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1 EL DISPOSITIVO ADMINISTRATIVO DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA EN LA REFORMA INSTRUCCIONISTA: EL CASO DEL ESTADO SOBERANO DE ANTIOQUIA, 1867 - 1880. ACRECENTAMIENTO DEL SUJETO Y DOMINIO RACIONAL ARLEY FABIO OSSA MONTOYA MAGÍSTER EN EDUCACIÓN: SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, MEDELLÍN (COLOMBIA) TESIS DIRECTOR VÍCTOR VLADIMIR ZAPATA VILLEGAS DOCTOR EN EDUCACIÓN. NOVA UNIVERSITY, FLORIDA, USA. UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA GRUPO DE INVESTIGACIÓN HISTORIA DE LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA EN COLOMBIA FACULTAD DE EDUCACIÓN DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN AVANZADA MEDELLÍN 2006 2 A mi familia y amigos, por los días alzados 3 AGRADECIMIENTOS El autor expresa sus sentimientos de gratitud a COLCIENCIAS, entidad que le otorgó una beca para estudios doctorales, gracias a la cual pudo dedicarse de forma exclusiva a las actividades del plan de formación e investigativas en el doctorado. Agradece de igual forma a la Universidad de Antioquia, por haberle facilitado el tiempo de comisión de estudios en Medellín, Salamanca y Valladolid, que posibilitó la materialización de esta tesis. Su gratitud la extiende también a la Universidad de Valladolid, especialmente en ella al doctor Agustín Escolano Benito y a la Universidad de Salamanca, agradeciendo en ella al doctor José María Hernández, instituciones y personas que apoyaron y orientaron su pasantía en España, en la que se fortaleció el marco conceptual y metodológico de la tesis. A la doctora Gabriela Ossenbach Sauter de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid, por sus orientaciones que aportaron a la cualificación de la tesis. Reconoce el autor de igual manera el apoyo brindado por el Grupo de Historia de la Práctica Pedagógica en Colombia, que con los encuentros académicos que lideró en el ámbito local, nacional e internacional, al igual que con el Archivo Pedagógico organizado y conservado en la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, contribuyó de forma decisiva a la concreción de la tesis. Agradece a la Biblioteca Nacional de Colombia y a la Biblioteca de la Universidad de Antioquia que conservan parte de las fuentes utilizadas para la realización de la misma. Expresa el autor gratitud a la doctora Olga Lucía Zuluaga Garcés, quien le aportó ideas importantes para el trabajo, no sólo como maestra del doctorado sino como evaluadora del proyecto doctoral, tarea que desarrollada también por el doctor Saúl Sánchez Giraldo, contribuyó a cualificar el presente estudio. Agradece de manera muy especial al doctor Víctor Vladimir Zapata Villegas, quien como Director de Tesis, le apoyó con sus sabias orientaciones, gracias a las cuales avanzó en su formación en el programa doctoral y en la materialización, sin despropósitos, de la presente tesis. Reconoce también, a los profesores del doctorado, por la educación brindada, la cual le permitió adentrarse en nuevas formas de indagar y problematizar el campo de la educación, que se teje en el entramado social. Por último, al profesor Gildardo Lotero Orozco, por sus observaciones en el momento de post- escritura del texto. 4 CONTENIDO Pág. INTRODUCCIÓN 10 - PROBLEMA Y METODOLOGÍA 25 - Planteamiento del problema 25 - Formulación del problema 37 - OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN 39 - Objetivo General 39 - Objetivos específicos 39 - PERSPECTIVA METODOLÓGICA 40 * De la arqueología del saber a la genealogía del poder. 41 PRIMERA PARTE 49 CONFIGURACIÓN Y RECONFIGURACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA. RAÍCES EUROPEAS EN LA COLOMBIA DEL SIGLO XIX 1. LA GESTIÓN DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA COMO 51 PRÁCTICA DE PODER EN OCCIDENTE EN LA ÉPOCA MODERNA Y EL SIGLO XIX 1.1 ESTADO Y FORMAS DE DOMINIO Y GESTIÓN DE LA 52 INSTRUCCIÓN PÚBLICA. LAS RAÍCES EUROPEAS - La Policía en la Sociedad de Soberanía y su régimen escolar. 53 - La Policía en la Sociedad Disciplinaria y el arreglo de la Instrucción Pública. 56 - Doctrina Utilitarista, modelo panóptico y conducción de la instrucción pública. 59 - La regulación escolar en la Sociedad de Normalización. 63 - Desdoblamiento de la Ciencia de la Policía, Administración Burocrática 66 e Instrucción Pública. 5 2. VESTIGIOS DE LA ADMINISTRACIÓN DE LA 71 INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE LA EUROPA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA EN LA COLOMBIA DEL SIGLO XIX SEGUNDA PARTE 81 INSTANCIAS Y PROCEDIMIENTOS DE CONTROL EN EL DISPOSITIVO PARA EL GOBIERNO ECONÓMICO DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA 3. LA DIALÉCTICA ENTRE LA ADMINISTRACIÓN DE 83 LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA EN LA REFORMA INSTRUCCIONISTA POR EL GOBIERNO DE LA UNIÓN Y EL GOBIERNO DE ANTIOQUIA 3.1 LA EMPRESA CIVILIZADORA 84 3.2 LA TENSIÓN CENTRO – REGIÓN 111 4. EL APARATO ORGANIZATIVO EN LA GESTIÓN DE 118 LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA 4.1 EL APARATO ADMINISTRATIVO 118 4.2 EDIFICIO ADMINISTRATIVO Y LEGAL: 128 ESTRUCTURA Y FUNCIONAMIENTO EN SUS DISTINTOS RAMOS 4.2.1 Instrucción pública primaria 128 - Reconfiguración de la organización en la instrucción primaria. 138 - La organización de las Escuelas Normales: entre el impulso 142 de la moral civil y la moral religiosa. 4.2.2 Instrucción universitaria 149 6 4.3 CONSIDERACIONES FINALES 165 5. LA DIRECCIÓN DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA: 172 UN JUEGO ENTRE LA AUTORIDAD Y EL PODER 5.1 LA DIRECCIÓN EN LA ADMINISTRACIÓN DE LA 173 INSTRUCCIÓN PÚBLICA 5.2 EL FUNCIONAMIENTO DE LA DIRECCIÓN 180 5.3 RECONFIGURACIÓN DEL PODER EN LA DIRECCIÓN 212 DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA 6. EL RÉGIMEN DE INSPECCIÓN Y VIGILANCIA EN EL 220 MANTENIMIENTO DEL ORDEN INSTITUIDO 6.1 LA MAQUINARIA DE LA INSPECCIÓN 220 Y LA VIGILANCIA EN LA REFORMA INSTRUCCIONISTA 6.2 EL DESPLIEGUE DE LA INSPECCIÓN Y VIGILANCIA 243 EN ANTIOQUIA 6.3 LA INSPECCIÓN Y LA VIGILANCIA EN EL GOBIERNO 251 DE LA UNIÓN Y EN ANTIOQUIA 6.4 LA INSPECCIÓN Y LA VIGILANCIA DE ANTIOQUIA 263 DESPUES DE LA GUERRA DE LAS ESCUELAS 6.5 LA INSPECCIÓN Y LA VIGILANCIA UNIVERSITARIA EN 271 EL GOBIERNO DE LA UNIÓN Y EN ANTIOQUIA 6.5.1 La inspección en la Universidad de Antioquia. 271 6.5.2 La inspección en la Universidad Nacional. 275 7 7. EL EXAMEN: INSTRUMENTO DE CONTROL Y DE 277 PRODUCCIÓN DEL ORDEN Y DEL FUNCIONAMIENTO SOCIAL 7.1 EL EXAMEN COMO TECNOLOGÍA PEDAGÓGICA Y 277 ADMINISTRATIVA 7.2 EL EXAMEN COMO CRISOL DE DISCIPLINAMIENTO Y 281 NORMALIZACIÓN 7.3 TIPOLOGÍA DE LOS EXÁMENES 293 7.3.1 Los tipos de exámenes pedagógicos: entre la posibilidad 293 y la limitación. 7.3.2 Los exámenes de tipo administrativo como herramienta y 302 tarea para la gestión de la instrucción pública. 7.4 LA ORGANIZACIÓN DEL APARATO DE VERIFICACIÓN 307 7.5 LA FUNCIÓN DE LOS EXÁMENES Y CERTÁMENES PÚBLICOS 312 EN LA EFECTIVA GESTIÓN DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA 8 EL PREMIO COMO MECANISMO DE PRECISIÓN MORAL 320 DESPLEGADO EN LA ADMINISTRACIÓN DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA 8.1 LA LUCHA PREMIADA EN COHERENCIA CON LOS 320 VALORES ESTABLECIDOS 8.2 LA DÍADA PREMIO Y EMULACIÓN 341 9. EL CASTIGO CORRECCIONAL COMO PRÁCTICA PARA 351 EL GOBIERNO EN LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA. 8 9.1 EL CASTIGO EN LA ADMINISTRACIÓN DE LA 351 INSTRUCCIÓN PÚBLICA9.2 EL CASTIGO: TECNOLOGÍA ADMINISTRATIVA PARA LA 357 BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD Y LA SEGURIDAD GENERAL 9.3 EL DESPLIEGUE DEL CASTIGO COMO INSTRUMENTO 365 DE GESTIÓN 9.4 PAUTAS DE CASTIGO ESCOLAR PARA EL GOBIERNO 379 DE LA VIDA 10 CONCLUSIONES: 388 - LA ADMINISTRACIÓN DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA: UN DISPOSITIVO AGENCIADO PARA INMOVILIZAR Y ACRECENTAR LOS INDIVIDUOS BIBLIOGRAFIA 417 9 ABREVIATURAS EMPLEADAS ARPE: Archivo pedagógico organizado por el Grupo de Historia de la Práctica Pedagógica en Colombia, ubicado en la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia. COLCIENCIAS: Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología Francisco José de Caldas. DOIPP: Decreto orgánico de Instrucción pública primaria en los Estados Unidos de Colombia del 1 de noviembre de 1870. DOIPPA: Decreto orgánico de instrucción pública primaria del Estado Soberano de Antioquia del 2 de enero de 1871. 10 INTRODUCCIÓN La presente investigación indaga por el orden, funcionamiento y transformación de la administración de la instrucción pública como órgano de la administración pública en la Reforma Instruccionista, en el caso del Estado Soberano de Antioquia, en el período de 1867 a 1880, desde sus instancias y procedimientos de control, mediante el análisis de prácticas discursivas, visibles en saberes, en prácticas sociales y en tensiones institucionales, desde una perspectiva genealógica que no excluye en su análisis la utilización del conjunto arqueológico. La búsqueda y análisis del objeto macro de investigación, administración de la instrucción pública, se desarrolló en instancias de control como los partidos políticos, la Iglesia, la escuela, el Director, el Inspector, el Maestro y el alumno y en procedimientos de control como la organización, la dirección, la inspección, la vigilancia, el examen, el premio y el castigo. En dichas instancias y procedimientos se observaron las prácticas discursivas en las que fue posible problematizar con respecto al objeto macro, objetos, conceptos, estrategias de saber y de poder y posiciones y funcionamientos de los sujetos, las instituciones y los discursos que, como elementos que influyeron en las formas de decir, afectaron la modalidad con la que se enunciaba y, por lo tanto, las formas de ver y de decir, en el campo de la administración de la instrucción pública. La pesquisa en el pasado de la gestión educativa se realiza por la importancia que en la actualidad presenta este objeto. Hoy, en el campo educativo y pedagógico∗, se consolida la tendencia del gerencialismo como mecanismo de gobierno escolar, el cual como tecnología y nueva forma de poder, busca crear una cultura empresarial al interior de la ∗ El término campo, posibilita poner límites a la dispersión de prácticas y discursos que se presenten en cada uno de éstos tres ámbitos, permite integrar las regularidades que se puedan definir de acuerdo al orden, funcionamiento y transformación que presentan cada uno de ellos, ayuda a diferenciar las distintas prácticas discursivas que circulan al interior de los campos en cuestión y en su correlación con otros, muestra las relaciones dialécticas de fuerza, de lucha, entre agentes o entidades que presentan visiones e intenciones divergentes acerca de cómo desarrollar la enseñanza para la formación y educación de los sujetos y la sociedad y visibiliza las condiciones que se producen en un determinado estado de fuerzas que, al ser analizadas, muestran la incidencia de ellas en la descripción y caracterización del campo, entroncado de esta manera en una perspectiva histórica. Los campos anteriores es posible relacionarlos desde el saber pedagógico como espacio de pluralidad, que reúne al campo pedagógico, al campo educativo y al campo de la instrucción pública. La diferencia entre los campos acá analizados, estaría dada por lo que se produzca en la especificidad del campo, reconociendo que el objeto instrucción se circunscribe a la difusión de saberes, lo educativo a los procesos de formación que implican las Ciencias de la Educación y, lo pedagógico, a un saber y una práctica en la que además de estar inmersos y cruzados los dos anteriores campos, emerge la enseñanza como elemento de problematización central. 11 escuela. Por esta vía, la educación se administra mediante mecanismos de control, informes, evaluaciones, comparaciones, indicadores, estrategias de competencia y retribución por el desempeño, usados como medios para inspeccionar, vigilar, sancionar, desgastar y producir cambios políticos y culturales. Las raíces mas próximas de esta tendencia que va acompañada de una disminución de la presencia del Estado en la financiación de la educación y de un aumento del control sobre el proceso pedagógico, el maestro y la escuela, se encuentran en la década de los 80 y los 90, período en el que se presentó el nacimiento de las políticas neoliberales -hoy mucho más radicales de lo que cabría esperar de los conservadores- las cuales incluyeron los recortes en la inversión social y la necesaria racionalización de las tareas administrativas del Estado para buscar en escenarios como el educativo, una modernización, eficiencia y competitividad. La organización y dirección de la educación como medio para la gestión de lo social, tiene una historia, la cual es posible rastrear en la Reforma Instruccionista, en la cual la administración de la instrucción buscó por el liberalismo radical la modernización de lo social, para dinamizar por esta vía, las estructuras políticas, culturales y económicas del país, que estaban en pretérito, asentadas significativamente en el ideario del conservadurismo. Con base en esta economía positiva, se gestionó la educación de segmentos poblacionales. Ésta se afianzó tanto en los territorios de dominio radical como en el Estado Soberano de Antioquia, mediante una reconfiguración en las estructuras y funcionamientos del sistema de instrucción, mediante cambios en la dirección del mismo, con base en una estricta inspección y vigilancia, a través del impulso de la competencia, del éxito y del individualismo, por medio del premio y la emulación y, de ser necesario, por la vía del castigo. En el anterior horizonte, la investigación para indagar históricamente la gestión educativa, en tanto problema que en la actualidad genera un alto impacto en la calidad educativa, se ubica en el período de 1867 a 1880. En este tiempo se presenta como discontinuidad en el modo de gestionar la enseñanza en los Estados Unidos de Colombia, la reforma implementada en el año de 1867 en la que el Congreso Nacional aprobó la Ley 66, que creó la Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia, institución con la cual los liberales radicales impulsaron su proyecto político, 12 y el año de 1870, como fecha en la cual mediante el Decreto Orgánico de Instrucción Pública -DOIPP- se fortaleció la Reforma Instruccionista y se determinó, en el contexto de una visión impregnada de un romanticismo utópico político, de las ideas constitucionales francesas de cuño jacobino y del liberalismo económico clásico británico, que la instrucción pública debía desarrollarse a partir de tres ramos: la enseñanza, la administración y la inspección. La configuración de la instrucción primaria y universitaria por el Gobierno de la Unión desde una educación laica, sentó las bases para la puesta en marcha de los intereses sociales, políticos y económicos de los liberales radicales, inspirados en el liberalismo inglés y francés, como filosofía radical de fondo. El proyecto liberal que se escondía detrás de las reformas educativas y que centrósu atención en la construcción de una ética fundada en principios de racionalidad, libertad, ciudadanía y productividad, encontró oposición en Estados como el de Antioquia, en virtud de su orientación política e ideológica de corte conservador que no excluyó en su plataforma valores liberales. Este Estado sustentado en la descentralización política garantizada a partir de la Constitución de Rionegro en 1863, desconoció las reformas educativas liberales mediante la implementación de decretos como el Orgánico de la Instrucción Primaria del Estado, del 2 de enero de 1871 y el Orgánico de la Universidad de Antioquia, del 28 de octubre de 1874. La oposición jurídica, política y educativa concretada entre otras en las anteriores normas por el Gobierno antioqueño, en estrecha alianza con la Iglesia Católica, conllevó a que sólo se aceptase en este Estado la Reforma Instruccionista impulsada por el Gobierno de la Unión, el 4 de julio de 1877, una vez finalizada la Guerra de las Escuelas, iniciada en 1876 por la dirigencia conservadora y eclesiástica, contra el liberalismo radical, confrontación de la que salió triunfante en el aspecto militar el liberalismo, quien se desgastó en un corto y mediano plazo políticamente por aferrarse al poder. Las tensiones sociales, políticas e ideológicas entre el liberalismo radical y el Gobierno conservador Antioqueño como instancia que valoró y respetó el papel de la Iglesia Católica, apoyándose en ella para favorecer la modernización y la cohesión social, estaban enraizadas en las luchas pretéritas desencadenadas por la amenaza y el desafío que representaba la propuesta liberal moderna, retomada del período revolucionario madurado a finales del siglo XVIII en Europa. Forjada la libertad en nuevos valores 13 impulsados por la burguesía liberal, representó una amenaza para una sociedad que venía siendo organizada de manera jerárquica, fundada sobre estamentos que se negaban a la movilidad y unida religiosamente1. El liberalismo en este sentido demandó una administración enmarcada en la racionalización y en una progresiva burocratización. Como se indica en la primera parte del presente trabajo, específicamente en el capítulo uno, en el que se problematiza la configuración y reconfiguración de la administración de la instrucción pública en sus raíces europeas, la administración pública como elemento de gobierno, emergió en la Época Moderna con el desdoblamiento de la Ciencia de la Policía∗ que, a finales de este tiempo, se dividió en una policía de seguridad con la que se atendió el orden, la seguridad y el cumplimiento de la ley, y en una policía de bienestar que, en rigor, fue una administración. Ésta se extendió a campos como el de la instrucción pública y se desplegó por medio de estructuras jerárquicas, las que se organizaron técnicamente por funciones y deberes que contemplaron el ejercicio de una vigilancia permanente y con las que se propugnó por la normalización de la nación como estrategia para incrustar o prescindir de todo aquel que se resistiera a la homogenización que el Estado impulsaba, haciendo uso de la norma para la configuración y ordenación de un Estado- nación, como expresión de aquello que Foucault llamó la razón gubernamental2. Por esta vía la administración estatal produjo racionalmente, como lo hace en la actualidad, estrategias, procedimientos, técnicas e instrumentos dirigidos a disciplinar al sujeto y a regularizar la población. El despliegue de esta razón gubernamental en la que el poder y el Estado configuran un orden a su interés, recortó, no sin resistencias y luchas, las instituciones, los sujetos y los discursos en el campo de la instrucción pública y con ello el proyecto de persona y sociedad, buscando la afirmación del Poder Político liberal o conservador, siendo este 1 YETANO, Ana. Las iglesias cristianas en la Europa de los siglos XIX y XX. Madrid: Síntesis, Vol. 1., 1993. p. 92- 93. ∗ La Policía se invocó en la Época Moderna para aludir a intereses públicos, ajenos por completo a la particularidad y egoísmo. Sin embargo, en la misma, se realizó una utilización manipuladora del concepto, dotándolo de una gran carga política para afirmar mediante la Policía el poder interior del Estado, mediante el uso de la fuerza, con la que se gobernó a los súbditos y se administraron las cosas en beneficio del Monarca y de la felicidad y comodidad de los dominados a quienes se les procura lo necesario para subsistir. Con la Policía Disciplinaria se acentuará esta práctica, menguando las potencialidades políticas de los sujetos y por esta vía incrementando su utilidad y docilidad. 2 FOUCAULT, Michel. Nacimiento de la Biopolítica. En: Michel Foucault: Éstética, ética y hermenéutica. Traducción al español de Ángel Gabilondo, Barcelona: Paidós Ibérica S.A, 1999. p. 211-213. 14 último el que se mantuvo en alianza con el Poder Pastoral∗. Se expresó pues en la Época Contemporánea, una dominación racional en el Estado3, en el que se desplegó una administración burocrática que adecuó la norma a los fines con el objeto de expandir la formación del Estado- nación y, por extensión, la constitución de individuos que cambiaran su moralidad por un horizonte civil y que impulsaran el proyecto de nación disputado entre una amalgama compuesta tanto por el ideario liberal como por el conservadurista. El capítulo uno muestra el empleo de la normalización en la lucha entre el antiguo orden con el nuevo orden. La normalización como tecnología se afirmó con base en el poder disciplinario e irrumpió en el contexto sociohistórico de finales del siglo XVIII y se desplegó no en el individuo en función de su individualización como lo hacía la organización disciplinaria, sino sobre la población para su masificación. Se visibilizó así, un gobierno de la vida -biopolítica- desplegado en una modernidad organizada por la norma, en el que se calcularon en los órganos administrativos como expresión de un orden regulador, los efectos de ámbitos como el de la instrucción, que tuvieron consecuencias sobre la masa4. El poder disciplinario que se desplegó en occidente desde finales del siglo XVII y que se afirmó en el siglo XVIII, surgió como alternativa frente al uso de la policía como forma de gobierno que en la sociedad de soberanía desplegaba el poder de una forma ilimitada. La disciplina, por el contrario, calculó el ejercicio del poder, empleando para ∗ Foucault define al poder pastoral, como aquel en el que al pastor le corresponde cuidar a todas y cada una de las criaturas del gran pastor divino ayudándoles y mejorándoles su vida. Es un poder que no actúa como el poder político, sobre los sujetos civiles sino que se ejerce sobre individuos vivos. Con base en el deber moral pastoral de la abnegación y en la vigilancia que propugna por saber cómo se encuentra el rebaño y cada oveja, como conocimiento individual realizado a través del examen de conciencia que se indaga permanentemente por bien y el mal con el objeto de controlar las pasiones y alcanzar el progreso y mediante la dirección de conciencia ejecutada a través de consejos, el poder pastoral no sólo asegura la salvación del rebaño, sino que individualiza. Para salvaguardar la vida de los sujetos, el pastor somete a su rebaño a su voluntad, presentándose una obediencia no por la persuasión racional realizada sino por la sumisión personal impulsada. Se desplaza, pues, en el poder pastoral el código civil por la voluntad del pastor quien es el que decide que debe hacerse. En el pastorado la obediencia es virtud, es un fin en si, es un estado permanente en el que las ovejas se someten a sus pastores. La reflexión se omite en tal virtud y por extensión una interacción que propugne por la autonomía del individuo. Aun lo anterior, si bien el pastorado cristianoha presentado tensiones con el poder político, muestra de igual manera la evidencia de un asocio con su polo opuesto, el Estado. Mírese al respecto: FOUCAULT, Michel. Omnes et singulatim: Hacia una crítica de la “razón política”. En: Tecnologías del yo y otros textos afines. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, Título original: Technologies of the self. Traducción de: Mercedes Allendesalazar. 2000.p. 95-117 3 WEBER, Max. Economía y sociedad. Tomo II. México: Fondo de la Cultura Económica. Traducción deJosé Medina Echavarria, Juan Roura Parella, Eduardo García Máynez. Eugenio Ímaz y José Ferrater Mora. Titulo en Alemán: Wirtschaft und Gesellsachaft, Grundriss der Verstehenden Soziologie, 1944. p. 707-708 y 743. 4 FOUCAULT, Michel. Del poder de soberanía al poder sobre la vida. En: Genealogía del racismo. Madrid: Las ediciones de la Piqueta, Traducido por: Alfredo Tzveibely. 1992. p. 250-255. 15 ello técnicas, instrumentos y procedimientos que favorecieran la formación de sujetos adiestrados, moralizados y domesticados. La moderación del poder absoluto bajo el reino de la disciplina, estuvo vinculada al establecimiento de órdenes administrativos que operaron encadenadamente con base en normas y reglas, afirmandose de forma ambivalente en campos como la instrucción, la libertad y el dominio racional, mediane un control del tiempo y el espacio y mediante la dirección, la vigilancia, el examen, el premio y el castigo, como elementos que participaron en la organización de la cotidianidad escolar en coherencia con los intereses del nuevo orden burgués. Estos elementos que presentan condiciones de existencia propias en el período por el que acá se indaga, fueron acompañados del paradigma panóptico de Bentham5, que se instaló en la instrucción pública como una vigilancia permanente y total, llevada a cabo por cuadros que afirmaban el poder disciplinario, mediante la observación y el registro regular de los sujetos, para favorecer en ellos su progreso, para estimular a los dóciles y útiles y coaccionar a los desadaptados con el objeto de buscar como se hace hoy, su felicidad individual. Los hallazgos sobre la administración de la instrucción pública en la Europa moderna y contemporánea, permiten visibilizar en el capítulo dos, en el que se muestran los vestigios de la administración de la instrucción pública de la Europa Moderna y Contemporánea en la Colombia del siglo XIX, recurrencias para el gobierno económico de los escolarizados. En este sentido, la presencia del poder disciplinario y regulador, del modelo panóptico y de la administración burocrática a lo largo y ancho del siglo XIX, se constituyen en raíces y procedencias de la gestión de la instrucción pública que se tejerá en la Reforma Instruccionista en el Estado Soberano de Antioquia. Los vestigios encontrados para el efectivo gobierno de la instrucción, apuntan a la afirmación de un proyecto de Estado y a la formación de un proyecto de persona y sociedad coherente con los intereses propios del período republicano, desenvuelto en medio de la línea de fuerza entre la doctrina liberal con la conservadora y cristiana. En este sentido, la segunda parte del trabajo, en la que se problematizan de manera transversal las instancias de control y de manera lineal los procedimientos de control presentes en la administración de la instrucción pública, permite mostrar, 5 FOUCAULT, Michel. Vigilar y castigar Nacimiento de la Prisión. México: Siglo XXI Editores, Traducción: Aurelio Garzón del Camino. 1980. p. 177. 16 específicamente en el capítulo tres, la relevancia de la Revolución Francesa y de la Ilustración, respectivamente como fuerzas social e intelectual, en la configuración de la cultura de Occidente. Se reconocen allí, como acontecimientos que marcaron a la élite liberal colombiana en el siglo XIX, con las consecuencias de ello en la reforma de las prácticas conservadoras que venían siendo concebidas en el ámbito individual y social. En éstos hitos se asiste al nacimiento de nuevas retóricas que conceden a la instrucción pública una posición mesiánica en la que se ve la escuela y la escolarización como instrumentos para la libertad, la autonomía, la igualdad, la difusión de la razón y el progreso. Estos elementos que guían actualmente los componentes teleológicos de la organización escolar, condujeron en su concreción a prácticas guiadas por el espectro de la dominación, al buscar la civilización, disciplinando. Bajo este último elemento, la utopía como plan del pensamiento ilustrado, quedó envuelta en una traducción tecnológica que se expresó en la idea de orden, en tanto se dieron una serie de prescripciones que hubo que obedecer, observar y ejecutar no ya por medio del autoritarismo, sino mediante una sutil disposición y proporción de los diversos elementos que componían el edificio de la modernidad, para la creación de cuerpos y ciudadanos rentables, útiles y sumisos6. Estos acontecimientos pretéritos planteados en el capítulo tres, fueron elementos que coadyuvaron a que los líderes criollos cuestionaran el espíritu hispánico vinculado a la concepción nobiliaria de la vida y que posibilitaron al liberalismo radical encarnar el ideario revolucionario francés, para impulsar la ciencia, el patriotismo, la libertad, la iniciativa personal, el individualismo y el mito del progreso; aspectos que como programa cultural de la modernidad, se desarrollaron en la Reforma Instruccionista mediante una moralización que expandiera y afirmara una organización republicana con la que se menguaba el antiguo orden, legitimada mediante una valoración redentora de la ciencia, la razón y el progreso. Esta retórica como núcleo del impulso ético del liberalismo a lo largo del siglo XIX, terminó por ahogar la esencia misma de dicho impulso. El proyecto cultural ilustrado retomado con sus especificidades por el liberalismo radical, tuvo como misión traducir la educación en progreso social. Así lo pensó la élite intelectual del país, como maestro colectivo y padre administrador de un mensaje de salvación nacional a través de la educación, que pagó su precio al ser cada 6 TERRÉN, Eduardo. Educación y modernidad. Entre la utopía y la burocracia. España: Anthropos, 1999. p. 55. 17 vez más controlados sus discursos y administrados sus mensajes, y al estar inmersa en prácticas que petrificaban vía funcionarios, el contenido político liberador de la utopía ilustrada. En este horizonte, para los Instruccionistas la escuela está llamada a echar los cimientos de la República y consagrada a fundar un sistema de educación popular que regenerara y levantara el carácter nacional y fuera el más fuerte vínculo de la unión entre los estados7. Esta institución configurada mediante una detallada racionalidad jurídica, se convirtió en la instancia que por excelencia contribuiría a la materialización de la empresa civilizadora, la cual para el liberalismo radical, en coherencia con los cambios políticos, sociales y económicos gestados en Europa a partir de 1848, con la participación de los francmasones, debía emprender tal labor mediante una educación laica a diferencia de los gobernantes antioqueños para quienes fue valiosa una instrucción que propugnara por individuos guiados por el ascetismo, bajo la tutela del Poder Político y el Poder Pastoral. El liberalismo se deja ver, en el capítulo tres, como una entidad o potencia esencialmente enemiga de la Iglesia, en dos ámbitos: en teoría, al profesar principios y doctrinas radicalmente contrarias a la Iglesia, las que siendo utilizadas como medios para la reforma social, buscaban la resignificación de la condición ontológica, mediante corrientes utilitaristas, sensualistas y materialistas y, en la práctica, en tanto desarrollo del ideario liberal, que propugnabapor el desplazamiento de todo lo que le era contrario8. Se constituye Antioquia, pues, en escenario diferenciador y de disfuncionalidad, frente a la Administración de la Instrucción Pública llevada a cabo por el Gobierno de la Unión, el cual había tenido la iniciativa de organizar un sistema oficial, nacional, único y uniforme. En las posiciones políticas e ideológicas convergentes y divergentes que se expresaron en estos escenarios, es posible mostrar lo continuo o discontinuo en la administración de la instrucción pública. 7 VILLEGAS B., Luis Javier. Las vías de legitimación de un poder. Colombia: Tercer Mundo Editores, 1996. p. 82- 84 8 Instrucción pública. En: La Caridad. Correo de las Aldeas. Libro de la Familia Cristiana. Bogotá: Año XI No 45. (8 de julio de 1879). ARPE. C 53 f 3992 RI. 1879. p 709. 18 En tales acontecimientos, el saber pedagógico frente a la administración de la instrucción pública en el período en cuestión, presenta oposición, al favorecerse la jerarquía de la segunda, frente al primero y, al realzarse como se aprecia hoy, el papel de la escuela como instancia para impulsar la disciplina, la utilidad, el orden y normalización, concebirse paradójicamente, también, como espacio central para la ilustración, la igualdad, la libertad y el desarrollo de la razón, como lugar donde se forma el hombre con íntegras cualidades morales, con méritos para dominar los asuntos públicos, como espacio para la fundamentación política y la construcción social. En el anterior horizonte, de los capítulos cuatro al nueve, en los que se problematizan los procedimientos de control, se muestra cómo en la Reforma Instruccionista las disposiciones emanadas por el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo para el establecimiento de la Universidad Nacional y la organización, dirección y vigilancia de la Instrucción Pública Primaria en los Estados Unidos de Colombia, buscan administrar no sólo la enseñanza sino la inspección. No quiere decir lo anterior que la mirada de la inspección no llegue a la administración y la misma enseñanza, lo que pasa es que la inspección se realiza por quienes administran. La enseñanza, como en la actualidad, se constituyó en la razón de ser de la administración y la inspección; sin embargo, la configuraron la naturaleza de ambas, su caracterización y su delimitación. La enseñanza impartida en la escuela presenta como acontecimiento, el implicar la administración y la inspección, prácticas que se dan también en ambos objetos que se delimitan en la norma producida. Los tres se presentaron como un singular dispositivo que con componentes y subcomponentes, procedimientos y recursos, pusieron en marcha el sistema de la instrucción pública. En este sentido aunque es inevitable en la presente investigación esquivar las relaciones que se presentan entre el saber pedagógico y el campo administrativo, se deja explícito que en aras de delimitar la pesquisa, la investigación centrará su estudio en la administración de la instrucción pública, precisando que aunque en el trabajo el saber pedagógico no es objeto central de análisis, presenta relaciones con el objeto macro de la investigación, lo que implica su nombramiento como espacio de saber donde se perfila, establece, funciona, circula, produce y pueden caracterizarse regularidades sobre la gestión de la instrucción. En esta perspectiva se constituyen en superficies de emergencia los saberes∗ y en instancias de delimitación de ∗ La administración de la instrucción pública en la Reforma Instruccionista en Antioquia presenta relaciones de complementariedad con saberes como la pedagogía, la administración pública, la legislación educativa, la economía 19 la investigación las prácticas institucionales y sociales y posiciones de sujeto en que se visibiliza; como elementos en los que se muestran objetos, se despliegan enunciados, aparecen nociones o conceptos y se hallan estrategias de saber y de poder. Esta madeja presente en el discurso, es necesario agruparla desde su dispersión, captando su retorno y reconociendo sus cambios a partir de las disposiciones y funcionamientos visibles en el objeto macro de investigación. Se agrega a este ovillo, una administración de la instrucción pública que como práctica incluye políticas, fines, propósitos, estrategias, técnicas, instrumentos, procedimientos y recursos; elementos que se visibilizan en las fuentes educativas de forma explícita y relevante en los Estados Unidos de Colombia, en la Reforma Instruccionista en el caso del Estado Soberano de Antioquia, de 1867 a 1880, y que son posibles de agrupar en el conjunto de positividades∗ que en este espacio y tiempo fueron visibles como la organización, la dirección, la inspección, la vigilancia, el examen, el premio y el castigo; serie y dispositivo de gestión en la que se agrupan los objetos visibles, las enunciaciones formulables, las fuerzas en ejercicio, los sujetos en posición10 y las instituciones por las que se lucha para legitimar el ejercicio del poder. Es de anotar que el referido dispositivo, reconfigurado en la actualidad en un proceso administrativo que invisibiliza el premio y el castigo, muestra para el gobierno económico de la instrucción pública, procedimientos de control como los enunciados, los cuales se enmarcaron dentro de la historia de la Administración Pública, en un período en el que reinó el criterio de la potestad pública∗∗ entre 1800 a 1900, cuando la acción de la administración fue estrictamente definida por el principio de la sumisión jerárquica a la política y con saberes locales que en su conjunto se constituyen en instancias de delimitación de la administración escolar implementada en el período y espacio que acá se indaga. En este horizonte, se hace necesario indagar para el caso de estudio, cómo fueron las condiciones de emergencia y de existencia de la administración de la instrucción pública en la Reforma Instruccionista en Antioquia, en relación con los referidos saberes y con las prácticas institucionales y sociales en las que se produjeron y circularon, y que se constituyeron en su superficie de emergencia. ∗ Para Zuluaga una positividad es un “conjunto de conocimientos que no constituyen una ciencia, pero que tampoco constituyen amontonamientos de conceptos; son formados a partir de las prácticas discursivas y puede formarse a partir de ellos un discurso científico […] Estos elementos no están reunidos de antemano, es necesario juntarlos […]” Ver: ZULUAGA G, Olga Lucia. Pedagogía e Historia. La historicidad de la pedagogía. La enseñanza un objeto de saber. Santafé de Bogotá: Siglo del Hombre Editores, Anthropos, Editorial Universidad de Antioquia. 1999. p. 146. 9 DELEUZE, Gilles. ¿Qué es un dispositivo? En: Michel Foucault filósofo. Barcelona: Editorial Gedisa, Título original: Michel Foucault philosophe. 1995. p. 155. 10 DELEUZE, Gilles. ¿Qué es un dispositivo? En: Michel Foucault filósofo. Barcelona: Editorial Gedisa, Título original: Michel Foucault philosophe. 1995. p. 155. ∗∗ La potestad es una noción que se refiere a la situación jurídica en que se hallan los particulares y el Estado y en virtud de la cual pueden originar obligaciones. Como potestad pública, se entiende la autoridad, el dominio o jurisdicción que tiene el poder político para aplicar las leyes o sancionar su cumplimiento. 20 política y respeto a la regla jurídica11. El lenguaje administrativo fue, preponderantemente, el Derecho. El conjunto de positividades visibilizado en la serie antes expuesta, como tecnologías de gobierno problematizadas de los capítulos cuatro al nueve, fueron desplegadas en su dispersión en el campo de la instrucciónpública, tanto por los Instruccionistas como en el Estado de Antioquia. Ellas permiten en su reunión, mostrar la existencia de una pragmática configurada por principios, nociones y conceptos operativos o especificadores, arquitecturas y tensiones entre el decir y el hacer. El despliegue del dispositivo como pragmática, presenta implicaciones para el arreglo de cierto tipo de sociedad, que pasa en la Época Contemporánea por la instrucción y educación del individuo, por la formación de su subjetividad, como eventos de los que participa el campo pedagógico en relación con las tecnologías de gestión. El conjunto de estos elementos influye en la disciplina del sujeto y la normalización de la sociedad. La rentabilidad que se obtiene de esta formalización que enfoca su mirada hacia la capacidad de dirección y vigilancia, sin descartar el despliegue de posibilidades y de efectos limitadores, es canalizada tanto hacia las instituciones y sujetos que entran en el juego del poder como a los sujetos que participan marginalmente del juego, quienes al involucrarse en el mito del progreso, afirman el proyecto civilizador propuesto por Occidente a través de la lógica de racionalización que lo acompaña. Las tecnologías administrativas resultan, pues, como sucede hoy, enraizadas en proyectos de Estado, en proyectos de persona y sociedad, es decir, emergen de dinámicas políticas conectadas estrechamente a la gestión de lo social. En la modernización presente en problematizaciones como las anteriores tanto en la Reforma Instruccionista como en el plan educativo del Estado soberano de Antioquia, -que creó rejillas para la distribución de discursos laicistas y republicanos- se mantuvieron y se actualizaron -dulcificándose y racionalizándose- tecnologías para la gestión de la vida que ya venían siendo usadas en las pedagogías clásicas y contemporáneas entre las que se citan el castigo, la vigilancia, el examen, el premio y la emulación. Si bien algunos de estos objetos se desplegaron en la práctica pedagógica, fueron, como se demuestra del capítulo seis en adelante, tecnologías que posibilitaron 11 MULLER, Pierre. Las políticas públicas. Bogotá: Universidad externado de Colombia, 2002. p.36 – 37. 21 marchar no solo en relación a la enseñanza, sino que como el examen, visibilizado actualmente en la performatividad∗, actuaron como tecnologías de gobierno para favorecer la creación de cierto tipo de subjetividad en funcionarios y escolarizados, generando resonancias en la sociedad y en los juegos de poder que en ella y por ella se movían. Las tecnologías de gobierno indagadas a partir del capítulo cuarto, posibilitaron en el anterior horizonte al ala liberal radical, sustentada en los célebres valores del siglo XIX -la razón y el progreso, al igual que en la transmutación de los valores religiosos por valores políticos- debilitar los intereses de la Iglesia, los militares, los conservadores y liberales independientes, no sin resistencia. La mayor oposición vino en tal horizonte mediante la Guerra de las Escuelas, en 1876, que se constituyó en hito para la reconfiguración política en los contextos regionales y para la profundización de la pérdida del poder radical en 1880, una vez Rafael Núñez∗∗ ascendió a la presidencia de la República. En tales acontecimientos, se visibiliza, el desmoronamiento del edificio educativo construido por los liberales radicales, los cuales en su conjunto con la tercera presidencia de Núñez en 1886, son condición de posibilidad de la Constitución Política de 1886, con la que se entierra, desde la norma de normas, la dirección que el radicalismo venía imprimiéndole a la instrucción pública con base en los valores ilustrados de la pedagogía de finales del siglo XVIII en Europa. Es de anotar que tras el triunfo militar del radicalismo y las fuerzas oficialistas, Antioquia no pudo continuar por el camino de autonomía administrativa, fiscal y política emprendida respecto a la instrucción, con la toma del poder por los conservadores en 1864, que posibilitó a la legislatura dictar la Ley del 1 de agosto de 1865 en la que, según Saldarriaga12, se autorizó al presidente del Estado para que organizase un plan de instrucción pública primaria que se concretó en 1866 y que entró ∗ La performatividad como control del contexto, va ligada a la evaluación. Cuando se evalúa el desempeño del individuo o la organización se hacen perceptibles el valor de ambos. La performatividad evalúa para controlar y gestionar el cambio. ∗∗ Rafael Núñez (1825-1894) fue presidente de la República (1880-1882; 1884-1888). Liberal disidente que en su segundo mandato produjo una escisión en el Partido Liberal, con base en la cual fundó el Partido Nacional, de carácter conservador, asunto que provocó la insurrección del liberalismo radical en 1885. Propuso la abolición de la Constitución federalista de Rionegro expedida en 1863 y la aprobación de una nueva Constitución de carácter centralista promulgada en 1886. 12 SALDARRIAGA, Oscar. De entropías y rechinares: el sistema de instrucción pública colombiano durante la “Reforma Instruccionista” del Gobierno Liberal Radical, 1868-1880. Bogotá: En proceso de Edición, 2002. p.263. 22 en vigencia el primero de junio13. Así, la posición del Estado Soberano de Antioquia de difundir una educación “eminentemente moral y religiosa; y la instrucción, eminentemente científica, profesional e industrial”14 como elementos que respectivamente divergían en los aspectos religiosos y eran convergentes en los de instrucción e industria con las propuestas radicales, debió ser ajustada a los parámetros de la Reforma Instruccionista enmarcada en procesos de cambio, jalonados por actividades racionales, científicas y administrativas. Según lo planteado, la Reforma Instruccionista produjo continuidades y discontinuidades en la conducción escolar. Se introdujo en ella, en medio de la racionalización de lo sagrado y la sacralización de la razón, la administración en la instrucción. Esta se hace visible en enunciados, susceptibles de describir y analizar a partir de una perspectiva genealógica con la utilización del conjunto arqueológico. Implica ello la identificación de las regularidades discursivas configuradas en las nociones y conceptos evidenciados en el archivo, en los objetos discursivos en que se expresó esta práctica, en las modalidades enunciativas en las que fue posible mirarla y en las elecciones teóricas15 descubiertas en ella. Estos aspectos son factibles de rastrear en el discurso, para poder comprender con todo ello, por un lado, la dirección y límites y, por otro, las externalidades, los campos asociados, las figuras extrañas, la materialidad histórica16 de la administración de la instrucción pública en la Reforma Instruccionista en el Estado de Antioquia. La dialéctica entre la administración de la instrucción pública del Gobierno de la Unión y las fuerzas políticas y morales del Estado de Antioquia permite obtener una mirada significativa de lo que permaneció y se reconfiguró, de las funcionalidades y disfuncionalidades, de la práctica organizada y estructurante, de la dirección y alcances en la propuesta de la administración de la instrucción pública en la reforma radical y en el Estado Soberano de Antioquia. 13 VILLEGAS BOTERO, Luis Javier. Aspectos de la Educación en Antioquia durante el Gobierno de Pedro Justo Berrío. 1864 – 1873. Medellín: Secretaria de Educación y Cultura, 1991. p.31 – 34. 14 LA SOCIEDAD. Excomunión. En: Biblioteca Central. Sala de Prensa. U. De Antioquia. Medellín: No. 166, p: 153-154. (Sep. 4. 1875).p.168. 15 FOUCAULT, Michel. Arqueología del Saber. México: Siglo XXI Editores, Traducción de Aurelio Garzón del Camino. Titulo Original.L´archeologie du savoir. 1997. p. 62. 16 FOUCAULT, M. Nietzsche, la genealogía y la historia. España: Pre-textos, Traducido al castellano por: José Vázquez Pérez. Titulo original en lengua francesa: Nietzsche, la Généalogie et l´Histoire. 200. p. 17-18. 23 Lograr lo anterior implica, como ya se mencionó, indagar por la administración de la instrucción pública en la Reforma Instruccionista en el Estado en cuestión, describiendo y explicando como lo plantea Morey17, el cómo y el por qué de su configuración, funcionamiento y transformación, mediante el análisis y cuestionamiento de las instancias y procedimientos de control, visibles en el período de 1867 a 1880. Es decir, amerita en niveles más específicos, mostrar cómo y por qué se estableció determinado orden y funcionamiento en la administración de la instrucción pública en la Reforma Instruccionista, en el caso del Estado Soberano de Antioquia, en instituciones como la Iglesia, el Partido Conservador y el Partido Liberal, mediante las relaciones y tensiones presentadas, en torno a la gestión de la educación, al igual que el análisis de cómo y por qué, el funcionamiento allí producido, en el campo en cuestión, delimitó o recortó determinado tipo de Escuela Primaria, Escuela Normal, Universidad, Director, Inspector, Maestro y Alumno. Específicamente, implica además a partir de la pregunta por el cómo y el por qué, poder describir y explicar la gestión administrativa de la Reforma Instruccionista en Antioquia expresada en procedimientos de control como la organización, la dirección, la inspección y la vigilancia, el examen, el premio y el castigo. Tales aspectos, es posible rastrearlos como se ha indicado, fundamentalmente en campos discursivos y fenómenos institucionales y sociales concomitantes al período que se estudia, al igual que en eventos de la Época Moderna y Contemporánea, en el ámbito no sólo local o nacional, sino también en el contexto internacional, ubicando aquellos hitos y acontecimientos que en Occidente modificaron a Europa – El Renacimiento, la Revolución Francesa, la Revolución Industrial, la Ilustración - con las repercusiones y apropiaciones filosóficas, políticas, sociales y económicas de ello en un país como los Estados Unidos de Colombia. Se trata, metodológicamente, de aprovechar las potencialidades de análisis del discurso que ofrece el conjunto genealógico, para dar respuesta a por qué la instrucción pública en la Reforma Instruccionista en el caso del Estado Soberano de Antioquia se desarrolló en determinada dirección, explicando el alcance que tuvo. Ello amerita el análisis y 17 MOREY, Miguel. Introducción: Cuestión del método. En: Tecnologías del yo y otros escritos afines. Foucault, Michel. Barcelona: Paidós, 1990. p. 14-15. 24 cuestionamiento de las instancias -instituciones y sujetos relevantes presentes en la reforma- y los procedimientos de control -organización, dirección, inspección y vigilancia, examen, premio y castigo- que se constituyeron en fuente de dominio en la reforma educativa en cuestión, explicitando los límites que las regularidades discursivas encontradas, presentan para las formaciones reales. La genealogía posibilita al abordar una práctica desde el análisis de sus procedencias y emergencias, de las continuidades y discontinuidades, focalizar la mirada sobre la serie de problematizaciones y dispositivos donde se constituye y estructura, no la verdad, sino determinados juegos de verdad, juegos en los que los sujetos que intervienen, por tal virtud, se ven envueltos en procesos de subjetivación en los que se aplica y padece determinado tipo de administración de la instrucción pública, desde el entramado de fuerzas institucionales y de dominación que la configuran. La genealogía permite develar así, cómo la administración de la educación en el período que acá se indaga, produce en su aplicación, control, sujeción, docilidad, moldeamiento y utilidad. Ella posibilita preguntarse por el tipo de racionalidad que se evidencia en objetos discursivos como los que en esta investigación se indagan y que crean red con el objeto macro de investigación, lo que admite a la vez explicar o analizar las reglas de constitución y transformación, con el objeto de descubrir el enraizamiento histórico de los objetos y su comprensión presente18. El conjunto genealógico implica el uso de la tarea arqueológica propuesta igualmente por Michel Foucault. Tarea que involucra el análisis de la instrucción pública en la Reforma Instruccionista en Antioquia a partir de las superficies institucionales y sociales en que aparece y los saberes locales y eruditos con que se relaciona. Para ello se hace necesario describir cómo los enunciados susceptibles de agrupar en series, -en correspondencia al objeto macro de la presente investigación- se modifican a causa del orden y funcionamiento de las instituciones, los sujetos o el discurso. Se pretende hacer aparecer y describir en el campo de enunciados en que se visibilizan, circulan y que han hecho posible la multiplicidad heterogénea de las nociones y conceptos sobre administración escolar en el espacio y período en cuestión, sus transformaciones y, con base en éstas, su dirección y alcance en la instrucción pública. 18 ALVAREZ, Fernando y VARELA, J. La arqueología de la escuela. Madrid: Ediciones la Piqueta, 1991. p.55. 25 PROBLEMA Y METODOLOGÍA PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA La administración en la educación como práctica tiene en la actualidad un papel preponderante en la educación como espacio relevante en la configuración de la realidad social. Ésta cobra progresiva importancia y responsabilidad por el hecho de que los países, cuanto más avanzados, más interés, medios y demandas conceden a la institución escolar, llegando a ser la gestión educativa uno de los sectores más amplios y complejos de la administración pública. Esta práctica como tecnología moral∗ ha ido modificándose en su definición, funciones y posición dentro de la instrucción pública, y ha sido en los últimos años objeto de creciente atención por parte de investigadores, dadas las demandas cada vez más amplias y variadas, a las que han debido responder los sistemas educativos, aspecto que ha venido conduciendo al incremento de la complejidad organizativa de la educación como a la creciente expansión del rol directivo en las mismas. En tal horizonte, la forma y modo en que, respectivamente, se organicen y pongan en funcionamiento procesos administrativos, genera una gestión que forja la formación de la subjetividad y que tiene resonancias en la conducción de lo social. La administración educativa es una forma de acción moral. Como expresión de cálculos fundados en la bondad o la malicia dirigidos a intervenir los caracteres y las acciones de las personas, adquiere su sentido dentro de un contexto cultural determinado al desplegar sus tecnologías de gestión. Toda decisión tomada por un sujeto al servicio del aparato administrativo educativo, se fundamenta en una apreciación cognitiva del contexto social y político en el que el sujeto se sitúa. ∗ La administración educativa se entiende como tecnología moral, en tanto en ella se expresan un conjunto de prácticas y procedimientos que sustentados en saberes como la Economía Política, la Administración Pública, el Derecho o la Pedagogía, propenden por el control de los sentimientos y comportamientos en los escolarizados y quienes los dirigen o por el desplazamiento o mantenimiento de cierto tipo de principios y costumbres en el escenario escolar. La regulación que se produce, se adecua al orden instituido, con el objeto de generar actos en los sujetos que en coherencia con lo establecido, posibilitan rentabilidadpolítica. 26 El objeto macro de la presente investigación: administración de la instrucción pública, actualmente reconfigurado como gerencia educativa, ha presentado cambios, crisis, avances y retrocesos en su historicidad, según las tendencias sociales, culturales, políticas y económicas, y ha reflejado las características de las formas de organización del Estado. En el Siglo XIX, la administración como un saber sometido, operó con disciplina, orden, obediencia, autoridad jerárquica, diferencias de categoría, separación de roles, individualismo y desconfianza hacia el trabajador, elementos que perviven en la administración de muchas organizaciones productoras de bienes y servicios. En la actualidad, momento en el que prima la hegemonía del sector terciario, en el que importa no la producción, sino la venta de servicios, características como las descritas en las fabricas, propias de la sociedad disciplinar, son combinadas y reconfiguradas por nuevos funcionamientos propios de las sociedades de control. Como lo plantea Deleuze19, los estilos de administración de las instituciones cerradas en las sociedades de control, son cambiados por la gerencia, tarea propia de empresas que no sólo miran hacia adentro, sino que tienen una apertura hacia su entorno. De igual forma las características rígidas de dirección presentadas para las organizaciones en las sociedades disciplinarias, son cambiadas por una flexibilidad laboral que lejos de ser garantía de bienestar, se convierte en un poderoso mecanismo de sumisión para la producción incondicional, que contrasta el fantasma de la inestabilidad regular y evita la fraternidad, la democracia, el compromiso y la lealtad a una organización que no da muestras de tenerla con quien la forja. En este tipo de instituciones como lo plantea Sennett20, ya no existen las fabricas que eran administradas desde la mirada Weberiana, conforme a la dirección militar, el general o el patrón en la cúspide y los soldados y los obreros en la base y en las que la división del trabajo reducía las posibilidades de que hubiera dos operarios o grupos para la misma tarea. Por el contrario, hoy se hace desaparecer las actividades con carácter indefinido, sustituyéndolas por varios equipos de trabajadores que laborando de forma simultanea, según los criterios fijados ya no por 19 DELEUZE, Gilles. Las sociedades de control. En: L´autre Jounal. Retomado en Pourparlers. Traducido por Alberto Castrillón. París, 1990. p. 112-113. 20 SENNETT, Richard. La nueva sociedad urbana. En: Le Monde Diplomatique, 2002. p. 12. 27 los de arriba, sino por los del centro, compiten por la efectividad entre unos y otros. Como estimulo por el triunfo, ya no existe dinero, con el cual asegurarse bienestar, sino la satisfacción de haberle ganado a los otros, de ser “los mejores”, de haberse opuesto a los rivales, de haber logrado ahondar más la escisión. Tal competencia obliga a los competidores a la formación permanente que dentro de las características de una sociedad en la que nunca se termina con nada, adentra en la lógica de la prórroga ilimitada. Para el campo educativo, el gerencialismo se constituye en la actualidad en la “mejor forma” de dirigir las instituciones en las que se desarrolla la práctica pedagógica, ocupando como lo menciona Ball21, un lugar esencial y reverencial en los círculos relacionados con la educación. Él armoniza hoy, con la megatendencia de la globalización que ha impuesto la ley de la competitividad como un distintivo de las sociedades con futuro. En este contexto la relación conocimiento, educación, productividad tiene cada vez más protagonismo. En la perspectiva anterior, la competición es posible sólo a través de acciones educativas en las que los individuos desarrollen competencias universales mediante las cuales configuren una especie de ciudadanía universal, ya no inducida por la religión o la ideología, sino por la racionalidad instrumental22. Allí, el proyecto educacional moderno es colonizado por el imperialismo de la gerencia y de la ingeniería administrativa como centros de las estrategias neoliberales que sustituyen la visión humanista de la educación por conceptos precisos de calidad y de control del producto, importados del espacio fabril y empresarial. Este gerencialismo que penetra a la escuela, fundamentado en un modelo sistémico, se asienta en la esfera de la pragmática, siendo operado por políticos, administradores y gestores. Así desplegado, margina en un contexto de neoliberalismo económico y de expresiones de pensamiento conservador, los compromisos y aspiraciones constitutivos del proyecto moderno e ilustrado de educación de igualdad, equidad, justicia social, democratización, emancipación social y personal. La educación se desliga por esta vía de los imperativos morales y sociales, a los que debe responder, para remplazarlos en una condición cultural posmoderna emergente, por una sociología del mercado, sustentada sobre los principios de racionalización, liberalización, 21 BALL, Stephen J. La gestión como tecnología moral. En: Foucault y la educación. Disciplinas y saber. Madrid: Morata, 1994. p. 155. 22 MARTÍNEZ B., Alberto. Tendencias de la educación en América Latina a finales del milenio. De la escuela expansiva a la escuela competitiva. Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia, 2002. p. 203. 28 eficiencia, eficacia, optimización, productividad, rentabilidad y excelencia23, en los que subyacen las lógicas de producción, de rentabilidad y mercado con las que se difuminan los compromisos sociales y humanos, pendientes de realización satisfactoria en el campo educativo. Los nuevos esquemas organizativos se despliegan de manera sutil con base en el binomio centralización – descentralización. El primer elemento de la díada equivale a burocracia; el segundo elemento se homologa a liberalización, desregulación, desconcentración, autonomía organizativa y también pedagógica. De esta forma, se invisibiliza por el gerencialismo educativo su carácter instrumental y mercantil, al ampararse en postulados que tuvieron resonancias históricas bien diferentes como autonomía, democratización, participación e implicación comunitaria en educación. Como modelo corporativo inspirado en una ideología mercantil y elitista y en una concepción y práctica dirigista y subreguladora, el gerencialismo impulsa políticas concretas promovidas mediante decretos y órdenes ministeriales que reconocen por un lado la autonomía de las instituciones educativas y, por otro, les determinan a los diferentes sujetos que se enmarcan en el edificio administrativo y legal del sistema educativo, lo que deben hacer, paso a paso, de manera prescriptita, en sus proyectos educativos institucionales. De esta manera mengua el efugio de los predicamentos ideológicos positivos y reaviva antiguas concepciones sobre la sociedad, la naturaleza humana y la ordenación social e institucional de los servicios sociales y educativos24. En esta situación de desbordamiento de la Administración, que así se confiesa sobrepasada por el curso de los acontecimientos reformistas provocados por ella misma y en el marco de un contexto de burocratización en la tendencia gerencialista en la dirección de las instituciones escolares, emerge una complementariedad entre la visión macropolítica y la micropolítica, es decir, de manera respectiva, entre los poderes más estructurales y constituyentes, al lado de los más personales, cotidianos, locales e institucionales. 23 SILVA, Tadeu da. El proyecto educacional moderno. En: A. Veiga Nieto. (ed), Crítica postestructuralista y educación. Barcelona: Alertes, 1997. p. 284. 24 ESCUDERO MUÑOZ, Juan M. La reforma de la reforma.¿Qué calidad, para quiénes? España: Editorial Ariel, 2002. p. 174-199. 29 En el entramado asimétrico, sutil y quebradizo de poderes y responsabilidades expresado tanto en sus diversos ámbitos de competencia como de relación con las formas de ejercerse y sus consecuencias, se hace evidente por un lado la limitación que presenta el poder omnímodo que toma las decisiones estructurales que enmarcan y ordenan la escolarización y, por otro, la intención de redirigir la atención hacia otros dominios que no incluyen los cometidos y aportaciones inexcusables de los poderes públicos. Aun así, la Administración recurre al truco de repartir responsabilidades y, de ese modo, también las culpas, en la materialización de ciertos proyectos de cambio en particular25. En la perspectiva anterior, el gerencialismo educativo es un medio y una expresión de la racionalización sistémica∗, en la que el mundo de la vida se reduce mediante acciones de planificación, programación y coordinación, a imperativos sistémicos en los que: la moral se expulsa de la esfera pública y privada, se presenta una burocratización y monetarización progresiva, existe individualismo, los motivos de realización y competencia guían la conducta de los sujetos, el hedonismo se libera de las presiones de la racionalidad, las decisiones políticas se desvinculan de los contextos concretos de formación de identidad y la organización formal de la acción económica y burocrática generan empobrecimiento cultural. Este tipo de racionalización que secuestra la calidad educativa por la ideología conservadora y neoliberal, se ve acompañada en la actualidad por la performatividad que como tecnología, cultura y modalidad de reglamentación utiliza la inspección, la vigilancia, las evaluaciones, el castigo y el premio con base en la producción y publicación de información e indicadores para generar control y cambio26; medios que en su conjunto, posibilitan producir transformaciones políticas y culturales. El reconocimiento de la anterior problemática en el marco de la gestión educativa, es invisibilizada en cierto tipo de manuales elaborados en el marco de este campo de saber. Así, en los libros enraizados en el paradigma racional tecnológico, con base en el cual se impulsa la conducción mercantilista de la educación en la actualidad, el objeto gestión se concibe, se distribuye, se apropia y circula de forma evolucionista, 25 Ibid, p. 209-251. ∗ La integración sistémica opera a través de “formas de autogobierno” como el dinero y el poder, independientemente de las orientaciones de acción de los actores individuales. HABERMAS, J. Teoría de la acción comunicativa. VOL 2. España: Siglo XXI de España Editores. 1987. pp. 377-378. 26 BALL Stephen J. Profesionalismo, gerencialismo y performatividad. En: Revista Educación y Pedagogía. Medellín. Vol. XV, No 37 (sep. – dic. 2003); p. 89-90. 30 considerándose la educación, su administración y el directivo, como el fruto de un proceso histórico -y no de tensiones, rupturas y discontinuidades- para presentar, desde este marco, modelos prescriptivos y optimizantes que legitiman la práctica actual de la gestión educativa asentada en la eficacia y la dominación. No se hace una relación de tal objeto discursivo con las instancias sociales y las políticas que lo sustentan, ni con las instituciones escolares o sujetos en que sería factible delimitarlo, al igual que no se le cuestiona en estas instancias, por estar supuestamente situado en lo científico27. Los manuales enmarcados en el paradigma racional tecnológico en el que se trata la educación como un problema de eficacia, abordan la gestión como un conocimiento de naturaleza empírico-analítica, centrado en un tipo de interés “técnico” y enclavado en el mundo existencial de la producción y del trabajo. En consecuencia, desde esta visión, una organización como la escuela existe para conseguir determinados objetivos. Para ello, es dotada de una estructura y unas normas explícitas y claras de funcionamiento. La sistematización y la regulación técnica de estructuras y normas conducen a la eficacia de la organización que es valorada en términos de productos cuantificables. Se trata pues de una vía de constitución de la ciencia pedagógica más atenta a la satisfacción de criterios formales y principios de rigor, control y objetividad que a la adecuación de teorías, modelos o metodologías con las especificidades de los fenómenos educativos. El desarrollo de los manuales ubicados en el paradigma en cuestión, que se asienta en una ideología conservadora, ha sido objeto de críticas por centrar como concepto clave de la praxis organizativa en la educación, la eficacia o capacidad para lograr sus fines mediante prácticas “neutras” y objetivas, que ven las organizaciones escolares en una perspectiva uniforme, intrínsicamente ordenadas y desplegadas en una creciente preocupación por la productividad, los resultados y la rendición de cuentas. La gestión de la escuela se basa allí en consideraciones económicas y no educativas28. Los manuales de gestión educativa inspirados en el paradigma racional tecnológico, invisibilizan la gestión propuesta en libros elaborados con base en el paradigma interpretativo simbólico, fundamentado en la filosofía fenomenológica e interpretativa. 27 BALL, Stephen J, La gestión como tecnología moral, Op. cit. p. 155-160. 28 GAÍRIN S., Joaquín. Organización de instituciones educativas. Naturaleza y enfoques. En: Manual de organización de instituciones educativas. Madrid: Editorial Escuela Española, 1996. p. 37-40 31 Este paradigma ve la realidad no como algo objetivamente aprensible, sino como un conjunto de significados construidos y compartidos por las personas, los cuales demandan de comprensión, más no de drásticas transformaciones. La escuela como mundo de la vida que requiere ser leído, como artefacto cultural, es producto de una gestión basada en la innovación, entendida como proceso interno resultado de intercambios, negociaciones y consensos sobre nuevos proyectos y significados. El paradigma racional tecnológico compite de igual manera a la elaboración de manuales escolares producidos con base en el paradigma socio-crítico. Los referentes conceptuales y teóricos en que se producen los libros en este último esquema, se formulan en el marco de una filosofía emancipadora y liberadora que va más allá de la explicación positivista, de la comprensión o la iluminación interpretativista, hasta llegar a la transformación social, cultural, política o educativa. Los textos en este contexto presentan un compromiso con la acción pública. El saber educativo crítico, tiene en los manuales construidos en esta perspectiva, el propósito de transformar la educación la cual va encaminada al cambio educacional. “Objetivos como el explicar -característico del planteamiento positivista de la investigación educacional- o el entender - característico del planteamiento interpretativo- son meros momentos del proceso de transformación, antes que finalidades en si mismas”29. En tal perspectiva, el saber en los libros publicados con este enfoque no es sólo para entender, es para zanjar. El poder y sus mecanismos de legitimación, control y ejercicio, se convierten en la preocupación primordial de las obras editadas con base en el paradigma político, en el que se arremete la visión de la realidad mediatizada por mecanismos superestructurales y microestructurales de dominación que impregnan lo social, cultural, epistemológico y lo educativo y controlan los procesos de intervención escolar y en el que la toma de decisiones no se restringe a lo administrativo y burocrático sino que es la sustancia de la organización. Esta problemática de la gestión problematizada actualmente en el marco del gerencialismoy los manuales escolares, se visibiliza en la legislación educativa en Colombia, la cual como plataforma legal configura dispositivos administrativos que son implementados por los administradores y directivos docentes, de manera mayoritaria 29 CARR, W. y KEMMIS, S. Teoría crítica de la enseñanza. Barcelona: Martínez Roca, 1988. p. 168. 32 con base en el paradigma racional tecnológico y en el desconocimiento de la contribución a la eficacia que él representa. El referido paradigma se asume de forma crítica o acrítica, con las consecuencias para la distribución de discursos que orienten la configuración de prácticas para la gestión del campo educativo. En un marco como el anterior, queda implícito que la “buena“ gestión es aquella que se realiza en coherencia con la normatividad prescrita y que reconoce los valores dominantes de quienes son llamados a liderar los intereses nacionales, departamentales, municipales e institucionales. Será “buen” gestor quien tenga en cuenta y actúe en coherencia con el sistema de administración racional y burocrático que por un lado priva a sectores participantes de la construcción del sistema de instrucción pública y de voz efectiva en el proceso de toma de decisiones para el sector y, por otro, atrapa a las diversas jerarquías en juegos de poder. La legislación educativa, con sus reglas, produce un orden y permite el funcionamiento de las relaciones de poder que se expresan en la ratio administrativa; elementos que tienen como finalidad en su conjunto, producir discursos de verdad. En el anterior horizonte, la plataforma jurídica generada de manera centralizada en una organización externa y formalmente constituida, permite márgenes de actuación según lo previamente estipulado. En esta gestión, se pueden establecer conexiones entre metas, estructuras, actividades y resultados con lo cual se espera un comportamiento lógico racional. Por la anterior vía, los destinados a ser dirigidos mediante la gestión, al mismo tiempo que gozan de autonomía dentro de los límites definidos por la ley entendida como ejercicio actual de unas estrategias determinadas por actores de poder, disfrutan también según se explicita en las normas, de los máximos y mínimos en los que se intenta encuadrar su actuación30. En esta formalización se posibilita, por quien ejerce el poder, la constitución de instancias para tomar decisiones que afecten el funcionamiento de la instrucción pública. Sin embargo, la suprema autoridad ha definido con anterioridad la 30 Ministerio de Educación Nacional. Ley 115 por la cual se expide la Ley General de Educación. Bogotá: MEN, 1994. p. 42. 33 distribución de funciones con previsión y cálculo31. Los actores actúan así a partir de las configuraciones realizadas para poner en funcionamiento lo ya organizado. En ésta perspectiva los discursos y las prácticas escolares son influenciadas, no estando por ello exentos de puntos de fuga, es decir, de efectos diferentes a los previamente determinados. Se seleccionan en tal sentido cursos de acción, sustentados en los supuestos de que la vida social puede regirse en sentido científico, comprenderse y organizarse exclusivamente a partir de generalizaciones legales. En estas aserciones, las comunidades educativas están marginadas de forma técnica de la organización, dirección, inspección y vigilancia del sistema educativo en sus niveles estratégicos y tácticos. A ellas en el derecho positivo sólo se les deja después de macrodiseños y mesodiseños, el rodamiento final de lo ya aceitadamente organizado. Fines y objetivos de formación, áreas de saber, lineamientos de enseñanza, estándares para evaluación, los tiempos de presencia y ausencia escolar, los cronoritmos cotidianos de los sujetos, los ciclos de formación que regulan los tiempos de vida, la prescripción de una educación básica para las mayorías, ciclos superiores de formación para quienes tengan las competencias o la posibilidad de cursarlos y formas de administración, están calculados previamente. La administración propuesta por la Constitución Política en su artículo 68, queda según lo dicho, reglamentada, normalizada, con base en un modelo burocrático en el que se presentan niveles, líneas de autoridad, mecanismos de relación y formas de funcionamiento que definen para el poder central y supremo, la potestad de retomar o no las propuestas y recomendaciones colectivamente generadas32. El esquematismo jurídico con base en el cual se despliega lo anterior, en tanto totalidad artificial en el que se integran y adicionan un sistema de medios orientados, es posible en Colombia, gracias a las normas que emergen con posterioridad a la Ley 30 de 1992 y la Ley 115 de 1994. Los referidos códigos en la actualidad son implementados en un marco de prácticas neoliberales y de discursos conservadores, a través de la expedición, en el 2001, del Acto Legislativo 01, el cual coloca en el sector educativo un techo a la inversión, privilegia su privatización, mengua la estabilidad laboral para quienes laboran en el referido sector e impulsa el eficientismo administrativo y, de la Ley 715, con la 31 Ibid., p. 70. 32 Ibid., p. 90 34 cual se que organizan los recursos y competencias en la educación, se desarrolla una racionalización en el sector y se promueve el gerencialismo educativo. En el año 2002 se expiden de igual manera la Ley 734, que como Código Disciplinario Único, choca con el Estatuto Docente que venía rigiendo a partir de 1979 y el Decreto 1278 -Estatuto de Profesionalización Docente- que promueve la práctica de la enseñanza no con base en el oficio del maestro, sino como una labor profesional en la que los criterios de calidad de la práctica son cerrados y totalizantes, opuestos a la necesidad de razonamiento moral. Contribuyen de igual manera a acentuar el mercantilismo en la educación otro tipo de normas que propenden por el evaluacionismo y aquellas como la reforma fiscal, laboral y pensional, con las cuales se mengua la condición del maestro como intelectual de la cultura y de la escuela como institución para la conexión con lo público33. A la anterior problemática legal, habría que agregar, la forma y modo acrítico como los administradores y directivos del campo educativo se apropian de las corrientes administrativas como una moda, entre las que se citan la planeación estratégica, la planeación por proyectos, la cultura de la participación, la cultura del servicio, la calidad total, la gestión de escuelas eficaces... en las que el dirigido es un elemento más del conjunto de recursos e instrumentos a disposición del dirigente y la producción de la maquinaria cultural, en la que se actúa más sobre la sintomatología de la enfermedad escolar para cambiarla por buenas manifestaciones, que sobre el proceso patológico. En tales circunstancias y organizaciones, se desplaza la integridad ontológica de dirigentes y dirigidos. La gestión como tecnología apoyada en diversos saberes y técnicas al servicio de la organización racionalizada del trabajo, al ser empleada y orientada en el ámbito de la instrucción hacia la eficiencia, la eficacia y el control, mengua la naturaleza pedagógica de la escuela, como espacio de construcción colectiva. El dispositivo administrativo integrado por procedimientos de control como la planeación, la organización, la dirección, la inspección, la vigilancia y la evaluación, se convierte en expresión de una 33 TIMANÁ V., Queipo Franco. Los maestros y maestras forjamos el presente y el futuro de las naciones. En: Encuentro Iberoamericano de Formación Docente. (2002: Bogotá)Ponencia del Encuentro Iberoamericano de Formación Docente. Bogotá: Universidad Pedagógica
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