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NaranjoGloria-1992-MedellinZonasMonografias

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MEDELLÍN EN ZONAS 
Monografías 
 
 
 
GLORIA NARANJO GIRALDO 
 
 
 
 
 
 
 
CORPORACIÓN 
REGIÓN 
 
 1
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CORPORACIÓN 
REGIÓN 
 
 
Primera Edición 
Medellín, agosto de 1992 
 
 
ISBN: 9589626521 
 
Impreso en Medellín, Colombia 
 
Derechos Reservados 
Corporación Región 
Calle 55 Nº 4110 
Teléfono: (574) 2166822 
Fax: (574) 2395544 
Medellín, Colombia 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 2
CONTENIDO GENERAL 
 
Presentación 7
 10
Introducción 
ZONA 1 NORORIENTAL 
 
Poblamiento y Asentamientos 15
Perfil social y urbano 19
1 Generalidades 19
2. Tipologías de asentamiento y ocupación del espacio 20
3. Equipamiento social y urbano 23
4. Políticas generales de gobierno 25
5. Programas institucionales en la zona 26
6. Necesidades de los pobladores 27
7. Problemáticas urbanas y sociales 28
8. Propuestas y proyectos sociales de las organizaciones comunitarias 29
Perfil sociocultural 31
1. Cómo son las comunas y los barrios 31
2. Quiénes son los pobladores de estos barrios 31
3. Matrices culturales 32
4. Apropiación de la ciudad y de la vida urbana 34
5. Imágenes de futuro 34
6. Relaciones con la vida pública 35
7. Movimiento popular y organizaciones culturales 35
Perfil político 36
1. Tradiciones políticas 36
2. Cultura política reciente 39
3. Características de la presencia institucional 41
4. Coordinación interinstitucional 42
Dinámicas participativas y tendencias organizativas 44
1. Tendencia organizativa político comunitaria 44
2. Tendencia organizativa cívico-comunitaria 48
3. Tendencia organizativa reciente de participación comunitaria y ciudadana 50
ZONA 2 NOROCCIDENTAL 
Poblamiento y asentamientos 54
Perfil social y urbano 57
1. Generalidades 57
2. Tipologías de asentamiento y ocupación del espacio 60
3. Equipamiento social y urbano 62
4. Políticas generales de gobierno 64
5. Programas institucionales en la zona 64
6. Propuestas y proyectos de desarrollo social desde las organizaciones comunitarias 68
Perfil sociocultural. 70
1. Cómo son las comunas y los barrios 70
2. Quiénes son los pobladores de estos barrios 70
3. Matriz cultural: "lo popular urbano se sobrepone a lo marginal" 71
 3
4. Apropiación de la ciudad: "rasgos de una cultura urbana y masiva" 71
5. Relaciones con la vida pública: "una ciudadanía que se teje con cultura política popular 
y cultura política institucional" 
72
6. Movimiento popular y organizaciones culturales 72
Perfil político 74
1. Tradiciones políticas 74
2. Cultura política reciente 74
3. Características de la presencia institucional 77
4. La coordinación interinstitucional 77
Dinámicas participativas y tendencias organizativas 79
1. Tendencia organizativa político comunitaria 79
2. Tendencia organizativa cívico comunitaria 82
3. Tendencia organizativa reciente de participación comunitaria y ciudadana 84
ZONA 3 CENTRORIENTAL 
Poblamiento y asentamientos 87
Perfil social y urbano 92
1. Generalidades 92
2. Tipologías de asentamiento y ocupación del espacio 94
3. Equipamiento social y urbano 98
4. Políticas generales de gobierno para los diferentes sectores 99
5. Necesidades de equipamiento social y urbano 101
6. Problemáticas urbanas y conflictos sociales 101
7. Propuestas y proyectos de desarrollo social en las organizaciones comunitarias 102
Perfil sociocultural 105
1. Primeros asentamientos... comunas y barrios de hoy 105
2. Primeros habitantes... pobladores urbanos de hoy 106
3. Matrices culturales 107
4. Apropiación de la ciudad 109
5. Políticas culturales 110
6. Organizaciones culturales y sus propuestas 110
Perfil político 112
1. Tradiciones políticas 112
2. Cultura política reciente 112
3. Características de la presencia institucional 116
4. Coordinación institucional 118
Dinámicas participad vas y tendencias organizativas 120
1. Tendencia organizativa político-comunitaria 120
2. Tendencia organizativa cívico-comunitaria 125
3. Tendencia organizativa reciente de participación comunitaria y ciudadana 126
4. Formas organizativas en la comuna 10 (centro de la ciudad) 128
ZONA 4 CENTROCCIDENTAL 
Poblamientos y asentamientos 134
Perfil social y urbano 138
1. Generalidades 140
2. Tipologías de asentamiento y ocupación del espacio 140
3. Equipamiento social y urbano 143
4. Políticas generales de gobierno 144
 4
5. Programas institucionales para la zona 145
6. Necesidades sociales y urbanas desde los pobladores 147
7. Propuestas y proyectos sociales de las organizaciones comunitarias 148
Perfil sociocultural. 152
1. Cómo son las comunas y los barrios 152
2. Quiénes son los pobladores de estos barrios 152
3. Matrices culturales 153
4. Apropiación de la ciudad y del modo de vida urbana. 153
5. Relaciones con la vida pública. 154
6. Organizaciones sociales culturales 154
Perfil Político 156
1. Tradiciones políticas 156
2. Cultura política reciente 156
3. Características de la presencia institucional 157
4. Coordinación interinstitucional 158
Dinámicas participativas y tendencias organizativas 160
1. Tendencia organizativa político comunitaria 160
2. Tendencia organizativa cívico comunitaria 166
3. Tendencia organizativa reciente de participación comunitaria y ciudadana 167
4. Movilizaciones sociales de sectores medios 169
ZONA 5 – SURORIENTAL 
Poblamiento y asentamientos 173
Perfil social y urbano 177
1. Generalidades 177
2. Tipologías de asentamiento y ocupación del espacio 180
3. Equipamiento social y urbano 181
4. Políticas generales de gobierno 183
Perfil político y sociocultural 184
1. Cómo son las comunas, los barrios y sus pobladores 184
2. Apropiación de la ciudad y del modo de vida urbana 185
3. Imágenes de ciudad 186
4. Tradiciones políticas y cultura política reciente 187
5. Matrices culturales 187
6. Polos comunitarios de dinamización cultural 188
Dinámicas participativas y tendencias organizativas 190
1. Tendencia organizativa político comunitaria 190
2. Tendencia organizativa cívico comunitaria 192
3. Tendencia organizativa reciente de participación ciudadana. 193
ZONA 6 – SUROCCIDENTAL 
Poblamiento y asentamientos 196
Perfil social y urbano 200
1. Generalidades 200
2. Tipologías de asentamiento y ocupación del espacio 203
3. Equipamiento social y urbano 205
4. Políticas generales de gobierno 206
5. Programas institucionales para la zona. 207
6. Necesidades de equipamiento social y urbano desde los pobladores 210
 5
7. Propuestas y proyectos sociales desde las organizaciones comunitarias 210
Perfil sociocultural 215
1. Cómo son las comunas y los barrios 215
2. Quiénes son los pobladores de estos barrios. 215
3. Matrices culturales y polos de dinamización cultural 216
4. Apropiación de la ciudad y del modo de vida urbano 218
5. Relaciones con la vida pública 219
Perfil político 220
1. Tradiciones políticas 220
2. Cultura política reciente 220
3. Características de la presencia institucional 221
4. Coordinación interinstitucional 222
Dinámicas participativas y tendencias organizativas 224
1. Tendencia organizativa político comunitaria 224
2. Tendencia organizativa cívico comunitaria 226
3. Tendencia organizativa reciente de participación comunitaria y ciudadana. 229
Bibliografía 231
 
 6
PRESENTACIÓN 
 
Pese a ser Colombia un país de ciudades, es poco lo que se ha investigado sobre ellas. En las dos 
últimas décadas se ha hecho visible el surgimiento de muy variadas formas de organización de los 
pobladores y la expresión de diverso tipo de movimientos sociales urbanos. Sin embargo el 
conocimiento sobre estos fenómenos ha sido escaso y parcial. 
 
En dos años de labor investigativa, la antropóloga Gloria Naranjo y el equipo del área de 
investigación lograron reunir y procesar una variada información. Se recurrió a la consulta de 
fuentes primarias y secundarias escritas y a la realización de un trabajo de campo que incluyó 
entrevistas, recorridos por los barrios, relaciones con líderes, y organizaciones y participación en 
procesos que contaron con la activa participación de estas organizaciones, como el reciente proceso 
de foros comunales promovido porla Consejería Presidencial para Medellín. 
 
Los resultados investigativos se resumen en seis monografías de cada una de las zonas en las que 
las autoridades municipales y de planeación han dividido a Medellín. 
 
Rompiendo con una mirada homogeneizante sobre la ciudad, en cada una de estas monografías se 
avanza en la construcción de una visión de conjunto sobre cada zona, teniendo en cuenta ya no sólo 
los aspectos más tradicionales contenidos en los diagnósticos y planes oficiales, sino una novedosa 
aproximación a su perfil social, cultural, político y de las organizaciones y movimientos que se han 
generado. Valga destacar, por las pistas que ofrece para posteriores análisis, las descripciones y 
apreciaciones contenidas sobre los procesos de poblamiento, las tipologías de asentamiento, las 
matrices culturales más preponderantes en cada lugar, la cultura política, las imágenes sobre el 
Estado, formas de vida y las nociones de ciudad. 
 
La lectura de cada una de estas monografías de zona nos permite descubrir una multiplicidad de 
rasgos sociales y culturales tanto de los pobladores como de las organizaciones y movimientos, pero 
también las similitudes y sobre todo de aquellas identidades que históricamente se han venido 
construyendo entre algunos sectores y generaciones de pobladores. Son apreciaciones que convocan 
a la reflexión y al replanteamiento de los criterios con los cuales las autoridades municipales han 
fragmentado la ciudad. 
 
Según nos lo demuestra este minucioso estudio, y pese al auge reciente de múltiples violencias, 
Medellín se revela como una de las ciudades más ricas en cuanto a organizaciones y movimientos 
sociales. 
 
El análisis sobre éstas se aborda con una perspectiva que enfatiza en la caracterización de tres 
tendencias organizativas: "político-comunitaria, cívico-comunitaria y de participación comunitaria y 
ciudadana". Tendencias que se distinguen ya sea por el predominio de lo político tradicional, la 
autonomía de las organizaciones y movimientos de los partidos políticos y el planteamiento de 
problemas que rebasan la preocupación por la construcción de obras de infraestructura o por la 
acción del Estado a través de programas que se han ejecutado contando con la participación de los 
pobladores y de sus formas organizativas. 
 
En relación con la consolidación que en cada zona han logrado estas tendencias, se aborda el 
tratamiento de los movimientos sociales: el perfil de sus líderes y el protagonismo de todos aquellos 
 7
actores sociales que en diferentes momentos se han convenido en sus artífices; líderes comunales, 
sacerdotes de parroquia, militantes de organizaciones de izquierda y jóvenes dedicados a la 
promoción de clubes artísticos y juveniles o a la defensa del medio ambiente. 
 
El conocimiento de esta otra cara de Medellín, que hoy nos brinda este texto, ofrece además la 
posibilidad de múltiples lecturas tanto por lo que allí se dice como por los problemas e interrogantes 
que se esbozan. 
 
Queda pues abierta la polémica y la invitación a darle continuidad a la investigación de esta 
temática. Gracias al respaldo institucional de la Corporación Región ha sido posible la realización 
de esta investigación, su publicación y una labor de continuidad en su estudio, en el marco de una 
investigación sobre el Medellín de las dos últimas décadas. 
ANA MARÍA JARAMILLO 
Área de Investigación 
Corporación Región 
 
 
 8
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
“… Me pregunto por las relaciones entre ciertas experiencias profundas de la autoctonía 
de los lugares y la universalidad que les es propia. Como si el lugar fuese la parcela de 
universo que toca cultivar. 
 
…Los lugares son parcelas del universo. Y Medellín es el Medellín de las colinas de 
Manrique y las quiero pintar, y las colinas de Buenos Aires que son distintas a las de 
Manrique y las quiero pintar, y las colinas de El Poblado que son diferentes y las colinas 
de San Antonio de Prado y las de Santa Mónica y las de San Cristóbal. Y cada uno de 
esos mundos me da verdes, me da aires, me da arquitecturas bonitas, feas, me da 
suburbios, me da mugre y me gusta también como problema literario pintar el mugre, 
porque eso es un problema y es humanidad; y de pronto encuentro castillos y palacetes, 
me gusta y me enorgullezco y estoy feliz de mi arquitectura… y me siento feliz de una 
ciudad como la mía porque encuentro temple, encuentro buena gente, encuentro 
muchachos que trabajan. 
 
… Yo me siento feliz en mi mundo y creo que cada uno en su lugar sería capaz de 
encontrar algo semejante finalmente”. 
 
Jorge Alberto Naranjo 
 
 9
INTRODUCCIÓN 
 
Las presentes monografías son el resultado de un proceso que se inició en 1990 cuando se 
aprueba institucional mente, y adscrito al Área de Investigación de la Corporación Región el 
proyecto de investigación: Movimiento comunal, de pobladores y cívico en la ciudad de Medellín 
19701990: Identidad, organización y potencial para el desarrollo. 
 
Inició con el reto de una mirada integral sobre los movimientos sociales urbanos y terminó en un 
punto en que el territorio no era un simple contexto de las luchas, sino parte determinante de la 
vida de las organizaciones sociales. 
 
Varios cambios se introdujeron en las intenciones iniciales de la investigación. Con un bagaje 
amplio sobre teoría de movimientos sociales se consideraba muy adelantada sino resuelta la 
posibilidad de inspirar los análisis concretos para Medellín. No obstante, se pudo constatar que 
los planteamientos producidos dentro de la "ola" de movimientos cívicos de los años 80, dejaron 
un acumulado muy importante pero insuficiente para explicar la movilización social en las 
grandes ciudades. El estudio de los movimientos sociales urbanos no se puede seguir haciendo a 
la luz de teorías generales, es imperativo en el caso de Colombia hacer estudios de caso locales 
en las grandes ciudades. 
 
El eje teórico y metodológico de la investigación son los actores y los territorios. 
 
Intenta mostrar perfiles, contornos, más que estructuras. Se hace una reconstrucción histórica de 
los territorios y de las formas de organización de los pobladores" urbanos con espíritu 
etnográfico. 
 
– El análisis de la organización como eje teórico y metodológico para abordar los movimientos 
sociales en las grandes ciudades proporciona grandes posibilidades. De entrada nos coloca en la 
obligatoriedad de sostener la mirada crítica más allá de la coyuntura de las acciones de protesta. 
 
– Rescatar las particularidades zonales hace parte de una mirada desprevenida respecto a tal 
distribución y ordenamiento territorial. Más bien se ha asumido el reto de hacer confrontaciones e 
indagaciones sobre la dinámica interna/externa de tales espacios, cuidándonos siempre de 
idealizar al "barrio" o de hacer eco de la discriminación de las "comunas". 
 
La presentación de resultados en Monografías de la zona es una opción teórica, metodológica y 
política. Como antropóloga, representan un testimonio vivido y pensado de etnografía urbana. 
 
Este libro sobre las seis zonas de Medellín es un reportaje de hipótesis y descripciones que 
antecede, dentro del Área de Investigación de la Corporación Región, a otro estudio en marcha, 
de más largo aliento, titulado: Medellín 19751992: Actores, proyectos y tendencia de desarrollo. 
 
CONTENIDO DE LAS MONOGRAFÍAS DE ZONA 
 
 10
La historia del desarrollo urbano contemporáneo en Medellín pasa por procesos de poblamiento y 
de ocupación del espacio, que en este trabajo se desarrollan en el primer capítulo y en parte del 
segundo, en lo que tiene que ver con el perfil urbano de las zonas. 
 
Las modalidades de poblamiento que en estas monografías se describen y la agrupación de las 
seis tipologías de asentamiento que se proponen, responden a la intención metodológica de mirar 
la ciudad desde sus diferencias y similitudes zonales. 
 
Lo más importante era develar que la trama urbana no sólo está definida por la polaridad 
institucional/informal.Sobre todo es importante la pregunta por la particularidad de los procesos 
de poblamiento, incluso hasta el atrevimiento de proponer que sean ellos los que cuenten a la 
hora de nuevas definiciones de ordenamiento territorial. 
 
El segundo capítulo sobre el perfil social y urbano, ubica las características socioeconómicas de 
los pobladores, las problemáticas y conflictos urbanos, destacando la forma como estos aspectos 
se vuelven o no propuesta desde los pobladores y la forma como el Estado asume políticas 
concretas para su intervención. 
 
Igualmente, aspectos como la conformación del espacio urbano en Medellín, visto desde las 
formas de ocupación diversas implementadas por los mismos pobladores la mayoría de las veces, 
en articulación con acciones oficiales, unas veces aisladas y otras como resultado de una política, 
nos van dejando ver la trama social real que se mueve desde los territorios. 
 
El tercer capítulo, correspondiente al perfil sociocultural, se pensó para su presentación en un 
punto "equidistante" en cada monografía, pues de una u otra manera se relaciona con los dos 
anteriores y con los dos capítulo/s finales.'Visto así, lo cultural es expresión de la historia, de la 
espacialidad urbana, se refiere a modos de apropiación de la vida urbana y la ciudad, a matrices y 
sistemas de representación política. Lo cultural son prácticas organizativas de los pobladores 
urbanos y medio por excelencia para transformar sus condiciones inmediatas de vida en la ciudad 
y para pensar sus proyectos de futuro. 
 
En el cuarto capítulo sobre el perfil político, se reconstruyen las tradiciones políticas en cada 
zona desde las opiniones y simpatías de los pobladores que participan en diversas formas 
organizativas que se relacionan permanentemente con partidos y movimientos políticos. El 
contraste de estas opiniones con informaciones de prensa sobre resultados electorales, en la 
inmensa mayoría de los casos permitió la constatación de la vivencia política de los pobladores. 
 
¿Dónde se anudan las relaciones de poder entre Estado y sociedad civil? ¿Quiénes son los agentes 
y los mecanismos? En estos textos se pueden encontrar respuestas iniciales que quizás abran un 
campo interesante para mirar la política "desde abajo", desde las redes de relaciones y 
anudamientos en territorios concretos. En igual sentido se opta por hacer un seguimiento a los 
modos de presencia institucional en cada zona y se avanza en las razones de la manera 
diferenciada de hacer presencia. 
 
Estas diferencias, vistas tanto en las imágenes de los pobladores como en los programas 
concretos que ejecuta el Estado, nos colocan en la vía de aceptar que en las grandes ciudades, el 
Estado, lo público si se quiere, tiene mucho que ver con las posibilidades inmediatas de 
 11
nacimiento y consolidación de asentamientos populares. Se relativiza la polaridad 
presencia/ausencia del Estado y el enfrentamiento "per se" Estado/sociedad civil. 
El quinto y último capítulo sobre las dinámicas participativas y las tendencias organizativas, 
destaca los niveles, posibilidades y limitaciones de la organización de la sociedad civil de 
sectores populares y medios. 
 
Las tres grandes tendencias organizativas que se proponen son la expresión del movimiento 
social urbano de la ciudad de Medellín. Visto más por su organización que por la protesta o el 
paro coyuntural; visto en su territorio, su ámbito cotidiano y relaciones sociales de diverso tipo, 
en sus articulaciones, complicidades y distancias con el Estado y sus instituciones. En ningún 
momento se pierden de vista contradicciones estructurales o coyunturas abiertamente 
conflictivas. 
 
¿CÓMO SE PUDIERON TRAZAR LOS PERFILES DE LAS ZONAS DE MEDELLÍN ? 
 
"Por supuesto que lo primero que se exige es que quien quiera comprender el significado de una 
expresión simbólica, cambie de la actitud de observador, de quien sólo quiere conocer, y asuma 
la de participante en el mundo de la vida. 
 
La capacidad para descentrar y luego relacionar lo diferenciado se constituye en el logro más 
importante de la modernidad. 
 
La crítica al absolutismo de la razón, para reafirmar la modernidad en las diferencias, en la 
heterogeneidad, en las diversas perspectivas del mundo de la vida, no significa haber renunciado 
al 'sentido normativo de la modernidad', el que se realiza en la acción comunicativa misma y no 
deja incomunicadas las diferencias sino que las relaciona y reincorpora en renovados proyectos 
de transformación social". (Hoyos, Guillermo. En Colombia: El Despertar de la Modernidad, 
Foro por Colombia, Bogotá, 1991). 
 
Se realizó un intenso trabajo de campo durante el cual se hicieron 60 entrevistas, 
aproximadamente, (80 horas de grabación) a líderes comunitarios, funcionarios y personas del 
común cubriendo las 6 zonas. Las visitas a los barrios y la asistencia a diversos eventos 
comunitarios y a programaciones de las instituciones, permitieron conocer más de cerca diversos 
aspectos relacionados con prácticas sociales, culturales y políticas. Experiencias de años atrás en 
procesos de acompañamiento al movimiento barrial desde la educación popular siempre 
estuvieron presentes. 
 
En particular fue enriquecedor el intercambio con las juntas de acción comunal de los barrios más 
contrastantes de la ciudad, no sólo con entrevistas abiertas sino con la realización de unas 
encuestas que interrogaban por el perfil de los líderes, las organizaciones y sus barrios. Con una 
muestra de 80 líderes comunales que respondieron la encuesta, se logra cubrir información para 
las seis zonas de la ciudad. 
 
En el año de 1991, la participación en los Foros Comunales convocados por la Consejería 
Presidencial para Medellín y su Área Metropolitana, permitieron el acceso directo a las 
conclusiones de estos eventos y conocer y participar de los informes producidos por el equipo de 
la Corporación Región que apoyó este proceso. 
 12
 
El acercamiento documental cubrió información de archivos de organizaciones, periódicos y 
medios de comunicación comunitarios y de algunas instituciones relacionadas con funciones de 
desarrollo de la comunidad. La consulta de prensa fue a través del periódico El Colombiano 
durante el período 7090, identificando acontecimientos en los barrios y en la ciudad. 
 
Las Historias de Barrios escritas por los pobladores en dos concursos realizados en 1986 y en 
1989 por parte de la alcaldía metropolitana, fueron otra fuente invaluable de información sobre 
las seis zonas de Medellín. 
 
Como impacto social y político, el presente trabajo se relaciona con la situación actual de la 
ciudad de Medellín. Por eso hay que destacar lo siguiente: 
 
– La descentralización al interior de la ciudad debe verse en función de la reconstrucción 
social de las diferentes zonas. Asumir en su pleno sentido aquello de que las zonas son entes 
territoriales y socioculturales que igualmente requieren contar con personalidad político-
administrativa y financiera. 
 
– Una base más sólida para la formulación de un pacto social democrático se construye con el 
reconocimiento de los diferentes intereses, creando condiciones para la confrontación 
democrática entre la heterogeneidad de propuestas y proyectos provenientes del Estado y de la 
sociedad civil. 
 
– Un proyecto político de desarrollo para la ciudad es el resultado de la conjunción de diversos 
proyectos, unos gubernamentales otros de las diferentes fuerzas sociales, y de todos aquellos 
actores sociales y políticos que tengan como objetivo la reconstrucción de un proyecto de ciudad 
democrática. 
 
Los resultados finales de investigación recogidos en este libro contaron con la participación 
directa de la antropóloga Alicia Londoño Blair en calidad de investigadora asistente. El primer 
capítulo sobre poblamiento corresponde en lo fundamental a uno de sus informes de 
investigación. Igualmente participa en el capítulo sobre perfil social y urbano donde se recoge la 
sistematización que logra sobre las tipologíasde asentamiento y las formas de ocupación del 
espacio. 
 
Participó de manera directa Alberto León Gutiérrez Tamayo en calidad de auxiliar de 
investigación, proporcionando un informe de investigación que definió como análisis vivencial 
sobre la organización comunal y cívica, proyectando sus percepciones hacia la ciudad con una 
óptica prepositiva de conjunto. 
 
Los mapas son producto de un trabajo colectivo del actual equipo de investigadoras de la 
Corporación Región, donde además de quien escribe y Alicia, participan la socióloga Ana María 
Jaramillo, la historiadora Lucelly Villegas y la antropóloga Clara Inés Aramburo. 
 
La Corporación Región, su Área de Investigación ofrecen a la opinión pública sus nuevos 
resultados de investigación institucional. 
 
 13
Quiero finalmente agradecer a Región por creer en este proyecto, a su equipo humano que con su 
apoyo, ánimo y cantaleta, me permitió realizar este trabajo que hoy tengo el gusto de presentar. A 
todos, mil gracias. 
GLORIA NARANJO GIRALDO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ZONA 1 NORORIENTAL 
 14
Poblamiento y Asentamientos 
 
Hasta el año de 1920, los orígenes de Berlín, Aranjuez y Campo Valdez se ligan a la existencia 
de grandes fincas cuyos dueños son familias de comprobada solvencia económica. Este territorio 
permanece más o menos en estas condiciones durante varios años; unas cuantas casonas con sus 
respectivas parcelas. El manicomio, construido en 1875 en el "Paraje Bermejal", fue la base a 
partir de la cual crecieron los primeros barrios. 
 
En algunos casos las familias crean Sociedades Urbanizadoras. Manuel José Álvarez compra la 
finca Berlín, traza el barrio y lo dota de agua, alcantarillado y otras mejoras iniciales. Comienza a 
vender cada lote, y aún sin terminar de urbanizar el barrio, emprende la urbanización de 
Aranjuez; "éste fue de más selecta clientela, por su comodidad y la construcción de casas quintas, 
se efectuó con más cuidado en lo que se refiere a arquitectura y dotaciones"1. 
 
Gabriel Sanín V. y Cock Bayer e Hijos y la familia Villa en Campo Valdez, una vez trazado el 
barrio con sus respectivas calles, comenzaron a vender a precios reducidos y a largos plazos, de 
tal manera que pronto surgieron viviendas de arquitectura modesta, donde obreros y otros 
sectores de escasos recursos consiguieron techo. En 1919, año en que surge la Sociedad 
Urbanización Mutuaria, se construye, previa elaboración de planos, trazado de calles, etc., el 
barrio Manrique. 
 
Todas estas urbanizaciones se efectuaban en el marco de lo legal, con una adecuada planeación 
técnica, teniendo en cuenta manzana, espacios públicos y sociales, iglesias, escuelas y hasta 
dotación de servicios públicos2. Se presenta además una articulación entre compañías 
urbanizadoras y el municipio para intensificar el paso a la tierra urbanizada. La Compañía de 
Seguros y urbanización colaboró para la construcción de una línea del tranvía al barrio Manrique, 
así como para la dotación de agua y alumbrado del mismo3. Ayuda al municipio a establecer en 
la parte alta de Manrique un barrio con casas para la clase obrera, vendiéndole al municipio un 
número considerable de terrenos para la fundación del mismo. 
 
Para los años 30 y 40 continúo el proceso de expansión y se abrieron nuevos barrios, 
completando una trama continua en el plano de Medellín. 
 
En términos generales los terrenos de la ladera nororiental, en sus orígenes pertenecieron a tres 
tipos de ocupantes: propietarios particulares que bien fuese por herencia y de manera legal o por 
invasión inicial, se hicieron los dueños de estas tierras; ocupantes que con autorización del 
“dueño” inicial se establecen en el lote y lo trabajan sembrando cultivos con los cuales 
compensen en algo al propietario inicial; compradores de predios a propietarios supuestamente 
legales pero que dada la confusión de los títulos de propiedad rara vez logran el registro de su 
documento de compra4. 
 
 
1 OCHOA, Lisandro. Casas viejas de la Villa de La Candelaria. P. 269. 
2 Ibid. P.7980. 
3 VILLEGAS, Hernán Darío. La formación social del proletariado antioqueño. Editorial Concejo de Medellín. P.46. 
4 CENTRO De Investigaciones. “La calidad espacial urbana de los barrios para sectores de bajos ingresos en 
Medellín”. Facultad de Arquitectura Universidad Nacional de Colombia, Seccional Medellín. p.7980. 
 15
Posteriormente, para las décadas del 50 y el 60, comienzan a llegar gentes de estratos sociales 
más bajos a ocupar los terrenos más difíciles por lo empinado y quebrado de su topografía. Esa 
ocupación se registra en la parte alta de Aranjuez, a través de especuladores que vendía lotes que 
legalmente no les pertenecían. 
 
En sus inicios, las comunas 1 y 2 y la parte alta de la comuna 3, se formaron con asentamientos 
por loteo o por invasión. Santo Domingo Savio, Popular 1 y 2, Granizal, La Isla, Moscú, El 
Raizal, Campo Valdez (Parte alta) son barrios que surgen bajo la modalidad de invasión. 
 
Villa Guadalupe, San José La Cima, Andalucía, La Frontera, La Francia, Manrique Oriental, 
Versalles, Santa Cruz y Germania inicialmente surgen por loteo pirata. Puede hablarse de un 
segundo movimiento migratorio hacia el nororiente de Medellín5, motivado principalmente por 
factores políticos y por la precaria situación económica y sucedido del campo hacia la ciudad. 
 
Los pobladores de los asentamientos de invasión comparten diversas características entre las que 
predomina la inexistencia de propiedad sobre el terreno y la certeza de la ardua lucha a acometer 
con miras a la legalización del terreno y al logro de las mínimas condiciones de subsistencia. 
 
El proceso de apropiación urbana y social del terreno, es apenas el comienzo. La consecución de 
la vivienda fue para la mayoría el anhelo mayor de su existencia. Las casas se iban conformando 
inicialmente en forma dispersa. En primera instancia la vivienda partía del clásico tugurio 
construido con base en palos, latas y cartón, seguramente siguiendo la tradición rural del patrón 
de asentamiento, le daban gran consideración al espacio exterior que le servía de pequeña huerta. 
Conformaban viviendas diseminadas pero unidas con base en necesidades comunes. La 
producción del lugar para vivir va creando códigos lingüísticos y de comportamiento que les 
permite enfrentarse a la gestión del hábitat. 
 
A veces paralelamente, otras seguidamente, la erección de la capilla ocupó un puesto de suma 
importancia en el proceso de moldeamiento e identidad grupal para el tipo de pobladores que 
llegaba a esta zona. En sus inicios la celebración se hacía en ramadas o en casas particulares 
cuando la ocasión lo permitía, posteriormente se levantaron capillas a través principalmente de la 
recolección de fondos y del trabajo comunitario. Eran construcciones que se hacían con el fin de 
prestar además de los servicios religiosos, los de salón múltiple (para reuniones, servicios de 
salud, etc.) y en otras ocasiones, los servicios educativos. 
 
La relación entre los párrocos y estas comunidades no era una simple mediación espacial con las 
parroquias, refleja el papel que cumple el sacerdote como eje sobre el cual se ha ido 
desarrollando el proceso de conformación de buena parte de estos barrios en los últimos 30 años. 
La parroquia es uno de los referentes sociales y culturales de mayor significación. No podríamos 
pasar por alto el lugar que han ocupado los sacerdotes en este proceso, el barrio Santo Domingo 
Savio es buen ejemplo de ello. En él, los servicios de acueducto, transporte, educación, salud, 
pavimentación de vías, salón múltiple, puesto de policía, sociedad mutuaria, son obra de sotanas 
que acompañaron en todo momento el proceso de producción del hábitat. 
 
5 El principal aporte de estas corrientes migrantes lo hace la región del Suroeste, seguida del Oriente y Occidente. 
Véase: VÉLEZ, Patricia. Flujos migratorios en los núcleos de tugurios.Planeación Metropolitana. Medellín, 1974, p. 
66. 
 16
 
Campesinos en su mayoría del departamento de Antioquia, acostumbrados a una vida marcada en 
parte por el trabajo en el campo, se ven absorbidos en su mayoría por la industria de la 
construcción y algunos servicios ocasionales. El tránsito a lo urbano no significó necesariamente 
una movilidad social, en muchos casos se convierten en subempleados en cualquier ocupación, y 
no llegan ni siquiera a ser obreros. Como bien lo expresa un poblador: "cambian el hacha por la 
pala", lo que significa un esfuerzo de adaptación al nuevo medio urbano. 
 
La política de vivienda municipal tiene una experiencia aislada en la zona a través de la 
Fundación Casitas de la Providencia, que por los años 60 crea el barrio Villa del Socorro, el cual 
surge de una erradicación de las áreas tuguriales del centro de la ciudad. 
 
Para ese entonces ya algunos barrios de la ciudad, aquellos de reciente poblamiento en la 
periferia, son caracterizados como barrios obreros y populares, en contraste con otros ubicados en 
lugares aledaños al centro tradicional de Medellín. 
 
Las décadas del 50 y del 60 se caracterizan por la producción del espacio ilegal, adquiriendo 
proporciones alarmantes de tal manera que los fenómenos urbanos empiezan a ser preocupación 
del Estado. Las políticas estatales hacen su aparición a través de intentos de ordenamiento y 
dotación del espacio. 
 
La mayoría de los barrios de las comunas 1, 2 y 3 sienten como primeras y vitales necesidades la 
consecución del agua, la apertura de vías y pavimentación, la construcción de capillas y escuelas, 
etc. para continuar sin descanso en la lucha por obtener servicios de transporte, acueducto, 
alcantarillado y electricidad. Lo anterior revela cómo la historia de estos barrios está en buena 
parte determinada por la búsqueda de consolidación de los servicios públicos y sociales, su 
existencia a través de los años está signada por estos fines. En todos los casos lograban precarias 
soluciones con carácter provisorio. La comunidad comenzaba a demandar a Empresas Públicas 
una solución definitiva. 
 
Este proceso permitió consolidar un poco más las formas asociativas iniciales, concretamente en 
las juntas cívicas que constituían, según los pobladores, la "única forma de obtener del Estado, 
ayuda para solucionar necesidades"6. Su tarea fundamental consistía en reclutar fondos por medio 
de las más diversas formas (rifas, ventas, concursos, cantarillas, dedicatorias...), fondos que 
sumados a los pendientes aportes estatales producían resultados esperados en materia de 
infraestructura vial y otros. Sin embargo, el trabajo común era la base sobre la cual podía 
funcionar este sistema asociativo, sin él todo esfuerzo era vano. Estas luchas permanecen en la 
memoria de la mayoría de los pobladores de esta zona. 
 
Es la materialización del trabajo conjunto en obras de infraestructura y en equipamiento social lo 
que sin lugar a dudas revierte en los habitantes, consolidando una imagen positiva de integración 
y de unión. Este proceso de consolidación está en todos los casos basado en las organizaciones 
comunitarias y la relación que establecen con el Estado. 
 
 
6 VARGAS, Concha, et al. Historia de Barrio. La Francia. Concurso Secretaría de Desarrollo de la Comunidad. 
Medellín, 1986. 
 17
A medida que se van solucionando las necesidades de medios de transporte, electricidad, medios 
de comunicación, etc., se producen efectos que inciden en la modificación de relaciones sociales, 
culturales, económicas, espaciales y temporales y se conforma al mismo tiempo una nueva forma 
de vida que se va haciendo cada vez más imprescindible en el medio urbano. 
 
Para los años 7080 se puede decir que la mayoría de estos barrios logran concluir el proceso de 
consolidación urbana, en el cual se ve la labor de la Acción Comunal y de las Empresas Públicas 
Municipales. 
 
No obstante, sigue creciendo la ocupación ilegal del espacio, la cual vuelve a tener un impacto 
significativo durante la década del 80. Surgen nuevos asentamientos, la mayoría de ellos producto 
de invasiones: María Cano o Carambolas, Villa Roca, la Esperanza (parte alta), el Compromiso, 
la Avanzada, Carpinelo, La Cruz, Versalles (parte alta), son todos asentamientos focalizados en la 
parte alta de la zona considerada "no urbanizable" por ser de alto riesgo debido a su inestabilidad 
crítica. 
 
A manera de conclusión, se evidencia la existencia de dos procesos de poblamiento cada uno de 
ellos marcado por particularidades en las que intervienen diversos factores. De un lado, 
asentamientos producto de urbanizadoras particulares, de conformación histórica más antigua y 
de mayor relación directa con el sector del antiguo poblamiento de la ciudad; de otro, 
modalidades de poblamiento ilegal, invasiones y loteo pirata, constituyen una unidad histórica y 
socialmente diferenciada de la anterior. 
 
No obstante, son estas últimas modalidades de ocupación las que han caracterizado el proceso de 
poblamiento de las últimas décadas en la zona nororiental. 
 
Las características heterogéneas que presenta la zona, en términos de procesos históricos 
diferenciados, diversidad social en sus pobladores, formas de ocupación del territorio, 
intervención estatal o privada, nos llevan a encontrarnos frente a un territorio que conforma 
jurídica y administrativamente una zona, pero que como tal, no obedece a procesos zonales 
reales. 
 18
Perfil social y urbano 
 
1. GENERALIDADES 
 
La zona 1 corresponde a la antigua comuna nororiental. Está conformada por cuatro comunas: 
Popular (1), Santa Cruz (2), Manrique (3) y Aranjuez (4), en las cuales habitaban a diciembre de 
1989, 440.089 personas. 
 
Población a diciembre de 1989 
 
Comuna Nº de habitantes Porcentaje Densidad 
01 
02 
03 
04 
85.878
98.279
114.725
141.207
19
2
26
32
371 
426 
350 
282 
Total 440.089 345 
Medellín 1'676.788 100 42 
 Fuente: Anuario Estadístico 1989 
 
La topografía de la zona en sentido oriente-occidente, presenta una pendiente de un 10 hacia la 
vega del río, llegando hasta un 30 en la parte más oriental correspondiente a laderas medias y 
fuertes donde la topografía condiciona el diseño y el desarrollo urbanístico. Hacia la cima de la 
cordillera la pendiente se hace aún mayor. 
 
En sentido norte-sur se presentan una serie de plegamientos que forman cañadas más o menos 
profundas que corren en la dirección de la pendiente. Quebradas La Seca, La Rosa, La Honda y 
La Bermejala constituyen barreras topográficas. 
 
El sistema vial en sentido norte-sur lo conforman: la antigua carretera a Bello, la carrera 49, la 
carrera 45 hasta la calle 90 y la carretera antigua a Guarne. En sentido este-oeste, la calle 65 
(Barranquilla), la calle 91, la calle 93 parcialmente y la carretera de Villa del Socorro. 
 
En una extensión territorial de 1.258,4 hectáreas (que incluyendo la Universidad de Antioquia, el 
Parque Norte y el Jardín Botánico suman 1.272,4 ha), es decir, el 13 del área urbana del 
municipio de Medellín, se alberga el 26.2 de la población de este; comparativamente es la de 
mayor concentración poblacional. 
 
La densidad por área desarrollada es de 345 hab/ha., sin embargo, un gran número de barrios, 
especialmente los situados en la parte más hacia el norte, en los terrenos altos, registran 
densidades por encima de dicho promedio (El Popular con 429 hab/ha. Santa Cruz con 484 
hab/ha., Las Esmeraldas con 424 y Campo Valdez 2 con 568 entre otros). Por el contrario, muy 
pocos barrios presentan densidades por debajo de 300 hab/ha., los cuales están ubicados por fuera 
del perímetro (San José La Cima 2 y Villa Roca), y otros con algún equipamiento institucional, 
por ejemplo los barrios Sevilla y San Pedro. 
 19
 
Según Planeación Metropolitana, la zona comprende un total de 40 barrios; sin embargo, 
entidades como Empresas Públicas reconocen como barrios a aquellas unidadesterritoriales que 
tienen Junta de Acción Comunal (56 en total en la zona) las cuales son atendidas con servicios 
públicos con buena o regular cobertura y/o calidad. 
 
Estos barrios se encuentran distribuidos por comunas: La totalidad incluye dos "barrios" no 
residenciales: Jardín Botánico y Universidad de Antioquia que hacen parte de la infraestructura 
metropolitana regional. 
 
De los 440.089 habitantes de las cuatro comunas, 324.490, o sea el 73 de su población, se 
encuentran en barrios de estrato bajo, repartidos así: 
 
En las comunas 1 y 2 un total de 184.157, es decir, la totalidad de su población, y en las comunas 
3 y 4: 124.775, para un total de 24 de los 40 barrios existentes. 
 
Se clasifican como estrato bajo-bajo dos barrios: San Domingo Savio 2 y Parque Norte, en ellos 
habitan 18.342 personas. 
 
En total, a diciembre de 1989, 327.274 habitantes, pertenecen a los estratos bajo y bajo-bajo, o 
sea, el 74% de la población de la zona vive en extrema pobreza. 
 
115.599 personas, o sea el 26% de la comuna, pertenecen al estrato medio, correspondiente 
principalmente a las comunas de Manrique y Aranjuez, para un total de 12 barrios. 
 
Según el plan de desarrollo de Medellín, el estrato socioeconómico es el siguiente: bajo (50%), 
medio-bajo (30%) y bajo-bajo (20%). 
 
2. TIPOLOGÍAS DE ASENTAMIENTO Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO 
 
La ladera nororiental y centro oriental constituyeron predominantemente los sitios de expansión 
urbana en los años anteriores a 1960, cuando aún no existía una vinculación directa entre los dos 
costados del río. En los años subsiguientes, todo este sector oriental ha seguido siendo receptor de 
asentamientos ilegales. 
 
La zona nororiental se ha conformado en lo fundamental a través de procesos al margen de la 
normatividad y la legalidad. Barrios llamados piratas y barrios de invasión, son resultado de la 
dificultad o la mayoría de las veces de la imposibilidad, que tienen los sectores de menores 
recursos de acceder a la vivienda oficial y privada del mercado inmobiliario. Otro tipo de 
asentamiento corresponde a aquellos barrios fundados más o menos hasta la década del 40, 
planeados y construidos por urbanizadores particulares. 
 
Constituyen las tres tipologías predominantes en la zona. Habría que añadir una cuarta modalidad 
—no de tipología— de asentamiento generada por urbanizadora privada inicialmente y 
posteriormente estatal, se trata de Casitas de la Providencia que por los años 60 crea el barrio 
Villa del Socorro, dicha entidad más tarde se transforma en CORVIDE (Corporación de Vivienda 
y Desarrollo). 
 20
 
A. A la tipología barrios antiguos de planificación privada corresponden la mayoría de los barrios 
que conforman la comuna 4: Berlín, La Piñuela, San Isidro, Aranjuez, Palermo, Bermejal, Campo 
Valdez 1, Campo Valdez 2, Manrique Central 1, Manrique Central 2, San Pedro, Sevilla, Brasilia 
y Miranda. 
 
Barrio antiguo de planificación privada 
 
Comuna Barrio Año de 
fundación 
Población Estrato 
4 
4 
4 
4 
4 
4 
3 
4 
3 
4 
4 
4 
4 
Berlín 
La Piñuela 
San Isidro 
Aranjuez 
Palermo 
Campo Valdez 1 
Campo Valdez 2 
Manrique Central 1 
Manrique Central 2 
Bermejal 
San Pedro 
Sevilla 
Brasilia 
1916 
 
 
1916 
 
1920 
 
1919 
1919 
1920 
1936 
1936
10.400 
9.557 
15.486 
10.288 
5.709 
17.161 
18.851 
11.158 
5.473 
6.333 
6.803 
4.281 
14.082
3 
3 
3 
3 
2 
3 
2 
3 
3 
2 
3 
3 
3 
 
B. El tipo de asentamiento llamado pirata presentó una recurrencia tal que generó un número 
considerable de barrios: Villa Guadalupe y San Pablo, de la comuna 1; La Francia, Andalucía, 
Moscú 1, La Rosa y Santa Cruz, de la comuna 2; La Salle, Las Granjas, Manrique Oriental, 
Versalles 1 y 2 y El Pomar de la comuna 3; y Las Esmeraldas de la comuna 4. Son barrios casi en 
su totalidad del estrato 2 y que por sus condiciones de precariedad vienen recibiendo atención por 
parte de entidades estatales. 
Barrio pirata 
Comuna Barrio Año de 
fundación 
Población Estrato 
1 
1 
1 
2 
2 
2 
2 
2 
3 
3 
3 
3 
3 
3 
4 
3 
Villa Guadalupe 
Moscú 2 
San Pablo1
La Francia 
Andalucía 
Moscú 1 
La Rosa 
Santa Cruz 
La Salle 
Las Granjas 
Manrique Oriental 
Versalles 1 
Versalles 2 
El Pomar 
Esmeraldas 
San José La Cima 
años 60 
1971 
1985 
1950 
1954 
1970 
 
1945 
 
1955 
 
1930 
1930 
 
1962 
Dec. 60 
11.785
12.698
9.629
12.769
9.360
11.608
7.456
12.185
13.533
22.089
12.160
10.530
2.276
3.884
7.365
6.174
2 
2 
2 
2 
2 
2 
2 
2 
2 
2 
2 
2 
2 
3 
2 
3 
 1 Comporta zona de invasión 
 21
 
C. Las características topográficas para la zona nororiental corresponden a laderas fuertes que 
condicionan el desarrollo urbanístico. Los sectores aún más pendientes (rango 4060) no soportan 
urbanizaciones continuas y en algunos casos, tampoco aisladas, constituyendo un rango crítico 
para procesos urbanos y requiriéndose de grandes costos para su adecuación y manejo. En la 
ladera nororiental el proceso de poblamiento ha escalado hasta desbordar el perímetro urbano 
vigente (1981) con asentamientos de invasión. 
 
Es necesario distinguir para la zona en cuestión, dos clases de asentamientos de invasión, de 
acuerdo al momento en que surgen: Aquellos originados desde los años 60 y que han 
evolucionado debido a las acciones de sus pobladores, y a las intervenciones de las diferentes 
entidades oficiales que han realizado en ellos programas tendientes a mejorar las condiciones de 
vida de sus habitantes, para lo cual han dotado de servicios públicos. A este tipo de barrio de 
invasión corresponde: Popular 1 y 2, Santo Domingo Savio 1 y 2, Granizal, Moscú 2 en la 
comuna 1; La Isla en la comuna 2 y El Raizal en la comuna 3, todos ellos pertenecientes al 
estrato 2, a excepción de Santo Domingo Savio 2. 
 
El otro núcleo de invasión corresponde a aquellos asentamientos de desarrollo más reciente. En 
ellos se ubican: Cañadas de Villa del Socorro, Cañadas de Andalucía, María Cano o Carambolas, 
Villa Roca, La Esperanza (parte alta). El Compromiso, La Avanzada, Carpinelo, La Cruz, 
Versalles (parte alta), ubicados todos por fuera del perímetro urbano. 
 
Ante este panorama urbano de un uso predominantemente residencial, con un desarrollo 
morfológico principalmente horizontal, generado por un proceso extensivo de poblamiento, es 
importante anotar la acelerada disminución del terreno disponible para construir, hasta el punto 
de afirmar la inexistencia de áreas de expansión de vivienda en la zona, restando la opción de 
construcciones a nivel de segundo y tercer piso. 
 
Barrios de invasión 
 
Comuna Barrio Año de 
fundación 
Población Estrato 
1 
1 
1 
1 
1 
2 
3 
2 
Popular 
Santo Domingo Savio 
Santo Domingo Savio 2 
Granizal 
Moscú 2 
La Isla 
El Raizal 
La Frontera 
1962-63
1964
1964
1967
196263
1962
19.794
19.613
2.784
9.575
12.698
11.754
17.000
17.123
2 
2 
1 
2 
2 
2 
2 
2 
 
Por fuera del perímetro urbano 
 
Comuna Barrio Año de 
fundación 
Población Estrato 
 22
1 
3 
3 
3 
3 
3 
3 
3 
María Cano o Carambolas 
Villa Roca 
La Esperanza (parte alta) 
El Compromiso 
La Avanzada 
Carpinelo 
La Cruz 
Versalles 
1936 1.488
1.216
936
2.167
1.725
4.587
1.912
2.276
1 
1 
1 
1 
1 
1 
1 
1 
 
3. EQUIPAMIENTO SOCIAL Y URBANO 
 
El equipamiento en salud, bienestar, educación, recreación y cultura en la zona no deja de 
presentar serias deficiencias que deben ser cubiertas tanto en materia infraestructural como en 
atención a la comunidad a través de programas concretos. 
 
En materia de salud, la zona cuenta con 2 unidades comunales de servicios de salud, localizadas 
en Manrique (Nº 5) y Santa Cruz (Nº 9), y el hospital Concejo de Medellín, equivalente al centro 
de salud Nº 26. La primera unidad cuenta con cuatro centros de salud ubicados en Manrique, El 
Raizal Versalles, Santo Domingo Savio y Moravia, y la segunda unidad, la de Santa Cruz, cuenta 
con cinco centros de salud en Aranjuez, Playón de los Comuneros, Popular 1, Santa Cruz y Villa 
del Socorro, para un total de 10 centros de salud. 
 
El equipamiento ensalud en su mayor parte es de carácter oficial (27.8), es también atendido por 
el Seguro Social (10) a través de organismos descentralizados llamados CAB (Centros de 
Atención Básica). 
 
Son servicios en salud de tipo curativo. El análisis de los problemas que a nivel de salud se 
presentan, no debe centrarse exclusivamente en la cobertura y el número de instituciones de 
servicios en salud. Otros aspectos que influyen directamente sobre la salud deben tenerse en 
cuenta: empleo, agua potable, energía eléctrica, vivienda adecuada, buena alimentación, etc. Los 
servicios de bienestar social a nivel municipal son atendidos directamente a través de la 
Secretaría de Bienestar Social; el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar es el organismo 
coordinador en los programas competentes a problemas de la familia y el menor. Concretamente 
se centra en la población de estratos socioeconómicos bajo-bajo, bajo y medio-bajo, dadas sus 
condiciones de precariedad. En la zona, las comunas 1, 2 y 3, y en menor medida la comuna 4, 
poseen la característica de estar enormemente afectadas por diversas problemáticas sociales: 
abandono de menores y de personas de la tercera edad, gaminismo, delincuencia juvenil, retardo 
mental y mendicidad, razón por la cual centra sus actividades de prevención y atención en esta 
zona. En ella se encuentra el 21.9% de presencia de entidades que prestan servicios de bienestar 
social. 
 
Para tal efecto se han creado albergues para la atención de los hijos de madres de escasos 
recursos que tienen que salir a trabajar para complementar los ingresos familiares; de igual 
manera, los hogares comunitarios se han concentrado en la zona en un 30.1% del total; y la 
distribución diaria de almuerzos en restaurantes escolares, hacen parte de la búsqueda de 
soluciones a los problemas de estos sectores menos favorecidos. 
 
 23
El acceso a los servicios de educación está determinado por la capacidad de consumo de la 
población, que para la zona 1 no posee el ingreso suficiente para utilizar los servicios privados. 
 
La infraestructura básica en materia educativa en la zona se concentra en la comuna 4 que cuenta 
con la Universidad de Antioquia, apareciendo el resto de las comunas 1, 2 y 3 con graves déficit. 
 
El número de establecimientos oficiales suma 133, con el mayor número en la comuna 4. Los 
establecimientos privados son 34 y como en el caso anterior, predominan en la comuna 4. Los 
establecimientos de tipo oficial y privado suman 167. 
 
De una población total de 440.089 habitantes en las cuatro comunas, 140.578 son niños y 
jóvenes en edad de estudiar, o sea el 31 de esta población. Hay matriculados 89.767, o sea el 
63%. 
 
Alumnos matriculados por nivel educativo 
 
Población Matriculada Comuna 
Preescolar Primaria Secundaria 
Total 
1 
2 
3 
4 
779 
413 
699 
2.012
12.079 
11.634 
12.174 
18.883
5.074 
4.668 
7.300 
14.052
17.932 
16.715 
20.173 
34.947 
 FUENTE: Anuario Estadístico, 1989. 
 
El nivel de educación preescolar presenta en la zona el mayor número de población no atendida, 
especialmente en los asentamientos llamados subnormales; además los índices de ausentismo son 
mayores. 
 
El nivel primario comporta una mejor dotación a nivel infraestructural, así como mejores niveles 
de cobertura escolar que el nivel preescolar y finalmente, en el nivel secundario, la dotación de 
infraestructura es buena en la comuna 4, contrastante con las comunas 1, 2 y 3 donde se nota una 
carencia de establecimientos de este nivel, ubicándose allí, por lo tanto, la mayor población no 
atendida. 
 
En síntesis, el nivel mejor servido es el nivel primario siendo deficitarios los niveles secundario y 
preescolar. 
 
No sobra anotar que el equipamiento en educación se da en forma dispersa, coincidente 
generalmente con los centros parroquiales y con la localización de algunas áreas recreacionales. 
 
En el aspecto recreativo, la zona presenta grandes déficit, no obstante existir allí dos espacios de 
carácter recreativo y de esparcimiento como son el Jardín Botánico y el Parque Norte. 
 
La dotación de equipamiento recreativo en la zona se centra principalmente en placas 
polideportivas y canchas de fútbol (40 aproximadamente). Se presentan escasos parques de 
barrio, no siempre en las mejores condiciones, y sólo existe la unidad deportiva de San Blas 
 24
adecuada como parque metropolitano pero de limitada cobertura por las condiciones topográficas 
del sector; además cuenta con la unidad de servicio Comfama en Manrique. 
 
El sector más deficitario es el de las comunas 1 y 2 que en conjunto y con relación al tamaño de 
la población presenta áreas de espacio recreativas que tienden a cero. 
 
La falta de una adecuada infraestructura a escala de barrio sumada a los bajos índices recreativos: 
2.521 m2 por habitante para recreación nos muestran un panorama realmente preocupante. Ante 
esta situación, las calles se convierten en el escenario recreativo por excelencia, y se puede 
afirmar que no existen áreas libres significativas en la zona donde puedan desarrollarse nuevos 
usos. 
 
El equipamiento en cultura para la zona, así como para la mayoría de las comunas de estrato 
medio-bajo y bajo, se agota en unas pocas bibliotecas de carácter no especializado, corroborando 
de esta manera la inexistencia de una verdadera red de equipamiento cultural. Diferentes comités 
culturales están actualmente en la búsqueda de sedes culturales propias. Mientras tanto se 
benefician de las instalaciones de otras instituciones educativas religiosas y comunales. 
 
4. POLÍTICAS GENERALES DE GOBIERNO P ARA LOS DIFERENTES SECTORES SOCIALES 
 
La política general en materia de salud que presenta el plan de desarrollo para Medellín en 1989, 
señala como meta principal garantizar para el año 2000 coberturas con servicios de salud al 
100% de la población. 
 
La política general de bienestar social presentada en el plan de desarrollo plantea la necesidad de 
atender en forma gradual la población de menores ingresos con problemas de desintegración 
familiar, a los niños con limitaciones y/o en situación de abandono, al menor infractor y a la 
población mayor de edad indigentes y carentes de seguridad social, imposibilitados para valerse 
por sí mismos, a fin de procurar un fortalecimiento del núcleo familiar, un desarrollo integral del 
niño, una readaptación social y una ancianidad más amable. 
 
El mismo plan trae para el sector educación la siguiente política: Implementar en el nivel local 
las políticas del orden nacional, enmarcando para ello sus políticas hacia el impulso de la 
educación en población en edad escolar, jóvenes y adultos, especialmente a quienes viven en 
áreas marginadas, introduciendo al sistema educativo los últimos aportes científicos, sociales y 
tecnológicos; y ampliar y mejorar la capacidad del sistema educativo en los niveles de 
preescolar, primaria, secundaria y media vocacional. 
 
En el sector recreación la política plantea garantizar a los habitantes el derecho a la recreación, 
fomentando el uso creativo del tiempo libre, así como fomentar actividades culturales y 
recreativas con participación comunitaria. 
 
El sector cultura se centra en la política de fortalecimiento de la creatividad y la participación 
cultural comunitaria, suscitando actividades de apropiación y valoración del patrimonio cultural, 
y de esta manera contribuyendo al mejoramiento de las condiciones socioculturales de los 
habitantes. 
 
 25
5. PROGRAMAS INSTITUCIONALES EN LA ZONA 
 
Es de alta prioridad el impulso a proyectos para la juventud y la niñez. 
 
– Esta problemática se constata como prioritaria en el trabajo de promoción y desarrollo. 
 
– Todas las formas organizativas existentes y las instituciones presentes en la zona han 
levantado propuestas concretas para estos grupos de población. 
 
– Hay una diversificación de propuestas que viene dando cuenta de una mirada integral para 
plantear soluciones en términos de empleo, de educación, de recreación,de deporte, de 
propuestas organizativas sociales y políticas, etc. 
 
– Se reconoce la participación directa de los jóvenes como punto de partida para el análisis de 
sus problemas y para plantear soluciones. Que se recojan sus propias percepciones en un 
proceso de autorreconocimiento. 
 
– Se plantea la articulación de los problemas de los jóvenes y de los niños con los problemas 
de la comunidad barrial y zonal. 
 
– Buena parte de las propuestas motivan la vinculación del joven a la ciudad en términos de 
participación social y política en instancias donde se toman decisiones sobre su futuro y 
sobre el futuro de la ciudad. 
 
– Sostener como estrategia permanente un intenso trabajo de difusión en los medios masivos 
de comunicación para la difusión de una nueva imagen sobre lo bueno que realizan los 
jóvenes de estas comunas. 
 
Entre las instituciones se destacan: 
 
Metrosalud 
Salud y medio ambiente. 
 
En los comités de participación comunitaria se han vinculado mujeres, señores de organizaciones 
como juntas de acción comunal, comités cívicos, párrocos, incluso se ha logrado interesar a 
algunos jóvenes. Existen los Copacos infantiles. 
 
Unidades Hospitalarias de Santa Cruz y de Manrique Central. Existen entre 1015 centros de 
salud que cubren los barrios de toda la zona. 
 
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar 
Hogares comunitarios, casas de la juventud, familia. 
 
Las asociaciones de madres comunitarias y los comités juveniles han vinculado a las mujeres y a 
los jóvenes, se han favorecido los ingresos. 
 
Barrios de toda la zona. 
 26
 
Sena 
 
Empleo, educación, promoción organizativa, capacitación técnico-empresarial y otros. 
 
Se distingue por cubrir prácticamente a todos los grupos de población: jóvenes, mayores 
hombres y mujeres y personas de la tercera edad. Se relaciona con las diversas formas 
organizativas existentes y promueve la creación de nuevas. 
 
Barrios de toda la zona. 
 
Secretaría de Educación y Cultura 
Educativos, culturales, recreativos. 
 
Colegios y escuelas de la zona. Alrededor de ellos se han organizado asociaciones de padres de 
familia, consejos y comités juveniles, además de la organización de maestros por comuna. 
Comunas de la zona nororiental. 
 
Secretaría de Desarrollo Comunitario 
 
Participación y organización, empleo, formación de líderes, promoción organizativa. Se destaca 
la Precooperativa de Desarrollo Social "PRECOODES" dentro de la aplicación de una política 
mayor de empleo para el sector informal. 
 
Juntas de acción comunal, grupos juveniles y de mujeres, cooperativas. 
 
Secretaría de Bienestar Social 
Atención a la familia, promoción juvenil. 
 
Unidad Integral, alrededor de estos centros se hacen el trabajo de proyección comunitaria. 
 
Algunos barrios de comuna. 
 
6. NECESIDADES DE LOS POBLADORES 
 
– Educación. Descongelar la planta de personal docente, construcción y dotación de 
establecimientos educativos y culturales (teatro, bibliotecas, aulas múltiples), apoyo a las 
organizaciones estudiantiles existentes y a grupos juveniles, di versificación de la educación 
de acuerdo a las necesidades de la zona, actualización de docentes, programas educativos 
tendientes al rescate de valores. Creación de escuelas especia-les, planes de estudio más 
formativos que informativos. 
 
– Educación en la familia. Vinculación de padres al proyecto educativo y fortalecimiento de los 
hogares comunitarios. Participación de la comunidad en la inversión de los recursos del sector 
educativo, planes de educación para padres de familia. Campañas educativas para el conjunto 
de la comunidad. 
 
 27
– Educación Formal. Nombramiento de maestros, implementación en todos los colegios de la 
educación media vocacional. Dotación y reparación de colegios y escuelas, actualización de 
docentes y diversificación de acuerdo a un estudio socio-económico y cultural que debe 
hacerse en la zona. Establecimiento de Centro Educativo, CASD. Creación de nuevos centros 
educativos, haciendo énfasis en la diversificación tecnológica, con extensión a la comunidad. 
Esta propuesta de diversificación tecnológica de la educación secundaria es apoyada para 
toda la zona porque la experiencia del IDEM Pedro Luis Villa es bien acogida. 
 
– Cultura y recreación. Apoyo a actividades deportivas, culturales, artísticas y similares que 
surgen en las comunidades. Crear y recuperar espacios de recreación con presupuesto 
permanente. Construcción y dotación de una red de bibliotecas populares. 
 
– Construcción de una Casa de la Cultura para el conjunto de la zona, como espacio físico 
necesario para las actividades y como un lugar de encuentro para todos los habitantes de la 
comuna nororiental. Como un referente espacial en la construcción de identidades, con 
encuentros de artistas, intercambios culturales, festivales. 
 
– Creación de una tarifa diferencial para los estudiantes de la zona. 
 
– Saneamiento básico ambiental. Canalización de quebradas, reforestación, servicio periódico 
de recolección de basuras, manejo de desechos sólidos a través del reciclaje; en otro sentido 
la dotación en recursos físicos y humanos en los actuales centros de salud, construcción de 
una unidad intermedia en el Popular 1, enfermeras comunitarias en todos los centros de salud, 
ampliar el horario de farmacia los días domingos. 
 
– Contratación de gente del barrio para realización de obras públicas. 
 
7. PROBLEMÁTICAS URBANAS Y SOCIALES 
 
Problemática educativa 
 
Hoy el problema educativo es uno de los aspectos más candentes en esta zona. Las asociaciones 
de padres de familia salen al frente, lo mismo que los comités estudiantiles y consejos 
estudiantiles al lado de maestros y profesores más sensibles ahora a pensarse como "movimiento 
pedagógico comunitario y ciudadano". La fuerte influencia del magisterio sindicalista que 
durante años jalonaba el problema educativo sólo desde su óptica de gremio, suplantando en 
diversos aspectos la participación de base, ha cedido bastante terreno. Las comunidades se han 
vuelto protagonistas de primer orden en la búsqueda de soluciones para los problemas de la 
educación de niños y jóvenes de estos barrios populares. 
 
Se destaca la participación de las mujeres que ahora salen de la casa y del barrio, se encuentran 
con las vecinas y empiezan a construir una mirada integral que relaciona los problemas de la 
violencia con la formación familiar, la escasez de educación pública, de recreación y deporte, el 
desempleo y la pauperización. 
 
Otro aspecto bien importante es que estas formas organizativas, han alcanzado un nivel 
importante de coordinación con la más variada gama de organizaciones y logran avances en la 
 28
vocería de estos problemas con efectos positivos en la conciencia de la opinión pública. En las 
comunas del norte se origina la propuesta de emergencia educativa para el conjunto de la ciudad 
de Medellín. 
 
Problemática económica comunitaria (el desempleo) 
 
En esta zona que recoge aproximadamente el 25% más pobre de la población de la ciudad, la 
sobrevivencia apremia. Diversos grupos de población jóvenes y mayores, mujeres y hasta niños 
se agrupan en tomo a diversos proyectos económicos, microempresas, grupos precooperativos, 
asociaciones solidarias entre otras. 
 
El debate va más allá de la sobrevivencia, se habla de líneas de crédito, de comercialización, de 
articulación a la industria, en fin, surgen nuevos propósitos de capacitarse para participar 
directamente en la gestión económica, administrativa y financiera de sus proyectos. Se produce 
recientemente un protagonismo organizativo de resistencia al desempleo y a la pauperización. 
 
Esta problemática, tanto como la de la educación, ha alcanzado a impactar ya no sólo la opinión 
pública sino la conciencia ciudadana de diversos sectores de la sociedad civil y del Estado. El 
reclamo por el pago de "la deuda social" con los sectores populares de la ciudad, ha dejado de 
ser una propuesta contestatariade grupos aislados para convertirse en el reclamo justo por el 
derecho a la ciudad para todos. 
 
Problemática de vivienda (zonas de riesgo) 
 
Requiere especial atención al problema con las llamadas zonas de riesgo. Se trata de una 
problemática que trasciende los límites de las comunas nororientales. Son en Medellín 
aproximadamente 3.000 familias en proceso de reubicación, con pobladores de las comunas 1, 3, 
8 y 9 en la parte oriental y en las comunas 5, 6, 12 y 13 en la parte occidental de la ciudad. Una 
verdadera franja de riesgo alcanza a darle media vuelta a la ciudad. 
 
Problemática de salud 
 
La problemática de la salud y el medio ambiente ha alcanzado mejores niveles de atención que 
otras descritas. Ha producido un efecto positivo el impulso a los autodiagnósticos comunitarios y 
la formulación de proyectos que recogen reivindicaciones de un conjunto de barrios. Se han 
desatado desde allí, procesos de capacitación en salud, en gestión de proyectos, logrando ampliar 
el enfoque sobre esta problemática en aspectos como el hábitat y el medio ambiente. 
 
Los centros de salud y las unidades comunales de servicios de salud, tienden a convertirse en 
espacios de diálogo y concertación entre las diversas organizaciones de las comunas, entre 
distintos barrios y crean ambiente para unas mejores relaciones entre el Estado y las 
comunidades, bastante resquebrajadas desde hace años. 
 
8. PROPUESTAS Y PROYECTOS SOCIALES DE LAS ORGANIZACIONES COMUNITARIAS 
 
 Proyectos 
Comunas 
Comunas 
1 y 2 
Comunas 
3 y 4 
Zona 
nororiental 
 29
Grupos de población 
Mujeres 
Jóvenes 
Niños 
Mayores hombres y mujeres 
 
3 
36 
10 
15
 
12 
4 
8 
7
 
10 
47 
19 
28 
Sector Social 
Educación 
Salud 
Económico 
Recreación-deporte 
Cultura-Arte 
Religioso 
Derechos Humanos 
 
19 
6 
12 
5 
7 
6 
2
 
12 
4 
8 
7 
3 
3 
1
 
31 
10 
20 
12 
10 
9 
3 
Cobertura 
Barrio 
Comuna 
Zona 
 
26 
19 
3
 
8 
16 
3
 
34 
35 
3 
 
Tipo de proyectos 
 
– Proyectos para un barrio. Recogen todos los aspectos y problemas referidos a infraestructura 
física y social o sea que ya no son tan puntuales ni aislados pues pretenden recoger todo lo 
que la comunidad en conjunto necesita, los distintos grupos y sectores de un barrio. 
 
– Proyectos en un barrio que pretenden recoger soluciones para diversos grupos de población, 
empleo para señores y/o para señoras, recreación y deporte para jóvenes y niños. Aunque no 
cubren todas las necesidades de un barrio cubren varios grupos de población. 
 
– Proyectos relativamente grandes que cubren varios barrios a la vez, pueden ser por 
problemáticas sociales o por grupos de población. 
 
– Proyectos puntuales. Presentados como necesidades prioritarias en infraestructura física por 
un grupo o un sector de un barrio. 
 30
Perfil sociocultural 
 
1. CÓMO SON LAS COMUNAS Y LOS BARRIOS 
 
Se evidencia la existencia de dos conformaciones urbanas y territoriales marcadas por 
particularidades en las que intervienen diversos factores. De un lado, asentamientos producto de 
urbanizadoras particulares, de conformación histórica más antigua y de mayor relación directa 
con el sector tradicional que se asentó originariamente en el centro y hacia el oriente de la 
ciudad; de otro, modalidades de poblamiento ilegal, invasiones y loteo pirata, constituyen una 
unidad histórica y socialmente diferenciada de la anterior. 
 
En sus inicios, las comunas 1 y 2 y la parte alta de la comuna 3, se formaron con asentamientos 
por loteo o por invasión. Santo Domingo Savio, Popular 1 y 2, Granizal, La Isla, Moscú, El 
Raizal, Campo Valdez (parte alta) son barrios que surgen bajo la modalidad de invasión. Villa 
Guadalupe, San José La Cima, Andalucía, La Frontera, La Francia, Manrique Oriental, 
Versalles, Santa Cruz y Germania inicialmente surgen por loteo pirata. Puede hablarse de un 
segundo movimiento migratorio hacia el nororiente de Medellín7. 
 
Instalarse en un territorio supone conocerlo, ordenarlo, clasificarlo, simbolizarlo, transformarlo. 
Supone además y ante todo, una decisión vital. Esta transformación del medio natural con miras a 
la instalación de un techo dónde vivir, muchas veces supuso la colaboración del resto del grupo, 
no sólo como partícipes en el proceso de trabajo, sino además y sobre todo, en tanto ser 
cómplices en la ocupación ilegal y muchas veces partícipes en luchas defendiendo su posesión. 
 
En estos procesos se destaca el papel de las parroquias, en donde la relación entre los sacerdotes 
y las comunidades se convierte en eje en torno al cual se van conformando y desarrollando buena 
parte de los barrios populares en los últimos 30 años. La parroquia es uno de los referentes 
sociales y culturales de mayor significación. 
 
2. QUIÉNES SON LOS POBLADORES DE ESTOS BARRIOS 
 
Los habitantes de las comunas del nororiente en sus orígenes fueron propietarios por herencia, 
ocupantes que con autorización de los primeros dueños se establecen en un lote y compradores 
de precios o propietarios supuestamente legales cuyos títulos de propiedad rara vez pueden 
registrarse como documento de compra. 
 
La ocupación del terreno marca los inicios de un camino de tránsito que los lleva de ser 
campesinos en su mayoría del departamento de Antioquia con referentes de identidad de la vida 
rural hasta llegar a la ciudad a ser absorbidos en buena medida por la industria de la construcción 
y los servicios ocasionales. Su "instalación" en la vida urbana no significa necesariamente una 
movilidad social, pues en muchos casos no llegan ni siquiera a ser obreros. 
 
 
7 El principal aporte de estas corrientes migrantes lo hace la región del Suroeste, seguida del Oriente y Occidente. 
Véase: VÉLEZ, Patricia. Flujos migratorios en los núcleos de tugurios. Planeación Metropolitana. Medellín, 1974, 
p. 66. 
 
 31
Indudablemente significaba un gran impacto para la población, el llegar de pasados diferentes a 
participar en un proceso de constitución común en un sitio aún no consolidado. Son además 
migrantes que sufren una presión por la situación crítica de pobreza y por los efectos de la 
violencia política. Desarraigados de su origen, con aprendizajes culturales correspondientes a 
universos rurales, deben convertirse de un momento a otro en habitantes urbanos con todo lo que 
ello significaba. 
 
La relación que establecen con el medio natural y social es sorteada a través de algunas formas 
de supervivencia características de los sectores populares: la ayuda mutua, la cooperación y la 
solidaridad. El trabajar comunitariamente no sólo permite y agiliza la adecuación urbana, sino 
que además va creando una serie de valores y formas de comportamiento que posibilitan formas 
de identidad grupal y barrial. 
 
Es así como se moldean personalidades con un sentido de la vida y del habitar marcado por el 
trabajo comunitario y las dificultades que implica la solución de sus múltiples necesidades. 
 
3. MATRICES CULTURALES 
 
La marca fundacional de "la iglesia popular" 
 
Existe en esta zona, una marca sociocultural con la "iglesia popular" encarnada en un grupo de 
sacerdotes pioneros que acompañaron las primeras invasiones características de los barrios de la 
parte alta y que hoy siguen siendo compañía y apoyo para los sectores marginales y populares. 
 
El pensamiento cristiano de la "opción preferencial por los pobres" ha producido semillas de 
organización desde las parroquias, con el impulso de grupos de jóvenes, de mujeres, padres de 
familia y otros. Lo cristiano liberador ha sido un factor importante de participación y 
organización para los distintos grupos sociales populares habitantes de estas comunas. 
 
Algunas actitudes y lógicas populares 
 
Algunas disposiciones y actitudes en el pasado reciente corresponden a comunidades apáticas y 
despreocupadas por hacer ellas mismas las cosas. Desde afuera empezaron a llegar ayudas, 
donaciones, misiones. Durante muchosaños se estuvo esperando a que llegaran las propuestas 
desde afuera de la propia dinámica organizativa, desde los párrocos, desde los políticos 
tradicionales y no tradicionales, desde las entidades del Estado. Se volvió costumbre recibir lo 
que llegaba, sin evaluar hasta dónde respondían a las necesidades de la gente y sobre todo cuánto 
posibilitaban o no su participación directa en la solución de todo aquello que los afectara. 
 
El clientelismo introyectó la lógica de resolver la necesidad sin que para ello existiera un proceso 
de discusión, de formación y de participación organizativa. Pero además se debilitó la identidad 
comunitaria original, pues la gente se enseñó a necesitar salvadores. Se olvidó que 
históricamente ha habido rasgos autogestionarios en los sectores populares. 
 
La apatía, o mejor, el escepticismo arraigado en importantes sectores de estas comunas tiene que 
ver con el incumplimiento en la solución de diversas necesidades que aún siendo tramitadas 
mediante procesos de movilización y de participación comunitaria no se satisfacen, generando 
 32
desconfianza en las posibilidades de la organización y descredibilidad en los líderes que 
abanderan tales iniciativas. 
 
Lógica comunitaria de supervivencia 
 
Existe una lógica comunitaria que opera como sustrato cultural productor permanente de 
actitudes y prácticas que se evidencian, entre otros momentos, a la hora de reclamar y reivindicar 
ante el Estado y sus instituciones, ante los partidos políticos, ante instituciones privadas y no 
gubernamentales, pero también a la hora de relacionarse con sus circunvecinos. 
 
– Presenta la necesidad puntual y reclama siempre para su barrio. 
 
– Confía demasiado en el líder-caudillo con buenas relaciones con partidos políticos y con la 
Administración Municipal. 
 
– Hace un manejo diferenciado de las relaciones vecinales en la vida privada y en espacios 
públicos. Cotidianamente se participa de diversos mecanismos de supervivencia comunitaria, 
de ayuda mutua, de respuesta ante calamidades; ante las instituciones, en encuentros fuera 
del barrio, cada organización, reclama como abanderada de su barrio. 
 
– Su imagen de futuro es lo inmediato y lo evidente, no existe un sentido de la previsión y 
mucho menos de la planeación. 
 
– El "no futuro" de los jóvenes se nutre de una lógica comunitaria de supervivencia donde 
todos, niños, viejos, jóvenes, mujeres están en función del diario vivir. Porque al día 
siguiente no se sabe qué va a pasar. En cualquier caso es con la familia y con los vecinos más 
cercanos con quienes se puede garantizar el diario vivir. 
 
– Expresan aprehensión y celeridad frente a cualquier institución que se acerque a los barrios 
populares. Por fugaz que sea el paso de ellas quieren absorberlas, quieren que les resuelva 
"YA" tantos problemas de todos los días. Siempre quieren y reclaman resultados inmediatos 
porque nunca saben si van a poder disfrutar los favores y resultados del mediano y el largo 
plazo. Esto indica un sabio sentido de la oportunidad 
 
Rasgos de una actitud propositiva 
 
Una nueva mentalidad propositiva es en estos momentos uno de los mayores retos para 
consolidar procesos organizativos con autonomía, que desarrollen una actitud crítica con tantas 
propuestas que están llegando desde afuera para esta zona. Desde las comunidades y sus 
organizaciones se ha empezado a formular, presentar y tramitar propuestas con mayor 
participación directa de las comunidades. 
 
Se tuvo que crear un ambiente de confianza interna, entre los barrios de estas comunas. La aguda 
crisis presionó dramáticamente para volver a creerse entre los mismos pobladores, entre las 
organizaciones y de estas con las instituciones. Se abrió el diálogo y la coordinación. Eso si la 
aspiración de varios sectores es que en esta nueva oportunidad los procesos de coordinación 
 33
surjan y se levanten como propuesta desde las diversas organizaciones comunitarias y con unas 
definiciones claras y precisas respecto al apoyo institucional gubernamental y no gubernamental. 
 
4. APROPIACIÓN DE LA CIUDAD Y DE LA VIDA URBANA 
 
Hay un sentido muy fuerte de pertenencia territorial en los pobladores, sin embargo, tiende a 
agotarse en el ámbito barrial. Es decir, cada quien defiende su barrio, su colegio, su 
organización, pero tiene dificultades en asumirse como parte de un espacio territorial más grande 
como es el de la zona. 
 
Al mismo tiempo, en otros núcleos importantes de pobladores existe una real capacidad de 
desprenderse de la particularidad para mirar líneas más globales que cobijen barrios y comunas. 
Existe un sentido de pertenencia barrial que no actúa en detrimento de un sentido de zona mucho 
más claro. 
 
"La comuna nororiental" se ha homogenizado como un estigma, el cual se ha expresado con 
varias imágenes para los habitantes de la ciudad respecto a este territorio. Aún así desde las 
entrañas del símbolo negativo resurgió una credibilidad profunda en su capacidad de salir 
adelante, solos o con quien sea. En esto las matrices culturales demuestran su vigencia o no. La 
identidad originaria de ayuda y lucha mutua, la confianza en los propios esfuerzos vuelve a decir 
presente en la zona nororiental. 
 
Dentro de la zona existen varios referentes territoriales, que ejercen niveles importantes de 
centralidad sobre conjuntos barriales, Manrique en la parte de abajo para pobladores populares y 
medios, Moravia para los migrantes e invasores. Santo Domingo y los Populares en la parte alta 
con toda su historia en la ciudad han vuelto un sentido común las referencias a la comuna 
nororiental, unas positivas y otras negativas. 
 
El territorio más antiguo había logrado hasta los años 80 un sentido de zona. Pero 
simultáneamente se estaban forjando barrios aparentemente desarticulados y fragmentados que 
son los que hoy en los años 90 dinamizan y protagonizan nuevos significados de zona. La 
historia más reciente que estamos viviendo muestra el encuentro de los diversos sentidos de 
zona. Desde el tejido organizativo y social se tienden redes desde la parte de abajo hacia la parte 
de arriba y viceversa. Las comparsas y marchas por la vida, caminan y recrean los perfiles de 
una nueva territorialidad en construcción. 
 
5. IMÁGENES DE FUTURO 
 
No acaba de convencer a muchos grupos y barrios la propuesta de pensar salidas a largo plazo. 
El futuro para ellos lo reclaman más cercano y muy presente. Se necesitan salidas para varias 
situaciones que acusan alerta roja o emergencia social hace un buen rato. A este respecto hay que 
aceptar una sentida sabiduría en los pobladores y reconocer la inteligencia con sentido social que 
quieren demostrar los programas presidenciales para Medellín. 
 
No obstante, el dramatismo de la muerte ha desencadenado tantos resortes de vida que en el 
presente es posible leer desde la comuna nororiental imágenes de futuro para la ciudad. "Somos 
unos héroes de la vida", puntualizó recientemente un poblador. 
 34
6. RELACIONES CON LA VIDA PÚBLICA 
 
El movimiento de la comuna nororiental es un verdadero movimiento social, entre otras cosas, 
por un aspecto fundamental: ganó la opinión pública y la conciencia ciudadana a niveles nunca 
vistos en la historia de la ciudad y de movimientos urbanos, en un tiempo récord para que haya 
una predisposición a invertir positivamente las imágenes del resto de la ciudad y si se quiere del 
país. 
 
El emergimiento y protagonismo de "la otra ciudad" ahora permite que desde el lugar que 
llamamos movimiento social de la comuna nororiental se pueda decir: "La nororiental es parte de 
una ciudad y no un mundo aparte, las personas que la habitan también tienen relación con el 
resto de la ciudad y no se está aislado... creemos que aquí hay un gran potencial que tiene mucho 
que ofrecerle a la ciudad y al país…Los términos "cultura de la violencia" y 'No nacimos pa 
semilla' y otros no son aplicables para una comunidad que está inserta en todo un entramado 
social"8.

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