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CanasErica-2016-ConstruccionMediaticaPolitico

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1 
 
 
LA CONSTRUCCIÓN MEDIÁTICA DEL ESCÁNDALO POLÍTICO. 
ANÁLISIS DE CONTENIDO DE LAS NOTICIAS PUBLICADAS EN EL TIEMPO, 
EL ESPECTADOR Y EL COLOMBIANO ACERCA DEL CASO DE AGRO 
INGRESO SEGURO 
 
ERIKA FERNANDA CAÑAS CAMARGO 
 
Trabajo de investigación presentado como requisito para optar al título de 
Magíster en Comunicaciones 
 
Asesora 
Elvia Elena Acevedo Moreno 
 
 
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA 
FACULTAD DE COMUNICACIONES 
MAESTRÍA EN COMUNICACIONES 
MEDELLÍN 
2015 
 
 
 
 
2 
 
Resumen 
 
En este trabajo se analiza el cubrimiento noticioso que los periódicos El Tiempo, El 
Espectador y El Colombiano hicieron del escándalo de Agro Ingreso Seguro, un caso que 
dejó al descubierto prácticas corruptas en la distribución de subsidios entre empresarios y 
familias vinculadas al sector del agro en Colombia. 
 
El corpus estuvo conformado por 191 artículos informativos publicados en tres periodos, 
entre los años 2009 y 2012, los cuales fueron elegidos por su trascendencia. Utilizando la 
técnica del análisis de contenido, el estudio de los artículos se centró en las siguientes 
variables: Identificación de la información, Autoría de la información, Género periodístico, 
Temáticas abordadas, Fuentes consultadas, Valores que se defienden, Actitudes que se 
condenan, Identificación de las Figuras arquetípicas, Tipos de frames y Tono de la 
información. 
 
Los hallazgos muestran que en el cubrimiento que los diarios hicieron del escándalo de 
Agro Ingreso Seguro hubo una presencia destacada del discurso uribista; por otro lado, gran 
parte de la información se concentró en el grave fenómeno de corrupción y la crisis de 
valores que se presenta en la sociedad colombiana. Así mismo, en los diarios hubo ausencia 
de análisis acerca de la crisis del agro como problemática histórica en Colombia; y, 
finalmente, el tipo de cubrimiento evidenció la llamada “judicialización de la política” que 
ocurre en el país, en la medida en que se dejó en un segundo plano la reflexión sobre lo 
“político” y se cubrió más lo judicial. 
 
Palabras clave: Análisis de contenido, Escándalo político, Agro Ingreso Seguro, Andrés 
Felipe Arias, Álvaro Uribe Vélez, Corrupción política. 
 
 
3 
 
Abstract 
 
This paper analyzes the news coverage made to the “Agro Ingreso Seguro” scandal by 
El Tiempo, El Espectador and El Colombiano newspapers; a case that exposed corrupt 
practices in the distribution of grants among families and businessmen linked to 
Colombia’s agriculture sector. 
 
The corpus consisted of 191 news articles published in three periods between 2009 and 
2012, chosen for their significance. The study of articles was done using Content Analysis 
Technique and focused on the following variables: Information Identification, Authoring, 
Journalistic Genre, Topics Addressed, Sources Surveyed, Advocated Values, Condemned 
Attitudes, Identification of the Archetypal Figures, Types of Frames and Information Tone. 
 
The findings show that newspaper coverage of the “Agro Ingreso Seguro” scandal had a 
strong presence of Uribe's1 discourse; on the other hand, much of the information was 
concentrated in the terrible phenomenon of corruption and the crisis of values existent in 
Colombian society. In similar fashion, the newspapers lacked analysis on the crisis in 
agriculture as a historical problem in Colombia; and finally, the type of coverage showed 
the "criminalization of politics" that occurs in the country, to the extent that the reflection 
on the "political" was left in the background, while judicial information was privileged. 
 
Keywords: Content Analysis, Political Scandal, Agro Ingreso Seguro, Andres Felipe Arias, 
Alvaro Uribe Velez, Political Corruption. 
 
1 Former Colombian President during two terms between 2002 - 2010. 
 
 
4 
 
Índice 
 
 
Introducción 7 
 
Capítulo 1. De los medios, el escándalo político y el análisis de contenido 
 
1.1. Relación entre los medios de comunicación y la política 
 
13 
 
1.1.1. Beneficios y perjuicios de la relación entre los medios y la política 
 
15 
 
1.1.2. El periodismo de investigación y la calidad periodística se ven 
comprometidos 
 
18 
 
 
1.2. Acercamiento al concepto del escándalo político 
 
21 
 
1.2.1. Fases del escándalo político y teorías sobre este concepto 
 
24 
 
1.3. Análisis de contenido: definición, tipos y elementos 
 
29 
 
1.4. Estado del arte del análisis de contenido en relación con los medios de 
comunicación y el escándalo político 
 
34 
 
 
 
Capítulo 2. ¿En qué consistió el escándalo de Agro Ingreso Seguro? 
 
2.1. Origen y fundamentos legales del programa AIS 
 
39 
 
2.2. Revelación y primeras etapas del escándalo de AIS 
 
42 
 
2.3. Investigaciones, sanciones de las autoridades y huida de Arias 
 
49 
 
 
Capítulo 3. Metodología 
 
3.1. Periódicos objeto de estudio, periodos seleccionados y corpus 
 
58 
 
3.2. Criterios de selección de los artículos y formulación de las variables y 
categorías 
 
62 
 
 
3.3. Instrumento de análisis 64 
 
 
5 
 
 
 
 Capítulo 4. Resultados 
 
4.1. Presencia destacada del discurso uribista en el cubrimiento del escándalo de 
AIS 
 
77 
 
 
4.1.3. La defensa que el uribismo hizo de sí mismo 
 
91 
 
4.1.4. Reflejo del uribismo en las “Figuras arquetípicas” 
 
99 
 
4.2. El abordaje de la prensa al fenómeno de la corrupción en el proceso de AIS 
 
105 
 
4.2.1. La cultura de la trampa en Colombia 
 
113 
 
4.2.2. Los cuestionamientos a las familias adineradas y a los grandes empresarios 
 
117 
 
4.3. Ausencia de análisis sobre la crisis del agro como problemática histórica en 
Colombia 
 
121 
 
 
4.4. La judicialización de la política en el escándalo de AIS 
 
129 
 
4.4.1. Relevancia del ámbito judicial reflejada en encuadres y tonos de la 
información 
 
135 
 
 
 
Conclusiones 
 
146 
 
 
Bibliografía 
 
151 
 
 
Anexos 
 
1. Manual de Codificación 
 
169 
 
1.1. Identificación de la información 
 
171 
 
1.2. Autoría de la información 
 
172 
 
1.3. Género periodístico 
 
174 
 
1.4. Temáticas abordadas 
 
178 
 
 
 
6 
 
1.5. Fuentes consultadas 
 
180 
 
1.6. Valores que se defienden 
 
187 
 
1.7. Actitudes que se condenan 
 
198 
 
1.8. Identificación de las Figuras arquetípicas 
 
212 
 
1.9. Tipos de frames 
 
217 
 
1.10. Tono de la información 
 
219 
 
 
2. Matriz de Codificación 
 
2.1. Codificación Escándalo Político 
 
Hoja 1 
 
2.2. Resultadosorden descendente 
 
Hoja 2 
 
2.3. Tablas Capítulo de Resultados 
 
Hoja 3 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7 
 
Introducción 
 
El 24 de septiembre de 2009, cuando circuló la edición 849 de la revista Cambio, la 
opinión pública en Colombia supo de la corrupción ocurrida en el programa Agro Ingreso 
Seguro (AIS). La controversia surgió luego de que Cambio (2009a) denunciara 
públicamente, basada en fuentes y documentos legales, que buena parte de los subsidios de 
ese programa que debía ser destinada a campesinos colombianos para que mejoraran su 
competitividad había sido dada a “grandes empresarios del campo y familias millonarias 
con gran influencia política regional” (p.31). 
 
En octubre de 2010, esa noticia originó la apertura de una investigación judicial en 
contra del exministro de Agricultura Andrés Felipe Arias y de varios políticos y personajes 
de la vida pública del país. Lo anterior desembocó en el surgimiento de un escándalo 
político, puesto que, al ser revelado que hubo entregas irregulares de subsidios del 
programa, la conducta del exministro Arias, así como la de los demás funcionarios que se 
vieron involucrados, fue percibida por la opinión pública como un abuso de poder. 
 
El Tiempo, El Espectador y El Colombiano, los tres periódicos más leídos de 
Colombia en el ranking de noticias generales –según el EGM de 2014 (Acim, 2014)– 
cubrieron, al igual que los demás medios, el boom que significó el destape de la corrupción 
 
 
8 
 
en AIS. Justamente, la presente investigación se propuso como objetivo general examinar el 
cubrimiento que hicieron estos periódicos sobre dicho escándalo, en tres momentos 
cruciales del hecho, entre 2009 y 2012 -como se detalla más a fondo en la Metodología-. 
 
En total, fueron 191 notas periodísticas las que conformaron el corpus de esta 
investigación, todas de carácter informativo, es decir, no se analizaron artículos de opinión, 
editoriales, caricaturas ni cartas de los lectores. 
 
Durante los dos períodos presidenciales de Álvaro Uribe Vélez (2002 a 2006 y 2006 a 
2010), el cubrimiento periodístico frente a dicho gobierno, con algunas excepciones, pasó 
por dos fases: en la primera, el panorama fue de una aceptación de la manera como Uribe y 
su gabinete llevaban las riendas de Colombia; mientras que en la fase correspondiente al 
segundo periodo salieron a la luz investigaciones periodísticas que revelaron casos de 
corrupción como las chuzadas del DAS, la parapolítica, los falsos positivos y AIS. Para la 
presente investigación se consideró la reflexión del académico Adrián Duplatt (2012), 
quien sostiene que “las noticias son los ladrillos que construyen discursivamente la realidad 
social” y es en esa medida que los medios de comunicación se convierten en “un recurso de 
los ciudadanos contra el abuso de los poderes” (Sunkel, 2004, p.86). 
 
 
 
9 
 
A partir del análisis de los artículos que publicaron los tres principales diarios de 
Colombia acerca de la controversia de Agro Ingreso Seguro, se pudo establecer qué tipo de 
construcción informativa se hizo del caso y, en consecuencia, cuál fue la realidad que 
transmitieron a sus lectores. 
 
Este trabajo de investigación se fundamentó en el análisis de contenido, “un método que 
consiste en clasificar y/o codificar los diversos elementos de un mensaje en categorías con 
el fin de hacer aparecer de la mejor manera el sentido” (Gómez, 1999). Sin embargo, el 
estudio se propuso ir más allá de las variables clásicas trabajadas en los análisis de 
contenido tradicionales de medios, tales como número, tipo y cantidad de fuentes, género 
periodístico predominante, temáticas abordadas, ubicación de las noticias en los cuadrantes 
de las páginas, origen de la información o autoría de las notas. Por lo tanto, aunque la 
mayoría de ellas se tuvieron en cuenta, se formularon cinco nuevos bloques de variables, 
los cuales se inspiraron en investigaciones de otros académicos, a saber: “Valores que se 
defienden”, “Actitudes que se condenan”, “Identificación de Figuras arquetípicas", “Tipos 
de frames” y “Tono de la información”. 
 
Para la codificación de la información se diseñó una matriz en una ficha de Excel. Allí 
se clasificaron los datos correspondientes a todas las variables, categorías y subcategorías, 
según se desprendían de la lectura de cada nota periodística. Luego se procedió a 
cuantificar los datos obtenidos para determinar las tendencias predominantes. 
 
 
10 
 
 Este informe cuenta con cuatro capítulos. El primero presenta el marco teórico en el 
que se sustenta esta investigación: se ofrece un panorama de la vinculación entre los medios 
de comunicación y la política y se aborda la manera como la calidad periodística se ve 
comprometida a raíz de dicha cercanía; luego se aborda la temática del escándalo político y 
el papel de los medios en la revelación de los secretos del poder; en tercer lugar se explica 
qué es el análisis de contenido y sus aportes al estudio de los medios de comunicación; y, 
finalmente, se muestra el estado del arte sobre el análisis de contenido en relación con los 
medios de comunicación y el escándalo político. 
 
En el capítulo dos se hace un recuento y la contextualización del escándalo de Agro 
Ingreso Seguro, iniciando con el origen y los fundamentos legales del programa AIS, 
continuando con la revelación y primeras etapas del escándalo y cerrando con las 
investigaciones y sanciones de las autoridades y la huida de Arias a los Estados Unidos. 
 
En el capítulo tres se explica la metodología: periódicos objeto de estudio, periodos 
seleccionados y corpus, criterios de selección de las notas y formulación de las variables y 
categorías e instrumento de análisis. 
 
El capítulo cuatro contiene los hallazgos de la investigación, que dieron cuenta de la 
manera como El Tiempo, El Espectador y El Colombiano cubrieron el escándalo de Agro 
 
 
11 
 
Ingreso Seguro, en los tres momentos cruciales del hecho elegidos para el estudio. No se 
presentan los hallazgos por separado sino el total de los tres periódicos. Además, al revisar 
los datos resultantes de la Matriz de Codificación, se observaron similitudes entre 
subcategorías, por lo que se hicieron relaciones y sumatorias entre las mismas. 
 
A seguir, aparecen las conclusiones. Se encontró que fueron cuatro las grandes 
tendencias que marcaron el cubrimiento periodístico: la presencia destacada del discurso 
uribista; el abordaje de la prensa al fenómeno de la corrupción y la cultura de la trampa en 
la sociedad colombiana; la ausencia de análisis sobre la crisis del agro como problemática 
histórica en Colombia; y la judicialización de la política en el país. 
 
Finalmente, están la bibliografía y los anexos que soportan la investigación. Estos 
últimos son: el Manual de Codificación, que contiene la definición y descripción de las 
variables –con sus respectivas categorías y subcategorías– que permitieron llevar a cabo el 
análisis de contenido. Dicho anexo fue vital para la codificación, pues, a la luz de los 
criterios que se detallaron en él, fueron sistematizados el total de artículos informativos, 
siguiendo siempre los mismos parámetros, lo que garantizó rigurosidad y confiabilidad al 
análisis por la homogeneidad en la forma de codificar. En segundo lugar está la Matriz de 
Codificación, que fue construida en una ficha de Excel, y contiene la totalidad de los datos 
obtenidos en el presente trabajo. 
 
 
12 
 
Esta investigación ofrece un aporte metodológico para el estudio de otros escándalos 
políticos, máxime cuando nuestro contexto político es tan vulnerable a este tipo de sucesos, 
a raíz del manejo irregular del poder en diversos aspectos. De manera que es pertinente que 
esta temática sea vista como una fuente potencialde indagaciones y exploraciones 
académicas en el campo de las comunicaciones y, en consecuencia, desde el mundo 
científico se continúen analizando e interpretando estos sucesos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
13 
 
Capítulo 1. De los medios, el escándalo político y el análisis de contenido 
 
El presente estudio está soportado en dos grandes asuntos conceptuales y uno 
metodológico. El primero de ellos es la relación que existe entre los medios de 
comunicación y la política y, como parte de dicha relación, el papel que cumplen los 
medios en los escándalos políticos; en segundo lugar está la calidad en el tratamiento 
periodístico de la información; y, por último, la técnica del análisis de contenido. En este 
capítulo se abordarán justamente dichos asuntos, que fueron el sustento teórico sobre el 
que se fundamentó la presente investigación. 
 
1.1. Relación entre los medios de comunicación y la política 
 
El escándalo de AIS es un suceso político relacionado con la manera como las clases 
sociales poderosas se aprovechan de los mecanismos estatales para buscar el 
favorecimiento propio y, asimismo, con las estrategias que ponen en marcha ciertos 
gobernantes para permitir que los intereses de unos sean privilegiados, aún en detrimento 
de los dineros públicos y de las clases sociales más necesitadas. 
 
 
 
14 
 
En el contexto de polémicas como Agro Ingreso Seguro, un elemento que cobra un 
papel crucial son los medios de comunicación, porque constituyen el principal 
mecanismo de formación de opinión pública. Además, son el instrumento que les permite 
a los ciudadanos saber qué sucede, incluso cuando los políticos buscan ocultar o 
manipular la realidad. Al respecto, Manuel Castells (2008) señala que 
A lo largo de la historia, la comunicación y la información han constituido fuentes 
fundamentales de poder y contrapoder, de dominación y de cambio social. Esto se 
debe a que la batalla más importante que hoy se libra en la sociedad es la batalla 
por la opinión pública. 
 
Para reforzar este planteamiento, vale retomar las palabras de Rodríguez (2013), quien 
sostiene que 
Los medios hacen algo más que entretener; ejercen una función en la educación 
política, ideológica y cultural de la población y nos aportan un flujo de información 
que es esencial para nuestro sistema social y político, las instituciones económicas, 
los estilos de vida cotidiana, el relacionamiento social e incluso para nuestras 
formas de expresión y comportamiento social, es decir, el modo de concebir el 
mundo y construir nuestra realidad social. 
 
En el mismo sentido, Colomé (1994) propone que la autoridad de los medios de 
comunicación radica en que el contenido de sus mensajes y la frecuencia de los mismos 
 
 
15 
 
se convierten en elementos determinantes a la hora de formar actitudes en la opinión 
pública. Es decir, los medios tienen la capacidad de intervenir sobre la mente humana y, 
en consecuencia, condicionar la decisión política (Castells, 2008). 
 
1.1.1. Beneficios y perjuicios de la relación entre los medios y la política 
 
Sobre la estrecha relación que existe entre medios y política, se podría decir que 
representa aspectos positivos para los ciudadanos, en la medida en que 
La comunicación es la vía por la que circula la política no sólo para que los 
gobernantes informen a sus representados sobre lo que hacen sino también para 
reducir la incertidumbre de los gobernados sobre las decisiones que toman quienes 
los representan. (Marín, 2010, p.19). 
 
De otro lado, la publicación constante de contenidos de tipo político en los medios de 
comunicación permite que los ciudadanos adquieran cultura política y tengan una mayor 
capacidad de comprensión del acontecer en esa esfera de la sociedad. Almond-Verba 
(citado por Colomé, 1994) lo llama “cultura cívica” y propone que cuanto más tenga un 
ciudadano dominio de esta forma de cultura, mayor será su competencia política y su 
capacidad de comprender los símbolos y signos del mundo político. 
 
 
16 
 
En otras palabras, gracias a la información política que publican los medios, los 
ciudadanos pueden formarse un criterio del acontecer nacional. De ahí que sean tan 
importantes, solo por nombrar algunos ejemplos, los debates entre los diversos grupos 
políticos en los que expongan sus puntos de vista; las investigaciones periodísticas sobre 
los gobiernos, que muestren todas las aristas de un hecho; y los cubrimientos noticiosos 
que les ofrecen a los ciudadanos información profunda y con análisis. 
 
Sin embargo, por cuenta de la influencia que tienen los medios de comunicación en la 
sociedad, los partidos políticos aprovechan esa cercanía para implantar en la opinión 
pública sus visiones y puntos de vista y esa relación se convierte en una “unión de 
conveniencia” (Yanes, 2007, p.359). Ortega (2003) califica esta circunstancia como 
parasitismo, según él, porque “políticos y periodistas, aun cuando tienen sus propias esferas 
de actuación, comparten inexorablemente el nuevo espacio mediático”. Chmielewski 
(1996), por su parte, considera que esta relación es simbiótica porque se trata de “dos 
esferas del poder que se necesitan mutuamente y cada uno obtiene ganancias” (p.61). Y, 
desde el punto de vista de Sorj (2010), esta situación desemboca en que el control que los 
medios ejercen sobre los gobiernos se vea seriamente reducido; por esa razón la dupla deja 
de ser beneficiosa para los ciudadanos, pues la comunicación mediática se empieza a usar 
como aparato de dominación. 
 
 
 
17 
 
Por lo anterior, aunque el ideal de la labor de los medios de comunicación es que 
actúen como perros guardianes y ejerzan control sobre los poderes del Estado (Peyrolón, 
2000) el vínculo en cuestión se ha convertido en un obstáculo para el pleno desarrollo de 
una labor informativa que apunte a fortalecer la democracia (Chmielewski, 1996). Sobre 
este punto la periodista Deborah Chambers (citada por Güell, 2003) afirma que el papel 
desempeñado por la profesión periodística se ve afectado por las intromisiones de la 
política y de las clases dominantes, porque se anteponen los intereses de estos grupos sobre 
la libertad de prensa. 
 
No obstante, la responsabilidad de este fenómeno no recae exclusivamente sobre los 
políticos, pues los medios de comunicación están cada vez más permeados por los intereses 
económicos de sus dueños. Para Barragán (2011), los medios forman parte de un sistema de 
mercado regido por el neoliberalismo y por esa razón están enmarcados en una lógica del 
dominio del poder económico, situación que los hace convertirse en voceros de “mensajes 
disfrazados de verdad”. 
 
De ahí que los grandes conglomerados a nivel mundial busquen dominar los medios de 
comunicación, pues, al tener influencia sobre los aparatos mediáticos, logran injerencia en 
decisiones de gran importancia en campos como la economía y la política. El investigador 
del observatorio de medios de la Universidad de la Sabana Juan Carlos Gómez explica que 
“las movidas de los empresarios al entrar a ese sector, tienen que ver con la 'posibilidad de 
 
 
18 
 
ampliar su capacidad de influencia y de poder'” (La República, 2012). Entonces, en la 
medida en que el carácter económico prevalezca, se evidenciará cada vez más en las piezas 
noticiosas de los medios que el contenido y el criterio periodístico pasarán a un segundo 
plano, desplazados inevitablemente por los intereses de los empresarios o de los aliados de 
estos, en la mayoría de los casos políticos. 
 
Es así como las audiencias pierden en gran medida su oportunidad de formarse un 
criterio ecuánime de la realidad a partir de las noticias, pues los medios “se convierten en 
un instrumento de control del pensamiento, manipulan las ideas y la ciudadanía inerme y 
agobiada por el cúmulo de información no alcanza a digerirlo todo” (Daza, 2010).1.1.2. El periodismo de investigación y la calidad periodística se ven comprometidos 
 
Por el papel privilegiado que los medios de comunicación juegan en la sociedad, al 
periodismo se le exige calidad, así como la capacidad de investigar y denunciar; lo 
anterior teniendo en cuenta que estas organizaciones se convierten en “nuestra ventana 
hacia el mundo” (Cante y Ramírez, 2011, p.15). 
 
 
 
 
19 
 
El periodismo de investigación es significativo porque favorece las condiciones para el 
ejercicio de un gobierno democrático. Por esa razón, la prensa es reconocida como el 
cuarto poder, de ahí que, en palabras de Waisbord (2001), tiene la obligación de 
investigar y divulgar asuntos de interés público, “incluso cuando dicha información 
revela abusos o delitos perpetrados por las autoridades”. 
 
Para lograr el cumplimiento a cabalidad de esa tarea, los medios no pueden perder de 
vista en su ejercicio la calidad periodística -su principal objetivo e ideal- en tanto que esta 
les permite investigar el quehacer político sin caer en sensacionalismos y, de igual 
manera, sin dejarse influenciar por las relaciones cercanas que establecen con la política. 
 
La calidad periodística se basa en los principios de veracidad, equilibrio y legalidad y 
este concepto se materializa en un escenario en el que los medios contribuyen a que sus 
públicos tengan la “posibilidad de contrastar puntos de vista diferentes y donde existe la 
publicidad de los acontecimientos frente a toda forma de secretismo” (García, 1996, p.29). 
 
 
 
 
 
20 
 
Los académicos Germán Rey y Jorge Iván Bonilla (2003) proponen diversos 
parámetros de calidad periodística y entre ellos se encuentran los siguientes: 
La independencia, que hace que la información sea un proceso autónomo de los 
periodistas, quienes después de consultar diversas fuentes, cotejar y contrastar 
puntos de vista, ofrecen de manera libre su información a la comunidad. 
El pluralismo es la posibilidad que tienen diversos actores y comprensiones de ser 
tenidos en cuenta en la elaboración de la información, que resulta del contraste de 
enfoques e intereses en juego. 
La contextualización es el proceso por el cual los acontecimientos se ubican en su 
desarrollo histórico, dentro de coordenadas geográficas rigurosas, y determinando 
las causas y consecuencias de los fenómenos analizados. 
La imparcialidad tiene que ver con el estar libres de prejuicios, proceder de 
manera justa, con amplitud de criterio y respeto por la verdad, buscando informar 
de manera equilibrada, con gran diversidad de opiniones y sin sesgos. 
La precisión, otro parámetro de calidad periodística, se refiere a la investigación 
exhaustiva y a la adecuada verificación de los datos. 
La memoria permite la continuidad, la relación entre los acontecimientos y la 
elaboración de relatos que al integrarse llenen los vacíos y los olvidos fortuitos o 
intencionados. 
La narración creativa es la capacidad de contar los hechos a través de diversos 
géneros (noticia, crónica, entrevista, perfil, etc.), de tal manera, que los lectores 
 
 
21 
 
queden adecuadamente informados y puedan elaborar su propia opinión sobre los 
acontecimientos. (pp.68-69) 
 
Aunque existen excepciones en Colombia y en el resto del mundo, a partir del contexto 
actual del periodismo de investigación, los académicos De Pablos y Mateos (2004) afirman 
que “el producto informativo que están ofreciendo actualmente los medios de comunicación 
no responde con garantías a las exigencias que un periodismo de calidad marca (…)” 
(p.341). Por lo anterior, surge la necesidad de que el periodismo se libere de los vínculos que 
lo atan a la política, con el fin de que vuelva a “ser un instrumento fundamental de 
comunicación democrática, que conecte acciones y grupos sociales durante períodos de 
crisis y rápidos cambios políticos” (Güell, 2003, p.47). 
 
1.2. Acercamiento al concepto del escándalo político 
 
Históricamente, las movidas oscuras y ocultas que ocurren al interior de los gobiernos 
han atraído el interés de los medios de comunicación. A la prensa tradicionalmente se le ha 
atribuido la función de revelar y desenmascarar lo que otros quieren ocultar y que es de 
interés público. Por eso, a estas organizaciones, como se mencionaba antes, se les ha 
considerado un cuarto poder, en el sentido de que vigilan los otros tres poderes de las 
democracias occidentales. 
 
 
22 
 
Uno de los tipos de casos que la prensa revela en su búsqueda de la verdad es aquel que 
está relacionado con las irregularidades que suceden en el ejercicio de la política. Dichos 
casos, una vez son conocidos por la opinión pública, se convierten en escándalos políticos. 
 
El escándalo político es una reacción de la opinión pública contra un agente 
político al que se considera responsable de una conducta que, a su vez, es percibida 
como un abuso de poder o una violación de la confianza social sobre la que se basa 
la posición de autoridad que mantiene o puede llegar a mantener tal agente. 
(Jiménez, 1994, p.11) 
 
En palabras de la investigadora Silvia Tabachnik (2000), el escándalo político se puede 
considerar como una frontera en la esfera pública entre lo que se expone y lo que se oculta 
a la mirada de la sociedad: “los secretos de poder” (p.338). 
 
Uno de los teóricos referente en la materia es el académico Jhon B. Thompson (2000), 
quien considera que una característica distintiva del escándalo político es que en él haya un 
protagonista del suceso que, gracias a la acción de los medios, queda expuesto “en la 
escena pública ante una innumerable cantidad de personas prestas a observar, escuchar o 
leer sobre el asunto” (p.24). Thompson (2000) resalta que otro aspecto vital que debe estar 
presente en el contexto del hecho para que, efectivamente, sea considerado un escándalo 
político es que los acontecimientos ocurran con el interés de incrementar el poder político 
(p.134). 
 
 
23 
 
 Además, a la lista de condiciones que caracterizan este tipo de hechos se suma que “se 
dé una trasgresión por parte de un actor público, la cual se había tratado de mantener oculta 
(…). Después (…) vienen una serie de declaraciones, desmentidos y contra alegatos 
públicos que reclaman una investigación” (Gutiérrez y Campos, 2010, pp.156-157). 
 
Aunque el escándalo político se relaciona con las nociones de corrupción y soborno, 
existen diferencias sustanciales entre los tres conceptos. Según Thompson (2000), la 
corrupción implica el “quebrantamiento de las normas, convenciones o leyes relacionadas 
con el adecuado ejercicio de las obligaciones públicas con el fin de alcanzar objetivos de 
beneficio privado, pecuniario o personal” (p.51). En tanto que el soborno requiere un 
“intercambio de alicientes (a menudo económicos) destinados a influir sobre determinadas 
decisiones o resultados a favor del donante” (p.51). El escándalo, por su parte, surgirá solo 
si las “reglas, convenciones o leyes poseen algún grado de fuerza moral vinculante y tan 
solo en caso de que la infracción sea considerada por terceros como una violación 
suficientemente seria e importante para merecer una enérgica expresión de censura” 
(Thompson, 2000, p.51). 
 
 
 
 
 
 
24 
 
1.2.1. Fases del escándalo político y teorías sobre este concepto 
 
El académico Lawrence Sherman (citado por Jiménez, 1994) plantea en su libro La 
movilización social del escándalo seis fases de estos sucesos, detalladas a continuación: 
Revelación: una información novedosa revela algo que anteriormente era 
desconocido. Tiene el efecto de abrir un agujero en un círculo de secretismo y, 
por tanto, se sospecha que puede haber más detrás de lo revelado (…). 
Publicación: quienes revelan la información no tienen generalmente recursos 
(…) para alcanzar publicidad. Por eso, lo más importante de esta fase son las 
decisiones de quienes controlanlos medios informativos. (…) Alguno de los 
participantes en el proceso de toma de decisiones en el medio de comunicación 
debe tener alguna predisposición a ver la conducta en cuestión como corrupta. 
Defensa: tiene lugar generalmente justo después de la publicación y puede ser 
desempeñada por cualquiera que tenga acceso a los medios de información. Las 
estrategias de defensa pueden ir desde negar las acusaciones hasta atacar los 
motivos o la fiabilidad de quienes revelaron la información. (…) En esta fase, las 
estrategias retóricas de los distintos actores que tomen parte en el desarrollo del 
escándalo cobran una gran importancia. 
Dramatización: es la interpretación pública como una causa muy seria de 
preocupación social de lo que haya aparecido en los medios de comunicación. 
(…) Los actores que participan en la batalla por la opinión pública se enfrentan 
 
 
25 
 
entre sí tratando de reformar la posición de autoridad del hablante, al tiempo que 
se intenta debilitar la del adversario. 
Procesamiento: consiste en la intervención de uno de los mecanismos 
institucionales de reajuste que existan en la sociedad (…). 
Estigmatización: los intentos de colocar el estigma de <<corrupto>> o de que ha 
<<abusado de su poder>> a quien se tenga por responsable de lo ocurrido tienen 
lugar desde el primer momento que surge el escándalo. Sin embargo, la fase en la 
que el estigma por fin se adhiere con éxito a tal agente es la etapa final del 
escándalo. En esta etapa el papel crucial lo juega la audiencia. (…) La fase de 
estigmatización consiste en el veredicto de la comunidad, el juicio de la audiencia 
acerca del significado del drama moral del escándalo. (pp.26-28) 
 
A propósito de la estigmatización, el académico Fernando Jiménez (1994) señala que 
verse involucrado en un escándalo pone en tela de juicio la confianza que la sociedad le 
tiene al agente político implicado y, de igual manera, se genera un ambiente de suspicacia 
frente a la autoridad de esa persona (p.11). 
 
Un factor importantísimo en el desarrollo del escándalo político es la identidad del 
agente implicado, pues, en la medida en que el sujeto goce de reconocimiento en la 
sociedad, “mayor número de gente prestará atención al caso y el juicio del público será 
más duro para quien violó alguno de los valores sociales que él mismo encarnaba” 
(Jiménez, 1994, p.25). 
 
 
26 
 
Thompson (2000) propuso cinco teorías del escándalo político, directamente 
relacionadas con la trascendencia de los mismos. Esto se sustenta en que, de acuerdo con el 
académico, “a veces un escándalo tiene consecuencias nefastas para un individuo, 
poniendo fin a su carrera, mientras que en otros casos hay personas que pueden salir del 
alboroto prácticamente indemnes” (p.323). 
 
La primera es la Teoría de la ausencia de las consecuencias, que 
Consiste en considerar los escándalos como acontecimientos efímeros, 
distracciones sin consecuencias, producidas por una cultura mediática que ha 
empezado a preocuparse de las personalidades y las celebridades, y que ha 
convertido la exposición sensacionalista de las vidas privadas en figuras públicas. 
(p.324) 
 
El segundo planteamiento es la Teoría funcionalista del escándalo, que reconoce que 
El carácter contingente, impredecible y estrechamente vinculado a la existencia del 
conflicto de estos acontecimientos queda en gran medida eclipsado por una 
interpretación que destaca los rituales mediante los cuales la sociedad, concebida 
como una especie de cuerpo social colectivo, condena y expulsa a un elemento 
corrupto. (p.328) 
 
 
 
27 
 
En tercer lugar, el académico esboza la Teoría de la trivialización en la que se destaca 
el impacto potencialmente destructivo que el escándalo puede tener para el discurso y el 
debate que se desarrollan en la esfera pública. Según esta teoría, 
La obsesión de los medios en los escándalos tiende a socavar la calidad del 
discurso y el debate público, concentrando la atención de la gente en asuntos 
relativamente triviales y colocando las cuestiones importantes en los márgenes de 
la esfera pública. (p.330) 
 
En cuarto lugar, el autor habla de la Teoría del escándalo como subversión, en la que 
propone que “lejos de rebajar la calidad del debate público, lo enriquece, debido a que 
cuestiona las normas dominantes del periodismo y debido también a que vuelve las tornas 
contra los poderosos y los privilegiados” (p.334). Se trata, continúa Thompson, “de una 
teoría que podría desarrollarse sobre la base de las asunciones asociadas con los enfoques 
más festivos y posmodernos, que abordan la cuestión de la cultura popular” (p.334). Es 
decir, en esta teoría, el escándalo es concebido como producto de la prensa popular, que 
está en la búsqueda constante de temas revolucionarios. 
 
Finalmente, el investigador propone una Teoría social del escándalo, cuyo postulado 
básico es que estos surgen como “luchas para la obtención del poder simbólico, en los que 
están en juego la reputación y la confianza” (p.338). Entonces, en palabras del académico, 
“si los escándalos poseen una gran significación en la esfera política, se debe justamente a 
 
 
28 
 
esa capacidad y a esa posibilidad de que resulten erosionadas las relaciones de confianza” 
(p.338). 
 
En este último caso, partiendo del hecho de que los escándalos son potenciales 
reductores de reputación, su consecuencia de mayor peso es que tienen la capacidad de 
dañarla con una rapidez excepcional, consecuencia que en muchas ocasiones es imposible 
de reparar. 
 
A pesar de la importancia que reviste el escándalo político como objeto de estudio, de 
acuerdo con Thompson (2000), hay académicos que consideraban, incluso todavía lo hacen, 
que el escándalo es un asunto demasiado frívolo para permitir un serio examen erudito 
sobre el mismo. Dicha percepción radica en que los estudiosos de los problemas políticos y 
sociales tienden a creer que los acontecimientos de este tipo son “la baba de la vida social y 
política, recogida por los periodistas sin escrúpulos y por organizaciones mediáticas que 
saben cómo utilizar las indiscreciones de los poderosos para obtener dinero rápido” (p.22) 
y, por esa razón, les restan crédito a los investigadores que indagan sobre el escándalo. 
 
No obstante, para defender la importancia del mismo como objeto de estudio en el 
mundo académico y, más aún, para resaltar la labor que cumplen los medios en el 
cubrimiento de ellos, Jiménez (1994) expone que el escándalo constituye una forma de 
 
 
29 
 
control social. Dicho de otro modo, es una de las armas que le permiten a la sociedad 
autorregularse y coordinar el comportamiento de sus miembros (p.10). 
 
Al respecto, Silverstone (citado por Canel y Sanders, 2005) concluye que 
Los medios desempeñan un importante papel en la «configuración» de la memoria 
social. Las historias escandalosas implican siempre reconstrucción conmemorativa 
de la realidad, pero quizá la clave para que sea memorable es su capacidad para 
inculcar lecciones morales mediante la personificación vívida de principios 
abstractos. (p.176) 
 
1.3. Análisis de contenido: definición, tipos y elementos 
 
El análisis de contenido es una técnica de investigación por medio de la que se busca 
descubrir cuál es el significado que se quiere transmitir con determinado mensaje, a través 
de la codificación de sus diversos elementos. Dicha codificación se hace mediante la 
categorización de variables, con el fin de encontrar con exactitud cuál es el sentido que hay 
detrás de ese mensaje (Gómez, 1999). 
 
 
 
30 
 
La categorización del contenido, o clasificación como la llama Martín (s.f.), se debe 
hacer a partir de la elección de las categorías apropiadas, con el fin de que la investigación 
se logre desarrollar de forma más ordenada y metódica, lo que se traducirá en unos 
resultados de la investigación másconcretos y tangibles. 
 
Krippendorff (1990) afirma que esta técnica de investigación tiene una orientación 
empírica e implica que el investigador que emplee este mecanismo de estudio deba 
desarrollar una metodología propia (p.10), como ocurrió en el desarrollo del presente 
trabajo, tal y como se explicará en el capítulo 3 de este escrito. 
 
Según Colle (2011), hay autores que consideran que el análisis de contenido solamente 
se aplica a las piezas escritas, mientas que otros autores proponen que se puede aplicar a 
todo tipo de mensajes, sin importar su formato. Más allá de esa discusión, lo realmente 
importante acerca de esta técnica de investigación es que 
Ha, necesariamente, de conducir a una descripción fundada del contenido 
manifiesto. Esto conduce fácilmente a introducir clasificaciones y efectuar 
comparaciones. Pero también, (…) ha de permitir la formulación de inferencias 
acerca del emisor y los receptores así como del contenido o significado latente del 
mensaje. (p.7) 
 
 
 
31 
 
El académico Gómez (1999) plantea que existen seis tipos de análisis de contenido: 
(1) El análisis de exploración de contenido. Se trata de explorar un campo de 
posibilidades, de investigar las hipótesis, las orientaciones o aún de servirse de sus 
resultados para construir cuestionarios más adaptados. 
(2) El análisis de verificación de contenido. Pretende verificar el realismo y la 
fundamentación de las hipótesis ya determinadas. 
(3) El análisis de contenido cualitativo. Este tipo de análisis permite verificar la 
presencia de temas, de palabras o de conceptos en un contenido. 
(4) El análisis de contenido cuantitativo. Tiene como objetivo cuantificar los 
datos, de establecer la frecuencia y las comparaciones de frecuencia de aparición 
de los elementos retenidos como unidades de información o de significación (las 
palabras, las partes de las frases, las frases enteras, etc.) 
(5) El análisis de contenido directo. Se limita a tomar el sentido literal de lo que 
es estudiado. No se busca descubrir un eventual sentido latente de discurso; se 
permanece al nivel de sentido manifiesto. 
(6) El análisis de contenido indirecto. En este caso, el investigador busca extraer 
el contenido latente que se escondería detrás del contenido manifiesto, recurrirá a 
una interpretación del sentido de los elementos, de su frecuencia, de su 
agenciamiento, de sus asociaciones, etc. (p.5) 
 
 
 
32 
 
En cuanto a los principales elementos que componen los análisis de contenido, López-
Aranguren (2000) enumera los siguientes: 
Los datos. El proceso científico que llamamos análisis de contenido requiere 
siempre, en primer lugar, unos datos. Un dato es una unidad de información 
grabada en un medio resistente y duradero (papel, cinta magnetográfica, disco 
fonográfico, cintacinematográfica, etc.), que se distingue de otros datos, que es 
analizable por medio de técnicas explícitas, y que es significativo para un problema 
determinado. La primera tarea de la investigación científica es, pues, determinar 
qué es lo que se va a considerar un dato, qué es lo que se va a observar. 
El muestreo. Se refiere al universo de datos para la investigación y está formado 
por todas aquellas comunicaciones de los medios de comunicación de masas –es 
decir, de prensa diaria, de prensa periódica, de radio, y de televisión– publicadas o 
emitidas sobre el tema que se analizará. 
Las unidades de análisis. Son los elementos de la comunicación en los que se va a 
centrar el análisis. 
El registro. Recibe el nombre de registro el proceso por el cual cada unidad de 
registro es codificada y descrita en forma analizable. Los autores están de acuerdo 
en que el proceso de registro y codificación es un elemento crucial del análisis de 
contenido (…) [de ahí que] el investigador ha de desarrollar y definir un sistema de 
categorías. (pp.9-15) 
 
 
 
33 
 
A la hora de definir su sistema de categorías, el investigador debe buscar que estas 
reflejen los objetivos de la investigación, de manera que las variables de interés tienen que 
estar claramente definidas; igualmente, hay que buscar que las categorías tengan su 
respectiva independencia, lo que quiere decir que la colocación de una unidad de registro 
en una categoría no debiera influir sobre la clasificación de otras unidades de registro. 
Finalmente, el sistema de categorías debe derivar de un único principio de clasificación, 
requisito que ordena mantener separados niveles de análisis conceptualmente diferentes 
(López-Aranguren, 2000, pp.15-16). 
 
Para Arismendi (2008), “una de las ventajas del análisis de contenido es que aporta 
datos, cifras y porcentajes que pueden ayudar a la comprensión de fenómenos y procesos 
difíciles de percibir a simple vista” (p.91). Por ejemplo, de acuerdo con el investigador, “de 
la cantidad de tiempo o espacio que le dedican los medios de comunicación a un tema o a 
sus protagonistas durante un periodo determinado pueden obtenerse conclusiones muy 
valiosas para la academia, el público y los periodistas” (p.91). 
 
Entonces, el análisis de contenido debe conducir a hallazgos que vayan más allá de los 
datos. En este sentido, “la mayor parte de los AC [Análisis de Contenido] se orienta a 
generar y respaldar inferencias. El AC que sólo repite lo obvio es inútil, aunque para ello 
recurra a mediciones” (Colle, 2011, p.7). En el mismo sentido, Martín (s.f.) sostiene que “el 
 
 
34 
 
análisis de contenido pretende convertir los fenómenos registrados “en bruto” en datos que 
puedan ser tratados científicamente y construir con ellos un cuerpo de conocimientos”. 
 
Los trabajos que se inscriben en esta modalidad de investigación deben “lograr la 
emergencia de aquel sentido latente que procede de las prácticas sociales y cognitivas 
que instrumentalmente recurren a la comunicación, para facilitar la interacción que 
subyace a los actos comunicativos concretos y subtiende la superficie material del 
texto” (Piñuel, 2002, p.4). 
 
1.4. Estado del arte del análisis de contenido en relación con los 
medios de comunicación y el escándalo político 
 
Colombia, como muchos países del mundo, ha sido el escenario de escándalos políticos, 
sin embargo, se podría decir que la comunidad académica de nuestro país ha obviado esta 
temática dentro de la lista de potenciales objetos de estudio, tanto en la modalidad del 
análisis de contenido como en la de otras perspectivas investigativas. Esta afirmación se 
sustenta en que, luego de hacer un rastreo en bases de datos, se pudo establecer que no hay 
investigaciones nacionales sobre este asunto. 
 
 
 
35 
 
En otros países de Latinoamérica y en España el panorama es inverso, puesto que en el 
mismo rastreo se halló una nutrida cantidad de investigaciones que abordaron el asunto del 
escándalo político desde el análisis de contenido de los principales medios que cubrieron 
los diferentes casos. A continuación se presentará un reporte de las principales 
investigaciones encontradas en dicho rastreo. 
 
En primer lugar está el trabajo Un modelo para analizar la representación simbólica del 
escándalo de corrupción política desde la teoría del framing: aplicación al ‘caso Umbra’, 
de Rocío Zamora y Juan Antonio Marín, quienes en 2011 llevaron a cabo su investigación. 
En ella hicieron un análisis de la cobertura periodística a dicha noticia de corrupción 
urbanística ocurrida en Murcia, España. Los investigadores se basaron en la teoría del 
framing para identificar los encuadres de la narración sobre el escándalo. Zamora y Marín 
(2011) retomaron de una investigación suya anterior “seis newsframes de los que se puede 
partir en análisis deductivos sobre esta cuestión: personificación, comparación, corrupción 
generalizada, reacción popular, botín conquistado y depuración de responsabilidades”. El 
objetivo que se trazaron fue estudiar “los marcos interpretativos con losque los medios en 
un contexto local abordan, analizan y se posicionan sobre un caso de corrupción política, y, 
por tanto, definen su papel en el proceso en el que se construye socialmente el escándalo”. 
 
En segundo lugar están los investigadores Javier Presas Mata y Mercedes Román Portas. 
En su estudio, titulado Corrupción y escándalo político: el papel de ABC en las elecciones 
 
 
36 
 
autonómicas gallegas de 2009, Presas y Román (2013) llevaron a cabo un análisis 
cualitativo y cuantitativo sobre la presencia de la noticia icono en la campaña electoral 
gallega en el diario ABC y determinaron que “el poder de los escándalos destapados por 
ABC en la campaña electoral radica en el marco interpretativo en el que se asientan, y no 
tanto en el poder del periodismo de investigación”. Para su investigación, los autores 
emplearon la perspectiva teórica del frame, definido como “el encuadre que los 
comunicadores adoptan al crear sus noticias” (Presas y Román, 2013). Para sacar adelante 
su análisis de contenido, los académicos abordaron los tipos de frames propuestos por 
Semetko y Valkenburg (de conflicto, de interés humano, de consecuencias económicas, de 
moralidad, de responsabilidad política), retomados parcialmente en la presente 
investigación (ver capítulo 3 —Metodología— y Anexo 1 —Manual de Codificación—). 
 
De otro lado está la investigación de Palmira Chavero (2012) titulada La corrupción 
política en los medios de comunicación: Un estudio del caso Gürtel (2008-2011). Este 
escándalo político fue destapado por el diario El País de España, lo que le mereció el 
Premio Ortega y Gasset de Periodismo en 2010, en la categoría Mejor trabajo de prensa. El 
estudio inició en febrero de 2009 y consistió en que las autoridades descubrieron una 
presunta red de corrupción política vinculada al Partido Popular de España (PP). 
 
Chavero sometió a análisis los diarios El País (edición Madrid), El Mundo (Madrid), 
Levante EMV (Valencia), ABC (Sevilla), La Voz de Galicia (Coruña), La Vanguardia 
 
 
37 
 
(Barcelona), El Periódico de Cataluña (Barcelona) y El Correo (Vizcaya). El objetivo de 
Chavero fue determinar si hubo diferencias en el tratamiento que los distintos periódicos 
españoles realizaron del caso Gürtel en función de su posicionamiento ideológico y si se 
produjeron cambios en la cobertura de un mismo medio a lo largo del tiempo. 
 
Otra pesquisa que se halló en el rastreo sobre el escándalo político es la de Fernando 
Jiménez (2000) titulada El caso MATESA: un escándalo político en un régimen autoritario. 
Este escándalo se desarrolló en España en 1969 y estalló cuando las autoridades iniciaron 
una indagación judicial en contra de la empresa Maquinaria Textil del Norte S.A. (Matesa) 
en el momento en que se descubrió que la compañía le adeudaba 10.000 millones de 
pesetas al Banco de Crédito Industrial. El principal accionista, Juan Vilá Reyes, había 
logrado que esa entidad pública le diera créditos a partir de documentación falsa de 
exportaciones infladas. 
 
Jiménez abordó el concepto de responsabilidad política plasmada en el cubrimiento que 
hicieron diferentes medios españoles sobre el asunto. Para considerar esta variable dentro 
de su análisis, identificó preguntas que los medios formularon en sus publicaciones sobre 
las responsabilidades políticas que deberían asumir los involucrados. 
 
 
 
38 
 
Finalmente, otro análisis de contenido que le sirvió como referencia a la presente 
investigación (a pesar de que no se trata de un estudio sobre el escándalo político) es el 
estudio de Natalia Aruguete y Belén Amadeo, quienes analizaron el tipo de tratamiento que 
recibió la noticia sobre el robo a Carolina Píparo, una mujer embarazada que fue asaltada al 
salir de un banco en la provincia de Buenos Aires, Argentina, y cuyo hijo murió una 
semana después tras recibir un impacto de bala de los delincuentes. 
 
Aruguete y Amadeo (2012) realizaron un análisis de contenido exploratorio e inductivo 
de la cobertura que los diarios Clarín y La Nación le dieron al tema y presentaron sus 
resultados en la investigación Encuadrando el delito: Pánico moral en los periódicos 
argentinos. Para esto, las investigadoras también retomaron la teoría del frame y 
propusieron la siguiente escala referida al tono de la información: 1. Puramente emocional; 
2. Predominantemente emocional; 3. Combinado; 4. Predominantemente técnico; 5. 
Puramente técnico y 6. Otros. Esta escala se retomó en la codificación de los datos de la 
presente investigación (ver capítulo 3 —Metodología— y Anexo 1 —Manual de 
Codificación—). 
 
 
 
 
 
 
39 
 
Capítulo 2. ¿En qué consistió el escándalo de Agro Ingreso Seguro? 
 
2.1. Origen y fundamentos legales del programa AIS 
 
El 9 de abril de 2007 el Congreso de la República de Colombia, en cabeza de su 
Presidenta, Dilian Francisca Toro, le dio vida a la Ley 1133, por medio de la cual se creó el 
programa Agro Ingreso Seguro, AIS. 
 
En el artículo 1 de dicha Ley se especifica que el programa AIS está “destinado a 
proteger los ingresos de los productores que resulten afectados, ante las distorsiones 
derivadas de los mercados externos y a mejorar la competitividad de todo el sector 
agropecuario nacional, con ocasión de la internacionalización de la economía”. Agrega el 
artículo 2 que tal programa “se enmarca dentro de las acciones previstas por el Gobierno 
Nacional para promover la productividad y competitividad, reducir la desigualdad en el 
campo y preparar al sector agropecuario para enfrentar el reto de la internacionalización de 
la economía” (Congreso de la República, 2007). 
 
En ese momento, a la cabeza del Gobierno Nacional estaba el presidente Álvaro Uribe 
Vélez y como ministro de Agricultura se desempeñaba Andrés Felipe Arias. 
 
 
40 
 
El programa fue diseñado para entregar recursos bajo dos tipos de componentes: apoyos 
a la competitividad y apoyos económicos directos. Sobre los primeros, la Ley 1133 
consigna que su finalidad era “preparar el sector agropecuario ante la internalización de la 
economía y mejorar la productividad (…)” (Congreso de la República, 2007). Sobre el 
segundo componente, la Ley precisa que el objetivo era “proteger los ingresos de los 
productores durante un periodo de transición, en el cual se espera mejorar en 
competitividad y adelantar procesos de reconversión” (Congreso de la República, 2007). Se 
especificó que el Estado tenía la capacidad de entregar incentivos económicos a 
particulares, sin que estas personas se vieran obligadas a hacer alguna contraprestación 
económica a cambio. 
 
Para financiar el desarrollo de AIS, la Ley indica que el Gobierno Nacional incorporaría 
“dentro de un programa específico en el Presupuesto del Ministerio de Agricultura y 
Desarrollo Rural para el año 2007 como mínimo la suma de cuatrocientos mil millones de 
pesos ($400.000.000.000.00) y a partir del año 2008 la suma como mínimo de quinientos 
mil millones de pesos ($500.000.000.000.00) anuales” (Congreso de la República, 2007). 
 
Dentro de las condiciones establecidas para la entrega de los apoyos directos, la Ley 
indica que su aplicación debía ser transparente y seguir el principio de equidad en sus 
reglas de asignación, distribución y acceso a dichos apoyos económicos. 
 
 
41 
 
La Ley crea un Comité Intersectorial del Programa, integrado por los ministerios de 
Agricultura; Hacienda; Comercio, Industria y Turismo; el Director del Departamento 
Nacional de Planeación, el Presidente del Fondo para el Financiamiento del Sector 
Agropecuario – Finagro, el Presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia –SAC, 
el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos – Fedegán, el presidente de la 
Federación Nacional de Avicultores – Fenavi, un representante de los pequeños agricultores 
y el Gerente General de la Federación Nacional de Cafeteros. La principal labor dedicho 
Comité era asesorar al Ministerio de Agricultura en aspectos como “el diseño, con base en 
criterios técnicos, de la metodología de cuantificación, asignación y distribución por 
producto de los apoyos económicos directos” (Congreso de la República, 2007). Otra 
función vital de este organismo era el diseño e implementación de todos aquellos 
mecanismos que permitieran llevar a cabo los debidos seguimientos a la ejecución del 
programa. 
 
Bajos estos lineamientos, el gobierno de Uribe Vélez puso en marcha el programa Agro 
Ingreso Seguro, política que, según declaraciones de Andrés Felipe Arias, “benefició a 316 
mil familias, de las cuales el 90 por ciento son pequeños y medianos productores” (Rueda, 
2009, p.1-6). 
 
 
 
 
42 
 
2.2. Revelación y primeras etapas del escándalo de AIS 
 
Pese a las bondades señaladas en la Ley que creó Agro Ingreso Seguro con respecto a 
los beneficios que el programa les traería a los agricultores colombianos, una investigación 
periodística de la revista Cambio reveló el manejo irregular de los fondos correspondientes 
a esta iniciativa. El 24 de septiembre de 2009, el medio de comunicación publicó el artículo 
Riego de dineros públicos, en el cual se afirmaba que del programa se beneficiaron 
personalidades influyentes y con poder económico y político, entre los que se podían contar 
hijos de políticos, grandes empresarios y reinas de belleza. Cambio (2009a) sostuvo que 
Acceder a un subsidio del programa Agro Ingreso Seguro es como ganarse la 
lotería, pero durante la gestión de Andrés Felipe Arias, (…) buen número de los 
que recibieron subsidios no reembolsables son grandes empresarios del campo y 
familias millonarias con gran influencia política regional. (p.30) 
 
Además, en un artículo posterior titulado Por punta y punta, la misma revista (2009b) 
informó que “el 14 de diciembre de 2007 la página web de la Presidencia destacó la noticia 
de que el Ministerio de Agricultura (…) entregaría 8.186 millones de pesos para la creación 
de un banco de maquinaria agrícola para Magdalena (…)” (p.26). Los beneficiados serían 
los agricultores del departamento que resultaron afectados por inundaciones y los pequeños 
productores de la región, gracias a la implementación de tarifas más bajas que las del 
 
 
43 
 
mercado. Sin embargo, “CAMBIO pudo establecer que fueron unas pocas y poderosas 
familias las que más han sacado provecho del banco” (2009b, p.26). 
 
Según el portal periodístico KienyKe.com (2011), la mañana siguiente al 24 de 
septiembre de 2009, tras la primera publicación de Cambio, el periodista “Julio Sánchez 
Cristo citó la investigación (…) en La W y Agro Ingreso Seguro se convirtió en el tema de 
moda”. En efecto, una vez Cambio divulgó su investigación, los medios de comunicación 
del país centraron su interés en el hecho y comenzaron a publicar artículos sobre las 
irregularidades del programa. Así lo hizo la revista Semana (2009), en su nota titulada Agro 
Ingreso Seguro: ¿caja para ricos y reinas?, en la que aseveró que 
La entrega de subsidios para el campo a adineradas familias es el último botón de 
una serie de escándalos en la cartera del agro. (…) La teoría del actual Ministro 
[Andrés Darío Fernández], y su antecesor Andrés Felipe Arias, es que esos dineros 
entregados a grandes empresarios se irrigan automáticamente a los pequeños 
productores y generan empleos. Sin embargo, para los entes de control el destino 
final de estos multimillonarios subsidios, que no deben ser reembolsados, es 
motivo de sospecha. 
 
 
 
 
 
44 
 
Asimismo, Andrés Mejía (2009), director general del Instituto Libertad y Progreso de 
Colombia, escribió en la revista Cambio que 
En un país cuyo sector campesino muestra las profundas heridas de la pobreza, la 
desnutrición, la violencia, el desplazamiento y la contrarreforma armada, y donde 
además los recursos fiscales son escasos, resulta cuando menos insólito que un 
programa tan abundante en fondos termine alimentando las arcas de quienes ya son 
suficientemente ricos. 
 
Pocas semanas después de haber estallado el escándalo, el periodista Juan Esteban 
Lewin publicó en el portal de información política y de actualidad La Silla Vacía un reporte 
con los nombres de algunos aportantes a la campaña presidencial de 2002 de Álvaro Uribe, 
así como de algunos colaboradores de la campaña del referendo reeleccionista, mediante el 
cual Uribe buscó una segunda reelección, que fue votada negativamente por la Corte 
Constitucional en 2010 (El Tiempo, 2010). Los personajes que aparecieron en la lista 
resultaron beneficiados con altas sumas de dinero del cuestionado programa AIS. Bajo el 
título Estos son los 51 beneficiarios de Agro Ingreso Seguro que aportaron a campañas de 
Uribe, Lewin denunció que los “aportantes dieron en total 550 millones para la campaña de 
2002 y 128 para el referendo. Y obtuvieron más de 34 mil millones en subsidios y más de 
10 mil millones en créditos blandos” (Lewin, 2009a). 
 
 
 
45 
 
También hay que tener en cuenta que Andrés Felipe Arias estuvo postulado como 
precandidato presidencial y era considerado el favorito de Álvaro Uribe para sucederlo en 
la Casa de Nariño. En ese contexto, se descubrió que algunos de los beneficiarios que 
recibieron subsidios de AIS le aportaron dineros a su campaña. Sin embargo, sobre ese 
asunto Arias le aseguró a El Tiempo que “las campañas presidenciales en Colombia se 
financian mayoritariamente con una deuda que va contra el patrimonio de los candidatos” 
(Rueda, 2009, p.1-6) y negó los cuestionados aportes. 
 
Tras dar a conocer las identidades de los beneficiarios mencionados líneas arriba y la 
lista detallada de las sumas de dinero que recibieron, Lewin (2009a) agregó que 
La mayoría de los aportantes que fueron beneficiados están relacionados con el 
sector de biocombustibles, un sector que el Presidente Álvaro Uribe definió en el 
Plan de Desarrollo y en el Documento Visión 2019 como una de las puntas de 
lanza del desarrollo económico del país en las próximas décadas. 
 
Días después, el periodista Lewin (2009b) hizo pública la lista de los mayores 
beneficiarios del Programa de Ayudas para Riego y Drenaje, en el artículo titulado Estas 
son las 15 familias que están en boca de todos en el Congreso por los subsidios millonarios 
de Agro Ingreso. Tal componente de AIS fue el que dio pie al escándalo, pues en este grupo 
de personalidades estaba la exreina de belleza Valerie Domínguez, quien se vio envuelta en 
un largo proceso judicial en el que se enfrentó con su expareja, Juan Manuel Dávila 
 
 
46 
 
Fernández, y su familia, todos beneficiarios de AIS. En su investigación, Lewin (2009b) 
reveló que 
Una de las cosas que tendrá que explicar el Ministro (…) es la desigual distribución 
de estos subsidios de riego y drenaje, que son las ayudas de Agro Ingreso Seguro 
más jugosas para cada beneficiario. (…) Hay más de 25.000 beneficiarios del 
programa de riego entre 2007 y 2009. De estos, 464 son empresas o personas 
privadas y el resto son usuarios de distritos de riego, es decir, pequeños campesinos 
que se benefician de una infraestructura de agua que supera su parcela. Estas 464 
empresas o personas recibieron 132 mil millones de pesos de regalo en tres años. 
Los 25 mil o más pequeños campesinos recibieron 112 mil millones. 
 
Lewin (2009b) dice que 15 familias recibieron más de 27 mil millones de pesos y las 
discrimina así: 
Vives Lacouture, 5.395 millones; Lacouture Pinedo, 4.873 millones; Dávila, 3.900 
millones de pesos; Vives, 2.045 millones; Riveros Páez, 2.000 millones; Lacouture 
Dangond, 1.821 millones de pesos; Solano Tribín, 1.264 millones; Juan Manuel 
Posada Grillo, 1.040 millones; Guzmán, 1.000 millones; Garcés, 1.000 millones; 
Fernández de Castro, 909 millones; Abadía Campo, 800 millones; Correa, 750 
millones; Cuello, 490 millones; y Nule Amín, 279 millones.47 
 
A la lista de publicaciones periodísticas sobre las irregularidades en AIS se sumó 
una columna de opinión en la que el periodista Daniel Coronell denunció en 2010 que 
la directora del diario El Colombiano en ese entonces, Ana Mercedes Gómez Martínez, 
estaba entre los beneficiarios de ese programa. Coronell (2010a) afirmó que 
Los listados oficiales muestran que Ana Mercedes recibió, en 2008, un crédito 
blando de AIS con período de gracia y tasa preferencial de DTF menos 2 puntos, 
por 82 millones de pesos. El beneficio implica que con dinero de los contribuyentes 
se paga parte de la deuda. Otro documento oficial cuantifica ese apoyo en 
18.335.200 pesos. 
 
Ante la acusación, en El Colombiano fue publicado un artículo de autoría de la propia 
Ana Mercedes Gómez (2010), que dice: 
Sí, Daniel Coronell. Saqué un crédito con el Banco Agrario por sugerencia que le 
hizo a mi esposo, Ingeniero Agrónomo, otro Ingeniero Agrónomo que trabaja en la 
granja La Selva, de Corpoica en Rionegro, Antioquia. (…) He honrado mi pago de 
intereses, blandos, nadie lo niega; y el pago de cuotas de amortización a los 
ochenta y dos millones de pesos, suma a la que ascendió el crédito. 
 
 
 
 
48 
 
Posteriormente, Coronell (2010b) hizo pública una carta dirigida por él a Gómez 
Martínez, en la que la acusó de cometer 
Una falta ética al no hacer explícito su interés personal mientras se convertía en 
defensora oficiosa del AIS. Esa actitud suya es contraria a los principios que usted 
misma ha proclamado y que proclamaron quienes la antecedieron en su importante 
cargo. 
 
En el mismo sentido, anteriormente Coronell (2010a) había manifestado que El 
Colombiano “informó sobre Agro Ingreso Seguro con clara inclinación gobiernista. Incluso 
publicó algunas imprecisiones favorables al gobierno (…)”. 
 
Más allá de la polémica, que se extendió por varias semanas, las revelaciones de 
Coronell no le acarrearon investigaciones de orden penal a Ana Mercedes Gómez (2010), 
quien fue enfática en afirmar: “Yo no engañé. Yo no busqué a ninguna persona influyente 
para que me otorgaran el crédito. El monto de crédito lo definió el Banco Agrario siguiendo 
sus parámetros y teniendo en cuenta el monto de la inversión”. 
 
 
 
 
 
49 
 
2.3. Investigaciones, sanciones de las autoridades y huida de Arias 
 
Durante el tiempo que funcionó el programa AIS, entre 2007 y 2009, fueron entregados 
cerca de 234 mil millones de pesos. Y en abril de 2014, luego de concluir las 
investigaciones por responsabilidad fiscal, “la Contraloría calificó la actitud de los ex 
ministros [Arias y Fernández] como negligente e imprudente ‘al ocasionar la pérdida de 
recursos públicos por valor de $12.115.262.256,33 del agro colombiano’” (El Espectador, 
2014). 
 
Debido a las denuncias de corrupción, las autoridades iniciaron una serie de 
investigaciones en contra de los exministros de Agricultura Andrés Felipe Arias y quien lo 
sucedió en su cargo desde febrero de 2009 (siete meses antes de que estallara el escándalo), 
Andrés Darío Fernández. También fueron investigados Rodolfo Campo Soto, exgerente del 
Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder); Juan Camilo Salazar, exviceministro 
de Agricultura; Camila Reyes, exdirectora de Financiamiento y Comercio del Ministerio de 
Agricultura; Javier Romero y Juan David Castaño, exdirectores de Desarrollo Rural del 
Ministerio; Alba Sandoval, exdirectora de Seguimiento Presupuestal del Ministerio de 
Agricultura y Gisela Torres y Edelmira Riveros, interventoras. Además de una larga lista de 
empresarios y personajes de la vida pública colombiana. 
 
 
 
50 
 
En el caso de Andrés Felipe Arias, en julio de 2011 la Procuraduría anunció que lo 
sancionaría con una inhabilidad de 16 años para ejercer cargos públicos, puesto que Arias 
fue hallado responsable de cuatro cargos: 
- Intervenir en la celebración de los convenios especiales de cooperación científica 
y tecnológica con omisión de estudios previos, violando los principios de 
planeación y transparencia. 
 - Aprobar los términos de referencia de las convocatorias públicas de riego y 
drenaje húmedos del 2008 sin que dichos términos de referencia contaran con 
factores de evaluación precisos y claros, desconociendo los principios que rigen la 
actividad contractual. 
 - Celebrar convenios de cooperación de ciencia y tecnología con el IICA 
utilizando la modalidad de contratación directa, violando los principios de 
transparencia y responsabilidad. 
 - Exceder los topes de gastos para administración y operación del programa Agro 
Ingreso Seguro desbordando para el año 2008 el porcentaje establecido. (Semana, 
2011) 
 
Antes, en 2010, el entonces fiscal general de la Nación, Guillermo Mendoza Diago, 
anunció la apertura de una investigación en contra de Arias. Dicha investigación continuó 
su curso bajo la administración del ente acusador de la fiscal Viviane Morales. En el 
contexto de esas investigaciones, Arias declaró en los medios de comunicación, en 
 
 
51 
 
reiteradas oportunidades, que se consideraba un preso político puesto que durante varios 
meses estuvo recluido en la Escuela de Caballería del Ejército. 
 
Palabras pronunciadas por Arias al respecto, que en la actualidad resultan paradójicas, 
tuvieron lugar en la edición del 2 de septiembre de 2012 de El Espectador (2012), en el 
artículo “Soy un preso político”: 
Me quedé en Colombia para poner la cara a la justicia y me metieron a la cárcel a 
punta de mentiras ¿A quién se le ocurre que soy un peligro para la sociedad? No 
salí corriendo del país como otros. (p.8) 
 
Paradójicas porque desde el 13 de junio de 2014 las autoridades colombianas 
denunciaron su huida hacia los Estados Unidos, antes de conocer el fallo condenatorio de la 
Corte Suprema de Justicia. En su ausencia, en julio de 2014 la Sala Penal de la Corte 
Suprema determinó que Arias debía pagar una pena de “17 años de prisión y una multa de 
50 mil salarios mínimos (unos 30.800 millones de pesos), al ser hallado responsable de (…) 
apropiación a favor de terceros y celebración de contratos sin el cumplimiento de los 
requisitos legales” (El Tiempo, 2014). 
 
Para lograr que pague por los delitos cometidos, la magistrada María del Rosario 
González libró orden de captura internacional contra el exministro. Sin embargo, la revista 
 
 
52 
 
Semana reveló que Arias logró obtener el asilo político el 5 de septiembre de 2014, de 
acuerdo con fuentes cercanas a Oficina de Asilo de Miami. Bajo estas condiciones, el 
exministro puede moverse con libertad por todo el territorio de Estados Unidos y laborar 
sin ningún tipo de restricciones. Además, cuando cumpla un año de haber obtenido el asilo, 
Arias podrá aplicar para obtener la residencia definitiva en EE. UU. (Semana, 2015). Así 
las cosas, como lo explica Semana, 
Lo que queda claro es que con su categoría de asilado oficial es prácticamente 
imposible que Arias pague algún día su condena de 17 años de prisión. Desde 
luego, no podrá regresar a Colombia, pues sería capturado. Al contrario, ahora 
puede tener una vida como la de cualquier ciudadano extranjero que obtiene los 
beneficios tras regularizar adecuadamente todos sus documentos. 
 
Otro de los implicados más visibles en el escándalo es Andrés Darío Fernández, quien, 
como se explicó antes, sucedió a Arias en el Ministerio de Agricultura. A Fernández la 
Contraloría General de la República lo declaró responsable fiscal por la pérdida de 741 
millones de pesos y la Procuraduría lo suspendió por 11 años. 
 
De otro lado, se encuentra el exviceministro Juan Camilo Salazar, a quien el Tribunal 
Superior de Bogotá le impuso una pena de 7 años de cárcel por su responsabilidad en la 
entrega irregular de los subsidios del programa AIS. A Salazar las autoridades lo 
 
 
53 
 
procesaron por los delitos de peculado culposo y celebración de contratosin cumplimiento 
de requisitos legales. 
 
Asimismo, en las investigaciones que adelantó la Procuraduría fueron condenados otros 
exfuncionarios del Ministerio de Agricultura implicados, entre ellos: Gisela del Carmen 
Torres Arenas, Alba Sánchez Ríos y Juan David Castaño Alzate, suspendidos por dos 
meses; Edelmira Rivera Quintero, retirada de su cargo por un mes; Mario Andrés Soto 
Ángel, Javier Enrique Romero Mercado y Camila Reyes del Toro, sancionados con 
destitución e inhabilitados por 11 años; y Rodolfo Campo Soto, destituido e inhabilitado 
por 13 años. Por su parte, Oscar Schroeder –exasesor jurídico del Ministerio de 
Agricultura– fue inhabilitado por 12 años para ejercer cargos públicos, mientras que Tulia 
Eugenia Méndez –exjefe jurídica del Ministerio– fue absuelta. 
 
Otra de las entidades que se vio seriamente cuestionada con el escándalo fue el Instituto 
Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), una organización que está 
presente en 34 países y se especializa en apoyar a los Estados miembros de la misma para 
“lograr el desarrollo agrícola y el bienestar rural” (IICA, 2015). El IICA tenía como función 
dentro del programa evaluar la viabilidad técnica de los proyectos, principalmente, en 
cuanto a drenaje e irrigación se refería, los que a la postre se convirtieron en los principales 
focos del escándalo. Sin embargo, su director, Christopher Hansen, denunció que el 
Gobierno colombiano fijó las condiciones de juego del programa y que el IICA no estaba 
 
 
54 
 
en libertad de rechazar los “proyectos que tenían como beneficiarios a familias ricas o que 
hubieran subdividido las parcelas para obtener más subvenciones del Estado” (El 
Espectador, 2011). 
 
Por lo tanto, voceros de la entidad afirmaron que el Ministerio buscó usarla como chivo 
expiatorio para señalar a un culpable, incluso, manifestaron que el entonces ministro 
Andrés Darío Fernández les propuso ofrecer un empleado del IICA como sacrificio, a quien 
el Ministerio pudiera culpar por lo sucedido. No obstante, la organización asegura que se 
negó a hacerlo (El Espectador, 2011). 
 
En cuanto a las familias involucradas, como se explicará con mayor profundidad en el 
capítulo 4 de Resultados, los exministros Andrés Felipe Arias y Andrés Darío Fernández y 
demás funcionarios cercanos al gobierno uribista –incluso el propio Uribe–, se ocuparon de 
señalarlas durante el cubrimiento como responsables de haber accedido “abusivamente” a 
los subsidios otorgados en el marco del programa AIS. 
 
Entre esas familias, el caso al que mayor seguimiento se le hizo por parte de la prensa 
fue el de los Dávila, quienes recibieron subsidios por un valor cercano a los 3.900 millones 
de pesos. En octubre de 2012, un juez condenó a Juan Manuel Dávila Jimeno (padre) a 22 
meses de prisión domiciliaria y a Juan Manuel Dávila Fernández de Soto (hijo) a 20 meses 
 
 
55 
 
de cárcel, pena que también le fue impuesta a su madre, María Clara Fernández de Soto, y a 
su hermana, Ana María Dávila. 
 
Esta familia protagonizó un extenso alegato en los estrados judiciales contra la exreina 
Valerie Domínguez, quien le firmó unos papeles de subarrendamiento de un predio rural a 
quien en ese momento era su novio, Juan Manuel Dávila (hijo), con el fin de acceder a uno 
de los subsidios de Riego y Drenaje. Pese a que los Dávila reiteraron durante todo el 
proceso que Domínguez conocía las intenciones que había detrás de la firma de tales 
documentos, en octubre de 2012 el juez 38 de conocimiento de Bogotá declaró inocente a 
Valerie, al considerar que “Juan Manuel Dávila (…) se aprovechó de la ingenuidad de la 
modelo y actriz para tramitar los subsidios del programa AIS” (Caracol, 2012). 
 
Por cuenta de la corrupción descubierta en el programa y de todas las investigaciones 
judiciales que suscitó, en abril de 2011 el gobierno de Juan Manuel Santos le dio fin a Agro 
Ingreso Seguro y lo reemplazó con el programa Desarrollo Rural con Equidad. 
 
Finalmente, vale agregar que la revista Cambio dejó de circular desde febrero de 2010 
–cinco meses después de revelar el escándalo de AIS–, pues el grupo Planeta, dueño en ese 
momento de la Casa Editorial El Tiempo, propietaria de la revista, decidió clausurarla de 
manera definitiva. En una reflexión sobre el cierre de la publicación, el maestro en ética 
 
 
56 
 
periodística Javier Darío Restrepo (2010) destacó las revelaciones que ese medio publicó 
sobre AIS y concluyó que “la desaparición de Cambio es lamentable (…). Desde el punto 
de vista de los periodistas, es un signo premonitorio del creciente poder empresario en los 
medios, y de una información que se hará bajo sus reglas de juego”. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
57 
 
Capítulo 3. Metodología 
 
Este trabajo de investigación se fundamentó en la técnica del análisis de contenido para 
determinar cómo fue la construcción que los periódicos El Tiempo, El Espectador y El 
Colombiano hicieron del escándalo Agro Ingreso Seguro, en tres momentos cruciales del 
hecho. 
 
El análisis de contenido, en palabras de Berelson (citado por Bermúdez, 1982), “es una 
técnica de investigación para la descripción objetiva, sistemática y cuantitativa del 
contenido manifiesto de las comunicaciones y que tiene como finalidad interpretarlas”. Para 
Gómez (1999), se trata de “un método que consiste en clasificar y/o codificar los diversos 
elementos de un mensaje en categorías con el fin de hacer aparecer de la mejor manera el 
sentido”. Dada la tradición de esta técnica y su amplio uso en la investigación sobre medios 
de comunicación, en el capítulo 1 se hace referencia a sus particularidades, procedimientos 
y aportes. 
 
La presente investigación siguió los pasos que caracterizan los análisis de contenido, 
dentro del enfoque cuantitativo: se definieron variables, categorías y subcategorías, se 
codificó el corpus y se hicieron sumatorias y cálculos de porcentajes que permitieron, 
 
 
58 
 
finalmente, describir e interpretar las grandes tendencias en el cubrimiento de los tres 
periódicos sobre el escándalo de Agro Ingreso Seguro. 
 
3.1. Periódicos objeto de estudio, periodos seleccionados y corpus 
 
El Tiempo, El Espectador y El Colombiano fueron elegidos para llevar a cabo este 
análisis de contenido, teniendo en cuenta que son los tres periódicos más importantes del 
país, en términos de circulación, en el ranking de diarios de noticias generales, liderazgo 
que reflejan las cifras del Estudio General de Medios (EGM)2. Otra razón por la que fueron 
seleccionados para realizar esta investigación es que son los medios de comunicación de 
prensa escrita más tradicionales y reconocidos que circulan en Colombia. 
 
El Espectador, el más antiguo del país, con 128 años, fue fundado el 22 de marzo de 
1887 y es un diario de tendencia liberal que, “durante su existencia, (…) ha sido un baluarte 
 
2 El EGM “es un estudio poblacional que busca una representación adecuada del universo objetivo, a través 
de una muestra interrogada acerca de su comportamiento en relación al consumo de medios, entre otras cosas” 
(Acim, 2014). Está a cargo de la Asociación Colombiana de Investigación de Medios y la técnica aplicada es 
la entrevista personal cara a cara en hogares, mediante un cuestionario estructurado. 
Los resultados son publicados tres veces al año, o en tres olas. Según los resultados de la tercera ola de 2014, 
El Tiempo es el periódico más leído del país, con 943.600 lectores. En segundo lugar se encuentra El 
Espectador, con 251.300 lectores. Y, de los periódicos regionales, el más leído es El Colombiano, con 
225.000 lectores. Estas cifras se refieren a la cantidad de lectores de los periódicos entre lunes y sábado. 
 
 
59 
 
ético y un defensor de primera línea de la libertad y la independencia periodística” 
(Semana, 2008b).

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