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Reporte
Caminar para vender
El autor basa su investigación en la recopilación de testimonios de los habitantes de Tamazola y sus vecinos, ya que no existen estadísticas sobre la producción comerciada por los trashumantes. Para reconstruir las rutas y estrategias mercantiles, se realizaron entrevistas colectivas e individuales con la ayuda de un grupo de amigos tamazoltecos. Además, el autor reconoce la importancia de los antecedentes teóricos en la antropología económica y en particular en los estudios de plazas, y pone a prueba su pertinencia para abordar la región de Tamazola y sus vecinos.
Se describe la estructura social de Tamazola y sus vecinos, destacando la importancia de la tenencia de la tierra en la clasificación social. Los mixtecos, que vivían en todo el pueblo pero se concentraban en "La Loma", uno de los cuatro barrios que componen al pueblo, siempre han ejercido la alfarería. La producción agrícola y ganadera de Tamazola y sus vecinos es prácticamente la misma, pero cada pueblo se distingue por producir productos particulares.
Los comerciantes trashumantes de Tamazola y sus vecinos crearon rutas para intercambiar sus productos, eran establecidas por los comerciantes en función de los productos que ofrecían y los que necesitaban. Por ejemplo, la alfarería original fue enviada a Alpoyeca, Guerrero; Ixpantepec, Oaxaca y Juxtlahuaca, Oaxaca; llevando de regreso frutas tropicales.
Los vendedores de otras rancherías y pueblos llegaban a Tamazola para ofrecer sus productos, entre ellos los vecinos de Zapotitlán que vendían sal. Los domingos, al salir de misa, los tamazoltecos podían comprar grandes cantidades de palma, insumo para la cestería, traída de San Miguel y de Igualtepec. 
Los viajes no duraban más de tres días y se organizaban en grupos de una o dos familias, se alimentaban con tortillas secas, agua y pinole; la seguridad era diferente en ese momento, las familias contaron que nunca fueron víctimas de robo. Cada andarín hacía tres o cuatro pares de huaraches de palma para completar la travesía, tenían que transportar sus productos en burros y cada producto merecía cuidados especiales. 
Las piezas de barro se amarraban y separaban con hojas de encino unidas, iniciaban el recorrido con plátanos verdes y durante el trayecto maduraban; también vendían metates y molcajetes que aumentaban su costo porque sólo llevaban uno por mula
El estudio de las rutas comerciales trashumantes de los tamazoltecos y sus vecinos permite comprender la complejidad de las relaciones económicas y sociales en la región. A pesar de la falta de estadísticas y registros formales, la reconstrucción de estas rutas a través de los testimonios de los propios comerciantes y sus familias, así como de la observación de las especializaciones productivas de los distintos pueblos, permite entender cómo se articulaban las economías locales y cómo se adaptaban a las condiciones geográficas y climáticas de la región. 
Referencias· Reyes Equiguas, S. (2009). Caminar para vender. Relatos de alfareros, copaleros y chiveros en sus andanzas por la mixteca. México. UNAM, pp. 609-630.

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