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La distinción entre ambas enfermedades pulmonares crónicas difusas no infecciosas se basa en las pruebas de función pulmonar. ENFERMEDADES PULMONARES OBSTRUCTIVAS Se caracterizan por el aumento de la resistencia al flujo aéreo como consecuencia de la obstrucción parcial o completa a cualquier nivel desde la tráquea y los bronquios principales hasta los terminales y respiratorios. Las pruebas de función pulmonar revelan un descenso de las tasas de flujo aéreo durante la espiración forzadas, expresado en el volumen espiratorio máximo en el 1er segundo de la espiración forzada (FEV1) dividido por la capacidad vital forzada (CVF) → el cociente normal es de 0,7, y cifras inferiores son indicativas de una obstrucción en las vías respiratorias. Las enfermedades pulmonares obstructivas más frecuentes son el enfisema, la bronquitis crónica, el asma y las bronquiectasias, cada una con sus propias características clínicas y anatomopatológicas. El enfisema y la bronquitis crónica se agrupan en el ámbito clínico bajo la denominación de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), ya que la mayoría de los pacientes presentan características de ambas entidades por haber fumado. Si bien el asma se distingue de estas dos últimas por la presencia de un broncoespasmo reversible, algunos pacientes pueden desarrollar un componente reversible y viceversa con el EPOC. La EPOC es un importante problema de salud pública. Existe una fuerte asociación ente el consumo intenso de cigarrillos y el enfisema, siendo las mujeres y los afroamericanos los más propensos a desarrollar la enfermedad; otros factores de riesgo son los contaminantes ambientales y laborales, la hiperrespuesta de las vías respiratorias y los polimorfismos genéticos. Enfisema. Se caracteriza por el aumento de tamaño irreversible de los espacios aéreos distales al bronquiolo terminal, acompañado de la destrucción de sus paredes sin fibrosis evidente. El enfisema se clasifica en función de los segmentos de unidades respiratorias afectadas, de los mencionados a continuación, sólo los dos primeros provocan una obstrucción del flujo aéreo clínicamente significativa. 1. Enfisema centroacinar (centrolobulillar). Es el enfisema más frecuente y representa el 95% de los casos clínicamente significativos. Se ve afectado la parte central o proximal de los ácinos, formada por bronquíolos respiratorios, mientras que los alvéolos distales se encuentran conservados; por lo tanto, existen espacios aéreos enfisematosos y normales dentro del mismo acino y del mismo lobulillo. Es frecuente encontrar afectados aquellos lóbulos superiores. Versiones graves pueden también comprometer al acino distal, lo que dificulta la distinción del enfisema panacinar. Se presenta en grandes fumadores, a menudo asociada a bronquitis crónica (EPOC). 2. Enfisema panacinar (panlobulillar). Los acinos están aumentados de tamaño uniformemente desde el nivel del bronquíolo respiratorio hasta los alvéolos terminales ciegos. Al contrario que el enfisema centroacinar, el panacinar tiende a encontrarse en las zonas inferiores y en los bordes anteriores del pulmón, habitualmente es más intenso en las bases. Este tipo de enfisema se asocia al déficit de α1- antitripsina. 3. Enfisema acinar distal (paraseptal). Se afecta predominantemente la parte distal, mientras que porción proximal se encuentra preservada. El enfisema es más llamativo en zonas adyacentes a la pleura, seguidas de los tabiques de tejido conectivo del lobulillo y los márgenes de los lobulillos. Se presenta adcyavente a zonas de fibrosis, cicatrización o atelectasias y normalmente es más intenso en la mitad superior de los pulmones. Los signos característicos son espacios aéreos continuos y aumentados de tamaño (0.5 -2 cm de diámetro) que forman en ocasiones estructuras similares a quistes. Este tipo de enfisema subyace a muchos casos de neumotórax espontáneo en jóvenes. 4. Aumento del espacio aéreo con fibrosis (enfisema irregular). Hay una afectación irregular del acino, que se asocia casi invariablemente a cicatrización. En la mayoría de los casos se presenta en focos pequeños y carece de significación clínica. – Patogenia. La inhalación del humo de cigarrillo y otras partículas tóxicas provoca daños e inflamación que derivan en la destrucción del parénquima (enfisema). Los factores involucrados en el desarrollo del enfisema son: i. Mediadores de la inflamación y leucocitos→ la liberación de mediadores proinflamatorios por las células epiteliales y macrófagos residentes atraen a células inflamatorias circulantes, amplifican el proceso inflamatorio e introducen modificaciones estructurales ii. Desequilibrio proteasa-antiproteasa→ la cantidad de proteasas liberadas en el proceso inflamatorio no se acompaña de un aumento en la secreción de antiproteasas protectoras de la MEC, esto puede tener una base genética. pacientes con déficits hereditarios de la antiproteasa anti α1-antitripsina (inhibidor de la elastasa) tienen una tendencia muy elevada a desarrollar enfisema pulmonar, que se complica por el tabaquismo. Si bien es una condición sumamente rara, más del 80% de las personas que la padecen desarrollan enfisema panacinar sintomático, que se presenta en edades más tempranas y con mayor gravedad si el sujeto fuma. iii. Estrés oxidativo → las sustancias que contiene el humo del tabaco, el daño alveolar y las células inflamatorias producen oxidantes que aumentan el daño tisular y la inflamación. iv. Infección→ las infecciones víricas y bacterianas pueden exacerbar la inflamación y la bronquitis crónicas. En condiciones normales, las vías respiratorias pequeñas se mantienen abiertas gracias a la retracción elástica del parénquima pulmonar, y la pérdida de tejido elástico en las paredes de los alvéolos que rodean los bronquíolos respiratorios reduce la tracción radial, favoreciendo el colapso de los bronquiolos respiratorios durante la espiración → obstrucción funcional. Además, la obstrucción se debe a: la hiperplasia de las células caliciformes, con moco que obstruye la luz, infiltrados inflamatorios en las paredes bronquiales, engrosamiento de la pared bronquiolar debido a la hipertrofia del músculo liso y la fibrosis peribronquial. Juntas, estas modificaciones estrechan la luz bronquiolar y contribuyen a la obstrucción de las vías respiratorias. – Morfología. MACRO: en estados avanzados se ven pulmones voluminosos que a menudo cubren el corazón y lo ocultan. En general, 2/3 superiores de los pulmones presentan la afectación más grave. Las burbujas o bullas apicales grandes son más características del enfisema irregular secundario a cicatrización y del enfisema acinar distal. Al corte pueden verse con facilidad los alvéolos agrandados. MICRO: los alvéolos anormalmente grandes están separados por tabiques finos con fibrosis centroacinar solo focal. Hay pérdida de los alvéolos en la pared externa de las vías respiratorias pequeñas. Los poros de Kohn son tan grandes que los tabiques parecen estar flotando o protruyendo sobre los espacios alveolares y muestran forma de “palillo de tambor”. La superficie del lecho capilar disminuye a medida que se destruyen las paredes alveolares. Con la enfermedad avanzada se encuentran espacios aéreos más grandes y anómalos que deforman al parénquima adyacente. – Evolución clínica. Los síntomas no aparecen hasta que se daña 1/3 del parénquima pulmonar funcionante. La disnea aparece primero y avanza de manera insidiosa. En algunos pacientes, la tos o sibilancias son el motivo de consulta, y el cuadro se confunde fácilmente con el asma. La pérdida de peso es frecuente y es tan grave que puede hacer sospechar de un cáncer. Clásicamente se piensa en enfisema ante un paciente con tórax en barril y disnea, con espiración prolongada que se sienta hacia adelante con una postura encorvada + el deterioro del flujo aéreo espiratorio, la clave del diagnóstico. En casos graves, laHTP generada puede impactar sobre la función cardíaca del VD, que se asocia a un mal pronóstico. La mayoría de las muertes en pacientes con enfisema se debe a: 1) enfermedad de las arterias coronarias, 2) insuficiencia respiratoria, 3) IC derecha o 4) colapso masivo de los pulmones por neumotórax. Tto: abandono de tabaquismo, oxigenoterapia, broncodilatadores de acción prolongada con corticoides, fisioterapia y trasplante de pulmón. Bronquitis crónica. Se define en la clínica como tos persistente con producción de esputo durante el menos 3 meses en 2 años consecutivos, en ausencia de cualquier otra causa identificable. Es frecuente en fumadores habituales y en personas que respiran el aire contaminado de las ciudades, es uno de los extremos en el espectro de la EPOC, con el enfisema en el otro extremo. Cuando la bronquitis crónica persiste durante años, puede acelerar el deterioro de la función pulmonar, provoca corazón pulmonar e insuficiencia cardíaca o provoca metaplasia y displasias atípicas del epitelio respiratorio, proporcionando un terreno propicio para la transformación maligna. – Patogenia. El factor principal de la génesis de la bronquitis es la inhalación de sustancias nocivas o irritantes (tabaco, sílice, polvo de cereales o algodón). El humo de los cigarrillos predispone a al bronquitis crónica de varias formas: no sólo daña las células que recubren las vías respiratorias provocando inflamación crónica, sino que también interfieren en la acción ciliar del epitelio respiratorio, impidiendo la eliminación del moco y aumentando el riesgo de la infección. Factores involucrados: i. Hipersecreción de moco en las vías respiratorias grandes, asociado a la hipertrofia de las glándulas submucosas de la de tráquea y bronquios. Con el tiempo también se observa un aumento de las células caliciformes en las vías respiratorias pequeñas, con la consiguiente producción excesiva de moco, que contribuye a la obstrucción de las vías respiratorias. Se cree que ambas contingencias forman parte de una misma respuesta protectora ante el humo del tabaco/otros contaminantes. ii. Inflamación. Los inhaladores que inducen bronquitis crónica provocan un daño celular que causa respuestas inflamatorias agudas y crónicas; la inflamación de larga evolución y la fibrosis que lo acompaña también puede provocar la obstrucción de las vías respiratorias. Esta característica es parecida a la descrita al hablar de enfisema y es un denominador común de la EPOC. iii. Infección. No inicia la bronquitis crónica, pero puede ser importante en su mantenimiento y ser fundamental en las exacerbaciones agudas. – Morfología. MACRO: hay hiperemia, tumefacción y edema de las mucosas, acompañados con frecuencia por secreciones mucinosas o mucopurulentas excesivas; ocasionalmente, los bronquios se encuentran llenos de cilindros de pus. MICRO: las características principales son la inflamación crónica leve de las vías respiratorias y aumento de las glándulas secretoras de moco en la tráquea y bronquios; aunque la cifra de células caliciformes aumenta ligeramente, el cambio más importante es la hiperplasia de las glándulas mucosas. Este incremento puede evaluarse mediante el índice de Reid→ relación del grosor de la capa mucosa de glándulas y el grosor de la pared que separa el epitelio del cartílago, que normalmente es de 0,4 y que aumenta de manera proporcional a la gravedad del cuadro. El epitelio bronquial puede mostrar metaplasia y displasia escamosas. Hay un estrechamiento considerable de los bronquíolos, y en casos graves, obliteración de la luz debido a la fibrosis (bronquiolitis obliterante). – Características clínicas. El síntoma cardinal de la bronquitis crónica es una tos productiva persistente con esputo escaso. Por muchos años no hay ningún otro deterioro funcional respiratorio, pero finalmente desarrolla disnea de esfuerzo. Con el paso del tiempo (y el hábito de fumar), pueden aparecer otros síntomas del EPOC, como la hipercapnia, la hipoxemia y una ligera cianosis. La bronquitis crónica de larga evolución conduce a cor pulmonale e insuficiencia cardíaca + muerte por infecciones agudas superpuestas. Asma. Trastorno crónico de las vías respiratorias de conducción habitualmente causado por una reacción inmune y caracterizado por una broncoconstricción episódica importante debida al aumento de la sensibilidad de las vías respiratorias ante diversos estímulos, inflamación de las paredes bronquiales y aumento de la secreción de moco. La enfermedad se manifiesta como episodios repetidos de sibilancias, sensación de falta de aire, opresión torácica y tos, particularmente a la noche y/o a primera hora de la mañana. Estos síntomas se asocian con broncoconstricción extensa pero de grado variable, y limitación del flujo aéreo reversible, de manera espontánea o con tratamiento. Normalmente, estos pacientes tienen una historia prolongada de asma, donde entre episodios de crisis los pacientes se encuentran asintomáticos. El asma puede ser clasificado como atópica (indicios de sensibilización a un alérgeno y activación inmunitaria, a menudo en pacientes con rinitis alérgica) o no atópica (sin signos de sensibilización al alérgeno); pero también puede clasificarse de acuerdo con los agentes o acontecimientos que desencadenan la broncoconstricción, pudiendo ser entonces un asma estacional, inducida por el ejercicio, mecadimentosa y ocupacional. Asma atópica Es el tipo más frecuente de asma y un ejemplo clásico de reacción de hipersensibilidad mediada por IgE (tipo I). La enfermedad comienza habitualmente en la infancia ante la exposición a alérgenos ambientales como el polvo, polen, cucarachas, pelaje de animales y alimentos. Ante la prueba cutánea frente a estos alérgenos se crea una reacción con habones y eritema cutáneo; pero el asma atópica también puede ser diagnosticada a partir del dosaje de títulos elevados de IgE sérica total o de anticuerpos IgE específicos contra el alérgeno. Asma no atópica Los pacientes que padecen este tipo de asma no presentan signos de sensibilización al alérgeno, y los resultados de las pruebas cutáneas son habitualmente negativos. Las infecciones respiratorias víricas son desencadenantes frecuentes. En algunos casos las crisis pueden ser desencadenadas por contaminantes aéreos inhalables (humo de tabaco, dióxido de azufre, ozono y dióxido de nitrógeno), así como por acontecimientos aparentemente inocuos, como la exposición al frío o el ejercicio. Asma medicamentosa Es el caso del asma sensible al AAS, sumamente infrecuente que se presenta en pacientes con rinitis de repetición y pólipos nasales. Estas personas son sumamente sensibles al AAS y AINES, y presentan no sólo crisis de asma, sino también urticaria. Esto se debería a la inhibición de la COX por el AAS, que determina un descenso rápido de la PGE2, sustancia inhibidora de mediadores proinflamatorios como los leucotrienos, factores esenciales en el asma inducida por AAS. Asma ocupacional Esta forma de asma puede desencadenarse por humos, polvos orgánicos y químicos, gases u otros productos químicos. Para inducir las crisis, se necesitan solo cantidades ínfimas de los productos químicos. Los mecanismos implicados varían: reacciones de tipo I, liberación directa de sustancias broncoconstrictoras y rtas de hipersensibilidad de origen desconocido. – Patogenia. La inflamación de las vías respiratorias ocupa el eje central de la fisiopatología de la enfermedad y provoca la disfunción de las vías respiratorias, en parte por la liberación de mediadores proinflamatorios potentes y en parte mediante la remodelación de la pared de las vías respiratorias. La secreción local de factores de crecimiento aumenta a medida que se agrava la enfermedad, de manera que se induce la hipertrofia de las glándulas mucosas, la proliferación del músculo liso, la angiogenia, la fibrosis y la proliferación nerviosa. La interacción entre respuesta inmunitaria, la predisposicióngenética y los factores ambientales determinan el subtipo de asma, su respuesta al tratamiento y la evolución natural: o Una anomalía fundamental en el asma es una respuesta Th2 exagerada frente a antígenos ambientales que serían inocuos en condiciones normales. La desgranulación masiva de mastocitos que esta respuesta Th2 implica + la secreción de IL-5 (activa eosinófilos)/IL-13 (estimula la secreción glandular de moco)/IL-4 (favorece la síntesis de IgE), determinan en conjunto una reacción temprana: broncoconstricción, aumento de la producción de moco y aumento de la permeabilidad vascular. En cambio, la reacción tardía está dominada por el reclutamiento de eosinófilos, linfocitos T y LPMN. o Susceptibilidad genética. La susceptibilidad al asma atópica es multigénica y se asocia a menudo a una incidencia aumentada de otros trastornos alérgicos, como la rinitis alérgica y eccema. o Factores ambientales. “teoría de la higiene” la escasa exposición en la infancia a posibles alérgenos aumentaría el riesgo de padecer alergias más adelante. Por otro lado, las infecciones no son causas en sí mismas del asma ni la desencadenan, pero niños que hayan tenido infecciones víricas de las vías respiratorias bajas (rinovirus o VSR) presentan un riesgo entre 10 y 30 veces mayor de desarrollar asma persistente y/o grave. Con el tiempo, crisis repetidas de exposición al alérgeno y de reacciones inmunitarias dan lugar a cambios estructurales en la pared bronquial, lo que se conoce como “remodelación de las vías respiratorias”. – Morfología. MACRO: en pacientes graves son pulmones distendidos por la hiperinsuflación, con pequeñas áreas de atelectasias. El hallazgo macroscópico más llamativo es la oclusión de los bronquis y bronquíolos por tapones de moco firmes y espeso que a menudo contiene epitelio desprendido. Otro hallazgo característico, pero en las muestras de esputo o de BAL, son las espirales Curschmann → consecuencia de la extrusión de los tapones de moco desde los conductos glandulares o los bronquiolos. MICRO: hay abundantes eosinófilos y cristales de Charcot-Leyden, formados por una proteína eosinófila denominada galectina 10. Luego se encuentran los hallazgos histológicos característicos del asma, conocidos colectivamente como “remodelación delas vías respiratorias”: o Engrosamiento de la pared de las vías respiratorias o Fibrosis de la membrana sub basal (por el depósito de colágeno tipo I y III) o Aumento de la vascularización o Aumento del tamaño de las glándulas submucosas y del número de células caliciformes en las vías respiratorias o Hipertrofia/Hiperplasia del músculo de la pared bronquial. Aunque el asma agudo pueda deberse a la broncoconstricción muscular y la producción de moco, a largo plazo, la remodelación de las vías respiratorias también contribuirá a la obstrucción crónica irreversible de las vías respiratorias. – Evolución clínica. La crisis asmática aguda clásica puede durar varias horas; en su forma más grave, el estado asmático, el paroxismo persiste durante días e incluso semanas, provocando en ocasiones una obstrucción al flujo aéreo tan importante que se produce cianosis intensa o muerte. El diagnóstico se basa en: demostración del aumento de la obstrucción al flujo aéreo, dificultad espiratoria, eosinofilia en sangre periférica, espirales de Cruschmann y cristales de Charcot- Leyden en esputo. Hasta el 50% del asma infantil remite en la adolescencia, pero solo para regresar en la edad adulta en un número importante de pacientes. Bronquiectasias. Son un trastorno donde la destrucción del músculo liso y del tejido elástico por infecciones crónicas necrosantes provoca dilatación permanente de los bronquios y bronquíolos. Son infrecuentes, pero podrían llegar a asociarse a: • Afecciones congénitas o hereditarias. Como la fibrosis quística, inmunodeficiencias, síndrome de discinesia ciliar primaria y el síndrome de Kartagener. • Infecciones. Como la neumonía necrosante causada por bacterias, virus u hongos. • Obstrucción bronquial. Debida a tumor, cuerpos extraños o impactación → la bronquiectasia se localiza en el segmento pulmonar obstruido. • Otras afecciones. Como la AR, LES, EPOC, trasplantes, etc. • ¼ de los casos son idiopático – Patogenia. La obstrucción e infección son los principales componentes asociados con las bronquiectasias. Después de la obstrucción bronquial se produce la alteración de los mecanismos normales de limpieza, provocándose la acumulación de secreciones en la zona distal a la obstrucción con infección e inflamación secundarias; por otro lado, las infecciones graves de los bronquios provocan inflamación, necrosis, fibrosis y finalmente dilatación de las vías respiratorias. – Morfología. MACRO: Las bronquiectasias afectan habitualmente a los lóbulos inferiores de manera bilateral y son más intensas en los bronquios y bronquíolos distales. Cuando los tumores o la aspiración de cuerpos extraños provocan bronquiectasias, la afectación puede limitarse a un solo segmento pulmonar. Al corte se observan a los bronquios y bronquíolos tan dilatados, que se los puede seguir hasta las superficies pleurales (normalmente se las puede seguir a simple vista a una distancia menor de 2-3cm de las superficies pleurales); también pueden verse a los bronquios como quistes llenos de secreciones mucopurulentas. MICRO: los hallazgos dependerán de la actividad/cronicidad de la enfermedad →en los cuadros más floridos, se aprecia un exudado inflamatorio intenso agudo y crónico en el intersticio pulmonar, asociado a descamación del epitelio de recubrimiento, e incluso seudoestratificación de las células cilíndricas o metaplasia escamosa. En algunos casos, la necrosis destruye las paredes bronquiolares y forma abscesos pulmonares. En casos más crónicos, habrá fibrosis de los tabiques. En la mayoría de los casos, podrán encontrarse múltiples bacterias, y en los casos de aspergilosis broncopulmonar alérgica, hifas dentro del contenido mucoinflamatorio. – Evolución clínica. Las bronquiectasias provocan tos intensa y persistente, expectoración fétida, en ocasiones con esputo sanguinolento, disnea y ortopnea en casos graves e incluso hemoptisis, que puede ser masiva. Los síntomas son a menudo espisódicos y se precipitan en caso de infecciones de vías respiratorias altas. Los paroxismos de tos son particularmente frecuentes a la mañana (el cambio de posición hace que el pus y las secreciones drenen hacia los bronquios. La insuficiencia respiratoria obstructiva puede provocar disnea y cianosis intensas. Gracias al tratamiento, sus complicaciones son infrecuentes. ENFERMEDADES INTERSTICIALES DIFUSAS CRÓNICAS (RESTRICTIVAS) En estas enfermedades, las pruebas de función pulmonar registran un descenso proporcional tanto de la capacidad vital como del FEV1, por lo que el cociente entre ambos se mantiene normal. Los trastornos restrictivos se presentan en dos situaciones generales: (1) enfermedades intersticiales e infiltrantes crónicas y (2) trastornos de la pared torácica (poliomielitis, obesidad, enfermedades pleurales y cifoescoliosis), estas ultimas no serán discutidas ahora. Las enfermedades pulmonares intersticiales crónicas son un grupo heterogéneo de trastornos que se caracterizan predominantemente por inflamación y fibrosis del intersticio pulmonar. En general, los cambios funcionales clínicos y pulmonares son los de una enfermedad pulmonar restrictiva: son pacientes con disnea, taquipnea, crepitantes teleinspiratorios y posible cianosis, sin sibilancias u otros signos de obstrucción de las vías respiratorias + HTP → cor pulmonale, eventualmente. En el examen funcional respiratorio se registra reducción de la capacidad de difusión, del volumen y distensibilidad pulmonares. En la radiografía se observan lesiones bilaterales que adoptan la forma de nódulos pequeños, líneas irregulares o sombras en vidrio esmerilado, que corresponde a las áreas de fibrosis intersticial.Si bien todas las entidades del grupo pueden distinguirse entre sí inicialmente, las formas avanzadas son difíciles de diferenciar porque todas provocan cicatrices y destrucción macroscópica del pulmón, que a menudo se conoce como pulmón terminal o en panal de abejas. Fibrosis pulmonar idiopática (FPI). Es un síndrome clínico-patológico definido por fibrosis intersticial pulmonar progresiva e insuficiencia respiratoria. El patrón histológico de la FPI se conoce como neumonía intersticial habitual (NIH), que a menudo se diagnostica por su aspecto característico en la TC → el patrón de NIH también puede verse en enfermedades del TC, neumonía crónica por hipersensibilidad y asbestosis, por lo que deberán realizarse DX diferenciales. – Patogenia. La fibrosis afecta a personas con predisposición genética que tienden a sufrir una reparación aberrante de las lesiones repetidas que sufre la célula epitelial alveolar como consecuencia de exposiciones ambientales (TBQ, exposición ocupacional a humos de metales y polvos de madera). También se sabe que debe haber alguna relación con la edad del paciente, dado que la FPI es una enfermedad de personas mayores que rara vez aparece antes de los 50 años. Se desconoce cómo el daño de la célula epitelial alveolar se traduce en fibrosis intersticial: un modelo propone que las células epiteliales dañadas son el origen de factores profibrogénicos como el TGF-β, mientras que otro modelo (no son mutuamente excluyentes ambos modelos) propone que las células inmunitarias innatas y adaptativas producen estos factores como parte de la respuesta del anfitrión al daño. » Fibrosante – Fibrosis pulmonar idiopática – Neumonía intersticial inespecífica – Neumonía en organización criptógena – Asociada a enfermedades del TC – Neumoconiosis – Reacciones medicamentosas – Neumonitis por radiación » Granulomatosa – Sarcoidosis – Neumonitis por hipersensibilidad » Eosinófila » Relacionada con TBQ – Neumonía intersticial descamativa – Enfermedad pulmonar asoc a bronquiolitis » Otras – Histiocitiosis de células de Langerhans – Proteinosis alveolar pulmonar – Neumonía intersticial linfoide – Morfología. MACRO: las superficies pleurales del pulmón muestran un aspecto empedrado como consecuencia de la retracción de las cicatrices que siguen los tabiques interlobulillares. La superficie de corte muestra zonas de fibrosis, gomosas, firmes y blancas, preferentemente en los lóbulos inferiores, las regiones subpleurales y siguiendo los tabiques interlobulillares. MICRO: la característica es la fibrosis intersticial parcheada: las primeras lesiones contienen una proliferación exuberante de fibroblastos (focos fibroblásticos), que con el tiempo pasan a ser áreas de más colágeno y menos células; es bastante frecuente la presencia de lesiones precoces y tardías en simultáneo. La fibrosis densa provoca destrucción de la arquitectura alveolar y la formación de espacios quísticos recubiertos por neumonocitos de tipo II, hiperplásicos o por epitelio bronquiolar = FIBROSIS EN PANAL DE ABEJA. En el interior de la zona fibrótica puede reconocerse zonas de inflamación leve con infiltrado linfocitario, así como focos de metaplasia escamosa e hiperplasia del músculo liso + modificaciones resultantes de la HTP (fibrosis de la íntima y engrosamiento de la media). – Evolución clínica. Comienza de forma insidiosa, con aumento gradual de la disnea de esfuerzo y tos seca. La mayoría de los pacientes tienen 55-75 años en el momento de la presentación. La hipoxemia, la cianosis y los dedos en palillos de tambor aparecen en etapas avanzadas. La media de edad de supervivencia tras el diagnóstico es de 3 años y el trasplante de pulmón es el único tratamiento definitivo. Neumonía intersticial inespecífica. Es el caso de los pacientes con enfermedad pulmonar intersticial difusa en cuyas biopsias de pulmón no se observa las características de cualquiera del resto de las enfermedades intersticiales conocidas. Es importante su diagnóstico y reconocimiento, dado que estos pacientes tienen un pronóstico mucho peor que el resto. La neumonía intersticial inespecífica puede ser idiopática o puede asociarse a una enfermedad del TC. – Morfología. MICRO: presenta un patrón celular → inflamación intersticial crónica leve o moderada que contiene linfocitos y células plasmáticas, con distribución uniforme; o patrón fibrosante → hay lesiones fibróticas intersticiales difusas o parcheadas, todas en un mismo estadio de evolución (a diferencia de la neumonía intersticial típica). No hay focos fibroblásticos, panal de abeja, membranas hialinas ni granulomas. – Evolución clínica. Los pacientes se presentan con tos y disnea de varios meses de duración. Suelen ser mujeres no fumadoras de 60 años. En la tomografía es frecuente el hallazgo de opacidades reticulares bilaterales y simétricas que predominan en los lóbulos inferiores. Las personas que presentan el patrón celular son algo más jóvenes que las que presentan el fibrosante, y tienen mejor pronóstico. Neumonía en organización criptógena. Es sinónimo de neumonía en organización con bronquiolitis obliterante, pero se prefiere la primera denominación para evitar confusiones. Los pacientes acuden con tos y disnea, y presentan en las Rx zonas parcheadas subpleurales o peribronquiales de consolidación del espacio aéreo. – Etiopatogenia. La fibrosis se desarrolla principalmente como respuesta a infecciones o a la lesión inflamatoria de los pulmones, por lo que entre las causas más frecuentes se encuentran la neumonía vírica o bacteriana, toxinas inhaladas, fármacos, enfermedades del TC y enfermedades de injerto vs anfitrión en trasplantes de MO. En estos pacientes el pronóstico dependerá de la causa subyacente. – Morfología. MICRO: se caracteriza por la presencia de tapones polipoideos de tejido conectivo laxo organizado (cuerpos de Masson) dentro de los conductos alveolares, alvéolos y bronquíolos. El tejido conectivo tiene la misma antigüedad en todas las zonas y la estructura del pulmón es normal (no hay fibrosis intersticial ni pulmón en panal de abeja). – Evolución clínica. Algunos pacientes se recuperan de manera espontánea, pero la mayoría necesita de un tratamiento con corticoides por 6 meses o más para que su recuperación sea completa. Afectación pulmonar en enfermedades autoinmunes. Enfermedades como LES, AR, esclerosis sistémica progresiva (esclerodermia) y la dermatomiositis-polimiositis, pueden afectar al pulmón en el curso de su evolución. Y la afectación pulmonar puede adoptar diversos patrones histológicos, siendo los más frecuentes la neumonía intersticial inespecífica, la neumonía intersticial típica, la esclerosis vascular, la neumonía en organización y la bronquiolitis. 1. Artritis reumatoide. La afectación se presenta en el 30-40% de los pacientes como: pleuritis crónica, con o sin derrame, neumonitis intersticial difusa con fibrosis, nódulos reumatoideos intrapulmonares, bronquiolitis folicular, hipertensión pulmonar. 2. Esclerosis sistémica: se presenta como fibrosis intersticial difusa donde el patrón inespecífico es más frecuente que el típico, y afectación pleural. 3. LES: infiltrados parenquimatosos parcheados transitorios y en ocasiones, neumonitis lúpica grave, así como pleuritis y derrame pleural. Neumoconiosis. Describe la reacción de un pulmón no neoplásico ante la inhalación de polvos minerales encontrados en algunos entornos laborales + humos y vapores químicos. Su desarrollo dependerá de (1) la cantidad de polvo retenida en vías respiratorias → determinado por la concentración del polvo en el ambiente, duración de exposición y efectividad de los mecanismos de limpieza –pasible de ser alterado por tbq-, (2) forma, tamaño y flotabilidad de partículas → las más peligrosas miden de 1- 5μm, ya que pueden llegar a vías respi más distales, (3) la solubilidad y reactividad fisicoquímica de la partícula → si espequeña y alta solubilidad puede producir daño pulmonar rápida = lesión pulmonar aguda; mientras que aquellas más grandes y menos solubles podrán persistir en el parénquima pulmonar durante años, desarrollando neumoconiosis fibrosante colágena; por otro lado, al ser fagocitadas algunas partículas activarán directamente el inflamosoma o bien llegar a ganglio linfático, iniciando la rta inmune (4) los posibles efectos añadidos de otros irritantes. En la mayoría de los casos, las partículas estimulan células inmunitarias innatas residentes en los pulmones, lo que provoca las distintas enfermedades identificadas dentro del espectro de la neumoconiosis. • Neumoconiosis por carbón Enfermedad pulmonar causada por inhalación de partículas de carbón y otras formas mixtas de polvo. La antracosis es la lesión pulmonar más inocua producida por el carbón en estos casos: el carbón tras ser inhalado es captado por los macrófagos alveolares, y luego se acumula en el TC siguiendo a los linfáticos. Ahora bien, la neumoconiosis simple por carbón se caracteriza por: máculas y nódulos de carbón, ambos consisten en macrófagos cargados de carbón acumulados, sólo que los nódulos también poseen fibras de colágeno. Aunque las lesiones están distribuidas de manera difusa, la afectación es más intensa en los lóbulos superiores y en zonas adyacentes a los bronquíolos respiratorios (donde se acumula el carbón inicialmente); con el tiempo se produce una dilatación de los alvéolos adyacentes, formando un enfisema centrolobulillar. En la neumoconiosis complicada por carbón se caracteriza por múltiples cicatrices intensamente ennegrecidas, que al MO se observan como colágeno denso y pigmento, con el centro de la lesión necrótico como consecuencia de la isquemia local. Clínica. Por lo general su evolución es benigna y sólo provoca un pequeño descenso de la función pulmonar dado que la mayoría desarrolla formas leves de la neumoconiosis complicada, y sólo en el 10% de los casos se desarrolla una fibrosis masiva progresiva que aumenta la disfunción pulmonar e HT pulmonar. • Silicosis Enfermedad pulmonar frecuente causada por la inhalación de dióxido de silicona cristalino proinflamatorio (sílice), que tras décadas de exposición se manifiesta como una neumoconiosis fibrosante nodular progresiva. Suele afectar a aquellos trabajadores de reparación, rehabilitación o demolición de estructuras de hormigón. Tras la inhalación, los cristales de sílice son fagocitados por los macrófagos donde activan el inflamosoma → producción de IL-1 e IL-18. Entonces, en sus primeros estadios la silicosis se caracteriza por nódulos discretos diminutos, pero conforme avanza, éstos se terminan uniendo y formando cicatrices duras de colágeno. Estas lesiones fibróticas también pueden extenderse hacia los ganglios linfáticos donde se observa una calcificación en cáscara de huevo= calcio que rodea una zona no calcificada. Si la enfermedad sigue progresando, la expansión y coalescencia de las lesiones podrán producir una fibrosis masiva progresiva. Una característica histológica patognómica: zona central de fibras de colágeno arremolinadas con una zona periférica de macrófagos cargados de polvo. Clínica. Las pruebas de función pulmonar son normales/afectación moderada al principio, la disnea sólo se manifestará en casos de fibrosis masiva. La enfermedad sigue aún cuando el paciente ya no está expuesto. Se asocia a un aumento de la susceptibilidad a la tuberculosis, probablemente porque aquellos macrófagos cargados de sílice serán incapaces de contener a mycobacterium en granulomas. • Neumoconiosis por amianto El amianto es una familia de proinflamatorios que se asocian a fibrosis pulmonar, carcinoma y mesotelioma entre otros. Su capacidad para producir enfermedad depende de su concentración, tamaño, forma y solubilidad. Dentro de las dos formas geométricas posibles, el anfíbolo es el que presenta una mayor patogenicidad por sus propiedades aerodinámicas y su solubilidad, que les permite llegar a las zonas más profundas de los pulmones donde pueden penetrar las células epiteliales y llegar al intersticio. Es una sustancia fibrinogénica así como iniciadora/promotora de tumores → no sólo induce la producción de EROs -genotóxicas-, sino que las fibras de amianto adsorben los cancerígenos del humo del tabaco (hay un notable efecto sinérgico, puesto que el tabaquismo a su vez interfiere con la actividad mucociliar normal de vías respiratorias, favoreciendo la instalación del amianto en el pulmón). Al igual que con el sílice, una vez fagocitados por los macrófagos, las fibras de amianto activan el inflamosoma y estimulan la liberación de factores proinflamatorios y mediadores fibrinogénicos; el depósito a largo plazo de las fibras y la liberación persistente de los mediadores provocan en última instancia inflamación pulmonar intersticial generalizada y fibrosis intersticial. La asbestosis se caracteriza por fibrosis pulmonar intersticial difusa, distinguible como tal únicamente por los cuerpos de amianto → bastones fusiformes de color marrón/dorado con un centro translucido, consisten en fibras de amianto recubiertas con material proteináceo que contiene hierro que aparecen cuando los macrófagos intentan fagocitarlas. Comienza como fibrosis alrededor de los bronquíolos respiratorios y conductos alveolares, luego se va extendiendo y afecta a sacos alveolares adyacentes; el tejido fibroso distorsiona la histoarquitectura pulmonar crea espacios alveolares aumentados de tamaño, rodeados por paredes fibrosas gruesas, adoptando así un patrón morfológico de panal de abejas. A diferencia del resto de las neumoconiosis, la asbestosis comienza en los lóbulos inferiores y subpleurales, los lóbulos superior y medio se afectarán conforme avance la enfermedad. Las placas pleurales constituyen la manifestación más frecuente en la exposición al amianto, y consisten en placas de colágeno denso, a menudo calcificadas que se desarrollan en las caras anterior y posterolateral de la pleuraparietal y sobre las cúpulas del diafragma. La fibrosis compromete a los vasos pulmonares, generando HT pulmonar. Clínica. Frecuentes 20-30 años tras la primera manifestación, con la disnea como el 1er signo. La enfermedad puede mantenerse sin cambios o puede evolucionar hacia una insuficiencia respiratoria, IC derecha y muerte. Las placas pleurales suelen ser asintomáticas y se detectan rx como densidades circunscritas. Enfermedades pulmonares de origen medicamentoso. • Fármacos citotóxicos utilizados contra el cáncer (bleomicina), provocan daño pulmonar primario y fibrosis porque producen toxicidad directa y estimulan la entrada de células inflamatorias a los alvéolos. • Amiodarona, un antiarrítmico. Se concentra preferentemente en pulmón y provoca una neumonitis importante en el 5-15% de los pacientes que la reciben. • Inhibidores de la ECA, inducen tos. • Abuso de sustancias ilegales, producen a menudo infecciones pulmonares. Enfermedades pulmonares inducidas por radiación. Es una complicación de la radioterapia de los tumores torácicos. Con mayor frecuencia afecta al pulmón situado dentro del campo de radiación y se presenta en formas tanto agudas como crónicas. Neumonitis aguda por radiación: se presenta 1-6 meses después de la radiación en el 3-44% de los pacientes, dependiendo de la dosis y edad; se manifiesta como fiebre, disnea, derrame pleural e infiltración que corresponde a la zona de irradiación → pueden resolver ante el tto con corticoides. Neumonitis crónica por radiación: es consecuencia de la evolución del cuadro agudo (aunque a veces puede aparecer sin síntomas pulmonares previos), es consecuencia de la reparación de las células epiteliales y endoteliales dañadas; los cambios morfológicos se corresponden con daño alveolar difuso, con atipia importante en las células de tipo II y fibroblastos hiperplásicos. Sarcoidosis. Es una enfermedad granulomatosa sistémica de origen desconocido que puede afectarmúltiples tejidos y órganos → puede adoptar múltiples patrones morfológicos, pero la linfadenopatía hiliar bilateral y la afectación pulmonar se ven en el 90% de los casos. Hay que tener en cuenta que infecciones micobacterianas y micóticas, así como la beriliosis producen granulomas no caseificantes, deben tenerse en cuenta para el dx diferencial. – Epidemiología. Suele presentarse en mujeres menores de 40 años, pero puede afectar a todos los grupos etarios. La enfermedad es poco frecuente en personas del sudeste asiático. – Patogenia. Si bien su etiología es desconocida, se trata de una enfermedad debida a la alteración de la regulación inmunitaria en personas genéticamente predispuestas. Se desconoce si también participan en la patogenia la exposición a algún agente ambiental o infeccioso. – Morfología. Independientemente del órgano o tejido afectado, éste contiene granulomas no necrosantes bien formados, compuestos por agregados de macrófagos epitelioides densamente agrupados, a menudo con células gigantes; la necrosis central es poco frecuente. Dentro de las células gigantes del 60% de los granulomas, hay cuerpos de Schaumann (concreciones laminadas compuestas de calcio y proteínas) y cuerpos asteroides (inclusiones estrelladas) → son característicos pero no patognomónicos, dado que también pueden encontrarse en otras enfermedades granulomatosas, como TBC. Si la enfermedad se cronifica, los granulomas pueden quedar rodeados por unos márgenes fibrosos o ser remplazados por cicatrices fibrosas hialinas. o PULMÓN. Macroscópicamente no hay alteraciones demostrables, aunque la coalescencia de los granulomas en estados avanzados produce pequeños nódulos de 1-2cm de tamaño palpables y visibles como consolidaciones no caseificantes y no cavitadas. Las lesiones se distribuyen siguiendo los linfáticos que rodean los bronquios y los vasos sanguíneos, aunque también se observan lesiones alveolares y afectación pleural. Hay una marcada tendencia a que las lesiones del pulmón cicatricen, por lo que a menudo hay grados variables de fibrosis e hialinización. Los GL se ven afectados en casi todos los casos, particularmente los hiliares y mediastínicos. Los ganglios están típicamente aumentados de tamaño, bien delimitados y a veces calcificados. o BAZO. Se ve afectado en el 75% de los pacientes, pero se encuentra aumentado en el 25%. Ocasionalmente los gránulos pueden confluir para formar nódulos pequeños que son visibles macroscópicamente. o HÍGADO. Su afectación es menos frecuente que la del bazo; puede estar moderadamente aumentado de tamaño y contiene granulomas dispersos, principalmente en las tríadas portales. La biopsia con aguja puede ser diagnóstica. o MÉDULA ÓSEA. Afectada el 20% de los casos. Las lesiones óseas producidas visibles en las rx son las de falanges de manos y pies, donde se observan pequeñas áreas circunscritas de resorción ósea y un ensanchamiento de la diáfisis y formación de hueso nuevo en la superficie externa. o LESIONES CUTÁNEAS. Presentes en el 25% de los pacientes, adoptan diversos aspectos: nódulos subcutáneos definidos, placas eritematosas focales ligeramente sobreelevadas o lesiones planas enrojecidas y descamativas, similares al LES. Las lesiones también pueden aparecer en mucosas oral, laríngeas y de vías respiratorias. o AFECTACIÓN OCULAR. Se ve en 25% de los casos, adopta la forma de iritis o iridociclitis uni o bilateral. Después pueden aparecer opacidades corneales, glaucoma y pérdida total de la visión. La sarcoidosis bilateral de la parótida, submaxilares y linguales es la afectación uveopartídea conocida como Síndrome de Mikulicz. o AFECTACIÓN MUSCULAR. Se diagnostica pocas veces ya que puede ser asintomática. La debilidad muscular, el dolor, la sensibilidad y el cansancio hacen pensar en una miositis sarcoide oculta. – Evolución clínica. Puede descubrirse de forma accidental, sin embargo, la mayoría de los pacientes solicitan atención médica por anomalías respiratorias o por la aparición de signos y síntomas generales. La sarcoidosis sigue una evolución impredecible, de todas formas, el 65-70% de los pacientes afectados se recuperan con manifestaciones residuales mínimas o nulas; el 20% pierde permanentemente parte de la función pulmonar o de la visión, y el 10-15% restante fallece por el daño cardíaco, del SNC o por fibrosis pulmonar progresiva → cor pulmonale. Neumonitis por hipersensibilidad. Este término describe un espectro de trastornos pulmonares de mecanismo inmunitario, predominantemente intersticiales, causados por la exposición intensa, a menudo prolongada, a antígenos orgánicos inhalados. Las personas afectadas tienen una sensibilidad anómala o una reactividad potenciada al antígeno causante que, a diferencia del asma, afecta principalmente a las paredes alveolares. Es importante diagnosticar estas enfermedades al comienzo de su evolución, ya que tienden a evolucionar a una enfermedad pulmonar fibrótica grave, que puede evitarse si se retira el agente medioambiental. Se describen muchos síndromes, dependiendo de la ocupación o de la exposición del sujeto (pulmón de granjero -aspiración de heno-, pulmón de criador de palomas, pulmón del aire acondicionado - inhalación de bacterias termófilas que se acumulan en reservorios de agua caliente-). – Morfología. Los cambios histológicos se centran típicamente en bronquiolos y entre ellos: 1. Neumonitis intersticial, con presencia de linfocitos, células plasmáticas y macrófagos. 2. Granulomas caseificantes en 2/3 de los pacientes 3. Fibrosis intersticial con focos fibroblásticos, en panal de abeja y bronquiolitis obliterante – Características clínicas. Los síntomas aparecen entre 4-6 hs después de la exposición y pueden durar 12 hs o varios días y reaparecen con la reexposición; si la exposición es continua y prolongada, aparece una forma crónica de la enfermedad que conduce a insuficiencia respiratoria progresiva, disnea, cianosis y a una disminución de la capacidad funcional total y de la distensibilidad pulmonar. En la RX se observan infiltrados intersticiales micronodulares y las pruebas de función pulmonar muestran un trastorno restrictivo agudo. Eosinofilia pulmonar. Entidades clínico-patológicas caracterizadas por la infiltración de eosinófilos. Se reconocen 3 categorías: a. Neumonía eosinófila aguda con insuficiencia respiratoria. Enfermedad aguda de etiología desconocida. Es de inicio rápido, con fiebre, disnea e insuficiencia respiratoria hipoxémica. La Rx muestra infiltrados difusos y el BAAL contiene más de un 25% de eosinófilos b. Eosinofilia secundaria. Se presenta en varias infecciones parasitarias, micóticas, bacterianas, neumonías por hipersensibilidad y en alergias a fármacos. c. Neumonía eosinófila crónica idiopática. Caracterizada por áreas focales de consolidación celular de la sustancia pulmonar distribuidas principalmente en los campos pulmonares periféricos. Es prominente la presencia de agregados linfocitarios y eosinófilos dentro de las paredes septales y los espacios alveolares. Los pacientes tienen tos, fiebre, sudores nocturnos, disnea y pérdida de peso. Neumonía intersticial descamativa. Se caracterizapor colecciones de macrófagos en los espacios aéreos en un fumador o exfumador. Morfología: el hallazgo más llamativo es la acumulación de un gran número de macrófagos con citoplasmaabundante que contiene un pigmento marrón (macrófagos del fumador) en los espacios aéreos; algunos de los macrófagos contienen cuerpos laminares (Formados por surfactante) dentro de las vacuolas fagocíticas. Los tabiques alveolares están engrosados por un infiltrado inflamatorio escaso de linfocitos, células plasmáticas y eosinófilos ocasionales; los mismos están revestidos por neumonocitos cúbicos aumentados de tamaño. Suele haber enfisema. – Clínica. Se presenta a los 40-50 años. Los síntomas de presentación incluyen disnea y tos seca de inicio insidioso durante semanas o meses, asociadasa menuo a deformidad en palillos de tambor de los dedos. Estos pacientes responen muy bien al tto con corticoides y al abandono del tabaquismo. Enfermedad pulmonar intersticial asociada a bronquiolitis. Se caracteriza por inflamación crónica y fibrosis peribronquiolar; es una lesión frecuente en fumadores. Morfología: los bronquiolos respiratorios, conductos alveolares y los espacios peribronquiolares contienen agregados de macrófagos con pigmento marron (macrófagos de fumador); se aprecia un infiltrado parcheado submucoso y peribronquiolar de linfocitos e histiocitos. La neumonía intersticial descamativa también se puede ver en diferentes partes del mismo pulmón. – Clínica. Los síntomas son leves e incluyen disnea y tos de inicio gradual en pcaientes que son normalmente fumadores de 40-50 años, con exposiciones medias de más de 30 paquetes por año de consumo de cigarrillos. El abandono del tabquismo mejora el cuadro. Histiocitosis de células de Langerhans pulmonar. Enfermedad poco frecuente que se caracteriza por colecciones focales de células de Langerhans. A medida que estas lesiones evolucionan, se produce cicatrización, provocando destrucción de las vías respiratorias y dañando los alvéolos, con la consiguiente aparición de espacios quísticos irregulares. Las células de Langerhans son CD1, S100 y CD207 +, además poseen gránulos de Birbeck. Más del 95% de los pacientes afectados son adultos fumadores relativamente jóvenes que mejoran cuando dejan de fumar, lo que indica que a veces las lesiones son un proceso inflamatorio reactivo. Proteinosis alveolar pulmonar. Enfermedad poco frecuente que se relaciona con los defectos del factor estimulante de colonias de los granulocitos-macrófagos (GM-CSF) o con disfunción de los macrófagos pulmonares, que causna la cumulación del surfactante en los espacios intaalveolares y bronquiolares. En la RX se reconocen opacidades pulmonares asimétricas bilaterales de aspecto parcheado. La enfermedad se caracteriza por un precipitado granular homogéneo en el interior de los alvéolos, que contiene proteínas del surfactante. Su presencia genera una consolidación focal o confluente de zonas extensas en los pulmones, con una reacción inflamatoria mínima (aumenta el peso y tamaño del pulmón). – Etiopatogenia. Puede deberse a mecanismos autoinmunes, secundarios a trastornos hematopoyéticos, inmunodeficiencias, intolerancias a la proteína lisinúrica y silicosis aguda, o bien puede ser hereditaria. – Clínica. La mayoría de los pacientes adultos acuden con tos y esputo abundante que con frecuencia, contiene material gelatinoso. Algunos pacientes tienen síntomas con años de evolución, con riesgo de disnea progresiva, cianosis e insuficiencia respiratoria, pero otros siguen una evolución con curso benigno. El lavado pulmonar total es el tratamiento de referencia, y es beneficioso independientemente de la causa subyacente. Actualmente el cáncer de pulmón es el más diagnosticado en el mundo, y la primera causa de mortalidad por cáncer en todo el mundo; su preponderancia se debe a los efectos cancerígenos del humo de los cigarrillos. El cáncer de pulmón es más frecuente entre los 40-70 años, con una incidencia máxima a los 50-60 años, sólo el 2% aparece antes de los 40. Se clasifica en tumores de células pequeñas (microcíticos) o no pequeños (no microcíticos), formado este segundo grupo por los carcinomas epidermoides y adenocarcinomas. – Etiología y patogenia. La mayoría de los cánceres de pulmón se asocian al humo de los cigarrillos, pero hay otros factores que también influyen en su desarrollo: ▪ Tabaquismo. El 80% de los casos de cáncer de pulmón se presentan en fumadores activos o que han dejado de fumar recientemente; de hecho, hay una correlación prácticamente lineal entre frecuencia de cáncer de pulmón y los paquetes-año de tabaquismo. De todas formas, la exposición al humo de cigarrillo no evoluciona invariablemente a un cáncer, hecho que, parcialmente podría explicarse al azar, parte a polimorfismos implicados en el metabolismo de sustancias procarcinógenas como lo es el tabaco, que pueden hacer más o menos susceptibles al individuo → ej. Polimorfismos del sistema P-450 tienen una gran capacidad de activar los procarcinógenos del humo de cigarrillos, y los fumadores de esa variante genética son más propensos a desarrollar un cáncer de pulmón. La exposición pasiva al humo también aumenta las probabilidades de padecer cáncer de pulmón. Hay cambios histológicos correlacionados que sigue la ruta hacia la transformación neoplásica y que también tienen un correlato directo con la intensidad de exposición al TBQ; los cambios más conocidos refieren a la evolución hacia el carcinoma epidermoide: comienzan con la aparición de una hiperplasia de células basales de aspecto bastante inocuo y de metaplasia escamosa, y evoluciona hasta una displasia escamosa y el carcinoma in situ, el último estadio hasta el carcinoma invasivo. ▪ Riesgos industriales. La exposición a determinados agentes industriales (Amianto, arsénico, cromo, uranio, níquel, cloruro de vinilo y gas mostaza) también aumenta el riesgo de cáncer de pulmón. La radiación ionizante también puede ser cancerígena. ▪ Contaminación atmosférica. Se desconoce si es que por sí sola aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, pero es probable que se sume al riesgo en fumadores activos/pasivos → la exposición crónica a las partículas contenidas en la niebla tóxica (smog) puede causar irritación, inflamación y reparación, constituyendo así el proceso inflamatorio crónico un entorno propicio para el desarrollo de neoplasias. ▪ Genética molecular. – Clasificación. La clasificación de un tumor es importante para mantener la homogeneidad en los tratamientos y porque sienta la base de los estudios epidemiológicos y biológicos. Aunque se describen diversas variantes histológicas, las cuatro categorías principales son: a. Adenocarcinomas (38%) b. Carcinomas epidermoide (20%) c. Carcinoma de células pequeñas (14%) d. Carcinoma de células grandes (3%). e. Lesiones precursoras (preinvasivas): displasia escamosa y carcinoma in situ, hiperplasia adenomatosa atípica, adenocarcinoma in situ, hiperplasia idiopática difusa de células neuroendocrinas pulmonares. Cabe recordar que el término precursor no implica que la progresión al cáncer sea inevitable. Actualmente, no es posible distinguir entre las pesiones precursoras que evolucionan y las que se mantienen localizadas o involucionan. Pueden verse patrones histológicos mixtos. Los carcinomas de pulmón pueden surgir en toda la zona periférica del pulmón (más a menudo, adenocarcinomas) o en la zona central/hiliar (más a menudo, los carcinomas epidermoides), en ocasiones asociados a lesiones precursoras reconocibles. Perfil genético Lesiones precursoras Morfología Diseminación A d en o ca rc in o m a Se caracteriza por mutaciones con ganancia de función oncógenas que afectan los componentes de las vías de señalización del receptor del factor de crecimiento. Hiperplasia adenomatosa atípica. Es una lesión pequeña (≤5 mm) que se caracteriza por neumocitos displásicos que revisten las paredes alveolares que son ligeramente fibróticas. Puede ser simple o múltiple, y puede encontrarse en un territorio pulmonar adyacente a un tumor invasivo o alejado de él. Adenocarcinoma in situ. Es una lesión ≤ 3cm y que está compuesta enteramente por células displásicas que crecen siguiendo los tabiques alveolares preexistentes. Las células muestran una displasia mayor que la hiperplasia adenomatosa atípica, y pueden ser mucinoso (células con mucina en su interior) o no. Es un tumor epitelial maligno invasor con diferenciación glandular o producción de mucina por las células tumorales. Presentan distintos patrones de crecimiento: acinar, lepídico, papilar, micropapilar y el sólido, con formación de mucina. En comparacióncon lo carcinomas epidermoides, tienden a situarse en la periferia de las vías aéreas y ser pequeñas. MICRO: su grado de diferenciación puede variar → desde tumores bien diferenciados con elementos glandulares evidentes hasta lesiones papilares semejantes a otros carcinomas pailares a masas sólidas con glándulas y células productoras de mucina. En la periferia del tumor se encuentran a menudo un patrón de diseminación lepídico en el cual las células “reptan” siguiendo los tabiques alveolares de aspecto normal. Dos subtipos de adenocarcinomas presentan distintos patrones de crecimiento/diseminación: Adenocarcinomas microinvasivos. Son tumores ≤ 3cm, con un componente invasivo pequeño (≤ 5mm) asociado a cicatrización y patrón de crecimiento lepídico. Adenocarcinomas mucinosos. Tienden a diseminarse por vía aérea, dando lugar a tumores satélite. Pueden presentarse como un nódulo solitario o múltiples nódulos, o como una consolidación tumoral de un lóbulo completo simulando una neumonía lobar. C ar ci n o m a e p id e rm o id e Se asocia principalmente a la exposición al humo de cigarrillos, y presenta varias aberraciones genéticas, muchas de las cuales son deleciones cromosómicas que comprometen loci supresores tumorales Es relativamente frecuente que los carcinomas epidermoides vengan precedidos de una metaplasia escamosa o displasia en el epitelio bronquial, que después se transforma en carcinoma in situ, una fase que puede durar varios años (las células anormales pueden detectarse en los frotis citológicos o en los líquidos de lavado/cepillado bronquial, pero resulta indetectable en radiografías). El tejido neoplásico es blanco-grisáceo y muestra una consistencia firme o dura; pueden verse áreas focales de hemorragia o necrosis, dando lugar a un aspecto moteado blanco-amarillo, aunque en ocasiones los focos necróticos dan origen a cavitaciones. MICRO: el carcinoma epidermoide se caracteriza por la presencia de queratinización (se ven perlas escamosas o células aisladas con un citoplasma denso e intensamente eosinófilo) y/o puentes intercelulares → en tumores bien diferenciados es fácil distinguirlo, pero son focales en los tumores poco diferenciados. Pueden verse metaplasia escamosa, displasia epitelial y focos de carcinoma franco in situ en el epitelio bronquial adyacente a la masa tumoral. Tras el carcinoma invasivo, aparece un carcinoma epidermoide invasivo que puede seguir varias rutas: (1) crecer exofíticamente hacia la luz bronquial, produciendo una masa intraluminal hasta llegar al punto de producir atelectasias distales; (2) penetra en la pared del bronquio y se infiltra siguiendo el tejido peribronquial, hacia la carina o el mediastino adyacente; y (3) crece siguiendo un frente amplio para producir una masa intraparenquimatosa a modo de coliflor que empuja el tejido pulmonar. C ar ci n o m a d e c él u la s p e q u e ñ as Comparte muchas características con el carcinoma epidermoide, como son las aberraciones con pérdida de función de los genes supresores tumorales y su fuerte asociación con el tabaquismo. Es un tumor muy agresivo. No se conocen Formado por células pequeñas, con citoplasma escaso, bordes mal definidos, cromatina nuclear finamente granulada y nucléolos ausentes o poco llamativos. Las células son redondas, ovaladas o fusiformes, con amoldamiento nuclear llamativo. El recuento de mitosis es alto, y las células crecen en cúmulos que no muestran organización glandular ni escamosa. La necrosis es frecuente y extensa. También es frecuente ver la tinción basófila de las paredes vasculares debido a la incrustación del ADN procedente de las células tumorales necróticas (efecto Azzopardi). Por otro lado, la aparición de los gránulos neurosecretores (vistos al MET), la expresión de marcadores neuroendicrinos (cromogranina, sinaptofisina y CD57) así como la capacidad de algunos tumores de segregar hormonas (ej hormona paratiriodea) indican que este tumor se origina de células progenitoras neuroendocrinas presentes en el epitelio de revestimiento bronquial. IHQ: BCL2 +. MTT rápido C ar ci n o m a d e c él u la s gr an d es . - - Las células presentan núcleos grandes, nucléolos prominentes y una cantidad moderada de citoplasma. Su diagnóstico es de exclusión, ya que no expresa ninguno de los marcadores asociados al adenocarcinoma (TTF-1 y napsina A), ni al carcinoma epidermoide (p63 y p40) MTT rápido Cualquiera de los tipos de carcinoma puede extenderse sobre la superficie pleural y después invadir la cavidad pleural o pericardio. En la mayoría de los casos pueden encontrarse metástasis en los ganglios bronquiales, traqueales y mediastínicos; la frecuencia de afectación ganglionar varía en función del patrón histológico, pero supera como media el 50%. La diseminación a distancia del carcinoma de pulmón se produce por las vías linfática y hematógena. Estos tumores se extienden precozmente por el cuerpo, excepto el carcinoma epidermoide, que metastatiza fuera del tórax de manera tardía. Las MTT pueden ser la primera manifestación de una lesión pulmonar oculta subyacente. No hay ningún órgano o tejido que quede preservado de estas lesiones, pero sí afectan principalmente a las glándulas suprarrenales, hígado, cerebro y hueso. Los carcinomas de pulmón tienen efectos locales que pueden causar varios cambios, al punto de que la obstrucción parcial puede causar un enfisema focal intenso, mientras que la obstrucción total puede provocar atelectasias. El deterioro del drenaje de las vías respiratorias es una causa frecuente de bronquitis supurativa o ulcerosa grave o de bronquiectasias. Los abscesos pulmonares atraen la atención sobre un carcinoma que aún permanece silente. Por su parte, la compresión o invasión de la vena cava superior provoca un sme mediastínico → congestión venosa y edema de la cabeza y los brazos. La extensión hacia los sacos pericárdicos o pleurales puede provocar pericarditis o pleuritis con derrames importantes. – Evolución clínica. El cáncer de pulmón es una de las neoplasias más insidiosas y agresivas. Típicamente se descubre en pacientes de 50 años o mayores que refieren síntomas de varios meses de evolución. Los principales síntomas son: tos (75%), pérdida de peso (40%), dolor torácico (40%) y disnea (20%). No es infrecuente tampoco que el tumor se descubra por su diseminación secundaria cuando se estudia una neoplasia primaria o MTT evidente en otro lugar. Pronóstico: el pronóstico es malo en el carcinoma del pulmón → la supervivencia global a los 5 años sólo el 16%. La supervivencia a los 5 años alcanza los 52% cuando la enfermedad está localizada, del 22% cuando hay MTT regionales y solo el 4% cuando hay MTT a distancia. En general, el adenocarcinoma y el carcinoma epidermoide tienden a mantenerse localizados durante más tiempo y su pronóstico es algo mejor que el de los cánceres indiferenciados, que normalmente están avanzados para cuando se los diagnostica. – Síndromes paraneoplásico. Cualquier tipo histológico de tumor puede producir ocasionalmente hormonas (ADH, ACTH, hormona paratiroidea, calcitonina, gonadotropinas y serotonina), pero los tumores que producen ACTH y ADH son preodminantemente los carcinomas de células pequeñas, y los que producen hipercalcemia son principalmente los carcinomas epidermoide. Otras manifestaciones: síndrome de miastenia de Eaton-Lambert, sindrome de Trousseau, neuropatía periférica, acantosis nigricans, reacciones leucemoides, osteoartropatía. Estadificación del cáncer de pulmón Proliferaciones y tumores neuroendocrinos. Mientras que prácticamente todas las hiperplasias de células neuroendócrinas pulmonares son secundarias a fibrosis y/o inflamación de las vías respiratorias, un trastorno menos frecuente es la hiperplasia de las células neuroendocrinas pulmonares idiopáticadifusa, que parece ser el precursor para el desarrollo de tumorlets múltiples y carcinoides típicos/Atípicos. Las neoplasias de células neuroendocrinas del pulmón comprenden los tumorlets benignos, nidos hiperplásicos pequeños y sin significación patológica de células neuroendócrinas en áreas de cicatrización o inflamación crónica, los carcinoides y los carcinomasde células pequeñas muy agresivos, y los carcinomas neuroendocrinos de células grandes de pulmón. Los tumores carcinoides se clasifican por separado dado que su incidencia, características clínicas, epidemiológicas, histológicas y moleculares difieren significativamente de los carcinomas con signos de diferenciación neuroendócrina. ➔ Tumores carcinoides. Muy poco frecuentes, se suelen presentar en pacientes de 40 años en ambos sexos, de los cuales el 20-40% es fumador. Son tumores epiteliales malignos de bajo grado que se clasifican como carcinoides típicos y atípicos. – Morfología. Pueden surgir centralmente o ser periféricos. MACRO: los tumores centrales crecen a modo de masas digitiformes o polipoideas esféricas que se proyectan habitualmente hacia la luz del bronquio, que están revestidas por una mucosa intacta. Pocas veces superan los 3-4cm de diámetro. La mayoría está confinada a los bronquios principales, pero otros atraviesan la pared bronquial para abrirse en abanico hacia el tejido peribronquial (lesión en ojal). Los tumores periféricos son sólidos y nodulares. MICRO: el tumor está formado por estructuras celulares organoides, trabeculares, en empalizada, en cinta o en roseta, separadas por un estroma fibrovascular delicado. Las células son bastante normales, con núcleos redondos y una cantidad moderada de citoplasma eosinófilo. Los carcinoides típicos → menos de 2 mitosos x10 campos de aumento VS carcinoides atípicos → 2-10 mitosis x10 campos de aumento, así com también presentan células con mayor pleomorfismo, nucléolos más prominentes, un patrón de crecimiento desorganizado y probablemente invasión de los linfáticos. Al MET se observan gránulos de secreción neuroendócrina, y con IHQ da positivo para serotonina, enolasa neuronal específica, bombesina, calcitonina, etc. – Clínca. Las manifestacioens clinicas de los carcinoides bronquiales se relacionan con su crecimiento intraluminal, MTT y la capacidad de algunas lesiones para ocasionar sustancias vasoactivas → tos persistente, hemoptisis, deterioro del drenaje de las vías respiratorias con infecciones secundarias, bronquiectasias, enfisema y atelectasias. Las lesiones funcionantes son capaces de producir en el el 10% de los casos un síndrome carcinoide clásico: crisis intermitentes de diarrea, sofocos y cianosis. En líneas generales, la mayoría de los carcinoides bronquiales no tienen actividad secretora y no MTT a localizaciones a distancia, sino que siguen una evolución relativamente benigna por períodos prolongados, por lo que son susceptibles de resección. En esos casos la tasa de supervivencia a los 5 años es del 95%, mientras que para los carcinoides atípicos del 70%, 30% para el carcinoide neuroendócrino de células grandes y 5% para el de células pequeñas. Tumores metastásicos. El tumor es el sitio más frecuente de las neoplasias metastásicas. Tanto carcinomas como sarcomas de cualquier parte del cuerpo pueden extenderse hacia los pulmones vía linfática, hematógena o por contiguidad. El patrón de crecimiento MTT en los pulmones es muy variable, pero en la mayoría de los casos aparecen nódulos delimitados (lesiones en bola de cañón) dispersos por todos los lóbulos,pero principalmente en la periferia. Otros patrones son el nódulo solitario, el patrón intrabronquial o pleural, la consolidación neumónica, y los patrones combinados. Las infecciones de vías respiratorias constituyen el principal motivo de consulta ambulatoria. En la mayoría de los casos se trata de infecciones de vías respiratorias altas causados por virus, mientras que las infecciones pulmonares bacterianas, víricas, micóticas y por micoplasmas son responsables de buena parte de la morbilidad. La neumonía puede definirse como cualquier infección del parénquima pulmonar. Algunos principios generales sobre la neumonía: » La pérdida de los mecanismos de defensa locales de las vías respiratorias constituye un importante factor de riesgo para el desarrollo de infecciones. Tales pueden ser: pérdida o supresión del reflejo de la tos, lesión del aparato mucociliar, acumulación de secreciones, interferencia en la acción fagocítica o bactericida de los macrófagos, congestión y edema de pulmón, etc. » Los defectos de la inmunidad innata y la inmunodeficiencia humoral aumentan la incidencia de infecciones bacterianas piógenas, mientras que los defectos inmunitarios de la inmunidad celular favorece el desarrollo de infecciones por microorganismos intracelulares (mycobacterias, P. jirovecii, HSV, etc.) » Aunque la puerta de entrada de la mayoría de las neumonías bacterianas es el tracto respiratorio, puede producirse por diseminación hematógena hacia los pulmones desde otros órganos. » Muchas de las infecciones bacterianas del pulmón son una sobreinfección de una neumonía viral. » Muchos pacientes que tienen enfermedades crónicas adquieren una neumonóa terminal durante su hospitalización. NEUMONÍAS EXTRAHOSPITALARIAS Se trata de infecciones pulmonares que afectana individuos inmunocompetentes en un entorno normal (fuera del hospital). Puede ser bacteriana o viral, pero para determinar la etiología la rx no constituye un método con suficiente sensibilidad; en cambio se puede dosar la PCR y la procalcitonina -ambos reactantes de fase aguda-, que se encuentran significativamente más elevadas durante la infección bacteriana que las víricas. La infección bacteriana suele presentarse después de una infección vírica de las vías respiratorias altas y la invasión bacteriana del parénquima pulmonar hace que los alvéolos se llenen de un exudado inflamatorio, lo que provoca consolidación del tejido pulmonar. Factores de riesgo: edades extremas, enfermedados crónicas (ICC, EPOC, DBT), inmunodeficiencias congénitas o adquiridas y disminución o ausencia de la función esplénica. – Agentes etiológicos. o Streptococcus pneumoniae o H. Influenzae o Moraxella catarrhalis o Staphylococcus aureus o Klebsiella pneumoniae o Pseudomonas aeruginosa o Legionella pneumophila o Mycoplasma pneumoniae – Morfología. La neumonía bacteriana sigue dos patrones de distribución anatómica: la bronconeumonía lobulillar (consolidación parcheada del pulmón) y neumonía lobular (consolidación de gran parte/todo el lóbulo). Sin embargo, desde el punto de vista clínico lo más importante es identificar el agente causante y determinar la extensión de la enfermedad. En la neumonía lobar se han descrito 4 estadios de respuesta inflamatoria: 1) la congestión, el pulmón se ve pesado, pastoso y rojo, hay ingurgitación vascular, líquido inraalveolar con escasos LPMN y a veces, abundantes bacterrias; 2) hepatización roja, micro →hay un exudado masico confluente en el que los LPMN, los eritrocitos y la fibrina llenan los espacios alveolares, macro → el lóbulo se ve rojo, firme y sin aire, similar al corte de un hígado; 3) hepatización gris, producida por la desintegración progresiva de eritrocitos y percistencia de un exudado fibrinoso supurativo, que genera la coloración gris-parda; y, 4) resolución, el exudado contenido en los espacios alveolares se degrada mediante digestión enzimática para producir restos granulares semilíquidos que se reabsorben o son ingeridos por los macrófagos, expectorados y organizados por los fibroblastos. Si la consolidación se extiende a la superficie pulmonar puede desatarse una reacción pleural fibrinosa que puede resolver de manera similar, pero más frecuentemente se organiza formando un engrosamiento fibroso o adherencias permanentes. En la bronconeumonía se observan áreas consoludadas de inflamaciónaguda supurativa. Histológicamente las lesiones constan de un exudado con abundantes LPMN que llena los bronquios, bronquíolos y espacios alveolares adyacentes. – Evolución clínica. Los principales síntomas consisten en fiebre de inicio brusco, escalosfríos con temblores y tos productiva con esputo mucopurulento e incluso hemoptisis. Cuando hay pleuritis se acompaña de dolor pleurítico y roce pleural por fricción. En RX se observa a la neumonía lobar como un lóbulo entero radioopaco mientras que en la bronconeumonía se distinguen zonas focales de opacidad. Las complicaciones de la neumonía son: 1)destrucción y necrosis del tejido, lo que provoca la formación de un absceso; 2) diseminación de la infección a la cavidad pleural, formando una reacción fibrinosa supurativa intrapleural conocida como empiema, y 3) diseminación bacteriémbica hacia las válvulas cardíacas (endocarditis), pericardio, cerebro (meningitis), articulaciones (artritis supurativa) y bazo. Para su tratamiento resulta clave la identificación del microorganismo y la determinación de su sensibilidad a los ATB. Las infecciones víricas más frecuentes se deben al firus de la gripe, VSR, metapneumovirus, adenovirus, rinovirus, virus de la rubéola y varicela. Cualquiera de ellos puede causar una mera infección de las vías respiratorias altas (Resfriado común), o una infección más grave de las vías respiratorias bajas. Los factores que favorecen esta diseminación de la infección son: edades extremas, malnutrición, alcoholismo y enfermedades debilitantes subyacentes. Pese a las diferencias ultraestructurales de todos los agentes etiológicos virales responsables de las infecciones respiratorias, las manifestaciones anatomopatológicas son esencialmente las mismas, por lo que se sospecha que el principal mecanismo patogénico debe ser inmunomediado. – Agentes etiológicos o Influenzae A/B o Rinovirus o Virus sincicial respiratorio o Coronavirus o Metapneumovirus – Morfología. a. Vías respiratorias altas: su infección se caracteriza por hiperemia y tumefacción de la mucosa, infiltrado linfomonocítico y plasmocítico y producción excesiva de las secreciones de moco. La mucosa tumoefacta y el exudado viscoso pueden taponar los canales nasales, senos y trompas de Eustaquio, provocando una infección bacteriana secundaria. En niños es frecuente la amigdalitis por infección viral. b. Vías respiratorias bajas: el deterioro de la función broncociliar fomenta la sobreinfección bacteriana, con supuración más intensa. El taponamiento de las vías respiratorias pequeñas puede dar lugar a atelectasias pulmonares focales. La afectación pulmonar puede ser parcheada o afectar lóbulos enteros. La característica predominante es una reacción inflamatoria intersticial que afecta las paredes alveolares → los tabiques alveolares están engrosados, edematosos y contienen infiltrado inflamatorio mononuclear de linfocitos, macrófagos y a veces, células plasmáticas. Los alvéolos pueden estar libres de exudado, pero en muchos pacientes hay material proteináceo intraalveolar y exudado celular. La sobreinfección bacteriana modifica este cuadro: se genera bronquitis ulceroso, bronquiolitis y neumonía bacteriana. – Evolución clínica. En muchos casos está enmascarada la infección como gripes o resfriados de pecho, de manera que la tos puede estar presente o no, y las principales manifestaciones pueden consistir en solo fiebre, cefalea, dolores musculares y en las piernas. Las infecciones víricas suelen ser leves y resuelven espontáneamente sin dejar secuelas duraderas. NEUMONÍA NOSOCOMIAL Las neumonías de esta indole se definen como infecciones pulmonares adquiridas durante la estancia hospitalaria. Son habituales en pacientes que presentan una enfermedad subyacente grave, inmunodepresión, tratamiento ATB prolongado o dispositivos de acceso invasivos (Catéteres IV, sondas, ventilación mecánica). Los microorganismos más frecuentemente aislados son: S. aureus, S. pneumoniae, Enterobacterias y Pseudomonas. Neumonía por aspiración. Se produce en pacientes muy debilitados o que aspiran contenido gástrico mientras están inconscientes → son pacientes con anomalías en los reflejos nauseoso y deglutorio, que predisponen a la aspiración. Este tipo de neumonía es a menudo encrosante, sigue una evolución clínica fulminante y a menudo causa la muerte. En los casos en el que el paciente sobreviva, el absceso de pulmón es una complicación frecuente. Absceso pulmonar. Describe un proceso supurativo local que produce necrosis en el tejido pulmonar. – Etiopatogenia. Aunque cualquier patógeno podría producir un absceso en las circunstancias adecuadas, los microorganismos aislados con más frecuencia son los estreptococos aerobios y anaerobios, S. aureus y bacterias gramm negativas. Los microorganismos responsables alcanzan las vías respiratorias por los siguientes mecanismos: ▪ Aspiración de material infeccioso ▪ Antecedentes de infección pulmonar ▪ Embolia séptica ▪ Neoplasia ▪ Otros: penetración traumática directa, diseminación a través de infecciones en órganos/estructuras adyacentes, etc. – Morfología. La alteración histológica fundamental de todos los abscesos es la destrucción supurativa del parénquima pulmonar dentro de la zona central de cavitación. Afectan cualquier zona del pulmón y pueden ser únicos o múltiples. Si se deben a la aspiración, es más frecuente encontrarlos de manera única en el lado derecho (recordar que el bronqui principal derecho sigue una trayectoria más vertical); si se desarrolla por una neumonía, bronquiectasias o émbolos sépticos es posible que sean múltiples y estén dispersos a lo largo de todo el parénquima pulmonar. – Evolución clínica. Las manifestaciones de los abscesos pulmonares son muy similares a las bronquiectasias y se caracterizan principalmente por tos, fiebre y cantidades abundantes de esputo purulento o sanguinolento de mal olor; también es frecuente encontrar fiebre, dolor torácico y pérdida de peso. El diagnóstico solo se sospecha a raíz de los signos clínicos y se confirma con Rx + siempre que se descubra un absceso en personas mayores se debe descartar un carcinoma subyacente, que se encontrará en el 15% de los casos. Con el tto los abscesos suelen resolver dejando cicatrices. Las complicaciones concisten en extensión de la infección a la cavidad pleural, hemorragia, desarrollo de abscesos cerebrales o meningitis por émbolos sépticos y pocas veces, amiloidosis (AA).
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