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Resumen de Aristóteles: Ética Nicomáquea. Ética Eudemia Libro 2: Naturaleza de la virtud ética 1_La virtud ética, un modo de ser de la recta acción Existen dos clases de virtud: dianoética y ética. La dianoética se origina y crece por la enseñanza, por lo que requiere experiencia y tiempo. La ética procede de la costumbre. Esto nos indica que ninguna virtud se produce en nosotros por naturaleza, ni contra la naturaleza, si no que las recibimos y perfeccionamos mediante la costumbre. La costumbre es primordial en la adquisición de la virtud, pero la naturaleza desempeña también su papel en la capacidad natural para adquirir y perfeccionar las virtudes o vicios. Adquirimos primero la capacidad y después hacemos las actividades. Las virtudes las adquirimos como resultado de las actividades anteriores, lo que hay que hacer después de haber aprendido, lo aprendemos haciéndolo. Sin embargo, los mismos conocimientos producen y destruyen a virtud, ya que podemos ser buenos o malos en algo. Por nuestro actuar en las relaciones con los demás podemos ser justos o injustos, cobardes o valientes, etc. Esto significa que los modos de ser surgen de operaciones semejantes, por ello es necesario realizar ciertas actividades, porque los modos de ser siguen lo que aprendemos en estas actividades. 2_La recta acción y la moderación Aristóteles dice que el fin de la investigación es saber cómo ser buenos, porque este es el único beneficio que podemos sacar de la virtud. Parra ello debemos examinar lo relativo a las acciones y como realizarlas, porque son las principales causas de las formaciones de los modos de ser. Sin embargo, menciona que todo lo que dice es relativo y no es con precisión, ya que de las acciones no hay nada establecido. Los que actúan deben considerar siempre lo que es oportuno. Primeramente, es necesario decir que está en la naturaleza de las cosas destruirse por defecto o por exceso, como por ejemplo el exceso o la falta de comida en un cuerpo. Lo mismo sucede con las virtudes, el que tiene mucho miedo es cobarde pero el que tiene poco miedo es temerario. Así pues, la moderación se destruye por exceso o defecto, pero se construye por el término medio. Las actividades también dependen de lo mismo, pues apartándonos de los placeres nos hacemos moderados, y una vez que lo somos, podemos mejor apartarnos de ellos, como por ejemplo con la valentía, nos acostumbramos a despreciar los peligros y a resistirlos, nos hacemos valientes, y una vez logrado eso podemos hacerle frente al peligro más fácilmente. 3_La virtud referida a los placeres y dolores Hay que considerar como una señal de los modos de ser el placer o dolor que acompaña a las acciones. La virtud moral se relaciona con los placeres y dolores, pues hacemos lo malo a causa del placer, y nos apartamos del bien a causa del dolor. Por ello, debemos haber sido bien educados desde jóvenes para poder alegrarnos y dolernos como es debido. Si las virtudes están relacionadas con las acciones y pasiones, y el placer y el dolor acompañan a la pasión, entonces la virtud está relacionada con los laceres y los dolores. Todo modo de ser del alma tiene una naturaleza que está implicada y emparentada con las cosas por las cuales se hace naturalmente peor o mejor, los hombres se hacen malos a causa de los placeres y los dolores, por perseguirlos o evitarlos. La virtud tiende a hacer lo que es mejor respecto al placer y al dolor, y el vicio hace lo contrario. Los objetos de preferencia son lo bello, lo conveniente y lo agradable, y los de aversión son lo vergonzoso, lo perjudicial y lo penoso. El hombre bueno acierta en todas las cosas y el malo yerra. La virtud se refiere a placeres y dolores, crece por las mismas acciones que la produce y es destrozada si no actúa de la misma manera. Se ejercita en las mismas cosas que le dieron origen. 4_Naturaleza de las acciones de acuerdo con la virtud Las acciones de acuerdo con las virtudes no están hechas justamente si ellas mismas son de cierta manera, si no también si quien las hace las hace con cierta disposición a hacerlas: en primer lugar, si sabe lo que hace, luego si lo elige por la acción misma, y por último si la elige de manera firme e inquebrantable. Para las virtudes el conocimiento tiene poco o ningún peso, mientras que las demás condiciones no lo tienen pequeño si no total, ya que surgen de realizar muchas veces actos justos y moderados. Las acciones entonces se llaman justas y moderadas cuando son tales que un hombre justo y moderado las realizaría. 5_La virtud como modo de ser Aristóteles se pregunta qué es la virtud. Son tres las cosas que le suceden al alma: pasiones, facultades y modos de ser. La virtud corresponde a una de ellas. Las pasiones son la ira, el miedo, el coraje, la envidia, l alegría, el amor, etc. en general, todo lo que va acompañado de dolor. Las facultades son las capacidades por las cuales se dice que estamos afectados por estas pasiones, por ejemplo, aquello por lo que somos capaces de compadecernos. Por modos de ser se entiende aquello por lo cual nos comportamos bien o mal respecto de las pasiones, como cuando nos encolerizamos. Ni las virtudes ni los vicios son pasiones, porque no se nos llamaba buenos malos por nuestras pasiones, si no por nuestras virtudes y nuestros vicios. Las virtudes somos como una elección, ya que no se adquieren sin quererlo y nos disponen de cierta manera, en cambio las pasiones nos mueven. Las facultades tampoco son virtudes, porque ni se nos llama buenos o malos por ser capaces de sentir pasiones. Además, por naturaleza tenemos una facultad, en cambio no somos buenos o malo por naturaleza, por lo que las virtudes no son pasiones ni facultades. La virtud entonces es un modo de ser. Esta es su naturaleza genérica. 6_Naturaleza del modo de ser No basta decir que la virtud es un modo de ser, si no también hay que decir qué clase de modo de ser. Toda virtud lleva a término la buena disposición de aquello de lo cual es virtud y hace que realice bien su función (por ej. la virtud de ojo hace que sea buen ojo), por lo que la virtud del hombre es el modo de ser por el cual el hombre se hace bueno y realiza bien su función propia. Para ello se debe hallar un término medio entre el exceso y el defecto. Aristóteles dice que el término medio de una cosa es aquel que dista lo mismo de ambos extremos, excede y es excedido en una cantidad igual. Este medio es relativo a nosotros, no existe un medio igual para todos, si no que se adapta a cada persona. Por ende, la virtud tiende al término medio (hablando de virtud ética que refiere a las pasiones y acciones, las cuales tienen exceso, defecto y término medio). Al unir íntimamente la virtud y el término medio, Aristóteles sigue una corriente profunda del pensamiento griego que tiende a evitar todo exceso y a mantener siempre la medida. La virtud entonces tiende al término medio, o es un término medio, que se puede errar de muchas maneras, pero aceptar solo es posible de una manera, ya que, tomando el concepto de los pitagóricos, el mal esta indefinido en cambio el bien está definido. Por lo tanto, la virtud es un modo de ser selectivo, un término medio relativo a nosotros determinado por la razón y por aquello que decidiría el hombre prudente. Es un medio entre los vicios, uno por exceso y el otro por defecto. No toda pasión y acción admiten término medio, hay algunas por cuyo nombre son malas en sí mismas, como la envidia y el homicidio. No es posible nunca acertar con ellas. Esto sucede porque ni existe término medio del exceso y del defecto, ni exceso y defecto en el término medio.
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