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12 Monarquianismo y modalismo - bryan garcia godinez

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Monarquianismo y 
modalismo
Diplomado en Teología, 
UCACH
Unicidad de Dios 
• La doctrina sobre la 
unicidad de Dios se fue 
imponiendo en el ambiente 
cultural. 
• Quedó clara frente al 
particular monoteísmo 
judío, que rechazaba la 
trinidad de personas, y 
frente al politeísmo pagano, 
carente de la más elemental 
racionalidad.
Problemas doctrinales 
internos 
Surgieron algunos problemas en el 
seno de los propios cristianos, en 
buena parte debido a la propia 
profundidad del misterio revelado y, 
en parte también, debido a la falta 
de una filosofía y de unos términos
que lo explicasen adecuadamente
Teorías extrañas 
• Algunos pusieron tal énfasis en la 
defensa de la unidad de Dios, algo que 
aparecía tan evidente y racional, que 
sufrieron la tentación de sacrificar la 
trinidad de personas en aras de la 
unidad. 
• Otros, por el contrario, defendieron la 
trinidad divina de tal modo que de 
hecho destruían la unidad de Dios.
Monarquianismo
• Pretende defender una unidad absoluta en Dios en 
la que no es posible admitir la trinidad de 
personas.
• El vocablo «monarquianismo» se debe a Tertuliano, 
quien agrupa bajo este término a los que, al 
defender la unidad de Dios, caen en el error de 
admitir en Dios una sola persona, un solo 
monarca. 
• El monarquianismo presenta dos caminos: el 
adopcionista y el modalista.
Monarquianismo 
adopcionista
Esta teoría defiende la unidad de 
Dios y la distinción personal entre 
el Padre y el Hijo; pero para 
defender la unidad no ve otro 
camino que negar la divinidad del 
Hijo.
Adopción 
Cristo, el Hijo de Dios, tendría 
que ser un hombre que recibió la 
dignidad divina al descender 
sobre él el Espíritu de Dios; el 
término «adopcionismo» quiere 
expresar que Jesús sería hijo de 
Dios simplemente por adopción, 
es decir, por una concesión libre 
y amorosa del Padre.
Ebionitas 
Según San Ireneo de Lyon, los 
ebionitas, un grupo de cristianos 
judaizantes, decían en torno al año 
180 que Cristo fue un hombre 
«elegido por Dios» y el mayor de los 
profetas, pero un «mero hombre» 
engendrado por María y José, no 
nacido virginalmente.
Teódoto de 
Bizancio 
Según el historiador Eusebio 
de Cesárea, el primer 
defensor de la teoría 
adopcionista fue Teódoto de 
Bizancio, discípulo de 
Valentín y residente en Roma 
a finales del siglo II.
Teódoto 
• Para Teódoto, Cristo sería un 
hombre común, nacido de la Virgen 
María, que recibió una «dynamis» o 
fuerza divina al descender el 
Espíritu Santo sobre él en el 
Bautismo. 
• Esta dynamis habría convertido a 
Cristo en un hombre superior, pero 
simplemente hombre.
Pablo de 
Samosata
• El adopcionista más famoso fue 
Pablo de Samosata, ministro de la 
reina Zenobia de Palmira y después, 
entre los años 260 y 280, obispo de 
Antioquía.
• Pensaba de Cristo «cosas bajas y 
mezquinas, contrarias a la 
enseñanza de la Iglesia». EC
Pablo de 
Samosata
• Decía que Cristo era un hombre común y que el Logos no era más 
que una fuerza divina impersonal que fue dada a Cristo para que le 
guiase. 
• El Hijo y el Espíritu sólo serían fuerzas divinas identificadas con la 
persona del Padre.
Pablo de 
Samosata 
Utiliza el término «homousios» 
(consubstancial), para afirmar que el 
Logos forma con el Padre una esencia, 
pero niega la diferencia personal entre 
el Padre y el Hijo.
No reconocía tres personas en Dios, 
sino que dio el nombre de Padre al Dios 
que creó todas las cosas; de Hijo, al que 
era meramente hombre; y el de Espíritu, 
a la gracia que residía en los Apóstoles.
El concilio de 
Nicea 
Utilizará el término 
«homousios» para 
afirmar la perfecta 
igualdad de naturaleza 
del Hijo con el Padre al 
mismo tiempo que 
afirma la diferencia
personal entre el Padre 
y el Hijo.
Errores 
La herejía adopcionista no caló 
en el pueblo cristiano, debido 
quizá a la frialdad de su 
planteamiento, tan ajeno a la 
gozosa contemplación de un 
Dios encarnado, que ha venido 
al mundo para salvar a los 
hombres.
Monarquianismo
modalista
• Este error fue defendido por Noeto, Práxeas y 
especialmente por Sabelio. 
• El modalismo niega que el Padre, el Hijo y el 
Espíritu Santo sean personas o sujetos divinos 
real y eternamente distintos.
• No reconoce en ellos más que unos modos de 
manifestación en la historia de la salvación de un 
Dios unipersonal.
Según Sabelio
Dios se habría manifestado como 
Padre en la creación, después como 
Hijo en la redención y, finalmente, 
como Espíritu Santo en la 
santificación de los fieles; pero 
siempre sería la misma persona la 
que se habría manifestado en formas 
o modos diversos.
Triple modalidad de 
manifestación
Sabelio emplea el término griego 
«prósopon» = persona, uno de los que 
será utilizado más adelante para 
explicar el misterio de la Trinidad; pero 
aquí Sabelio lo utiliza sólo en su primer 
significado etimológico de «máscara» o 
«careta».
Caretas 
• Dios se habría puesto la careta, en 
primer lugar, de Padre, después la 
de Hijo y finalmente la de Espíritu 
Santo. 
• Aunque Sabelio habla de una 
trinidad en Dios, no se trata de la 
Trinidad de personas realmente 
distintas, sino de una simple 
apariencia.
Recta doctrina 
• Carece de sentido hablar de una Trinidad que 
se manifiesta de modo sucesivo en la historia 
de la salvación, es decir una Trinidad 
económica o funcional, cuando no se admite la 
Trinidad en sí misma, en el mismo ser de Dios.
•
• Si no hubiera Trinidad en el mismo seno de 
Dios, no se podría hablar de una Trinidad que 
salva a los hombres.
Rechazos y 
respuestas 
• El Papa Ceferino (198/217) rechazó el 
patripasianismo, afirmando que «no fue 
el Padre el que murió, sino el Hijo». 
• Y el Papa San Dionisio (259/268) 
condenó a Sabelio con palabras muy 
duras. «Éste (Sabelio) blasfema diciendo 
que el mismo Hijo es el Padre y 
viceversa»

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