Logo Studenta

El significado del amor - Númenor OKTP

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

¿Qué es amar? Una pregunta que sin duda me ha dejado en qué pensar, pues si me lo cuestiono un rato, caigo en cuenta de que tal vez nunca antes me había tomado el tiempo para reflexionar... 
En primera instancia supongo que existe un significado propio de la palabra (una etimología que la defina, por decirlo así), pero más allá de ese significado universal, amar tanto como el amor, tienen un significado único y personal en cada ser vivo. Para una pareja de perros la forma de amarse se demuestra más hormonal y emocionalmente, que físicamente, es decir, los perros prefieren estar sentados juntos sin comunicarse, sin tocarse, sin mirarse... simplemente estar juntos en determinados momentos y ya. Para los seres humanos, el amor es una serie de acciones, pensamientos y condiciones mutuas, se trata de compartir y ser recíproco buscando un bien común. 
Para mi, amar es una palabra de siete letras: “1234567”, amar es aquél sentimiento que llega de la nada y lo es todo, amar es de la nada ver a una persona agradable a lo lejos, sentir que se ve bien y que una de las cosas más importantes e inteligentes que podría hacer en la vida es ir y hablarle, demostrarle el interés que se merece y buscar su atención para que poco a poco se dé algo más que una amistad, una relación bonita y acogedora. Amar es aquella felicidad de saber que por primera vez te atreviste a hablarle a aquella persona del trabajo que tanto te llama la atención, sentir nervios, emoción y darte cuenta de que esa persona tiene tantas cosas en común, que el sentimiento de que quieres a esa persona a tu lado es cada vez más grande y certero. Amar es también cuando por fin te atreves a salir con esta persona, te das la oportunidad de empezar a tratarla mejor, ya no como una compañera, sino, como una amiga, enorgullecerse de ese avance, de haber dado un paso más al frente juntos y de estar más seguro que nunca de que después de esa cita tu vida va a cambiar tanto como la de esa persona. Amar no es solo eso, claro, obviamente se refiere a su vez, a seguir conociendo a aquél que te hace sentir bien, darse un tiempo para entender porqué existe esa atracción que ahora parece mutua y comprender que ya existe la reciprocidad de alguna manera, en la atracción por lo menos y eso ya significa algo. Es darse el tiempo de salir una vez más a pasar tiempo juntos ignorando por completo todo lo demás, solo salir a estar juntos, ver una película y darse cuenta cuando menos se lo esperan, de que ambos están pidiéndose la oportunidad de iniciar una relación, un compromiso mutuo que va a sellarlos de por vida. Amar es ir creciendo como pareja desde ese día, apoyarse en todo, preocuparse y disponer siempre uno del otro, demostrarse frecuentemente ese afecto, ese sentimiento, esa emoción que una vez los hizo tomar la decisión de entrelazar sus vidas para formar una de la que disfruten ambos. Amar es también saber lidiar con cada una de las situaciones que se enfrenten en su nueva vida, saber superar cada obstáculo de la manera más inteligente que se deba, saber apoyarse en todo momento sin importar algo, ser siempre mejores que uno mismo y que los demás, aprender de los errores tanto como de los aciertos que se cometen. Amar es darse cuenta de que cuando menos te lo esperabas, llegó alguien que te cambió la vida por completo y tú estuviste de acuerdo, tanto así, que a pesar de que no ha pasado mucho tiempo, ambos están de acuerdo en formarse no solo como una pareja, ahora más bien como una familia, ambos quieren irse a vivir juntos por su cuenta y se han propuesto una meta que piensan alcanzar. Amar lógicamente es sentirse único y especial con su pareja, es sentir que con tu pareja no hay límites, preocupaciones ni incomodidades, sentirse libre de ser como somos sin el temor de que nos digan algo acerca de nuestras conductas.
Obviamente existe una diferencia entre amar y ser amado, entre dar y recibir; la única cláusula en el amor es que todo lo que das lo tienes que recibir precisamente por amor, pues de eso se trata.
Afortunadamente sabemos que el amor no es una condición de parejas y nada más, el amor se presenta también en cada individuo de forma personal y diferente, siendo que para amar a los demás, antes hay que amarse a uno mismo y solo así podemos asegurarnos de que estamos amando de la manera correcta, es decir, como nos gustaría que nos amaran. Nosotros debemos saber cuánto valemos y tenerlo siempre bien presente para situaciones que ameriten meditar si estamos haciendo lo correcto o no. Entendemos entonces, que amar significa valorarse, quererse a sí mismo, conocer nuestros límites y exponérselos a los demás, porque amar también es respetarse y saber cuánto respeto debemos recibir.
Ahora que ya sé qué es amar, me queda cuestionar ¿me aman?, ¿mi pareja me ama?
La respuesta es más que obvia, la transparencia de un amor se siente en las acciones, se escucha en las palabras, se lee en las miradas y sabe exactamente a esa felicidad que no conoces hasta que la tienes. Sé que me siento amado porque me siento pleno, me siento libre, siento que aquella fantasía imposible se vuelve posible cuando estoy al lado de mi pareja y ella está al mío, es decir, cuando estamos juntos. Siento que por ella sería capaz de todo y más, siento que vale la pena absolutamente todo lo que nos pasa, sea bueno o se malo, esta persona me hace sentir tanto amor que no existe un lado malo de las cosas, sino solo aprendizajes, lecciones de la vida y algo positivo que a futuro seguramente me va a servir. Siento ese amor tan inmenso por parte de mi pareja, que me ha orientado a hacer cosas que jamás habría pensado hacer buenas o malas, son cosas que por primera vez he hecho y me hacen sentir bien porque al estar con ella todo vale la pena, de verdad no existe nada negativo en las cosas. Esta persona me ama tanto que me aceptó y me ha aceptado no solo con mis virtudes, sino también con mis debilidades, de verdad me ama tanto pero tanto, que me ha ayudado a ver cuáles son mis debilidades y me ha hecho conciencia para fortalecerlas, me ha ayudado a ver en qué estoy mal y me ha puesto la determinante de corregirme no solo porque ella lo dice, sino, porque eso me asegura un bien personal y a su vez asegura un bien en nuestra relación. En verdad mi pareja me ama de una manera única e indescriptible que deja todo a un lado siempre que se trata de mí, pero mejor aún, cuando se trata de nosotros dos.
Perfecto, me siento tan pero tan amado, de verdad amado como nunca y satisfecho porque simplemente mi pareja es todo lo que jamás antes busqué e infinitamente más de lo que alguna vez llegué a pensar recibir, solo me queda una duda más acerca del amor: ¿hago sentir a mi pareja amada tanto como ella me lo hace percibir a mí?
Es bien sabido que hay muchas preguntas sin responder, pero esta no es una de ellas. Si bien es imposible saberlo por cuenta propia, a base de experiencias se puede hipotetizar algo, rememorando todos los momentos que hemos vivido juntos puedo darme una idea de qué tan amada se puede sentir. ¿Acaso siente que yo sería capaz de dar todo por ella, por su felicidad y por la nuestra?, ¿le he hecho saber que estoy tan agradecido de conocerla y de que entrara a mi vida que llega un momento en el que ya no cabe duda alguna sobre la respuesta?, ¿de verdad sabrá que no existe nada malo que yo pueda ver estando con ella, algo que me pueda hacer molestar de por vida, algo que me haga cambiar de opinión sobre lo que siento, sobre lo que pienso o sobre lo que me imagino de ella?, ¿le he hecho ver con los mismos ojos que yo veo lo que ella hace por mí, las acciones que yo hago por ella?, ¿he aceptado sus virtudes tanto como sus debilidades y errores y la he ayudado a superarlos y a corregir todo aquello que a futuro no le vaya a ayudar en nada?, ¿honestamente le haré comprender que siempre trato de ver por el futuro de los dos y no solo por el mío?, pero sobre todas estas cuestiones, ¿le he otorgado la misma confianza que ella me ha otorgado?
La respuesta de cada una de las preguntas varía encuestión de nuestros estados de ánimo, la forma en que cada uno ve las cosas y nuestros puntos de vista, sin embargo, el último cuestionamiento no ha cambiado desde hace mucho, o al menos es en el que más énfasis hago porque no solo es el más importante, sino, porque es en el que más he fallado en el aspecto de que no he sabido demostrar que sí existe esa confianza; la cuestión aquí es que no se trata de otorgar confianza por mínima que sea, con tal de cumplir ese rubro, sino más bien, de otorgar una confianza plena y tan completa como la de nuestra pareja. Honestamente me he salido mucho del rumbo de esta relación, me he olvidado de aquél entonces en el que no importaba nada ni nadie porque yo estaba seguro y consiente de que tú hiciste una elección y esa elección fui yo, tu decisión fue que de entre todas aquellas personas que se sintieron atraídas por tu belleza, tu forma de actuar y todo tu ser, de verdad de entre tantas me elegiste a mí y eso era suficiente para no pensar en que alguien más llegaría a cambiar esa elección. Poco a poco fui dejando de lado esa seguridad y esa autoestima tan alta que tenía por hacer caso a los comentarios sin argumentos, a las inútiles y destructivas críticas y a la cizaña de todos aquellos que envidiaban nuestra felicidad sin darme cuenta de que al hacerlo no solo me hería a mí mismo, sino también a ti. Y poco a poco se fue generando en mi cierta desconfianza que logró estallar hace unos días gracias a la estúpida idea de actuar antes de pensar… Esa tonta idea que surgió en un segundo y terminó rompiendo no solo mi seguridad, tu bienestar emocional y tu confianza, sino también nuestra relación.
Ahora ya es tarde para pensar y lo sé, porque ya actué y fue de la peor manera imaginable. Todo lo que hice ya está hecho y no lo puedo deshacer y créeme que de verdad quisiera regresar el tiempo y borrar todo lo que hemos hecho mal, empezar de nuevo y ser tan felices como lo planeamos en un principio, pero lamentablemente no se puede y ahora solo me queda una opción, arrepentirme de lo que hice mal, disculparme, recibir y aceptar las consecuencias y simplemente aprender de todo esto. Nunca es tarde para arrepentirse claro está, pero siempre existe un límite y como alguna vez dijo mi mamá, “siempre se termina hartando aquél que da más de lo que recibe”. 
Y créeme que no me doy por vencido, de verdad quisiera que nada de esto hubiera pasado, ser felices y celebrar 100 días de novios, pero finalmente comprendí que si quería “luchar” por nuestra relación, por ti y por nuestro futuro, tenía que hacerlo antes de cometer mis errores y no después, porque ahora lejos de “luchar” por nosotros, se entiende que lo hago para que no me dejes, es decir, lucho contra tu voluntad y no quiero obligarte a hacer nada que tú no estés dispuesta a hacer por tu cuenta.
Entiendo que si la última vez que estuvimos al límite de terminar y te hice sentir tan mal no me dejaste prácticamente arreglar las cosas, ahora menos y entiendo también que ya no me creas, que ya no esperes nada de mi y que ya no quieras seguir este plan de vida juntos. Ojalá pudieras comprender que anhelo una oportunidad más para demostrarte que de verdad he cambiado y puedo cambiar totalmente por mí, por ti y por nosotros, tanto como yo quisiera comprender todo lo que sientes, pero siendo honestos, ni estoy en condiciones de pedirte una chance más, ni tú estás de acuerdo en dármela. Lo siento mucho 1234567, te ofrezco una disculpa de todo corazón y espero me sepas perdonar por todo el daño que te he hecho. También te agradezco por todo lo bueno que me regalaste, por esos besos, abrazos, nuestra intimidad, tu confianza, tu tiempo y todo tu ser.

Más contenidos de este tema