Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
MEDELLÍN EN ZONAS Monografías GLORIA NARANJO GIRALDO CORPORACIÓN REGIÓN 1 CORPORACIÓN REGIÓN Primera Edición Medellín, agosto de 1992 ISBN: 9589626521 Impreso en Medellín, Colombia Derechos Reservados Corporación Región Calle 55 Nº 4110 Teléfono: (574) 2166822 Fax: (574) 2395544 Medellín, Colombia 2 CONTENIDO GENERAL Presentación 7 10 Introducción ZONA 1 NORORIENTAL Poblamiento y Asentamientos 15 Perfil social y urbano 19 1 Generalidades 19 2. Tipologías de asentamiento y ocupación del espacio 20 3. Equipamiento social y urbano 23 4. Políticas generales de gobierno 25 5. Programas institucionales en la zona 26 6. Necesidades de los pobladores 27 7. Problemáticas urbanas y sociales 28 8. Propuestas y proyectos sociales de las organizaciones comunitarias 29 Perfil sociocultural 31 1. Cómo son las comunas y los barrios 31 2. Quiénes son los pobladores de estos barrios 31 3. Matrices culturales 32 4. Apropiación de la ciudad y de la vida urbana 34 5. Imágenes de futuro 34 6. Relaciones con la vida pública 35 7. Movimiento popular y organizaciones culturales 35 Perfil político 36 1. Tradiciones políticas 36 2. Cultura política reciente 39 3. Características de la presencia institucional 41 4. Coordinación interinstitucional 42 Dinámicas participativas y tendencias organizativas 44 1. Tendencia organizativa político comunitaria 44 2. Tendencia organizativa cívico-comunitaria 48 3. Tendencia organizativa reciente de participación comunitaria y ciudadana 50 ZONA 2 NOROCCIDENTAL Poblamiento y asentamientos 54 Perfil social y urbano 57 1. Generalidades 57 2. Tipologías de asentamiento y ocupación del espacio 60 3. Equipamiento social y urbano 62 4. Políticas generales de gobierno 64 5. Programas institucionales en la zona 64 6. Propuestas y proyectos de desarrollo social desde las organizaciones comunitarias 68 Perfil sociocultural. 70 1. Cómo son las comunas y los barrios 70 2. Quiénes son los pobladores de estos barrios 70 3. Matriz cultural: "lo popular urbano se sobrepone a lo marginal" 71 3 4. Apropiación de la ciudad: "rasgos de una cultura urbana y masiva" 71 5. Relaciones con la vida pública: "una ciudadanía que se teje con cultura política popular y cultura política institucional" 72 6. Movimiento popular y organizaciones culturales 72 Perfil político 74 1. Tradiciones políticas 74 2. Cultura política reciente 74 3. Características de la presencia institucional 77 4. La coordinación interinstitucional 77 Dinámicas participativas y tendencias organizativas 79 1. Tendencia organizativa político comunitaria 79 2. Tendencia organizativa cívico comunitaria 82 3. Tendencia organizativa reciente de participación comunitaria y ciudadana 84 ZONA 3 CENTRORIENTAL Poblamiento y asentamientos 87 Perfil social y urbano 92 1. Generalidades 92 2. Tipologías de asentamiento y ocupación del espacio 94 3. Equipamiento social y urbano 98 4. Políticas generales de gobierno para los diferentes sectores 99 5. Necesidades de equipamiento social y urbano 101 6. Problemáticas urbanas y conflictos sociales 101 7. Propuestas y proyectos de desarrollo social en las organizaciones comunitarias 102 Perfil sociocultural 105 1. Primeros asentamientos... comunas y barrios de hoy 105 2. Primeros habitantes... pobladores urbanos de hoy 106 3. Matrices culturales 107 4. Apropiación de la ciudad 109 5. Políticas culturales 110 6. Organizaciones culturales y sus propuestas 110 Perfil político 112 1. Tradiciones políticas 112 2. Cultura política reciente 112 3. Características de la presencia institucional 116 4. Coordinación institucional 118 Dinámicas participad vas y tendencias organizativas 120 1. Tendencia organizativa político-comunitaria 120 2. Tendencia organizativa cívico-comunitaria 125 3. Tendencia organizativa reciente de participación comunitaria y ciudadana 126 4. Formas organizativas en la comuna 10 (centro de la ciudad) 128 ZONA 4 CENTROCCIDENTAL Poblamientos y asentamientos 134 Perfil social y urbano 138 1. Generalidades 140 2. Tipologías de asentamiento y ocupación del espacio 140 3. Equipamiento social y urbano 143 4. Políticas generales de gobierno 144 4 5. Programas institucionales para la zona 145 6. Necesidades sociales y urbanas desde los pobladores 147 7. Propuestas y proyectos sociales de las organizaciones comunitarias 148 Perfil sociocultural. 152 1. Cómo son las comunas y los barrios 152 2. Quiénes son los pobladores de estos barrios 152 3. Matrices culturales 153 4. Apropiación de la ciudad y del modo de vida urbana. 153 5. Relaciones con la vida pública. 154 6. Organizaciones sociales culturales 154 Perfil Político 156 1. Tradiciones políticas 156 2. Cultura política reciente 156 3. Características de la presencia institucional 157 4. Coordinación interinstitucional 158 Dinámicas participativas y tendencias organizativas 160 1. Tendencia organizativa político comunitaria 160 2. Tendencia organizativa cívico comunitaria 166 3. Tendencia organizativa reciente de participación comunitaria y ciudadana 167 4. Movilizaciones sociales de sectores medios 169 ZONA 5 – SURORIENTAL Poblamiento y asentamientos 173 Perfil social y urbano 177 1. Generalidades 177 2. Tipologías de asentamiento y ocupación del espacio 180 3. Equipamiento social y urbano 181 4. Políticas generales de gobierno 183 Perfil político y sociocultural 184 1. Cómo son las comunas, los barrios y sus pobladores 184 2. Apropiación de la ciudad y del modo de vida urbana 185 3. Imágenes de ciudad 186 4. Tradiciones políticas y cultura política reciente 187 5. Matrices culturales 187 6. Polos comunitarios de dinamización cultural 188 Dinámicas participativas y tendencias organizativas 190 1. Tendencia organizativa político comunitaria 190 2. Tendencia organizativa cívico comunitaria 192 3. Tendencia organizativa reciente de participación ciudadana. 193 ZONA 6 – SUROCCIDENTAL Poblamiento y asentamientos 196 Perfil social y urbano 200 1. Generalidades 200 2. Tipologías de asentamiento y ocupación del espacio 203 3. Equipamiento social y urbano 205 4. Políticas generales de gobierno 206 5. Programas institucionales para la zona. 207 6. Necesidades de equipamiento social y urbano desde los pobladores 210 5 7. Propuestas y proyectos sociales desde las organizaciones comunitarias 210 Perfil sociocultural 215 1. Cómo son las comunas y los barrios 215 2. Quiénes son los pobladores de estos barrios. 215 3. Matrices culturales y polos de dinamización cultural 216 4. Apropiación de la ciudad y del modo de vida urbano 218 5. Relaciones con la vida pública 219 Perfil político 220 1. Tradiciones políticas 220 2. Cultura política reciente 220 3. Características de la presencia institucional 221 4. Coordinación interinstitucional 222 Dinámicas participativas y tendencias organizativas 224 1. Tendencia organizativa político comunitaria 224 2. Tendencia organizativa cívico comunitaria 226 3. Tendencia organizativa reciente de participación comunitaria y ciudadana. 229 Bibliografía 231 6 PRESENTACIÓN Pese a ser Colombia un país de ciudades, es poco lo que se ha investigado sobre ellas. En las dos últimas décadas se ha hecho visible el surgimiento de muy variadas formas de organización de los pobladores y la expresión de diverso tipo de movimientos sociales urbanos. Sin embargo el conocimiento sobre estos fenómenos ha sido escaso y parcial. En dos años de labor investigativa, la antropóloga Gloria Naranjo y el equipo del área de investigación lograron reunir y procesar una variada información. Se recurrió a la consulta de fuentes primarias y secundarias escritas y a la realización de un trabajo de campo que incluyó entrevistas, recorridos por los barrios, relaciones con líderes, y organizaciones y participación en procesos que contaron con la activa participación de estas organizaciones, como el reciente proceso de foros comunales promovido porla Consejería Presidencial para Medellín. Los resultados investigativos se resumen en seis monografías de cada una de las zonas en las que las autoridades municipales y de planeación han dividido a Medellín. Rompiendo con una mirada homogeneizante sobre la ciudad, en cada una de estas monografías se avanza en la construcción de una visión de conjunto sobre cada zona, teniendo en cuenta ya no sólo los aspectos más tradicionales contenidos en los diagnósticos y planes oficiales, sino una novedosa aproximación a su perfil social, cultural, político y de las organizaciones y movimientos que se han generado. Valga destacar, por las pistas que ofrece para posteriores análisis, las descripciones y apreciaciones contenidas sobre los procesos de poblamiento, las tipologías de asentamiento, las matrices culturales más preponderantes en cada lugar, la cultura política, las imágenes sobre el Estado, formas de vida y las nociones de ciudad. La lectura de cada una de estas monografías de zona nos permite descubrir una multiplicidad de rasgos sociales y culturales tanto de los pobladores como de las organizaciones y movimientos, pero también las similitudes y sobre todo de aquellas identidades que históricamente se han venido construyendo entre algunos sectores y generaciones de pobladores. Son apreciaciones que convocan a la reflexión y al replanteamiento de los criterios con los cuales las autoridades municipales han fragmentado la ciudad. Según nos lo demuestra este minucioso estudio, y pese al auge reciente de múltiples violencias, Medellín se revela como una de las ciudades más ricas en cuanto a organizaciones y movimientos sociales. El análisis sobre éstas se aborda con una perspectiva que enfatiza en la caracterización de tres tendencias organizativas: "político-comunitaria, cívico-comunitaria y de participación comunitaria y ciudadana". Tendencias que se distinguen ya sea por el predominio de lo político tradicional, la autonomía de las organizaciones y movimientos de los partidos políticos y el planteamiento de problemas que rebasan la preocupación por la construcción de obras de infraestructura o por la acción del Estado a través de programas que se han ejecutado contando con la participación de los pobladores y de sus formas organizativas. En relación con la consolidación que en cada zona han logrado estas tendencias, se aborda el tratamiento de los movimientos sociales: el perfil de sus líderes y el protagonismo de todos aquellos 7 actores sociales que en diferentes momentos se han convenido en sus artífices; líderes comunales, sacerdotes de parroquia, militantes de organizaciones de izquierda y jóvenes dedicados a la promoción de clubes artísticos y juveniles o a la defensa del medio ambiente. El conocimiento de esta otra cara de Medellín, que hoy nos brinda este texto, ofrece además la posibilidad de múltiples lecturas tanto por lo que allí se dice como por los problemas e interrogantes que se esbozan. Queda pues abierta la polémica y la invitación a darle continuidad a la investigación de esta temática. Gracias al respaldo institucional de la Corporación Región ha sido posible la realización de esta investigación, su publicación y una labor de continuidad en su estudio, en el marco de una investigación sobre el Medellín de las dos últimas décadas. ANA MARÍA JARAMILLO Área de Investigación Corporación Región 8 “… Me pregunto por las relaciones entre ciertas experiencias profundas de la autoctonía de los lugares y la universalidad que les es propia. Como si el lugar fuese la parcela de universo que toca cultivar. …Los lugares son parcelas del universo. Y Medellín es el Medellín de las colinas de Manrique y las quiero pintar, y las colinas de Buenos Aires que son distintas a las de Manrique y las quiero pintar, y las colinas de El Poblado que son diferentes y las colinas de San Antonio de Prado y las de Santa Mónica y las de San Cristóbal. Y cada uno de esos mundos me da verdes, me da aires, me da arquitecturas bonitas, feas, me da suburbios, me da mugre y me gusta también como problema literario pintar el mugre, porque eso es un problema y es humanidad; y de pronto encuentro castillos y palacetes, me gusta y me enorgullezco y estoy feliz de mi arquitectura… y me siento feliz de una ciudad como la mía porque encuentro temple, encuentro buena gente, encuentro muchachos que trabajan. … Yo me siento feliz en mi mundo y creo que cada uno en su lugar sería capaz de encontrar algo semejante finalmente”. Jorge Alberto Naranjo 9 INTRODUCCIÓN Las presentes monografías son el resultado de un proceso que se inició en 1990 cuando se aprueba institucional mente, y adscrito al Área de Investigación de la Corporación Región el proyecto de investigación: Movimiento comunal, de pobladores y cívico en la ciudad de Medellín 19701990: Identidad, organización y potencial para el desarrollo. Inició con el reto de una mirada integral sobre los movimientos sociales urbanos y terminó en un punto en que el territorio no era un simple contexto de las luchas, sino parte determinante de la vida de las organizaciones sociales. Varios cambios se introdujeron en las intenciones iniciales de la investigación. Con un bagaje amplio sobre teoría de movimientos sociales se consideraba muy adelantada sino resuelta la posibilidad de inspirar los análisis concretos para Medellín. No obstante, se pudo constatar que los planteamientos producidos dentro de la "ola" de movimientos cívicos de los años 80, dejaron un acumulado muy importante pero insuficiente para explicar la movilización social en las grandes ciudades. El estudio de los movimientos sociales urbanos no se puede seguir haciendo a la luz de teorías generales, es imperativo en el caso de Colombia hacer estudios de caso locales en las grandes ciudades. El eje teórico y metodológico de la investigación son los actores y los territorios. Intenta mostrar perfiles, contornos, más que estructuras. Se hace una reconstrucción histórica de los territorios y de las formas de organización de los pobladores" urbanos con espíritu etnográfico. – El análisis de la organización como eje teórico y metodológico para abordar los movimientos sociales en las grandes ciudades proporciona grandes posibilidades. De entrada nos coloca en la obligatoriedad de sostener la mirada crítica más allá de la coyuntura de las acciones de protesta. – Rescatar las particularidades zonales hace parte de una mirada desprevenida respecto a tal distribución y ordenamiento territorial. Más bien se ha asumido el reto de hacer confrontaciones e indagaciones sobre la dinámica interna/externa de tales espacios, cuidándonos siempre de idealizar al "barrio" o de hacer eco de la discriminación de las "comunas". La presentación de resultados en Monografías de la zona es una opción teórica, metodológica y política. Como antropóloga, representan un testimonio vivido y pensado de etnografía urbana. Este libro sobre las seis zonas de Medellín es un reportaje de hipótesis y descripciones que antecede, dentro del Área de Investigación de la Corporación Región, a otro estudio en marcha, de más largo aliento, titulado: Medellín 19751992: Actores, proyectos y tendencia de desarrollo. CONTENIDO DE LAS MONOGRAFÍAS DE ZONA 10 La historia del desarrollo urbano contemporáneo en Medellín pasa por procesos de poblamiento y de ocupación del espacio, que en este trabajo se desarrollan en el primer capítulo y en parte del segundo, en lo que tiene que ver con el perfil urbano de las zonas. Las modalidades de poblamiento que en estas monografías se describen y la agrupación de las seis tipologías de asentamiento que se proponen, responden a la intención metodológica de mirar la ciudad desde sus diferencias y similitudes zonales. Lo más importante era develar que la trama urbana no sólo está definida por la polaridad institucional/informal.Sobre todo es importante la pregunta por la particularidad de los procesos de poblamiento, incluso hasta el atrevimiento de proponer que sean ellos los que cuenten a la hora de nuevas definiciones de ordenamiento territorial. El segundo capítulo sobre el perfil social y urbano, ubica las características socioeconómicas de los pobladores, las problemáticas y conflictos urbanos, destacando la forma como estos aspectos se vuelven o no propuesta desde los pobladores y la forma como el Estado asume políticas concretas para su intervención. Igualmente, aspectos como la conformación del espacio urbano en Medellín, visto desde las formas de ocupación diversas implementadas por los mismos pobladores la mayoría de las veces, en articulación con acciones oficiales, unas veces aisladas y otras como resultado de una política, nos van dejando ver la trama social real que se mueve desde los territorios. El tercer capítulo, correspondiente al perfil sociocultural, se pensó para su presentación en un punto "equidistante" en cada monografía, pues de una u otra manera se relaciona con los dos anteriores y con los dos capítulo/s finales.'Visto así, lo cultural es expresión de la historia, de la espacialidad urbana, se refiere a modos de apropiación de la vida urbana y la ciudad, a matrices y sistemas de representación política. Lo cultural son prácticas organizativas de los pobladores urbanos y medio por excelencia para transformar sus condiciones inmediatas de vida en la ciudad y para pensar sus proyectos de futuro. En el cuarto capítulo sobre el perfil político, se reconstruyen las tradiciones políticas en cada zona desde las opiniones y simpatías de los pobladores que participan en diversas formas organizativas que se relacionan permanentemente con partidos y movimientos políticos. El contraste de estas opiniones con informaciones de prensa sobre resultados electorales, en la inmensa mayoría de los casos permitió la constatación de la vivencia política de los pobladores. ¿Dónde se anudan las relaciones de poder entre Estado y sociedad civil? ¿Quiénes son los agentes y los mecanismos? En estos textos se pueden encontrar respuestas iniciales que quizás abran un campo interesante para mirar la política "desde abajo", desde las redes de relaciones y anudamientos en territorios concretos. En igual sentido se opta por hacer un seguimiento a los modos de presencia institucional en cada zona y se avanza en las razones de la manera diferenciada de hacer presencia. Estas diferencias, vistas tanto en las imágenes de los pobladores como en los programas concretos que ejecuta el Estado, nos colocan en la vía de aceptar que en las grandes ciudades, el Estado, lo público si se quiere, tiene mucho que ver con las posibilidades inmediatas de 11 nacimiento y consolidación de asentamientos populares. Se relativiza la polaridad presencia/ausencia del Estado y el enfrentamiento "per se" Estado/sociedad civil. El quinto y último capítulo sobre las dinámicas participativas y las tendencias organizativas, destaca los niveles, posibilidades y limitaciones de la organización de la sociedad civil de sectores populares y medios. Las tres grandes tendencias organizativas que se proponen son la expresión del movimiento social urbano de la ciudad de Medellín. Visto más por su organización que por la protesta o el paro coyuntural; visto en su territorio, su ámbito cotidiano y relaciones sociales de diverso tipo, en sus articulaciones, complicidades y distancias con el Estado y sus instituciones. En ningún momento se pierden de vista contradicciones estructurales o coyunturas abiertamente conflictivas. ¿CÓMO SE PUDIERON TRAZAR LOS PERFILES DE LAS ZONAS DE MEDELLÍN ? "Por supuesto que lo primero que se exige es que quien quiera comprender el significado de una expresión simbólica, cambie de la actitud de observador, de quien sólo quiere conocer, y asuma la de participante en el mundo de la vida. La capacidad para descentrar y luego relacionar lo diferenciado se constituye en el logro más importante de la modernidad. La crítica al absolutismo de la razón, para reafirmar la modernidad en las diferencias, en la heterogeneidad, en las diversas perspectivas del mundo de la vida, no significa haber renunciado al 'sentido normativo de la modernidad', el que se realiza en la acción comunicativa misma y no deja incomunicadas las diferencias sino que las relaciona y reincorpora en renovados proyectos de transformación social". (Hoyos, Guillermo. En Colombia: El Despertar de la Modernidad, Foro por Colombia, Bogotá, 1991). Se realizó un intenso trabajo de campo durante el cual se hicieron 60 entrevistas, aproximadamente, (80 horas de grabación) a líderes comunitarios, funcionarios y personas del común cubriendo las 6 zonas. Las visitas a los barrios y la asistencia a diversos eventos comunitarios y a programaciones de las instituciones, permitieron conocer más de cerca diversos aspectos relacionados con prácticas sociales, culturales y políticas. Experiencias de años atrás en procesos de acompañamiento al movimiento barrial desde la educación popular siempre estuvieron presentes. En particular fue enriquecedor el intercambio con las juntas de acción comunal de los barrios más contrastantes de la ciudad, no sólo con entrevistas abiertas sino con la realización de unas encuestas que interrogaban por el perfil de los líderes, las organizaciones y sus barrios. Con una muestra de 80 líderes comunales que respondieron la encuesta, se logra cubrir información para las seis zonas de la ciudad. En el año de 1991, la participación en los Foros Comunales convocados por la Consejería Presidencial para Medellín y su Área Metropolitana, permitieron el acceso directo a las conclusiones de estos eventos y conocer y participar de los informes producidos por el equipo de la Corporación Región que apoyó este proceso. 12 El acercamiento documental cubrió información de archivos de organizaciones, periódicos y medios de comunicación comunitarios y de algunas instituciones relacionadas con funciones de desarrollo de la comunidad. La consulta de prensa fue a través del periódico El Colombiano durante el período 7090, identificando acontecimientos en los barrios y en la ciudad. Las Historias de Barrios escritas por los pobladores en dos concursos realizados en 1986 y en 1989 por parte de la alcaldía metropolitana, fueron otra fuente invaluable de información sobre las seis zonas de Medellín. Como impacto social y político, el presente trabajo se relaciona con la situación actual de la ciudad de Medellín. Por eso hay que destacar lo siguiente: – La descentralización al interior de la ciudad debe verse en función de la reconstrucción social de las diferentes zonas. Asumir en su pleno sentido aquello de que las zonas son entes territoriales y socioculturales que igualmente requieren contar con personalidad político- administrativa y financiera. – Una base más sólida para la formulación de un pacto social democrático se construye con el reconocimiento de los diferentes intereses, creando condiciones para la confrontación democrática entre la heterogeneidad de propuestas y proyectos provenientes del Estado y de la sociedad civil. – Un proyecto político de desarrollo para la ciudad es el resultado de la conjunción de diversos proyectos, unos gubernamentales otros de las diferentes fuerzas sociales, y de todos aquellos actores sociales y políticos que tengan como objetivo la reconstrucción de un proyecto de ciudad democrática. Los resultados finales de investigación recogidos en este libro contaron con la participación directa de la antropóloga Alicia Londoño Blair en calidad de investigadora asistente. El primer capítulo sobre poblamiento corresponde en lo fundamental a uno de sus informes de investigación. Igualmente participa en el capítulo sobre perfil social y urbano donde se recoge la sistematización que logra sobre las tipologíasde asentamiento y las formas de ocupación del espacio. Participó de manera directa Alberto León Gutiérrez Tamayo en calidad de auxiliar de investigación, proporcionando un informe de investigación que definió como análisis vivencial sobre la organización comunal y cívica, proyectando sus percepciones hacia la ciudad con una óptica prepositiva de conjunto. Los mapas son producto de un trabajo colectivo del actual equipo de investigadoras de la Corporación Región, donde además de quien escribe y Alicia, participan la socióloga Ana María Jaramillo, la historiadora Lucelly Villegas y la antropóloga Clara Inés Aramburo. La Corporación Región, su Área de Investigación ofrecen a la opinión pública sus nuevos resultados de investigación institucional. 13 Quiero finalmente agradecer a Región por creer en este proyecto, a su equipo humano que con su apoyo, ánimo y cantaleta, me permitió realizar este trabajo que hoy tengo el gusto de presentar. A todos, mil gracias. GLORIA NARANJO GIRALDO ZONA 1 NORORIENTAL 14 Poblamiento y Asentamientos Hasta el año de 1920, los orígenes de Berlín, Aranjuez y Campo Valdez se ligan a la existencia de grandes fincas cuyos dueños son familias de comprobada solvencia económica. Este territorio permanece más o menos en estas condiciones durante varios años; unas cuantas casonas con sus respectivas parcelas. El manicomio, construido en 1875 en el "Paraje Bermejal", fue la base a partir de la cual crecieron los primeros barrios. En algunos casos las familias crean Sociedades Urbanizadoras. Manuel José Álvarez compra la finca Berlín, traza el barrio y lo dota de agua, alcantarillado y otras mejoras iniciales. Comienza a vender cada lote, y aún sin terminar de urbanizar el barrio, emprende la urbanización de Aranjuez; "éste fue de más selecta clientela, por su comodidad y la construcción de casas quintas, se efectuó con más cuidado en lo que se refiere a arquitectura y dotaciones"1. Gabriel Sanín V. y Cock Bayer e Hijos y la familia Villa en Campo Valdez, una vez trazado el barrio con sus respectivas calles, comenzaron a vender a precios reducidos y a largos plazos, de tal manera que pronto surgieron viviendas de arquitectura modesta, donde obreros y otros sectores de escasos recursos consiguieron techo. En 1919, año en que surge la Sociedad Urbanización Mutuaria, se construye, previa elaboración de planos, trazado de calles, etc., el barrio Manrique. Todas estas urbanizaciones se efectuaban en el marco de lo legal, con una adecuada planeación técnica, teniendo en cuenta manzana, espacios públicos y sociales, iglesias, escuelas y hasta dotación de servicios públicos2. Se presenta además una articulación entre compañías urbanizadoras y el municipio para intensificar el paso a la tierra urbanizada. La Compañía de Seguros y urbanización colaboró para la construcción de una línea del tranvía al barrio Manrique, así como para la dotación de agua y alumbrado del mismo3. Ayuda al municipio a establecer en la parte alta de Manrique un barrio con casas para la clase obrera, vendiéndole al municipio un número considerable de terrenos para la fundación del mismo. Para los años 30 y 40 continúo el proceso de expansión y se abrieron nuevos barrios, completando una trama continua en el plano de Medellín. En términos generales los terrenos de la ladera nororiental, en sus orígenes pertenecieron a tres tipos de ocupantes: propietarios particulares que bien fuese por herencia y de manera legal o por invasión inicial, se hicieron los dueños de estas tierras; ocupantes que con autorización del “dueño” inicial se establecen en el lote y lo trabajan sembrando cultivos con los cuales compensen en algo al propietario inicial; compradores de predios a propietarios supuestamente legales pero que dada la confusión de los títulos de propiedad rara vez logran el registro de su documento de compra4. 1 OCHOA, Lisandro. Casas viejas de la Villa de La Candelaria. P. 269. 2 Ibid. P.7980. 3 VILLEGAS, Hernán Darío. La formación social del proletariado antioqueño. Editorial Concejo de Medellín. P.46. 4 CENTRO De Investigaciones. “La calidad espacial urbana de los barrios para sectores de bajos ingresos en Medellín”. Facultad de Arquitectura Universidad Nacional de Colombia, Seccional Medellín. p.7980. 15 Posteriormente, para las décadas del 50 y el 60, comienzan a llegar gentes de estratos sociales más bajos a ocupar los terrenos más difíciles por lo empinado y quebrado de su topografía. Esa ocupación se registra en la parte alta de Aranjuez, a través de especuladores que vendía lotes que legalmente no les pertenecían. En sus inicios, las comunas 1 y 2 y la parte alta de la comuna 3, se formaron con asentamientos por loteo o por invasión. Santo Domingo Savio, Popular 1 y 2, Granizal, La Isla, Moscú, El Raizal, Campo Valdez (Parte alta) son barrios que surgen bajo la modalidad de invasión. Villa Guadalupe, San José La Cima, Andalucía, La Frontera, La Francia, Manrique Oriental, Versalles, Santa Cruz y Germania inicialmente surgen por loteo pirata. Puede hablarse de un segundo movimiento migratorio hacia el nororiente de Medellín5, motivado principalmente por factores políticos y por la precaria situación económica y sucedido del campo hacia la ciudad. Los pobladores de los asentamientos de invasión comparten diversas características entre las que predomina la inexistencia de propiedad sobre el terreno y la certeza de la ardua lucha a acometer con miras a la legalización del terreno y al logro de las mínimas condiciones de subsistencia. El proceso de apropiación urbana y social del terreno, es apenas el comienzo. La consecución de la vivienda fue para la mayoría el anhelo mayor de su existencia. Las casas se iban conformando inicialmente en forma dispersa. En primera instancia la vivienda partía del clásico tugurio construido con base en palos, latas y cartón, seguramente siguiendo la tradición rural del patrón de asentamiento, le daban gran consideración al espacio exterior que le servía de pequeña huerta. Conformaban viviendas diseminadas pero unidas con base en necesidades comunes. La producción del lugar para vivir va creando códigos lingüísticos y de comportamiento que les permite enfrentarse a la gestión del hábitat. A veces paralelamente, otras seguidamente, la erección de la capilla ocupó un puesto de suma importancia en el proceso de moldeamiento e identidad grupal para el tipo de pobladores que llegaba a esta zona. En sus inicios la celebración se hacía en ramadas o en casas particulares cuando la ocasión lo permitía, posteriormente se levantaron capillas a través principalmente de la recolección de fondos y del trabajo comunitario. Eran construcciones que se hacían con el fin de prestar además de los servicios religiosos, los de salón múltiple (para reuniones, servicios de salud, etc.) y en otras ocasiones, los servicios educativos. La relación entre los párrocos y estas comunidades no era una simple mediación espacial con las parroquias, refleja el papel que cumple el sacerdote como eje sobre el cual se ha ido desarrollando el proceso de conformación de buena parte de estos barrios en los últimos 30 años. La parroquia es uno de los referentes sociales y culturales de mayor significación. No podríamos pasar por alto el lugar que han ocupado los sacerdotes en este proceso, el barrio Santo Domingo Savio es buen ejemplo de ello. En él, los servicios de acueducto, transporte, educación, salud, pavimentación de vías, salón múltiple, puesto de policía, sociedad mutuaria, son obra de sotanas que acompañaron en todo momento el proceso de producción del hábitat. 5 El principal aporte de estas corrientes migrantes lo hace la región del Suroeste, seguida del Oriente y Occidente. Véase: VÉLEZ, Patricia. Flujos migratorios en los núcleos de tugurios.Planeación Metropolitana. Medellín, 1974, p. 66. 16 Campesinos en su mayoría del departamento de Antioquia, acostumbrados a una vida marcada en parte por el trabajo en el campo, se ven absorbidos en su mayoría por la industria de la construcción y algunos servicios ocasionales. El tránsito a lo urbano no significó necesariamente una movilidad social, en muchos casos se convierten en subempleados en cualquier ocupación, y no llegan ni siquiera a ser obreros. Como bien lo expresa un poblador: "cambian el hacha por la pala", lo que significa un esfuerzo de adaptación al nuevo medio urbano. La política de vivienda municipal tiene una experiencia aislada en la zona a través de la Fundación Casitas de la Providencia, que por los años 60 crea el barrio Villa del Socorro, el cual surge de una erradicación de las áreas tuguriales del centro de la ciudad. Para ese entonces ya algunos barrios de la ciudad, aquellos de reciente poblamiento en la periferia, son caracterizados como barrios obreros y populares, en contraste con otros ubicados en lugares aledaños al centro tradicional de Medellín. Las décadas del 50 y del 60 se caracterizan por la producción del espacio ilegal, adquiriendo proporciones alarmantes de tal manera que los fenómenos urbanos empiezan a ser preocupación del Estado. Las políticas estatales hacen su aparición a través de intentos de ordenamiento y dotación del espacio. La mayoría de los barrios de las comunas 1, 2 y 3 sienten como primeras y vitales necesidades la consecución del agua, la apertura de vías y pavimentación, la construcción de capillas y escuelas, etc. para continuar sin descanso en la lucha por obtener servicios de transporte, acueducto, alcantarillado y electricidad. Lo anterior revela cómo la historia de estos barrios está en buena parte determinada por la búsqueda de consolidación de los servicios públicos y sociales, su existencia a través de los años está signada por estos fines. En todos los casos lograban precarias soluciones con carácter provisorio. La comunidad comenzaba a demandar a Empresas Públicas una solución definitiva. Este proceso permitió consolidar un poco más las formas asociativas iniciales, concretamente en las juntas cívicas que constituían, según los pobladores, la "única forma de obtener del Estado, ayuda para solucionar necesidades"6. Su tarea fundamental consistía en reclutar fondos por medio de las más diversas formas (rifas, ventas, concursos, cantarillas, dedicatorias...), fondos que sumados a los pendientes aportes estatales producían resultados esperados en materia de infraestructura vial y otros. Sin embargo, el trabajo común era la base sobre la cual podía funcionar este sistema asociativo, sin él todo esfuerzo era vano. Estas luchas permanecen en la memoria de la mayoría de los pobladores de esta zona. Es la materialización del trabajo conjunto en obras de infraestructura y en equipamiento social lo que sin lugar a dudas revierte en los habitantes, consolidando una imagen positiva de integración y de unión. Este proceso de consolidación está en todos los casos basado en las organizaciones comunitarias y la relación que establecen con el Estado. 6 VARGAS, Concha, et al. Historia de Barrio. La Francia. Concurso Secretaría de Desarrollo de la Comunidad. Medellín, 1986. 17 A medida que se van solucionando las necesidades de medios de transporte, electricidad, medios de comunicación, etc., se producen efectos que inciden en la modificación de relaciones sociales, culturales, económicas, espaciales y temporales y se conforma al mismo tiempo una nueva forma de vida que se va haciendo cada vez más imprescindible en el medio urbano. Para los años 7080 se puede decir que la mayoría de estos barrios logran concluir el proceso de consolidación urbana, en el cual se ve la labor de la Acción Comunal y de las Empresas Públicas Municipales. No obstante, sigue creciendo la ocupación ilegal del espacio, la cual vuelve a tener un impacto significativo durante la década del 80. Surgen nuevos asentamientos, la mayoría de ellos producto de invasiones: María Cano o Carambolas, Villa Roca, la Esperanza (parte alta), el Compromiso, la Avanzada, Carpinelo, La Cruz, Versalles (parte alta), son todos asentamientos focalizados en la parte alta de la zona considerada "no urbanizable" por ser de alto riesgo debido a su inestabilidad crítica. A manera de conclusión, se evidencia la existencia de dos procesos de poblamiento cada uno de ellos marcado por particularidades en las que intervienen diversos factores. De un lado, asentamientos producto de urbanizadoras particulares, de conformación histórica más antigua y de mayor relación directa con el sector del antiguo poblamiento de la ciudad; de otro, modalidades de poblamiento ilegal, invasiones y loteo pirata, constituyen una unidad histórica y socialmente diferenciada de la anterior. No obstante, son estas últimas modalidades de ocupación las que han caracterizado el proceso de poblamiento de las últimas décadas en la zona nororiental. Las características heterogéneas que presenta la zona, en términos de procesos históricos diferenciados, diversidad social en sus pobladores, formas de ocupación del territorio, intervención estatal o privada, nos llevan a encontrarnos frente a un territorio que conforma jurídica y administrativamente una zona, pero que como tal, no obedece a procesos zonales reales. 18 Perfil social y urbano 1. GENERALIDADES La zona 1 corresponde a la antigua comuna nororiental. Está conformada por cuatro comunas: Popular (1), Santa Cruz (2), Manrique (3) y Aranjuez (4), en las cuales habitaban a diciembre de 1989, 440.089 personas. Población a diciembre de 1989 Comuna Nº de habitantes Porcentaje Densidad 01 02 03 04 85.878 98.279 114.725 141.207 19 2 26 32 371 426 350 282 Total 440.089 345 Medellín 1'676.788 100 42 Fuente: Anuario Estadístico 1989 La topografía de la zona en sentido oriente-occidente, presenta una pendiente de un 10 hacia la vega del río, llegando hasta un 30 en la parte más oriental correspondiente a laderas medias y fuertes donde la topografía condiciona el diseño y el desarrollo urbanístico. Hacia la cima de la cordillera la pendiente se hace aún mayor. En sentido norte-sur se presentan una serie de plegamientos que forman cañadas más o menos profundas que corren en la dirección de la pendiente. Quebradas La Seca, La Rosa, La Honda y La Bermejala constituyen barreras topográficas. El sistema vial en sentido norte-sur lo conforman: la antigua carretera a Bello, la carrera 49, la carrera 45 hasta la calle 90 y la carretera antigua a Guarne. En sentido este-oeste, la calle 65 (Barranquilla), la calle 91, la calle 93 parcialmente y la carretera de Villa del Socorro. En una extensión territorial de 1.258,4 hectáreas (que incluyendo la Universidad de Antioquia, el Parque Norte y el Jardín Botánico suman 1.272,4 ha), es decir, el 13 del área urbana del municipio de Medellín, se alberga el 26.2 de la población de este; comparativamente es la de mayor concentración poblacional. La densidad por área desarrollada es de 345 hab/ha., sin embargo, un gran número de barrios, especialmente los situados en la parte más hacia el norte, en los terrenos altos, registran densidades por encima de dicho promedio (El Popular con 429 hab/ha. Santa Cruz con 484 hab/ha., Las Esmeraldas con 424 y Campo Valdez 2 con 568 entre otros). Por el contrario, muy pocos barrios presentan densidades por debajo de 300 hab/ha., los cuales están ubicados por fuera del perímetro (San José La Cima 2 y Villa Roca), y otros con algún equipamiento institucional, por ejemplo los barrios Sevilla y San Pedro. 19 Según Planeación Metropolitana, la zona comprende un total de 40 barrios; sin embargo, entidades como Empresas Públicas reconocen como barrios a aquellas unidadesterritoriales que tienen Junta de Acción Comunal (56 en total en la zona) las cuales son atendidas con servicios públicos con buena o regular cobertura y/o calidad. Estos barrios se encuentran distribuidos por comunas: La totalidad incluye dos "barrios" no residenciales: Jardín Botánico y Universidad de Antioquia que hacen parte de la infraestructura metropolitana regional. De los 440.089 habitantes de las cuatro comunas, 324.490, o sea el 73 de su población, se encuentran en barrios de estrato bajo, repartidos así: En las comunas 1 y 2 un total de 184.157, es decir, la totalidad de su población, y en las comunas 3 y 4: 124.775, para un total de 24 de los 40 barrios existentes. Se clasifican como estrato bajo-bajo dos barrios: San Domingo Savio 2 y Parque Norte, en ellos habitan 18.342 personas. En total, a diciembre de 1989, 327.274 habitantes, pertenecen a los estratos bajo y bajo-bajo, o sea, el 74% de la población de la zona vive en extrema pobreza. 115.599 personas, o sea el 26% de la comuna, pertenecen al estrato medio, correspondiente principalmente a las comunas de Manrique y Aranjuez, para un total de 12 barrios. Según el plan de desarrollo de Medellín, el estrato socioeconómico es el siguiente: bajo (50%), medio-bajo (30%) y bajo-bajo (20%). 2. TIPOLOGÍAS DE ASENTAMIENTO Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO La ladera nororiental y centro oriental constituyeron predominantemente los sitios de expansión urbana en los años anteriores a 1960, cuando aún no existía una vinculación directa entre los dos costados del río. En los años subsiguientes, todo este sector oriental ha seguido siendo receptor de asentamientos ilegales. La zona nororiental se ha conformado en lo fundamental a través de procesos al margen de la normatividad y la legalidad. Barrios llamados piratas y barrios de invasión, son resultado de la dificultad o la mayoría de las veces de la imposibilidad, que tienen los sectores de menores recursos de acceder a la vivienda oficial y privada del mercado inmobiliario. Otro tipo de asentamiento corresponde a aquellos barrios fundados más o menos hasta la década del 40, planeados y construidos por urbanizadores particulares. Constituyen las tres tipologías predominantes en la zona. Habría que añadir una cuarta modalidad —no de tipología— de asentamiento generada por urbanizadora privada inicialmente y posteriormente estatal, se trata de Casitas de la Providencia que por los años 60 crea el barrio Villa del Socorro, dicha entidad más tarde se transforma en CORVIDE (Corporación de Vivienda y Desarrollo). 20 A. A la tipología barrios antiguos de planificación privada corresponden la mayoría de los barrios que conforman la comuna 4: Berlín, La Piñuela, San Isidro, Aranjuez, Palermo, Bermejal, Campo Valdez 1, Campo Valdez 2, Manrique Central 1, Manrique Central 2, San Pedro, Sevilla, Brasilia y Miranda. Barrio antiguo de planificación privada Comuna Barrio Año de fundación Población Estrato 4 4 4 4 4 4 3 4 3 4 4 4 4 Berlín La Piñuela San Isidro Aranjuez Palermo Campo Valdez 1 Campo Valdez 2 Manrique Central 1 Manrique Central 2 Bermejal San Pedro Sevilla Brasilia 1916 1916 1920 1919 1919 1920 1936 1936 10.400 9.557 15.486 10.288 5.709 17.161 18.851 11.158 5.473 6.333 6.803 4.281 14.082 3 3 3 3 2 3 2 3 3 2 3 3 3 B. El tipo de asentamiento llamado pirata presentó una recurrencia tal que generó un número considerable de barrios: Villa Guadalupe y San Pablo, de la comuna 1; La Francia, Andalucía, Moscú 1, La Rosa y Santa Cruz, de la comuna 2; La Salle, Las Granjas, Manrique Oriental, Versalles 1 y 2 y El Pomar de la comuna 3; y Las Esmeraldas de la comuna 4. Son barrios casi en su totalidad del estrato 2 y que por sus condiciones de precariedad vienen recibiendo atención por parte de entidades estatales. Barrio pirata Comuna Barrio Año de fundación Población Estrato 1 1 1 2 2 2 2 2 3 3 3 3 3 3 4 3 Villa Guadalupe Moscú 2 San Pablo1 La Francia Andalucía Moscú 1 La Rosa Santa Cruz La Salle Las Granjas Manrique Oriental Versalles 1 Versalles 2 El Pomar Esmeraldas San José La Cima años 60 1971 1985 1950 1954 1970 1945 1955 1930 1930 1962 Dec. 60 11.785 12.698 9.629 12.769 9.360 11.608 7.456 12.185 13.533 22.089 12.160 10.530 2.276 3.884 7.365 6.174 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 3 2 3 1 Comporta zona de invasión 21 C. Las características topográficas para la zona nororiental corresponden a laderas fuertes que condicionan el desarrollo urbanístico. Los sectores aún más pendientes (rango 4060) no soportan urbanizaciones continuas y en algunos casos, tampoco aisladas, constituyendo un rango crítico para procesos urbanos y requiriéndose de grandes costos para su adecuación y manejo. En la ladera nororiental el proceso de poblamiento ha escalado hasta desbordar el perímetro urbano vigente (1981) con asentamientos de invasión. Es necesario distinguir para la zona en cuestión, dos clases de asentamientos de invasión, de acuerdo al momento en que surgen: Aquellos originados desde los años 60 y que han evolucionado debido a las acciones de sus pobladores, y a las intervenciones de las diferentes entidades oficiales que han realizado en ellos programas tendientes a mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, para lo cual han dotado de servicios públicos. A este tipo de barrio de invasión corresponde: Popular 1 y 2, Santo Domingo Savio 1 y 2, Granizal, Moscú 2 en la comuna 1; La Isla en la comuna 2 y El Raizal en la comuna 3, todos ellos pertenecientes al estrato 2, a excepción de Santo Domingo Savio 2. El otro núcleo de invasión corresponde a aquellos asentamientos de desarrollo más reciente. En ellos se ubican: Cañadas de Villa del Socorro, Cañadas de Andalucía, María Cano o Carambolas, Villa Roca, La Esperanza (parte alta). El Compromiso, La Avanzada, Carpinelo, La Cruz, Versalles (parte alta), ubicados todos por fuera del perímetro urbano. Ante este panorama urbano de un uso predominantemente residencial, con un desarrollo morfológico principalmente horizontal, generado por un proceso extensivo de poblamiento, es importante anotar la acelerada disminución del terreno disponible para construir, hasta el punto de afirmar la inexistencia de áreas de expansión de vivienda en la zona, restando la opción de construcciones a nivel de segundo y tercer piso. Barrios de invasión Comuna Barrio Año de fundación Población Estrato 1 1 1 1 1 2 3 2 Popular Santo Domingo Savio Santo Domingo Savio 2 Granizal Moscú 2 La Isla El Raizal La Frontera 1962-63 1964 1964 1967 196263 1962 19.794 19.613 2.784 9.575 12.698 11.754 17.000 17.123 2 2 1 2 2 2 2 2 Por fuera del perímetro urbano Comuna Barrio Año de fundación Población Estrato 22 1 3 3 3 3 3 3 3 María Cano o Carambolas Villa Roca La Esperanza (parte alta) El Compromiso La Avanzada Carpinelo La Cruz Versalles 1936 1.488 1.216 936 2.167 1.725 4.587 1.912 2.276 1 1 1 1 1 1 1 1 3. EQUIPAMIENTO SOCIAL Y URBANO El equipamiento en salud, bienestar, educación, recreación y cultura en la zona no deja de presentar serias deficiencias que deben ser cubiertas tanto en materia infraestructural como en atención a la comunidad a través de programas concretos. En materia de salud, la zona cuenta con 2 unidades comunales de servicios de salud, localizadas en Manrique (Nº 5) y Santa Cruz (Nº 9), y el hospital Concejo de Medellín, equivalente al centro de salud Nº 26. La primera unidad cuenta con cuatro centros de salud ubicados en Manrique, El Raizal Versalles, Santo Domingo Savio y Moravia, y la segunda unidad, la de Santa Cruz, cuenta con cinco centros de salud en Aranjuez, Playón de los Comuneros, Popular 1, Santa Cruz y Villa del Socorro, para un total de 10 centros de salud. El equipamiento ensalud en su mayor parte es de carácter oficial (27.8), es también atendido por el Seguro Social (10) a través de organismos descentralizados llamados CAB (Centros de Atención Básica). Son servicios en salud de tipo curativo. El análisis de los problemas que a nivel de salud se presentan, no debe centrarse exclusivamente en la cobertura y el número de instituciones de servicios en salud. Otros aspectos que influyen directamente sobre la salud deben tenerse en cuenta: empleo, agua potable, energía eléctrica, vivienda adecuada, buena alimentación, etc. Los servicios de bienestar social a nivel municipal son atendidos directamente a través de la Secretaría de Bienestar Social; el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar es el organismo coordinador en los programas competentes a problemas de la familia y el menor. Concretamente se centra en la población de estratos socioeconómicos bajo-bajo, bajo y medio-bajo, dadas sus condiciones de precariedad. En la zona, las comunas 1, 2 y 3, y en menor medida la comuna 4, poseen la característica de estar enormemente afectadas por diversas problemáticas sociales: abandono de menores y de personas de la tercera edad, gaminismo, delincuencia juvenil, retardo mental y mendicidad, razón por la cual centra sus actividades de prevención y atención en esta zona. En ella se encuentra el 21.9% de presencia de entidades que prestan servicios de bienestar social. Para tal efecto se han creado albergues para la atención de los hijos de madres de escasos recursos que tienen que salir a trabajar para complementar los ingresos familiares; de igual manera, los hogares comunitarios se han concentrado en la zona en un 30.1% del total; y la distribución diaria de almuerzos en restaurantes escolares, hacen parte de la búsqueda de soluciones a los problemas de estos sectores menos favorecidos. 23 El acceso a los servicios de educación está determinado por la capacidad de consumo de la población, que para la zona 1 no posee el ingreso suficiente para utilizar los servicios privados. La infraestructura básica en materia educativa en la zona se concentra en la comuna 4 que cuenta con la Universidad de Antioquia, apareciendo el resto de las comunas 1, 2 y 3 con graves déficit. El número de establecimientos oficiales suma 133, con el mayor número en la comuna 4. Los establecimientos privados son 34 y como en el caso anterior, predominan en la comuna 4. Los establecimientos de tipo oficial y privado suman 167. De una población total de 440.089 habitantes en las cuatro comunas, 140.578 son niños y jóvenes en edad de estudiar, o sea el 31 de esta población. Hay matriculados 89.767, o sea el 63%. Alumnos matriculados por nivel educativo Población Matriculada Comuna Preescolar Primaria Secundaria Total 1 2 3 4 779 413 699 2.012 12.079 11.634 12.174 18.883 5.074 4.668 7.300 14.052 17.932 16.715 20.173 34.947 FUENTE: Anuario Estadístico, 1989. El nivel de educación preescolar presenta en la zona el mayor número de población no atendida, especialmente en los asentamientos llamados subnormales; además los índices de ausentismo son mayores. El nivel primario comporta una mejor dotación a nivel infraestructural, así como mejores niveles de cobertura escolar que el nivel preescolar y finalmente, en el nivel secundario, la dotación de infraestructura es buena en la comuna 4, contrastante con las comunas 1, 2 y 3 donde se nota una carencia de establecimientos de este nivel, ubicándose allí, por lo tanto, la mayor población no atendida. En síntesis, el nivel mejor servido es el nivel primario siendo deficitarios los niveles secundario y preescolar. No sobra anotar que el equipamiento en educación se da en forma dispersa, coincidente generalmente con los centros parroquiales y con la localización de algunas áreas recreacionales. En el aspecto recreativo, la zona presenta grandes déficit, no obstante existir allí dos espacios de carácter recreativo y de esparcimiento como son el Jardín Botánico y el Parque Norte. La dotación de equipamiento recreativo en la zona se centra principalmente en placas polideportivas y canchas de fútbol (40 aproximadamente). Se presentan escasos parques de barrio, no siempre en las mejores condiciones, y sólo existe la unidad deportiva de San Blas 24 adecuada como parque metropolitano pero de limitada cobertura por las condiciones topográficas del sector; además cuenta con la unidad de servicio Comfama en Manrique. El sector más deficitario es el de las comunas 1 y 2 que en conjunto y con relación al tamaño de la población presenta áreas de espacio recreativas que tienden a cero. La falta de una adecuada infraestructura a escala de barrio sumada a los bajos índices recreativos: 2.521 m2 por habitante para recreación nos muestran un panorama realmente preocupante. Ante esta situación, las calles se convierten en el escenario recreativo por excelencia, y se puede afirmar que no existen áreas libres significativas en la zona donde puedan desarrollarse nuevos usos. El equipamiento en cultura para la zona, así como para la mayoría de las comunas de estrato medio-bajo y bajo, se agota en unas pocas bibliotecas de carácter no especializado, corroborando de esta manera la inexistencia de una verdadera red de equipamiento cultural. Diferentes comités culturales están actualmente en la búsqueda de sedes culturales propias. Mientras tanto se benefician de las instalaciones de otras instituciones educativas religiosas y comunales. 4. POLÍTICAS GENERALES DE GOBIERNO P ARA LOS DIFERENTES SECTORES SOCIALES La política general en materia de salud que presenta el plan de desarrollo para Medellín en 1989, señala como meta principal garantizar para el año 2000 coberturas con servicios de salud al 100% de la población. La política general de bienestar social presentada en el plan de desarrollo plantea la necesidad de atender en forma gradual la población de menores ingresos con problemas de desintegración familiar, a los niños con limitaciones y/o en situación de abandono, al menor infractor y a la población mayor de edad indigentes y carentes de seguridad social, imposibilitados para valerse por sí mismos, a fin de procurar un fortalecimiento del núcleo familiar, un desarrollo integral del niño, una readaptación social y una ancianidad más amable. El mismo plan trae para el sector educación la siguiente política: Implementar en el nivel local las políticas del orden nacional, enmarcando para ello sus políticas hacia el impulso de la educación en población en edad escolar, jóvenes y adultos, especialmente a quienes viven en áreas marginadas, introduciendo al sistema educativo los últimos aportes científicos, sociales y tecnológicos; y ampliar y mejorar la capacidad del sistema educativo en los niveles de preescolar, primaria, secundaria y media vocacional. En el sector recreación la política plantea garantizar a los habitantes el derecho a la recreación, fomentando el uso creativo del tiempo libre, así como fomentar actividades culturales y recreativas con participación comunitaria. El sector cultura se centra en la política de fortalecimiento de la creatividad y la participación cultural comunitaria, suscitando actividades de apropiación y valoración del patrimonio cultural, y de esta manera contribuyendo al mejoramiento de las condiciones socioculturales de los habitantes. 25 5. PROGRAMAS INSTITUCIONALES EN LA ZONA Es de alta prioridad el impulso a proyectos para la juventud y la niñez. – Esta problemática se constata como prioritaria en el trabajo de promoción y desarrollo. – Todas las formas organizativas existentes y las instituciones presentes en la zona han levantado propuestas concretas para estos grupos de población. – Hay una diversificación de propuestas que viene dando cuenta de una mirada integral para plantear soluciones en términos de empleo, de educación, de recreación,de deporte, de propuestas organizativas sociales y políticas, etc. – Se reconoce la participación directa de los jóvenes como punto de partida para el análisis de sus problemas y para plantear soluciones. Que se recojan sus propias percepciones en un proceso de autorreconocimiento. – Se plantea la articulación de los problemas de los jóvenes y de los niños con los problemas de la comunidad barrial y zonal. – Buena parte de las propuestas motivan la vinculación del joven a la ciudad en términos de participación social y política en instancias donde se toman decisiones sobre su futuro y sobre el futuro de la ciudad. – Sostener como estrategia permanente un intenso trabajo de difusión en los medios masivos de comunicación para la difusión de una nueva imagen sobre lo bueno que realizan los jóvenes de estas comunas. Entre las instituciones se destacan: Metrosalud Salud y medio ambiente. En los comités de participación comunitaria se han vinculado mujeres, señores de organizaciones como juntas de acción comunal, comités cívicos, párrocos, incluso se ha logrado interesar a algunos jóvenes. Existen los Copacos infantiles. Unidades Hospitalarias de Santa Cruz y de Manrique Central. Existen entre 1015 centros de salud que cubren los barrios de toda la zona. Instituto Colombiano de Bienestar Familiar Hogares comunitarios, casas de la juventud, familia. Las asociaciones de madres comunitarias y los comités juveniles han vinculado a las mujeres y a los jóvenes, se han favorecido los ingresos. Barrios de toda la zona. 26 Sena Empleo, educación, promoción organizativa, capacitación técnico-empresarial y otros. Se distingue por cubrir prácticamente a todos los grupos de población: jóvenes, mayores hombres y mujeres y personas de la tercera edad. Se relaciona con las diversas formas organizativas existentes y promueve la creación de nuevas. Barrios de toda la zona. Secretaría de Educación y Cultura Educativos, culturales, recreativos. Colegios y escuelas de la zona. Alrededor de ellos se han organizado asociaciones de padres de familia, consejos y comités juveniles, además de la organización de maestros por comuna. Comunas de la zona nororiental. Secretaría de Desarrollo Comunitario Participación y organización, empleo, formación de líderes, promoción organizativa. Se destaca la Precooperativa de Desarrollo Social "PRECOODES" dentro de la aplicación de una política mayor de empleo para el sector informal. Juntas de acción comunal, grupos juveniles y de mujeres, cooperativas. Secretaría de Bienestar Social Atención a la familia, promoción juvenil. Unidad Integral, alrededor de estos centros se hacen el trabajo de proyección comunitaria. Algunos barrios de comuna. 6. NECESIDADES DE LOS POBLADORES – Educación. Descongelar la planta de personal docente, construcción y dotación de establecimientos educativos y culturales (teatro, bibliotecas, aulas múltiples), apoyo a las organizaciones estudiantiles existentes y a grupos juveniles, di versificación de la educación de acuerdo a las necesidades de la zona, actualización de docentes, programas educativos tendientes al rescate de valores. Creación de escuelas especia-les, planes de estudio más formativos que informativos. – Educación en la familia. Vinculación de padres al proyecto educativo y fortalecimiento de los hogares comunitarios. Participación de la comunidad en la inversión de los recursos del sector educativo, planes de educación para padres de familia. Campañas educativas para el conjunto de la comunidad. 27 – Educación Formal. Nombramiento de maestros, implementación en todos los colegios de la educación media vocacional. Dotación y reparación de colegios y escuelas, actualización de docentes y diversificación de acuerdo a un estudio socio-económico y cultural que debe hacerse en la zona. Establecimiento de Centro Educativo, CASD. Creación de nuevos centros educativos, haciendo énfasis en la diversificación tecnológica, con extensión a la comunidad. Esta propuesta de diversificación tecnológica de la educación secundaria es apoyada para toda la zona porque la experiencia del IDEM Pedro Luis Villa es bien acogida. – Cultura y recreación. Apoyo a actividades deportivas, culturales, artísticas y similares que surgen en las comunidades. Crear y recuperar espacios de recreación con presupuesto permanente. Construcción y dotación de una red de bibliotecas populares. – Construcción de una Casa de la Cultura para el conjunto de la zona, como espacio físico necesario para las actividades y como un lugar de encuentro para todos los habitantes de la comuna nororiental. Como un referente espacial en la construcción de identidades, con encuentros de artistas, intercambios culturales, festivales. – Creación de una tarifa diferencial para los estudiantes de la zona. – Saneamiento básico ambiental. Canalización de quebradas, reforestación, servicio periódico de recolección de basuras, manejo de desechos sólidos a través del reciclaje; en otro sentido la dotación en recursos físicos y humanos en los actuales centros de salud, construcción de una unidad intermedia en el Popular 1, enfermeras comunitarias en todos los centros de salud, ampliar el horario de farmacia los días domingos. – Contratación de gente del barrio para realización de obras públicas. 7. PROBLEMÁTICAS URBANAS Y SOCIALES Problemática educativa Hoy el problema educativo es uno de los aspectos más candentes en esta zona. Las asociaciones de padres de familia salen al frente, lo mismo que los comités estudiantiles y consejos estudiantiles al lado de maestros y profesores más sensibles ahora a pensarse como "movimiento pedagógico comunitario y ciudadano". La fuerte influencia del magisterio sindicalista que durante años jalonaba el problema educativo sólo desde su óptica de gremio, suplantando en diversos aspectos la participación de base, ha cedido bastante terreno. Las comunidades se han vuelto protagonistas de primer orden en la búsqueda de soluciones para los problemas de la educación de niños y jóvenes de estos barrios populares. Se destaca la participación de las mujeres que ahora salen de la casa y del barrio, se encuentran con las vecinas y empiezan a construir una mirada integral que relaciona los problemas de la violencia con la formación familiar, la escasez de educación pública, de recreación y deporte, el desempleo y la pauperización. Otro aspecto bien importante es que estas formas organizativas, han alcanzado un nivel importante de coordinación con la más variada gama de organizaciones y logran avances en la 28 vocería de estos problemas con efectos positivos en la conciencia de la opinión pública. En las comunas del norte se origina la propuesta de emergencia educativa para el conjunto de la ciudad de Medellín. Problemática económica comunitaria (el desempleo) En esta zona que recoge aproximadamente el 25% más pobre de la población de la ciudad, la sobrevivencia apremia. Diversos grupos de población jóvenes y mayores, mujeres y hasta niños se agrupan en tomo a diversos proyectos económicos, microempresas, grupos precooperativos, asociaciones solidarias entre otras. El debate va más allá de la sobrevivencia, se habla de líneas de crédito, de comercialización, de articulación a la industria, en fin, surgen nuevos propósitos de capacitarse para participar directamente en la gestión económica, administrativa y financiera de sus proyectos. Se produce recientemente un protagonismo organizativo de resistencia al desempleo y a la pauperización. Esta problemática, tanto como la de la educación, ha alcanzado a impactar ya no sólo la opinión pública sino la conciencia ciudadana de diversos sectores de la sociedad civil y del Estado. El reclamo por el pago de "la deuda social" con los sectores populares de la ciudad, ha dejado de ser una propuesta contestatariade grupos aislados para convertirse en el reclamo justo por el derecho a la ciudad para todos. Problemática de vivienda (zonas de riesgo) Requiere especial atención al problema con las llamadas zonas de riesgo. Se trata de una problemática que trasciende los límites de las comunas nororientales. Son en Medellín aproximadamente 3.000 familias en proceso de reubicación, con pobladores de las comunas 1, 3, 8 y 9 en la parte oriental y en las comunas 5, 6, 12 y 13 en la parte occidental de la ciudad. Una verdadera franja de riesgo alcanza a darle media vuelta a la ciudad. Problemática de salud La problemática de la salud y el medio ambiente ha alcanzado mejores niveles de atención que otras descritas. Ha producido un efecto positivo el impulso a los autodiagnósticos comunitarios y la formulación de proyectos que recogen reivindicaciones de un conjunto de barrios. Se han desatado desde allí, procesos de capacitación en salud, en gestión de proyectos, logrando ampliar el enfoque sobre esta problemática en aspectos como el hábitat y el medio ambiente. Los centros de salud y las unidades comunales de servicios de salud, tienden a convertirse en espacios de diálogo y concertación entre las diversas organizaciones de las comunas, entre distintos barrios y crean ambiente para unas mejores relaciones entre el Estado y las comunidades, bastante resquebrajadas desde hace años. 8. PROPUESTAS Y PROYECTOS SOCIALES DE LAS ORGANIZACIONES COMUNITARIAS Proyectos Comunas Comunas 1 y 2 Comunas 3 y 4 Zona nororiental 29 Grupos de población Mujeres Jóvenes Niños Mayores hombres y mujeres 3 36 10 15 12 4 8 7 10 47 19 28 Sector Social Educación Salud Económico Recreación-deporte Cultura-Arte Religioso Derechos Humanos 19 6 12 5 7 6 2 12 4 8 7 3 3 1 31 10 20 12 10 9 3 Cobertura Barrio Comuna Zona 26 19 3 8 16 3 34 35 3 Tipo de proyectos – Proyectos para un barrio. Recogen todos los aspectos y problemas referidos a infraestructura física y social o sea que ya no son tan puntuales ni aislados pues pretenden recoger todo lo que la comunidad en conjunto necesita, los distintos grupos y sectores de un barrio. – Proyectos en un barrio que pretenden recoger soluciones para diversos grupos de población, empleo para señores y/o para señoras, recreación y deporte para jóvenes y niños. Aunque no cubren todas las necesidades de un barrio cubren varios grupos de población. – Proyectos relativamente grandes que cubren varios barrios a la vez, pueden ser por problemáticas sociales o por grupos de población. – Proyectos puntuales. Presentados como necesidades prioritarias en infraestructura física por un grupo o un sector de un barrio. 30 Perfil sociocultural 1. CÓMO SON LAS COMUNAS Y LOS BARRIOS Se evidencia la existencia de dos conformaciones urbanas y territoriales marcadas por particularidades en las que intervienen diversos factores. De un lado, asentamientos producto de urbanizadoras particulares, de conformación histórica más antigua y de mayor relación directa con el sector tradicional que se asentó originariamente en el centro y hacia el oriente de la ciudad; de otro, modalidades de poblamiento ilegal, invasiones y loteo pirata, constituyen una unidad histórica y socialmente diferenciada de la anterior. En sus inicios, las comunas 1 y 2 y la parte alta de la comuna 3, se formaron con asentamientos por loteo o por invasión. Santo Domingo Savio, Popular 1 y 2, Granizal, La Isla, Moscú, El Raizal, Campo Valdez (parte alta) son barrios que surgen bajo la modalidad de invasión. Villa Guadalupe, San José La Cima, Andalucía, La Frontera, La Francia, Manrique Oriental, Versalles, Santa Cruz y Germania inicialmente surgen por loteo pirata. Puede hablarse de un segundo movimiento migratorio hacia el nororiente de Medellín7. Instalarse en un territorio supone conocerlo, ordenarlo, clasificarlo, simbolizarlo, transformarlo. Supone además y ante todo, una decisión vital. Esta transformación del medio natural con miras a la instalación de un techo dónde vivir, muchas veces supuso la colaboración del resto del grupo, no sólo como partícipes en el proceso de trabajo, sino además y sobre todo, en tanto ser cómplices en la ocupación ilegal y muchas veces partícipes en luchas defendiendo su posesión. En estos procesos se destaca el papel de las parroquias, en donde la relación entre los sacerdotes y las comunidades se convierte en eje en torno al cual se van conformando y desarrollando buena parte de los barrios populares en los últimos 30 años. La parroquia es uno de los referentes sociales y culturales de mayor significación. 2. QUIÉNES SON LOS POBLADORES DE ESTOS BARRIOS Los habitantes de las comunas del nororiente en sus orígenes fueron propietarios por herencia, ocupantes que con autorización de los primeros dueños se establecen en un lote y compradores de precios o propietarios supuestamente legales cuyos títulos de propiedad rara vez pueden registrarse como documento de compra. La ocupación del terreno marca los inicios de un camino de tránsito que los lleva de ser campesinos en su mayoría del departamento de Antioquia con referentes de identidad de la vida rural hasta llegar a la ciudad a ser absorbidos en buena medida por la industria de la construcción y los servicios ocasionales. Su "instalación" en la vida urbana no significa necesariamente una movilidad social, pues en muchos casos no llegan ni siquiera a ser obreros. 7 El principal aporte de estas corrientes migrantes lo hace la región del Suroeste, seguida del Oriente y Occidente. Véase: VÉLEZ, Patricia. Flujos migratorios en los núcleos de tugurios. Planeación Metropolitana. Medellín, 1974, p. 66. 31 Indudablemente significaba un gran impacto para la población, el llegar de pasados diferentes a participar en un proceso de constitución común en un sitio aún no consolidado. Son además migrantes que sufren una presión por la situación crítica de pobreza y por los efectos de la violencia política. Desarraigados de su origen, con aprendizajes culturales correspondientes a universos rurales, deben convertirse de un momento a otro en habitantes urbanos con todo lo que ello significaba. La relación que establecen con el medio natural y social es sorteada a través de algunas formas de supervivencia características de los sectores populares: la ayuda mutua, la cooperación y la solidaridad. El trabajar comunitariamente no sólo permite y agiliza la adecuación urbana, sino que además va creando una serie de valores y formas de comportamiento que posibilitan formas de identidad grupal y barrial. Es así como se moldean personalidades con un sentido de la vida y del habitar marcado por el trabajo comunitario y las dificultades que implica la solución de sus múltiples necesidades. 3. MATRICES CULTURALES La marca fundacional de "la iglesia popular" Existe en esta zona, una marca sociocultural con la "iglesia popular" encarnada en un grupo de sacerdotes pioneros que acompañaron las primeras invasiones características de los barrios de la parte alta y que hoy siguen siendo compañía y apoyo para los sectores marginales y populares. El pensamiento cristiano de la "opción preferencial por los pobres" ha producido semillas de organización desde las parroquias, con el impulso de grupos de jóvenes, de mujeres, padres de familia y otros. Lo cristiano liberador ha sido un factor importante de participación y organización para los distintos grupos sociales populares habitantes de estas comunas. Algunas actitudes y lógicas populares Algunas disposiciones y actitudes en el pasado reciente corresponden a comunidades apáticas y despreocupadas por hacer ellas mismas las cosas. Desde afuera empezaron a llegar ayudas, donaciones, misiones. Durante muchosaños se estuvo esperando a que llegaran las propuestas desde afuera de la propia dinámica organizativa, desde los párrocos, desde los políticos tradicionales y no tradicionales, desde las entidades del Estado. Se volvió costumbre recibir lo que llegaba, sin evaluar hasta dónde respondían a las necesidades de la gente y sobre todo cuánto posibilitaban o no su participación directa en la solución de todo aquello que los afectara. El clientelismo introyectó la lógica de resolver la necesidad sin que para ello existiera un proceso de discusión, de formación y de participación organizativa. Pero además se debilitó la identidad comunitaria original, pues la gente se enseñó a necesitar salvadores. Se olvidó que históricamente ha habido rasgos autogestionarios en los sectores populares. La apatía, o mejor, el escepticismo arraigado en importantes sectores de estas comunas tiene que ver con el incumplimiento en la solución de diversas necesidades que aún siendo tramitadas mediante procesos de movilización y de participación comunitaria no se satisfacen, generando 32 desconfianza en las posibilidades de la organización y descredibilidad en los líderes que abanderan tales iniciativas. Lógica comunitaria de supervivencia Existe una lógica comunitaria que opera como sustrato cultural productor permanente de actitudes y prácticas que se evidencian, entre otros momentos, a la hora de reclamar y reivindicar ante el Estado y sus instituciones, ante los partidos políticos, ante instituciones privadas y no gubernamentales, pero también a la hora de relacionarse con sus circunvecinos. – Presenta la necesidad puntual y reclama siempre para su barrio. – Confía demasiado en el líder-caudillo con buenas relaciones con partidos políticos y con la Administración Municipal. – Hace un manejo diferenciado de las relaciones vecinales en la vida privada y en espacios públicos. Cotidianamente se participa de diversos mecanismos de supervivencia comunitaria, de ayuda mutua, de respuesta ante calamidades; ante las instituciones, en encuentros fuera del barrio, cada organización, reclama como abanderada de su barrio. – Su imagen de futuro es lo inmediato y lo evidente, no existe un sentido de la previsión y mucho menos de la planeación. – El "no futuro" de los jóvenes se nutre de una lógica comunitaria de supervivencia donde todos, niños, viejos, jóvenes, mujeres están en función del diario vivir. Porque al día siguiente no se sabe qué va a pasar. En cualquier caso es con la familia y con los vecinos más cercanos con quienes se puede garantizar el diario vivir. – Expresan aprehensión y celeridad frente a cualquier institución que se acerque a los barrios populares. Por fugaz que sea el paso de ellas quieren absorberlas, quieren que les resuelva "YA" tantos problemas de todos los días. Siempre quieren y reclaman resultados inmediatos porque nunca saben si van a poder disfrutar los favores y resultados del mediano y el largo plazo. Esto indica un sabio sentido de la oportunidad Rasgos de una actitud propositiva Una nueva mentalidad propositiva es en estos momentos uno de los mayores retos para consolidar procesos organizativos con autonomía, que desarrollen una actitud crítica con tantas propuestas que están llegando desde afuera para esta zona. Desde las comunidades y sus organizaciones se ha empezado a formular, presentar y tramitar propuestas con mayor participación directa de las comunidades. Se tuvo que crear un ambiente de confianza interna, entre los barrios de estas comunas. La aguda crisis presionó dramáticamente para volver a creerse entre los mismos pobladores, entre las organizaciones y de estas con las instituciones. Se abrió el diálogo y la coordinación. Eso si la aspiración de varios sectores es que en esta nueva oportunidad los procesos de coordinación 33 surjan y se levanten como propuesta desde las diversas organizaciones comunitarias y con unas definiciones claras y precisas respecto al apoyo institucional gubernamental y no gubernamental. 4. APROPIACIÓN DE LA CIUDAD Y DE LA VIDA URBANA Hay un sentido muy fuerte de pertenencia territorial en los pobladores, sin embargo, tiende a agotarse en el ámbito barrial. Es decir, cada quien defiende su barrio, su colegio, su organización, pero tiene dificultades en asumirse como parte de un espacio territorial más grande como es el de la zona. Al mismo tiempo, en otros núcleos importantes de pobladores existe una real capacidad de desprenderse de la particularidad para mirar líneas más globales que cobijen barrios y comunas. Existe un sentido de pertenencia barrial que no actúa en detrimento de un sentido de zona mucho más claro. "La comuna nororiental" se ha homogenizado como un estigma, el cual se ha expresado con varias imágenes para los habitantes de la ciudad respecto a este territorio. Aún así desde las entrañas del símbolo negativo resurgió una credibilidad profunda en su capacidad de salir adelante, solos o con quien sea. En esto las matrices culturales demuestran su vigencia o no. La identidad originaria de ayuda y lucha mutua, la confianza en los propios esfuerzos vuelve a decir presente en la zona nororiental. Dentro de la zona existen varios referentes territoriales, que ejercen niveles importantes de centralidad sobre conjuntos barriales, Manrique en la parte de abajo para pobladores populares y medios, Moravia para los migrantes e invasores. Santo Domingo y los Populares en la parte alta con toda su historia en la ciudad han vuelto un sentido común las referencias a la comuna nororiental, unas positivas y otras negativas. El territorio más antiguo había logrado hasta los años 80 un sentido de zona. Pero simultáneamente se estaban forjando barrios aparentemente desarticulados y fragmentados que son los que hoy en los años 90 dinamizan y protagonizan nuevos significados de zona. La historia más reciente que estamos viviendo muestra el encuentro de los diversos sentidos de zona. Desde el tejido organizativo y social se tienden redes desde la parte de abajo hacia la parte de arriba y viceversa. Las comparsas y marchas por la vida, caminan y recrean los perfiles de una nueva territorialidad en construcción. 5. IMÁGENES DE FUTURO No acaba de convencer a muchos grupos y barrios la propuesta de pensar salidas a largo plazo. El futuro para ellos lo reclaman más cercano y muy presente. Se necesitan salidas para varias situaciones que acusan alerta roja o emergencia social hace un buen rato. A este respecto hay que aceptar una sentida sabiduría en los pobladores y reconocer la inteligencia con sentido social que quieren demostrar los programas presidenciales para Medellín. No obstante, el dramatismo de la muerte ha desencadenado tantos resortes de vida que en el presente es posible leer desde la comuna nororiental imágenes de futuro para la ciudad. "Somos unos héroes de la vida", puntualizó recientemente un poblador. 34 6. RELACIONES CON LA VIDA PÚBLICA El movimiento de la comuna nororiental es un verdadero movimiento social, entre otras cosas, por un aspecto fundamental: ganó la opinión pública y la conciencia ciudadana a niveles nunca vistos en la historia de la ciudad y de movimientos urbanos, en un tiempo récord para que haya una predisposición a invertir positivamente las imágenes del resto de la ciudad y si se quiere del país. El emergimiento y protagonismo de "la otra ciudad" ahora permite que desde el lugar que llamamos movimiento social de la comuna nororiental se pueda decir: "La nororiental es parte de una ciudad y no un mundo aparte, las personas que la habitan también tienen relación con el resto de la ciudad y no se está aislado... creemos que aquí hay un gran potencial que tiene mucho que ofrecerle a la ciudad y al país…Los términos "cultura de la violencia" y 'No nacimos pa semilla' y otros no son aplicables para una comunidad que está inserta en todo un entramado social"8.
Compartir