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Puentes para Crecer 
Responsable: Dra. Ileana Seda Santana 
Coordinadora general: Dra. Nidia Flores Montañez 
Coordinadora administrativa: C. Macaria Ofelia Sánchez Cuello 
 
 
Puentes para Crecer tiene como objetivo incidir en el desarrollo, cuidado y bienestar de niños y 
niñas en la primera infancia, ofrece apoyos a cuatro comunidades urbano populares a través 
de los siguientes sub-programas: 
 
Promoción de habilidades de comunicación social en niños preescolares 
Responsable: Dra. Lizbeth Vega Pérez 
 
Programa de Formación de Educadoras 
Responsable: Mtra. Roxanna Pastor Fasquelle 
 
Formando Lazos en la Comunidad Escolar 
Responsables: Mtro. Andrés Díaz Baños 
 Dra. Nidia Flores Montañez 
 Dra. Iliana Guadalupe Ramos Prado 
 
La sala de los Libros Mágicos 
Responsable: Dra. Ileana Seda Santana 
Mamás y Papás en acción 
Responsable: Lic. Roberta L. Flores Ángeles 
 
 
Puentes para crecer agradece el apoyo de: 
 
• La Fundación Bernard van Leer de la Haya, Holanda, por los fondos donados a la Facultad de 
Psicología de la UNAM para el desarrollo del mismo. 
• La Facultad de Psicología de la UNAM, por su contribución de personal académico, 
infraestructura y en la administración de los fondos. 
• El Dr. Javier Nieto Gutiérrez director la Facultad de Psicología. 
• La Dra. Lucy María Reidl Martínez quien durante su gestión como directora de la Facultad de 
Psicología apoyó el inicio de este programa. 
• Los espacios educativos y de servicio que fueron sede de los sub-programas. 
 
 
 
 
________________________ 
 
Diseño de Portada: Mayrení Senior Seda 
Revisión de Estilo: Cecilia Fernández Zayas 
Responsable de Edición: Ma. Elena Gómez Rosales 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
MANUAL PARA MAMÁS, PAPÁS Y CUIDADORES 
DE NIÑOS Y NIÑAS MENORES DE 10 AÑOS 
 
 
 
 
 
Roberta L. Flores Angeles, Denise Cabrera Hidalgo, Ximena Rodríguez Navarro, 
Erika Garduño Romero, Maritza Vasconcelos Vargas y Vianey Méndez Vergara 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Nuestro más profundo agradecimiento a las mujeres y hombres 
que participaron en este proyecto, por su generosidad en 
compartir con nosotras un pedazo de su vida. 
Sin su participación no hubiera sido posible este manual.  
1 
√ ÍNDICE 
INTRODUCCIÓN …………………………………………………………………….. 2 
CRIANZA ……………………………………………………………………………….. 3 
 Crianza y derechos humanos ………………………………………….. 3 
DERECHOS HUMANOS ……………………………………………………………. 4 
ESTILOS DE CRIANZA …………………………………………………………….. 7 
EMOCIONES ………………………………………………………………………….. 11 
 Como identificar y manejar las emociones ........................... 13 
 ¿Qué pasa con el enojo? .................................................... 14 
 ¿Qué hacer ante el enojo? ................................................. 15 
 Tiempo fuera .................................................................... 18 
 ¿Cómo calmarse y evitar explosiones? ................................ 20 
 ¿Cómo contactar con las emociones de mi hijo o hija? ........ 22 
 Reflejando emociones .............................................. 22 
DISCIPLINA .............................................................................. 25 
 El uso de las reglas en casa ............................................... 27 
 ¿Cómo establecer límites? ................................................. 28 
HABILIDADES SOCIALES ............................................................ 32 
 Autoconocimiento .............................................................. 33 
 Autoestima ....................................................................... 34 
 Empatía ........................................................................... 37 
 Comunicación asertiva ...................................................... 38 
 Comunicación ......................................................... 39 
 Escucha activa ......................................................... 40 
 Comunicación asertiva .............................................. 41 
 Resolución de conflictos ..................................................... 46 
 Mediación ................................................................ 47 
 Negociación ............................................................. 48 
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ................................................. 51 
2 
√ INTRODUCCIÓN 
 
Este libro es el resultado de la experiencia de trabajo con madres y padres de 
niños/as menores de 10 años. A través de diferentes actividades pudimos 
obtener sus testimonios, los cuales nos permitieron identificar algunos de los 
retos más comunes que se presentan en la tarea de educar a sus hijos/as. De 
este modo desarrollamos un taller para madres y padres al cual nombramos: 
¿Cómo educar a hijos e hijas sin lastimar? Al mismo tiempo trabajamos los 
mismos temas con sus hijos e hijas, lo que nos permitió dar voz a las y los 
pequeños como personas activas en su educación y desarrollo. 
Para elaborar este libro partimos del hecho de que tener hijos/as no te 
convierte en experto o experta en el tema sino que es algo que se va 
aprendiendo en un proceso, de forma paulatina y por medio de las 
experiencias. Por esto buscamos acompañarte en esta compleja tarea, 
proporcionando algunas herramientas que puedan ayudarte a construir 
nuevas alternativas para educar a tus hijos/as y mejorar las relaciones en 
casa. Algunos de los temas que se tratarán son: estilos de crianza, derechos 
humanos, emociones, disciplina, límites y habilidades para la resolución no 
violenta de conflictos. Todo esto teniendo siempre en cuenta el bienestar y 
sano desarrollo de cada una de las personas que integran tu familia. 
Es importante que tomes en cuenta que la paternidad y la maternidad son 
aprendizajes, por lo que entre más practiques, mayor 
será tu capacidad para utilizar nuevas estrategias para 
educar y mejores serán tus relaciones familiares y 
sociales. 
Finalmente, queremos decir que aunque todo el tiempo 
nos referimos a padres y madres, no se descarta el hecho 
de que este manual sea útil a todas las personas 
cercanas a niños y niñas (hermanos/as, abuelos/as, tíos/as, etc.) que de 
manera indirecta o directa también colaboran con su educación. 
3 
 
√CRIANZA 
 
La crianza1
Ahora bien, en la crianza los derechos tanto de niños/as como de adultos/as 
interaccionan y muchas de las veces entran en conflicto; a continuación se 
hablará un poco más al respecto. 
 comienza a través del establecimiento de 
vínculos afectivos que se generan al relacionarte con 
tus hijos/as y demás integrantes de la familia. Este 
vínculo se va formando a través de la palabra y el 
ejemplo ayudando a que los/as niños/as adquieran las 
normas y las reglas familiares y sociales, moldeando 
así su personalidad y promoviendo modos de pensar y 
actuar que se vuelven habituales. En este proceso no 
sólo participan los miembros de la familia; hay otras 
personas e instancias que también influyen en su 
educación como la escuela, los grupos de amigos, la Iglesia y los medios de 
comunicación, por mencionar algunos. 
 
 CRIANZA Y DERECHOS HUMANOS 
Los derechos humanos son parte de la vida diaria tanto dentro como fuera 
del hogar, por lo que es importante conocerlos, pues están presentes en 
todas las relaciones que establecemos. Dentro del hogar, en la relación que 
llevan padres y madres con sus hijos e hijas se ponen en juego 
constantemente diferentes derechos tanto de personas adultas como de 
niños y niñas, por ello es indispensable que los conozcamos, para evitar que 
se violen y como consecuencia nos veamos implicados en malos entendidos. 
 
1 Tomado de Badillo, 2004. 
4 
√DERECHOS HUMANOS 
 
Los derechos humanos2
sociedad
 se han definido como las condiciones que permiten 
crear una relación íntegra entre la persona y la , y permiten a los 
individuos ser personas, identificándoseconsigo mismos/as y con los/las 
demás. 
Son todo aquello que nos permite crecer y desarrollarnos 
plenamente como personas en todos los aspectos. De 
esta manera, los derechos humanos tienen la función de 
proteger la vida, la libertad, la igualdad, la dignidad y la 
seguridad de las personas. 
Sin embargo, no hay que olvidar que los derechos humanos también se 
acompañan de otra parte muy importante que son los compromisos u 
obligaciones que adquirimos en la misma relación; éstos permiten 
responsabilizarnos y regularnos para así lograr una convivencia armónica y 
respetuosa. Es decir, para cada derecho corresponde un compromiso, por 
ejemplo, tengo derecho a ser respetado/a pero al mismo tiempo tengo el 
compromiso de respetar a los/las demás. En la siguiente tabla se enlistan 
con mayor detalle algunos derechos y compromisos. 
 
2 Con información de Cervantes, 2006. 
¿SABÍAS QUE…?
Al promover los 
derechos humanos 
con tus hijos/as en 
casa, ellos/as 
podrán defenderlos 
en otros ámbitos.
http://es.wikipedia.org/wiki/Sociedad�
5 
 
 
Saber que tanto hijos/as como padres y madres tienen derechos es muy 
importante, ya que muchas veces como papá o mamá puedes llegar a 
entregarte a tus hijos/as (emocional, física y económicamente) de tal forma 
que te olvides de ti, de tu tiempo y tu espacio; hecho que finalmente trae 
consecuencias en tu bienestar personal y a la larga también en el familiar. 
Empieza por promover y hacer valer tus propios derechos. Recuerda que de 
esa manera, al mismo tiempo enseñas a tus hijos/as a que también lo 
hagan. 
DERECHOS DE LAS NIÑAS 
Y LOS NIÑOS 
C0MPROMISOS 
COMPARTIDOS 
MI DERECHO 
Ser respetado/a. Respetar a todas las personas. Ser respetado/a. 
Salud. Cuidar mi salud. Salud. 
Recibir educación de calidad. Aprovechar la educación. Recibir educación. 
Decir lo que piensan y sienten. Escuchar y preguntar a las 
personas sobre lo que piensan y 
sienten. 
Libertad de pensamiento y 
expresión. 
Recibir un buen trato de los 
adultos que los cuidan. 
Dar un buen trato a las 
personas con quienes se tiene 
contacto. 
Recibir un buen trato de todos 
los miembros de la familia. 
Nadie debe abusar de ellos/as 
ni de su cuerpo. 
Cuidar mi integridad emocional 
y mi cuerpo. 
Nadie debe abusar de mí, ni de 
mi cuerpo. 
Descansar, jugar y divertirse. Cuidar los espacios recreativos 
y de descanso. 
Descanso, recreación y tiempo 
libre. 
Vivir en una familia. Respetar y valorar a mi familia. Formar una familia si así lo 
deseo. 
6 
Ahora que conoces y ubicas los derechos y compromisos 
que se involucran a la hora de educar te invitamos a 
reflexionar: 
 
¿QUÉ DERECHO/S RESPETO EN 
MIS HIJOS E HIJAS? 
¿QUÉ DERECHO/S NO RESPETO EN MIS 
HIJOS E HIJAS? 
 
 
 
 
 
¿QUÉ VOY A HACER PARA RESPETAR SUS DERECHOS? 
 
 
 
 
 
¿QUÉ DERECHO/S ME ESTOY 
PROCURANDO? 
¿QUÉ DERECHO/S NO ME ESTOY 
PROCURANDO? 
 
 
 
 
 
¿QUE VOY A HACER PARA PROCURÁRMELO/S? 
 
 
 
7 
 
√ESTILOS DE CRIANZA 
 
Como ya pudiste darte cuenta, la crianza es una forma de relacionarte con 
tus hijos e hijas en la cual se implican los derechos. La medida en que se 
promueven los derechos y se hacen valer tiene que ver con las formas en 
que se educa a niñas y niños. 
La manera en que decidas educar a tus hijos/as tendrá un impacto directo 
en su desarrollo y dependerá no sólo de tu forma de ser sino también de la 
de tu hijo/a. En nuestra cultura se piensa tradicionalmente que es la madre 
la que educa enseñando valores, comportamientos, reglas, etc., y que el 
padre es el encargado de la autoridad y la disciplina. En realidad, tanto 
hombres como mujeres somos responsables de educar a niñas y niños 
involucrándonos en todas las esferas de su desarrollo. 
De esta manera, como madre y como padre recuerda que la crianza no se 
reduce a la disciplina sino que también contempla la forma en que les 
muestres afecto, el establecimiento de límites, el estilo de 
comunicación que tengas, la transmisión de ideas o 
valores y el tipo de actividades que realicen en conjunto. 
La combinación de todos estos factores permite que de 
manera general se distingan tres estilos diferentes de 
crianza: el autoritario, el democrático o de autoridad 
racional y el permisivo, los cuales se describen en la 
siguiente tabla. 
8 
ESTILOS DE CRIANZA 
 
ESTILO 
 
FORMA DE EDUCAR 
 
CONSECUENCIAS 
 
 
AUTORITARIO 
 
 
 
• Ejercen control sobre los/as niños/as. 
• Fijan reglas y normas de conducta 
rígidas. 
• Demuestran poco afecto o cariño al 
niño/a. 
• No les dan opciones para escoger. 
• Tienden a concentrarse en el 
comportamiento negativo. 
• Tienden a modifican el mal 
comportamiento a través de regaños y 
castigos. 
• Critican demasiado el mal 
comportamiento. 
 
• Hijos/as inseguros/as. 
• Con poco sentido de 
responsabilidad. 
• Baja capacidad para tomar 
decisiones. 
• Pocas habilidades de 
afrontamiento y de 
interacción social. 
 
 
 
DEMOCRÁTICO 
(AUTORIDAD RACIONAL) 
 
 
• Ayudan a los/as niños/as a valerse por sí 
mismos/as. 
• Ayudan a pensar en las consecuencias 
de su comportamiento. 
• Establecen reglas y límites claros 
tomando en cuenta el bienestar de 
todos/as. 
• Saben que cuando se transgreden las 
reglas hay consecuencias. 
• Dan expectativas claras y explican el por 
qué esperan ese comportamiento. 
• Afirman las cualidades de los niños/as. 
• Fomentan la comunicación abierta con 
sus hijos/as. 
 
• Desarrollan un sentido de 
responsabilidad y de 
autorregulación. 
• Desarrollan una capacidad 
autocrítica. 
• Mayor capacidad intelectual. 
• Mayores habilidades de 
comunicación. 
 
 
 
 
PERMISIVO 
 
 
 
• Ceden la mayoría del control a sus 
hijos/as. 
• Fijan muy pocas reglas, o las que existen 
suelen ser difusas. 
• No establecen límites claros. 
• No tienen expectativas claras de 
comportamiento para sus hijos/as. 
 
• Tienden a tener un escaso 
control sobre su propia 
conducta. 
• No reconocen ni respetan las 
figuras de autoridad. 
• Poca capacidad para afrontar o 
solucionar problemas. 
• Pueden llegar a ser agresivos/as, 
intolerantes a la frustración. 
• Con tendencia a decir mentiras y 
a ser inseguras/os. 
• Problemas de autoestima. 
• Bajos logros escolares. 
• Problemas de adaptación social. 
9 
Pero recuerda que cuando educas, no utilizas un único estilo de crianza sino 
que éstos se van combinando y te mueves a través de ellos como en un 
péndulo: 
 
AUTORITARIO DEMÓCRATICO PERMISIVO
 
 
Lo importante es que identifiques hacia dónde apunta con más fuerza el 
péndulo de crianza en tu casa, y que determines hacia dónde quisieras que 
apuntara la mayor parte del tiempo. También debes tener presente que la 
forma de criar va cambiando con el tiempo, según la etapa del desarrollo 
que está viviendo cada niño y niña. Con esto queremos decir que no hay 
padres ni madres perfectos, sino que va siendo un aprendizaje en el que 
cada día existen nuevos desafíos y oportunidades para practicar maneras 
distintas de educar. Recuerda que la forma más común e inmediata que se 
tiene para aprender a ser papá o mamá es mediante lo que vimos que 
hicieron nuestros propios padres y madres, haciéndose una cadena 
generacional. Habrá formas de crianza que te gustaría repetir y otras que 
no, de tal forma que con lo que aprendiste, lo nuevo que quieras 
experimentar y de acuerdo a tus circunstancias puedes ir modificando tu 
péndulo de crianza si así lo deseas. 
10 
A continuación te presentamos un ejercicio que te ayudará 
a identificar el estilo de crianza que utilizaron contigo tu 
padre y tu madre y el que tú utilizas actualmente. 
Completa lo siguiente: 
 
¿Cómo me educaron mi papá y 
mi mamá? 
¿Cómo educo a mi hijos/as? 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ahora compara ambas columnas y reflexiona: 
 
 ¿Hacia dónde crees que apuntaba su péndulo cuandorecuerdas la 
forma en que te educaron? 
 
 
 ¿Cómo es el tuyo? 
 
 
 ¿Qué dejarías igual? ¿Qué te gustaría cambiar? 
 
 
 
¡Conocer otros estilos de crianza te permitirá integrar nuevas 
estrategias para educar a tus hijos e hijas! 
11 
√EMOCIONES 
 
En este proceso de educar, tú como mamá o papá estableces una relación 
muy fuerte e importante con tus hijos/as, en la cual inevitablemente se van 
a involucrar emociones, en una interacción constante entre las que tú 
sientes y las que tu hijo/a siente; por lo tanto es muy importante que las 
conozcas y las sepas expresar y manejar, pues al mismo tiempo también le 
estás enseñando cómo expresarlas y manejarlas. 
Las emociones permiten a la persona prepararse para 
adaptarse con eficacia a circunstancias importantes de la 
vida. Son necesarias porque cumplen funciones de 
protección, enfrentamiento y resolución, además de 
permitir la interacción social. 
Se considera que son cinco las emociones básicas: 
• Miedo: es la emoción que surge al enfrentarte a una situación que 
crees que es amenazante para tu bienestar físico y/o psicológico. El 
miedo motiva la defensa y funciona como una señal de advertencia. 
• Alegría: es la emoción que sentimos cuando obtenemos un resultado 
deseable como el éxito, logro, sensaciones placenteras, etc. Cumple 
las funciones de facilitar una buena disposición para involucrarnos en 
actividades sociales. 
• Tristeza: surge ante las experiencias de abandono y fracaso. Su 
función es motivar a que las personas hagan lo necesario para aliviar 
las situaciones que les produjeron tristeza. 
• Enojo: surge ante la frustración, la traición, la crítica o al percibir 
injusta una situación. Sirve para dar fortaleza y energía a la persona 
para corregir o superar la situación que la generó.3
• Amor: es la emoción que surge ante experiencias (relaciones, 
actividades y otras) que son muy importantes. Es una experiencia 
psicológica profundamente significativa relacionada con la necesidad 
de estrecho contacto físico, de recibir afecto y de tener una sensación 
de bienestar. 
 
 
3 Tomado de Welland, 2000 y Heredia, 2005. 
¿SABÍAS QUE…?
Las emociones son 
inherentes al ser 
humano. Lo que 
aprendemos es la 
forma en que las 
expresamos, 
dependiendo de 
nuestra cultura.
12 
Como puedes ver, cada una de ellas tiene una función; las emociones no 
son malas en sí mismas, sino que a veces la forma en que las expresamos 
no es la más adecuada, o simplemente no las expresamos. Por ello algo muy 
importante es que nos demos cuenta de las emociones que sentimos, 
nombrarlas, saber que son válidas y aprender formas sanas de expresarlas. 
Es común que ante las emociones propias o de niños y niñas reaccionemos 
negativamente: las consideramos de poca importancia, las vemos como 
malas o problemáticas. 
Como personas adultas es necesario ir aprendiendo que las emociones nos 
alertan de situaciones que nos suceden en la vida, tanto positivas como 
negativas. 
 
 
¿Cómo reaccionas ante cada una de estas emociones? 
MIEDO: 
 
AMOR: 
 
TRISTEZA: 
 
ENOJO: 
 
ALEGRÍA: 
 
 
 
13 
 CÓMO IDENTIFICAR Y MANEJAR LAS EMOCIONES 
La forma en que interpretas y expresas una emoción está influida por 
aspectos externos como la sociedad, la cultura, la familia, la crianza, la 
escuela y los medios de comunicación; e internos, como tus pensamientos, 
actitudes y las reacciones de tu cuerpo. 
Desde nuestra infancia hemos aprendido en mayor o en menor medida a 
identificar y nombrar las emociones asociándolas con diferentes formas de 
expresión, como por ejemplo los gestos, movimientos corporales, el tono de 
voz, etc. 
Para identificar y poder expresar adecuadamente nuestras emociones, 
primero tenemos que reconocer las sensaciones y pensamientos que 
tenemos sobre las situaciones que las generan y luego, según lo que hemos 
aprendido, las nombramos. Te sugerimos hablar contigo mismo/a: ante las 
emociones cada persona tiene ciertas reacciones y/o pensamientos que a 
veces llegan a ser muy irracionales o fuera de la realidad y obstaculizan el 
poder expresarlas de manera adecuada. Por ejemplo, si tu vecina no te 
saluda el día de hoy, probablemente pienses que ya no le interesa tu 
amistad, que te rechaza y en consecuencia reaccionas de forma negativa; 
cuando quizá hoy se levantó con un fuerte dolor de cabeza y estaba 
distraída. Pon atención a los pensamientos que empiezas a tener, lo que 
dices en silencio. Esto te ayudará a descartar ideas irracionales que 
provoquen reacciones inadecuadas. 
Recuerda que una vez que aprendas a reconocer tus propias emociones 
podrás identificar las de los demás y contribuir a que tus hijos/as aprendan 
a hacerlo. 
 
 
 
 
14 
La voz de los niños y las niñas…
 
 
 
Quizá una emoción que más conflictúa a padres y madres es el enojo; a 
continuación presentamos algunas recomendaciones de lo que puede 
hacerse con él y cómo expresarlo. 
 
 ¿QUÉ PASA CON EL ENOJO? 4
El enojo es normal. Nos avisa que algo está mal y que se tiene 
que cambiar. Viene después de sentimientos como la 
frustración, el estrés extremo, el sentirse despreciado/a, 
abandonado/a o por el temor a ser rechazado/a. 
 
Culturalmente no nos han enseñado a manejar o expresar el 
enojo. En general hay dos formas comunes de reaccionar ante 
 
4 Con información de Welland, s.a. 
Algunas veces a todos nos cuesta trabajo compartir con los demás lo 
que pensamos o sentimos, quizá porque estamos enojados, 
preocupados, tenemos problemas o no encontramos la manera de 
expresarnos, pero… niños y niñas descubrieron que escribir una carta 
a sus papás y mamás para decirles cómo se sienten, cuánto los 
quieren, qué les gustaría jugar más con ellos/ellas o simplemente 
contarles cómo estuvo su día, resulta una excelente forma de 
comunicarse de forma divertida con mamá y papá. A ellos/ellas 
también les puede agradar recibir una carta, mensajes o notas sobre 
lo que tú piensas y sientes. 
 
 
 
 
 
 
 
15 
él: expresarlo en forma agresiva o guardarlo para evitar más conflictos. 
Ambas estrategias resultan poco adecuadas ya que por un lado, cuando lo 
expresamos de manera agresiva, genera más conflictos y obstaculiza que se 
resuelva de manera efectiva la situación que lo provocó. Cuando decidimos 
no expresarlo, se va acumulando hasta que, como si fuera una olla de 
presión, ante la menor provocación se “explota” algún día; o bien puede 
provocar muchos malestares en el cuerpo (como dolores de cabeza, 
malestares estomacales, dificultades para dormir, etc.), o incluso ciertas 
enfermedades. Igual que en el primer caso, esconder el enojo tampoco 
resuelve el conflicto. 
La manera en que reaccionamos también se ve influenciada por los roles de 
género, de tal forma que aunque tanto hombres como mujeres 
experimentamos el enojo, socialmente es más fácil de aceptar que los 
hombres lo expresen abiertamente, de manera más directa; a las mujeres se 
les enseña a hacerlo de maneras más indirectas o a no expresarlo 
abiertamente. 
 
 ¿QUÉ HACER ANTE EL ENOJO? 
1. Identificar la fuente del enojo: ¿por qué estás enojado/a? Algunas veces 
no sabemos exactamente la causa de nuestro enojo. Por ejemplo, puede ser 
que la fuente de éste sea el cansancio o el estrés. También puede ser que 
estemos experimentando otra emoción (como angustia, miedo, 
preocupación) generada por algún problema que se esté presentando en 
casa, como por ejemplo la enfermedad de algún miembro de la familia o 
dificultades económicas. 
Por eso es importante poder identificar nuestras emociones y ponerles el 
nombre adecuado, para evitar que se conviertan en enojo. Ahora, ¿qué 
sucede cuando como papá o mamá no identificas la fuente del enojo? Puede 
ser que lo expreses de manera agresiva con tus hijos e hijas, aún cuando 
ellos/as no tengan nada que ver en la situación, provocándoles confusión.Entonces, será importante preguntarse: 
¿Mi enojo se debe a la conducta de mis hijos/as o a mis propios 
pensamientos o a problemas personales que tengo en este momento? 
16 
 
2. Habla con tu cuerpo. Las emociones generan reacciones físicas en el 
cuerpo, es como si éste hablara: sube o baja la temperatura, aumenta el 
ritmo cardíaco, la respiración se modifica, se seca la boca, hay sudoración 
en las manos u otras partes del cuerpo, etc. Cada persona reacciona de 
manera distinta ante cada emoción. Escucha lo que tu cuerpo te dice, 
concéntrate en él cuando experimentas una emoción. En el caso del enojo, 
esta técnica te ayudará a regularte mejor, a reaccionar de manera más 
adecuada. 
 
3. Trabaja con la situación o el problema que está causando 
el enojo. No basta con saber el por qué de tu enojo, sino 
que hay que analizar la situación que lo está causando y 
buscar diversas formas que ayuden a desactivarla. En este 
momento, cuando es necesario, algunas personas acuden a 
una tercera persona (a un especialista por ejemplo) en 
busca de apoyo y para poder encontrar soluciones. 
 
4. Habla con alguien. Hablar con alguien externo al problema muchas veces 
ayuda a que lo veamos de manera distinta, nos ayuda a desahogarnos, a 
liberar parte del malestar que genera el enojo y a pensar con mayor 
claridad. 
 
5. Acepta el enojo como normal y observa cuál es la manera en que lo 
expresas. Como ya se mencionó, el enojo no es una emoción “mala”, sino 
que la forma en que lo expresamos –o dejamos de hacer- sí puede ser 
negativa. 
 
 
 
17 
Reflexionemos
 
Identifica las reacciones que se manifiestan en tu cuerpo 
cuando te enojas 
¿sube o baja la temperatura? 
¿de qué parte del cuerpo? 
¿aumenta el ritmo cardíaco? 
¿la respiración se modifica? ¿se seca la boca? 
¿hay sudoración en las manos? ¿se ponen rígidos los músculos? 
¿cuáles? 
 
Otras: 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
18 
La voz de los niños y las niñas…
 
Algunas de las repuestas de niñas y niños cuando les preguntamos:
“¿Qué crees que siente o piensa tu mamá o papá cuando te grita o regaña?”
“Chido, mi mamá siente CHIDO”
“Imagino que mi mamá no sintió nada”
“No le importó”
“¿Y cómo te sientes tú?”
“Me sentí en otros planetas”
“Muuuy enojado”
“Me dieron ganas de correr lejos de mi casa”
 
 
 
 TIEMPO FUERA 
Hay momentos en la vida cotidiana en que nos enojamos. ¿Qué hacer? Una 
sugerencia es tomarse unos segundos, contar hasta 20 mientras respiramos 
profundamente para tranquilizarnos y después poder percibir o resolver la 
situación con más tranquilidad. Pero hay otras ocasiones en que sabemos 
que no nos será tan fácil controlarnos. El “tiempo fuera” es una estrategia 
muy útil para esos momentos cuando estás muy enojado/a; ayuda a evitar 
que la situación se convierta en algo más complicado o a reaccionar en una 
forma que no deseas. 
Para poner en marcha el tiempo fuera, es muy importante que entrenes esa 
comunicación con tu cuerpo de la que se hablaba en las páginas anteriores. 
Si por ejemplo sabes que cuando te enojas experimentas calor en la cabeza 
y tu estómago se contrae, toma estas señales como una alarma que te avisa 
19 
que vas a “explotar” y que es momento de salirte de la situación por un 
momento o por el tiempo que lo necesites. De manera general podría 
esquematizarse el tiempo fuera de la siguiente forma: 
 
1. Identifica las señales de alarma que te da tu cuerpo. 
2. Evalúa si podrás controlarte o vas a “explotar”. 
3. Si te das cuenta que no te podrás controlar, exprésalo de 
alguna manera sencilla y clara. Por ejemplo puedes decir: 
“Por ahora estoy muy enojado/a, voy a irme un momento y 
luego hablamos”. 
4. Salte del espacio donde se está generando la situación, vete 
a otro lugar en el que puedas estar tranquilo/a. 
5. Cuando te sientas más relajado/a y capaz de hablar con tu 
hijo/a de lo que pasó, regresa para que puedan hablar de la 
situación con tranquilidad y ver qué soluciones encuentran. 
 
Recuerda que no se trata de hacer como si nada hubiera pasado, sino de 
que seas capaz de expresar de manera tranquila lo que te hizo enojar tanto, 
el por qué, y las posibles soluciones. Al mismo tiempo, hablar de lo sucedido 
permite que tu hijo/a pueda también expresar cómo se siente, qué opina y 
que brinde soluciones. Por ejemplo: “Me enojó mucho que hubieras perdido 
nuevamente el suéter de la escuela, porque me costó trabajo comprártelo… 
pienso que ahora tendrás que juntar de tus ahorros y de tus domingos para 
comprártelo tú mismo”. 
 
 
 
20 
 CÓMO CALMARSE Y EVITAR EXPLOSIONES5
Algunas formas de calmarse ante el enojo es por medio de técnicas de 
relajación como: 
 
 Momento de soledad. Esto quiere decir buscar la soledad por un ٭
tiempo: escucha música, siéntate calmadamente, camina solo/a en un 
lugar que te relaje. Puede ser dar una vuelta en la calle, irte a un 
parque, andar en bicicleta. Identifica cuál es tu forma de relajarte. 
 Respiración honda. Párate por un momento cuando te sientes tenso/a ٭
y respira hondo. Esto aumenta el oxígeno en tu cuerpo y te ayuda a 
pensar más claramente y a cambiar el enfoque de la situación. 
 Hablar. Platicar de lo que te produce estrés con otra persona te puede ٭
ayudar también. Habla acerca de lo que te preocupa con alguien de 
confianza. 
 Correr y caminar enérgicamente. Esto reduce el estrés y mejora la ٭
salud general. Además, la actividad física ayuda a redirigir la atención del 
ambiente que produce tensión. 
 
5 Tomado de Welland, 2000. 
21 
 
 
 Cuando te sientes culpable por haberle pegado a tu hijo/a 
 
Antes que nada, debes saber que el hecho de haberle pegado a tu 
hijo/a no te convierte en una mala madre o en un mal padre, y que 
hay muchos factores que influyen para actuar así. 
 
Primero hay que considerar que en nuestra cultura la violencia se ha 
naturalizado y a veces hasta promovido como forma de lograr lo que 
se quiere, sin presentar alternativas no violentas. De tal forma que 
hemos aprendido a utilizar la violencia como una forma de resolver 
los conflictos, a veces la única. 
 
Así que los golpes han llegado a ser una forma de reaccionar ante 
situaciones que nos hacen sentir que perdemos el control, y al no 
conocer otras alternativas más eficaces y no violentas, nos limitamos 
a reaccionar como hemos aprendido a hacerlo. 
 
Considera todo esto, y si sientes culpa convierte ésta en un motor 
que te permita re-aprender a relacionarte de otras maneras. Hazte 
responsable de tu forma de actuar y bríndate la oportunidad para 
empezar a cambiar y aprender caminos más eficaces para expresar 
tus emociones y necesidades, conservando o reconstruyendo al mismo 
tiempo una relación positiva y afectiva con tus hijas/os y con todas 
las demás personas. 
22 
Una vez que hayas reflexionado sobre esto, lo único que te recomendamos 
es que te hagas consciente de tus acciones, que hables con tu cuerpo, que 
aprendas a tranquilizarte y entrenes el tiempo fuera. Recuerda que cuando 
reaccionas de forma violenta: 
 
• Los niños/as aprenden de tu comportamiento y es probable que 
utilicen las mismas conductas con otros niños/as y en sus futuras 
relaciones. 
• El castigo corporal promueve reacciones de enojo o conducta 
agresiva. 
• Finalmente no tiene un gran impacto para cambiar la conducta. 
 
Recuerda que el cambio es un trabajo en equipo que va requerir la 
disposición, esfuerzo y cooperación de todos los integrantes de la familia. 
Esto es un proceso y al principio costará trabajo deshacernos de viejas 
costumbres; lo importante es que recuerdes lo que aprendiste y, sobre todo, 
¡no dejes de intentarlo! 
 
 ¿CÓMO CONTACTAR CON LAS EMOCIONES 
DE MI HIJO O HIJA? 
 
Con lo anterior ya tienes más elementos para identificar tus emociones. 
Ahora vamos a ver cómo puedes ayudar a tus hijas/os a 
identificar las suyas, de modo que puedas favorecer su 
relación y acercarte más ellos/as.Reflejando emociones 
Es una técnica en la que se pretende que papá y/o 
mamá identifiquen los sentimientos que están 
¿SABÍAS QUE…?
Para manejar las 
emociones lo 
primero que 
podemos hacer es 
reconocerlas y 
saber que es válido 
sentirlas. Con tus 
hijos e hijas 
también empieza a 
validar sus 
emociones.
23 
experimentando sus hijos/as cuando comunican alguna situación en la que 
se manifiesta preocupación, tristeza, coraje, alegría, miedo, etc., y que les 
permita darse cuenta de ellas. Con esta técnica también ayudamos a validar 
las emociones de las niñas y los niños, es decir, les hacemos saber que no 
está mal que las sientan sino que pueden ir aprendiendo a expresarlas de 
manera sana. Es importante poner en práctica esta técnica porque para 
niñas y niños es muy complicado expresar sus emociones con palabras. 
Como personas adultas, mamá y papá tienen la función de enseñarles a 
nombrarlas. 
Los pasos que te sugerimos para “reflejar emociones” son:6
o Ponle atención. 
 
o Invítalos/as a expresar sus emociones con preguntas o afirmaciones que 
se refieran al sentimiento que tú estás percibiendo. 
o Diles qué sentimiento crees que están experimentando por lo que dicen o 
por la manera en que actúan. 
o Dales tiempo para que logren transmitir lo que desean. 
o Escúchalos con atención. 
o Ponte en el lugar del niño/a, toma en cuenta su edad y piensa en el 
significado que tiene para él o ella la situación. 
o Piensa en formas de cómo ayudarlo/a o negociarlo, si la situación lo 
requiere. 
Ejemplo: 
A tu hija se le murió su canario y notas que 
llora, no quiere comer o jugar, se queda 
callada, grita, empuja, etc., como una forma 
de expresar su tristeza. Una manera de NO 
validar su emoción es decirle: “no te 
 
6 Tomado de Welland, 2000 y Pick, 1996. 
24 
preocupes, no pasa nada”, “pero no llores, no ganas nada con eso”. Una 
alternativa para reflejar la emoción sería decirle: “veo que estás triste 
porque se murió tu canario”; de esta forma le estás enseñando a identificar 
su propia emoción y al dar este tipo de respuestas estás propiciando una 
comunicación abierta, facilitando que exprese sus emociones. Al mismo 
tiempo le estarás comunicando que sentirse triste es válido. 
La comunicación abierta es aquélla en la que a través del lenguaje utilizado 
y de la postura corporal, reflejas a tus hijos/as que están siendo 
escuchados/as y por la forma en que respondes les generas confianza, 
respeto, apertura, y los/as motivas a continuar con la conversación. 
Un ejemplo de comunicación abierta es: 
Tu hijo/a enojado/a te responde: “¡Eres el peor papá (mamá) del mundo!” y 
tú respondes: 
 
Opción A: “¡Nunca me hables así!” (cierras la comunicación) 
Opción B: “¿Estás enojado/a conmigo?” (abres la comunicación) 
 
Al propiciar la comunicación abierta ayudas a que tus hijos/as 
posteriormente puedan traducir a mensajes “yo” sus emociones y 
pensamientos, es decir, que al expresar sus sentimientos lo hagan en 
primera persona, como por ejemplo: “yo me siento triste cuando tú me 
hablas de esa forma”. Cuando son capaces de comunicarse de esta forma 
estarán además aprendiendo a ser asertivos/as. Más adelante 
profundizaremos en esto. Por ahora, sabiendo que la crianza involucra las 
emociones y lo importante que es poder valorar su función y saber 
expresarlas adecuadamente, ya tendrás muchas herramientas para 
promover relaciones más armónicas dentro de casa y facilitar el proceso de 
disciplina con tus hijos e hijas, tema que a continuación se abordará. 
 
25 
√DISCIPLINA 
 
La disciplina7
Tradicionalmente, se ha entendido la disciplina como un método por el que 
se educa a hijos/as a obedecer lo que padres y madres establecen dentro 
del hogar, mediante la exigencia y los castigos, imponiendo lo que se debe 
hacer. Esto se ha hecho a través de premios o castigos; sin embargo, se ha 
visto que los niños y las niñas, aunque lleguen a realizar lo que se les pide 
en determinado momento, no desarrollan un aprendizaje duradero. Esto 
sucede porque muchas veces su conducta depende de que sean premiados 
o castigados; además de que al acostumbrarse a los premios o castigos, 
éstos suelen dejar de ser importantes o cada vez requieren ser de mayor 
intensidad. Asimismo, con este método se pospone que niños y niñas se 
hagan responsables de sus acciones, ya que no aprenden las consecuencias 
lógicas de su conducta. 
 es un proceso que implica ser constantes 
en nuestras actividades, responsabilizarnos de los 
compromisos que tenemos, así como acordar y cumplir 
las reglas establecidas en nuestra familia y trabajo. En 
este proceso es importante que se involucren todas las 
personas adultas (mujeres y hombres) que rodean a 
niñas y niños para poder tener constancia y claridad en 
las reglas. La disciplina se establece desde los 
primeros años de vida, por medio del aprendizaje de 
las reglas familiares, hábitos de higiene y la responsabilidad gradual que se 
va dando a los niños/as conforme van creciendo; por lo tanto, es 
indispensable comenzar a inculcarles la disciplina desde pequeños/as. 
En nuestra cultura son comunes los castigos corporales como golpes y 
nalgadas, que son formas de maltrato que no necesariamente ayudan a que 
niñas y niños se hagan responsables de sus conductas, sino que tal vez en 
ocasiones eliminen la conducta no deseada pero al mismo tiempo conllevan 
cargas de miedo y/o enojo. 
 
7 Tomado Pick, 1996. 
¿SABÍAS QUE…?
La disciplina no es 
sinónimo de una 
obediencia ciega 
sino que su 
fundamental 
objetivo es que 
niñas y niños 
aprendan a ser 
responsables.
26 
También es común que se castigue condicionando el afecto, por ejemplo, 
cuando decimos “si no te portas bien ya no te voy a querer”, “mira lo que 
hiciste: así no te quiero”; o utilizando el miedo: “si sigues llorando te voy a 
dejar aquí con el señor de la tienda”. Nuevamente estas respuestas son 
formas que no ayudan a que niñas y niños se hagan responsables, sino que 
provocan ansiedad, miedo o inseguridad. Es importante que como padre, 
madre o persona adulta responsable de un infante le hagas saber que es 
una persona amada, pero que hay ciertas conductas que no se pueden 
tolerar y que tienen consecuencias. Es decir que debe y puede aprender a 
respetar las reglas, y que si no lo hace tendrá consecuencias, pero que no 
por eso dejará de ser amado. 
Las maneras de educar a niños y niñas se deben ir adaptando según la 
edad. Nunca hay que olvidar que entre más tratemos de explicar lo que 
hacen serán más conscientes de su conducta. A continuación se explican 
algunas estrategias alternativas para educar a niños y niñas. 
 
La voz de los niños y las niñas…
 
 
Sería importante reflexionar si tus hijos/as comprenden la 
importancia que tiene para ellos/as mismos/as y para la familia 
el seguir las normas . . Niñas y niños suelen preguntarse: 
“¿Cómo es portarse bien?” 
“¿Yo te hice enojar?... ¿Cómo?” 
“¿Por qué lo tengo que hacer yo?” 
27 
 EL USO DE REGLAS EN CASA8
Éstas se establecen tomando en cuenta las opiniones y las necesidades de 
cada miembro de la familia con respecto a lo que se puede o no hacer bajo 
determinadas situaciones y con sus respectivas consecuencias. En este 
proceso de establecer las reglas es importante que todas y todos tengan 
presentes los derechos y compromisos. Éstos pueden servir de guía para 
saber cuáles reglas pueden ser negociables y cuáles no. No son negociables 
las reglas en las que se pueden transgredir los derechos de alguien más, así 
como tampoco las que van en contra de la integridad física, emocional o 
intelectual de niñas y niños. 
 
Una vez contando con las reglas de la familia y comunicándolas claramente 
a las y los demás es posible establecer límites. Los límites son la forma de 
saber hasta dónde se tolera cierta conducta y en qué momentos se 
considera que es inadecuadaporque rompe las reglas establecidas. Podría 
decirse que los límites son fronteras que marcan lo permitido y lo no 
permitido y las reglas son como ladrillos con los que se construyen los 
límites. Al poner límites les ayudamos a tener claro cuáles son las conductas 
que se esperan de ellos y ellas y cuáles no; además, se dan cuenta que son 
responsables de su conducta y que pueden aprender a ver otras 
alternativas. 
Ejemplo: la mamá le dice a su hija: “no puedes subir los pies en la 
mesa. Si te sientes cansada, recuéstate en la cama y después comes, 
¿qué te parece?, o ¿tú que sugieres?”. Su hija contesta: “Yo quiero 
comer ahora, tengo hambre, pero también estoy cansada”. El papá 
propone: “¿Por qué no vas por un banco y descansas tus pies sobre él 
mientras comes?”. 
 
 
 
 
8 Tomado de Pick, 1996. 
28 
 ¿CÓMO ESTABLECER LÍMITES?9
Para el establecimiento de límites es necesario el 
autoconocimiento, es decir, estar claros de cuáles son 
nuestras reacciones, necesidades, intereses, gustos, etc., 
además de lo que deseamos de las otras personas. Una 
vez que sabemos lo que queremos y lo que no queremos, 
seremos capaces de transmitirlo a las personas que nos 
rodean, estableciendo una línea, un límite de lo que 
toleramos y lo que no toleramos; asimismo, se requiere 
que escuchemos lo que las demás personas en la familia quieren, qué 
toleran y qué no. Con esto seremos capaces de fijar reglas que establezcan 
los límites, reglas que al cumplirlas o no, traerán consecuencias. 
 
 
 
La voz de los niños y las niñas…
 
 
 
9 Con información de Pick, 1996. 
“¿Qué hice mal?” 
“¿Por qué me regañas a mí y a mi hermana/o no?” 
“¿Por qué a veces sí puedo salir a la calle y otras no?” 
Éstas son algunas preguntas que niños y niñas se hacen porque 
no entienden el establecimiento de límites, desconocen cuándo 
serán castigados y cuándo no, así como las diferencias entre 
hermanos/as. 
 
 
 
 
 
 
 
 
¿SABÍAS QUE…?
Es probable que al 
comenzar a 
establecer los 
límites, te cueste 
trabajo y no resulte 
en el primer 
intento. Recuerda 
que debes ser 
constante.
29 
 
Es importante mencionar que muchas veces, en la vida cotidiana, el 
establecimiento de límites tiene que hacerse una vez que ya sucedió una 
conducta, es decir, nos damos cuenta de que es necesario marcar un límite 
hasta que existe algún comportamiento que no resulta adecuado. Esto nos 
hace recordar que no sólo niñas y niños están en un proceso de aprendizaje, 
sino que también padres, madres y todas las personas involucradas están 
aprendiendo a educar en el día a día. 
Los límites permiten a niños y niñas saber qué es lo que se espera de 
ellos/as; son una guía que les indica qué comportamientos son o no 
adecuados en casa o fuera de ella. Por eso es muy importante que se 
platiquen las reglas previamente, de tal manera que a todos los miembros 
de la familia les queden claros cuáles son los límites, para permitir que en la 
vida cotidiana haya consistencia y uniformidad. 
Los límites en una familia, y por lo tanto sus reglas, deben tener un cierto 
grado de flexibilidad. Deben irse adaptando a las 
circunstancias y según vaya habiendo cambios en la 
familia, por ejemplo conforme van creciendo los hijos 
y las hijas, cuando llega una persona nueva a vivir en 
casa, o cuando hay alguna dificultad como que 
enferme alguien en casa. Tampoco pueden ser 
totalmente flexibles porque entonces se pierde su 
finalidad. El secreto está en encontrar un punto medio y experimentar con 
diferentes estrategias que permitan a niños y niñas moverse con libertad, 
experimentar, aprender a hacerse responsables pero siempre dentro de los 
límites que indican el respeto a los demás. 
Recordar los derechos que cada integrante en la familia tiene y sus 
compromisos puede ayudar a saber el grado de flexibilidad, es decir, lo que 
puede ser negociable o lo que no. Por ejemplo, puede ser negociable en qué 
horario ve televisión, pero no es negociable que vea un programa para 
adultos o que vea la televisión en lugar de hacer la tarea; en invierno puede 
ser negociable usar la chamarra azul en lugar de la roja, pero no es 
negociable salir sin protegerse. 
30 
 
Reflexionemos
 
¿Cuáles reglas en casa pueden ser negociables y cuáles no? 
NEGOCIABLES NO NEGOCIABLES 
 
 
 
 
 
 
 
A continuación se enumeran algunas recomendaciones para el 
establecimiento de límites: 
1. Determinar entre todos y todas cuáles son sus necesidades, gustos e 
intereses. 
2. Confrontar las necesidades, gustos e intereses de cada persona y ver 
cuáles entran en conflicto. 
3. Negociar teniendo en cuenta los derechos de todos y todas. 
4. Establecer reglas claras. 
5. Indicar cuáles son las consecuencias si no se cumplen las reglas y 
cumplirlas. Las consecuencias deben ser: 
a. Relacionadas con la conducta. 
b. Proporcionadas. 
c. Adecuadas a la edad. 
31 
Por ejemplo si tu hijo tiró el jugo encima de la cama de su 
hermana, una consecuencia no relacionada y desproporcionada 
sería no salir a jugar con sus amigos en la tarde. Una consecuencia 
adecuada sería que él mismo limpie la mancha de la cobija y el 
jugo que se alcanzó a caer en el piso. 
Es importante tomar en cuenta las necesidades, gustos e intereses de niñas 
y niños, pero esto NO significa olvidar que son padres, madres o 
personas responsables quienes establecen los límites. El objetivo 
primordial de la crianza es que niños y niñas aprendan todo aquello que 
desconocen: no saben cómo reaccionar o cómo comportarse ante ciertas 
situaciones, ni cómo manejar sus sentimientos. Es responsabilidad de 
madres y padres, o de las personas adultas a su cargo, enseñárselas. 
 
32 
 
√ HABILIDADES SOCIALES 
 
 
Al convivir con tus hijos/as pones en práctica diversas capacidades que 
pueden ayudarles a tener una mejor relación. Estas capacidades son 
llamadas “habilidades sociales”, que se irán desarrollando conforme las 
vamos utilizando. Las habilidades sociales son aprendidas cotidianamente, 
ya sea por imitación, cuando tus hijos/as te observan y luego reproducen lo 
que haces; o bien, a través de la instrucción dirigida, enseñándoles cómo se 
hace utilizando el lenguaje y el ejemplo. De igual manera, en mayor o en 
menor medida, tú aprendiste ciertas habilidades sociales en la educación 
que te dieron en la infancia, con tus amistades, en el trabajo, en el 
vecindario, etc. 
Muchas veces utilizamos pocas habilidades sociales en nuestra vida 
(particularmente cuando surgen conflictos) porque no las conocemos con 
ese nombre, no las tenemos claras, las desconocemos o porque se nos 
dificulta ponerlas en práctica y por tanto no se las enseñamos a nuestros 
hijos/as. 
Utilizar estas habilidades puede ayudar a mejorar las relaciones, ya que nos 
permite conocer lo que necesitamos y deseamos y de esta forma 
aprendemos a transmitirlo a otras personas. 
Por lo anterior, a continuación explicamos algunas habilidades que pueden 
ayudarte a mejorar la relación que tienes con tus hijos/as, así como con los 
demás miembros de la familia. Es importante recordar que entre más las 
practiques, más las desarrollarás y al mismo tiempo le estarás enseñando a 
tus hijos/as a usarlas. 
Algunas habilidades sociales son: 
 Autoconocimiento 
 Autoestima 
 Empatía 
 Comunicación asertiva 
33 
 
 AUTOCONOCIMIENTO 
Para lograr educar a tus hijos/as sin lastimarles, es 
decir, respetando sus derechos sin olvidar los 
propios, poner límites claros, establecer reglas que 
tomen en cuenta las necesidades de cada miembro 
de la familia y sus respectivas consecuencias, es 
importante que primero te conozcas. Así será más 
fácil que decidas qué es lo que estás dispuesto/a a 
ceder y lo que no. 
Conocernos10
El conocimiento entre las personas es un proceso de convivencia donde 
“conocemos” aspectos de los demás, el nombre, los gustos, actitudes,habilidades, formas de ser, etc. De esta forma pueden ir cambiando poco a 
poco las relaciones que tengamos con otros/as en la medida en que 
sabemos lo que los demás esperan y lo que nosotros/as queremos. 
 significa saber cómo somos, cómo es nuestro carácter, qué 
nos gusta y nos disgusta, para qué somos buenos/as, cuáles son nuestras 
habilidades, qué se nos facilita, o bien qué es lo que más nos cuesta trabajo. 
A través del autoconocimiento podemos aumentar la autoestima y ayudar a 
que niños y niñas se conozcan también, tomando en cuenta las habilidades 
de ambos y resaltándolas durante la interacción. 
 
Algunos puntos importantes respecto al 
autoconocimiento y el conocimiento de los demás que te 
sugerimos recordar para fortalecer tus relaciones 
familiares son: 
o Conócete primero para saber cuáles son tus deseos, necesidades y 
sentimientos. 
o Al momento de negociar, ten en cuenta tus necesidades y derechos 
humanos. 
o Acepta las diferencias de los demás, sé abierto al cambio. 
o Ten en cuenta que las personas cambian con el tiempo. 
 
10 Con información de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, 2005, y del Grupo de 
Educación Popular con Mujeres, 2003. 
Recuerda
34 
o Ayuda a tus hijos e hijas a que reconozcan sus habilidades, necesidades 
y sentimientos, al mismo tiempo que les enseñas a respetar las 
necesidades y sentimientos de los demás. 
o Reconoce y valida los esfuerzos de tus hijos e hijas de acuerdo a su 
edad. 
 
 
 AUTOESTIMA11
Dependiendo del autoconcepto que tengas harás una valoración de ti, lo 
cual se verá reflejado en la manera en que te relacionas con los demás, 
teniendo mayor o menor seguridad; también en la actitud que tienes para 
emprender nuevos proyectos y resolver problemas; así como para tener 
apertura al cambio y mejorar tus relaciones. 
 
La autoestima es la valía personal, la cual se basa en todos nuestros 
pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias sobre nosotros/as 
mismos/as y que hemos ido recogiendo durante nuestra vida; por ejemplo, 
creemos que somos listos o tontos, nos gustamos o no. Los millares de 
impresiones, evaluaciones y experiencias así reunidas se unen en un 
sentimiento positivo hacia nosotros/as mismos/as o, por el contrario, en un 
incómodo sentimiento de no ser lo que esperábamos. 
Para ir construyendo tu autoestima necesitas trabajar distintas áreas que la 
conforman, como lo puedes ver en la siguiente figura. 
 
 
 
 
 
 
11 Con información de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, 2005 y del Grupo de 
Educación Popular con Mujeres, 2003. 
35 
 
 
 
AUTOESTIMA
 
36 
Para que vayas consolidando tu autoestima y trabajes 
las distintas áreas que la componen, te proponemos te 
respondas a las siguientes preguntas. 
 
Áreas de la autoestima Pregúntate… Mi reflexión 
Autoconocimiento: 
Es el nivel de conocimiento que 
tienes de ti mismo/a, de cómo 
eres, quién eres y qué necesitas. 
¿Quién soy? ¿Cómo actúo? 
¿Cómo me siento? ¿Por qué soy 
así? ¿Qué necesito? ¿Qué 
deseo? 
 
Autoconcepto: 
Son los pensamientos que tienes 
hacia tu propia persona. 
¿Qué creo de mí misma/o? 
¿Qué pienso de mí misma/o? 
 
Autoevaluación: 
Es la evaluación que realizas de los 
sentimientos que te generan las 
actividades que realizas. A partir de 
éstas puedes decidir si continuas 
realizándolas o buscas otras 
actividades que sean más 
satisfactorias para ti. 
¿Lo que hago está bien para mí? 
¿Me satisface? ¿Me hace sentir 
bien? ¿Me hace crecer? 
 
Autoaceptación: 
Es el nivel de conocimiento y 
aceptación de tus habilidades y 
aptitudes. 
¿Acepto lo que soy? 
¿Reconozco mis habilidades y 
potencialidades? 
 
Autorrespeto: 
Involucra el conocimiento, respeto 
y satisfacción de tus necesidades, 
emociones y derechos. 
¿Atiendo y satisfago mis 
necesidades y valores? ¿Expreso 
y manejo mis emociones sin 
culpa? ¿Busco y valoro lo que 
me hace sentir orgulloso/a de 
mi mismo/a? ¿Conozco mis 
derechos? ¿Respeto y hago 
respetar mis derechos? 
 
37 
Recuerda
 
o Escúchate a ti mismo/a, más que a los demás. 
o Piensa positivo de ti mismo/a. 
o Date oportunidad y reconoce tus cualidades. 
o Acéptate tal como eres. 
o Cree en tus propios juicios. 
 
 
El tener una buena autoestima te permite tener apertura al cambio y te 
facilita conocer a los/as demás para que puedas ser más sensible ante sus 
necesidades, habilidades y sentimientos en diferentes situaciones, es decir, 
que puedas ser empático/a. 
 
 EMPATÍA12
Como vimos anteriormente, para que la relación con tus hijos/as y con los 
demás miembros de familia sea armoniosa y agradable, es necesario que 
exista un buen entendimiento. Para lograrlo debes contemplar tus 
necesidades e intereses a través del autoconocimiento, así como 
comprender el punto de vista de los demás, para poder 
establecer un diálogo. 
 
La empatía es poder ponerse en el lugar de la otra 
persona, por eso es fundamental para comprender el 
punto de vista de tus hijos/as y así establecer este 
diálogo, permitiendo un entendimiento sólido. 
Esta habilidad te puede servir para reconocer, 
comprender y apreciar los sentimientos y necesidades 
de tus hijos/as, generar sentimientos de simpatía, 
 
12 Con información de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, 2005, y del Grupo de 
Educación Popular con Mujeres, 2003. 
38 
comprensión y ternura, y ayudar a mantener calidez emocional, 
compromiso, afecto y sensibilidad. También facilita el camino para regular 
de manera constructiva las emociones de los demás, beneficiando así su 
relación familiar. 
Para lograr ser empáticos/as es necesario que nos conozcamos, es decir, 
que conozcamos nuestras necesidades, deseos y sentimientos, pues en la 
medida en que los conozcamos podremos reconocer mejor los de las demás 
personas. 
 
Recuerda
 
o Para comprender a tus hijos/as primero conoce cuáles son tus deseos, 
necesidades y sentimientos, sin olvidar expresarlos con respeto. De esta 
manera les enseñas el valor de expresar sus propias emociones y 
opiniones. 
o Puedes estar en completo desacuerdo con la opinión de tus hijas/os; 
expón tu punto de vista respetando su opinión sin descalificarlos/as. 
o Si eres capaz de “leer” las necesidades de tus hijos/as podrás reaccionar 
de mejor manera ante éstas. 
 
 
 COMUNICACIÓN ASERTIVA13
Conforme te vayas conociendo y vayas descubriendo las necesidades, 
valores e intereses que son esenciales para ti, te será más sencillo ser 
empático con los demás y poder así establecer un diálogo que te permita 
llegar a acuerdos. Sin embargo, a pesar de que el diálogo lo utilizamos todos 
los días, muchas veces no se logra comunicar lo que realmente queremos; 
 
 
13 Con información de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, 2005; Grupo de 
Educación Popular con Mujeres, 2003; y Fernández, s.a. 
 
39 
esto es debido a que no hemos aprendido a comunicarnos asertivamente y a 
obtener de esta manera lo que deseamos. Por ello es indispensable saber 
qué es la comunicación, estando dispuestos a escuchar al otro y a expresar 
nuestras emociones sin lastimar a los/as demás. 
 
Comunicación 
Comunicar es hacer que parte de mi experiencia, ideas, 
sentimientos y sensaciones sean conocidas por los 
otros/as, y al mismo tiempo, que yo pueda conocer y 
participar de la experiencia de los demás. 
La comunicación se desarrolla principalmente de dos 
maneras: verbal y no verbal, y ambas pueden estar 
presentes al mismo tiempo. La comunicación verbal se 
compone de palabras; la no verbal de gestos y 
movimientos corporales. También entre ellas existen 
otras formas de comunicar: cuando hablamos utilizamos 
palabras, pero las expresamos con una determinada 
entonación,énfasis, tonos, volumen, ritmo y velocidad 
de la voz. 
La comunicación verbal es importante, se presenta de manera evidente. 
Pero muchas veces no nos damos cuenta de lo que expresamos mediante la 
comunicación no verbal; por ejemplo, podemos decirle a nuestro/a hijo/a: 
“cuéntame qué te pasa” mientras seguimos viendo la televisión y no 
volteamos a mirarlo/a. Aunque realmente estemos escuchando, el mensaje 
no verbal se puede interpretar como “no te estoy escuchando”. 
A través de la comunicación no verbal expresamos la manera como 
reaccionamos ante diferentes situaciones, por ello es importante que tus 
acciones sean congruentes con tus pensamientos y sentimientos. Cuando 
tus mensajes verbales y no verbales estén de acuerdo con tus 
pensamientos, podrás expresar de manera más clara tus emociones. 
Así, la calidad de la comunicación en una familia está relacionada con la 
capacidad de transmitir lo que se desea, así como con la habilidad de 
¿SABÍAS QUE?
Es importante:
- Utilizar la 
comunicación desde 
los primeros años 
de vida.
- Que la persona 
adulta sea capaz de 
diferenciar qué 
asuntos le 
corresponde 
resolver por sí 
misma y cuales 
debe de 
comunicarle a sus 
hijos/as.
40 
escuchar a los/as demás permitiendo la libre expresión de pensamientos y 
sentimientos. Esto implica la actitud que tomes al escuchar, la importancia 
que le des a los mensajes que emiten los/las demás y las emociones que 
están experimentando todas las partes. Recuerda que el tono que 
empleamos al transmitir los mensajes dependerá de nuestro estado de 
ánimo, así como su interpretación; por esta razón es importante que estés 
pendiente de tus emociones para no obstaculizar la comunicación. 
 
Recuerda
 
o Ten interés por conocer al otro/a y exprésate en un lenguaje que ambos 
entiendan. 
o Sé respetuoso/a. 
o Ten muy en cuenta tus necesidades, intereses y emociones, así como los 
de la otra persona. 
o Sé creativa/o, busca otras formas de comunicarte y expresarte. 
o Procura que tus mensajes verbales y no verbales sean congruentes para 
evitar confundir. 
o Escuchando a tus hijos e hijas les enseñas a escuchar. 
 
 
 
Escucha activa 
Uno de los principios más importantes y difíciles para comunicarte con tus 
hijas/os es saber escucharles, ya que generalmente tú como padre o madre 
estás tan interesado/a en comunicar tus sentimientos y pensamientos que 
no escuchas el punto de vista de ellos/as. 
La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el 
punto de vista del que habla. Es escuchar no sólo lo que la persona está 
expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o 
pensamientos que están detrás de lo que está diciendo. Para llegar a 
41 
entenderlo debes utilizar otras habilidades como la empatía, de la que se 
habló antes. 
 
Recuerda
 
o Inicia las frases con la palabra “YO”. 
o Prepárate a escuchar. 
o Observa al otro/a: identifica el contenido de lo que dice, los objetivos y 
los sentimientos. 
o Exprésale sinceramente que lo escuchas con comunicación verbal (“ya 
veo”, “umm”, “uh”, etc.) y no verbal (contacto visual, gestos, inclinación 
del cuerpo, etc.). No olvides que tu rostro y sus expresiones reflejan el 
interés que tienes hacia tus hijos e hijas. 
o Pon atención, no te distraigas. 
o Trata de no interrumpir a tu hijo/a. 
o No juzgues y evita usar el “síndrome del experto” (ya tienes las 
respuestas al problema de la otra persona, antes incluso de que te haya 
contado la mitad). 
o No ofrezcas ayuda o soluciones prematuras. 
o No rechaces lo que tu hijo/a esté sintiendo, por ejemplo: “no te 
preocupes, eso no es nada”. 
o No contra-argumentes, por ejemplo, si te dice “me siento mal” y tú 
respondes “y yo también”. 
 
 
 
Comunicación asertiva14
La comunicación asertiva implica poder expresar el enojo, reclamar lo que 
consideras injusto y mostrar con claridad tus pensamientos y sentimientos 
en cada ocasión, con la condición necesaria de poder hacerlo de manera no 
destructiva, sin ponerte a ti o a los demás en riesgo. Las personas que la 
emplean son capaces de expresar lo que sienten y lo que piensan sin agredir 
y/o someter a otros/as: “esto es lo que pienso, esto es lo que siento, lo que 
 
 
14 Tomado de Corsi, 2006 y Fernández, s.a. 
42 
necesito o deseo, ésta es la forma en la que veo la situación”, defendiendo 
con decisión y firmeza sus derechos, sin atropellar los derechos de los 
demás. Su finalidad principal es dar un mensaje positivo que ayude a 
expresar sentimientos sin necesidad de agredir. 
Dentro de la familia, la asertividad te ayudará a comunicarles a tus hijos/as 
tus emociones y puntos de vista ante un desacuerdo, lo que facilitará formar 
relaciones de confianza, sanas y cercanas con ellos/as. 
 
La asertividad se sitúa en un punto intermedio entre otras dos conductas 
probables:15
 
 
 
Pasividad Agresividad
 
 
Ejemplo: 
Hija: “Mamá, ¿puedo salir a jugar?”. 
Mamá: “Hija te pedí que recogieras tu cuarto y terminaras tu tarea”. 
Respuesta agresiva: implica atacar a otra persona, ser dominante, 
provocadora o quizá hasta violenta. Las consecuencias pueden ser 
destructivas tanto para los demás como para ti. 
Hija: “Ay mamá, me choca recoger mi cuarto. ¿Qué acaso no tienes idea de 
que estoy cansada de la escuela?, ¡sólo piensas en ti!”. 
Respuesta pasiva: la persona se retira, se pone nerviosa y evita la 
confrontación; usualmente deja que las demás personas piensen por ella, 
tome las decisiones y le digan qué hacer. 
 
15 Basado en Welland, 2000. 
43 
Mamá: se siente culpable, se muestra pensativa y prefiere no decirle nada y 
dejarla salir a jugar. Se siente enojada, triste y siente que es injusta esta 
situación pero no hace nada para cambiarla. 
Respuesta pasivo-agresiva: con esta conducta la persona no es directa 
en las relaciones con los demás, ni acepta lo que está pensando, pero se 
desquita indirectamente. Este tipo de conducta produce confusión, ya que la 
otra persona siente el ataque pero no sabe por qué y la persona que la 
atacó puede actuar como si no hubiera hecho nada, interpretando su 
reacción como demasiado sensible. 
Mamá: la deja salir pero cuando llega y se tropieza sin querer con su pie, 
ella reacciona muy exaltada. “¡Ay hija ten cuidado! ¿Por qué no te fijas 
cuando caminas?”. 
Respuesta asertiva: esta conducta implica conocimiento de lo que sientes 
y quieres. Expresas sincera y directamente tus sentimientos sin violar los 
derechos ajenos, aceptando la responsabilidad de tus sentimientos y 
acciones. 
Mamá: “Me molesta que me contestes así. Comprendo que estás cansada, 
sin embargo, recuerda que uno de tus deberes es levantar tu cuarto para 
tener un orden y limpieza. ¿Qué te parece si descansas un poco y después 
recoges tu cuarto y al terminar tendrás toda la tarde libre para jugar lo que 
quieras, para que cuando acabes de jugar puedas irte a acostar?”. 
Hija: “Si mamá, me parece bien tu idea, disculpa si no te contesté bien”. 
 
 
 
 
 
 
44 
Evitan mostrar sus 
sentimientos o 
pensamientos por temor 
a ser rechazados/as o 
incomprendidos/as o por 
no querer ofender a otras 
personas.
No valoran sus propias 
opiniones y necesidades, 
dándole mayor valor a los 
demás.
Sobrevalora las opiniones 
y sentimientos 
personales, obviando o 
incluso despreciando los 
de los demás.
Les dan la misma 
importancia a las opiniones 
propias y de la demás. Parte 
del respeto hacia los/las 
demás y hacia uno/a 
mismo/a, planteando con 
seguridad y confianza lo que 
se quiere, aceptando que la 
postura de los/las demás no 
tiene por qué coincidir con la 
propia y evitando los 
conflictos de forma directa, 
abierta y honesta.
AsertividadPasividad Agresividad
 
La asertividad se puede inclinar un poco hacia la pasividad o la agresividad 
dependiendo de la situación en la que estés; aunque en ocasionesnecesitarás tener más fuerza o sutileza al comunicarte, lo importante es no 
llegar a la pasividad o a la agresión. 
 
Recuerda
 
o Establece contacto visual con las personas.16
o Iniciar las frases que uses con “YO”. 
 
o Dirigir el mensaje directamente a la persona a quien va dirigido, sin 
intermediarios. 
o Transmitir los mensajes con palabras sencillas y evitando frases 
agresivas. 
o Pide lo que quieres sin exigirlo. 
o Expresa tus sentimientos. 
 
16 Tomado de Grupo de Educación Popular con Mujeres, 2003. 
45 
o Da cumplidos y expresa tus percepciones sinceramente y acéptalas 
cuando los demás lo hagan. 
o Si no estás de acuerdo, está bien, exprésalo, pero no te manifiestes de 
forma agresiva. 
o No confundas agresión con asertividad. La agresividad es una acción 
contra los otros. La asertividad es enfrentarse apropiadamente a los 
problemas por sí mismo. 
 
 
Como ya vimos, aprender diferentes habilidades sociales te ayuda a mejorar 
las relaciones que tienes con los diferentes miembros de la familia. Es 
importante recordarte que nadie nace sabiendo usarlas: conocerlas es parte 
del aprendizaje de la vida, y como todo conocimiento nuevo es necesario 
practicarlas constantemente, sabiendo que poco a poco las irás 
incorporando a tu vida, tras varios intentos. Es decir, las habilidades sociales 
son como aprender a patinar: te pones los patines y te caes varias veces 
hasta que dominas la técnica. Ese dominio de la técnica permite que lo 
hagas cada vez de manera más automática, sin pensarlo, pero poco a poco 
querrás dominar trucos nuevos más desafiantes que te incitan a volver a 
practicar y a caerte. 
De la misma manera debes de aprender, practicar y caerte hasta dominar 
tus habilidades sociales. Una vez que comiences a hacerlo, estarás 
enseñando a tus hijos/as el valor de utilizarlas en sus relaciones 
interpersonales, así que ¡no desesperes! Y ¡ponlo en práctica! 
46 
 
 RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS 
 
Dentro de las relaciones familiares es muy común que surjan conflictos 
debido a las diferencias de intereses, necesidades, gustos y opiniones de 
cada integrante. Estamos acostumbrados/as a ver el 
conflicto de forma negativa, porque usualmente 
reaccionamos de forma violenta o lo evitamos 
constantemente, sin llegar a resolverlo, ocasionando 
malestares y desgastando la relación que llevamos con 
nuestra familia. Lo anterior se debe a que no nos han 
enseñado a enfrentar los conflictos y porque no 
conocemos maneras positivas de resolverlo, por ello es 
indispensable aprender formas nuevas para manejarlo. 
Cuando nos enfrentamos a un conflicto y lo enfrentamos de manera positiva 
iniciamos un proceso que nos brinda la oportunidad de llegar a un acuerdo 
con nuestros hijos/as y con los demás miembros de la familia, desarrollar 
habilidades, y definir y redefinir una relación. También nos permite tener un 
crecimiento personal. 
Nunca olvides que los conflictos SIEMPRE estarán presentes en la vida; no 
hay que temerles sino aprovecharlos para generar cambios en nuestra 
persona, en las relaciones con los demás o en las situaciones que 
enfrentamos. 
La resolución de un conflicto implica un cambio en las actitudes que lo 
mantienen; supone dejar de percibir a los hijos/as, o a los/las demás 
implicados/as, como enemigos/as. Para lograrlo existen dos métodos que 
puedes utilizar. Éstos son: 
o Mediación 
o Negociación 
47 
 
La voz de los niños y las niñas…
 
 
 
Mediación 
En la mediación es necesario que intervenga un tercero imparcial que les 
ayude a encontrar una solución sin quitarle la responsabilidad a las partes 
afectadas de la decisión tomada. Por ejemplo, cuando se presenta un 
desacuerdo entre hermanos/as, éste tercero puede ser el papá o la mamá, 
que escucha a ambas partes fomentando que sean ellos/as quienes lleguen 
a una solución. 
 
Negociación 
Por otra parte, en la negociación las personas que están en desacuerdo 
exponen sus puntos de vista, llegan a acuerdos en los que ambos ceden en 
algo pero tomando en cuenta la satisfacción de sus necesidades. Un claro 
ejemplo en el que se pone en juego la negociación es el momento en que se 
comunican las necesidades de cada miembro de la familia a la hora del 
establecimiento de las reglas. 
Niños y niñas sugieren alternativas para no discutir con 
mamá y papá cuando alguno/a de los dos está enojado/a… 
“Irme al patio... cuando esté con mi abuelita y se enoje irme 
al primer piso y subirme a mi casa” 
“Puedo decirle a mi papá cómo me siento” 
¿Cuál alternativa (diferente a la que usas generalmente) 
sugieres tú para evitar discusiones con tu hijo/a? 
48 
En las relaciones familiares es muy importante aprender a negociar con 
nuestros/as hijos/as y con los demás miembros de la familia, pues de esta 
manera estaremos contemplando las necesidades y puntos de vista propias 
y también los/las de los demás, al tomar una decisión familiar o para 
solucionar conflictos por desacuerdos. 
Para llevar a cabo una negociación satisfactoria es importante que puedas 
definir el conflicto que tienen y establecer claramente lo que es necesario 
resolver para cada parte, así como identificar las emociones implicadas y el 
origen de éstas. Es indispensable que desarrolles ciertas habilidades sociales 
que te permitan mantener una interacción familiar agradable, como las que 
hemos mencionado (autoconocimiento, autoestima, 
comunicación, empatía). 
También se requiere impulsar la cooperación y la 
colaboración que permiten favorecer nuevas formas 
de relación, ya que fomentan la convivencia y la 
aceptación de las diferencias que cada integrante de 
la familia pueda tener, favoreciendo que los intereses 
y las necesidades de todos/as queden satisfechos. 
Es muy importante que tú, como papá o mamá 
promuevas, a través del ejemplo y mediante el 
establecimiento de reglas, la cooperación y la 
colaboración en tu familia, ya que serán 
indispensables para la resolución de conflictos sin 
utilizar la violencia. 
Conocerte (saber cuáles son tus necesidades, deseos, 
valores y capacidades) te permitirá tener empatía y cercanía con tus 
hijos/as. Así, cuando surja un conflicto en la relación que tienes con tus 
hijos/as, si le sumas la cooperación y colaboración conjunta les será más 
sencillo encontrar una solución que implique un beneficio para todos/as a 
través de la negociación. Una vez que comiencen a utilizar la negociación en 
su vida se podrán establecer los límites necesarios y, por consiguiente, 
podrán inculcar la disciplina en sus hijos/as. Esto es: 
 
¿SABÍAS QUE?
Hay cooperación 
cuando…
- Se promueve el 
trabajo en equipo, 
compartiendo los 
quehaceres en casa.
- Se comparten 
responsabilidades y 
tareas.
- Las personas 
piden ayuda cuando 
la necesitan y la dan 
cuando se la 
solicitan.
- Se actúa de 
manera solidaria al 
surgir alguna 
emergencia en el 
hogar.
49 
 
 
AUTO-CONOCIMIENTO
AUTOESTIMA
CONOCIMIENTO
DE TUS HIJOS/AS
NEGOCIACIÓN
COOPERACIÓN
COLABORACIÓN
CONFLICTO
DISCIPLINA
LÍMITES
EMPATÍA
COMUNICACIÓN
 
Recuerda
 
Para poder llegar a una negociación no olvides tomar en cuenta antes y 
durante la negociación: 
o Busquen un lugar tranquilo y neutral para hablar. 
o Si se sienten enojadas/os, aléjense y tómense un tiempo fuera para 
relajarse. Luego vuelvan a hablar. 
o Tanto tú como tus hijos/as tienen derechos y compromisos. 
o Escuchen con respeto el punto de vista del otro/a. 
o Consideren las necesidades del otro/a. 
o Recuerda emplear todas las habilidades sociales que hasta ahora has 
aprendido. 
50 
 
Hasta ahora hemos trabajado varios temas que te pueden ser útiles en la 
crianza de tus hijos e hijas, como los derechos humanos, la crianza y sus 
diferentes estilos; alternativas, estrategias y sugerencias para educar a niños 
y niñas que ayuden en mejorar su desarrollo y el tuyo. También exploramos 
ciertas habilidades que es preciso tener para que tus relaciones familiarese 
interpersonales sean más armónicas y puedas establecer una comunicación 
efectiva y asertiva, donde contemples las necesidades, los derechos, 
emociones, deseos, valores e intereses propios y de los/as demás, y de esta 
forma puedas encontrar acuerdos satisfactorios para todos/as, utilizando la 
negociación. 
Todo lo anterior está presentado con el objetivo de ofrecer herramientas 
diferentes y útiles, pero no olvides que la información que te brindamos es 
una guía que debe ser adaptada a tu realidad. También es una invitación a 
experimentar nuevas formas de ser padre o madre, a equivocarte y volverlo 
a intentar hasta encontrar la mejor manera de relacionarte con tus hijos e 
hijas. Será un ejercicio que te pedirá esfuerzo y constancia. No te 
desanimes. Recuerda que todos tus nuevos aprendizajes serán también 
enseñanzas que estarás brindando a tus hijos e hijas. 
51 
 
√ REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 
 
• Badillo, K. (2004). Propuesta de un taller reflexivo-vivencial para mejorar 
el vínculo afectivo entre madres e hijos. Tesis de licenciatura. Facultad de 
Psicología, UNAM. 
• Cervantes, F. (2006). Promoviendo la cultura del buen trato: guía 
metodológica. México: Corazonar. 
• Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (2005). Marco 
conceptual educativo de la CDHDF. México: autor. 
• Corsi, J. (2006). Violencia masculina en la pareja. Una aproximación al 
diagnóstico y a los modelos de intervención. México: Paidós. 
• Fernández, F. (s.a). Planeando tu vida, manual para facilitadores. México: 
¿Ideáme? IMIFAP. 
• Grupo de educación popular con mujeres (2003). Contra la violencia 
eduquemos para la paz. Por ti, por mí y por todo el mundo. Carpeta 
didáctica para la resolución creativa de los conflictos. México: GEM. 
• Heredia, B. (2005). Relación madre-hijo: el apego y su impacto en el 
desarrollo emocional infantil. México: Trillas. 
• Hernández, L. (1999). Hacia la salud psicológica. México: Universidad 
Nacional Autónoma de México. 
• Pick, S., Givaudan, M. y Martínez, A. (1996). Aprendiendo a ser papá y 
mamá. México: ¿Ideáme? IMIFAP. 
• Welland, C. (s.a.). Los papás ejemplos, guías y fuerzas para sus hijos. 
Manual de apoyo (sin publicar). 
• Welland, C. y Wexler, D. (2000). Sin golpes. México: Pax México. 
 
Año de Impresión: 2011 Primera Edición
	portada
	Cómo educar a hijos e hijas sin lastimar.pdf
	Cómo educar a hijos e hijas sin lastimar-55
	contra

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