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Los retos de entender el contexto de la septuaginta en la posmodernidad.

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Maná museo de las Sagradas Escrituras A.C.
Los retos de entender el contexto de la septuaginta en la posmodernidad.
Jesús Quintanilla Osorio.
Resumen.
Esta ponencia analiza brevemente la necesidad de conocer el contexto de la septuaginta desde su referente socio-histórico para la comunidad cristiana primitiva, y su influencia en nuestra posmodernidad.
Antecedentes.
Se le llama Septuaginta a las escrituras hebreas traducidas al griego Koiné, y son las más antiguas de estás versiones, nombrada así, porque, según la tradición, se atribuyen a un grupo de 72 eruditos reunidos en Jerusalén. Es una recopilación de la Tanaj o Biblia hebrea. La tanaj o Mikra, es un conjunto de 24 libros conocido como texto masorético. 
La intención de esta ponencia es enfatizar la necesidad de conocer vivamente el contexto socio-histórico de las comunidades cristianas primitivas que se apoyaban en la septuaginta como su libro sagrado, y resaltar la importancia de está versión en la formación de las escrituras griegas conocido como Nuevo testamento.
Sin pretender ser exhaustivos, libros como Introducción al Antiguo Testamento volumen I, de R. K. Harrison, y El canon de la sagrada escritura, de Foss Wescott Broker , son fuentes de consulta, referentes básicos para la comprensión del tema.
INTRODUCCIÓN.
Los primeros cristianos usaban la septuaginta como su libro sagrado ya que las escrituras griegas conocido como Nuevo testamento, comenzaron a existir a partir del año 47 al 50 si podemos fechar a la epístola a los Tesalonicenses alrededor de esas fechas para su composición, y es indudable que debemos entender su realidad, el contexto socio-histórico en el cuál ellos reciben estos escritos sagrados.
DESARROLLO.
Es interesante notar que los creyentes de la primera época de la iglesia solo contaban con las escrituras hebreas. El testimonio de los apóstoles, las llamadas columnas de la iglesia, comenzaban a difundir los principios enseñados por Jesús de Nazaret, pero el marco conceptual de estos hermanos en la fe, aquella escritura que podían consultar, eran los textos de la septuaginta, el material que estaba disponible en ese momento.
En la carta a los Gálatas, que es una apologética muy definida en la pluma de Pablo, se redefine el sentido de la ley, al alegorizarla, como en el caso de Agar y Sara, para representar a los dos tipos de pueblos, bajo la ley y bajo la gracia.
Sin duda, el apóstol Pablo utilizó la septuaginta al citarla en sus epístolas, y era el marco teórico sobre el cuál se sostenía.
Actualmente, podemos revisar los aportes de la arqueología que han confirmado lo que las escrituras hebreas señalan (ejemplo de ello es la narración babilónica del diluvio, que se corresponde en cierta medida con el descrito en el Libro del Génesis), pero en ese entonces, los cristianos dela iglesia primitiva, no tenían un acceso a este conocimiento que podemos encontrar ahora, bajo un estudio sistemático de la bibliografía a nuestro alcance.
En una revisión breve de la bibliografía consultada, tanto en 
Introducción al Antiguo Testamento volumen I, de R. K. Harrison, como en El canon de la sagrada escritura”, de Foss Wescott Broker, encontramos bases para combatir los pensamientos actuales.
 Lo paradójico es que en nuestra sociedad posmoderna, donde todo se ha relativizado y el peso de los valores impregnados en la septuaginta como un referente ético, y que debería seguir siendo una columna firme para los creyentes de este siglo, la diatriba del momento busca, supuestamente, desmitologizar las escrituras para acomodarlas a un punto de vista racionalista, queriendo pasar por un filtro, toda la experiencia de fe, y restarle valor a las experiencias testimoniales y así, para está corriente que permea nuestros círculos teológicos con su halo de supuesta ciencia, Adán no vivió 730 años, porque se exageraba la imagen y vida de los héroes de entonces, y David no enfrentó a un Goliat de 3.67 metros, si no a un soldado muy avezado. Bajo está lupa, llegarán a decir que Jesús no se levantó de la tumba, si no que solo estaba durmiendo para reponerse del daño infligido. Es peligroso querer pasar a la escritura por el tamiz de nuestras mentes limitadas. Abrevemos de esa fe de las comunidades cristianas primitivas, que creyeron firmemente, y le daban el valor que la septuaginta tenía, sin restarle méritos a los escritos sagrados, aún contra las herejías existentes en su entorno.
Los creyentes primitivos, a pesar de ser invadidos por ideas gnósticas y de diversas herejías que surgieron en el devenir del tiempo, defendieron su fe ardientemente, y su firmeza es un ejemplo a nosotros.
CONCLUSIÓN.
Entender el contexto socio-histórico es un reto. Requiere de un estudio sistemático y concienzudo del momento que se vivía para comprender a ciencia cierta lo que a los cristianos primitivos les significaba contar con los escritos sagrados.
La septuaginta es una recopilación de las escrituras hebreas, traducidas al idioma griego, el idioma preponderante en su tiempo. A la sociedad posmoderna de hoy, le significa un reto entender el entorno de aquel entonces, pero no por ello debe menospreciar lo que los oyentes y lectores de esa época valoraban al grado de ofrecer su propia vida a su preservación. Las corrientes de pensamiento actuales, tienden a desdeñar la firmeza y el mensaje de las escrituras y pretenden pasarlas por un tamiz, para reducirlas a un pensamiento que puedan entender. El reto es ver a aquellas comunidades cristianas primitivas que valoraron positivamente la septuaginta como su regla de fe y conducta y actuar en consecuencia.
BIBLIOGRAFÍA.
R. K. Harrison. Introducción al Antiguo Testamento volumen 1. Editorial T.E.L.L, 1990.
El canon de la sagrada escritura, Foss Wescott Broker.
Editorial CLIE, 1987.

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