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De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica María Alejandra Cadena Mamián Yesica Paola Céspedes Jaramillo Angélica María Gómez Álvarez Luisa Fernanda Velásquez Dimas Trabajo de investigación para optar al título de Licenciado en Educación Básica con Énfasis en Humanidades y Lengua Castellana Tutor Vanesa Castrillón Monsalve Magíster (MSc) en Educación Universidad de Antioquia Facultad de Educación Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Humanidades y Lengua Castellana Amalfi, Antioquia, Colombia 2022 Cita Cadena, M., et al. (2022) Referencia Estilo APA 7 (2020) Cadena, M., et al. (2022). De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica. [Trabajo de grado profesional]. Universidad de Antioquia, Amalfi, Colombia. Biblioteca Sede Amalfi Repositorio Institucional: http://bibliotecadigital.udea.edu.co Universidad de Antioquia - www.udea.edu.co Rector: John Jairo Arboleda Céspedes. Decano/Director: Wilson Bolívar Buriticá. Jefe de Departamento: Cártul Vargas Torres. El contenido de esta obra corresponde al derecho de expresión de los autores y no compromete el pensamiento institucional de la Universidad de Antioquia ni desata su responsabilidad frente a terceros. Los autores asumen la responsabilidad por los derechos de autor y conexos. Tabla de contenido Resumen 8 Abstract 9 Introducción 10 1 Planteamiento del problema 12 1.1 Antecedentes 14 2 Justificación 19 3 Objetivos 20 3.1 Objetivo general 20 3.2 Objetivos específicos 20 4 Problema de investigación 21 4.1 La función de la LIJ en el desarrollo de la competencia literaria. 22 4.2 Mediación de lectura: más que animar libros y entretener. 26 4.3 La didáctica en la escuela 35 4.4 Instrumentalización de la LIJ 39 5 Metodología 42 6 Resultados 46 7 Análisis de resultados 77 8 Conclusiones 90 Referencias 93 Lista de tablas Tabla 1. Cronograma ................................................................................................................. 45 Tabla 2. Entrevista docente primaria .......................................................................................... 46 Tabla 3. Guía metodológica de primaria. ................................................................................... 53 Tabla 4. Guía Metodológica séptimo D. ..................................................................................... 62 Tabla 5. Entrevista docente séptimo D ....................................................................................... 75 Lista de imágenes Figura 1. Nombra algunos cuentos o libros leídos. ..................................................................... 48 Figura 2. ¿Cuál es tu libro o cuento favorito? ............................................................................. 49 Figura 3. ¿Cuál es tu película o serie favorita? ........................................................................... 50 Figura 4. ¿Normalmente en qué espacio te gusta leer? ............................................................... 50 Figura 5. Cuando lees en la escuela ¿por qué lo haces? .............................................................. 51 Figura 6. Las lecturas en la escuela se hacen .............................................................................. 51 Figura 7. ¿Qué crees que es la literatura infantil? ....................................................................... 52 Figura 8. ¿Qué actividades has realizado luego de una lectura? .................................................. 52 Figura 9.¿Qué actividades te gustaría hacer después de una lectura? .......................................... 53 Figura 10. ¿Lees en casa? .......................................................................................................... 53 Figura 11. Estudiante A. Había una vez una caperucita ............................................................. 55 Figura 12. Estudiante B. Había una vez una caperucita .............................................................. 56 Figura 13. Estudiante C. Actividad: Un elefante Particular ........................................................ 56 Figura 14. Estudiante D. Actividad: Un elefante particular ........................................................ 57 Figura 15. Estudiante A. Actividad: Un elefante particular (parte dos) ....................................... 57 Figura 16. Estudiante B. Actividad: Un elefante particular (parte dos) ....................................... 58 Figura 17. Estudiante E. Actividad: Un conejito en la escuela (parte dos) .................................. 59 Figura 18. Estudiante F. Actividad: Un conejito en la escuela (parte dos) .................................. 59 Figura 19. Estudiante A. Taller. ................................................................................................. 60 Figura 20. Estudiante B. Taller. ................................................................................................. 61 Figura 21. Nombre de libro o libros que he leído y han sido de mi agrado.................................. 63 Figura 22. Nombre de mi libro favorito...................................................................................... 64 Figura 23. Nombre del libro o los libros que he leído y que no han sido de mi agrado ................ 65 Figura 24. Nombre del libro que más detesto ............................................................................. 65 Figura 25. Película, serie o novela favorita ................................................................................ 66 Figura 26. Mi canción favorita es:.............................................................................................. 67 Figura 27. Normalmente me gusta leer en: ................................................................................. 68 Figura 28. Me gustan los libros que tratan de: ............................................................................ 68 Figura 29. Prefiero leer: géneros ................................................................................................ 68 Figura 30. Me gusta leer: forma. ................................................................................................ 69 Figura 31. Cuando leo en la escuela lo hago porque: .................................................................. 69 Figura 32. Las lecturas en la escuela se hacen: ........................................................................... 69 Figura 33. Las lecturas en la escuela las elige: ........................................................................... 70 Figura 34. Me gustarían que las lecturas en la escuela fueran para: ............................................ 70 Figura 35. Después de una lectura en la escuela me ponen trabajos cómo: ................................. 71 Figura 36. ¿Cuál de los talleres que se implementaron durante las prácticas de las maestras en formación fue el que más te agradó o ayudó en tu proceso de formación? .................................. 72 Figura 37. Estudiante A: Mi cuerpo como territorio ................................................................... 72 Figura 38. Estudiante B: Taller escrito ....................................................................................... 73 Figura 39. Estudiante C: Taller Llegó Carta. .............................................................................. 73 Figura 40. Estudiante D. Taller Llegó Carta ............................................................................... 74 Figura 41. Estudiante E. Taller Llegó Carta. .............................................................................. 74 Siglas, acrónimos y abreviaturas LIJ Literatura Infantil y Juvenil UdeA Universidad de Antioquia IEEFB Institución Educativa Eduardo Fernández Botero CL Competencia Literaria TIC Tecnologías de la Información y la Comunicación PTA Programa Todos Aprender DBA Derechos Básicos de Aprendizaje De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 8 Resumen El escrito presenta la investigación que se realizó en la Institución Educativa Eduardo Fernández Botero (IEEFB) del municipio de Amalfi, Antioquia, a través de un contraste entre los grados séptimo y segundo frente a la instrumentalización lingüística de la literatura infantil y juvenil (LIJ) y las diferentes implicaciones que esto supone para el maestro y para las prácticas de enseñanza y las de aprendizaje. La investigación que se hizo incluye la implementación de talleres, la aplicación de encuestas y la realización de entrevistas a las maestras cooperadoras, estrategias que permiten encontrar resultados y a partir de estos conversar con referentes teóricos que reflexionan sobre aspectos relacionados con dicha instrumentalización y la promoción de la LIJ en la escuela, por lo que se presenta un análisis de lo encontrado en cada uno de los grupos y un paralelo entre ellos, lo que a su vez ayuda a concluir aspectos enmarcados en la manera en que se dan las relaciones de los estudiantes y maestros con la LIJ en la Institución. Palabras clave: Literatura infantil y juvenil, instrumentalización, escuela, libros, lenguaje estético. De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 9 Abstract The written present the investigation made in the Educational Institution Eduardo Fernandez Botero (IEEFB by its acronym in Spanish) of Amalfi Antioquia. The investigation was made through a contrast between the seventh grade and second grade about the linguistic instrumentalization of children and young people's literature (LIJ by its acronym in Spanish) and the different implications that this present for the teachers, for the practice of teaching and the learning. This work includes the implementation of educational workshops, the application of surveys and the conduction of interviews to cooperating teachers. These strategies allow students to get results and compare them with the theoreticals referents who have reflected on the linguistic instrumentalization of childrens and young people's literature in the school. The outcome of the investigation is an analysis of the findings in every one of the groups and a comparison between them to conclude how the students and teachers are interacting with the childrens and young people's literature in the school. Keywords: childrens and young people's literature, instrumentalization, scool, books, esthetic language. De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 10 Introducción La literatura Infantil y Juvenil (LIJ) ha adquirido preeminencia en el ámbito educativo con gran fuerza y relevancia, convirtiéndose en la opción práctica de abordaje de la literatura en la escuela y generalizado su uso para la formación lectora, ahora bien, como lo menciona Teresa Colomer (1991), el uso que se le da a la misma se sigue inscribiendo principalmente en el terreno de la motivación lectora, lo que conlleva a una práctica inexistente de programación de actividades de análisis y comprensión, generando un empobrecimiento de la competencia lectora. Por otro lado, la literatura ha adquirido un carácter instrumental al servicio de intereses pedagógicos y didácticos, es decir, que ha llegado al aula de clase no como un goce para el que enseña y aprende, sino como un medio para la adquisición de saberes específicos, además dentro de las perspectivas de abordaje de la LIJ en la escuela, se evidencia el uso de la misma para el tratamiento de situaciones moralizantes que busca fortalecer la aprehensión de valores en los estudiantes de los primeros grados. Y para el caso de los jóvenes de grados superiores, la literatura en general es llevada al aula para enseñanza y el abordaje de movimientos literarios, que lleva al estudiante a una memorización de autores, fechas y libros, además de la búsqueda de una comprensión lectora en pro de mejorar capacidades para futuras pruebas de estado. En este sentido, las maneras de incorporación de la literatura en el currículo y en las aulas de clase nos invitó a realizar un proceso de investigación que centró su mirada en los modos en los que se instrumentaliza la literatura en la escuela, específicamente la infantil y juvenil a partir de reflexiones y la puesta en marcha de dinámicas diversas y conscientes. En relación con esto, se indagó por el valor y el uso de la LIJ, realizando un acercamiento a las maneras en que se trabaja con ella, en el grado segundo C y séptimo D de la Institución Educativa Eduardo Fernández Botero, del Municipio de Amalfi. Para el desarrollo de este proceso investigativo se implementaron una serie de herramientas como entrevistas, encuestas, talleres y reflexiones pedagógicas, que ampliaron el panorama acerca del tratamiento y el uso que se la da a la LIJ en la IEEFB, ahora bien, cabe aclarar que este proceso investigativo se enmarcó dentro de las nuevas configuraciones pedagógicas que trajo consigo la pandemia mundial por el virus del COVID-19, en tal sentido, el trabajo desarrollado con docentes y estudiantes, se dio de manera sincrónica, asincrónica, virtual y presencial con ciertas restricciones, implicando un mayor esfuerzo para los involucrados en el proceso. De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 11 Es así como se desarrollaron metodologías para la implementación de talleres virtuales y presenciales que contrastan el uso instrumental y por otro lado el uso dinámico que se le puede dar a la LIJ; además se indagó por las posturas de los sujetos fuente de esta investigación y se compararon las dinámicas escolares y pedagógicas respecto a la literatura que se presentan tanto en el grado segundo C como séptimo D de la institución. De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 12 1 Planteamiento del problema La manera en que se lleva a la LIJ a las aulas de clase es un campo poco explorado en el país, por lo que este trabajo investigativo tiene como objetivo indagar acerca del rol que ha tenido esta literatura en el currículo escolar de la IEEFB del municipio de Amalfi- Antioquia y, el modo en que es implementada en el aula de clase, dado que en ocasiones se vislumbra una instrumentalización que versa principalmente sobre la enseñanza de la lengua o como extensión del canon literario, lo cual ha generado que se pierda el valor que tiene desde los componentes estéticos, éticos, políticos y la versatilidad de los lenguajes que integra, que son multimodales como en el caso del libro-álbum, en el cual se contempla la interrelación entre imagen y texto, convirtiéndola en una herramienta que posibilita en los lectores de todas las edades, el disfrute y la formación crítica en ámbitos sociales y personales. El acercamiento de los estudiantes a la LIJ en la primaria está mediado por dos tipos de lecturas, una relacionada con la corrección de conductas (moralizadoras) que mediante ejemplos básicos buscan que el individuo cree conciencia ante determinada situación; la otra enfocada en la comprensión lectora, debido al imaginario de los mediadores de lectura que relacionan la LIJ con lenguajes sencillos, fáciles de entender. La utilización de este tipo de literatura fue denominada por Juan Cervera (2003) como literatura instrumentalizada, esto es, libros que: [...]aparecen en series en las que, tras escoger un protagonista común, lo hacen pasar por distintos escenarios y situaciones: la playa, el monte, el circo, el mercado, el zoo, el campo, la iglesia, el colegio, la plaza... O bien aquellos que se crean como extensión para ejercicios de gramática u otras asignaturas. Está claro que en todas estas producciones predomina la intención didáctica sobre la literaria. (p.2) Sin embargo, la perspectiva que se tiene de la enseñanza de la literatura en la secundaria difiere en la medida que se considera necesaria la formación en literatura nacional, movimientos y manifestaciones literarias, memorización de nombres de autores, fechas y por supuesto, la comprensión de los textos que está arraigada a la competencia textual y a la formación para los buenos resultados en las pruebas estatales. Además de lo antes mencionado, cabe destacar que la asignatura de Lengua Castellana comprende un aproximado de cincuenta y nueve horas semanales para toda la institución, de las De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 13 cuales ocho de estas se destinan para el grado primero, claro está que esta estructura curricular está organizada para una educación presencial. Ahora bien, en el panorama que se ha tenido en la implementación de los instrumentos para avanzar en el proceso de esta investigación, resulta interesante que se han brindado dos momentos importantes que hacen de las dinámicas escolares contextos diversos para entender las mediaciones que se hacen de la LIJ, esto a raíz de lo vivido en el marco de la pandemia por el Covid- 19. En un primer momento, donde se dio prioridad a la cuarentena preventiva y donde las herramientas tecnológicas fueron las aliadas para los procesos de enseñanza y aprendizaje, se hizo notorio que tanto los docentes como los estudiantes tuvieron que adaptarse a este nuevo contexto pedagógico, por lo que el proceso se ciñó a la elaboración de guías de aprendizaje que articulaban a través de las diferentes actividades propuestas, una serie de saberes para alcanzar. Por otro lado, y teniendo en cuenta que el uso de diferentes medios tecnológicos para llevar a cabo encuentros virtuales donde se daba un enfoque más catedrático de las diferentes materias y asesorías de las mismas, los resultados obtenidos no fueron los mejores, en tanto la dinámica exigía autonomía por parte de los estudiantes, mayor dominio de los docentes acerca de las TIC y por el déficit en la cobertura de internet del municipio. En un segundo momento, dando paso a la nueva normalidad, se destaca el regreso paulatino a la presencialidad. En este retorno, los estudiantes fueron organizados en dos subgrupos, los cuales tenían una jornada de tres horas en la institución educativa y el resto del tiempo era para la resolución de guías. En esta etapa se pudo identificar la poca promoción de la LIJ y la instrumentalización de la misma, debido a que en las guías se tomaban fragmentos que eran sujetos de análisis sintácticos, semánticos y lingüísticos. Frente a la misma instrumentalización que se pudo evidenciar con la elaboración de las guías es necesario mencionar que las dinámicas institucionales, independientemente del hito histórico por Covid-19, suelen estar mediadas por la poca divulgación de la LIJ, ejemplo de ello es la presencia de un plan lector que no se lleva a la práctica lo que impide fortalecer la competencia lectora de los estudiantes y generar un disfrute de la literatura, así como la poca utilización que se hace de los espacios destinados para dicha promoción, tal como la biblioteca institucional. En este lugar se desarrollan algunas actividades enmarcadas en la promoción de la lectura (principalmente con los grados de la primaria), pero en ella no hay una circulación actualizada de libros y, según los mismos estudiantes, no se seleccionan y se depuran los textos. Esta situación, De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 14 además de la infraestructura gris y llena de anaqueles muertos hace que no sea un sitio en el que se pueda promover la LIJ y que no sea un referente a la hora de proponer material para el desarrollo de las clases. En la institución educativa, tal como se mencionaba antes no se cuenta con un plan lector funcional, lo cual también hace que la planificación de las lecturas sea de acuerdo a la mirada y necesidad de cada docente, por lo tanto, los textos que se seleccionan son variados, sin secuencia y más desde el canon literario. Esta práctica aún no ha sido puesta en tensión por parte de los docentes, quienes hasta el momento no han proyectado una estrategia que permita dar más valor a la LIJ y transformar las prácticas de enseñanza. En este sentido, el trabajo de investigación que se adelanta se sirve de diversas metodologías para poner en evidencia cómo la LIJ ha sido instrumentalizada y cómo esto supone ventajas y desventajas para el maestro y para la formación literaria del estudiante, así como la necesidad de que sea o no transformado para propiciar otra realidad en el contexto escolar. 1.1 Antecedentes Este apartado es el resultado del rastreo activo en bases de datos y repositorios universitarios sobre la literatura en la escuela, su incursión en el currículo escolar y la posible instrumentalización o subyugación ante la enseñanza de aspectos lingüísticos que siendo así estaría en contra de los actuales postulados de la didáctica de la literatura infantil y pedagogía la cual favorece el ocio en el aprendizaje de los estudiantes, refiriéndose a esto Cervera.(1989) en su texto En torno a la literatura Infantil dice: En el caso de imponerse esta literatura infantil instrumentalizada nos veríamos abocados a una crisis de la literatura de creación para los niños, los autores quedarían desplazados por equipos técnicos de producción, abundaran más libros didácticos que los libros con respuesta y la literatura infantil quedaría ahogada por la industria. Lamentablemente algunos de estos síntomas no están ausentes del panorama de la producción actual de libros para niños (p.161). En este sentido, se realizó la búsqueda de investigaciones que ayudaron a consolidar esta investigación desde diferentes ámbitos, pero que su enfoque estuviera relacionado y posibilitará dar cumplimiento al objetivo de esta. Por efectos de relación y pertinencia se centró la atención De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 15 en tesis internacionales, nacionales y locales, resaltando aspectos conceptuales o metodológicos de dichas investigaciones que en alguna medida aportaron al desarrollo de este trabajo investigativo. Una de las primeras tesis internacionales analizadas se titula “Incentivar el gusto por la lectura en niños de educación primaria”: Círculo de lectura para docentes (2016) presentada a la Universidad Iberoamericana de Puebla por Leandro Aco, cuyo principal objetivo fue motivar a los docentes para que ampliaran su repertorio de textos literarios, ya que esto les permite despertar el gusto por la literatura en los estudiantes, a través de círculos de lectura, conversatorios y socialización de estrategias aplicables para los diferentes grados. El autor parte de que el ejercicio lector es visto con malestar por los estudiantes, debido a posibles malas experiencias frente a su formación literaria y por ello plantea un ruta de intervención bajo cuestiones sobre las maneras de incentivar el gusto por la literatura en niños de educación primaria, cuando sus referentes o lectores modelos como los docentes no tienen el hábito de la lectura y las estrategias que deberían aplicarse para mejorar los niveles de desempeño que actualmente se tienen en relación con la habilidad lectora por parte de los alumnos. El autor en el capítulo de marco conceptual hace una división de acuerdo a los conceptos principales de la investigación: lectura, competencia lectora y literatura; se apoya en autores cómo Emilia Ferreiro, Margarita Gómez Palacio, Juan Cervera y entidades como la Real Academia de la Lengua Española y PISA. Dentro de las principales observaciones que Aco (2016) hace alrededor de los textos citados en su trabajo está la importancia de la lectoescritura como indicador del éxito escolar, siendo la literatura una constante determinante en el enriquecimiento del proceso lectoescritor, además de fortalecer la imaginación, la inventiva y el pensamiento abstracto en los niños y jóvenes. El autor expone que el papel de lector modelo en la etapa escolar recae directamente sobre los docentes y que del bagaje lector y el interés que estos muestren por la literatura dependerá la aprehensión de un hábito saludable. La tesis es de corte cualitativo, en ella el investigador implementó actividades de intervención a veinte docentes de la Escuela Primaria Aquiles Serdán (dieciséis mujeres y cuatro hombres) durante tres sesiones de tres horas cada una; al iniciar cada encuentro siempre hubo una pregunta exploratoria y motivadora hacia la lectura, desde los intereses y experiencias de los lectores que sirvieron para hacer un reconocimiento de los conocimientos sobre literatura, autores y títulos que tenían los docentes, además de implementar otras preguntas como dinamizadoras de las De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 16 sesiones. El investigador eligió los círculos de conversación, debate y lectura mezclados con test, como instrumento de investigación, pues consideró que estos dan información de primera mano, aprovechando que el grupo de intervención no fue muy amplio y facilitó la puesta en práctica. Cada sesión contó con una planeación detallada que contenía objetivos, aspectos a cubrir, duración en horas, evaluación del encuentro y materiales. Basados en la lectura del trabajo, la puesta en práctica de los encuentros mejoró significativamente las relaciones laborales entre los docentes y posibilitó un intercambio de experiencias enriquecedoras que sin lugar a duda dieron ideas de diversificación literaria personal, además de la que se lleva al aula buscando despertar el deseo lector de los estudiantes. Siguiendo un poco el plano internacional, se consultó la tesis de Daniel Pelcastre Guzmán, un mexicano que en su trabajo de grado Esa llama suave que llamamos literatura: una aproximación al proceso de selección de textos literarios para alumnos de la Escuela Nacional Preparatoria presentó la dificultad que se tiene a la hora de seleccionar los textos literarios en la Escuela Nacional Preparatoria de México, la responsabilidad de los docentes en ello y la forma en que los textos seleccionados impactan a los estudiantes. Una de las grandes preguntas que hace esta tesis está relacionada con la manera en que la Escuela Nacional Preparatoria de México ha elegido ciertos libros de texto y cómo se modifica el recurso bibliográfico a través de los tiempos. De igual manera, se pregunta por la responsabilidad que asumen los docentes a la hora de seleccionar el material literario para sus estudiantes; es decir que tiene como propósito identificar la forma en que son seleccionados los textos por parte de los docentes y la relación de una visión historicista en ello. El enfoque metodológico de esta investigación se fundamentó en la experiencia docente del investigador, análisis de estatutos y documentos de la Escuela Nacional Preparatoria de México y algunas conversaciones con los estudiantes y profesores; asunto por el que también se tuvo en cuenta en nuestra investigación, así como el hecho de que plantea elementos relacionados con los enfoques bajo los que se instrumentaliza a la literatura (la historia en este caso). Después de las entrevistas y análisis, en la tesis de Daniel Pelcastre Guzmán se plantea como conclusión que la selección de textos literarios en la Escuela Preparatoria de México es el resultado de la conversación entre los intereses de los docentes y el currículo. De igual manera, plantea que la lectura literaria en el lugar de investigación debe estar fundamentada en un interés por despertar en estos una experiencia significativa, dado que se habla de lectores jóvenes. De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 17 Nuestro trabajo investigativo estuvo relacionado con la experiencia lectora en tanto se indagó acerca de la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil con fines lingüísticos en primaria y en secundaria. La visibilización que se hace en la tesis de Daniel Pelcastre Guzmán acerca del rol que tiene el maestro en la selección de textos literarios permite avanzar en la investigación acerca del canon, dado que esta figura es importante en la dinamización del currículo, en la mediación de los intereses propios del maestro, de los estudiantes y la institución. Además de lo anterior, lo planteado a lo largo del trabajo posibilita preguntarse por la forma en que se establecen los cánones de literatura a partir de la historia y cómo una visión historicista de la literatura perpetua algunos textos literarios trabajados en la Escuela. Según esto, puede tomarse como antecedente en la medida en que se encuentran resultados acerca de la instrumentalización de la literatura para asuntos históricos que perpetúan el canon literario. Además de la semejanza en cuanto a lo que se indaga y parte del público (jóvenes), podría decirse que esta tesis también guarda relación con nuestro proyecto de investigación en lo metodológico, debido a que, al igual que nosotras, utilizó la experiencia docente del investigador, análisis de estatutos y documentos de la escuela y algunas conversaciones con los estudiantes y profesores. Otra de las fuentes que aportó a nuestra investigación fue la tesis local de Betancur, et al. (2018) La Literatura Infantil y Juvenil, desde la Gamificación: Un escenario posible para la formación literaria en la básica primaria. Dado que esta tesis se realizó en el marco de proyecto investigativo de la práctica docente, en la línea de formación: Enseñanza de la Lengua y de la Literatura, de maestría en educación de la Universidad de Antioquia Durante el desarrollo de la implementación de estrategias mediadas por la técnica de gamificación las autoras iniciaron un proceso de búsqueda de investigaciones que permitió consolidar, estudiar y revisar desde diferentes ámbitos algunas propuestas similares o que se acercarán a la temática abordada y, cuyo enfoque de estudio tuviera relación con el cumplimiento de los objetivos de esta, a partir de las siguientes categorías: Formación literaria, Literatura infantil y juvenil y Gamificación, las cuales afianzaron la reflexión y la enseñanza de LIJ desde las concepciones planteadas por diferentes autores entre ellos Colomer en sus textos: De la enseñanza de la literatura a la educación literaria (1991) y Andar entre libros: la lectura literaria en la escuela (2005) encontrando aportes valiosos que apoyaron en gran medida este trabajo y que permitieron fortalecer la construcción De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 18 conceptual del mismo. Teniendo como objetivo principal implementar prácticas de enseñanza en contextos educativos que posibilitaran la formación literaria de los estudiantes del grado tercero de Básica Primaria a partir de herramientas estratégicas como la gamificación que lleva al desarrollo cognitivo, la motivación, aprehensión del conocimiento y relaciones sociales en el aula de clase. Así como las autoras de esta tesis utilizaron la metodología cualitativa para indagar y conocer de manera más interactiva el transitar del saber pedagógico en la escuela, y la reflexión sobre la propia práctica; en este proyecto de investigación retomamos instrumentos y técnicas propias de la metodología cualitativa como formularios y talleres que sirven de insumos para recoger información más puntual y acertada de los estudiantes del grado segundo C y séptimo D de la IE. EFB respecto a los perfiles lectores, los hábitos de lectura, la formación literaria, el papel de los mediadores, entre otros con el fin de saber cómo intervenir con las estrategias planeadas. Se concluye afirmando que el desarrollo de diversas competencias en los estudiantes, tanto en la dimensión lingüística, semántica, pragmática favoreció y posibilitó una actitud diferente hacia la lectura y el uso de textos de LIJ, y donde se logró visibilizar que si los maestros implementan otras formas de llegar a los estudiantes su perfil lector, sus hábitos de lectura y fluidez incrementa significativamente, en este sentido el interés frente a la literatura y el proceso lector lo aviva quien lo lleva al aula de clase, pues desde estrategias como las que se implementaron en esta investigación propician otra forma de mirar el quehacer docente. De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 19 2 Justificación Leer es un ejercicio que comienza a temprana edad y se da desde los diferentes medios como la televisión, la radio, el libro entre otros y lleva al desarrollo cognitivo, la motivación, la aprehensión del conocimiento y las relaciones sociales especialmente en el aula de clase. Si bien, las primeras lecturas literarias posibilitan la construcción de un primer mundo imaginario del niño, se ha logrado identificar que poco se habla de la LIJ en el proceso de formación del lector literario. La LIJ en el aprendizaje literario escolar es fundamental tanto en la infancia como en la adolescencia, al posibilitar desde muy temprana edad imaginar, interpretar y comprender con facilidad, debido a que el lector se familiariza con las convenciones propias del lenguaje indispensable en la comunicación y con el contexto histórico en que los textos literarios se han producido, de ahí la importancia de la LIJ en los primeros años de la educación literaria de la persona. En este sentido, conocer la manera en que la LIJ se aborda en la IEEFB cobra mayor relevancia, pues históricamente la LIJ ha tenido excesiva dependencia de la educación, la doctrina, la moralidad y la instrumentalización y en cualquiera de estos casos en donde se sitúe estará condicionada a objetivos particulares. Juan Cervera en su texto En torno a la literatura infantil (1989) cita a Merlo (1976), al concordar que las obras infantiles no son para: [...]instruir, educar o moralizar. Ni tampoco que deban funcionar para mejorar el aprendizaje de la lectoescritura. La literatura infantil, tal como la concebimos, no es literatura didáctica." Y al defender "la independencia de la literatura infantil dentro del ámbito de la literatura contemporánea", no duda en afirmar que ha nacido para "goce exclusivo de los niños lectores. Nunca para catarsis de adultos escritores. (p.6). Teniendo en cuenta lo anterior y sumando a ello las diversas teorías y estudios que demuestran la necesidad de resignificar la LIJ en las escuelas resulta importante adelantar investigaciones en este campo desde el municipio de Amalfi, para no solo hacer una radiografía de tal situación en el territorio, sino también para generar posibles estrategias de mejoramiento y brindar otras alternativas para presentar a la LIJ en el currículo escolar de la localidad. De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 20 3 Objetivos 3.1 Objetivo general Indagar acerca de la manera en que se instrumentaliza a la LIJ en el grado segundo C y séptimo D de la IEEFB, a partir de la reflexión y la puesta en marcha de dinámicas escolares más conscientes y diversas frente a esta literatura. 3.2 Objetivos específicos ● Diseñar una ruta metodológica basada en la implementación de talleres con los estudiantes del grado segundo C y séptimo D de la IEEFB. ● Identificar las diferentes posturas de los sujetos investigados frente a la LIJ y las maneras en que es estudiada en el aula de clase. ● Comparar las dinámicas escolares y acciones pedagógicas a partir de la LIJ, entre los grados segundo C y séptimo D de la IEEFB. De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 21 4 Problema de investigación La instrumentalización de la LIJ en la escuela hace referencia a la utilización de este tipo de literatura para alcanzar un fin, que bien podría tratarse de asuntos gramaticales, sintácticos, fonéticos o morfológicos; estas formas de acercamiento a la literatura en la escuela están permeadas por asuntos didácticos que distan en gran medida del goce, la reflexión y la contemplación estética de los textos, tal como lo expone Cervera (2003) en su artículo Literatura infantil: los límites de la didáctica, “Utilizar la literatura infantil con fines didácticos próximos e inmediatos no pasa de ser una mera instrumentalización de la misma que conduce a agotar sus frutos más importantes que el niño puede extraer de su contacto con ella” (p.2). Y es que el acercamiento de la LIJ en el ámbito escolar resulta un reto para los educadores, puesto que sus incidencias poco tienen que ver con resultados cuantitativos aplicables en planillas y notas escolares, y en cambio, está revestido de un carácter libre que varía de manera notable de individuo a individuo, y a pesar de esto, favorece considerablemente el desempeño escolar. Hace algunos años el acercamiento de los niños, niñas y jóvenes con la LIJ estaba relacionado a prácticas moralizantes, prueba de ello son las fábulas, novelas cortas y algunos cuentos infantiles clásicos, cuyo fin era el de modificar la conducta de los lectores por medio de condicionantes religiosos, culturales y en algunos casos políticos; lo que se busca ahora es una relación entre el texto literario y la persona que lee, donde interviene el raciocinio, se crean vínculos sin tanto influjo del adulto. La presencia de la literatura en la escuela es imperante, pues dota al educador de material valioso adaptable a casi cualquier propósito académico, sin embargo, la formación literaria exige acercamientos mediados por la pedagogía entre el texto literario y el estudiante que separe un poco la lectura formativa de la funcional, que parafraseando a Colomer (1998) se entendería a la formativa como propia de la escuela y a la funcional relacionada con los usos sociales; el reto de las instituciones educativas fue el de validar ambas prácticas como acontecimientos importantes en la educación de los niños, niñas y jóvenes mediante la dotación y uso de las bibliotecas; esto ha llevado a un avance notorio en materia de disfrute del texto, pero “[...]continúa sin producirse una relación teórica de ambos tipos de texto y de lecturas en la articulación de los objetivos de aprendizaje” (Colomer, 1998, p.5) . De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 22 6. Marco teórico Para hablar de la instrumentalización de la LIJ y avanzar en el proyecto de investigación optamos por abordar distintas fuentes teóricas que nos ayudarán a profundizar acerca de aquellos elementos que confluyen en el contexto escolar y que de alguna manera impactan los procesos de enseñanza de la LIJ. Por ello en las siguientes líneas hablaremos de conceptos como la función de la literatura, el rol del mediador, la importancia de la didáctica y en sí la instrumentalización de la LIJ. Frente a la función de la literatura se pondrán a conversar los planteamientos que hace Antonio Mendoza Fillola y se hará énfasis en lo relacionado con las prácticas académicas escolares. A propósito del rol del mediador, se pondrán sobre el papel tres autoras que han dedicado gran parte de su estudio a reflexionar sobre la implicación del sujeto mediador en los procesos que tienen que ver con la experiencia lectora en distintos escenarios; dichas autoras son Michéle Pètit, Beatriz Helena Robledo y Teresa Colomer. En el caso de la didáctica se abordará a Ana María Kaufman quien posibilita la ampliación del concepto en torno a la literatura y hace un análisis crítico de la situación. Por último y volviendo a traer a Teresa Colomer, en este caso en contraste con Juan Cervera, se desarrollarán sus miradas frente a la instrumentalización de la literatura. Además de lo anterior y hecho este ejercicio para dar a conocer las fundamentaciones teóricas de los autores, se brindará un pequeño paralelo entre el desarrollo de los conceptos propuestos, dado que la conversación teórica así lo permite y ayuda a comprender las bases de nuestro trabajo de investigación. 4.1 La función de la LIJ en el desarrollo de la competencia literaria. Para iniciar entonces con el desarrollo conceptual, es preciso hablar de la función de la literatura tomando los planteamientos que presenta Antonio Mendoza Fillola (2010) en su texto La Función de la Literatura Infantil y Juvenil en la formación de la competencia literaria. Este texto nos permite entender la importancia de obras en la formación de la competencia literaria del sujeto, pues resalta la manera en cómo a través de las múltiples actividades de lectura se logra potenciar el desarrollo del proceso de recepción de cada obra, ya sea oral o escrita; considerando De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 23 así la presencia de la LIJ en este proceso, pues esta desempeña funciones formativas esenciales en el individuo. El autor argumenta que la competencia literaria es fundamental en la vida del sujeto, sin importar el área o cargo en que este se desempeñe, dado que se está en constante lectura del entorno, ya sea de manera inconsciente o intuitiva. De ahí que a la LIJ la constituyan obras dotadas de códigos necesarios para introducir al lector en los múltiples actos de comunicación y relación sociocultural con el mundo. La función de la LIJ es invisible en el desarrollo que ha venido teniendo la competencia literaria en la etapa escolar y que a grandes rasgos desde teorías como la estética de la recepción se hace hincapié en la interpretación de textos por parte de los lectores. Mendoza (2010) manifiesta que, si bien es necesario que haya competencia lectora para hablar de experiencia lectora, esta última sigue siendo deficiente debido a la escasa diversidad de obras literarias y estrategias para abordar. El autor defiende la importancia de la competencia literaria a partir de conceptos en donde argumenta que la formación de dicha competencia es uno de los objetivos de la educación literaria, puesto que leer y escribir son procesos de recibir y poner por obra, más que aprender conceptos. Es por ello, que en la formación o educación literaria es necesario activar los saberes discursivos por medio de estrategias que insten a que los sujetos pongan en práctica sus conocimientos previos. Para Mendoza (2010) la lectura no es un acto inocente y es en el ejercicio donde el sujeto se detiene a valorar el modo de lectura que está haciendo: [...]a leer se aprende leyendo, o sea, poniendo en contacto al aprendiz con diversos textos que potencien sus habilidades y sus capacidades y que le exijan -según el tipo de texto- la activación de unos u otros conocimientos y la aplicación de unas u otras estrategia (p.4). En este sentido, el autor propone tener presente que en el ejercicio de lectura el sujeto debe descodificar, comprender e interpretar al referir que “entre el inicio del aprendizaje de la descodificación y el logro de la capacidad de interpretación necesariamente habrá mediado el desarrollo de la competencia lectora y de la competencia literaria” (p.5). Para el autor es necesario interpretar y no solo comprender, por lo que se requiere de la experiencia lectora del sujeto, la cual se obtiene por medio de la diversidad de textos leídos. De esta manera, encontramos varios aspectos a los que le apuesta Mendoza (2010): la competencia literaria, la De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 24 competencia lectora y el intertexto; estos últimos integran la competencia literaria y permiten que el lector construya nuevos saberes en la relación con otros textos. Otro de los conceptos que aborda el autor es la funcionalidad de la competencia literaria y del intertexto del lector, en donde este logra hacer una inferencia de imágenes o textos a partir de su conocimiento previo, pero a su vez, le ayuda la lectura formal o espontánea de la literatura infantil tradicional difundida a lo largo del tiempo en los diferentes medios. El segundo aspecto que el autor nombra son las funciones de la LIJ en la construcción de la competencia literaria. Aquí el autor enumera ocho funciones que esta literatura puede desempeñar en la construcción y formación de la competencia literaria del lector; para ello trae ejemplos de obras tradicionales como Caperucita roja y las hadas con el fin de mostrar que “los textos de la LIJ cumplen la función genérica de implicación cultural” (p.11 ), ya que estas obras posibilitan que el receptor a través de la intervención del intertexto formule o enriquezca otros hechos o construcciones literarias. Entre las funciones que el autor considera pertinentes en la implicación de la LIJ para la construcción de la competencia literaria se encuentran: la estimulación del hábito lector y la competencia literaria; la previsión y formación de su lector implícito; la estimulación de la cooperación e interacción receptora; la identificación de las peculiaridades del discurso literario; el establecimiento de conexiones intertextuales. Para Mendoza (2010, p.15) “estos aspectos son indicios claros de que la CL participa de las experiencias lectoras procedentes de la LIJ, tanto incluyéndolas como facilitándolas”. evidenciando así la necesidad de formar un lector competente. En el tercer aspecto, el autor refiere la definición y componentes de la competencia literaria, reiterando que al igual que sucede con la definición de literatura “debe ser matizada en múltiples aspectos y puede abarcar todo un compendio de saberes” (Mendoza, 2010, p.16), pero manifiesta que hay escasa formación de la competencia literaria en el ámbito escolar para reconocer las propiedades de una producción literaria. En el cuarto aspecto, menciona el texto como pauta de formación del lector competente, en donde manifiesta que para reconocer un texto literario no solo es suficiente aplicar conocimientos formales y técnicas del lenguaje, sino que se requiere de saberes específicos “por parte del lector insertos en su competencia literaria, de modo que estos reconozcan el texto como producción intencionadamente estética” (Mendoza, 2010, p.22), y para ello alude a la caracterización del De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 25 lector competente y la integración de componentes de la competencia literaria, ese conjunto de saberes del individuo para acercarse o alejarse dependiendo del condicionamiento estructural que presente la obra. Por último, el autor hace referencia a los efectos de la CL justificando tanto el procedimiento como la actividad de la formación de dicha competencia, para ello recurre a tres aspectos esenciales: lectura, observación y competencia literaria. Estos aspectos son ejemplificados a partir de dos cuentos: Clarín Clarinero, de Miguel Ángel Asturias (1950) y La rata cambiada en niña, del libro de Calila e Dimna; al considerar que “se puede interaccionar de manera lúdica y cognitiva a la vez, sin limitaciones, porque en ambos casos interviene la CL” (Mendoza, 2010, p.27). Es decir, que, a pesar de la diferencia entre época y cultura, el ejercicio permitirá desde la didáctica evocar diversos textos, ya sea que el sujeto haya leído o escuchado, pero que facilitará la comprensión en su formación lectora. Finalmente, Mendoza (2010) reitera que “las obras de la LIJ de todas las épocas son un componente de la cultura y tradición literaria” (p.36), aportando así en la formación del lector elementos que accionan diversos saberes ya sean “lingüísticos, metalingüísticos, enciclopédicos, estético-culturales, pragmáticos, vivenciales” (p.37). El autor apoya su argumento en la conceptualización y descripción de la competencia literaria desde diferentes referentes, pero hace alusión de forma reiterativa a la teoría expuesta por van Dijk (1972) al cultivar las propiedades universales de los textos literarios, a partir de la capacidad que tiene el sujeto desde su competencia lectora y los discursos literarios en los que desde la ficción se logra construir mundos posibles por medio de la capacidad cognitiva, los elementos verbales, la producción, la recepción de la información, las interacciones socioculturales, entre otros. En esta misma línea recurre a planteamientos anteriores propios sobre la necesidad de indagar en la formación del intertexto del lector, como un nuevo objetivo para la educación cultural, literaria y comunicativa en la construcción de la competencia literaria del individuo, y termina con Meek (1988) y Colomer (1998), quienes exponen la importancia de que el lector desarrolle la competencia literaria desde la experiencia en el abordaje de los diversos textos. En resumen, la importancia de la formación de la CL en la que insiste Mendoza (2010) deriva en el abordaje autónomo que hace un lector sobre una obra, desde diferentes aspectos como la comprensión, la valoración y la interpretación de la misma. Por esta razón, al potenciar la construcción tanto de la comprensión literaria, la comprensión lectora y el intertexto, el lector De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 26 enriquecerá otras competencias como la enciclopédica, la metalingüística, la pragmática, la cultural, entre otras. 4.2 Mediación de lectura: más que animar libros y entretener. Continuando con los postulados teóricos, a continuación, hablaremos del sujeto mediador en los procesos que tienen que ver con la experiencia lectora en distintos escenarios, por lo que se traerán a colación en un primer momento a Michéle Pètit, posteriormente a Beatriz Helena Robledo y por último, a Teresa Colomer. En primera instancia, empezaremos desarrollando algunos conceptos de Michéle Pètit, a la luz de su texto El papel de los mediadores (año), en el cual la autora presenta una amplia reflexión acerca del papel de los mediadores en el proceso de lectura de los jóvenes y expresa que esto no está dado únicamente desde la escuela, los maestros o bibliotecarios, sino que depende de diversas instancias y sujetos. Para Michéle Pètit, pese a que socialmente se ha considerado que los encargados de avanzar en los procesos de lectura de los jóvenes son los maestros, bibliotecarios y la escuela, manifiesta que dicha responsabilidad y encuentro también puede estar en un documentalista, librero, prefecto, un trabajador social o un animador social voluntario, un militante sindical o político e incluso un amigo. La autora dice que transmitir el amor a los libros o acercar a los jóvenes a la lectura es un asunto que requiere de una postura de hospitalidad, creatividad, culturalidad y relaciones personalizadas, así como la necesidad de que sea un proceso constante que no se quede en la simple iniciación de los jóvenes, lo cual puede partir de cualquier persona que cumpla con estas características. La autora formula su reflexión a partir de elementos conceptuales brindados por otros autores, tales como Bruno Bettelheim y Francis Marcoin, además se sirve de un ejercicio investigativo con jóvenes residentes en Francia y en el texto los pone a conversar con sus posturas, lo que hace que las percepciones, ideas y argumentos de los jóvenes participantes se refuercen y se amplíe un poco la mirada del rol que cumplen los mediadores en el proceso de acercamiento de los jóvenes hacia los libros. Bruno Bettelheim es retomado por la autora para explicar que para seducir a un niño a la lectura debe promocionarse esta como un arte esotérico, mágico, maravilloso que le revelará secretos; aspecto del que también se sirve para hacer crítica a la manera en que se ve a la De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 27 literatura en la mayoría de los casos, donde esta ha sido asignada como una parte menor. De igual manera y dentro de esta misma crítica, la autora presenta a Francis Marcoin, quien desde un análisis de la historia en educación hace un recuento de cómo la literatura en 1968 era vista en las universidades desde una posición de derecha y la lingüística de izquierda, asunto que desencadena el hecho de que se viera a la lingüística como una cuestión elitista y a la comunicación como el pilar de formación de los maestros, durante casi 10 años en Francia. De manera puntual la autora no se encarga de desarrollar varios conceptos, sino que toda su reflexión se teje alrededor de lo que significa el mediador en los procesos de acercamiento de los jóvenes con los libros, por ello plantea este rol desde posiciones como la escuela, la biblioteca y los barrios marginales. En el caso del mediador en la escuela dice que este se puede encontrar en un maestro, en un bibliotecario, en un prefecto u otro tipo de personal, sin embargo, aunque no pierde de vista la posibilidad de que existan, puntualiza que es complejo en tanto la dinámica escolar está más enfocada en que los espacios de la lectura y de la literatura se desarrollen con fines lingüísticos o a partir de otros de aprendizajes, que por el hecho de leer: [...]hoy, como en otras épocas, aunque la escuela tenga todos los defectos, no falta algún maestro singular, dotado de la habilidad de introducirlos a una relación con los libros que no sea la del deber cultural, la de la obligación austera (Pètit, 1999, p.164). Frente al rol del mediador en la biblioteca la autora es más amplia y presenta algunos conceptos importantes para reflexionar acerca de la relevancia que tienen estos y las posibilidades de construir dinámicas diferentes que ayuden a relaciones más constructivas, placenteras y estéticas entre los jóvenes y los libros. Michèle Pètit señala que el bibliotecario debe ser aquel lector capaz de transmitir su amor por los libros, traspasar umbrales, seducir y dar libertad a los usuarios, ser estratégico y crear espacios para que los lectores se sientan seducidos; el bibliotecario es entonces una figura de hospitalidad, recomendación, conversación e iniciación para los lectores: El iniciador a los libros es aquel o aquella que puede legitimar un deseo de leer no bien afianzado. Aquel o aquella que ayuda a traspasar umbrales, en diferentes momentos del recorrido. Ya sea profesional o voluntario, es también aquel o aquella que acompaña al lector en ese momento a menudo tan difícil, la elección del libro, quien brinda una oportunidad de hacer De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 28 hallazgos, dándole movilidad a los acervos y ofreciendo consejos eventuales sin deslizarse hacia una mediación de tipo pedagógico. El iniciador es, pues, aquel o aquella que está en una posición clave para hacer que el lector no se quede arrinconado entre algunos títulos, para que tenga acceso a universos de libros diversificados, ampliados. (Pètit, 1999, p.181) Acerca de la mediación en otro tipo de espacios sociales, tales como los barrios marginales, la autora lo que explica es que este tipo de mediación y promoción se puede hacer desde diferentes roles o perfiles profesionales: trabajadores sociales, voluntarios, animadores, promotores de lectura o bibliotecarios, sin embargo, dice que estos deben ser movilizados por la creatividad y ampliar la mirada acerca del tipo de lectores que existen en la zona, evitando sesgar la visión y procurando una relación accesible, diversificada y creativa de los usuarios con los libros: De lo que se trata en el fondo es de ser receptivo, de estar disponible para hacer proposiciones, para acompañar al joven usuario, para buscar con él, inventar con él, para multiplicar las oportunidades de lograr hallazgos, para que el juego esté abierto, se trata de tender puentes, de inventar ardides que permitan a quien frecuenta una biblioteca no quedarse arrinconado durante años en un mismo anaquel o una misma colección. (Pètit, 1999, p.186). Pètit ofrece un texto riquísimo en voces juveniles que motivan al lector a querer ser un buen mediador de la literatura en distintos escenarios, dado que son estas voces sobre las percepciones de los lectores, quienes a través de sus apreciaciones empiezan a tejer un discurso donde se invita a que el mediador sea un sujeto lector, creativo, inspirador, amable y capaz de ir más allá de lo que está en los anaqueles, aspecto que se convierte en un reto a la hora de asumir tal responsabilidad y que debe ser puesto en tensión en las dinámicas reales, debido a que los sistemas escolares, de bibliotecas y demás, en algunas ocasiones enaltecen el discurso de la literatura con fines pedagógicos y no de la lectura como experiencia individual, constructiva y estética. Por su carácter reflexivo, el artículo de Pètit es de suma importancia para nuestro ejercicio investigativo, en tanto que también refleja una crítica acerca del rol del mediador en distintos escenarios y plantea que este se puede desarrollar con una mirada y postura creativa, de confianza y apertura con los usuarios. De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 29 En segunda instancia, hablaremos de los planteamientos de Beatriz Helena Robledo en su libro El mediador de lectura. La formación del lector integral (2004), donde la autora presenta una idea acerca de la promoción de la LIJ desde la figura del mediador. En este libro Robledo (2004) propone una tríada conceptual frente al rol del mediador, la misma que comprende la mediación como tal, los espacios para ello y el público objetivo o los lectores. En cada uno de estos aspectos desarrolla elementos conceptuales y reflexivos que ayudan a darse cuenta de la responsabilidad que tiene el adulto a la hora de seleccionar los libros para promover en distintos escenarios (familia, escuela y bibliotecas), la metodología a implementar y el tipo de lectores. Además de lo anterior, puede notarse que una de las ideas principales de la autora consiste en que el rol del mediador de la LIJ debería ser desde la figura de guía y no de impositor a la hora de la promoción y que esto gira en torno a la concepción de que la promoción de la lectura debe partir de la relación y experiencia personal tanto del promotor como del lector. La autora realiza un análisis y reflexión de diferentes experiencias que se han obtenido en el marco de la implementación de algunas estrategias de promoción de lectura en Colombia y habla de conceptos desde el Informe final de la investigación Aplicación de la encuesta internacional de lectura en Colombia en 2002. Dentro del desarrollo de cada apartado, la autora se sirve de experiencias que han surgido en estos espacios, cita a los jóvenes y niños participantes de los proyectos y plantea un contraste teórico a partir de los conceptos trabajados, lo cual hace que su argumentación sea reflexiva, crítica y a partir de situaciones reales. En el caso del contraste teórico, la autora cuenta con una gran cantidad de citaciones que lo que hacen es reforzar sus planteamientos y poner en el tablero algunas concepciones sobre la manera en que se aborda la LIJ en las escuelas y bibliotecas públicas. Teniendo en cuenta esto, cabe agregar que la autora pone a conversar sus ideas con las de otros autores y académicos, tales como Louise Rosenblatt, Alberto Manguel, Margaret Meek, Michèle Pètit, George Steiner, Camila Henríquez Ureña, Alfonso Reyes, Roger Chartier, Ana Marie Chartier, Aidan Chambers, Teresa Colomer, Paul Heins, Monika Doppert y Marc Soriano, quienes al igual que ella hacen planteamientos acerca de la literatura como experiencia y ven en el mediador la responsabilidad para que esto se cumpla y puedan seleccionar de acuerdo con esta postura los libros. Tal como se decía en líneas anteriores, Robledo (2004) propone una tríada en relación al rol del mediador, por ello en la primera parte de su libro trata algunos aspectos relacionados con las De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 30 claves para la mediación y en esto define a la literatura como un espacio habitable, como un espacio de comunicación, convivencia y experiencia: “un mundo lleno de sentido que nos permite construirnos y reconstruirnos. Mirarnos a medida que miramos al otro que vive, siente, calla, grita, allí en la historia que el libro nos cuenta. Es, además, la posibilidad de tomar la palabra” (Robledo, 2004, p.38). Y más adelante afirma que: “la literatura al vivirse como experiencia deja de ser un objeto de estudio para transformarse en un espacio de posibilidad, el espacio en el que el lenguaje cobra vida y se entreteje con los lectores emocionalmente”. Asimismo, da a conocer la noción de la promoción de la lectura como una intervención sociocultural y establece una diferencia con la noción de animación de la lectura. En cuanto a la promoción dice que se trata de un asunto más amplio que involucra estrategias y acciones de tipo político, económico y administrativo, mientras que la animación se relaciona directamente con los materiales. De manera poética dice que animar viene de la expresión dar ánima, dar alma, es decir, dar vida. Frente al promotor de la lectura afirma que este debe ser un explorador, guía, acompañante y brújula en el camino de la lectura. De igual manera, indica que tanto el promotor como el animador deben prestar sus voces y ayudar a que la ruta sea verdaderamente significativa para los lectores, quienes deben partir de las experiencias personales para verse seducidos por los libros. Análogamente, anota que los promotores de lectura son trabajadores sociales y culturales y no recreacionistas, además añade que: [..] la figura del mediador de lectura, no es únicamente como un buscador de lectores, sino como un explorador de textos. Los textos buscan lectores, y yo mediador, promotor, intérprete de la cultura escrita, busco textos para ofrecer a los lectores, pero textos cargados de sentidos (Robledo, 2004, p.33) Más adelante y a propósito de la selección de libros, la autora plantea una diferenciación entre evaluar y seleccionar, por ello dice que primero se evalúa y después se selecciona; anotando que la evaluación y la selección de libros dependen de diversos factores, tales como los fines, intereses, necesidades y posibilidades. En este punto expresa que se puede seleccionar para dotar y animar, pero que en ambos casos no se debería descuidar el hecho de para quiénes se seleccionan los libros, esto es, los lectores. En este aspecto, Robledo (2004) afirma que los lectores pueden asumir la lectura de dos formas: eferente y estética. La primera habla de un asunto pragmático y utilitario, la segunda desde lo experiencial. De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 31 Si bien la autora dice que el lector puede abordar los textos de ambas maneras, propone que el deber ser de la animación y la promoción de la lectura es acercar a los lectores a una experiencia y abordaje de los textos como una cuestión estética, tal como ocurre en la mayoría de los proyectos de lectura a los que hace referencia en su libro: La intención esencial de la animación es una intención estética con miras a permitirle a los niños y jóvenes acercarse a una dimensión ética, es decir, a relacionar la lectura con sus sentimientos y valores y contribuir a esa permanente confrontación consigo mismos y con el mundo que los rodea.” (Robledo, 2004, p.58). Después de hacer estas apreciaciones, la autora expone otro escenario relacionado con la promoción de la lectura y empieza a desarrollar la idea acerca de las bibliotecas desde su transformación física y conceptual, por lo que afirma que estas deben ser escenarios para interactuar con el lenguaje: La noción de biblioteca se transformó completamente, pasó de ser el instrumento de apoyo para la educación formal de los niños y niñas de los hogares, en un espacio vivo, abierto, un espacio de comunicación y convivencia, en el cual los niños se encuentran no sólo para leer, sino para conversar y comentar sobre lo leído, un espacio para jugar y crear con el lenguaje. (Robledo, 2004, p.59) Con esta definición, la autora da paso a la segunda parte de la tríada y en esta desarrolla algunas concepciones relacionadas con los espacios para la mediación, dentro de lo que referencia a la escuela como uno de estos, al igual que las bibliotecas públicas. En el primer caso, Robledo (2004) plantea que son las escuelas un espacio para establecer relaciones con los libros, pero resalta que estas no han sido bien configuradas en tanto se ve en los libros una cuestión instrumental y utilitaria para el aprendizaje, por lo que hace un guiño para transformar este tipo de relaciones: Resulta entonces difícil imaginar una escuela sin la presencia del libro. Pero cuando pensamos no en el libro en singular, no en el libro prisionero de las manos del adulto represor, sino en los libros, libros libres circulando por todos los espacios, generosos, entregados. Libros convertidos en textos abiertos, plurales, diversos, diferentes, haciendo guiños a los lectores, buscando encontrar a ese lector que le dará sentido, cumpliendo miles de funciones, respondiendo a los porqués y para qués y a los cómos, desde la De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 32 pluralidad, entonces nuestro binomio se convierte, así sorpresivamente, en un binomio fantástico. (p 68) En el caso de las bibliotecas públicas dice que estas son espacios que tienen dinámicas propias y deberían estar asociadas con la promoción de la lectura en tanto es necesario hacer lecturas públicas que incluyan los intereses de las poblaciones que asisten a estas: “Ubicar la promoción de la lectura en el terreno de lo público obliga a una negociación permanente con la población y con los diversos sentidos que los grupos le dan a la lectura.” (Robledo, 2004, p.75). De igual manera, dice que la obligación de las bibliotecas públicas es abrir espacios que ayuden a acercar a los lectores cautivados e ir por quienes no se sienten seducidos por la lectura. Con relación a las bibliotecas, la autora también propone la combinación Escuela-Biblioteca y en ella dice que las bibliotecas escolares deben tender a lo dinámico, a la creatividad y lo cultural y dejar de estar siendo utilizadas únicamente con fines académicos o propios de las dinámicas escolares: Es de alguna manera reciente el propósito de la escuela de formar lectores y usuarios de la lengua escrita desde una perspectiva social y cultural. La institución educativa ha formado lectores para sí misma, es decir, ha desarrollado una pedagogía de la lectura y la escritura que sirve para cumplir con los fines que se ha propuesto. (Robledo, 2004, p.82). En la tercera parte del libro la autora se pregunta por el público o el tipo de lectores que se tienen y por ello habla de literatura infantil y de literatura juvenil. En el primer caso inicia haciendo una diferenciación entre literatura infantil y libros juguetes y especifica que esta hace referencia a los géneros básicos de la narrativa, poesía y el género dramático. De igual manera, puntualiza que la literatura infantil debería ser vista como una manifestación artística y cultural y no como un instrumento para la moralización o educación: Asumir la literatura infantil como un producto cultural –y no como un instrumento pedagógico– beneficiaría mucho a los niños y liberaría a los adultos de una responsabilidad asumida muchas veces de manera confusa y otras de manera obligatoria, sobre todo a docentes, bibliotecarios escolares, psicólogos y hasta padres de familia que no saben qué papel darle a la literatura infantil, o qué beneficio extra puede traerle a los niños, además del placer y la diversión. (Robledo, 2004, p.104) En relación con la literatura juvenil, la escritora dice que es un género difícil de delimitar dadas las características de la población lectora y productora de este tipo de literatura, agrega que De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 33 la experiencia lectora aquí es importante y que la lectura se debe tratar de esto y no desde lo instrumental: Venimos de concepciones mecánicas y homogenizantes de la lectura. Aprendimos a responder preguntas ajenas, a acercarnos a los libros buscando lo que otros nos pedían que buscáramos; confundimos la comprensión de la lectura con la constatación literal de lo que el texto decía. Aún hoy continuamos manejando estas concepciones. Prueba de ello es la manera como se sigue abordando la relación de los jóvenes con la literatura en las aulas. La literatura organizada por períodos cronológicos, para ser estudiada y no para ser leída (Robledo, 2004, p.131) Teniendo en cuenta estos fundamentos teóricos tan importantes, podría considerarse que los conceptos planteados en la obra y la manera de referirse a las relaciones que se pueden construir con los libros es una muestra de la necesidad de resignificar a la literatura más allá del concepto, esto es, en el fomento de prácticas que ayuden a que la promoción de la lectura sea una aventura que se construya a partir de la experiencia del adulto mediador y principalmente de los niños y jóvenes, quienes se acercan a los libros no para leer, sino para leerse. La tríada que propone Robledo (Mediador-Espacio-Público) puede llegar a ser un lugar de enunciación para la construcción de dinámicas diferentes en la promoción de la lectura, debido a que establece reflexiones importantes acerca de cómo esto se ha abordado a través del tiempo y hace un guiño bastante claro frente a la necesidad de que el mediador, promotor o animador asuma su rol desde una concepción más amplia de la relación de los sujetos con los libros, la misma que debe ser más creativa y estética y no desde una relación utilitarista o instrumental. En este punto del desarrollo del trabajo investigativo y frente al rol del mediador -tal como se había dicho en páginas anteriores- también trataremos este aspecto desde los planteamientos de Teresa Colomer. Su artículo ¿Quién promociona la lectura? (2004), es un texto que como muchos de los suyos, dejan ver ideas acerca de las figuras que promocionan la lectura en las Escuelas y las dinámicas en torno a esto, que se dan en determinados contextos. Colomer en su artículo hace un recuento de algunos aspectos relacionados con los procesos de lectura y escritura a nivel general. Más adelante se centra en las dinámicas de la Escuela frente a los libros y allí propone que la promoción de la lectura está constituida a partir de diferentes actores, tales como las familias, los maestros, las editoriales, los bibliotecarios y promotores de lectura, afirmando también que no son solo estos los encargados de establecer la relación de los estudiantes con la De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 34 lectura, dado que también resalta que en esta intervienen otro tipo de aliados, entre ellos los agentes locales del arte y la cultura. La autora realiza un análisis y reflexión acerca de las dinámicas que históricamente se han dado en relación con los procesos de lectura y escritura, por lo que habla desde lo histórico y se sirve de ello para referirse a la situación del momento, brindando con esto un amplio contexto y puntualizando algunas concepciones frente al significado de la alfabetización, la promoción de lectura y el rol de los distintos actores en estas dinámicas. Para desarrollar sus ideas, Colomer bebe de fuentes como Marcus Valerius Marcial y Jenny Cook-Gumperz. El primero cuestiona y reprende la figura del maestro de escuela y la segunda habla de los procesos de alfabetización como privilegio. Ambas fuentes ayudan a develar o más bien a reflejar y ejemplificar que el rol del mediador ha sido asumido desde lo instructivo, represivo y privilegiado. Tomando como punto de partida lo anterior, Colomer, en la primera parte del artículo se encarga de desarrollar el concepto de lengua escrita, para lo que utiliza el símil de lo que ocurre con las partituras musicales y muestra al lector una idea de que el lenguaje escrito es una prótesis que ayuda a congelar las ideas, percepciones, sentimientos y demás aspectos relacionados con la capacidad de razonar que tiene el ser humano. En la segunda parte, Colomer empieza a describir la manera en que están constituidas las relaciones con los libros y la lectura en la escuela, por lo que teje un discurso encaminado en la especificación de que el concepto de promoción de lectura es un asunto reciente, que parte de la interacción con los libros y las personas que influyen en esto, para lo que comienza diciendo que en épocas anteriores se veía en el maestro la responsabilidad de promover este tipo de espacios dentro de las aulas de clase, puesto que el acceso a los libros era limitado; en este mismo sentido, Colomer también dice que otrora las familias eran las encargadas de generar este tipo de dinámicas, debido a que con la dificultad para acercarse a los libros, solo las familias más pudientes lo podían hacer. En relación también con la promoción de lectura, la autora plantea que recientemente el concepto se ha ido expandiendo y se ha visto que no solo son estos actores los que tienen que ver en la relación que establecen los estudiantes con la lectura, sino que también intervienen allí otro tipo de actores, tales como los bibliotecarios, los amantes de las lecturas en voz alta y recitales, las editoriales y las demás instituciones públicas o privadas que puedan tener intereses en los procesos de los estudiantes. De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 35 Sobre las bibliotecas, otro concepto que plantea la autora, se dice que han sido espacios que han dejado de ser archivos (lugares físicos donde solo se tenían los libros en los anaqueles) y han pasado a ser un lugar donde se promueve la lectura y donde se presenta la posibilidad de interactuar con y desde los libros. Colomer propone después de todo el análisis y desarrollo de los conceptos, que la promoción de la lectura debe darse a partir de una coordinación que permita que todos los actores que en el momento pueden considerarse como mediadores o promotores de la lectura puedan intervenir o articularse. La autora lo que dice es que se deben establecer acuerdos que permitan que todos los actores que pretendan promover la lectura en la escuela lo hagan de manera responsable, óptima y teniendo en cuenta los objetivos de aprendizaje que le son propios: enseñar a leer, asegurar libros de calidad, asegurar referentes colectivos o cánones, enseñar cómo leer textos inicialmente complejos y asegurar una sistematización sobre el funcionamiento social del lenguaje escrito y de lo ficcional o literario. Sin duda las tres autoras conversan entre sí, no solo comparten el tema de discusión, sino que también sus planteamientos y reflexiones van encaminados en la necesidad de empezar a construir figuras de mediación que permitan que las relaciones de los niños y jóvenes con los libros sean más amigables y menos enfrascadas en lo que históricamente ha sido, esto es relaciones basadas en lo instrumental y específicamente en lo lingüístico. 4.3 La didáctica en la escuela Continuando con las concepciones teóricas, como se menciona al inicio de este apartado, trataremos el concepto de didáctica, Cuya función en la literatura según lo acotado por María González García y Maria Teresa Caro, va más allá de la instrucción, es decir, La Didáctica de la Literatura es una ciencia social de composición interdisciplinar que se caracteriza por centrarse más en los procesos cognitivos de aprendizaje comunicativo de la literatura que en la instrucción sobre los recursos de una u otra teoría literaria. (González y Caro, 2009) Ahora bien, para el caso de este proceso de investigación nos apoyaremos en la autora Ana Maria Kaufman y su libro Leer y escribir: el día a día en las aulas (2007), específicamente en el apartado tres nombrado: Cómo organizamos las actividades, en este trata aspectos De la instrumentalización de la literatura infantil y juvenil a una perspectiva más diversa y dinámica 36 didácticos generales acerca del accionar docente y diferentes modalidades organizativas de las actividades. Para entender un poco de la argumentación de la autora es importante abordar el planteamiento del problema del libro; en él Kaufman propone una reflexión a los docentes acerca de los procesos de alfabetización que se dan en las aulas, principalmente la enseñanza y el aprendizaje de la lectura y la escritura. En relación con esto, la autora argumenta que esta propuesta de meditación, busca que los maestros no subestimen las aptitudes propias y las de sus alumnos, es decir que, se debe confiar en las capacidades de desarrollo de quienes enseñan y de quienes aprenden. Ahora bien, modificar este accionar de los docentes en las aulas pudo resultar complicado en ese entonces -2007- y aún en esta época, pues como lo manifiesta Kaufman, muchos maestros e incluso adultos de diferentes profesiones creen saber cómo se enseña a leer y a escribir a partir del recuerdo de su propia experiencia y de un discurso colectivo escuchado reiteradamente que ha sostenido por ejemplo, que la enseñanza de la lectura y la escritura en el primer año comienza con las letras y los sonidos, que el conocimiento de la relación de las letras y los fonemas garantiza la posibilidad a los niños de leer y escribir textos, y el dilema surge cuando muchos alumnos
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