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LAS ORGANIZACIONES EFÍMERAS (Teoría de los Grupos)

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GLADYS ADAMSON 
bibliopsicosocial@gmail.com
www.bibliopsicosocial.blogspot.com
LAS ORGANIZACIONES 
EFIMERAS 
Las organizaciones efímeras y las nuevas formas de 
agrupamiento social (*) 
Lic. Gladys Adamson 
Desde el ECRO pichoniano pensamos al sujeto como producto de su historia singular comprendida 
como historia familiar. Pero en esta historia considerada en su verticalidad percibimos también la 
condición de "emisario" del sujeto, de emergente de una compleja trama vincular que a la manera de 
la íntima textura de una tela nos devela el tejido social.(1) 
Este tejido social estará presente e inconsciente en el esquema referencial del sujeto, en su manera 
de percibir, de efectuar distinciones en la realidad para comprenderla, en la manera de operar sobre 
ella y en las múltiples significaciones que otorgará al amor, a la política, al bienestar, al futuro, al 
sexo, al Estado, al ser mujer, hombre etc. 
La importancia de pensar a la estructura familiar con una determinación de peso pero no exclusiva 
de la subjetividad nos permite pensar los cambios sociales, pensar los ámbitos que contextuan a la 
familia (el institucional y comunitario) con un peso similar al de la familia en la determinación de la 
subjetividad. 
A su vez la importancia que posee esta manera de pensar es que nos permite percibir cómo los 
cambios sociales, los distintos momentos históricos que nos toca vivir a lo largo de nuestra vida 
tienen un efecto de producción de nuevas subjetividades, de nuevos estilos vinculares que 
emergeran en nuestras organizaciones, nuestra cultura, nuestra cotidianidad. Cómo entender si no, 
los cambios generacionales? 
Aquí veo un desafío de la década del 90 para los Psicólogos Sociales. Cómo percibir los atisbos o 
los fragmentos de esta nueva subjetividad, hoy, que estamos atravezando tantos cambios sociales a 
nivel nacional y mundial? 
Hay un relativo acuerdo entre los pensadores sociales que la diversidad, las contradicciones y la 
fragmentación de nuestro mundo actual han hecho estallar nuestros marcos referenciales. Nos 
encontramos así en una situación de crísis de referentes. 
Como naúfragos vamos recogiendo los fragmentos de nuestro marcos referenciales deshechos y 
tratando de verificar cual de todos nuestros conceptos nos es todavía instrumental para comprender 
la realidad que nos ha tocado vivir. Frente a esta situación corremos el riesgo de una parálisis 
puesto que si dudamos de nuestros conceptos instrumentales, desde dónde y cómo operamos en la 
realidad. 
Tenemos la sensación que los lazos entre la realidad social y nuestros instrumentos para el 
conocimiento de lo social se ha roto. No se trata sólo que la realidad esta cambiando sino que por 
efecto de dicho cambio estamos cuestionando nuestos modos de percepción y nuestros 
instrumentos de interpretación. 
Cómo hacer para reconocer lo autenticamente nuevo que se está gestando en nuestra sociedad si 
lo miramos con "ojos viejos"? Tenemos otra posiblidad de comprender este cambio social que no 
sea a partir de marcos conceptuales que nos provienen del pasado? 
Si inventamos nuevas perspectivas para pensar nuestra realidad actual esto nos puede llevar al 
error. Pero el máximo error no sería insistir con viejas categorías para comprender una realidad que 
ya no es la que le otorgó validez a dichas categorías? Estos son algunos de los interrogantes que 
me asaltan pero que al mismo tiempo intuyo como fecundos. 
Teniendo en cuenta la ruptura existente entre realidad y formas de percibirla y comprenderla, 
comencemos por plantearnos ciertas caracterizaciones de nuestra realidad actual. 
Nuestra realidad actual 
Visualizar nuestra realidad hoy es percibir que el Estado nos plantea la instalación de una estructura 
económica que caracterizaría como propia de un capitalismo feroz, basado en la propiedad privada, 
en la competencia despiadada según las leyes de mercado. 
Este planteo tiene como consecuencia la cosificación de los sujetos ya que nos convertimos en 
objeto de explotación, importantes casi exclusivamente en relación a nuestra capacidad de 
producción o de consumo. Somos un elemento del mercado más. 
A ello debemos agregar una cultura política, un estilo de accionar político, que incluye, casí con 
naturalidad el cinismo y la mentira, la posibilidad de la corrupción y la prevalencia de intereses 
personales o de camarillas por sobre los intereses comunes de la población a la que los políticos 
supuestamente representan. 
Es un gran interrogante si la Ley del Mercado será la que guiará nuestro futuro como humanidad o 
si, como corresponde a nuestra tradición greco-latina fijaremos ciertos ideales éticos que tengan 
como objetivo el bienestar común de los seres humanos por encima de la ley del dinero. Si 
renunciamos a los ideales corremos el riesgo de quedar a merced de un "motor ciego de la historia" 
como lo señala Marshall Berman (2). 
La realidad social en los grupos 
Si constatamos lo emergente, aquello novedoso y actual en los grupos a los que pertenecemos, que 
formamos etc., tenemos que decir que percibimos a sujetos en crísis más o menos constantes. Esto 
es, padeciendo la pérdida de sus marcos referenciales que les permitían una cierta adaptación 
activa a la realidad, la pérdida de sus instrumentos para percibir la realidad y adaptarse a ella de 
manera más o menos exitosa. 
Aparecen así, en los grupos que coordinamos sujetos sobreestimulados, como si hubieran sido 
bombardeados por estímulos desestructurantes y sin tiempo para elaborarlos y otorgarles cierta 
coherencia, la necesaria para operar sobre la realidad. 
Vemos sujetos que se visualizan en riesgo, con la angustia de desconfiar de sus propios parámetros 
perceptivos y de interpretación de la realidad, situación que en una sociedad capitalista es grave. Se 
juega en ello no sólo condiciones de mayor o menor bienestar subjetivo sino posibilidades de 
supervivencia real. 
Esta situación de crisis introduce una paradoja en los vínculos humanos: por un lado se perciben 
como muy necesarios, es solamente en el sostén vincular, en la comunicación con el semejante que 
va a ser posible "ajustar" el "aparato" perceptivo y volver confiable una determinada lectura de la 
realidad (el otro también puede ser una fuente de recursos concretos en la lucha por la vida) pero 
por otro lado emergen en los vínculos grupales los efectos de la crisis: un alto monto de angustia, de 
suceptibilidad, de bajo umbral a la frustración, de desconfianza del otro, sobre todo si tiene algún rol 
de autoridad o cuota de poder sobre él. La suceptibilidad existente frente a todo aquello que pueda 
ser sospechoso de manipulación sólo es comprensible desde la crisis de representatividad que 
sufrimos en la actualidad derivada en gran parte por la desconfianza generada por los políticos (que 
son los que nos gobiernan) y su manera perversa de operar a través de la mentira, el doble 
discurso, las promesas que encubren sus intereses personales, etc. 
Lo novedoso a nivel social 
Qué es aquello novedoso en nuestra realidad social actual?. La presencia de nuevos movimientos 
sociales que no pueden ser definidos como partidos politicos, ni pertenencientes a una determinada 
clase social, me estoy refiriendo a agrupaciones feministas, a Asociaciones por los Derechos 
Humanos, muchos movimientos de defensa del medio ambiente, movimientos indigenistas de 
defensa de sus tradiciones y cultura, agrupaciones de homosexuales etc. 
También la existencia de múltiples agrupaciones humanas que a la manera de "organizaciones 
efímeras" se nuclean alrededor de un objetivo puntual, eligen sus líderes, programan sus acciones 
conjuntas y cuando logran su objetivo se disuelven. Me estoy refiriendo a organizaciones de 
trabajadores al margen de su sindicato que se nuclean alrededor del objetivo de salvar su fuente de 
trabajo, poblaciones de ciudades del interior que se movilizan para evitar que su ciudad 
desaparezca bajo las aguas, moradores de un asentamiento reclamando por la posesión desus 
tierras, las marchas del silencio en Catamarca, la lucha de los docentes, la persistente presencia de 
los jubilados todos los miércoles en la Plaza etc. 
Hay ciertas peculiaridades en estos movimientos sociales que querría destacar. No existe en ellos la 
intencionalidad del poder, pero sí el objetivo de cambiar patrones socio-culturales, significaciones 
sociales que operan como instituidos universales, significaciones que penetran en la intimidad de su 
cotidianidad, en la microestructura social. Me estoy refiriendo a la intencionalidad explícita de que se 
modifiquen significaciones sociales respecto de la educación pública, de lo femenino, acerca de la 
impunidad, de la corrupción, acerca de la dignidad de los desposeidos, de los viejos, de la 
diversidad sexual humana etc. 
En un sentido mas general son movimientos contra la alinenación, movilizaciones para recuperar la 
identidad y la autonomía. Rechazan el tutelaje de los partidos políticos, posición novedosa frente al 
paternalismo conservador y la manipulación demagógica, aparecen como una nueva forma de 
acción política que no se plantea la toma del poder para llevar a cabo los cambios culturales sino 
que opera en todo caso en la microfísica del poder intentando cambiar esa urdimbre se 
significaciones que según Castoriadis es la sociedad. 
Tilman Evers sostiene que estos movimientos sociales nos debe llevar a pensar "un 
ensanchamiento de la esfera de "lo político"" ensanchamiento que implica pensar lo político no sólo 
como una esfera especializada y agrega "Los esfuerzos de las dictaduras militares para suprimir la 
participación política cortando los canales tradicionales de articulación, tuvieron el efecto 
exactamente opuesto de politizar las primeras manifestaciones sociales por vivienda, consumo, 
cultura popular o religión". 
Algunas de las características de estos movimientos sociales son: 1) lo integran un número 
relativamente bajo de participantes, 2) no poseen estructuras burocráticas sino predominantemente 
informales, 3) formas colectivas de toma de decisiones, 4) poca distancia entre los líderes y los 
demás participantes, 5) modos pragmáticos, no teóricos de visualizar y plantear los objetivos del 
movimiento etc. 
La utopía de una nueva sociedad? 
No deberíamos considerar estos movimientos sociales como embriones en gestación de una nueva 
forma social? No son, aunque efímeras, experiencias importantes de cooperación, de solidaridad, de 
utopía de una sociedad mas igualitaria, de una sociedad nueva donde la dignidad del ser humano 
sea inapelable? Por qué negarle capacidad innovadora, de cambio social, por qué anular su 
potencial para crear y experimentar formas diferentes de relaciones sociales cotidianas? El hecho de 
que no intenten cambiar todo el sistema social sino significaciones básicas de nuestra estructura 
social, le quita necesariamente su valor transformador? 
Debemos considerar que aquello que llamamos sociedad no es algo establecido de una vez y para 
siempre. Ha sido producido por los hombres y aún más, debe ser reproducido cotidianamente en 
sus creencias, valores, acciones para que subsista como tal. De aquí entonces la importancia de la 
puesta en cuestión de ciertos instituídos que se hallan íntimamente amalgamados a nuestra vida 
cotidiana. A través de su práctica social estas organizaciones efímeras ponen en cuestionamiento 
algunos mecanismos de automatismo social reproductivo inconsciente. Con su acción enuncian un 
desacuerdo con cierto imaginario eficaz (3) y denuncian cómo con ello se reproduce una situación 
injusta. Por ejemplo, una posición de marginación social de los viejos. 
Así estos sectores de nuestra población movilizados han creado "cuerpos extraños" en esta 
sociedad ferozmente capitalista implantando formas solidarias de relacionarse, luchas por una 
dignidad que no pasa por la capacidad de consumo, por la imitación de la "cultura de mercado" 
dominante. Estos sujetos practican en el interior de estas "organizaciones efímeras" valores y 
creencias no alienadas, lo que significa un claro impulso a reapropiarse de su identidad, de sus 
derechos y su cultura. En estos nuevos movimientos sociales hay indudablemente una expectativa 
de cambio social. 
Sin una utopía de que es posible el proyecto de un cambio social para el futuro.Estas agrupaciones 
humanas se movilizarían con la energía y persistencia con que lo hacen? 
En la dimensión de la grupalidad 
No deberíamos plantearnos la emergencia fragmentada, reciente, de una nueva forma de 
subjetividad? Una subjetividad en la que anida un fuerte impulso a la rebelión contra la sociedad 
existente, rebelión contra la alienación, una subjetividad impulsada a colocarse como sujeto de su 
propia historia, con una identidad en crisis pero que busca fuertemente su reafirmación y de allí esta 
alternancia entre exceso y ausencia de autoestima que encontramos en los grupos. No nos 
hallamos ante la necesidad de reafirmar la propia dignidad humana frente a la experiencia diaria de 
miseria, opresión y devastación cultural? Rebeldía en contra de cualquier tipo de dominación vivida 
como usurpación de identidad aunque esta esté encarnada en la figura de un coordinador. 
Subjetividad que busca un espacio profundamente democrático suceptible a reaccionar con 
violencia frente al menor atisbo de autoritarismo, de dominación, de recorte de su libertad individual, 
dispuesta a defender a ultranza su autonomía. Subjetividad que necesita reafirmar constantemente 
que es sujeto de su propia historia y que es quien decide la calidad y cantidad de incidencia de las 
estructuras sociales, educativas, etc. existentes, aún en un espacio tan genuinamente democrático 
como es la Escuela de Psicología Social. Sujeto con una profunda vocación de cambio en relación a 
las jerarquías que introducen los factores de poder, rebelándose a ser considerado sólo como 
consumidor y buscando relaciones sociales que no sean, esencialmente relaciones de dominación. 
El último interrogante que me planteo es: si existe la posiblidad de visualizar la gestación de una 
nueva subjetividad en estas parcelas aisladas de nuestra realidad social, cómo acompañamos este 
proceso para potencializarlo?. Será en principio percibir lo nuevo que hay en los "síntomas" que 
percibimos en nuestros grupos? Esa suceptibilidad, desconfianza hipercrítica, oscilaciones de su 
autoestima, bajo umbral de frustraciones etc. 
Se puede pensar que estas reflexiones tienen mas de utópico que de lectura objetiva de la realidad 
pero si no realizamos un esfuerzo para ver lo nuevo que se está gestando en nuestra realidad. No 
corremos el riesgo de construir una visión apocalíptica de la realidad?. No nos arriesgamos a 
coordinar desde el desencanto visualizando los conflictos grupales como "pérdida" de valores 
solidarios más que como eclosión de ciertas necesidades que aún no podemos distinguir con 
claridad? 
Para concluir reivindico la utopía porque como dice Joan Manuel Serrat: "sin ella la vida es sólo un 
ensayo general para la muerte". 
(*) Trabajo presentado en el Panel "Contexto Social y Grupo" de las Segundas Jornadas de 
Homenaje al Dr. Enrique Pichon Riviere en Buenos Aires, octubre de 1992. 
Notas: 
(1) El concepto de Ambito de E.P.Riviere nos permite percibir y pensar campos diferenciados (la 
dimensión de lo individual, lo grupal, lo institucional y lo comunitario) e interdependientes, 
íntimamente imbricados que determinan a través de complejas mediaciones y articulaciones, (donde 
no se excluye el azar) estructuras vinculares, conformando subjetividad. 
(2) Marshall Berman "Todo lo sólido se desvanece en el aire" Ed. Siglo XXI 
(3) Cornelius Castoriadis "La institución imaginaria de la realidad" Tusquets editores. 
Bibliografia: 
Tilman Evers Revista "Punto de Vista". Nº 20 Año 1985 
E.Pichon Riviere: "El Proceso Grupal" Editorial Nueva Vision 
Ana Quiroga: "Enfoques y pespectivas en Psicología Social" Ediciones 5

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