión de las quemaduras fueron del 20 al 30% 
de SCQ. 
5.-Existen variaciones muy amplias en cuanto a la presión venosa central, siendo 
las mediciones promedio más bajas dentro de las primeras 8 horas siguientes a la 
quemadura en el paciente pediátrico quemado grave. 
6.- La presión venosa central es una herramienta útil de monitoreo hemodinámico 
en el paciente pediátrico con quemaduras severas. Sin embargo, por sí sola no es 
suficiente o determinante para establecer un tratamiento hídrico adecuado. 
7.- La uresis horaria es la principal guía para la restitución hídrica adecuada y las 
fluctuaciones encontradas en el presente estudio durante las primeras 72 horas 
post quemadura fueron posiblemente datos de pobre o incrementada 
administración hídrica. 
 
20 
 
8.- A mayor extensión de la quemadura menor presión venosa central y menor 
uresis horaria dentro de las primeras 72horas posteriores a la quemadura. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
21 
 
RECOMENDACIONES 
 
1.- Colocar catéter venoso central para medir la presión venosa central y 
monitoreo hemodinámico en todo paciente con quemaduras graves de más del 
30% de superficie corporal total, y a aquellos pacientes que no reaccionan en 
forma adecuada a la reanimación inicial con líquidos. 
 
2.- En la fase de reanimación hídrica no es aconsejable, elevar la presión venosa 
central a valores normales, ya que esto conlleva la administración de volúmenes 
de líquidos mucho mayores de lo necesario. 
 
3.- Realización de campañas de salud pública donde se enfatice el cuidado a los 
menores de edad, principalmente menores de 2 años. 
 
 
 
 
 
 
22 
 
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 
 
1.- Tratado de quemaduras. Bendlin, Linares, Benaim. Inteamericana abril de 
1993. 
2.- Tratamiento de quemaduras en pediatría, capitulo 23 Javier Mayoy Gomez, 
sociedad española de pediatría 2007. 
3.-American burn Association. Practice Guidelines Burn Shock- resuscitation, 
Summay Article, Journal of Burn Care & research 2008 
4.- Atención inicial al gran quemada, diciembre 2005, ser. Anestesiología y 
reanimación Hospital Juan Canalejo (A. Coruña) 
5.- Advances in burn critical are med. 2006 Vol 34 número 9. 
6.- ABC burns. Initial management of major burn: I overview 
7.-ABC burns initial management of a major burn II: Assessment and resuscitation. 
8.- Catéteres venosos centrales, sección de cirugía general. Universidad del valle, 
Celi, Colombia 2007. 
9.-Anestesia y reanimaciónj del grab quemado pediátrico. Rev española anestesia 
2005. 
10.- Ministerio de salud. Guía Clínica Gran Quemado. Minsal,2007 Fecha de 
publicación: Julio 2007 
11.- Cambios hemodinámicos en las primeras 36 horas, alteraciones de las 36 
horas a los 7 días y alteraciones hemodinámicas tardías. 
MMC Carlos Eduardo Osorio Suarez, especialista en medicina crítica y terapia 
intensiva, hospital militar regional de Irapuato 2006. 
 
23 
 
12- Advances in burn critical care Kyros Ipaktchi, MD; Saman Arbabi, MD, MPH. 
2006. 
13.- Total burn Care David N. Herndon. Third edition. 
14.- The management of severe burns in children 
Amber Elizabeth Young* 
Consultant Paediatric Anaesthetist, Department of Anaesthesia, South West 
Regional Paediatric Burns Unit 
Frenchay Hospital, Frenchay, Bristol BS16 1LE, UK 2003. 
15 .- Alteraciones hematológicas (diciembre 2005, PBL 14: Atención al gran 
quemado, servicio de anestesiología y reanimación Juan Canalejo (A Coruña) 
 
 
ANEXOS 
 
 
 
 
GRAFICA1. Distribución por grupos etarios de pacientes pediátricos quemados 
graves. 
 
 
 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
48%
31%
19%
2%
2 años 
3-6 años
7-15 años
>15 años
 
 
 
GRAFICA 2. Distribución por sexo en el paciente pediátrico quemado grave. 
 
 
 
 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
44%
56%
Masculino
Femenino
 
 
 
 
 
GRAFICA 3. Distribución por mecanismo de lesión de quemaduras. 
 
 
 
 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
78%
17%
5%
0%
escaldadura
fuego directo
electricidad
continuidad 
 
 
 
 
 
 
GRAFICA 4.Porcentajes y distribución por extensión de la quemadura en 
pacientes pediatricos quemados graves. 
 
 
 
 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
76%
17%
5%
2%
20-30
30-40
40-50
>50
P
O
R
C
E
N
T
A
J
E 
 
GRAFICA 5. Presión venosa central de las 0 a 8 horas post quemaduras en el 
paciente pediatrico. 
 
 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
 
GRAFICA 6. Uresis horaria de las 0-8 horas postquemadura en el paciente 
pediatrico con quemaduras graves. 
1.3=x
 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
 
-2
0
2
4
6
8
10
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41
PRESION VENOSA CENTRAL DE 0-8 HORAS
NUMERO DE 
CASOS
PVC
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41
Uresis 0-8 horas
URESIS
No. de casos
 
x = 3.2 
 
GRAFICA 7.Presión venosa central de las 24 a 48 horas post quemaduras graves 
en el paciente pediatrico. 
8.4=x 
 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
GRAFICA 8 Uresis horaria de las 24 a 48 horas post quemaduras graves en el 
paciente pediatrico. 
3.3=x 
 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya . 
 
 
0
2
4
6
8
10
12
14
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39
PVC 9-24 horas
0
1
2
3
4
5
6
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41
Uresis 9-24 horas
PVC 
Casos 
Uresis 
Casos 
GRAFICA 9. Presión venosa central de 24 a 48 horas post quemaduras en el 
paciente pediatrico grave. 
 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
 
 
GRAFICA 10. Uresis horaria de 24 a 48 horas en el paciente pediatrico con 
quemaduras graves. 
7.3=x 
 
 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya 
 
 
 
 
0
2
4
6
8
10
12
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41
PVC 24-48 horas
0
1
2
3
4
5
6
7
8
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41
Uresis 24-48 horas
URESIS
No. de casos
 
x = 4.88 
PVC 
No. Casos 
GRAFICA 11. Presión venosa central de 48 a 72 horas post quemaduras en el 
paciente pediatrico del Hospital pediatrico de Tacubaya en la UTI. 
 
 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
 
GRAFICA 12. Uresis horaria de 24 a 48 horas en el paciente pediatrico con 
quemaduras graves. 
 
4.3=x 
 
 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
0
2
4
6
8
10
12
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41
PVC 48-72 horas
0
1
2
3
4
5
6
7
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41
Uresis 48-72 horasURESIS
No. casos
 
x = 7.15 
PVC 
No. Casos 
 
TABLA 1 VALORES DE PVC EN EL PACIENTE QUEMADO GRAVE DEL 20-30% 
DE SCQ EN LAS PRIMERAS 72 HS. 
N 0-8 9-24 24-48 48-72 
1 1 0.8 5.2 5.2 
2 1.3 2 0.7 2.6 
3 -1 1.1 3.6 5 
4 3 4.3 5.5 7 
5 6.7 5 5.8 6.8 
6 2.7 6.5 7.3 7.8 
7 5.2 9.3 4.8 4.9 
8 0 2.6 2.5 3.5 
9 3.2 3.8 6 8 
10 2.8 3.5 4.7 6.7 
11 3 5.1 6.1 4.9 
12 1 3.7 3.2 6.1 
13 4 3.2 5 6.8 
14 8 5 7.6 9 
15 2 4.1 6 7.5 
16 3.5 0 4 4.5 
17 -1 14 7.5 8.6 
18 8.2 3.4 4.1 7.3 
19 3.5 5.8 7.2 8 
20 2 6.5 7 7.6 
21 7.8 7.7 8.2 12 
22 5.3 5.5 5.4 6.7 
23 5.8 8.1 4.8 4.5 
24 6.2 6.4 7.3 7.7 
25 7.5 7.6 7.5 5 
26 5.5 6.5 2.7 5.3 
27 -1 1.8 5 7.6 
28 6.5 6.7 7.6 7 
29 5 3.9 7.5 11 
30 2 4.1 8.1 9.9 
31 6.3 6.7 10.1 9.5 
32 5 2.7 3.7 5 
DESVEST 2.7 2.78 2.01 2.1 
MEDIANA 3.5 4.65 5.65 6.9 
MODA -1 6.5 7.5 5 
MEDIA 3.74 4.99 5.74 6.9 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
TABLA 2. PRESION VENOSA CENTRAL EN EL PACIENTE GRAN QUEMADO 
DEL 30-40% DE SCQ EN LAS PRIMERAS 72 HS. 
 
 
0-8 9-24 24-48 48-72 
1.8 7.7 8.7 1.4 
4.2 6 5.2 5.4 
3 2.3 3.2 10.3 
2 3.4 6.7 9.8 
4 6.8 11 11.5 
3.6 7.8 9 11.3 
5.2 5.3 6.2 8.7 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
DESVEST 1.22 
 
2.1 2.61 3.68 
MEDIANA 3.6 6 6.7 9.8 
MODA NA NA NA NA 
PROMED 3.1 5.66 7.38 8.28 
 
TABLA 3. PRESION VENOSA CENTRAL EN EL PACIENTE GRAN QUEMADO 
DEL 40-50% DE SCQ DE LAS 0 A 72 HORAS. 
 
 
0-8 9-24 24-48 48-72 
2.1 6.8 5 7.6 
0.5 1.8 6 10.4 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
DESVEST 1.13 3.53 0.7 1.97 
MEDIANA 1.3 4.3 5.5 9 
MODA NA NA NA NA 
PROM 2.1 6.8 5 7.6 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
TABLA 4. URESIS EN EL PACIENTE QUEMADO GRAVE DE LAS 0 A LAS 72 
HORAS POST QUEMADURAS. 
 
A0-8 A9-24 A24-48 A48-72 
3.7 3.5 2.4 6.5 
4.2 2.3 3.8 4.6 
0.6 3.1 3.1 4 
0.6 1.7 3.4 1.8 
2.9 4.5 4.1 1 
4.9 3.1 2.5 3.1 
6.3 5.1 3.7 6.6 
2.8 4.7 2.3 3.8 
5.8 1.8 2.7 3.9 
1.1 1.9 2.6 2.9 
3.2 4.5 6.6 2 
4.3 3 2.8 2.2 
6.3 3.3 4.4 3.1 
1.5 4.8 3.8 2.4 
2.7 4.1 3.5 4.1 
0.8 2.2 3.4 4.3 
2 2.5 3.5 3.4 
1 1.5 2.3 2 
3.1 2.2 3.1 2.9 
1.1 3 3.8 2.4 
0.7 2.6 3.1 4.5 
2.9 3.2 2.6 2.4 
1.1 2.6 4.7 3.9 
2.4 1.8 3.3 3.8 
0.9 4.2 3.8 2.4 
1.9 2.5 2.9 2.6 
4.2 2.7 3 2.2 
3.5 4.7 5.7 4.6 
8.7 2.5 5.1 2.6 
3.1 2.7 3 4.6 
6 2.1 0.6 1.4 
3.1 3.4 2.8 2.1 
4.8 4 2.3 2.8 
3.2 3.6 7.7 5 
0.9 2 2.6 1.8 
2.2 5.4 3.8 3.8 
7.9 2.4 7.3 4.1 
3.4 5.6 7 6.5 
A0-8 A9-24 A24-48 A48-72 
3.6 5.6 5.5 4.8 
3.8 3.2 4.2 3.1 
1.3 3.5 3.7 4.9 
2.8 6 5.1 5.6 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
 
 
Tabla 5. CORRELACIÓN DE PVC Y URESIS EN EL PACIENTE PEDIATRICO CON 
QUEMADURAS DEL 20 AL 30 % DE SCQ 
 
 0-8 9-24 24-48 48-72 
PVC 1 0.8 5.2 5.2 
URESIS 3.7 3.5 2.4 6.5 
PVC 1.3 2 0.7 2.6 
URESIS 4.2 2.3 3.8 4.6 
PVC -1 1.1 3.6 5 
URESIS 0.6 3.1 3.1 4 
PVC 3 4.3 5.5 7 
URESIS 2.9 4.5 4.1 1 
PVC 6.7 5 5.8 6.8 
URESIS 4.9 3.1 2.5 3.1 
PVC 2.7 6.5 7.3 7.8 
URESIS 5.8 1.8 2.7 3.9 
PVC 5.2 9.3 4.8 4.9 
URESIS 3.2 4.5 6.6 2 
PVC 0 2.6 2.5 3.5 
URESIS 4.3 3 2.8 2.2 
PVC 3.2 3.8 6 8 
URESIS 6.3 3.3 4.4 3.1 
PVC 2.8 3.5 4.7 6.7 
URESIS 1.5 4.8 3.8 2.4 
PVC 3 5.1 6.1 4.9 
URESIS 2.7 4.1 3.5 4.1 
PVC 1 3.7 3.2 6.1 
URESIS 2 2.5 3.5 3.4 
PVC 4 3.2 5 6.8 
URESIS 1 1.5 2.3 2 
PVC 8 5 7.6 9 
URESIS0.7 2.6 3.1 4.5 
PVC 2 4.1 6 7.5 
URESIS 2.9 3.2 2.6 2.4 
 0-8 9-24 24-48 48-72 
PVC 3.5 0 4 4.5 
URESIS 2.4 1.8 3.3 3.8 
PVC -1 14 7.5 8.6 
URESIS 0.9 4.2 3.8 2.4 
PVC 8.2 3.4 4.1 7.3 
URESIS 1.9 2.5 2.9 2.6 
PVC 3.5 5.8 7.2 8 
URESIS 4.2 2.7 3 2.2 
PVC 2 6.5 7 7.6 
URESIS 3.5 4.7 5.7 4.6 
PVC 7.8 7.7 8.2 12 
URESIS 8.7 2.5 5.1 2.6 
PVC 5.3 5.5 5.4 6.7 
URESIS 3.1 2.7 3 4.6 
PVC 5.8 8.1 4.8 4.5 
URESIS 6 2.1 0.6 1.4 
PVC 6.2 6.4 7.3 7.7 
URESIS 4.8 4 2.3 2.8 
PVC 7.5 7.6 7.5 5 
URESIS 3.2 3.6 7.7 5 
PVC 5.5 6.5 2.7 5.3 
URESIS 0.9 2 2.6 1.8 
PVC -1 1.8 5 7.6 
URESIS 2.2 5.4 3.8 3.8 
PVC 6.5 6.7 7.6 7 
URESIS 7.9 2.4 7.3 4.1 
PVC 5 3.9 7.5 11 
URESIS 3.4 5.6 7 6.5 
PVC 2 4.1 8.1 9.9 
URESIS 3.6 5.6 5.5 4.8 
PVC 6.3 6.7 10.1 9.5 
URESIS 3.8 3.2 4.2 3.1 
PVC 5 2.7 3.7 5 
URESIS 1.3 3.5 3.7 4.9 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
 
 
 
 
Tabla 6 CORRELACIÓN DE PVC Y URESIS EN EL PACIENTE PEDIATRICO CON 
QUEMADURAS DEL 30 AL 40 % DE SCQ 
 
 0-8 9-24 24-48 48-72 
PVC 1.8 7.7 8.7 1.4 
URESIS 0.6 1.7 3.4 1.8 
PVC 4.2 6 5.2 5.4 
URESIS 6.3 5.1 3.7 6.6 
PVC 3 2.3 3.2 10.3 
URESIS 1.1 1.9 2.6 2.9 
PVC 2 3.4 6.7 9.8 
URESIS 0.8 2.2 3.4 4.3 
PVC 4 6.8 11 11.5 
URESIS 3.1 2.2 3.1 2.9 
PVC 3.6 7.8 9 11.3 
URESIS 3.1 3.4 2.8 2.1 
PVC 5.2 5.3 6.2 8.7 
URESIS 2.8 6 5.1 5.6 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
 
 
Tabla 7. CORRELACIÓN DE PVC Y URESIS EN EL PACIENTE PEDIATRICO CON 
QUEMADURAS DEL 40 AL 50 % DE SCQ 
 
 0-8 9-24 24-48 48-72 
PVC 2.1 6.8 5 7.6 
URESIS 2.8 4.7 2.3 3.8 
PVC 0.5 1.8 6 10.4 
URESIS 1.1 2.6 4.7 3.9 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
 
 
 
Tabla 8. CORRELACIÓN DE PVC Y URESIS EN EL PACIENTE PEDIATRICO CON 
QUEMADURAS >50% DE SCQ 
 
 0-8 9-24 24-48 48-72 
PVC 0.5 0 3 5.2 
URESIS 1.1 3 3.8 2.4 
FUENTE: Archivo clínico del Hospital Pediátrico de Tacubaya. 
 
 
 
	Portada
	Resumen
	Índice
	Planteamiento del Problema
	Objetivo General
	Justificación
	Material y Métodos
	Resultados y Análisis
	Discusión
	Conclusiones
	Recomendaciones
	Referencias Bibliográficas
	Anexos

Continuar navegando