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BASES DE JUAN BAUTISTA ALBERDI 
 
Alberdi redacta los principios, que deberían guiar a la nueva República Argentina al desarrollo luego de la independencia 
y unificación del territorio. Comienza por afirmar, que la forma de gobierno mejor para nuestro país sería la República, 
en contraste con una monarquía representativa que sería, en sus palabras, “una idea pobrísima y ridícula”. Esta forma 
de gobierno consiste, como es sabido, en la división de los poderes en ejecutivo, legislativo y judicial, así como también 
en el desarrollo de un sistema de frenos y contrapesos. Se debía, a su vez, cultivar y desarrollar en cada uno de los 
habitantes, la virtud republicana; ¿Cómo lograr esto? Según Alberdi, a través de la educación del pueblo, operada 
mediante la acción civilizante de Europa, es que se alcanzaba esta virtud que nos permitiría el desarrollo de una 
democracia. En otras palabras, la inmigración, la legislación civil, comercial y marítima sobre bases adecuadas, por 
constituciones en armonía con el tiempo y necesidades. 
 
LA EDUCACIÓN NO ES LA INSTRUCCIÓN (XIII) 
 
La educación, según Alberdi, se opera por la acción espontanea de las cosas, la educación que se hace por el ejemplo 
de una vida más civilizada que la nuestra (hace referencia a la inmigración). Ella (la educación) debía tener el lugar que 
se le estaba dando en ese momento a la instrucción, ya que la primera es el medio más eficaz y apto para sacar con 
prontitud del atraso a la República. Nuestros pueblos nacientes, según Alberdi, estaban en el caso de hacerse, de 
formarse, ANTES de instruirse. En cuanto a la instrucción que se le dio a nuestro pueblo en aquel entonces, jamás fue 
adecuada a sus necesidades, para el autor. “¿Qué han sido nuestros institutos y universidades de Sud América sino 
fábricas de charlatanismo, de ociosidad, de demagogia y de presunción titulada?”. 
 
Ocurre que, para Alberdi, se llega a la moral más rápido por el camino de los hábitos laboriosos y productivos. Se 
necesitaban en el país más ingenieros, geólogos y naturalistas. La instrucción para ser fecunda, ha de contraerse a 
ciencias y artes de aplicación, a cosas prácticas, a lenguas vivas, a conocimientos de utilidad material e inmediata. El 
idioma inglés, como idioma de la libertad, de la industria y del orden, debía ser obligatorio. La industria es el único 
medio de encaminar la juventud al orden. Ella conduce por el bienestar y por la riqueza al orden, por el orden a la 
libertad. Es el gran medio de moralización. Inglaterra y Estados Unidos han llegado a la moralidad religiosa por la 
industria. Alberdi pensaba que la religión, base de toda sociedad, debía ser entre nosotros ramo de educación, no de 
instrucción. PRACTICAS Y NO IDEAS RELIGIOSAS ES LO QUE NECESITAMOS. En cuanto a la mujer, debía 
dejar de dedicarse al arte y a los lujos externos, y convertirse también en un individuo laborioso y modesto. 
 
 
ACCIÓN CIVILIZADORA DE EUROPA EN LAS REPUBLICAS DE SUD AMÉRICA (XIV) (a partir de ahora en 
palabras de Alberdi) 
 
Lo que llamamos América independiente no es más que Europa establecida en América, y nuestra revolución no es otra 
cosa que la desmembración de un poder europeo en dos mitades. En América todo lo que no es europeo es bárbaro, 
no hay más división que ésta. La división en hombre de la ciudad y hombre de la campaña es falsa, no existe. La unica 
subdivisión que admite el hombre americano español es en hombre del litoral y hombre de tierra adentro o 
mediterráneo. Esta división es real y profunda. El primero es fruto de la acción civilizadora de la Europa de este siglo, 
el otro es obra de la Europa del siglo XVI del tiempo de la conquista. El inmenso progreso de algunas ciudades 
sudamericanas respecto a otras, se debe, ni más ni menos que a la acción viva de la Europa actual, ejercida por medio 
del comercio libre, por la inmigración y por la industria en los pueblos de la margen. 
 
La prensa, la instrucción, la historia, praparadas para el pueblo, deben trabajar para destruir las preocupaciones contra 
el extranjerismo, por ser un obstaculo que lucha de frante con el progreso de este continente. Recordemos a nuestro 
pueblo que la patria no es suelo. Tenemos suelo hace tres siglos, y sólo tenemos patria desde 1810. La patria es libertad, 
es el orden, la riqueza, la civilización organizados en el suelo nativo bajo la enseña y en su nombre. Europa, pues, nos 
ha traido la patria, si agregamos que nos trajo hasta la poblacion que constituye el personal y el cuerpo de la patria. 
La necesidad de gloria de los tiempos revolucionarios ha sido sucedida por la necesidad de provecho y de comodidad, 
y el heroismo guerrero no es ya el órgano competente de las necesidades prosaicas del comercio y de la industria. 
 
DE LA INMIGRACIÓN COMO MEDIO DE PROGRESO Y DE CULTURA PARA LA AMÉRICA DEL SUD … 
(XV) 
 
Europa nos traerá su espíritu nuevo, sus habitos de industria, sus practics de civilización, en las inmigraciones que nos 
envíe. Un hombre laborioso es el catecismo más eficiente. Si queremos ver agrandados nuestros Estados en corto 
tiempo, traigamos de fuera sus elementos ya formados y preparados. Sin grandes poblaciones no hay desarrollo de 
cultura, no hay progreso considerable. Las escuelas primarias, los liceos, las universidades, son por sí solos, pobrísimos 
medios de adelanto, sin las grandes empresas de producción, hijas de la sgrandes porciones de hombres. No habrá orden 
ni educación popular sino por el influjo de masas introducidas con hábitos arraigados de ese orden y buena 
educación. 
 
¿Cómo conseguir todo esto? 
 
Tratados extranjeros: Firmando tratados con el extranjero en los que se den garantías de que sus derechos naturales de 
propiedad, de libertad civil, de seguridad, de adquisición y de tránsito, les serán respetados en nuestro territorio. No hay 
que temer enajenar el porvenir remoto de nuestra industria a la civilización, si hay riesgo de que la arrebaten la barbaria 
o la tiranía interiores. Los tratados de amistad y comercio son el medio honorable de colocar la civilización 
sudamericana bajo el protectorado de la civilización del mundo. Estos tratados deben ser con todas las naciones, 
no con algunas. 
 
Plan de inmigración: La inmigracion espontanea es la verdadera y grande inmigracion. Nuestros gobiernos deben 
provocarla, no haciéndose ellos empresarios, en contratos falaces y usuraros, sio por el sistema grande, largo y 
desinteresado, que ha hecho nacer a California en 4 años. Los Estados Unidos son un pueblo tan adelantado, porque se 
componen y se han compuesto incesantemente de elementos europeos. 
 
Tolerancia religiosa: Si queréis pobladores morales y religiosos, no fomenteís el ateísmo. Si se buscan familias que 
formen las costumbres privadas, hay que respetar su altar a cada creencia. La América española, reducida al catolicismo 
con exclusion de otro culto, representa un solitario y silencioso convento de monjes. El dilema es: católica y despoblada, 
o poblada y prospera y tolerante en materia de culto. Llamar a las razas anglosajonas y negarles el ejercicio de su 
culto, es lo mismo que no llamarlas. Traerlos sin su culto, es traerlos sin el agente que les hace ser lo que son. 
 
Inmigración mediterránera: Hasta aquí la inmigracion europea ha quedado en los pueblos de la costa y de ahí la 
superioridad del litoral de Americam en cultura, sobre los pueblos de tierra adentro. Al nuevo regimen le toca invertir 
el sistema colonial, y sacar al interior de su antigua clausura. Y el medio mas eficaz de elevar la capacidad y cultura de 
nuestros pueblos de situacion mediterranea, es aproximarlos a la costa, por decirlo así, mediante un sistema de vias de 
transporte grande y liberal. Los grandes medios de introducir Europa en los paises interiores de nuestro continente 
en escala y proporciones bastante poderosas para obrar un cambio portentoso en pocos años son EL FERROCARRIL, 
LA LIBRENAVEGACIÓN INTERIOR Y LA LIBERTAD COMERCIAL. 
 
Ferrocarriles: Es preciso traer las capitales a las costas, o bien llevar el litoral al interior del continente. El ferrocarril y 
el telegrafo electrico, que con la supresion del espacio, obran este portento mejor que todos los potentados de la tierra. 
El ferrocarril hará a la unidad de la República Argentina mejor que todos los congresos. Sin el ferrocarril, no hay 
unidad politica en paises donde la distancia hace imposible la accion del poder central. La unidad politica debe comenzar 
por la unidad territorial, y solo el ferrocarril puede hacer esto. Para tener ferrocarriles abundan medios en estos paises. 
Se necesita negociar emprestitos con el extranjero. Seria pueril esperar que las rentas ordinarias alcancen para gastos 
semejantes; hay que invertir el orden, empezar por los gastos para obtener las rentas.Pero no se lograran prestamos si 
no se tiene credito nacional, es decir, un credito fundado en las seguridades y responsabilidades unidas de todos los 
pueblos del Estado. Con creditos de cabildos o provincias, no se haran caminos de hierro, ni nada grande. Se debe unir 
en un cuerpo de nacion, consolidandose asi la responsabilidad de las rentas y caudales. 
 
Navegación interior: Los grandes rios son otro medio de internar la accion civilizadora de Europa en el interior de 
nuestro continente. Pero los rios que no se navegan son como si no existieran. Hacerlos del dominio exclusivo de 
nuestras banderas indigentes y pobres, es como tenerlos sin navegacion. Para que ellos cumplan el destino que han 
recibido, es necesario entregarlos a la ley de los mares, es decir, a la libertad absoluta. 
 
Además, Alberdi planteaba que para lograr que el comercio pueble nuestros desiertos, se debía evitar el establecimiento 
de aduanas interiores. La aduana, según el, era la prohibicion.

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