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* * 1 Surgimiento de la Sociología. Contexto y debates= La gente en edad de trabajar que vive sola tiene un 80% más de probabilidades de sufrir depresión que aquellos que viven en el seno de una familia o acompañados, según un estudio realizado en Finlandia. Lo anterior nos indica que el ser humano es social, se encuentra comprendido dentro de las relaciones y no opera en el vacío social. Entonces, diremos que la sociología es, principalmente, una ciencia social al igual que la historia o la economía. La sociología es una ciencia inherentemente crítica porque aborda temas que tienen que ver con el funcionamiento y cambio de nuestras sociedades. Si consideramos nuestras propias trayectorias vitales podemos pensar que nuestras oportunidades y experiencias dependen del lugar que ocupamos en el espacio social. Es decir, los individuos toman decisiones, pero no lo hacen aisladamente, sino en un contexto más amplio que llamamos sociedad. La premisa fundamental de la sociología es, entonces, que las personas están inscriptas en un entramado de relaciones sociales. A continuación, te proponemos un ejercicio en el cual deberás identificar las palabras claves con la disciplina científica a la que correspondan. Estructuras y sentido de la acción. Psiquis humana Culturas Espacio público Sabiduría Muchos pensadores han sostenido la idea de que el hombre es un ser social. Platón (La República) o Aristóteles (Política) en la antigüedad; San Agustín (Ciudad de Dios) o Tomas de Aquino (Suma Teológica) en la Edad Media; el pensamiento moderno de Maquiavelo (El Príncipe), Montaigne (Ensayos) o Bacon (Filosofía Civil) hasta Rousseau (Contrato Social), entre otros de la Ilustración, afirmaban esta idea. Uno de los principales referentes de la sociología es Pierre Bourdieu (1999) y él confirma que los agentes o instituciones no operan en el vacío social, sino que siempre nos encontramos comprendidos dentro de un entramado de relaciones, situado en un tiempo y espacio determinado. De esta manera, confirmamos la premisa fundamental de la sociología: somos seres sociales. La segunda premisa es que somos seres en movimiento y, por ello, las sociedades cambian y es preciso indagar acerca del sentido de la acción que moviliza esos cambios. Gracias a estas historias de abandono y posterior protección animal aprendemos qué somos los humanos y hasta qué punto nos diferenciamos de otras especies. Pero también aportan información sobre cómo llegamos a entender el mundo que nos rodea. Porque no hay duda de que los niños y niñas salvajes son unos Módulo 1 * * 2 seres especiales. Intermediarios entre dos mundos enfrentados. Uno que los rechazó, frente a otro que les dio el amor y la protección que los humanos no sabemos darles. Diversos autores coinciden en que el nacimiento de la reflexión de lo que hoy conocemos como sociología sucedió en el contexto de los cambios que crearon el mundo moderno. El núcleo se sitúa en dos grandes revoluciones: la Revolución Francesa en 1789, símbolo de una transformación política; y, en segundo lugar, la Revolución Industrial, a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, que tuvo como epicentro Inglaterra y que, en el plano de la tecnología, produjo una serie de innovaciones técnicas. Como consecuencia de estas dos grandes revoluciones, y para entender lo que sucedía en la sociedad, surge la sociología. Es por esta razón que frecuentemente se la denomina una ciencia de la crisis. Así, la sociología, como nueva ciencia social debía constituirse positivamente. Es decir, debía tomar la metodología de las nacientes ciencias naturales y adoptar una idéntica actitud metodológica. El estudio de la sociedad se equiparaba al estudio del organismo. Según este planteo, la sociedad era comparada a un organismo (método de la biología) y, al igual que la enfermedad en el organismo, todo conflicto debía ser prevenido y combatido. Según Giddens (1994), la sociología fue el fruto de esas dos inmensas transformaciones que “disolvieron las formas de organización social bajo las que los hombres habían vivido durante milenios” (p. 4). Las enormes transformaciones sociales que tuvieron lugar en Europa en los siglos XVIII y XIX explican el nacimiento de la disciplina. Karl Marx, Max Weber y Emile Durkheim fueron los padres fundadores de la sociología y tuvieron tres visiones diferentes acerca del nuevo orden social naciente. Podemos sostener que han existido tres procesos relevantes en estas grandes transformaciones (Macionis y Plumer, 2014): Durante la Edad Media, la mayoría de la gente se dedicaba al cultivo de la tierra o la manufactura a pequeña escala. Posteriormente, el desarrollo de la mecánica hidráulica y la invención de la máquina de vapor permitieron diseñar grandes máquinas que dieron origen a la producción en gran escala. Empezó, entonces, a existir un enorme ejército industrial de trabajadores. Esto modificó la estructura familiar y las tradiciones bajo las cuales se había vivido durante siglos. Las fábricas comenzaron a multiplicarse y se convirtieron en un polo de atracción para las personas que buscaban trabajo. Así, miles de campesinos abandonaron el campo para trasladarse a los centros industriales en busca de trabajo. Los pequeños núcleos urbanos se transformaron paulatinamente en grandes ciudades * * 3 Antiguamente se pensaba que la sociedad era el reflejo de la voluntad de Dios y que las personas formaban parte de un plan divino. Junto al desarrollo económico y al crecimiento de las ciudades, se produce también un cambio en el pensamiento político: ya no se apela a la obligación moral y religiosa de los súbditos a ser leales a sus gobernantes, sino que se empieza a abandonar esa idea de que la sociedad responde a un plan divino y se la entiende como producto de los hombres, como el resultado de acciones humanas. Como se ha dicho, ya existían reflexiones sobre la sociedad desde los orígenes de la historia de la humanidad, pero la sociología es una disciplina bastante reciente. Fue en 1883 cuando el pensador Augusto Comte acuñó el término para describir una nueva forma de reflexionar sobre el mundo. Sin embargo, recién en el siglo XIX, y gracias a Emile Durkheim, se abordó el estudio de la sociedad desde una perspectiva puramente científica. ¿Cuál es el diferencial de la sociología? Los filósofos y teólogos se limitaban a describir o imaginar cómo debía ser la sociedad. Ninguno intentaba analizar la sociedad tal cual era. En cambio, tanto Comte como Durkheim se propusieron el objetivo de entender y explicar cómo era y cómo funcionaba la sociedad. Para conseguirlo, proponían aplicar el método científico que tantos resultados había dado en otras disciplinas. AUGUSTO COMTE Nacido casi en el seno de la Revolución francesa (1798-1857) Comte intenta desarrollar, desde el paradigma científico, el nuevo conocimiento eminentemente social. Según Comte (2000), puede dividirse la historia de la humanidad en tres fases o estadios, en función del modo en que los hombres han intentado explicar el mundo: 1 La primera fase abarca la Edad Media y se denomina estado teológico o ficticio. En esta fase se interpretó y explicó la sociedad en términos teológicos. 2 Durante el Renacimiento, las explicaciones teológicas dieron paso a otras perspectivas de tipo metafísico (estado metafísico o abstracto). En esta fase las personas dejaron de entender la sociedaden términos sobrenaturales o según la intervención de fuerzas divinas y pasaron a comprenderla en función de ideas o principios metafísicos. 3 Finalmente, se intentó explicar la naturaleza en sus propios términos (estado positivo o real). Aquí se dejó de recurrir a los principios que rigieron las etapas anteriores porque estos eran imposibles de contrastar empíricamente. Pensadores como Copérnico (1473-1543) y Galileo (1564-1642) fueron referentes de este * * 4 período. La nueva postura fue adoptada también con respecto al estudio de la sociedad: se comienza a aplicar el método científico para entender y explicarla. El aporte de Comte fue relevante porque significó el primer paso para comprender a la sociedad en términos intrasociales; es decir, sin recurrir a explicaciones teológicas sobre la dinámica del mundo social. El momento del nacimiento de la sociología (siglo XIX) también marcó el surgimiento de otras ciencias que comenzaban a definir sus campos y objetos de investigación (Portantiero, 2004): La ciencia política, que alcanzó con Maquiavelo (1469-1527) la liberación de los condicionantes teológicos o filosóficos de la reflexión política. Fue uno de los primeros campos secularizados. La economía política, con Adam Smith y David Ricardo. El psicoanálisis, que consiguió conquistar la secularización en la indagación sobre las causas profundas de la conducta. El campo específico de la sociología presentaba las siguientes características: Aparecía ligado a una situación de crisis. En sus comienzos, fue una respuesta y reflexión tendiente a garantizar el funcionamiento del orden constituido. La Revolución Industrial implicó una profunda crisis social y la aparición de un nuevo actor social: el proletariado. Estas grandes conmociones en el orden social generaron diferentes reacciones. Debido a esto, lo que en ese momento se consideraba como sociología pretendió estabilizar y restablecer el orden social. Sociología y Sentido común = Para comprender la diferencia entre el trabajo sociológico y una opinión (válida) de sentido común, te proponemos leer el siguiente artículo que toma una frase muy recurrente en nuestro país: “Hay que pensar en el país. Esto es lo que nosotros necesitamos. Hay gente que no lo entiende, el problema de "El problema de Argentina somos los argentinos”, dijo el dueño de una fábrica en Rosario, que reconoció la baja en las ventas en los últimos cuatro meses. “Soy jubilado, gano un poco más de la mínima, no me sobra nada, lo sigo apoyando porque sé que las medias que toma son de fondo. A una Argentina que anda a los tumbos no las podes corregir en cuatro años” * * 5 Muchos son los argumentos que dan sentido a esta disciplina. Entre otros, podemos mencionar los siguientes: 1 Es una forma de pensar críticamente: nos invita a cuestionar las formas sociales de hacer las cosas (trabajar, casarse, ir al colegio, explicar la desigualdad, etc.). 2 Nos permite conocer mejor las oportunidades y obstáculos. Nos hace ver cómo opera el mundo de lo social. 3 Nos convierte en miembros activos. Si desconocemos cómo opera la sociedad, seguramente aceptaremos las cosas tal cual se nos presentan. La sociología, como ciencia social, tiene algunos problemas o, más precisamente, desafíos que debe resolver constantemente: 1 Es parte de un mundo en transformación; por lo tanto, el objeto de estudio cambia constantemente. Es decir, no tiene un objeto de estudio fijo o inmutable. 2 Los sociólogos son miembros de una sociedad, por ende, son parte del objeto de estudio. Esto implica una gran diferencia con respecto a las ciencias naturales. Como parte del mundo social, los sociólogos y los demás científicos sociales estudian la sociedad y, a su vez, son parte de ella. 3 El conocimiento sociológico es parte de la sociedad. Esto quiere decir que muchas veces el lenguaje sociológico ingresa en el lenguaje de la vida cotidiana y viceversa. En consecuencia, existe una retroalimentación y cambio permanente entre los dos mundos. Pero ¿qué condiciones son necesarias para hablar de ciencia y no de reflexiones subjetivas? Cabe aclarar que toda opinión es válida, al menos para quien las plantea y, en este sentido, encontraremos a diversas personas que, en su derecho, opinan sobre diversos temas políticos, sociales, culturales o económicos. Sin embargo, no todas las opiniones pueden ser consideradas científicas. Como podemos observar, una de las primeras tareas de la sociología es desnaturalizar el sentido común. Podemos pensar en el artículo que hemos leído al inicio de esta lectura (El problema de Argentina son los argentinos) esta opinión se generaliza sin tener ninguna indagación y justificación científica que la avale. * * 6 Esto quiere decir que hay que desnaturalizar los dichos u opiniones, es necesario indagar y cuestionar aquellas cosas que aceptamos como dadas. Se trata, en un principio, de interrogarnos acerca de la idea de que somos absolutamente libres en nuestras decisiones, para luego comenzar a ver cómo determinadas relaciones sociales influyen en nuestras prácticas. Uno de los aportes de la sociología va en esta dirección: analizar qué pautas y procesos sociales afectan nuestras prácticas y trayectorias vitales. Muchas veces, la sociología contradice lo que nos propone el sentido común y lo que pensamos de manera habitual. Un ejemplo de ello es la idea de que todas nuestras acciones son el resultado exclusivo de nuestras intenciones individuales. Por el contrario, una de las ideas que comenzaremos a trabajar es que estamos inscriptos en relaciones sociales y que esas relaciones afectan nuestras posibilidades (y también las de todas las personas). Con esto no sugerimos que las personas están determinadas, sino simplemente planteamos que hay ciertas variables a nivel social que tienen efectos en los individuos. La sociología también nos permite promover el cambio social: cuanto más aprendemos sobre el funcionamiento de las sociedades, más podemos hacer para cambiarlas. La sociología es, entonces, una invitación a mirar el mundo social de otra forma. Uno de los componentes centrales de la sociología son las teorías sociológicas. Como dijimos, la sociología hace un esfuerzo por explicar el mundo social de manera diferente a lo que señala el sentido común. Para cumplir con este objetivo, estudia de manera sistemática, rigurosa y científica a la sociedad. La primera tarea es, entonces, comprender y tener en cuenta teorías sociológicas sobre el funcionamiento del mundo social. Verás en este apartado qué se entiende por teoría sociológica y cuáles son las principales teorías que abordaremos. En primer lugar, estableceremos la diferencia entre una teoría y un paradigma. La teoría es un enunciado que expresa cómo y por qué determinados hechos están relacionados. Un paradigma es una imagen básica de la sociedad que guía no solo la investigación, sino también las reflexiones teóricas del investigador. En el caso de la teoría sociológica, se propone buscar algún sentido a los hechos y observaciones aisladas. Por lo tanto, una dimensión teórica explica cómohacemos las cosas. La teoría es un conjunto de enunciados vinculados de manera lógica que expresan cómo y por qué diferentes hechos están relacionados entre sí. Ahora bien, en algún punto todos teorizamos o hacemos generalizaciones, pero la sociología lo hace, como afirmamos, en forma racional y sistemática. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Cómo validamos una teoría? ¿Cómo estamos seguros que la teoría tiene coherencia interna y externa? Se trata de disponer de argumentos sólidos y basados en experiencias concretas. * * 7 Para validar la teoría en su coherencia interna recurrimos al análisis lógico de sus argumentos. Para comprobar su coherencia externa, en sociología, se trabaja con métodos de investigación que contrastan y comprueban empíricamente los presupuestos teóricos. Esta comprobación empírica puede hacerse a través de datos estadísticos, análisis de textos, entrevistas, entre otros métodos. Cuando se genera una teoría, los ejes principales son: ¿qué dimensiones vamos a comenzar a investigar?, ¿cómo relacionaremos los hechos? Es evidente que las sociedades cambian, pero no todos encontraremos las mismas causas de dicho movimiento y en esto radica uno de los aspectos más significativos de la sociología en relación al establecimiento de paradigmas. Karl Marx, Emile Durkheim y Max Weber entendían los cambios de una forma muy diferente y esas bases se mantienen hasta ahora. Es decir, no hay unanimidad entre los sociólogos acerca de qué cosas hay que estudiar ni cómo. Inclusive, si coinciden, se buscarán temas de investigación distintos y se obtendrán respuestas diferentes. A pesar de que existen profundos cambios y metamorfosis en las teorías existentes, hay tres grandes paradigmas principales que discutiremos con mayor profundidad: El funcionalismo, inspirado en los trabajos de Emile Durkheim. La sociología estructuralista de Karl Marx. La sociología subjetivista de Max Weber. Estos paradigmas se estructuraron en función del pensamiento de quienes denominamos los “padres fundadores” de la sociología. Fueron personas que contribuyeron de manera decisiva a lo que hoy conocemos como sociología y cuyas ideas se estudian aun en nuestros días porque colocaron las semillas de gran parte de los paradigmas contemporáneos. Queremos enfatizar que estos enfoques son relevantes porque la sociología se estructuró en función de estos pensadores y sus ideas aún hoy son fuente de inspiración para comprender la realidad. De allí nuestro interés en estudiarlos. El sociólogo Alexander (1990) llamó a esto la centralidad de los clásicos, donde el discurso sociológico abarca formas de debate más generalizado que las discusiones científicas ordinarias. Es decir, mientras que las ciencias naturales se apoyan en evidencias empíricas específicas y en la lógica inductiva-deductiva, el discurso de las ciencias sociales se centra en los procesos de razonamientos más que en los resultados de la experiencia inmediata. Esta forma de comunicación y argumentación dirige nuestra atención insoslayablemente a los clásicos (Alonso, 2002). * * 8 Productos de la investigación a los que se les concede un rango privilegiado frente a las investigaciones contemporáneas del mismo campo. El concepto de rango privilegiado significa que los científicos contemporáneos dedicados a esa disciplina creen que entendiendo dichas obras anteriores pueden aprender de su campo de investigación tanto como puedan aprender de la obra de sus propios contemporáneos. La atribución de semejante rango privilegiado implica, además, que en el trabajo cotidiano del científico media esta distinción se concede sin demostración previa; se da por supuesto que, en calidad de clásica, tal obra establece criterios fundamentales en ese campo particular. (Alexander, 1990, p. 23) Durkheim, Marx y Weber son los tres autores clásicos en términos de escuelas de sociología, en tanto son fuentes básicas para comprender la evolución y cambio del mundo social. Autores clásicos de la Sociología = Durkheim, quien estudió la solidaridad orgánica y la solidaridad mecánica como comportamientos que se pueden medir ante hechos concretos. Dijimos que hay tres autores principales que constituyeron el núcleo de esta ciencia: Karl Marx, Emile Durkheim y Max Weber. Estos son los autores clásicos de la sociología. Aquí la pregunta es: ¿Qué significa la palabra clásico? Según la Real Academia Española es un adjetivo “dicho de un autor, de una obra, de un género (…) típico o característico” EMILE DURKHEIM ( 1 8 5 8 - 1 9 1 7 ) Uno de los verdaderos padres de la sociología es, justamente, el investigador francés Émile Durkheim. Él, además de continuar con la búsqueda de hacer de lo social un objeto susceptible de estudio, confirma la posibilidad de reconocer hechos sociales como elementos coercitivos y exteriores al actor social, que son declarados, entonces, como objetivos. A su vez, desarrolla una de las investigaciones más relevantes de la sociología en la cual indaga sobre el suicidio y consagra este suceso como una realidad social y no individual. De este modo, una experiencia que quedaría históricamente relegada al ámbito privado (incluso, doméstico) gracias a las reglas de la actividad científica, pasa a ser comprendida y comprobada como un hecho perteneciente al ámbito social. * * 9 Situaremos el contexto del pensamiento de Durkheim en el marco del paradigma funcionalista y en relación a otros pensadores alineados a este. Entre los precursores del paradigma funcionalista, es menester mencionar a Augusto Comte, cuya preocupación principal radicaba en encontrar mecanismos de integración social y a Herbert Spencer, quien fue un estudioso del cuerpo humano y la sociedad (Macionis y Plummer, 2014). Spencer sostenía que había fuertes paralelismos entre el organismo humano y la sociedad: esta última era entendida como un cuerpo social que, al igual que el cuerpo humano analizado a partir de conceptos biológicos, tenía sus partes y funciones. Estos presupuestos sientan las bases del funcionalismo en el cual se enmarca Durkheim. A partir de esta concepción, Durkheim se preguntaba cómo la sociedad se mantenía unida. El sociólogo entendía que la sociedad era un sistema complejo de partes interrelacionadas entre sí, las cuales producían equilibrio y estabilidad social. Es decir, las estructuras sociales eran entendidas en términos de funciones sociales para la organización de la sociedad. De acuerdo a este paradigma, la sociedad es un todo comprensible, ordenado y estable. Por lo tanto, la pregunta básica es ¿cómo funciona la sociedad? y no ¿cómo cambia? Este paradigma se mantuvo predominante hasta los años 60, cuando empezó a ser cuestionado fuertemente por la sociología inspirada en los trabajos de Marx. Como señala Tiryakian (1988), Émile Durkheim fue una figura decisiva en el desarrollo de la sociología como disciplina académica y, gracias a sus esfuerzos, esta se convirtió en un hecho social reconocido. Según Tiryakian, Durkheim tenía dos grandes objetivos entrelazados: Durkheim publicó tres libros que, de forma conjunta, funcionaban como un manifiestode la sociología: De la división del trabajo social (1893), Las reglas del método sociológico (1895) y El suicidio (1897). Cuando Durkheim inició su carrera académica, en Francia, se desconfiaba mucho de la nueva ciencia, contraria al individualismo predominante en el siglo XIX. A pesar de esto, Durkheim se convirtió en uno de los profesores más respetados . La idea era consolidar el saber científico; es decir, eliminar las diferencias metodológicas entre las ciencias naturales y sociales, y comprender al mundo social como una estructura y organización factible de ser objeto de la comprensión racional. La ciencia social se ocupa de convenciones, costumbres, ideales; en suma, investiga científicamente, según Durkheim, la infraestructura normativa de la sociedad humana. La economía, la historia, el derecho y la religión son algunos de los cuartos consabidos en que se subdivide la casa humana, y la sociología proporciona el hilo de Ariadna que vincula a todos ellos entre sí. (Tiryakian, 1988, p. 220) * * 10 Establecer las bases empíricas, racionales y sistemáticas de la moderna religión civil de la sociedad. Es decir, “en contraposición a la sociología marxista, esta tradición [la de Durkheim] propende a hacer de la sociología una ciencia curativa y estabilizadora, que descubra una base viable para restaurar el consenso social y para promover la integración” (p. 221). Émile Durkheim fue, como anunciamos, uno de los padres fundadores del paradigma funcionalista. sus ideas nucleares, en términos simples, son las siguientes: los agregados sociales humanos incluyen unidades diferenciadas que son interdependientes. Estas unidades pueden consistir en individuos, en familias y estructuras de parentesco, en aldeas, o en estructuras analíticas, por ejemplo, categorías de edad y sexo, o grupos estamentales más vastos. Entre los sociólogos ha sido habitual considerar las «sociedades» (mientras que los antropólogos tomaban las «culturas») como los agregados o sistemas sociales que incluyen, en carácter de partes o subconjuntos, a otras unidades, sean concretas o analíticas. (Moore, 1988, p. 367) En relación con sus elementos esenciales, Durkheim (1897) pensaba que la sociedad era más que la suma de los individuos que la componían. En esta concepción, la sociedad tiene una vida y existencia propia que va más allá de las experiencias personales; es decir, la sociedad existe antes de que nosotros estemos en el mundo, ejerce su influencia durante toda nuestra vida y seguirá existiendo aún después de nuestra muerte. Para explicar esto, Durkheim propuso el concepto de hecho social que se refiere a hechos colectivos caracterizados como supraindividuales porque están por encima del individuo, y coercitivos porque se imponen a este. Según Durkheim (1897) la sociología debía estudiar estos hechos como cosas y explicar las causas de un hecho social a partir de otro hecho social. La afirmación de que los hechos sociales debían ser tratados como cosas causó gran controversia. Sin embargo, Durkheim aclaró que su aseveración se refería a un postulado metodológico sobre el análisis del mundo social. Hay dos particularidades que nos llevan a destacar esta obra y a ofrecértela como un claro ejemplo del método y perspectiva de Durkheim. En primer lugar, el intento de explicar el suicidio a partir de variables sociales y no solo en base a cuestiones individuales del sujeto da cuenta del método sociológico que adopta y emplea: la explicación de un hecho social a partir de otro u otros hechos sociales. En este caso, Durkheim explicó el suicidio a partir de dos hechos sociales más: la integración y la regulación. En segundo lugar, para la realización de este estudio, el sociólogo utilizó métodos estadísticos que hoy nos resultan familiares, pero que no lo eran en su época. Esto le permitió medir las variables que él consideraba que intervenían en el fenómeno del suicidio. Al hablar de integración, Durkheim se refería a los lazos que unen a los individuos con la sociedad. A esto también lo denominamos cohesión social. Con el término regulación se refería a la existencia y fuerza de las normas que regulan el comportamiento de los individuos dentro de una sociedad. Según Durkheim, las normas cumplen una función muy importante en la sociedad al establecer un límite para las apetencias individuales, ya que estas no pueden satisfacerse de modo infinito. * * 11 “La sociedad sola, sea directamente y en su conjunto, sea por medio de uno de sus órganos, está en situación de desempeñar ese papel moderador; porque ella es el único poder moral superior al individuo y cuya superioridad acepta éste” (Durkheim, 1994, p. 305). Asimismo, el sociólogo entendía que la integración del individuo; es decir, los lazos que lo mantienen unido a la sociedad en la que vive, funcionaban como un marco de contención que le ofrecía claridad acerca de su rol, sus obligaciones y esto le daba sentido a su vida. Por lo tanto, el debilitamiento de cualquiera de estos elementos (integración y regulación) representaba una perturbación en el orden social y se constituía en causa que permitía explicar el fenómeno del suicidio. Por lo tanto, su exceso se constituía en un elemento patológico; es decir, atípico, y posibilitaba la explicación del citado fenómeno (Cristiano en Von Sprecher, 2005). Las conclusiones a las que Durkheim arribó en su estudio y que plasmó en El suicidio nos hablan de diferentes tipologías de suicidios en función de cuán integrados y cuán regulados se encuentran los individuos en la sociedad. En grupos sociales marcados por un alto nivel de integración ocurriría el suicidio altruista: la fuerte pertenencia a un grupo determinado podría ser causa justificadora del hecho de quitarse la vida. Tal es el caso, por ejemplo, de los suicidios llevados a cabo por activistas islámicos o los cometidos por integrantes de ciertas sectas. En estos grupos, la negativa al suicidio implicaría el apartamiento del sujeto y este quedaría sin la contención que el grupo le ofrece. Cuando, por el contrario, el nivel de integración es muy bajo, los sujetos no encuentran cohesión y el lazo que les une a la sociedad se debilita. En tal caso, “ya no hay nada en que puedan empeñarse nuestros esfuerzos y tenemos la sensación de que se pierden en el vacío” (Durkheim, 1897, p. 206). Este tipo de suicidios son más comunes en sociedades modernas, en donde la familia y la religión, que antes funcionaban como instituciones generadoras de cohesión s Dependerá de cuán fuertes sean las normas que regulan a la sociedad. Recordemos que, según Durkheim, las normas cumplen en la sociedad la función de alejar al individuo de sus impulsos individuales, al tiempo que lo distancian de la constante sensación de incertidumbre y de la angustia que le genera la inacabada sensación de apetencia. Para ejemplificar este tipo de suicidio, podríamos preguntarnos qué lleva a algunas grandes estrellas (que parecen tenerlo todo) a quitarse la vida. Quizás esta teoría nos ofrezca respuestas. Finalmente, el suicidio fatalista ocurriría cuando, por el contrario, el nivel de regulación es excesivo, a tal punto que coarta por completo la libertad de los individuos. En tal caso, las reglas a las que están sometidos los individuos resultan demasiado estrictas y causan una sensación de opresión que no permite al sujeto más que el intento de alejarse de tal situación. Este tipode suicidios ocurren, por ejemplo, en regímenes esclavistas o en el marco de condenas a prisión. sociales, se han debilitado. * * 12 El suicidio egoísta: debido al desarraigo del actor respecto de sus relaciones próximas. El suicidio anómico: como resultado de otro tipo de desarraigo, en este caso, de índole cultural. El suicidio altruista: como consecuencia del sentimiento moral que se impone al propio actor. El suicidio fatalista: la vida del individuo se encuentra totalmente regulada y carece de toda capacidad creativa. En su obra El suicidio. Estudio de sociología (1897) Durkheim reconoce otras obras notables que marcaron verdaderos hitos de la disciplina científica social, como son los conceptos de anomia, arraigo, conciencia colectiva, hecho social, solidaridad orgánica, solidaridad mecánica, división social del trabajo o sociología del derecho. Dicho esto, podemos concluir que, según Durkheim, existen estructuras; es decir, pautas estables de comportamientos, que deben ser tratadas como cosas o hechos sociales y que tienen una realidad objetiva por encima de nuestras vidas. Las normas culturales y las creencias religiosas son hechos sociales. Si en lugar de ver en ellos [en los suicidios] nada más que acontecimientos particulares y aislados entre sí, que deben ser examinados separadamente, consideramos un conjunto de suicidios ocurridos en una sociedad dada, durante una unidad de tiempo determinada, comprobaríamos que el total así obtenido no es una simple suma de unidades independientes, una mera colección, sino que constituye por sí mismo un hecho nuevo y sui géneris, que tiene su unidad y su individualidad y, por consiguiente, su naturaleza propia, y que, además, esta naturaleza es eminentemente social. (Durkheim, 1897, p. 51) Si la sociedad tiene prioridad sobre los individuos porque tiene poder para influir en los pensamientos y acciones de aquellos. Al ser más que la suma de las partes, existe un organismo complejo que tiene sus orígenes en nuestra vida colectiva. Puntualizaremos, a continuación, las ideas principales del funcionalismo y de Émile Durkheim (Macionis y Plummer, 2014; Portantiero, 2004). La sociedad tiene una existencia aparte de los individuos. Está fuera de ellos, pero también está dentro. Esto significa que los miembros de una sociedad interiorizan y hacen suyos los valores y las normas de esa sociedad, luego, organizan sus vidas en consonancia con ellos. La sociedad, según Durkheim, regula los comportamientos de los individuos mediante la impresión de una disciplina moral. En otras palabras, pone límites y restricciones morales a nuestros deseos. Las sociedades modernas imponen menos restricciones sobre los individuos, pero esto puede producir anomia. Esto ocurre cuando, en respuesta a un mayor grado de tolerancia y libertad, los individuos carecen de modelos de referencia útiles sobre los cuales anclar sus conductas. Este concepto resulta de utilidad para analizar nuestra realidad actual. Por ejemplo, cuando un individuo pasa de una situación laboral estable a una situación de desempleo: el marco regulatorio que antes le contenía desaparece y el individuo queda en situación de incertidumbre e inestabilidad. * * 13 En las sociedades preindustriales, la tradición servía para dar estabilidad a una sociedad y mantenerla unida. Estas sociedades tenían un tipo de solidaridad mecánica; es decir, lazos sociales basados en una visión común del mundo, una moral común que mantenía unidos a los miembros de la sociedad. Al evolucionar la sociedad, se generó un menor grado de solidaridad mecánica, una conciencia colectiva más frágil. Esto no significó la disolución de la sociedad, sino que aparecieron otros mecanismos (mecanismos propios de la solidaridad orgánica) que imponían lazos y vínculos sociales basados en la especialización y división del trabajo, y que mantenían unidos a los miembros de la sociedad industrial. En esta nueva organización las personas adquirieron independencia; no obstante, el industrial aún necesitaba del agricultor y el agricultor del comerciante. Nadie era autosuficiente. La necesidad de contar con otras personas especializadas en otros saberes creaba lazos de interdependencia entre los miembros de cada sociedad. Así, la dimensión fundamental de esta relación está en la división del trabajo, en la especialización en la producción o la actividad económica. En comparación con las sociedades tradicionales, cuya cohesión dependía del consenso moral entre sus miembros, las sociedades modernas se hicieron viables en función de una interdependencia funcional KARL MARX ( 1 8 1 8 - 1 8 8 3 ) Uno de los grandes pensadores del siglo XIX y referentes del siglo XX hasta nuestros tiempos es Karl Heinrich Marx. Nació en el antiguo reino de Prusia, fue judío y mantuvo una notable influencia en el ámbito de la filosofía, la economía, el periodismo, la política y, por supuesto, la sociología. Su tesis plantea un sentido objetivista y dicotómico de la sociedad de su tiempo. Considera que existen dos grandes sectores, llamados clases sociales y que dividen a la sociedad en los poseedores de los medios de producción (burguesía) y los poseedores de la fuerza de trabajo (proletarios). Ambos grupos se encuentran en conflicto y, mientras que los primeros ejercen su poder y control a través de la apropiación de su plusvalía y de alienar a los trabajadores, estos últimos son capaces de tomar conciencia de su condición (clase para sí) y transformar su situación de opresión en una lucha por la transformación de las condiciones injustas provenientes del sistema burgués. A esta lógica se la conoce como dialéctica, en el sentido del filósofo Hegel, quien plantea que existe una tesis, luego una antítesis y, por último, síntesis; en una lógica en la cual el capitalismo lleva sobre sí mismo su propia semilla de autodestrucción. Una vez que el proletario logre reconocer su situación de explotación, será capaz de movilizarse y construir un nuevo orden social en el que exista el gobierno desde y para los trabajadores. La obra El capital (1867) de Marx consta de tres libros: Tomo I: El proceso de producción del capital, Tomo II: El proceso de circulación del capital, Tomo III: El proceso global de la producción capitalista. En Marx se encuentran categorías indispensables para comprender la disciplina sociológica: capitalismo, ciudad, clase social, determinismo económico, dialéctica, estructuralismo, materialismo histórico y dialéctico o plusvalía, y alienación. Veremos la influencia de este importante intelectual no solo en el campo de la sociología, sino también en economía, política y filosofía. * * 14 Dentro del amplio espectro de los sociólogos que toman como inspiración los trabajos de Karl Marx se encuentran aquellos que priorizan los siguientes temas de investigación: la desigualdad, el conflicto, el cambio social. Dedicaremos esta sección a describir de manera sintética las principales líneas argumentales del autor. Karl Marx veía el gran crecimiento económico como producto de la Revolución Industrial y consideraba que, en la sociedad naciente, solamente un reducido número de personasse beneficiaba de ello. El nuevo orden social que emergía de las profundas transformaciones provocadas por la Revolución Industrial es el objeto de análisis de Marx. Sin embargo, a diferencia de los otros autores, el objetivo de este pensador era quebrar este nuevo orden social y reemplazarlo por otro que, según su visión, era más igualitario. Uno de sus tratados políticos más famosos es el Manifiesto Comunista (escrito en coautoría con Friedrich Engels) que fue publicado por primera vez, en Londres, en 1848. Este tratado buscaba difundir las ideas comunistas y, en él, los autores postulan que la historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases, una lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes. La moderna sociedad burguesa que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. Únicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones de opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas. (Marx y Engels, 2003, p. 31). Según Marx, con el transcurso del tiempo, el capitalismo tendía a simplificar las contradicciones de clase. Así, la sociedad se dividía cada vez más en dos grandes campos enemigos, dos grandes clases que se enfrentaban directamente: la burguesía y el proletariado. La idea central era el conflicto social entre estas clases. La burguesía era la clase de los capitalistas, modernos propietarios de los medios de producción que emplean a trabajadores asalariados. El proletariado constituía la clase de los trabajadores que, privados de medios de producción propios, se veían obligados a vender su fuerza de trabajo para sobrevivir. El objetivo del capitalista, entonces, era obtener beneficios económicos mediante la venta de productos a bajo costo, mientras que los proletarios obtenían un salario a cambio de su fuerza de trabajo. Para Marx existen algunos elementos fundamentales que permiten comprender la evolución del sistema capitalista que podremos distinguir a continuación: A diferencia del concepto de élite relacionado al factor cultural, la noción de clase evoca a una diferenciación centrada en el aspecto económico. Marx y Engels otorgan una impronta especial al antiguo concepto romano de classis para distinguir dos grupos claramente diferenciados: burgueses y proletarios. * * 15 El sistema capitalista, desde la perspectiva de Marx, ha establecido dos clases casi inconciliables (la burguesía y el proletariado). Mientras los primeros poseen los medios de producción, los segundos son quienes, a través de su fuerza de trabajo, producen, crean o transforman la naturaleza en forma de objeto. Es decir que, el fruto o resultado del trabajo queda ligado al esfuerzo humano de quien lo construye que, a su vez, es apropiado por quien simplemente ha aportado sus medios de producción o el capital para llevar a cabo dicho proceso. El objeto producido tiene un valor de uso (por ejemplo, una botella de agua sirve para contener líquido y beber de ella), pero, a su vez, tiene un valor de cambio a la hora de colocarse en el mercado. Es decir que, si queremos vender una botella de agua en el desierto va a aumentar su valor respecto de si la ofrecemos en un lugar donde existan muchas variantes de bebidas disponibles, por ejemplo, en una ciudad. El objeto creado cobra relevancia cuando la ubicamos en un mercado y, en este proceso de transformación, deja de conocerse como objeto para ser una mercancía. Aquí el análisis marxista detiene su observación de modo particular y sostiene que, si vendemos una mercancía, obtenemos un beneficio económico de ella y entendemos que el verdadero artífice de su producción es el proletario, entonces, el capitalista burgués no es quien debería percibir un porcentaje adicional porque no ha participado en su elaboración ni ha utilizado su fuerza de trabajo. En este punto de vista la porción del valor del producto vendido que es apropiado por el capitalista y no es pagado a los trabajadores corresponde a la plusvalía El capitalismo, como sistema económico, de manera inexorable provoca conflictos entre las clases sociales y la alienación de los individuos. La alienación es una experiencia según la cual los hombres, en vez de gobernar sus propias vidas y sus propios destinos, se sienten gobernados por fuerzas ajenas o extrañas a ellos. Ellos no pueden controlar estas fuerzas y se encuentran sometidos. Los trabajadores están alienados, no se ven a sí mismos como hombres libres, sino como una mercancía más que los capitalistas compran cuando la necesitan y de la que se desentienden cuando no la necesitan. Para Ritzer (1993) el trabajador industrial está alienado respecto de: Su trabajo: la gente trabaja para satisfacer sus necesidades económicas, para realizarse como personas (desarrollar su potencial y cualidades), pero en la empresa capitalista no hay lugar para la creatividad, sino que todo está debidamente reglamentado y supervisado. El hombre es un esclavo de la máquina. Los productos del trabajo: no le pertenecen al trabajador, sino al capitalista que ha comprado su tiempo y esfuerzo a cambio de un salario. Otros trabajadores: el trabajo expresa la naturaleza humana, pero en las sociedades capitalistas este deja de ser una experiencia de cooperación para convertirse en algo puramente competitivo. De sí mismo: el capitalismo transforma una actividad que debería expresar las cualidades esenciales del hombre en una experiencia tediosa y deshumanizadora. Así, bajo este proceso de alienación, es difícil tomar conciencia de clase. * * 16 Según la perspectiva marxista, existe un conflicto inevitable entre los capitalistas y los trabajadores que tiene sus raíces en el mismo proceso productivo. Es decir, los capitalistas quieren maximizar sus beneficios y, para esto, reducen los salarios. Los trabajadores, en cambio, pretenden que sus salarios sean cada vez más redituables. Pero como el aumento de salarios implica una reducción de beneficios para los propietarios, aparece el conflicto de intereses. Este conflicto, según Marx, solo puede superarse si se reemplaza el sistema capitalista por otro socialista. En un plano político, Marx considera que una acción revolucionaria de los trabajadores podría destruir el capitalismo. De acuerdo a su propuesta, después de esta acción revolucionaria y una vez destruido el capitalismo, devendría un sistema social más humano e igualitario: el socialismo. De acuerdo a sus ideas, la distribución social de la riqueza no debería ser igualitaria (en el sentido de que todos los individuos reciban los mismo), sino que se realizaría un aporte a cada individuo de acuerdo a sus posibilidades para que cada uno reciba en función de sus necesidades. Así lo explica Marx: Cuando el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, sólo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho burgués y la sociedad podrá escribir en sus banderas: ¡De cada cual, según su capacidad; a cada cual según sus necesidades! (Marx y Engels, 2003, p. 6). Romper con la alienación y pasar de ser una clase en sí hacia una clase parasí constituye la base del programa de transformación de la sociedad. “Proletariados del mundo, Uníos” (Marx y Engels, 2003, p. 21) rezaba el Manifiesto Comunista. Marx (1818-1883), considerado en la actualidad como uno de los padres fundadores de la sociología, tenía diferentes objetivos con respeto al resto de los pensadores: intentaba provocar el quiebre de ese nuevo orden social naciente. Al respecto, Bottomore (1988) señala que Durante más de un siglo ha habido una estrecha, incómoda y polémica relación entre marxismo y sociología. Estrecha, porque la teoría de Marx, tal y como la sociología, quería ser una ciencia general de la sociedad, y estuvo análogamente dirigida, en particular, a comprender los cambios sociales resultantes del capitalismo industrial y de las revoluciones políticas del siglo XVIII. Los alcances y ambiciones del marxismo eran, sin duda, los mismos que se expresaban en los sistemas sociológicos de Comte y de Spencer, y hasta cierto punto fueron idénticas sus fuentes intelectuales: las historias de la civilización, las teorías sobre el progreso, el análisis sansimoniano de la sociedad industrial, y la nueva economía política, entre otras. En cuanto a la incomodidad y la polémica, nacieron (como veremos luego con más detalle) del hecho de que * * 17 sociología y marxismo se desarrollaron históricamente en esferas en gran medida aisladas, así como del conflicto directo entre sus perspectivas teóricas y de una incertidumbre básica y tema permanente de discusión: si el marxismo debía considerarse una entre varias teorías sociológicas, o bien un cuerpo de pensamiento único y singular, un mundo intelectual completo en sí mismo, una alternativa radical frente a cualquier clase de sociología como medio de comprender la sociedad humana y de guiar la acción con arreglo a ello. (p. 146) Una de las críticas fundamentales a estas ideas es que la desigualdad no solo puede ser económica (planteada en términos de diferencias de clases), sino que también pueden marcarse desigualdades de género (entre hombre y mujer) o de etnia (entre razas), etcétera. Sin embargo, según el argumento de Marx, los conflictos fundamentales son aquellos que se posicionan en función de la ubicación (de los individuos) en la estructura económica. La postura marxista, al destacar las desigualdades y los conflictos sociales, deja de lado el equilibrio y la paz social. En la medida en que hay intereses políticos, no se considera la investigación científica. Sin embargo, la respuesta de la sociología marxista es que no se puede sostener la existencia de una ciencia libre de valores. Tanto este paradigma como el funcionalismo tienen una orientación macro; es decir, implican una reflexión sociológica que se sitúa al nivel de las grandes estructuras sociales. Se pretende así una comprensión global. MAX WEBER ( 1 8 6 4 - 1 9 2 0 ) Mientras que el paradigma de Marx se considera como objetivista, Max Weber se inscribe como subjetivista. Desde el paradigma de este gran clásico se afirma que, para entender un contexto social, debemos comprender la perspectiva de los individuos que participan en él. El interés del investigador que se posiciona en este paradigma no está en analizar la realidad o el modo en que la sociedad condiciona al individuo, sino en el individuo como actor, en los motivos e intenciones que le llevan a actuar y el sentido que atribuyen a su acción. La sociedad, según este paradigma, está configurada a partir de las acciones de los individuos. Max Weber no compartía el enfoque materialista de Marx. Para Weber las creencias podían transformar la sociedad. Así, la sociedad moderna (es decir, el capitalismo) no es el resultado de cambios tecnológicos, sino de un nuevo modo de pensar. En ese apartado repasaremos brevemente las principales ideas de Max Weber (Aron, 1996; Portantiero, 2004; Ritzer, 1993). * * 18 Weber (1922-1992) no clasificaba a las sociedades según el tipo de tecnología que habían desarrollado, sino que prefería distinguirlas a partir de las visiones del mundo que poseían sus miembros. La Revolución Industrial y el surgimiento del capitalismo significaron el triunfo de la racionalización. Así, Weber habló de la racionalización del mundo para describir la transición histórica de la tradición a la racionalidad como modelo dominante de pensamiento. Esta racionalidad implicaba un desencantamiento del mundo, pues se trataba de un mundo orientado al cálculo racional, al pensamiento científico, en donde el progreso técnico debilitaba los vínculos con la tradición y el pasado o las explicaciones mágicas del mundo. Weber (1992) clasificó varios tipos de acción social: Acto racional respecto de un fin: el actor concibe claramente un fin y combina los medios para alcanzarlo. Es el acto de un ingeniero que quiere construir un puente, por ejemplo. Acto racional respecto de un valor: es el caso de una persona que acepta un duelo. El actor actúa racionalmente al aceptar todos los riesgos de una acción, no para obtener un resultado particular, sino para permanecer fiel a una idea que tiene que ver con el honor. Acto afectivo o emocional: es el que está dictado por el estado de conciencia o por el humor del sujeto. Se define la acción no por referencia a un fin o a un sistema de valores, sino por la reacción emocional del actor colocado en circunstancias dadas. Acto tradicional: el actor no necesita representarse un fin ni concebir un valor o sentirse agitado por una emoción, sino que obedece a reflejos afirmados por una prolongada práctica. El actuar es dictado por los hábitos, las costumbres y las creencias. Para Weber el capitalismo expresa la racionalidad, ya que el capitalista toma decisiones según el cálculo de costos-beneficios. Para Marx, por el contrario, dicho sistema es la antítesis de la racionalidad. Podemos preguntarnos, entonces: ¿se puede decir que es racional un sistema económico que condena a la pobreza a la mayoría de la población? ¿Cómo surgió el capitalismo? según Weber, surgió en un determinado medio social: el calvinismo. Los calvinistas actuaban según los parámetros de una disciplina rigurosa y de un modo racional. Quienes adherían al calvinismo creían en el dogma de la predestinación, según el cual Dios había escogido a unos hombres para ser salvados y a otros para asumir el castigo eterno. También pensaban que era imposible conocer la voluntad de Dios. Para comprender un poco más esta ética, te invitamos a leer el texto de Ritzer que sintetiza los elementos básicos del calvinismo sobre los cuales Weber construye la relación con el capitalismo. * * 19 El calvinismo constituye la versión del protestantismo que más le interesaba a Weber. Una de las características del calvinismo es la idea de que sólo es elegido para la salvación un pequeño número de personas. El calvinismo implicaba, por ende, la idea de predestinación: las personas estaban predestinadas a estar bien entre las que se salvarían o bien entre las que se condenarían. No hay nada, ni el individuo, ni la religión como un todo, que pueda alterar ese destino. De esta forma, la idea de la predestinación mantieneal individuo con la duda de si está o no entre los que se salvarán. Para reducir esta incertidumbre, los calvinistas desarrollaron la idea de la existencia de signos que indicaban si una persona se salvaría. Las personas están obligadas a trabajar con ahínco, porque si son diligentes descubrirán las señales de salvación. Señales que se encuentran en el éxito económico. En suma, se insta a los calvinistas a emplearse en una actividad mundana intensa y a convertirse en “hombres de vocación”. Sin embargo, las acciones aisladas no son suficientes. El calvinismo, en su condición de ética, requería un autocontrol y un estilo de vida sistematizado que llevaba consigo un conjunto integrado de actividades, sobre todo actividades de negocios. Esto contrasta con el ideal cristiano de la Edad Media, según el cual los individuos deben sencillamente comprometerse, cuando la ocasión lo exige, en actos aislados para expiar pecados específicos y para incrementar sus oportunidades de salvación. “El Dios del Calvinismo no demanda a sus creyentes buenas obras singulares, sino una vida de buenas obras combinadas en un sistema unificado” (Weber, 1904-05/1958: 117). (Ritzer, 1992, p. 291) Ante la muerte de Calvino, para aliviar la angustia, los pastores indicaron lo siguiente: 1 Era obligación de los creyentes creerse predestinados a la salvación. Pensar que estaban condenados al castigo era caer en la tentación; por lo tanto, debían tener la convicción de que habían sido elegidos. 2 Para ganar la salvación debían trabajar incansablemente en su oficio, con el fin de ganar la confianza de Dios. Dado que el trabajo era una forma de agradar a Dios, debía realizarse de modo racional, de forma meticulosa y sin desperdiciar ningún tipo de recurso para no ofender al creador. Los frutos del trabajo tampoco se podían consumir en lujos o placeres, pues eso pertenecía al reino del pecado; por el contrario, debían reinvertirse para agradar al soberano, mecanismo que contribuía a sentar las bases del capitalismo. La epistemología, es decir, la forma de comprender el conocimiento, es (según Weber) multicausal; precisamente por eso nunca llegó a decir que este tipo particular de ética protestante hubiera causado el capitalismo. Más bien, postuló que la ética protestante fue un factor importante (agregaríamos, sumamente relevante), pero no el único. 1 Surgieron instituciones sociales específicas. En las sociedades primitivas la familia era prácticamente el centro de todas las actividades. Gradualmente, surgieron otras instituciones específicas encargadas de desarrollar actividades que antes se hacían en el seno familiar y su aparición fue una estrategia racional que permitió atender las necesidades humanas de un modo más eficaz. * * 20 2 Se crearon organizaciones: escuelas, hospitales, universidades, etcétera. Weber pensaba que las organizaciones formales eran instrumentos diseñados a propósito para conseguir determinados fines de la forma más eficiente posible, la expresión más acabada del triunfo de la racionalidad. La burocracia transformó la sociedad de la misma manera que la Revolución Industrial transformó la economía. 3 Aparecen profesiones y ocupaciones cada vez más especializadas: los miembros de las sociedades modernas desarrollaban sus actividades en ámbitos cada vez más especializados. 4 Autodisciplina: en las sociedades modernas se premiaba el esfuerzo y el mérito personal. 5 Como consecuencia del proceso de racionalización, hubo una mayor conciencia del tiempo. En el mundo moderno se medía el tiempo y se planificaban las actividades en horas y minutos. 6 Impersonalidad: hay una separación entre las esferas de la vida privada (ámbito de las emociones) y las otras esferas de la vida en donde predominan las relaciones impersonales. Los problemas que preocupaban a Marx y a Weber eran diferentes. Sin embargo, Weber planteaba algo parecido a lo que señalamos en Marx como alienación. Según Weber, la sociedad moderna e industrial neutralizaba la dimensión creativa o innovadora de las personas porque sus vidas eran cada vez más rutinarias y domesticadas por la burocracia. Por tratarse de una sociedad racional, la era moderna se encuentra desencantada, anquilosada y los hombres eran dóciles. La organización moderna era un vasto sistema de reglamentos, procedimientos y ordenanzas que sofocaban el espíritu humano. Resulta necesario aquí profundizar sobre el concepto de burocracia. La burocracia, entendida desde la perspectiva teórica de Weber, no tiene la connotación negativa que habitualmente le asignamos en nuestra vida cotidiana. Por el contrario, Weber define a la burocracia como un tipo ideal de organización racional de dominación legal. Para comprender este concepto, haremos referencia, primero, a los tipos ideales de dominación que Weber construye para explicar la forma en la que resulta posible encontrar obediencia dentro de un grupo en relación con mandatos específicos. Él considera que, para encontrar obediencia resulta necesario, primero, fomentar la creencia de que el mandato es legítimo. Weber propone tres tipos de dominación legítima: la de carácter tradicional, la de carácter carismático y la de carácter racional. La primera “descansa en la creencia cotidiana en la santidad de las tradiciones” (Ruiz * * 21 Olabuenaga, 2007, p. 65); por lo tanto, aquellos a quienes la tradición designa como jefes adquieren una autoridad legítima. La segunda forma de dominación se otorga a un jefe o santo en función de sus actos heroicos o fuera de lo común. Y la tercera forma de dominación es aquella que “descansa en la creencia en la legalidad de las ordenaciones estatuidas y de los derechos de mando de los llamados por esas ordenaciones a ejercer la autoridad (autoridad legal)” (Ruiz Olabuenaga, 2007, p. 64). El tipo más puro de dominación legal es el que se ejerce por medio de un cuadro administrativo burocrático. La totalidad del cuadro burocrático se compone de funcionarios individuales que se manejan sobre la base de estas pautas: Las mencionadas son algunas de las características del tipo ideal de dominación legal, denominada burocracia, construida por Max Weber. Por lo tanto, en una burocracia ideal, quienes ejercen la autoridad son aquellos más preparados para desempeñar el cargo o mando para el cual fueron seleccionados. Este tipo de organización era la que predominaba en la modernidad, no solo en la administración pública, sino en la mayoría de las organizaciones. Al preguntarse cómo las personas le dan significado al mundo que las rodea, el paradigma de la acción busca la comprensión de la realidad. Sin embargo, se cuestiona que, al enfocarse en esto, se pierden de vista las estructuras y los condicionamientos que estas ejercen sobre la acción social. “La administración burocrática significa: dominación gracias al saber; ésta representa su carácter racional fundamental y específico” (Weber en Von Sprecher, 2005, p. 160). * * 22 LOS TRES CLÁSICOS DE LA SOCIOLOGÍA: DURKHEIM, MARX Y WEBER Para finalizar esta lectura podemos sostener que, desde diferentes perspectivas, cada unode los autores citados representa perspectivas o escuelas de comprensión del fenómeno social. En otros términos, las distintas maneras de concebir y comprobar la acción social pueden resumirse de la siguiente manera: para Durkheim, el aspecto fundamental por indagar es la conciencia colectiva; para Marx, las condiciones objetivas de las sociedades, sobre todo de índole económica; mientras que, para Weber, será el tipo de racionalidad subjetiva de la acción social, que fue su foco prioritario de estudio. Las ciencias sociales no disponen de la necesidad de contar con un paradigma o una verdad univoca, ni tampoco buscan conciliar tesis diferentes intentando un sincretismo. Así, estas escuelas de pensamiento permiten corroborar, no solamente la complejidad de los fenómenos sociales, sino también su constante evolución y dinamismo. Métodos y Técnicas de investigación social= La democracia y la ciudadanía multicultural y, en forma especial, la ‘otredad’ se presentan como las responsabilidades en términos de convivencia a nivel nacional, regional e incluso global. Sin embargo, en Argentina aún persiste una deuda pendiente en materia de reflexión y revisión profunda no solo sobre el proceso de conformación y consolidación de su Estado nacional, sino que también mantiene un débil ejercicio en relación a una filosofía del espacio público y la relación con la alteridad ‘no argentina’ que habita en el mismo territorio. De esta manera se comparten avances del estudio realizado en terreno con poblaciones indígenas mapuche en la Patagonia y wichi en Salta, como también el caso de inmigrantes peruanos y venezolanos tanto en Ciudad de Buenos Aires como en Ciudad de Córdoba, que sirven como base para discutir en torno a la Triada que se impone en las sociedades modernas compuestas por el Estado/Nación/Ciudadanía. (p. 2) Este trabajo realizado en terreno durante el año 2015 y que reuniera las primeras aproximaciones al fenómeno de estudio ofreció categorías de análisis como: sentido de pertenencia, que conjuga al “nosotros”, segundo el sentido estratégico que comprende a las tensiones con el “ustedes” y el “ellos” y, por último, el sentido de la acción que inscribe una trayectoria dentro del espacio público. El presente trabajo se enfoca en Argentina, con los ‘no argentinos’ tomando por muestra el pueblo mapuche y wichi para el caso de los indígenas y la población venezolana y peruana para el caso de inmigrantes, en la Ciudad de Buenos Aires y Ciudad de Córdoba, las cuales cohabitan en el espacio público con la cultura mayoritaria. * * 23 (…) El plan de trabajo, en términos metodológicos, ha sido realizado desde una perspectiva inductiva, orientada a la ‘Teorización Fundamentada’, metodología cualitativa desarrollada por Strauss y Corbin (1992), para lo cual se ha escogido una muestra que cuenta a personas de diferentes realidades socio económicas y de género, pero que conservan una adscripción a la referencia cultural de mapuche (Patagonia) y Wichís (Noroeste), en el caso de los pueblos indígenas; venezolanos y peruanos (Ciudad de Buenos Aires y Córdoba) para el caso de los inmigrantes, por cada grupo 10 personas, siendo un total de 40 personas entrevistadas de distintas afiliaciones culturales. Se ha aplicado la técnica de entrevistas abiertas e individuales, que reúne criterios verificables en un enfoque positivo (verificable), que se complementa en un carácter constructivista que busca desenvolver la hermenéutica y el sentido de la acción de cada uno de los colectivos entrevistados y el modo con el cual categorizan su relato a través de una ‘Trama’ (Ricoeur, 2004). (…) Durante los meses de marzo hasta junio de 2019 se ha realizado las visitas a terreno, mientras que en los meses de junio hasta agosto se construyeron las categorías emergentes de los relatos para que, entre agosto y octubre, se establezcan las relaciones entre dichas categorías y comprender nuevas dimensiones sobre la constitución subjetiva de las culturas minoritarias y su percepción sobre el espacio público argentino. (…) El contenido es organizado en tres grandes puntos que consideran rasgos de la sociología crítica: describir la realidad social a través de antecedentes teóricos, explicar desde el trabajo en terreno los diferentes modos con los cuales las sociedades demuestran su evolución y, por último, ofrecer una suerte de evaluación que permita reconocer ciertas pistas y recomendaciones a futuro. (Cantón Gardes, 2020, pp. 3-5) Hasta aquí vimos que la sociología es un cuerpo de pensamiento específico sobre el mundo social; sin embargo, también implica una forma de investigación científica caracterizada por la búsqueda de datos o evidencia empírica para sustentar las afirmaciones. Cada teoría sociológica guarda correspondencia con una particular metodología de investigación. En efecto, algunos científicos sociales postulan que hay regularidades en el mundo social y que estas puedan estudiarse mediante apropiados diseños de investigación y metodologías. Otros pensadores sostienen que, si bien hay regularidades, son imposibles de detectar porque el mundo social es demasiado complejo. Finalmente se encuentran sociólogos que afirman que no es posible pensar en términos de causa-efecto (es decir, no hay una sola causa que explique la complejidad en la cual estamos inmersos) y que las ciencias sociales deben focalizarse en reconstruir las intenciones y significados de la acción social (no en buscar causas).En este sentido, existen múltiples maneras de concebir el mundo social y sus relaciones. Cada paradigma sociológico propone algún tipo de metodología para sustentar empíricamente sus hipótesis. Podemos hablar de la existencia de dos grandes paradigmas de investigación social: la metodología cuantitativa y la metodología cualitativa. * * 24 La metodología cuantitativa parte de la premisa de que los fenómenos sociales pueden explicarse y que, para ello, se utiliza información cuantificable y medible. Hernández-Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio (2010) señalan la existencia de dos tipos de realidades: La primera es interna y consiste en las creencias, presuposiciones y experiencias subjetivas de las personas, que van desde las muy vagas o generales (intuiciones) hasta las convicciones bien organizadas y desarrolladas lógicamente a través de teorías formales. La segunda realidad es objetiva, externa e independiente de las creencias que tengamos sobre ella (la autoestima, una ley, los mensajes televisivos, una edificación, el sida, etc., ocurren, es decir, cada una constituye una realidad a pesar de lo que pensemos de ella). (p. 6) La metodología cuantitativa intenta capturar y estudiar lo que ocurre en la realidad externa. Parte del supuesto de que esta realidad objetiva puede conocerse y de que resulta posible investigarla. Las principales características de esta metodología son las señaladas por Hernández-Sampieri, Fernández Collado, Baptista Lucio (2010): la estructura de la investigación, a diferencia de la cualitativa, generalmente sigue un patrón estructurado. Esto significa que, después de plantear el problema de estudio, el investigador construye una hipótesis (algo que va a examinar si es cierto o no) y la somete a prueba mediante el empleo de diseños de investigación. Si los resultados corroboran la hipótesis, se aporta evidencia empírica a su favor. Si, por el contrario, los resultados refutan la hipótesis,esta se descarta en busca de mejores explicaciones. Frecuentemente, las conjeturas se establecen antes de recolectar los datos. “Como en este enfoque se pretende medir, los fenómenos estudiados deben poder observarse o referirse en el ‘mundo real’ [y objetivo]” (Hernández-Sampieri, Fernández Collado, Baptista Lucio, 2010, p. 5). Estos datos son productos de mediciones y se representan mediante números (cantidades) que se deben analizarse a través de métodos estadísticos. En todo este proceso se busca el máximo de control para lograr que otras explicaciones posibles (distintas o rivales) sean desechadas, se excluya la incertidumbre y se minimice el margen de error. “Los análisis cuantitativos se interpretan a la luz de las predicciones iniciales (hipótesis) y de estudios previos (teorías). La interpretación es una explicación acerca de cómo los resultados encajan en el conocimiento existente” (Hernández-Sampieri, Fernández Collado, Baptista Lucio, 2010, p. 5). Como podrás apreciar, esta investigación intenta ser lo más objetiva posible. Los fenómenos que se observan y miden no deben ser afectados por el investigador; es decir, se pretende que la subjetividad del científico no influya en los resultados del estudio ni interfiera en los procesos. Los estudios cuantitativos siguen un patrón predecible y estructurado (el proceso) y se debe tener presente que las decisiones críticas se efectúan antes de recolectar los datos (…) [En este tipo de investigación] se pretende generalizar los resultados encontrados en un grupo o segmento (muestra) para aplicarlos a una colectividad mayor (universo o población). También se busca que los estudios efectuados puedan replicarse (Hernández-Sampieri, Fernández Collado, Baptista Lucio, 2010, p. 6) * * 25 El objetivo es explicar y predecir el fenómeno investigado a partir de la búsqueda de regularidades y relaciones causales entre los elementos. Si se sigue rigurosamente el proceso y los datos generados poseen los estándares de validez y confiabilidad, las conclusiones derivadas contribuirán a la generación de conocimiento (Hernández-Sampieri, Fernández Collado, Baptista Lucio, 2010). Se inscribe, a su vez, en un razonamiento lógico deductivo. Esto significa que se comienza con la teoría y de esta se derivan expresiones lógicas denominadas hipótesis, las cuales el investigador busca someter a prueba. Se pretende identificar patrones de regularidad y causales. La metodología cualitativa sienta sus bases en un enfoque de la realidad claramente diferente al que asume la metodología cuantitativa. El investigador que se posiciona en el enfoque cualitativo entiende que la realidad se construye a partir de la interacción de los individuos ya que ellos asignan sentido a sus acciones. Esta metodología busca comprender e interpretar estos sentidos. El investigador que adopta esta postura busca, entonces, captar los significados atribuidos en el circuito de la acción y evita predefinirlos antes de investigar (Cipriani, 2013). Cabe aclarar que la metodología cualitativa no se propone medir variables predefinidas, sino más bien generar nuevos conceptos, tipologías y teorías que permitan comprender y caracterizar el fenómeno investigado. En el artículo que leímos al comienzo de esta lectura se manifiestan algunas de las técnicas usadas en esta clase de investigaciones, ¿puedes identificarlas? Existen múltiples procedimientos específicos del método cualitativo, pero antes de mencionarlos es necesario comprender con claridad cuáles son las características de este tipo de investigación. Podemos caracterizarla brevemente con los siguientes enunciados: En primer lugar, está fundada en una posición filosófica interpretativa y podemos relacionarla con el enfoque del paradigma de la acción que hemos desarrollado al comenzar este módulo. De esta manera, el investigador cualitativo entiende que “el mundo social es ‘interpretado, comprendido, experimentado y producido’” (Vasilachis de Gialdino, 2006, p. 25). En segundo lugar, utiliza métodos que permiten comprender la complejidad, el detalle y el contexto de un determinado fenómeno. En tercer lugar, permite una relación cercana entre el investigador y los sujetos observados (Cipriani, 2013). Finalmente, lejos de buscar una imagen de la realidad estática y externa respecto del actor social, examina la imagen que él mismo ha construido, por lo cual debe utilizar métodos que le permitan aproximarse a su subjetividad y comprender los significados que el individuo atribuye a su acción. Como ya hemos indicado, el investigador cualitativo utiliza métodos coherentes con los objetivos y particularidades antes mencionadas. Se trata, por lo tanto, de técnicas que permiten acercarse a la singularidad del fenómeno, a la subjetividad de los actores y a los procesos de interacción que se observan. * * 26 Cabe destacar que la finalidad de esta metodología no es solo relevar las palabras de los actores observados, sino interpretarlas. Por lo tanto, necesitamos tener en cuenta, por una parte, ciertas técnicas que nos permiten relevar estos discursos, por ejemplo, la entrevista en profundidad y la observación (participante y no participante). Pero, por otra parte, resulta imprescindible reconocer que también debemos hacer referencia a ciertos métodos que funcionan como marco para la recolección, el análisis y la interpretación de lo relevado, entre los cuales podemos mencionar los biográficos, el análisis de discurso y la teoría fundada en datos (grounded theory). Finalmente, más allá de las discusiones centradas en la cientificidad de este enfoque metodológico, la investigación cualitativa es cada vez más utilizada y apunta a objetivos claramente diferentes de los de la metodología cuantitativa. Tal como afirma Cipriani (2013), “no existe la supremacía de un enfoque sobre otro, ambos son complementarios y no alternativos” (p. 58). Para recolectar la información en el terreno debemos acudir a diferentes fuentes. Encontramos: Las fuentes primarias: aquellas que son específicas de la temática que se pretende conocer, como artículos, biografías, investigaciones, etc. Las fuentes secundarias: proporcionan información que pueden ser de utilidad, como estadísticas, enciclopedias, libros, etc. También es posible determinar las fuentes según el tipo de información que proporcionan. Así, tenemos las de tipo cuantitativo, que permiten observar generalizaciones del comportamiento a partir de estadísticas, por ejemplo; y otras de carácter cualitativo, que aportan significados de esos comportamientos. Encuestas: pueden ser cerradas o abiertas y otorgan respuestas a temas concretos, por ejemplo, la opinión sobre algo o alguien que, a su vez, ofrece referencias sobre tendencias de comportamiento. Entrevistas: otorgan una mayor profundidad sobre conceptos o significaciones a la acción de grupos o individuos. Pueden ser estructuradas, semiestructuradas o abiertas. Grupos Focales: lo grupal no es igual a la suma de las partes, sino que sirve como lema para comprender que las interacciones y las discusiones que se gestan en las dinámicas grupales ofrecen un lugar de información privilegiado, sumamente valioso y enriquecedor.
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