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La enfermedad tiene un amplio espectro de síntomas en el ser humano, desde formas clínicamente inaparentes, otras que pueden confundirse con un cuadro de gripe moderada a grave y las formas graves que incluyen el cuadro hemorrágico (Dengue Hemorrágico, DH) y el shock (Síndrome de Choque por Dengue, SChD) DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DEL DENGUE: El dengue existe en la mayor parte de las áreas tropicales del mundo y tiene una distribución semejante a la del principal mosquito vector Aedes aegypti. La distribución del dengue hemorrágico se ha ido expandiendo en los últimos años en el Asia, el Pacífico y las Américas. Esta expansión geográfica está asociada con la tropicalización de áreas templadas y el aumento de viajeros de avión infectados con el virus. ETIOLOGÍA Agente etiológico: VIRUS DEL DENGUE (DEN). Perteneciente al género Flavivirus, de la familia Flaviviridae que, a su vez, pertenece al grupo de los Arbovirus (virus trasmitidos por artrópodos). Las partículas virales contienen RNA de cadena simple, son envueltas y tienen aproximadamente 40-50 nm de diámetro. Existen 4 serotipos llamados DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4. La inmunidad es serotipo- específica por lo que la infección con un serotipo determinado confiere inmunidad permanente contra el mismo (inmunidad homóloga), y sólo por unos meses contra el resto de los serotipos (inmunidad heteróloga). SITUACIÓN EN ARGENTINA En Argentina, el A. aegypti fue eliminado durante el programa de erradicación de la fiebre amarilla en 1963. En 1986 su presencia fue registrada nuevamente en Posadas, Misiones, en 1989 en San Salvador de Jujuy, en 1991 en la provincia de Buenos Aires y en 1995 en la ciudad de Buenos Aires. El Aedes aegypti se distribuye actualmente desde el norte del país hasta las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Mendoza. El comportamiento del dengue en Argentina es epidémico, y la ocurrencia de casos se restringe a los meses de mayor temperatura (noviembre a mayo), en estrecha relación con la ocurrencia de brotes en los países limítrofes. Si bien Argentina no ha evidenciado, hasta el momento, una endemia de dengue en su territorio, se verifica la presencia del vector en la mayoría de las provincias del país. Por lo tanto, la introducción del virus dengue se produce a partir de viajeros infectados provenientes de países con circulación viral. Los brotes ocurridos en el NOA se asociaron a tres de los cuatro serotipos (DEN 1, 2 y 3), en la región NEA, se registraron brotes por serotipos DEN 1 y 3. En las regiones Cuyo y Centro se registró DEN 1 excepto San Juan y San Luis. En Argentina, en la presente temporada (2020), se notificaron al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud 74.701 casos con sospecha de dengue y 38.181 casos de dengue (confirmados por laboratorio o nexo epidemiológico) sin antecedente de viaje, y 2.267 casos se encuentran aún en investigación. Hasta el momento, se registró la presencia de 3 serotipos: 71 % correspondió a DEN- 1, 27% a DEN-4 y 2% DEN-2. Enfermedad viral provocada por la infección del Virus del Dengue. Es la principal causa de enfermedad y muerte en las zonas tropicales y subtropicales. 400 millones de personas se infectan anualmente. La infección sucesiva con dos serotipos diferentes es un factor de riesgo para desarrollar las formas graves de la enfermedad (dengue hemorrágico y síndrome de choque por dengue). Aunque, en teoría, una persona podría padecer dengue hasta cuatro veces a lo largo de su vida (una por cada serotipo), hasta el momento solo se han comprobado hasta tres infecciones en un mismo individuo. Cualquier serotipo puede producir formas graves de la enfermedad, aunque los serotipos 2 y 3 han sido asociados a la mayor cantidad de casos graves y fallecidos. Transmisión: El dengue se transmite por la picadura de un mosquito infectado con el virus que, para estarlo, debe haber picado previamente a una persona infectada en período de viremia. En América solamente ha sido demostrada la transmisión del dengue a través de mosquitos Aedes aegypti. El Aedes albopictus, relacionado a la transmisión de la enfermedad en otros continentes, al ser menos antropófilo, es un vector menos eficaz. Son mosquitos hematófagos diurnos (sólo las hembras), con mayor actividad de picar dos horas después de la puesta del sol y algunas horas antes del amanecer. Aedes aegypti está muy bien adaptado al medio urbano y tiene hábitos domiciliarios, por lo que la transmisión es predominantemente doméstica. Es una especie tropical y subtropical, de distribución mundial. Estos insectos no sobreviven el invierno, y su distribución también está limitada por la altura (generalmente no se encuentran mosquitos por encima de los 1.000 metros). La enfermedad no se transmite de persona a persona, ni a través de objetos, ni por vía oral, respiratoria ni sexual. Sin embargo, aunque es infrecuente, también están descriptas la transmisión durante el embarazo y la vía transfusional. FISIOPATOGENIA: los virus son perpetuados en un ciclo que incluye al humano y al mosquito Aedes aegypti en centros urbanos de clima tropical y subtropical. Los mosquitos se desarrollan en envases caseros que puedan almacenar agua, como por ejemplo tachos, tanques, floreros, porta macetas y otros. También recipientes extradomiciliarios como aljibes, neumáticos, piletas en desuso, residuos orgánicos, algunas plantas, botellas, latas, envases plásticos y otros, sirven para el desarrollo de los mosquitos. Las personas infectadas presentan viremia desde un día antes y hasta cinco o seis días posteriores a la aparición de la fiebre. Si durante la viremia el mosquito pica a esta persona, se infecta. Luego de un periodo necesario para el desarrollo de la infección viral en el mosquito (periodo de incubación extrínseco = 7 a 14 días), éste permanecerá infectante el resto de su vida y con capacidad de infectar a individuos susceptibles. El virus es inoculado por el mosquito vector en el espacio subcutáneo o intradérmico. La replicación del virus se produce inicialmente en el sitio de inoculación, en células del sistema retículo-endotelial y/o en fibroblastos. La replicación subsiguiente se realiza en los ganglios linfáticos regionales, desde donde el virus se disemina. Efectos virales directos: Producción de citoquinas por monocitos que producen derrame capilar y shock. Supresión de la hematopoyesis trombocitopenia y hemorragia. Producción del inhibidor activador del plasminógeno hemorragia. Daño del hepatocito elevación de transaminasas y necrosis hepática. DEFINICIÓN DE CASO DE DENGUE: Dengue sospechoso: Fiebre de menos de 7 días de evolución sin afección de las vías respiratorias ni otra causa definida, acompañada de dos o más de los siguientes síntomas: cefalea, anorexia, náuseas, erupciones cutáneas, dolor detrás de los ojos (retro-ocular), malestar general, dolor en los músculos o en las articulaciones, diarrea o vómitos. Los servicios de salud públicos o privados que atiendan a estos pacientes, deben notificar su detección en forma obligatoria e inmediata al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud. Dengue probable: Caso sospechoso de dengue con IgM, IgG o antígeno NS1 positivos. Son considerados casos probables los pacientes que presenten alguno de los síntomas cuando coexisten en la misma localidad y durante el mismo período, otros casos confirmados de dengue. Dengue confirmado en áreas SIN circulación viral: Caso sospechoso o probable con aislamiento viral o detección de genoma en muestras de menos de 5 días o neutralización positiva. Dengue confirmado en áreas CON circulación viral confirmada: En Áreas con Circulación Viral autóctona, todo caso compatible con la definición clínica de dengue será considerado un caso confirmado por nexo epidemiológico. Todos caso con pruebas positivas será considerado “confirmado porlaboratorio” Dengue grave: Toda persona con cuadro clínico de dengue que presente uno o más de los siguientes hallazgos: 1) Shock hipovolémico por fuga de plasma, TQC, extremidades frías, llenado capilar igual o mayor a 3 segundos, pulso débil, presión diferencial convergente igual o menor a 20mmHg, hipotensión arterial en fase tardía, acumulación de líquidos con insuficiencia respiratoria. 2) Distress respiratorio por acumulación de líquidos. 3) Sangrado grave: hematemesis, melena, metrorragia, sangrado SNC. 4) Daño orgánico importante (miocarditis, hepatitis, falla renal). MANIFESTACIONES CLÍNICAS: Hay diferentes formas clínicas: 1. Infección sin enfermedad asociada. 2. Enfermedad Indiferenciada. 3. Dengue clásico. 4. Dengue grave. Los síntomas dependen bastante de la edad del paciente: lactantes y preescolares suelen sufrir una enfermedad febril indiferenciada con erupción máculopapular; niños mayores y adultos pueden presentar una enfermedad febril leve o bien la clásica enfermedad incapacitante. Período de incubación: a partir de la inoculación del virus, varía entre 3 y 14 días, con un promedio alrededor de 4 a 7 días. Respuesta del huésped a la infección: Producción de citoquinas por LT, lisis de monocitos infectados shock y derrame capilar. Reactividad cruzada de los Ac-antidengue con el plasminógeno hemorragia. Formación de complejos inmunes y activación del complemento trombocitopenia, hemorragia, derrame capilar, shock. ENFERMEDAD INDIFERENCIADA Presenta: Fiebre, y discreta mialgia, Cefalea, Astenia, Anorexia, A veces odinofagia, malestar abdominal y náuseas. Tienen recuperación rápida y sin astenia residual. Al tener síntomas inespecíficos hay que valorar los antecedentes epidemiológicos. DENGUE CLÁSICO El primer síntoma es fiebre alta (39-40º) que comienza súbitamente y dura entre 2 y 7 días, acompañada de una variedad de signos y síntomas inespecíficos: Intensa cefalea, Dolor retroorbital, dolores musculares y articulares (muy fuertes) Pérdida del apetito, Náuseas y vómitos, Debilidad, Erupciones cutáneas de tipo morbiliforme o escarlatiniforme (50%), que pueden ser muy pruriginosas al descamar, de carácter congestivo, Linfadenomegalias en la región auricular y cervical posterior. El paciente puede desarrollar dengue grave si es reinfectado por otro serotipo. Laboratorio: Los leucocitos pueden estar disminuidos hasta 2.000 por mm3, con discreta linfocitosis y desviación a la izquierda. La cifra de plaquetas puede ser normal u observarse trombocitopenia de hasta 100.000 por mm3, con coagulograma normal y prueba del lazo a veces positiva. La eritrosedimentación muestra escasa variación y no se encuentra anemia. El dengue clásico es usualmente benigno y autolimitado, aunque su convalecencia puede prolongarse varios días o semanas con gran debilitamiento físico, cierto grado de apatía y en algunos casos, trastornos del gusto. No se conocen casos de secuelas permanentes después de esta infección primaria. DENGUE GRAVE El dengue grave es similar dengue clásico pero al 5ª día comienzan las complicaciones, con el: 1. Descenso de la temperatura: puede generar trastornos circulatorios, 2. Se agrava el dolor abdominal, con náuseas y vómitos, 3. Aparecen trastornos del sensorio, 4. Hepatomegalia, ictericia, 5. Hemorragias: gingival, epistaxis, gastrointestinales, hematuria, hipermenorrea y metrorragia, cutáneas, hematemesis. 6. Además, hay incapacidad de los capilares para retener plasma, por ende, electrolitos y proteínas pasan del intravascular a un tercer espacio provocando: hidrotórax, edema pulmonar, ascitis, etc aumento del hematocrito. 7. Con la consiguiente hipovolemia y shock. La enfermedad suele durar de tres a siete días. El dengue es una enfermedad sistémica y muy dinámica, en la que en pocas horas un paciente puede pasar de un cuadro leve a un cuadro grave. Al inicio de la fiebre, no es posible predecir si el paciente tendrá síntomas y signos leves todo el tiempo, o si evolucionará a una forma grave de la enfermedad. Por lo tanto, el equipo de salud debe realizar un seguimiento estricto del paciente, y éste junto a su grupo familiar deben estar atentos a los signos de alarma, controlando a todo paciente con dengue hasta al menos 48 horas de finalizada la etapa febril. Las manifestaciones clínicas del dengue pueden dividirse en tres etapas: • Etapa febril. • Etapa crítica. • Etapa de recuperación. ETAPA FEBRIL: es de duración variable (entre 3 a 6 días en niños y 4 a 7 días en adultos), se asocia a la viremia, durante la cual existe una alta posibilidad de transmisión de la enfermedad si la persona es picada por un mosquito vector. En esta etapa el paciente puede tener además de la fiebre, dolor muscular y articular, cefalea, astenia, exantema, prurito, y síntomas digestivos tales como: discreto dolor abdominal y, a veces, diarrea. Algunos pacientes pueden desarrollar manifestaciones hemorrágicas leves tales como epistaxis, gingivorragias, petequias, púrpuras o equimosis, sin que correspondan a un cuadro de dengue grave. También en algunos pacientes puede detectarse extravasación plasmática, pero sin que la misma tenga significado hemodinámico estos casos no deben ser considerados como dengue grave. Es frecuente la presencia de leucopenia con linfocitosis relativa, trombocitopenia e incremento de las transaminasas. A la caída de la fiebre, el enfermo puede mejorar o empeorar. El empeoramiento es precedido por uno o más signos clínicos conocidos como signos de alarma, ya que anuncian la inminencia del shock. ETAPA CRÍTICA: se caracteriza por la extravasación de plasma (escape de líquidos desde el espacio intravascular hacia el extravascular), que puede llevar al shock hipovolémico (piel fría, pulso débil, taquicardia, hipotensión). Debido a la extravasación de plasma el hematocrito sube, lo que constituye un método confiable para el monitoreo de la fuga de plasma. Generalmente el shock solo dura algunas horas. Sin embargo, también puede ser prolongado o recurrente (más de 12 o 24 horas y, excepcionalmente, más de 48 horas). En estos casos los pacientes pueden evolucionar a un cuadro de distrés respiratorio, así como presentar complicaciones tales como hemorragias masivas, falla multiorgánica y coagulación intravascular diseminada (CID). Los pacientes que llegan a la etapa crítica de la enfermedad sin un diagnóstico y tratamiento adecuado, pueden tener una mortalidad de entre el 30 al 50%. Las plaquetas pueden descender progresivamente desde la etapa febril, pero este descenso se hace más intenso en la etapa crítica. La trombocitopenia en esta enfermedad no es debida a un déficit de producción sino a la destrucción masiva periférica, por un mecanismo inmunomediado (anticuerpos antivirales con reacción cruzada contra las plaquetas), de carácter transitorio, por lo cual van a iniciar su recuperación de manera espontánea, después de un breve período. Cuando las plaquetas comienzan a elevarse, indican que el paciente ha iniciado su mejoría. El paciente con dengue, puede presentar en cualquier momento de su enfermedad signos y síntomas de afectación particular de algún órgano o sistema: encefalitis, miocarditis o hepatitis por dengue, así como insuficiencia renal. Estas se consideran formas clínicas graves de dengue. ETAPA DE RECUPERACIÓN: generalmente se hace evidente la mejoría del paciente pero, en ocasiones, existe un estado de sobrecarga de volumen, así como alguna infección bacteriana agregada. En esta etapa es importante vigilar sobre todo a aquellos pacientes que tengan dificultades en el manejo de los líquidos (insuficiencia renal crónica, insuficiencia cardíaca, pacientes ancianos). También puede aparecer en esta etapa un exantematardío entre el 6º y 9º hasta incluso el 15º día que, con frecuencia, afecta las palmas de las manos y las plantas de los pies, asociado a un intenso prurito. DIAGNÓSTICO: El diagnóstico presuntivo se sospecha en: persona de cualquier edad y sexo que presenta fiebre aguda, de menos de siete días de duración, y que no presente afección de las vías aéreas superiores ni otra etiología definida + dos o más de las siguientes manifestaciones: SIGNOS DE ALARMA 1. Dolor abdominal intenso y sostenido. 2. Vómitos persistentes. 3. Derrame seroso (en peritoneo, pleura o pericardio) detectado por clínica, por laboratorio (hipoalbuminemia) o por imágenes (ecografía de abdomen o Rx de tórax). 4. Sangrado de mucosas. 5. Cambio en el estado mental del paciente: somnolencia o irritabilidad. 6. Hepatomegalia > 2 cm (la hepatomegalia brusca se observa sobre todo en niños). 7. Si está disponible: incremento brusco del hematocrito concomitante con rápida disminución del recuento de plaquetas. Cefalea y dolor retroorbitario. Mialgias y artralgias. Vómitos y dolores abdominales. Manifestaciones cutáneas. Manifestaciones hemorrágicas. Leucopenia. ¿QUÉ MÁS PODEMOS ENCONTRAR EN CASO DE DENGUE? Laboratorio: El hematocrito y el recuento de plaquetas son los exámenes de laboratorio clínico indispensables. El resto deben realizarse de acuerdo al cuadro clínico del paciente: coagulograma, proteínas totales, albúmina, ionograma, gasometría, urea, creatinina y transaminasas. Vamos a encontrar: Neutropenia temprana. Linfocitosis con linfocitos atípicos. Leucopenia. Plaquetopenia. En lepra grave: incremento del hematocrito (refleja la pérdida plasmática). Hipoproteinemia/hipoalbuminemia. Estudios por imágenes: Radiografía de tórax, ecografía: son útiles para evaluar la presencia de líquido libre en la cavidad abdominal o en las serosas (pericardio, pleura), antes de que sean clínicamente evidentes. Ecocardiografía: puede ser de utilidad para evaluar el derrame pericárdico pero, además, permite evaluar la contractilidad miocárdica y medir la fracción de eyección del ventrículo izquierdo, ante la sospecha de miocarditis. Se considera Caso Confirmado a todo paciente sospechoso que tenga un diagnóstico confirmatorio de dengue por laboratorio, o por nexo epidemiológico, según la situación epidemiológica. En un área SIN circulación autóctona de Dengue Si la muestra (suero o tejidos) es obtenida ANTES del 5º día de evolución de los síntomas. Si la muestra es tomada a partir de los 5 días de iniciados los síntomas. - Si se realiza detección de Antígeno NS1: • Si el resultado es (+) se considera dengue probable y debe realizar aislamiento viral/ detección de genoma o detectar anticuerpos en una muestra de más días de evolución. • Si el resultado es (-), no se descarta el dx y se debe solicitar nueva muestra de suero con más de 5 días de evolución para su confirmación. - Si se realiza aislamiento del virus y/o detección del genoma viral de muestras de suero y/o tejidos. • Si el resultado es (+), se confirma el dx. • Si el resultado es (-) no se descarta el dx. Se debe solicitar una nueva muestra de suero del paciente con > 5 días de iniciados los síntomas para realizar búsqueda de anticuerpos específicos. -Se realiza detección de anticuerpos IgM específicos para virus de dengue. • Si el resultado es (-), se descarta el dx de dengue (si el cuadro clínico fuera muy característico, se recomienda la toma de una 2da muestra para detección de IgG). • Si el resultado es (+), se considera un caso probable de dengue y se requiere una segunda muestra para confirmar mediante prueba de Neutralización: - Si el resultado es (-) se descarta dx. - Si el resultado es constante se considera un caso de dengue anterior. - Si el resultado es (+) se confirma el caso de dengue por laboratorio. En esta situación epidemiológica, toda persona con cuadro clínico compatible con dengue y nexo epidemiológico constituirá un caso de dengue a los fines de su tratamiento. En un área en la que ya se ha confirmado un brote de dengue, el diagnóstico de laboratorio no está destinado al manejo de los casos sino que se realiza para la vigilancia. También debe realizarse diagnóstico etiológico a todos aquellos casos con presentación clínica atípica, graves y/o mortales que pudieran atribuirse al virus dengue. En pacientes post mortem: • Detección de antígeno NS1/Aislamiento viral y/o detección de genoma viral por PCR en • muestras de suero obtenida por punción cardíaca, o tejidos. • Serología IgM e IgG (en par de sueros). • Inmunohistoquímica en muestras de tejidos en formol tamponado. Resumen: Test serológicos disponibles: 1) Pruebas de inhibición de la hemaglutinación (igual o superior a 1280), 2) Fijación del complemento, 3) ELISA de anticuerpos IgG (igual o superior a 1280), 4) IgM, así como las de neutralización: La presencia del anticuerpo IgM, que denota infección actual o reciente, suele detectarse entre el sexto y séptimo días después de comenzar la enfermedad. Durante los cinco primeros días de la enfermedad, se puede hacer el aislamiento del virus inoculando la sangre sospechosa en mosquitos y/o en cultivo de células de mosquitos o vertebrados. Detección e identificación viral: 1) Por técnicas de inmunofluorescencia utilizando anticuerpos monoclonales específicos contra cada serotipo o 2) Por técnicas de PCR (reacción en cadena de la polimerasa que permite la amplificación del genoma viral). En un área CON circulación autóctona de Dengue Si la muestra es tomada antes de los 5 días de iniciados los síntomas. • Detección de antígeno NS1/Aislamiento del virus y/o detección del genoma viral de muestras de suero y/o tejidos, para monitoreo de serotipo y genotipo. Si la muestra es tomada después de 5 días de iniciados los síntomas. • Detección de anticuerpos IgM de virus dengue. • Neutralización en par serológico en un porcentaje de los casos. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL: Leptospirosis. Malaria. Hepatitis infecciosa. Fiebre Amarilla. Meningococcemia. Rubeola. Influenza. Sarampión. Enfermedades eruptivas. TRATAMIENTO: El tratamiento es de sostén: adecuada hidratación, paracetamol para los dolores y la fiebre (no dar aspirina); si el paciente presenta hemorragias, shock, alteraciones en la conciencia, deshidratación, tienen que ser internados. El tratamiento varía según si tiene signos de alarma y/o comorbilidades, y si es dengue grave. EN PACIENTES CON DENGUE SIN SIGNOS DE ALARMA Y SIN CONDICIONES CO-EXISTENTES TRATAMIENTO AMBULATORIO • Reposo relativo en cama con aislamiento de los mosquitos. • Adecuada ingesta de líquidos. • Paracetamol para la fiebre y dolor: - Adultos: 500mg cada 6h; máximo 2gr/día. - Niños: 10 a 15mh/k/día. • NO USAR ASPIRINA ni otros AINES. • NO ADMINISTRAR antibióticos ni corticoides. • NO ADMINISTRAR medicamentos por vía intramuscular. Seguimiento: • Control diario. • Evaluar signos de alarma en cada consulta hasta 48 hs posteriores al cese de la fiebre. • Evaluar signos y síntomas de mejoría clínica. *Comorbilidades o condiciones co-existentes: obesidad, diabetes mellitus, enfermedades hematológicas crónicas, cardiopatías y cualquier otra enfermedad crónica, pacientes que reciben tratamiento con anticoagulantes o corticoides, embarazadas, riesgo social (vivir solo, difícil acceso al hospital, pobreza extrema). DENGUE SIN SIGNOS DE ALARMA Y CON CO- MORBILIDADES SEGUIMIENTO ESTRICTO AMBULATORIO O INTERNACIÓN EN SALA GENERAL. • Hidratación vía oral de acuerdo a condición pre-existente. • Si no tolera la vía oral, iniciar terapiaintravenosa con cristaloides a 2- 3ml/kg, de acuerdo a condiciones pre-existentes (dosis para adultos). • Aislamiento de los mosquitos. • Control clínico específico según el tipo de condición asociada. • Tratamiento sintomático. Seguimiento: • Control de signos vitales con balance hídrico. • Buscar signos de alarma hasta 48hs después del cese de la fiebre. • Hemograma diario. DENGUE Y SIGNOS DE ALARMA El tratamiento depende de la presencia o no de criterios para clasificar al paciente como dengue grave. TRATAMIENTO HOSPITALARIO Dengue + signos de alarma y sin criterios para dengue grave: Obtener hematocrito (Hto) antes de expandir al paciente. • Administrar solo SF o RL 10ml/kg/h en 1 hora. • Repetir el Hto después de cada carga de hidratación. Evaluar: • Si persisten signos de alarma, repetir el procedimiento 1 o 2 veces más. • Si hay mejoría de los signos de alarma y baja el Hto, reducir goteo a 5-7 ml/kg/h por 2-4 hs más. Reevaluar: • Si continúa la mejoría clínica, reducir a 3-5 ml/kg/h por 2-4hs más. • Si continúa mejorando, reducir a 2-3 ml/kg/h por 24-48h e iniciar hidratación oral. • Si hay un empeoramiento de los signos vitales y/o un aumento del Hto, y caída brusca de las plaquetas manejarlo como dengue grave. • Si hay descenso brusco del Hto considerar hemorragias. Seguimiento: • Control de signos vitales y perfusión periférica cada 1-4hs- • Hto durante la rehidratación y cada 15h hasta 24-48hs posterior al inicio de la vía oral. • Laboratorio: glucemia, enzimas hepáticas, proteínas totales/albúmina. Dengue + signos de alarma y con criterios para dengue grave: Obtener Hto antes de expandir al paciente. • Iniciar SF o RL a 20ml/k/h en 15-30min. Evaluar: • Si el paciente mejora, seguir con SF o RL a 10 ml/kg/h por 1 hora. Si sigue la mejoría continuar reduciendo el goteo como en el dengue con signos de alarma. • Si el paciente no mejora y el Hto sigue alto, repetir el procedimiento de expansión (20ml/kg 15-30min). Reevaluar: • Si mejora, seguir con cristaloides 10ml/kg en 1 hora y seguir como dengue con signos de alarma. • Si no mejora y el Hto sigue alto, iniciar coloides, 10-20ml/kg en 30-60 minutos. Reevaluar: • Si mejora: cambiar a cristaloides, 10ml/kg en 1 hora y seguir como dengue con signos de alarma. • Si no mejora, continuar con coloides 10-20 mg/kg en 1 hora. Reevaluar: • Si no mejora, considerar el uso de drogas vasoactivas. • Si el paciente no mejora y el Hto baja indica sangrado y la necesidad urgente de transfundir glóbulos rojos. PREVENCIÓN: Como no existen vacunas que prevengan el dengue ni medicamentos que lo curen la medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contienen agua tanto en el interior de las casas como en sus alrededores. Tener en cuenta que la fumigación no es suficiente para eliminar el mosquito, ya que la aplicación de insecticidas es una medida destinada a eliminar a los mosquitos adultos pero no a los huevos y a las larvas. También es importante prevenir la picadura del mosquito. DENGUE PERINATAL El embarazo no parece incrementar el riesgo de contraer dengue ni de predisponer a un cambio en la evolución de la enfermedad. El dengue no parece afectar la evolución satisfactoria del binomio madre-hijo durante el transcurso del embarazo. La embarazada puede continuar el curso normal de su embarazo, vigilando la salud fetal. Algunas características fisiológicas del embarazo podrían dificultar el diagnóstico de dengue (leucocitosis, plaquetopenia, hemodilución). Entre los diagnósticos diferenciales, deben descartarse otras patologías como el síndrome HELLP, la Púrpura o la Preeclampsia, ya que estas patologías requieren un manejo cauteloso de la hidratación parenteral para evitar complicaciones severas. Tanto el diagnóstico como el tratamiento de la embarazada con dengue, no difieren del indicado para el resto de la población. No hay mayores complicaciones durante el puerperio de las embarazadas que padecieron dengue, que en el resto de las puérperas. La lactancia materna debe ser continuada y estimulada, y la misma parece ejercer efecto protector al neutralizar al virus dengue.
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