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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSTGRADO INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL UNIDAD MÉDICA DE ALTA ESPECIALIDAD: HOSPITAL DE TRAUMATOLOGÍA Y ORTOPEDIA “LOMAS VERDES” “FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES TIPO C DE LA AO MEDIANTE TÉCNICA MÍNIMA INVASIVA Y PROTECCIÓN CON FIJADOR EXTERNO ANTEROMEDIAL” T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE MÉDICO ESPECIALISTA EN ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA PRESENTA: DRA. FONSECA BERNAL MARCELA Médico Residente del 4to año de Traumatología y Ortopedia DR. GARCÍA JUÁREZ JOAQUÍN Médico Ortopedista Asesor Temático DR. SANABRIA VÁZQUEZ TOMÁS Médico Internista Asesor Metodológico NAUCALPAN DE JUÁREZ, ESTADO DE MÈXICO FEBRERO 2007 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. --------------------------------------------------------------------------- Dr. Juan Carlos de la Fuente Zuno. Titular de la UMAE: Hospital de Traumatología y Ortopedia “Lomas Verdes” --------------------------------------------------------------------------- Dr. Federico Cisneros Dreinhofer. Director de Educación e Investigación en Salud y Profesor Titular del curso universitario ------------------------------------------------------------------------------ Dra. Maria Guadalupe del Rosario Garrido Rojano. Jefe de División Educación en Salud ----------------------------------------------------------------------------- Dr. Joaquín García Juárez Médico Traumatólogo Ortopedista adscrito al Servicio de Pélvico ---------------------------------------------------------------------------- Dr. Tomás Sanabria Vázquez Médico Internista adscrito al servicio de Urgencias ---------------------------------------------------------------------- Dra. Marcela Fonseca Bernal Médico Residente de 4to año de Ortopedia Agradecimientos Agradezco al Dr. García Juárez y al Dr. Sanabria por su apoyo y paciencia para la realización del presente trabajo. Índice General Página INTRODUCCIÓN 1 OBJETIVO PRINCIPAL 8 MATERIAL Y MÉTODOS 8 RESULTADOS 9 DISCUSIÓN 10 CONCLUSIONES 12 BIBLIOGRAFÍA 13 TABLA 15 ANEXOS 16 Resumen “FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES TIPO C DE LA AO MEDIANTE TÉCNICA MÍNIMA INVASIVA Y PROTECCIÓN CON FIJADOR EXTERNO ANTEROMEDIAL” Con el uso de sistema de estabilización mínima invasiva adecuadamente aplicado en fracturas complejas de platillos tibiales, se tiene una disminución de complicaciones, en la afección a tejidos blandos. El objetivo del presente estudio es evaluar la funcionalidad de la rodilla de los pacientes con fracturas de mesetas tibiales tipo C de la AO operados con técnica mínima invasiva y fijador externo anteromedial de protección. Material y Métodos: Fue un reporte de casos, observacional, transversal y retrospectivo. Comprendió pacientes operados con fracturas mesetas tibiales tipo C de la AO recientes, en el periodo comprendido entre Junio del 2005 y Septiembre del 2006, en la UMAE Lomas Verdes. Se incluyeron pacientes de 18 a 60 años de edad, masculino o femenino, lesiones unilateral o bilateral, en caso de pacientes con enfermedades crónico-degenerativas que estas estuvieran controladas. Se utilizó la Escala de la Clínica Mayo para evaluar funcionalidad de la rodilla, que incluye los siguientes rubros: dolor, función, movilidad y potencia muscular, con resultados excelentes en 4 pacientes (%). Análisis estadístico: Medidas de tendencia central, media y porcentajes. Palabras clave: fractura de tibia, M.I.P.O., funcionalidad. Abstract: Funcionality of the knee after minimally invasive surgery of the tibial plateau fractures, type “C” of the AO classification, protected with an anteromedial external fixator. With the correct use of minimally invasive stabilization system in complex tibial plateau fractures, we found less complications of soft tissues than the open procedure. The object of the present study is to evaluate the functionality of the knee in patients with tibial plateau fractures type “C” (AO classification) treated with minimally invasive tecnique and anteromedial fixator as biomechanical protection. Material and Methods: It is an observational, transversal and retrospective report of cases. 9 patients with tibial plateau fractures type “C” (AO classification) treated with MIPO surgery, from June of 2005 to September 2006, in the UMAE Lomas Verdes. We include patients from 18 to 60 years old, female or male, with unilateral or bilateral injuries, in case of patients with chronicaldegenerative diseases, these had to be controlled. We applied the Clinical Mayo Scale to evaluate patient functionality, including the next items: pain, funcion, movility and muscular force. We found with excellent outcomes in 4 patients. Statistics Analysis: Descriptive statistics. Key words: tibial plateau fracture, M.I.P.O., funcionality. FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES Introducción La rodilla es la articulación más grande del cuerpo. Es la articulación ginglimoide (bisagra modificada), y como articulación de este tipo proporciona arcos bastante amplios de movilidad. Como el codo, los arcos mas grandes de movilidad de la rodilla se encuentran en flexión. Los arcos de movilidad pasivos para la articulación de la rodilla flexión 135°, extensión 0°, rotación interna y externa de 10°. (1) Según Hohl las fracturas de meseta tibial corresponden al 1% de todas las fracturas y el 8% de las fracturas en ancianos. Se afecta el platillo externo del 55 al 70% y el platillo interno del 10 al 23% y lesiones bicondíleas del 10 al 30%. (2, 15) Para las fracturas de mesetas tibiales, el mecanismo de lesión es mediante un valgo o varo forzado combinado con una sobrecarga axial y la localización de la fractura dependerá del grado de flexión o extensión de la rodilla, además de que son fracturas que están generalmente en relación estrecha con mecanismo de alta energía. (3,15) Existen múltiples clasificaciones para las fracturas de mesetas tibiales, como la de Hohl, Moore que maneja como fracturas luxaciones de la rodilla, Schatzker de acuerdo a un mecanismo de alta o baja energía y AO que corresponde a una clasificación diagnóstico terapéutica y pronóstica, sobre la que nos basaremos para la realización del presente trabajo. La AO clasifica a las fracturas metaepifisarias proximales de tibia como A extraarticulares, las B unituberositarias las cuales subdivide en B1 tuberositarias desplazadas, B2 impactación pura, B3 desplazadas e impactadas y las C bituberositarias que a su vez se dividen en C1, C2 y C3 dentrode las que están las multifragmentadas. 1 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES Para su diagnóstico radiográfico se recomiendan las proyecciones AP, lateral, oblicuas interna y externa. Tomografía axial computarizada (TAC) y la Resonancia Magnética que ha demostrado ser superior a la TAC cuando se asocia a lesiones de las partes blandas, aunque rara vez se encuentra indicada. La arteriografía ante la sospecha de una lesión arterial, en lesiones de alta energía. (3, 4, 15) Para preservar la función normal de la rodilla, posterior a fracturas de mesetas tibiales se debe mantener la congruencia articular, conservar el eje mecánico normal, asegurar estabilidad articular y recuperar la amplitud completa del movimiento. (15) Los factores que pueden determinar esencialmente el pronóstico de estas lesiones son: a) el grado de hundimiento articular, b) extensión de la separación o del ensanchamiento condíleo, c) grado de conminución y disociación diafisometafisaria y d) la integridad de la envoltura de los tejidos blandos. Los pacientes se deben encontrar en las mejores condiciones generales para al realización de un tratamiento definitivo, (por ejemplo con insuficiencia respiratoria o choque hipovolémico), idealmente se deben realizar un tratamiento mediante estabilización inicial para disminuir la respuesta inflamatoria y mejorar las condiciones locales y generales, de acuerdo a lo requerido, para un tratamiento definitivo posterior. En fracturas de meseta tibial de alta energía, hay edema rápido, con frecuencia masivo del miembro, con frecuencia secundario al hematoma de la fractura y un edema reactivo de los tejidos blandos. Ante un traumatismo directo en la parte anterior de la tibia proximal tienen con frecuencia una afección de los tejidos blandos pretibiales. Las fracturas de baja energía de las mesetas (41B1.1, 41B2, 41 C1.1) tratadas mediante una fijación interna tienen resultados satisfactorios en el 75 a 90%, que los tratados no quirúrgicamente. Las fracturas conminutas de alta energía que 2 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES necesitan accesos amplios con una o dos placas de sostén han mostrado la existencia de complicaciones importantes como necrosis de la piel, infección profunda, consolidación viciosa y pseudoartrosis. El tratamiento más común para fracturas desplazadas de mesetas tibiales, ha sido la reducción abierta con restauración de la superficie articular lo más cercano a su posición anatómica, como una fijación interna para mantener la reducción y comenzar una movilización temprana de la articulación. Sin embargo algunos datos sugieren que resultados a largo plazo dependen menos de la reducción que se obtiene y más de la estabilidad de la rodilla y operaciones menos extensas para presentar resultados satisfactorios. (6,15) La más común contraindicación inmediata para la reducción abierta y fijación interna es un compromiso de los tejidos blandos, el cual ocurre en fracturas expuestas y cerradas. Ya sea una fijación interna o externa, el apropiado manejo de los tejidos blandos es un importante factor en el manejo sucesivo de las fracturas proximales de tibia. (7) En los inicios de 1990, se reduce la incidencia de complicaciones devastadoras con las alternativas de tratamiento como abordaje mínimo invasivo y fijación interna y externa híbrida, que han sido publicados en la literatura inglesa. (8, 14) En un estudio realizado por Marsh 20 fracturas de mesetas tibiales, fueron tratadas mediante reducción cerrada, tornillos de fijación interfragmentarios para fragmentos articulares y aplicación de un fijador externo unilateral. El promedio de fijación externa fue de una duración de 20 semanas. En un seguimiento de 38 meses, el rango de movimiento fue de aprox. 115°. (5) Con el aumento de los grados de conminución metafisaria o de lesión de los tejidos blandos, la utilización de una placa medial se hace menos atractiva, ya que aumenta el riesgo de los problemas de la herida e infección. En algunos de estos pacientes se coloca medialmente una placa lateral de refuerzo, junto a un aparato 3 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES de fijación externa simple schanz, sustituyendo adecuadamente una placa de refuerzo medial. Uno o dos de schanz se colocan proximalmente y paralelos a la superficie articular medialmente a la articulación de la rodilla. Se conectan con una barra simple unilateral a uno o dos schanz colocados distalmente por debajo del foco de fractura. El fijador externo se mantiene durante 6 a 10 semanas, hasta que hay evidencia radiológica de consolidación, de este modo disminuye la posibilidad de un colapso en varo. (16) Las fracturas tipo C de la AO, se pueden tratar con abordajes amplios y doble placa para prevenir el colapso axial. Este tipo de tratamiento resulta en una extensa lesión de los tejidos blandos, desvitalización del hueso, y muy frecuentemente de una alta incidencia de infecciones, osteomielitis y no unión. Durante las ultimas 2 décadas, la evolución de nuevas técnicas y dispositivos, ha dirigido a los cirujanos a aplicar los principios biológicos de la osteosíntesis y cirugía mínimamente invasiva para el tratamiento de las fracturas conminutas de mesetas tibiales. (8) Moore reportó 23% de infección asociada, en fracturas de meseta tratadas mediante reducción abierta con placas medial y lateral, encontraron dificultad en el cierre de la herida y subsecuente dehiscencia en 8 fracturas de 40 casos. La fijación externa ofrece un abordaje intermedio para el tratamiento de fracturas severas de las mesetas tibiales. La superficie articular puede ser tratada con reducción cerrada y fijación con tornillos percutáneos, el cual ha mostrado buenos resultados, en fracturas simples de la meseta, mientras la porción diafisometafisaria puede ser estabilizada con un fijador externo. Algunas técnicas han reportado un fijador externo como un anillo con tensión en los clavillos y un fijador externo medial en conjunción con una placa lateral. Se recomienda que los clavillos de fijación estén localizados en la metáfisis, tan lejos como sea posible de la articulación mientras todavía permitan la fijación, y estos clavillos deben de ser monitorizados cuidadosamente. Algunos signos de 4 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES inflamación alrededor del clavillo debe ser tratado intensamente, por el riesgo de artritis séptica. (5, 9,10, 13) Standard y col. concluyeron en un trabajo realizado que el uso de sistema de estabilización mínima invasiva (LISS) adecuadamente aplicado en fracturas complejas de platillos tibiales, tiene una baja incidencia de complicaciones, ellos reportaron 5.1% mala alineación y 5.1% con infecciones superficiales. (14) Una potencial desventaja de la reducción indirecta y fijación externa es la disminución en la precisión de la reducción de la superficie articular, comparada con una reducción abierta. (5) Se debe abogar por una terapia física temprana para el movimiento de la rodilla y una máquina de movimiento pasivo continuo podría ser usada. La flexión a 90° debería esperarse a las 4 semanas. El soportar peso no debería comenzarse hasta las 10 – 12 semanas en fracturas tipo 41C. (7,14) Complicaciones El porcentaje de infección en una reducción abierta y fijación interna en fracturas de platillos tibiales varia entre 2 y 11%. La trombosis profunda en pacientes tratados quirúrgicamente mediante una reducción abierta y fijación interna es de 6% (7). La sepsisintraarticular combinada con una fijación inestable resulta en una rápida condrolísis y destrucción de la articulación. La técnica híbrida de reducción cerrada, fijación interna mínima y fijación externa han mostrado un porcentaje menor de infecciones comparado con la fijación abierta (7). La cicatrización del mecanismo extensor, con o sin artrofibrosis de la rodilla o articulación patelofemoral, puede dirigir a una restricción del movimiento, Estos efectos son magnificados por la inmovilización después de la fractura. Inmovilizar 5 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES la rodilla periodos mayores de 3 o 4 semanas usualmente resulta en algún grado permanente de rigidez. (7) Los pacientes que no realizan la movilización de la rodilla durante el 1er mes de tratamiento, requieren de movimientos agresivos por fisioterapia y la falla en la flexión después de 8 a 10 semanas postoperatorias, nos alerta sobre la posibilidad de restricción en el arco de movilidad. (7, 11, 12, 13,16) Pacientes en los que la movilización de la rodilla comenzó en las primeras 2 semanas después de la cirugía, tuvieron menos dificultad a la movilización posterior. El promedio de flexión en este grupo fue 129°. En contraste con otro grupo los pacientes inmovilizados de 2 a 6 semanas, tendieron a la rigidez de la rodilla pero el promedio de flexión no fue significativamente mayor a 123°. Sin embargo más de 6 semanas inmovilizados, tuvieron una reducción significativa en la flexión con un promedio de 91°. Además de que hace una correlación significativa entre la rigidez de la articulación y los días de estancia intrahospitalaria prolongados. (12) En un estudio la frecuencia de artrosis postraumática después de una fractura de mesetas tibiales se encontró en 44% de los pacientes después de un seguimiento de 7 años aproximadamente. Y el hundimiento radiográfico de la superficie articular involucraba el mismo compartimiento afectado en la fractura. La no unión es el resultado de severa conminución, fijación inestable, falla en el injerto de hueso. En un estudio de 48 pacientes de seguimiento a 2 años, en el que se realizó fijación interna limitada mas una fijación externa, Weiner et al. Reportaron 4% de no unión, requiriendo reintervención con aplicación de injerto. (7) 6 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES Después de una lesión de mesetas, Volpi et.al reportaron (cifra) que una frecuencia de osteoartritis postraumática degenerativa después de 6 a 8 años de la lesión. (16) La puntuación de la cadera de la clínica Mayo fue descrita por Kavanagh y Fitzgerald (1985). Esta escala ha sido utilizada con éxito para evaluar también el resultado operatorio de la rodilla, y en nuestra unidad ya ha sido empleada para este fin (2). Los datos pueden recopilarse en un cuestionario que es completado en casa por el paciente. (2,17) 7 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES Objetivo Principal. Evaluar la funcionalidad de la rodilla de los pacientes tratados con fracturas de mesetas tibiales tipo C de la AO, mediante técnica mínima invasiva y fijador externo anteromedial de protección y con la escala validada de la Clínica de Mayo. Material y Métodos Fue un reporte de casos, observacional, transversal y retrospectivo Se seleccionaron pacientes con fractura de meseta tibial, clasificadas con el sistema AO como tipo C y que fueron tratados quirúrgicamente con técnica mínima invasiva en el módulo de Rodilla del Hospital de Traumatología y Ortopedia “Lomas Verdes” en un periodo comprendido del primero de Junio de 2005 al 31 de Junio de 2006, obteniéndose 9 pacientes, sin excluir a ninguno, aplicándose la Escala de la Clínica Mayo adaptada a rodilla. La parte clínica aporta 80 puntos y los criterios clínicos utilizados fueron dolor (40 puntos), función (20 puntos) y movilidad y potencia muscular (20 puntos). El análisis se realizó con medidas de tendencia central: media y porcentajes 8 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES Resultados Se estudiaron 9 pacientes, siete hombres y 2 mujeres, de los cuales todos presentaban fractura tipo C de la AO. El intervalo etario de los pacientes estudiados fue de de 44 a 65 años (53 años). La extremidad mas afectada fue la izquierda (siete). La ocupación de los sujetos fue albañil 3 (33.3%), amas de casa 2 (22.2%), empleado 2 (22.2%), chofer de taxi 1 (11.1%) y contador 1 (11.1%). Los mecanismos de lesión fueron las caídas de altura de 2 a 4 metros 4 (44.4%), atropellamiento 3 (33.3%), caída de motocicleta 1 (11.1%) y accidente automovilístico 1 (11.1%). De la clasificación AO se obtuvieron 41 C1.1 2 (22.2%), 41C2.1 3 (33.3%), 41C2.2 1 (11.1%), 41 C2.3 2 (22.2%) y 41 C3.1 1 (11.1%) (Fig. 6). Un paciente era diabético con fractura 41 C1.1, evolucionó con exposición de material de osteosíntesis. Una de las fracturas 41 C2.3 a su ingreso fue manejada con la clasificación de Gustilo tipo III (ver anexo 3), por tiempo de exposición, se estabilizó inicialmente con fijador externo y aseo. Otra paciente con fractura 41C2.3, presentaba una fractura asociada supraintercondílea femoral ipsilateral que fue manejada con tornillos canulados. El material de osteosíntesis utilizado fue placa palo de hockey y un fijador externo medial en los 9 pacientes (100%). Todas las fracturas evolucionaron a la consolidación clínica. El periodo de incapacidad de los pacientes desde el momento de la lesión hasta iniciar el apoyo fue de 3 a 10 meses, antes de enviarlos a rehabilitación. 2 pacientes se complicaron, el primero ya se comentó anteriormente, el segundo presentó fístula de bajo gasto la cual fue tratada con antibióticoterapia en forma externa, con remisión del proceso infeccioso en 15 días. De acuerdo a la escala funcional de Clínica Mayo, se obtuvieron los siguientes resultados: 4 (44:4%) pacientes con función excelente, bueno 2 (22.2%), regular 1 (11.1%) y malo 2 (22.2%) (Tabla 1). 9 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES Discusión La función de la articulación de la rodilla en 4 de los pacientes se recuperó totalmente, 2 de ellos no recuperaron totalmente la movilidad de la articulación, al posponerse el inicio de la rehabilitación, debido a las complicaciones que presentaron (exposición de material de osteosíntesis, lesiones agregadas), no obstante terminaron enviándose a rehabilitación después de 10 meses, con limitación funcional. Consideramos que estas complicaciones no son imputables a la técnica quirúrgica utilizada. En los resultados de las fracturas de mesetas fueron mas comunes en hombres, sin que haya una correlación significativa entre el sexo y el resultado funcional. El mecanismo de lesión mas frecuente fueron las caídas de altura correspondiente a 4 (44.4%), lo que correlacionamos con lo reportado por la literatura, que son lesiones desencadenadas por mecanismo de alta energía. (3, 15). Standard y col. concluyeron en un trabajo realizado que el uso de sistema de estabilización mínima invasiva (LISS) adecuadamente aplicado en fracturas complejas de platillos tibiales, tiene una baja incidencia de complicaciones, ellos reportaron 5.1% mala alineación y 5.1% con infecciones superficiales. (14) En el presente estudio nosotros pudimos corroborar que ante una técnica mínima invasiva, la manipulación de los tejidoses mínima, disminuyendo la morbilidad y la rehabilitación temprana de los pacientes y las complicaciones locales, como dehiscencia de herida, exposición de material de ostesíntesis, rigidez de la articulación. Steven y otros autores mencionan que más de 6 semanas inmovilizados los pacientes tuvieron una reducción significativa en la flexión con un promedio de 91°, además de que hace una correlación significativa entre la rigidez de la 10 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES articulación y los días de estancia intrahospitalaria prolongados (12). Cuatro de los sujetos incluidos en nuestro trabajo, no tuvieron complicaciones como rigidez articular, por la rehabilitación temprana de la articulación afectada, los otros 2 pacientes quedaron con limitación sin llegar a la rigidez, debido a las complicaciones que desarrollaron y no a la técnica quirúrgica utilizada. Todos los pacientes evolucionaron a la consolidación hasta el momento de la evaluación, sin reporte de casos de pseudoartrosis, pero habría que tomarse en consideración que para la evaluación de estos pacientes, ninguno cumplía el año de evolución posquirúrgica, pero todos los pacientes, se encontraban en clínica de rehabilitación y con apoyo. 11 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES Conclusiones Los resultados en cuanto a función de la rodilla son satisfactorios (4 excelentes, 1 bueno, 2 regulares) para los pacientes posoperados de fracturas de mesetas tibiales tipo C de la AO mediante técnica mínima invasiva y fijador externo anteromedial de protección. El número de complicaciones como infección y lesión de tejidos blandos disminuye con esta técnica, en comparación a lo reportado por la literatura mundial en técnicas abiertas. La función de la articulación depende del tiempo en que se inicie la rehabilitación. 12 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES Bibliografía 1.- Hoppenfeld S. Exploración física de la columna vertebral y de las extremidades. Manual Moderno. 20ª impresión. México.1999, 301. pp 332-335. 2.- Vázquez-Avalos F. 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Resultados obtenidos con la Escala de La Clínica Mayo de acuerdo a edad y sexo. Paciente Sexo Edad Clasificación AO Puntaje Resultado Final Mecanismo de lesión 1 Masc 50 41C2.1 51 Regular Caída de altura 2 Fem 54 41C2.3 45 Malo Atropellado 3 Masc 51 41C1.1 72 Excelente Caída de altura 4 Masc 63 41C2.3 18 Malo Atropellado 5 Masc 44 41 C2.2 75 Excelente Accidente en moto 6 Masc 63 41C3.1 66 Bueno Caída de altura 7 Fem 65 41C2.1 80 Excelente Caída de altura 8 Masc 47 41C1.1 45 Malo Atropellado 9 Masc 52 41C2.1 74 Excelente Accidente vial 15 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES ANEXO 1 TÉCNICA QUIRÚRGICA Paciente decúbito dorsal bajo efecto de bloqueo regional vs anestesia general, de acuerdo a la indicación de anestesiología, se realiza antisepsia de la región y colocación de campos estériles, se procede a realizar vaciamiento con venda de smarch (y si cuenta con fijador externo vaciamiento por gravedad), se aplica isquemia con kidde. Bajo control fluoroscópico, se procede a verificar las condiciones del trazo de fractura, se realiza abordaje proximal lateral de aproximadamente 4 cm. Y se procede a verificar bajo control fluoroscópico la posición de la placa (la cual no rebase el borde articular, y sea suficiente para la colocación de los tornillos de esponjosa 6.5 proximales). Se procede a labrar lecho y deslizar la placa lateralmente realizándose una incisión distal al trazo de fractura, verificando posición previamente bajo control fluoroscópico. Se procede a colocar los tornillos proximales y posteriormente los distales, completando 8 corticales. Se verifica resultado con toma de control radiográfico, y observándose una restitución adecuada de la superficie articular, se procede a colocar el fijador externo anteromedial con 1 schanz proximal y 1 distal y una barra de fibra de carbono, como protección. Se realiza aseo y se procede a colocar vendaje elástico compresivo. 16 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES ANEXO 2 Clasificación de Gustilo y Anderson de fracturas expuestas. Grado I. Herida menor de 1 cm. Mínimo daño a los tejidos blandos. Grado II Heridamayor de 1 cm. Moderado daño de los tejidos blandos. Contaminación mínima. Grado III. Herida extensa. Típicamente mayor de10 cm. IIIa Adecuada cobertura de la fractura por los tejidos blandos IIIb Daño o pérdida del periostio. Requiere cubierta. Contaminación masiva IIIc Daño arterial . 17 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES ESCALA DE LA CLÌNICA MAYO VARIABLE VALOR Dolor (40 puntos) Ninguno 40 Leve u ocasional 35 Moderado 20 Grave 0 Función (20 puntos) Distancia caminada (15 puntos) 10 manzanas o mas 15 6 o mas manzanas 12 1- 3 manzanas 7 Interiores 2 Incapaz de caminar 0 Apoyos (5 puntos) Ninguno 5 Bastón ocasionalmente 4 Bastón o muleta siempre 3 Dos bastones, muletas 2 Andador 1 Incapaz de caminar 0 Movilidad y potencia muscular (20 puntos) Coche (5 puntos) Sin dificultad 5 Con dificultad 3 Incapaz 0 Cuidado de los pies (5 puntos) Sin dificultad 5 Con dificultad 3 Incapaz 0 Cojera ( 5 puntos) Ninguna 5 Leve 3 Grave 0 Escaleras (5 puntos) Normal 5 Con pasamanos 4 Paso a paso 2 Incapaz 0 18 FONSECA-BERNAL M. FUNCIONALIDAD DE LA RODILLA, POSTERIOR AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE MESETAS TIBIALES La Escala de la Clínica Mayo, fue adaptada a la evaluación funcional de la rodilla por el Dr. Vázquez Avalos (2), la cual evalúa en su parte clínica 80 puntos. Los criterios clínicos incluyen dolor 40 puntos, función 20 puntos, movilidad y potencia muscular 20 puntos. Sus resultados los cuantifica de la siguiente manera: excelente 71-80, bueno 61- 70, regular 51-60, menor de 50 malo. 19 Portada Índice General Resumen Texto Conclusiones Bibliografía
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