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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA LA CARICATURA SOCIOPOLÍTICA EN MÉXICO: LA SOCIEDAD MEXICANA VISTA EN UNA CASA DE ESPEJOS TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN PSICOLOGÍA PRESENTA: DIANA KAREN ESPINOSA DIMAS DIRECTORA: DRA. ANGELICA LETICIA BAUTISTA LÓPEZ REVISOR: DR. CARLOS ARTURO ROJAS ROSALES SINODALES: MTRA. GABRIELA DELGADO BALLESTEROS MTRO. JUAN CARLOS HUIDOBRO MÁRQUEZ LIC. BLANCA ESTELA REGUERO REZA CIUDAD DE MÉXICO 2018 http://images.google.com.mx/imgres?imgurl=http://www.acatlan.unam.mx/file_download/357/Escudo-UNAM-1024x1151.png&imgrefurl=http://www.acatlan.unam.mx/campus/565/&usg=__uVT4lYTybpt8Nqh8PT5-k5v7zRU=&h=1151&w=1024&sz=196&hl=es&start=3&um=1&tbnid=fHW5hUHy1klTSM:&tbnh=150&tbnw=133&prev=/images?q=UNAM+LOGO&um=1&hl=es&sa=N UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 1 AGRADECIMIENTOS A mis padres: a mi mamá, Alejandra, por ser mi maestra en el sarcasmo, gracias por tu sabiduría, por siempre apoyarme y creer en mí. A mi papá, Alejandro, por enseñarme a argumentar, a discutir y sobre todo a saber dialogar con las oposiciones. Sobre todo, gracias a ambos por desbloquear mi mente cuando era necesario. A mis viejos amigos: Montse, gracias por enseñarme que sí existen las mariposas amarillas y por siempre estar conmigo; tú eres mi compañera de vida. Rafa, aunque no estés siempre, sé que siempre estarás. Pico, podrás ser mi otro lado de la moneda, pero jamás perdemos la amistad. A mis amigos y compañeros: Anuar, a pesar de la tormenta, te quedaste y encontré un hermano en ti. Austria, con la calidez de tus palabras aprendí que se pueden crear mundos hermosos y revoluciones con cafés y cartas. Alma, eres mi alma, no podría imaginarme un futuro sin ti, gracias por dejarme ver esa estrella que ilumina el mundo. Juan Emilio, gracias por compartirme tus pensamientos e ideas locas y hacerme parte de ellas. A Montse Fuentes, Juan Sotomayor, Yael Moreno, Yael Calixto, Mauricio, Karina y Pedro por las risas, las pláticas y el apoyo en nuestros sufrimientos; cada uno de ustedes me hizo reflexionar sobre el sin sentido del mundo y su belleza. A mis profesores: Angélica Bautista, gracias por ser mi mentora en este tema tan bonito de la caricatura. Carlos Rojas, gracias por las rupturas de sentido y por denominarme como una antihéroe. Blanca Reguero y Juan Carlos Huidobro, gracias por las enseñanzas dentro del aula, pero aún más por todo lo que me enseñaron fuera de ahí. Gabriela Delgado, gracias por ayudarme a descubrir mi voz, por empujarme al límite porque sabías que podía hacerlo y con ello salir de mi zona de confort. A Cintia Bolio por ser mi maestra en la caricatura y prestarme sus cartones para que pudiera estudiar su trabajo. A Mario González por compartirme su conocimiento y animarme a soltar la mano. A la UNAM por dar tantas oportunidades para que su alumnado se desarrolle; gracias esta máxima casa de estudios pude conocer el otro lado del charco. A mi hermana, Jandy, te dejo al último porque te debo un párrafo, tú eras la que soportaba mis frustraciones y mi hilo de ideas a las 3AM, sin ti no sabría de arte ni me hubiera enterado del amor de nuestras vidas, gracias por apoyarme en todo, en especial en varios libros que necesité para escribir este monstruo, por ello esta tesis es para ti. 2 Índice INTRODUCCIÓN .................................................................................................................... 3 CAPÍTULO 1. LA PESADILLA DE LOS MEDIOS: LA CARICATURA SOCIOPOLÍTICA . 7 1.1 ¿Qué es? .................................................................................................................... 28 1.2 Elementos de la caricatura ...................................................................................... 33 1.2.1 Elementos gráficos de la caricatura ................................................................ 36 1.2.2 Elementos literarios de la caricatura ............................................................... 46 1.3 Lo que se roba la caricatura de la sociedad (elementos del mundo social) ..... 54 CAPÍTULO 2. LA CARICATURA COMO LA CUENTA CUENTOS DE LA SOCIEDAD .. 59 2.1 El caricaturista como el chismoso de la sociedad (observador) ....................... 74 CAPÍTULO 3. LA COMPLICIDAD DEL CHISMOSO CON LA SOCIEDAD ...................... 79 3.1 Opinión pública ......................................................................................................... 79 3.2 Comunicación ........................................................................................................... 94 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS DE LAS CARICATURAS ......................................................... 100 4.1 Contextualización ................................................................................................... 100 4.2 Metodología ............................................................................................................. 107 4.2.1 Procedimiento de selección de caricaturas ................................................. 108 4.3.1 Ayotzinapa ........................................................................................................ 135 4.3.2 Casa Blanca ...................................................................................................... 145 4.3.3 Caso Carmen Aristegui ................................................................................... 154 4.3.4 Multihomicidio en la Colonia Narvarte .......................................................... 164 4.3.5 Caso Nochixtlán ............................................................................................... 175 4.3.6 Gasolinazo 2016 ............................................................................................... 186 4.3.7 Caso Lesvy Berlín ............................................................................................ 193 CONCLUSIÓN. ¿POR QUÉ UNA CASA DE ESPEJOS?................................................ 206 BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................. 218 CIBERGRAFÍA ................................................................................................................... 221 3 INTRODUCCIÓN Un dicho que escuchamos frecuentemente es La caricatura es sólo para niños, generalmente se utiliza para hacer sentir irresponsable a una persona que ya no es considerada infante y se le insinúa que se ponga a hacer cosas productivas; no hay distinción entre los dibujos animados de la televisión y estar leyendo narrativas gráficas, a ambos se juzgan por igual. Hasta Mafalda de Quino hace una referencia a este dicho al burlarse de los grandulones que leen historietas. Pero, la caricatura tiene un aspecto oscuro el cual causó que varios caricaturistas cerraran sus publicaciones en el Porfiriato, al igual que provocó enojos en el 68, hasta el día de hoy sigue causando aversión a la clase política y a la élite social. Este aspecto sociopolítico retoma su contexto para que con picardía y humor, se burle de sus contemporáneos mientras los ridiculiza y los critica; se inspira en las raíces populares y se dirige a su pueblo, sin importar edad o condiciones de vida. Esta tesis tiene la intención de dar justicia a esas personas que se la pasan viendo caricaturas porque ven algo más que dibujos estéticamente bonitos sin razón de ser, ven modos de expresión de diferentes culturas o de la propia; pero al no ser reales, se deslegitima tal acción y se debe de leer la historia fáctica para comprender de dónde vinimos y hacia dónde vamos, cuando en la caricatura se puede ver un mundo que ni las palabras ni las narrativas habladas ofrecen. El enfoque estará en la caricatura sociopolítica, cuya intención principal habla sobre la sociedad y la política; con ello parto de la idea de que la caricatura representa, de manera fidedigna, a la opinión pública de un acontecimiento, al cual también le hace una crítica; a la caricatura se le otorga más validez en el público que al hecho oficial que los medios de comunicación convencionales publican. En este trabajo argumentaré por qué es importante considerarla como una narrativa de la sociedad que resalta y critica aspectos de la vida social y política en nuestro país, dando pie a la metáfora de que ésta es parecida a una casa de espejos convexos y cóncavos por deformar los acontecimientos de la cultura de manera más apegada a la opinión pública. 4 El primer capítulo expone la historia de la caricatura en México, haciendo un resumen de cómo la tradición caricaturesca se ha ido estableciendo a lo largo de los años con los elementos que tiene a su disposición, cómo ha incomodado al gobierno en turno y qué apoyo o recibimiento ha tenido por parte de la gente a lo largo de su existencia -como eran los espejos en ese entonces-. Prosigue con la discusión de si se le puede llamar género a este híbrido de disciplinas que se unen para hacer una narrativa crítica de manera gráfica, en este segmento se exponen posturas tanto de los propios caricaturistas como de los académicos que han estudiado el tema: cuál es su función social que le hace que siga teniendo un gran público. El segmento siguiente se divide en dos, le antecede una gráfica para ayudar al lector o lectora a ubicarse en categorías técnicas de dos divisiones: la primera se trata de los elementos gráficos que son menester en una caricatura, dándole peso a la imagen por su propia lógica de creación y exponiendo conceptos que ayudan a identificar qué es lo que compone una imagen; la segunda división trata los elementos que se encuentran fuera del dibujo como tal, pero ayudan a darle un giro al mensaje de la imagen: los elementos literarios, ya que se considera a la imagen como una sátira y se explica por qué es concebida como tal. Propongo conceptos que ayudan a la elaboración de una caricatura, en otras palabras, cómo se manipulaba el espejo para reflejar eso que nos daba pena mostrar. El último segmento de este primer capítulo trata sobre lo que da sentido y contexto a la imagen, el mundo social, basándome en la teoría fenomenológica social de Alfred Schütz para explicar cómo los elementos gráficos y literarios toman prestado de la vida cotidiana para poder relacionarse con el público que ve estas caricaturas. El segundo capítulo tiene un carácter más argumentativo que expositivo; sostengo con los estudios de psicología cultural de Jerome Bruner la razón por la cual la caricatura sociopolítica es una narrativa crítica de la sociedad que forma parte de la cultura porque se basa en ella para poder hacer un dibujo con intenciones de crítica y exhibición de los vicios de las esferas de poder; además contextualizo 5 la teoría a la cultura mexicana tratando de explicar por qué es tan popular una narrativa pícara que da golpes a quien se deje y cómo la narrativa es un reflejo de lo que hemos vivido como sociedad a lo largo de la historia. También, en este capítulo hablo sobre el o la caricaturista, la postura que tiene ante el mundo para hacer dibujos irónicos sobre temas tan delicados y problemáticos en la sociedad, tomo prestado de nuevo de Schütz para explicar esta posición, complementándolo con Georg Simmel para una mejor comprensión de su rol. El tercer capítulo habla sobre el soporte y la audiencia de la caricatura, es decir, sobre opinión pública o bien a quien se está reflejando; toca los puntos de qué es un espacio público y porque ahí es en donde se dan las discusiones que llevan a una opinión pública. Me baso en Kimball Young para hacer un despliegue del proceso de formación para comprender por qué es tan fundamental de tener este aspecto en cuenta cuando se hace una caricatura criticando una situación o una persona. Además, expongo sobre la opinión pública como forma de comunicación gráfica que puede llegar a más personas que un libro de texto. En el cuarto capítulo doy ejemplos a lo ya teóricamente expuesto: es la parte analítica, o la parte divertida de demostración de los espejos seleccionados para esta tesis; aparecen las caricaturas en carne propia, describo la metodología que utilicé para seleccionar las caricaturas y cómo las analicé para apoyar mis argumentos expuestos en los capítulos anteriores. Ya para finalizar, el quinto y último capítulo, que es la conclusión de toda la tesis, saco a relucir todo lo descubierto en las caricaturas y cómo se vinculan con la teoría; además cierro la metáfora y explico el por qué, a mi percepción fundamentada con teoría social, el género de la caricatura sociopolítica es una casa de espejos. La tesis tiene un último motivo que espero al menos se pueda considerar: proponer una manera de estudiar a la sociedad desde la psicología social. Hay muchos elementos en la caricatura que podrían enriquecer el análisis de la vida 6 cotidiana de diversas culturas en diferentes épocas históricas, puesto que mucho de sus componentes son una expresión de la cultura, sea gráfica, humorística, literaria, periodística, dando a notar más caras de un suceso, comprendiendo un poco mejor el embrollo social en el cual estamos sumergidos y el cual, como psicólogos sociales, decidimos estudiar. Mafalda Completa Quino (2004). Toda Mafalda. Ediciones La Flor. Buenos Aires. 7 CAPÍTULO 1. LA PESADILLA DE LOS MEDIOS: LA CARICATURA SOCIOPOLÍTICA En este capítulo expondré qué es la caricatura sociopolítica, cómo es considerada por la Academia y por los propios caricaturistas para establecer un marco de referencia con el fin de comprenderla. Explicaré su formato y las modalidades con las cuales se dibuja, es decir, sus elementos gráficos. También describiré qué elementos y/o conceptos retoma de la literatura para considerarla como sátira. Y, al final, expondré qué elementos se roba del mundo social. Así, podremos comprender por qué ésta provoca pesadillas, con su irreverencia rompe con el canon formado, y no sigue la línea de pensamiento que los medios han creado. Es esa voz irónica que le dice al público que no crea todo lo que ve, que no le busque sentido a lo que no tiene, además ésta no hace caso a las formalidades dictadas por los medios para transmitir información, simplemente es. Y para poder comprender la razón por la cual la caricatura ha sido una pesadilla a lo largo del tiempo, hay que revisar sus orígenes. Auquier y Kerrien (s.f.) explican que los dibujos de las antiguas civilizaciones se utilizaban para narrar mitologías y sagas heroicas para que las personas pudieran comprender su origen y su cultura. Asimismo, datan que más tarde, con la llegada de la imprenta, los dibujos alcanzaron a la sociedad -mayoritariamente analfabeta-; fue entonces que creció la demanda de dibujantes dando como resultado la caricatura que ridiculizaba situaciones de la realidad que fungía como propaganda política y medio de comunicación popular, haciendo una burla comunitaria a la élite de la sociedad, empezando así su tradición crítica social. En México, de acuerdo con Acevedo y Sánchez (2011), la sociedad novohispana utilizaba folletos y panfletos como periódicos para educarse y saber lo que estaba pasando en el país; así el contenido se convertía en tema de conversación, generando discusiones en espacios públicos sobre los sucesos del momento. En esos panfletos y hojas sueltas había ilustraciones que con uso de la ironía “desmitificaban” a las personas de poder, así lentamente la caricatura se fue consagrando dentro del ámbito periodístico. Lo que buscaba era realizar críticas 8 sociales, teniendo una voz en la opinión pública que presentaba alternativas al decir y contradecir la interpretación de las noticias. En tanto, la gran mayoría de la población no sabía leer, en las noticias ilustradas -caricaturas- veían “cómo eran los lugares, las modas y los hechos históricos” (p. 10), por lo cual, el público exigía las caricaturas en los periódicos. Estos panfletos satíricos empezaron desde 1808 apoyando a la Corona Española, criticando a Napoleón III y pronunciándose en contra de los franceses invasores en España, siendo éstos precursores para el periódico El Ilustrador Americano, fundado en 1811, censurado en 1812, ya que era un espacio de apoyo a la Corona que se convirtió en apoyo a la insurrección del pueblo novohispano, con ello dando un estatus de realeza, por medio de imágenes satíricas, a Miguel Hidalgo. La verdadera consolidación de la caricatura es con la llegada de la litografía, un método de impresión utilizado por los europeos, dando un impulso de divulgación a la caricatura en México. Fue traída por los italianos Claudio y Florencio Linati en pleno siglo XIX. Así nace la primera publicación en 1826 titulada El Iris, irónicamente hecha por puros extranjeros sobre caricaturas en México (Heras, 2010). Esta revista abre un espacio literario y artístico desde una posición liberal en cuanto a la educación, el clero y el ejército. También publicó sobre los problemas políticos de la época, al igual que criticó el sistema republicano y a su presidente Guadalupe Victoria; por ello es obligado a cerrar, ya que formaba opinión pública liberal trayendo como consecuencia, por parte del público, la exigencia de ciertas demandas liberales hechas en esta publicación. El Iris dura sólo tres meses, de enero a abril de 1826, pero su temprano cierre no impidió que siguiera habiendo panfletos criticando la nueva república (Acevedo y Sánchez, 2010). Durante el gobierno de Antonio López de Santa Anna había censura en la prensa, por lo que en la década de 1830 hubo pocas publicaciones y panfletos satíricos. Fue hasta 1842 que aparecieron publicaciones y artículos satíricos criticando a Santa Anna, y en 1845 se consolidaron en el periódico El Gallo 9 Pictórico, de corte liberal que tenía como objetivo “buscar y mostrar las lacras, los tumores cancerosos que la Colonia heredó al México Independiente y cómo lo mantenían inmovilizado” (p. 21). Esta publicación presentó más texto que imágenes, ahí la clase política se dio cuenta de lo importante que era la influencia de las imágenes satíricas en la mayoría del pueblo analfabeta. Éstas daban pautas claras de la situación política en esa época (Heras, 2010), es decir, formaban la opinión pública al mostrar y explicar los juegos políticos del presidente Santa Anna; ni la prensa, ni el público eran partidarios del presidente en turno y se veía reflejado en las caricaturas. Durante la Invasión de Estados Unidos circulaba el periódico El Calavera (1847) que criticaba ampliamente las medidas tomadas por Santa Anna ante la Invasión y el oportunismo político que reinaba en el país; una particularidad de este periódico era que todos los caricaturistas eran anónimos, o dicho de otro modo, no había a quien castigar, situación que fue el pretexto para su clausura. La razón final fue por “fomentar la discusión, incitar a la revolución, desprestigiar a los magistrados y burlarse de los defectos físicos de algunos funcionarios” (Acevedo y Sánchez, 2011, p. 24). Prueba de que las imágenes sí tenían un impacto en la sociedad, exacerbaban el descontento que había por el gobierno santanista y generaba discusión en espacios públicos, por ello los conservadores creyeron que éstas incitaban la revolución. Los periodistas gráficos no tardaron en darse cuenta de la influencia que tenían en la opinión pública y en la política, notaron cómo sus revistas/publicaciones/periódicos tenían el poder de socavar o impulsar el gobierno en turno, y empezaron a salir más caricaturas en ellos como apoyo u oposición del mandatario actual. Así, El Telégrafo, a pesar de haber iniciado apoyando al presidente Mariano Arista, en 1852, es censurado por el gobierno por apoyar la rebelión que encabezaba Santa Anna para regresar al poder; Arista saca un decreto censurando múltiples periódicos postulando que: “A nadie le es lícito escribir contra las autoridades o funcionarios que vengan a menos en la consideración pública” (p. 29). 10 Aun cuando los colaboradores defendieron su publicación, no pudieron reabrir, ni siquiera cuando Arista cayó y Santa Anna regresó al poder porque éste decretó numerosos impuestos a las imprentas que no tenían editores responsables; en otras palabras, publicaciones que escribían en son de crítica quebraron, mientras que los periódicos conservadores pudieron seguir a flote. Eso no impidió a varios caricaturistas y literatos a seguir publicando sus críticas en contra del gobierno de Santa Anna por medio de los calendarios satíricos. A lo largo de todo el gobierno santanista, los caricaturistas mostraban la inconformidad y el hartazgo de los ciudadanos sobre su poder, a tal grado de llamarle el gran villano de México del siglo XIX. El público, que estaba de acuerdo con esta representación de Santa Ana, encontraba maneras de conseguir las publicaciones de crítica para reír un rato, o para estar informado de las nuevas decisiones que realizaba el presidente. Fueron muy pocas las publicaciones que hablaban a favor de él, la opinión pública era clara: no era estimado ni reconocido como un buen presidente. Las ilustraciones, que muestran una clara tendencia al partido liberal, exaltan la polaridad de la sociedad durante la Guerra de Reforma, fenómeno que lleva a la caída definitiva del gobierno de Santa Anna y a la derrota del partido conservador por manos de los liberales; hechos que crearon una apertura en la evolución de la caricatura en el periodo de transición y generó el surgimiento de nuevos caricaturistas clave para los próximos años. Asimismo, se fue preparando el terreno para ridiculizar con dibujos el antiguo gobierno y mostrar el apoyo que tenía el nuevo e importante personaje político liberal, Benito Juárez (Heras, 2010). Al finalizar la guerra de los tres años y bajo un gobierno liberal, había caricaturistas por doquier que se desarrollaron a lo largo de la década pasada sin poder publicar. Se abren múltiples publicaciones satíricas para desquitar todo lo que no habían podido dibujar. El sector político, percatado de la importancia de las publicaciones ilustradas, impulsó y formó periódicos tanto del partido liberal como del conservador, siendo un desarrollo paralelo de la política y la caricatura. Los proyectos caricaturescos de los periódicos iban más allá de hacer reír a la gente, 11 querían educar, informar y politizar al público; una función que fue más de los periódicos liberales para formar un diálogo entre política y sociedad, y las caricaturas eran el medio para lograr el cometido. Durante el gobierno del Emperador Maximiliano de Habsburgo, los tres periódicos más populares entre la gente fueron: La Orquesta, El Padre Lobos y El Ahuizote, duraron 4 años en los estantes; otros duraban 2 años o menos por la censura y las dificultades de publicación. En estos periódicos los caricaturistas empezaban a implementar en sus dibujos símbolos que apelaban más a una historia nacional, como la bandera, y los deformaban según su intención a exponer; y en el caso del diálogo de sus personajes, utilizaban refranes de las calles, creando un estilo propio del gremio mexicano (Acevedo y Sánchez, 2011). Esto resultó en un código entre caricaturista y público, captando mucho más la atención del lector y empezando una tradición de lecturas colectivas, en donde una persona compraba el periódico de su elección y la gente se juntaba en lugares públicos para leerlo en voz alta. Estas reuniones sólo verificaban que el periódico estaba influyendo cada vez más la opinión pública, generando discusión de una sociedad analfabeta y apolítica en espacios públicos. La Orquesta, fundado en 1861, sobrevivió momentos clave en la historia de México, como la intervención francesa, el establecimiento del Imperio de Maximiliano, la restauración de la República, y el ascenso y descenso -tanto a los ojos del público como en el poder- de Benito Juárez. Fue cerrado muchas veces por diferentes razones, mandaban a sus colaboradores a la cárcel, al salir volvían a publicar, hasta que en 1877 dejó de publicar definitivamente. El caricaturista estrella de La Orquesta en sus primeros años fue Constantino Escalante1, quien según Rius (2005) es “el padre de nuestra caricatura” (p.19) por su estilo singular periodístico: fue un caricaturista corresponsal de guerra en la intervención francesa. Escalante hacía burla de los franceses con símbolos mexicanos para que los galos no 1 Napoleón Constantino Ignacio Escalante y Riesgo (1836-1868), considerado como padre de la caricatura mexicana, colaborador de La Orquesta y por ello encarcelado múltiples veces (Sánchez, 1997). 12 pudieran comprender la mofa. Él muere y lo reemplaza Santiago Hernández2 continuando su labor de ridiculizar a los franceses, pero abandona el periódico cuando se torna en contra de Sebastián Lerdo de Tejada, sucesor de Benito Juárez. Ya al final de sus días, La Orquesta se declaró en contra de la reelección de Benito Juárez y del gobierno de Lerdo de Tejada; periódicos como El Padre Cobos (1869) y La Carabina de Ambrosio (1875) apoyaban al candidato de oposición y líder de la rebelión, Porfirio Díaz (Acevedo y Sánchez, 2011). Lo que nos cuentan estos periódicos a través de sus caricaturas, es la deformación de la figura de Benito Juárez; al principio era alabado por todos los periódicos liberales, para terminar siendo ridiculizado de diversas maneras. De forma paralela se vio la evolución del lenguaje y el dibujo satírico en las ilustraciones. A estas alturas, la prensa, por su experiencia y el desarrollo de sus formas, se convirtió en el cuarto poder del país por influir y representar a la opinión pública. A pesar de la gran evolución y comunicación entre la caricatura y el público, había algo que los caricaturistas no habían hecho hasta el momento: dibujar a una mujer; se le dibujaba para representar a la patria o algún concepto abstracto, pero no como un personaje político, y no es sorpresa puesto que no había mujeres en posiciones de poder; tampoco se dibujó a las heroínas de la Independencia, su rol en la caricatura, por más liberal que fuera, seguía siendo tradicional, la mujer era vista como una santa que se quedaba al cuidado del hogar y de los hijos. Acevedo y Sánchez (2011) relata que no sería hasta el Porfiriato que se diera reconocimiento a las figuras femeninas de la Independencia. Pero no todas las publicaciones eran tan cargadas de posturas y luchas políticas; hubo una revista de relato social llamada Historia Danzante Seminario Musical, que sí tenía chistes con ese tinte; pero su idea principal era representar la comunidad musical de la época con escenarios folclóricos y festivos, cuya función era entretener a sus lectores (Heras, 2010). Fue creada en 1873 por José María 2 Santiago Hernández Aylión (1832-1908) colaboraba en La Orquesta, El Ahuizote y El hijo del Ahuizote (Sánchez, 1997). 13 Villasana3 quien sería un caricaturista clave en los años venideros, influyente en la opinión pública sobre las figuras políticas del momento, sobre todo de Porfirio Díaz, a quien apoyó durante toda su carrera. Este caricaturista fue la figura principal de uno de los seminarios satírico- políticos más emblemáticos de México, El Ahuizote4 fundado en 1874, fue nombrado así porque “al tiránico emperador azteca Ahuizotl se debe que en el lenguaje figurado ahuizote signifique algo nefasto” (p. 30). La intención del seminario era destrozar la figura de Sebastián Lerdo de Tejada y apoyar la campaña y rebelión de Porfirio Díaz. Las caricaturas muestran la ineficacia del gobierno lerdista, lo pintan malo para el pueblo mexicano porque no sabe lo que necesita; mientras que Díaz es la figura que México necesita para poder avanzar y ser un país que pueda estar a la vanguardia del progreso como los países primermundistas. Villasana fue tan leal a Díaz que atacó al periódico La Carabina de Ambrosio por decir que Porfirio Díaz tenía sed de poder, los acusó de ser marionetas del gobierno lerdista. El Ahuizote tuvo tanta fuerza en contra del gobierno en turno que ni las autoridades pudieron parar su publicación hasta 1876 (Acevedo y Sánchez, 2011), pero justo en ese mismo año, Lerdo de Tejada cae y Porfirio Díaz se convierte en el nuevo presidente de la República; y éste, reconociendo la labor influyente de Villasana a favor de su candidatura, lo hizo diputado durante su gobierno (Rius, 2012), eso habla de la influencia que tenía la caricatura en el país. En el periodo novohispano y pre-dictadura, estas revistas mostraban los vicios de la sociedad y la política mexicana, todas causaron malestar en las esferas de poder, porque ponían en evidencia, con sus dibujos, las formas de su política que querían esconder del público; las personas que conformaban la élite presionaban el cierre de estas publicaciones por las constantes acusaciones y 3 José María Villasana Carballo (1848-1904) caricaturista que colaboró en El Ahuizote, La Orquesta, La Patria Ilustrada, La historia danzante, entre otros; llegó a ser diputado del Congreso de la Unión (Sánchez, 1997). 4 Ahuizote: “Proviene del Ahuizotl que es un mamífero parecido a la nutria, carnívoro y vive en agua dulce”. Heras (2010, p.30). 14 críticas que se hacían hacia ellos, denotación del sentimiento de impotencia de la sociedad mexicana (Meyer, 1967). Además, ya en esta época, la caricatura había incorporado aspectos de la cotidianidad que hacía mucho más fácil la comprensión y diálogo con su público, convirtiéndola en una fuente informal de crítica, información y conocimientos sobre la política y la sociedad. Con el comienzo del gobierno de Díaz, empezó a industrializarse la prensa, ya no era una labor artesanal, tenía la posibilidad de ser propagada por más lugares, pero estaba controlado por el gobierno (Acevedo y Sánchez, 2011); si al gabinete o al mandatario no le gustaba lo que determinado periódico publicaba, lo cerraban y quitaban cualquier tipo de apoyo necesario para seguir con la imprenta, por eso los únicos periódicos importantes en circulación eran pro-gobierno. Paradójicamente, con esta censura, la dictadura porfirista fue un campo fértil para la caricatura y la literatura satírica que criticaba las políticas de Díaz, haciendo de la caricatura un espacio de crítica y de arma política durante su gobierno. El periódico que se posicionó en contra de Porfirio Díaz fue El hijo del Ahuizote fundado en 1885 por Daniel Cabrera5; tenía como subtítulo “Seminario feroz, aunque de nobles instintos, político y sin subvención como su padre, y como su padre matrero y calaverón (no tenía madre)” (p. 111). Es creado en el momento que Díaz se reelige después de haber perdido la presidencia durante 4 años a Manuel González; por ello este seminario mostraba decepción de Porfirio Díaz al convertirse en lo que se había opuesto: en un autoritario. Por la inclinación antiporfirista que tenía el seminario, encarcelaba a sus colaboradores en la prisión de Belén. Los caricaturistas que trabajaban en esa imprenta eran Santiago Hernández, Daniel Cabrera y Jesús Martínez Carrión6. El mayor enemigo del seminario era el Partido Científico, conformado en su mayoría por el clero y los inversionistas extranjeros, a quienes criticaban constantemente por sus vicios políticos. El Partido los encerraba y destruía su imprenta en cada oportunidad que 5 Daniel Cabrera Rivera (1858-1914) caricaturista fundador de la publicación El hijo del Ahuizote y colaborador de El Ahuizote Jacobino, firmaba como Ahuizotl o DC (Sánchez, 1997). 6 Jesús Martínez Carrión (1860-1906) caricaturista e historietista, colaboró en El hijo del Ahuizote y fundó la publicación El Colmillo Publico (Sánchez, 1997). 15 tenía (Heras, 2010). Cuando Cabrera enfermó, los hermanos Magón -líderes de la oposición de la dictadura- levantaron la revista y radicalizaron las críticas hacia el mandatario; en 1903 el Partido Científico logra desmantelar y prohibir por completo el periódico crítico-satírico. En este seminario llegó a colaborar uno de los caricaturistas más importantes de México, José Guadalupe Posada7, el autor de La Catrina. También había participado en otras publicaciones como El Ahuizote bajo la tutela de Villasana, a quien se le considera antecedente fundamental de Posada, al igual que el grabador Manuel Manilla8, cuyo estilo era grabar calaveras cómicas en los talleres que trabajaba, aunque para su infortunio, su obra se vio eclipsada por la de Posada, que llevó su trazo calavérico a otro nivel en numerosas publicaciones, en las que destacan La Patria Ilustrada (1882) y El Gil Blas Cómico (1896): el contenido de ambas eran de humor blanco que retrataba la vida en la Ciudad durante el Porfiriato. Posadas en sus grabados señalaba -con calaveras- las alegrías y las miserias de la vida cotidiana de los mexicanos. Él criticaba de manera consistente a la clase privilegiada de la época, poniéndose de lado de los trabajadores y obreros del país, llevando a que lo denominaran defensor del pueblo (Heras, 2010). Dejó un legado que sigue siendo estudiado por escolares y admirado por sus compañeros moneros; no se puede negar la contribución que ha hecho al arte popular en México. Para seguir con la crítica al Porfiriato, en 1903 el caricaturista Martínez Carrión fundó el periódico El Colmillo Público que duró tres años en circulación; él dibujaba y su compañero Daniel Cabrera se encargaba de los textos. Su trabajo era una crítica periodística fuerte al Porfiriato, estuvieron en las revueltas previas a la Revolución, las huelgas de Cananea y Río Blanco, reportando la represión que sufrían los trabajadores. Publicaban, a través de caricaturas, la lucha obrera y el imperialismo norteamericano haciendo que el pueblo, en su mayoría analfabeta, comprendiera lo que pasaba, por ello en 1906, no solo cierra la revista, sino que su 7 José Guadalupe Posada (1852-1913) grabador y caricaturista mexicano considerado como figura estelar del gremio, colaboró en El Jicote, La Patria Ilustrada, El Ahuizote, entre otras (Sánchez, 1997). 8 Manuel Manilla (1830-1890) ilustraba en el taller del editor Antonio Vanegas Arroyo y la mayoría de su obra es desconocida, la más significativa es La Torre Eiffel en calaveras. 16 fundador y caricaturista, Cabrera, fue mandado a la cárcel de Belén, muriendo ahí de tifoidea; según Sánchez y Acevedo (2011) este caricaturista, por su crítica incesable al gobierno, fue “uno de los precursores de la Revolución” (p. 12) que hizo cuestionar al público sobre su situación sociopolítica. Por otro lado, el periódico más importante con el apoyo del gobierno fue El Imparcial, fundado en 1896 por Rafael Spíndola9 y Carlos Alcalde10, quien manejaba la parte gráfica del diario. Fue considerado como uno de los mejores diarios del mundo y, como dice su nombre, buscaba a través del positivismo tener una visión sociológica imparcial; logró imponerse a los demás diarios, creando casi un monopolio sumando a su imprenta diarios vespertinos como El Heraldo y La Revista Universal, diarios que cayeron después del gobierno de Victoriano Huerta en 1914, duraron mucho más que cualquier periódico liberal. Carlos Alcalde, profesor de muchos caricaturistas que entraban a El Imparcial, dejó una huella en una generación de artistas; Revista de Revistas lo promulgó como el que “representa entre los dibujantes mexicanos al nacionalista puro. Él supo ver como ninguno lo pintoresco y lo poético de nuestro pueblo” (citado en Sánchez y Acevedo, 2011, p. 120), supo retratar el cambio del siglo en sus dibujos de la vida cotidiana. Independientemente de la afiliación política, el pueblo mexicano de la época del Porfiriato exigía leer las caricaturas porque reflejaban el humor y la picardía representando la realidad política y social, se veía la crítica de las luchas de poder entre los partidos, formando una opinión, la cual llevó eventualmente a la Revolución. Por ello, Meyer (1967) considera a la caricatura como “arma política de una sociedad analfabeta” (p. 11), daba información en la escena mofándose del poderoso, dando un espacio de reflexión. Con ello culmina una de las etapas más importantes que ha tenido la caricatura en nuestro país. Justo después de la caída de Díaz, en 1911 aparecen muchas publicaciones retratando la Revolución y la dictadura, cada revista tomó una postura en la 9 Rafael Reyes Spíndola (1860-1922) periodista y escritor que es considerado como el creador del periodismo moderno del país. 10 Carlos Alcalde (1871-1917) caricaturista que colaboró en El Imparcial, El Mundo Ilustrado, El Universal, entre otros (Sánchez, 1997). 17 situación social, derivando un “libertinaje” de expresión e imprenta (Heras, 2010, p. 51), puesto que la censura y la represión en su contra se había ido junto con la caída de la dictadura, además era algo que Madero alentaba. La revista que destacó fue El Multicolor (1911), espacio de caricaturistas como Santiago R. de la Vega11 y “El Chango” Cabral12; ésta era antirrevolucionaria y sobre todo antimaderista por proclamarse en contra de la Revolución de Emiliano Zapata y Pancho Villa que inspiraban críticas fuertes en su contra. Su blanco principal era Madero y los caricaturistas degradaban de manera significativa su reputación ante los ojos del público, mostrando su decepción al comparar la realidad de este gobierno con sus expectativas. En 1914 cierra sus puertas pasando a la historia por ser la revista principal antimaderista y haber influenciado a la opinión pública en contra del presidente. Justo en ese año Madero fue traicionado por Victoriano Huerta, quien estableció una dura censura contra la imprenta impidiendo su circulación, salvo la publicación Moheno (1914); sucesor de El Multicolor, empezó como antimaderista; pero no tardó mucho en posicionarse contra Huerta poniéndolo como un borracho y ladrón; apoyó a su contraparte Venustiano Carranza, proclamándose constitucionalistas. Los dibujos publicados aquí reflejaban la desesperanza y el caos que reinaba el país bajo el mando de Huerta. En contraposición a esta revista, había panfletos que pintaban a los revolucionarios antihuertistas como bandoleros, asaltantes y atacantes de pueblos indefensos, como estrategia para opacar los logros de los constitucionalistas (Heras, 2010). Un año importante para la caricatura fue 1912 porque el caricaturista José Guadalupe Zuno13 fundó el Centro Bohemio en Guadalajara con varios colegas del gremio. Se convirtió en un centro cultural, artístico y político que sería el precursor 11 Santiago R. de la Vega (1885-1950) caricaturista que colaboró en Multicolor, La Risa, El Universal, entre otros. Al colaborar para este último periódico, firmaba como Kiff (Sánchez, 1997). 12 Ernesto “El Chango” García Cabral (1890-1968) caricaturista que colaboró en revistas tanto nacionales (Multicolor, Excélsior) como francesas (La vie Parsien, Le Rire) y fundó la revista Fantoche (Sánchez, 1997). 13 José Guadalupe Zuno (1891-1980) abogado y caricaturista que publicó en El Universal y Excélsior. Llegó a ser diputado y gobernador de Jalisco (Sánchez, 1997). 18 de los estudios de la caricatura y fue la primera consolidación oficial de los caricaturistas en México (Acevedo y Sánchez, 2011). Con la Constitución de 1917 y disuelto el conflicto armado de la Revolución, con las pugnas en torno a la silla presidencial en su pico, en las décadas de los 20’s y 30’s hubo un deterioro del humor crítico, de la caricatura y de los periódicos de sátira porque el nuevo régimen del Maximato, encabezado por Plutarco Elías Calles, quien sabía el poder que tuvieron éstos al tirar la imagen de Madero, reprimió a la prensa. Aun así, periódicos como El Universal (1916) y Excélsior (1917) tenían caricaturistas que seguían con la labor de representar la situación política del país. Por un lado, El Universal, que ya contaba con veteranos como Carlos Alcalde, organizaba concursos de caricatura que le abrió las puertas a importantes personajes, entre ellos a Andrés Audiffred14 y Hugo Tilghman15. Excélsior, por su parte, tuvo como figura principal al Chango Cabral, quien dibujaba humor no político; eventualmente tendría publicando para ellos a Fa-Chá16. Uno de los hijos del periódico Jueves de Excélsior vio nacer en 1932 a sus 17 años al historietista más prolífico de México, Gabriel Vargas Bernal17. En general, en esta época se perfeccionó la técnica y el estilo gráfico en vez del humor político, pero los dibujos no estarían exentos de éste. En 1924, salió la revista Tu-tan-kamen, en donde Hugo Tilghmann dibujaba caricaturas que criticaban la candidatura de Calles y su gobierno. El nombre de esta publicación derivó de la descendencia libanesa de Calles y del gentilicio “turco” que englobaba a todos los árabes que vivían en México en ese momento. Su objetivo era mostrar de forma clara que se mofaba del presidente, lo que desembocó en su censura en el primer número (Acevedo y Sánchez, 2011). 14 Andrés Audiffred (1895-1958) caricaturista que publicó en El Universal, Zig-zag y colaboró en historietas como Tito Melococha (Sánchez, 1997). 15 Hugo Tilghman (1909-1949) caricaturista e historietista, realizó Mamerto y sus conocencias, Dos mexicanos en guerra y Tu-tan-kamen (Sánchez, 1997). 16 Ángel Zamarripa Landi (1912-1990) o Fa-Chá, caricaturista que colaboró en El Universal, Jueves de Excélsior, Fantoche, entre otros (Sánchez, 1997). 17 Gabriel Vargas (1918- 2010) historietista que colaboró en Excélsior y El Universal Gráfico. Es el creador de la famosa historieta La familia Burrón (Heras, 2010). 19 En 1929, bajando los tintes humorísticos-políticos, aparece una revista de humor blanco y gran calidad estética, Fantoche. Seminario loco, con colaboradores como El Chango Cabral, Salvador Pruneda18 y El Chamaco Covarrubias19; esta revista consolidó a los artistas que publicaban en ella porque su originalidad no tenía precedentes; marcó un estilo y sobre todo un testimonio del humor de la época. Otra influencia remarcable fue Audiffred, él pasó tiempo en Estados Unidos de donde trajo consigo elementos del lenguaje de los cómics de ese país, incorporándolos con símbolos nacionales mexicanos, dando una concepción nacionalista en su retrato de la vida cotidiana. Adicionalmente, Salvador Pruneda, quien venía de una familia dedicada a la caricatura, fue de los primeros en investigar la historia de la caricatura, creó a uno de los personajes más importantes: Don Catarino. Fue el héroe más notorio en la postrevolución y duró 30 años en papel. A lo largo de esa época, con asesinatos políticos al por mayor, los caricaturistas no mostraban la misma fuerza de oposición de épocas anteriores, se refugiaban en revistas de humor blanco y publicaban bajo seudónimos para evitar ser acosados por el gobierno del Maximato (Heras, 2010); esto no significa que haya sido una pérdida, se vio una evolución en la estética y en el humor de la caricatura que reflejaba creencias de la sociedad postrevolucionaria, siendo referente para la caricatura de hoy en día. Lázaro Cárdenas pone fin al Maximato, tiene políticas progresistas, no obstante, controla y censura la prensa a tal grado que no es fácil encontrar críticas en contra de su gobierno, sólo en “prensa marginal” (Acevedo y Sánchez, 2011, p. 163) como El Tornillo, fundada en 1933, dibujada por autores anónimos; Acevedo y Sánchez (2011) teorizan que pudieron haber sido caricaturistas de renombre escondidos bajo pseudónimos por miedo a represalias. Éstos representaban a 18 Salvador Pruneda Castro (1895-1985) fundó Excélsior y colaboró en The Times, La Opinión, entre otros. Creo una tira cómica famosa llamada Don Catarino y su familia (Sánchez, 1997). 19 Miguel Covarrubias (1904-1954) pintor, escenógrafo, arqueólogo y caricaturista, colaboró en Fantoche, El Universal Ilustrado, Vanity fair, entre otros. Fue autor de libros sobre caricatura y fue Director del departamento de Danza del INBA (Sánchez, 1997). 20 Cárdenas siempre con una hoz y un martillo, mostrando sus juegos políticos con corte comunista (Heras, 2010). Al entrar Ávila Camacho quien, a pesar de tener control y censura sobre la prensa, llama a los caricaturistas del momento para que apoyen a formar una nueva generación de dibujantes; el desarrollo se dio en la revista Don Timorato (1944) en dos etapas. La primera, bajo la dirección artística de Antonio Arias Bernal20 con mayoritariamente humor blanco, se basó en la situación bohemia-artística que tenía el gremio; no se limitaban al poner mofas directas a personas de la política. Más de 50 caricaturistas trabajaron en la revista, muchos consolidados y otros novatos como Abel Quezada21 (Acevedo y Sánchez, 2011). En su segunda etapa, la dirección correspondió a Carlos León22, la razón del cambio fue porque la mayoría de los colaboradores no querían ser partícipes de la nueva ruta que iba a tomar la revista: apoyar la campaña del candidato a la presidencia, Miguel Alemán. Cabe destacar que Don Timorato también tuvo una influencia fundamental en la industria cinematográfica porque Mario Moreno, mejor conocido como Cantinflas, tomó la inspiración de su personaje por esta revista; fue muy popular dentro y fuera del gremio a tal grado que su extensión llegó a ser la base de uno de los personajes más reconocidos en México. Otra revista allegada al público era Ja-já. Síntesis del humorismo mundial; creada en 1949 presentaba caricaturas de todo el mundo y sus caricaturistas nacionales representaban la vida en México. Era una revista que, según Heras (2010), estaba en todas las peluquerías de la República; Acevedo y Sánchez (2011) dicen que tanto los artistas nacionales como los internacionales pudieron ser conocidos por medio de esta revista y “menospreciar esta revista de carácter popular no es más que uno de los signos de ignorancia con que se ha leído la 20 Antonio Arias Bernal (1913-1960) pintor y caricaturista que colaboró en revistas como Hoy, Excélsior, Siempre! Creo la revista Don Timorato (Sánchez, 1997). 21 Abel Quezada (1920-1991) caricaturista que colaboró en Don Timorato, Excélsior, The New Yorker, entre otros (Sánchez, 1997). 22 Carlos León González (1910-1982) caricaturista de Fantoche, El Universal y Don Timorato (Sánchez, 1997). 21 historia de la caricatura mexicana” (p. 178). Además, fue una gran plataforma colectiva en donde muchos caricaturistas empezaron, destacando Rius23. Para cerrar esta época, acentúo tres momentos importantes que se dieron en la historia de la caricatura, las cuales ordenaré por orden cronológico: En 1936, German Butze24 publicó su historieta Los Supersabios en Novedades, introdujo la ciencia ficción en la caricatura mexicana, y a su vez hizo divulgación científica con sus historias; se convierte en el modelo principal de la historieta en México, en 1968 publica su último número. El segundo se consolida en 1948 con Gabriel Vargas y su historieta La familia Burrón que se empezó a publicar en la revista Pepín, en 1952 se publica por su cuenta. Reflejan la familia mexicana, la vida en las vecindades y la cotidianidad de la época, rescata el lenguaje florido de los mexicanos. Es una historieta altamente popular por su manera de retratar a la sociedad mexicana; tuvo a lo largo de su circulación 57 personajes, 1616 números, el último fue en el 2009, un año antes de la muerte del maestro Vargas (Heras, 2010). El último es una sección de la revista La vida en broma. Contiene vitaminas para el buen humor (1956) dirigida por David Carrillo25, él mismo hacía la sección de Maestros del humorismo bajo la premisa de “recuperar la historia de su gremio” (Acevedo y Sánchez, 2011, p. 179), reunió por años obras de diferentes caricaturistas para presentarlas en su sección, acuñando una colección importante del trabajo de sus colegas, base sólida del Museo de la Caricatura, de la Ciudad de México. Terminando estos eventos, se entra a una etapa que marca de manera importante la historia de México, por consiguiente, a la historia de la caricatura: la década de los 60. El antecedente más importante de las próximas publicaciones 23Eduardo del Rio García o Rius (1934-2017) escribió y dibujo durante más de 60 años, colaboró en varias publicaciones y escribió más de 100 libros. Entre sus publicaciones están: Los agachados, La Garrapata y El Chamuco y los hijos del averno (Sánchez, 1997). 24 Germán Butze Olivier (1912-1974) historietista que colaboró en Pepín, Novedades y crea Los Supersabios (Sánchez, 1997). 25 David Carrillo González (1920-2016) caricaturista, pintor y periodista que colaboró en El Universal, Excélsior, ABC, entre otros. También publicó el libro Recordar es Reír (Sánchez, 1997). 22 sería la lucha y apoyo al movimiento estudiantil con la militancia de caricaturistas consolidados en la organización Taller de Gráfica, que desde 1932 satirizaba al gobierno con sus grabados; su trabajo era apegado a la política de izquierda, dibujaba en contra del fascismo y el capitalismo de Estados Unidos, apoyaba a la Unión Soviética, denotando la lucha del pueblo en contra del poder. No eran una imprenta como tal, ni tan sólida como una revista; pero eso no les impedía mostrar sus trabajos en carteles y volantes por toda la Ciudad de México. El contexto histórico de los años 60 empieza con el desarrollo estabilizador, soportado por el urbanismo y el desarrollo de los medios electrónicos, abriendo la posibilidad al exterior del país, tratando temas internacionales con más influencia en las tendencias artísticas, sobre todo de The New Yorker (Heras, 2010). A pesar de la apertura por los medios externos, en México se vivía una crisis por la falta de libertades políticas; siempre ganaba el mismo partido, no había espacios políticos para el público y cada vez había menos espacios educativos; es más, varios grupos sindicales se cuestionaban por la falta de libertades, los estudiantes se manifestaban clamando que la prensa estaba vendida para ocultar lo que pasaba en el país; agregando un elemento a esta mezcla, el triunfo de la Revolución Cubana, un ideal a seguir (Acevedo y Sánchez, 2011). En respuesta a toda esta carga social, varias revistas se transformaron para abrir un espacio de crítica y dar lugar a todas las inconformidades latentes; por ejemplo, la revista Siempre! (1953) se convirtió en un espacio político gracias a varios caricaturistas como Rius, quienes expresaban críticas a la política y a la sociedad con cada dibujo que hacían, con ello hay un antes y un después en la forma de hacer caricatura, a tal grado que a Rius se le considera como el padre de todos los moneros de la actualidad. También la revista Sucesos para todos (1964) dio un giro político abriendo un lugar a las protestas y manifiestos estudiantiles; en esa publicación debutó el caricaturista Magú26 quien ganó un concurso de caricatura por parte de El Universal. 26 Bulmaro Castellanos Loza o Magú (1944- ) caricaturista vigente que ha colaborado en El Universal, Proceso y actualmente en La Jornada (Sánchez, 1997). 23 En 1964 Gustavo Díaz Ordaz llega a la presidencia y censura fuertemente la prensa, pero eso no detuvo que en 1965 se publicara la sección El Mitote Ilustrado en la revista de Sucesos para todos, en donde colaboraron y se consolidaron Rius, AB27, Helioflores28, Rogelio Naranjo29 y la primera mujer caricaturista Palmira Garza30. Años más tarde, en 1968, Díaz Ordaz planeaba los Juegos Olímpicos en la Ciudad de México, entre un clima de protestas en contra de su gobierno; cada vez más estudiantes y ciudadanos se unían al movimiento. Los caricaturistas publicaron su revista Por qué? en abril del mismo año, siendo también una crítica al gobierno, dando los cimientos para una publicación aún mayor, llamada La Garrapata. Las manifestaciones y las protestas estudiantiles llegaron a su cumbre el 2 de octubre; el presidente ordenó la represión violenta del movimiento, resultando en una matanza, que dio un giro total a la sociedad mexicana, y evidentemente a la forma de hacer periodismo, caricatura y sátira. Heras (2010) describe que en el 68 “el estilismo clásico y el cartón conservador se modifican e inicia un trabajo más libre de las técnicas de dibujo y con mayor conciencia social” (p. 88). El movimiento estudiantil y la matanza sacó a relucir el verdadero rostro de la prensa en México, que era controlada y censurada. La represión fue muy poco documentada en los periódicos y la información era manipulada de tal manera que las acciones del gobierno de Díaz Ordaz fueran aplaudidas (Acevedo y Sánchez, 2011). Las únicas revistas que rompían con el canon de la narrativa oficial eran Sucesos para todos y Por qué?, que criticaban y ponían en evidencia al gobierno diazordista; todo esto desembocó en la fundación de la revista La Garrapata, que es el modelo actual de las revistas de humor y crítica gráfica mexicana. 27Emilio Abdalá Pérez o AB (1929-1984) caricaturista que colaboró en El Mitote Ilustrado y fundó La Garrapata. Escribió un comic titulado Waffles Mofles (Sánchez, 1997). 28 Helio Flores Viveros (1938- ) caricaturista vigente que ha colaborado en El Mitote Ilustrado, El Universal y fundó y dirigió en sus tres épocas a la revista La Garrapata (Sánchez, 1997). 29 Rogelio Naranjo Ureño (1937-2016) caricaturista que publicó en El gallo ilustrado, Excélsior, Proceso y más de 30 años en El Universal (Sánchez, 1997). 30 Carmen Mondragón o Palmira Garza (1937- ¿?) primera caricaturista mujer en México, colaboró con Gabriel Vargas en La Familia Burrón, también en El Mitote Ilustrado, FEM, entre otros (Sánchez, 2008). 24 La Garrapata. El azote de bueyes, codirigido por AB, Helioflores, Naranjo y Rius, con la colaboración de Carlos Monsiváis y Óscar Chávez, estaba en circulación en noviembre del 68; ésta cambió la manera de hacer caricatura, de ver a través de trazos al mundo y su situación política. Su tendencia crítica se vio desde el primer número con el humor político que cuestionaba todo lo que no se veía, desde 1929, con el ascenso de las presidencias priístas (Acevedo y Sánchez, 2011). Publicaron 32 números antes de su desaparición momentánea; las razones no son claras, pudo ser la censura o problemas en la cooperativa. La revista reaparece por segunda vez de 1969 a 1970, sólo con AB y Helioflores como directores criticando al presidente en turno, Luis Echeverría y la Guerra de Vietnam; la razón de cierre en esta ocasión fue la negación de papel, controlado por el gobierno. La tercera ola dura de 1979 a 1981 con Helioflores; siendo fiel a su tradición sigue siendo opositora y crítica del gobierno en turno; las razones del cierre son económicas y la falta de licencia para su publicación. Esta revista fue la cuna de caricaturistas como El Fisgón31, Rocha32 y Kemchs33 quienes siguen vigentes y publicando en los medios de hoy en día; creó toda una generación del gremio que hasta la actualidad está al pie del cañón en dar una crítica gráfica y un espacio de protesta, marcando una tendencia en el gremio para criticar las situaciones políticas del país; se instauró una manera de hacer crónicas gráficas y periodismo. En sí, el 68 marcó un antes y un después en la historia de México en todo aspecto, las cosas no se volverían a ver de la misma manera, fue una crisis y se generó una nueva sociedad con diferentes modos de hacer las cosas, y la caricatura no fue excepción. Un ángulo que marcó este periodo, exclusivamente en el gremio de la caricatura, fue la diferencia de opiniones entre las generaciones, los veteranos y los que ascendían. Los veteranos, como El Chango Cabral y Salvador Pruneda 31 Rafael Barajas Durán o El Fisgón (1956- ) caricaturista y autor activo que ha publicado en La Garrapata, y actualmente publica en La Jornada y El Chamuco (Sánchez, 1997). 32 Gonzalo Rocha González Pacheco (1964- ) caricaturista activo que ha colaborado en La Garrapata. Actualmente publica en La Jornada y Proceso (Sánchez, 1997). 33 Arturo Kemchs Dávila (1958- ) caricaturista vigente y ha publicado en Excélsior, La Garrapata y sigue dibujando para El Universal (Sánchez, 1997). 25 quienes tenían más de 70 años, asumieron una posición política institucional, es decir, se separaron del movimiento y a veces se pronunciaban en contra del mismo, dibujando a los estudiantes como agitadores revoltosos. Mientras que los jóvenes, quienes rondaban los treinta años, como Naranjo, Rius y Helioflores, apoyaron al movimiento estudiantil y a las protestas de la época, aferrándose a una postura antigubernamental que se ve en sus cartones. En los 70’s, el gobierno pedía a los caricaturistas realizar folletos informativos para explicar cómo utilizar el metro; fue la única tarea institucional que hicieron. El gobierno de Luis Echeverría y la prensa no se comunicaban, ni los periodistas ni los caricaturistas querían tener diálogo con un gobierno que acababa de masacrar a su población (Heras, 2010). A causa de esa crisis, en 1972 se da un golpe al periódico Excélsior, que en ese momento era el periódico de izquierda, obligando a que su director Julio Scherer se retirara del puesto llevándose a los caricaturistas Abel Quezada y Rogelio Naranjo. De esta ruptura nacen las publicaciones Unomásuno, Proceso, dirigida por Scherer, y Vuelta, encabezada por Octavio Paz como revista de intelectuales. A su vez, el periódico Unomásuno sufre una separación en 1984 y varios periodistas crean el periódico La Jornada, que es una fuente más de trabajo para los caricaturistas opositores del gobierno en turno, siendo espacios importantes de crítica y reflexión sobre la situación política del país. Una buena noticia para el gremio se dio en 1973: el Palacio de Bellas Artes abrió sus puertas para una exposición de historietas, cartones, humoristas gráficos; la idea era ser el preámbulo para un Museo de la Caricatura; su nombre fue El Salón del Humorismo, tuvo mucho éxito en el público, eran filas largas para poder ver la exposición (Acevedo y Sánchez, 2011). En 1974 se crea el Club de Caricaturistas que antecede a la Sociedad Mexicana de Caricaturistas (SMC) con la iniciativa de Huici34, quien se reunía con sus colegas en un restaurante en la Ciudad de México; en 1975 se consolida el Club, siendo ahora la SMC (Heras, 2010). Ellos protestan 34 Alberto Huici de la Torre (1929- 1981) colaboró en Don Timorato, Ja já, Excélsior, entre otros. Fue el primer presidente de la Sociedad Mexicana de Caricaturistas (Sánchez, 1997). 26 con sus medios en contra del nuevo presidente José López Portillo al hundir el país en una de las peores crisis económicas que ha vivido; sus temas principales eran la crítica al optimismo falso y la defensa de sus derechos como caricaturistas que se fortalecieron cuando se consolidaron como gremio. En 1987 se le otorgó a la SMC el antiguo Colegio de Cristo, en el Centro Histórico, para contar con el deseado museo que buscaban; el acervo del coleccionista, David Carrillo, es expuesto en las salas del museo, abriendo un espacio histórico a la caricatura, en donde se puede ver cómo ha cambiado a través de las décadas (Acevedo y Sánchez, 2011). Al año siguiente, asciende al poder Salinas de Gortari quien se reúne con caricaturistas para congeniarse con ellos, mostrando que no hay censura; pero, la realidad es otra, establece una fuerte censura a los medios. Los moneros, sabiendo el peligro de su crítica, publican la revista Lapiztola (1992) bajo la dirección de Kemchs y la protección de la SMC. Sin embargo, esta Sociedad entra en conflicto en 1997, disolviendo la revista por diferencias ideológicas dentro del grupo, resultando en la renuncia de más de 60 caricaturistas. En 1994 surgió El Chahuistle, revista en apoyo a la rebelión de los zapatistas en Chiapas; Rius, Helguera35 y El Fisgón fueron sus codirectores, colaboraban en ella Naranjo y Helioflores; ésta cerró muy pronto, pero regresaron en 1996 con El Chamuco y los hijos del averno que sigue hasta la fecha en circulación, teniendo a varios colaboradores y abriendo las puertas a nuevos moneros; es una revista de humor crítico y político, testigo de la hegemonía del PRI en los 2000 con Vicente Fox, generando pluralidad en los medios de comunicación. Acevedo y Sánchez (2011) dicen que desde hace 10 años hay una crisis en la caricatura; si comparamos toda la historia de ésta, podemos ver que en un periodo se publicaban al mismo tiempo docenas de revistas de humor gráfico, ahora sólo resalta El Chamuco y los hijos del averno habiendo periodos en donde se ha dejado de publicar. La prensa escrita se encuentra en crisis, La Jornada paró de 35 Antonio Helguera (1965- ) caricaturista activo que publica en La Jornada, Proceso y El Chamuco (Sánchez, 1997). 27 publicar su suplemento de humor; explican que ya no hay continuidad en las generaciones para mantener la tradición de la caricatura, los artistas que publicaban en el 68 siguen vigentes y no hay muchos que continúen con la labor de crítica por este medio. Hay que remarcar que el libro de Acevedo y Sánchez, publicado en el 2011, toma en cuenta desde 1800 hasta los 2010, no expone lo que ha pasado en estos últimos años: ha habido nuevos moneros que captan la atención de varios medios tradicionales al utilizar los medios digitales para realizar y publicar su trabajo, y lo más importante, llegar a nuevo público que se identifiquen con sus dibujos. En los últimos años se ha notado un interés regenerado en el arte monero, empezando a haber más eventos que celebre sus obras y la importancia que ha tenido dando humor crítico al público. Cabe destacar que Acevedo y Sánchez (2011), en sus estudios de la caricatura, han encontrado sólo a siete mujeres moneras a lo largo de 150 años de tradición, que son: Palmira Garza, Guadalupe Rosas36, Cecilia Pego37, Jotavé38, Cintia Bolio39, Cristina Martínez del Campo40 y María Cruz Ruiz Gallut41; Carrasco (1953) agrega a una mujer más a la lista, Emma Best42 quien según el autor es una artista representativa y una inspiración para las mujeres de su gremio. Desde ese entonces hasta ahora se han incorporado otras mujeres a dibujar, incrementando el número al doble, lo cual es una hazaña importante si consideramos que páginas atrás expuse que las mujeres sólo eran alegorías y no personajes. En la actualidad 36 Guadalupe Rosas Zambrano (1965- ) caricaturista que ha colaborado en El Búho, Excélsior, Lapiztola, entre otros (Sánchez, 2008). 37 Cecilia Pego Marquéz (1967- ) caricaturista que ha publicado en Diario de Cd. Juárez, La Jornada, Histerietas, entre otras (Sánchez, 2008). 38 Jazmín Velasco o Jotavé (1971- ) caricaturista e ilustradora que publicó en Paréntesis y Unomásuno (Sánchez, 2008). 39 Cintia Bolio (1969- ) caricaturista feminista que ha colaborado en El Chamuco y El Centro y ha creado su blog Puras Evas (Sánchez, 2008). 40 Cristina Martínez del Campo (1959- ) escultora, caricaturista y pintora que ha participado en Fem, El Universal y La Jornada Morelos (Sánchez, 2008). 41 María de la Cruz Ruiz Gallut (1965- ) caricaturista que ha participado en la sección Masiosare en La Jornada y colabora en Proceso (Sánchez, 2008). 42 Emma Best (1895 - ¿?) caricaturista y dibujante cuyo trabajo no se encuentra registrado en publicaciones y el único testimonio de esta artista se encuentra en el libro de Carrasco (1953) La Caricatura en México. 28 son autoras, teniendo un lugar en la caricatura, aunque es claro que todavía hay camino por recorrer. La historia de la caricatura va de la mano con la historia de México y del extranjero; sea cual sea la tendencia se ve que en los momentos más críticos de la sociedad, las caricaturas salen a flote con picardía y folclor para recalcar sus aspectos más duros, dándole la vuelta a las versiones oficiales del mundo. A través de sus coloridas descripciones dan testimonio del pueblo con “gracia y agilidad del lenguaje [y representaciones]” (Cortés, 1984, p. 9) que caracteriza a la sociedad mexicana. Vemos que su alianza es con el público en el que se basa y al que se dirige; de manera satírica ha contado la historia de México dándole justicia a la complejidad de su época, reflejando quienes hemos sido a lo largo de la historia. ¿Qué es? La caricatura es “la expresión plástica de personas, ideas o situaciones que se realiza mediante la escultura, pintura y/o dibujo, con el propósito de satirizar y ridiculizarlos, hace énfasis en lo grotesco, en lo irónico y en lo divertido” (Heras, 2010, p. 13) exaltando los ideales de una sociedad. En esta tesis sólo voy a abordar a la caricatura de dibujo con el soporte de la pintura, por ser la forma más popular en México gracias a las múltiples publicaciones que se han tenido a través de los años, creando una larga tradición de imprenta43. Con este recuento podemos apreciar que la caricatura utiliza aspectos artísticos y lingüísticos con la función de criticar la situación en la que se vive; por ello es importante hacer hincapié en cómo y desde dónde se le ha visto. Matos (2008) quien junta estos elementos, la define como “la hija bastarda del arte y la prensa” (p. 70); es “hija bastarda del arte” explicando que el arte es: Un modo de expresión en todas sus actividades esenciales, el arte intenta decirnos algo acerca del universo del hombre, del artista mismo. El arte es una forma de conocimiento tan precioso para el hombre como el mundo de la filosofía o de la ciencia. Desde luego, sólo cuando reconocemos claramente que el arte es una forma de conocimiento paralela a otra, pero distinta de ella, por medio de la cual el hombre llega a comprender su 43 Honoré Daumier (Francia, 1808-1879) es un ejemplo de artista que hizo caricaturas también en esculturas con arriba de 40 bustos esculpidos. 29 ambiente, sólo entonces podemos empezar a apreciar su importancia en la historia de la humanidad (Read, 1990, p. 14). Entonces el parentesco del arte con la caricatura se puede ver al momento en que esta forma de expresión retoma el ambiente de las personas, lo reconoce y lo intenta comprender con sus propios lineamientos estéticos y sensibles; lo cual es algo que la caricatura, bajo sus propias lógicas, ha creado a lo largo de su existencia. Por el otro lado, el parentesco con el periodismo se comprende como “un método de interpretación […] que trata de situar y ambientar la información para que se comprenda, explique y juzgue” (Gomis, 1992, p. 212). En la caricatura se puede apreciar su intencionalidad de mostrar una opinión sobre las instituciones sociales, personajes y sucesos de la vida política; en suma, su mundo social actual, en donde describe y critica estos eventos ocurridos en un tiempo y espacio específicos (Matos, 2008). Ramos (citado en Carrasco, 1953) le da a la caricatura política una categoría de “arte impura” porque, además de ser el resultado entre el arte gráfico y la literatura, se hace latente la opinión del caricaturista sobre su inspiración original, lo deforma, lo hace cómico al capturar los gestos más característicos e involuntarios y los exacerba para remarcar de forma exagerada la esencia de lo representado; provocando las risas de los lectores. La trampa que se presenta es que la caricatura va a sobrevivir mientras la situación representada o el mundo representado siga vigente; si no es así, pierde su sentido, ya que esta deformación está para retratar la opinión pública, sacar a relucir las particularidades de la noticia para hacer reír a este mismo público (Fernández citado en Carrasco, 1953). Además, esta deformación es realizada como una aproximación a la realidad representada de una forma más humana y más cercana que conecta con sus lectores, formando una opinión de lo expresado en el papel y de las condiciones del contexto que se revela en éste. Contribuyendo a la misma idea, Meyer (1967) dice que las caricaturas sociopolíticas pueden proporcionar una imagen más real de las circunstancias del 30 contexto que los documentos o libros muy elaborados sobre el tema, puesto que condensan en una o varias imágenes situaciones muy complejas con las formas de interacción de la vida cotidiana de las personas, causando que sea una “manifestación gráfica del acontecer de un pueblo” (p. 11). De igual manera va en contra de las normas al querer denotar los defectos de la situación y hacer ver a al pueblo, con lentes de aumento y con tono pícaro, este aspecto para fomentar la comprensión del contexto, así la caricatura se convierte en un arma política que representa la libertad de expresión y el cambio de roles. De esta forma el pueblo puede ver de manera ridiculizada a la esfera de poder al ponerlo en el centro de la caricatura. La caricatura sociopolítica representa a su sociedad, a su pueblo, debe de poder seguir la representación de éste. La sociedad es siempre cambiante y el trabajo de la caricatura es captar ese movimiento en un instante. Se captura todo un contexto haciendo más grande sus rasgos invisibles sin los cuales no podríamos identificar de lo que hablamos, haciendo que la caricatura haga cuenta de ello (Bergson, 2008). Mediante figuras simbólicas se busca divertir al público, manifestando una provocación de jocosidad entre la caricatura y su lector. Es por esto que “la caricatura, puro grafismo, puro humor, supone un género que, aunque no entra en la consideración estricta del chiste, es por derecho propio […] un paradigma burlesco, en un clásico prototipo propio” (Álvarez, 2009, p. 55). Por su parte, Azorín (citado en Heras, 2010), hablando sobre los humoristas -siendo los caricaturistas parte de este círculo- decía que: El capítulo de eutrapelia, del divertimiento espiritual, es sumamente importante en la historia del desenvolvimiento humano; haciendo la historia de la ironía y del humor, tendríamos hecha la de la sensibilidad humana y consiguientemente la del progreso, la de la civilización. La marcha de un pueblo está en la marcha de sus humoristas (p. 7). En ambas citas, se está tomando en serio a la realidad, su principal inspiración; no quiere decir que sea una representación seria, porque al presentar en contraste los rasgos invisibles, con una percepción ya acostumbrada de la 31 realidad, conflictúa con lo que se daba por hecho, por ello al ver que no es como se pensó causa gracia por esta realización y es en donde podemos encontrar el paradigma burlesco, y justo este aspecto rescata la afectividad humana a lo largo de su historia: no muestra sólo el lado racional, también da cabida un lado subjetivo que da una mirada a todo lo que ha ocurrido durante la historia. Según Rius (2010), los caricaturistas tienen su propia definición de caricatura política, la cual no difiere notablemente de los estudiosos de la misma. Magú dice que “la caricatura política debe de cumplir una función social orientadora, igual que una editorial. Sólo que la gente entiende más fácilmente una caricatura: la idea queda sintetizada y se logra un mayor impacto” (p. 164). La opinión de Naranjo es “la misión de la caricatura política es estrictamente informativa y en ello está su función social.” (p. 164); Helio Flores ve a la caricatura “en dos formas: una orientadora y otra trasmisora del pensamiento del caricaturista.” (p. 164). Apelan más al sentido informativo de la realidad a través de la caricatura, recalcan la importancia de mostrar sin restricciones lo que pasa en la sociedad. Rius (2010) explica que: Cumple la función de concientizar al lector, de mostrar ante la opinión pública y ante el gobierno los problemas que no plantean -por ejemplo- los diputados. Ello se logra más en la medida en que la caricatura es buena, es decir, que tiene humor y denuncia. La función de la caricatura creo que es la de educar un poco al pueblo, haciéndolo reír si se puede. (p. 164). Rius enfatiza la importancia de lo que debe de suceder con la información que se está transmitiendo, no sólo se busca informar o “contar el chisme”, sino que haya una develación de todo lo que pasa; que se eduque, de manera familiar, el contexto vivido, para poderlo así criticar. Para Cintia Bolio la caricatura “es un género incómodo por naturaleza, subversivo” (citada en Berrocal, 2012, p. 249). Esta definición está sustentada en los orígenes de la caricatura sociopolítica; no es un género que busque complacer, sino irrumpir con lo establecido que se ha aceptado sin ser cuestionado, causando incomodidad y sorpresa. 32 Por último, la definición que expone Heras (2010) con el respaldo de la Sociedad Mexicana de Caricaturistas es: Una imagen generalmente unida al grabado o a cualquier otro tipo de reproducción masiva, que consiste en una reducción o síntesis visual, por medio de líneas de la persona y objeto que representa, en donde la idea de agresividad, degradación, exageración, juego, fantasía o vertiente humorística, están en mayor o menor medida patentes, con el fin de crear un código por el que se pueda representar una opinión, una crítica o en definitiva, un contenido que se quiera dar a conocer en relación a una persona, idea o situación determinada. (p. 8). Esta última definición da una pauta más explícita sobre la función de la caricatura, que es la de representar una opinión o una crítica de una persona o situación, es contar una historia con una imagen cargada de intenciones. En la historia de la caricatura, se puede ver que en cada época tuvo funciones diferentes, cuando el pueblo era mayoritariamente analfabeta, fungía como cuadro informativo con ciertas tendencias a una ideología política; en otras épocas tenía el papel de atacar a los políticos en turno para tratar de abrir un espacio a políticas diferentes a las del momento, unas que se pensaban que eran mejor para el pueblo; la actual es la crítica a las formas y a las luchas de poder que se dan a cada rato para mantenerlo, es una protesta en dibujo; pero lo que queda constante es su función a narrar la opinión pública desde el estilo del artista con un objetivo en mente que sea fiel al público. Por consiguiente, al compilar las definiciones de los caricaturistas, se puede observar que el gremio tiene un acuerdo: la caricatura tiene una función social que le llega al público con sus propias imágenes, le informa o le hace ver algo que se le había escapado. Es un género rebelde que denuncia y denota lo que pasa en la sociedad, patentiza protestas y en el proceso se burla de los defectos del poderoso y del tirano, remarcando su inclinación hacia el aspecto periodístico -gráfico- porque su objetivo es criticar lo acontecido desde una perspectiva que tenga en cuenta la opinión del público. Con lo expuesto, puede decirse que la caricatura política es una expresión burlesca y pícara de la sociedad que representa, describe y critica el contexto en el 33 cual se encuentra, retomando la opinión pública para crear una complicidad entre caricatura y público. Elementos de la caricatura La caricatura, como forma de expresión, es todo un género que se caracteriza por burlarse de las situaciones del mundo social, tiene un orden para ser interpretada por su “lectoespectador” -término que describe la acción de la persona al formar parte del público de la caricatura, ya que la lee y la observa por sus recursos gráficos- (Barrero, 2012, p. 36) y se creen la complicidad entre estos lectoespectadores y la caricatura de la cual se ha dado nota a lo largo de su existencia. Para realizar esta representación de la realidad, se apoya en tres categorías, propuestas por Lizalde (1954) -puede ser una o varias a la vez- bajo las cuales el caricaturista va a dibujar. La caricatura de personajes, se encarga de ridiculizar o ironizar a un personaje de la vida real quien generalmente tiene poder; un ejemplo es cuando dibujan al presidente de la República, persona que ejerce poder en el mundo social; para “quitarle” su poder y hacerlo más pasivo, lo ridiculizan con la exacerbación de sus defectos y así lograr el cometido. La caricatura de situaciones, que a través de personajes o símbolos pone en evidencia humorística una situación del mundo social y/o político, generalmente incongruente o sin sentido aparente; como podría ser el soborno entre dos políticos que aboguen por transparencia en la clase política, denunciando en el dibujo la falta cometida a la sociedad. Y por último está la caricatura genérica, que satiriza una ideología o bien las condiciones del mundo social mediante seres imaginarios que sirven como metáfora. Misiá Columbia, una caricatura creada por la caricaturista La Ché hace representaciones de Colombia por medio de una mujer -de aspecto colombiano estereotipado- que tiene el título de Miss Colombia -siguiendo con el estereotipo-, dando énfasis en las cosas irónicas de su sociedad. O