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Capitulo 8 Ed 2013

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Capítulo 8 
 
8. EL DINERO Y EL SISTEMA FINANCIERO 
 
Toda persona que vive en una sociedad moderna, seguramente alguna vez se preguntó por qué 
existen “pedazos de papel” tan poderosos como los que sirven como dinero. Al mismo tiempo se 
cuestionó cuál es el “poder mágico” que está tras de esos “pedazos de papel”. En este capítulo 
intentaremos iniciar el camino para desentrañar ese “misterio”. Para ello estudiaremos aquí el tema 
del financiamiento de la actividad económica, es decir el rol que desempeña el dinero dentro del 
funcionamiento del sistema económico. 
Siempre dentro del enfoque introductorio con el cual están tratados todos los temas de este texto, 
se analizará cuáles son las funciones del dinero; qué se entiende por dinero en la actualidad; cuáles 
son las funciones del conjunto de instituciones que tienen que ver con la creación y circulación 
monetaria; cómo ellas “crean” dinero, generando lo que se conoce como oferta monetaria; las 
razones por las que los individuos y las empresas demandan dinero, cuáles son los determinantes de 
esa demanda, incluyendo además planteos sencillos acerca de cómo funciona el mercado monetario 
y se forma la tasa de interés. La economía monetaria es una rama muy importante y muy 
desarrollada de la ciencia económica actual, por lo que en este capítulo sólo nos iniciaremos en el 
camino de su estudio. 
 
8.1. LAS FUNCIONES Y EL ORIGEN DEL DINERO 
Uno podría imaginarse el funcionamiento de una economía sin dinero. De hecho, si se bucea en la 
historia económica de la humanidad, se llega a la conclusión que la misma transcurrió en su mayor 
parte sin la utilización generalizada del dinero, siendo esta modalidad relativamente reciente en 
términos históricos. ¿Cómo funcionaría esta economía? Si no existiera comercio o transacciones, ni 
siquiera lo extrañaríamos. Aún una economía con limitadas transacciones entre sus integrantes, 
podría utilizar lo que se conoce como trueque, situación en la cual no existen medios de cambio 
comúnmente aceptados y los bienes se intercambian directamente por otros bienes. 
Lo que corresponde destacar es que la modalidad de trueque como forma habitual de intercambio 
está asociada a formas bastante antiguas de la sociedad, dado que implica que sólo se intercambia lo 
que se produce en exceso para el propio consumo siempre que exista una doble coincidencia de 
deseos entre los participantes de las transacción. Así las posibilidades de especialización de una 
sociedad son muy limitadas. Sin la utilización del dinero también resulta muy complejo intentar 
mecanismos de distribución de los bienes y servicios entre los habitantes de esa sociedad. 
 
8.1.1. Las funciones del dinero 
Modernamente se considera dinero al elemento que cumpla sus funciones, más allá de su 
configuración física. Tres son las funciones fundamentales del dinero: 
 
1. medio de cambio, 
2. unidad de cuenta y 
3. depósito de valor. 
 
 
1. El dinero es un medio de cambio generalmente aceptado por las personas y las empresas para 
efectuar sus transacciones y cancelar sus deudas, evitando de esta manera el trueque directo de 
bienes. El dinero facilita el intercambio porque elimina lo que se conoce en economía como 
doble coincidencia de deseos: con dinero no se necesita que el vendedor encuentre un 
comprador que ofrezca lo que desea y demande lo que él posee. ¿Por qué cumple con ese rol? 
Por que el dinero, para revestir ese carácter, debe gozar de aceptación generalizada, en el 
sentido que quién recibe dinero cancelando una deuda por la entrega de un bien o la prestación 
de un servicio, lo hace en el convencimiento de que las demás personas lo recibirán con el 
mismo carácter, por más extraña que sea la forma que revista ese dinero. Si no goza de la 
cualidad de aceptación generalizada, es decir que no existiese confianza en que será recibido en 
el mismo carácter por parte de los demás agentes económicos, no será dinero, aún cuando haya 
sido concebido con ese fin. En los estados modernos, el sistema jurídico refuerza este requisito 
determinando muchas veces su aceptación obligatoria por parte de todos los agentes 
económicos. 
2. El dinero se utiliza como unidad de cuenta, cumpliendo con la función de resultar patrón de 
precios y valores, facilitando las registraciones contables. ¿Por qué cumple con esta función? 
Porque se le reconoce el carácter de medida común del valor. Es decir que en un contexto en 
que todos los valores de los bienes y servicios pueden expresarse relativamente, es decir el 
precio de cada uno de ellos puede ser expresado en función de otro bien, la existencia de dinero 
implica además la posibilidad que existan precios absolutos expresados en la unidad monetaria, 
que resulta entonces la unidad de medida de los valores en esa sociedad. Esta función como 
unidad de medida es cumplida en el presente, hacia el pasado y en el futuro, por lo que también 
se dice que el dinero es un patrón de pagos diferidos. Sin embargo, como veremos en el punto 
siguiente, nada asegura que esa unidad sea constante en su poder de compra de los demás 
bienes y servicios. 
3. También el dinero puede ser utilizado como depósito de valor, es decir que es una de las formas 
en que las personas y las empresas pueden guardar toda o parte de su riqueza y, de hecho, lo 
hacen de esta manera. El dinero es en realidad la posibilidad de adquirir el valor de todos los 
demás bienes. ¿Por qué cumple con esta función? Porque el dinero no es nominalmente 
depreciable, es decir nadie puede cambiar el valor nominal que tiene escrito una moneda o un 
billete. De hecho existen otros activos con los cuales las personas y las empresas pueden guardar 
su riqueza (bonos públicos, acciones, propiedades, etc.), pero éste tipo de activos tiene un riesgo 
que el dinero no presenta: pueden perder parte de su valor, en el sentido de que al momento de 
realizar o vender el mismo tengan un valor menor del que tenían al momento de ser adquiridos. 
Lo que sí puede ocurrir con el dinero, y que atenta contra la posibilidad de su utilización como 
depósito de valor, es que el mismo puede perder poder de compra, es decir puede ser afectado 
por lo que se conoce como inflación. En el caso de que esta posibilidad sea cierta, esta función 
del dinero seguramente será sustituida por otro tipo de activos. Otro de los elementos que 
gravita en contra de la utilización del dinero como depósito de valor es que el mismo, como tal, 
no genera intereses, lo que hace que en muchos casos sea sustituido por otros activos que sirven 
como depósito de valor y a su vez tienen una mayor rentabilidad que el dinero. 
 
8.1.2. El dinero en la historia 
Ya se hizo referencia a la posibilidad de imaginar una economía que funcionase sin dinero, 
recurriendo al intercambio directo de mercancías o trueque. Gran parte de la historia de la 
humanidad está signada por esta forma de intercambio. La no existencia de dinero se asocia a un 
 
muy escaso volumen de transacciones económicas, donde los esfuerzos productivos de los agentes 
económicos estuvieron orientados a crear ellos mismos todos los bienes con los cuales satisfacen sus 
propias necesidades. 
Obviamente, no es el mismo caso que el de una economía donde existe una alta división del trabajo 
en la cual la retribución a los factores productivos se hace bajo la forma de dinero, y los agentes 
económicos puedan canalizar sus necesidades de bienes y servicios de la forma que entiendan más 
conveniente utilizando el dinero que obtuvieron como retribución. La monetización de un sistema 
económico es siempre un requisito previo para poder aumentar la especialización de los agentes en 
sus actividades específicas y comerciar con los excedentes, al superar la exigencia de la doble 
coincidencia de deseos. Si no existiera dinero, la única forma de conseguir cualquier bien o servicio 
que no sea producido directamente por nosotros, sería encontrar alguien que, al mismo tiempo de 
tener lo que nosotros deseamos, desee el bien o serviciocon que contamos nosotros en exceso. Eso 
nos obligaría a procurarnos distintas clases de bienes o servicios por nuestra propia producción, 
eliminando las posibilidades de especializarnos y comerciar con nuestros excedentes. 
En la actualidad por ejemplo un abogado produce sólo servicios relacionados con el Derecho, para sí 
y en exceso para terceros, de los que obtiene el dinero que le permite obtener todos los demás 
bienes y servicios modernos. Muy difícilmente podría haberse especializado en la producción de 
dichos servicios, si al mismo tiempo hubiera tenido que cultivar la tierra para procurarse su sustento 
y el de su familia. 
Los orígenes de la utilización generalizada del dinero en el intercambio deben buscarse hacia fines de 
la época feudal, cuando el capitalismo comercial comenzó a tomar impulso en el seno de un sistema 
económico que no había previsto su desarrollo, y necesitaba imperiosamente instrumentos que 
permitiesen agilizar las transacciones económicas, tal como lo explicamos en el Capítulo 2. 
Hasta ese momento, el dinero existía sólo como uno o más bienes que, contando con características 
especiales, servían como contrapartida común de muchas transacciones por su aceptación 
generalizada. Este dinero era simplemente un bien con valor intrínseco, o sea que resultaba valioso 
por sí mismo y no por lo que representaba. Era el caso de los metales preciosos u otros bienes de 
características similares, que cumplían con los lógicos requisitos básicos de inalterabilidad a pesar del 
transcurso del tiempo (para cumplir con la función de depósito de valor) y de divisibilidad y 
transporte fácil y barato (para cumplir con la función de medio de cambio). 
Si nos situamos en la Italia de finales de la Edad Media, en que el crecimiento de las relaciones 
comerciales con Oriente multiplicaba las operaciones “monetizadas” (con contrapartida en dinero), 
seguramente encontraremos a un comerciante preocupado por conservar los metales preciosos que 
requeriría en breve para el pago de una operación concreta. Los riesgos potenciales de robo o 
pérdida del mismo hicieron que muchas veces confiara en quienes tenían los medios de seguridad 
adecuados para el cuidado de dichos bienes, depositando los mismos en manos de un “orfebre” 
(artesano de los metales preciosos) hasta el momento efectivo de su utilización. 
El orfebre cobraba su servicio de depósito y entregaba a cambio una constancia o recibo de los 
metales preciosos depositados que le permitiría retirarlos en cualquier momento, tal como hoy 
hacemos en cualquier aeropuerto o estación de colectivos cuando tenemos equipaje que nos 
molesta hasta abordar nuestro medio de transporte. 
Cuando llegaba el momento de la transacción, el comerciante retiraba sus metales preciosos y se los 
entregaba a quien le proveía de las mercancías. El vendedor de mercancías se enfrentaba entonces a 
las mismas inseguridades respecto de los metales preciosos que previamente había tenido el 
 
vendedor. Seguramente entonces, decidió confiar en el mismo o en otro orfebre para el depósito de 
los mismos. 
Poco se tardó para darse cuenta que, si ambos comerciantes confiaban en idéntico orfebre, era 
mucho más sencillo que el comprador entregara al vendedor el “recibo” de los metales preciosos 
para que él luego dispusiera de los mismos, sin la necesidad de retirarlos efectivamente de la 
seguridad del orfebre. Para facilitar este tipo de transacciones los “recibos” pasaron a ser verdaderos 
“pagarés” al portador y a la vista. Es decir que resultaban promesas de entregar cantidades de 
metales preciosas a cualquier persona que porte ese “pagaré” y en el momento en que el orfebre 
“vea” el mismo, o sea al mismo tiempo de su presentación ante el orfebre. 
Obviamente que estos “pagarés” se tornaron lentamente “dinero”, al comenzar a cumplir las 
funciones del mismo, basados en la confianza que podía ofrecer la firma del orfebre que emitía el 
pagaré. Aparece así el dinero sin valor intrínseco, cuyo valor se encuentra en los metales preciosos 
que representa. 
Al mismo tiempo, los orfebres se encontraron con cantidades de metales preciosos guardados que 
nadie venía a retirar durante largos períodos, por lo que comenzaron a reconocer que la verdadera 
“veta” de su negocio estaba en prestar esas cantidades mientras nadie las retirara y cobrar interés 
por su uso. Lentamente los depositantes dejaron de pagar por sus depósitos y los orfebres 
empezaron a ofrecer recompensas por realizarlos en sus negocios, surgiendo así los primeros 
bancos. 
Recién a finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX, algunos bancos fuertemente controlados por el 
Estado se especializaron en la creación del dinero tal como lo conocemos, tendencia que a mediados 
del Siglo XX hizo que el monopolio de la emisión del dinero se concentrara en un solo banco, 
generalmente de propiedad estatal (los Bancos Centrales), al mismo tiempo que los viejos orfebres 
evolucionaban hacia la creación de otro tipo de dinero surgido de la aceptación generalizada de 
órdenes de pago contra las cuentas que mantenían sus clientes en los mismos: los cheques. 
La dimensión histórica del fenómeno del dinero debe permitir al lector elevar su imaginación al 
mundo de los siglos posteriores al actual en el que seguramente las tarjetas de crédito y otros 
instrumentos que quizás aún no imaginamos, cumplan con las funciones del dinero. 
En resumen, dinero no es siempre un metal precioso o un billete de banco, sino que es aquel 
instrumento que en un determinado contexto de tiempo y espacio cumple con sus funciones. 
 
8.2. EL DINERO EN EL SISTEMA FINANCIERO ACTUAL 
En la actualidad el dinero de curso legal carece de respaldo directo en términos de metales 
preciosos. Su valor descansa en la confianza que mantienen los agentes económicos sobre su 
capacidad cancelatoria, entendida la misma como la asunción que otras personas lo recibirán en el 
mismo carácter con que cada agente económico lo hace. No tiene valor intrínseco, pero se recibe a 
cambio de cosas que sí poseen esa característica. Al mismo tiempo, los ordenamientos jurídicos de 
cada país tornan obligatoria su aceptación, buscando sostener y reforzar la confiabilidad de la 
moneda nacional. 
Una definición más amplia de dinero, que excede la comúnmente entendida de billetes y monedas, 
incluye al denominado dinero bancario, siendo éste también un medio de pago utilizado para saldar 
deudas de personas o empresas. En este sentido un depósito en un banco es dinero bancario, ya que 
representa un derecho que tiene el depositante (o una deuda que mantiene el banco con el 
depositante), dado que el banco debe entregar al depositante billetes y monedas cuando lo solicite. 
 
Este depósito es un medio de pago, ya que los agentes económicos están dispuestos a aceptar, por 
ejemplo, cheques como forma de cancelar deudas. En este caso, los cheques reemplazan en forma 
conveniente a los billetes y monedas en las transacciones. La emisión de cheques no implica en sí 
creación de dinero, sino que es una forma ágil de movilizar o trasladar dinero o cancelar deudas. 
 
8.2.1. Los componentes de la cantidad de dinero 
Partiendo de la idea de definición del dinero esbozada en el punto anterior, vemos que ésta incluye a 
los billetes y monedas pero no se agota en los mismos sino que es más amplia e incluye también a 
los depósitos bancarios. En este sentido conviene distinguir dos formas de dinero, cuya forma de 
generación se analizará en el siguiente punto: los billetes y monedas y el dinero bancario. 
Los billetes y monedas son el dinero carente de valor intrínseco, pero aceptado como medio de 
cambio, emitido por una institución que monopoliza su emisión. El dinero bancario en cambio está 
representado por activos financieros generados por bancos y otros intermediarios financieros, que 
normalmente son aceptados como medios de pago. Esta noción de activos financieros generados por 
intermediarios financieros será abordada en el punto referidoa la actuación de los mismos en el 
proceso de financiamiento de la actividad económica. 
 
Tipos de depósitos bancarios 
Si bien la mención a depósitos hasta el momento fue genérica, entendida como los derechos que 
tienen sus titulares sobre la institución financiera o, desde otro punto de vista, la deuda que 
mantiene la misma con los titulares de los depósitos, se pueden distinguir tres grandes tipos: 
 
 Depósitos a la vista. Son los instrumentados bajo la forma de cuentas corrientes, tienen 
disponibilidad inmediata para su titular y se movilizan normalmente con cheques. 
 Depósitos de ahorro. Están instrumentados bajo cuentas que en la actualidad admiten casi las 
mismas operaciones que los depósitos a la vista, salvo que no pueden ser movilizados mediante 
cheques. La forma operativa usual en la actualidad, que reemplaza a la concurrencia al banco 
para la extracción, es la utilización de cajeros automáticos. 
 Depósitos a plazo. Son fondos normalmente colocados por los depositantes a un plazo fijo o 
determinado, y que no pueden extraerse con anterioridad a dicho momento. 
 
8.2.2. La definición de dinero en la actualidad 
Pasando concretamente a qué se entiende por cantidad de dinero en la actualidad en cualquier 
economía, se la define como la suma del efectivo en manos del público (billetes y monedas), sea de 
individuos o empresas, más los depósitos de los mismos en los bancos. 
Respecto de la definición anterior, debe notarse que no se incluye el efectivo en poder de los bancos. 
La razón de esa exclusión debe buscarse en la misma definición, ya que al incluir la totalidad de los 
depósitos bancarios, esto implica que el efectivo que los agentes económicos dejaron en los bancos 
forma parte del respaldo de los depósitos en los mismos; de manera tal que si se incluyese el 
efectivo en poder de los bancos se estaría sumando dos veces el mismo concepto, uno, como 
efectivo, y otro, como depósitos. 
 
La liquidez y la medición de la cantidad de dinero 
Según el tipo de depósito que se incluya en la medición de la cantidad de dinero, ésta adoptará 
diversos valores. Esta clasificación se origina en el grado de liquidez que posee el tipo de activo 
 
incluido. La liquidez de un activo es el grado de facilidad con el cual se convierte en dinero, 
específicamente billetes y monedas. Un activo es líquido sí puede realizarse, o sea transformarse en 
dinero, rápidamente y con seguridad respecto de su valor monetario. Las mediciones de la cantidad 
de dinero más comúnmente aceptadas, según su grado de liquidez, son las siguientes: 
 
 M1: Incluye el efectivo en manos del público más los depósitos a la vista en entidades 
financieras. 
 M2: Incluye a M1, es decir efectivo en manos del público y depósitos a la vista, más los depósitos 
en caja de ahorro en entidades financieras. 
 M3: Incluye a M2, es decir efectivo en manos del público, depósitos a la vista y depósitos de 
ahorro, más los depósitos a plazo en las entidades financieras. 
A M3 también se lo denomina tenencias financieras líquidas en poder del público, siendo también la 
totalidad de activos generados por el sistema financiero, en este caso particular por el Banco Central 
(billetes y monedas) y por los bancos comerciales (depósitos de los agentes económicos). 
La definición de stock de dinero que implica M3 también puede ser ampliada añadiéndole otros 
activos, con menor grado de liquidez, que también suelen ser aceptados como medio de pago, 
constituyendo estos últimos el denominado “cuasi dinero”, y que, agregado a M3, conforman lo que 
se denomina M4 o Activos líquidos en poder del público. Estos activos también pueden ser utilizados 
como medios de pago, pero no tienen origen dentro del sistema financiero sino fuera del mismo. Sus 
formas más conocidas son los títulos de la deuda pública (originados en el sector público) y las 
Obligaciones Negociables emitidas por empresas privadas (originadas en el sector privado pero fuera 
del sistema financiero). 
 
8.3. LA CREACIÓN DE DINERO U OFERTA MONETARIA 
De acuerdo a la definición de dinero adoptada, que incluye al efectivo en poder del público y a los 
depósitos del público en entidades financieras, y a la forma que opera el sistema financiero en la 
actualidad, la creación de dinero u oferta monetaria en la economía se realiza por la acción conjunta 
de la autoridad monetaria de cada país (el Banco Central en la República Argentina) y del sistema 
financiero, en especial de los bancos comerciales. 
La oferta monetaria o creación total de dinero en la economía está compuesta por la creación 
primaria de dinero (también llamada base monetaria), que es efectuada por la acción del Banco 
Central, y por la creación secundaria de dinero, que es efectuada por el sistema financiero. Por eso 
analizaremos este tema en ese orden. 
 
8.3.1. El Banco Central y la base monetaria 
El Banco Central de la República Argentina es una entidad cuyo capital es propiedad del Estado que 
actúa como agente financiero del gobierno nacional y cuyo funcionamiento está regido por una ley 
del Congreso. 
 
8.3.1.1. Funciones del Banco Central 
Las funciones que desempeña el Banco Central se pueden agrupar en torno de seis aspectos, todos 
determinados por la normativa que lo rige: 
1. Regular la circulación monetaria, incluyendo dentro de esta función la emisión, retiro y canje de 
billetes y monedas. También suele señalarse a esta función como proveedor de dinero de curso 
legal, siendo la institución que monopoliza su emisión y puesta en circulación en nuestro país. El 
 
circulante resulta un pasivo del balance del Banco Central y puede dividirse, a los efectos de 
cómputos monetarios de carácter agregado, como Efectivo en Poder del Público y Efectivo en 
Poder de los Bancos. 
2. Actuar como agente financiero del gobierno nacional. En este ítem se agrupan las funciones de 
recepción de depósitos por parte del gobierno nacional, de realizar envíos, transacciones 
bancarias y pagos por cuenta y orden del mismo y de actuar por cuenta del gobierno nacional en 
la colocación de títulos públicos y en el pago de la deuda pública interna y externa. Puede 
comprar y vender títulos de la deuda pública, los que figuran como un activo bajo el rubro 
Créditos al Gobierno Nacional (indistintamente se utilizará esta expresión o Crédito al Sector 
Público). El financiamiento puede realizarse respetando los límites previstos por las normas 
vigentes. 
3. Banco de los bancos comerciales integrantes del sistema financiero. En cumplimiento de esta 
función el Banco Central actúa como custodio de parte de las reservas líquidas de los bancos 
comerciales y, actuando como prestamista en última instancia ante situaciones transitorias de 
iliquidez, otorga préstamos y adelantos a los mismos. La función de prestamista en última 
instancia se halla limitada en la mayoría de los Bancos Centrales evitar abusos que puedan 
derivar en emisión exagerada de moneda. El monto de préstamos otorgados con cualquiera de 
los motivos mencionados a entidades financieras figura como un activo en balance del Banco 
Central bajo el rubro Créditos al Sistema Financiero del País. 
4. Ser responsable y ejecutor de la política monetaria. Esta es la función más importante dentro de 
su rol de autoridad monetaria. Con la finalidad de regular la cantidad de dinero en la economía 
realiza compras y ventas de divisas y de títulos públicos. La base monetaria es el conjunto de 
pasivos monetarios (efectivo en poder del público y depósitos de entidades financieras en el 
Banco Central) que se encuentra respaldado por los activos monetarios que posee el Banco 
Central conforme lo que veremos en el punto 3.1.2. 
5. Ser responsable y ejecutor de la política cambiaria. El Banco Central es el responsable de las 
compras y ventas de divisas en relación con los objetivos que se intenten lograr respecto del tipo 
de cambio. Además realiza el manejo centralizado de las reservas oficiales externas del país, es 
decir el oro ydivisas con que cuenta. El total de reservas internacionales con que cuenta el 
Banco Central, netas de las deudas de la autoridad monetaria con el exterior, figura como un 
activo bajo el rubro Oro, Divisas y Otros Activos Externos. 
6. Responsable de la superintendencia del sistema financiero. El Banco Central es quien fija las 
normas de funcionamiento del sistema financiero, y a la vez es el encargado de vigilar su 
cumplimiento por parte de las entidades participantes. Cumpliendo esta función autoriza el 
funcionamiento de nuevas entidades, cancela autorizaciones para operar a entidades existentes 
y controla el funcionamiento del sistema a través de la Superintendencia de Entidades 
Financieras y Cambiarias. 
 
8.3.1.2. El balance del Banco Central 
Si bien se hicieron algunas observaciones sobre cuentas del Balance del Banco Central cuando se 
describieron sus funciones, en este punto se analizará una versión muy simplificada y parcial de su 
Estado Patrimonial a los fines de abordar el tema de la base monetaria y los pasivos monetarios del 
Banco Central. Por esa razón, si bien existen más cuentas de activos, pasivos y patrimonio neto, 
concentraremos nuestra atención sobre los activos y pasivos monetarios. 
 
 
El balance del Banco Central en base a activos y pasivos monetarios 
Cuadro 8.1. Balance simplificado del Banco Central en base a activos y pasivos monetarios 
 
Activos Monetarios Pasivos Monetarios 
- Oro, divisas y otros activos externos 
- Créditos al Gobierno Nacional 
- Créditos al Sistema Financiero del País 
- Circulación Monetaria 
- Depósitos de Entidades Financieras 
 
Las cuentas de activos monetarios son las que respaldan la creación de dinero que efectúa el Banco 
Central. Como se observa, están compuestas por Oro, Divisas y Otros Activos Externos, Créditos al 
Gobierno Nacional y Créditos al Sistema Financiero del País. Son todas las acreencias que tiene el 
Banco Central, sea sobre el Sector Público (Créditos al Gobierno Nacional), sobre el Sistema 
financiero (Créditos al Sistema Financiero del País), sobre autoridades monetarias de otros países 
(divisas) y tenencias de oro. En el caso del Crédito al Sector Público, la posición considerada es de 
carácter neto, es decir los títulos de la deuda pública que posea el Banco Central menos los 
depósitos efectuados por el gobierno en el mismo. También es neta la posición de Oro, divisas y 
otros activos externos, ya que de sus tenencias, se resta el endeudamiento de la autoridad 
monetaria en el exterior. 
Los pasivos monetarios, en tanto, representan deudas que tiene el Banco Central. En el caso de los 
billetes y monedas, con cada uno de sus poseedores, y en el caso de los depósitos de entidades 
financieras, por el monto que cada entidad tenga como depósito en el Banco Central. Cabe señalar 
que los billetes y monedas son una deuda de características especiales, que carece de vencimiento y 
se transmite entre las personas con su simple traspaso, pero no por ello deja de representar una 
deuda que tiene la autoridad monetaria con sus poseedores y, por lo tanto, forma parte de los 
pasivos monetarios del Banco Central. Otro aspecto que le da características especiales a esta deuda 
es que no genera intereses para quienes poseen los billetes y monedas, por lo que no genera costos 
de estas características a quienes lo emiten. 
Un elemento que no debe perderse de vista en el análisis de activos y pasivos monetarios, es que el 
Banco Central, cada vez que afecta a uno de ellos, casi siempre existe una afectación correlativa de 
otro componente. Dicho de manera más sencilla: normalmente cuando el Banco Central aumenta 
sus activos de carácter monetario, lo hace generando pasivos, y cada vez que se desprende de 
activos monetarios, lo hace cancelando pasivos monetarios. Un ejemplo puede aclarar esta 
afirmación: si el Banco Central compra divisas a un banco comercial, aumenta sus tenencias de Oro, 
Divisas y Otros Activos Externos; pero como el Banco Central debe pagar por esa compra, lo más 
probable es que lo haga acreditando en la cuenta corriente del banco comercial el importe 
correspondiente en pesos, aumentando el monto de Depósitos de Entidades Financieras, que 
representa un pasivo monetario del Banco Central. La situación inversa la tendríamos si el Banco 
Central vende divisas a un banco comercial, en ese caso disminuyen las tenencias de activos externos 
de la autoridad monetaria, y su cobro es probable que lo efectúe debitando el importe en pesos en 
la cuenta del banco comercial, lo que disminuye la cuenta Depósitos de Entidades Financieras, y por 
lo tanto disminuye de esa manera sus pasivos monetarios. Un análisis similar puede hacerse con los 
títulos de la deuda pública adquiridos en el mercado y con los préstamos a entidades financieras. 
 
8.3.1.3. La base monetaria 
Se puede ahora abordar el concepto de base monetaria, también denominada “dinero de alta 
potencia” o “creación primaria de dinero”. La base monetaria se define como la suma total del 
 
circulante más los depósitos de entidades financieras en el Banco Central, es decir a la totalidad de 
los pasivos monetarios del Banco Central. Una forma alternativa de definirla sería contabilizar al 
efectivo en poder de los bancos como parte de las reservas bancarias y de esa manera la base 
monetaria estaría constituida por el efectivo en poder del público más las reservas bancarias, 
incluyendo en estas últimas al efectivo en poder de los bancos y los depósitos de entidades 
financieras en el Banco Central. 
A esta forma de definir la base monetaria se la denomina base monetaria definida por sus usos. Y sus 
usos son precisamente la demanda efectuada por el público como efectivo y la de los bancos como 
reservas. Cuando se hace referencia a base monetaria normalmente se está haciendo referencia a 
esta definición. 
Como la base monetaria está respaldada por los activos monetarios, y la sumatoria de los mismos 
debe ser igual a los pasivos monetarios, alternativamente se puede definir a la base monetaria como 
la suma de las tenencias por parte del Banco Central de: Reservas de oro y divisas más el Crédito al 
Sector Público más los Préstamos al sistema bancario. A esta forma de definir base monetaria se la 
conoce como base monetaria definida por sus fuentes, que no es otra cosa que conceptualizarla 
sobre la base de los sectores que dan origen a su creación y sus variaciones: el sector externo 
(posición de reservas), sector público (tenencias de títulos públicos) y sector financiero (préstamos 
otorgados a entidades financieras). 
Resumiendo las definiciones de base monetaria tendríamos entonces: 
Base monetaria definida por sus usos: 
Base monetaria = Circulante + Depósitos de Entidades Financieras en el Banco Central. 
Base monetaria = Efectivo en poder del público + Reservas Bancarias. 
Base monetaria definida por sus fuentes: 
Base monetaria = Reservas de oro y divisas + Crédito al Sector Público + Crédito a Ent. Financ. 
 
La explicación desarrollada en el punto anterior acerca de los movimientos conjuntos de activos y 
pasivos monetarios explica las fuentes de variación de la base monetaria: cuando el Banco Central 
aumenta sus activos monetarios, lo propio ocurre con sus pasivos monetarios, por lo tanto aumenta 
la base monetaria. Si la operación efectuada por la autoridad monetaria hubiese implicado una 
disminución de sus activos, la contrapartida sería una disminución de los pasivos monetarios y por lo 
tanto de la base monetaria. 
Es decir entonces que la base monetaria varía cada vez que el Banco Central realiza alguna 
operación que afecta a sus activos monetarios y, paralelamente, a sus pasivos monetarios. También 
implica que si el Banco Central no interviene, no hay variaciones en la base monetaria, aún cuando 
los agentes económicos efectúen operaciones que transfieran dinero y activos de unos a otros. Un 
caso típico, y que suele dar lugar a confusiones, es el financiamiento obtenido por el Sector Públicomediante la venta de títulos a particulares o a bancos privados. En este caso no hay variaciones de la 
base monetaria sino simplemente traslado de dinero y endeudamiento de un sector a otro. Si, en 
cambio, la fuente de financiamiento del Sector Público hubiese sido el Banco Central, se hubiese 
producido un aumento de activos y pasivos monetarios del Banco Central y un aumento de la base 
monetaria. 
 
 
Factores que crean y factores que absorben base monetaria 
En base a los aspectos ya definidos, se creará base monetaria o la misma experimentará aumentos 
cuando ocurran algunas de las siguientes situaciones: 
 
 Exista superávit en la balanza de pagos, toda vez que representen un aumento de sus tenencias 
de reservas externas. En el próximo capítulo se profundizará en este tema, ya que el efecto del 
sector externo sobre la creación de dinero dependerá del sistema de tipo de cambio vigente. 
 Exista déficit presupuestario del sector público, y el mismo se financie a través del Banco Central, 
ya que ello implicará el aumento del Crédito al Sector Público y aumento también de los pasivos 
monetarios del Banco Central. Como ya se señaló la sola existencia de déficit público no implica 
aumentos de la base monetaria, porque pudo ser financiado a través de la captación de ahorro 
interno o del exterior. 
 Se efectúen compras de títulos públicos en el mercado. A estas operaciones se las denomina 
también operaciones de mercado abierto y son las más utilizadas por las autoridades monetarias 
de los distintos países para regular la cantidad de base monetaria. Una compra de títulos 
públicos aumenta activos del Banco Central y aumentará la base monetaria a través de las 
acreditaciones que se efectúen en las cuentas de los bancos vendedores. 
 Se aumente el crédito al sistema financiero a través de operaciones de redescuento o adelantos 
transitorios a bancos integrantes del sistema financiero. En este caso surge también claramente 
el aumento de activos monetarios, pasivos monetarios y de la base monetaria. 
En todos estos casos diremos que están actuando los denominados factores que crean base 
monetaria. 
Por el contrario, diremos que actúan los factores que absorben base monetaria cada vez que la 
misma disminuye, y las causas que dan origen a esta disminución son equivalentes a las enumeradas 
anteriormente, solamente que en este caso disminuyendo activos y pasivos: 
 
 La existencia de déficits en la balanza de pagos, siempre que los mismos impliquen reducciones 
en las tenencias de reservas externas. 
 La existencia de superávits presupuestarios del sector público, ya que, al aumentar sus depósitos 
en el Banco Central, disminuirá el endeudamiento neto del sector público con el Banco Central. 
 Las operaciones de mercado abierto que impliquen venta de títulos públicos, ya que disminuyen 
activos y pasivos simultáneamente. 
 La disminución del financiamiento al sistema bancario, toda vez que el Banco Central cancele 
redescuentos o adelantos a bancos integrantes del sistema financiero, ya que disminuye sus 
acreencias, pero debita esos importes de las cuentas de los bancos, disminuyendo de esa 
manera los Depósitos de entidades financieras, que son un pasivo monetario del Banco Central. 
 
Factores bajo control y factores fuera de control del Banco Central 
De los factores mencionados anteriormente, algunos de ellos quedan bajo control del Banco Central, 
es decir que su aumento o disminución depende de decisiones que tome dicho organismo, en tanto 
otros quedan fuera de control de la autoridad monetaria (factores autónomos), es decir que ocurren 
al margen de las decisiones que pueda tomar el Banco Central. Esta distinción es útil para abordar 
con posterioridad los instrumentos de control que posee la autoridad monetaria sobre la creación de 
dinero. 
 
Los factores fuera de control del Banco Central son la existencia de superávits o déficits en la balanza 
de pagos o en el presupuesto del sector público. Un superávit o un déficit de la balanza de pagos 
darán lugar, respectivamente, a un aumento o a una disminución de los activos externos del Banco 
Central e incidirán de la misma forma sobre la base monetaria. Un déficit o superávit del 
presupuesto del Sector Público ocasionará idénticos resultados, si es financiado por la autoridad 
monetaria. Entonces, el sector público y el sector exterior son factores que crean o absorben base 
monetaria cuyos resultados caen fuera de la órbita de decisiones de las autoridades del Banco 
Central. 
No ocurre lo mismo con las operaciones de mercado abierto y el aumento o disminución del crédito 
al sistema financiero, que son decisiones propias del Banco Central. Por esa razón a estos dos 
factores se los considera factores bajo control. 
 
8.3.2. El sistema financiero y la creación secundaria de dinero 
Ya examinados diversos aspectos de la creación primaria de dinero, en este punto se analizará con 
mayor grado de detalle cómo se genera el dinero bancario, también denominado como “proceso de 
creación de dinero bancario”, “creación secundaria de dinero” o “expansión múltiple de los 
depósitos y del crédito”. Al estudiar dicho proceso, se hará una breve descripción del rol que 
desempeñan los intermediarios financieros en la economía, y en particular los bancos comerciales. 
 
8.3.2.1. El sistema financiero y los intermediarios financieros 
El sistema financiero nace como respuesta a la demanda de recursos para fines productivos o de 
consumo, y está constituido por una serie de intermediarios especializados. Un intermediario 
financiero es una institución que se encuentra entre quienes tienen excedentes por sobre sus 
ingresos y pueden ahorrar -prestamistas-, y aquellos que demandan dinero por encima de sus 
ingresos por diversos motivos –prestatarios-. Toma prestado de quienes tienen excedentes y presta 
a los demandantes de fondos. 
La importancia del sistema financiero radica en el hecho que, si bien algunos flujos financieros 
transitan directamente desde prestamistas a prestatarios a los efectos que éstos realicen sus planes 
de inversión o consumo, la mayor parte pasa a través de los intermediarios que en su conjunto 
componen el sistema financiero. La razón básica de esta intermediación es el hecho que, de existir 
financiación directa, los prestamistas asumen el riesgo de no recuperar lo que se presta, fundado en 
que, en general, carecen del grado de especialización necesario para analizar la seguridad de la 
operación. La incertidumbre de poder recuperar los préstamos limita seriamente las posibilidades de 
conexión directa entre oferentes y demandantes de fondos. 
En el proceso productivo, en muchos casos las empresas, para llevar adelante sus proyectos de 
inversión, o porque sufren algún tipo de desfasaje entre ingresos y egresos, requieren de 
financiación que no pueden obtener en forma interna, recurriendo en este caso a la emisión de 
activos financieros directos o primarios. Estos pueden ser adquiridos directamente por los ahorristas 
del sistema o pueden ser recibidos por los intermediarios financieros a los que se solicite el 
financiamiento. En el primer caso emitirán las ya mencionadas Obligaciones Negociables y quienes 
sean titulares de las mismas otorgan el financiamiento y son acreedores de quien la emita. En el 
segundo caso se recurre a bancos u otros integrantes del sistema financiero, que son quienes 
reciben estos activos financieros directos y se encargan de otorgarles el financiamiento con los 
fondos obtenidos de los ahorristas, los cuales reciben a cambio los denominados activos financieros 
 
indirectos, que son emitidos por los intermediarios financieros en reconocimiento a la deuda que 
mantienen con quienes depositaron fondos en los mismos. 
La importancia de los activos financieros indirectos radica en que su aceptación por parte de los 
ahorradores últimos del sistema permite al sistema financiero disponer de recursos para ejercer su 
actividad mediadora. Los mismos,si bien obtendrán menor rentabilidad, tendrán mayor liquidez y 
seguridad que los activos financieros directos. La diferencia de rentabilidad entre los activos 
financieros directos e indirectos es lo que permite la existencia de los intermediarios financieros. Los 
intereses que un banco cobra por los créditos que otorga son más altos que los que paga por los 
depósitos que recibe, y con esa diferencia, denominada margen de intermediación o spread 
bancario, cubre sus costos y obtiene beneficios. 
 
8.3.2.2. El rol de los bancos en la creación de dinero 
Examinada genéricamente la función que desempeñan los intermediarios financieros en la 
circulación de activos financieros en la economía, nos concentraremos en el papel que desempeñan 
los bancos dentro del mismo, ya que su actuación, al recibir depósitos y otorgar préstamos, genera el 
proceso de creación secundaria de dinero. Cabe primero una aclaración: el término bancos utilizado 
en este punto es también de carácter genérico, y abarca a todos los intermediarios financieros que 
reciben depósitos, guardan una parte de ellos como reserva, y con la parte no utilizada no reservada 
otorgan préstamos a los prestatarios últimos del sistema. 
En la actualidad, y con el lejano antecedente de los orfebres y casas bancarias de los primeros 
tiempos de utilización del dinero, los bancos operan bajo el sistema de reservas, también 
denominado reservas fraccionarias, por el cual guardan solamente una parte de los fondos que 
reciben como depósitos, bajo la forma de efectivo o como depósito en su cuenta en el Banco Central, 
básicamente por dos razones: 
 la primera de ellas es que deben tener liquidez para hacer frente a la retirada de depósitos 
por partes de sus clientes, pagos de cheques por ventanilla o liquidaciones de préstamos, 
 la segunda es que el Banco Central les exige normativamente mantener un determinado 
porcentaje, variable según el caso, de los depósitos que recibe sin prestar. 
Las reservas de los bancos están integradas por el efectivo que mantienen en sus cajas y por los 
fondos depositados en su cuenta en el Banco Central, conforme se mencionó cuando analizamos la 
base monetaria. 
La proporción que los bancos deben guardar bajo la forma de activos líquidos o reservas recibe 
indistintamente el nombre de coeficiente de caja, coeficiente de reservas o encaje, y su función es 
tratar de garantizar la liquidez de los depósitos, es decir su capacidad para convertirse en efectivo. 
Este encaje también puede ser denominado encaje técnico, que es el que surge de las necesidades y 
forma de la operación de cada banco, y que debería mantenerse aún cuando no hubiese ninguna 
norma establecida al respecto, o también denominarse encaje legal, que es el fijado por la autoridad 
monetaria en el uso de sus atribuciones para fijar la política monetaria. 
 
8.3.2.3. Otros determinantes de la creación secundaria de dinero 
En el apartado anterior se puso especial énfasis en el estudio del sistema de reservas bajo el cual 
operan los bancos en el sistema financiero actual, sistema que, como se verá en el punto siguiente, 
posibilita y a la vez limita la creación secundaria de dinero. El encaje o coeficiente de reservas que 
guardan los bancos puede ser estrictamente el que fija el Banco Central, o puede ser superior al 
 
mismo, de acuerdo a la política que fijen los directivos de cada banco. Ahora bien, no puede nunca 
ser inferior al fijado por la autoridad monetaria. Por eso, la expresión coeficiente de reservas o encaje 
representa la conducta de los bancos respecto de las reservas que deciden guardar, teniendo en 
cuenta ambos aspectos. De cualquier manera, normalmente las variaciones en el encaje legal 
establecido por el Banco Central tienen repercusión en igual sentido en el coeficiente de reservas 
guardado por los bancos. 
El otro determinante de la creación secundaria de dinero es la conducta del público (economías 
domésticas o empresas), respecto de sus tenencias en efectivo. La mayoría de las personas y las 
empresas mantienen una porción de efectivo en sus bolsillos o en sus cajas, que varía de acuerdo a 
sus modalidades de compra u operativas. En el total de la economía existe un nivel de demanda de 
efectivo (billetes y monedas) que mantiene cierta constancia y se denomina preferencia del público 
por el efectivo. 
Por ello, por cada monto que los particulares reciban como ingreso, sea cual fuera su fuente, 
tenderán a mantener un determinado porcentaje en efectivo, y el resto lo depositarán en los bancos. 
Como los bancos pueden prestar en base a los depósitos recibidos después de guardar las reservas 
correspondientes, esta preferencia por el efectivo afectará la cantidad de depósitos que reciben los 
bancos, y por ende su capacidad de otorgar préstamos, incidiendo en el proceso de creación 
secundaria de dinero bancario. 
 
8.3.2.4. El proceso de creación secundaria de dinero 
En base a los conceptos definidos en los puntos anteriores, estamos en condiciones de abordar el 
proceso de creación secundaria de dinero que, como ya se señaló, es el que realiza el conjunto de 
bancos comerciales. 
Partamos del supuesto que el Banco Central realiza una emisión de dinero por algún motivo por $ 
1.000. Este motivo puede ser por ejemplo compra de divisas a un exportador que deposita los $ 
1.000 en un banco comercial. Supongamos también que el banco comercial guarda como encaje un 
20% de los depósitos recibidos y el resto lo coloca como préstamos entre quienes necesitan tomar 
esos fondos, y que el público sobre la misma base guarda un 5% como efectivo. Es decir que esos son 
los parámetros que explican la conducta de los bancos y la conducta del público. 
En este caso, las reservas que guarda el banco comercial alcanzan a $ 200.- y el volumen de 
préstamos que otorga alcanza a $ 800.-. El público, recibidos los $ 800.-, guardará, de acuerdo a los 
supuestos establecidos $ 50.- como efectivo y el resto, $ 750.-, lo destinará a realizar pagos que, de 
una u otra forma, retornarán como depósitos al sistema de bancos comerciales. Estas operaciones 
aparecen detalladas en el primer renglón del cuadro 8.2., que explica sintéticamente este proceso. 
Con estos depósitos en su poder, el banco o los bancos continuarán con su objetivo de 
intermediación y los prestarán, previa deducción del coeficiente de reserva o encaje a mantener. En 
esta segunda iteración las reservas que guardan alcanzan a $ 150.-, prestando $ 600.- a los 
tomadores de préstamos; éstos guardarán $ 37,5 como efectivo, y el resto, $ 562,5, retornará como 
depósitos a algún banco comercial. Este proceso permite hacer n cantidad de iteraciones llegando a 
los resultados que se observan en el cuadro 8.2. a través del valor de las series matemáticas 
implicadas. 
Del análisis del mismo surge que los nuevos depósitos originan nuevos préstamos, y así 
sucesivamente. En cada iteración el volumen de nuevos depósitos que se origina es menor debido a 
dos “filtraciones” que sufre este proceso: una de ellas es el coeficiente de reservas que guardan los 
bancos y la otra es el efectivo guardado por quienes reciben los préstamos. Por eso se afirmó en el 
 
punto anterior que ambos parámetros, representando la conducta de los bancos y del público 
respectivamente, son quienes limitan el proceso de creación secundaria de dinero. El proceso llega a 
un punto en que no se crean nuevos depósitos ni, por esa razón, se otorgan nuevos préstamos. 
¿Cuándo ocurre esto? Cuando la totalidad de la creación primaria de dinero (los $ 1.000.- iniciales) se 
constituyen en reservas de los bancos o en efectivo en poder del público. 
 
 
Vuelta Depósitos Encaje 
A * 0,20 
Préstamos Pref. Efec. 
A * 0,05 
Nuevos 
Depósitos 
 A B C = A – B D E = C – D 
1 
2 
3 
4 
5 
6 
… 
… 
n 
1.000,0 
750,0 
562,5 
421,9 
316,4 
237,3 
… 
… 
4.000,0 
200,0 
150,0 
112,5 
84,4 
63,3 
47,5 
… 
… 
800,0 
800,0 
600,0 
450,0 
337,5 
253,1 
189,9 
… 
… 
3.200,0 
50,0 
37,5 
28,1 
21,115,8 
11,9 
… 
… 
200,0 
750,0 
562,5 
421,9 
316,4 
237,3 
178,0 
… 
… 
3.000,0 
 
Cuadro 8.2. Proceso de creación secundaria de dinero 
Coeficiente de reservas o encaje: 20% 
Preferencia del público por el efectivo: 5% 
 
 
Si revisamos los conceptos referidos a base monetaria, vemos que en este caso, la ampliación de la 
base monetaria fue de $ 1.000.- y la creación total de dinero fue de $ 4.200,0, compuesto de $ 
4.000,0 de depósitos y $ 200,0 de efectivo en poder del público. También se observa que la 
ampliación de la base monetaria fue totalmente absorbida por las reservas bancarias ($ 800,0) y por 
el público bajo la forma de efectivo ($ 200,0). Aquí se observa claramente cuáles son los usos de la 
base monetaria a los que se hizo referencia en el punto 3.1.3 de este Capítulo. 
¿Qué es lo que ocurre cuando, por alguna razón, cambian la conducta de los bancos o del público en 
materia de coeficiente de reservas guardado o de preferencia por el efectivo? Supongamos que, por 
exigencia del Banco Central o por decisión propia los bancos deciden guardar el 30% de reservas en 
lugar del 20%, permaneciendo estable la conducta del público. En este caso el proceso de creación 
secundaria de dinero se observa en el cuadro 8.3. De su lectura surge claramente que la creación 
secundaria de dinero es menor a la producida bajo los supuestos con que se construyó el cuadro 8.2. 
Es decir que, a medida que más elevado es el coeficiente de reservas o encaje que guardan los 
bancos, menor es la creación secundaria de dinero, debido a que los bancos pueden prestar menos 
de lo que prestaban anteriormente en cada ciclo. 
Cuando es el público el que, por alguna razón, cambia de conducta, también hay incidencia sobre el 
proceso de creación secundaria de dinero. El cuadro 8.4 muestra lo que ocurre cuando el público 
decide guardar el 10% de lo que recibe como ingreso, en lugar del 5% que venía guardando. La 
situación se compara con la primera, es decir que el coeficiente de reservas que guardan los bancos, 
ya sea por exigencia del Banco Central o por decisión propia, es del 20%. Del examen de las cifras a 
las que se llega en materia de creación secundaria de dinero, se observa que en este caso también 
disminuye, solamente que es debido a que el público retorna menos dinero como depósito a los 
 
bancos, y éstos, al tener menos dinero para prestar, reducen el volumen de préstamos que hacen en 
cada ciclo de la iteración. 
 
 
 
Vuelta Depósitos Encaje 
A * 0,30 
Préstamos Pref. Efec. 
A * 0,05 
Nuevos 
Depósitos 
 A B C = A – B D E = C – D 
1 
2 
3 
4 
5 
6 
… 
… 
N 
1.000,0 
650,0 
422,5 
274,6 
178,5 
116,0 
… 
… 
2.857,1 
300,0 
195,0 
126,8 
82,4 
53,6 
34,8 
… 
… 
857,1 
700,0 
455,0 
295,8 
192,2 
125,0 
81,2 
… 
… 
2.000,0 
50,0 
32,5 
21,1 
13,7 
8,9 
5,8 
… 
… 
142,9 
650,0 
422,5 
274,6 
178,5 
116,0 
75,5 
… 
… 
1.857,1 
 
Cuadro 8.3. Proceso de creación secundaria de dinero 
Coeficiente de reservas o encaje: 30% 
Preferencia del público por el efectivo: 5% 
 
 
 
Vuelta Depósitos Encaje 
A * 0,20 
Préstamos Pref. Efec. 
A * 0,10 
Nuevos 
Depósitos 
 A B C = A – B D E = C – D 
1 
2 
3 
4 
5 
6 
… 
… 
n 
1.000,0 
700,0 
490,0 
343,0 
240,1 
168,1 
… 
… 
3.333,3 
200,0 
140,0 
98,0 
68,6 
48,0 
33,6 
… 
… 
666,7 
800,0 
560,0 
392,0 
274,4 
192,1 
134,5 
… 
… 
2.666,7 
100,0 
70,0 
49,0 
34,3 
24,0 
16,8 
… 
… 
333,3 
700,0 
490,0 
343,0 
240,1 
168,1 
117,6 
… 
… 
2.333,3 
 
Cuadro 8.4. Proceso de creación secundaria de dinero 
Coeficiente de reservas o encaje: 20% 
Preferencia del público por el efectivo: 10% 
 
Resumiendo: el proceso de creación secundaria de dinero es el que realizan los bancos u otros 
intermediarios financieros que operan bajo el sistema de reservas fraccionarias, cumpliendo con su 
rol de intermediario entre ahorristas últimos del sistema y prestatarios últimos del mismo. Esta 
creación secundaria de dinero será mayor mientras menores sean los encajes que guarden los 
bancos y la preferencia del público por el efectivo. Disminuye a medida que más elevados sean el 
coeficiente de reservas o la preferencia del público por el efectivo. 
 
8.4. EL CONTROL DE LA OFERTA MONETARIA 
Analizados los procesos de creación primaria y secundaria de dinero, y asumiendo que la cantidad de 
dinero u oferta monetaria es una de las variables que más preocupa a las autoridades monetarias, en 
este punto examinaremos cuáles son los instrumentos con que cuenta el Banco Central para llevar 
 
controlar el volumen y composición de la oferta monetaria. Del análisis efectuado respecto de 
creación primaria y secundaria de dinero, se deduce que el Banco Central puede incidir sobre este 
proceso a través de dos vías: 
1. Incidir sobre el volumen de la base monetaria, básicamente a través de los denominados 
“factores bajo control” por parte de la autoridad monetaria, lo cual llevaría a variar la oferta 
monetaria total en un múltiplo de la variación de la base monetaria, a través del proceso de 
creación secundaria de dinero. 
2. Variar el encaje legal exigido a los bancos, con lo que se controla la expansión múltiple de los 
depósitos bancarios o creación secundaria de dinero, sin variar la base monetaria. 
En consecuencia, los instrumentos a los que puede recurrir el Banco Central para alterar la cantidad 
total de dinero son básicamente tres: 
 Las operaciones de mercado abierto; 
 Los préstamos y adelantos a bancos comerciales (también denominados redescuentos); y 
 La variación de los encajes legales. 
Los dos primeros afectan a la base monetaria y el segundo a la creación secundaria de dinero. 
 
Las operaciones de mercado abierto 
Recordemos que las operaciones de mercado abierto son las operaciones de compra y venta de 
títulos públicos que realiza el Banco Central. Si se desea expandir o contraer la oferta monetaria a 
través de operaciones sobre la base monetaria, son una de las opciones más utilizadas por las 
autoridades monetarias de los distintos países, ya que una vez realizadas, provocan un efecto 
potenciado sobre la cantidad total de dinero, originado por el proceso de creación secundaria de 
dinero. 
Una expansión de la base monetaria, y por lo tanto de la cantidad total de dinero, a través de 
operaciones de mercado abierto, se logra cuando el Banco Central compra títulos públicos a 
entidades financieras o a particulares a través de éstas. Una compra de títulos públicos tiene como 
efecto elevar los activos monetarios del Banco Central (Crédito al Sector Público), y también elevar 
los pasivos monetarios, porque si se acredita en la cuenta corriente del banco que realizó la 
operación, aumenta la cuenta Depósitos de Entidades Financieras, que es un pasivo monetario del 
Banco Central. Si lo que se desea es contraer la cantidad de base monetaria, se efectúa una venta de 
títulos públicos, y de esa manera se pone en marcha una disminución de la cantidad total de dinero 
en un múltiplo de la variación de la base monetaria. 
 
Redescuentos y adelantos a bancos comerciales 
El Banco Central puede prestar dinero a los distintos intermediarios financieros para que puedan 
atender situaciones transitorias de iliquidez y cubrir las exigencias de encaje legal. A estos préstamos 
por parte del Banco Central a bancos integrantes del sistema financiero se los conoce como 
redescuentos, debido a que normalmente son garantizados con parte de la cartera de documentos 
de los bancos comerciales, que ya fueron descontados por sus clientes. 
La forma que tiene el Banco Central de regular el acceso a este tipo de operaciones es la tasa de 
interés que cobra por las mismas. Una elevación de dicha tasa hará que los bancos disminuyan las 
operaciones de crédito a sus clientes y destinen los nuevos depósitos que reciban a cubrir las 
exigencias de encaje legal establecidas, para no solicitar préstamos al Banco Central, ahora más 
costosos. De esa manera se reduce el volumen de redescuentos o adelantos otorgados a los bancoscomerciales, que son activos del Banco Central, pero a la vez también disminuyen los pasivos 
monetarios, en especial los Depósitos de Entidades Financieras, si el Banco Central debita de dicha 
cuenta los redescuentos y adelantos oportunamente otorgados a los bancos. Esta reducción de la 
base monetaria trae aparejada también una reducción multiplicada de la cantidad de dinero. 
Si lo que se desea es ampliar la cantidad de dinero, la medida a tomar es la inversa, es decir bajar la 
tasa de redescuento que se cobra a los bancos y de esa manera seguramente se ampliará el volumen 
de créditos otorgados a las entidades financieras. 
 
La variación de los encajes legales 
Al ser los encajes legales el porcentaje que deben guardar los bancos comerciales como reservas de 
la cantidad total de depósitos que mantienen, el Banco Central puede influir sobre la creación total 
de dinero a través de la variación de los mismos. Un aumento en el encaje legal establecido 
seguramente tendrá como consecuencia un aumento del coeficiente de reservas guardado por los 
bancos y esto, según ya se vio, tendrá como consecuencia una menor creación secundaria de dinero. 
Una disminución en los encajes legales, por el contrario, aumentará la creación secundaria de dinero 
y, a través de ello, la creación total de dinero. 
Si bien puede resultar un instrumento tentador para el control de la oferta monetaria total, las 
variaciones en el efectivo mínimo o encaje legal no son la forma más utilizada, ya que su permanente 
variación puede alterar las conductas de los bancos o del público, de manera tal que no se logre el 
objetivo perseguido con su variación. 
 
8.5. LA DEMANDA DE DINERO Y EL MERCADO MONETARIO 
Los puntos 3 y 4 de este Capítulo fueron destinados al estudio de la creación de dinero y al control 
de la oferta monetaria. Antes de abordar un somero estudio del mercado monetario, corresponde 
realizar un breve análisis de la demanda de dinero, ya que la interacción entre oferta y demanda de 
dinero es lo que establece la tasa de interés de equilibrio en la economía. 
 
8.5.1. La demanda de dinero 
La demanda de dinero, también denominada preferencia por la liquidez, hace referencia a la 
cantidad de dinero en forma líquida (efectivo y depósitos bancarios a la vista) que los individuos y las 
empresas mantienen por diversas razones. Una de ellas es que las personas y las empresas 
mantienen saldos líquidos para efectuar sus transacciones corrientes. ¿Por qué se mantienen saldos 
líquidos? Esencialmente porque no existe una perfecta coordinación entre los cobros y los pagos que 
realiza cada agente económico. Piénsese que un asalariado cobra su sueldo cada treinta días y su 
gasto lo realiza durante todos los días del mes. A pesar que algunas empresas cobran y pagan todos 
los días (por ejemplo un supermercado), otras cobran en períodos más espaciados y tienen gastos 
regulares (por ejemplo una explotación ganadera o agrícola). Todas estas situaciones van generando 
demandas de saldos líquidos y la economía en su conjunto mantendrá una determinada cantidad de 
dinero con ese motivo. 
Otro motivo de demanda de dinero, que no alcanza a todas las personas por igual, es la demanda 
que se realiza del mismo como depósito de valor, es decir la realizada por personas que tienen 
riqueza y tienen distintas alternativas para conservarla, siendo el dinero una de ellas, pudiendo ser 
preferida porque no sufre alteraciones en su valor nominal y puede, en ausencia de inflación, ser 
considerado un activo seguro en este sentido. 
 
Tomada en su conjunto, podemos definir a la demanda de dinero como la fracción de la riqueza que 
los individuos y las empresas desean mantener en forma líquida, aunque existan diferentes motivos 
para ello. 
 
8.5.2. Los determinantes de la demanda de dinero 
La cantidad de dinero que los individuos desean mantener, es decir, la demanda de dinero, depende 
fundamentalmente de dos factores: el nivel de renta real y la tasa de interés. Analizaremos cada uno 
de ellos por separado, con las implicancias que en cada caso tienen. 
 
8.5.2.1. El nivel de renta real como determinante de la demanda de dinero 
La demanda de dinero que las personas y las empresas desearán realizar dependerá en forma directa 
del nivel de su renta real. Este concepto surge de realizar un cociente entre la renta nominal y el 
nivel de precios de la economía que se analizará en detalle en el punto siguiente. 
Supongamos un individuo que gana $ 1.200.- por mes y gasta la totalidad de su ingreso en forma 
perfectamente regular a lo largo del mes, es decir gasta $ 40 por día, de manera tal que al comienzo 
del día 1 tiene $ 1.200.- y al final del día 30 tiene $ 0.- Si gastara de esa manera, se podría calcular 
perfectamente su demanda de dinero, estimando cuál es el saldo promedio que mantiene en 
promedio, sumándolos y dividiéndolos por 30, que son los días del mes. Si efectuáramos ese cálculo 
veríamos que este individuo tiene una demanda de dinero de $ 600.-, que es el promedio de saldos 
diarios a lo largo del mes. 
Si el ingreso de esta persona subiera a $ 1.500.- sin variación de precios, es decir que tuvo un 
aumento de su renta real, y piensa seguir gastando la totalidad de su ingreso de la misma manera 
que lo hacía anteriormente, pasará a gastar $ 50.- por día y su demanda de dinero para realizar sus 
transacciones corrientes habrá aumentado hasta $ 750.-. Es decir que un aumento de su renta real 
hizo aumentar su demanda de dinero, por eso se afirma la existencia de un vínculo directo entre 
demanda de dinero y renta real, al generalizarse este análisis a la totalidad de los agentes 
económicos. 
Puede pensarse que los supuestos de gasto perfectamente proporcional son muy restrictivos para 
sustentar este análisis, ya que las personas realizan la mayor parte de sus pagos en los primeros días 
de cada mes, pero en realidad esto no es así, ya que si bien esto determinará una menor demanda 
de dinero de esta persona, esto se compensa con la demanda que efectúan quienes reciben estos 
pagos, que de esta manera tendrán un promedio de saldos superior a la media y, por ende, una 
mayor demanda de dinero. 
 
8.5.2.2. El nivel de renta nominal y la demanda de saldos reales 
El punto anterior refería a qué ocurría cuando la renta crece en términos reales. Indudablemente, un 
mayor flujo de renta requerirá también de mayor cantidad de dinero para poder realizar las 
transacciones. La pregunta que corresponde hacerse en este caso es qué ocurre cuando lo que varía 
es el nivel de renta nominal y también varían los precios, para establecer cuál es la conducta de los 
individuos y las empresas en estos casos. 
Si este individuo que ganaba $ 1.200.- se ve afectado por un alza de precios del 20% y a la vez su 
ingreso crece también un 20% (sube a $ 1.440.-), ¿mantendrá su demanda de dinero en $ 600.- cómo 
lo venía haciendo? Puede hacerlo, pero si retira $ 1.200 al comienzo del mes, no podrá adquirir la 
cantidad de bienes y servicios que venía comprando hasta ese momento y deberá ir al banco a 
retirar el dinero restante para poder hacerlo. Como esa situación no le resulta cómoda ni habitual, lo 
 
más probable es que este individuo retire los $ 1.440.- al comienzo del mes y de esa manera pueda 
comprar la cantidad de bienes y servicios que venía adquiriendo hasta este momento. Pero lo 
importante de esto, a los efectos del análisis de su demanda de dinero, es que esta persona sube su 
demanda de saldos monetarios a $ 720.-. Como se observa, la suba de precios y de ingresos de igual 
magnitud que tuvo esta persona, que dejó inalterado su ingreso real, hizo aumentar su demanda de 
saldos nominales, pero dejó sin variación su demanda de saldos reales. En este sentido afirmaremos 
entonces que la demanda de dinero es demanda de saldos reales y que se consideran saldos reales al 
valor de las tenencias de dinero medidas en función de su poder adquisitivo. 
Cuando incorporamos la posibilidad de variación de preciosen la economía, vemos entonces que la 
demanda de dinero en términos nominales puede modificarse cuando varían los precios, aún cuando 
la demanda de saldos reales permanezca invariable. El caso analizado en el punto 5.2.1 también 
puede tener una lectura desde el punto de vista del ingreso nominal, ya que evidentemente éste 
aumentó, y, al no variar los precios, produjo como efecto también un aumento en la demanda de 
saldos reales. 
La demanda de saldos reales en general la definiremos como: 
 
L = M / P 
Siendo: 
L: Demanda de saldos reales; 
M: Demanda de saldos nominales; y 
P: Nivel general de precios. 
El sentido de las variaciones de M y de P dará lugar a las correspondientes variaciones en la demanda 
de saldos reales. Si P permanece estable, un aumento en M producirá un aumento en la demanda de 
saldos reales, y un descenso en M disminuirá la demanda de saldos reales. Si P desciende, un 
aumento en M, o el hecho que ésta permanezca estable, provocará un aumento en la demanda de 
saldos reales. Un aumento en P, acompañado por descensos en M o estabilidad en la misma, 
provocará disminuciones en la demanda de saldos reales. Un aumento en P menos que proporcional 
a un aumento de M producirá un aumento en la demanda de saldos reales y si el aumento de P es 
más que proporcional al aumento de M dará lugar a una caída en la demanda de saldos reales. 
Se observa entonces que el análisis efectuado respecto de la renta real y su impacto sobre la 
demanda de dinero puede hacerse extensivo a las variaciones de la renta nominal y cómo la misma 
se traslada a la demanda de dinero. Un aumento de la renta nominal implicará aumento en la 
demanda nominal de dinero y un descenso en la renta nominal traerá como resultado un descenso 
en la demanda de saldos nominales. Nótese que no hablamos en este párrafo de saldos reales, 
debido a que las variaciones en el nivel general de precios son consideradas aparte en este caso. 
 
8.5.2.3. La tasa de interés y su incidencia sobre la demanda de dinero 
La incidencia de la tasa de interés sobre la demanda de dinero puede ser enfocada desde dos puntos 
de vista: uno el que examina los efectos que produce sobre la demanda para las transacciones 
habituales de la economía, y el otro el que produce su utilización como activo depositario de valor. 
Con respecto a cómo incide la tasa de interés sobre la demanda para las transacciones habituales, 
éste tema había sido muy poco estudiado mientras las tasas de interés eran muy bajas. La suba que 
se produce a fines de la década de 1970 y principios de la década de 1980 provoca un cambio en la 
conducta de los agentes económicos, que prefieren reducir los saldos líquidos que mantienen y 
adquirir a cambio activos que generan intereses, ya que el costo de oportunidad de mantener esos 
 
saldos líquidos se había incrementado notoriamente. Es decir que desde este punto de vista, la 
relación que se establece entre la tasa de interés y la demanda de saldos en dinero, en este caso 
saldos nominales, es de carácter inverso. 
En lo que hace a la conducta de los agentes económicos que demandan dinero como reserva de 
valor, es decir que poseen riqueza y pueden guardar parte de la misma como saldos líquidos, debido 
a que, como ya se señaló, en ausencia de inflación, el dinero es un activo seguro en términos de 
valores nominales, cosa que puede no ocurrir con otros activos alternativos en los que estos agentes 
económicos pueden conservar su riqueza. También es aplicable en este caso el análisis del costo de 
oportunidad: a medida que más elevada es la tasa de interés, menos demandarán los individuos 
como saldos líquidos, debido justamente al alto costo de oportunidad de los intereses no ganados. 
En cambio, cada vez que las tasas de interés desciendan aumentarán la demanda de saldos en 
dinero, ya que el costo de oportunidad de los intereses no ganados disminuirá. De cualquier manera, 
se observa que se establece una relación de carácter inverso entre demanda de saldos líquidos, en 
este caso nominales, y la tasa de interés. 
Un análisis un poco más elaborado de la relación existente entre precio de los activos que no son 
dinero sino que generan rentas de carácter fijo y la diferencia entre la tasa de interés actual y la tasa 
de interés esperada en la economía, establece la existencia de un vínculo inverso entre ambos, lo 
cual nos lleva a la conclusión que ante tasas bajas de interés y precios elevados de los títulos con 
expectativas de aumento en la tasa de interés y bajas del precio de los títulos, a los poseedores de 
activos les conviene desprenderse de los títulos y demandar dinero, ya que podrán adquirir los 
títulos luego a precios más bajos y obtener ganancias de esa evolución esperada. Si la situación fuese 
a la inversa, es decir tasas elevadas de interés y precios bajos de los títulos, y ante expectativas que 
la tasa de interés baje (y el precio de los títulos suba), a quienes poseen activos, entre los que se 
cuenta el dinero, les convendrá comprar los activos que generan intereses y desprenderse del 
dinero, ya que podrán venderlos después a precios mayores y obtener ganancias. A este tipo de 
demanda de dinero se la conoce como demanda especulativa de dinero, en el sentido que las 
decisiones que se toman se realizan en base al valor esperado de variables económicas en el futuro. 
Pero, al igual que en los casos anteriores, la relación entre la tasa de interés, en este caso esperada, y 
la demanda de saldos nominales es de carácter inverso. 
 
En resumen: la demanda de saldos reales en la economía depende de la evolución de la demanda de 
saldos nominales y del nivel general de precios. A su vez, la demanda de saldos nominales está 
determinada por las variaciones en el nivel de renta nominal y la tasa de interés. El vínculo entre 
demanda de saldos nominales y nivel de ingreso nominal es de carácter directo y el vínculo entre 
demanda de saldos nominales y tasa de interés, ya sea actual o esperada, es de carácter inverso. 
 
8.5.3. El mercado monetario y la determinación de la tasa de interés 
Analizados los conceptos referidos a la oferta monetaria y los elementos básicos de la demanda de 
dinero, estamos en condiciones de abordar gráficamente cómo interactúan la oferta y la demanda 
de dinero en el mercado monetario, y entre ambas determinan la tasa de interés de equilibrio de la 
economía. El objetivo básico de este punto es establecer que la tasa de interés en un sistema de 
mercado, es un resultado concreto de la interacción entre oferta y demanda de dinero. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Gráfico 8.1. El mercado monetario 
 
 
En el gráfico 8.1 se observa la interacción mencionada. La demanda de dinero (L) tiene pendiente 
negativa, ya que se refiere al vínculo existente entre tasa de interés y demanda de saldos reales, que, 
como se señaló, tiene carácter inverso. 
Por otra parte, la oferta de dinero u oferta de saldos reales en la economía, se supone controlada 
por el Banco Central, que puede determinar su valor, y la misma a este nivel de estudio del problema 
la suponemos independiente de la tasa de interés, por lo que se simboliza por la recta vertical 
(M/P)0. 
La interacción de ambas genera el punto de equilibrio E0 en el mercado monetario, generando la tasa 
de interés de equilibrio i0 en ese sistema financiero. 
De esta manera se determina la tasa de interés de equilibrio. Es obvio para el lector familiarizado con 
el análisis del modelo básico de oferta y demanda, que cambios en cualquiera de ellas darán origen a 
cambios en la tasa de interés, lo que es objeto de estudio en textos especializados en 
Macroeconomía. 
 
 
8.6. EL DINERO Y EL SISTEMA FINANCIERO EN LA ARGENTINA 
 
La Argentina vivió durante los años 2001 y 2002 una fuerte crisis económica que tuvo su correlato en 
su sistema monetario y financiero. El sistema de convertibilidad cambiaria, caracterizado por un tipo 
de cambio fijo mantenido por más de una década, terminó colapsado afectandode manera muy 
significativa a los indicadores del sistema monetario y financiero. 
Antes del período de crisis el Banco Central de la República Argentina contaba con más de 20.000 
millones de dólares estadounidenses de reservas internacionales que respaldaban a una base 
monetaria de una cuantía similar a un tipo de cambio fijo de $ 1 = 1 U$S. El sistema de creación 
secundaria había funcionado creando gran cantidad de dinero secundario por una importante 
expansión del crédito, acercando la oferta monetaria total a aproximadamente 100.000 millones de 
pesos considerados equivalentes a dólares estadounidenses. La crisis redujo aproximadamente 2/3 
de las reservas internacionales y puso al sistema bancario al borde de la bancarrota al contraerse los 
préstamos y depósitos dramáticamente. Las autoridades económicas intentaron diversas 
Tasa de 
interés 
i0 
(M/P)0 
E0 
L 
Saldos reales 
 
regulaciones para evitar los retiros de fondos del sistema las que se popularizaron bajo el nombre de 
“corralito” y ante los graves problemas fiscales pusieron en circulación compulsiva títulos públicos 
cancelatorios de deuda que funcionaron hasta 2003 como verdaderas “cuasimonedas”. 
En la actualidad el sistema monetario y financiero ha superado los problemas de la crisis del 2001, 
pero se enfrenta a otros desafíos. A principios de 2013, las reservas internacionales alcanzaban un 
nivel aproximado a los 42.000 millones de dólares estadounidenses, mientras que la base monetaria 
era apenas menor a los 300.000 millones de pesos, con un tipo de cambio que ronda los 5 pesos por 
dólar. En cuanto a la creación secundaria los niveles de depósitos totales se acercaban a los 550.000 
millones de pesos, lo que sumado a los valores del efectivo en poder del público permitían estimar el 
nivel de M3 en un nivel superior a los 750.000 millones de pesos. 
 
8.7. GUÍA DE ESTUDIO 
 
8.7.1. Conceptos básicos 
 Funciones del dinero. 
 Componentes de la cantidad de dinero. 
 Liquidez. Clasificaciones de la cantidad de dinero de acuerdo a la misma. 
 Oferta Monetaria o creación total de dinero. 
 Banco Central. Funciones. 
 Activos y Pasivos Monetarios. 
 Base Monetaria. 
 Factores de expansión y factores de contracción de la base monetaria. 
 Intermediarios Financieros. Funciones que desempeñan. 
 Reservas Bancarias. 
 Creación Secundaria de Dinero. 
 Control de la Oferta Monetaria. 
 Demanda de Dinero. 
 Determinantes de la Demanda de Dinero. 
 Tasa de interés. 
 
8.7.2. Preguntas de repaso 
1. ¿Cuál es la característica que le permiten al dinero cumplir con cada una de sus funciones? 
2. Realice una descripción de las formas que tuvo el dinero en la historia. Describa los requisitos que 
debe cumplir una mercancía para que pueda ser utilizada como dinero. 
3. Intente realizar los asientos contables que hace el Banco Central cuando realiza operaciones que 
afecten a la base monetaria. 
4. ¿Qué vínculo existe entre variaciones de activos y variaciones de pasivos monetarios del Banco 
Central? 
5. Realice una breve descripción de la creación secundaria de dinero o creación de dinero bancario. 
Intente realizar los asientos contables que hacen los Bancos Comerciales cuando realizan sus 
operaciones. 
6. Explique por qué razón no existe creación secundaria de dinero si el Banco Central establece un 
encaje del 100%. 
 
7. Explique por qué razón no existe creación secundaria de dinero si los particulares mantienen el 
100% de sus activos líquidos como dinero en efectivo. 
8. ¿Qué significa que la demanda de dinero es demanda de saldos reales? 
9. ¿Cómo se determina la tasa de interés en la economía? 
 
8.7.3. Señale si es verdadero o falso; fundamente su respuesta 
1. Siempre que existe déficit presupuestario se incrementa la base monetaria, al margen de la forma 
en que se financie, ya que éste es un factor de creación fuera de control de la autoridad 
monetaria. 
2. Si existe déficit del sector público y el mismo es financiado por el sistema bancario comercial, 
esto implicará que el Estado tendrá mayor liquidez y los agentes privados más títulos de la deuda 
pública (se producen cambios en la tenencia de activos entre agentes públicos y privados de la 
economía) a la vez que aumenta la cantidad total de dinero. 
3. Si el gobierno tiene déficit presupuestario y emite títulos de deuda que coloca entre inversores 
institucionales y bancos privados, en ese caso aumentará tanto la cantidad de dinero (M3) como 
la cantidad de activos líquidos en poder del público (M4). 
4. La creación de dinero bancario aumenta siempre que aumenta la cantidad de dinero que el 
público mantiene como efectivo y el Banco Central disminuye las exigencias de encaje a los 
bancos comerciales. 
5. Si en un período determinado se observa un aumento en la oferta monetaria total, y el Banco 
Central mantuvo sin variantes los encajes legales, la situación mencionada pudo deberse a 
compras de títulos públicos por parte del Banco Central y a un aumento de la preferencia del 
público por el efectivo. 
6. Las utilidades remitidas por filiales de empresas extranjeras radicadas en Argentina a sus casas 
matrices disminuyen la retribución a residentes nacionales y también la base monetaria de 
nuestro país. 
7. Si en un período determinado el ingreso real aumenta porque los precios suben menos que el 
ingreso nominal, y se produce simultáneamente un aumento en la tasa de interés, en ese caso 
con seguridad habrá aumentado la demanda de saldos nominales y de saldos reales. 
 
8.7.4. Elección de respuestas alternativas 
1. Si existe déficit del sector público, financiado con venta de títulos a bancos del exterior, y el Banco 
Central desea aumentar la cantidad total de dinero, entre las medidas a adoptar se pueden 
mencionar las siguientes: 
a) Ninguna, ya que la base monetaria se amplía en el caso descripto. 
b) Comprar títulos públicos y elevar el encaje. 
c) Otorgar redescuentos y bajar el encaje. 
d) Aumentar la tasa de redescuento que le cobra a bancos comerciales. 
e) Son ciertas las alternativas c) y d). 
f) Ninguna de las anteriores alternativas es válida. 
 
2. Un aumento de la oferta monetaria es compatible con las siguientes circunstancias: 
a) Si el Banco Central no toma otras acciones, con un déficit en la balanza de pagos. 
b) Si el Banco Central no toma otras acciones con un superávit del sector público. 
c) Con seguridad si el Banco Central financia un déficit del sector público, y a la vez aumenta en los 
encajes bancarios. 
d) Con seguridad si disminuye la tasa de interés y aumenta el ingreso real. 
e) Si el Banco Central no toma otras acciones, con un aumento en la tasa de redescuento que le 
cobra a los bancos comerciales. 
f) Ninguna de las anteriores alternativas es válida. 
3. Un aumento en la tasa de interés interna de un país provocará alguno de los siguientes efectos: 
a) Disminución en la cantidad total de dinero u oferta monetaria si el tipo de cambio es flexible. 
b) Aumento en la demanda de dinero si está acompañada de estabilidad o de un aumento en el 
ingreso real. 
c) Disminución en la demanda de dinero si no varía el ingreso nominal, con precios en aumento. 
d) Disminución en la cantidad de dinero si genera superávit en el balance de pagos. 
e) Son ciertas b) y d). 
f) Ninguna de las anteriores alternativas es válida. 
 
8.7.5. Ejercicios resueltos; criterios para la resolución de los problemas planteados 
1. Analice qué ocurre con la demanda de saldos reales y con la demanda de saldos nominales si en 
un período determinado los precios aumentan el 8%, en tanto que el ingreso nominal lo hace en 
un 4%, y a la vez se produce un descenso en la tasa de interés. 
Respuesta: La demanda de saldos nominales habrá aumentado por dos motivos: el hecho que el 
ingreso nominal aumente un 4%, y el hecho que baje la tasa de interés; ambos colaboran para que 
aumente la demanda nominal de dinero. En cuanto a la demanda de saldos reales, no podemos decir 
lo mismo, ya que si bien

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