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EL CONTROL PRENATAL

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CONTROL PRENATAL 
Se entiende por control prenatal (vigilancia prenatal, asistencia prenatal, cuidado prenatal, 
acompañamiento prenatal, consulta prenatal) a la serie de contactos, entrevistas o visitas 
programadas de la embarazada con integrantes del equipo de salud, con el objetivo de vigilar 
la evolución del embarazo y obtener una adecuada preparación para el parto y la crianza del 
niño. 
El control prenatal adecuado en cantidad, calidad, contenidos y oportunidad, diferenciado, 
acorde al riesgo, tiene un enorme potencial de contribución a la salud familiar y es un claro 
ejemplo de promoción de salud y de medicina preventiva. 
Con el control prenatal se persigue: 
• La administración de contenidos educativos para la salud de la familia y la crianza 
del niño; 
• La detección de enfermedades maternas subcllnicas; 
• La prevención, diagnóstico temprano y tratamiento de las complicaciones 
maternas; 
• La vigilancia del crecimiento y de la vitalidad fetal; 
• La disminución de las molestias y síntomas menores asociados al embarazo; 
• La preparación psicoflíica para el nacimiento. 
El control prenatal eficiente es: 
a) Precoz. El control deberá iniciarse lo más temprano posible, tratando de que sea desde el 
primer trimestre de la gestación. Esto permite la ejecución oportuna de las acciones de 
promoción, protección y recuperación de la salud que constituyen la razón fundamental del 
control. Además torna factible la identificación precoz de embarazos con alto riesgo. 
b) Periódico o continuo. La frecuencia de los controles prenatales varía según el riesgo que 
presente la embarazada. Las de alto riesgo necesitan una mayor cantidad de consultas, cuyo 
número varía según el tipo y la gravedad del problema. La mayoría de las embarazadas tienen 
un bajo riesgo materno-perinatal y, desde el punto de vista biológico, requieren pocas visitas 
prenatales. 
El ideal es que el primer control se realice precozmente en el primer trimestre (<13 semanas). 
El siguiente entre la 23 y 27 semanas y luego uno cada 4 semanas a partir de la semana 27. 
c) Completo o integral. Los contenidos del control deberán garantizar el cumplimiento efectivo 
de las acciones de educación, promoción, protección, recuperación y rehabilitación de la salud. 
d) Extenso o de amplia cobertura. Sólo en la medida en que el porcentaje de población 
controlada sea alto (lo ideal es que abarque a todas las embarazadas) se podrá esperar un 
descenso en la morbimortalidad materna y perinatal. 
 
Para realizar el relevamiento de las acciones del control prenatal se ha convenido en una serie· 
de preguntas referidas a la identificación socioeducacional, antecedentes familiares, 
personales, obstétricos y del embarazo actual, cuya respuesta es por si una pauta que debe 
seguir quien realice el control de una gestante. 
 
Contenidos del control prenatal 
En la primera consulta prenatal deberá realizarse un examen clínico obstétrico completo. 
Sobre la base de este examen, en esta primera consulta, cuyos contenidos serán comunes para 
todas las embarazadas, se deberá proceder a discriminar quiénes habrán de recibir un 
esquema mínimo de control (bajo riesgo) y quiénes deberán ser referidas a la consulta 
especializada de alto riesgo. 
-Examen sistemático de Papanicolaou. 
-Examen odontológico, 
-Exámenes complementarios: determinación de grupo sanguíneo y factor Rh, detección de 
diabetes gestacional, hemoglobina, serología para sífilis, examen de orina y otras pruebas que 
deban ser aplicadas selectivamente a la población con alto riesgo de padecer las condiciones 
buscadas (HIV, toxoplasmosis, Chagas, urocultivo, cultivo cervical para gonorrea, para 
Chlamydia trachomatis, Gardnerella vaginalis y estreptococo del grupo 8). 
− En el caso específico del estreptococo del grupo B su colonización en cuello uterino y/o 
vagina se asocia con un aumento del riesgo de rotura prematura de membranas, 
corioamnionitis, parto prematuro e infección neonatal y puerperal. 
− La trasmisión de la madre colonizada al feto durante el parto puede resultar en una 
infección del recién nacido, en algunos casos grave. 
Los elementos básicos del control prenatal, que deberán reiterarse en todas las consultas, son 
el estudio de la ganancia de peso materno, la determinación de la tensión arterial y la 
valoración de la evolución del crecimiento fetal. 
-Evaluación antropométrica de la embarazada: el control del estado nutricional materno debe 
ser parte del control prenatal. El peso de la embarazada en un momento dado de la gestación 
es la resultante del peso previo y el crecimiento alcanzado hasta ese momento. Se debe 
evaluar: 
• Peso. 
• Talla: es importante tomarla en los primeros meses ya que al final del embarazo la 
lordosis o curvatura compensatoria de la columna vertebral hacia delante lleva a obtener 
una talla menor que la real. Es conveniente disponer de un tallimetro para adultos. La 
talla se registrara en cm, sin decimales. 
• IMC: en las mujeres con bajo peso inicial se recomienda un incremento entre 12,5 y 18 kg, 
en tanto en las mujeres obesas se recomienda un incremento mínimo de 6 kg. 
• Medida de la altura uterina: la altura uterina se mide en centímetros con una cinta 
métrica de material flexible e inextensible desde el pubis hasta el fondo uterino 
(determinado por palpación). El extremo de la cinta métríca se fija en el borde superior 
del pubis con los dedos de una mano y entre los dedos índice y mayor de la otra se desliza 
la cinta hasta que el borde cubital de esa misma mano alcance el fondo uterino. 
− La altura uterina en función de la edad gestacional muestra un crecimiento lineal 
hasta la semana 37, con un discreto aplanamiento posterior. 
− Este crecimiento constante entre las semanas 20 y 35 es de 0,8 cm por semana 
(percentilo 50). 
 
-Vacunación antitetánica. La inmunización adecuada de mujeres con toxoide tetánico (TT) 
previene el tétanos neonatal y puerperal. El recién nacido queda protegido gracias a los 
anticuerpos antitoxina maternos, que pasan por la placenta al sistema circulatorio del feto. Las 
buenas prácticas de higiene durante el parto y el cuidado de la herida umbilical hasta que 
cicatriza son importantes para prevenir el tetanos neonatal. La inmunización adecuada de las 
mujeres gestantes con TT es eficaz, incluso si la herida umbilical se infecta con C. tetani. 
− El esquema recomendado para la primovacunación de adultos con el fin de prevenir el 
tétanos neonatal es de dos inyecciones de TT, administradas con un intervalo mayor de 
cuatro semanas. Primera dosis alrededor del 5° mes; segunda dosis alrededor del 7° 
mes. 
-Requerimientos nutricionales durante el embarazo. 
• Energía. El costo metabólico del embarazo se ha estimado en aproximadamente 70.000 a 
80.000 kcal; La cuota extra de energía que requieren las gestantes durante el segundo y 
tercer trimestre es de aproximadamente 300 kcal/dia. 
Aún en mujeres con sobrepeso, es importante no restringir el aporte calórico ya que un 
régimen de alimentación hipocalórico durante el embarazo condiciona una mayor 
susceptibilidad a la cetosis. Los cuerpos cetónicos atraviesan la barrera placentaria y, en 
exceso, pueden ocasionar daño neurológico en el feto. Se han observado alteraciones 
psicomotoras y bajo nivel intelectual en hijos de madres que tuvieron cetonuria durante 
el embarazo. La determinación de cuerpos cetónicos en la orina es por lo tanto un 
indicador práctico de la adecuación de la ingesta calórica durante el embarazo. 
 
• Proteínas. Se necesitan 25 g adicionales a los requerimientos proteicos previos al 
embarazo para satisfacer las necesidades de la mujer gestante. Este aumento en la 
ingesta de proteínas debe estar acompañado de un adecuado aporte de energía para que 
la utilización proteica sea efectiva. 
 
• Lípidos. Son necesarios durante el primer trimestre para lograr depósitos tisulares en el 
organismo materno y para el crecimiento del feto y la placenta en elsegundo y tercer 
trimestre. 
 
• Hierro. Las necesidades de hierro en el embarazo se estiman de acuerdo a los 
requerimientos para el desarrollo del feto, la placenta, el aumento del volumen sanguíneo 
materno y para cubrir las necesidades basales de la madre y son de aproximadamente 
800 mg. 
 
• Calcio. Para satisfacer las demandas fetales se necesitan alrededor de 25 a 30 g de calcio a 
lo largo de la gestación. Estas cantidades son difíciles de cubrir si no se consumen 
diariamente lácteos, alimentos fuentes por excelencia del mineral. } 
 
• Cinc. El cinc es un oligoelemento esencial que tiene un rol fundamental durante el 
proceso de organogénesis fetal, por lo que su aporte es importante desde las primeras 
etapas del embarazo. La cantidad diaria recomendada durante toda la gestación es de 11 
mg/dia. Los alimentos de origen animal, especialmente las vísceras, carnes rojas y 
mariscos constituyen las principales fuentes alimentarias. 
− Una ingesta deficiente en cinc durante el embarazo predispondría a una mayor 
prevalencia de malformaciones neonatales, de nacimientos de bajo peso y de partos 
prematuros. 
 
• Sodio. La demanda corporal de sodio se incrementa durante el embarazo debido al 
aumento del volumen extracelular, a los requerimientos fetales y a la constitución del 
líquido amniótico. El aporte con la alimentación no debe ser menor a 2 o 3 gramos diarios. 
Una alimentación pobre en sodio puede conducir a un aporte deficiente de otros 
nutrientes. 
 
• Vitamina A. La vitamina A es necesaria para el crecimiento, la diferenciación celular y el 
desarrollo normal del feto. Las reservas maternas son generalmente suficientes para 
cubrir con las demandas fetales. El hígado, los lácteos fortificados y los pescados grasos 
son las principales fuentes alimentarias de retinol, mientras que los vegetales y frutas, 
especialmente los de color verde intenso o amarillo-anaranjado, aportan diversas formas 
de caroten0os que son precursores de la vitamina. A diferencia de otros nutrientes, el 
exceso de vitamina A tiene efectos teratogénicos en el feto (la ingesta NO debe superar 
los 3000 microgr diarios de retinol equivalente). 
 
• Folatos. El ácido fólico es necesario como coenzima en las reacciones de transferencia de 
átomos de un carbono que ocurren para la síntesis de los nucleótidos y la división celular, 
por lo que sus necesidades se incrementan sustancialmente durante el embarazo. Se ha 
demostrado que una ingesta adecuada de folatos previo al embarazo y durante las 
primeras 12 semanas de gestación, protege al embrión de padecer defectos del tubo 
neural en un 72% de los casos. Se requiere un aporte de 600 microgr de folato. Tener en 
cuenta que el exceso de fofa tos puede enmascarar la presencia de anemia 
megaloblástica. 
 
 
 
• Vitamina C. Durante el embarazo se requieren 10 mg extras de vitamina C para asegurar 
la transferencia de la vitamina de la circulación materna a la circulación fetal. Las frutas y 
verduras frescas son los alimentos fuentes de la vitamina. Las gestantes que consumen 
alcohol o utilizan a diario aspirina tienen necesidades adicionales. 
Las embarazadas adolescentes poseen demandas mayores de energía y nutrientes, ya que a 
las necesidades fetales se suman las del propio crecimiento materno. 
 
Si la alimentación de la embarazada es variada y adecuada en energía, no es necesaria la 
suplementación rutinaria de vitaminas y minerales, a excepción del hierro y el ácido fólico. 
-Efecto en el embarazo de otros componentes dietéticos 
• Alcohol. El alcohol o su metabolito, el acetaldehido, posee efectos teratogénicos, que en 
las madres alcohólicas se manifiestan en el síndrome alcohólico fetal. Este síndrome se 
caracteriza por neonatos con restricción en el crecimiento pre o posnatal, con 
compromiso del sistema nervioso central y con alteraciones faciales (microencefalia, 
microftalmía, escaso desarrollo del surco nasolabial, labio superior fino, aplanamiento del 
área maxilar). 
 
• Cafeína. La cafeína cruza la placenta y aunque no está claro su efecto en el feto, estudios 
sistemáticos han relacionado consumos superiores a los 150 mg diarios con un mayor 
riesgo de abortos y bajo peso al nacer. 
 
Complicaciones frecuentes asociadas a la alimentación durante el embarazo 
Náuseas y vómitos. Alrededor del 50% de las gestantes suelen presentar náuseas y vómitos 
debido a las adaptaciones hormonales que ocurren en los primeros meses del embarazo. Estas 
molestias generalmente se presentan durante la mañana y en la mayoría de los casos ceden 
espontáneamente luego de la segunda mitad de la gestación. El manejo alimentario consiste 
en disminuir el volumen de alimentos de cada comida, fraccionar la distribución de los mismos 
y seleccionar alimentos con hidratos de carbono de fácil digestión como galletitas de agua, pan 
tostado, cereales secos, etc., limitando el aporte de alimentos ricos en grasas. La ingesta de 
liquidas debe efectuarse antes o después de las comidas y es recomendable evitar los ayunos 
de más de ocho horas. La suplementación con piridoxina puede resultar-eficaz para el 
tratamiento de los vómitos persistentes . 
Pirosis. La presión del útero sobre el estómago junto con la relajación del esfínter esofágico 
predisponen a la esofagitis por reflujo; en estos casos se debe aconsejar un plan alimentario 
fraccionado en pequeñas cantidades y evitar la ingesta en las 2 o 3 horas previas a acostarse. 
Constipación. Una disminución en la motilidad intestinal con estreñimiento es frecuente en los 
últimos meses de la gestación; el manejo dietético consiste en estimular el consumo de 
alimentos ricos en fibras, como frutas, verduras, cereales integrales y legumbres y aumentar el 
consumo de liquidas. 
Pica. Es un trastorno en el apetito que se caracteriza por el deseo persistente y compulsivo de 
consumir sustancias no comestibles o con muy poco valor nutritivo. Las sustancias que 
habitualmente se ingieren son tierra o arcilla (geofagía), hielo (pagofagía), almidón (amílofagia) 
y otras como tiza, jabón, cartón. Se ha observado que la práctica de pica durante el embarazo 
se asocia a la deficiencia de ciertos oligoelementos como el hierro o el cinc. 
 
 
 
 
Contenidos educativos del control 
El cuidado de la madre y del niño exige prescribir a las embarazadas algunas reglas especificas 
de higiene: 
− Vestido holgado, corpiños que no ajusten los senos, no usar fajas, salvo en las 
multigrávidas o portadoras de vientres péndulos, no colocarse ligas, usar calzado de 
tacos bajos. 
− El trabajo habitual puede continuarse si no es excesivo. 
− La marcha es aconsejable. 
− Debe suprimirse el hábito de fumar. 
− La gimnasia se impone como método preparatorio físico del parto para: 1) conseguir 
un mayor desarrollo y fortaleza de los músculos que intervendrán en el parto y en la 
evolución del puerperio, y 2) aumentar su elasticidad practicando la relajación. 
− Los baños deben prescribirse a diario como elemento basico de la higiene cutánea. Se 
practicarán a una temperatura de 28 a 30"C y serán de ducha. 
 Deberá informarse ampliamente a la mujer sobre los signos de iniciación del trabajo de parto, 
insistiendo en la aparición de los limos, la iniciación de contracciones rítmicas y dolorosas o la 
pérdida brusca de apreciable cantidad de liquido amniótico. La educación especifica antenatal 
reduce el número de visitas por falso trabajo de parto. 
En los dos últimos meses deberá prestarse preferente atención a la preparación psicofisica 
para el parto.

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