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eutanasia- proyecto de español

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES 
Consulta de fuentes y construcción numérica 
Profesor Agustín 
 Presenta:
Ledesma Sanchez Sophia 
Grupo:  0016
INVESTIGACIÓN
La postura discriminatoria de la cultura mexicana frente a la legalización de la eutanasia en México durante la década de 2010 a 2019
 
INTRODUCCIÓN 
La presente investigación tiene como finalidad exponer de forma objetiva la importancia a favor de la existencia y beneficios del uso de la eutanasia, tanto médico como personal, agregando diversos usos que la mayor parte de la población desconoce.
De igual manera, en este trabajo se analiza y discute desde la perspectiva cultura, social, médico y religiosa que existe sobre el controvercial tema de la legalización de la eutanasia, sin dejar de considerar los diversos factores que inciden en él, tomando en cuenta que una parte de la sociedad piensa que la vida es sagrada e indisponible; otra parte, en cambio, piensa que cada persona es soberana de sí mismo y, por tanto, tiene derecho de disponer de su vida, dejando en duda que será mejor para el paciente apartando el aspecto religioso y aunque es cierto que actualmente disponemos de remedios eficaces y de técnicas extremadamente sofisticadas para atender y curar diversas enfermedades; la medicina y los avances técnicos y tecnológicos no son capaces de transmitir una seguridad absoluta de que esa persona en un futuro no sufra o se recupere completamente.
Llegando al momento de tomar la decisión de que sería mejor, si implementar una ley que apruebe la eutanasia para dar el derecho a cada persona de decidir sobre su vida y la vida de sus familiares en un momento asi de dificil para una persona como lo es el proceso de las enfermedades terminales o seguir con los mismos pensamientos antiguos, cerados y poco liberales que se tiene hoy en dia. Si se llegara a aprobar la legalización a favor de la eutanasia en pacientes con enfermedades terminales en México, entonces se podría prevenir el desgaste físico y/o emocional en la persona teniendo así una muerte digna evitando que su familia sufra dificultades emocionales y económicas durante el proceso de recuperacion, dando mas ventajas que desventajas a el acto. 
Justificación
Se pretende realizar esta investigacion en base al interés del empleo de la eutanasia bajo la perspectiva etica, social y cultural, sobre todo se intenta resaltar ambitos medicos y religiosos, tomando en cuenta los diferentes tipos de eutanasia que pueden estar inmersos. Así mismo se busca resaltar la importancia del uso de este método por el cual un paciente con alguna enfermedad terminal que está pasando por un sufrimiento insoportable, pueda morir con dignidad y tranquilidad sin tener que prolongar más un sufrimiento inútil que solo termina por degradar su condición física, moral y espiritual. 
Buscamos exponer el derecho a la vida, que no es otra cosa sino la plenitud física que goza el ser humano para cumplir correctamente su destino, de tal manera que tiene derecho a no verse privado irremediablemente en sus posibilidades vitales, en sus facultades físicas y mentales; con ello tiene el derecho que tiene todo individuo a decidir dar por terminada su propia existencia ya que las situaciones diarias que viven los pacientes se escapan de control con frecuencia, porque no permiten mantener una calidad de vida aceptable, generando así estados de sufrimiento que los hacen pensar, a ellos, a sus familiares y a sus médicos, que continuar en esas condiciones reduce la dignidad del paciente que las sufre, es injusto y se pueden considerar alternativas para terminarlas. La toma de estas decisiones implican la posibilidad de dejar que la vida termine mediante prácticas de limitación del esfuerzo médico, que al igual que el respeto a la autonomía de las personas, son entendidos como el respeto a su capacidad de decidir sobre la forma en que quieren llevar su vida, un valor que ha ido evolucionando hasta convertirse en uno de los principios éticos primordiales del actuar de quienes conforman la sociedad. 
Al concluir esta investigación se desea concientizar que todo ser humano es responsable de la vida de sí mismo y de los otros así como tener el derecho de una muerte digna, beneficiando así a los pacientes con enfermedades terminales que buscan una muerte expresa y libre para así analizar acerca de esta problemática social y expandir los conocimientos que se tienen sobre esta misma y tratar de producir una evolución colectiva.
Planteamiento del problema
La legalización de la eutanasia plantea un problema central, cuando la misma se realiza en distinción a la persona que muere pretendiéndole un bien, en este escenario entran los problemas éticos, sociales, religiosos y médicos que implica la legalización de la eutanasia. En ese sentido es necesario establecer ¿Cuándo la muerte se convierte en un bien para la persona a quien se debe aplicar la eutanasia?, para lo cual es necesario referirnos a la vida humana como un bien, de lo que indubitablemente se aclara a la disponibilidad de la vida. Sin embargo, no debemos olvidar que la mayoría de la población en México practica la religión católica y es bien sabido que su jerarquía ha condenado radicalmente la eutanasia y el suicidio asistido, comparando estas acciones con el genocidio porque derramar la propia sangre, o la de otro, viola la propiedad de Dios. No obstante, México es un país laico y hay ciudadanos que siguen otras religiones o ninguna. El problema radica en que la Iglesia católica no se conforma con influir en la actitud de sus creyentes, sino que interviene en las políticas públicas de los países para promover leyes o impedirlas de acuerdo con lo que establece su doctrina, sin importarle que las leyes se apliquen a todos los ciudadanos, sean o no católicos. 
Por otro lado, tenemos la postura médica, que tampoco se ve a favor de la implementación de este suicidio asistido debido a la existencia del artículo 166 Bis 21 de la Ley General de Salud establece que: “Queda prohibida la práctica de la eutanasia, entendida como homicidio por piedad, así como el suicidio asistido conforme lo señala el Código Penal Federal”[footnoteRef:0]. [0: Ley General De Salud Art. 166 Bis 21 Federal de México, Diario Oficial De La Federación, 1984, pág 78.] 
Por otro lado, la comunidad médica no deja de ser humana. Debe reconocer también sus limitaciones para así dejar de ver su trabajo como una lucha contra la muerte y enfocarse en resolver los problemas de salud que afectan a las personas que conforman su sociedad, estableciendo las limitaciones de su profesión y de la biología de los pacientes que atienden. Comprender esto permite entender el concepto de muerte digna.
Ahora bien, a pesar de que la vida es generalmente aceptada como un bien en sí mismo atendiendo a patrones de santidad, también es importante atender a ciertos niveles de calidad o más que eso de dignidad. En definitiva, la vida es un bien cuando la misma es digna, y la dignidad humana radica en la libertad del individuo para realizarse, de tal manera que cuando la vida ya no permite el desarrollo de las capacidades de la existencia humana, se convierte un medio para la existencia biológica perdiendo todo su sentido. Esto significa que bajo el rubro de eutanasia no sólo se cubren supuestos procesos terminales de muerte, sino también casos en los que sin amenazar una muerte inminente una persona no lleva una vida digna, sino, una acompañada de crueles sufrimientos físicos, o casos en que el paciente ha perdido irreversiblemente la conciencia y es mantenido con vida mediante técnicas de reanimación. Consecuentemente cuando la vida pierde todo sentido de dignidad, la disponibilidad de la misma surge como un derecho de toda persona humana.
En la práctica de la eutanasia existen múltiples argumentos que condenan continuamente toda acción directa tendente a abreviar la vida del paciente, alegando que se atenta contra el principio del privilegio de la vida humana anteponiendootros valores por encima del valor de la vida, se señala que en caso de que se opte por su legalización se generará una arbitrariedad por parte de las autoridades, además desaprueba rotundamente toda consideración. Sin embargo, esa valoración no impide plantear el problema que enfrenta el valor de la vida humana cuando entra en conflicto con el valor de morir dignamente; en ese sentido no todas las situaciones eutanásicas pueden ser reprobadas moralmente, de tal manera que cuando el vivir humano se ve acompañado de una agonía prolongada y sufrimientos notables, el valor de morir con dignidad aparece como una alternativa mejor.
Planteamiento del problema: La postura de la cultura mexicana frente a la legalización de la eutanasia durante la decada de 2010 a 2020.
Justificación:Se pretende realizar esta investigacion en base al interés del empleo de la eutanasia bajo la perspectiva etica, social y cultural, sobre todo se intenta resaltar ambitos medicos y religiosos, tomando en cuenta los diferentes tipos de eutanasia que pueden estar inmersos. Así mismo resaltar la importancia del uso de este método por el cual un paciente con alguna enfermedad terminal que está pasando por un sufrimiento insoportable, pueda morir con dignidad y tranquilidad sin tener que prolongar más un sufrimiento inútil que solo termina por degradar su condición física, moral y espiritual. 
Al concluir esta investigación se pretende concientizar que todo ser humano es responsable de la vida de sí mismo y de los otros así como tener el derecho de una muerte digna, beneficiando así a los pacientes con enfermedades terminales que buscan una muerte expresa y libre para así analizar acerca de esta problemática social y expandir los conocimientos que se tienen sobre esta misma y tratar de producir una evolución colectiva.
Objetivo general: Identificar los tabús culturales en la población mexicana respecto al tema de la eutanasia.
Objetivos particulares: 
-Analizar el uso de la eutanasia en pacientes con enfermedades terminales en México
-Probar que las creencias religiosas no deben influir en la decisión de llevar a cabo o no, la ejecución de la eutanacia.
-Entender la postura medica ante el codigo 166 de la ley general de la salud que prohibe la practica de la eutanacia y el suicidio asistido en cualquier caso 
Hipótesis: Argumentos respaldos de autoridad: Con respecto al comunicado realizado el 21 de mayo de 2018, que en su Código de Deontología Médica la Organización Médica Colegial de México, dice: “El médico nunca provocará intencionadamente la muerte de ningún paciente, ni siquiera en caso de petición expresa por parte de éste” 
-Un estudio descriptivo, exploratorio de fuentes secundarias de una ONG que brinda apoyo a los pacientes al final de la vida.Demuestra que la opción más frecuente fue la muerte digna en 43 % seguida de la eutanasia en un 12 %. Un 22 % de las personas solicitaban orientación sobre aspectos éticos y legales y además referentes a la atención adecuada para enfermos terminales. Las patologías que ocuparon el 75 % de los diagnósticos fueron Enfermedad Crónica Degenerativa, Cáncer y Estado de Coma. La agudización de síntomas fue el principal motivo por el cual solicitaron apoyo y el dolor incontrolable llevó con más frecuencia a la opción por la eutanasia. Sólo 14 % de los pacientes habían formalizado sus voluntades anticipadas respecto al final de la vida. La opción de muerte digna se relaciona con el rechazo a medidas fútiles y al encarnizamiento terapéutico. La eutanasia se percibió como acción intencional y autónoma de poner fin al sufrimiento. La familia juega un papel esencial en la toma de decisiones 
Conclusiones:
Resulta claro que el miedo no a la muerte, si no a las condiciones en las que el individuo pueda morir juegan un papel importante en la toma de decisiones de este dilema. El dolor y sufrimiento impactan nuestras conciencias al grado de preferir acabar con nuestra existencia a visualizarnos como sujetos o víctimas. La reciente propuesta de Ley sobre eutanasia y suicido asistido responde a una real demanda social. Lo que el ser humano quiere es morir sin sufrimiento, tener la opción de mantener una calidad de vida digna o detenerla. Esta investigación sin la intención de incitar la propagación de esta práctica, intenta concientizar sobre el libre albedrío de cada individuo de una sociedad evolucionada que toma en cuenta el criterio de cada persona.
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Comenzaremos por definir la palabra eutanasia, el término proviene del griego eu (que significa bueno) y thanatos (muerte). Por lo que etimológicamente (del griego “eu-thanatos”), eutanasia significa “buena muerte”, en el sentido de muerte apacible, sin dolores, y con esta acepción la introdujo en el vocabulario científico Francisco Bacon en 1623.
Este proceso se divide en cuatro conceptos en los que se puede clasificar en voluntaria e involuntaria, en el caso de que lo pida o no el enfermo. Aunque sea con el consentimiento de la víctima, la eutanasia es siempre provocada por otras personas; es un homicidio con unas características determinadas. Y por otro lado se conoce la eutanasia activa que es la acción deliberada encaminada a dar la muerte, es decir que si es uno mismo es el que se provoca intencionadamente, la muerte se habla de suicidio, y se denomina suicidio asistido cuando es el médico quien proporciona un fármaco letal al enfermo, pero es éste quien se lo administra a sí mismo y la eutanasia pasiva es cuando se causa la muerte omitiendo los medios proporcionados necesarios para sostener la vida, con el fin de provocar la muerte.
Se define pues, como aquella acción (eutanasia activa), u omisión (eutanasia pasiva), encaminada a dar muerte, de una manera indolora, a los enfermos incurables. Son características esenciales de la eutanasia el “ser provocada” por personal sanitario y la existencia de una intencionalidad supuestamente compasiva o liberadora.
Los enfermos incurables terminales son los principales candidatos a la eutanasia; los enfermos curables en estado crítico no presentan mayores dificultades, ya que habitualmente se les dan los cuidados máximos. Los pacientes en estado vegetativo pertenecen a la categoría de incurables incapaces, aunque no necesariamente son terminales; son pacientes con una pérdida de conciencia permanente, en coma irreversible. Un enfermo en situación terminal es aquél en el que se prevé que la muerte es segura y ocurrirá en un plazo no lejano, abandonando el esfuerzo médico terapéutico para concentrarse en el alivio de los síntomas y en el apoyo tanto al paciente como a su familia.
El “diagnóstico de muerte” es un punto importante ya que, desde que se establece el diagnóstico de muerte clínica, no hay problema de eutanasia, pudiéndose extraer los órganos del cadáver para trasplantes, tras los requisitos legales pertinentes, o retirar la ventilación asistida y de esta forma podemos ayudar a otras personas con diferente diagnóstico y posible recuperación. El cese irreversible de las funciones encefálicas y/o cardiorrespiratorias son criterios suficientes para confirmar la muerte de una persona, al dejar de funcionar su organismo espontáneamente como un todo.
La expresión "morir con dignidad" implica ciertamente que hay maneras más o menos dignas de morir. Si las peticiones en favor de una muerte digna están aumentando, es porque cada vez hay más gente que ve cómo otros mueren de un modo menos digno y temen que les ocurra lo mismo a ellos o a sus seres queridos. Para afrontar la muerte con dignidad se debe siempre abordar los casos con la verdad ya que este es un derecho del enfermo y posteriormente se sugieren los siguientes puntos:
· Lo primero es saber que se está muriendo. De este modo el enfermo procurará resolver sus asuntos, tomar sus disposiciones, cumplir sus promesas o simplemente despedirse.
· Deberá mantener en la medida de lo posible ciertas actividades y relaciones familiares, sociales y profesionales. Sentirsepersona implica ser capaz de relacionarse. Si el enfermo nota que es dejado de lado, que se evitan sus preguntas, que no es tocado al saludarle, etc., notará que pierde dignidad, que no se siente persona.
· Se debe proteger la pérdida de la imagen corporal. Hay que evitar que el enfermo se sienta desfigurado o depauperado. En este sentido, los cuidados y atenciones del personal de enfermería serán básicos y requerirán una formación especializada.
En un aspecto religioso, la biblia nos menciona que Dios es el dador de la vida y como tal es el único que puede disponer de ella, siendo así un regalo de nuestro creador. Menciona “(…) que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos... que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge pues, la vida para que vivas tú y tu descendencia” 
¿pero realmente sabemos que es bueno y que es malo? qué es lo bueno si lo que uno juzga que es bueno el otro dice que es malo, lo que en un pueblo y cultura es vicio, en otro es virtud. Existen sociedades que en una época lo que condenaban por malo en otros tiempos de esa misma sociedad era bien visto.
Decimos entonces que si la vida es un regalo el hombre puede hacer con su regalo lo que quiera. “El hombre es sólo administrador de los dones recibidos de Dios y al final entregará cuentas de su administración” como leemos en el libro de Mateo 25:14-30.
Entonces se vuelve injusto tener que sufrir una enfermedad larga y dolorosa a consta de creencias. 
Los objetivos de la Medicina y la Enfermería son aliviar el sufrimiento (vivencia del dolor) y curar la enfermedad. El médico que trata enfermos en situación terminal tiene obligación de estar bien entrenado en el manejo de los diversos niveles de analgesia y aplicar en cada caso lo conveniente para la situación del enfermo.
En caso de que no consiga un eficaz control del dolor o se requieran técnicas especializadas (neurocirugía, radioterapia, neuroanestesia, etc.). Cuando el enfermo se encuentra moribundo y el objetivo sea conseguir el máximo control del dolor, se pueden utilizar pautas de sedación en las que exista la capacidad de despertar y llevar o seguir una conversación lúcida.
En términos generales existe la obligación ética de no privar de la conciencia de sí mismo sin verdadera necesidad. Sin embargo, cuando se pretende la eliminación de la sensación dolorosa, si existen motivos serios y las circunstancias no imponen lo contrario, se puede evitar el dolor, aunque la narcosis lleve consigo una supresión o disminución de la conciencia.
Para adentrarnos en el punto de vista médico debemos mencionar nuevamente el fundamental principio ético que está involucrado, la autonomía que le da al individuo el derecho de decidir sobre su vida y su muerte. Este concepto adquiere su origen por la filosofía Kantiana, fundamentado por manifestaciones a favor de la libertad y fue incluido en la declaración universal de los derechos humanos adoptada por la ONU en 1948. El derecho a la autonomía entra en contradicción en el aspecto médico, pues con la visión paternalista de la medicina tradicional que, bajo una interpretación parcial del principio de beneficencia, considera que el médico es el único que debe decidir sobre los tratamientos que más convienen a sus pacientes.

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