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Pedagogía Social
“La Pedagogía Social es una disciplina que integra los saberes y los conocimientos especializados relacionados con la práxis de la Educación Social y que se desarrolla mediante competencias intelectuales y técnicas.
Por lo que saco en conclusión de que la Pedagogía Social es una disciplina científica cuyo objeto de estudio es la Educación Social y la acción socioeducativa.
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 Modelo de Educación Bancaria y el Modelo de la Educación Social
La educación, donde sea que ocurra, es un campo de la actividad social. Por lo tanto no es una actividad autónoma, vale decir que no se da sus propias leyes o normas sino que las recibe como mandato desde otros campos de la actividad social.
Señalamos esta doble cuestión: transmisión - adquisición, como fundamental en los procesos educativos. Dicha duplicidad acompaña desde sus orígenes etimológicos al quehacer educativo.
 
La etimología de la palabra “educación” tiene dos significados o sentidos derivados del latín:
"El que proviene de educare, que alude a “criar, alimentar, nutrir”; es decir, a procesos de transmisión. La educación denota el proceso de apropiación que realiza el sujeto de la educación a instancias del agente (transmisión).
ex dúcere, que significa “sacar o conducir hacia fuera/llevar de dentro hacia afuera”, y se emparenta a acciones como las de “in-ventar” (sacar de adentro), “re-velar” o “de-velar” (quitar un velo que encubre), mostrar o como quien dice “poner las cartas sobre la mesa”, decidir o resolver, pro-yectar (arrojar adelante); es decir, nombra actividades que hacen a procesos de decisión. Se da cuenta de las disponibilidades propias de un sujeto para realizar un trabajo educativo (adquisición), que ningún otro puede hacer en su lugar.
Por transmisión definimos los actos que realiza el agente de la educación, tendientes a promover la actividad educativa del sujeto. Dichos actos consisten en provocar o movilizar el interés del sujeto y en enseñar, en pasar, bienes culturales, proponiendo su apropiación y su uso."
Por adquisición entendemos los actos que realiza un sujeto que se ubica en la plaza de sujeto de la educación. Estos corresponden, en primer lugar, a disponerse al trabajo educativo; en segundo lugar, a realizar el trabajo educativo propiamente dicho, a saber: interpretar y hacer propio el acervo cultural que le es enseñado, transformando los contenidos de la cultura en objetos de estudio y trabajo preponderantemente intelectual.
 2hoja
Modelos educativos
La concepción de “educación bancaria” comprende además los supuestos de que el educando no forma parte de ninguna comunidad cultural y que postergará cualquier decisión acerca de la orientación de su vida hasta después de obtener su título.
En la educación bancaria la contradicción es mantenida y estimulada ya que no existe liberación superadora posible. El educando, sólo un objeto en el proceso, padece pasivamente la acción de su educador.
En la concepción bancaria, el sujeto de la educación es el educador el cual conduce al educando en la memorización mecánica de los contenidos. Los educandos son así una suerte de "recipientes" en los que se "deposita" el saber.
El educador no se comunica sino que realiza depósitos que los discípulos aceptan dócilmente. El único margen de acción posible para los estudiantes es el de archivar los conocimientos.
El saber, es entonces una donación. Los que poseen el conocimiento se lo dan a aquellos que son considerados ignorantes. La ignorancia es absolutizada como consecuencia de la ideología de la opresión, por lo cual es el otro el que siempre es el poseedor de la ignorancia.
De este modo, la educación bancaria es un instrumento de la opresión porque pretende transformar la mentalidad de los educandos y no la situación den la que se encuentran
Freire señala sin embargo, que incluso una educación bancaria puede despertar la reacción de los oprimidos, porque, aunque oculta, el conocimiento acumulado en los "depósitos" pone en evidencia las contradicciones. No obstante, un educador humanista revolucionario no debería confiarse de esta posibilidad sino identificarse con los educandos y orientarse a la liberación de ambos.
Pero tanto el educador como los educandos, así como también los líderes y las masas, se encuentran involucrados en una tarea en la que ambos deberían ser sujetos. Y no se trata tan solo de descubrir y comprender críticamente sino también de recrear el conocimiento. De esta manera, la presencia de los oprimidos en la búsqueda de su liberación deberá entenderse como compromiso.
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La “educación social “es un conjunto de prácticas educacionales que pueden realizarse en diferentes instituciones y que se orientan hacia la promoción cultural (con efectos sociales) de los sujetos. Dicha promoción tiene que ver con la posición de éstos como sujetos de derechos y deberes.
Ello posibilita la transmisión (traspaso, recreación, circulación, acrecentamiento, pérdida, transformación) del patrimonio cultural de una generación a otra y entre los diversos grupos y sectores sociales. La educación social contribuye a la cohesión social, pues genera nuevos vínculos sociales al facilitar el intercambio y la actualización cultural de los sujetos.
La educación social colabora en la producción de tejido social capaz de articular las diferencias, es decir, de procesarlas socialmente. Un presupuesto necesario, en esta concepción de educación social, es una noción no esencialista de la cultura, sino de ésta como un constructo social, histórico, a todos sus efectos: plural, complejo, arbitrario.
La educación social consiste en una serie de prácticas educativas que aportan especificidad al educador en el amplio campo del trabajo social. La noción de educación que proponemos apunta a legitimar las diversas prácticas que, en este momento histórico, aproximan a los sujetos a los múltiples aspectos que configuran el complejo panorama del mundo. Esta noción desencaja dos pares de términos que fueron soldados a lo largo del siglo XX:
educación = escuela;
educación = aprendizaje.
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Respecto al primer par, la escuela queda resituada como UNA institución educativa (universal, gratuita, laica). Pero no como LA única institución educativa que hemos de pensar hoy para la adecuada culturalización de las nuevas generaciones. Este tema, dada su importancia, lo iremos retomando a lo largo de todos los capítulos del libro.
Respecto al segundo par, la educación se ubica como diferente a los aprendizajes. Estos pueden y deben continuar a lo largo de la vida de las personas: se requiere su continuidad dada la complejidad de nuestro mundo actual y particularmente a lo largo de la vida adulta. Pero la responsabilidad con los niños y adolescentes no se agota en la propuesta de aprendizajes, sino que se orienta a la labor de abrir para ellos las puertas del mundo, de crear las condiciones para que el ejercicio democrático, la justicia y la igualdad sean cada vez menos declaraciones de buenas intenciones y cada vez más realidades sociales.
La educación como una de las prácticas en pro de la igualdad y la inclusión sociales.
En un nivel mayor de concreción, podemos decir ya que la educación social se realiza en múltiples instituciones. Allí donde la infancia (y en particular la infancia en dificultades económicas, sociales, culturales,...) requiere un soporte, una plataforma, desde la cual reconectarse (o conectarse) con el mundo: no se circunscribe a una institución que espera que los niños vayan a ella... Es una práctica que toma la iniciativa. Busca, si es necesario, a los niños y jóvenes. Se desplaza a muchos lugares para que la exclusión no lo ocupe todo: allí tiende un puente. Se ocupa de cada uno, sobre todo de aquéllos de quienes nadie se preocupa si no es para ponerles un epíteto y meterlos en las estadísticas: tantos desertores, tantos en la calle,...
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“La educación social, siendo un conjunto deprácticas diversas, encuentra lo específico de su definición en el cruce de la labor pedagógica con diversas instituciones de política social; trabaja en pro de la promoción cultural de los sujetos para su inclusión en lo social propio de cada época”.
Retomando nuestra especificidad, diremos que la Pedagogía Social constituye la disciplinar cuyo objeto es la educación social. A su vez, los diversos posicionamientos teóricos y la especificidad de cada ámbito de trabajo, posibilitarán la construcción de diversos modelos de educación social.
Cada modelo de educación social es una particular combinatoria de los siguientes elementos, que el propio modelo despliega en consonancia con la teoría de la que parte: 
Agente de la acción educativa.
Sujeto de la acción educativa.
Contenidos y metodología de la acción educativa.
Marcos institucionales de la acción social educativa.
LA EDUCACIÓN SOCIAL es una actuación profesional cuyo objetivo es la prevención e inserción social de las personas y colectivos, tanto normalizados como en situación de exclusión y/o desventaja social, y la mejora de la calidad de vida de todas las personas de la comunidad, favoreciendo el desarrollo de sus potencialidades. En la actualidad está ubicada en los sistemas de servicios sociales, educativos, culturales, judiciales, laborales, etc. y se ha configurado mediante la confluencia de diferentes estrategias de intervención: la animación sociocultural, la educación especializada, la animación socio laboral y la educación de personas adultas.
Entendemos por Educación Social tanto los procesos de transmisión como de adquisición de los recursos culturales que posibilitan la incorporación de los sujetos a la actualidad de su época. 
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La 7 publicidad.
La ocho las adivinanzas y la sopa de letras.
Qué es la educación? Modelo de Educación Bancaria y el Modelo de la Educación Social
 
¿Qué es la educación? Modelo de Educación Bancaria y el Modelo de la Educación Social
¡Hola a todo/as!
En esta clase vamos a analizar el concepto de educación y compararemos los modelos educativos de la Educación Bancaria y la Educación Social.
Objetivos:
Retomar la etimología del concepto educación.
Diferenciar el modelo de la educación social y el de la educación bancaria.
Reconocer las características propias del modelo de la educación social y el de la educación bancaria.
La definición del término educación
La educación, donde sea que ocurra, es un campo de la actividad social. Por lo tanto no es una actividad autónoma, vale decir que no se da sus propias leyes o normas sino que las recibe como mandato desde otros campos de la actividad social.
Señalamos esta doble cuestión: transmisión - adquisición, como fundamental en los procesos educativos. Dicha duplicidad acompaña desde sus orígenes etimológicos al quehacer educativo.
 
La etimología de la palabra “educación” tiene dos significados o sentidos derivados del latín:
El que proviene de educare, que alude a “criar, alimentar, nutrir”; es decir, a procesos de transmisión. La educación denota el proceso de apropiación que realiza el sujeto de la educación a instancias del agente (transmisión).
ex dúcere, que significa “sacar o conducir hacia fuera/llevar de dentro hacia afuera”, y se emparenta a acciones como las de “in-ventar” (sacar de adentro), “re-velar” o “de-velar” (quitar un velo que encubre), mostrar o como quien dice “poner las cartas sobre la mesa”, decidir o resolver, pro-yectar (arrojar adelante); es decir, nombra actividades que hacen a procesos de decisión. Se da cuenta de las disponibilidades propias de un sujeto para realizar un trabajo educativo (adquisición), que ningún otro puede hacer en su lugar.
Por transmisión definimos los actos que realiza el agente de la educación, tendientes a promover la actividad educativa del sujeto. Dichos actos consisten en provocar o movilizar el interés del sujeto y en enseñar, en pasar, bienes culturales, proponiendo su apropiación y su uso.
Por adquisición entendemos los actos que realiza un sujeto que se ubica en la plaza de sujeto de la educación. Estos corresponden, en primer lugar, a disponerse al trabajo educativo; en segundo lugar, a realizar el trabajo educativo propiamente dicho, a saber: interpretar y hacer propio el acervo cultural que le es enseñado, transformando los contenidos de la cultura en objetos de estudio y trabajo preponderantemente intelectual.
Modelos educativos
La concepción de “educación bancaria” comprende además los supuestos de que el educando no forma parte de ninguna comunidad cultural y que postergará cualquier decisión acerca de la orientación de su vida hasta después de obtener su título.
En la educación bancaria la contradicción es mantenida y estimulada ya que no existe liberación superadora posible. El educando, sólo un objeto en el proceso, padece pasivamente la acción de su educador.
En la concepción bancaria, el sujeto de la educación es el educador el cual conduce al educando en la memorización mecánica de los contenidos. Los educandos son así una suerte de "recipientes" en los que se "deposita" el saber.
El educador no se comunica sino que realiza depósitos que los discípulos aceptan dócilmente. El único margen de acción posible para los estudiantes es el de archivar los conocimientos.
El saber, es entonces una donación. Los que poseen el conocimiento se lo dan a aquellos que son considerados ignorantes. La ignorancia es absolutizada como consecuencia de la ideología de la opresión, por lo cual es el otro el que siempre es el poseedor de la ignorancia.
De este modo, la educación bancaria es un instrumento de la opresión porque pretende transformar la mentalidad de los educandos y no la situación den la que se encuentran
Freire señala sin embargo, que incluso una educación bancaria puede despertar la reacción de los oprimidos, porque, aunque oculta, el conocimiento acumulado en los "depósitos" pone en evidencia las contradicciones. No obstante, un educador humanista revolucionario no debería confiarse de esta posibilidad sino identificarse con los educandos y orientarse a la liberación de ambos.
Pero tanto el educador como los educandos, así como también los líderes y las masas, se encuentran involucrados en una tarea en la que ambos deberían ser sujetos. Y no se trata tan solo de descubrir y comprender críticamente sino también de recrear el conocimiento. De esta manera, la presencia de los oprimidos en la búsqueda de su liberación deberá entenderse como compromiso.
La “educación social “es un conjunto de prácticas educacionales que pueden realizarse en diferentes instituciones y que se orientan hacia la promoción cultural (con efectos sociales) de los sujetos. Dicha promoción tiene que ver con la posición de éstos como sujetos de derechos y deberes.
Ello posibilita la transmisión (traspaso, recreación, circulación, acrecentamiento, pérdida, transformación) del patrimonio cultural de una generación a otra y entre los diversos grupos y sectores sociales. La educación social contribuye a la cohesión social, pues genera nuevos vínculos sociales al facilitar el intercambio y la actualización cultural de los sujetos.
La educación social colabora en la producción de tejido social capaz de articular las diferencias, es decir, de procesarlas socialmente. Un presupuesto necesario, en esta concepción de educación social, es una noción no esencialista de la cultura, sino de ésta como un constructo social, histórico, a todos sus efectos: plural, complejo, arbitrario.
La educación social consiste en una serie de prácticas educativas que aportan especificidad al educador en el amplio campo del trabajo social. La noción de educación que proponemos apunta a legitimar las diversas prácticas que, en este momento histórico, aproximan a los sujetos a los múltiples aspectos que configuran el complejo panorama del mundo. Esta noción desencaja dos pares de términos que fueron soldados a lo largo del siglo XX:
educación= escuela;
educación = aprendizaje.
Respecto al primer par, la escuela queda resituada como UNA institución educativa (universal, gratuita, laica). Pero no como LA única institución educativa que hemos de pensar hoy para la adecuada culturalización de las nuevas generaciones. Este tema, dada su importancia, lo iremos retomando a lo largo de todos los capítulos del libro.
Respecto al segundo par, la educación se ubica como diferente a los aprendizajes. Estos pueden y deben continuar a lo largo de la vida de las personas: se requiere su continuidad dada la complejidad de nuestro mundo actual y particularmente a lo largo de la vida adulta. Pero la responsabilidad con los niños y adolescentes no se agota en la propuesta de aprendizajes, sino que se orienta a la labor de abrir para ellos las puertas del mundo, de crear las condiciones para que el ejercicio democrático, la justicia y la igualdad sean cada vez menos declaraciones de buenas intenciones y cada vez más realidades sociales.
La educación como una de las prácticas en pro de la igualdad y la inclusión sociales.
En un nivel mayor de concreción, podemos decir ya que la educación social se realiza en múltiples instituciones. Allí donde la infancia (y en particular la infancia en dificultades económicas, sociales, culturales,...) requiere un soporte, una plataforma, desde la cual reconectarse (o conectarse) con el mundo: no se circunscribe a una institución que espera que los niños vayan a ella... Es una práctica que toma la iniciativa. Busca, si es necesario, a los niños y jóvenes. Se desplaza a muchos lugares para que la exclusión no lo ocupe todo: allí tiende un puente. Se ocupa de cada uno, sobre todo de aquéllos de quienes nadie se preocupa si no es para ponerles un epíteto y meterlos en las estadísticas: tantos desertores, tantos en la calle,...
“La educación social, siendo un conjunto de prácticas diversas, encuentra lo específico de su definición en el cruce de la labor pedagógica con diversas instituciones de política social; trabaja en pro de la promoción cultural de los sujetos para su inclusión en lo social propio de cada época”.
Retomando nuestra especificidad, diremos que la Pedagogía Social constituye la disciplinar cuyo objeto es la educación social. A su vez, los diversos posicionamientos teóricos y la especificidad de cada ámbito de trabajo, posibilitarán la construcción de diversos modelos de educación social.
Cada modelo de educación social es una particular combinatoria de los siguientes elementos, que el propio modelo despliega en consonancia con la teoría de la que parte: 
Agente de la acción educativa.
Sujeto de la acción educativa.
Contenidos y metodología de la acción educativa.
Marcos institucionales de la acción social educativa.
LA EDUCACIÓN SOCIAL es una actuación profesional cuyo objetivo es la prevención e inserción social de las personas y colectivos, tanto normalizados como en situación de exclusión y/o desventaja social, y la mejora de la calidad de vida de todas las personas de la comunidad, favoreciendo el desarrollo de sus potencialidades. En la actualidad está ubicada en los sistemas de servicios sociales, educativos, culturales, judiciales, laborales, etc. y se ha configurado mediante la confluencia de diferentes estrategias de intervención: la animación sociocultural, la educación especializada, la animación socio laboral y la educación de personas adultas.
Entendemos por Educación Social tanto los procesos de transmisión como de adquisición de los recursos culturales que posibilitan la incorporación de los sujetos a la actualidad de su época.

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