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1 LA CONSTRUCCIÓN MEDIÁTICA DEL ESCÁNDALO POLÍTICO. ANÁLISIS DE CONTENIDO DE LAS NOTICIAS PUBLICADAS EN EL TIEMPO, EL ESPECTADOR Y EL COLOMBIANO ACERCA DEL CASO DE AGRO INGRESO SEGURO ERIKA FERNANDA CAÑAS CAMARGO Trabajo de investigación presentado como requisito para optar al título de Magíster en Comunicaciones Asesora Elvia Elena Acevedo Moreno UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA FACULTAD DE COMUNICACIONES MAESTRÍA EN COMUNICACIONES MEDELLÍN 2015 2 Resumen En este trabajo se analiza el cubrimiento noticioso que los periódicos El Tiempo, El Espectador y El Colombiano hicieron del escándalo de Agro Ingreso Seguro, un caso que dejó al descubierto prácticas corruptas en la distribución de subsidios entre empresarios y familias vinculadas al sector del agro en Colombia. El corpus estuvo conformado por 191 artículos informativos publicados en tres periodos, entre los años 2009 y 2012, los cuales fueron elegidos por su trascendencia. Utilizando la técnica del análisis de contenido, el estudio de los artículos se centró en las siguientes variables: Identificación de la información, Autoría de la información, Género periodístico, Temáticas abordadas, Fuentes consultadas, Valores que se defienden, Actitudes que se condenan, Identificación de las Figuras arquetípicas, Tipos de frames y Tono de la información. Los hallazgos muestran que en el cubrimiento que los diarios hicieron del escándalo de Agro Ingreso Seguro hubo una presencia destacada del discurso uribista; por otro lado, gran parte de la información se concentró en el grave fenómeno de corrupción y la crisis de valores que se presenta en la sociedad colombiana. Así mismo, en los diarios hubo ausencia de análisis acerca de la crisis del agro como problemática histórica en Colombia; y, finalmente, el tipo de cubrimiento evidenció la llamada “judicialización de la política” que ocurre en el país, en la medida en que se dejó en un segundo plano la reflexión sobre lo “político” y se cubrió más lo judicial. Palabras clave: Análisis de contenido, Escándalo político, Agro Ingreso Seguro, Andrés Felipe Arias, Álvaro Uribe Vélez, Corrupción política. 3 Abstract This paper analyzes the news coverage made to the “Agro Ingreso Seguro” scandal by El Tiempo, El Espectador and El Colombiano newspapers; a case that exposed corrupt practices in the distribution of grants among families and businessmen linked to Colombia’s agriculture sector. The corpus consisted of 191 news articles published in three periods between 2009 and 2012, chosen for their significance. The study of articles was done using Content Analysis Technique and focused on the following variables: Information Identification, Authoring, Journalistic Genre, Topics Addressed, Sources Surveyed, Advocated Values, Condemned Attitudes, Identification of the Archetypal Figures, Types of Frames and Information Tone. The findings show that newspaper coverage of the “Agro Ingreso Seguro” scandal had a strong presence of Uribe's1 discourse; on the other hand, much of the information was concentrated in the terrible phenomenon of corruption and the crisis of values existent in Colombian society. In similar fashion, the newspapers lacked analysis on the crisis in agriculture as a historical problem in Colombia; and finally, the type of coverage showed the "criminalization of politics" that occurs in the country, to the extent that the reflection on the "political" was left in the background, while judicial information was privileged. Keywords: Content Analysis, Political Scandal, Agro Ingreso Seguro, Andres Felipe Arias, Alvaro Uribe Velez, Political Corruption. 1 Former Colombian President during two terms between 2002 - 2010. 4 Índice Introducción 7 Capítulo 1. De los medios, el escándalo político y el análisis de contenido 1.1. Relación entre los medios de comunicación y la política 13 1.1.1. Beneficios y perjuicios de la relación entre los medios y la política 15 1.1.2. El periodismo de investigación y la calidad periodística se ven comprometidos 18 1.2. Acercamiento al concepto del escándalo político 21 1.2.1. Fases del escándalo político y teorías sobre este concepto 24 1.3. Análisis de contenido: definición, tipos y elementos 29 1.4. Estado del arte del análisis de contenido en relación con los medios de comunicación y el escándalo político 34 Capítulo 2. ¿En qué consistió el escándalo de Agro Ingreso Seguro? 2.1. Origen y fundamentos legales del programa AIS 39 2.2. Revelación y primeras etapas del escándalo de AIS 42 2.3. Investigaciones, sanciones de las autoridades y huida de Arias 49 Capítulo 3. Metodología 3.1. Periódicos objeto de estudio, periodos seleccionados y corpus 58 3.2. Criterios de selección de los artículos y formulación de las variables y categorías 62 3.3. Instrumento de análisis 64 5 Capítulo 4. Resultados 4.1. Presencia destacada del discurso uribista en el cubrimiento del escándalo de AIS 77 4.1.3. La defensa que el uribismo hizo de sí mismo 91 4.1.4. Reflejo del uribismo en las “Figuras arquetípicas” 99 4.2. El abordaje de la prensa al fenómeno de la corrupción en el proceso de AIS 105 4.2.1. La cultura de la trampa en Colombia 113 4.2.2. Los cuestionamientos a las familias adineradas y a los grandes empresarios 117 4.3. Ausencia de análisis sobre la crisis del agro como problemática histórica en Colombia 121 4.4. La judicialización de la política en el escándalo de AIS 129 4.4.1. Relevancia del ámbito judicial reflejada en encuadres y tonos de la información 135 Conclusiones 146 Bibliografía 151 Anexos 1. Manual de Codificación 169 1.1. Identificación de la información 171 1.2. Autoría de la información 172 1.3. Género periodístico 174 1.4. Temáticas abordadas 178 6 1.5. Fuentes consultadas 180 1.6. Valores que se defienden 187 1.7. Actitudes que se condenan 198 1.8. Identificación de las Figuras arquetípicas 212 1.9. Tipos de frames 217 1.10. Tono de la información 219 2. Matriz de Codificación 2.1. Codificación Escándalo Político Hoja 1 2.2. Resultadosorden descendente Hoja 2 2.3. Tablas Capítulo de Resultados Hoja 3 7 Introducción El 24 de septiembre de 2009, cuando circuló la edición 849 de la revista Cambio, la opinión pública en Colombia supo de la corrupción ocurrida en el programa Agro Ingreso Seguro (AIS). La controversia surgió luego de que Cambio (2009a) denunciara públicamente, basada en fuentes y documentos legales, que buena parte de los subsidios de ese programa que debía ser destinada a campesinos colombianos para que mejoraran su competitividad había sido dada a “grandes empresarios del campo y familias millonarias con gran influencia política regional” (p.31). En octubre de 2010, esa noticia originó la apertura de una investigación judicial en contra del exministro de Agricultura Andrés Felipe Arias y de varios políticos y personajes de la vida pública del país. Lo anterior desembocó en el surgimiento de un escándalo político, puesto que, al ser revelado que hubo entregas irregulares de subsidios del programa, la conducta del exministro Arias, así como la de los demás funcionarios que se vieron involucrados, fue percibida por la opinión pública como un abuso de poder. El Tiempo, El Espectador y El Colombiano, los tres periódicos más leídos de Colombia en el ranking de noticias generales –según el EGM de 2014 (Acim, 2014)– cubrieron, al igual que los demás medios, el boom que significó el destape de la corrupción 8 en AIS. Justamente, la presente investigación se propuso como objetivo general examinar el cubrimiento que hicieron estos periódicos sobre dicho escándalo, en tres momentos cruciales del hecho, entre 2009 y 2012 -como se detalla más a fondo en la Metodología-. En total, fueron 191 notas periodísticas las que conformaron el corpus de esta investigación, todas de carácter informativo, es decir, no se analizaron artículos de opinión, editoriales, caricaturas ni cartas de los lectores. Durante los dos períodos presidenciales de Álvaro Uribe Vélez (2002 a 2006 y 2006 a 2010), el cubrimiento periodístico frente a dicho gobierno, con algunas excepciones, pasó por dos fases: en la primera, el panorama fue de una aceptación de la manera como Uribe y su gabinete llevaban las riendas de Colombia; mientras que en la fase correspondiente al segundo periodo salieron a la luz investigaciones periodísticas que revelaron casos de corrupción como las chuzadas del DAS, la parapolítica, los falsos positivos y AIS. Para la presente investigación se consideró la reflexión del académico Adrián Duplatt (2012), quien sostiene que “las noticias son los ladrillos que construyen discursivamente la realidad social” y es en esa medida que los medios de comunicación se convierten en “un recurso de los ciudadanos contra el abuso de los poderes” (Sunkel, 2004, p.86). 9 A partir del análisis de los artículos que publicaron los tres principales diarios de Colombia acerca de la controversia de Agro Ingreso Seguro, se pudo establecer qué tipo de construcción informativa se hizo del caso y, en consecuencia, cuál fue la realidad que transmitieron a sus lectores. Este trabajo de investigación se fundamentó en el análisis de contenido, “un método que consiste en clasificar y/o codificar los diversos elementos de un mensaje en categorías con el fin de hacer aparecer de la mejor manera el sentido” (Gómez, 1999). Sin embargo, el estudio se propuso ir más allá de las variables clásicas trabajadas en los análisis de contenido tradicionales de medios, tales como número, tipo y cantidad de fuentes, género periodístico predominante, temáticas abordadas, ubicación de las noticias en los cuadrantes de las páginas, origen de la información o autoría de las notas. Por lo tanto, aunque la mayoría de ellas se tuvieron en cuenta, se formularon cinco nuevos bloques de variables, los cuales se inspiraron en investigaciones de otros académicos, a saber: “Valores que se defienden”, “Actitudes que se condenan”, “Identificación de Figuras arquetípicas", “Tipos de frames” y “Tono de la información”. Para la codificación de la información se diseñó una matriz en una ficha de Excel. Allí se clasificaron los datos correspondientes a todas las variables, categorías y subcategorías, según se desprendían de la lectura de cada nota periodística. Luego se procedió a cuantificar los datos obtenidos para determinar las tendencias predominantes. 10 Este informe cuenta con cuatro capítulos. El primero presenta el marco teórico en el que se sustenta esta investigación: se ofrece un panorama de la vinculación entre los medios de comunicación y la política y se aborda la manera como la calidad periodística se ve comprometida a raíz de dicha cercanía; luego se aborda la temática del escándalo político y el papel de los medios en la revelación de los secretos del poder; en tercer lugar se explica qué es el análisis de contenido y sus aportes al estudio de los medios de comunicación; y, finalmente, se muestra el estado del arte sobre el análisis de contenido en relación con los medios de comunicación y el escándalo político. En el capítulo dos se hace un recuento y la contextualización del escándalo de Agro Ingreso Seguro, iniciando con el origen y los fundamentos legales del programa AIS, continuando con la revelación y primeras etapas del escándalo y cerrando con las investigaciones y sanciones de las autoridades y la huida de Arias a los Estados Unidos. En el capítulo tres se explica la metodología: periódicos objeto de estudio, periodos seleccionados y corpus, criterios de selección de las notas y formulación de las variables y categorías e instrumento de análisis. El capítulo cuatro contiene los hallazgos de la investigación, que dieron cuenta de la manera como El Tiempo, El Espectador y El Colombiano cubrieron el escándalo de Agro 11 Ingreso Seguro, en los tres momentos cruciales del hecho elegidos para el estudio. No se presentan los hallazgos por separado sino el total de los tres periódicos. Además, al revisar los datos resultantes de la Matriz de Codificación, se observaron similitudes entre subcategorías, por lo que se hicieron relaciones y sumatorias entre las mismas. A seguir, aparecen las conclusiones. Se encontró que fueron cuatro las grandes tendencias que marcaron el cubrimiento periodístico: la presencia destacada del discurso uribista; el abordaje de la prensa al fenómeno de la corrupción y la cultura de la trampa en la sociedad colombiana; la ausencia de análisis sobre la crisis del agro como problemática histórica en Colombia; y la judicialización de la política en el país. Finalmente, están la bibliografía y los anexos que soportan la investigación. Estos últimos son: el Manual de Codificación, que contiene la definición y descripción de las variables –con sus respectivas categorías y subcategorías– que permitieron llevar a cabo el análisis de contenido. Dicho anexo fue vital para la codificación, pues, a la luz de los criterios que se detallaron en él, fueron sistematizados el total de artículos informativos, siguiendo siempre los mismos parámetros, lo que garantizó rigurosidad y confiabilidad al análisis por la homogeneidad en la forma de codificar. En segundo lugar está la Matriz de Codificación, que fue construida en una ficha de Excel, y contiene la totalidad de los datos obtenidos en el presente trabajo. 12 Esta investigación ofrece un aporte metodológico para el estudio de otros escándalos políticos, máxime cuando nuestro contexto político es tan vulnerable a este tipo de sucesos, a raíz del manejo irregular del poder en diversos aspectos. De manera que es pertinente que esta temática sea vista como una fuente potencialde indagaciones y exploraciones académicas en el campo de las comunicaciones y, en consecuencia, desde el mundo científico se continúen analizando e interpretando estos sucesos. 13 Capítulo 1. De los medios, el escándalo político y el análisis de contenido El presente estudio está soportado en dos grandes asuntos conceptuales y uno metodológico. El primero de ellos es la relación que existe entre los medios de comunicación y la política y, como parte de dicha relación, el papel que cumplen los medios en los escándalos políticos; en segundo lugar está la calidad en el tratamiento periodístico de la información; y, por último, la técnica del análisis de contenido. En este capítulo se abordarán justamente dichos asuntos, que fueron el sustento teórico sobre el que se fundamentó la presente investigación. 1.1. Relación entre los medios de comunicación y la política El escándalo de AIS es un suceso político relacionado con la manera como las clases sociales poderosas se aprovechan de los mecanismos estatales para buscar el favorecimiento propio y, asimismo, con las estrategias que ponen en marcha ciertos gobernantes para permitir que los intereses de unos sean privilegiados, aún en detrimento de los dineros públicos y de las clases sociales más necesitadas. 14 En el contexto de polémicas como Agro Ingreso Seguro, un elemento que cobra un papel crucial son los medios de comunicación, porque constituyen el principal mecanismo de formación de opinión pública. Además, son el instrumento que les permite a los ciudadanos saber qué sucede, incluso cuando los políticos buscan ocultar o manipular la realidad. Al respecto, Manuel Castells (2008) señala que A lo largo de la historia, la comunicación y la información han constituido fuentes fundamentales de poder y contrapoder, de dominación y de cambio social. Esto se debe a que la batalla más importante que hoy se libra en la sociedad es la batalla por la opinión pública. Para reforzar este planteamiento, vale retomar las palabras de Rodríguez (2013), quien sostiene que Los medios hacen algo más que entretener; ejercen una función en la educación política, ideológica y cultural de la población y nos aportan un flujo de información que es esencial para nuestro sistema social y político, las instituciones económicas, los estilos de vida cotidiana, el relacionamiento social e incluso para nuestras formas de expresión y comportamiento social, es decir, el modo de concebir el mundo y construir nuestra realidad social. En el mismo sentido, Colomé (1994) propone que la autoridad de los medios de comunicación radica en que el contenido de sus mensajes y la frecuencia de los mismos 15 se convierten en elementos determinantes a la hora de formar actitudes en la opinión pública. Es decir, los medios tienen la capacidad de intervenir sobre la mente humana y, en consecuencia, condicionar la decisión política (Castells, 2008). 1.1.1. Beneficios y perjuicios de la relación entre los medios y la política Sobre la estrecha relación que existe entre medios y política, se podría decir que representa aspectos positivos para los ciudadanos, en la medida en que La comunicación es la vía por la que circula la política no sólo para que los gobernantes informen a sus representados sobre lo que hacen sino también para reducir la incertidumbre de los gobernados sobre las decisiones que toman quienes los representan. (Marín, 2010, p.19). De otro lado, la publicación constante de contenidos de tipo político en los medios de comunicación permite que los ciudadanos adquieran cultura política y tengan una mayor capacidad de comprensión del acontecer en esa esfera de la sociedad. Almond-Verba (citado por Colomé, 1994) lo llama “cultura cívica” y propone que cuanto más tenga un ciudadano dominio de esta forma de cultura, mayor será su competencia política y su capacidad de comprender los símbolos y signos del mundo político. 16 En otras palabras, gracias a la información política que publican los medios, los ciudadanos pueden formarse un criterio del acontecer nacional. De ahí que sean tan importantes, solo por nombrar algunos ejemplos, los debates entre los diversos grupos políticos en los que expongan sus puntos de vista; las investigaciones periodísticas sobre los gobiernos, que muestren todas las aristas de un hecho; y los cubrimientos noticiosos que les ofrecen a los ciudadanos información profunda y con análisis. Sin embargo, por cuenta de la influencia que tienen los medios de comunicación en la sociedad, los partidos políticos aprovechan esa cercanía para implantar en la opinión pública sus visiones y puntos de vista y esa relación se convierte en una “unión de conveniencia” (Yanes, 2007, p.359). Ortega (2003) califica esta circunstancia como parasitismo, según él, porque “políticos y periodistas, aun cuando tienen sus propias esferas de actuación, comparten inexorablemente el nuevo espacio mediático”. Chmielewski (1996), por su parte, considera que esta relación es simbiótica porque se trata de “dos esferas del poder que se necesitan mutuamente y cada uno obtiene ganancias” (p.61). Y, desde el punto de vista de Sorj (2010), esta situación desemboca en que el control que los medios ejercen sobre los gobiernos se vea seriamente reducido; por esa razón la dupla deja de ser beneficiosa para los ciudadanos, pues la comunicación mediática se empieza a usar como aparato de dominación. 17 Por lo anterior, aunque el ideal de la labor de los medios de comunicación es que actúen como perros guardianes y ejerzan control sobre los poderes del Estado (Peyrolón, 2000) el vínculo en cuestión se ha convertido en un obstáculo para el pleno desarrollo de una labor informativa que apunte a fortalecer la democracia (Chmielewski, 1996). Sobre este punto la periodista Deborah Chambers (citada por Güell, 2003) afirma que el papel desempeñado por la profesión periodística se ve afectado por las intromisiones de la política y de las clases dominantes, porque se anteponen los intereses de estos grupos sobre la libertad de prensa. No obstante, la responsabilidad de este fenómeno no recae exclusivamente sobre los políticos, pues los medios de comunicación están cada vez más permeados por los intereses económicos de sus dueños. Para Barragán (2011), los medios forman parte de un sistema de mercado regido por el neoliberalismo y por esa razón están enmarcados en una lógica del dominio del poder económico, situación que los hace convertirse en voceros de “mensajes disfrazados de verdad”. De ahí que los grandes conglomerados a nivel mundial busquen dominar los medios de comunicación, pues, al tener influencia sobre los aparatos mediáticos, logran injerencia en decisiones de gran importancia en campos como la economía y la política. El investigador del observatorio de medios de la Universidad de la Sabana Juan Carlos Gómez explica que “las movidas de los empresarios al entrar a ese sector, tienen que ver con la 'posibilidad de 18 ampliar su capacidad de influencia y de poder'” (La República, 2012). Entonces, en la medida en que el carácter económico prevalezca, se evidenciará cada vez más en las piezas noticiosas de los medios que el contenido y el criterio periodístico pasarán a un segundo plano, desplazados inevitablemente por los intereses de los empresarios o de los aliados de estos, en la mayoría de los casos políticos. Es así como las audiencias pierden en gran medida su oportunidad de formarse un criterio ecuánime de la realidad a partir de las noticias, pues los medios “se convierten en un instrumento de control del pensamiento, manipulan las ideas y la ciudadanía inerme y agobiada por el cúmulo de información no alcanza a digerirlo todo” (Daza, 2010).1.1.2. El periodismo de investigación y la calidad periodística se ven comprometidos Por el papel privilegiado que los medios de comunicación juegan en la sociedad, al periodismo se le exige calidad, así como la capacidad de investigar y denunciar; lo anterior teniendo en cuenta que estas organizaciones se convierten en “nuestra ventana hacia el mundo” (Cante y Ramírez, 2011, p.15). 19 El periodismo de investigación es significativo porque favorece las condiciones para el ejercicio de un gobierno democrático. Por esa razón, la prensa es reconocida como el cuarto poder, de ahí que, en palabras de Waisbord (2001), tiene la obligación de investigar y divulgar asuntos de interés público, “incluso cuando dicha información revela abusos o delitos perpetrados por las autoridades”. Para lograr el cumplimiento a cabalidad de esa tarea, los medios no pueden perder de vista en su ejercicio la calidad periodística -su principal objetivo e ideal- en tanto que esta les permite investigar el quehacer político sin caer en sensacionalismos y, de igual manera, sin dejarse influenciar por las relaciones cercanas que establecen con la política. La calidad periodística se basa en los principios de veracidad, equilibrio y legalidad y este concepto se materializa en un escenario en el que los medios contribuyen a que sus públicos tengan la “posibilidad de contrastar puntos de vista diferentes y donde existe la publicidad de los acontecimientos frente a toda forma de secretismo” (García, 1996, p.29). 20 Los académicos Germán Rey y Jorge Iván Bonilla (2003) proponen diversos parámetros de calidad periodística y entre ellos se encuentran los siguientes: La independencia, que hace que la información sea un proceso autónomo de los periodistas, quienes después de consultar diversas fuentes, cotejar y contrastar puntos de vista, ofrecen de manera libre su información a la comunidad. El pluralismo es la posibilidad que tienen diversos actores y comprensiones de ser tenidos en cuenta en la elaboración de la información, que resulta del contraste de enfoques e intereses en juego. La contextualización es el proceso por el cual los acontecimientos se ubican en su desarrollo histórico, dentro de coordenadas geográficas rigurosas, y determinando las causas y consecuencias de los fenómenos analizados. La imparcialidad tiene que ver con el estar libres de prejuicios, proceder de manera justa, con amplitud de criterio y respeto por la verdad, buscando informar de manera equilibrada, con gran diversidad de opiniones y sin sesgos. La precisión, otro parámetro de calidad periodística, se refiere a la investigación exhaustiva y a la adecuada verificación de los datos. La memoria permite la continuidad, la relación entre los acontecimientos y la elaboración de relatos que al integrarse llenen los vacíos y los olvidos fortuitos o intencionados. La narración creativa es la capacidad de contar los hechos a través de diversos géneros (noticia, crónica, entrevista, perfil, etc.), de tal manera, que los lectores 21 queden adecuadamente informados y puedan elaborar su propia opinión sobre los acontecimientos. (pp.68-69) Aunque existen excepciones en Colombia y en el resto del mundo, a partir del contexto actual del periodismo de investigación, los académicos De Pablos y Mateos (2004) afirman que “el producto informativo que están ofreciendo actualmente los medios de comunicación no responde con garantías a las exigencias que un periodismo de calidad marca (…)” (p.341). Por lo anterior, surge la necesidad de que el periodismo se libere de los vínculos que lo atan a la política, con el fin de que vuelva a “ser un instrumento fundamental de comunicación democrática, que conecte acciones y grupos sociales durante períodos de crisis y rápidos cambios políticos” (Güell, 2003, p.47). 1.2. Acercamiento al concepto del escándalo político Históricamente, las movidas oscuras y ocultas que ocurren al interior de los gobiernos han atraído el interés de los medios de comunicación. A la prensa tradicionalmente se le ha atribuido la función de revelar y desenmascarar lo que otros quieren ocultar y que es de interés público. Por eso, a estas organizaciones, como se mencionaba antes, se les ha considerado un cuarto poder, en el sentido de que vigilan los otros tres poderes de las democracias occidentales. 22 Uno de los tipos de casos que la prensa revela en su búsqueda de la verdad es aquel que está relacionado con las irregularidades que suceden en el ejercicio de la política. Dichos casos, una vez son conocidos por la opinión pública, se convierten en escándalos políticos. El escándalo político es una reacción de la opinión pública contra un agente político al que se considera responsable de una conducta que, a su vez, es percibida como un abuso de poder o una violación de la confianza social sobre la que se basa la posición de autoridad que mantiene o puede llegar a mantener tal agente. (Jiménez, 1994, p.11) En palabras de la investigadora Silvia Tabachnik (2000), el escándalo político se puede considerar como una frontera en la esfera pública entre lo que se expone y lo que se oculta a la mirada de la sociedad: “los secretos de poder” (p.338). Uno de los teóricos referente en la materia es el académico Jhon B. Thompson (2000), quien considera que una característica distintiva del escándalo político es que en él haya un protagonista del suceso que, gracias a la acción de los medios, queda expuesto “en la escena pública ante una innumerable cantidad de personas prestas a observar, escuchar o leer sobre el asunto” (p.24). Thompson (2000) resalta que otro aspecto vital que debe estar presente en el contexto del hecho para que, efectivamente, sea considerado un escándalo político es que los acontecimientos ocurran con el interés de incrementar el poder político (p.134). 23 Además, a la lista de condiciones que caracterizan este tipo de hechos se suma que “se dé una trasgresión por parte de un actor público, la cual se había tratado de mantener oculta (…). Después (…) vienen una serie de declaraciones, desmentidos y contra alegatos públicos que reclaman una investigación” (Gutiérrez y Campos, 2010, pp.156-157). Aunque el escándalo político se relaciona con las nociones de corrupción y soborno, existen diferencias sustanciales entre los tres conceptos. Según Thompson (2000), la corrupción implica el “quebrantamiento de las normas, convenciones o leyes relacionadas con el adecuado ejercicio de las obligaciones públicas con el fin de alcanzar objetivos de beneficio privado, pecuniario o personal” (p.51). En tanto que el soborno requiere un “intercambio de alicientes (a menudo económicos) destinados a influir sobre determinadas decisiones o resultados a favor del donante” (p.51). El escándalo, por su parte, surgirá solo si las “reglas, convenciones o leyes poseen algún grado de fuerza moral vinculante y tan solo en caso de que la infracción sea considerada por terceros como una violación suficientemente seria e importante para merecer una enérgica expresión de censura” (Thompson, 2000, p.51). 24 1.2.1. Fases del escándalo político y teorías sobre este concepto El académico Lawrence Sherman (citado por Jiménez, 1994) plantea en su libro La movilización social del escándalo seis fases de estos sucesos, detalladas a continuación: Revelación: una información novedosa revela algo que anteriormente era desconocido. Tiene el efecto de abrir un agujero en un círculo de secretismo y, por tanto, se sospecha que puede haber más detrás de lo revelado (…). Publicación: quienes revelan la información no tienen generalmente recursos (…) para alcanzar publicidad. Por eso, lo más importante de esta fase son las decisiones de quienes controlanlos medios informativos. (…) Alguno de los participantes en el proceso de toma de decisiones en el medio de comunicación debe tener alguna predisposición a ver la conducta en cuestión como corrupta. Defensa: tiene lugar generalmente justo después de la publicación y puede ser desempeñada por cualquiera que tenga acceso a los medios de información. Las estrategias de defensa pueden ir desde negar las acusaciones hasta atacar los motivos o la fiabilidad de quienes revelaron la información. (…) En esta fase, las estrategias retóricas de los distintos actores que tomen parte en el desarrollo del escándalo cobran una gran importancia. Dramatización: es la interpretación pública como una causa muy seria de preocupación social de lo que haya aparecido en los medios de comunicación. (…) Los actores que participan en la batalla por la opinión pública se enfrentan 25 entre sí tratando de reformar la posición de autoridad del hablante, al tiempo que se intenta debilitar la del adversario. Procesamiento: consiste en la intervención de uno de los mecanismos institucionales de reajuste que existan en la sociedad (…). Estigmatización: los intentos de colocar el estigma de <<corrupto>> o de que ha <<abusado de su poder>> a quien se tenga por responsable de lo ocurrido tienen lugar desde el primer momento que surge el escándalo. Sin embargo, la fase en la que el estigma por fin se adhiere con éxito a tal agente es la etapa final del escándalo. En esta etapa el papel crucial lo juega la audiencia. (…) La fase de estigmatización consiste en el veredicto de la comunidad, el juicio de la audiencia acerca del significado del drama moral del escándalo. (pp.26-28) A propósito de la estigmatización, el académico Fernando Jiménez (1994) señala que verse involucrado en un escándalo pone en tela de juicio la confianza que la sociedad le tiene al agente político implicado y, de igual manera, se genera un ambiente de suspicacia frente a la autoridad de esa persona (p.11). Un factor importantísimo en el desarrollo del escándalo político es la identidad del agente implicado, pues, en la medida en que el sujeto goce de reconocimiento en la sociedad, “mayor número de gente prestará atención al caso y el juicio del público será más duro para quien violó alguno de los valores sociales que él mismo encarnaba” (Jiménez, 1994, p.25). 26 Thompson (2000) propuso cinco teorías del escándalo político, directamente relacionadas con la trascendencia de los mismos. Esto se sustenta en que, de acuerdo con el académico, “a veces un escándalo tiene consecuencias nefastas para un individuo, poniendo fin a su carrera, mientras que en otros casos hay personas que pueden salir del alboroto prácticamente indemnes” (p.323). La primera es la Teoría de la ausencia de las consecuencias, que Consiste en considerar los escándalos como acontecimientos efímeros, distracciones sin consecuencias, producidas por una cultura mediática que ha empezado a preocuparse de las personalidades y las celebridades, y que ha convertido la exposición sensacionalista de las vidas privadas en figuras públicas. (p.324) El segundo planteamiento es la Teoría funcionalista del escándalo, que reconoce que El carácter contingente, impredecible y estrechamente vinculado a la existencia del conflicto de estos acontecimientos queda en gran medida eclipsado por una interpretación que destaca los rituales mediante los cuales la sociedad, concebida como una especie de cuerpo social colectivo, condena y expulsa a un elemento corrupto. (p.328) 27 En tercer lugar, el académico esboza la Teoría de la trivialización en la que se destaca el impacto potencialmente destructivo que el escándalo puede tener para el discurso y el debate que se desarrollan en la esfera pública. Según esta teoría, La obsesión de los medios en los escándalos tiende a socavar la calidad del discurso y el debate público, concentrando la atención de la gente en asuntos relativamente triviales y colocando las cuestiones importantes en los márgenes de la esfera pública. (p.330) En cuarto lugar, el autor habla de la Teoría del escándalo como subversión, en la que propone que “lejos de rebajar la calidad del debate público, lo enriquece, debido a que cuestiona las normas dominantes del periodismo y debido también a que vuelve las tornas contra los poderosos y los privilegiados” (p.334). Se trata, continúa Thompson, “de una teoría que podría desarrollarse sobre la base de las asunciones asociadas con los enfoques más festivos y posmodernos, que abordan la cuestión de la cultura popular” (p.334). Es decir, en esta teoría, el escándalo es concebido como producto de la prensa popular, que está en la búsqueda constante de temas revolucionarios. Finalmente, el investigador propone una Teoría social del escándalo, cuyo postulado básico es que estos surgen como “luchas para la obtención del poder simbólico, en los que están en juego la reputación y la confianza” (p.338). Entonces, en palabras del académico, “si los escándalos poseen una gran significación en la esfera política, se debe justamente a 28 esa capacidad y a esa posibilidad de que resulten erosionadas las relaciones de confianza” (p.338). En este último caso, partiendo del hecho de que los escándalos son potenciales reductores de reputación, su consecuencia de mayor peso es que tienen la capacidad de dañarla con una rapidez excepcional, consecuencia que en muchas ocasiones es imposible de reparar. A pesar de la importancia que reviste el escándalo político como objeto de estudio, de acuerdo con Thompson (2000), hay académicos que consideraban, incluso todavía lo hacen, que el escándalo es un asunto demasiado frívolo para permitir un serio examen erudito sobre el mismo. Dicha percepción radica en que los estudiosos de los problemas políticos y sociales tienden a creer que los acontecimientos de este tipo son “la baba de la vida social y política, recogida por los periodistas sin escrúpulos y por organizaciones mediáticas que saben cómo utilizar las indiscreciones de los poderosos para obtener dinero rápido” (p.22) y, por esa razón, les restan crédito a los investigadores que indagan sobre el escándalo. No obstante, para defender la importancia del mismo como objeto de estudio en el mundo académico y, más aún, para resaltar la labor que cumplen los medios en el cubrimiento de ellos, Jiménez (1994) expone que el escándalo constituye una forma de 29 control social. Dicho de otro modo, es una de las armas que le permiten a la sociedad autorregularse y coordinar el comportamiento de sus miembros (p.10). Al respecto, Silverstone (citado por Canel y Sanders, 2005) concluye que Los medios desempeñan un importante papel en la «configuración» de la memoria social. Las historias escandalosas implican siempre reconstrucción conmemorativa de la realidad, pero quizá la clave para que sea memorable es su capacidad para inculcar lecciones morales mediante la personificación vívida de principios abstractos. (p.176) 1.3. Análisis de contenido: definición, tipos y elementos El análisis de contenido es una técnica de investigación por medio de la que se busca descubrir cuál es el significado que se quiere transmitir con determinado mensaje, a través de la codificación de sus diversos elementos. Dicha codificación se hace mediante la categorización de variables, con el fin de encontrar con exactitud cuál es el sentido que hay detrás de ese mensaje (Gómez, 1999). 30 La categorización del contenido, o clasificación como la llama Martín (s.f.), se debe hacer a partir de la elección de las categorías apropiadas, con el fin de que la investigación se logre desarrollar de forma más ordenada y metódica, lo que se traducirá en unos resultados de la investigación másconcretos y tangibles. Krippendorff (1990) afirma que esta técnica de investigación tiene una orientación empírica e implica que el investigador que emplee este mecanismo de estudio deba desarrollar una metodología propia (p.10), como ocurrió en el desarrollo del presente trabajo, tal y como se explicará en el capítulo 3 de este escrito. Según Colle (2011), hay autores que consideran que el análisis de contenido solamente se aplica a las piezas escritas, mientas que otros autores proponen que se puede aplicar a todo tipo de mensajes, sin importar su formato. Más allá de esa discusión, lo realmente importante acerca de esta técnica de investigación es que Ha, necesariamente, de conducir a una descripción fundada del contenido manifiesto. Esto conduce fácilmente a introducir clasificaciones y efectuar comparaciones. Pero también, (…) ha de permitir la formulación de inferencias acerca del emisor y los receptores así como del contenido o significado latente del mensaje. (p.7) 31 El académico Gómez (1999) plantea que existen seis tipos de análisis de contenido: (1) El análisis de exploración de contenido. Se trata de explorar un campo de posibilidades, de investigar las hipótesis, las orientaciones o aún de servirse de sus resultados para construir cuestionarios más adaptados. (2) El análisis de verificación de contenido. Pretende verificar el realismo y la fundamentación de las hipótesis ya determinadas. (3) El análisis de contenido cualitativo. Este tipo de análisis permite verificar la presencia de temas, de palabras o de conceptos en un contenido. (4) El análisis de contenido cuantitativo. Tiene como objetivo cuantificar los datos, de establecer la frecuencia y las comparaciones de frecuencia de aparición de los elementos retenidos como unidades de información o de significación (las palabras, las partes de las frases, las frases enteras, etc.) (5) El análisis de contenido directo. Se limita a tomar el sentido literal de lo que es estudiado. No se busca descubrir un eventual sentido latente de discurso; se permanece al nivel de sentido manifiesto. (6) El análisis de contenido indirecto. En este caso, el investigador busca extraer el contenido latente que se escondería detrás del contenido manifiesto, recurrirá a una interpretación del sentido de los elementos, de su frecuencia, de su agenciamiento, de sus asociaciones, etc. (p.5) 32 En cuanto a los principales elementos que componen los análisis de contenido, López- Aranguren (2000) enumera los siguientes: Los datos. El proceso científico que llamamos análisis de contenido requiere siempre, en primer lugar, unos datos. Un dato es una unidad de información grabada en un medio resistente y duradero (papel, cinta magnetográfica, disco fonográfico, cintacinematográfica, etc.), que se distingue de otros datos, que es analizable por medio de técnicas explícitas, y que es significativo para un problema determinado. La primera tarea de la investigación científica es, pues, determinar qué es lo que se va a considerar un dato, qué es lo que se va a observar. El muestreo. Se refiere al universo de datos para la investigación y está formado por todas aquellas comunicaciones de los medios de comunicación de masas –es decir, de prensa diaria, de prensa periódica, de radio, y de televisión– publicadas o emitidas sobre el tema que se analizará. Las unidades de análisis. Son los elementos de la comunicación en los que se va a centrar el análisis. El registro. Recibe el nombre de registro el proceso por el cual cada unidad de registro es codificada y descrita en forma analizable. Los autores están de acuerdo en que el proceso de registro y codificación es un elemento crucial del análisis de contenido (…) [de ahí que] el investigador ha de desarrollar y definir un sistema de categorías. (pp.9-15) 33 A la hora de definir su sistema de categorías, el investigador debe buscar que estas reflejen los objetivos de la investigación, de manera que las variables de interés tienen que estar claramente definidas; igualmente, hay que buscar que las categorías tengan su respectiva independencia, lo que quiere decir que la colocación de una unidad de registro en una categoría no debiera influir sobre la clasificación de otras unidades de registro. Finalmente, el sistema de categorías debe derivar de un único principio de clasificación, requisito que ordena mantener separados niveles de análisis conceptualmente diferentes (López-Aranguren, 2000, pp.15-16). Para Arismendi (2008), “una de las ventajas del análisis de contenido es que aporta datos, cifras y porcentajes que pueden ayudar a la comprensión de fenómenos y procesos difíciles de percibir a simple vista” (p.91). Por ejemplo, de acuerdo con el investigador, “de la cantidad de tiempo o espacio que le dedican los medios de comunicación a un tema o a sus protagonistas durante un periodo determinado pueden obtenerse conclusiones muy valiosas para la academia, el público y los periodistas” (p.91). Entonces, el análisis de contenido debe conducir a hallazgos que vayan más allá de los datos. En este sentido, “la mayor parte de los AC [Análisis de Contenido] se orienta a generar y respaldar inferencias. El AC que sólo repite lo obvio es inútil, aunque para ello recurra a mediciones” (Colle, 2011, p.7). En el mismo sentido, Martín (s.f.) sostiene que “el 34 análisis de contenido pretende convertir los fenómenos registrados “en bruto” en datos que puedan ser tratados científicamente y construir con ellos un cuerpo de conocimientos”. Los trabajos que se inscriben en esta modalidad de investigación deben “lograr la emergencia de aquel sentido latente que procede de las prácticas sociales y cognitivas que instrumentalmente recurren a la comunicación, para facilitar la interacción que subyace a los actos comunicativos concretos y subtiende la superficie material del texto” (Piñuel, 2002, p.4). 1.4. Estado del arte del análisis de contenido en relación con los medios de comunicación y el escándalo político Colombia, como muchos países del mundo, ha sido el escenario de escándalos políticos, sin embargo, se podría decir que la comunidad académica de nuestro país ha obviado esta temática dentro de la lista de potenciales objetos de estudio, tanto en la modalidad del análisis de contenido como en la de otras perspectivas investigativas. Esta afirmación se sustenta en que, luego de hacer un rastreo en bases de datos, se pudo establecer que no hay investigaciones nacionales sobre este asunto. 35 En otros países de Latinoamérica y en España el panorama es inverso, puesto que en el mismo rastreo se halló una nutrida cantidad de investigaciones que abordaron el asunto del escándalo político desde el análisis de contenido de los principales medios que cubrieron los diferentes casos. A continuación se presentará un reporte de las principales investigaciones encontradas en dicho rastreo. En primer lugar está el trabajo Un modelo para analizar la representación simbólica del escándalo de corrupción política desde la teoría del framing: aplicación al ‘caso Umbra’, de Rocío Zamora y Juan Antonio Marín, quienes en 2011 llevaron a cabo su investigación. En ella hicieron un análisis de la cobertura periodística a dicha noticia de corrupción urbanística ocurrida en Murcia, España. Los investigadores se basaron en la teoría del framing para identificar los encuadres de la narración sobre el escándalo. Zamora y Marín (2011) retomaron de una investigación suya anterior “seis newsframes de los que se puede partir en análisis deductivos sobre esta cuestión: personificación, comparación, corrupción generalizada, reacción popular, botín conquistado y depuración de responsabilidades”. El objetivo que se trazaron fue estudiar “los marcos interpretativos con losque los medios en un contexto local abordan, analizan y se posicionan sobre un caso de corrupción política, y, por tanto, definen su papel en el proceso en el que se construye socialmente el escándalo”. En segundo lugar están los investigadores Javier Presas Mata y Mercedes Román Portas. En su estudio, titulado Corrupción y escándalo político: el papel de ABC en las elecciones 36 autonómicas gallegas de 2009, Presas y Román (2013) llevaron a cabo un análisis cualitativo y cuantitativo sobre la presencia de la noticia icono en la campaña electoral gallega en el diario ABC y determinaron que “el poder de los escándalos destapados por ABC en la campaña electoral radica en el marco interpretativo en el que se asientan, y no tanto en el poder del periodismo de investigación”. Para su investigación, los autores emplearon la perspectiva teórica del frame, definido como “el encuadre que los comunicadores adoptan al crear sus noticias” (Presas y Román, 2013). Para sacar adelante su análisis de contenido, los académicos abordaron los tipos de frames propuestos por Semetko y Valkenburg (de conflicto, de interés humano, de consecuencias económicas, de moralidad, de responsabilidad política), retomados parcialmente en la presente investigación (ver capítulo 3 —Metodología— y Anexo 1 —Manual de Codificación—). De otro lado está la investigación de Palmira Chavero (2012) titulada La corrupción política en los medios de comunicación: Un estudio del caso Gürtel (2008-2011). Este escándalo político fue destapado por el diario El País de España, lo que le mereció el Premio Ortega y Gasset de Periodismo en 2010, en la categoría Mejor trabajo de prensa. El estudio inició en febrero de 2009 y consistió en que las autoridades descubrieron una presunta red de corrupción política vinculada al Partido Popular de España (PP). Chavero sometió a análisis los diarios El País (edición Madrid), El Mundo (Madrid), Levante EMV (Valencia), ABC (Sevilla), La Voz de Galicia (Coruña), La Vanguardia 37 (Barcelona), El Periódico de Cataluña (Barcelona) y El Correo (Vizcaya). El objetivo de Chavero fue determinar si hubo diferencias en el tratamiento que los distintos periódicos españoles realizaron del caso Gürtel en función de su posicionamiento ideológico y si se produjeron cambios en la cobertura de un mismo medio a lo largo del tiempo. Otra pesquisa que se halló en el rastreo sobre el escándalo político es la de Fernando Jiménez (2000) titulada El caso MATESA: un escándalo político en un régimen autoritario. Este escándalo se desarrolló en España en 1969 y estalló cuando las autoridades iniciaron una indagación judicial en contra de la empresa Maquinaria Textil del Norte S.A. (Matesa) en el momento en que se descubrió que la compañía le adeudaba 10.000 millones de pesetas al Banco de Crédito Industrial. El principal accionista, Juan Vilá Reyes, había logrado que esa entidad pública le diera créditos a partir de documentación falsa de exportaciones infladas. Jiménez abordó el concepto de responsabilidad política plasmada en el cubrimiento que hicieron diferentes medios españoles sobre el asunto. Para considerar esta variable dentro de su análisis, identificó preguntas que los medios formularon en sus publicaciones sobre las responsabilidades políticas que deberían asumir los involucrados. 38 Finalmente, otro análisis de contenido que le sirvió como referencia a la presente investigación (a pesar de que no se trata de un estudio sobre el escándalo político) es el estudio de Natalia Aruguete y Belén Amadeo, quienes analizaron el tipo de tratamiento que recibió la noticia sobre el robo a Carolina Píparo, una mujer embarazada que fue asaltada al salir de un banco en la provincia de Buenos Aires, Argentina, y cuyo hijo murió una semana después tras recibir un impacto de bala de los delincuentes. Aruguete y Amadeo (2012) realizaron un análisis de contenido exploratorio e inductivo de la cobertura que los diarios Clarín y La Nación le dieron al tema y presentaron sus resultados en la investigación Encuadrando el delito: Pánico moral en los periódicos argentinos. Para esto, las investigadoras también retomaron la teoría del frame y propusieron la siguiente escala referida al tono de la información: 1. Puramente emocional; 2. Predominantemente emocional; 3. Combinado; 4. Predominantemente técnico; 5. Puramente técnico y 6. Otros. Esta escala se retomó en la codificación de los datos de la presente investigación (ver capítulo 3 —Metodología— y Anexo 1 —Manual de Codificación—). 39 Capítulo 2. ¿En qué consistió el escándalo de Agro Ingreso Seguro? 2.1. Origen y fundamentos legales del programa AIS El 9 de abril de 2007 el Congreso de la República de Colombia, en cabeza de su Presidenta, Dilian Francisca Toro, le dio vida a la Ley 1133, por medio de la cual se creó el programa Agro Ingreso Seguro, AIS. En el artículo 1 de dicha Ley se especifica que el programa AIS está “destinado a proteger los ingresos de los productores que resulten afectados, ante las distorsiones derivadas de los mercados externos y a mejorar la competitividad de todo el sector agropecuario nacional, con ocasión de la internacionalización de la economía”. Agrega el artículo 2 que tal programa “se enmarca dentro de las acciones previstas por el Gobierno Nacional para promover la productividad y competitividad, reducir la desigualdad en el campo y preparar al sector agropecuario para enfrentar el reto de la internacionalización de la economía” (Congreso de la República, 2007). En ese momento, a la cabeza del Gobierno Nacional estaba el presidente Álvaro Uribe Vélez y como ministro de Agricultura se desempeñaba Andrés Felipe Arias. 40 El programa fue diseñado para entregar recursos bajo dos tipos de componentes: apoyos a la competitividad y apoyos económicos directos. Sobre los primeros, la Ley 1133 consigna que su finalidad era “preparar el sector agropecuario ante la internalización de la economía y mejorar la productividad (…)” (Congreso de la República, 2007). Sobre el segundo componente, la Ley precisa que el objetivo era “proteger los ingresos de los productores durante un periodo de transición, en el cual se espera mejorar en competitividad y adelantar procesos de reconversión” (Congreso de la República, 2007). Se especificó que el Estado tenía la capacidad de entregar incentivos económicos a particulares, sin que estas personas se vieran obligadas a hacer alguna contraprestación económica a cambio. Para financiar el desarrollo de AIS, la Ley indica que el Gobierno Nacional incorporaría “dentro de un programa específico en el Presupuesto del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural para el año 2007 como mínimo la suma de cuatrocientos mil millones de pesos ($400.000.000.000.00) y a partir del año 2008 la suma como mínimo de quinientos mil millones de pesos ($500.000.000.000.00) anuales” (Congreso de la República, 2007). Dentro de las condiciones establecidas para la entrega de los apoyos directos, la Ley indica que su aplicación debía ser transparente y seguir el principio de equidad en sus reglas de asignación, distribución y acceso a dichos apoyos económicos. 41 La Ley crea un Comité Intersectorial del Programa, integrado por los ministerios de Agricultura; Hacienda; Comercio, Industria y Turismo; el Director del Departamento Nacional de Planeación, el Presidente del Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario – Finagro, el Presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia –SAC, el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos – Fedegán, el presidente de la Federación Nacional de Avicultores – Fenavi, un representante de los pequeños agricultores y el Gerente General de la Federación Nacional de Cafeteros. La principal labor dedicho Comité era asesorar al Ministerio de Agricultura en aspectos como “el diseño, con base en criterios técnicos, de la metodología de cuantificación, asignación y distribución por producto de los apoyos económicos directos” (Congreso de la República, 2007). Otra función vital de este organismo era el diseño e implementación de todos aquellos mecanismos que permitieran llevar a cabo los debidos seguimientos a la ejecución del programa. Bajos estos lineamientos, el gobierno de Uribe Vélez puso en marcha el programa Agro Ingreso Seguro, política que, según declaraciones de Andrés Felipe Arias, “benefició a 316 mil familias, de las cuales el 90 por ciento son pequeños y medianos productores” (Rueda, 2009, p.1-6). 42 2.2. Revelación y primeras etapas del escándalo de AIS Pese a las bondades señaladas en la Ley que creó Agro Ingreso Seguro con respecto a los beneficios que el programa les traería a los agricultores colombianos, una investigación periodística de la revista Cambio reveló el manejo irregular de los fondos correspondientes a esta iniciativa. El 24 de septiembre de 2009, el medio de comunicación publicó el artículo Riego de dineros públicos, en el cual se afirmaba que del programa se beneficiaron personalidades influyentes y con poder económico y político, entre los que se podían contar hijos de políticos, grandes empresarios y reinas de belleza. Cambio (2009a) sostuvo que Acceder a un subsidio del programa Agro Ingreso Seguro es como ganarse la lotería, pero durante la gestión de Andrés Felipe Arias, (…) buen número de los que recibieron subsidios no reembolsables son grandes empresarios del campo y familias millonarias con gran influencia política regional. (p.30) Además, en un artículo posterior titulado Por punta y punta, la misma revista (2009b) informó que “el 14 de diciembre de 2007 la página web de la Presidencia destacó la noticia de que el Ministerio de Agricultura (…) entregaría 8.186 millones de pesos para la creación de un banco de maquinaria agrícola para Magdalena (…)” (p.26). Los beneficiados serían los agricultores del departamento que resultaron afectados por inundaciones y los pequeños productores de la región, gracias a la implementación de tarifas más bajas que las del 43 mercado. Sin embargo, “CAMBIO pudo establecer que fueron unas pocas y poderosas familias las que más han sacado provecho del banco” (2009b, p.26). Según el portal periodístico KienyKe.com (2011), la mañana siguiente al 24 de septiembre de 2009, tras la primera publicación de Cambio, el periodista “Julio Sánchez Cristo citó la investigación (…) en La W y Agro Ingreso Seguro se convirtió en el tema de moda”. En efecto, una vez Cambio divulgó su investigación, los medios de comunicación del país centraron su interés en el hecho y comenzaron a publicar artículos sobre las irregularidades del programa. Así lo hizo la revista Semana (2009), en su nota titulada Agro Ingreso Seguro: ¿caja para ricos y reinas?, en la que aseveró que La entrega de subsidios para el campo a adineradas familias es el último botón de una serie de escándalos en la cartera del agro. (…) La teoría del actual Ministro [Andrés Darío Fernández], y su antecesor Andrés Felipe Arias, es que esos dineros entregados a grandes empresarios se irrigan automáticamente a los pequeños productores y generan empleos. Sin embargo, para los entes de control el destino final de estos multimillonarios subsidios, que no deben ser reembolsados, es motivo de sospecha. 44 Asimismo, Andrés Mejía (2009), director general del Instituto Libertad y Progreso de Colombia, escribió en la revista Cambio que En un país cuyo sector campesino muestra las profundas heridas de la pobreza, la desnutrición, la violencia, el desplazamiento y la contrarreforma armada, y donde además los recursos fiscales son escasos, resulta cuando menos insólito que un programa tan abundante en fondos termine alimentando las arcas de quienes ya son suficientemente ricos. Pocas semanas después de haber estallado el escándalo, el periodista Juan Esteban Lewin publicó en el portal de información política y de actualidad La Silla Vacía un reporte con los nombres de algunos aportantes a la campaña presidencial de 2002 de Álvaro Uribe, así como de algunos colaboradores de la campaña del referendo reeleccionista, mediante el cual Uribe buscó una segunda reelección, que fue votada negativamente por la Corte Constitucional en 2010 (El Tiempo, 2010). Los personajes que aparecieron en la lista resultaron beneficiados con altas sumas de dinero del cuestionado programa AIS. Bajo el título Estos son los 51 beneficiarios de Agro Ingreso Seguro que aportaron a campañas de Uribe, Lewin denunció que los “aportantes dieron en total 550 millones para la campaña de 2002 y 128 para el referendo. Y obtuvieron más de 34 mil millones en subsidios y más de 10 mil millones en créditos blandos” (Lewin, 2009a). 45 También hay que tener en cuenta que Andrés Felipe Arias estuvo postulado como precandidato presidencial y era considerado el favorito de Álvaro Uribe para sucederlo en la Casa de Nariño. En ese contexto, se descubrió que algunos de los beneficiarios que recibieron subsidios de AIS le aportaron dineros a su campaña. Sin embargo, sobre ese asunto Arias le aseguró a El Tiempo que “las campañas presidenciales en Colombia se financian mayoritariamente con una deuda que va contra el patrimonio de los candidatos” (Rueda, 2009, p.1-6) y negó los cuestionados aportes. Tras dar a conocer las identidades de los beneficiarios mencionados líneas arriba y la lista detallada de las sumas de dinero que recibieron, Lewin (2009a) agregó que La mayoría de los aportantes que fueron beneficiados están relacionados con el sector de biocombustibles, un sector que el Presidente Álvaro Uribe definió en el Plan de Desarrollo y en el Documento Visión 2019 como una de las puntas de lanza del desarrollo económico del país en las próximas décadas. Días después, el periodista Lewin (2009b) hizo pública la lista de los mayores beneficiarios del Programa de Ayudas para Riego y Drenaje, en el artículo titulado Estas son las 15 familias que están en boca de todos en el Congreso por los subsidios millonarios de Agro Ingreso. Tal componente de AIS fue el que dio pie al escándalo, pues en este grupo de personalidades estaba la exreina de belleza Valerie Domínguez, quien se vio envuelta en un largo proceso judicial en el que se enfrentó con su expareja, Juan Manuel Dávila 46 Fernández, y su familia, todos beneficiarios de AIS. En su investigación, Lewin (2009b) reveló que Una de las cosas que tendrá que explicar el Ministro (…) es la desigual distribución de estos subsidios de riego y drenaje, que son las ayudas de Agro Ingreso Seguro más jugosas para cada beneficiario. (…) Hay más de 25.000 beneficiarios del programa de riego entre 2007 y 2009. De estos, 464 son empresas o personas privadas y el resto son usuarios de distritos de riego, es decir, pequeños campesinos que se benefician de una infraestructura de agua que supera su parcela. Estas 464 empresas o personas recibieron 132 mil millones de pesos de regalo en tres años. Los 25 mil o más pequeños campesinos recibieron 112 mil millones. Lewin (2009b) dice que 15 familias recibieron más de 27 mil millones de pesos y las discrimina así: Vives Lacouture, 5.395 millones; Lacouture Pinedo, 4.873 millones; Dávila, 3.900 millones de pesos; Vives, 2.045 millones; Riveros Páez, 2.000 millones; Lacouture Dangond, 1.821 millones de pesos; Solano Tribín, 1.264 millones; Juan Manuel Posada Grillo, 1.040 millones; Guzmán, 1.000 millones; Garcés, 1.000 millones; Fernández de Castro, 909 millones; Abadía Campo, 800 millones; Correa, 750 millones; Cuello, 490 millones; y Nule Amín, 279 millones.47 A la lista de publicaciones periodísticas sobre las irregularidades en AIS se sumó una columna de opinión en la que el periodista Daniel Coronell denunció en 2010 que la directora del diario El Colombiano en ese entonces, Ana Mercedes Gómez Martínez, estaba entre los beneficiarios de ese programa. Coronell (2010a) afirmó que Los listados oficiales muestran que Ana Mercedes recibió, en 2008, un crédito blando de AIS con período de gracia y tasa preferencial de DTF menos 2 puntos, por 82 millones de pesos. El beneficio implica que con dinero de los contribuyentes se paga parte de la deuda. Otro documento oficial cuantifica ese apoyo en 18.335.200 pesos. Ante la acusación, en El Colombiano fue publicado un artículo de autoría de la propia Ana Mercedes Gómez (2010), que dice: Sí, Daniel Coronell. Saqué un crédito con el Banco Agrario por sugerencia que le hizo a mi esposo, Ingeniero Agrónomo, otro Ingeniero Agrónomo que trabaja en la granja La Selva, de Corpoica en Rionegro, Antioquia. (…) He honrado mi pago de intereses, blandos, nadie lo niega; y el pago de cuotas de amortización a los ochenta y dos millones de pesos, suma a la que ascendió el crédito. 48 Posteriormente, Coronell (2010b) hizo pública una carta dirigida por él a Gómez Martínez, en la que la acusó de cometer Una falta ética al no hacer explícito su interés personal mientras se convertía en defensora oficiosa del AIS. Esa actitud suya es contraria a los principios que usted misma ha proclamado y que proclamaron quienes la antecedieron en su importante cargo. En el mismo sentido, anteriormente Coronell (2010a) había manifestado que El Colombiano “informó sobre Agro Ingreso Seguro con clara inclinación gobiernista. Incluso publicó algunas imprecisiones favorables al gobierno (…)”. Más allá de la polémica, que se extendió por varias semanas, las revelaciones de Coronell no le acarrearon investigaciones de orden penal a Ana Mercedes Gómez (2010), quien fue enfática en afirmar: “Yo no engañé. Yo no busqué a ninguna persona influyente para que me otorgaran el crédito. El monto de crédito lo definió el Banco Agrario siguiendo sus parámetros y teniendo en cuenta el monto de la inversión”. 49 2.3. Investigaciones, sanciones de las autoridades y huida de Arias Durante el tiempo que funcionó el programa AIS, entre 2007 y 2009, fueron entregados cerca de 234 mil millones de pesos. Y en abril de 2014, luego de concluir las investigaciones por responsabilidad fiscal, “la Contraloría calificó la actitud de los ex ministros [Arias y Fernández] como negligente e imprudente ‘al ocasionar la pérdida de recursos públicos por valor de $12.115.262.256,33 del agro colombiano’” (El Espectador, 2014). Debido a las denuncias de corrupción, las autoridades iniciaron una serie de investigaciones en contra de los exministros de Agricultura Andrés Felipe Arias y quien lo sucedió en su cargo desde febrero de 2009 (siete meses antes de que estallara el escándalo), Andrés Darío Fernández. También fueron investigados Rodolfo Campo Soto, exgerente del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder); Juan Camilo Salazar, exviceministro de Agricultura; Camila Reyes, exdirectora de Financiamiento y Comercio del Ministerio de Agricultura; Javier Romero y Juan David Castaño, exdirectores de Desarrollo Rural del Ministerio; Alba Sandoval, exdirectora de Seguimiento Presupuestal del Ministerio de Agricultura y Gisela Torres y Edelmira Riveros, interventoras. Además de una larga lista de empresarios y personajes de la vida pública colombiana. 50 En el caso de Andrés Felipe Arias, en julio de 2011 la Procuraduría anunció que lo sancionaría con una inhabilidad de 16 años para ejercer cargos públicos, puesto que Arias fue hallado responsable de cuatro cargos: - Intervenir en la celebración de los convenios especiales de cooperación científica y tecnológica con omisión de estudios previos, violando los principios de planeación y transparencia. - Aprobar los términos de referencia de las convocatorias públicas de riego y drenaje húmedos del 2008 sin que dichos términos de referencia contaran con factores de evaluación precisos y claros, desconociendo los principios que rigen la actividad contractual. - Celebrar convenios de cooperación de ciencia y tecnología con el IICA utilizando la modalidad de contratación directa, violando los principios de transparencia y responsabilidad. - Exceder los topes de gastos para administración y operación del programa Agro Ingreso Seguro desbordando para el año 2008 el porcentaje establecido. (Semana, 2011) Antes, en 2010, el entonces fiscal general de la Nación, Guillermo Mendoza Diago, anunció la apertura de una investigación en contra de Arias. Dicha investigación continuó su curso bajo la administración del ente acusador de la fiscal Viviane Morales. En el contexto de esas investigaciones, Arias declaró en los medios de comunicación, en 51 reiteradas oportunidades, que se consideraba un preso político puesto que durante varios meses estuvo recluido en la Escuela de Caballería del Ejército. Palabras pronunciadas por Arias al respecto, que en la actualidad resultan paradójicas, tuvieron lugar en la edición del 2 de septiembre de 2012 de El Espectador (2012), en el artículo “Soy un preso político”: Me quedé en Colombia para poner la cara a la justicia y me metieron a la cárcel a punta de mentiras ¿A quién se le ocurre que soy un peligro para la sociedad? No salí corriendo del país como otros. (p.8) Paradójicas porque desde el 13 de junio de 2014 las autoridades colombianas denunciaron su huida hacia los Estados Unidos, antes de conocer el fallo condenatorio de la Corte Suprema de Justicia. En su ausencia, en julio de 2014 la Sala Penal de la Corte Suprema determinó que Arias debía pagar una pena de “17 años de prisión y una multa de 50 mil salarios mínimos (unos 30.800 millones de pesos), al ser hallado responsable de (…) apropiación a favor de terceros y celebración de contratos sin el cumplimiento de los requisitos legales” (El Tiempo, 2014). Para lograr que pague por los delitos cometidos, la magistrada María del Rosario González libró orden de captura internacional contra el exministro. Sin embargo, la revista 52 Semana reveló que Arias logró obtener el asilo político el 5 de septiembre de 2014, de acuerdo con fuentes cercanas a Oficina de Asilo de Miami. Bajo estas condiciones, el exministro puede moverse con libertad por todo el territorio de Estados Unidos y laborar sin ningún tipo de restricciones. Además, cuando cumpla un año de haber obtenido el asilo, Arias podrá aplicar para obtener la residencia definitiva en EE. UU. (Semana, 2015). Así las cosas, como lo explica Semana, Lo que queda claro es que con su categoría de asilado oficial es prácticamente imposible que Arias pague algún día su condena de 17 años de prisión. Desde luego, no podrá regresar a Colombia, pues sería capturado. Al contrario, ahora puede tener una vida como la de cualquier ciudadano extranjero que obtiene los beneficios tras regularizar adecuadamente todos sus documentos. Otro de los implicados más visibles en el escándalo es Andrés Darío Fernández, quien, como se explicó antes, sucedió a Arias en el Ministerio de Agricultura. A Fernández la Contraloría General de la República lo declaró responsable fiscal por la pérdida de 741 millones de pesos y la Procuraduría lo suspendió por 11 años. De otro lado, se encuentra el exviceministro Juan Camilo Salazar, a quien el Tribunal Superior de Bogotá le impuso una pena de 7 años de cárcel por su responsabilidad en la entrega irregular de los subsidios del programa AIS. A Salazar las autoridades lo 53 procesaron por los delitos de peculado culposo y celebración de contratosin cumplimiento de requisitos legales. Asimismo, en las investigaciones que adelantó la Procuraduría fueron condenados otros exfuncionarios del Ministerio de Agricultura implicados, entre ellos: Gisela del Carmen Torres Arenas, Alba Sánchez Ríos y Juan David Castaño Alzate, suspendidos por dos meses; Edelmira Rivera Quintero, retirada de su cargo por un mes; Mario Andrés Soto Ángel, Javier Enrique Romero Mercado y Camila Reyes del Toro, sancionados con destitución e inhabilitados por 11 años; y Rodolfo Campo Soto, destituido e inhabilitado por 13 años. Por su parte, Oscar Schroeder –exasesor jurídico del Ministerio de Agricultura– fue inhabilitado por 12 años para ejercer cargos públicos, mientras que Tulia Eugenia Méndez –exjefe jurídica del Ministerio– fue absuelta. Otra de las entidades que se vio seriamente cuestionada con el escándalo fue el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), una organización que está presente en 34 países y se especializa en apoyar a los Estados miembros de la misma para “lograr el desarrollo agrícola y el bienestar rural” (IICA, 2015). El IICA tenía como función dentro del programa evaluar la viabilidad técnica de los proyectos, principalmente, en cuanto a drenaje e irrigación se refería, los que a la postre se convirtieron en los principales focos del escándalo. Sin embargo, su director, Christopher Hansen, denunció que el Gobierno colombiano fijó las condiciones de juego del programa y que el IICA no estaba 54 en libertad de rechazar los “proyectos que tenían como beneficiarios a familias ricas o que hubieran subdividido las parcelas para obtener más subvenciones del Estado” (El Espectador, 2011). Por lo tanto, voceros de la entidad afirmaron que el Ministerio buscó usarla como chivo expiatorio para señalar a un culpable, incluso, manifestaron que el entonces ministro Andrés Darío Fernández les propuso ofrecer un empleado del IICA como sacrificio, a quien el Ministerio pudiera culpar por lo sucedido. No obstante, la organización asegura que se negó a hacerlo (El Espectador, 2011). En cuanto a las familias involucradas, como se explicará con mayor profundidad en el capítulo 4 de Resultados, los exministros Andrés Felipe Arias y Andrés Darío Fernández y demás funcionarios cercanos al gobierno uribista –incluso el propio Uribe–, se ocuparon de señalarlas durante el cubrimiento como responsables de haber accedido “abusivamente” a los subsidios otorgados en el marco del programa AIS. Entre esas familias, el caso al que mayor seguimiento se le hizo por parte de la prensa fue el de los Dávila, quienes recibieron subsidios por un valor cercano a los 3.900 millones de pesos. En octubre de 2012, un juez condenó a Juan Manuel Dávila Jimeno (padre) a 22 meses de prisión domiciliaria y a Juan Manuel Dávila Fernández de Soto (hijo) a 20 meses 55 de cárcel, pena que también le fue impuesta a su madre, María Clara Fernández de Soto, y a su hermana, Ana María Dávila. Esta familia protagonizó un extenso alegato en los estrados judiciales contra la exreina Valerie Domínguez, quien le firmó unos papeles de subarrendamiento de un predio rural a quien en ese momento era su novio, Juan Manuel Dávila (hijo), con el fin de acceder a uno de los subsidios de Riego y Drenaje. Pese a que los Dávila reiteraron durante todo el proceso que Domínguez conocía las intenciones que había detrás de la firma de tales documentos, en octubre de 2012 el juez 38 de conocimiento de Bogotá declaró inocente a Valerie, al considerar que “Juan Manuel Dávila (…) se aprovechó de la ingenuidad de la modelo y actriz para tramitar los subsidios del programa AIS” (Caracol, 2012). Por cuenta de la corrupción descubierta en el programa y de todas las investigaciones judiciales que suscitó, en abril de 2011 el gobierno de Juan Manuel Santos le dio fin a Agro Ingreso Seguro y lo reemplazó con el programa Desarrollo Rural con Equidad. Finalmente, vale agregar que la revista Cambio dejó de circular desde febrero de 2010 –cinco meses después de revelar el escándalo de AIS–, pues el grupo Planeta, dueño en ese momento de la Casa Editorial El Tiempo, propietaria de la revista, decidió clausurarla de manera definitiva. En una reflexión sobre el cierre de la publicación, el maestro en ética 56 periodística Javier Darío Restrepo (2010) destacó las revelaciones que ese medio publicó sobre AIS y concluyó que “la desaparición de Cambio es lamentable (…). Desde el punto de vista de los periodistas, es un signo premonitorio del creciente poder empresario en los medios, y de una información que se hará bajo sus reglas de juego”. 57 Capítulo 3. Metodología Este trabajo de investigación se fundamentó en la técnica del análisis de contenido para determinar cómo fue la construcción que los periódicos El Tiempo, El Espectador y El Colombiano hicieron del escándalo Agro Ingreso Seguro, en tres momentos cruciales del hecho. El análisis de contenido, en palabras de Berelson (citado por Bermúdez, 1982), “es una técnica de investigación para la descripción objetiva, sistemática y cuantitativa del contenido manifiesto de las comunicaciones y que tiene como finalidad interpretarlas”. Para Gómez (1999), se trata de “un método que consiste en clasificar y/o codificar los diversos elementos de un mensaje en categorías con el fin de hacer aparecer de la mejor manera el sentido”. Dada la tradición de esta técnica y su amplio uso en la investigación sobre medios de comunicación, en el capítulo 1 se hace referencia a sus particularidades, procedimientos y aportes. La presente investigación siguió los pasos que caracterizan los análisis de contenido, dentro del enfoque cuantitativo: se definieron variables, categorías y subcategorías, se codificó el corpus y se hicieron sumatorias y cálculos de porcentajes que permitieron, 58 finalmente, describir e interpretar las grandes tendencias en el cubrimiento de los tres periódicos sobre el escándalo de Agro Ingreso Seguro. 3.1. Periódicos objeto de estudio, periodos seleccionados y corpus El Tiempo, El Espectador y El Colombiano fueron elegidos para llevar a cabo este análisis de contenido, teniendo en cuenta que son los tres periódicos más importantes del país, en términos de circulación, en el ranking de diarios de noticias generales, liderazgo que reflejan las cifras del Estudio General de Medios (EGM)2. Otra razón por la que fueron seleccionados para realizar esta investigación es que son los medios de comunicación de prensa escrita más tradicionales y reconocidos que circulan en Colombia. El Espectador, el más antiguo del país, con 128 años, fue fundado el 22 de marzo de 1887 y es un diario de tendencia liberal que, “durante su existencia, (…) ha sido un baluarte 2 El EGM “es un estudio poblacional que busca una representación adecuada del universo objetivo, a través de una muestra interrogada acerca de su comportamiento en relación al consumo de medios, entre otras cosas” (Acim, 2014). Está a cargo de la Asociación Colombiana de Investigación de Medios y la técnica aplicada es la entrevista personal cara a cara en hogares, mediante un cuestionario estructurado. Los resultados son publicados tres veces al año, o en tres olas. Según los resultados de la tercera ola de 2014, El Tiempo es el periódico más leído del país, con 943.600 lectores. En segundo lugar se encuentra El Espectador, con 251.300 lectores. Y, de los periódicos regionales, el más leído es El Colombiano, con 225.000 lectores. Estas cifras se refieren a la cantidad de lectores de los periódicos entre lunes y sábado. 59 ético y un defensor de primera línea de la libertad y la independencia periodística” (Semana, 2008b).
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