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•Las ciencias biológicas •La vida y los seres vivos •La célula •Microbiología •Las funciones biológicas •Fenómenos biofísicos •La bioquímica •La ecología •La genética BIOLOGÍABIOLOGÍA Portadillas. Autod. 11/2/07 9:35 PM Page 12 l término biología deriva del griego bios, vida, y logos, trata- do, y fue propuesto en 1802, casi si- multáneamente por el francés La- marck y por el alemán Treviranus. Etimológicamente, por tanto, la bio- logía es la ciencia que estudia la vida en todas sus manifestaciones. Ahora bien, considerado así, glo- balmente, el objeto de la biología es tan amplio y puede abordarse des- de puntos de vista tan diversos, que prácticamente sería imposible de abarcar por una sola disciplina cien- tífica. Por eso, de hecho, es preferi- ble hablar de ciencias biológicas, de- finidas como el conjunto de las ra- mas del saber que, con técnicas y enfoques diferentes, tienen el objeti- vo común de estudiar la vida y, más concretamente, los seres vivos que habitan sobre nuestro planeta. Subdivisión de las ciencias biológicas La primera gran distinción que cabe ha- cer en las ciencias biológicas es entre: Biología general, que es la discipli- na que estudia los aspectos básicos y comunes a todos los seres vivos. Zoología, que se ocupa del estudio de los animales. Botánica, que estudia las plantas. Microbiología, que se centra en el estudio de los seres microscópicos. Antropología, que estudia al hom- bre como especie animal. Pero además existen nume- rosas disciplinas, de origen más o menos reciente, con- sideradas también como ciencias biológicas, que estu- dian aspectos particulares de los seres vivos. Así, entre ellas merece la pena destacar la morfología, que estudia y compara la forma de los seres vivos; la bioquímica y la biofísica, que estu- dian, respectivamente, la composi- ción química y los fenómenos físicos de los organismos; la citología, que es- tudia la célula; la histología, cuyo in- terés se centra en los tejidos; la anato- mía, que estudia la estructura de los seres orgánicos y la forma y disposi- ción de sus órganos; la fisiología, que se ocupa del estudio del funciona- miento de dichos órganos; la embrio- logía, que estudia la formación y de- sarrollo de los embriones; la genética, que versa sobre la transmisión y alte- ración de los caracteres hereditarios; la sistemática y la taxonomía, que se ocupan de la clasificación y ordena- ción de los seres vivos según determi- nados criterios; la parasitología, que trata de los parásitos y sus efectos so- bre los organismos en los que se insta- lan; la biogeografía, que estudia la dis- tribución de los seres vivos sobre la Tierra; la ecología, que centra su estu- dio en la interrelación que se establece entre dichos seres vivos y el medio donde habitan; la etología, que realiza el estudio comparado del comporta- miento animal, abordado desde el punto LAS CIENCIAS BIOLÓGICAS E La biogeografía, disciplina que se ocupa del estudio de los seres vivos sobre la Tierra, constituye una de las subdivisiones actuales de las ciencias biológicas. En la imagen, pareja de iguanas (arriba), especie propia de áreas tropicales, y manada de venados en una zona de bosque boreal (derecha). Fotografías de cabecera: organización del material genético en cromosomas y mapa cromosómico (izq.) y microfotografía de células sanguíneas (der.). 01. Cienci.Biológ. (03a07•5) 10/24/07 10:29 AM Page 3 de vista tanto ontogenético como fi- logenético; la biosociología, que versa sobre las formas y leyes que rigen el comportamiento comunitario de los seres vivos, y, por último, la paleonto- logía, que estudia los restos de seres ya extinguidos y su relación con los actuales. Historia de la biología Aunque se han encontrado estudios y descripciones de animales y plan- tas en los papiros egipcios y en los re- lieves mesopotámicos, el verdadero origen de la biología debe buscarse, como ocurre con casi todas las ramas del saber, en la antigua Grecia. El estado heleno estaba constituido por una serie de pueblos, algunos de los cuales, como los jonios y los do- rios, alcanzaron un gran desarrollo cultural. En la frontera entre ambos estaba la isla de Cos, donde hacia el 600 a.C. se constituyó una escuela de medicina, la primera institución cien- tífica reconocida en la historia de la humanidad. Su figura más relevante fue Hipócrates, considerado el padre de la medicina y, por extensión, el pa- dre de la biología. Sus Aforismos, aun- que no se pueden tomar como con- clusiones de un trabajo científico, son resultado de la observación y consti- tuyen sentencias breves sobre la sa- lud y la enfermedad. Más influyente para la posteridad fue el sabio y filósofo Aristóteles, quien en el siglo IV a.C. escribió va- rios tratados sistemáticos sobre la vida y los seres vivos, como Del alma, Historia de los animales y De la genera- ción de los animales. Su discípulo Teo- fastro prestó más atención a la botá- nica, y en su Historia de las plantas se recogen ya algunas aportaciones ori- ginales, como la observación de la germinación de la semilla. Dos siglos después, el médico grie- go Galeno, que pasó gran parte de su vida en Roma, en la Corte del empe- rador Marco Aurelio, realizó excelen- tes trabajos de anatomía y sobre el funcionamiento de los órganos de muchos animales. Del siglo I son el griego Dioscóri- des y los romanos Columela y Plinio, autores, respectivamente, de De Ma- teria Medica, la primera farmacopea sistemática; Los doce libros de agricul- tura, y los 37 volúmenes de la Historia Natural, en la que se recopilan todas las ideas que sobre la Tierra se tenían en la época. Tras la muerte de Galeno, y duran- te muchos siglos, apenas se produje- ron avances en el conocimiento de los seres vivos. En efecto, hubo que esperar hasta el siglo IX para que los árabes tomaran el relevo del domi- nio intelectual. Tradujeron las obras griegas y romanas a su lengua e hi- cieron aportaciones originales, como las de Avicena (s. XI) quien, basándo- se en Galeno, reunió todo el saber médico de la época; Averroes (s. XII), que comentó a Aristóteles; Ibn-An- Nafis (s. XIII), al que se considera descubridor de la sangre, y Al-Yahiz (s. IX), autor de un Libro de los anima- les, uno de los primeros tratados de zoología. En el mismo período, entre los cris- tianos hay que reseñar el trabajo de Roger Bacon y, sobre todo, el de san Alberto Magno (s. XIII), autor de una obra Sobre los animales, en la que sigue a Aristóteles, y otra Sobre las plantas, considerada por muchos como el me- jor tratado de historia natural de la edad media. A partir del siglo XV, y dentro de la revolución científica que tuvo lugar en el Renacimiento, resurgió el inte- rés por los estudios anatómicos y fi- siológicos. Como hitos más impor- tantes de los mismos hay que citar las contribuciones de Leonardo da Vinci, Andreas Vesalio, Gabriele Fallopio, Miguel Servet y William Harvey. Leonardo da Vinci representa al hombre renacentista típico, versado tanto en las artes como en las ciencias. Desde el punto de vista de la biología merecen destacarse sus estudios so- bre el cuerpo humano y su compara- ción con el de otros seres vivos, y sus estudios sobre el vuelo de las aves. Por su parte, el flamenco Andreas Ve- salio, profesor de la Universidad de Padua, publicó en 1543 la importante obra De la estructura del cuerpo huma- no, considerado el primer libro rigu- roso de anatomía humana, en el que desmiente la exactitud de algunas de las ideas de Galeno; el libro, perfecta- mente ilustrado, lo que facilita su es- tudio, se muestra realmente moder- no al tratar aspectos como los múscu- los y el corazón. Fallopio, discípulo de Vesalio, investigó en el siglo XVI el sistema nervioso y el aparato repro- ductor. El español Miguel Servet pu- blicó en su Restitución del cristianismo (1553) la primera descripción de la circulación menor de la sangre y el in- glés William Harvey, que realizó múl- tiples experimentos, afirmó en Sobre los movimientos de la sangre y el corazón (1628)que la sangre seguía en el or- ganismo humano un doble circuito cerrado. El descubrimiento de América fue fundamental en el desarrollo de las ciencias naturales. Desde que Diego Álvarez Chanca, médico de la segun- da expedición colombina, describiera en su Carta al Cabildo sevillano varios aspectos de la naturaleza americana, muchos fueron los naturalistas que se interesaron, a partir del siglo XVI, por la fauna y la flora del Nuevo Mundo. Entre ellos destacaron Gonzalo Fer- nández de Oviedo, Francisco Hernán- dez y José de Acosta. En los campos de la zoología y la botánica también merece la pena mencionar los estu- 4 BIOLOGÍA ____________________________________________________________________________________________________ Ramas principales (por orden alfabético) Antropología Botánica General Microbiología Zoología Otras ramas (por orden alfabético) Anatomía Biofísica Biogeografía Bioquímica Biosociología Citología Ecología Embriología Etología Exobiología Fisiología Genética Histología Morfología Paleontología Parasitología Sistemática Taxonomía Ramas de la biología 01. Cienci.Biológ. (03a07•5) 10/24/07 10:29 AM Page 4 dios realizados en Europa por el ita- liano Andrea Cesalpino y por los sui- zos Conrad Gesner y Gaspard Bauhin. En el siglo XVII, con el invento del microscopio, se amplió extraordina- riamente el campo de la investigación biológica. Entre los impulsores de su utilización cabe citar a Marcello Mal- pighi, que logró ver los capilares, y sobre todo a Antonie van Leeuwen- hoek, quien con un microscopio sim- ple –una sola lente – alcanzó a ver con 200 aumentos. En 1665, Robert Hoo- ke acuñó el término de célula, aplica- do a los compartimentos que observó al examinar un trozo de corcho, los cuales le recordaban las celdas de un panal de abejas. Mientras tanto, y como el número de especies conocidas hacía necesa- ria una sistematización de la clasifi- cación de los seres vivos, se realiza- ron también numerosos intentos en esa línea. En el siglo XVII, James Ray describió unas 18.600 especies vege- tales distribuidas en 125 secciones, muchas de las cuales corresponden a los actuales órdenes, y así mismo es autor de un intento de clasificación animal, basado en la presencia y tipo de pezuñas, dedos y dientes de los especímenes observados. Por su par- te, Jacques Tournefort desarrolló la nomenclatura binomial. Pero fue el sueco Karl von Linneo quien, en el siglo XVIII, hizo una verdadera clasi- ficación metódica y jerárquica de los seres vivos, en la que cada especie aparece relacionada al grupo genéri- co al que pertenece, éstos en órdenes y los órdenes semejantes en clases. Linneo designó a cada especie con dos palabras en latín: la primera in- dica el género y la segunda la espe- cie, procedimiento que ha llegado hasta nuestros días. Un tema central de debate en el ám- bito de las ciencias biológicas duran- te los siglos XVII al XIX fue el de la ge- neración espontánea, que enfrentó a los partidarios de la hipótesis de que la vida podía surgir espontáneamen- te con los defensores de la idea con- traria, es decir, con los que sostenían que la vida proviene siempre de al- gún organismo vivo. En este debate, que, como ya se ha dicho, duró casi tres siglos, fueron notables las apor- taciones de Paolo Redi, a quien se debe la primera investigación sobre el tema; de J. Turbeville Needham y Lazzaro Spallanzani (s. XVIII), y, sobre todo, las de Louis Pasteur, quien con sus investigaciones sobre estereoquí- mica y sobre fermentaciones zanjó el problema, al demostrar la presencia de microorganismos preexistentes siempre que aparecían nuevas formas de vida, lo que descartaba la idea de la aparición espontánea de éstas. Otra disputa de enorme virulencia en esos siglos fue la que hacía referen- cia a la naturaleza y funcionamiento de los seres vivos. Los vitalistas del siglo XVII, como Friedrich Stahl, nega- ban que la materia viva estuviera re- gulada por leyes físicas y creían que esta regulación se debía a un alma sensitiva. En cambio, los mecanicis- tas del siglo XVIII, cuyo primer repre- sentante fue René Descartes, y que al- canzaron gran auge a principios del siglo XIX, sostenían que las sustancias que componen la materia viva están sometidas a las mismas leyes que las de los cuerpos inorgánicos. El experi- mento que confirmó este último pun- to fue realizado en 1828 por Karl Wöhler al sintetizar un compuesto or- gánico: la urea. El siglo XIX vio otros muchos avan- ces en biología. En su primera mitad se produjo en Europa un espectacu- lar desarrollo de la morfología mi- croscópica y se consiguió obtener ob- jetivos acromáticos. En 1831, Jona- than Brown comprobó la presencia constante de un corpúsculo dentro de las células vegetales, al que denomi- nó núcleo. Pocos años más tarde, Matthias Jakob Schleiden y Theodor Schwann formularon la teoría celular, cuyo mérito reside en destacar de ma- nera precisa que la unidad morfofun- cional de todos los seres vivos es la cé- lula (1839). Sin embargo, tanto uno como otro sostenían ideas equivoca- das acerca del origen de dichas cé- lulas. Fue Rudolf Virchow quien, veinte años más tarde, estableció la unidad de origen de las mismas al concluir que toda célula procede de otra preexistente. También fue en el siglo XIX cuando se aclaró el problema del origen de las especies. Ya en el siglo anterior, Nico- las Buffon había señalado que la pre- __________________________________________________________________________________________ Las ciencias biológicas 5 Con la revolución científica que tuvo lugar durante el Renacimiento, resurgió el interés por los estudios biológicos. En la imagen, ilustración de un herbario del siglo XVI conservado en la Biblioteca Estense de Módena, Italia. 01. Cienci.Biológ. (03a07•5) 10/24/07 10:29 AM Page 5 sencia de órganos vestigiales o sin función en algunos animales podría llevar a suponer que en sus anteceso- res estos órganos sí habrían tenido al- guna función, pero fue Jean-Baptiste Monet de Lamarck quien, al afirmar en su obra Filosofía zoológica que las especies no eran constantes, sino que variaban y evolucionaban, expuso por primera vez la teoría de la evolu- ción. Para este científico, los órganos se vuelven más vigorosos o degene- ran según que realicen una mayor o menor función. Y esta modificación se transmitiría a la descendencia me- diante lo que denominó herencia de caracteres adquiridos. Charles Darwin, durante un viaje como naturalista en el buque Beagle, que recorrió América del sur, las is- las Galápagos y varios atolones e islas costeras del Pacífico, se fijó en la di- versidad de las especies y condensó en El origen de las especies mediante se- lección natural (1859) sus ideas sobre la evolución. Señaló que pueden haber existido gradaciones en el perfeccio- namiento de cualquier órgano o ins- tinto, que los órganos e instintos son ligeramente variables y que entre los seres vivos se da una lucha por la exis- tencia, que hace que las especies me- jor adaptadas sobrevivan, mientras que las peor adaptadas desaparecen. Por otro lado, también durante el siglo XIX vio la luz el trabajo cumbre en genética, Ensayos sobre híbridos ve- getales. Su autor, Gregor Johann Men- del, lo publicó en una revista de poca difusión, lo que motivó que sus con- clusiones pasaran inadvertidas por la comunidad científica hasta mediados del siglo XX. Estas conclusiones se co- nocen como leyes de Mendel y preci- san cómo se transmiten lo que él de- nomina caracteres dominantes y re- cesivos. Tras el redescubrimiento de las citadas leyes en 1900 por Jacques Correns, Johann Tschermark y Louis De Vries, en 1903 George Sutton esta- bleció que los cromosomas eran los responsables de la herencia de los ca- racteres. Pocos años después James Philip Morgan demostró la existencia de grupos de genes ligados –que no se transmiten de acuerdo con las le- yes de Mendel– y el sobrecruzamien- to entre cromátides de cromosomas homólogos. 6 BIOLOGÍA ____________________________________________________________________________________________________Esta rama de la biología intenta resolver el misterio de la aparición de la vida en el planeta Tierra mediante el estudio y comparación de nuestras condiciones físico- químicas con las de otros cuerpos celestes del Universo. Además, la exobiología es- tudia las posibilidades de vida similar a la terrestre en otros planetas del Sistema Solar e incluso en otras galaxias. Para ello dispone de diversos y complejos medios de investigación. Entre ellos cabe destacar la exploración espacial, consistente en el envío de satélites, cohetes y demás vehículos más o menos automatizados a otros planetas del Sistema Solar, cuya misión consiste en recoger muestras y otros datos, que son estudiados y anali- zados a su regreso a la Tierra, en busca de algún tipo de organización parecido al de la materia viva que se da en nuestro planeta. En este sentido, en la actualidad puede afirmarse que, mientras que el campo gra- vitatorio de los planetas pequeños del Sistema Solar es incapaz de retener una at- mósfera, la de los que son demasiado grandes suele estar compuesta por hidrógeno y otros compuestos hidrocarbonados, y en ambos casos parece imposible, o al me- nos improbable, la existencia de vida en ellos. Sin embargo, fuera del Sistema Solar existen más de cuatro mil millones de planetas en los que la vida es posible, dato que justifica la continuidad de la investigación exobiológica pese a los resultados negativos obtenidos hasta el momento. La exobiología La aplicación de avances tecnológicos a la biología permite la observación de ciertos aspectos de la estructura de los elementos celulares. En la imagen, utilización de un microscopio electrónico. 01. Cienci.Biológ. (03a07•5) 10/24/07 10:29 AM Page 6 Durante el siglo XX, los avances en la investigación biológica han sido extraordinarios. La aparición del mi- croscopio electrónico ha permitido estudiar la ultraestructura celular y las unidades biológicas infracelula- res, como los virus y los genes. Pero es en el campo de la biología molecu- lar donde se han conseguido avances más significativos. Desde que Frede- rick Bean Avery demostró, en 1944, que el factor responsable de la heren- cia era el ADN –ácido desoxirribo- nucleico– se inició una importante corriente investigadora para determi- nar su estructura, que finalizó con el descubrimiento del modelo correcto por parte de James Watson y Jonathan Crick, en un trabajo ya clásico publi- cado en la revista Nature en 1953. Últimos avances y perspectivas futuras de la biología La importancia de la biología en la ac- tualidad es enorme. Muchos conoci- mientos biológicos han permitido una serie de mejoras en las condicio- nes de vida de los seres vivos, ya sean animales, plantas o personas. Entre ellos destacan los avances de la mi- crobiología, sobre todo en el trata- miento de numerosas enfermedades infecciosas del hombre, gracias a la obtención de vacunas, sueros y anti- bióticos cada vez más eficaces. La in- vestigación del tratamiento de enfer- medades de otra naturaleza, como el cáncer y el SIDA, propician en la ac- tualidad numerosos planes de inves- tigación en los que colaboran médi- cos y biólogos. La genética, por su parte, ha conse- guido espectaculares resultados, por ejemplo en la obtención de nuevas ra- zas ganaderas que producen mayores rendimientos en carne y leche y de nue- vas variedades de plantas que resultan más resistentes y productivas, o en la detección precoz y prevención de en- fermedades hereditarias. Los estudios de fisiología y embriología han permi- tido desarrollar la técnica de fecunda- ción in vitro en muchas especies, inclui- da la humana, lo que supone un gran avance en la lucha contra la esterilidad. En la búsqueda de mayores recur- sos alimentarios, tienen importancia también los estudios oceanográficos que, además de controlar la explota- ción racional de los recursos pesque- ros, investigan sobre nuevas fuentes de alimentación. A este respecto, es probable que las algas se incluyan en la dieta humana en breve. Por úl- timo cabe mencionar el auge cada vez mayor de los estudios ecológi- cos, que persiguen mantener la re- gularidad y el equilibrio en los eco- sistemas e intentan evitar la desapa- rición de especies que afecten a la cadena trófica. __________________________________________________________________________________________ Las ciencias biológicas 7 _ Preguntas de repaso 1. ¿Cuáles son las ramas princi- pales de la biología y de qué se ocupan? 2. ¿A quién se debe la primera sistematización rigurosa de los seres vivos y en qué consis- te dicha sistematización? 3. ¿Quién descartó la hipótesis de la generación espontánea? 4. Cítense tres importantes gene- tistas. Desde mediados del siglo XX, los avances producidos en investigación genética han dado como resultado espectaculares logros en la obtención de nuevas variedades de plantas, más resistentes y productivas. En la imagen, invernadero para la investigación del arroz en China. 01. Cienci.Biológ. (03a07•5) 10/24/07 10:29 AM Page 7 a vida es un concepto que tie- ne sentido si se compara con el contrario, que es “no vivo” o “inerte”. La composición molecular de los se- res vivos es la misma que la de la ma- teria inerte que los rodea y que forma el medio en el que habitan. Los ele- mentos químicos más abundantes en los organismos vivos son el oxígeno, el carbono, el hidrógeno y el nitróge- no, los cuales se combinan formando estructuras muy complejas que cons- tituyen las macromoléculas; éstas, a su vez, dan origen a los compuestos pro- pios de los seres vivos, que son las proteínas, los hidratos de carbono, los lípidos y los ácidos nucleicos. La ma- teria inerte que forma el suelo, las rocas y el agua está constituida por combinaciones de estos mismos ele- mentos químicos, pero con escasa or- ganización estructural. Por tanto, se puede decir que la característica más representativa y que diferencia a un ser vivo de la materia inanimada es la complejidad, el alto grado de organi- zación y la capacidad de producir una réplica exacta de sí mismos. Cada uno de los componentes de la materia viva cumple una función es- pecífica y todos están sometidos a las mismas leyes físicas y químicas que el resto de la materia. Todos los seres vivos son capaces de extraer, almacenar, transformar y transmitir la energía que captan de su entorno en forma de materias primas sencillas. Estas materias se emplean para construir y mantener las com- plejas estructuras de los organismos. Las diferentes macromoléculas que forman un ser vivo, como son los hi- dratos de carbono, las proteínas, los lípidos y los ácidos nucleicos, se orga- nizan formando las células, que son las unidades funcionales de la vida. Las células tienen una gran diver- sidad de aspecto, tamaño y forma, pero básicamente su estructura es la misma y todas proceden de la divi- sión de otras células previas. Las cé- lulas contienen diversas estructuras con funciones determinadas cada una de ellas; así, tienen una membrana ex- terna llamada membrana citoplasmá- tica, que aísla y protege a los orgánu- los celulares del medio exterior. La membrana constituye una barrera se- lectiva para los nutrientes que la atra- viesan, así como para los desechos ce- lulares que son expulsados al exte- rior. En las células vegetales aparece una pared celular que recubre la membrana plasmática y es secretada por la propia célula. Cumple la mi- sión de protección y da rigidez a la cé- lula. En el interior celular o citoplasma se encuentran unos orgánulos llama- dos ribosomas, que funcionan como sintetizadores de proteínas; hay tam- bién orgánulos de almacenamiento de productos, como las vacuolas o el aparato de Golgi; orgánulos de ma- duración y transformación de proteí- nas, como el retículo endoplásmico, y orgánulos, como los lisosomas, que destruyen los productos que ya no son útiles. En el citoplasma, y separa- do por una membrana, se encuentra el núcleo de la célula, que es una es- tructura relativamente grande y con- tiene el material genético formadopor los ácidos nucleicos. La existencia o no de membrana nu- clear determina la clasificación de las células en procariotas y eucariotas. Las primeras no tienen dicha membrana y constituyen las células más primitivas que se conocen; de este tipo son las de las bacterias y las de las algas ver- diazules. Las células procariotas no se asocian entre sí y, por tanto, siempre constituyen organismos unicelulares. Las eucariotas tienen el núcleo ro- L Célula nerviosa Célula muscular Glóbulos rojos Células glandulares Células inmunológicas Las células son las unidades funcionales de la vida. En la ilustración, diferentes tipos de células. Fotografías de cabecera: organización del material genético en cromosomas y mapa cromosómico (izq.) y microfotografía de células sanguíneas (der.). LA VIDA Y LOS SERES VIVOS 02. VidaSeresVivos (8a12•5) 10/24/07 10:36 AM Page 8 deado por una membrana y son con- sideradas como las células más evo- lucionadas. Existen eucariotas unice- lulares, como los protozoos y algunos tipos de algas, pero casi siempre se asocian para constituir organismos pluricelulares, como las plantas y los animales. La actividad de un organis- mo pluricelular es el resultado de la suma de las actividades de cada una de sus células y de las interacciones que se dan entre ellas. Al contrario que la materia inerte, los seres vivos tienen la capacidad de reproducirse y de transmitir a sus des- cendientes su organización estructu- ral y funcional, siguiendo las leyes he- reditarias biológicas. La herencia que reciben los descendientes no es una copia exacta de los progenitores, ya que el material hereditario es suscep- tible de cambios debidos a mutacio- nes y a la influencia de los factores am- bientales. Son los ácidos nucleicos, en concreto el ácido desoxirribonucleico (ADN), las moléculas que contienen la información hereditaria. El código genético o forma en la que esta infor- mación se procesa y es transmitida de célula a célula es universal en todos los organismos vivos, tanto primiti- vos como evolucionados. El crecimiento es también una carac- terística única de la materia viva. Los seres vivos crecen desde el nacimien- to hasta alcanzar la edad adulta. El crecimiento se produce por un aumen- to de los tejidos al dividirse las células e incrementar también su masa. Los organismos tienen un ciclo vi- tal propio que transcurre a medida que van creciendo. Cuando se trata de seres unicelulares, este ciclo con- siste en un aumento de tamaño y en la división de la célula primaria en dos células hijas. A veces pueden permanecer en estado latente o de re- poso antes de la división celular. Los organismos pluricelulares ani- males comienzan su desarrollo a par- tir de una célula única que proviene de un óvulo que ha sido fecundado por un espermatozoide. Esta célula sufre un proceso de segmentación o divisiones consecutivas, que dan lu- gar al número de células que consti- tuyen el organismo adulto. El si- guiente proceso es la embriogénesis, en el que se produce el desarrollo del embrión (crecimiento y cambios de forma en el mismo). En esta etapa las células se especializan para dar lugar a los tejidos, que tienen cada uno fun- ciones diferentes. Este fenómeno se conoce como diferenciación. Todas las fases del ciclo vital están controladas genéticamente y son las mismas para todos los individuos que forman parte de un tronco común o especie. Otra característica importante y di- ferenciadora de los seres vivos es la capacidad de reacción frente a estí- mulos que provienen del medio ex- terno. Los estímulos son muy diver- sos, desde una fuente de luz o la in- gestión de un alimento hasta buscar agua o perseguir a una presa. Todos estos estímulos provocan cambios en el medio interno del ser vivo y exis- ten mecanismos fisiológicos que com- pensan estas alteraciones. En los organismos pluricelulares, la reacción frente a los estímulos impli- ca la comunicación entre las células que los forman. Según el grado de evolución del ser vivo, este mecanis- mo es más o menos complejo y puede ser o bien una comunicación hormo- nal, es decir, por sustancias químicas que actúan como mensajeros, o una comunicación nerviosa, constituida por un conjunto de células especiali- zadas llamadas neuronas y distribui- das a lo largo de todo el organismo. Esta última comunicación no ocurre en las plantas ni en los animales infe- riores. En los animales superiores pueden coexistir ambos tipos de co- municación, formando un sistema de- nominado neuroendocrino. El medio en el que habitan los seres vivos ejerce una gran influencia en su desarrollo. Es muy importante para obtener el máximo crecimiento la adaptación al hábitat. Las condicio- nes de un hábitat varían con respecto a otro, favoreciendo la supervivencia de determinados organismos. Esto constituye la llamada selección natu- ral; los mejor adaptados continúan vi- viendo y evolucionando de genera- ción en generación. __________________________________________________________________________________________ La vida y los seres vivos 9 Esquema del orden de los niveles de organización de los organismos vivos, desde el celular (1), al del organismo (4), pasando por el de tejido (2) y el de órgano funcional (3). 1 2 3 4 02. VidaSeresVivos (8a12•5) 10/24/07 10:36 AM Page 9 Origen de los primeros organismos La Tierra se formó hace unos cuatro mil ochocientos millones de años por condensación de polvo y gases. Los materiales que estaban en el polvo eran altamente radiactivos y su des- integración generó elevadas tempe- raturas. La atmósfera primitiva que rodeó la Tierra era rica en nitróge- no, hidrógeno, metano y agua. Des- pués aparecieron otros componen- tes, como el monóxido de carbono. El oxígeno apareció mucho más tar- de, principalmente como resultado de la fotosíntesis. El calor, las descargas eléctricas y las radiaciones ultravioletas propi- ciaron la unión de los compuestos inorgánicos en el agua que formaron nuevas estructuras de compuestos orgánicos. Los compuestos orgáni- cos fueron acumulándose en un mar primitivo, al que se conoce como “sopa caliente”. Este período de evo- lución química duró aproximada- mente el primer tercio de la edad de nuestro planeta. Los compuestos orgánicos origina- ron las macromoléculas, que fueron evolucionando hasta sintetizar las primeras biomoléculas. Probable- mente surgieron asociaciones fortui- tas de estas moléculas que produje- ron un sistema único capaz de sobre- vivir y de desarrollarse hacia una estructura más compleja, que originó una célula primitiva muy diferente del sistema celular conocido en la ac- tualidad. Las primeras células eran anaero- bias y heterótrofas, es decir, utiliza- ban los compuestos orgánicos de la “sopa” como fuente de energía. Los nutrientes se fueron agotando y la presión selectiva hizo que aparecie- ran unas células capaces de utilizar el dióxido de carbono como fuente energética: las células autótrofas. Después aparecieron las células foto- sintéticas, capaces de utilizar la ener- gía lumínica procedente del Sol. El agotamiento del nitrógeno del caldo primitivo condujo a la capacidad de fijar el nitrógeno atmosférico. Así sur- gieron las algas cianofíceas, fotosin- téticas y fijadoras de nitrógeno como culminación evolutiva del mar primi- tivo. Las células aerobias aparecieron después de que se acumulara oxíge- no en la atmósfera, procedente de la actividad fotosintética. Estas células tenían una ventaja selectiva, y es que podían obtener un mayor rendimien- to energético por molécula de nu- triente. Todos estos tipos celulares que fue- ron surgiendo constituían células procariotas, es decir, aquellas que no poseen un auténtico núcleo, ya que carecen de membrana que lo deli- mite. Un nuevo gran salto evolutivo fue la aparición de las células eucariotas, dotadas de núcleo. Se propone la hi- pótesis de que este tipo celular proce- de de la simbiosis entre células pro- cariotas. Con el tiempo estas células se aso- ciaron para formar organismos pluri-celulares que originaron las plantas, los animales y, por último, el hombre. Clasificación de los seres vivos Antes de la aparición del microscopio existía poca dificultad para clasificar a los seres vivos, según su apariencia externa, en dos grandes reinos: ani- mal y vegetal. El incluir a un ser vivo en uno u otro reino dependía de las caracterís- ticas que podían ser observadas a simple vista. Pertenecen al reino ani- mal todos aquellos organismos que son fundamentalmente móviles, plu- ricelulares eucariotas, no pueden for- mar compuestos orgánicos mediante la energía lumínica, necesitan alimen- tarse para obtener nutrientes, es de- cir, son heterótrofos, y carecen de pa- red celular. Las plantas son inmóviles, sus célu- las pueden obtener nutrientes median- te la fotosíntesis, ya que poseen un pig- mento verde llamado clorofila que fija las radiaciones solares, y están recu- biertas por una pared celular de celu- losa. 10 BIOLOGÍA ____________________________________________________________________________________________________ A B Los átomos, compuestos por protones (+), electrones (-) y neutrones, son las partículas fundamentales constituyentes de la materia. El dibujo muestra la estructura del átomo de carbono. A B 02. VidaSeresVivos (8a12•5) 10/24/07 10:36 AM Page 10 Los avances científicos, y en parti- cular la aparición del microscopio, descubrieron un mundo nuevo, for- mado por seres vivos difícilmente cla- sificables como animales o plantas. Surgieron contradicciones y excepcio- nes a las características que se creían propias de cada reino. Así, por ejem- plo, había células animales de grupos muy primitivos de cordados que te- nían celulosa, que se pensaba propia de vegetales. Un grupo de protozoos, considerados animales ya que se mo- vían, presentaba la misma clorofila que los vegetales y podían utilizar la luz solar. Algunas algas producían cé- lulas reproductoras móviles. Para evitar la confusión en la clasi- ficación, Haeckel propuso un tercer reino al que se llamó protista, y en él se integraron los seres generalmente unicelulares, o pluricelulares pero sin diferenciación de tejidos. Los repre- sentantes más conocidos de este rei- no son las bacterias. La división en tres reinos no es compartida por todos los biólogos, ya que las diferencias entre los reinos es en muchos casos confusa; además, algunas veces se consideran unas ca- racterísticas más importantes que otras a la hora de establecer una cla- sificación. En 1969, Whittaker pro- puso un sistema de cinco reinos, en los que la principal distinción se encuentra entre los procariotas y los eucariotas. Los procariotas forman el reino monera y son sus representan- tes las bacterias y las algas verdiazu- les. Los eucariotas se dividen en cua- tro reinos, que son: el protista, el ve- getal, el fungi y el animal. El reino protista está formado por organis- mos eucariotas unicelulares, que son los protozoos y las algas unicelula- res. El reino vegetal está formado por las plantas superiores y las algas plu- ricelulares. El reino fungi u hongos comprende los mohos, las levaduras y los hongos propiamente dichos. Por último, el reino animal incluye a todos los invertebrados y a los ver- tebrados. Se considera que los protistas han dado lugar a los otros tres reinos, que habrían evolucionado independien- temente. La clasificación de Whittaker ha sido igualmente criticada, ya que los botánicos quieren que tanto algas como hongos pertenezcan al reino vegetal, y los zoólogos no quieren dejar a los protozoos fuera del reino animal. La aparición de nuevas tecnologías y el progreso de los microscopios han permitido encontrar a los virus. La posición que ocupan los virus en el mundo viviente no está todavía cla- ra. Los virus no son células, ya que no tienen membrana celular, núcleo ni citoplasma. Están formados por una cápsula de proteínas que no tiene actividad fi- siológica –sólo sirve de protección–, y en su interior aparece una única molécula de ácido desoxirribonuclei- co (ADN) o de ácido ribonucleico (ARN). Nunca aparecen juntas las dos moléculas. Los virus necesitan infectar células para poder reproducirse, ya que ellos carecen de los mecanismos necesarios para replicarse. La infección se lleva a cabo en todo tipo de organismos vi- vos, desde las bacterias hasta el hom- bre, pasando por las plantas y los ani- males. La capacidad infectiva varía mucho según el tipo de virus, y tam- bién depende del estado fisiológico de la célula huésped. La forma exterior de los virus es muy diversa. Pueden ser redon- dos, poliédricos, cúbicos o alargados. También varía el tamaño según el tipo de virus; aunque todos son microscó- picos, algunos son más grandes, como el virus de la viruela, y otros muy pequeños, como el virus de la poliomielitis. Hay virus que causan grandes daños en los cultivos, como el virus del mosaico del tabaco, y pe- ligrosas enfermedades, como la pro- ducida por el virus de la inmunodefi- ciencia humana (VIH), que provoca el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Después de clasificar los seres vi- vos en tres grandes reinos, animales vegetales y protistas, se procede a ha- cer una clasificación más detallada de los individuos que pertenecen a cada reino. Para ello se establece un siste- ma jerárquico de grupos de compleji- dad creciente, llamados taxones o ca- tegorías. Hoy en día, y en orden des- cendente de complejidad, se admiten los siguientes: reino, filo, clase, orden, familia, género y especie. Esta jerar- quía puede ser subdividida en más categorías, como, por ejemplo, sub- clase, superclase, subfamilia, superfa- milia, tribu, etc. Hay reconocidas más de treinta categorías taxonómicas. Para grupos muy complejos, como los __________________________________________________________________________________________ La vida y los seres vivos 11 El sistema de clasificación básica de los seres vivos fue establecido por Carl von Linneo en el siglo XVIII. En la imagen, lámina taxonómica de la época atribuida al médico y naturalista sueco. 02. VidaSeresVivos (8a12•5) 10/24/07 10:36 AM Page 11 12 BIOLOGÍA ____________________________________________________________________________________________________ insectos, se requieren numerosas cate- gorías para expresar las grandes dife- rencias existentes y las divergencias evolutivas. El sistema de clasificación básico fue propuesto por Carl von Linneo en el siglo XVIII, y sobre él se han hecho las modificaciones oportunas hasta obtener el sistema actual, más com- plejo y elaborado. La clasificación trata de poner de manifiesto las relaciones de parentes- co entre los seres vivos. El ser descen- dientes de un antepasado común im- plica poseer características morfoló- gicas muy similares. Pero no siempre resulta clara esta relación, y hay que acudir al registro fósil para buscar pruebas al respecto. En la actualidad, y gracias a los avances tecnológicos, se aplican nuevas técnicas que buscan las rela- ciones filogenéticas comparando el ADN de los individuos. Se ha de- mostrado que de esta manera se puede seguir el rastro evolutivo de una especie. Especies que estén pró- ximas entre sí y que tengan antepa- sados comunes conservarán secuen- cias homólogas en su material here- ditario. Las pruebas moleculares propor- cionan un moderno enfoque y son herramientas técnicas muy útiles para obtener una clasificación muy precisa y una línea evolutiva clara de los organismos que existen en la Tierra. En los próximos años, y gracias a estos avances técnicos, la clasifica- ción de los seres vivos puede sufrir modificaciones importantes, sobre todo en los organismos más peque- ños, que hasta ahora son peor cono- cidos dada la dificultad que plantea su estudio. _ Preguntas de repaso 1. ¿Qué características diferencian a los seres vivos de la materia inerte? 2. ¿Qué diferencias existen entre las células procariotas y las células euca- riotas? 3. ¿Cómo apareció el oxígeno en la atmósfera terrestre? 4. ¿En cuántos reinos clasifica Whittaker alos seres vivos? 5. ¿Cuáles son las categorías taxonómicas principales? A fin de clasificar con detalle los individuos que pertenecen a los tres grandes reinos en que se dividen los seres vivos, la biología establece un sistema jerárquico de categorías o taxones de gran complejidad, para expresar, como sucede en el caso de los insectos, las diferencias existentes y las divergencias evolutivas. 02. VidaSeresVivos (8a12•5) 10/24/07 10:36 AM Page 12 uando Galileo Galilei inventó en año 1610 el microscopio compuesto estaba proporcionando el instrumento que permitiría el inicio de una nueva disciplina, la biología celu- lar. En efecto, Robert Hooke introdujo en 1665 el concepto de célula al obser- var al microscopio fibras de corcho y otros tejidos vegetales muertos. Ob- servó que estaban formados por espa- cios huecos delimitados por una mem- brana, cuyo aspecto era muy parecido al de las celdillas de los panales de abe- jas, lo que le sugirió el nombre de cé- lula. No obstante, hubo que esperar al siglo XIX para que el concepto de célu- la adquiriera su verdadera dimensión. En ese siglo se estableció la teoría ce- lular, según la cual la célula es la uni- dad básica funcional y estructural que compone todos los organismos vivos, tanto animales como vegetales; ade- más, se estableció que toda célula de- riva de otra por división. Sin embargo, no todos los organis- mos son iguales; los hay compuestos por una sola célula, es decir, seres uni- celulares (protozoos en el reino ani- mal y protofitos en el vegetal), y otros compuestos por muchas, los plurice- lulares (metazoos en el reino animal y metafitos en el vegetal). En los or- ganismos pluricelulares, células con igual función y estructura se agrupan para formar un tejido. Características de la célula Todas las células comparten una serie de características comunes, aunque LA CÉLULA C Retículo endoplasmático liso Mitocondria Membrana nuclear Núcleo Retículo endoplasmático rugoso Nucléolo Lisosoma Cilios Estructura típica de una célula. Fotografías de cabecera: organización del material genético en cromosomas y mapa cromosómico (izq.) y microfotografía de células sanguíneas (der.). 03. Célula (13a23•11) 10/24/07 10:42 AM Page 13 hay una gran diversidad en cuanto a su tamaño y su forma. Las dimensio- nes celulares oscilan en torno a la mi- cra (10–4 cm), de modo que no pueden verse a simple vista. Por otro lado, la forma de las células depende en gran medida de su función. Un organismo unicelular de vida independiente, por ejemplo la ameba, o las células san- guíneas de los animales superiores cambian de forma en respuesta a su actividad. Salvo estas últimas, las células constituyentes de un orga- nismo pluricelular no suelen modi- ficar su forma, aunque las hay muy variadas. Características comunes a todas las células son el estar delimitadas por una membrana, la membrana citoplasmática, que las separa del medio exterior y en cuyo interior se encuentran el citoplasma y el mate- rial hereditario, por lo general el áci- do desoxirribonucleico (ADN), ade- más del resto de biomoléculas. Sin embargo, existen dos grandes categorías celulares según que el ma- terial genético se encuentre o no en un orgánulo independiente y rodeado de membrana, el núcleo. Las células eucarióticas, constituyentes típicos de los animales y los vegetales supe- riores, contienen un núcleo perfecta- mente delimitado por una membra- na nuclear y separado del citoplasma, en tanto que las células procarióticas carecen de núcleo definido. Pertene- cen a este último grupo las bacterias y las algas cianofíceas, que además carecen de muchos de los orgánulos celulares que se definirán más ade- lante para las células eucarióticas. Métodos de investigación en citología El estudio de la célula requiere el em- pleo de métodos fundamentalmente microscópicos. Hasta el siglo XIX, las técnicas utilizadas eran muy rudi- mentarias y, aunque ya existía el mi- croscopio, su capacidad de resolución era muy escasa. Para conseguir iden- tificar lo que se ve a través de aquél y garantizar que lo observado corres- ponde a la realidad se desarrollaron las técnicas de fijación de las mues- tras. Más adelante se descubrieron las de tinción con colorantes, de modo que las distintas partes no aparezcan iguales al ser atravesadas por la luz. A partir del siglo XIX, la microscopia ha experimentado un gran desarrollo. La introducción del microscopio elec- trónico, en el que se sustituye la luz por electrones, permitió un poder de reso- lución muchísimo mayor, 500 veces su- perior al obtenido con el microscopio óptico. En este caso, la tinción no pue- de realizarse utilizando colorantes, sino que deben utilizarse elementos pe- sados que impidan del todo o en parte el paso del haz de electrones. Además, para observar una muestra al micros- copio electrónico es preciso que ésta tenga el espesor de una sola célula, de modo que la imagen obtenida sea nítida. Existen aparatos capaces de realizar ese tipo de cortes (los mi- crótomos), pero antes es preciso que la muestra tenga una consisten- cia determinada. Para conseguirla se utiliza la inclusión de la muestra en parafina o se procede a su con- gelación. Esta última técnica requie- re menos tiempo y se realiza utili- zando un criomicrótomo. Además del microscopio electrónico y del óptico es posible utilizar el microscopio de campo oscuro, el de luz polarizada, el de contraste de fase y el de luz ultra- violeta. La microscopia permite es- tudiar la estructura de la célula, pero no sólo es necesario investi- gar la morfología celular, también hay que conocer su composición química y su metabolismo. Para ello deben separarse primero los diferentes componentes de la cé- lula. Con este fin se emplea la cen- trifugación diferencial de un homogeneizado celular en fun- ción de diferentes características: masa y densidad específica, fun- damentalmente. El homogenei- zado se consigue por fraccionamien- to de los orgánulos celulares median- te métodos químicos y mecánicos. Estructura de la célula eucariótica La célula eucariótica, característica de los animales y vegetales superiores, consta de una membrana citoplasmá- tica, un citoplasma y un núcleo bien definido. Al microscopio óptico se ob- servan en el citoplasma una serie de estructuras, los orgánulos celulares, que realizan importantes funciones: las mitocondrias, los centríolos y el aparato de Golgi, además de una se- 14 BIOLOGÍA ____________________________________________________________________________________________________ Microvellosidades Arriba, microfotografía de una célula del intestino delgado en la que se aprecian las vellosidades intestinales, pliegues que favorecen los fenómenos de absorción que tienen lugar en los procesos digestivos. A la izquierda, observación al microscopio de una muestra de tejido del epitelio intestinal 03. Célula (13a23•11) 10/24/07 10:42 AM Page 14 rie de vacuolas. Los centríolos son los orgánulos celulares que intervienen en la formación del huso mitótico du- rante la división celular, además de formar parte de la estructura de cilios y flagelos, elementos que permiten el desplazamiento celular o el movi- miento del medio con respecto a la cé- lula. Con el microscopio electrónico se ha podido observar además la exis- tencia de una serie de estructuras membranosas, el retículo endoplas- mático y los lisosomas, así como una serie de partículas diminutas, los ri- bosomas, fundamentales para la sín- tesis de proteínas, que pueden encon- trarse libres en el citoplasma o ad- heridos a la membrana del retículo endoplasmático, en lo que se conoce como retículo endoplasmático ru- goso. Rodeado por la membrana nuclear, que lo aísla del citoplasma, el núcleo contiene una serie de estructuras fila- mentosas, los cromosomas, donde se encuentra el ADN, que se condensan hasta hacerse visibles al microscopio óptico cuando la célula va a dividir- se. Además de los cromosomas, en el núcleo se aprecian uno o más nu- cléolos. Las célulasvegetales muestran una serie de estructuras peculiares, no compartidas por otro tipo celular. Su membrana citoplasmática está rodea- da de la pared celular, compuesta so- bre todo por celulosa y peptina, que proporcionan rigidez a la célula. En algunas células procarióticas también existe una pared, pero su composi- ción difiere de la vegetal. Además de todos los orgánulos de las células ani- males, las vegetales contienen los clo- roplastos, donde se realiza la fotosín- tesis: síntesis de materia orgánica a expensas de materia mineral utilizan- do la energía solar, función específica de las células vegetales. Membrana citoplasmática La membrana citoplasmática rodea la célula y la aísla del medio exterior, si se trata de organismos unicelulares, o de otras células o medios, en los or- ganismos pluricelulares. La determi- nación de su estructura ha sido posi- ble gracias al microscopio electróni- co, al de polarización y a la difracción de rayos X, además de a otras téc- nicas, como la criofractura y las técni- cas histoquímicas. Se sabe por su análisis químico que está compuesta por lípidos (sobre todo fosfolípidos, pero también colesterol) y proteínas, así como por hidratos de carbono bastante complejos. Los fosfolípidos son moléculas algo peculiares: cons- tan de una cabeza polar con gran afi- nidad por el agua (es hidrófila) y de dos colas apolares que la repelen (es decir, son hidrófobas). Al microscopio electrónico, la membrana se observa como una es- tructura trilaminar, compuesta por dos capas oscuras y dos claras, que ocupan en total de 6 a 10 milimicras. Las primeras corresponden a sustan- cias que se tiñen con tetróxido de os- mio (elemento pesado) e impiden el paso de los electrones; miden cada una alrededor de 2,5 milimicras. La capa clara, situada en medio de las dos anteriores, mide unas 3,5 milimi- cras. Desde un punto de vista quími- co, la membrana consiste en dos ca- pas de fosfolípidos enfrentadas por sus colas apolares (banda clara a los electrones) y cubiertas por proteínas a ambos lados, encima y debajo de las cabezas polares. Vistas al microsco- pio, estas últimas y las proteínas constituyen las dos capas densas a los electrones. Interrumpiendo la conti- nuidad de esta doble capa se encuen- tran a veces proteínas con funciones de transporte o relacionadas con el in- tercambio de información entre la cé- lula y el exterior. La estructura descrita no es caracte- rística sólo de la membrana citoplas- mática, sino que es común a todas las membranas que rodean los restantes orgánulos intracelulares y la membra- na nuclear, formando a veces una ver- dadera red de intercomunicación in- tracelular, que parte de la membrana nuclear, rodea el retículo endoplasmá- tico y el aparato de Golgi y llega a la membrana citoplasmática. La membrana no se limita a consti- tuir la frontera de la célula, sino que desempeña funciones muy importan- tes. En células como los macrófagos y los organismos unicelulares intervie- ne en procesos de endocitosis y exo- citosis, es decir, en la captura de par- tículas sólidas de pequeño tamaño (fagocitosis) o líquidas (pinocitosis) y en la expulsión de ciertos productos de la digestión intracelular. Además, la membrana puede permitir el paso a su través de determinadas sustan- ______________________________________________________________________________________________________ La célula 15 Cilios Microfotografía de una célula en la que se aprecian los cilios, filamentos cuya función es transportar líquidos a través de la superficie de la célula. 03. Célula (13a23•11) 10/24/07 10:42 AM Page 15 cias, por lo general de pequeño tama- ño (agua, oxígeno, anhídrido carbó- nico), e impedir el paso de otras (nor- malmente macromoléculas de gran tamaño). Esta característica es lo que se conoce como permeabilidad selec- tiva y es muy importante para man- tener constante el medio intracelular y para controlar la presión osmótica interior. Por otro lado, en la membra- na existen proteínas encargadas de permitir el paso de otras sustancias hacia dentro o hacia fuera, como los iones Na+, K+ o Ca++, lo que permite establecer una diferencia de potencial entre el interior y el exterior de la cé- lula, fundamental para la comunica- ción intercelular. Una función muy importante de la membrana celular es la relacionada con el contacto intercelular, que se es- tablece mediante estructuras especia- lizadas y cuya alteración tiene graves consecuencias para la salud del orga- nismo. Por ejemplo, durante el de- sarrollo de una masa tumoral está al- terada una función de la membrana celular conocida como inhibición del crecimiento por contacto. Citoplasma El citoplasma es la sustancia funda- mental de la célula. Se trata de una di- solución acuosa compuesta por un 70-80 por ciento de agua y el resto por numerosas biomoléculas de pequeño tamaño, como aminoácidos y mono- sacáridos, además de iones inorgáni- cos. Es fundamental para el desarro- llo de muchas de las reacciones meta- bólicas que se producen en la célula, entre las que destacan las reacciones de síntesis de proteínas y de polisacá- ridos, y las reacciones productoras de energía de hidrólisis de monosacári- dos (glucólisis). Además de las sus- tancias disueltas en él contiene gran cantidad de proteínas globulares y fi- brosas, de función puramente estruc- tural, junto a una enorme cantidad de proteínas con función enzimática que intervienen en las reacciones mencio- nadas. Orgánulos celulares En el citoplasma de todas las células, eucarióticas y procarióticas, existen unas pequeñas partículas que fueron descubiertas a raíz de la invención del microscopio electrónico. Se trata de los ribosomas, las estructuras res- ponsables de la síntesis de proteínas, las moléculas fundamentales de la vida. Los ribosomas miden en torno a las 20 milimicras de diámetro y es- tán compuestos en esencia por ácido ribonucleico (ARN) y proteínas. Esta composición les confiere una gran avidez por los colorantes básicos, lo que les valió hace tiempo el nombre de citoplasma basófilo o ergastoplas- ma. El ARN que los constituye es un tipo especial denominado ribosómi- co, que se sintetiza en el núcleo y sale al citoplasma, donde se reúne con las proteínas ribosómicas. Estas últimas no son en absoluto homogéneas, sino que están constituidas por tres frac- ciones distintas, clasificadas según el gradiente de densidad al que sedi- mentan en la ultracentrifugación. El tamaño y la forma de los ribosomas es constante, pero no su número, que depende en gran medida de la activi- dad sintética de la célula: va desde los 10.000 ribosomas aproximados que puede tener una bacteria, hasta los 100.000 de las células eucarióticas que exhiben una gran actividad de síntesis proteica. Cuando están aisla- dos en el citoplasma, los ribosomas son inactivos. Para iniciar su activi- dad han de unirse a una hebra de ARN mensajero (ARNm). Es ésta una molécula de ARN que se sintetiza en el núcleo y transporta la información contenida en el ADN nuclear para guiar la síntesis de proteínas: cada aminoácido que compone una proteí- na está especificado en el ADN nu- clear como un triplete de nucleótidos (elementos constituyentes de los áci- dos nucleicos). Una vez en el cito- plasma, la molécula de ARNm se une al ribosoma, el cual, ayudado por las enzimas hidrosolubles existentes en 16 BIOLOGÍA ____________________________________________________________________________________________________ Ilustración que muestra la estructura de la membrana plasmática. Cadenas de carbohidratos Superficie externa de la membrana Bicapa de fosfolípidos Superficie interna de la membrana Proteína del canal de membrana Zona polar del fosfolípido Zona no polar del fosfolípido Colesterol Proteína Glucoproteína Glucolípido 03. Célula (13a23•11) 10/24/07 10:42 AM Page 16 el citoplasma, va leyendo esta infor- mación y ensartando aminoácido tras aminoácido en un polipépti- do. Antes de unirse al ARNm, el ri- bosoma debe separarse en las dos subunidades quelo constituyen; después, la subunidad pequeña se coloca por debajo de la hebra men- sajera y la grande por encima, for- mando una especie de emparedado. Éste es el momento en el que la ma- quinaria ribosómica va desplazán- dose por la hebra de ARN y leyen- do triplete tras triplete hasta com- pletar la cadena de proteína. Lo habitual es que sobre una misma molécula de ARNm haya engarza- dos muchos ribosomas, cada uno de los cuales sintetiza una molécula de la misma proteína, ampliando así la producción. Al conjunto de ARNm y ribosomas unidos a él, que se aprecia al microscopio electróni- co como algo parecido a un collar de perlas, se le denomina polisoma o polirribosoma. Aunque hay riboso- mas libres en el citoplasma celular, o unidos en polisomas, en las célu- las eucarióticas es más frecuente que se encuentren asociados a mem- branas. Suelen estar unidos a las membranas del retículo endoplas- mático y a la membrana externa que separa el núcleo del citoplasma. Sistema vacuolar citoplasmático Se denomina así al sistema de or- gánulos membranosos que están in- terrelacionados entre sí, formando una especie de red citoplasmática. Está constituido fundamentalmente por el retículo endoplasmático, el apa- rato de Golgi, los lisosomas y los pero- sixomas, además de una serie de va- cuolas. El retículo endoplasmático está constituido por un conjunto de túbu- los, los sáculos, apilados y rodeados por una sola membrana, cuya estruc- tura es semejante a la de la citoplas- mática y que es continuación de la membrana nuclear externa. Parece ser que toda la membrana reticular es continua, dando lugar a dos espa- cios independientes, el citoplasmáti- co y el interior de los sáculos, deno- minado lumen. El retículo endoplas- mático se localiza alrededor del núcleo y su tama- ño depende de la función celular. En las microfotogra- fías electrónicas se observan dos re- giones bien dife- renciadas, el RE rugoso, cubierto de ribosomas en su cara citoplasmáti- ca, y el RE liso, sin ribosomas. El pri- mero es continua- ción de la membra- na nuclear, siem- pre tapizada de ribosomas, y está muy desarrollado en las células en las que se realiza una síntesis proteica activa; las proteí- nas sintetizadas en los ribosomas de su membrana pasan al lumen reticu- lar, donde experimentan posteriores transformaciones. Por el contrario, en las células donde la activa es la síntesis de lípidos o de hormonas li- pídicas, el RE es muy escaso y abun- da el liso. Todo el conjunto de retícu- lo endoplasmático, liso y rugoso, de- sempeña un importante papel en la síntesis de las proteínas y los lípidos que constituyen las membranas ce- lulares. El aparato de Golgi debe su nom- bre al médico italiano Camillo Gol- gi, quien lo descubrió mientras pro- baba la tinción con tetróxido de osmio y sales de plata. Ésta es preci- samente la característica que lo dife- rencia del retículo endoplasmático, además de su forma y su función. Está constituido por una serie de sa- cos aplanados, o cisternas, rodeados por una membrana simple y apila- dos unos encima de otros en una es- tructura conocida como dictiosoma. Se sitúa al lado del núcleo. El núme- ro de cisternas que componen un dictiosoma es variable, así como el de dictiosomas que constituyen todo el aparato: depende sobre todo de la función de la célula y de su gra- do de actividad. A ambos lados de los dictiosomas, el aparato de Golgi contiene una serie de vesículas tam- bién rodeadas de membrana, sobre todo en la cara próxima al retículo endoplasmático, que se forman por desprendimiento de los extremos de las cisternas. La función del apa- rato de Golgi es la de sintetizar hi- dratos de carbono complejos, así como la formación de vesículas de secreción. Otra estructura membranosa ce- lular es el lisosoma, que parece derivar de las vacuolas que se des- prenden del aparato de Golgi. Los li- sosomas son orgánulos muy espe- cializados, encargados, entre otras funciones, de digerir el contenido de los fagosomas. Se fusionan con las vesículas membranosas que contie- nen los elementos fagocitados por determinadas células. En el interior de los lisosomas existe una gran can- tidad de enzimas digestivas con gran capacidad hidrolítica. Además de intervenir en la digestión de ma- terial extracelular eliminan orgánu- los defectuosos durante el envejeci- miento. Otro componente del sistema va- cuolar citoplasmático es el peroxiso- ma. Se trata de pequeñas vesículas membranosas, encargadas funda- mentalmente de la eliminación del peróxido de hidrógeno y de los radi- cales libres. El primero se produce en ______________________________________________________________________________________________________ La célula 17 Representación tridimensional de célula cilíndrica con una cubierta microvellosa en su parte superior. 03. Célula (13a23•11) 10/24/07 10:42 AM Page 17 muchas de las reacciones metabólicas de la célula y puede ser fatal si no se elimina, y los segundos contribuyen al envejecimiento celular y, por consi- guiente, del organismo, según se cree en la actualidad. Aparte de la red membranosa que comunica todo el citoplasma existen otros orgánulos fundamentales para la célula, sin los cuales no podría so- brevivir. Se trata de las mitocondrias, en cuyo interior se realizan todas las reacciones metabólicas encargadas de proporcionar energía a la célula (reacciones catabólicas). Esta energía se emplea después en todos los pro- cesos de síntesis (reacciones anabóli- cas) que permiten la función celular. Las mitocondrias son orgánulos bas- tante independientes del resto de la célula, hasta el punto de poseer inclu- so su propio ADN y de reproducirse por división binaria. Ello ha llevado a suponer que se trata de antiguas bac- terias que establecieron una relación simbiótica con una célula primitiva para integrarse luego en el conjunto celular. Son estructuras filamentosas ausentes de las células procarióticas, pero presentes en las eucarióticas, tanto animales como vegetales, y cuya longitud oscila en torno a las 0,5- 2 micras. Su número es variable y abundan en las células encargadas de realizar trabajos muy intensos, como las que constituyen el músculo estria- do. Desde el punto de vista morfo- lógico están constituidas por una doble membrana, una externa y otra interna, que separan un espacio inter- membrana. En el interior de la mem- brana interna se localiza la matriz mi- tocondrial, que es donde tienen lugar las reacciones del ciclo de Krebs, principal productor de energía celu- lar. La membrana interna de la mito- condria, que se invagina en pliegues denominados crestas, contiene una serie de proteínas transmembrana- les, las enzimas que forman parte de la cadena de transporte de electrones. Alberga también una serie de estruc- turas, conocidas como partículas ele- mentales, donde se produce la fosfo- rilación del adenosinfosfato para producir ATP (adenosintrifosfato). Al ATP suele denominársele moneda energética celular, ya que es la molé- cula que sirve de intercambio de energía entre los procesos catabólicos y los anabólicos. En los primeros se sintetiza en el interior de la mitocon- dria y en los segundos se utiliza, fun- damentalmente, en el citoplasma. Al conjunto de reacciones que constitu- yen el ciclo de Krebs, el transporte de electrones y la fosforilación oxidati- va se le conoce como respiración ce- lular, ya que requiere oxígeno para producirse. Los cloroplastos son otros orgánu- los que solamente existen en las célu- las vegetales, que también contienen ADN, se multiplican por división y a los que se les supone un origen muy semejante al de las mitocondrias. Son orgánulos que cuentan también con una doble membrana, externa e inter- na, y un estroma rodeado por esta úl- tima. La membrana interna emite prolongaciones tubulares al estroma, los tilacoides, que suelen apilarse unos encima de otros formando los grana. Como en el caso de las mito- condrias, el número de cloroplastos varía de unas células a otras. Son muy abundantes en las células que reali- zan fotosíntesisactiva y son los res- ponsables del color verde de las plan- tas. Contienen clorofila, un pigmento fundamental para su actividad (sín- tesis de monosacáridos a partir de an- hídrido carbónico y energía solar) que se encuentra en la membrana in- terna y en los tilacoides. Gracias a su existencia y a la de los cloroplastos, el planeta Tierra es un planeta vivo. Además de la clorofila contienen otros pigmentos también importan- tes en la fotosíntesis, los carotenos. Sólo presente en los animales y en unas pocas células vegetales, el cen- trosoma es una estructura cuya im- portancia parece fundamental duran- te la división celular, ya que organiza y distribuye los cromosomas entre las células hijas. Está compuesto por dos centriolos perpendiculares entre sí (el diplosoma) y rodeado por una estruc- tura conocida como centrosfera. Su posición es fija mientras la célula está en reposo, pero experimenta grandes variaciones al iniciarse la división. Cada centriolo está compuesto por microtúbulos, que miden entre 15 y 20 milimicras, organizados de una manera peculiar: se reúnen de tres en tres en nueve grupos paralelos al eje del cilindro en su periferia. Al iniciar- se la división celular también se re- produce el centrosoma, dando lugar a una estructura doble, el diplosoma. El núcleo En el caso de las células eucarióticas, el núcleo es un orgánulo indepen- 18 BIOLOGÍA ____________________________________________________________________________________________________ Microfotografía de una célula en la que se aprecia la estructura de la misma. Membrana citoplasmática Aparato de Golgi Lisosomas MitocondriaCromatina Membrana nuclear 03. Célula (13a23•11) 10/24/07 10:42 AM Page 18 diente del citoplasma, donde se alber- ga fundamentalmente el material he- reditario; también suele contener uno o varios nucléolos, compuestos de ARNr, y otros nucleótidos y proteínas. El núcleo está rodeado por una mem- brana doble, la envoltura nuclear, que define un espacio intermedio, el espa- cio perinuclear. Cada membrana de la envoltura nuclear tiene la estructura trilaminar típica que define la unidad de membrana. El espacio perinuclear se comunica con el lumen del retículo endoplasmático al continuarse las membranas de éste con la membrana nuclear externa. Como ya se indicó al hablar del retículo endoplasmático, la membrana nuclear externa también está recubierta de ribosomas. Ade- más, se sintetiza a expensas de aquél. Por otro lado, la membrana externa se comunica de trecho en trecho con la interna y da lugar a los poros nuclea- res, estructuras de una gran compleji- dad por las que circulan moléculas hi- drosolubles entre el núcleo y el cito- plasma. La principal razón de la existencia de membrana nuclear es la de esta- blecer una separación física entre la síntesis de ARN y la de proteínas, lo que no ocurre en las células procarió- ticas, donde ambas actividades son sincrónicas y no hay núcleo en senti- do estricto (aunque sí zona nuclear). La posición y la forma del núcleo es algo característico de cada tipo ce- lular, en tanto que su volumen está muy relacionado con el momento del ciclo en el que se encuentre la célula. Existe un parámetro conocido como índice nucleocitoplasmático (que es el cociente entre el volumen nuclear y el citoplasmático), muy relaciona- do con la división celular: cuando éste alcanza un valor determinado, la célula empieza a dividirse. El volu- men celular es una característica constante de todas las células, mien- tras que el volumen nuclear depende del contenido de ADN. Además, el aspecto que ofrece el interior nuclear (carioplasma o jugo nuclear) es muy diferente según que la célula se en- cuentre en la fase denominada inter- fase o esté dividiéndose. La princi- pal diferencia que se observa es la re- lacionada con la estructura en la que está organizado el ADN (ácido deso- xirribonucleico), es decir, el material hereditario que se halla protegido en el núcleo. En el núcleo en interfase no es posible distinguirlo como una estructura independiente. Aparece como una masa, más o menos fila- mentosa, que se tiñe con colorantes básicos y que se conoce con el nom- bre de cromatina. Sin embargo, cuando la célula inicia su división empiezan a evidenciarse al micros- copio óptico unas estructuras, los cromosomas, cuyo número es siem- pre constante para cada especie ce- lular. Además, los cromosomas son estructuras que las células deben preservar si quieren perpetuarse, ya que en ellos se localiza toda la infor- mación que mantiene a las células y, por consiguiente, a los organismos con vida. Cromosomas Los cromosomas son estructuras compactas en forma de bastoncillos y formados por ADN, un tipo muy es- pecífico de proteínas (las histonas: proteínas básicas que confieren este carácter al cromosoma) y ARN. Des- de el punto de vista estructural, los cromosomas presentan dos constric- ciones. Una de ellas es la constricción primaria, donde se localiza el centró- mero, que orienta y dirige a los cro- mosomas durante la división mitóti- ca; además divide al cromosoma en dos brazos de longitud igual o dife- rente y sirve para clasificar a los cro- mosomas en varios tipos. Existen di- versas clasificaciones, pero la termi- nología más utilizada es la siguiente: Cromosomas metacéntricos. Son aquellos en los que el centrómero ocupa una posición central y divide ______________________________________________________________________________________________________ La célula 19 Dibujo que ilustra la estructura del núcleo de una célula (A) y microfotografía de las membranas que componen la envoltura nuclear (B). Nucléolo BA Cromatina Envoltura nuclear Nucleoplasma Poro nuclear Envoltura nuclear Nucleoplasma Poros nucleares 03. Célula (13a23•11) 10/24/07 10:42 AM Page 19 al cromosoma en dos brazos aproxi- madamente iguales. Cromosomas submetacéntricos o subtelocéntricos. La longitud de los brazos resultantes de la división es- diferente. Cromosomas telocéntricos o acro- céntricos. Uno de los brazos, si exis- te, es muy pequeño, al estar el centró- mero situado en ese extremo. La otra constricción cromosómica, la constricción secundaria, no es una característica común a todos los cro- mosomas. Separa una zona cromo- sómica, denominada satélite, cuyo ADN tiene la información necesaria para la síntesis de ARN, de modo que es la zona constituyente del nu- cléolo. Por otro lado, a principios de la profase pueden verse a lo largo de los cromosomas unos filamentos finos, en número de uno, dos o cua- tro, enrollados en espiral: son los cro- monemas. Éstos, a su vez, están sur- cados por granos densos, los cromó- meros, que no son sino zonas donde el ADN se enrolla alrede- dor de las pro- teínas histonas y cuyas dimensio- nes y distancia mutua son cons- tantes a lo largo del cromosoma. Dejan de apre- ciarse cuando los cromosomas acaban de con- densarse. Todas las espe- cies, animales y vegetales, tienen un número fijo de cromosomas. Es lo que se conoce como dotación cromo- sómica. La mayoría de los organis- mos son diploides, es decir, cada cro- mosoma está representado dos veces y cada uno de los dos cromosomas que constituyen un par se denomina homólogo. Un homólogo del par se hereda del padre y el otro de la ma- dre, de modo que contienen informa- ción sobre los mismos aspectos. Sólo hay un caso en el que los dos homó- logos de un mismo par son distintos: es el caso de los cromosomas sexua- les, en los que existe un cromosoma masculino y uno femenino. El resto de cromosomas se denominan auto- somas. En la especie humana, el nú- mero diploide de cromosomas es 46 (2n = 46) y el haploide, 23 (n = 23). El par de cromosomas sexuales está constituido por un cromosoma X (femenino) y uno Y (masculino), y los individuos son mujeres o varones en función de que sean genéticamente XX o XY, respectivamente. Las cé- lulas que contienen un número ha- ploide de cromosomas en un organis- mo pluricelular son los gametos (óvulo y espermatozoide), y el resto de células (siempre diploides)se de- nominan somáticas. Existen además algunas especies, fundamentalmen- te las vegetales, producidas por inge- niería genética, que tienen más de dos dotaciones de cromosomas, en cuyo caso son triploides (3n), tetra- ploides (4n), etc. Algunas células de especies diploides se convierten en triploides o tetraploides por duplica- ciones sucesivas del ADN sin separa- ción de los cromosomas. Se denomi- na cariotipo al conjunto ordenado de los cromosomas de un individuo, que se obtiene durante su fase más condensada, en la metafase mitótica. La cromatina que se observa du- rante la interfase no es otra cosa que los cromosomas desespiralizados du- rante el proceso de replicación del ADN, es decir, de síntesis, y duplica- ción del material hereditario. 20 BIOLOGÍA ____________________________________________________________________________________________________ Cromosomas presentes en el núcleo de una célula humana normal antes de la división de dicha célula. Se aprecia la constricción primaria en cada uno de ellos, que divide los cromosomas en dos brazos de la misma o diferente longitud. Flagelo Imágenes al microscopio óptico (izquierda) y al microscopio electrónico de barrido (arriba) de una muestra conteniendo espermatozoides humanos. 03. Célula (13a23•11) 10/24/07 10:42 AM Page 20 La reproducción celular Una vez que el índice nucleocitoplas- mático ha alcanzado su valor crítico, la célula empieza a dividirse. En pri- mer lugar se divide el núcleo (o cario- cinesis) y luego el citoplasma (o ci- tocinesis). Esta última consiste en el estrangulamiento citoplasmático por el plano ecuatorial de la célula hasta dar lugar a dos células idénticas, ade- más de la distribución de los orgánu- los celulares. Ahora bien, antes de que se pro- duzca la citocinesis es necesario que los cromosomas del núcleo se hayan duplicado y distribuido a cada célu- la hija. En este sentido existen dos procesos fundamentales, la mitosis y la meiosis. La mitosis es un acon- tecimiento habitual en todo tipo de células, en tanto que la meiosis es ex- clusiva de las células sexuales. Se trata de lo que se conoce como una división reduccional, en el sentido de que la dotación cromosómica di- ploide de una célula se convierte en una dotación cromosómica haploide en las células hijas. Estas últimas son las células que luego se transforma- rán en óvulos y espermatozoides. Al proceso por medio del cual se produ- ce esto se le denomina gametogéne- sis y es más complejo que una sim- ple meiosis. Por cada meiosis que ex- perimentan las células germinales promotoras de los gametos femeni- nos se forma un óvulo, mientras que de los masculinos se forman cuatro espermatozoides viables idénticos. Gracias al proceso de la meiosis se consigue que durante la fecunda- ción, cuando se unen óvulo y esper- matozoide, el cigoto formado vuel- va a tener la dotación diploide com- pleta de la especie. El cigoto es la célula original a partir de la cual, y mediante divisiones mitóticas suce- sivas, se forma el organismo plurice- lular completo. En caso contrario se originarían cigotos tetraploides y, por consiguiente, individuos tetra- ploides. En la naturaleza también existen organismos, por lo general unicelula- res, que dividen repetidas veces el núcleo sin la correspondiente divi- sión del citoplasma, lo que da lugar a células plurinucleadas, o sincitios. Mitosis La mitosis es un proceso continuo, vi- sible al microscopio óptico, que se ha dividido en fases para poder estudiar- lo y caracterizarlo con mayor detalle. Estas fases son profase, anafase, me- tafase y telofase. Durante la interfase (en la que tiene lugar un proceso de síntesis) se produce la duplicación de todos los elementos constitutivos de la célula y entre ellos, fundamental- mente, la del ADN. Así pues, justo an- tes de comenzar la mitosis, la célula tiene el doble de contenido de ADN del habitual. Al iniciarse la profase se produce la condensación paulatina de los cromosomas, que aparecen forma- dos (cada par) por dos hebras de ADN; son las cromátides, una de las cuales es el resultado del proceso de síntesis de la interfase. Los cromoso- mas se condensan cada vez más du- rante la profase hasta resultar clara- mente visibles al microscopio óptico a modo de bastones de diferentes for- mas. A medida que progresa esta pri- mera fase mitótica, los cromosomas, con sus dos cromátides cada uno, van desplazándose en dirección a la peri- feria nuclear. No obstante, también se producen cambios fuera del núcleo. El diplosoma, duplicado así mismo en interfase y formado ahora por dos grupos de centríolos rodeados por el aster, empieza a moverse. Un par de centríolos permanece en un extremo de la célula, mientras que el otro se desplaza al extremo contrario. Entre los dos aparece una serie de fibras, que se extienden de un extremo a otro de la célula y constituyen el huso acro- mático. Al final de la profase desapa- recen el nucléolo y la membrana nu- clear. Se inicia así la metafase, o segun- da fase mitótica. Ésta se caracteriza porque los cromosomas se colocan en el plano medio de la célula (el ______________________________________________________________________________________________________ La célula 21 Puentes de hidrógeno Azúcar Azúcar Fosfato Citosina Guanina Adenina Timina La formación de puentes de hidrógeno entre las bases que constituyen la hélice de ADN es la base molecular de la reproducción celular. 03. Célula (13a23•11) 10/24/07 10:42 AM Page 21 ecuador celular) y forman lo que se conoce como placa ecuatorial: cada uno se une por el centrómero a una fibra del huso. Hasta este momento, el cromosoma estaba formado por dos cromátides y un solo centróme- ro, lo que hacía imposible la separa- ción de las primeras. Ahora se dupli- ca el centrómero, de modo que cada cromátide posee el suyo propio y es independiente de su hermana. Cada centrómero se orienta en dirección a cada uno de los polos celulares y se inicia la tercera fase, o anafase. Cada cromátide es atraída hacia uno de los polos por las fibras del huso, aunque existen dudas a este respecto, pues hay tipos de células, como las vege- tales, carentes de huso acromático y en las que, sin embargo, se produce la migración de los cromosomas. Este tipo de mitosis donde no existe huso acromático se denomina mito- sis anastral, en tanto que la habitual en células animales (con huso) se de- nomina mitosis astral. Una vez situados los cromosomas hijos en los polos celulares se inicia la cuarta y última fase de la mitosis, la telofase. Básicamente, en esta fase se producen los fenómenos inversos a los ocurridos en la profase, es decir, se forma una nueva membrana nu- clear alrededor de los cromosomas, éstos empiezan a descondensarse hasta quedar de nuevo indiferencia- dos en la cromatina y aparece el nu- cléolo. A continuación se produce la división citoplasmática y la distribu- ción del resto de orgánulos. El resultado de la mitosis es la for- mación de dos células hijas exacta- mente iguales entre sí y a la célula pro- genitora, tanto en la forma como en la dotación cromosómica. Meiosis La meiosis consiste en dos períodos de división nuclear sucesiva sin pe- ríodo de síntesis intermedia, es decir, se trata de dos mitosis sucesivas. Sin embargo, la primera tiene unas ca- racterísticas muy peculiares, además de ser la fase más larga después de la interfase. Durante su transcurso se produce la reducción del estado di- ploide al haploide y además tiene lu- gar un proceso genético conocido como recombinación genética. Es éste un proceso que permite el inter- cambio de información entre las cro- mátides hermanas procedentes del padre y de la madre, de modo que los gametos tienen una información va- riada. Se trata del mecanismo res- ponsable de la variabilidad de los in- dividuos. Si esto no ocurriera se pro- ducirían organismos exactamente iguales a sus progenitores. Además, es el proceso que permite la evolu- ción. Fases de la meiosis. La primera profase meiótica (profase I) se ha di- vidido a
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