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EV4_LaCamaraLucida - Cri no Shokan (3)

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN
LICENCIATURA EN LENGUAJE Y PRODUCCIÓN AUDIOVISUAL
Fotografía de Estudio
Evidencia #4: 
Ensayo de: “La cámara lúcida” de Roland Barthes.
	
Maestro: Lic. Andrés José Villagómez limón.
Nombre: Cristopher Gelacio Camacho Castaño.
No. Matrícula: 1581755.
Grupo: 306. 	
El libro habla sobre la postura del autor y la fotografía, lo que significa para él una foto, él la compara con el “yo” de Nietzsche; Nietzsche que dio bases para el nihilismo el cual habla de deshacerse de todas las ideas preconcebidas para dar paso a una vida con opciones abiertas de realización incluso contradictorias y se puede ver en los ejemplos de las fotos que le gustaban a Barthes que esto es cierto como la foto de los militares y las monjas, la contradicción de algo nunca antes imaginado daría esa punzada en su pecho para su gusto por la fotografía aunque antes hablaba de la fotografía como un objeto sin distinción en lo que es fotografiado y el fotógrafo refiriéndose así a lo que las fotos le transmitían ese estudio que menciona lo que le permite apreciar una foto como buena si le gusta o no le gusta hasta que las fotos van más allá para él y le permiten incluso conocer sobre la vida mejor que otro cualquier medio la fotografía le mostraba mucho mejor como eran las personas de otras regiones u otro época, sus costumbres, sus problemas, etc.
Barthes habla de las experiencias: El sujeto mirado, y el sujeto mirante. Y como al conocer que uno está siendo mirado, toda cambia, y se pone en práctica una pose, fabricándose por completo otro cuerpo, adelantándose a transformarse en una nueva imagen. Y como le preocupa, le angustia ésta filiación no conocida: otro cuerpo que es suyo, va a volver a nacer, otra imagen será. El verse a uno mismo, representándose ya sea por un retrato, pintura, dibujo, hace alarde a un nivel social.
Barthes utiliza muchas metáforas y reflexiones en su libro una que me gustó mucho y recuerdo es cuando dice que si deseamos realizar una toma adecuada, efectiva e interesante de un paisaje, debemos centrarnos en capturar lugares que deseen y puedan habitarse, ir más allá de fotografiar lugares que simplemente puedan visitarse.
Es a partir de estas reflexiones que hace una diferenciación dentro de lo fotográfico, señalando que existe un tipo de fotografía que transforma la realidad, pero sin desmenuzarla, la califica de trivial, pues se apoya y sustenta básicamente en los aspectos meramente compositivos, carece de punctum, comunica pero su mensaje no es capaz de sacudirnos, no nos marca o transgrede. Gracias a esto podemos percatarnos y apreciar aquellas imágenes dotadas de este elemento capaz de atrapar nuestra mirada, de apelar y aludir a algo más profundo e irracional, a veces difícilmente reconocible o evidente, producto de extrañas coincidencias, en las que sobresale más el punctum, en las que se carece de una aplicación efectiva del studium, o este juega un papel secundario, prácticamente imperceptible para Barthes este tipo de fotografías eran lo que las distinguía del resto las que lo punzaban o lastimaban que también era otro siginificado para punctum un pinchazo, un corte y también casualidad, aquellas fotos despertaron un sentido de aventura para Barthes en la que ya no veía las obras de grandes fotógrafos sin cuestionarse el porqué de aquellas fotos, ese sentido de aventura de las fotografías de reporteros en zona de guerra y demás lugares donde la vida era muy diferente y se empezó a cuestionar sobre como la fotografía captura esa muerte la distinción de vida y muerte en la fotografía para Barthes una foto puede captar la vida de las personas así como su muerte.
El autor encuentra las fotografías de su madre recientemente hasta que encuentra una fotografía del periodo de infancia, retratada cerca de un invernadero junto a su hermano cuando tenía cinco años “Observé la niña y reencontré por fin a mi madre. La claridad de su rostro, la ingenua posición de sus manos, En esa imagen yo veía la bondad que había formado su ser enseguida y para siempre sin haberla heredado de nadie”.
“Esa Fotografía del Invernadero constituía para mi algo así, ese primer Canto del Alba que concuerda a la vez con la esencia de mi madre y con la tristeza que su muerte produce en mí, convencido no obstante de que esta fotografía reunía todos los predicados posibles que constituían la esencia de mi madre, y cuya supresión 0 alteración parcial, inversamente, me había remitido a las fotos de ella que me habían dejado insatisfecho. Para Barthes esta foto del invernadero le es muy significativa entre las demás de su madre y es entonces cuando el autor se cuestiona todas estas interrogantes ¿Por qué le fascina tanto una imagen que a los demás apenas interesaría? ¿Qué hace que una imagen agite algo en nuestro interior? ¿Cuál es nuestra relación con las imágenes?
Barthes habla nuevamente sobre su madre y la foto del invernadero, el menciona a Nietzsche, que decía: “un hombre laberíntico jamás busca la verdad, sino únicamente su Ariadna y todas las fotografías del mundo forman, de una u otra manera, un laberinto”. Barthes busca incesantemente su Ariadna en la foto del invernadero y como se diferencia el referente de la fotografía de otros sistemas de representación.
Comenta Barthes que, para él, la fotografía estaría más próxima al teatro que a la pintura gracias a lo que llama un “mediador singular”: la muerte.
También es muy interesante la reflexión que hace sobre el “aire” que “es esa cosa exorbitante que hace inducir el alma bajo el cuerpo” y su relación con la fotografía. En palabras del propio autor: “la fotografía, a veces, hace aparecer lo que jamás se percibe en un rostro real (o reflejado en un espejo): un rasgo genético, el pedazo de uno mismo o de un pariente que proviene de un ascendiente. La fotografía ofrece un poco de verdad, con la condición de trocear el cuerpo. Pero dicha verdad no es la del individuo, que sigue siendo irreductible; es la del linaje”. Más adelante, Barthes afirmará: “lo que revela es cierta persistencia de la especie”.
Conclusión
Este libro me pareció muy interesante como el autor nos muestra su visión, sus posturas sobre la fotografía y lo que significan para él y como se expresa mediante reflexiones de su vida; El autor habla sobre la muerte, la diferencia de la fotografía y el cine muy a su estilo con algunas metáforas y me pareció muy interesante los detalles en las fotos que menciona Barthes y como por fin encuentra una foto en la que “haya” a su madre, una foto que capturó su esencia.

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