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1 Acceso a Empleo Formal en Medellín: Diferencias de Género César Augusto Parra Muriel Asesores: Edwin Esteban Torres Gómez Economista Mauricio López González Economista Trabajo de grado para optar el título de: Magíster en Políticas Públicas Universidad de Antioquia Facultad de Ciencias Económicas Departamento de Economía Medellín 2019 2 Resumen: El presente trabajo tiene por objeto analizar la inserción al mercado laboral formal, para los habitantes de la ciudad de Medellín, con un enfoque de género. Para ello se utilizan los datos estadísticos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) para el año 2017 en Medellín, la cual cuenta con representatividad estadística por comunas. Se presenta un análisis descriptivo del mercado laboral y posteriormente se realizan las estimaciones econométricas aplicando las ecuaciones de Mincer para estimar la probabilidad de enrolarse en el mercado laboral formal, focalizando el análisis de acceso por género y determinando si existen indicios de discriminación entre hombres y mujeres. Los resultados indican que un hombre tiene un 7.6% más de probabilidad de conseguir empleo formal que una mujer en Medellín, y los principales resultados por comuna se registran en el Poblado en la cual los hombres tienen un 13.3% más de probabilidad de emplearse formalmente que las mujeres, seguido por Guayabal, Laureles – Estadio y Villa Hermosa, con brechas de 7.9%, 7.2% y 7.1%, respectivamente. Igualmente los resultados permiten identificar las diferencias de acceso al mercado laboral formal entre hombres y mujeres, con el fin de diseñar políticas públicas de impacto diferenciadas por comuna. Palabras clave: Género, trabajo decente, Objetivos de Desarrollo Sostenible, Indicadores de equidad laboral, brecha ocupacional, discriminación. Clasificación JEL: J01, J08, J16, J32, J38 Acceso a Empleo Formal en Medellín: Diferencias de Género Mujeres trabajadoras, Mujeres emprendedoras, Mujeres visionarias. El 12 de febrero de 1920 se forja la gesta por la dignidad en la primera huelga de Mujeres en la historia de Colombia. Betsabé Espinal, Teresa Tamayo, Adelina González, Carmen Agudelo, Teresa Piedrahita, Matilde Montoya acompañadas de 394 virtuosas Mujeres lanzan su grito, ya no de libertad como la harían las valientes esclavas de la 3 Colonia, sino el grito de Justicia exigiendo respeto, igualdad y reconocimiento a su condición de Mujeres trabajadoras en contra del despotismo empresarial instaurado en la Compañía Antioqueña de Tejidos ubicada en el Municipio de Bello-Antioquia. (Arboleda Z, 2010). Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que las enseñanzas del inicio del Trabajo Decente y la lucha por la Equidad de Género nos las dieron estas valerosas Mujeres que lideraron sus justas reivindicaciones, la primera fue la igualación de salarios de las Mujeres con los de los trabajadores Hombres por hacer el mismo oficio. La segunda exigencia del pliego se centró en el cese del acoso sexual y el despido de varios supervisores que las acosaban sexualmente. El tercer punto era reducir la jornada de trabajo, que iniciaba a las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde, y un mayor tiempo para la ingestión de los alimentos que apenas era de una hora. Adicional, solicitaron que se mejoraran las condiciones higiénicas en el lugar de trabajo, se aboliera la prohibición de asistir calzadas, que se acabara con la vigilancia férrea y las ofensivas requisas a la salida de la fábrica y terminar con el trato despótico por parte de dos administradores. (Aricapa, 2010). Reivindicaciones que en la actualidad, a pesar de los avances intelectuales, sociales, económicos y tecnológicos no hemos podido superar del todo. Betsabé Espinal, líder de la huelga. Propiedad Archivo Biblioteca Pública Piloto, Medellín. 4 Introducción Diariamente nos encontramos con situaciones problemáticas, las cuales son el reflejo de la inequidad de género manifiesta en el mercado laboral en nuestro país, y en particular en la ciudad de Medellín, es una realidad, situación que nos preocupa y que merece la pena estudiar, profundizar y plantear conclusiones que nos guíen a su posible solución. Afortunadamente muchas organizaciones del orden gubernamental y privado, del orden regional, nacional e internacional están asumiendo este reto y llevando a la práctica acciones que contribuyen a ir cerrando la brecha de género imperante durante tantos años. Si bien, la situación se muestra muy evidente con respecto al mercado laboral y en particular sobre la brecha salarial de género de las Mujeres en nuestro medio, el problema se torna más preocupante cuando La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha manifestado que las formas sobre las cuales se vienen desarrollando las actividades económicas han puesto en riesgo a los trabajadores y su calidad de vida y por la flexibilización de las relaciones laborales con una paralela precarización laboral que se están generando.”(Coronel, Tangarife, & López, 2015) Adicionalmente, en el contexto actual la realidad que se vive es el reconocimiento de un déficit de trabajo decente en el mundo y la ampliación de la brecha de género, en este sentido la finalidad primordial de la OIT “es promover oportunidades para que los Hombres y las Mujeres puedan conseguir un trabajo decente y productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana.”(Coronel et al., 2015) Colombia ha suscrito diferentes convenios internacionales que nos comprometen a reducir las desigualdades de género, entre los que destacamos Los Objetivos de Desarrollo Sostenible Agenda 2030 de las Naciones Unidas. El quinto objetivo de La Agenda 2030 es “lograr la igualdad de género…” y el octavo objetivo es “promover… el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas las mujeres y los hombres”. Para el cumplimiento de los objetivos la ONU estableció como metas poner fin a todas las formas 5 de discriminación contra todas las mujeres de todo el mundo y la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor. Desde este punto de vista, una revisión general de las diferentes desigualdades en el mercado de trabajo por cuestión de género, como acceso al trabajo, diferencias salariales, segregación laboral y polarización de ingresos se convierten en temas de gran importancia para diseñar políticas que contribuyan al cumplimiento de las metas de la Agenda 2030. En consecuencia, el propósito de esta investigación es estudiar la brecha de género en la ciudad de Medellín, analizando las probabilidades de inserción en el mercado laboral formal 1 , en condiciones de equidad. Para ello se plantea indagar sobre las diferencias de género de acceso al mercado laboral utilizando ecuaciones de Mincer. La base de datos usada se fundamenta en la Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del año 2017 para el municipio de Medellín, que cuenta con representatividad estadística por comunas, y la estimación se sustenta en el uso de un modelo probit para estimar la probabilidad de acceso al empleo formal, de acuerdo con las variables usualmente contempladas en las ecuaciones de Mincer, método ampliamente empleado y aceptado en la literatura que analiza diferentes aspectos del mercado laboral. El estudio se ha dividido en tres apartados fundamentales, adicionales a esta introducción. El primero de ellos tiene que ver con la revisión de la literatura. En éste se logra dar cuenta de los principales elementos teóricos, conceptuales y normativos que configuran el mercado laboral y las posibles diferencias que puedan existir por género. El segundo apartado describe el modelo y visualiza las estimaciones realizadas. La tercera y última sección da cuenta delos resultados y las recomendaciones de política pública para el Municipio de Medellín. I. Marco teórico: Generalidades del Trabajo Decente y la Equidad de Género 1.1. El programa de Trabajo Decente 1 En adelante, se considera que un empleado es formal cuando cotiza a seguridad social (salud y pensión) 6 El concepto de Trabajo Decente – TD - surge debido a las trasformaciones del trabajo en los procesos de globalización, en donde se presentó una flexibilización de las relaciones laborales con una paralela precarización laboral (Coronel et al., 2015), y se adoptó en la 87ª reunión de la OIT de 1999 definiéndolo como “el trabajo productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad, en el cual los derechos son protegidos y que cuenta con remuneración adecuada y protección social” (Gálvez, Gutiérrez, & Picazzo, 2011, pag 7) y aplica tanto para los trabajadores formales, informales e independientes (Riaño, 2012) y pretende “vincular el desarrollo económico de las sociedades con los derechos laborales de las personas que las integran” (Somavía, 2014). Es a partir de 1999 que la OIT fundamentó su labor en cuatro objetivos estratégicos que se constituyen en los pilares del trabajo decente: crear trabajo, garantizar los derechos de los trabajadores, extender la protección social y promover el diálogo social (Riaño, 2012). La OIT estableció una serie de dimensiones que se desprenden de los pilares del Trabajo Decente y que sirven para su medición y determinar si el/la trabajador/a realiza sus actividades laborales dentro de los límites del trabajo decente: ocupación productiva, ocupación justamente remunerada, condiciones de libertad, ocupación en condiciones de equidad, ocupación en condiciones de seguridad y ocupación de respeto a la dignidad (Chacón, 2012, pg 310). Para el desarrollo de la investigación se ha escogido la dimensión “ocupación en condiciones de equidad” y se desprende de este concepto los indicadores brecha entre Mujeres y Hombres en la tasa de participación, brecha entre Mujeres y Hombres en la tasa de empleo y la brecha entre Mujeres y Hombres en los ingresos promedios (Chacón, 2012, pg 312). Con estos indicadores del trabajo decente se permite establecer si estamos frente a una situación de equidad o de discriminación de género en las relaciones laborales de la ciudad de Medellín. 1.2 Equidad de Género eje del “trabajo decente” 7 Las Mujeres siempre han desempeñado un papel fundamental en la sociedad, pero desafortunadamente no ha sido reconocido ni mucho menos valorado como debería, por el contrario se ha subvalorado, menospreciado y hasta invisibilizado como por ejemplo el trabajo que realiza la Mujer en el hogar, o el de las Madres Comunitarias, por tanto “son ellas las más vulnerables a la pobreza, quienes reciben los salarios más bajos, a la vez que los destinan en mayor medida al bienestar familiar” (OIT, 2013). Dos importantes variables como el empleo y las condiciones de vida de las Mujeres son consideradas fundamentales para avanzar hacia el desarrollo equitativo y sostenible de América Latina y el Caribe pero las desigualdades de género en el mercado laboral basadas en prejuicios y/o discriminación solo han contribuido a ampliar la brecha en equidad. (OIT, 2013, pg 7). El “trabajo decente” se basa en el respeto de los principios y derechos fundamentales en el trabajo, entre los que figura la eliminación de la discriminación factor que afecta fuertemente la equidad de género. Se entiende como discriminación cualquier distinción, exclusión o preferencia de las personas basada en motivos de raza, color, sexo, religión, opinión política, ascendencia nacional u origen social que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación (OIT, 2008) aunque éstas desempeñen la misma labor y posean similares atributos. Se define la brecha de género como la diferencia existente entre mujeres y hombres debido a su posición social de género en el acceso, el disfrute, la participación y el control de los recursos, servicios, oportunidades o beneficios sociales (PNUD, 2013). Y la brecha salarial de género como la diferencia existente entre los salarios de los hombres y los de las mujeres expresada como un porcentaje del salario masculino, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) (Contreras & Gueto, 2017). Es importante aclarar que no todas las diferencias de acceso al empleo y de salarios en razón de género se puedan atribuir al fenómeno de discriminación, ya que una parte del 8 diferencial se puede explicar por la existencia de diferentes grados de productividad, habilidades y experiencia de cada individuo (Contreras & Gueto, 2017). En el marco del “trabajo decente”, la equidad de género engloba la igualdad en el empleo, es decir, la igualdad de oportunidades y de trato, la igualdad de remuneración, entre otros, de que son merecedores tanto los Hombres como las Mujeres (OIT, 2009). En el trabajo decente con equidad de género se cruzan otros beneficios como el enfoque basado en los derechos y en la eficacia económica: la igualdad de género en el mundo del trabajo contribuye con los Derechos Humanos y la justicia para los trabajadores y para la sociedad en general, y reviste un interés desde el punto de vista empresarial por cuanto es fundamental para el logro del crecimiento económico y la reducción de la pobreza y se traduzca en mayor bienestar para todos (OIT, 2009). Es indudable que la superación de los problemas en el mercado del trabajo que afectan principalmente a las mujeres, requiere de pensamientos y acciones de sociedades más inclusivas e igualitarias. Para ello es prioritario y urgente invertir en la construcción de la igualdad de género, donde la autonomía económica de las mujeres juega un papel fundamental y esta se construye con la generación de trabajo decente con equidad de género (OIT, 2013, pg 13). Sin duda alguna el “trabajo decente” es una vía para que las Mujeres y su entorno familiar puedan superar la pobreza, porque se basa en principios de igualdad en el trabajo y en el hogar (OIT, 2014) y se debe asumir como un compromiso de los gobiernos locales, regionales y nacional y de toda la sociedad en su conjunto. 1.3 Revisión de literatura La discriminación en el mercado laboral es un tema que ha sido tratado en diferentes estudios, tanto nacionales como internacionales. Organismos como la ONU y la OIT han profundizado en el tema y es por esto que lo tienen como una prioridad en sus agendas, particularmente en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. 9 Estudios de tipo cualitativo como cuantitativos han concluido por ejemplo que las diferencias a nivel salario tienen un componente discriminador. Para nuestro país podemos citar varios estudios sobre brechas salariales de género, tanto a nivel de Áreas Metropolitanas como de algunas ciudades en particular y han concluido que existe un componente de discriminación que explica la diferencia salarial entre Hombres y Mujeres. En la investigación realizada por Galvis (2011) “Diferenciales salariales por género y región en Colombia: Una aproximación con regresión por cuantiles”, utilizando la metodología de Blinder-Oaxaca concluye que las brechas salariales no están explicadas en su totalidad por elementos observables de los individuos tales como la educación, sino que comprende elementos no observados. Otro estudio “Discriminación salarial y segregación laboral por género en las áreas metropolitanas de Barranquilla, Cartagena y Montería” (Barraza, 2010) estimando la ecuación de ingresos y aplicando la metodología Blinder-Oaxaca muestra la existencia de brecha salarial favoreciendoa los Hombres y que una parte del diferencial se debía a efectos de discriminación. La Red de Observatorios Regionales del Mercado de Trabajo, Red ORMET, en el año 2013 realiza un importante estudio sobre las “Brechas de género en el mercado de trabajo de Pasto” en el cual aplicando la metodología de Blinder-Oaxaca muestra que la existencia de las brechas de género en la ciudad están marcadas por la escasa participación de la Mujer en el ámbito de lo público, por las diferencias de salarios en los mismos oficios, por la discriminación en algunas actividades económicas (PNUD, 2013). Cortés Aguilar y Flórez Vera en su artículo de investigación “Diferencias salariales por género en el Departamento de Santander, Colombia” analiza los factores que influyen en el salario por hora y sus diferencias por género en el periodo 2012 a 2014 aplicando la metodología Blinder-Oaxaca, en el que se evidencia la existencia de un factor discriminatorio (Cortés & Florez, 2016). 10 La investigación de tipo cualitativa realizada por Contreras Char-Rosa y Gueto Díaz “Marco normativo vigente en Colombia: diferenciación salarial por razón de Sexo”. En este trabajo se identifica y revisa del marco normativo vigente en Colombia, aplicable a la prohibición de la diferenciación salarial por razón de sexo (Contreras & Gueto, 2017). A nivel internacional la investigación de tipo cualitativo “Análisis del indicador de ocupación en condiciones de equidad (tasa de participación y empleo) en el mercado de trabajo costarricense (2007-2010”) realizada por Chacón Mata, determinó que a pesar del abundante marco normativo del país existe niveles de discriminación hacia las Mujeres (Chacón, 2012). 1.4 ¿Por qué un estudio sobre el acceso al mercado laboral de Medellín? El 26 de septiembre de 2013 se firma El Acuerdo 64 de 2013 por medio del cual se establece la Política Pública de Trabajo Decente para la ciudad, hecho trascendental por cuanto se quiere promover el Trabajo Decente y la Equidad en el trabajo (C. de Medellín, 2017). La Política Pública se dio como preámbulo a la Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo que se organizó en Medellín, el 11 y 12 de noviembre del mismo año, y es considerada el principal escenario para definir las prioridades en los campos del trabajo y el empleo (Ramírez, 2013). Otro elemento importante que hace atractivo analizar la situación de Medellín es la creación del Concejo Municipal de empleo y de la productividad, mediante el Decreto 1126 del 11 de septiembre de 2009 de la Alcaldía de Medellín, como un espacio de discusión y diálogo social para que desde allí, se determine una política pública de trabajo decente local, con la participación activa y propositiva de los sindicatos, los empresarios, las organizaciones sociales, los representantes gremiales y académicos, los actores claves de la ciudad y la delegación respectiva de la Alcaldía de Medellín (Rosado & Tobón, 2012). 11 En cuestión de Equidad de género la ciudad ha promulgado diferentes Acuerdos con el objeto de velar por los derechos de las Mujeres e impulsar su desarrollo, entre las cuales podemos citar (Secretaría de las Mujeres, 2014, pg 27-28): El Acuerdo 22 de 2003 por medio del cual se crea la Política Pública cuya finalidad es la de promover y consolidar los procesos de empoderamiento de las mujeres del Municipio de Medellín, en el ejercicio de la ciudadanía plena para el incremento de la gobernabilidad, la convivencia pacífica, la democracia incluyente y participativa. El Acuerdo 01 de 2007 con el cual se crea la Secretaría de las Mujeres, la cual tiene como misión de contribuir a la igualdad de derechos y oportunidades entre Mujeres y Hombres y a la disminución de prácticas discriminatorias. En el año 2011 con el Acuerdo 36 se crea la política pública para la transversalización del enfoque de género en los proyectos educativos institucionales de la ciudad. Y como complemento de lo anterior el Alcalde de Medellín emite el Decreto 318 de 2012, por medio del cual se crea el concejo consultivo de la Secretaría de Las Mujeres que propende por el desarrollo y elevar la calidad de vida de las Mujeres. 1.5 Marco normativo para determinar la afectación de las condiciones laborales Para alcanzar el objetivo del trabajo se complementa el estudio econométrico con un análisis descriptivo de la normatividad vigente en Colombia para la protección, integridad e igualdad en el mercado laboral. Este apartado aunado con los siguientes, permite concluir si estamos frente a una posible discriminación con respecto al acceso al mercado laboral y salarial por razón de género. Los elementos normativos que se enuncian a continuación permiten determinar la afectación de las condiciones laborales particularmente con relación al acceso al empleo y 12 la diferencia salarial que se presenta entre Mujeres y Hombres. Como lo afirma el máximo organismo en materia laboral que sigue habiendo una brecha entre los derechos establecidos en las normas nacionales e internacionales y la situación real de los trabajadores (OIT, 2008). Las Naciones Unidas ha instado a los países a vincularse con los Objetivos Internacionales de Desarrollo aprobados en sus diversas Cumbres y Conferencias (Ortiz, 2007). En la actualidad se tiene el documento “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, el cual tiene entre sus diferentes propósitos fortalecer la paz universal y la erradicación de la pobreza enmarcado en un plan de acción de diecisiete objetivos (UN, 2015). El interés de este trabajo de investigación se centra en el objetivo número cinco y ocho de la Agenda 2030. El Objetivo número cinco (5) pretende lograr la igualdad de género y entre otras las siguientes metas: Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres en todo el mundo y aprobar y fortalecer políticas acertadas y leyes aplicables para promover la igualdad de género. El objetivo número ocho (8) pretende promover y lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas las Mujeres y los Hombres y como meta lograr la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor (UN, 2015). Nuestro país tiene una lista de convenios e instrumentos internacionales en materia de derechos humanos y no-discriminación y que promueven el trabajo decente. Como lo señala la Observación General No. 18 del Comité de Derechos Sociales, Económicos y Culturales, CDSEC, el artículo número 2 y el 23 numeral 2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), el Convenio número 100 (C100) de la OIT, el artículo número 8 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966), el artículo 5 de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (1965), el artículo 11 de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer (CEDAW) (1979), los artículos 11, 25, 26, 40, 52 y 54 de la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores 13 migratorios y sus familiares, y los convenios C185, C187 y C188 de la OIT que relativos al trabajo decente (Procuraduría General de la Nación, 2009). La Constitución Política de Colombia consagra en su normatividad que el Estado tiene el deber de velar y proteger el derecho a la Igualdad de las personas, así como también velar por la protección, integridad e igualdad laboral de los miembros de la sociedad (Contreras & Gueto, 2017). Igualmente reconoce al trabajo como principio, deber y derecho (Procuraduría General de la Nación, 2009). El artículo primero de nuestra carta magna señala a la dignidad humana y al trabajo como fundamentos del Estado Social de Derecho. Seguidamente en el artículo trace encontramos: “Todas las personas nacen librese iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. El artículo 25 consagra al trabajo como derecho y como deber constitucional y establece que “toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas”. La Ley 1496 del 29 de diciembre de 2011 tiene por objeto “garantizar la igualdad salarial y de cualquier forma de retribución laboral entre mujeres y hombres, fijar los mecanismos que permitan que dicha igualdad sea real y efectiva tanto en el sector público como en el privado y establecer las lineamientos generales que permitan erradicar cualquier forma discriminatoria en materia de retribución laboral” (Congreso de Colombia, 2011). El CONPES Social 161 de 2013 desarrolla los lineamientos para la política pública nacional de equidad de género para las mujeres y el plan para garantizar a las mujeres una vida libre de violencias que permita avanzar en la superación de la discriminación y en el goce efectivo de los derechos de las mujeres (Presidencia de la República, 2012). El Artículo 74 del Plan Nacional de Desarrollo (PND) Ley 1753 del 9 de junio de 2015, incorporó la creación de una política nacional de trabajo decente donde el Gobierno 14 Nacional bajo la coordinación del Ministerio del Trabajo, adopta la política nacional de trabajo decente, para promover la generación de empleo, la formalización laboral y la protección de los trabajadores de los sectores público y privado. En el Plan de Desarrollo de Antioquia 2016-2019 en el numeral 2 fundamentos, principios y políticas, se establece que el Departamento contará con una Política Pública de trabajo decente, para orientar la promoción de la cultura del trabajo digno en los sectores público y privado que ejerzan su actividad en el territorio departamental. Igualmente, en el Plan de Desarrollo de Medellín 2016-2019 se tiene como uno de sus objetivos la creación de empleo decente, con la participación de los sectores público y privado de la ciudad, por lo cual, se convierte en un deber fundamental trabajar en promover el empleo como un servicio público, calidad del trabajo, y formalización del trabajo en pro de una sociedad más justa y equitativa. Dada la importancia que la ciudad de Medellín le dio al tema de “trabajo decente” implementó el Acuerdo 64 de 2013 por medio del cual se establece la Política Pública de Trabajo Decente, en donde el Municipio se compromete a promover el Trabajo Decente y la equidad (A. de Medellín, 2013). II. Evolución del Mercado Laboral en Medellín Para el estudio de las brechas de género en el mercado de trabajo de Medellín, se tuvo en cuenta el análisis de la estadística descriptiva y la información que ofrece el DANE a partir de la GEIH del año 2017. El análisis del mercado laboral en Medellín resulta bastante complejo, una vez que los indicadores observados en la ciudad son el reflejo o el resultado de los constantes y diarios flujos de trabajadores. En efecto, Medellín diariamente recibe un número muy importante de personas, al tiempo que habitantes de la ciudad también se desplazan a municipios 15 cercanos a laborar. No obstante, la información compilada por la Administración Municipal, a través del DANE, permite configurar un panorama general de los principales indicadores como se presenta en la tabla 1. Tabla 1. Estadísticas del Mercado Laboral en Medellín (2014-2017). Concepto 2014 2015 2016 2017 Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic % población en edad de trabajar 85,8 86,0 86,2 86,4 TGP 62,1 63,6 63,3 63,2 TO 56,6 57,8 57,4 56,9 TD 8,8 9,0 9,4 10,0 T.D. Abierto 7,8 8,2 8,6 9,2 T.D. Oculto 1,0 0,8 0,8 0,7 Tasa de subempleo subjetivo 28,4 27,4 26,4 22,8 Insuficiencia de horas 10,5 9,8 8,3 7,2 Empleo inadecuado por competencias 17,7 18,7 15,3 13,1 Empleo inadecuado por ingresos 23,4 22,6 22,3 19,1 Tasa de subempleo objetivo 8,1 7,9 7,6 7,6 Insuficiencia de horas 2,9 2,9 2,6 2,8 Empleo inadecuado por competencias 5,3 5,5 4,7 4,6 Empleo inadecuado por ingresos 6,7 6,4 6,3 6,3 Fuente: DANE. Encuesta Integrada de Hogares para el Municipio de Medellín (2017). Son varias las características que configuran la evolución del mercado laboral en la ciudad. La sistemática reducción de la tasa de subempleo, por ejemplo, podría estar indicando una caída en la informalidad, recuérdese que de cierta forma el subempleo también captura elementos referidos a la calidad de los trabajos. No obstante, la participación laboral ha permanecido relativamente constante, la Tasa Global de Participación (TGP) desciende levemente en 0,1% en los tres últimos periodos, la Tasa de Ocupación (TO) cae en 2017 a 56,9% después de haber crecido por dos años consecutivos y la Tasa de Desempleo (TD) se ubica en 0,6% por encima del año inmediatamente anterior. Los principales indicadores por género, TGP, TO y TD se presentan en la tabla 2. Tabla 2. Estadísticas del Mercado Laboral por género en Medellín (2014-2017). 16 Concepto 2014 2015 2016 2017 2014 2015 2016 2017 Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic HOMBRES MUJERES % población en edad de trabajar 84,5 84,7 84,9 85,1 86,9 87,1 87,3 87,4 TGP 71,7 72,4 72,7 73,0 53,9 56,0 55,2 54,7 TO 66,2 67,0 66,8 66,9 48,4 50,0 49,3 48,3 TD 7,6 7,5 8,2 8,4 10,2 10,7 10,8 11,9 T.D. Abierto 7,1 7,0 7,5 7,7 8,7 9,5 9,7 11,0 T.D. Oculto 0,6 0,5 0,6 0,6 1,5 1,2 1,1 0,9 Tasa de subempleo subjetivo 27,3 26,5 25,6 22,8 29,6 28,5 27,2 22,7 Insuficiencia de horas 9,2 8,9 7,4 6,7 11,9 10,9 9,3 7,9 Empleo inadecuado por competencias 16,6 17,9 14,6 12,9 18,9 19,5 16,1 13,4 Empleo inadecuado por ingresos 22,8 21,8 21,9 19,3 24,1 23,4 22,7 18,9 Tasa de subempleo objetivo 7,5 7,4 7,4 7,7 8,9 8,5 7,8 7,4 Insuficiencia de horas 2,7 2,8 2,3 2,8 3,2 3,0 2,9 2,9 Empleo inadecuado por competencias 4,7 4,9 4,5 4,6 6,0 6,2 4,8 4,5 Empleo inadecuado por ingresos 6,0 5,7 6,3 6,3 7,5 7,1 6,4 6,3 Fuente: elaboración y cálculos propios con base en la GEIH del DANE 2017. Cuando se analiza el comportamiento de la TGP, la TO y la TD no favorecen a las Mujeres, dejando en evidencia la brecha de género en el mercado laboral que se presenta en la ciudad de Medellín. La TGP de los Hombres está por encima en 18,2% que las Mujeres, la TO en 18,6%. Así mismo, el elevado desempleo se concentra en mayor medida en los grupos más vulnerables de la sociedad las mujeres. Ciertamente, para el 2017, la brecha de género con respecto a la tasa de desempleo (TD) se ubicó en 3,5% en contra de las Mujeres, en donde fue del orden del 8,4% para los hombres y del 11,9% para las mujeres. Cuando se compara Medellín con el Área Metropolitana y con Colombia, los resultados son muy similares, es decir, la ciudad no se aleja mucho de estos promedios, aunque si es necesario precisar que, en su calidad de ciudad capital y segunda en importancia económica en el país, su tasa de desempleo (TD) es muy alta, superior en 1,2% que el promedio de Colombia. La Figura 1 representa esta situación. 17 Figura 1. Indicadores del Mercado Laboral en Medellín y Colombia. Fuente: elaboración propia con base en DANE, GEIH (2017). Por ramas de actividad, Medellín continúa presentando importantes participaciones de la industria en cuanto a la generación neta de puestos de trabajo. Al respecto, vale la pena recordar que estos, los de la industria, tienden a ser empleos formales, en tanto que aquellos empleos generados en sectores como el de comercio, son en gran medida informales. Esta participación de la industria, si bien es alta, ha ido decreciendo sistemáticamenteen los últimos años. La tabla 3 reporta esta situación. Tabla 3. Ocupados por Ramas de Actividad (Porcentaje) Concepto 2014 2017 Ene - Dic Ene - Dic Agricultura, pesca, ganadería, caza y silvicultura 0,7% 0,6% Explotación de Minas y Canteras 0,2% 0,1% Industria manufacturera 19,0% 17,9% Suministro de Electricidad Gas y Agua 0,7% 0,7% Construcción 6,3% 6,5% Comercio, hoteles y restaurantes 28,3% 28,3% Transporte, almacenamiento y comunicaciones 8,3% 7,5% Intermediación financiera 2,2% 2,4% Actividades Inmobiliarias 12,3% 14,4% Servicios comunales, sociales y personales 22,2% 21,5% Fuente: elaboración y cálculos propios con base en la GEIH del DANE (2017). TD TGP TO Medellín A.M. 11,90% 64,90% 57,20% Colombia 8,80% 63,10% 57,50% Medellín 10,00% 63,20% 56,90% 0,00% 10,00% 20,00% 30,00% 40,00% 50,00% 60,00% 70,00% Medellín A.M. Colombia Medellín 18 Las ramas de actividad por género presenta el siguiente comportamiento, tal como se reporta en la tabla 4. Tabla 4. Ocupados por Ramas de Actividad y género (Porcentaje) Concepto 2014 2015 2016 2017 2014 2015 2016 2017 Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Hombres Mujeres Agricultura, pesca, ganadería, caza y silvicultura 0,9% 0,8% 1,0% 0,8% 0,4% 0,3% 0,3% 0,3% Explotación de Minas y Canteras 0,3% 0,2% 0,3% 0,2% 0,1% 0,1% 0,0% 0,1% Industria manufacturera 18,7% 17,9% 16,9% 17,8% 19,4% 21,3% 17,6% 18,1% Suministro de Electricidad Gas y Agua 0,9% 1,1% 1,0% 0,8% 0,4% 0,4% 0,5% 0,6% Construcción 10,7% 12,2% 11,4% 11,4% 1,0% 1,1% 1,0% 0,7% Comercio, hoteles y restaurantes 28,7% 27,6% 26,8% 27,2% 27,8% 27,4% 30,5% 29,7% Transporte, almacenamiento y comunicaciones 12,4% 12,9% 11,3% 11,7% 3,3% 3,2% 3,0% 2,5% Intermediación financiera 1,7% 1,5% 1,7% 1,8% 2,7% 2,7% 3,0% 3,2% Actividades Inmobiliarias 12,0% 12,4% 15,3% 14,9% 12,6% 13,0% 13,0% 13,8% Servicios comunales, sociales y personales 13,6% 13,4% 14,4% 13,4% 32,3% 30,4% 31,2% 31,1% Fuente: elaboración y cálculos propios con base en la GEIH del DANE (2017). En el periodo de estudio 2017, se observa que las actividades de servicios comunales, sociales y personales; servicios financieros y comercio tienen los porcentajes más altos de participación femenina, principalmente aglutinadas en el sector servicios. La participación de las Mujeres en los sectores como la Agricultura, Construcción y Transporte es muy baja con respecto a los Hombres. Por otra parte, en el sector de Transporte y comunicaciones se observa que en el 2014, con respecto al 2017, hay una disminución del porcentaje, lo que significa que la inserción de Mujeres en este sector se ha disminuido, contrario a lo que sucede en el sector electricidad. Por el contrario en la industria manufacturera se ha incrementado, lo que significa que en esta actividad predomina cada vez más la presencia de los Mujeres. 19 En materia de salarios, se observa cómo las mujeres han venido ganando participación en cuanto a los salarios más altos. Aun así, los hombres ganan en promedio mejores salarios que las mujeres. La tabla 5 reporta la población ocupada según ingresos laborales y género. Tabla 5. Población ocupada según ingresos laborales y género. Concepto 2014 2015 2016 2017 2014 2015 2016 2017 Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Hombres Mujeres Hasta 1/2 SMMLV 11,5% 10,0% 10,0% 7,7% 22,3% 20,7% 19,1% 16,4% Entre 1/2 y 1 SMMLV 24,9% 17,4% 9,6% 7,3% 25,2% 20,3% 11,2% 9,3% Entre 1 y 2 SMMLV 35,0% 39,4% 45,3% 46,5% 27,9% 31,9% 41,9% 40,9% Entre 2 y 4 SMMLV 12,7% 13,5% 15,2% 16,5% 12,3% 11,3% 12,0% 14,5% Más de 4 SMMLV 8,6% 8,2% 8,9% 10,3% 6,3% 6,8% 7,6% 9,3% No informa 7,4% 11,4% 11,1% 11,6% 5,8% 8,9% 8,2% 9,6% Fuente: DANE. Gran Encuesta Integrada de Hogares para el Municipio de Medellín, 2017. Las estadísticas compiladas por la GEIH presentan profundas diferencias entre las Mujeres, tanto en el acceso a empleos formales como en los salarios, tal como se reporta en la tabla 6. Tabla 6. Test de Medias para Diferencias Salariales entre Mujeres Formales y Mujeres Informales. Informal Formal Diferencia se Salario Mensual 566.676 1.503.695 -937.019 *** 58229.640 N 5368 Fuente: elaboración y cálculos propios con base en la GEIH del DANE 2017. Ciertamente, para una mujer trabajadora en la ciudad de Medellín, las diferencias entre un empleo formal y uno informal son notorias. Los salarios para las mujeres que se ocupan en actividades formales, más que duplican el salario de quienes se emplean en actividades informales. Claramente, el objetivo debería enfocarse en la búsqueda de empleos formales, no obstante, vale la pena recordar que dichas actividades informales, ofrecen a las mujeres beneficios como el de no tener que desplazarse, estar con los hijos, horarios flexibles, etc. 20 De modo tal que en muchas ocasiones el sacrificio de un menor salario, se ve compensado por otras dádivas. De otro lado, estas mismas estadísticas compiladas por la GEIH, en la tabla 7 se reporta profundas diferencias por género, tanto en el acceso a empleos formales como en los salarios. Tabla 7. Test de Medias: Diferencia en Porcentaje de Formalidad Laboral y Salario Mensual entre Hombres y Mujeres en Medellín. Mujeres Hombres Diferencia se % Empleo Formal 0.585 0.632 -0.047 *** 0.009 Salario Mensual 1.114.783 1.332.666 -217.883 *** 45468.392 N 11381 Fuente: elaboración y cálculos propios con base en la GEIH del DANE 2017. De otro lado, las diferencias entre hombres y mujeres son también altamente preocupantes. Los hombres no solo tienen una mayor probabilidad de encontrar empleos formales, sino que a su vez los salarios a los cuales acceden son más altos. Es decir, los hombres se emplean mejor y con mayores salarios, en comparación con las mujeres. Lo anterior lleva a pensar que la formalización laboral de las mujeres es un mecanismo esencial, no solo para brindarles mejores condiciones en el mercado laboral, sino también para reducir las brechas de salarios que existen por género en la ciudad de Medellín. En población ocupada según nivel educativo y sexo, se observa cómo las Mujeres han venido ganando participación en cuanto a estudios superiores, “superior incompleta y superior completa”. La tabla 8 reporta la población ocupada según nivel educativo y sexo. Tabla 8 Población ocupada según nivel educativo y sexo Concepto 2014 2015 2016 2017 2014 2015 2016 2017 Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic Ene - Dic 21 Hombres Mujeres Ninguno 1,8% 1,9% 2,0% 1,8% 1,6% 1,7% 1,7% 1,6% Primaria incompleta 8,0% 7,5% 7,4% 6,8% 7,2% 6,1% 6,4% 5,5% Primaria completa 11,0% 10,2% 10,6% 9,5% 9,9% 8,5% 8,2% 8,5% Secundaria incompleta 17,6% 17,4% 17,0% 16,5% 12,9% 13,7% 12,0% 10,9% Secundaria completa 26,3% 27,7% 26,8% 27,5% 23,5% 22,5% 24,2% 24,3% Superior incompleta 18,7% 18,8% 18,4% 19,7% 25,8% 27,3% 26,8% 26,8% Superior completa 16,4% 16,6% 17,8% 18,2% 19,1% 20,3% 20,6% 22,4% Fuente: elaboración y cálculos propios con base en la GEIH del DANE (2017). En el nivel de educación superior incompleta las Mujeres superan a los Hombres en 7,1% y en educación superior completa la diferencia en favor de las Mujeres es de 4,2%, lo que indica que las Mujeres están mejor preparadas en términos de educación superior que los Hombres. III. Datos y Metodología. Teniendo en cuenta la necesidad de estimar probabilidades de emplearse formalmente en la ciudad de Medellín con el fin de encontrar brechas de acceso a empleos de calidad entre hombres y mujeres, se realiza un ejercicio econométrico que consiste en estimar la probabilidad de conseguir un empleo formal, teniendo en cuenta las característicasde la población encuestada y de forma especial, incorporando la comuna en la que vive el individuo. Para este fin se utiliza una especificación econométrica que parte de la esencia de las conocidas ecuaciones de Mincer (Mincer, 1974), y la estimación del modelo econométrico a través de un modelo PROBIT. Las ecuaciones de Mincer se utilizan tradicionalmente para realizar estimaciones de salarios, y de forma específica para conocer cómo algunos aspectos relacionados con la productividad o las características demográficas de los trabajadores pueden afectar su nivel salarial. En este caso, utilizamos una variación muy común y estándar del modelo, y lo que se busca es estimar la probabilidad de que una persona consiga un empleo formal (con afiliación a seguridad social). Como variables explicativas se tienen en cuenta aspectos como la edad, el género, los años de educación, la experiencia, el hecho de ser jefe de hogar y la comuna en la que reside. De esta forma, se podrá al final de este documento establecer 22 parámetros de política pública y resultados diferenciados por comuna. La especificación econométrica de la ecuación estimada se muestra a continuación: ( ) ( ) Donde la variable dependiente toma el valor de 1 si la persona tiene un empleo formal y 0 en caso contrario explicado por la y la de las personas en años, que toma el valor de 1 si es hombre y 0 si es mujer, el que corresponde a si es jefe del hogar con valor de 1 y 0 en caso contrario, y como variables continuas de cualificación, que localiza dónde habita la persona y finalmente, que es el término de error del modelo. Para esta estimación se utilizó información de 12.742 individuos que corresponden a la Población Económicamente Activa (PEA) de la ciudad de Medellín para el año 2017, de acuerdo con la información de la GEIH para el Municipio de Medellín. Esta versión de la GEIH tiene una particularidad que la hace diferente de la versión de la GEIH nacional, y es que, en este caso, se tiene representatividad estadística para 16 comunas de Medellín, y esto es precisamente lo que permite arrojar resultados y desarrollar estrategias y políticas públicas enfocadas por comunas. Dentro de la población encuestada en la GEIH se toman solo aquellos individuos que pertenecen a la PEA, es decir, aquellos que tienen trabajo o han desarrollado alguna actividad para conseguir empleo; así, se crea la variable de interés que son los ocupados formales, como aquellos que tienen un empleo en el que cotizan a salud y pensión. En este sentido, se estimará la ecuación de Mincer para calcular la probabilidad de que un hombre o una mujer logren emplearse formalmente en la ciudad de Medellín y por comunas, al igual que los demás determinantes de dicha probabilidad. 23 IV. Resultados En la siguiente tabla se presentan los resultados de la estimación del modelo probit para la probabilidad de encontrar empleo formal en Medellín. En términos generales se observa que todas las variables explicativas son estadísticamente significativas al 1%. Los hombres tienen una probabilidad de 22,2% más alta que las mujeres de conseguir un empleo formal, y adicionalmente, los jefes de hogar tienden a buscar empleos formales también con el fin de asegurar las condiciones básicas de seguridad social para su núcleo familiar. Entre otros aspectos interesantes, se observa una relación creciente y cóncava entre la probabilidad de emplearse formalmente y la edad de los individuos; de acuerdo con este resultado, al maximizar la función se obtiene que esta probabilidad se maximiza alrededor de los 33 años, y luego empieza a decrecer. Finalmente, las variables de educación y experiencia que, son bastante relevantes en esta modelación, tienen el signo positivo que se esperaba indicando que tanto la educación como la experiencia laboral mejoran la probabilidad de enrolarse en el mercado laboral formal en Medellín. Sin embargo, como es sabido en este tipo de modelación, los coeficientes beta de la regresión no dicen mucho acerca del efecto real de cada variable explicativa sobre la probabilidad de encontrar un empleo formal, pues la relación analizada puede ser no lineal. En este sentido, lo ideal, en primera instancia, para tener resultados más acertados es analizar los efectos marginales de cada variable sobre un individuo promedio de la muestra. Resultado Probabilidad de Ocupación Formales VARIABLES Empleo Formal Género (Hombre=1) 0.222*** (0.003) Jefe de Hogar 0.120*** (0.003) Edad 0.133*** (0.001) Edad^2 -0.002*** (0.000) Años de Escolaridad 0.096*** (0.000) 24 Años de Experiencia 0.018*** (0.000) Constante -3.510*** (0.014) Efectos Fijos por Comuna Sí Observaciones 12,742 Pseudo R-squared 0.123 Standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1 Fuente: elaboración y cálculos propios con base en la GEIH del DANE (2017). De acuerdo con los efectos marginales que se muestran en la siguiente tabla, un hombre promedio en Medellín tiene un 7.6% más de probabilidad de conseguir empleo formal que una mujer, mostrando en principio una disparidad importante en términos de política pública de género. Teniendo en cuenta adicionalmente que, de acuerdo con las estadísticas mostradas, las mujeres formales tienen un salario significativamente alto en comparación con las mujeres informales. De modo que, aquellas políticas que busquen reducir esta brecha de acceso al mercado formal, indirectamente estarían reduciendo la brecha salarial de género en la ciudad. Adicionalmente, los jefes de hogar son más propensos a ocupar empleos formales, con una probabilidad mayor de 4.1% comparados con quienes no lo son. La relación con la edad, como se mencionó es creciente y cóncava, mostrando que cada año adicional incrementa la probabilidad de emplearse formalmente en un 4.5%, pero esta probabilidad empieza a decrecer a partir de los 33 años, y la escolaridad muestra una relación positiva y bastante consistente, indicando que cada año adicional de educación incrementa la probabilidad de emplearse en un 3.3%, indicando que esta es una de las mejores herramientas para mejorar los niveles de formalización laboral en Medellín. Finalmente, se puede establecer de acuerdo con estos resultados, que cada año adicional de experiencia incrementa la probabilidad de emplearse formalmente en un 0.6%. Este resultado es clave, teniendo en cuenta que las mujeres usualmente presentan niveles de experiencia menor a la de los hombres, justificada en los tiempos de retiro de la PEA en el 25 género femenino explicado fundamentalmente por los periodos de maternidad y la crianza de los hijos que exige mucha dedicación y tiempo. Efectos marginales - Probabilidad Empleo Formal (Dy/Dx) VARIABLES Efectos Marginales Género (Hombre=1) 0.076*** (0.001) Jefe de Hogar 0.041*** (0.001) Edad 0.045*** (0.000) Edad^2 -0.001*** (0.000) Años de Escolaridad 0.033*** (0.000) Años de Experiencia 0.006*** (0.000) Observaciones 12,742 Standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1 Fuente: elaboración y cálculos propios con base en la GEIH del DANE (2017). Al analizar los resultados anteriores de forma más detallada, pensando en el enfoque de género, el primer resultado interesante se encuentra al correlacionar la probabilidad de emplearse formalmente con la edad de los ciudadanos. Aunque la relación decreciente y cóncava en los dos casos, se observa que las mujeres siempre tienen una probabilidad menor de emplearse formalmente que los hombres, y esta brecha sehace mayor a medida que incrementa la edad. Lo que indica en primera instancia que hay que focalizar la política de formalización en mujeres de todas las edades, pero con un énfasis particular en mujeres especialmente mayores de 40 años. 26 Fuente: elaboración y cálculos propios con base en la GEIH del DANE 2017 Además, si se hace el mismo análisis de acuerdo con el nivel de educación, es claro un patrón de que tanto para hombres como para mujeres la educación es la principal herramienta para mejorar su probabilidad de emplearse formalmente. Sin embargo, en este caso se observa también que, los hombres se encuentran en un mejor escenario que las mujeres, sin importar que ambos tengan el mismo nivel de educación. Esta brecha solo desaparece después de cerca de 20 años de educación. Esto de alguna manera da luces para pensar que es posible que exista discriminación laboral, pues en un escenario objetivo con grupos de hombres y mujeres que tienen el mismo nivel educativo (que es un criterio objetivo de la cualificación), los hombres tienen siempre una mayor probabilidad de éxito para enrolarse en el mercado laboral formal. Este resultado permite intuir también que es necesario y urgente establecer una política de formalización laboral por género, y que la educación puede ser una herramienta esencial en el mediano plazo para cerrar estas brechas, y también la concientización con el sector empresarial. 0 .2 .4 .6 .8 10 20 30 40 50 60 70 Edad 95% CI Mujeres Hombres Probabilidad de Emplearse Formalmente por Edad 27 Fuente: elaboración y cálculos propios con base en la GEIH del DANE 2017 Finalmente, aunque se encontró que hay una relación positiva entre la probabilidad de emplearse formalmente y la experiencia de los individuos, el impacto de la experiencia es muy bajo en dicha probabilidad, pero, aun así, se sigue observando que hombres que cuentan con los mismos años de experiencia que las mujeres, son más propensos a encontrar empleos formales. .2 .4 .6 .8 1 0 5 10 15 20 25 Años de Educación 95% CI Mujeres Hombres Probabilidad de Emplearse Formalmente por Género y Años de Educación 28 Fuente: elaboración y cálculos propios con base en la GEIH del DANE (2017) Para realizar un análisis más específico para la situación de cada una de las 16 comunas analizadas, se realizó un test de medias de la probabilidad estimada en el modelo descrito entre hombres y mujeres. Este ejercicio permite ver diferencias en formalización laboral entre comunas y al interior de cada una de estas por la variable género. En este sentido se puede observar que las comunas que presentan una situación más delicada en términos de formalización laboral son la Popular (43.2% para mujeres y 48.5% para hombres) y Aranjuez (43.2% para mujeres y 47.4% para hombres), con brechas de género del 5.3% y 4.2%, respectivamente a favor de los hombres. En todas las comunas se podría generalizar el hecho de que los hombres tienen mayor probabilidad de emplearse formalmente. Sin embargo, desde una perspectiva de género se encuentran algunos resultados bastante interesantes al analizar estos datos en detalle. Por ejemplo, en el Poblado, a pesar de ser la comuna en la que las mujeres tienen mayor probabilidad de emplearse formalmente, se encuentra que también es la comuna en la que existe una brecha de género más amplia y significativa estadísticamente. En esta comuna los hombres tienen un 13.3% más de probabilidad de emplearse formalmente al ser .2 .4 .6 .8 1 0 10 20 30 40 50 60 Años de Experiencia 95% CI Mujeres Hombres Probabilidad de Emplearse Formalmente por Años de Experiencia 29 comparados con las mujeres, seguido por Guayabal, Laureles – Estadio y Villa Hermosa, con brechas de 7.9%, 7.2% y 7.1%, respectivamente. Estos resultados indican que las brechas en acceso a empleos de calidad se presentan en todas las comunas y todos los estratos, y la problemática es igualmente importante en comunas de ingresos bajos como Popular y comunas de ingresos altos como el Poblado. Adicionalmente, se destaca el caso de La América, donde se encuentra la menor brecha en términos de género entre hombres y mujeres, de solo un 2.5%, pero adicionalmente, tanto hombres como mujeres se ubican al menos 10 puntos porcentuales por encima de la probabilidad media para la ciudad. Test de Medias - Probabilidad de Emplearse Formalmente por Comuna y Género Comuna N Mujeres Hombres Diferencia se 1 - Popular 759 0.432 0.485 -0.053 *** 0.012 2 - Santa Cruz 832 0.469 0.523 -0.054 *** 0.012 3 - Manrique 769 0.463 0.527 -0.064 *** 0.013 4 - Aranjuez 830 0.432 0.474 -0.042 *** 0.012 5 - Castilla 748 0.565 0.606 -0.041 *** 0.013 6 - Doce de Octubre 829 0.492 0.548 -0.055 *** 0.012 7 - Robledo 728 0.541 0.607 -0.066 *** 0.013 8 - Villa Hermosa 754 0.468 0.539 -0.071 *** 0.013 9 - Buenos Aires 670 0.536 0.588 -0.052 *** 0.014 10 - La Candelaria 553 0.498 0.527 -0.029 * 0.017 11 - Laureles - Estadio 598 0.667 0.739 -0.072 *** 0.015 12 - La América 625 0.632 0.657 -0.025 * 0.014 13 - San Javier 732 0.496 0.548 -0.051 *** 0.013 14 - El Poblado 631 0.683 0.816 -0.133 *** 0.013 15 - Guayabal 725 0.521 0.6 -0.079 *** 0.013 16 - Belén 594 0.612 0.664 -0.052 *** 0.015 TOTAL 11377 0.529 0.58 -0.051 *** 0.004 Fuente: elaboración y cálculos propios con base en la GEIH del DANE (2017). Los datos de esta tabla llevan de nuevo a pensar que se necesita una política de formalización laboral priorizada por comunas y con un enfoque de género definido que 30 incorpore como eje fundamental el acceso a la educación, la formación para el trabajo formal y la concientización de los empresarios para brindar mejores condiciones laborales a las mujeres. A nivel gubernamental, tal vez podría pensarse en un sistema de incentivos tributarios para aquellas empresas que formalicen empleos de mujeres, sin ir claramente en detrimento de la calidad del empleo de los hombres. V. Conclusiones y Recomendaciones de Política Pública Se cuenta con la normatividad tanto a nivel de los principales organismos internacionales como la ONU y la OIT y como a nivel nacional y regional, que permiten superar las brechas en el acceso al mercado laboral y las diferencias en salarios presentadas entre las Mujeres y los Hombres de la ciudad de Medellín, pero por su falta de conocimiento, promoción e incorporación en la cultura colombiana, sigue presentando brechas de género en el mercado laboral de la ciudad. De acuerdo con la GEIH 2017 para Medellín, las Mujeres poseen mejores grados de calificación que los hombres, pero enfrentan con mayor frecuencia problemas de desempleo, subempleo y brechas de ingresos. Para el periodo de análisis, la tasa de desempleo de los hombres fue 8,4% y para las mujeres fue 11,9%. La tasa global de participación y la tasa de ocupación para los hombres fueron 73,0% y 66,9%; mientras que para las mujeres éstas fueron 54,7% y 48,3%, respectivamente. En el período de análisis, de la población ocupada de la ciudad de Medellín que recibió ingresos laborales entre 1 y 2 SMMLV se puede observar que para los Hombres y Mujeres la participación fue de 46,5% y 40,9%, respectivamente. Para ingresos entre 2 y 4 SMMLV la participación fue para los Hombres de 16,5% y para las Mujeres de 14,5%. Y para ingresos de más de 4 SMMLV la participación para los Hombres fue de 10,3% y para las Mujeres de 9,3%. Dejando en evidencia la brecha salarial existente en la ciudad de Medellín. Se observa que los Hombres tienen una probabilidad más alta que las Mujeres de conseguir un empleo formal. Un Hombre promedio en Medellín tiene un 22.2% más de probabilidad 31 de conseguir empleo formal que una Mujer, una diferencia preocupante que nos indica que se debe fortalecer las políticas de género en términos laboralesque permitan reducir la brecha y alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 en cuanto a Equidad de Género y Trabajo Decente. En los resultados por comunas se podría generalizar el hecho de que los Hombres tienen mayor probabilidad de emplearse formalmente que las Mujeres. Algunos de los resultados son: la Comuna 1 Popular 43.2% para Mujeres y 48.5% para Hombres y Aranjuez 43.2% para Mujeres y 47.4% para Hombres, con brechas de género del 5.3% y 4.2%, respectivamente a favor de los Hombres. Los resultados muestran que hasta los 20 años de educación los Hombres tienen mejores niveles de educación que las Mujeres, pero después la cifra se muestra a favor de las Mujeres, sin embargo, el acceso al mercado laboral está siempre a favor de los Hombres. Estos resultados de alguna manera inducen a pensar que es posible que exista discriminación laboral de género inclinado a favor de los Hombres. Las conclusiones anteriores inducen a pensar que en nuestro medio existe algún grado de discriminación hacia las Mujeres en la participación en el mercado de trabajo y la existencia de una brecha salarial de género a favor de los Hombres con indicios de discriminación. Se recomienda impulsar el Pacto por la Equidad de Género y el Trabajo Decente donde confluyan el Gobierno, nacional, regional y local, los Gremios Empresariales y las Organizaciones Sindicales y Sociales con el objeto de propiciar los mecanismos para reducir las brechas de género en el mercado laboral existente en la ciudad de Medellín, por un lado como mecanismo para superar la feminización de la pobreza y por otro para contribuir a lograr los Objetivos de la Agenda 2030. Además, desarrollar programas relacionados con la generación de ingresos y empleo para las Mujeres, lo que contribuye a múltiples propósitos como aumentar la autoestima, generar ingresos para sus familias, mejorar el ambiente familiar en sus hogares y disminuir la dependencia económica con respecto a los Hombres. Si bien la independencia económica de las mujeres no genera automáticamente autonomía; ésta se debe complementar con programas de empoderamiento de las mujeres sobre sus 32 derechos; programas para fomentar en los hogares, lugares de trabajo y educativos relaciones afectivas y armoniosas entre las Mujeres y los Hombres. Se debe promover que las mujeres incursionen en otras ramas de actividad que tradicionalmente han sido ocupadas en su mayoría por los hombres como la agricultura y la construcción, lo que permitiría superar los altos niveles de segregación laboral existente en nuestro medio. Se recomienda incorporar en todos los espacios, familiares, educativos y empresariales, tanto públicos como privados, el diálogo de género y la no discriminación. En el campo empresarial fomentar de hecho la no discriminación, tanto ocupacional como salarial, y generar la equidad que contribuya a una armonía entre Mujeres y Hombres. Aunque la ciudad de Medellín cuenta con una Política Pública de Trabajo Decente, sería importante que se integrara con el CONPES Social 161de 2013, permitiendo tener un mayor alcance a la erradicación de la discriminación de acceso al mercado laboral y la discriminación salarial por género. Como posible trabajo de investigación para profundizar sobre la discriminación salarial de género es aplicar la metodología de Blinder-Oaxaca, ampliamente utilizada en estudios de brechas salariales. Esta metodología consiste en analizar la diferencia salarial en un determinado período de tiempo y descomponerla en una parte, que se atribuye a las diferencias en la productividad de los atributos observables del individuo, y otra porción que usualmente se atribuye a características no observables, dentro de los cuales se incluye la discriminación. El alcance de la investigación se puede hacer para el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y comparativa con las otras áreas metropolitanas del país. Finalmente, se propone realizar una Evaluación de Impacto de la Política Pública de Trabajo Decente de Medellín, Acuerdo 64 de 2013, y de la Política de Trabajo Decente y Digno de Bogotá, D.C., Decreto 380 de 2015. Bibliografía 33 Barraza, N. (2010). Instituto de Estudios Económicos del Caribe. Retrieved from http://guayacan.uninorte.edu.co/publicaciones/upload/File/Documentos_IEEC_31.pdf Chacón, A. (2012). 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