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DESEAR CON ÉXITO 7 Reglas para hacer realidad los sueños Pierre Franckh Desear con Exito Los deseos se realizan. Cada día, cada minuto, cada segundo. Permanentemente deseamos algo. Consciente o inconscientemente. Creámoslo o no. Nosotros deseamos incluso cuando no lo queremos en absoluto. ¿Qué desea usted? ¿Qué debe realizarse en su vida? 2 Desear con Exito Prefacio Mi historia Cuando tenía seis años se cumplió mi primer deseo. Le había escrito una nota a mi ángel protector, y para que mi madre no la encontrara, la había escondido bien. El deseo se cumplió pese a eso. Recibí justamente la bicicleta que quería. Incluso exactamente del color deseado y con la campanilla con el ratón. Cuando tenía nueve años, ya no creía, sino ya sabía que los deseos se cumplen. Por los menos los míos. Entretanto había escrito muchos deseos en papelitos y se me habían cumplido. Los milagros no eran para mí un asunto de fe, sino que habían llegado a ser un asunto de la realidad. Pese a eso, el jovencito quería someter todo a una prueba. Seguro es seguro. Por esa razón tuve que intentar algo “imposible”, algo que en realidad no puede funcionar en absoluto. Y así, les encargué a los “seres de allá arriba” que yo quería participar en una película de cine. Debía ser un papel realmente bueno y mi nombre tenía que aparecer en los títulos. Esa vez escribí en el papel de deseos, “… que yo debía ser notorio para todos”. Y efectivamente, ya en el mismo año asumí en la película “Historias de niños traviesos” el papel de adversario del actor principal. Mis padres creían en un milagro, yo en mi encargo, que nadie aparte de mí había tomado en serio. Yo lo tomé incluso muy en serio, porque desgraciadamente el encargo se había cumplido más exactamente que lo que había pensado. Yo había cometido justamente un pequeño error fatal. Había escrito en el papel, que todos debían verme en la película. De escuchar no había dicho nada. Durante los trabajos de filmación, el director decidió que el joven, cuyo papel yo hacía, debía ser un joven prusiano con dialecto berlinés. Para mi horror, me sincronizaron, es decir, recibí otra voz en la película. Así, yo tenía mi primer gran papel en el cine, el deseo se había cumplido. Cualquiera podía verme, pero nadie podía escucharme. Dificilmente podía recibir una prueba mejor y desgraciadamente más dolorosa de deseo inexacto. (Por eso le dediqué un capítulo completo a la formulación correcta). Por algún tiempo insulté a los “seres de arriba”. Hasta que tuve en claro que ellos no podían hacer absolutamente nada al respecto. Simplemente hablaban un idioma diferente al mío. No sabían lo que desde mi punto de vista era bueno o malo. 3 Desear con Exito No tenían ninguna experiencia de cómo era aquí en el mundo, ellos simplemente sólo cumplían mis instrucciones. Desde entonces no hubo ninguna duda más para mí: Los deseos se cumplen. Y exactamente como se piden. Cuando era niño yo sabía eso. Cuando niño todavía tenía contacto con mis deseos y esperaba simplemente que éstos se cumplieran como me lo imaginaba. En todo caso, la pequeña fábrica de notas funcionaba en ese entonces. Pero el joven llegó a ser grande y un día se sintió adulto. Y así, del muchachito, que en ese entonces poseía más conocimiento que más tarde como adulto, resultó un escéptico y “realista”. En el camino a la pubertad, alguna vez le había creído más a todos los adultos que a sí mismo. Su talento de “desear” había caído cada vez más en el olvido. En su mundo de adulto quería lograr algo él mismo, quería estar orgulloso de sí mismo, creía en la fuerza propia y encontraba absurda y vergonzosa la ayuda ajena, especialmente la ayuda “de arriba”. El muchachito había dejado de permitir milagros en su vida. Su vida se puso más difícil, más seria, y se encontraba frecuentemente con obstáculos insuperables. Comencé a luchar y a compararme cada vez más a menudo con otros, con lo que constaté que aparentemente siempre tenía las peores cartas. Que el mundo es injusto, se había convertido entretanto en una certeza para mí: ¿Por qué a algunos les resulta todo y a otros no les resulta nada? ¿Por qué algunos tienen siempre tanta “suerte”, mientras que a otros todo les resulta mal? ¿Por qué a algunos les va tan increíblemente bien y a otros no les va bien en absoluto? La respuesta a esas preguntas y con ésta el cambio para mi vida, la encontré cuando muchos años después me topé con un librito blanco con el título “Milagros”. En éste, Stuart Wilde relata exactamente sobre las mismas experiencias que yo había tenido cuando era niño. A esa particular forma de desear él la llama encargar – un término maravillosamente apropiado – y asegura que funcionaría en cualquier momento y para cualquier persona. Yo estaba profundamente conmovido. Comencé a acordarme otra vez de mis tiempos de niño. 4 Desear con Exito En ese entonces habían sido posibles justamente esos milagros de los que hablaba Stuart Wilde. En aquel tiempo éstos estaban simplemente a mi disposición. ¿Pero por qué eso solamente debía serle posible a un alma infantil? ¿Por qué no también al adulto? ¿ No era tal vez la vida en absoluto tan injusta? ¿La única diferencia entre los exitosos y los fracasados no era tal vez solamente que los ganadores jamás dudaban de sí mismos y de sus deseos? Ellos simplemente sabían que les correspondía lo que deseaban. Era normal para ellos que sus expectativas se cumplieran. Sus pensamientos se realizaban, y permanentemente. ¿Pero qué “pensaban” ellos tan diferente a otros? Las personas exitosas no dudan y siempre están enfocadas positivamente hacia sus propósitos. Al final siempre existe sólo una diferencia. Unos desean conscientemente y con un objetivo, los otros inconscientemente y sin coordinación, sin darse cuenta que ellos son igualmente los causantes de sus circunstancias. Por medio de ese libro de Stuart Wilde mi vida ha cambiado por completo. Desde entonces he puesto nuevamente en mi vida innumerables deseos exitosos de ese tipo. ¡Y funciona! Solamente hay que hacerlo – la vida puede ser tan sencilla – y aprender algunos pequeños trucos y artimañas. Porque también con desear con éxito se pueden hacer algunas cosas erróneas y pueden salir algunas cosas mal. También a desear hay que aprender Los deseos se cumplen cada día, cada hora, cada minuto. También los nuestros. Y justamente todos. Pero eso significa que también se cumplen nuestras dudas. Y nuestros pensamientos sobre nuestra propia inferioridad. Porque esos son también deseos, aunque involuntarios. Pese a eso se cumplen. Comencé entonces a observarme minuciosamente. Sobre todo me interesaban naturalmente mis deseos inconscientes y cómo podía adquirir control sobre ellos. Nuestras expectativas se ven a menudo frustradas, sólo porque nosotros esperamos desilusionarnos. 5 Desear con Exito El universo no puede diferenciar entre bueno y malo. Simplemente entrega. Al universo le da lo mismo si el cumplimiento del deseo produce un efecto positivo o negativo en nuestra vida. El universo no conoce lo justo o lo injusto, lo bueno o lo malo, lo positivo o lo negativo. El universo simplemente entrega de acuerdo a nuestras imaginaciones. ¿El universo? ¿Qué es eso? Pues bien, la idea de que el universo es algo así como una gigantesca empresa de venta por correspondencia, es muy útil al principio, cuando se trata de hacer que nuestros deseos se realicen. Tomado al pie de la letra, ocurre también algo parecido con nuestros deseos. Éstos son procesados y entregados. Más adelante trataré la real interacción física entre el envío de nuestros deseos y su cumplimiento en nuestra vida,es decir, de qué manera está conectado eso con la energía y su manifestación en el plano material. Pero por el momento nos ayuda muy bien la idea de una empresa universal de venta por correspondencia, cuando se trata de aprender el modo adecuado de desear. Sobre todo nos ayuda a tratar con eso de manera lúdica. Eso es ventajoso, porque todo lo que es lúdico y liviano se cumple esencialmente más rápido y más pronto. Igualmente importante para lo liviano es saber que siempre está a nuestra disposición y que, cuando obtenemos algo, eso no le falta a otro. (Naturalmente eso no es así si deseo al esposo de mi amiga). En el transcurso de los últimos 30 años he aprendido mucho en todo caso, como funciona el desear con éxito. De esas experiencias y fallas propias y de las de muchos otros, he concretado siete reglas que nos ayudan a llevar la vida que deseamos. Si deseamos de la manera correcta, se cumple todo en nuestra vida. También lo imposible. También lo inalcanzable. Lo fascinante es justamente que al desear adecuadamente no hay límites. Sea dinero, casa, auto, pareja, trabajo o amor, todo es posible. No hay límites. Las limitaciones existen solamente en la cabeza. Ahí creamos nuestro mundo diario. Y porque nosotros los adultos no sabemos eso o no queremos saberlo, la mayoría de las veces estamos muy descontentos con nuestro mundo que hemos creado nosotros mismos. 6 Desear con Exito ¿Pero cómo se eliminan entonces esas limitaciones, cómo se desea adecuadamente? ¿Cómo logra uno expresar sus deseos clara e inequívocamente, sin interrumpir permanentemente la entrega de éstos o incluso desear cosas que en realidad no se quieren? ¿Y cómo se logra no desaprovechar la entrega? ¿Y cómo se logra excluir todo lo horrible de su vida? Todas esas son preguntas que me hacen una y otra vez en mis conferencias. Pero por fin se trata siempre solamente de una pregunta: ¿Cómo logro permitir todos los milagros en mi vida? Los deseos se realizan. ¿Qué debe realizarse en mi vida? Mientras más a menudo he informado entretanto en mis conferencias vespertinas sobre desear con éxito, mayor ha llegado a ser el interés por saber más al respecto. Incluso muchos de aquellos que ya habían escuchado de las diferentes maneras de desear y que las habían practicado por un tiempo, un día tiraron la toalla porque eso no funcionaba adecuadamente para ellos. Yo estaba asombrado. Aquello que entretanto era completamente normal para mí y para mi vida, para otros no era en absoluto obvio. Y mientras más explicaba, más preguntas surgían. También en mí. También yo comencé a preguntarles a mis auditores cómo deseaban. Con eso se me aclaró cada vez más por qué con tantos no funcionaba y dónde estaban las fallas. Y así, me pedían cada vez más a menudo que por fin escribiera algo sobre el funcionamiento de desear con éxito. Muchas gracias a todos los que me impulsaron una y otra a vez a hacerlo. Sin ustedes no existiría este libro. Todavía me acuerdo de la dama que me sonrió tan amablemente y que me dijo: “Yo sé que usted escribirá el libro”. “¿Por qué?”, pregunté asombrado. “Porque yo deseo eso”. 7 Desear con Exito Regla 1 Simplemente comience Para aprender a desear con éxito, lo mejor que podemos hacer es simplemente comenzar alguna vez. Y por cierto con algunos ejercicios fáciles para familiarizarse. Por fin queremos ver muy rápidamente los primeros resultados. ¿Y como se llega de la manera más rápida a los primeros resultados? Con deseos pequeños. ¿Por qué con “pequeños”? Con éstos es posible acercarse más fácilmente a los deseos, tomándolo como un juego y en forma objetiva. Las cosas que a uno menos le significan, también le producen menos miedo. Uno se las puede imaginar mentalmente y a continuación olvidarlas nuevamente, es decir, desprenderse de ellas y por consiguiente enviarlas al viaje energético. Con cosas sin importancia se confía más en que el deseo se cumplirá, porque a uno no le interesan tanto. Justamente la confianza es una de las cosas más importantes para desear con éxito. La confianza crea la fe. La fe en el éxito produce el éxito. Por lo tanto, lo importante es solamente la fe. Ésta es la fuente original que nutre permanentemente al deseo con energía. Siempre es la fe la que mueve montañas. El asunto de la razón La razón, en cambio, quiere explicaciones lógicas y tratará por lo tanto de convencernos de que todo eso no puede funcionar. Ella todavía no lo sabe mejor. Pero cada nueva experiencia positiva y cada experiencia de éxito, contribuirán a que también la razón esté pronto convencida de que tenemos la capacidad de desear con éxito. Por fin ésta tiene una enorme capacidad para aprender. Pero sólo puede saber lo que ha experimentado y lo que comprende. Todo lo demás no quiere y no puede percibirlo. Por eso la razón no está a cargo de los milagros. Ésta intenta incluso categóricamente, impedir todos los posibles milagros. Todo lo que no se adapta a su concepto del mundo, no puede ser. Por ese motivo explico más adelante – para la razón mediante conocimientos científicos -, por qué nuestros deseos no sólo se pueden 8 Desear con Exito cumplir, sino que incluso siempre se cumplen, y por cierto sin excepción. Eso le podemos entonces contraponer a la razón, cuando ésta quiere comenzar nuevamente a dudar. Para dejar algo en claro: Los grandes milagros podrían funcionar de la misma manera. Al universo le da lo mismo cuán grande o pequeño es nuestro deseo. Siempre es solamente nuestra imaginación la que permite o impide algo. Pero como justamente nuestra imaginación está hecha de tal manera, que no creemos realmente en el cumplimiento de nuestros deseos, inconscientemente trabajamos muy intensamente contra la realización de cosas aparentemente grandes. Los “milagros” más pequeños, por el contrario, podrían tal vez ocurrir bajo ciertas circunstancias, según el lema: “Una gallina ciega también encuentra a veces un grano”. Pero después del primer “milagro” más pequeño, tal vez uno encuentre el valor para otro milagro pequeño más, que después tal vez ya no sea más un milagro, sino algo así como la entrega exitosa de nuestro deseo. El cuarto y quinto milagro llegan a ser cada vez más una confirmación. Nuestra razón se da cuenta que al parecer ahí hay algo más, que no puede explicar. Ésta se adapta y construye un nuevo concepto. Y repentinamente comienza a aceptar el nuevo mundo, porque desear con éxito es algo que le parece obvio a la razón: Ella envía y recibe. Con el tiempo se siente también como creadora. Y de repente creemos en la mayor ley física: La energía sigue a la atención. Si eso es verdad, se dice la razón, entonces también se podrían intentar los deseos mayores. Naturalmente. Primero, sin embargo, es importante convencer realmente a nuestra razón. Y la manera más fácil para que eso ocurra, es empezando con los deseos más sencillos. Lo único a lo que tenemos que poner atención es a perseverar. Imperturbablemente. Comenzamos por eso con una pequeña fase de prueba. Lo que necesitamos es justamente una experiencia de éxito, para que se le demuestre a nuestra razón: “Mira, funciona”. 9 Desear con Exito Lo que necesitamos es algo concreto, para que podamos deshacernos de nuestras arraigadas convicciones – de que no funciona. La práctica hace al maestro Además, nosotros somos principiantes en el arte de desear con éxito conscientemente. Considerémonos como aprendices. A un aprendiz de orfebre, por ejemplo, no se le encomienda como primera tarea la fabricación de un valioso collar de brillantes. Él sabe que esa es su meta. Al final de su tiempo oficial, él también se puedemanejar con los materiales valiosos, que requieren una experiencia adecuada. Esa es también nuestra meta, queremos que desear, tanto cosas grandes como pequeñas, nos resulte fácil y que obtengamos el resultado deseado. Por eso practiquemos de preferencia primero con los deseos pequeños y juntemos así nuestras experiencias. Y juntar experiencias significa también: Cometer errores y aprender de éstos. Tal como me fue con el deseo del papel en el cine. Practiquemos entonces en las cosas con las que veamos rápidamente un resultado. La reserva de estacionamiento ¿Cómo sería, por ejemplo, con el famoso estacionamiento que no existe, porque siempre otros nos lo arrebatan ante nosotros? Eso tendría dos ventajas. Ventaja I Los estacionamientos son el ejercicio más fácil, porque en su carácter de juego no son tan peligrosos ni serios para nosotros y para la fe que tenemos hasta ahora. Si nos podemos conseguir un estacionamiento por medio de desear con éxito, eso todavía no haría tambalear nuestra forma de pensar. Eso es tan importante, porque de lo contrario nuestra razón, como “pensador jefe” lo consideraría como el mayor peligro para ella y trabajaría en contra. Pero un estacionamiento es más bien una diversión, un juego. En caso de que eso realmente resultara, todavía no demostraría nada. Ventaja II Un estacionamiento tampoco es en realidad suficientemente importante, como para que pudiéramos creer: “No nos corresponde”. Con cosas mayores es muy diferente. 10 Desear con Exito Con cosas que realmente son importantes para nosotros, dudamos mucho más y creemos esencialmente más rápido que no ocurrirán, porque secretamente estamos convencidos de que algo tan maravilloso no nos corresponde. “Para eso no soy suficientemente hermoso, hábil, rico o inteligente”. Pero conseguir un estacionamiento tiene carácter de juego, para no tomarlo realmente en serio. Y exactamente eso queremos aprovechar. ¿Cómo se hace? Mi pedido de estacionamiento Al abandonar la casa envío una pequeña petición. Como compañero de conversación tomo simplemente al ángel del estacionamiento. También podría decir naturalmente “querido cosmos” o “querido universo” o “querida energía del deseo”. Cómo se lo llame es en el fondo lo mismo. Lo principal es que funciona. En todo caso yo prefiero los ángeles. Los siento más personales y más cercanos. Sea cual sea el compañero de conversación que se elija, es importante: no burlarse, no dudar y no considerar una estupidez desear con éxito. Queremos un estacionamiento y esa es nuestra fase de prueba. En una fase de prueba también se pueden hacer cosas inusuales. “Pues bien, querido ángel del estacionamiento. Tengo un estacionamiento en la calle… Éste ya está ahora destinado para mí. Yo lo obtengo, y justamente cuando llegue allí”. Pero no se debe formular su deseo demasiado poco antes del cumplimiento, porque también el universo necesita un cierto tiempo preliminar. Por lo tanto, lo mejor es pronunciar el deseo ya al salir de la casa. ¡¡Y!! ¡¡Funciona!! Hoy queremos creer en eso. Hoy probamos nuestra fuerza de pensamiento y vemos cuán fácil puede ser la vida. En el viaje hacia allí no debemos pensar más en eso que lo que es necesario. Lo mejor es no pensar en absoluto. Porque cuando todavía no se tiene práctica en desear con éxito, se instalan más bien dudas, que la certeza de que todo trabaja para uno para mejor. En todo caso, el hecho es que cuando lleguemos a nuestro destino con nuestro auto, ocurrirá el milagro. O hay ya un estacionamiento libre justamente allí donde lo necesitamos, o alguien se va en ese momento. 11 Desear con Exito Desde que Michaela y yo deseamos con éxito, ya no tenemos problemas con buscar estacionamiento. ¡Desde hace décadas ya no más! Entretanto emitimos la petición incluso casi de paso, porque sabemos que la comunicación está y que nuestro deseo llega. A veces incluso ocurre que no veo el estacionamiento y pregunto “allí arriba” o pido una señal. También eso funciona. O uno toca la bocina o alguien se comporta de manera tan llamativa que mi vista se dirige hacia allí. Pero no siempre anda todo perfecto. A veces también olvidamos desear y luego tenemos siempre que reírnos mucho, porque todo está lleno con autos estacionados. Entonces siempre le pregunto a Michaela: “¿Has encargado tal vez demasiado tarde?” Su respuesta es también siempre igual. “Yo pensaba que tú ya habías ordenado uno hacía rato”. En ese momento, de repente se nos aclara mucho nuevamente la diferencia entre desear con éxito o tener que luchar uno mismo por todo. Trabajar con el universo es esencialmente más sencillo que esforzarse uno solo al máximo. Por lo tanto, utilicemos la fuerza que está siempre a disposición de todos nosotros. Aunque se trate de algo tan simple como un estacionamiento. Michaela y yo nos alivianamos la vida cotidiana con esos deseos más pequeños desde hace tanto tiempo, que eso ya nos parece completamente obvio. Solamente con esos “milagros” más pequeños podríamos llenar un libro completo. En búsqueda de plantas Así por ejemplo, hace algunos años queríamos tener plantas para nuestro acogedor hogar. Naturalmente debían ser grandes. Lo mejor era que llegaran hasta el techo. Fuimos a diferentes negocios de plantas y viveros de árboles. Pero rápidamente tuvimos en claro que lo que nosotros queríamos sobrepasaba nuestras posibilidades económicas. Las palmeras grandes y otras plantas costaban una fortuna. Ni hablar de maceteros hermosos. Entonces solamente nos quedó una cosa: Desear, agradecer y confiar. Ya una semana después sonó el teléfono. Un amigo nos preguntó si teníamos ganas de acompañarlo. 12 Desear con Exito Una firma grande iba a vender sus muebles por quiebra. Nosotros no queríamos muebles de oficina en realidad, pero nuestro amigo muy bien podía necesitar nuestra ayuda. Cuando entramos al edificio de las oficinas se nos aclaró todo. Gigantescas cubetas hermosas con enormes plantas nos sonreían. Y como nadie las quería, las obtuvimos del síndico de quiebra casi regaladas. Arrendamos un camión de carga y las llevamos el mismo día a la casa. Las plantas eran realmente tan grandes, que primero tuvimos que hacer lugar en la casa. Elija varios de aquellos deseos pequeños. Sea exitoso con éstos. Convénzase usted y convenza a su razón, obtenga confianza. Con eso puede dedicarse también tranquilamente a deseos mayores. Solamente tiene que hacerlo. Aunque al principio tal vez le parezca absurdo. Por lo demás, solamente su razón lo encuentra absurdo. Pero su razón no está justamente a cargo de “milagros”. 13 Desear con Exito Regla 2 Formular correctamente El principio “Yo soy” El mayor error que se comete una y otra y otra vez al desear, es que ya a través de la formulación se envía un mensaje totalmente diferente al que se tenía la intención de enviar. Aunque uno tenga muy buena intención, no se acerca a su propósito. Al contrario. La mayoría de las veces uno formula sus deseos incluso de manera que se consolida la situación desdichada en la que se encuentra. Si se desea, por ejemplo, mucho dinero, es completamente erróneo formular la orden “Yo quiero ser rico”. Lo que se obtiene entonces es la condición de “Yo-quiero-ser-rico”. Esa condición ya la conocemos. Es la condición de “querer algo” y “no tenerlo”. De ese modo reforzamos entonces nuestra carencia. No cree la condición de querer-algo, sino de ser-algo. Por eso, la formulación adecuada es: “Estoy preparado para la riqueza en mi vida”. O: “Yo soy rico y feliz”. O: “El dinero que está designado para mí ya existe y está encontrando el mejor caminopara entrar en mi vida”. Nuestra frase es: “Yo soy rico”. Y no: “Yo quiero ser rico”. Si queremos una relación feliz de pareja, no tenemos que desear: “Quiero tener la pareja apropiada en mi vida”, o “Quiero encontrar la pareja adecuada”. De ese modo, todo queda como antes. El universo entiende que queremos algo y nos envía la condición de querer. El universo no conoce ninguna diferencia entre presente y futuro. Se entrega aquello que pensamos y sentimos. Para nuestra formulación de deseo eso significa: Siempre deseamos en la forma presente, nunca en la forma futuro. 14 Desear con Exito “Quiero ser feliz”, nos trae por desgracia justamente eso: el querer. Nosotros seguiremos queriendo eso. El universo entiende que nuestro deseo es querer algo. “Yo soy feliz”, nos trae la situación que realmente deseamos. “Estoy abierto y dispuesto para permitir el amor”, abre las puertas. La búsqueda tiene un término. “Yo sé que la pareja adecuada ya existe y ahora entra en mi vida”, me trae la persona deseada a mi vida. Hacer como si ya Si deseamos un armario para la pieza de estar, entonces lo mejor es sacar de inmediato el armario antiguo y regalarlo o hacer que se lo lleven. Partimos de la base que el deseo ya se está procesando. Ya hemos “comprado” el armario. El nuevo armario ya existe entonces y sólo es cosa de tiempo para que esté en nuestra sala de estar. “Hacer como si ya”, obliga a reaccionar al universo. Mientras más claro exista ya nuestro deseo en nuestra imaginación, más rápidamente el universo tiene que equilibrar el extraño desequilibrio entre fuerza de pensamiento y realidad. Aquello que deseamos ya lo tenemos De ese modo, la presión de nuestro deseo aumenta enormemente. La energía enviada es tan fuerte, que el encargo está bien arriba en el montón de papeles de nuestro “funcionario”. Independiente de si se trata de un armario, de dinero o de nuestra nueva pareja. Mientras hacemos como si ya fuéramos ricos o como si ya tuviéramos la pareja deseada, más rápidamente se realiza lo deseado, porque enviamos en forma permanente una energía increíblemente fuerte. Atraemos verdaderamente el suceso a nuestra vida. Eso no significa que si queremos ser ricos, debamos ya antes gastar mucho dinero y sobregirar nuestra cuenta. Significa más bien, ya sentirnos como ricos. La riqueza ya es parte de nuestra vida. Podemos reforzar nuestros deseos, al hacer como si ya se hubieran cumplido. ¿Por qué esa condición de “hacer como si ya” es tan importante? Porque con eso nos ocupamos una y otra vez de lo que viene de manera positiva y ya nos preparamos confiados para eso. Es decir, nos ponemos en la vibración apropiada. 15 Desear con Exito Además, disminuyen nuestras dudas, reforzamos nuestra confianza y sentimos en forma puramente emocional, cuán hermoso será ese esa condición para nosotros. Al mismo tiempo le damos poco espacio a la razón para buscar argumentos en contra. Cada vez que ésta nos quiera convencer de lo imposible que es en realidad nuestro proyecto, nosotros ya poseemos como contrapeso la experiencia de la satisfacción y de la vitalidad que se está manifestando en nuestra vida a través de lo que viene: “Así se siente eso cuando está presente”. Las emociones son cada vez más fuertes y más intensas que los argumentos de la razón. Por medio de “tantear el terreno” emocionalmente, nos reforzamos en nuestro deseo y no empezamos tan fácilmente a vacilar. Pero ante todo transformamos nuestra consciencia de carencia en una consciencia de bienestar. Aquello que deseamos lo tenemos, porque nos corresponde por naturaleza. Nosotros no seguimos creando pobreza emocional o económica, sino que tomamos cada suceso o cada encuentro como algo verdadero que nos acerca a nuestro deseo. “No” y “ninguno” – o el asunto del miedo Hay que tener cuidado con los deseos que van acompañados de una porción propia de miedo en el fondo. El miedo es como un imán gigantesco. Los miedos atraen justamente los sucesos que queremos impedir. Los pensamientos poseídos por el miedo están muy cargados emocionalmente. Tienen, por consiguiente, una energía extraordinariamente fuerte. Además, nosotros nos ocupamos en forma especialmente considerable de las cosas que tememos. Nos imaginamos permanentemente los peores escenarios con todos los detalles posibles y los hacemos pasar una y otra vez por nuestra mente. Aunque les tenemos miedo, pensamos más en esas cosas que en las cosas agradables de la vida. Incluso cuando nos va bien y todo transcurre muy bien, no nos damos cuenta de lo maravilloso que hay en nuestra vida, sino que nos sumergimos en una sofocante energía de miedo. 16 Desear con Exito Pero la energía sigue siempre a la atención. Eso significa que siempre atraemos los sucesos de los que nos preocupamos. Pero exactamente eso es lo que no queremos, porque en estricto sentido queremos justamente evitar lo terrible. Todo lo que tratamos de evitar lo atraemos a nuestra vida. Si deseamos de un modo temeroso, en verdad queremos evitar algo. Da lo mismo cuán positivo tratemos de expresarlo – en realidad la mayoría de las veces se esconde detrás de eso la idea de “Yo no quiero que…”, o “No deseo ningún…” Pero el universo no conoce las palabras “no” y “ninguno”. No sabe qué hacer con la negación. Tampoco con el intento de querer evitar algo, es decir, de no hacer algo. Un deseo así se realiza casi siempre en forma completamente contraria a nuestro verdadero deseo. El universo simplemente saca justamente las palabras “ninguno” y “no” del formulario de pedidos y los cumple como si deseáramos exactamente eso. “Yo no quiero estar enfermo” significa como energía de deseo: “Yo quiero estar enfermo”. ¿Por qué eso es así? Nosotros no podemos no dejar producirse algo. Siempre podemos solamente crear algo y no no crear algo. Solamente el hecho de pensar en no crear, crea lo no deseado. No solamente porque el universo simplemente anula la palabra “no” por no conocerla - ¿cómo se puede también no llegar a ser algo? -, sino también porque detrás de ese deseo está el miedo a una enfermedad esencialmente mayor que el deseo de estar sano. Por consiguiente, querer evitar algo no se puede. Pero podemos hacer que se produzca lo contrario de eso. Tenemos entonces que dedicarnos al equivalente positivo. La orden que se entiende allá “arriba” tendría en realidad que ser: “Yo estoy sano”. Esa orden es simple y clara. Con ese deseo nos ocupamos justamente de nuestra salud y no de enfermedad. Pero bien francamente. ¿Cuántos de esos deseos negativos pensamos y pronunciamos cada día? “No quiero llegar a estar cesante. No quiero morir. No quiero tener ningún accidente. No quiero que me abandonen. No quiero ser pobre”. 17 Desear con Exito Sin embargo, de ese modo nos ocupamos en realidad solamente con los aspectos negativos y enviamos esa energía. Lo que llega allá “arriba” de acuerdo con eso, ya lo sabemos. Eso, deseado correctamente, tendría que ser: “Tengo trabajo”. Soy feliz en mi relación. Tengo todo lo que necesito”. Tal vez comprenda ahora el uno o el otro, por qué algunos deseos han sido entregados tan erróneamente. En realidad no fueron efectuados en absoluto erróneamente. La entrega fue incluso muy inmediata y exacta. Solamente el formulario de deseos fue llenado equivocadamente. Anote por escrito el deseo De ese modo el deseo se refuerza. Éste abandona nuestro cuerpo por primera vez físicamente. Ya con eso gana fuerza. De pronto lo pensamos en serio. Abandonamos el espacio de las especulaciones y sueños, en el que todavía no creemos tan de verdad en esto. Si escribimos nuestro deseo, lo manifestamosDesde ahora él está en la materia. Es nuestra firme voluntad. Inquebrantable, claro e inequívoco. Especialmente cuando se es principiante en desear, se debería retener su deseo por escrito. Después, cuando ya se tiene una rutina y una fe firme y se pueden mirar hacia atrás suficientes éxitos, se puede ocasionalmente prescindir de la escritura. Después se puede también encargar sin más ni más o lanzar una breve mirada hacia arriba o lo que a uno se le ocurra. Pero la desventaja es que si solamente deseamos de paso, alguna vez ya no sabremos todo lo que hemos deseado y tarde o temprano perderemos la visión global. Además, no solamente deseamos siempre algo de paso, sino que permanentemente dejamos también de desear algo, o modificamos el deseo. Muchas veces no lo habíamos pensado así en absoluto, sólo estábamos por un momento entusiasmados con eso y enseguida deseamos otra vez algo diferente. Al universo le da lo mismo. Aquello que es deseado, es entregado, aunque tal vez ya no nos sirva en absoluto. Y de pronto estamos en un revoltijo de deseos enviados y ya no tenemos ninguna visión global sobre nuestra vida. Ocurren entonces innumerables cosas diferentes y contradictorias alrededor de nosotros y en todo el caos ya no nos damos cuenta de que somos los creadores de todas las cosas. 18 Desear con Exito Se agregan también todos nuestros deseos inconscientes, que no queremos tener en realidad. Y estamos nuevamente allí donde ya no quisiéramos estar. Ocurren cosas y nosotros no tenemos idea quién ha encargado todo eso. Nuestros primeros deseos deberíamos entonces realizarlos mejor totalmente conscientes. Y darles, con la anotación por escrito, una clara orientación e importancia. Por lo menos para el comienzo, recomiendo también crearse un pequeño ritual. Mi deseo me es tan valioso, que vale la pena que me dedique a él. Por eso deja que el momento se convierta en un momento especial. Tómate el tiempo y la tranquilidad En este momento configuras tu vida. Tal vez puedes poner bonita música, encender algunas velas o bien permanecer en absoluto silencio. Lo importante en eso es que te relajes. Cuando estamos relajados, la vida se ve mucho más agradable y nuestro deseo se forma de manera esencialmente más positiva. Y los pensamientos positivos son un catalizador para nuestra energía de deseo. Más adelante hablaremos detalladamente de por qué eso es así. Cuando hayas formulado tu deseo en forma totalmente clara para ti, anótalo por escrito, con la profunda certeza de que se cumplirá. Dobla el papel y colócalo en un lugar especial. Debe ser un lugar bonito, porque ese lugar nos indica cuán importante y “sagrado” es nuestro deseo para nosotros. Puede ser un lugar secreto y no visible para ojos extraños. Lo importante es solamente que sabemos de la fuerza del deseo enviado, y eso se refuerza, entre otras cosas, por medio de un lugar especial para nuestro pequeño papel. El hecho de anotar en una hoja de papel o en una tarjeta o en un diario, tiene, además, otras ventajas. Es al mismo tiempo una argumentación fabulosa para nuestra razón. Porque ya después de poco tiempo, la mayoría de las veces ya no sabemos muy exactamente lo que hemos escrito. Por cierto conocemos todavía el sentido aproximado de nuestro deseo, pero las palabras se tergiversan en nuestro recuerdo con el correr del tiempo. No es de asombrarse, ya que cada día vienen hacia nosotros numerosas influencias nuevas. 19 Desear con Exito Nosotros cambiamos, nuestros pensamientos cambian, y con eso también nuestro recuerdo, que la mayoría de las veces nos simula una mezcla de verdad, cosas pensadas y cosas esperadas que no se pueden separar. Si el deseo es entonces entregado y se puede volver a leer el pedido original, se experimenta casi siempre una maravillosa sorpresa. Lleno de asombro se constatará cuán exactamente se ha cumplido el deseo, efectivamente de acuerdo con nuestro encargo escrito. Sin la anotación por escrito del deseo, con seguridad se estará muchas veces ante problemas sin solución. En todo caso, así me ha ocurrido a mí. Aunque mi deseo había sido expuesto con toda exactitud, al principio no sabía que hacer con él, porque no lo había anotado por escrito y naturalmente dentro de mi alegría había olvidado la redacción exacta de mi deseo. El paquete de regalo llegó, pero no se puede abrir Hace más o menos diez años, después de nuestra última película de cine “Y este es recién el comienzo”, estábamos casi en quiebra. Habíamos invertido todo nuestro dinero en nuestra propia firma productora. Aunque la película tuvo una acogida asombrosamente buena, no produjo suficiente dinero. Además, Michaela y yo habíamos trabajado renunciando a una gran parte de nuestros sueldos, en favor de la película. Después que se agotaron todas las posibilidades financieras, tuvimos finalmente que cerrar nuestra firma y no sabíamos exactamente cómo sería nuestro futuro económico. Eso también se puede expresar en forma un poco más drástica: Habíamos perdido todo y estábamos ante un riguroso nuevo comienzo. La situación era más que tensa. De mi actividad como autor todavía no podíamos vivir, y cuando también nuestros últimos ahorros se acabaron más rápidamente que lo que habíamos pensado, se extendió lentamente el pánico en mí y le comuniqué a Michaela todas mis preocupaciones. Le pinté los peores escenarios y en mi temerosa desesperanza yo era completamente convincente. Por lo menos así me parecía. Le dejé en claro en forma inequívoca que, o comenzábamos de inmediato nuevamente con las actuaciones, o debíamos dejar la casa costosa. Lo mejor sería que nos instaláramos lo antes posible en un departamento chico. Sólo así tendríamos la oportunidad de mantener todos los gastos dentro de un marco soportable, hasta que tal vez ganara la primera cantidad de dinero con la escritura. 20 Desear con Exito Michaela sólo sonrió. Y cuando Michaela sonríe, no se le puede negar nada. Por lo menos yo no. Cuando Michaela sonríe, sonríe su alma y se sabe que todo estará bien. Al mismo tiempo yo tenía en claro que ninguna de mis proposiciones sería aceptada. La única solución que era aceptable para ella era entregarle al universo un deseo con garantía de éxito. Michaela hacía eso desde que tenía once años de edad y lo maravilloso en ella es que hay sólo pocas cosas que podrían asustarla. Por que por fin ella tiene un importante aliado en su vida – sí, naturalmente aparte de mí – el universo. Cuando Michaela y yo nos encontramos por primera vez, se encontraron dos “deseadores” activos. Y cada vez que uno de nosotros está “abajo”, el otro lo levanta nuevamente y nos recordamos mutuamente que en realidad no necesitamos hacer otra cosa que emplear nuestra fuerza de deseo. Esa tarde era Michaela la que sonriente proponía la única solución realmente práctica. Sólo teníamos simplemente que desear con éxito. Cuando ya no se puede hacer nada más, desear se puede siempre. Naturalmente. ¿Cómo pude olvidar eso? Solamente a través de la seguridad que irradiaba Michaela, encontré el camino de vuelta hacia mi antigua confianza. Si escribir es verdaderamente mi “asunto” y en el futuro debía seguir escribiendo, el universo tenía que encargarse por la seguridad económica. Entonces era obvio que mi encargo sería recibido y de inmediato entregado. En ese entonces todavía pensaba que necesitaba una especie de autorización así para mis deseos. ¿Cuándo dinero necesitaba? ¿Cuánto tiempo tendríamos que vivir de eso? ¿Cuánto sería una hermosa suma? ¿Cuánto dinero habíamos perdido a través de la firma?¿Cuánto dinero había dejado de recibir, por medio de renunciar a la mayor parte de mi sueldo como director y autor? Nosotros debíamos poder vivir con ese dinero por lo menos un año sin preocupaciones y debía ser más o menos igual a la cantidad a la que yo había renunciado por nuestra película. Pronto llegué a una suma aproximada a los 80.000 marcos. Pero una cantidad realmente hermosa sería 77.777 marcos. Finalmente el deseo estaba claro. 21 Desear con Exito Agradecí de inmediato el cumplimiento del deseo, pues estaba seguro que llegaría el dinero y no quise pensar más en eso, para no caer así en la tentación de dudar. Mi deseo debía mantener su fuerza y energía. Algunas semanas después fuimos invitados los dos en Düsseldorf a la gala de Unesco, para vender allí boletos para un sorteo con un buen propósito. Como cada vez, también nos compramos nosotros mismos algunos. Pero esa tarde no ganó ninguno de nuestros números. Ni siquiera un libro o un secador de pelo o un simple CD. Todos los números premiados ya habían salido y habían sido repartidos a los felices ganadores, aparte de uno: el premio principal, un flamante auto Jaguar nuevo. De pronto, en el mismo segundo, cuando la enorme rueda con los números comenzó a girar por última vez, supe que ese era el momento en que se materializaba mi deseo. Ese era el gran momento. En ese instante yo estaba consciente del universo y todos sus regalos. Yo sabía que en ese momento se cumplía mi deseo. Yo estaba conectado, yo era uno y balbuceaba: “Oh, mi Dios, ahora sucede”, y Michaela me miraba desconcertada. Y sin embargo, aunque yo lo “presentía”, estaba igual de perplejo que Michaela, cuando Kai Pflaume, el moderador de la tarde, anunció mi número. Kai estaba tan sorprendido de verme sobre el escenario, que de inmediato revisó mi boleto varias veces. Pero no había duda, yo había ganado el premio principal de la tarde, un auto Jaguar de un valor de 111.000 marcos. Ahora surgía la pregunta, qué precio podríamos obtener por el auto, porque que no queríamos quedarnos con él, lo teníamos en claro Michaela y yo. El ingreso era por fin para asegurar que yo siguiera escribiendo. Una prestigiosa empresa automovilística se hizo cargo de la venta y fijo el precio en 104.000 marcos. Pasó una semana, una segunda y todavía otra. El auto no se vendía. Había suficientes clientes, pero todos pasaban de largo por nuestro auto y compraban el mismo modelo, pero por el precio total. Después de tres semanas bajamos el precio a 99.000 marcos. A la empresa no le pareció bien. Temían perjudicar ellos mismos sus precios. Pero finalmente cedieron a mi presión. Pasó una semana, una segunda, y el auto no se vendía. Después de mucho luchar, se bajó nuevamente el precio a 88.000 marcos. En vano. El auto seguía sin venderse. Nadie lo comprendía. El auto era una ganga, no faltaba clientela, pero nadie quería tener ese auto, que entretanto estaba directamente en la entrada. Tampoco por 85.000 marcos. 22 Desear con Exito Michaela y yo ya no comprendíamos el mundo. El dinero deseado estaba prácticamente ante nuestros ojos, pero parecía no haber ninguna forma de cómo podía llegar a nosotros. Con seguridad la solución tenía que ser simple. Al fin y al cabo hasta ahora siempre habíamos deseado con éxito. El hecho de ganar el auto era una prueba suficiente. Pese a eso no comprendíamos qué había andado mal. Entonces nos sentamos bien tranquilamente y preguntamos hacia dentro. De pronto nos dimos cuenta de las verdaderas circunstancias. No lo comprendíamos. Pero la razón rara vez lo puede ayudar a uno con una entrega exitosa. La mayoría de las veces es la intuición la que le indica el camino correcto. La respuesta era tan lógica como obvia. Yo había pedido que se me compensara la suma de nuestra película a la que había renunciado y nosotros debíamos vivir un año con eso. La cantidad que yo había pedido era aproximadamente de 80.000 marcos. ¿O no? Pero entonces – naturalmente – me pude acordar. A mí me había gustado la repetición del número divino 7. Eso significa que la cantidad exacta que yo había deseado era de 77.777 marcos. Agitado llamé por teléfono a la empresa automovilística, pero allí no se mostraron en absoluto entusiasmados. Se negaban a entregar el auto a un precio tan bajo. Recién después de una larga discusión, aceptaron de mala gana. Pasó una semana, una segunda, el auto no se vendía. Yo ya no comprendía el mundo. Ahora todo estaba correcto. ¿Por qué mi pedido no era entregado? Llamé de nuevo por teléfono. ¿Se había ofrecido el auto realmente a 77.777 marcos? Después de largos rodeos, me confesaron que yo recibiría de ellos por cierto los 77.777 marcos, pero que ellos también querían ganar un poco, y habían ofrecido el auto en 82.000 marcos. Tan sólo una vez que insistí en forma vehemente que se le colocara al auto el precio acordado, aceptaron. Tal vez solamente por deshacerse por fin de mí. No habían pasado dos horas cuando sonó el teléfono. Habían vendido el auto de inmediato a ese precio. En medio de la alegría, comencé también a enojarme un poco. ¿Por qué yo, idiota, no había deseado 88.888 o 99.999 – o el dinero para dos años? Entonces habría recibido mucho más por el Jaguar. ¿Pero habría recibido en realidad más de 77.777? Con ese dinero nos arreglamos los dos excelentemente bien. Probablemente era exactamente la cantidad adecuada que me correspondía. ¿O simplemente el pedido fue hecho con toda exactitud? ¿O fue solamente una sucesión de casualidades? 23 Desear con Exito Pero lo más asombroso en toda esa historia es lo siguiente. ¡Menos de un año antes, mi maravillosa Michaela también había ganado un auto! Un pequeño Toyota rojo, que todavía tenemos actualmente. ¿Cómo ocurrió eso? Pues bien, Michaela dijo que algunas semanas antes le había indicado al universo que deseaba ese auto. Pero sobre ese maravilloso premio relataré más adelante en forma detallada. Volvamos al Jaguar: Si en ese entonces hubiera anotado mi deseo por escrito, me habría ahorrado algunos quebraderos de cabeza y algunas semanas de espera. Cuando el deseo se cumplió, yo sabía sólo vagamente lo que en realidad había deseado exactamente. Lo que por cierto también ocurre bastante a menudo, es que ciertas partes de la entrega no nos gustan o ya no nos gustan. Tal vez tampoco las habíamos pensado jamás así. Entonces la mayoría de las veces estamos firmemente convencidos de que el pedido fue hecho en forma errónea. Pero lo escrito verifica la formulación original del deseo y nos indica cuán exactamente ha trabajado el cosmos y cuán inexactamente hemos formulado. Justamente por medio de la anotación por escrito del deseo, se aprende, dentro de poco tiempo, a manejarse con la diferencia entre lo deseado y lo efectivamente entregado. Ya por medio del trabajo comparativo, rápidamente uno habrá precisado su deseo de tal manera, que la vida se organiza maravillosamente. Con la formulación adecuada, desear con éxito es bastante sencillo. En todo caso, por medio de anotar por escrito nuestro deseo, tenemos una prueba de que nuestra pequeña fábrica de deseos funciona y que no es ninguna fantasía. Dentro de poco tiempo tendremos finalmente muchos de esos pequeños papelitos y nuestras dudas iniciales se convertirán por fin de asombro creyente en conocimiento convencido. Nada es tan exitoso como el mismo éxito, porque atrae más éxito hacia él. Cuando comencé nuevamente a desear, coleccioné muchos de esos papelitos. Necesitaba muchas de aquellas pruebas, porque al fin y al cabo yo venía de un colegio científico. Comose sabe, allí se forman principalmente escépticos realistas. Yo necesitaba, por lo tanto, un cierto tiempo para reeducar mi mente y convencerla de la efectividad del hecho de desear. 24 Desear con Exito Pero finalmente las notas también fueron suficientemente convincentes para mi razón. Ésta comprendió que eso funcionaba y ahora seguía trabajando en la dirección deseada. Me gusta por cierto trabajar con notas. En mi cuarto de trabajo, dos tableros para clavar notas cubren el largo de la pared, y de esa manera el “caos creativo” se puede abarcar con la vista. Pero esa “papelería” no es asunto de cualquiera y muchos me han contado que prefieren escribir sus deseos en un libro diario extra para deseos o en libro diario normal, con otro color. Eso tiene efectivamente varias ventajas: Por un lado, se puede comprender después cómo se ha desarrollado la formulación del deseo, desde el primer impreciso: “Yo quiero muchísimo…”, hasta la versión definitiva. La próxima vez es posible ahorrarse muchos de los pasos intermedios. Otra ventaja es que en todo momento se tienen para consultar, los deseos y el modo en que se cumplieron. Incluso años después. De eso no sólo se puede aprender para formulaciones futuras. También se tiene una prueba irrefutable en blanco y negro para la razón, cuando ésta dude nuevamente y quiera atribuirlo todo a la “casualidad”. Además, con eso siempre se encuentra nuevamente suficiente motivación para desear con éxito algo otra vez. No siempre se piensa justamente en esa posibilidad, sobre todo cuando uno nuevamente tiene el agua hasta el cuello. ¡Y al fin y al cabo simplemente entretiene anotar por escrito sus experiencias de éxito! Formular claro, corto y preciso Mientras más preciso se es con la formulación del deseo, más exactamente se efectúa el pedido. Mientras más vaga y difusamente se procede, más posibilidades existen de obtener algo diferente a lo que uno se ha imaginado en realidad. Si se desea, por ejemplo, un armario para su sala de estar, hay que describir qué aspecto debe tener el armario y dónde debe encajar. Qué color, cuál madera, qué tamaño e igualmente qué objetos deben caber en él. Si uno no es verdaderamente preciso, hay simplemente mucha distancia entre lo pensado y lo entregado y tal vez uno reciba algún armario que ni siquiera se puede usar. Sin importar cuántos puntos tenía nuestro pedido, y cuán detalladamente lo hemos anotado, todos los puntos son entregados correctamente. 25 Desear con Exito Pese a eso, a veces con la entrega nos llama la atención de que había otros puntos que hemos olvidado y que ahora nos molestan mucho. Por eso no es en absoluto tan importante elaborar un catálogo con mil puntos, porque habrá otros cien mil puntos que no se nos han ocurrido y que entonces son entregados como más bien no los hubiéramos deseado. Trate de expresarlo en dos o tres frases. Eso suena como contradicción, pero no lo es. Porque mientras más preciso y corto hay que ser, más se está forzado a llegar hasta la verdadera esencia de su deseo. Si uno puede expresarlo con dos frases, sabe más exactamente lo que realmente desea. Cuando un autor debe presentar su idea a los productores, siempre se pide expresar la idea en una frase. Porque si uno no logra transmitir su historia con pocas palabras, menos lo logra con muchas. Por eso los autores trabajan muchas veces durante mucho tiempo en expresar la idea principal de la historia lo más brevemente posible. Algo muy similar les ocurre a los redactores de textos publicitarios, que a veces deben usar sólo dos o tres palabras. No obstante, en esas pocas palabras tiene que estar contenida con exactitud la esencia total. Por lo tanto, mientras más corto se formula, más preciso es el deseo. Mientras más palabras se usan, más vago y difuso es el pedido, y por consiguiente también la entrega. Una formulación de deseo más corta y exacta es esencialmente más poderosa que un escrito de dos páginas. Cuán poderosas pueden ser pocas palabras, lo he podido experimentar con suficiente frecuencia. Deseado sin querer y, sin embargo, exitosamente Con 22 años yo ya era muy conocido a través de la televisión. Pero no en el teatro. La televisión y el teatro no eran compatibles en ese tiempo. En el mundo del teatro los actores de televisión eran despreciados y se los consideraba como actores de segunda categoría. Que una estrella de televisión como yo pudiera obtener alguna vez un buen papel en un teatro famoso, se consideraba como extremadamente poco probable. Pero un día vi en el Teatro Residencial la función “Hamlet”, con Michael Degen. 26 Desear con Exito Esa presentación me dejó impresionado y quería a toda costa trabajar también en ese teatro. Una pretensión imposible. Ni siquiera obtuve una cita con el director Kurt Meisel o con el dramaturgo de aquel entonces. Eso me molestó tanto, que escribí toda mi frustración en una hoja grande de papel. Furiosamente decía ahí con grandes letras: “¡Yo actúo en ese teatro! ¡Todavía en este año! ¡Y yo mismo me elijo el papel!” Y para que todos pudieran ver mi sublevación, coloqué ese papel en mi pared. Corto, preciso y certero. Y yo estaba convencido de que eso ocurriría. Tres meses después me llamaron por teléfono del Teatro Residencial. Ellos querían que fuera. ¿Qué había ocurrido? Michael Degen estaba produciendo Fausto 1 y Fausto 2 y no quería ocupar los papeles con actores del mismo teatro, sino con personas nuevas, frescas, no gastadas, con actores como yo. Entonces fui a hacerle una demostración. Primero el papel de director de teatro de Fausto 1. Michael Degen me envió a la casa y después de tres días me hizo hacer el papel de alumno. Y después me preguntó de hecho, cuál papel me gustaba más y cuál quería representar. Pedí un tiempo para pensarlo y le pregunté a mi padre. Él me recomendó representar al alumno, un papel clásico que en Fausto 2 sería muy importante. Y así ocurrió que todavía en el mismo año actué en el Teatro Residencial en München, en un papel que yo mismo había elegido. Todavía en la misma semana estaba sentado con el director Kurt Meisel, quien me ofreció un contrato de tres años. Pero yo no quería comprometerme por tanto tiempo con un teatro fijo. Yo había visto a todos los colegas, que recién en la cartelera se enteraban, cuál papel tenían que representar posteriormente. Para eso simplemente yo pensaba demasiado libremente. Sin saberlo, ya entonces había deseado en forma muy exacta y precisa y lo había manifestado con una nota en mi pared. Para mí no había ninguna duda de que así tenía que ocurrir. 27 Desear con Exito Regla 3 Agradecer – el generador para desear con éxito Una vez que hemos anotado nuestro deseo en un papel, terminamos el pedido con un agradecimiento. ¡Eso es muy importante! Agradecer contiene tantos aspectos positivos para nuestro desear con éxito, que aquí sólo los puedo mencionar de pasada. Incrementar lo bueno Con el agradecimiento comenzamos a considerar en nuestra vida las cosas que andan bien. Dirigimos nuestra atención a los maravillosos sucesos que nos ocurren cada día. Les entregamos atención y reconocimiento. Con eso ya reconocemos que increíblemente mucho en nuestra vida ya está completamente en orden. Tomamos consciencia de cuánto hemos aceptado hasta ahora como algo obvio y de cuánta atención le hemos prestado a lo poco que tal vez todavía no esté en orden. Si escribimos espontáneamente una pequeña lista en la que estén todas las cosas que andan bien en nuestra vida, nos asombraremos de cuántas hay en esa lista. Muchas veces es justamente así, que de diezcosas ocho funcionan maravillosamente, pero nosotros siempre nos fijamos en los pocos puntos negativos. Naturalmente la carencia obtendrá importancia entonces y todo lo maravilloso se perderá cada vez más. Si siempre sólo observamos justamente lo que no nos agrada, alguna vez dejará de agradarnos la vida completa. La permanente mirada a nuestra carencia nos bloquea la vista hacia nuestra riqueza Tal vez simplemente miremos básicamente demasiado lo negativo. O vivimos demasiado intensamente comparándonos con otros. Porque la mayoría de las veces es solamente la comparación la que nos hace ser infelices. Extrañamente siempre observamos en otros justamente sólo las cosas positivas y con eso caemos en sentimientos de inferioridad, porque no podemos tener todo eso tal como ellos. El pequeño ejercicio siguiente con la lista, nos ayuda bastante bien a observarnos alguna vez a nosotros mismos desde afuera. 28 Desear con Exito Elige un momento tranquilo y siéntate relajado. Concéntrate en ti mismo. Obsérvate con una sonrisa. Y acuérdate de todos los momentos hermosos en tu vida. Cuánto ya has logrado. Todo lo que ya has logrado. A cuántas personas ya has ayudado. Quién ya ha sido feliz a través de ti. Obsérvate nuevamente en esos maravillosos momentos de tu vida. Obsérvalos sin melancolía. De todo eso has sido capaz hasta ahora. Esa es tu fuerza, tu talento y tu capacidad. De eso también serás capaz una y otra vez en el futuro. Todo eso lo puedes lograr reiteradamente. Y ahora obsérvate en tu entorno. Observa a tu familia, a tus amigos, a tus parientes. Tú eres importante para ellos. Porque significas algo en su vida. Tu amor hacia ellos es tu riqueza. Tú eres un apoyo y un ejemplo para ellos. Por medio de la fuerza de tus palabras, por medio de cada una de tus acciones, también cambias su vida. A través de ti ellos logran muchas cosas que sin ti quizá no las hubieran logrado. Sin tu aliento, tu protección y tu amor. Muchas veces incluso fue tal vez solamente tu pura presencia. Siente tu agradecimiento por las posibilidades que la vida te ha ofrecido hasta ahora de mostrar grandeza. Y ahora concéntrate en los momentos en que tus amigos y conocidos y tu familia te han ayudado hasta ahora. ¿Cuántas personas piensan bien sobre ti? ¿Cuántos te quieren, aunque no siempre puedan demostrarlo? ¿Cuánta fuerza y satisfacción te dan ellos una y otra vez? ¿Cuán a menudo luchan ellos contigo por la verdad, porque tú les eres importante? Y ahora obsérvate en tu entorno directo. Qué maravillosamente lo has logrado hasta ahora, pese a las condiciones a veces difíciles. Echa un vistazo mentalmente. Todo eso los has creado de la nada. Eres creador de tu propio mundo. Obsérvate lleno de bondad y calor. La vida también te da abundantemente. Siente cuán maravilloso es todo eso. Siente tu agradecimiento. Y ahora abre tus ojos y comienza a escribir todas las cosas maravillosas en tu pequeña lista. Estarás asombrado de cuánto ya marcha maravillosamente en tu vida. Y con eso ponemos en movimiento un ciclo de otro tipo. En vez de cavilar siempre sobre nuestros problemas, reconocemos lo bueno que ya existe en nuestra vida. Mientras más a menudo hacemos el ejercicio, más claramente nos damos cuenta de las cosas de nuestra vida que trabajan para nosotros. Nos damos cuenta que la vida ya fluye en muchas áreas. 29 Desear con Exito Por medio de agradecer se multiplica lo maravilloso. A lo que uno dirige su atención, le suministra energía. Por medio del agradecimiento se multiplican todas las cosas buenas que ya hay en nuestra vida, porque se les suministra más energía. La vida se hace cada vez más maravillosa, porque uno adapta su consciencia a las cosas buenas de su vida. El agradecimiento llena el corazón. El agradecimiento lo convierte a uno en una fuente pura de energía. Mientras más clara y pura sea la energía, con mayor rapidez y precisión pueden actuar todos nuestros deseos. Traer al presente Pero la idea básica del agradecimiento no es solamente unirse con el universo y con el flujo de la vida, sino también trasladar al presente el suceso deseado. En el momento en que agradecemos, el deseo es escuchado y ya se manifiesta. Porque agradecer traslada el deseo al presente. Eso es comparable con el amén al final de una oración. Amén, traducido, significa: ¡Realmente, ciertamente! Así es ahora. Las energías de la oración y del deseo son muy parecidas. En ambos casos llamamos a un orden superior y pedimos una solución. Las dos las sellamos o las terminamos con el amén o con el agradecimiento. Fortalecer la fe El agradecimiento elimina también todas las dudas y preocupaciones. Se cree en la realización. Se está seguro. Tal como en la vida cotidiana, uno agradece solamente por las cosas que ya están confirmadas. “Gracias porque haces eso por mí”. Se agradece entonces solamente por aquello que se está absolutamente seguro de que se realiza. Con el agradecimiento confirmamos nuestra petición. El deseo está sellado. Es como la firma en un documento. Ahora ya no hay más espacio para dudas. Eso funciona también en las situaciones más desesperadas, como las que experimentamos una y otra vez Michaela y yo. Tal como ya he mencionado, Michaela y yo nos ganamos dos autos dentro de un año. Del asombroso premio del Jaguar ya he relatado. Y menos de doce meses antes, había sucedido un “milagro” muy similar. 30 Desear con Exito El deseo de tener un auto Michaela tuvo un accidente con uno de los dos autos que teníamos y vendimos ese viejo cacharro que había quedado gravemente abollado. En ese tiempo yo tenía que viajar todos los días de Bonn a Köln para la preparación de nuestra película “Y ese es recién el comienzo”. Es decir, necesitábamos urgente un segundo auto para Michaela. ¿Pero de dónde sacar? Simplemente desear. En vez de enojarnos por el accidente, le dimos la bienvenida al cambio en nuestra vida y estábamos dispuestos a permitir un nuevo auto. ¿Cómo? Eso ya no debía ser nuestro problema. Algunas semanas después, cuando ya habíamos olvidado el deseo hacía tiempo, estábamos invitados a una gala en Köln, donde compramos formalmente números de rifa para un beneficio, pero el sorteo se hizo esperar eternamente. Al final ya estábamos cansados, le entregamos los números a una pareja de amigos y nos fuimos a casa. A la mañana siguiente el amigo nos despertó. Pasaría de inmediato por nuestra casa, uno de nuestros números había ganado, pero solamente algo pequeño, pero él quería entregarnos personalmente nuestro pequeño premio. Estábamos grabando en nuestra cocina. Allí habíamos construido una pequeña cámara y Clelia Sarto hablaba para un papel en nuestra nueva película, cuando apareció el mencionado amigo. El regalo que él mantenía en alto era realmente pequeño. Era una llave. Una llave de auto. El auto al cual pertenecía esa llave estaba en el salón de los estudios MCM listo para retirarlo. El número de sorteo de Michaela había sido efectivamente sacado en la noche como ganador principal. ¡Y todo eso sin que la prensa hubiera sabido algo! – Era casi fantasmal, porque el deseo más secreto de Michaela era, que incluso si alguna vez ganara algo grande, nadie debía saberlo. A ella no le gusta cuando tales cosas se divulgan. La situación era realmente casi grotesca. Cuando entramos al salón, los operarios ya estaban desmontando la gala. Y en medio de todo el movimiento estaba nuestro auto solitario, abandonado, olvidado y, sin embargo, todavía a la vista de todos. Nadie se preocupó de nosotros cuando fuimos hacia el auto. No se hicieron preguntas, cada uno estaba ocupado consigo mismo. Sacamos la llave, entrababien. Con el corazón palpitando hicimos funcionar el auto. El motor ronroneaba en forma sobresaliente. Michaela no podía entender en absoluto su suerte. Metimos todos los globos de felicitaciones en el auto y salimos inadvertidos del salón, pasando por el 31 Desear con Exito lado de los operarios y de las maquinarias de construcción, en medio del mayor tumulto. Michaela se sentía profundamente agradecida y aceptada por el universo. Algunos días después nos enviaron los documentos. A propósito, todavía andamos en ese auto e incluso es el único que tenemos actualmente. Nuestro deseo se había cumplido nuevamente entonces del modo más maravilloso. Estábamos felices. ¿Quién no lo estaría naturalmente? Pero en rigor, simplemente sólo había sucedido lo que habíamos deseado y atraído a nuestra vida al desearlo. Increíble, pero, sin embargo, tan simple. Simplemente entregar los problemas El agradecimiento ofrece, además, otra ventaja. El agradecimiento confirma que finalmente uno ha entregado la búsqueda de la solución de sus problemas. Lo maravilloso de desear con éxito es que podemos simplemente entregarles a “otros” nuestras preocupaciones y problemas y confirmar eso con el agradecimiento. “Querido cosmos, queridos ángeles, querido Dios o quienquiera que esté encargado de eso, encárguense por favor de eso y háganme saber si puedo hacer algo. Pero yo espero señales claras. Porque ahora yo hago lo que ustedes más prefieran. Dejo que me vaya bien. Les agradezco por su ayuda”. Desde ese mismo momento no necesitamos más dedicarnos a eso. Porque de lo contrario eso significaría que dudo de aquellos a los que les he encomendado el asunto. Cuando hemos realmente entregado nuestros problemas, sabemos que se están encargando de ellos y podemos disfrutar el día nuevamente de buen humor. Entregar los problemas en vez de hacerlos girar Eso es exactamente lo que yo hago desde hace años con mis preocupaciones. Simplemente los entrego. Ya no cavilo más, no hablo más permanentemente conmigo mismo o mentalmente con otras personas, ya no pienso variantes y alternativas, no hago girar problemas de un lado para otro, no trato de forzar una solución de acuerdo con la razón. Simplemente entrego. Y tan sólo cuando recibo un impulso para entrar en acción, lo hago. Y de hecho eso es la mayoría de las veces lo correcto. El “entregar los problemas” he tenido primero que aprenderlo por cierto. 32 Desear con Exito Cuando fui abandonado de la noche a la mañana Hace muchos, muchos años, yo había sido hundido en la más profunda desesperación en forma totalmente sorpresiva. Mi pareja de aquel entonces, con la cual había convivido cinco años, había conocido a otro hombre. Ella quería estar junto a él. Pasaba sus días y sus noches con él y yo me encontraba en la más profunda desdicha. No comía nada y no podía dormir bien de puro mal de amores. Eso me destrozó el corazón. Lloraba, rabiaba, me desesperaba. Además, la prensa informaba ampliamente del feliz nuevo romance de ellos dos y me consideraba como perdedor, como la innecesaria quinta rueda, como fracasado, que solamente estorbaría el nuevo amor. Herido profundamente en mi interior, expuesto a la opinión pública, alcancé el punto más bajo. Entonces, después de una semana, me llegó un libro a las manos, en el cual, entre otras cosas, aparecía esta oración: Señor, dame la serenidad para aceptar cosas que no puedo cambiar, y el valor para cambiar lo que puedo cambiar. Y la sabiduría para diferenciar lo uno de lo otro. Leí eso más bien de pasada. ¿Qué podría ayudarme una oración en mi situación? A la mañana siguiente, después de diez días de la más profunda desesperación, pronuncié de nuevo esa oración mentalmente. En mi agotamiento ya no había nada más que retener, nada más por qué luchar. Mi pareja quería vivir con ese otro hombre, ya no había nada que cambiar. Me di por vencido. Estaba derrotado. Me entregué por completo. Entonces las palabras dichas en forma distraída comenzaron repentinamente a desarrollar una vida propia. Yo estaba animado. Como si alguien hubiera encendido una luz, yo estaba satisfecho, inundado de la más profunda confianza. En mi casa comencé a bailar, a cantar, a cocinarme algo; en mi más profunda desdicha yo estaba feliz. La experiencia de felicidad era tan enorme, que repetidamente se me asomaban lágrimas en los ojos. 33 Desear con Exito Ese estado duró casi un año. Invadido de profunda felicidad, yo experimentaba el mundo de un modo completamente nuevo. Lleno de esa sensación de ser llevado, de la conexión con el universo, o con Dios, o con mi Yo superior, o como se le quiera llamar, yo estaba completamente feliz. Todo era irrelevante y fundamental al mismo tiempo. Mi pareja regresó a mí. Ella sentía la fuerza que salía de mí. Pero yo ya no encontré el amor anterior hacia ella. Sentía deber de protección y respeto, aprendí a perdonar y a reconocer errores propios. Pero ante todo aprendí a permitir que el amor viniera hacia mí y a dejarlo fluir dentro de mí en cada acción. La prensa me ofreció informar detalladamente sobre mi visión de las cosas, me ofrecieron desagravio, pero de pronto eso ya no era importante. Yo estaba feliz y satisfecho. No, la opinión pública ya no me era importante. Quien quisiera ver la verdad, la vería. Mi razón habría dicho seguramente algo diferente, pero yo le pregunté a mis sentimientos, a mi intuición y desde ese día eso me ha resultado muy bien. Tan sólo mucho después estuve consciente de qué había causado mi sensación de felicidad: Yo simplemente había entregado mis preocupaciones. Todo el peso había salido de mí. Desde ese momento pude organizar mi vida libremente y con naturalidad. Podía disfrutar mi vida. No había nada que tenía que forzar. Se cuidaba de mí. ¿Para qué preocuparse por algo que no se puede cambiar? No tiene sentido y es un derroche de energía. Yo podía utilizar toda mi energía para la creación de lo hermoso en mi vida. A través de esa experiencia me enteré que la mayoría de los problemas extrañamente sólo lo son en nuestra mente. Porque casi siempre lo que primero he sentido como negativo, después ha resultado ser por mi bien. Da lo mismo si ha sido el tranvía que se me ha ido, el guión rechazado o el rechazo de mi pareja. Detrás siempre ha esperado algo superior y me ha guiado hacia un nuevo “milagro” fantástico. Todo sucede por mi bien Esa es la profunda certeza que tengo desde ese entonces. Todo lo desagradable, “negativo”, es solamente una corrección, que me lleva de vuelta a mi camino hacia la felicidad. Por medio del drama del amor quedé nuevamente libre para otra pareja, y de ese modo conocí a Michaela. La mayor felicidad en mi vida. 34 Desear con Exito Regla 4 Convencer a la razón De nuestra infancia hemos aprendido la manera más rápida de que se nos cumplan nuestros deseos: mendigar, lloriquear y gritar todo el tiempo necesario hasta que por fin recibamos el chupete. Pero con desear funciona justamente al revés: No mendigamos, no indicamos lo que nos falta ni lo desdichados que somos por eso – totalmente al contrario: Nosotros sabemos que recibimos lo que deseamos, que eso nos corresponde y que siempre está a disposición. Eso significa para la mayoría de nosotros, cambiar primero su modo de pensar: ¿Cómo es eso de que todo está siempre a disposición? ¿Por qué funciona en realidad desear? Hasta ahora he usado la idea del universo como una enorme empresa de venta por correspondencia, pero ahora dediquémonos un poco a los aspectos físicos de fondo, para que también nuestra razón esté convencida de que nuestros deseos efectivamente se cumplen. No hay que preocuparse, noes difícil, solamente tiene suspenso. La mayoría de eso ya lo hemos escuchado en clase de física, aunque tal vez eso era un tema aburrido que no tenía ninguna relación con nuestra vida. Ahora los hechos adquieren una nueva vida. Conectados unos con otros, producen una imagen completamente nueva de la realidad. Solamente tenga valor y aventúrese en ese viaje al mundo más allá de lo visible. Para nuestra razón ese viaje es indispensable, para que desear con éxito se haga “comprensible” para ella y apoye nuestros esfuerzos en el futuro. Un poco de física Todo es energía. No existe otra cosa que energía. También la materia es pura energía. También nosotros los seres humanos estamos formados exclusivamente de energía. Igualmente los pensamientos, los sentimientos, las emociones, sucesos y situaciones, son solamente diferentes manifestaciones de energía. 35 Desear con Exito ¿De qué consta entonces la materia? De partes diminutas que se llaman átomos. Los objetos se diferencian básicamente sólo por el tipo de átomos de que están compuestos y por la forma en que éstos están ordenados. Toda la materia de este mundo está compuesta solamente de esos átomos. Los átomos se unen con otros átomos, contraen cohesiones mayores o vuelven a separarse. Los átomos se pueden dividir en partículas subatómicas todavía más pequeñas, básicamente en protones, neutrones y electrones. De un modo simplificado, podemos imaginarnos eso así: Entre los protones y neutrones que forman el núcleo del átomo, y los electrones que giran en órbitas alrededor de éstos, hay mucho espacio vacío. Inimaginable pero cierto: Si el núcleo de un átomo fuera del tamaño de una arveja, la cubierta de electrones estaría a 170 metros de distancia. Entonces la mayor parte de lo que “vemos” es sólo vacío. Sin embargo, lo percibimos como materia. Solamente lo percibimos así, en realidad no es así. Nada es como lo vemos. Nosotros solamente captamos las diferentes vibraciones y procesamos las informaciones en nuestro cerebro, formando la idea de algo concreto. Las “traducimos”. Después que casi todas las personas las traducen de un modo muy similar, por lo menos suponemos eso, también “vemos” y “sentimos” las cosas de un modo muy similar. Los colores, por ejemplo, en realidad no existen en absoluto tal como los percibimos. Llegan vibraciones a nuestros ojos, ahí son transformadas en impulsos eléctricos y nuestro cerebro produce lo que “vemos”. Las diferentes frecuencias de colores producen incluso emociones en nosotros, hacen vibrar algo en nosotros. Por eso sentimos algunos colores como fríos o cálidos, aunque el material mismo siempre tiene igual temperatura. Todo se compone entonces de átomos, éstos a su vez de partículas subatómicas y éstas son a su vez una enorme acumulación de energía. Tan sólo una vez que comprendamos que cada objeto de esta Tierra, cada persona y cada situación solamente son energía en diferentes formas, podremos darnos cuenta de qué manera podemos influir sobre la materia. En 1933 los físicos Marie y Pierre Curie observaron cómo se puede originar materia de la “nada”. Descubrieron científicamente que la energía se puede transformar en masa. 36 Desear con Exito Aquí entra en juego ahora un elemento muy importante para nuestro desear con éxito: la energía se puede dirigir, y justamente por medio de la fuerza del pensamiento. Nuestros pensamientos son algo así como una pistola láser que puede dirigir la energía sobre un punto. La luz de una ampolleta y la de un láser se diferencian esencialmente en que una es difusa, los protones se mueven en todas direcciones, y la otra es dirigida. Exactamente así, nuestra fuerza de pensamiento dirige la energía que existe siempre y en todas partes, de manera que ésta se condensa en una forma determinada. • Nada es como lo vemos. • La materia es energía, se origina por medio de energía y es mantenida en su estado por medio de energía. • Si no hay energía, no hay materia. • La energía se puede dirigir. • Cada pensamiento es pura energía y actúa a su vez sobre la energía. Si la energía produce materia y los pensamientos son pura energía, permanentemente se originan, alrededor de nosotros, cosas que nosotros materializamos. Porque al fin y al cabo nosotros pensamos permanentemente. Para dirigir concretamente nuestros deseos a nuestra vida, solamente tenemos que hacer las siguientes cosas: • Utilizar la fuerza de los pensamientos. • Desarrollar la capacidad de hacer repercutir lo que deseamos. Para eso hacemos uso de dos leyes. 1. La ley de la conservación de energía Existe una ley física fundamental, según la cual se forma toda nuestra vida. Ésta dice, tal como ya hemos escuchado, que cada forma manifestada se compone de energía y se puede convertir en otra forma. Pero también dice que la energía jamás se pierde, sino solamente se puede transformar. Puede cambiar, se puede transformar, pero jamás desvanecerse en el aire. El filósofo naturalista Demócrito (460-371 a.C.) descubrió que en realidad nada de este mundo puede desaparecer, sino siempre sólo transformarse. Sobre esa teoría se basa nuestra física actual. 37 Desear con Exito ¿Pero qué significa eso para nuestro desear con éxito? Tal como la materia se puede convertir en otras formas o en energía invisible para nosotros, también una energía, que primero ha sido invisible, se puede convertir en materia. Y nosotros podemos influir sobre esa conversión de las formas. Siempre es solamente la energía la que crea nuevas formas. La energía es dirigida y mantenida por medio de la consciencia. Lo que pensamos se materializa. Eso también puede ser lo aparentemente imposible. Como ganar dos autos dentro de un año, encontrar el gran amor de su vida, el trabajo adecuado, la casa ideal o también solamente una lavadora usada. Porque cada deseo es energía. Éste es enviado y quiere concretarse, es decir, transformarse en materia. Mientras más intensos son los pensamientos que se envían, más poderosa es la energía. Mientras más fuertemente estén cargados emocionalmente, más fuerza de empuje adquieren. Desgraciadamente en lo negativo también es así. También los pensamientos negativos quieren consolidarse. A la energía le da lo mismo lo que nosotros pensemos. No hace diferencia entre bueno y malo, no conoce moral y tampoco evalúa. A la energía le da lo mismo en lo que se transforme. Simplemente sólo cambia de forma. Al hacerlo, obedece a la ley fundamental: La energía sigue siempre a la atención. Si somos desdichados, enviamos muy a menudo pensamientos negativos al cosmos. “Soy tan desdichado”. “Me va tan mal”. “Nadie me quiere”. “Soy para compadecerse”. “”Todo es irremediable”. – Todas esas son órdenes energéticas para el universo. Nuestra desgracia se reforzará. Pero el mismo principio puede trabajar para nosotros. – La energía mental es enviada y se condensa. Se juntan diferentes energías, personas las cogen al vuelo, las consideran ideas propias, experimentan y trabajan en eso y de pronto está ante la puerta la pareja deseada, el suceso esperado o el objeto largamente anhelado. Todo es solamente una forma de energía. 38 Desear con Exito En rigor existe en nuestro mundo un surtido increíble de todo. Es sólo cuestión de distribución. Hay de todo. Para todos. También para nosotros. Es sólo cuestión de oferta y demanda. Depende de lo que demandemos energéticamente, se distribuye o se construye de manera que entre en nuestra vida. Si vivimos en un mundo de carencia, nosotros hemos encargado justamente esa carencia. Lo que recibimos es la experiencia de carencia, mientras que nuestro vecino tal vez nada en riqueza,