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F. ENGUITA. Conocimiento y control. YOUNG A partir de este libro se intenta definir el conjunto de problemas que hasta el momento fueron descuidados. La preocupación principal de los teóricos (sociólogos) es el problema del orden. En la sociología de la educación hay una ausencia tanto de teorías explícitas como de debates teóricos. Seeley distingue entre percepción y concepción. Plantea que los sociólogos reciben los problemas de los educadores, y no cuestionan sus supuestos, sino que los dan por sentados. Estos supuestos se caracterizan por la doctrina del orden, que lleva a explicarse como una perspectiva sistémica, es decir, parte de un consenso sobre metas y valores débilmente definidos (valores sobre lo que es la “buena educación”) y además, concibe el cambio en términos de una diferenciación estructural hacia tales metas, y se definen los problemas del orden como fracasos de la socialización. Ese fracaso puede ser por ejemplo el niño de clase obrera que no consigue logros académicos, los padres que no incentivan o el de las universidades que no producen investigaciones (estos son problemas que reciben los sociólogos de los educadores). Y que han intentado reelaborar estos problemas para no caer en la mera aceptación. Seeley dice que no hay alternativa, a menos que los sociólogos conciban sus propios problemas, y de esta manera expliquen los problemas de los educadores. No solo deben criticar la investigación sociológica anterior sino que deben preguntarse qué supuestos llevaron a cuestionar aspectos sobre la selección y tratar como establecieron otros sobre educación académica. Estos autores (de la nueva sociología de la educación) tienen en común que no dan por sentadas las definiciones actuales de la realidad educativa y por lo tanto CONCIBEN y no RECIBEN problemas para la sociología de la educación. Por lo tanto la sociología de la educación ya no se concibe como un área de investigación diferente al de la sociología del conocimiento, y que la sociología de la educación se convierte en un indagación sobre la organización social del conocimiento en las instituciones educativas. Para explicar cómo se organizan los alumnos, los profesores y el conocimiento, las categorías deben concebirse como una construcción social. Los padres, alumnos, profesores, e investigadores distinguen entre casa o escuela, aprendizaje y juego, academico y no academico, torpe o tonto. De esta manera se van configurando construcciones sociales, ya que las personas en una determinada situación le imponen sus construcciones o significados a otros. Las categorías no deben ser tratadas como absolutas sino como realidades construidas en contextos institucionales concretos. Tratar el conocimiento como socialmente construido puntualiza en lo que llamamos razonamiento, ser lógico o validación de la verdad de un aserto, es decir, se requiere una autorreflexión crítica de nuestros propios pensamientos en términos de diversos modelos normalizados. Las investigaciones sobre una sociología del conocimiento educativo se orientan a explorar cómo y porqué persisten categorías dominantes. Desde esta perspectiva, el currículum se piensa como aquella categoría que mantiene el personal escolar que necesita de un estudio sobre los significados situacionalmente definidos que den por sentados contextos institucionales. Para definir los problemas de la sociología de la educación, se debe examinar problemas que implican una meta-teoría o doctrina de control y lo que supone el tratamiento del conocimiento, que se da de manera colectiva. Forma parte del saber convencional de la sociología de la educación que las Universidades y la economía controlan el contenido y la distribución de las oportunidades educativas, es decir, proporcionan restricciones estructurales dentro de las cuales tienen lugar las actividades escolares. Esta afirmación se está aceptando en la práctica, y no crítica la relación mecanicista que se da entre la universidad, la economía y el sistema educativo. En este sentido, una crítica a la doctrina de control es la de su racionalismo. En principio la definición de racionalidad se asociaba con el “hombre económico” del siglo XIX, que siempre elige los medios más efectivos para lograr sus fines. A partir del cuestionamiento de Schutz y Garfinkel, se permitió que el conocimiento que en determinadas situaciones podría estar próximo a la racionalidad económica, pueda ser tratado como una cuestión empírica. Es decir, se debe tener en cuenta el carácter específico, histórico y situacional y a su vez sus fenómenos y explicaciones . La lección metodológica que se saca de esa crítica, es que esos estudios internacionales deben ser completados con tentativas de conceptualizar las conexiones que existen entre las interacciones y las estructuras sociales cambiantes, de manera que se indiquen nuevos modos de investigación. Tanto la doctrina del control y la postura intelectual sugieren que debemos tratar las explicaciones de los individuos como modos con los que dotan de sentido y ordenan su mundo. Sin conceptos preconcebidos sobre las buenas explicaciones deberíamos profundizar en los posibles orígenes de las explicaciones proporcionadas. Esto se relaciona con la última oración porque menciona que si el sociólogo es capaz de suspender el absolutismo moral e intelectual ( es decir, aquello que se toma como correcto o falso) del profesor, se va a poder estudiar los fenómenos de la escuela desde lo que pueden significar para los participantes. Permitiendo así que aquellos fenómenos de correcto o falso, interesante o aburrido que usan profesores y alumnos deban ser explicados desde su origen. APPLE Y WEIS. Una visión racional de la educación: la estratificación de la cultura y la gente en las sociología del conocimiento escolar. El rol estratificador de la escuela, la tradición de obtención de status y los trabajos etnográficos de orientación fenomenológica, fueron insuficientes para teorizar las concepciones de clase y economía. Ya que, no tratan la dinámica cultural y política de la educación, y no comprenden de manera adecuada las funciones contradictorias de la escuela. En este sentido, la sociología del conocimiento escolar realizó considerables progresos, especialmente hizo hincapié en la relación entre instituciones educativas y las dinámicas de raza, género y clase. Los autores cuestionan el modelo de investigación dominante, lo que se denomina como la “tradición del rendimiento” por dos cuestiones, en primer lugar porque tiene énfasis positivista y excesiva confianza en las aproximaciones estadísticas, es por ello,no logra explicar la complejidad de las interacciones cotidianas que se dan en la escuela, es decir, no da a conocer del todo el proceso educativo y la dinámica interna de la institución. Y en segundo lugar porque tiende al ateoricismo (no aparece en internet lo que es- No teorizar, no hacer teoria de lo que observan y estudian, parten de abstracciones como algo dado) , lo que no permite vincular las dinámicas internas con el contexto político, ideológico y económico. En definitiva en este modelo de investigación las escuelas están aisladas de la sociedad estructurante desigual de la que forman parte. Para poder progresar, plantean que se debe combinar investigaciones de las actividades curriculares, pedagógicas y evaluativas de la escuela, con teorías que generen el rol de las escuelas en la sociedad. Que hacen las escuelas Las escuelas deben percibirse de un modo social, cultural y estructural, y no como un ámbito en el que se busca maximizar el rendimiento de los estudiantes individuales. Las escuelas según estos autores (Apple y Weis) tienen 3 funciones. La primera es la ACUMULACIÓN, ya que las escuelas colaboran en el proceso de acumulación del capital, brindan ciertas condiciones para recrear una economía generadora de desigualdades. Esto lo hacen a través de clasificar y seleccionar estudiantes según sus “talentos”. Reproducen una fuerza de trabajo organizada jerárquicamente, donde hay diferentes gruposque se les enseñan distintas normas, habilidades, valores, conocimientos, dependiendo de la raza, género y clase. De esta manera la escuela cumple con la necesidad de la economía de tener un cuerpo de empleados estratificado, y parcialmente socializado. La segunda función es la LEGITIMACIÓN, se refiere a que las escuelas forman parte de una estructura mediante la cual se legitiman grupos sociales y se re-crean, mantienen y construyen ideologías sociales y culturales. Es decir, que las escuelas constituyen agentes de legitimación. Y generalmente tienden a describirse a sí mismas y a la sociedad como meritocráticas. De esta manera, fomentan la creencia social de que las instituciones mas importantes de la sociedad se interesan de la misma manera por toda la sociedad, sin tener en cuenta la raza, clase y sexo. El rol de la escuela en la legitimación no se limita a hacer que el sistema socio-económico sea natural y justo, o marcar los límites entre grupos. desde que las escuelas forman parte de las instituciones políticas, del estado, deben legitimarse a sí mismas. Es decir, no solo la economía debe legitimarse, sino también el aparato educacional, la burocracia estatal y el gobierno en general. Y por último la PRODUCCIÓN, es quiere decir que, nuestro modo de producción, distribución y consumo requiere altos niveles de conocimiento técnico/administrativo para la expansión del mercado, para aumentar las ganancias, para el control cultural,etc. Las escuelas y universidades colaboran para la producción de este conocimiento. Al definir al conocimiento de ciertos grupos como legítimos para la producción y distribución, mientras que el conocimiento y tradiciones de otros grupos son considerados inapropiados como conocimiento escolar, las escuelas colaboran no solo a la producción de conocimiento técnico y administrativo, sino también a la reproducción de la cultura y las formas ideológicas de los grupos dominantes. Estas funciones de la escuela, constituyen presiones estructurales sobre la escuela, no resultados inevitables. A menudo, estas 3 funciones son contradictorias. La obtención de status y la clase Los autores plantean como uno de los cuestionamientos a las investigaciones sobre la obtención de status el tomar como unidad de análisis al “individuo atomizado” en vez de a la clase social, es decir, que los resultados atribuidos a los individuos, constituyen el objeto principal de la investigación, y la causa de los resultados operan a través de los individuos. El interés de esta teoría tiene que ver con la atribución vs el logro como determinantes de los resultados individuales y no con la estructura de los resultados mismos. Se plantea que no tiene sentido reducir las cuestiones de género y raza a cuestiones de clase, ya que, cuando la categoría de clase es controlada, se reducen los beneficios que brinda la educación. Esto se observa por ejemplo en las diferencias entre negros y blancos o entre mujeres y hombres. La investigación sobre obtención de estatus, tendió a tratar a las escuelas como cajas negras, confía en los cuestionarios y en diferentes tipos de test, pero no se mete en las escuelas para descubrir cómo se llega a los resultados que aparecen en esos registros. Al igual que Bowles y Gintis, tratan de entender a la escuela sin tener en cuenta las características internas.En este sentido, se omite qué es lo que realmente se enseña y se aprende, que es rechazado,y como las vivencias de actores de raza, clase y género mediatizan los resultados estudiados por los investigadores de la estratificación. Dentro de la caja negra Entrar desde la investigación “dentro” de la escuela implica que el investigador pase largos periodos de tiempo dentro de la escuela, examinando las normas sociales y los significados que aplican los actores en un escenario determinado. Esto significa que los investigadores deben ingresar a la escuela para empezar a teorizar desde adentro y no únicamente confiando en cuestionarios y elementos externos a la escuela. Lo que pasa en la escuela muchas veces es parte de una cultura institucional más amplia y que contempla muchas veces un curriculum oculto. Si no se tienen en cuenta todas las vivencias, se pierden ciertas voces y el rol de distintos actores que hacen a la escuela. Una de las debilidades de esta investigación es que no toma con importancia que la clase, la cultura, la reproducción, la disputa, la resistencia y la contradicción aparecen en la vida cotidiana de los maestros, niños y padres, y ellos son actores de clase, género y raza, no son solo actores individuales. La sociología del conocimiento escolar Definen a la sociología del conocimiento escolar como el nexo (las interconexiones dialécticas entre las relaciones de dominación y explotación, las formas y el contenido cultural y los modos de producción dominantes) el que se ha convertido en el foro de investigación culturalista sobre el rol reproductivo de la educación. Esta sociología del conocimiento escolar busca comprender las dinámicas y relaciones entre clase, economía y cultura. Desde esta perspectiva la cultura fue analizada desde un enfoque dual, en primer lugar como experiencia de vida y en segundo como mercancía. Este primero entiende que la cultura se produce en la interacción continua y como un terreno en el cual se dan los significados y antagonismos de clase, género y raza. El segundo entiende a la cultura como un producto, es decir, como una serie de artefactos que son producidos para ser usados. Distintos autores de Europa (Bourdieu y Passeron, Young, etc) sostenían que la organización del conocimiento, la forma en la que se transmite y e se adquiere constituyen factores cruciales en la reproducción cultural de las relaciones de clase en sociedades industriales. La sociología de la educación y del curriculum ocultaban el hecho de que las relaciones de poder estaban presentes en sus modelos de investigación y en las perspectivas que describen, tal como menciona Young, los sociólogos ya estaban en condiciones de “tomar” las cuestiones que generaba el aparato existen como propias, y no crearlas ellos mismos. En trabajos sobre el curriculum se observaba que las cuestiones de eficiencia y del creciente rendimiento meritocrático habían despolitizado el campo de la sociología del currículum casi por completo. Las cuestiones de “técnica” reemplazaron las temáticas políticas y éticas sobre que es lo que se debería enseñar y por qué. Los intereses que guiaron este programa de investigación fueron: Reemplazar el análisis individualista y meritocrático de las relaciones entre educación y desigualdad social por un análisis histórico y estructural. Reemplazar las aproximaciones objetivistas y psicológicas sobre investigaciones del rendimiento académico y el currículum por un análisis sociopolítico del conocimiento escolar legítimo. Reemplazar las aproximaciones orientadas a la eficiencia y técnica, a la organización de las aulas y escuelas por una perspectiva socialmente interactiva y cultural. Aquí las escuelas eran percibidas como ámbitos en los que se procesaba gente y como instituciones que procesan conocimiento. Las prácticas escolares se deben relacionar no solo con los problemas del rendimiento individual, la selección ocupacional y el rendimiento, sino también con los procesos de acumulación del capital, de legitimación y producción. En este sentido, la IDEOLOGÍA era entendida desde Althusser. La conciencia y el significado están construidos y constituidos por prácticas ideológicas que existen en los sujetos y producen subjetividad. De esta manera, la ideología es una práctica que produce sujetos. Los recursos simbólicos organizados y transmitidos en la escuela eran conceptualizaciones en términos ideológicos, recreaban relaciones de dominación y subordinación mediante el posicionamiento de los sujetos dentro de discursos y relaciones ideológicas. Por lo tanto, la cultura de la escuela era un ámbito de conflicto ideológico, y no solo una serie de hechos, habilidades, disposiciones, etc.Como el sistema educativo era en cierto punto autónomo, le permitió realizar un trabajo ideológico. El interés de los autores estaba en examinar críticamente 3 cuestiones: Cómo las rutinas diarias de la escuela constituyen al aprendizaje de estas ideologías Cómo las formas específicas del conocimiento curricular reflejan esas configuraciones Y cómo esta ideología es reflejada en la forma en que los educadores ordenan, guían y asignan sus prácticas. El sistema educativo no constituye sólo un instrumento de dominación en el cual los grupos poderosos controlan a aquellos menos poderosos, sino que es el resultado de una lucha continua entre y dentro de los grupos dominantes y dominados. Analizando la dinámica de la ideología. Consideraciones finales Los autores plantean que las aproximaciones que se concentraban solo en la economía y no en la cultura, son incompletas. Y que la educación no es una empresa estable, dominada por el consenso, sino que está dividida por conflictos ideológicos, que son dinámicos y actúan unos sobre otros, siendo cada uno de ellos el resultado de acuerdos y luchas. También plantean que hay significados opuestos de sujeto, porque las personas pueden ser sujetos de un gobernante o sujetos de la historia. De esta forma, las ideologías no solo atan a la gente a un orden social preexistente, sino que también las capacitan para la acción y el cambio social. Y por ello las ideologías no solo mantienen unida a la sociedad, sino que que pueden autorizar como desautorizar. Este proceso de autorizar es el resultado de que varios elementos o dinámicas generalmente están presentes al mismo tiempo. Es importante saber que la forma ideológica no se reduce a la clase. (Texto APPLE y WEIS) Critica al funcionalismo y al reproductivismo, por el adiestramiento industrial de las personas, por el cambio de mano de obra por maquinaria. Se pregunta ¿Cuál es el rol de la escuela? Se menciona acá, tres características contradictorias de la escuela: -Acumulación: Donde las escuelas colaboran en el proceso de acumular capital. Esto lo realizan en parte, a través de su clasificación y selección de estudiantes en base al “talento”. Se ha sostenido que, en tanto los estudiantes son ordenados en forma jerárquica, a diferentes grupos de estudiantes se les enseñan diferentes normas, habilidades, entre otras cosas, dependiendo la raza, clase y sexo. De esta manera las escuelas colaboran con la necesidad de la economía de contar con un cuerpo de empleados estratificados. -Legitimación: Las escuelas son parte importante de una compleja estructura mediante la cual se legitiman grupos sociales y se re-crean, es decir constituyen agentes de legitimación, tendiendo así a describirse a sí mismas y a la sociedad como meritocráticas. De esta forma, fomentan la clase social de que las instituciones más importantes de nuestra sociedad se interesan en la población, sin importar la clase, raza o sexo. El rol de la escuela en la legitimación no se limita a hacer que nuestro sistema socio-económico aparezca como natural y justo, o a marcar los límites entre grupos. Desde el momento en que las escuelas forman parte de las instituciones políticas, de nuestra sociedad y del Estado, deben legitimarse a sí mismas. -Producción: El aparato educacional como un todo constituye un importante conjunto de agentes para la producción. Implica que nuestro modo de producción, distribución y consumo, requiere de altos niveles de conocimiento técnico/administrativo para la expansión de los mercados. Las escuelas y universidades colaboran en la producción de dicho conocimiento. Al mismo tiempo, el conocimiento técnico/administrativo juega otro rol, menos económico, en la educación. Las escuelas están cada vez más dominadas por ideologías tecnicistas. Los programas curriculares, de enseñanza y de testeo más importantes, son, sorprendentemente, casi todos de orientación conductista y reductivista. Las características mencionadas, constituyen presiones estructurales sobre las escuelas, no resultados inevitables. En parte, la posibilidad de que la educación no logre realizar lo “requerido” por estas presiones, se ve reforzado por el hecho de que estas tres son a menudo contradictorias. Apple plantea a la escuela como un proceso fundamental en la sociedad. No hay correspondencia de ida y vuelta entre estructura y trabajo. Una de las grandes debilidades del estudio etnográfico es la falta de teorización, es decir no puede ser teorizado. Toma un concepto clave de Gramsci, que es el de “hegemonía ideológica”, a raíz de eso (Gramsci) pregunta ¿Cómo se relacionaba el control de la cultura y el significado, con reproducción de nuestro orden socio/económico? La respuesta viene a ser que: la ideología era generalmente entendida de un modo althusseriano. Como afirma Mouffe, la persona individual no constituía “la fuente originaria de conciencia, la irrupción de un principio subjetivo en un proceso histórico objetivo”. La ideología es entonces una práctica que produce sujetos. Analizando la dinámica de la ideología: Los conflictos políticos, culturales y económicos son dinámicos. Están en constante movimiento, actuando a menudo cada uno sobre los otros, y siendo cada uno el resultado de antagonismos, acuerdos y luchas generados estructuradamente. ¿Qué implicancias tiene en nuestro problema más específico de la ideología y la educación? En primer lugar, la sociedad es concebida como constituida por tres esferas interrelacionadas: la económica, la cultural /ideológica y la política. En segundo lugar, debemos ser prudentes en cuanto a sostener las ideologías que cada uno tiene en su cabeza. Las ideologías tampoco son configuraciones lineales. Funcionan como algo más que un cemento que mantiene unida a la sociedad. Ellas autorizan tanto como desautorizan. La ideología dentro de los individuos se mete por elección propia del sujeto y no por obligación. (texto P. Willis “Aprendiendo a trabajar”) La investigación de Paul Willis, es un texto de tipo etnográfico, un método, un modo de hacer y producir conocimiento. En su investigación registra situaciones o escenas que ocurren dentro (o fuera) de la escuela. Describe el foco contraescolar y contracultural. Willis, cree que lo fundamental es desarrollar una teoría para interpretar el mundo social. Su artículo, consiste en ser una reflexión sobre los comportamientos de rechazo escolar por parte de los adolescentes y porque estos deciden el trabajo obrero antes que la educación. Su trabajo consistió en una investigación sobre un grupo de chavales anti escuela en una ciudad de Inglaterra. Willis se convierte en uno más de ellos, pero también analizando su trayectoria desde antes de que estos abandonen la escuela y se incorporen en el mundo laboral obrero, pasando de un sistema a otro (del educativo al laboral). Utiliza dos conceptos claves, por un lado el de penetración, entendido por esto a los impulsos dentro de una forma cultural hacia la captación de las condiciones de existencia de sus miembros y posición dentro del todo social, de un modo no individualista; por otro lado el concepto de limitación, referido a los obstáculos, desviaciones y efectos ideológicos que confunden e impiden el desarrollo total y de expresión de estos impulsos; lo que hace a esta última restar peligrosidad a las penetraciones impidiendo o dificultando la transformación social. La obra de Willis, dio lugar a una amplia controversia, por un lado, poniendo en duda hasta qué punto podría considerarse representativa de la actitud de la clase obrera anti escuela, por otro lado, la división entre los” pringaos” (los estudiantes académicos) y los “chavales” o “colegas” induce a una visión dicotómica de las actitudes de los alumnos frente a los profesores. Reconoce a la escuela como un campo de lucha, y también reconoce que la resistencia produce cultura (cultura contraescolar) Clase 11-05-23 (texto P Willis “Los Soldados rasos…”) Willis reflexiona sobre la relación entre la modernización y la educación, y cómo esta relación afecta alos estudiantes de clases trabajadoras y subordinadas. Argumenta que los estudiantes de clases trabajadoras y subordinadas son "los materiales vivos 'obligados' de los modelos e imaginarios futuros de una generación hacia la siguiente". Esto significa que estos estudiantes son vistos como una especie de "materia prima" para la construcción del futuro, pero a menudo no tienen voz ni poder en este proceso. También señala que las olas de modernización técnica y económica impulsadas "desde arriba" no están sincronizadas con las olas de modernización "desde abajo", lo que puede generar tensiones y conflictos en la sociedad. Además, Willis destaca la importancia de tener una imaginación sociológica o etnográfica para comprender los imaginarios institucionales que influyen en la educación. Describe cómo estas tensiones se manifiestan en las escuelas contemporáneas. Según él, cada escuela es única y tiene su propia mezcla de elementos culturales y sociales. Las olas sucesivas de modernización y las respuestas a ellas han agregado nuevas capas de presión y confusión, convirtiendo a las escuelas contemporáneas en una extraña clase de híbrido. Willis postula tres olas de modernización en su artículo: La primera ola: se relaciona con la Revolución Industrial y la consolidación del capitalismo industrial. Durante esta época, hubo una transformación significativa en la economía y en las formas de producción, lo que llevó a una mayor demanda de mano de obra y a un aumento en la urbanización. En este contexto, los estudiantes de clases trabajadoras y subordinadas a menudo eran vistos como "materiales vivos" para ser moldeados según las necesidades del mercado laboral emergente. La educación se convirtió en una herramienta para producir trabajadores disciplinados y obedientes que pudieran adaptarse a las demandas del nuevo sistema económico. Sin embargo, algunos estudiantes resistieron esta visión instrumentalista de la educación y buscaron formas alternativas de construir su identidad y su futuro. Estas resistencias culturales fueron una respuesta a los impulsos modernizadores estatistas dentro de la educación caracterizada por el desarrollo de la escolarización universal, gratuita y obligatoria para todos los niños hasta los 16 años. En resumen, durante la primera ola de modernización, hubo un cambio significativo en las formas de producción y en el mercado laboral que afectó profundamente a la educación. Los estudiantes de clases trabajadoras y subordinadas fueron vistos como materiales vivos para ser moldeados según las necesidades del mercado laboral emergente, pero algunos resistieron esta visión instrumentalista buscando formas alternativas de construir su identidad y su futuro. Fijate que es periodo de soc salarial, que los incorpora al mercado de trabajo fabril, donde construyen su identidad como trabajadores/obrero con todo lo que eso significa y describe Willis. El problema es cuando se quedan sin trabajo o sin posibilidad de conseguirlo que es lo que describe en la 2da ola. la segunda ola de modernización a la que se refiere Willis se relaciona con la dislocación social y cultural y la crisis que son consecuencia de la emergencia de la sociedad "post-industrial". Esta sociedad se caracteriza por el ascenso del desempleo juvenil masivo y el nuevo rol del estado en la regulación del mercado de trabajo juvenil y de la entrada a él. Durante esta época, hubo una expansión significativa del Estado de bienestar, lo que llevó a una mayor intervención estatal en áreas como la educación, la salud y el bienestar social. También surgieron nuevas formas de cultura juvenil que desafiaron las normas sociales tradicionales y cuestionaron las estructuras jerárquicas existentes. En este contexto, los estudiantes comenzaron a resistir no solo las formas tradicionales de educación, sino también las estructuras sociales más amplias que limitaban su libertad y su capacidad para construir su propia identidad. Estas resistencias culturales fueron una respuesta a los cambios sociales y económicos que estaban ocurriendo en ese momento. En resumen, durante la segunda ola de modernización hubo una dislocación social y cultural como resultado del surgimiento de una sociedad "post-industrial". Los estudiantes comenzaron a resistir no solo las formas tradicionales de educación, sino también las estructuras sociales más amplias que limitaban su libertad y su capacidad para construir su propia identidad. La tercera ola de modernización a la que se refiere Willis se relaciona con los cambios culturales y sociales que ocurrieron en las décadas de 1980 y 1990. Esta época se caracterizó por una mayor globalización económica, el surgimiento de nuevas tecnologías y la creciente importancia de la cultura popular. Durante esta época, hubo una mayor diversificación en las formas de educación y trabajo, lo que llevó a una mayor fragmentación social. Los estudiantes comenzaron a resistir no sólo las formas tradicionales de educación, sino también las estructuras sociales más amplias que limitaban su libertad y su capacidad para construir su propia identidad. En este contexto, surgieron nuevas formas de cultura juvenil que desafiaron las normas sociales tradicionales y cuestionaron las estructuras jerárquicas existentes. Estas resistencias culturales fueron una respuesta a los cambios culturales y sociales que estaban ocurriendo en ese momento. En resumen, durante la tercera ola de modernización hubo una mayor diversificación en las formas de educación y trabajo, lo que llevó a una mayor fragmentación social. Los estudiantes comenzaron a resistir no solo las formas tradicionales de educación, sino también las estructuras sociales más amplias que limitaban su libertad y su capacidad para construir su propia identidad. Surgieron nuevas formas de cultura juvenil que desafiaron las normas sociales tradicionales y cuestionaron las estructuras jerárquicas existentes. Finalmente, destaca el papel crucial que juega la educación en esta dinámica. Según él, las escuelas son un lugar donde se negocia el significado y los efectos de la modernidad, y donde se produce una forma de negociación culturalmente mediada entre jóvenes y adultos. Esta negociación puede ser conflictiva, pero también puede ser una oportunidad para empoderar a los estudiantes y romper con la dinámica de los "soldados rasos" de la modernidad. La educación puede ser una herramienta para empoderar a los estudiantes y romper con la dinámica de los "soldados rasos" de la modernidad al permitir que los estudiantes desarrollen su propia identidad y se conviertan en agentes activos en su propio proceso de aprendizaje. Para lograr esto, es necesario que la educación se centre en el desarrollo de habilidades críticas y reflexivas, así como en el fomento de la creatividad y la innovación. También es importante que se promueva un ambiente de aprendizaje colaborativo y participativo, donde los estudiantes puedan interactuar entre sí y con sus profesores para construir conocimiento colectivamente. Además, es fundamental que se reconozca y valore la diversidad cultural y social de los estudiantes, permitiéndoles explorar sus propias identidades culturales y desarrollar un sentido de pertenencia a su comunidad. De esta manera, los estudiantes pueden sentirse más conectados con su entorno social y tener una mayor motivación para aprender. En resumen, para empoderar a los estudiantes y romper con la dinámica de los "soldados rasos" de la modernidad, es necesario que la educación se centre en el desarrollo de habilidades críticas y reflexivas, fomente la creatividad e innovación, promueva un ambiente colaborativo y participativo, reconozca y valore la diversidad cultural y social de los estudiantes. LA NUEVA SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN Se denomina giro epistemológico en el campo de la sociología de la educación al cambio de ver y entender las relaciones entre la educación y la sociedad. Este giro se enfoca y presta más atención a la diversidad cultural y a la participación de los estudiantes (comosujetos de acción). También analiza los contextos sociales y lo que esto significa para los procesos educativos. Se desarrolló en la década de los 70, en un contexto socio-histórico de crisis educativa y política del reino unido (persistencia de desigualdades educativas luego de reformas, publicación de informes con críticas al sistema educativo y a las ciencias sociales). En su contexto teórico, cuestiona al funcionalismo y a las teorías de reproducción. Entre los aportes de esta nueva sociología de la educación consideramos de gran importancia que se dejó de pensar a la escuela como una “caja negra" y se ingresó a ella a partir de estudios etnográficos y socioculturales Los nuevos postulados de la sociología de la educación se van a basar en la fenomenología, interaccionismo simbólico y la etnometodología. Reunio las posiciones críticas con la visión funcionalista de la educación, es decir, el fracaso escolar y la contribución de la educación a la igualdad de oportunidades de las distintas clases sociales, es sustituido por el análisis propio de los procesos educativos, la gestión y la transmisión del conocimientos y de las relaciones de poder que la subyacen. Problematiza a la escuela como institución que provoca el fracaso escolar de los grupos más desfavorecidos. Lo que aportó esta nueva perspectiva al campo de la investigación socio-educativa, fue la atención a cada escuela y el análisis de la interacción en el aula. Uno de los tópicos que adquirió especial relevancia en la investigación socio-educativa fue la implicancia de las representaciones sobre las prácticas, como la expectativa que una persona(profesor) tiene sobre el comportamiento de otra persona puede convertirse en una predicción hecha realidad. Otro giro que tuvieron lugar fue la sociologia interpretativista, del curriculum, teorias de la resistencia y la sociologia de la educacion feminista: Sociología interpretativista: considera que la sociología de la educación ya no es concebible como un área de investigación distinta a la sociología del conocimiento y reorienta la investigación a la interacción entre profesorado y alumnado, las categorías o conceptos utilizados por los educadores y el curriculum. Sociología del curriculum: Una línea de investigación sobre el conocimiento escolar, concretamente sobre cómo las relaciones de poder entre grupos sociales, externos a la escuela definen el currículum válido y universal. Teoría de la resistencia: Incluyen la posibilidad de cambio educativo a partir de las contestaciones que los grupos subordinados pueden ejercer sobre las estructuras de dominación, entiende la dominación cultural y social como un proceso sujeto a resistencias y contradicciones. Sociologia de la educacion feminista: Cuestionan el universalismo de ciertas formulaciones y enriquecen sustancialmente las categorias de analisis. Es decir, las dimensiones de género y etnia no solamente suponen añadidos al estudio sociológico de la educación, sino que se influyen entre sí y repercuten sobre las mismas bases de la teoría sociológica de la educación. Otras concepciones a tener en cuenta fueron los giros feministas y giros decoloniales, que no fueron giros exclusivamente de la sociología de la educación pero se fueron sumando a esta corriente de pensamiento. Estos giros mencionados consisten en otorgarles reconocimiento y valor a las voces históricamente silenciadas y a las poblaciones que fueron despojadas de su cultura, de sus cosmovisiones. Es propio de una visión eurocéntrica imponerse al mundo a través de distintas formas de dominación, y entre ellas se reconoce una colonialidad del poder, del saber, del ser y de la relación con la naturaleza, buscando una racionalización plena de todos los ámbitos de la vida. Siguiendo con el planteo de estos giros, Sousa de Santos, referente de las epistemologías del Sur, plantea un giro al sur, pero no un sur geográfico, sino un sur de lucha, de resistencia, que sea capaz de deconstruir los patrones de colonialidad que impuso Europa. Otra gran referente de este giro decolonial y feminista es Rita Segato, quien plantea la idea de construir redes para acabar con la opresión que generan el colonialismo, el capitalismo y el patriarcado. Distintos autores consideran de esta manera al giro decolonial como “paradigma otro”, ya que no es cuestión de superación, sino de construir una alternativa a las epistemes hegemónicas. Dentros de sus contribuciones podemos destacar la crítica que se le hace al “reconocimiento de la diversidad cultural” o al “multiculturalismo”, ya que enmascaran cierta funcionalidad a las políticas neoliberales y además continúan invisibilizando a los pueblos originarios, quienes fueron históricamente silenciados y que reclaman por su autodeterminación. Esta crítica viene de la mano con otra contribución, que es el paradigma de la interculturalidad, el cual busca superar esas relaciones de dominación y exclusión en distintos ámbitos de la vida: “De este modo, la interculturalidad se articula con lo plurinacional, con el reconocimiento epistémico de pueblos, naciones o nacionalidades indígenas y negras que preexistían a los Estados nacionales y cuya memoria ancestral es base de las luchas insurgentes que se despliegan en toda la región.” (Gluz, Moyano y Karolinski, p. 7). Como última contribución destacamos la mirada relacional en las relaciones de género. El género se constituye como un proceso cultural, que se inicia en la familia y se refuerza o debilita en la socialización secundaria. Las investigaciones desarrolladas fueron aportando como se reproducen las estructuras patriarcales por medio de la enseñanza de los contenidos del currículum formal y oculto, además de prácticas sexistas que buscaban fomentar cierta moral en las mujeres y en los hombres. En la actualidad, y a partir de esta mirada relacional, se lleva adelante la construcción de nuevas masculinidades como nuevas reflexiones sociológicas. Otras autoras plantean hacer hincapié en el “carácter performativo del lenguaje”, es decir, pensar cómo nombramos lo que nombramos sin caer en lógicas binarias. WILIIS. 4.2.1. producción cultural y resistencia El autor sitúa la noción de producción cultural, como un conjunto de prácticas materiales y simbólicas elaboradas colectivamente por individuos que comparten las mismas condiciones de existencia. El uso del concepto gramsciano de hegemonía sirve para definir una forma de dominación que ejerce el control social a partir del uso de instrumentos ideológicos para imponer una determinada y única visión del mundo sobre los dominados. La hegemonía es incorporada en las prácticas cotidianas, en las formas de captar y de interpretar la realidad social. En este sentido, estructura y aporta los valores dominantes a una forma socialmente definida de pensar y actuar. En este sentido, las resistencias hacen referencia a las actitudes y acciones sociales contrahegemónicas que tienen la intención de debilitar la clasificación entre categorías sociales. Por ejemplo: una alteración de los contenidos del currículum es una acción más contrahegemónica que una modificación en las formas de interacción en el aula (nivel de participación del alumnado). Giroux, plantea que, las acciones de resistencias solo pueden ser clasificadas como tales en un contexto en el que existan unas determinadas condiciones que puedan dotar de contenido contrahegemónico a las actitudes y prácticas de los actores. Es decir, en unas condiciones en las que un colectivo en situación de opresión disponga de la oportunidad y capacidad de decodificar las ideologías y estructuras que lo limitan. Claramente, el contexto es fundamental. A diferencia de Willis, la teoría de la resistencia de Giroux amplía las posibilidades de lucha más allá de las condiciones materiales de existencia. Su planteamiento es un análisis de las posibilidades de emancipación que pueden alcanzarse por medio de la crítica y la descodificación ideológica, que de las condiciones explicativas de la aparición de resistencias y del análisiscultural de las mismas. En el apartado de las dimensiones de género y etnia en la sociología de la educación, plantea que la cuestión de la diversidad étnica a causa de los problemas que plantea desde el punto de vista de la integración educativa la masiva llegada de las minorías raciales y el análisis de la escolarización de las niñas gracias a los avances conseguidos en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. En el apartado de la escuela y la reproducción de género se plantean dos rasgos específicos en relación con otros ámbitos de la sociología de la educación. En primer lugar, se trata de una denuncia politica y academica que se desarrolla en el contexto de la lucha feminista general, Los trabajos sonre como la sociedad construye la masculinidad y la feminidad, y de su funcionalidad para reproducir un orden patriarcal de las relaciones sociales. En segundo lugar, se trata de cómo la escuela se convierte en las formaciones sociales capitalistas, en una institución fundamental para la reproducción de la fuerza de trabajo y especialmente de las relaciones sociales de producción jerárquicas. La institución escolar reproduce unas determinadas relaciones sociales entre hombres y mujeres no puede ignorar las teorías centradas en cómo la escuela legitima y reproduce un orden de relaciones sociales capitalistas. Según Arnot, el análisis de la reproducción de las relaciones sociales capitalistas no puede ignorar la forma en que interseccionan las relaciones de clase y las relaciones de género. El apartado de las formas de transmisión del sexismo en la escuela, mencionan en primer lugar como en el currículum tiene un sesgo sexista en los textos, en segundo lugar transmite la cultura de los estereotipos de género y la definición de los roles sexuales a través de un currículum oculto y finalmente, la posición de las mujeres, esta es otra forma de discriminacion. Por lo que respecta al análisis del currículum oculto, se han centrado en las diversas formas de transmisión cultural de los estereotipos de género, La construcción y reproducción de una determinada definición de la masculinidad y de la feminidad. La transgresion del genero asociado a cada sexo se convierte en un motivo de estigmatizacion de los individuos. El proceso de formación de los estereotipos de género se refuerza también por medio de la utilización del género como principio clasificador de los individuos. La escuela y educación multicultural, plantea como los mecanismos que producen y reproducen la desigualdad social y racial en la escuela son prácticamente idénticos. La construcción social de las relaciones escolares, definen una realidad escolar determinada a partir de los prejuicios de los agentes educativos y de otros factores contextuales. Los crecientes movimientos migratorios de los países pobres al primer mundo, el aumento del racismo y la articulación de movimientos sociales antirracistas, son razones que explican la importancia política y académica de la educación multicultural y la consiguiente aparición de iniciativas públicas y de un gran número de investigaciones empíricas sobre escuela y etnocentrismo. Las formas de intervención educativa multicultural, abarcan un amplio rango de estrategias políticas y prácticas pedagógicas en función tanto de las ideologías subyacentes como del tipo y grado de presiones de los movimientos étnicos en los países occidentales. Troyna, en un excelente análisis, desenmascara el discurso multiculturalismo como discurso ideológico de control social ante la crisis política y social derivada de la mayor presencia multiétnica en las sociedades occidentales. El discurso multiculturalista se distingue del antirracista. El primero tiende a la culpabilización explícita de la víctima, como por ejemplo, las actitudes de resistencia a la integración. El segundo, observa como el racismo está incorporado en las instituciones e individuos del Estado-nación. En este sentido, el multiculturalismo es un tipo de planteamiento que sitúa el problema cultural en primer plano y lo separa de las relaciones económicas y sociales entre grupos desiguales. Las relaciones raciales no pueden ser separadas de las relaciones sociales más amplias. El racismo se articula así con otras formas de exclusión y opresión. GIROUX En el texto, Giroux argumenta que la teoría de la reproducción ha sido valiosa para entender la naturaleza política de la enseñanza y su relación con la sociedad dominante. Esta teoría sostiene que la educación no es neutral, sino que está influenciada por las relaciones sociales y económicas existentes en una sociedad. En este sentido, los educadores radicales han utilizado el concepto de reproducción de Marx para criticar la visión liberal de la enseñanza, que considera a ésta como un medio para transmitir conocimientos y habilidades a los estudiantes. Sin embargo, Giroux también señala que la teoría de la reproducción no ha logrado proporcionar una ciencia crítica más amplia de la enseñanza. Los teóricos han puesto énfasis en la idea de dominación, pero han fracasado en proporcionar una comprensión más amplia de cómo los maestros, los estudiantes y otros sujetos humanos se reúnen en un contexto histórico-social determinado tanto para crear como para reproducir las condiciones de su existencia. Destaca tanto las fortalezas como las limitaciones de la teoría de la reproducción en el análisis crítico de la educación. Además, sugiere que es importante considerar otros factores sociales y culturales que influyen en el proceso educativo para tener una comprensión más completa del mismo. Los educadores radicales han utilizado el concepto de reproducción de Marx para criticar la visión liberal de la enseñanza, que considera a ésta como un medio para transmitir conocimientos y habilidades a los estudiantes. Según la teoría de la reproducción, la educación no es neutral, sino que está influenciada por las relaciones sociales y económicas existentes en una sociedad. En este sentido, los educadores radicales han dado un lugar privilegiado al concepto de reproducción en el desarrollo de una crítica de la visión liberal de la enseñanza. Han utilizado este concepto como sustento teórico para desarrollar una ciencia crítica de la educación y para analizar cómo las relaciones sociales y económicas influyen en el proceso educativo. El concepto de reproducción se relaciona con la ciencia crítica de la educación porque sugiere que el sistema educativo no sólo transmite conocimientos y habilidades a los estudiantes, sino que también reproduce las relaciones sociales y económicas existentes en una sociedad. En este sentido, una ciencia crítica de la educación busca analizar cómo el sistema educativo reproduce estas relaciones sociales y económicas, así como también cómo puede ser transformado para promover una sociedad más justa e igualitaria. El apartado de la enseñanza y las teorías de la reproducción se enfoca en analizar el papel y la función de la educación en la sociedad. Las teorías de la reproducción sostienen que el sistema educativo no es neutral, sino que está influenciado por las relaciones sociales y económicas existentes en una sociedad. Estas teorías también argumentan que el sistema educativo reproduce y legitima las desigualdades sociales existentes, en lugar de desafiarlas. A pesar de que las teorías de la reproducción han contribuido a un entendimiento más amplio de la naturaleza política de la enseñanza y su relación con la sociedad dominante, no han logrado proporcionar una ciencia crítica de la enseñanza en términos más amplios. Los teóricos de la reproducción han puesto un gran énfasis en la idea de dominación en sus análisis y han fracasado en proporcionar una comprensión más amplia de cómo los maestros, los estudiantes y otros sujetos humanos se reúnen en un contexto histórico-social determinado tanto para crear como para reproducir las condiciones de su existencia. El apartado sobre modelo cultural-reproductor analiza cómo la cultura juega un papel fundamental en la reproducciónde las desigualdades sociales existentes en las sociedades capitalistas, y cómo esta perspectiva teórica busca desarrollar una sociología crítica de la enseñanza que vincule las nociones de cultura, clase y dominio. En el modelo cultural-reproductor, la escuela juega un papel fundamental en la reproducción de las desigualdades sociales existentes en las sociedades capitalistas. Las teorías de la reproducción cultural sostienen que las escuelas son reproductoras culturales, ya que funcionan en parte para distribuir y legitimar formas de conocimiento, valores, lenguaje y estilos que constituyen la cultura dominante y sus intereses. Además, las escuelas forman parte del aparato estatal que produce y legitima los imperativos económicos e ideológicos que subyacen al poder político del Estado. En este sentido, la escuela es vista como una institución que reproduce y legitima las desigualdades sociales existentes en lugar de desafiarlas. La escuela juega un papel importante en la reproducción de las desigualdades sociales existentes al funcionar como una reproductora cultural y formar parte del aparato estatal que produce y legitima los imperativos económicos e ideológicos. Bourdieu sostiene que la educación es una fuerza política y social importante en el proceso de reproducción de las clases. Bourdieu argumenta que las escuelas pueden promover la desigualdad en nombre de la imparcialidad y de la objetividad al aparentar ser "transmisores" de los beneficios de una cultura valiosa. Bourdieu rechaza tanto la postura idealista que considera a las escuelas como sitios independientes de las fuerzas externas, cuanto las críticas ortodoxas radicales para las cuales las escuelas solamente reflejan las necesidades del sistema económico. En cambio, Bourdieu sostiene que es necesario analizar cómo la cultura y el poder se entrelazan en la educación para comprender cómo se reproducen las desigualdades sociales. En resumen, en el modelo cultural-reproductor, Pierre Bourdieu argumenta que es necesario analizar cómo la cultura y el poder se entrelazan en la educación para comprender cómo se reproducen las desigualdades sociales. Además, Bourdieu rechaza tanto la postura idealista como las críticas ortodoxas radicales sobre el papel de las escuelas en este proceso. Giroux opina que, el concepto de clase involucra una noción de relaciones sociales opuestas entre sí. Se refiere a las relaciones cambiantes de dominio y resistencia y también al capital ya sus instituciones, que se reagrupan constantemente e intentan reconstruir la lógica de la incorporación y la dominación. El modelo de reproducción hegemónico-estatal es una de las tres teorías importantes que constituyen distintas dimensiones del modelo de la reproducción en la enseñanza. Esta teoría sostiene que el Estado tiene un papel fundamental en la reproducción de las desigualdades sociales existentes a través del control y la regulación de la educación. Según esta teoría, el Estado utiliza la educación para promover su propia ideología y valores, lo que se conoce como "hegemonía". El Estado también utiliza la educación para formar ciudadanos obedientes y productivos que acepten y mantengan el orden social existente. Además, el modelo hegemónico-estatal sostiene que el Estado utiliza la educación para mantener su propio poder y control sobre la sociedad. Esto se logra a través del control del currículo, los exámenes estandarizados y otros mecanismos de evaluación que aseguran que los estudiantes aprendan lo que el Estado considera importante. En resumen, el modelo de reproducción hegemónico-estatal sostiene que el Estado tiene un papel fundamental en la reproducción de las desigualdades sociales existentes a través del control y regulación de la educación. El Estado utiliza la educación para promover su propia ideología y valores, formar ciudadanos obedientes y productivos, así como mantener su propio poder y control sobre la sociedad. El apartado "El Estado y la enseñanza" se enfoca en la relación entre el Estado y la educación. Se plantean dos preguntas principales: ¿cómo ejerce el Estado control sobre las escuelas en términos de sus funciones económicas, ideológicas y represivas? y ¿cómo funciona la escuela no solo para promover los intereses del Estado y de las clases dominantes sino también para contradecir y resistir a la lógica del capital? El texto argumenta que las escuelas y universidades son parte de los aparatos del Estado que juegan un papel importante en la promoción de los intereses económicos de las clases dominantes. El Estado utiliza la educación para promover su propia ideología, formar ciudadanos obedientes y productivos, así como mantener su propio poder y control sobre la sociedad. Además, el texto destaca que las teorías del Estado son importantes para comprender cómo funcionan los procesos de reproducción social y cultural en la esfera política. Estas teorías llaman nuestra atención sobre la importancia de la autonomía relativa del Estado, el carácter contradictorio del mismo, así como las presiones económicas, ideológicas y represivas que ejerce en la enseñanza. En conclusión, el apartado "El Estado y la enseñanza" sostiene que el Estado tiene un papel fundamental en el control y regulación de la educación. Utiliza esta herramienta para promover su propia ideología, formar ciudadanos obedientes y productivos, así como mantener su propio poder y control sobre la sociedad. El apartado "Enseñanza y teorías de la resistencia" sostiene que las teorías neomarxistas de la resistencia tienen fortalezas y debilidades, y que su relación con las teorías de reproducción es importante para comprender cómo funcionan los procesos sociales y culturales en el ámbito educativo. Además, propone desarrollar una nueva teoría de la resistencia que puede tener implicaciones importantes para una ciencia crítica de la enseñanza. El apartado "Hacia una teoría de la resistencia" sostiene que es necesario desarrollar una teoría crítica y dialéctica de la enseñanza y la sociedad, que cuestione los presupuestos existentes y se apropie críticamente del modelo de reproducción. Además, argumenta que es importante reconstruir las principales teorías existentes para extraer sus postulados más radicales y emancipadores. El concepto de resistencia se refiere a la oposición activa y crítica a las formas de dominio y opresión presentes en las relaciones sociales. El término "resistencia" se refiere a la oposición activa y crítica a las formas de dominio y opresión presentes en las relaciones sociales. En el contexto del texto proporcionado, la resistencia se refiere específicamente a la oposición de los grupos subordinados al fracaso educacional y a las estructuras de poder en la escuela y en la sociedad en general. La resistencia puede manifestarse de diversas formas, como protestas, huelgas, desobediencia civil, entre otras. Para que un comportamiento sea considerado como resistencia, debe desafiar las estructuras de poder existentes y tener como objetivo la lucha contra la dominación y la sumisión. GLUZ El texto "Sociología de la Educación" aborda el tema de las desigualdades en la educación desde una perspectiva decolonial. En este sentido, el texto destaca cómo el pensamiento decolonial ha permitido desentrañar los múltiples mecanismos de desigualación social que afectan a la región, incluyendo la racialización y discriminación. La perspectiva decolonial es una mirada desde América Latina que pone en el centro de las relaciones de poder del capitalismo a la subjetividad, como lugar en que se ancla la dominación más allá de la conquista/colonización. Esta perspectiva busca desentrañar los múltiples mecanismos de desigualación social que afectan a la región, incluyendo la racialización y discriminación, y cuestiona los principios mismos en que se funda la producción del saber en el campo de la educación. En este sentido, el pensamiento decolonial ha tenido consecuencias para las formas en que nos proponemos pensar la educación y ha permitido visibilizar problemas invisibilizados.Además, el texto cuestiona los principios mismos en que se funda la producción del saber en el campo de la educación y ha tenido consecuencias para las formas en que nos proponemos pensar la educación. En particular, se enfoca en cómo los contenidos del currículum formal y el currículo oculto contribuyen a construir perspectivas que reproducen las estructuras patriarcales y sexistas en las escuelas. Los contenidos del currículum formal contribuyen a construir perspectivas que reproducen las estructuras patriarcales a través, por ejemplo, de la exclusión lisa y llana del rol desempeñado por las mujeres a lo largo de la historia. Además, el denominado currículo oculto también tiene una gran potencia en esta construcción, ya que muestra cómo en las escuelas cotidianamente los/as niños/as y jóvenes son expuestos/as a prácticas sexistas guiadas por representaciones diferenciales hacia hombres y mujeres respecto no solo del rendimiento académico, sino también del orden moral y conductual. En este sentido, el currículum puede contribuir a perpetuar desigualdades de género y reproducir estructuras patriarcales en la sociedad. El texto también destaca cómo los movimientos sociales, como por ejemplo los movimientos feministas, han sido fundamentales para visibilizar estos problemas y ponerlos en discusión. En este sentido, se menciona cómo estos movimientos han señalado no solo un conjunto de problemas invisibilizados, sino también han puesto de relieve la necesidad de discutir la fertilidad teórica y epistemológica de pensar una educación "desde el Sur", "propiamente latinoamericana", así como las posibilidades emancipatorias que ella habilitaría. El pensamiento feminista ha sido heterogéneo, desde la década del setenta, los estudios de estos movimientos han acompañado los cuestionamientos de las teorías críticas en educación. Estos estudios han visibilizado la reproducción de las diferencias de género en la escuela y han complejizado los resultados de las investigaciones sobre las desigualdades socioeconómicas y culturales. Además, se menciona que el currículum formal y el currículum oculto pueden contribuir a perpetuar desigualdades de género y reproducir estructuras patriarcales en la sociedad. KAPLAN El texto "La naturaleza afectiva del orden social" de Carina Kaplan explora la importancia de las emociones en la teoría social contemporánea y en la sociología de la educación. La autora argumenta que, a pesar de que el orden social es fundamentalmente afectivo, las teorías sociológicas de la emoción son relativamente nuevas(década de los 80 del siglo XX) y han recibido un tratamiento residual en la tradición de la teoría social contemporánea. Kaplan sostiene que para comprender las prácticas educativas es necesario abordar sistemáticamente los vínculos de interdependencia y las emociones como dimensiones centrales en la producción y reproducción de la vida social. En este sentido, una reflexión en torno al respeto/menosprecio cobra vital relevancia. El orden social es de naturaleza fundamentalmente afectiva. Las emociones y los sentimientos son parte de la estructura emotiva que es cambiante y necesita ser anclada en procesos sociohistóricos y culturales más amplios. Las emociones son una dimensión central en la producción y reproducción de la vida social, por lo que es necesario abordar sistemáticamente los vínculos de interdependencia y las emociones para comprender las prácticas educativas. La naturaleza afectiva del orden social está estrechamente relacionada con la educación, ya que las emociones son una dimensión central en la producción y reproducción de la vida social, incluyendo el ámbito educativo. El apartado "La civilización de los afectos" se refiere a la idea de que la emoción es un elemento psicológico, pero es en mayor medida un elemento cultural y social. Cada época y contexto desarrolla una jerarquización de las emociones que "organiza implícitamente las disposiciones morales y sociales". Las emociones incluso pueden ser pensadas como vías de reparación de la memoria histórica y de las biografías subjetivas. Explora cómo las emociones son influenciadas por factores culturales y sociales, y cómo pueden ser utilizadas para reparar la memoria histórica y las biografías subjetivas. Se examina el aumento del autocontrol emocional de los individuos a partir de la baja edad media y el renacimiento temprano de la europa occidental, es decir entre la estructura de las funciones psíquicas y la estructura de las funciones sociales. El apartado "Las disposiciones para sentir en los procesos de socialización" explora cómo las emociones son fundamentales para entender la socialización escolar y cómo se estructuran estas disposiciones para sentir en este contexto. Desde el campo de la sociología de la educación se considera que el abordaje de las transformaciones en las experiencias emocionales en contextos de exclusión así como los significados del cuerpo socializado, constituyen una fructífera fuente de información para analizar las distintas expresiones que asumen las violencias en la escuela secundaria en relación con la condición estudiantil. El texto se centra en la comprensión de las dinámicas específicas que se ligan a la producción, reproducción, inhibición o regulación de las emociones en las experiencias escolares. Asimismo, analiza el poder simbólico de los actos de nombramiento y clasificación, así como los juicios de descalificación que interiorizan a los estudiantes. Es así que se destaca: ● Sentimiento de humillación: la entendemos como una relación social entre individuos o grupos que ubican a otros en una posición de inferioridad generando un sentimiento de agravio (efecto simbólico de la dominación), deja expuesto al sujeto a un juicio público. ● Sentimiento de vergüenza: La vergüenza es un instrumento de disciplinamiento que opera en las prácticas de interacción en la cotidianeidad escolar. Es un sentimiento que se encuentra estrechamente ligado al hecho de percibirse observado, examinado y evaluado ● Sentimiento de respeto: entendemos al respeto como una práctica social de carácter intersubjetivo que requiere de una actitud confirmatoria por parte de los otros. Entendemos las manifestaciones de respeto como expresiones de un codigo de comportamiento que una sociedad legítima en determinado momento ● Miedo a la muerte El discurso pedagógico se centra hoy en la cuestión de la educación de las emociones y las sensibilidades. La educación emocional podría reforzar y-o inhibir determinadas maneras de sentir que se ponen en acto en la interacción escolar y que han sido interiorizadas bajo mecanismos sociales inconscientes. Educar las emociones constituye una demanda del sistema educativo y de la juventud que transita por las aulas. Los puntos de conflictos más comunes en la escuela están asociados a problemas de integración social expresados en tratos descalificatorios donde prevalecen sentimientos de exclusión.
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