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Satisfacción del Paciente Hospitalizado con el Cuidado de Enfermería

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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla 
Facultad de Enfermería 
Secretaría de Investigación y Estudios de Posgrado 
Tesis 
“Satisfacción del Paciente Hospitalizado 
con el Cuidado de Enfermería” 
Presenta 
LE. Tomasa Reyna Delgado Rosales 
Para Obtener el Grado de 
Maestra en Enfermería 
Enero 2018 
1918 
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla 
Facultad de Enfermería 
Secretaría de Investigación y Estudios de Posgrado 
 
 
 
 
 
 
 
 
Tesis 
“Satisfacción del Paciente Hospitalizado 
con el Cuidado de Enfermería” 
 
Presenta 
LE. Tomasa Reyna Delgado Rosales 
 
Director de Tesis 
ME. Noé Xicali Morales 
 
 
Para Obtener el Grado de 
Maestra en Enfermería 
 
 
Enero 2018 
1918 
 
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla 
Facultad de Enfermería 
Secretaría de Investigación y Estudios de Posgrado 
 
 
 
 
 
 
 
 
Tesis 
“Satisfacción del Paciente Hospitalizado 
con el Cuidado de Enfermería” 
 
Presenta 
LE. Tomasa Reyna Delgado Rosales 
 
Codirectora de Tesis 
MCE. María Luz de Ávila Arroyo 
 
 
Para Obtener el Grado de 
Maestra en Enfermería 
 
 
Enero 2018 
1918 
 
Tesis: Satisfacción del Paciente Hospitalizado con el Cuidado de Enfermería. 
Número de registro: SIEP/ME/042/2017 
 
Jurado de Examen de Grado 
 
______________________________________ 
ME. Noé Xicali Morales 
Presidente 
 
______________________________________ 
MCE. María Luz de Ávila Arroyo 
Secretaria 
 
______________________________________ 
MCE. Inés Tenahua Quitl 
Vocal 
 
_____________________________________ 
MCE. Sebastiana del Rosario Gargantua Águila 
Vocal 
 
_____________________________________ 
ME. Noé Xicali Morales 
Director de Tesis 
 
 
_______________________________ ________________________________ 
____________________________ 
 
 
 
Enero 2018 
 
MCE. Erika Pérez Noriega 
Directora de la Facultad de Enfermería de la 
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla 
Dr. Francisco Javier Báez Hernández 
Secretario de Investigación y Estudios 
de Posgrado 
 
Tabla de Contenido 
 Página 
Capítulo I 
Introducción 1 
 1.1 Planteamiento del Problema 1 
 1.2 Propósito del Estudio 4 
 1.3 Marco de Referencia 4 
 1.3.1. Factores personales 4 
 1.3.1.1 Factores personales biológicos 5 
 1.3.1.2 Factores personales socioculturales 6 
 1.3.1.3 Factores personales psicológicos 6 
 1.3.2. Satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de 
 enfermería 
8 
 1.4 Estudios Relacionados 10 
 1.4.1 Factores personales biológicos 10 
 1.4.2 Factores personales socioculturales 12 
 1.4.3 Factores personales psicológicos 14 
 1.4.4 Satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de 
 enfermería 
15 
 1.5 Definición Operacional 16 
 1.6 Objetivo General 18 
 1.6.1 Objetivos específicos 18 
Capítulo II 
Metodología 19 
 2.1 Diseño del Estudio 19 
 2.2 Población 19 
 2.3 Muestra y Muestreo 19 
 2.4 Criterios de Selección 19 
 2.4.1 Criterios de inclusión 19 
 2.4.2 Criterios de exclusión 20 
 2.4.3 Criterios de eliminación 20 
 2.5 Instrumentos de Medición 20 
 2.5.1 Cédula de Datos del Paciente 20 
 2.5.2 Cuestionario de Salud SF-36 20 
 2.5.3 Cuestionario de Evaluación de la Satisfacción del 
 Paciente con el Cuidado de Enfermería CARE-Q 
22 
 2.6 Procedimiento 23 
 2.7 Ética del Estudio 24 
 2.8 Plan de Análisis Estadístico 25 
Capítulo III 
Resultados 26 
 3.1 Confiabilidad de los Instrumentos 26 
 3.2 Estadística Descriptiva 27 
 3.3 Estadística Inferencial 29 
 3.3.1 Prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov con corrección 
 de Lilliefors 
29 
Capítulo IV 
Discusión 33 
 4.1 Limitaciones 39 
 4.2 Recomendaciones 39 
 4.3 Conclusiones 40 
Referencias 42 
Apéndices 
 A. Consentimiento Informado 50 
 B. Cédula de Datos del Paciente 52 
 C. Cuestionario de Salud SF-36 53 
 D. Cuestionario de Evaluación de la Satisfacción del Paciente con 
 el Cuidado de Enfermería CARE-Q 
56 
 E. Tarjetas de opciones de respuestas para el Cuestionario de Salud 
 SF-36 
59 
 F. Tabla 8. Estadística descriptiva de la variable satisfacción del paciente 
 hospitalizado con el cuidado de enfermería 
61 
 
Lista de tablas 
Tabla Página 
1. Confiabilidad del Cuestionario de Salud SF-36 26 
2. Confiabilidad del Cuestionario de Satisfacción del Paciente con el 
 Cuidado de Enfermería CARE-Q 
27 
3. Estadística descriptiva de las variables de estudio 28 
4. Estadística descriptiva de las variables numéricas y prueba 
 de Kolmogorov- Smirnov (KS) con corrección de Lilliefors 
29 
5. Prueba de U de Mann-Whitney para la satisfacción del paciente 
 hospitalizado con el cuidado de enfermería por sexo y manejo 
 de síntomas 
30 
6. Matriz de correlación de Spearman de las variables numéricas y la 
 Satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de 
 enfermería 
31 
7. Matriz de correlación de Spearman de las dimensiones del estado de salud 
 percibido con los índices de las subescalas de satisfacción del paciente 
 hospitalizado con el cuidado de enfermería 
32 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Resumen 
Tomasa Reyna Delgado Rosales Fecha de Graduación: Enero 2018 
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla 
Facultad de Enfermería 
Título: Satisfacción del Paciente Hospitalizado Candidato para el Grado de 
con el Cuidado de Enfermería Maestra en Enfermería 
Número de páginas: 70 
Área de Estudio: Enfermería Clínica 
 
Introducción. En la actualidad los sistemas de salud destacan la importancia de la 
orientación de sus servicios hacia las necesidades y satisfacción de los pacientes. Lo que 
ha generado la necesidad de una mejor comprensión del fenómeno. En este sentido, 
existe evidencia de que los cuidados de enfermería son los principales determinantes de 
la satisfacción de los pacientes hospitalizado y de la influencia de factores personales 
para definir sus niveles. 
 
Objetivo. Determinar la relación entre los factores personales: biológicos (sexo y edad), 
socioculturales (escolaridad y hospitalizaciones previas) y psicológicas (manejo de 
síntomas y estado de salud percibido) y la satisfacción del paciente hospitalizado con el 
cuidado de enfermería. 
 
Metodología. El diseño fue descriptivo correlacional, la muestra incluyó a 217 pacientes 
hospitalizados en una unidad pública de segundo nivel de atención, con selección no 
probabilística por conveniencia. Los instrumentos aplicados fueron la Cédula de Datos 
del Paciente, el Cuestionario Salud SF-36 y el Cuestionario de Evaluación de la 
Satisfacción del Paciente con el Cuidado de Enfermería CARE-Q. La investigación se 
realizó de acuerdo con lo estipulado en el Reglamento de la Ley General de Salud en 
Materia de Investigación para la Salud. 
 
Resultados. La mayoría de los pacientes fueron del sexo femenino (80.6 %). La edad 
promedio fue de 32 años. El promedio de escolaridad fue de 8.7 años. La mayoría de los 
pacientes reportaron hospitalizaciones previas (58.6 %). El 74.7% reportó percepción de 
manejo de síntomas mejor de lo esperado. La satisfacción del paciente con el cuidado de 
enfermería obtuvo una puntuación media de 81.78. La diferencia en la satisfacción de 
los pacientes por sexo (U = 3102.50, p = .117) y manejo de síntomas (U = 4221.50, 
p = .562) no fue estadísticamentesignificativa. Respecto a la relación de la satisfacción 
de los pacientes con los factores personales: edad, escolaridad y hospitalizaciones 
previas, la correlación no fue significativa (p ˃ .05). Sin embargo, se observaron dos 
correlaciones con el estado de salud percibido. 
 
Conclusiones. Se estableció relación con el estado de salud percibido a través de las 
correlaciones entre las dimensiones “Salud general” y “Vitalidad” con las subescalas 
“Mantiene relación de confianza” y “Accesibilidad” (rs = -.147, p = .031 y rs =.158, 
P = .020) respectivamente. 
 
Firma del Director de Tesis: __________________________________________
 1 
Capítulo 1 
Introducción 
1.1 Planteamiento del Problema 
 La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2009), se ha manifestado de manera 
permanente en favor de la calidad y seguridad de los pacientes, por lo que, en la 
actualidad los sistemas de salud destacan la importancia de orientar sus servicios 
hacia las necesidades de los pacientes y su satisfacción como un indicador clave en el 
resultado de la atención médica otorgada (Moreno-Monsiváis, Interial-Guzmán, 
Sauceda-Flores, Vázquez-Arreola y López-España, 2011). 
 Al respecto, la satisfacción del paciente se ha asociado con el cumplimiento del 
tratamiento médico y se ha evidenciado que los niveles de satisfacción están ligados a 
la continuidad en el uso de los servicios de salud, lo cual repercute en los costos e 
imagen institucional. También se ha documentado que en la mayoría de los casos la 
atención institucional es la única alternativa para los pacientes, por lo que dependen 
en su totalidad de la eficacia del sistema sanitario (Feldman, Vivas, Lugli, Alviarez, 
Pérez y Bustamante, 2007; Jaraíz, Lagares y Pereira, 2013). 
 En el contexto internacional existen estudios que reportan diferentes niveles de 
satisfacción en los pacientes hospitalizados con el cuidado de enfermería. En Arabia 
Saudita y Colombia se tienen registros de niveles altos (86 % y 77.4 %), sin embargo, 
en Etiopía los hallazgos muestran resultados menores (61.9 y 52.5 %) (Atallah, 
Hamdan-Mansour, Al-Sayed y Aboshaiqah, 2013; Eyasu, Adane, Amdie, Getahun y 
Biwota, 2016; Rojas y Barajas, 2012; Woldeyohanes, Woldehaimanot, Kerie, 
Mengistie y Yesuf, 2015). 
 En México, la Secretaría de Salud (SS, 2013) ha establecido la opinión del 
 2 
usuario como un referente de la situación real de la atención médica y ha exhortado al 
personal sanitario a identificar las necesidades de los pacientes y mejorar los índices 
de satisfacción. Al respecto, la SS (2012) en su Informe Final sobre la Evaluación 
Externa del Sistema Integral de Calidad en Salud (SICALIDAD) de 2012, reportó un 
nivel de satisfacción alta (78 %) a nivel nacional. En el mismo contexto, otros 
estudios realizados en la Ciudad de México y Chihuahua han registrado niveles altos 
(77.5 %) y medios (54 %) respectivamente (Álvarez, Olivares y Cadena, 2012; Ruiz-
Montes, Romero-Quechol, Trejo-Franco, Martínez-Olivares y Cuevas-Cancino, 
2015). 
 Asimismo, la evidencia científica señala que la presencia de ciertos factores 
personales influye en el nivel de satisfacción del paciente con el cuidado de 
enfermería, como la edad, sexo, escolaridad, hospitalizaciones previas, manejo de 
síntomas y el estado de salud percibido (Álvarez et al., 2012; De los Ríos y Ávila, 
2004; Moreno-Monsiváis et al., 2011; Ruiz-Montes et al., 2015; Thornto y Mark, 
2009). 
 Existen registros de mayor tendencia hacia la satisfacción en pacientes adultos 
mayores, con explicación en sus grandes necesidades de comunicación y apoyo para 
sus actividades diarias a diferencia de los pacientes jóvenes, en quienes la 
insatisfacción se asocia con la tendencia a un menor cumplimiento de las indicaciones 
y recomendaciones del personal de salud (Batbaatar, Dorjdagva, Luvsannyam y 
Amenta, 2015; De los Ríos y Ávila, 2004; Gorari y Theodosopoulou, 2015). 
 Igualmente, se reporta mayor satisfacción en pacientes que perciben su estado de 
salud de bueno a excelente, relacionándolo con un buen estado de ánimo e influencia 
positiva, derivada de la buena percepción de su estado de salud. De manera inversa, 
 3 
pacientes expuestos a situaciones de estrés y ansiedad, con origen en enfermedades 
limitantes a largo plazo; enfermedad concomitante, obesidad, discapacidad y mal 
estado de salud en general, se han vinculado con niveles de insatisfacción con el 
cuidado de enfermería (Batbaatar et al., 2015; Eyasu et al., 2016; Moreno-Monsiváis 
et al., 2011; Thornton y Mark, 2009). 
 En el mismo tenor, algunas investigaciones señalan que pertenecer al sexo 
femenino, no tener educación formal, contar con hospitalizaciones previas y percibir 
un adecuado manejo del dolor, está relacionado con mayores niveles de satisfacción, 
sin embargo, estos resultados no son contundentes debido principalmente a la 
influencia sociocultural del paciente (Batbaatar, Dorjdagva, Luvsannyam y Amenta, 
2015; Eyasu et al., 2016; Levandovski, Dias da Silva y Marques, 2015; Moreno-
Monsiváis et al., 2011; Woldeyohanes et al., 2015). 
 Frente a este panorama, surge la necesidad de determinar la relación entre los 
factores personales (biológicos, socioculturales y psicológicos) y la satisfacción del 
paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería, dado que, existe evidencia del 
impacto directo de éste en la atención de los pacientes y se considera que es el 
principal determinante de su satisfacción, ya que las enfermeras están involucradas en 
casi todos los aspectos de la atención del paciente e interactúan con ellos con más 
frecuencia que cualquier otro profesional sanitario en un hospital. De igual modo, 
representan el mayor porcentaje de personal (40% al 60%) dentro de los servicios de 
salud. De ahí que, las enfermeras tienen un papel clave para medir y mejorar la 
satisfacción del paciente y demostrar el impacto de sus cuidados (Atallah, Hamdan-
Mansour, Al-Sayed, Aboshaiqah, 2013; Levandovski et al., 2015; Poblete-Troncoso, 
Valenzuela-Suazo y Merino, 2012; Serrano y Tejedor, 2013). 
 4 
 A su vez, es necesario que las enfermeras integren a su quehacer disciplinar las 
percepciones del paciente desde su marco de valores, creencias, modos de vida, 
circunstancias y factores personales que evidencien los requisitos de cuidado, para 
cumplir con el proceso de satisfacción de sus necesidades de salud, asumiendo con 
ello el compromiso de la atención de enfermería, la cual se define como acciones 
intencionadas de cuidado físico, atención del estado emocional y la promoción de un 
sentido de seguridad para el paciente (Gaviria, 2009; Hernández-Betancur y Vásquez-
Truisis, 2015; Larson y Freketich, 1993). 
1.2 Propósito del Estudio 
 Con base en la evidencia científica sobre el fenómeno de estudio, se planteó la 
siguiente pregunta de investigación: 
¿Cuál es la relación entre los factores personales: biológicos (edad, sexo), 
socioculturales (escolaridad, hospitalizaciones previas) y psicológicos (manejo de 
síntomas y estado de salud percibido) y la satisfacción del paciente hospitalizado con 
el cuidado de enfermería, en una unidad pública de segundo nivel de atención en el 
estado de Oaxaca, México? 
1.3 Marco de Referencia 
 La investigación estuvo orientada por los conceptos de factores personales 
biológicos (edad y sexo), socioculturales (escolaridad y hospitalizaciones previas), 
psicológicos (manejo de síntomas y estado de salud percibido) y satisfacción del 
paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. 
 1.3.1 Factores personales. 
 Los factores personales son las condiciones que intervienen para determinar la 
satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería, para efectos de 
 5 
este estudio se consideraron los factores personales biológicos, socioculturales y 
psicológicos (Álvarez etal., 2012; De los Ríos y Ávila, 2004; Moreno-Monsiváis et 
al., 2011; Ruiz-Montes et al., 2015; Thornto y Mark, 2009). 
 1.3.1.1 Factores personales biológicos. 
 De los factores personales biológicos se abordaron la edad y el sexo. A este 
respeto, la edad es considerada como el número de años cumplidos y reportados por 
el paciente. En la literatura se registra como una de las variables más consistentes en 
la predicción de la satisfacción de los pacientes, se ha documentado que los pacientes 
adultos mayores se muestran más satisfechos que los jóvenes, lo que se atribuye a 
diferencias en sus expectativas y evaluación de satisfacción, dado que los adultos 
mayores valoran más los aspectos interpersonales de la atención y los jóvenes la 
continuidad de los cuidados y los aspectos técnicos. (Batbaatar et al., 2015; De los 
Ríos y Ávila, 2004; Gorari y Theodosopoulou, 2015) 
 En cuanto al sexo, éste se refiere a la característica biológica que definen a los 
pacientes en masculino y femenino, algunos estudios han registrado mayores niveles 
de satisfacción en las pacientes femeninas, principalmente cuando son atendidas por 
personal de su mismo sexo, especialmente en las intervenciones gineco-obstétricas, 
también se ha asociado a un menor nivel educativo en comparación con los hombres, 
por lo que su conocimiento y expectativa pudieran ser más bajas. Sin embargo, otros 
estudios concluyen que los hombres son más propensos a expresar mayor satisfacción 
con los cuidados de enfermería y consideran muy importantes los cuidados de 
confort, privacidad y limpieza (Batbaatar et al., 2015; Eyasu et al., 2016). 
 
 
 6 
 1.3.1.2 Factores personales socioculturales. 
 Respecto a los factores personales socioculturales, se estudió la escolaridad y las 
hospitalizaciones previas. La escolaridad corresponde a los años de educación formal 
del paciente. La literatura refiere que los pacientes con menos grados de educación 
expresan niveles más altos de satisfacción con la atención de enfermería, lo cual, se 
relaciona con desconocimiento de sus derechos, expectativas bajas hacia la atención 
de sus necesidades e inseguridad para reportar insatisfacción. En otras palabras, 
mayores niveles de educación favorecen el acceso a más y mejor información para 
evaluar adecuadamente su satisfacción en relación con la atención recibida (Batbaatar 
et al., 2015; Gorari y Theodosopoulou, 2015; Woldeyohanes et al., 2015). 
 Las hospitalizaciones previas se concederán como el número de internamientos 
previos en el hospital, las cuales ejercen influencia en las expectativas de los 
pacientes acerca de los cuidados de enfermería. Dado que, en cada internamiento el 
paciente se almacena información como producto de su interacción con el equipo de 
salud, la cual nutre sus expectativas respecto a lo que es posible que ocurra durante 
una nueva hospitalización, por lo que, cuando las experiencias coinciden con las 
expectativas, dan un sentido de control al paciente que lo llevan a experimentar un 
estado de bienestar que se traduce en satisfacción con la atención otorgada (Batbaatar 
et al., 2015; Hamui, Fuentes, Aguirre y Ramírez, 2013; Moreno-Monsiváis et al., 
2011; Thornton y Mark, 2009). 
 1.3.1.3 Factores personales psicológicos. 
 En relación con los factores personales psicológicos, se consideraron el manejo 
de síntomas y el estado de salud percibido. El manejo de síntomas se refiere a la 
percepción del paciente respecto a la atención que le brinda el personal de enfermería 
 7 
para el control del malestar derivado de la patología o tratamiento médico. Los 
reportes indican que quienes perciben una gestión eficaz de su sintomatología (dolor, 
náuseas, mareos) se sienten más satisfechos, ya que vinculan la preocupación, 
atención y cuidado de enfermería con la disminución de sus síntomas, resultando un 
sentimiento de satisfacción con el cuidado otorgado. No así, quienes reportan fuertes 
dolencias crónicas y molestias graves (Batbaatar et al., 2015; Buchanan et al., 2015; 
De los Ríos y Ávila, 2004; Moreno-Monsiváis et al., 2011). 
 En cuanto al estado de salud percibido, este se define como la información 
proporcionada por el mismo paciente acerca su situación de salud, producto de su 
conocimiento e interpretación; sin que necesariamente haya sido confirmado por 
personal médico. Es un indicador utilizado por excelencia para la aproximación al 
estado de salud de las poblaciones y las personas. En la literatura se reporta como uno 
de los predictores más fuertes de la satisfacción del paciente hospitalizado, con 
evidencia de mayor satisfacción en pacientes que perciben su estado de salud de 
bueno a excelente y de manera inversa, mayores niveles de insatisfacción en 
pacientes expuestos a situaciones de estrés y ansiedad por un estado de salud precaria 
(Agudelo-Londoño, Giraldo-Villa y Romero-Nieto, 2012; Batbaatar et al., 2015; 
Eyasu et al., 2016; Moreno-Monsiváis et al., 2011). 
 Una de las propuestas más utilizada para conocer el estado de salud percibido de 
los pacientes, es la que evalúa la función física, rol físico, dolor corporal, salud 
general, vitalidad, función social, rol emocional y salud mental. La cual permite 
conocer la percepción del paciente respecto a sus limitaciones en las actividades 
físicas diarias; la interferencia de su salud en el rendimiento diario; la intensidad del 
dolor y su efecto en el trabajo y en las actividades del hogar; la valoración del 
 8 
paciente sobre su estado de salud; el nivel de vitalidad al comparar la energía frente al 
cansancio y desánimo; la interferencia de los problemas físicos o emocionales en la 
vida social habitual; la afectación de los problemas emocionales en el trabajo y 
actividades diarias; así como, la valoración de la salud mental general a partir de la 
depresión, ansiedad, autocontrol y bienestar general (Vilagut et al., 2005). 
 1.3.2 Satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. 
 La satisfacción se define como un sentimiento de bienestar o placer cuando se ha 
colmado un deseo o cubierto una necesidad, significado de que algo está bien, que se 
ha saldado una deuda o una obligación, todo esto, resultado de la ponderación de un 
conjunto de factores intersubjetivos y culturales resumidos en un proceso reflexivo de 
la persona (Diccionarios Oxford, 2017; Hamui et al., 2013). 
 Para el sistema sanitario, la satisfacción se conceptualiza como la congruencia 
entre la atención médica recibida y las necesidades, deseo o expectativa del paciente, 
en particular en el aspecto del proceso interpersonal. Respecto al cuidado de 
enfermería, se explica como el grado de concordancia entre las expectativas del 
paciente con las acciones intencionadas de cuidado físico y emocional que dan como 
resultado un sentido de seguridad en el paciente (Batbaatar et al., 2015; Larson y 
Freketich, 1993; Rojas y Barajas, 2012). 
 En este sentido, el cuidado de enfermería es considerado un proceso interpersonal 
de interacción entre dos seres humanos, la persona que cuida (enfermera) y la persona 
que es cuidada (paciente), en donde se incorporan conocimientos, actitudes, 
responsabilidades y acciones significativas de ayuda e interés, mediante la empatía y 
comprensión del paciente como persona que piensa, siente y padece (Guevara et al., 
2014). 
 9 
 Significa dar tiempo y estar disponible para los pacientes y familiares, con 
énfasis en la ética del cuidado, la comprensión y conducta moral; haciéndolo 
significativo a través de un acuerdo mutuo (enfermera y paciente) sobre los cuidados 
más apropiados para un mayor beneficio y restauración de su salud (Ahmed, Gamil, 
Ahmed y Sayed, 2013; Salazar, 2011). 
 Consiste en una serie de competencias combinadas de conocimiento, habilidades, 
destreza manual, creatividad,sensibilidad y pensamiento crítico. Dividido en cuidado 
emocional y técnico científico. El cuidado emocional implica apoyo a través de la 
fidelidad, confianza, esperanza y calidez, que inspiren sentimientos de seguridad, 
tranquilidad y bienestar emocional. El técnico científico, hace referencia a aspectos 
tangibles como los procesos y procedimientos técnicos, se centran la realización de 
actividades de higiene personal, bienestar físico y el suministro de información 
médica veraz y oportuna (Ahmed, Gamil, Ahmed y Sayed, 2013; Salazar, 2011; 
Waldow, 2014). 
 Al respecto, Larson (como se citó en Rojas y Barajas, 2012) menciona que la 
satisfacción del paciente en con el cuidado de enfermería se puede determinar a través 
del estudio de la accesibilidad del personal de enfermería para la atención oportuna 
del paciente; la explicación clara y precisa de los procedimientos que faciliten la 
ejecución de los cuidados y la cooperación del paciente; el confort en un ambiente de 
bienestar y comodidad que inspire consuelo y ánimo; la ejecución anticipada de 
cuidados personalizados para prevenir complicaciones;, el vínculo de una relación de 
confianza a través de la empatía y cordialidad que inspire seguridad y el monitoreo y 
seguimiento con base en el conocimiento de cada paciente y el dominio técnico y 
científico de los procedimientos. 
 10 
1.4 Estudios Relacionados 
 Los reportes de investigación considerados en este estudio involucran los 
conceptos de factores personales biológicos (sexo y edad), socioculturales 
(escolaridad y hospitalizaciones previas), psicológicos (manejo de síntomas y estado 
de salud percibido) y satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de 
enfermería. 
 Batbaatar, Dorjdagva, Luvsannyam, Savino y Amenta (2016) en una revisión 
sistemática, identificaron las variables de la satisfacción de los pacientes y las razones 
de resultados contradictorios, reportados en la literatura entre 1980 y 2014, en 109 
artículos. Los hallazgos documentaron a la edad, como la variable más importante y 
consistente. El estado de salud autoevaluado se reportó, como uno de los predictores 
más fuertes de la satisfacción. El género, no tuvo un patrón claro. En cuanto a la 
educación, los menos educados tendían a estar más satisfechos, sin embargo, los 
resultados no fueron concluyentes. Los pacientes con síntomas graves y dolor 
reportaron menor satisfacción. Entre los factores determinantes relacionados con el 
equipo de salud, se encontró la calidad de las habilidades interpersonales como el 
factor más sobresaliente. 
 1.4.1 Factores personales biológicos. 
 Eyasu, Adane, Amdie, Getahun y Biwota (2016) realizaron un estudio 
cuantitativo y transversal, en 380 pacientes adultos, con el objetivo de evaluar su 
satisfacción con los cuidados de enfermería y los factores asociados, en un hospital de 
Etiopía. La muestra fue integrada en un 50.3% por mujeres, con edad media de 38.6 
años (DE = 14.50), 48.4% no tenía educación formal y un 52.5% de los pacientes 
estaban satisfechos con los cuidados de enfermería. Las mujeres reportaron dos veces 
 11 
más probabilidad de estar satisfechas que los hombres (OR = 2.2, IC 95% [1.3, 3.7]), 
al igual que los pacientes en el grupo de edad de 18 a 30 años en comparación con los 
mayores de 61 años (OR = 4.7, IC 95% [1.9, 11.5]) y quienes percibieron su salud 
actual en buenas condiciones a diferencia de quienes la percibieron como precaria 
(OR = 2.0, IC 95% [1.2, 3.3]). 
 Ferreira, Guedes, Moreira, Baracho, Caldeira, Guedes, Ferreira y Ribeiro (2016). 
en un estudio transversal y correlacional, analizaron la satisfacción del paciente con el 
cuidado de enfermería en un hospital de referencia en Brasil. La muestra incluyó a 
233 pacientes, 53.4% correspondió al sexo masculino, la edad promedio fue de 53.3 
años (DE = 19.15) y 43.0% tenían instrucción primaria incompleta. Los resultados 
mostraron correlación estadísticamente significativa con la edad (r =.136, p = 0.042) 
e informaron que el sexo no influyó en la evaluación de la satisfacción. 
 Puch-Ku, Uicab-Pool, Ruiz-Rodríguez y Castañeda-Hidalgo (2016) llevaron a 
cabo un estudio descriptivo y correlacional, para determinar la relación entre las 
dimensiones del cuidado de enfermería con el nivel de satisfacción de los pacientes 
adultos hospitalizados, en Yucatán, México. La muestra integró a 296 pacientes. La 
satisfacción registró una media de 70.1 (DE = 8.8). Los resultados no mostraron 
relación con la escolaridad (X2 = 2.62, p > 0.05), sexo (X2 = 1.28, p > 0.05) y edad 
(r = 0.007, p > 0.05). 
 Abrahamsen, Hall-Lord, Karlsson, Appelgren y Wilde-Larsson (2013) en un 
estudio transversal, exploraron y describieron la satisfacción de la calidad del cuidado 
de los pacientes y sus posibles factores en cinco hospitales de Noruega. La muestra 
fue de 373 paciente. La edad promedio fue de 54.7 años (DE = 16.49), 52.3% fueron 
 12 
mujeres y el 41% reportaron educación media superior. Los resultados mostraron 
satisfacción general media de 3.44 (DE = 12.46) en una escala de cuatro puntos. 
Igualmente, reportaron que no hubo significancia estadística entre la edad (r = -0.04, 
p > 0.05) y sexo (t = -0.052, p = 0.958) con la satisfacción de los pacientes. 
 1.4.2 Factores personales socioculturales. 
 Woldeyohanes, Woldehaimanot, Kerie, Mengistie y Yesuf (2015), llevaron a 
cabo una investigación de tipo cuantitativo y transversal, con el objetivo de medir y 
describir el nivel de satisfacción del paciente con los servicios de salud en el hospital 
de la Universidad de Jimma, al Sudoeste de Etiopía. La muestra integró a 189 
pacientes, de los cuales 54% correspondió a mujeres, la edad promedio fue de 26.5 
años (DE = 15.10), 54% no tenían educación formal. Los resultados mostraron nivel 
de satisfacción general de 61.9%. Los pacientes sin educación formal estaban más 
satisfechos (76.9%) que sus contrapartes (X2 = 17.006, p = 0.004). En relación con el 
sexo, las mujeres estuvieron más satisfechas (62.7%) que los hombres (60.9%), en 
cuanto a los internamientos, los pacientes de primera vez reportaron mayor 
satisfacción (63.9%) que los subsecuentes (55.6%), sin embargo, en ambos casos no 
se encontró diferencia significativa (X2 = 0.066, p = 0.797), (X2 = 1.010, p = 0.315) 
respectivamente. 
 Levandovski, Dias da Silva y Marques (2015) en un estudio cuantitativo,�
descriptivo de corte transversal, analizaron la satisfacción del paciente con el cuidado 
de enfermería, en el servicio de urgencias de un hospital de la región sur de Brasil. La 
muestra fue compuesta por 250 pacientes con edad promedio de 56.3 (DE = 16.7), 
56.4% correspondió al sexo femenino y 50.8% tenía instrucción primaria incompleta. 
 13 
Los resultados evidenciaron correlación estadísticamente significativa entre la�edad 
(r = 0.38, p < 0. 001) y el nivel de educación (r = 0.16, p = 0.009) con la satisfacción 
de los pacientes.� 
 Gorari y Theodosopoulou (2015) determinaron a través de un estudio descriptivo 
y correlacional, la satisfacción de los pacientes sometidos a cirugía por cáncer con el 
cuidado de enfermería y su asociación con las características demográficas, en 
pacientes hospitalizados del Hospital Universitario de Grecia. La población se integró 
con 181 pacientes de los cuales 51.9% correspondió al sexo femenino. La edad 
promedio fue de 65 años (DE = 12.6), 51.9% reportó estudios de primaria. El 
promedio general de satisfacción fue de 84.4 (DE = 13.39). El análisis multivariante 
reportó correlación estadísticamente significativa entre el nivel educativo y el índice 
de satisfacción de los pacientes (ß = -4.7, p < 0.001), los pacientes con bajos niveles 
de educación expresaron mayor satisfacción con el cuidado de enfermería. 
 Álvarez, Olivares, Cadena y Olvera (2012) llevaron a cabo en la Ciudadde 
México, un estudio prospectivo, correlacional y transversal, con el objetivo de 
comparar el grado de satisfacción de los pacientes con el cuidado de enfermería de 
acuerdo con el género y su asociación con los datos sociodemográficos. La población 
se integró con 286 pacientes, con promedio de edad de 49.9 años (DE = 17). El 
54.5% fueron hombres y 69% reportó nivel de educación básica. En cuanto a los 
grados de satisfacción, 57% reportaron satisfacción total, 20.6% parcial y 10.8% 
regular. De acuerdo con el género, se encontró que los hombres estaban más 
satisfechos al obtener una media más alta que las mujeres (! = 129.4, DE = 28 vs 
! = 125.7, DE = 31.4); sin embargo, esta diferencia no fue estadísticamente 
 14 
significativa (t = -1.04, gl = 284, p = 0.295), al igual que las comparaciones entre 
grupos de diferentes niveles de estudios (F = 0.580, gl = 284, p = 0.629). 
 1.4.3. Factores personales psicológicos. 
 Machado, Souza, Almeida, Corrente, Ruiz y De Vitta (2016) llevaron a cabo un 
estudio con el objetivo de verificar el nivel de calidad de vida relacionada con la 
percepción del estado de salud, en 600 adultos mayores de 20 años edad y su 
asociación con la morbilidad reportada en Brasil. El instrumento de recolección de 
datos fue el Cuestionario de Salud SF-36. Los resultados evidenciaron asociación 
entre la edad y el estado general de salud percibido. El grupo de 20 a 35 años reportó 
puntuación media de 71.7 (DE = 17.23); el de 36 a 59 años de 71.6 (DE = 17.29) y el 
de 60 años puntuó 68.3 (DE = 23.3). La dimensión más afectada fue vitalidad con una 
media de 64.9 (DE = 12.15). Los adultos mayores tuvieron las peores puntuaciones 
en las dimensiones dolor corporal (! = 67.89, DE = 17.38) y funcionamiento físico 
(! = 66.94, DE = 46.08). 
 Meza-García, Reynaga-Ornelas, Baldwin, Caudillo-Cisneros, Dávalos-Pérez y 
Jiménez-García (2013) realizaron un estudio en 30 pacientes adultos, para describir la 
calidad de vida con base en el estado de salud percibido por los pacientes con 
insuficiencia renal crónica, en el estado de Guanajuato. Se utilizó el Cuestionario de 
Salud SF-36 como instrumento de medición. Los resultados mostraron que las 
dimensiones peor evaluadas fueron: fusión física (! = 37.6, DE = 23.6) y rol físico 
(! = 35.8, DE = 46.7); seguidas de salud general (! = 58.5, DE = 23.8) y vitalidad 
(! = 59.0, DE = 28); las mejor calificadas fueron: dolor corporal (! = 64.7, 
 15 
DE = 34.8), rol emocional (! = 68.9, DE = 41.6), salud mental (! = 77.2, DE = 19.4) 
y función social (! = 86.7, DE = 24.6). 
 Moreno-Monsiváis, Interial-Guzmán, Sauceda-Flores, Vázquez-Arreola y López-
España (2011) desarrollaron una investigación correlacional. En una muestra de 172 
madres con niños hospitalizados en una institución pública de Monterrey, Nuevo 
León. La evidencia reportó que la satisfacción de la madre no se asoció con la 
percepción del estado de salud de su hijo, pero si se relacionó con el manejo de 
síntomas (X2 = 5,61, p = .04) y se determinó mayor satisfacción en las madres que 
percibieron un adecuado manejo del dolor (U = 1180,50; p = .03). En general la 
satisfacción reportó una media de 72.4 (DE = 7.66). 
 1.4.4 Satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. 
 Ruiz-Montes, Romero-Quechol, Trejo-Franco, Martínez-Olivares y Cuevas-
Cancino (2015) desarrollaron un estudio analítico de la satisfacción del adulto mayor 
hospitalizado con el cuidado del personal de enfermería, en 191 adultos mayores de 
Ciudad Juárez, Chihuahua. Los datos se obtuvieron a través del Cuestionario de 
Evaluación de la Satisfacción del Paciente con el Cuidado de Enfermería. Los 
resultados reportaron satisfacción alta en cuatro de las seis subescalas del 
comportamiento del personal de enfermería; monitorea y hace seguimiento 81.2%, 
accesibilidad 77.5%, mantiene relación de confianza 73.8% y conforta 61.8%; en los 
dos comportamientos restantes se evidenció satisfacción media con 75.4% en se 
anticipa y 47.6 0% para explica y facilita. De manera general la satisfacción fue de 
61.85%. 
 16 
 Azimzadeh, Valizadeh, Zamanzadeh y Rahmani (2013) llevaron a cabo un 
estudio para valorar la importancia de los cuidados en la atención centrada en los 
pacientes de un centro oncológico en Tabriz, Irán. Participaron 200 pacientes, 
mediante el Cuestionario de Evaluación de la Satisfacción del Paciente con el 
Cuidado de Enfermería. Los resultados reportaron promedios de 3.95 a 4.32 en una 
escala de uno a cinco, en orden de importancia: monitorea y hace (! = 4.33, 
DE = 0.41), accesibilidad (! = 4.32, DE = 0.44), se anticipa (! = 4.19, DE = 0.57), 
explica y facilita (! = 4.17, DE = 0.49), conforta (! = 4.06, DE = 0.50) y mantiene 
relación de confianza (! = 3.95, DE = 0.45); lo que muestra altas evaluaciones en 
general. 
 Rojas y Barajas (2012) realizaron un estudio, con el objetivo de determinar la 
percepción de los usuarios respecto a la calidad del cuidado de enfermería, en el 
servicio de urgencias de la Unidad Básica de San José de Cúcuta, Colombia. En una 
población de 382 usuarios, mediante el instrumento CARE-Q. El resultado reportó de 
manera general 77.4%. de satisfacción y por subescalas: en conforta 85.8%, explica y 
facilita 83.2%, se anticipa 78%, mantiene relación de confianza 75% , monitorea y 
hace seguimiento 71% y accesibilidad 70%. 
1.5 Definición Operacional 
 El presente estudio se integra por siete variables de las cuales seis 
correspondieron a los factores personales biológicos (edad y sexo), socioculturales 
(escolaridad y hospitalizaciones previas) y psicológicos (manejo de síntomas y estado 
de salud percibido); la séptima variable correspondió a la satisfacción del paciente 
hospitalizado con el cuidado de enfermería. 
 17 
 De las variables correspondientes a los factores personales: biológicos, 
socioculturales y psicológicos, cinco se midieron a través de la Cédula de Datos del 
Paciente (CDP) y una mediante el Cuestionario de Salud SF-36 (CSSF-36), la 
variable satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería se 
evaluó con el Cuestionario de Evaluación de la Satisfacción del Paciente con el 
Cuidado de Enfermería CARE-Q (CESPCECARE-Q). 
 Edad: número de años cumplidos y reportados por el paciente al momento de la 
entrevista. 
 Sexo: característica biológica de los pacientes que los define en masculino y 
femenino. 
 Escolaridad: número de años de educación formal reportados por el paciente al 
momento de la entrevista. 
 Hospitalizaciones previas: número de hospitalizaciones anteriores en el hospital, 
referidas por el paciente. 
 Manejo de síntomas: percepción del paciente acerca de la atención recibida en 
relación a la sintomatología derivada del tratamiento médico, clasificada en mejor de 
lo esperado o menor de lo esperado. 
 Estado de salud percibido, apreciación del paciente acerca de su salud física, 
mental y general, autoevaluada a través de 36 ítems agrupados en las dimensiones: 
función física, rol físico, dolor corporal, salud general, vitalidad, función social, rol 
emocional y salud mental, mediante CSSF-36, versión en español, desarrollado por 
Ware y Sherbourne (1992). 
 Satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería, grado de 
concordancia entre las expectativas del paciente con las acciones intencionadas de 
 18 
cuidado de enfermería, medida a través de 46 ítems en escala de Likert de cinco 
puntos, con niveles que van de nada importante a muy importante, agrupadas en seis 
subescalas: accesibilidad, explica y facilita, conforta, se anticipa, mantiene relación 
de confianza monitorea y hace seguimiento, mediante el CESPCECARE-Q versión 
en español, validada por Sepúlveda, Rojas, Cárdenas, Guevara y Castro (2009) enpoblación colombiana. Para determinar la satisfacción, los resultados se convierten a 
una escala de 0 a 100, en donde a mayor puntuación mayor satisfacción del paciente. 
1.6 Objetivo General 
 Determinar la relación entre los factores personales: biológicos (sexo y edad), 
socioculturales (escolaridad y hospitalizaciones previas) y psicológicos (manejo de 
síntomas y estado de salud percibido) y la satisfacción del paciente hospitalizado con 
el cuidado de enfermería. 
1.6.1 Objetivos Específicos. 
 1. Describir los factores personales: biológicos (sexo y edad), socioculturales 
(escolaridad, hospitalizaciones previas) y psicológicos (manejo de síntomas y estado 
de salud percibido) 
 2. Comparar la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de 
enfermería en relación al sexo y manejo de síntomas. 
 3. Determinar la relación de los factores personales: biológicos (edad), 
socioculturales (escolaridad, hospitalizaciones previas) y psicológico (estado de salud 
percibido) y la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. 
 
 
 
 19 
Capítulo II 
Metodología 
 En este apartado se abordan los procedimientos para el desarrollo y ejecución del 
proyecto, se describe el diseño de estudio, la población, el tipo de muestreo y la 
muestra, los criterios de selección, inclusión y exclusión de participantes; los 
instrumentos que se aplicaron, el procedimiento para la recolección de datos, la ética 
del estudio, el plan para el análisis estadístico de los datos. 
2.1 Diseño del Estudio 
 El estudio fue descriptivo, comparativo, correlacional y transversal (Hernández, 
Fernández y Baptista, 2014), ya que se determinó la relación entre los factores 
personales y la satisfacción del paciente con el cuidado de enfermería. 
2.2 Población 
 La población estuvo conformada por pacientes hospitalizados en los servicios de 
medicina interna, cirugía, ginecología y obstetricia en un hospital público de segundo 
nivel de atención en el estado de Oaxaca. 
2.3 Muestreo y Muestra 
 El proceso de selección de los participantes fue no probabilístico por 
conveniencia. La muestra se calculó con una significancia de .05, poder de .80 y 
magnitud de efecto de .20; resultando una muestra de 217 pacientes (Polit y Hungler, 
2000). 
2.4 Criterios de Selección 
 2.4.1 Criterios de inclusión. 
 Pacientes hospitalizados de 18 a 75 años de edad, ambos sexos, con un mínimo 
de 48 horas de internamiento, con indicación de alta médica, que aceptaron participar 
 20 
de manera voluntaria previo a su egreso hospitalario, registrando su firma en el 
consentimiento informado (Apéndice A). 
 2.4.2 Criterios de exclusión. 
 Pacientes con alta médica e internamiento menor a 48 horas y pacientes que se 
rehúsen a participar. 
 2.4.3 Criterios de eliminación. 
 Pacientes que durante la entrevista decidan no concluir y retirarse. 
2.5 Instrumentos de Medición 
 Se realizaron mediciones de lápiz y papel mediante tres instrumentos, CDP 
(Apéndice B); CSSF-36 (Apéndice C) y el CESPCECARE-Q (Apéndice D). 
 2.5.1 Cédula de datos del paciente. 
 La CDP estuvo dividida en dos secciones, la primera correspondió a los datos 
sociodemográficos de edad, sexo y años de escolaridad, la segunda integró 
información sobre el número de hospitalizaciones previas y el manejo de síntomas. 
 2.5.2. Cuestionario de salud SF-36. 
 El CSSF-36, es un instrumento desarrollado por Ware y Sherbourne (1992) a 
partir de una extensa combinación de cuestionarios utilizados en el Estudio de 
Resultados Médicos (MOS por sus siglas en inglés). Diversos estudios han reportado 
consistencias internas superiores a .70 (Vilagut et el., 2005). Detecta estados 
positivos y negativos de salud en población sana o enferma a partir de explorar la 
salud física, mental y salud general a través de 36 ítems divididos en ocho 
dimensiones: 
 21 
 1. Funcionamiento Físico, comprende las limitaciones físicas a causa de 
enfermedades e incluye los ítems del 3 al 12, con tres opciones de respuestas: (1) sí, 
me limita mucho; (2) sí, me limita un poco; (3) no, no me limita nada. 
 2. Rol físico, evalúa el rendimiento en las actividades darías por falta de salud, 
integra los ítems del 13 al 16, con dos opciones de respuesta: (1) sí y (2) no. 
 3. Dolor corporal, mide la intensidad del dolor corporal, se compone de los ítems 
21 y 22, con seis opciones de respuestas: (1) no, ninguno; (2) sí, muy poco; (3) sí, un 
poco; (4) sí, moderado; (5) sí, mucho y (6) sí, muchísimo. 
 4. Salud general, hace referencia a la valoración personal del estado de salud, se 
integra con los ítems 1, 33, 34 y 36, el primero con cinco opciones de respuestas: (1) 
excelente, (2) muy buena, (3) buena, (4) regular, (5) mala; los 4 restantes, se 
responden con las opciones: (1) totalmente cierta, (2) bastante cierta, (3) no lo sé, (4) 
bastante falsa y (5) totalmente falsa. 
 5. Vitalidad, valora sentimiento de energía y vitalidad comparados con los de 
cansancio y desánimo, integra los ítems 23, 27, 29 y 31, los tres primeros con cinco 
opciones de respuesta: (1) siempre, (2) casi siempre, (3) muchas veces, (4) algunas 
veces y (5) sólo alguna vez ; el último ítem se responde con las opciones: (1) siempre, 
(2) casi siempre, (3) algunas veces, (4) sólo alguna vez y (5) nunca. 
 6. Función social, se refiere a la interferencia de los problemas de salud física o 
emocional en la vida social habitual, integra los ítems 20 y 3, el primero con opciones 
de respuesta: (1) nada, (2) un poco, (3) regular, (4) bastante y (5) mucho; el segundo: 
(1) siempre, (2) casi siempre, (3) algunas veces, (4) sólo alguna vez y (5) nunca. 
 22 
 7. Rol emocional, estima el grado en el que los problemas emocionales afectan el 
trabajo y las actividades diarias, contiene los ítems 17, 18 y 19, con opciones de 
respuesta: (1) sí y (2) no. 
 8. Salud mental, es la valoración de la salud mental general, a partir de la 
depresión, ansiedad, autocontrol y bienestar general, integra los ítems 24, 25, 26, 28 y 
30, con patrón de respuesta de seis opciones: (1) siempre, (2) casi siempre, (3) 
muchas veces, (4) algunas veces, (5) sólo alguna vez y (6) nunca. 
 Para mantener el sentido positivo once ítems se recodificaron (1, 2, 20, 21, 22, 
23, 26, 27, 30, 34 y 36) invirtiendo las puntuaciones, de tal manera que los valores 
más altos indicaran un mejor estado de salud. Los ítems con dos opciones de 
respuesta se puntúan con valores de 50 y 100, los de tres con 0, 50 y 100; los de 
cinco con 0, 25, 50, 75 y 100; los de seis con 0, 20, 40, 60, 80 y 100. Los puntajes de 
los ítems de cada dimensión se promediaron para crear los índices. 
 2.5.3 Cuestionario de evaluación de la satisfacción del paciente con el 
cuidado de enfermería CARE-Q. 
 El CESPCECARE-Q fue elaborado por Larson (1984), para fines de esta 
investigación se utilizó la versión en español validada por Sepúlveda, Rojas, 
Cárdenas, Guevara y Castro (2009) en población colombiana, con validez interna de 
0.88. Contiene 46 conductas de atención de enfermería, estructurado en seis 
subesclas, que permiten al paciente determinar los cuidados que perciben importantes 
para sentirse satisfechos. 
1. Accesibilidad, compuesta por cinco ítems (1 al 5) que comprenden cuidados 
oportunos de relación, apoyo y ayuda. 
2. Explica y facilita, contiene cinco ítems (6 al 10) los cuales hacen referencia a 
 23 
la información que se otorga al paciente para facilitar la ejecución de los cuidados. 
3. Conforta, contiene nueve ítems (11 al 19) acerca de los cuidados para el 
bienestar físico y emocional del paciente. 
4. Se anticipa, con diez ítems (20 al 29) en donde se relacionan los cuidados 
planificados con el objetivo de prevenircomplicaciones. 
5. Mantiene relación de confianza, nueve ítems (30 a 38), involucra los 
cuidados para una relación empática, cordial y de seguridad con el paciente. 
6. Monitorea y hace seguimiento, con ocho ítems (39 a 46). abarca los cuidados 
que implican conocimiento propio de cada paciente, así como dominio científico y 
técnico de los procedimientos. 
 El cuestionario consta de cuarenta y seis ítems con cinco opciones de respuesta 
tipo Likert: (1) nada importante, (2) poco importante, (3) regular importancia, (4) 
importante y (5) muy importante. Para determinar la satisfacción, los resultados se 
convirtieron a una escala de 0 a 100, en donde a mayor puntuación mayor satisfacción 
del paciente respecto al cuidado de enfermería. 
2.6 Procedimiento 
 Para el desarrollo de la investigación se recabó por escrito la autorización del 
Comité Tutorial asignado por la Secretaría de Investigación y Estudios de Posgrado 
de la Benemérita Facultad Autónoma de Puebla, así como oficio de aprobación de los 
directivos del hospital sede. 
 Para la recolección de datos, se contó con la colaboración de una licenciada en 
enfermería, la cual fue capacitada por la investigadora y recibió entrenamiento, 
aplicando el conjunto de instrumentos a 15 pacientes hospitalizados previo a la 
recopilación final de la información. 
 24 
 La recolección de datos se inició en la central de enfermeras con la solicitud del 
número de cama de los pacientes programados para alta médica, posteriormente se 
acudió a la unidad de cada paciente, abordándoseles antes de su egreso hospitalario, 
se cuidó de no interferir con algún procedimiento, visita médica o visita de familiares. 
Se verificó el cumplimiento de los criterios de selección. Se explicó el objetivo, 
procedimiento y anonimato de los participantes, con énfasis en la libertad para 
retirarse en el momento que así lo decidieran sin ningún tipo de consecuencia, al final 
de la explicación se recabo la firma en el consentimiento informado. 
 La aplicación de los cuestionarios se realizó a través de una entrevista 
estructurada, dando inicio con la CDP, seguida del CSSF-36, donde, con el objetivo 
de facilitar la toma de decisión de los pacientes se proporcionaron tarjetas con los 
tipos de respuesta de acuerdo a los grupos de preguntas (Apéndice E). Finalmente, se 
aplicó el CESPCECARE-Q, al concluir se agradeció la participación en el estudio y 
los cuestionarios se resguardaron por la investigadora para su análisis posterior. 
2.7 Ética del Estudio 
 La investigación se llevó a cabo según lo dispuesto en el Reglamento de la Ley 
General de Salud en materia de Investigación para la Salud (SS, 2014), Título 
segundo de los aspectos éticos en la investigación en seres humanos, Capítulo I, 
Artículo 13; por lo que las entrevistas se realizaron con respeto y amabilidad hacia el 
paciente y sus familiares, bajo consenso con ellos sobre el momento más adecuado 
para la entrevista, cuidando en todo momento su seguridad. 
 Respecto al Artículo 14 apartados I, IV, V y VII; la investigación se llevó a cabo 
por personal profesional, previo dictamen favorable de los directivos del hospital y 
consentimiento informado de los participantes. De acuerdo con el Artículo 16, se 
 25 
brindó protección y privacidad a todos los pacientes, previendo el momento más 
oportuno y el anonimato. Respecto al Artículo 17, la investigación fue sin riesgo ya 
que se empleó la entrevista personalizada sobre aspectos relativos al estado de salud y 
cuidados de enfermería. 
 Acorde a los Artículos 20 y 21, el paciente recibió una explicación clara y 
completa, de tal forma que pudo comprender el objetivo, procedimiento y la garantía 
de recibir respuesta a cualquier pregunta acerca de su participación, riesgos y 
beneficios relacionados con la investigación; asimismo, la libertad de retirar su 
consentimiento en cualquier momento y dejar de participar en el estudio, sin que por 
ello se crearan perjuicios para continuar su cuidado y tratamiento. Teniendo la 
seguridad de la confidencialidad de la información proporcionada. 
2.8 Plan de Análisis Estadístico 
 Los datos se procesaron a través del programa estadístico Statistical Package for 
the Social Science (SPSS) versión 23 para Windows, obteniéndose frecuencias y 
porcentajes para las variables categóricas, para las de razón medidas de tendencia 
central y de dispersión. La confiabilidad de los instrumentos se obtuvo mediante el 
coeficiente alfa de Cronbach. Las variables numéricas se sometieron a la prueba de 
Kolmogorov-Smirnov con corrección de Lilliefors para determinar la normalidad en 
la distribución de los datos. 
 Para dar respuesta al objetivo específico número uno, se utilizó estadística 
descriptiva a través de frecuencias, porcentajes, medidas de tendencia central y de 
dispersión. Para dar respuesta al objetivo específico dos, las variables se abordarán 
con el estadístico U de Mann-Whitney y para el objetivo específico tres se aplicó el 
estadístico de correlación de Spearman. 
 26 
Capítulo III 
Resultados 
 Para dar respuesta a los objetivos de la investigación, en el siguiente capítulo se 
presentan de manera consecutiva, la confiabilidad de los instrumentos, la estadística 
descriptiva de las variables de estudio, la prueba de normalidad y la estadística 
inferencial. 
3.1 Confiabilidad de los Instrumentos 
 La confiabilidad de los instrumentos se validó mediante el método de coeficiente 
de alfa de Cronbach. 
Tabla 1 
 Confiabilidad del Cuestionario de Salud SF-36 
 Nº de Reactivos Alfa de Cronbach 
CSSF-36 1 a 36 .910 
 Salud general 1, 2,33,34,35,36 .700 
 Funcionamiento físico 3,4,5,6,7,8,9,10,11,12 .965 
 Rol físico 13,14,15,16 .942 
 Rol emocional 17,18,19 .953 
 Función social 20,32 .725 
 Dolor corporal 21,22 .884 
 Vitalidad 23,27,29,31 .722 
 Salud mental 24,25,26,28,30 .745 
Nota: n = 217. 
 
 
 
 
 
 
 27 
Tabla 2 
Confiabilidad del Cuestionario de Evaluación de la Satisfacción del Paciente con el 
Cuidado de Enfermería CARE-Q 
 Nº de Reactivos Alfa de Cronbach 
 CESPCECARE-Q 1 a 46 .968 
 Accesibilidad 1,2,3,4,5 .830 
 Explica y facilita 6,7,8,9,10 .814 
 Conforta 11,12,13,14,15,16,17,18,19, .850 
 Se anticipa 20,21,22,23,24,25,26,27,28,29 .923 
 Mantiene relación de confianza 30,31,32,33,34,35,36,36,38 .876 
 Monitorea y hace seguimiento 39,40,41,42,43,44,45,46 .910 
Nota: n = 217. 
 
 En las tablas 1 y 2, se presenta la confiabilidad de los cuestionarios estado de 
salud percibido y satisfacción del paciente hospitalizado respecto al cuidado de 
enfermería, de manera general, por dimensiones y subescalas; observándose valores 
de confiabilidad aceptables de acuerdo con Hernández et al. (2014). 
3.2 Estadística Descriptiva 
 Para dar respuesta al objetivo específico número uno, el cual determinó describir 
los factores personales: biológicos (sexo y edad), socioculturales (años de 
escolaridad, número de hospitalizaciones previas) y psicológicos (manejo de síntomas 
y estado de salud percibido). Se empleó la estadística descriptiva a través de 
frecuencias, porcentajes, medidas de tendencia central y desviación estándar 
 
 
 
 
 28 
 Tabla 3 
 Estadística descriptiva de las variables de estudio 
 Variables f % 
 Biológicos 
 Sexo 
 Masculino 4 2 19 .4 
 Femenino 17 5 80 .6 
 100 .0 
 Edad (años) 
 18 a 33 15 1 69 .6 
 34 a 49 4 1 18 .9 
 50 a 65 1 5 6 .966 a 75 1 0 4 .6 
 100 .0 
 Socioculturales 
 Escolaridad (años) 
 0 2 0 .9 
 1 a 6 6 8 31 .3 
 7 a 9 8 7 40 .1 
 10 a 12 4 5 20 .7 
 13 a 17 1 5 7 .0 
 100 .0 
 Hospitalizaciones previas 
 0 9 0 41 .4 
 1 6 5 30 .0 
 2 4 2 19 .3 
 3 1 3 6 .0 
 4 6 2 .8 
 5 1 0 .5 
 100 .0 
 Psicológicos 
 Manejo de síntomas 
 Mejor de lo esperado 16 2 74 .7 
 Menor de lo esperado 5 5 25 .3 
 100 .0 
Nota: f= frecuencia; %= porcentaje; n = 217. 
 
 La tabla tres indica que la mayoría de los pacientes fueron del sexo femenino 
(80.6%), con edad de 18 a 30 años (69.6%), escolaridad equivalente a secundaria 
(40.1%), como mínimo con una hospitalización previa (58.6%) y reporte en su 
mayoría de manejo de síntomas mejor de lo esperado (77.4%). 
 29 
3.3 Estadística inferencial 
 3.3.1 Prueba de Normalidad de Kolmogorov-Smirnov con Corrección de 
Lilliefors. 
 En las variables numéricas, se realizó la sumatoria de puntajes y transformación a 
índices, previo a la prueba de normalidad de Kolmogorov- Smirnov. 
Tabla 4 
Estadística descriptiva de las variables numéricas y prueba de Kolmogorov-Smirnov con 
corrección de Lilliefors 
Índices ! DE Mdn Valor Mínimo 
Valor 
Máximo 
K-S 
Valor
p 
Edad 31.8 13.8 27.0 18 75 .178 .000 
Escolaridad 8.7 3.45 9.0 0 17 .193 .000 
Hospitalizaciones previas 1.0 1.0 1.0 0 5 .237 .000 
Salud general 62.7 14.5 62.5 25 96 .096 .000 
Funcionamiento físico 45.9 33.5 50.0 0 100 .109 .000 
Rol físico 39.9 45.3 0.2 0 100 .317 .000 
Rol emocional 67.9 44.6 100.0 0 100 .391 .000 
Dolor corporal 70.8 25.8 77.5 10 100 .175 .000 
Vitalidad 61.5 19.1 66.0 10 100 .074 .006 
Función social 78.5 22.1 87.5 13 100 .205 .000 
Salud mental 65.2 17.4 66.0 8 100 .062 .043 
Estado de salud percibido 58.6 16.8 58.7 18 95 .041 .200 
Accesibilidad 87.9 09.5 88.0 44 100 .166 .000 
Explica y facilita 82.0 13.0 80.0 28 100 .176 .000 
Conforta 80.8 11.1 80.0 49 100 .101 .000 
Se anticipa 78.2 26.2 80.0 28 100 .114 .000 
Mantiene relación de confianza 80.8 11.7 80.0 44 100 .140 .000 
Monitorea y hace seguimiento 84.4 10.2 80.0 50 100 .201 .000 
Satisfacción del paciente 
hospitalizado con el cuidado de 
enfermería. 
81.7 10.0 80.0 54 100 .114 .000 
Nota: != media; DE = desviación estándar; Mdn = mediana; K-S = Kolmogorov-Smirnov; 
p = significancia; n = 217. 
 
 30 
 Los resultados de la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov indicaron 
que la distribución de los datos no presentó distribución normal (p <.05), por lo que 
se optó por el uso de pruebas no paramétricas para dar respuesta a los objetivos del 
estudio. 
 Para cumplir con el objetivo específico dos, el cual estableció, comparar la 
satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería en relación al 
sexo y manejo de síntomas. Se empleó el estadístico U de Mann-Whitney. 
 
Tabla 5 
Prueba de U de Mann-Whitney para la satisfacción del paciente hospitalizado con el 
cuidado de enfermería por sexo y manejo de síntomas 
 
Variable ! DE Mdn U p 
Sexo 
 Masculino 79.72 8.55 79.13 
3102.50 .117 
 
 Femenino 82.32 10.31 80.43 
Manejo de síntomas 
 Mejor de lo esperado 81.99 9.81 80.00 4221.50 .562 Menor de lo esperado 81.33 10.73 80.00 
Nota: != media; DE = desviación estándar; Mdn = mediana; U = U de Mann-
Whitney; p = .05; n = 217 
 
 En la tabla 5, se observa que no existe diferencia significativa en la satisfacción 
de los pacientes hospitalizados con el cuidado de enfermería por sexo 
(U = 3102.50, p = .117), ni por manejo de síntomas (U = 4221.50, p = .562). 
 Para cumplir con el objetivo específico tres, el cual estipuló, determinar la 
relación de los factores personales: biológicos (edad), socioculturales (escolaridad, 
hospitalizaciones previas) y psicológicos (estado de salud percibido) y la satisfacción 
del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería, se aplicó la correlación de 
Spearman. 
 31 
Tabla 6 
Matriz de correlación de Spearman de las variables numéricas y la satisfacción del 
paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería 
 1 2 3 4 5 
1. Índice satisfacción del paciente 
hospitalizado con el cuidado de 
enfermería 
1 
2. Índice estado de salud percibido -.030 
.658 
1 
3. Edad .029 .669 
-.171* 
.011 
1 
4. Escolaridad .073 
.282 
.179 
.008 
-.293** 
.000 
1 
5. Hospitalizaciones 
 
.068 
.319 
-.098 
.151 
.202** 
.003 
-.182 
.007 
1 
 Nota: *p = .005, **p = .001 
 
 En la tabla 6, se distingue que, al relacionar la satisfacción de los pacientes 
hospitalizados con el cuidado de enfermería con el estado de salud percibido, edad, 
escolaridad y hospitalizaciones previas, no existe correlación estadísticamente 
significativa (p>.05). 
 Sin embargo, al analizar los instrumentos por dimensiones y subescalas, se 
reportó correlación de la subescala “establece relación de confianza” con la 
dimensión “salud general”, observándose dirección negativa (rs = -.147, p = .031). 
Asimismo, la subescala “accesibilidad” y la dimensión “vitalidad” se correlacionaron 
significativamente, con dirección positiva (rs = .158, p = .020) (ver tabla 7).
Tabla 7 
Matriz de correlación de Spearman de los índices de las dimensiones del estado de salud percibido y las subescalas de satisfacción del paciente hospitalizado 
con el cuidado de enfermería 
Índices 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 
1. Estado de salud percibido 1 
2. Salud general .446 
.000 
1 
3. Función física .661 
.000 
.030 
.000 
1 
4 Rol físico .665 
.000 
.235 
.000 
.176 
.000 
1 
5. Rol emocional .640 
.000 
.311 
.000 
.130 
.056 
.413 
.000 
1 
6. Función social .495 
.000 
.395 
.000 
.021 
.754 
.435 
.000 
.422 
.000 
1 
7. Dolor corporal .477 
.000 
.239 
.000 
.250 
.000 
.275 
.000 
.227 
.001 
.291 
.000 
1 
8. Vitalidad .504 
.000 
.446 
.000 
.101 
.139 
.257 
.000 
.371 
.000 
.429 
.000 
.185 
.006 
1 
9. Salud mental .566 
.000 
.366 
.000 
.127 
.061 
.297 
.000 
.466 
.000 
.455 
.000 
.297 
.000 
.733 
.000 
1 
10. Satisfacción del paciente
hospitalizado con el
cuidado de enfermería
-.030 
.658 
-.099 
.146 
.005 
.944 
.004 
.955 
-.051 
.452 
-.060 
.379 
-.034 
.623 
.075 
.274 
-.007 
.918 
1 
11. Accesibilidad .089 
.191 
.044 
.518 
.067 
.329 
.046 
.499 
.066 
.337 
.038 
.581 
-.023 
.738 
.158 
.020 
.120 
.078 
.678 
.000 
1 
12. Explica y facilita -.017 
.806 
-.103 
.130 
.018 
.795 
.002 
.976 
-.038 
.574 
-.015 
.836 
-.048 
.482 
.027 
.691 
-.041 
.550 
.130 
.056 
.713 
.000 
1 
13. Conforta -.092 
.176 
-.123 
.070 
-.069 
.314 
-.063 
.358 
-.054 
.431 
-.074 
.280 
-.106 
.119 
.080 
.239 
.010 
.880 
.895 
.000 
.587 
.000 
.583 
.000 
1 
14. Se anticipa -.031 
.649 
-.117 
.087 
.011 
.876 
-.032 
.642 
-.065 
.342 
-.091 
.184 
.004 
.953 
.043 
.526 
-.013 
.852 
.924 
.000 
.527 
.000 
619 
-001 
.785 
.000 
1 
15. Mantiene relación de
confianza
-.069 
.313 
-.147* 
.031 
-.032 
.644 
.024 
.722 
-.076 
.266 
-.083 
.226 
.020 
.772 
-.055 
.420 
.013 
.847 
.898 
.000 
.523 
.000 
.525 
.000 
.791 
.000 
.837 
.000 
1 
16. Monitorea y hace seguimiento .002
.980 
-.067 
.327 
-.015 
.830 
.089 
.192 
-.017 
.804 
-.017 
.806 
-025 
.719 
.077 
.260 
.002 
.973 
.853 
.000 
.631 
.000 
.607 
.000 
.734 
.000 
.736 
.000 
.768 
.000 
1 
Nota: *p = .05. 
32
 33 
Capítulo IV 
Discusión 
 El estudio tuvo como objetivo determinar la relación entre los factorespersonales: biológicos (sexo y edad), socioculturales (escolaridad y hospitalizaciones 
previas) y psicológicos (manejo de síntomas y estado de salud percibido) y la 
satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. 
 En relación con el objetivo número uno, los resultados del factor personal 
biológico sexo y edad, muestran predominio de pacientes femeninas pertenecientes al 
grupo de edad de adultos jóvenes, lo que coincide con varios autores y puede tener 
explicación en el nivel de atención de las unidades hospitalarias y los servicios 
incluidos para la recolección de datos. Dado que los estudios con resultados similares 
se realizaron en hospitales de segundo nivel de atención con las especialidades 
básicas (cirugía, medicina interna y ginecología y obstetricia). Sin embargo, los 
resultados contrastan con otros estudios los cuales abarcaron unidades de tercer nivel 
de atención y servicios de subespecialidad como terapia intensiva, neurología, 
nefrología y cardiología. Por lo que se puede decir que estas diferencias pueden 
deberse al contexto de los servicios de salud que se ofrecen. (Álvarez et al., 2012; 
Azimzadeh et al., 2013; Eyasu et al., 2016; Ferreira et al., 2016; Puch-Ku et al., 2016; 
Ruiz-Montes et al., 2015 y Woldeyohanes et al., 2015). 
 En referencia al factor personal sociocultural, escolaridad y hospitalizaciones 
previas; la investigación mostró predominio de educación secundaria y promedio de 
una hospitalización previa. Lo que concuerda con estudios realizados en México que 
han documentado niveles de educación básica y antecedente de un internamiento 
previo como mínimo (Álvarez et al., 2012; Puch-ku et al., 2016; Ruiz-Montes et al., 
 34 
2015). Sin embargo, difieren de los efectuados en Etiopia, los cuales reportan 
menores niveles de educación y menor porcentaje de pacientes con hospitalizaciones 
previas (Eyasu et al., 2016; Woldeyohanes et al., 2015). Por lo que se puede inferir 
que estas diferencias se relacionan con el nivel de desarrollo de los países, dado que 
México tiene mejor índice de desarrollo que Etiopia. 
 En relación con el factor personal psicológico manejo de síntomas y estado de 
salud percibido, los resultados muestran predominio de manejo de síntomas mejor de 
lo esperado y tendencia hacia la percepción de un buen estado de salud. Lo cual tiene 
correspondencia con estudios que reportan evaluaciones satisfactorias del manejo de 
síntomas, aunque argumentan que existen evaluaciones positivas incluso cuando los 
pacientes han experimentado mucho dolor (Abrahamsen et al., 2013). Sin embargo, 
en esta investigación el resultado puede explicarse, dado que los cuidados de 
enfermería mejor evaluados fueron: las medidas para el alivio del dolor, 
administración de medicamentos de manera oportuna, evaluación periódica del estado 
de salud y accesibilidad al llamado del paciente, fundamentando con ello la gestión 
eficaz de la sintomatología del paciente. 
 De la misma manera, en relación con la percepción de un buen estado de salud, 
existen estudios que informan resultados similares en pacientes con padecimientos 
agudos, con ausencia de sintomatología (dolor) y un buen pronóstico médico 
(Abrahamsen et al., 2013; Eyasu et al., 2016; Moreno-Monsiváis et al., 2011). Por lo 
que el resultado de este estudio se explica, dado que el momento de la entrevista 
correspondió con el del alta médica, la cual se otorga a pacientes con evidente 
recuperación y sintomatología en remisión (dolor, náuseas y mareos). Además, al 
 35 
egreso hospitalario el paciente adquiere autocontrol de su vida personal lo que 
también influye en la percepción de un buen estado de salud. 
 En relación con el objetivo dos, al comparar la satisfacción del paciente 
hospitalizado con el cuidado de enfermería en función del sexo y manejo de síntomas, 
se observó que las pacientes femeninas estaban más satisfechas que los pacientes 
masculinos, pero esta diferencia no fue estadísticamente significativa. Lo que 
coincide con algunas investigaciones que argumentan que el patrón de esta variable 
no es consistente (Abrahamsen et al., 2013). Pero difiere de estudios que reportan 
mayor satisfacción en pacientes femeninas en comparación con los hombres en base a 
expectativas bajas por menores niveles de educación y relacionan la satisfacción de 
los pacientes masculinos con los cuidados de confort, privacidad y limpieza (Álvarez 
et al., 2012; Eyasu et al., 2016; Ferreira et al., 2016; Hamui et al., 2013; 
Woldeyohanes et al., 2015). 
 Por lo que, el resultado de este trabajo puedo tener influencia de las variables 
contextuales del ambiente hospitalario. Lo anterior, con base en las puntuaciones altas 
que recibieron los ítems que evaluaron el cuidado físico que brindaron las enfermeras 
y la organización que mantuvieron durante la realización de los cuidados. 
 Con respecto al manejo de síntomas, los resultados muestran que no hubo 
diferencia significativa en el nivel de satisfacción de los pacientes que percibieron un 
manejo de síntomas mejor de lo esperado con los que percibieron que el manejo fue 
menor de lo esperado. Este resultado difiere de resultados que documentan que los 
pacientes que perciben un manejo adecuado de su sintomatología reportan mayor 
satisfacción que quienes consideran lo contrario. Esta discrepancia puede tener su 
explicación en la intensidad y gravedad de la sintomatología, toda vez que los 
 36 
reportes indican que los pacientes con síntomas graves y dolorosos reportan menor 
satisfacción. Aspectos que no fueron considerados en esta investigación, ya que sólo 
se abordó el manejo de síntomas y no su intensidad (Abrahamsen et al. 2013; 
Batbaatar et al., 2016; Moreno-Monsiváis et al., 2011). 
 Por lo que se refiere al objetivo tres, al correlacionar los factores personales: 
biológicos (edad), socioculturales (escolaridad, hospitalizaciones previas) y 
psicológico (estado de salud percibido) con la satisfacción del paciente hospitalizado 
con el cuidado de enfermería. Los resultados evidenciaron que no existe correlación 
entre la edad y la satisfacción del paciente hospitalizado. Lo que es congruente con 
algunas investigaciones que reportan que la consistencia de esta variable no es 
permanente (Batbaatar et al., 2016). 
 Por otra parte, existe evidencia de correlación estadísticamente significativa entre 
la�edad y el nivel de satisfacción de los pacientes hospitalizados, que argumentan que 
la edad es la variable más importante y estable y que mejora conforme aumenta la 
edad de los pacientes (Abrahamsen et al., 2013; Álvarez et al., 2012; Ferreira et al., 
2016; Levandovski et al., 2015; Woldeyohanes et al., 2015). Por lo que el resultado 
de esta investigación pudiera tener su explicación en el promedio de la edad de los 
pacientes, el cual los ubica dentro del grupo de adultos jóvenes, lo que pudo influir 
para no marcar ninguna tendencia significativa para una correlación. 
 En cuanto al factor personal sociocultural escolaridad, se observó que no existe 
correlación entre el nivel educativo y la satisfacción del paciente hospitalizado 
respecto al cuidado de enfermería. Lo cual es congruente con algunos registros, sin 
embargo, existen estudios que reportan que los pacientes más educados tienden a ser 
menos satisfechos. La evidencia de esta investigación pudiera tener su explicación en 
 37 
la respuesta socialmente aceptada, la cual hace referencia a buenas calificaciones 
emitidas por los pacientes sin que sientan haber recibido una buena atención, dado 
que consideran que es lo más aceptable para los entrevistadores (Abrahamsen et al., 
2013; Batbaatar et al., 2016; Gorari y Theodosopoulou, 2015; Levandovski et al., 
2015). 
 Para el caso del factor personal sociocultural hospitalizaciones previas. El 
hallazgo indicó que no existe correlaciónde esta variable con la satisfacción de los 
pacientes hospitalizados, lo que es similar a los reportes de otras investigaciones. La 
posible explicación en este caso podría ser el predominio de pacientes hospitalizadas 
por causas obstétricas, proceso en donde el organismo libera oxitocina de manera 
fisiológica, manifestándose en las pacientes a través una sensación de bienestar, 
comodidad y felicidad, con la consecuente disminución de ansiedad y estrés, lo que 
pudo influenciar el estado de satisfacción de las pacientes (Ferreira et al., 2016; 
Moreno-Monsiváis et al., 2011; Woldeyohanes et al., 2015; OMS, 2010). 
 A cerca del factor personal psicológico estado de salud percibido. El resultado 
reportó que no existe correlación entre la satisfacción del paciente hospitalizado y su 
estado de salud percibido. Esta observación difiere de los hallazgos que relacionan a 
esta variable con la presencia de episodios de gravedad de los pacientes durante su 
internamiento, lo cual permite, que a su egreso hospitalario perciban una sensación de 
mejoría y mayor satisfacción que los pacientes cuyo estado de salud permaneció 
estable sin complicaciones (Abrahamsen et al., 2013; Batbaatar et al., 2016; Eyasu et 
al., 2016; Moreno-Monsiváis et al., 2011). 
 La posible explicación del resultado de este estudio, puede ser el hecho de que 
los pacientes graves con serias complicaciones son trasladados a unidades de tercer 
 38 
nivel de atención. Por lo que los pacientes atendidos presentaron problemas de salud 
agudos con baja complejidad, lo que pudo mantenerlos con niveles mínimos de estrés 
y ansiedad, dando como resultado baja percepción de las variaciones en su estado de 
salud y contribución demasiado pequeña de la variable para ser significativa. 
 Cabe señalar, que al correlacionar las dimensiones del CSSF-36 con las 
subescalas del CESPCECARE-Q, se observaron dos correlaciones. La primera de 
ellas negativa entre la dimensión “Salud general” y la subescala “Mantiene relación 
de confianza”. Lo que indica que ha peor estado de salud mayor satisfacción con los 
cuidados de relación y confianza. El ítem mejor evaluado de la escala fue “La 
enfermera lo identifica y lo trata como persona individual”. Resultado que coincide 
con estudios que han documentado, que los pacientes que perciben su estado de salud 
como grave, deciden depositar su confianza en el profesionalismo y buen juicio de las 
enfermeras. 
 Por lo que, la evidencia de este estudio se pudiera explicar, dada la situación, de 
que los pacientes que perciben su estado de salud con mayor deterioro y afecciones 
dependen más de las enfermeras al perder cierta autonomía, por lo que, el cuidado 
personalizado adquiere para ellos un valor especial dentro de la relación enfermera 
paciente (Azimzadeh et al., 2013; Puch-Ku et al., 2016; Rojas y Barajas, 2012; Ruiz-
Montes et al., 2015). 
 La segunda correlación observada fue positiva, entre la dimensión “Vitalidad” y 
la subescala “Accesibilidad”. Lo cual explica, que a mayor vitalidad de los pacientes 
mejor valoración de la accesibilidad del personal de enfermería para otorgar la 
atención requerida. En esta subescala el ítem mejor evaluado fue “La enfermera le 
ofrece medidas para aliviar el dolor”. Lo que tiene correspondencia con estudios que 
 39 
evidencian, que el manejo adecuado del dolor es uno de los cuidados mejor evaluados 
por los pacientes hospitalizados (Abrahamsen et al., 2013; Azimzadeh et al., 2013; 
Gorari y Theodosopoulou, 2015; Rojas y Barajas, 2012; Ruiz-Montes et al., 2015). 
 El resultado de esta investigación puede tener su explicación en el hecho de que 
los pacientes con mayor vitalidad pueden estar más dispuestos a la movilización y 
esto pudo generar algún grado de dolor, con lo que se explica que la accesibilidad de 
la enfermera para el manejo oportuno de este síntoma sea altamente valorada por los 
pacientes. 
4.1 Limitaciones 
 Es importante destacar que el estudio presentó algunas limitaciones que 
pudieron haber afectado una explicación más concluyente en relación de las 
variables. Primero, el diseño transversal representa una limitante al no poder explicar 
más allá de un momento dado la relación de los factores personales biológicos con la 
satisfacción de los pacientes hospitalizados con el cuidado de enfermería. Sin 
embargo, la falta de investigaciones con los instrumentos utilizados en el contexto de 
esta investigación propició que el diseño fuera el más adecuado. Segundo, la técnica 
de muestreo por conveniencia limita la generalización de los resultados sólo a la 
muestra de estudio, sin embargo, representa un acercamiento al fenómeno de estudio. 
4.2 Recomendaciones 
 Realizar estudios similares utilizando los mismos instrumentos en diferentes 
poblaciones y contextos mexicanos. Entrevistar a los pacientes posterior a su egreso 
hospitalario, con la finalidad de que se sientan con mayor libertad para expresar sus 
opiniones. Retomar la identificación y el control de variables confusoras para obtener 
conclusiones puntuales como el tipo de ingreso. Considerar la utilización de la 
 40 
versión corta del CSSF-36 con el fin de disminuir el número de preguntas y acortar el 
tiempo de la entrevista. Validar el CESPCECARE-Q en población mexicana. 
Realizar estudios con enfoque mixtos para una mejor comprensión de la satisfacción 
de los pacientes. 
4.3 Conclusiones 
 Se determinó que no existe correlación entre la satisfacción del paciente 
hospitalizado con el cuidado de enfermería con los factores personales: biológicos 
(edad), socioculturales (escolaridad, hospitalizaciones previas) y psicológicos (estado 
de salud percibido). Sin embargo, se evidenció correlación entre las dimensiones 
“Salud general” y “Vitalidad” con las subescalas “Mantiene relación de confianza” y 
“Accesibilidad” respectivamente. 
 La evidencia que relaciona la “Salud general” del paciente con “Mantiene 
relación de confianza”, puntualiza una cualidad de la práctica de enfermería y un 
concepto ético básico en la interrelación enfermera paciente, ya que sin la confianza 
no sería posible satisfacer eficazmente las necesidades de los pacientes ni mejorar su 
satisfacción con la atención de enfermería. 
 El hallazgo de relación significativa entre la “Accesibilidad” y la “Vitalidad” 
realza el papel fundamental en la gestión eficaz de los síntomas, en este caso el 
manejo del dolor para la satisfacción del paciente, por lo que es importante que los 
directivos de enfermería se aseguren de incluir en su sistema de cuidados 
intervenciones para el manejo eficaz la sintomatología de los pacientes. 
 De igual modo, se observó que los pacientes que se encuentran 
hospitalizados en los servicios de medicina interna, cirugía, ginecología y obstetricia, 
 41 
valoran más para su satisfacción con el cuidado de enfermería, los procedimientos de 
accesibilidad, monitoreo y seguimiento. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 42 
Referencias 
Abrahamsen, G. V., Hall-Lord, M. L., Karlsson, I., Appelgren, J., y Wilde-Larsson, 
B. (2013). Exploring patient satisfaction predictors in relation to a theoretical 
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