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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Facultad de Enfermería Secretaría de Investigación y Estudios de Posgrado Tesis “Satisfacción del Paciente Hospitalizado con el Cuidado de Enfermería” Presenta LE. Tomasa Reyna Delgado Rosales Para Obtener el Grado de Maestra en Enfermería Enero 2018 1918 Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Facultad de Enfermería Secretaría de Investigación y Estudios de Posgrado Tesis “Satisfacción del Paciente Hospitalizado con el Cuidado de Enfermería” Presenta LE. Tomasa Reyna Delgado Rosales Director de Tesis ME. Noé Xicali Morales Para Obtener el Grado de Maestra en Enfermería Enero 2018 1918 Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Facultad de Enfermería Secretaría de Investigación y Estudios de Posgrado Tesis “Satisfacción del Paciente Hospitalizado con el Cuidado de Enfermería” Presenta LE. Tomasa Reyna Delgado Rosales Codirectora de Tesis MCE. María Luz de Ávila Arroyo Para Obtener el Grado de Maestra en Enfermería Enero 2018 1918 Tesis: Satisfacción del Paciente Hospitalizado con el Cuidado de Enfermería. Número de registro: SIEP/ME/042/2017 Jurado de Examen de Grado ______________________________________ ME. Noé Xicali Morales Presidente ______________________________________ MCE. María Luz de Ávila Arroyo Secretaria ______________________________________ MCE. Inés Tenahua Quitl Vocal _____________________________________ MCE. Sebastiana del Rosario Gargantua Águila Vocal _____________________________________ ME. Noé Xicali Morales Director de Tesis _______________________________ ________________________________ ____________________________ Enero 2018 MCE. Erika Pérez Noriega Directora de la Facultad de Enfermería de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Dr. Francisco Javier Báez Hernández Secretario de Investigación y Estudios de Posgrado Tabla de Contenido Página Capítulo I Introducción 1 1.1 Planteamiento del Problema 1 1.2 Propósito del Estudio 4 1.3 Marco de Referencia 4 1.3.1. Factores personales 4 1.3.1.1 Factores personales biológicos 5 1.3.1.2 Factores personales socioculturales 6 1.3.1.3 Factores personales psicológicos 6 1.3.2. Satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería 8 1.4 Estudios Relacionados 10 1.4.1 Factores personales biológicos 10 1.4.2 Factores personales socioculturales 12 1.4.3 Factores personales psicológicos 14 1.4.4 Satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería 15 1.5 Definición Operacional 16 1.6 Objetivo General 18 1.6.1 Objetivos específicos 18 Capítulo II Metodología 19 2.1 Diseño del Estudio 19 2.2 Población 19 2.3 Muestra y Muestreo 19 2.4 Criterios de Selección 19 2.4.1 Criterios de inclusión 19 2.4.2 Criterios de exclusión 20 2.4.3 Criterios de eliminación 20 2.5 Instrumentos de Medición 20 2.5.1 Cédula de Datos del Paciente 20 2.5.2 Cuestionario de Salud SF-36 20 2.5.3 Cuestionario de Evaluación de la Satisfacción del Paciente con el Cuidado de Enfermería CARE-Q 22 2.6 Procedimiento 23 2.7 Ética del Estudio 24 2.8 Plan de Análisis Estadístico 25 Capítulo III Resultados 26 3.1 Confiabilidad de los Instrumentos 26 3.2 Estadística Descriptiva 27 3.3 Estadística Inferencial 29 3.3.1 Prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov con corrección de Lilliefors 29 Capítulo IV Discusión 33 4.1 Limitaciones 39 4.2 Recomendaciones 39 4.3 Conclusiones 40 Referencias 42 Apéndices A. Consentimiento Informado 50 B. Cédula de Datos del Paciente 52 C. Cuestionario de Salud SF-36 53 D. Cuestionario de Evaluación de la Satisfacción del Paciente con el Cuidado de Enfermería CARE-Q 56 E. Tarjetas de opciones de respuestas para el Cuestionario de Salud SF-36 59 F. Tabla 8. Estadística descriptiva de la variable satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería 61 Lista de tablas Tabla Página 1. Confiabilidad del Cuestionario de Salud SF-36 26 2. Confiabilidad del Cuestionario de Satisfacción del Paciente con el Cuidado de Enfermería CARE-Q 27 3. Estadística descriptiva de las variables de estudio 28 4. Estadística descriptiva de las variables numéricas y prueba de Kolmogorov- Smirnov (KS) con corrección de Lilliefors 29 5. Prueba de U de Mann-Whitney para la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería por sexo y manejo de síntomas 30 6. Matriz de correlación de Spearman de las variables numéricas y la Satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería 31 7. Matriz de correlación de Spearman de las dimensiones del estado de salud percibido con los índices de las subescalas de satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería 32 Resumen Tomasa Reyna Delgado Rosales Fecha de Graduación: Enero 2018 Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Facultad de Enfermería Título: Satisfacción del Paciente Hospitalizado Candidato para el Grado de con el Cuidado de Enfermería Maestra en Enfermería Número de páginas: 70 Área de Estudio: Enfermería Clínica Introducción. En la actualidad los sistemas de salud destacan la importancia de la orientación de sus servicios hacia las necesidades y satisfacción de los pacientes. Lo que ha generado la necesidad de una mejor comprensión del fenómeno. En este sentido, existe evidencia de que los cuidados de enfermería son los principales determinantes de la satisfacción de los pacientes hospitalizado y de la influencia de factores personales para definir sus niveles. Objetivo. Determinar la relación entre los factores personales: biológicos (sexo y edad), socioculturales (escolaridad y hospitalizaciones previas) y psicológicas (manejo de síntomas y estado de salud percibido) y la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. Metodología. El diseño fue descriptivo correlacional, la muestra incluyó a 217 pacientes hospitalizados en una unidad pública de segundo nivel de atención, con selección no probabilística por conveniencia. Los instrumentos aplicados fueron la Cédula de Datos del Paciente, el Cuestionario Salud SF-36 y el Cuestionario de Evaluación de la Satisfacción del Paciente con el Cuidado de Enfermería CARE-Q. La investigación se realizó de acuerdo con lo estipulado en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud. Resultados. La mayoría de los pacientes fueron del sexo femenino (80.6 %). La edad promedio fue de 32 años. El promedio de escolaridad fue de 8.7 años. La mayoría de los pacientes reportaron hospitalizaciones previas (58.6 %). El 74.7% reportó percepción de manejo de síntomas mejor de lo esperado. La satisfacción del paciente con el cuidado de enfermería obtuvo una puntuación media de 81.78. La diferencia en la satisfacción de los pacientes por sexo (U = 3102.50, p = .117) y manejo de síntomas (U = 4221.50, p = .562) no fue estadísticamentesignificativa. Respecto a la relación de la satisfacción de los pacientes con los factores personales: edad, escolaridad y hospitalizaciones previas, la correlación no fue significativa (p ˃ .05). Sin embargo, se observaron dos correlaciones con el estado de salud percibido. Conclusiones. Se estableció relación con el estado de salud percibido a través de las correlaciones entre las dimensiones “Salud general” y “Vitalidad” con las subescalas “Mantiene relación de confianza” y “Accesibilidad” (rs = -.147, p = .031 y rs =.158, P = .020) respectivamente. Firma del Director de Tesis: __________________________________________ 1 Capítulo 1 Introducción 1.1 Planteamiento del Problema La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2009), se ha manifestado de manera permanente en favor de la calidad y seguridad de los pacientes, por lo que, en la actualidad los sistemas de salud destacan la importancia de orientar sus servicios hacia las necesidades de los pacientes y su satisfacción como un indicador clave en el resultado de la atención médica otorgada (Moreno-Monsiváis, Interial-Guzmán, Sauceda-Flores, Vázquez-Arreola y López-España, 2011). Al respecto, la satisfacción del paciente se ha asociado con el cumplimiento del tratamiento médico y se ha evidenciado que los niveles de satisfacción están ligados a la continuidad en el uso de los servicios de salud, lo cual repercute en los costos e imagen institucional. También se ha documentado que en la mayoría de los casos la atención institucional es la única alternativa para los pacientes, por lo que dependen en su totalidad de la eficacia del sistema sanitario (Feldman, Vivas, Lugli, Alviarez, Pérez y Bustamante, 2007; Jaraíz, Lagares y Pereira, 2013). En el contexto internacional existen estudios que reportan diferentes niveles de satisfacción en los pacientes hospitalizados con el cuidado de enfermería. En Arabia Saudita y Colombia se tienen registros de niveles altos (86 % y 77.4 %), sin embargo, en Etiopía los hallazgos muestran resultados menores (61.9 y 52.5 %) (Atallah, Hamdan-Mansour, Al-Sayed y Aboshaiqah, 2013; Eyasu, Adane, Amdie, Getahun y Biwota, 2016; Rojas y Barajas, 2012; Woldeyohanes, Woldehaimanot, Kerie, Mengistie y Yesuf, 2015). En México, la Secretaría de Salud (SS, 2013) ha establecido la opinión del 2 usuario como un referente de la situación real de la atención médica y ha exhortado al personal sanitario a identificar las necesidades de los pacientes y mejorar los índices de satisfacción. Al respecto, la SS (2012) en su Informe Final sobre la Evaluación Externa del Sistema Integral de Calidad en Salud (SICALIDAD) de 2012, reportó un nivel de satisfacción alta (78 %) a nivel nacional. En el mismo contexto, otros estudios realizados en la Ciudad de México y Chihuahua han registrado niveles altos (77.5 %) y medios (54 %) respectivamente (Álvarez, Olivares y Cadena, 2012; Ruiz- Montes, Romero-Quechol, Trejo-Franco, Martínez-Olivares y Cuevas-Cancino, 2015). Asimismo, la evidencia científica señala que la presencia de ciertos factores personales influye en el nivel de satisfacción del paciente con el cuidado de enfermería, como la edad, sexo, escolaridad, hospitalizaciones previas, manejo de síntomas y el estado de salud percibido (Álvarez et al., 2012; De los Ríos y Ávila, 2004; Moreno-Monsiváis et al., 2011; Ruiz-Montes et al., 2015; Thornto y Mark, 2009). Existen registros de mayor tendencia hacia la satisfacción en pacientes adultos mayores, con explicación en sus grandes necesidades de comunicación y apoyo para sus actividades diarias a diferencia de los pacientes jóvenes, en quienes la insatisfacción se asocia con la tendencia a un menor cumplimiento de las indicaciones y recomendaciones del personal de salud (Batbaatar, Dorjdagva, Luvsannyam y Amenta, 2015; De los Ríos y Ávila, 2004; Gorari y Theodosopoulou, 2015). Igualmente, se reporta mayor satisfacción en pacientes que perciben su estado de salud de bueno a excelente, relacionándolo con un buen estado de ánimo e influencia positiva, derivada de la buena percepción de su estado de salud. De manera inversa, 3 pacientes expuestos a situaciones de estrés y ansiedad, con origen en enfermedades limitantes a largo plazo; enfermedad concomitante, obesidad, discapacidad y mal estado de salud en general, se han vinculado con niveles de insatisfacción con el cuidado de enfermería (Batbaatar et al., 2015; Eyasu et al., 2016; Moreno-Monsiváis et al., 2011; Thornton y Mark, 2009). En el mismo tenor, algunas investigaciones señalan que pertenecer al sexo femenino, no tener educación formal, contar con hospitalizaciones previas y percibir un adecuado manejo del dolor, está relacionado con mayores niveles de satisfacción, sin embargo, estos resultados no son contundentes debido principalmente a la influencia sociocultural del paciente (Batbaatar, Dorjdagva, Luvsannyam y Amenta, 2015; Eyasu et al., 2016; Levandovski, Dias da Silva y Marques, 2015; Moreno- Monsiváis et al., 2011; Woldeyohanes et al., 2015). Frente a este panorama, surge la necesidad de determinar la relación entre los factores personales (biológicos, socioculturales y psicológicos) y la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería, dado que, existe evidencia del impacto directo de éste en la atención de los pacientes y se considera que es el principal determinante de su satisfacción, ya que las enfermeras están involucradas en casi todos los aspectos de la atención del paciente e interactúan con ellos con más frecuencia que cualquier otro profesional sanitario en un hospital. De igual modo, representan el mayor porcentaje de personal (40% al 60%) dentro de los servicios de salud. De ahí que, las enfermeras tienen un papel clave para medir y mejorar la satisfacción del paciente y demostrar el impacto de sus cuidados (Atallah, Hamdan- Mansour, Al-Sayed, Aboshaiqah, 2013; Levandovski et al., 2015; Poblete-Troncoso, Valenzuela-Suazo y Merino, 2012; Serrano y Tejedor, 2013). 4 A su vez, es necesario que las enfermeras integren a su quehacer disciplinar las percepciones del paciente desde su marco de valores, creencias, modos de vida, circunstancias y factores personales que evidencien los requisitos de cuidado, para cumplir con el proceso de satisfacción de sus necesidades de salud, asumiendo con ello el compromiso de la atención de enfermería, la cual se define como acciones intencionadas de cuidado físico, atención del estado emocional y la promoción de un sentido de seguridad para el paciente (Gaviria, 2009; Hernández-Betancur y Vásquez- Truisis, 2015; Larson y Freketich, 1993). 1.2 Propósito del Estudio Con base en la evidencia científica sobre el fenómeno de estudio, se planteó la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuál es la relación entre los factores personales: biológicos (edad, sexo), socioculturales (escolaridad, hospitalizaciones previas) y psicológicos (manejo de síntomas y estado de salud percibido) y la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería, en una unidad pública de segundo nivel de atención en el estado de Oaxaca, México? 1.3 Marco de Referencia La investigación estuvo orientada por los conceptos de factores personales biológicos (edad y sexo), socioculturales (escolaridad y hospitalizaciones previas), psicológicos (manejo de síntomas y estado de salud percibido) y satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. 1.3.1 Factores personales. Los factores personales son las condiciones que intervienen para determinar la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería, para efectos de 5 este estudio se consideraron los factores personales biológicos, socioculturales y psicológicos (Álvarez etal., 2012; De los Ríos y Ávila, 2004; Moreno-Monsiváis et al., 2011; Ruiz-Montes et al., 2015; Thornto y Mark, 2009). 1.3.1.1 Factores personales biológicos. De los factores personales biológicos se abordaron la edad y el sexo. A este respeto, la edad es considerada como el número de años cumplidos y reportados por el paciente. En la literatura se registra como una de las variables más consistentes en la predicción de la satisfacción de los pacientes, se ha documentado que los pacientes adultos mayores se muestran más satisfechos que los jóvenes, lo que se atribuye a diferencias en sus expectativas y evaluación de satisfacción, dado que los adultos mayores valoran más los aspectos interpersonales de la atención y los jóvenes la continuidad de los cuidados y los aspectos técnicos. (Batbaatar et al., 2015; De los Ríos y Ávila, 2004; Gorari y Theodosopoulou, 2015) En cuanto al sexo, éste se refiere a la característica biológica que definen a los pacientes en masculino y femenino, algunos estudios han registrado mayores niveles de satisfacción en las pacientes femeninas, principalmente cuando son atendidas por personal de su mismo sexo, especialmente en las intervenciones gineco-obstétricas, también se ha asociado a un menor nivel educativo en comparación con los hombres, por lo que su conocimiento y expectativa pudieran ser más bajas. Sin embargo, otros estudios concluyen que los hombres son más propensos a expresar mayor satisfacción con los cuidados de enfermería y consideran muy importantes los cuidados de confort, privacidad y limpieza (Batbaatar et al., 2015; Eyasu et al., 2016). 6 1.3.1.2 Factores personales socioculturales. Respecto a los factores personales socioculturales, se estudió la escolaridad y las hospitalizaciones previas. La escolaridad corresponde a los años de educación formal del paciente. La literatura refiere que los pacientes con menos grados de educación expresan niveles más altos de satisfacción con la atención de enfermería, lo cual, se relaciona con desconocimiento de sus derechos, expectativas bajas hacia la atención de sus necesidades e inseguridad para reportar insatisfacción. En otras palabras, mayores niveles de educación favorecen el acceso a más y mejor información para evaluar adecuadamente su satisfacción en relación con la atención recibida (Batbaatar et al., 2015; Gorari y Theodosopoulou, 2015; Woldeyohanes et al., 2015). Las hospitalizaciones previas se concederán como el número de internamientos previos en el hospital, las cuales ejercen influencia en las expectativas de los pacientes acerca de los cuidados de enfermería. Dado que, en cada internamiento el paciente se almacena información como producto de su interacción con el equipo de salud, la cual nutre sus expectativas respecto a lo que es posible que ocurra durante una nueva hospitalización, por lo que, cuando las experiencias coinciden con las expectativas, dan un sentido de control al paciente que lo llevan a experimentar un estado de bienestar que se traduce en satisfacción con la atención otorgada (Batbaatar et al., 2015; Hamui, Fuentes, Aguirre y Ramírez, 2013; Moreno-Monsiváis et al., 2011; Thornton y Mark, 2009). 1.3.1.3 Factores personales psicológicos. En relación con los factores personales psicológicos, se consideraron el manejo de síntomas y el estado de salud percibido. El manejo de síntomas se refiere a la percepción del paciente respecto a la atención que le brinda el personal de enfermería 7 para el control del malestar derivado de la patología o tratamiento médico. Los reportes indican que quienes perciben una gestión eficaz de su sintomatología (dolor, náuseas, mareos) se sienten más satisfechos, ya que vinculan la preocupación, atención y cuidado de enfermería con la disminución de sus síntomas, resultando un sentimiento de satisfacción con el cuidado otorgado. No así, quienes reportan fuertes dolencias crónicas y molestias graves (Batbaatar et al., 2015; Buchanan et al., 2015; De los Ríos y Ávila, 2004; Moreno-Monsiváis et al., 2011). En cuanto al estado de salud percibido, este se define como la información proporcionada por el mismo paciente acerca su situación de salud, producto de su conocimiento e interpretación; sin que necesariamente haya sido confirmado por personal médico. Es un indicador utilizado por excelencia para la aproximación al estado de salud de las poblaciones y las personas. En la literatura se reporta como uno de los predictores más fuertes de la satisfacción del paciente hospitalizado, con evidencia de mayor satisfacción en pacientes que perciben su estado de salud de bueno a excelente y de manera inversa, mayores niveles de insatisfacción en pacientes expuestos a situaciones de estrés y ansiedad por un estado de salud precaria (Agudelo-Londoño, Giraldo-Villa y Romero-Nieto, 2012; Batbaatar et al., 2015; Eyasu et al., 2016; Moreno-Monsiváis et al., 2011). Una de las propuestas más utilizada para conocer el estado de salud percibido de los pacientes, es la que evalúa la función física, rol físico, dolor corporal, salud general, vitalidad, función social, rol emocional y salud mental. La cual permite conocer la percepción del paciente respecto a sus limitaciones en las actividades físicas diarias; la interferencia de su salud en el rendimiento diario; la intensidad del dolor y su efecto en el trabajo y en las actividades del hogar; la valoración del 8 paciente sobre su estado de salud; el nivel de vitalidad al comparar la energía frente al cansancio y desánimo; la interferencia de los problemas físicos o emocionales en la vida social habitual; la afectación de los problemas emocionales en el trabajo y actividades diarias; así como, la valoración de la salud mental general a partir de la depresión, ansiedad, autocontrol y bienestar general (Vilagut et al., 2005). 1.3.2 Satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. La satisfacción se define como un sentimiento de bienestar o placer cuando se ha colmado un deseo o cubierto una necesidad, significado de que algo está bien, que se ha saldado una deuda o una obligación, todo esto, resultado de la ponderación de un conjunto de factores intersubjetivos y culturales resumidos en un proceso reflexivo de la persona (Diccionarios Oxford, 2017; Hamui et al., 2013). Para el sistema sanitario, la satisfacción se conceptualiza como la congruencia entre la atención médica recibida y las necesidades, deseo o expectativa del paciente, en particular en el aspecto del proceso interpersonal. Respecto al cuidado de enfermería, se explica como el grado de concordancia entre las expectativas del paciente con las acciones intencionadas de cuidado físico y emocional que dan como resultado un sentido de seguridad en el paciente (Batbaatar et al., 2015; Larson y Freketich, 1993; Rojas y Barajas, 2012). En este sentido, el cuidado de enfermería es considerado un proceso interpersonal de interacción entre dos seres humanos, la persona que cuida (enfermera) y la persona que es cuidada (paciente), en donde se incorporan conocimientos, actitudes, responsabilidades y acciones significativas de ayuda e interés, mediante la empatía y comprensión del paciente como persona que piensa, siente y padece (Guevara et al., 2014). 9 Significa dar tiempo y estar disponible para los pacientes y familiares, con énfasis en la ética del cuidado, la comprensión y conducta moral; haciéndolo significativo a través de un acuerdo mutuo (enfermera y paciente) sobre los cuidados más apropiados para un mayor beneficio y restauración de su salud (Ahmed, Gamil, Ahmed y Sayed, 2013; Salazar, 2011). Consiste en una serie de competencias combinadas de conocimiento, habilidades, destreza manual, creatividad,sensibilidad y pensamiento crítico. Dividido en cuidado emocional y técnico científico. El cuidado emocional implica apoyo a través de la fidelidad, confianza, esperanza y calidez, que inspiren sentimientos de seguridad, tranquilidad y bienestar emocional. El técnico científico, hace referencia a aspectos tangibles como los procesos y procedimientos técnicos, se centran la realización de actividades de higiene personal, bienestar físico y el suministro de información médica veraz y oportuna (Ahmed, Gamil, Ahmed y Sayed, 2013; Salazar, 2011; Waldow, 2014). Al respecto, Larson (como se citó en Rojas y Barajas, 2012) menciona que la satisfacción del paciente en con el cuidado de enfermería se puede determinar a través del estudio de la accesibilidad del personal de enfermería para la atención oportuna del paciente; la explicación clara y precisa de los procedimientos que faciliten la ejecución de los cuidados y la cooperación del paciente; el confort en un ambiente de bienestar y comodidad que inspire consuelo y ánimo; la ejecución anticipada de cuidados personalizados para prevenir complicaciones;, el vínculo de una relación de confianza a través de la empatía y cordialidad que inspire seguridad y el monitoreo y seguimiento con base en el conocimiento de cada paciente y el dominio técnico y científico de los procedimientos. 10 1.4 Estudios Relacionados Los reportes de investigación considerados en este estudio involucran los conceptos de factores personales biológicos (sexo y edad), socioculturales (escolaridad y hospitalizaciones previas), psicológicos (manejo de síntomas y estado de salud percibido) y satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. Batbaatar, Dorjdagva, Luvsannyam, Savino y Amenta (2016) en una revisión sistemática, identificaron las variables de la satisfacción de los pacientes y las razones de resultados contradictorios, reportados en la literatura entre 1980 y 2014, en 109 artículos. Los hallazgos documentaron a la edad, como la variable más importante y consistente. El estado de salud autoevaluado se reportó, como uno de los predictores más fuertes de la satisfacción. El género, no tuvo un patrón claro. En cuanto a la educación, los menos educados tendían a estar más satisfechos, sin embargo, los resultados no fueron concluyentes. Los pacientes con síntomas graves y dolor reportaron menor satisfacción. Entre los factores determinantes relacionados con el equipo de salud, se encontró la calidad de las habilidades interpersonales como el factor más sobresaliente. 1.4.1 Factores personales biológicos. Eyasu, Adane, Amdie, Getahun y Biwota (2016) realizaron un estudio cuantitativo y transversal, en 380 pacientes adultos, con el objetivo de evaluar su satisfacción con los cuidados de enfermería y los factores asociados, en un hospital de Etiopía. La muestra fue integrada en un 50.3% por mujeres, con edad media de 38.6 años (DE = 14.50), 48.4% no tenía educación formal y un 52.5% de los pacientes estaban satisfechos con los cuidados de enfermería. Las mujeres reportaron dos veces 11 más probabilidad de estar satisfechas que los hombres (OR = 2.2, IC 95% [1.3, 3.7]), al igual que los pacientes en el grupo de edad de 18 a 30 años en comparación con los mayores de 61 años (OR = 4.7, IC 95% [1.9, 11.5]) y quienes percibieron su salud actual en buenas condiciones a diferencia de quienes la percibieron como precaria (OR = 2.0, IC 95% [1.2, 3.3]). Ferreira, Guedes, Moreira, Baracho, Caldeira, Guedes, Ferreira y Ribeiro (2016). en un estudio transversal y correlacional, analizaron la satisfacción del paciente con el cuidado de enfermería en un hospital de referencia en Brasil. La muestra incluyó a 233 pacientes, 53.4% correspondió al sexo masculino, la edad promedio fue de 53.3 años (DE = 19.15) y 43.0% tenían instrucción primaria incompleta. Los resultados mostraron correlación estadísticamente significativa con la edad (r =.136, p = 0.042) e informaron que el sexo no influyó en la evaluación de la satisfacción. Puch-Ku, Uicab-Pool, Ruiz-Rodríguez y Castañeda-Hidalgo (2016) llevaron a cabo un estudio descriptivo y correlacional, para determinar la relación entre las dimensiones del cuidado de enfermería con el nivel de satisfacción de los pacientes adultos hospitalizados, en Yucatán, México. La muestra integró a 296 pacientes. La satisfacción registró una media de 70.1 (DE = 8.8). Los resultados no mostraron relación con la escolaridad (X2 = 2.62, p > 0.05), sexo (X2 = 1.28, p > 0.05) y edad (r = 0.007, p > 0.05). Abrahamsen, Hall-Lord, Karlsson, Appelgren y Wilde-Larsson (2013) en un estudio transversal, exploraron y describieron la satisfacción de la calidad del cuidado de los pacientes y sus posibles factores en cinco hospitales de Noruega. La muestra fue de 373 paciente. La edad promedio fue de 54.7 años (DE = 16.49), 52.3% fueron 12 mujeres y el 41% reportaron educación media superior. Los resultados mostraron satisfacción general media de 3.44 (DE = 12.46) en una escala de cuatro puntos. Igualmente, reportaron que no hubo significancia estadística entre la edad (r = -0.04, p > 0.05) y sexo (t = -0.052, p = 0.958) con la satisfacción de los pacientes. 1.4.2 Factores personales socioculturales. Woldeyohanes, Woldehaimanot, Kerie, Mengistie y Yesuf (2015), llevaron a cabo una investigación de tipo cuantitativo y transversal, con el objetivo de medir y describir el nivel de satisfacción del paciente con los servicios de salud en el hospital de la Universidad de Jimma, al Sudoeste de Etiopía. La muestra integró a 189 pacientes, de los cuales 54% correspondió a mujeres, la edad promedio fue de 26.5 años (DE = 15.10), 54% no tenían educación formal. Los resultados mostraron nivel de satisfacción general de 61.9%. Los pacientes sin educación formal estaban más satisfechos (76.9%) que sus contrapartes (X2 = 17.006, p = 0.004). En relación con el sexo, las mujeres estuvieron más satisfechas (62.7%) que los hombres (60.9%), en cuanto a los internamientos, los pacientes de primera vez reportaron mayor satisfacción (63.9%) que los subsecuentes (55.6%), sin embargo, en ambos casos no se encontró diferencia significativa (X2 = 0.066, p = 0.797), (X2 = 1.010, p = 0.315) respectivamente. Levandovski, Dias da Silva y Marques (2015) en un estudio cuantitativo,� descriptivo de corte transversal, analizaron la satisfacción del paciente con el cuidado de enfermería, en el servicio de urgencias de un hospital de la región sur de Brasil. La muestra fue compuesta por 250 pacientes con edad promedio de 56.3 (DE = 16.7), 56.4% correspondió al sexo femenino y 50.8% tenía instrucción primaria incompleta. 13 Los resultados evidenciaron correlación estadísticamente significativa entre la�edad (r = 0.38, p < 0. 001) y el nivel de educación (r = 0.16, p = 0.009) con la satisfacción de los pacientes.� Gorari y Theodosopoulou (2015) determinaron a través de un estudio descriptivo y correlacional, la satisfacción de los pacientes sometidos a cirugía por cáncer con el cuidado de enfermería y su asociación con las características demográficas, en pacientes hospitalizados del Hospital Universitario de Grecia. La población se integró con 181 pacientes de los cuales 51.9% correspondió al sexo femenino. La edad promedio fue de 65 años (DE = 12.6), 51.9% reportó estudios de primaria. El promedio general de satisfacción fue de 84.4 (DE = 13.39). El análisis multivariante reportó correlación estadísticamente significativa entre el nivel educativo y el índice de satisfacción de los pacientes (ß = -4.7, p < 0.001), los pacientes con bajos niveles de educación expresaron mayor satisfacción con el cuidado de enfermería. Álvarez, Olivares, Cadena y Olvera (2012) llevaron a cabo en la Ciudadde México, un estudio prospectivo, correlacional y transversal, con el objetivo de comparar el grado de satisfacción de los pacientes con el cuidado de enfermería de acuerdo con el género y su asociación con los datos sociodemográficos. La población se integró con 286 pacientes, con promedio de edad de 49.9 años (DE = 17). El 54.5% fueron hombres y 69% reportó nivel de educación básica. En cuanto a los grados de satisfacción, 57% reportaron satisfacción total, 20.6% parcial y 10.8% regular. De acuerdo con el género, se encontró que los hombres estaban más satisfechos al obtener una media más alta que las mujeres (! = 129.4, DE = 28 vs ! = 125.7, DE = 31.4); sin embargo, esta diferencia no fue estadísticamente 14 significativa (t = -1.04, gl = 284, p = 0.295), al igual que las comparaciones entre grupos de diferentes niveles de estudios (F = 0.580, gl = 284, p = 0.629). 1.4.3. Factores personales psicológicos. Machado, Souza, Almeida, Corrente, Ruiz y De Vitta (2016) llevaron a cabo un estudio con el objetivo de verificar el nivel de calidad de vida relacionada con la percepción del estado de salud, en 600 adultos mayores de 20 años edad y su asociación con la morbilidad reportada en Brasil. El instrumento de recolección de datos fue el Cuestionario de Salud SF-36. Los resultados evidenciaron asociación entre la edad y el estado general de salud percibido. El grupo de 20 a 35 años reportó puntuación media de 71.7 (DE = 17.23); el de 36 a 59 años de 71.6 (DE = 17.29) y el de 60 años puntuó 68.3 (DE = 23.3). La dimensión más afectada fue vitalidad con una media de 64.9 (DE = 12.15). Los adultos mayores tuvieron las peores puntuaciones en las dimensiones dolor corporal (! = 67.89, DE = 17.38) y funcionamiento físico (! = 66.94, DE = 46.08). Meza-García, Reynaga-Ornelas, Baldwin, Caudillo-Cisneros, Dávalos-Pérez y Jiménez-García (2013) realizaron un estudio en 30 pacientes adultos, para describir la calidad de vida con base en el estado de salud percibido por los pacientes con insuficiencia renal crónica, en el estado de Guanajuato. Se utilizó el Cuestionario de Salud SF-36 como instrumento de medición. Los resultados mostraron que las dimensiones peor evaluadas fueron: fusión física (! = 37.6, DE = 23.6) y rol físico (! = 35.8, DE = 46.7); seguidas de salud general (! = 58.5, DE = 23.8) y vitalidad (! = 59.0, DE = 28); las mejor calificadas fueron: dolor corporal (! = 64.7, 15 DE = 34.8), rol emocional (! = 68.9, DE = 41.6), salud mental (! = 77.2, DE = 19.4) y función social (! = 86.7, DE = 24.6). Moreno-Monsiváis, Interial-Guzmán, Sauceda-Flores, Vázquez-Arreola y López- España (2011) desarrollaron una investigación correlacional. En una muestra de 172 madres con niños hospitalizados en una institución pública de Monterrey, Nuevo León. La evidencia reportó que la satisfacción de la madre no se asoció con la percepción del estado de salud de su hijo, pero si se relacionó con el manejo de síntomas (X2 = 5,61, p = .04) y se determinó mayor satisfacción en las madres que percibieron un adecuado manejo del dolor (U = 1180,50; p = .03). En general la satisfacción reportó una media de 72.4 (DE = 7.66). 1.4.4 Satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. Ruiz-Montes, Romero-Quechol, Trejo-Franco, Martínez-Olivares y Cuevas- Cancino (2015) desarrollaron un estudio analítico de la satisfacción del adulto mayor hospitalizado con el cuidado del personal de enfermería, en 191 adultos mayores de Ciudad Juárez, Chihuahua. Los datos se obtuvieron a través del Cuestionario de Evaluación de la Satisfacción del Paciente con el Cuidado de Enfermería. Los resultados reportaron satisfacción alta en cuatro de las seis subescalas del comportamiento del personal de enfermería; monitorea y hace seguimiento 81.2%, accesibilidad 77.5%, mantiene relación de confianza 73.8% y conforta 61.8%; en los dos comportamientos restantes se evidenció satisfacción media con 75.4% en se anticipa y 47.6 0% para explica y facilita. De manera general la satisfacción fue de 61.85%. 16 Azimzadeh, Valizadeh, Zamanzadeh y Rahmani (2013) llevaron a cabo un estudio para valorar la importancia de los cuidados en la atención centrada en los pacientes de un centro oncológico en Tabriz, Irán. Participaron 200 pacientes, mediante el Cuestionario de Evaluación de la Satisfacción del Paciente con el Cuidado de Enfermería. Los resultados reportaron promedios de 3.95 a 4.32 en una escala de uno a cinco, en orden de importancia: monitorea y hace (! = 4.33, DE = 0.41), accesibilidad (! = 4.32, DE = 0.44), se anticipa (! = 4.19, DE = 0.57), explica y facilita (! = 4.17, DE = 0.49), conforta (! = 4.06, DE = 0.50) y mantiene relación de confianza (! = 3.95, DE = 0.45); lo que muestra altas evaluaciones en general. Rojas y Barajas (2012) realizaron un estudio, con el objetivo de determinar la percepción de los usuarios respecto a la calidad del cuidado de enfermería, en el servicio de urgencias de la Unidad Básica de San José de Cúcuta, Colombia. En una población de 382 usuarios, mediante el instrumento CARE-Q. El resultado reportó de manera general 77.4%. de satisfacción y por subescalas: en conforta 85.8%, explica y facilita 83.2%, se anticipa 78%, mantiene relación de confianza 75% , monitorea y hace seguimiento 71% y accesibilidad 70%. 1.5 Definición Operacional El presente estudio se integra por siete variables de las cuales seis correspondieron a los factores personales biológicos (edad y sexo), socioculturales (escolaridad y hospitalizaciones previas) y psicológicos (manejo de síntomas y estado de salud percibido); la séptima variable correspondió a la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. 17 De las variables correspondientes a los factores personales: biológicos, socioculturales y psicológicos, cinco se midieron a través de la Cédula de Datos del Paciente (CDP) y una mediante el Cuestionario de Salud SF-36 (CSSF-36), la variable satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería se evaluó con el Cuestionario de Evaluación de la Satisfacción del Paciente con el Cuidado de Enfermería CARE-Q (CESPCECARE-Q). Edad: número de años cumplidos y reportados por el paciente al momento de la entrevista. Sexo: característica biológica de los pacientes que los define en masculino y femenino. Escolaridad: número de años de educación formal reportados por el paciente al momento de la entrevista. Hospitalizaciones previas: número de hospitalizaciones anteriores en el hospital, referidas por el paciente. Manejo de síntomas: percepción del paciente acerca de la atención recibida en relación a la sintomatología derivada del tratamiento médico, clasificada en mejor de lo esperado o menor de lo esperado. Estado de salud percibido, apreciación del paciente acerca de su salud física, mental y general, autoevaluada a través de 36 ítems agrupados en las dimensiones: función física, rol físico, dolor corporal, salud general, vitalidad, función social, rol emocional y salud mental, mediante CSSF-36, versión en español, desarrollado por Ware y Sherbourne (1992). Satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería, grado de concordancia entre las expectativas del paciente con las acciones intencionadas de 18 cuidado de enfermería, medida a través de 46 ítems en escala de Likert de cinco puntos, con niveles que van de nada importante a muy importante, agrupadas en seis subescalas: accesibilidad, explica y facilita, conforta, se anticipa, mantiene relación de confianza monitorea y hace seguimiento, mediante el CESPCECARE-Q versión en español, validada por Sepúlveda, Rojas, Cárdenas, Guevara y Castro (2009) enpoblación colombiana. Para determinar la satisfacción, los resultados se convierten a una escala de 0 a 100, en donde a mayor puntuación mayor satisfacción del paciente. 1.6 Objetivo General Determinar la relación entre los factores personales: biológicos (sexo y edad), socioculturales (escolaridad y hospitalizaciones previas) y psicológicos (manejo de síntomas y estado de salud percibido) y la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. 1.6.1 Objetivos Específicos. 1. Describir los factores personales: biológicos (sexo y edad), socioculturales (escolaridad, hospitalizaciones previas) y psicológicos (manejo de síntomas y estado de salud percibido) 2. Comparar la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería en relación al sexo y manejo de síntomas. 3. Determinar la relación de los factores personales: biológicos (edad), socioculturales (escolaridad, hospitalizaciones previas) y psicológico (estado de salud percibido) y la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. 19 Capítulo II Metodología En este apartado se abordan los procedimientos para el desarrollo y ejecución del proyecto, se describe el diseño de estudio, la población, el tipo de muestreo y la muestra, los criterios de selección, inclusión y exclusión de participantes; los instrumentos que se aplicaron, el procedimiento para la recolección de datos, la ética del estudio, el plan para el análisis estadístico de los datos. 2.1 Diseño del Estudio El estudio fue descriptivo, comparativo, correlacional y transversal (Hernández, Fernández y Baptista, 2014), ya que se determinó la relación entre los factores personales y la satisfacción del paciente con el cuidado de enfermería. 2.2 Población La población estuvo conformada por pacientes hospitalizados en los servicios de medicina interna, cirugía, ginecología y obstetricia en un hospital público de segundo nivel de atención en el estado de Oaxaca. 2.3 Muestreo y Muestra El proceso de selección de los participantes fue no probabilístico por conveniencia. La muestra se calculó con una significancia de .05, poder de .80 y magnitud de efecto de .20; resultando una muestra de 217 pacientes (Polit y Hungler, 2000). 2.4 Criterios de Selección 2.4.1 Criterios de inclusión. Pacientes hospitalizados de 18 a 75 años de edad, ambos sexos, con un mínimo de 48 horas de internamiento, con indicación de alta médica, que aceptaron participar 20 de manera voluntaria previo a su egreso hospitalario, registrando su firma en el consentimiento informado (Apéndice A). 2.4.2 Criterios de exclusión. Pacientes con alta médica e internamiento menor a 48 horas y pacientes que se rehúsen a participar. 2.4.3 Criterios de eliminación. Pacientes que durante la entrevista decidan no concluir y retirarse. 2.5 Instrumentos de Medición Se realizaron mediciones de lápiz y papel mediante tres instrumentos, CDP (Apéndice B); CSSF-36 (Apéndice C) y el CESPCECARE-Q (Apéndice D). 2.5.1 Cédula de datos del paciente. La CDP estuvo dividida en dos secciones, la primera correspondió a los datos sociodemográficos de edad, sexo y años de escolaridad, la segunda integró información sobre el número de hospitalizaciones previas y el manejo de síntomas. 2.5.2. Cuestionario de salud SF-36. El CSSF-36, es un instrumento desarrollado por Ware y Sherbourne (1992) a partir de una extensa combinación de cuestionarios utilizados en el Estudio de Resultados Médicos (MOS por sus siglas en inglés). Diversos estudios han reportado consistencias internas superiores a .70 (Vilagut et el., 2005). Detecta estados positivos y negativos de salud en población sana o enferma a partir de explorar la salud física, mental y salud general a través de 36 ítems divididos en ocho dimensiones: 21 1. Funcionamiento Físico, comprende las limitaciones físicas a causa de enfermedades e incluye los ítems del 3 al 12, con tres opciones de respuestas: (1) sí, me limita mucho; (2) sí, me limita un poco; (3) no, no me limita nada. 2. Rol físico, evalúa el rendimiento en las actividades darías por falta de salud, integra los ítems del 13 al 16, con dos opciones de respuesta: (1) sí y (2) no. 3. Dolor corporal, mide la intensidad del dolor corporal, se compone de los ítems 21 y 22, con seis opciones de respuestas: (1) no, ninguno; (2) sí, muy poco; (3) sí, un poco; (4) sí, moderado; (5) sí, mucho y (6) sí, muchísimo. 4. Salud general, hace referencia a la valoración personal del estado de salud, se integra con los ítems 1, 33, 34 y 36, el primero con cinco opciones de respuestas: (1) excelente, (2) muy buena, (3) buena, (4) regular, (5) mala; los 4 restantes, se responden con las opciones: (1) totalmente cierta, (2) bastante cierta, (3) no lo sé, (4) bastante falsa y (5) totalmente falsa. 5. Vitalidad, valora sentimiento de energía y vitalidad comparados con los de cansancio y desánimo, integra los ítems 23, 27, 29 y 31, los tres primeros con cinco opciones de respuesta: (1) siempre, (2) casi siempre, (3) muchas veces, (4) algunas veces y (5) sólo alguna vez ; el último ítem se responde con las opciones: (1) siempre, (2) casi siempre, (3) algunas veces, (4) sólo alguna vez y (5) nunca. 6. Función social, se refiere a la interferencia de los problemas de salud física o emocional en la vida social habitual, integra los ítems 20 y 3, el primero con opciones de respuesta: (1) nada, (2) un poco, (3) regular, (4) bastante y (5) mucho; el segundo: (1) siempre, (2) casi siempre, (3) algunas veces, (4) sólo alguna vez y (5) nunca. 22 7. Rol emocional, estima el grado en el que los problemas emocionales afectan el trabajo y las actividades diarias, contiene los ítems 17, 18 y 19, con opciones de respuesta: (1) sí y (2) no. 8. Salud mental, es la valoración de la salud mental general, a partir de la depresión, ansiedad, autocontrol y bienestar general, integra los ítems 24, 25, 26, 28 y 30, con patrón de respuesta de seis opciones: (1) siempre, (2) casi siempre, (3) muchas veces, (4) algunas veces, (5) sólo alguna vez y (6) nunca. Para mantener el sentido positivo once ítems se recodificaron (1, 2, 20, 21, 22, 23, 26, 27, 30, 34 y 36) invirtiendo las puntuaciones, de tal manera que los valores más altos indicaran un mejor estado de salud. Los ítems con dos opciones de respuesta se puntúan con valores de 50 y 100, los de tres con 0, 50 y 100; los de cinco con 0, 25, 50, 75 y 100; los de seis con 0, 20, 40, 60, 80 y 100. Los puntajes de los ítems de cada dimensión se promediaron para crear los índices. 2.5.3 Cuestionario de evaluación de la satisfacción del paciente con el cuidado de enfermería CARE-Q. El CESPCECARE-Q fue elaborado por Larson (1984), para fines de esta investigación se utilizó la versión en español validada por Sepúlveda, Rojas, Cárdenas, Guevara y Castro (2009) en población colombiana, con validez interna de 0.88. Contiene 46 conductas de atención de enfermería, estructurado en seis subesclas, que permiten al paciente determinar los cuidados que perciben importantes para sentirse satisfechos. 1. Accesibilidad, compuesta por cinco ítems (1 al 5) que comprenden cuidados oportunos de relación, apoyo y ayuda. 2. Explica y facilita, contiene cinco ítems (6 al 10) los cuales hacen referencia a 23 la información que se otorga al paciente para facilitar la ejecución de los cuidados. 3. Conforta, contiene nueve ítems (11 al 19) acerca de los cuidados para el bienestar físico y emocional del paciente. 4. Se anticipa, con diez ítems (20 al 29) en donde se relacionan los cuidados planificados con el objetivo de prevenircomplicaciones. 5. Mantiene relación de confianza, nueve ítems (30 a 38), involucra los cuidados para una relación empática, cordial y de seguridad con el paciente. 6. Monitorea y hace seguimiento, con ocho ítems (39 a 46). abarca los cuidados que implican conocimiento propio de cada paciente, así como dominio científico y técnico de los procedimientos. El cuestionario consta de cuarenta y seis ítems con cinco opciones de respuesta tipo Likert: (1) nada importante, (2) poco importante, (3) regular importancia, (4) importante y (5) muy importante. Para determinar la satisfacción, los resultados se convirtieron a una escala de 0 a 100, en donde a mayor puntuación mayor satisfacción del paciente respecto al cuidado de enfermería. 2.6 Procedimiento Para el desarrollo de la investigación se recabó por escrito la autorización del Comité Tutorial asignado por la Secretaría de Investigación y Estudios de Posgrado de la Benemérita Facultad Autónoma de Puebla, así como oficio de aprobación de los directivos del hospital sede. Para la recolección de datos, se contó con la colaboración de una licenciada en enfermería, la cual fue capacitada por la investigadora y recibió entrenamiento, aplicando el conjunto de instrumentos a 15 pacientes hospitalizados previo a la recopilación final de la información. 24 La recolección de datos se inició en la central de enfermeras con la solicitud del número de cama de los pacientes programados para alta médica, posteriormente se acudió a la unidad de cada paciente, abordándoseles antes de su egreso hospitalario, se cuidó de no interferir con algún procedimiento, visita médica o visita de familiares. Se verificó el cumplimiento de los criterios de selección. Se explicó el objetivo, procedimiento y anonimato de los participantes, con énfasis en la libertad para retirarse en el momento que así lo decidieran sin ningún tipo de consecuencia, al final de la explicación se recabo la firma en el consentimiento informado. La aplicación de los cuestionarios se realizó a través de una entrevista estructurada, dando inicio con la CDP, seguida del CSSF-36, donde, con el objetivo de facilitar la toma de decisión de los pacientes se proporcionaron tarjetas con los tipos de respuesta de acuerdo a los grupos de preguntas (Apéndice E). Finalmente, se aplicó el CESPCECARE-Q, al concluir se agradeció la participación en el estudio y los cuestionarios se resguardaron por la investigadora para su análisis posterior. 2.7 Ética del Estudio La investigación se llevó a cabo según lo dispuesto en el Reglamento de la Ley General de Salud en materia de Investigación para la Salud (SS, 2014), Título segundo de los aspectos éticos en la investigación en seres humanos, Capítulo I, Artículo 13; por lo que las entrevistas se realizaron con respeto y amabilidad hacia el paciente y sus familiares, bajo consenso con ellos sobre el momento más adecuado para la entrevista, cuidando en todo momento su seguridad. Respecto al Artículo 14 apartados I, IV, V y VII; la investigación se llevó a cabo por personal profesional, previo dictamen favorable de los directivos del hospital y consentimiento informado de los participantes. De acuerdo con el Artículo 16, se 25 brindó protección y privacidad a todos los pacientes, previendo el momento más oportuno y el anonimato. Respecto al Artículo 17, la investigación fue sin riesgo ya que se empleó la entrevista personalizada sobre aspectos relativos al estado de salud y cuidados de enfermería. Acorde a los Artículos 20 y 21, el paciente recibió una explicación clara y completa, de tal forma que pudo comprender el objetivo, procedimiento y la garantía de recibir respuesta a cualquier pregunta acerca de su participación, riesgos y beneficios relacionados con la investigación; asimismo, la libertad de retirar su consentimiento en cualquier momento y dejar de participar en el estudio, sin que por ello se crearan perjuicios para continuar su cuidado y tratamiento. Teniendo la seguridad de la confidencialidad de la información proporcionada. 2.8 Plan de Análisis Estadístico Los datos se procesaron a través del programa estadístico Statistical Package for the Social Science (SPSS) versión 23 para Windows, obteniéndose frecuencias y porcentajes para las variables categóricas, para las de razón medidas de tendencia central y de dispersión. La confiabilidad de los instrumentos se obtuvo mediante el coeficiente alfa de Cronbach. Las variables numéricas se sometieron a la prueba de Kolmogorov-Smirnov con corrección de Lilliefors para determinar la normalidad en la distribución de los datos. Para dar respuesta al objetivo específico número uno, se utilizó estadística descriptiva a través de frecuencias, porcentajes, medidas de tendencia central y de dispersión. Para dar respuesta al objetivo específico dos, las variables se abordarán con el estadístico U de Mann-Whitney y para el objetivo específico tres se aplicó el estadístico de correlación de Spearman. 26 Capítulo III Resultados Para dar respuesta a los objetivos de la investigación, en el siguiente capítulo se presentan de manera consecutiva, la confiabilidad de los instrumentos, la estadística descriptiva de las variables de estudio, la prueba de normalidad y la estadística inferencial. 3.1 Confiabilidad de los Instrumentos La confiabilidad de los instrumentos se validó mediante el método de coeficiente de alfa de Cronbach. Tabla 1 Confiabilidad del Cuestionario de Salud SF-36 Nº de Reactivos Alfa de Cronbach CSSF-36 1 a 36 .910 Salud general 1, 2,33,34,35,36 .700 Funcionamiento físico 3,4,5,6,7,8,9,10,11,12 .965 Rol físico 13,14,15,16 .942 Rol emocional 17,18,19 .953 Función social 20,32 .725 Dolor corporal 21,22 .884 Vitalidad 23,27,29,31 .722 Salud mental 24,25,26,28,30 .745 Nota: n = 217. 27 Tabla 2 Confiabilidad del Cuestionario de Evaluación de la Satisfacción del Paciente con el Cuidado de Enfermería CARE-Q Nº de Reactivos Alfa de Cronbach CESPCECARE-Q 1 a 46 .968 Accesibilidad 1,2,3,4,5 .830 Explica y facilita 6,7,8,9,10 .814 Conforta 11,12,13,14,15,16,17,18,19, .850 Se anticipa 20,21,22,23,24,25,26,27,28,29 .923 Mantiene relación de confianza 30,31,32,33,34,35,36,36,38 .876 Monitorea y hace seguimiento 39,40,41,42,43,44,45,46 .910 Nota: n = 217. En las tablas 1 y 2, se presenta la confiabilidad de los cuestionarios estado de salud percibido y satisfacción del paciente hospitalizado respecto al cuidado de enfermería, de manera general, por dimensiones y subescalas; observándose valores de confiabilidad aceptables de acuerdo con Hernández et al. (2014). 3.2 Estadística Descriptiva Para dar respuesta al objetivo específico número uno, el cual determinó describir los factores personales: biológicos (sexo y edad), socioculturales (años de escolaridad, número de hospitalizaciones previas) y psicológicos (manejo de síntomas y estado de salud percibido). Se empleó la estadística descriptiva a través de frecuencias, porcentajes, medidas de tendencia central y desviación estándar 28 Tabla 3 Estadística descriptiva de las variables de estudio Variables f % Biológicos Sexo Masculino 4 2 19 .4 Femenino 17 5 80 .6 100 .0 Edad (años) 18 a 33 15 1 69 .6 34 a 49 4 1 18 .9 50 a 65 1 5 6 .966 a 75 1 0 4 .6 100 .0 Socioculturales Escolaridad (años) 0 2 0 .9 1 a 6 6 8 31 .3 7 a 9 8 7 40 .1 10 a 12 4 5 20 .7 13 a 17 1 5 7 .0 100 .0 Hospitalizaciones previas 0 9 0 41 .4 1 6 5 30 .0 2 4 2 19 .3 3 1 3 6 .0 4 6 2 .8 5 1 0 .5 100 .0 Psicológicos Manejo de síntomas Mejor de lo esperado 16 2 74 .7 Menor de lo esperado 5 5 25 .3 100 .0 Nota: f= frecuencia; %= porcentaje; n = 217. La tabla tres indica que la mayoría de los pacientes fueron del sexo femenino (80.6%), con edad de 18 a 30 años (69.6%), escolaridad equivalente a secundaria (40.1%), como mínimo con una hospitalización previa (58.6%) y reporte en su mayoría de manejo de síntomas mejor de lo esperado (77.4%). 29 3.3 Estadística inferencial 3.3.1 Prueba de Normalidad de Kolmogorov-Smirnov con Corrección de Lilliefors. En las variables numéricas, se realizó la sumatoria de puntajes y transformación a índices, previo a la prueba de normalidad de Kolmogorov- Smirnov. Tabla 4 Estadística descriptiva de las variables numéricas y prueba de Kolmogorov-Smirnov con corrección de Lilliefors Índices ! DE Mdn Valor Mínimo Valor Máximo K-S Valor p Edad 31.8 13.8 27.0 18 75 .178 .000 Escolaridad 8.7 3.45 9.0 0 17 .193 .000 Hospitalizaciones previas 1.0 1.0 1.0 0 5 .237 .000 Salud general 62.7 14.5 62.5 25 96 .096 .000 Funcionamiento físico 45.9 33.5 50.0 0 100 .109 .000 Rol físico 39.9 45.3 0.2 0 100 .317 .000 Rol emocional 67.9 44.6 100.0 0 100 .391 .000 Dolor corporal 70.8 25.8 77.5 10 100 .175 .000 Vitalidad 61.5 19.1 66.0 10 100 .074 .006 Función social 78.5 22.1 87.5 13 100 .205 .000 Salud mental 65.2 17.4 66.0 8 100 .062 .043 Estado de salud percibido 58.6 16.8 58.7 18 95 .041 .200 Accesibilidad 87.9 09.5 88.0 44 100 .166 .000 Explica y facilita 82.0 13.0 80.0 28 100 .176 .000 Conforta 80.8 11.1 80.0 49 100 .101 .000 Se anticipa 78.2 26.2 80.0 28 100 .114 .000 Mantiene relación de confianza 80.8 11.7 80.0 44 100 .140 .000 Monitorea y hace seguimiento 84.4 10.2 80.0 50 100 .201 .000 Satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. 81.7 10.0 80.0 54 100 .114 .000 Nota: != media; DE = desviación estándar; Mdn = mediana; K-S = Kolmogorov-Smirnov; p = significancia; n = 217. 30 Los resultados de la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov indicaron que la distribución de los datos no presentó distribución normal (p <.05), por lo que se optó por el uso de pruebas no paramétricas para dar respuesta a los objetivos del estudio. Para cumplir con el objetivo específico dos, el cual estableció, comparar la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería en relación al sexo y manejo de síntomas. Se empleó el estadístico U de Mann-Whitney. Tabla 5 Prueba de U de Mann-Whitney para la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería por sexo y manejo de síntomas Variable ! DE Mdn U p Sexo Masculino 79.72 8.55 79.13 3102.50 .117 Femenino 82.32 10.31 80.43 Manejo de síntomas Mejor de lo esperado 81.99 9.81 80.00 4221.50 .562 Menor de lo esperado 81.33 10.73 80.00 Nota: != media; DE = desviación estándar; Mdn = mediana; U = U de Mann- Whitney; p = .05; n = 217 En la tabla 5, se observa que no existe diferencia significativa en la satisfacción de los pacientes hospitalizados con el cuidado de enfermería por sexo (U = 3102.50, p = .117), ni por manejo de síntomas (U = 4221.50, p = .562). Para cumplir con el objetivo específico tres, el cual estipuló, determinar la relación de los factores personales: biológicos (edad), socioculturales (escolaridad, hospitalizaciones previas) y psicológicos (estado de salud percibido) y la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería, se aplicó la correlación de Spearman. 31 Tabla 6 Matriz de correlación de Spearman de las variables numéricas y la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería 1 2 3 4 5 1. Índice satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería 1 2. Índice estado de salud percibido -.030 .658 1 3. Edad .029 .669 -.171* .011 1 4. Escolaridad .073 .282 .179 .008 -.293** .000 1 5. Hospitalizaciones .068 .319 -.098 .151 .202** .003 -.182 .007 1 Nota: *p = .005, **p = .001 En la tabla 6, se distingue que, al relacionar la satisfacción de los pacientes hospitalizados con el cuidado de enfermería con el estado de salud percibido, edad, escolaridad y hospitalizaciones previas, no existe correlación estadísticamente significativa (p>.05). Sin embargo, al analizar los instrumentos por dimensiones y subescalas, se reportó correlación de la subescala “establece relación de confianza” con la dimensión “salud general”, observándose dirección negativa (rs = -.147, p = .031). Asimismo, la subescala “accesibilidad” y la dimensión “vitalidad” se correlacionaron significativamente, con dirección positiva (rs = .158, p = .020) (ver tabla 7). Tabla 7 Matriz de correlación de Spearman de los índices de las dimensiones del estado de salud percibido y las subescalas de satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería Índices 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 1. Estado de salud percibido 1 2. Salud general .446 .000 1 3. Función física .661 .000 .030 .000 1 4 Rol físico .665 .000 .235 .000 .176 .000 1 5. Rol emocional .640 .000 .311 .000 .130 .056 .413 .000 1 6. Función social .495 .000 .395 .000 .021 .754 .435 .000 .422 .000 1 7. Dolor corporal .477 .000 .239 .000 .250 .000 .275 .000 .227 .001 .291 .000 1 8. Vitalidad .504 .000 .446 .000 .101 .139 .257 .000 .371 .000 .429 .000 .185 .006 1 9. Salud mental .566 .000 .366 .000 .127 .061 .297 .000 .466 .000 .455 .000 .297 .000 .733 .000 1 10. Satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería -.030 .658 -.099 .146 .005 .944 .004 .955 -.051 .452 -.060 .379 -.034 .623 .075 .274 -.007 .918 1 11. Accesibilidad .089 .191 .044 .518 .067 .329 .046 .499 .066 .337 .038 .581 -.023 .738 .158 .020 .120 .078 .678 .000 1 12. Explica y facilita -.017 .806 -.103 .130 .018 .795 .002 .976 -.038 .574 -.015 .836 -.048 .482 .027 .691 -.041 .550 .130 .056 .713 .000 1 13. Conforta -.092 .176 -.123 .070 -.069 .314 -.063 .358 -.054 .431 -.074 .280 -.106 .119 .080 .239 .010 .880 .895 .000 .587 .000 .583 .000 1 14. Se anticipa -.031 .649 -.117 .087 .011 .876 -.032 .642 -.065 .342 -.091 .184 .004 .953 .043 .526 -.013 .852 .924 .000 .527 .000 619 -001 .785 .000 1 15. Mantiene relación de confianza -.069 .313 -.147* .031 -.032 .644 .024 .722 -.076 .266 -.083 .226 .020 .772 -.055 .420 .013 .847 .898 .000 .523 .000 .525 .000 .791 .000 .837 .000 1 16. Monitorea y hace seguimiento .002 .980 -.067 .327 -.015 .830 .089 .192 -.017 .804 -.017 .806 -025 .719 .077 .260 .002 .973 .853 .000 .631 .000 .607 .000 .734 .000 .736 .000 .768 .000 1 Nota: *p = .05. 32 33 Capítulo IV Discusión El estudio tuvo como objetivo determinar la relación entre los factorespersonales: biológicos (sexo y edad), socioculturales (escolaridad y hospitalizaciones previas) y psicológicos (manejo de síntomas y estado de salud percibido) y la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. En relación con el objetivo número uno, los resultados del factor personal biológico sexo y edad, muestran predominio de pacientes femeninas pertenecientes al grupo de edad de adultos jóvenes, lo que coincide con varios autores y puede tener explicación en el nivel de atención de las unidades hospitalarias y los servicios incluidos para la recolección de datos. Dado que los estudios con resultados similares se realizaron en hospitales de segundo nivel de atención con las especialidades básicas (cirugía, medicina interna y ginecología y obstetricia). Sin embargo, los resultados contrastan con otros estudios los cuales abarcaron unidades de tercer nivel de atención y servicios de subespecialidad como terapia intensiva, neurología, nefrología y cardiología. Por lo que se puede decir que estas diferencias pueden deberse al contexto de los servicios de salud que se ofrecen. (Álvarez et al., 2012; Azimzadeh et al., 2013; Eyasu et al., 2016; Ferreira et al., 2016; Puch-Ku et al., 2016; Ruiz-Montes et al., 2015 y Woldeyohanes et al., 2015). En referencia al factor personal sociocultural, escolaridad y hospitalizaciones previas; la investigación mostró predominio de educación secundaria y promedio de una hospitalización previa. Lo que concuerda con estudios realizados en México que han documentado niveles de educación básica y antecedente de un internamiento previo como mínimo (Álvarez et al., 2012; Puch-ku et al., 2016; Ruiz-Montes et al., 34 2015). Sin embargo, difieren de los efectuados en Etiopia, los cuales reportan menores niveles de educación y menor porcentaje de pacientes con hospitalizaciones previas (Eyasu et al., 2016; Woldeyohanes et al., 2015). Por lo que se puede inferir que estas diferencias se relacionan con el nivel de desarrollo de los países, dado que México tiene mejor índice de desarrollo que Etiopia. En relación con el factor personal psicológico manejo de síntomas y estado de salud percibido, los resultados muestran predominio de manejo de síntomas mejor de lo esperado y tendencia hacia la percepción de un buen estado de salud. Lo cual tiene correspondencia con estudios que reportan evaluaciones satisfactorias del manejo de síntomas, aunque argumentan que existen evaluaciones positivas incluso cuando los pacientes han experimentado mucho dolor (Abrahamsen et al., 2013). Sin embargo, en esta investigación el resultado puede explicarse, dado que los cuidados de enfermería mejor evaluados fueron: las medidas para el alivio del dolor, administración de medicamentos de manera oportuna, evaluación periódica del estado de salud y accesibilidad al llamado del paciente, fundamentando con ello la gestión eficaz de la sintomatología del paciente. De la misma manera, en relación con la percepción de un buen estado de salud, existen estudios que informan resultados similares en pacientes con padecimientos agudos, con ausencia de sintomatología (dolor) y un buen pronóstico médico (Abrahamsen et al., 2013; Eyasu et al., 2016; Moreno-Monsiváis et al., 2011). Por lo que el resultado de este estudio se explica, dado que el momento de la entrevista correspondió con el del alta médica, la cual se otorga a pacientes con evidente recuperación y sintomatología en remisión (dolor, náuseas y mareos). Además, al 35 egreso hospitalario el paciente adquiere autocontrol de su vida personal lo que también influye en la percepción de un buen estado de salud. En relación con el objetivo dos, al comparar la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería en función del sexo y manejo de síntomas, se observó que las pacientes femeninas estaban más satisfechas que los pacientes masculinos, pero esta diferencia no fue estadísticamente significativa. Lo que coincide con algunas investigaciones que argumentan que el patrón de esta variable no es consistente (Abrahamsen et al., 2013). Pero difiere de estudios que reportan mayor satisfacción en pacientes femeninas en comparación con los hombres en base a expectativas bajas por menores niveles de educación y relacionan la satisfacción de los pacientes masculinos con los cuidados de confort, privacidad y limpieza (Álvarez et al., 2012; Eyasu et al., 2016; Ferreira et al., 2016; Hamui et al., 2013; Woldeyohanes et al., 2015). Por lo que, el resultado de este trabajo puedo tener influencia de las variables contextuales del ambiente hospitalario. Lo anterior, con base en las puntuaciones altas que recibieron los ítems que evaluaron el cuidado físico que brindaron las enfermeras y la organización que mantuvieron durante la realización de los cuidados. Con respecto al manejo de síntomas, los resultados muestran que no hubo diferencia significativa en el nivel de satisfacción de los pacientes que percibieron un manejo de síntomas mejor de lo esperado con los que percibieron que el manejo fue menor de lo esperado. Este resultado difiere de resultados que documentan que los pacientes que perciben un manejo adecuado de su sintomatología reportan mayor satisfacción que quienes consideran lo contrario. Esta discrepancia puede tener su explicación en la intensidad y gravedad de la sintomatología, toda vez que los 36 reportes indican que los pacientes con síntomas graves y dolorosos reportan menor satisfacción. Aspectos que no fueron considerados en esta investigación, ya que sólo se abordó el manejo de síntomas y no su intensidad (Abrahamsen et al. 2013; Batbaatar et al., 2016; Moreno-Monsiváis et al., 2011). Por lo que se refiere al objetivo tres, al correlacionar los factores personales: biológicos (edad), socioculturales (escolaridad, hospitalizaciones previas) y psicológico (estado de salud percibido) con la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería. Los resultados evidenciaron que no existe correlación entre la edad y la satisfacción del paciente hospitalizado. Lo que es congruente con algunas investigaciones que reportan que la consistencia de esta variable no es permanente (Batbaatar et al., 2016). Por otra parte, existe evidencia de correlación estadísticamente significativa entre la�edad y el nivel de satisfacción de los pacientes hospitalizados, que argumentan que la edad es la variable más importante y estable y que mejora conforme aumenta la edad de los pacientes (Abrahamsen et al., 2013; Álvarez et al., 2012; Ferreira et al., 2016; Levandovski et al., 2015; Woldeyohanes et al., 2015). Por lo que el resultado de esta investigación pudiera tener su explicación en el promedio de la edad de los pacientes, el cual los ubica dentro del grupo de adultos jóvenes, lo que pudo influir para no marcar ninguna tendencia significativa para una correlación. En cuanto al factor personal sociocultural escolaridad, se observó que no existe correlación entre el nivel educativo y la satisfacción del paciente hospitalizado respecto al cuidado de enfermería. Lo cual es congruente con algunos registros, sin embargo, existen estudios que reportan que los pacientes más educados tienden a ser menos satisfechos. La evidencia de esta investigación pudiera tener su explicación en 37 la respuesta socialmente aceptada, la cual hace referencia a buenas calificaciones emitidas por los pacientes sin que sientan haber recibido una buena atención, dado que consideran que es lo más aceptable para los entrevistadores (Abrahamsen et al., 2013; Batbaatar et al., 2016; Gorari y Theodosopoulou, 2015; Levandovski et al., 2015). Para el caso del factor personal sociocultural hospitalizaciones previas. El hallazgo indicó que no existe correlaciónde esta variable con la satisfacción de los pacientes hospitalizados, lo que es similar a los reportes de otras investigaciones. La posible explicación en este caso podría ser el predominio de pacientes hospitalizadas por causas obstétricas, proceso en donde el organismo libera oxitocina de manera fisiológica, manifestándose en las pacientes a través una sensación de bienestar, comodidad y felicidad, con la consecuente disminución de ansiedad y estrés, lo que pudo influenciar el estado de satisfacción de las pacientes (Ferreira et al., 2016; Moreno-Monsiváis et al., 2011; Woldeyohanes et al., 2015; OMS, 2010). A cerca del factor personal psicológico estado de salud percibido. El resultado reportó que no existe correlación entre la satisfacción del paciente hospitalizado y su estado de salud percibido. Esta observación difiere de los hallazgos que relacionan a esta variable con la presencia de episodios de gravedad de los pacientes durante su internamiento, lo cual permite, que a su egreso hospitalario perciban una sensación de mejoría y mayor satisfacción que los pacientes cuyo estado de salud permaneció estable sin complicaciones (Abrahamsen et al., 2013; Batbaatar et al., 2016; Eyasu et al., 2016; Moreno-Monsiváis et al., 2011). La posible explicación del resultado de este estudio, puede ser el hecho de que los pacientes graves con serias complicaciones son trasladados a unidades de tercer 38 nivel de atención. Por lo que los pacientes atendidos presentaron problemas de salud agudos con baja complejidad, lo que pudo mantenerlos con niveles mínimos de estrés y ansiedad, dando como resultado baja percepción de las variaciones en su estado de salud y contribución demasiado pequeña de la variable para ser significativa. Cabe señalar, que al correlacionar las dimensiones del CSSF-36 con las subescalas del CESPCECARE-Q, se observaron dos correlaciones. La primera de ellas negativa entre la dimensión “Salud general” y la subescala “Mantiene relación de confianza”. Lo que indica que ha peor estado de salud mayor satisfacción con los cuidados de relación y confianza. El ítem mejor evaluado de la escala fue “La enfermera lo identifica y lo trata como persona individual”. Resultado que coincide con estudios que han documentado, que los pacientes que perciben su estado de salud como grave, deciden depositar su confianza en el profesionalismo y buen juicio de las enfermeras. Por lo que, la evidencia de este estudio se pudiera explicar, dada la situación, de que los pacientes que perciben su estado de salud con mayor deterioro y afecciones dependen más de las enfermeras al perder cierta autonomía, por lo que, el cuidado personalizado adquiere para ellos un valor especial dentro de la relación enfermera paciente (Azimzadeh et al., 2013; Puch-Ku et al., 2016; Rojas y Barajas, 2012; Ruiz- Montes et al., 2015). La segunda correlación observada fue positiva, entre la dimensión “Vitalidad” y la subescala “Accesibilidad”. Lo cual explica, que a mayor vitalidad de los pacientes mejor valoración de la accesibilidad del personal de enfermería para otorgar la atención requerida. En esta subescala el ítem mejor evaluado fue “La enfermera le ofrece medidas para aliviar el dolor”. Lo que tiene correspondencia con estudios que 39 evidencian, que el manejo adecuado del dolor es uno de los cuidados mejor evaluados por los pacientes hospitalizados (Abrahamsen et al., 2013; Azimzadeh et al., 2013; Gorari y Theodosopoulou, 2015; Rojas y Barajas, 2012; Ruiz-Montes et al., 2015). El resultado de esta investigación puede tener su explicación en el hecho de que los pacientes con mayor vitalidad pueden estar más dispuestos a la movilización y esto pudo generar algún grado de dolor, con lo que se explica que la accesibilidad de la enfermera para el manejo oportuno de este síntoma sea altamente valorada por los pacientes. 4.1 Limitaciones Es importante destacar que el estudio presentó algunas limitaciones que pudieron haber afectado una explicación más concluyente en relación de las variables. Primero, el diseño transversal representa una limitante al no poder explicar más allá de un momento dado la relación de los factores personales biológicos con la satisfacción de los pacientes hospitalizados con el cuidado de enfermería. Sin embargo, la falta de investigaciones con los instrumentos utilizados en el contexto de esta investigación propició que el diseño fuera el más adecuado. Segundo, la técnica de muestreo por conveniencia limita la generalización de los resultados sólo a la muestra de estudio, sin embargo, representa un acercamiento al fenómeno de estudio. 4.2 Recomendaciones Realizar estudios similares utilizando los mismos instrumentos en diferentes poblaciones y contextos mexicanos. Entrevistar a los pacientes posterior a su egreso hospitalario, con la finalidad de que se sientan con mayor libertad para expresar sus opiniones. Retomar la identificación y el control de variables confusoras para obtener conclusiones puntuales como el tipo de ingreso. Considerar la utilización de la 40 versión corta del CSSF-36 con el fin de disminuir el número de preguntas y acortar el tiempo de la entrevista. Validar el CESPCECARE-Q en población mexicana. Realizar estudios con enfoque mixtos para una mejor comprensión de la satisfacción de los pacientes. 4.3 Conclusiones Se determinó que no existe correlación entre la satisfacción del paciente hospitalizado con el cuidado de enfermería con los factores personales: biológicos (edad), socioculturales (escolaridad, hospitalizaciones previas) y psicológicos (estado de salud percibido). Sin embargo, se evidenció correlación entre las dimensiones “Salud general” y “Vitalidad” con las subescalas “Mantiene relación de confianza” y “Accesibilidad” respectivamente. La evidencia que relaciona la “Salud general” del paciente con “Mantiene relación de confianza”, puntualiza una cualidad de la práctica de enfermería y un concepto ético básico en la interrelación enfermera paciente, ya que sin la confianza no sería posible satisfacer eficazmente las necesidades de los pacientes ni mejorar su satisfacción con la atención de enfermería. El hallazgo de relación significativa entre la “Accesibilidad” y la “Vitalidad” realza el papel fundamental en la gestión eficaz de los síntomas, en este caso el manejo del dolor para la satisfacción del paciente, por lo que es importante que los directivos de enfermería se aseguren de incluir en su sistema de cuidados intervenciones para el manejo eficaz la sintomatología de los pacientes. De igual modo, se observó que los pacientes que se encuentran hospitalizados en los servicios de medicina interna, cirugía, ginecología y obstetricia, 41 valoran más para su satisfacción con el cuidado de enfermería, los procedimientos de accesibilidad, monitoreo y seguimiento. 42 Referencias Abrahamsen, G. V., Hall-Lord, M. L., Karlsson, I., Appelgren, J., y Wilde-Larsson, B. (2013). Exploring patient satisfaction predictors in relation to a theoretical model. International Journal of Health Care Quality Assurance, 26(1), 37-54. https://doi.org/10.1108/09526861311288631 Agudelo-Londoño, S. M., Giraldo-Villa, A., y Romero-Nieto, V. I. (2012). Percepción del estado de salud en la región central colombiana: Encuesta Nacional de Salud, 2007. Revista de Salud Pública, 14(6), 899-911. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=42229128001 Ahmed, E. M., Gamil, A. E., Ahmed, N. M., y Sayed, A. A. (2013). Oncology Nurses Versus Oncology Patients' Perceptions of Caring Behaviors Given to Patients in Oncology Units. Medical Journal of Cairo University, 81(2), 11-20. Recuperado de http://medicaljournalofcairouniversity.net/Home/
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