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Fromson y Simon: “ISIS, The Dubious Paradise of Apocalypse Now” Existen 4 características que hacen que ISIS no pueda ser destruido por factores externos en el corto y mediano plazo; pero a la vez son esos mismos factores los que traen la posibilidad de su caída por factores internos: ISIS es un ejército de guerrilla, el movimiento político revanchista Sunita, culto islámico milenario y su despiadada/dictatorial administración de su territorio. Así mismo, esos 4 elementos sugieren una estrategia para llevar a cabo contra ISIS: La Contención. Respecto a la cuestión de su decadencia por factores internos, los autores mencionan que sigue siendo una organización joven, y que ya se han comenzado a exponerse sus problemas estructurales internos. Respecto a la contención externa, dicen que la misma no implica pasividad, sino la presencia de misiones internacionales complementarias que degraden a ISIS desde el aire, entrenar a grupos locales enemistados con ISIS, etc. ISIS es el grupo terrorista más numeroso en el mapa terrorista sirio-iraquí sunnita. Desde 2014 se armaron con maquinaria pesada, robando armamento ruso y americano del ejército iraní y de Siria. Han servido para sus operaciones ofensivas. Tiene estilo de combate agresivo y un compromiso constante por la expansión. A su vez, se ha negado a aliarse con sus competidores (de raíz ideológica similar, como muchos otros jidahistas). Eso le trajo un efecto de bandwagon que le ha valido el engrosamiento de sus filas, dado que muchos prefirieron unirse a ellos a ser atacados por ISIS. Su control territorial militar le ha ayudado de idéntica manera. Han aceptado sin embargo a grupos que jurasen lealtad y alianza, pero se han negado a aquellos que querían su cooperación sin aliarse formalmente. Su autodeterminación por presentarse como un Estado le ha valido contradicciones ideológicas. Ellas hacen imposible que grupos que buscan su cooperación sean aceptados sin antes jurar formar parte de una alianza formal. En 2014, se armó una coalición multiétnica e ideológicamente dispar para frenar a ISIS. EE. UU. y sus aliados armaron una coalición de 60 estados para proveer de entrenamiento, inteligencia y apoyo aéreo a las fuerzas kurdas y al ejército iraquí Shiita. Esto frenó su incursión en Irak y recupero mucho territorio, un 25% según el Pentágono. Los Kurdos tuvieron amplias victorias. ISIS aún bajo presión mantiene iniciativa militar y abre nuevos frentes de ataque, como en 2015, donde en Kobane ya había disputas, y decidieron atacar Kirkuk. Aun con disparidad numérica desfavorable, han logrado dar vuelta las batallas, como sucedió durante la incursión para apoderarse de la principal refinería de petróleo de Iraq en Baiji. Si bien fueron superados, tiempo después se tomaron revancha. Fromson y Simon advierten que ISIS es contenible en los confines de la Iraq Sunita y en Siria. Ninguno de ambos bandos ha podido establecer supremacía más allá de sus bases sectoriales de poder territorial. Los elementos que han dado el triunfo militar en repetidas ocasiones para ISIS son a su vez las futuras motivaciones para su propia decadencia. Su confianza en una vanguardia de tropas y en un número reducido de comandantes competentes gradualmente disminuirán la capacidad militar de ISIS. El Estado Islámico (EI) reemplaza a sus soldados extranjeros con una tasa de 1000 por mes, lo que mantiene un buen número de base. Pero al ser soldados y comandantes nuevos no son tan experimentados como los anteriores ya fallecidos en masa. Por estos “reemplazos de soldados”, faccionalismos internos de ISIS pueden ser dados a conocer. La presencia de muchos “bandwagoners” puede traer disturbios por pedirles más compromiso por el Califato, a pesar haberlos asimilado siguiendo sus diferencias políticas e ideológicas. Ya ha habido reportes de luchas internas entre los combatientes locales y los jidahistas extranjeros por diferencias económicas, condiciones de vida, y la percepción de los locales de tener que estar en las luchas más sangrientas. Muchos que se unieron por el instinto de auto-preservación o razones económicas ya han huido de la organización terrorista. A los que captan en ese accionar los decapitan. Esta tendencia facciosa, las deserciones, y el empleo de niños por parte de ISIS para combatir falta de tropas verdaderamente comprometidas con la causa sedimentan la longevidad de su aparato militar pesado. La provisión de armamento pesado por parte de Occidente e Irán a los Kurdos y a los Shiitas, en paralelo a la dependencia de ISIS en la captura de ese material por la fuerza y al uso de lo que ya ha conquistado, trae que ofensivas por parte de los Kurdos y los Shiitas disminuyan el potencial bélico ofensivo de ISIS, llevándolo a la retaguardia. Un reporte del Consejo de Seguridad de la ONU revela que ISIS no podrá mantener por mucho tiempo maquinaria pesada dado el cerco que se generará en torno a ellos, que imposibilitara la captura de nuevo material bélico pesado. Si podrán sin embrago mantener la intensidad de la lucha con el uso de su material bélico liviano actual. Los ataques aéreos contra ellos, mas esta falta de aprovisionamiento bélico, les quitará poder de maniobra, llevándolos a tomar una postura defensiva. Por último, la habilidad de ISIS para generar conflictos con múltiples enemigos (Al- Qaeda, EE. UU, Irak, etc.) en simultáneo trae una balanza militar desfavorable. Sin embargo, las dinámicas sectoriales en Siria e Irak que ISIS efectivamente explota traen la idea de que una estrategia puramente militarista contra ellos resultaría poco productiva. Politics by other means Su éxito militar no hubiese sido posible si no fuera por su captación política de los disturbios sunitas (Irak principalmente, pero también en Siria). Los sunitas prefieren su predominio al de Assad en Siria y al gobierno Shiita de Irak. Desde un comienzo ISIS pudo capitalizar poder en el ambiente sectario de Irak y Siria. El miedo y el sentimiento de venganza de los Sunitas Iraquíes contra la marginación que los Shiitas chauvinistas aplicaron sobre ellos, hizo que vieran a ISIS con buenos ojos. Eso sucedió simultáneamente, mientras Siria se hundía en una guerra civil sectaria. El gobierno Iraquí Shiita persigue a los Sunníes. El sectarismo es lo que mantiene a ISIS unido, en consideración de que es una coalición diversa. Si bien usó la coerción para obtener el apoyo de grupos, mantiene la legitimidad incondicional sobre su estatus de “grupo político-militar sunita más capaz” por parte de ex Ateos Ba, hombres de tribus, insurgentes nacionalistas, y jóvenes frustrados. Solo el 10% (fuentes sunitas) de ISIS está compuesto por sus idealistas propios más radicales, lo que demuestra que tiene el apoyo de muchos grupos Sunitas. El mayor alineamiento sunita es el de los ex ateos iraquíes Ba. Ocupan las altas jerarquías de comando y se ocupan de las estrategias y tácticas. Sin embrago, el resentimiento Suniita al nuevo régimen Shiita de Irak y sus prácticas discriminatorias contra ellos son el principal pilar de apoyo de ISIS. La polarización sectaria fortalece al ISIS en dos formas. Su fortaleza hace que los Kurdos y los Shiitas proyecten un gran número de bajas como para incursionar en la reconquista de Irak Sunita (territorios en manos del EI). La población de Irak Sunita está muy enervada. El fracaso anterior en una misión del ejército Iraquí Shiita para defender Mosul y la población sunita, en contra del ataque de ISIS en 2014, contribuyó a eso. Los abusos precedentes de los Kurdos y de los Shiitas post-batalla hace que los sunitas no los vean como salvadores. Es decir, el sentimiento sectario de los Shiitas iraquíes y del resto de las unidades del ejército iraquí hace que los sunitas estén espantados de su potencial llegada, por lo que resisten. La idea de crear un grupo de fuerzas Sunitas Sawha1, corregiría elproblema por el miedo de los Sunitas a los Kurdos y Shiitas. Pero eso es poco probable que suceda, por la falta de los Sunitas Iraquíes en Baghdad y sus fuerzas. Los malos resultados del ejercito iraquí en la provincia de Ámbar (mayoría sunita) y misma suerte en Taikrit, hacen a esa desconfianza. Si bien antes había un “matrimonio por conveniencia” entre las tribus sunitas e ISIS, ahora parece un cálculo estratégico el confrontar con el estado central iraquí. ISIS pudo cultivar a ciertos líderes tribales, y tiene un ministerio que se ocupa de estos asuntos. Los líderes tribales no confían ni se aliarán a EE. UU. o Irak dado que no existen incentivos militares y financieros para cooperar con Baghdad, ni tampoco tropas norteamericanas para sacar ventaja en potenciales negociaciones. El éxito político es mucho menos probable que el militar en el combate contra ISIS. El eventual triunfo militar Shiita exacerbaría el sentimiento sectario que hacen al fracaso de la política iraquí. Pero lo más importante, es que los Sunitas prefieren el mando de ISIS por la conducción Shiita de Irak post-2003 que los excluyó desde una concepción chauvinista y sectaria del sistema “Mukhasasa” de distribución de las rentas del estado. Los iraquíes sunitas no admiten ser una minoría (1/6 de los iraquíes). La identidad sunita iraquí nunca fue cohesiva. Siempre estuvo asociada a la permanencia en la conducción del Estado. Eso se siente post-caída de Hussein, cuando boicotean las elecciones parlamentarias del 2005. El gobierno iraquí de Maliki potenció ese negacionismo sunita, pero no lo provocó. Los Sunitas en verdad fueron conducidos por un liderazgo que creyó más beneficioso unirse a ISIS que realizar otros compromisos dolorosos requeridos por ellos. En Siria, una mayoría sunita busca el poder en contra de un régimen minoritario de Alawites. Los alawites tienen la misma creencia que los iraquíes respecto al compartir el poder con los sunitas. Lo rechazan a modo de un juego de suma-cero. EE. UU. y sus aliados están ante un dilema: La campaña militar no puede prescindir del uso de las milicias Shiitas, pero a su vez sus avances son igual de dañinos para una posibilidad de reconciliación política entre ambos grupos. Por otra parte, ninguno de los dos grupos se acomodó a los dolorosos compromisos materiales y psicológicos necesarios para dar con un arreglo político de este estilo. Si la degradación y contención de ISIS se vuelve prioridad para el bloque Occidental, continuar cooperando con las milicias Shiitas se vuelve indispensable. La alternativa de presionar al gobierno iraquí de que quite su apoyo a esas milicias le daría mucho margen de maniobra a ISIS; y sedimentaría la genuina base múltiple de apoyo que tienen las milicias en la sociedad iraquí Shiita. Sacar a Al-Assad de Siria no cambiaría la ecuación militar y organizacional que hace a ISIS poderoso, y le daría más espacio para expandirse. Mas allá de que ISIS pueda ser militarmente contenido, un compromiso político será necesario según los autores, para hacer las ganancias del campo de batalla sostenibles en el tiempo. A la larga puede darse, no en el corto plazo 1 Milicia tribal Masters of Judgement Day La ideología del Isis (islam como dominador del todo contra el mundo no musulmán), mas allá de que encubra o no intereses políticos, determina la estrategia del grupo. Las bases presionan a las cúpulas para actuar según la retórica. Han innovado usando tácticas pragmáticas al servicio de su ideología “apocalíptica”. Esa apelación apocalíptica y su efectividad en aplicar su sistema de creencias es lo que los acerca tanto a los Jidahistas. Pero su rigidez religiosa aventura problemas. Como el islam tiene una pluralidad de fuentes de donde valer sus creencias, ISIS pudo apropiarse de su propia narrativa apocalíptica, interpretando el islam para acomodarlo a su agenda. El mundo musulmán fue atraído por la doctrina apocalíptica del ISIS. Su profecía apocalíptica se enlaza con sus dos objetivos estratégicos principales: El Califato y el ataque a sus oponentes, en especial los Shiitas. La construcción de un Califato universal es un pre-requisito para acelerar el fin de los tiempos. Hay una frase del Koran que dice que “el Califato va en concordancia con el método profético”, lo que da prestigio al ISIS. Esto trajo que pueda legitimar la ampliación de su poder, y su extrema violencia en ella. Desde la creación del Estado Islámico, ISIS reclama que el mundo musulmán se una a ellos. El arribo del Khalifa hace que el resto de los emiratos/estados árabes pierda legitimidad ante su expansión. Eso le genera conflictos con los gobiernos árabes y con Al- Qaeda, que busca atraer a los mismos seguidores. La violencia extrema sirve a la expansión del Califato, para aumentar el control jidahista. Atacar a los Shiitas se vuelve así la búsqueda del fin en sí mismo. El Califato se hace tan atractivo porque hace una profecía un sueño realizado para sus seguidores, no es un objetivo hipotético como en Al-Qaeda. El mayor conflicto contra estos últimos surge del nacimiento del EI, ya que este suponía superponerse a todo estado y entidad no estatal musulmana. Era un poder que Al-Qaeda no iba a ceder. ISIS no pretende coexistir con grupos que no estén subordinados a su intención por liderar de manera global. Menciona varios desencuentros entre ambas organizaciones en Siria. ISIS ha prevalecido sobre Al-Qaeda por su ideología y recursos materiales. Su Califato le supuso miles de nuevos seguidores. SI Al-Qaeda planifica a largo plazo, y aprovecha que ISIS sea el centro de la escena de sus enemigos mutuos, podrá aprovecharse de su eventual debilidad mientras se reorganiza y reconstruye. La competición contra Al-Qaeda trae costos en el corto y mediano plazo para ISIS. El matar hermanos sunitas hace que muchos seguidores deserten de la organización. Existe evidencia que permite asegurar que el financiamiento y gobernanza poco estabilizados harán que ISIS caiga. Atacar la existencia del Califato perjudicará su imagen, y con ella, el personal y recursos. El hecho de que se haga una política tan agresiva pone en peligro la existencia del EI, dado que la llegada del Apocalipsis puede que no llegue en el tiempo que ISIS haya pensado. Esto impulsaría un resentimiento interno que termine por sedimentar la organización. Esa política agresiva además no es coincidente con una buena atención en servicios básicos para las personas, lo que atenta contra el consentimiento por parte de los gobernados. En base a su propia experiencia a mediados de los 2000, y de otros grupos jidahistas, ISIS ha tratado de escapar al “Dilema de Gobernanza Jidahista”. Este dilema implica que cuando se obtiene el control de un territorio, la administración y la apropiación de este se vuelve un punto débil en estos grupos. Sus debilidades afloran cuando ganan recursos propios de un Estado. ISIS ha basado su gobierno en la inestable base de acérrima represión, pseudo- legitimidad y una superficial y falsa muestra de efectividad. El gobierno de ISIS descansa fundamentalmente en un aparato represivo sofisticado, y la aplicación sin límites de la violencia estatal. Tienen amplio poder duro para acabar con resistencias internas (masacres a tribus insurgentes, etc.). En 2014 cuando ciertos miembros de la tribu Shuayat al este de Siria se revelaron, fueron sofocados e ISIS mato cientos más como retribución. La infraestructura de la represión está dada por la Ley Islámica. Ese sistema de represión se le llama “Hudud”, y sirve para dar a los acusados castigos tales como apedreamientos, crucificaciones, etc. Lo han aplicado contra cualquiera que se haya puesto en su contra, lo usaron como manto. Es decir que la supuesta organización y burocracia solo disfrazan una realidad brutal. ISIS toma además elementos de policías tradicionales para susistema de control. Por ej: Red de informantes para saber las actividades de flias y vecinos. No hay algo que pueda contrastar su legitimidad en el mundo iraquí-sirio. Eso está dado por la ausencia de una alternativa sunita y gracias a la poca voluntad de integrar a los sunitas por parte del gobierno Shiita de Irak. El detalle es que ISIS ha aprendido de intentos Jidahistas fallidos anteriores, ya que ahora también dan incentivos para favorecer a las tribus. Se les dan subsidios y sobornos a líderes para lograr su acatamiento. Su legitimidad también se da por ofrecer bienes y servicios básicos, sobre todo, Seguridad. Eliminó muchos grupos facciosos y ha logrado hacerse con el monopolio del uso de la fuerza. Proyectar una imagen de estado prospero con gente feliz, que combine elementos típicos relacionados a la seguridad como la portación de armas y de escenas normales de la vida cotidiana, forma parte de su estrategia de reclutamiento. Su principal fuente de dinero está en la producción y contrabandeo de productos petroleros. Las rentas son en su mayoría internas. Los recursos han cimentado la construcción de su aparato estatal. Menciona que ha mantenido personal técnico en el personal de petróleo por ejemplo y que se han dividido civiles y militares provincias para la administración de recursos. Pero a la larga no se cree que superara todos los problemas de gobernanza de otros intentos Jidahistas anteriores. Desde mediados del 2000 no ha evolucionado demasiado hacia una gobernanza competente. Tiene riqueza económica y poderío militar, pero su estrategia de gobierno extractiva y que aliena no ha cambiado. Cae en la categoría de “Insurgencia relativamente rica en recursos”, cuyo poder económico le permitió ser menos discriminatoria a la hora de gobernar; lo que le dio adema vía libre para aplicar fuertemente la violencia. Su base de recursos está limitada y se encoge. Los bombardeos han hecho daño a su producción de petróleo. En vista de eso, deben vender a precios más bajos. Sus otros recursos son no renovables; se ha agotado la financiación vía secuestro a occidentales y venta de artefactos arqueológicos. Eso llevará a que deban poner impuestos y en sus medidas de protección. A la larga deberán confrontar con la realidad de que controlan un desierto con recursos pobres, bloqueados por fuerzas militares. Le queda si el mercado negro del petróleo en Siria y Turquía. Ya han puesto medidas a que la gente se lleve dinero afuera, poniendo limites, etc. NO habrá mucho que extraer a la larga. Hay escasez de servicios básicos, casi no hay agua ni electricidad. NO han podido captar profesionales en los rubros importantes como justicia, medicina, ingeniería, etc. Si bien su población está acostumbrada a la guerra, no tolerará eso siempre y no soportará ver a sus niños hambrear. ISIS deberá responder con mayor represión para mantener el control. Cuando los problemas económicos lleven a decidir quien recibe qué y quien no, las tensiones internas aflorarán. Ya hay conflictos entre los miembros del ISIS extranjeros y los locales, quienes tienen salarios menores y participan en las líneas de batalla. Durante visitas de esos extranjeros al Califato, ya ha habido conflictos entre sí. Las tribus en Irak y Siria se irán de la coalición si creen que hay más renta económica. Recursos a la baja y limitados, fuga de capital humano, enemigos imponiendo un bloqueo económico, y una ideología violenta y apocalíptica que alienara probablemente a su población, constituirán su fin. Su violencia se hará con el tiempo más inefectiva. Dicen que está corrupto interiormente y que caerá solo. La estrategia de Occidente, proponen, debe enfocarse en debilitar militarmente y en restringir geográficamente al ISIS. Isis puede ser contenido, al ser vulnerable desde el cielo y tierra, al tener comportamientos autodestructivos y por tener adversarios comprometidos. Una contención agresiva en el corto plazo es la única opción a realizarse. Dado que los enemigos de ISIS no cooperan efectivamente, su caída será más a largo plazo. El miedo latente de los sunitas y de minorías sunitas no puede ser resuelto por Occidente, con lo cual se hace más difícil y largo el proceso de declinación del grupo. El poder aéreo yankee y las fuerzas especiales deberían mantener a raya a ISIS en Siria, y reducir su utilidad como “espacio sagrado” para sus contrapartes iraquíes. Puede que el ejército iraquí a la larga se vuelva más equipado y entrenado de lo que es hoy, cuyo estado permite combatir al ISIS así como está constituido actualmente. Las pretensiones de ISIS en términos religiosos, políticos e ideológicos se verán contrastadas con la posibilidad de un ejército iraquí más preparado, y tal vez plurinacional. Ello requiere 3 cosas muy difíciles, mucho tiempo, mucha plata y énfasis constante. Al corto plazo, en las provincias sunitas controladas por el ISIS generara revueltas. Deberá lucharse vía el uso de Inteligencia, trabajo policial, control fronterizo, y por el efecto de las bajas de voluntarios en Siria e Irak. La Contención preservará el Estado Iraquí, así como la seguridad de los vecinos de Siria, sobre todo Jordania y Turquía, EE. UU. y Europa. Pero no liberará al corto plazo a aquellos dominados por el ISIS.
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