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LEY SAENZ PENA (1) - Poli Yessa (1)

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La Ley Sáenz Peña
Paula Maria Yessa
El voto en nuestro país no fue siempre como lo conocemos hoy en día. A lo largo de la historia el sufragio fue cambiando hasta llevar a ser el que usamos en la actualidad. Pero hasta el año 1912 no era como ahora ya que solo votaban unos pocos del total de población. El voto era un derecho exclusivamente masculino. Era también un voto cantado lo que lo convertía en algo poco personal, ya que toda la oligarquía sabía por quién estabas votando y, al ser un grupo tan cerrado, terminaban votando o, al que te convenía, o a aquel con el que más compromiso tenías. Por lo que no se elegía al mejor sino al más popular.
A su vez, para votar, el país se dividía en distintos distritos electorales en los cuales cada uno de los hombres que votaba lo tenía que hacer por lista completa, es decir, votaban las listas que contenían los candidatos para todos los cargos sin la posibilidad de votar solo a los candidatos que uno creía que eran mejores para esos cargos. Así, la elite, es decir la clase más elevada, se aseguraba el control del poder político.
No existían programas políticos, solo personalidades con prestigio personal, acuerdos y connivencias que permitían a un selecto grupo votar, asegurándose de esta manera el acceso al poder por medio de la eliminación de la oposición. También estaban los caudillos, quienes se encargaban de llevar a cabo las elecciones, que sacaban provecho de esta situación. De esta manera la política se fue transformando en un mero intercambio de favores, perdiendo el verdadero sentido que tenía.
Además de esto, las elecciones eran manipuladas a través de varios mecanismos de fraude electoral como por ejemplo el voto de ciudadanos muertos o la omisión de nombres en el padrón electoral. También se compraban votos y a cambio de estos los ciudadanos recibían un vale, el cual se transformaba en efectivo. A veces algunas boletas eran remplazadas o se destruían los votos emitidos. Pero esto traía a su vez grandes problemas para el votante, ya que si su voto no coincidía con el que había expresado anteriormente o contrario sus vínculos más cercanos, no solo podía perder su empleo sino también, hasta su propia vida. Así demostraba la clase dominante su desprecio por una democracia real y su concepción de que ellos eran los únicos con derecho a gobernar un país al que consideraban una más de sus propiedades privadas.
Cansados de esta situación fue creciendo la idea de que había llegado el momento de hacer de la Argentina una verdadera república democrática. Por lo que algunas fuerzas políticas, que están en total desacuerdo con estas prácticas fraudulentas, exigieron una reforma electoral que permitiese elecciones libres y legítimas. Con la intención de que esta nueva reforma implicara una mejora para toda la sociedad por medio de la integración y el sentimiento de formar parte de algo mayor, con el objetivo de incluir a las minorías que no habían sido nunca antes ni escuchadas y mucho menos representadas.
Surge así la Ley 8.871 o más bien conocida como Ley Sáenz Peña, sancionada por el Congreso de la Nación Argentina el 10 de febrero de 1912 que estableció el voto universal secreto y obligatorio para los ciudadanos argentinos varones, nativos o naturalizados, mayores de 18 años de edad, habitantes de la nación y que estuvieran inscriptos en el padrón electoral. Esta Ley establecía el sistema de lista incompleta o de voto restringido, donde el votante puede no votar por la lista entera, y si por las dos terceras partes de los candidatos, siendo elegidos los que obtengan mayor número de votos, asegurándose así, como el mismo Roque Sáenz Peña dijo: “que las minorías estén representadas y ampliamente garantizadas en la integridad de sus derechos”. Abriendo así la aparente posibilidad de hacer un cambio trascendental, no solamente en lo político, sino también en lo social. Pero… habría que analizar si esto realmente pasó.
También fue introducido el voto secreto a través de la figura del cuarto oscuro y se convirtió una disposición fundamental de la ley, forma que un siglo después se mantiene vigente y con futuro.
 Si bien esta ley, no solo implico un gran avanece para la Argentina, sino que también colaboro en la eliminación del fraude, ayudo a la representación de algunas de las minorías y dio a los ciudadanos la posibilidad de armar sus propias listas tuvo varios errores. Y esto me lleva a preguntarme hasta qué punto la Ley Sáenz Peña democratizo a la sociedad Argentina.
Para poder analizar mejor esta interrogante hay que tener en cuenta que, se supone que la democracia es un sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho de todo pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes. Entonces si es un derecho de todo el pueblo ¿por qué estaban excluidas del voto algunas personas? Esta interrogante nos lleva a tener en cuenta que no había un sufragio universal había, simplemente, un sufragio restringido, es decir, no se respetó la extensión universal que la ley estaba planteando, abarco solo una parte de esta universalidad claramente mayor a la que se había visto hasta entonces ya que no era algo exclusivo de la oligarquía sino también incluía otros hombres, pero lo hicieron de forma discriminatoria ya que muchas personas se vieron disminuidas por esta ley. Y el hecho de haber incluido algunas de las minorías fue simplemente una forma egoísta de conseguir más votos ya que creían que de esta manera ampliarían su base de apoyo extendiéndose a otros sectores de la sociedad, sobre todo la clase media.
La ley excluyó del derecho a ejercer el voto a las mujeres, que representaban una gran masa de la población, a los extranjeros, y a los argentinos nativos o naturalizados que habitaban en algunos de los territorios Nacionales. También dejó afuera a los religiosos, los soldados, los detenidos por juez competente, es decir, todas aquellas personas que tenían alguna causa abierta en la justicia y algunos discapacitados, como los sordomudos, ya que los consideraban incapaces de ejercer sus derechos. Es decir, que no fueron solo pocas personas las que se vieron excluidas más bien fueron muy pocas las personas que si fueron incluidas en esta ley.
Además la intención que el estado tenia de integrar al sector popular por medio de esta ley no se logró casi de ninguna manera ya que la relación que el estado tenía con las masas obreras no cambio, a pesar de diversas promesas hechas por el mismo Sáenz Peña. Si bien les concedió algunos beneficios como la creación de los sindicatos y el hecho de otorgar el voto a los obreros nativos, esto fue con la intención de que estas cosas sean remuneradas a través del voto. Y fuera de estos beneficios ignoraba los problemas con los salarios y la movilidad social por la cual los obreros y la clase trabajadora luchaban día a día.
La ley fue considerada un instrumento para lograr la estabilidad política pero no se logró ya que los constantes problemas internos comenzaron a preocupar a la clase dirigente quienes veían en este grupo (en particular aquellos sectores más extremos ligados a los ideales anarquistas) un peligro mayor que el que representaba el radicalismo. Por este temor querían lograr la cohesión perdida para evitar cualquier tipo de problema, pero a pesar de la gran preocupación que les causaba ellos podían usar la Ley de Residencia a su favor y echar a cualquier grupo de esclavo o esclavo que ellos consideraban que fuera una amenaza. Pero lograron mantener la relación y así fue que cada vez se tornó más evidente la politización del sector obrero el cual ya había ganado una identidad propia y una conciencia de clase (sobre todo por el aporte recibido de los inmigrantes).
Por otro lado entendían que la falta de partidos era un problema porque son necesarios y esta falta podría provocar una inestabilidad. Por eso la idea de los reformistas era crear un sistema político mucho más organizado que pudiera contar con un más amplio apoyo de toda la sociedad, no solo de algunas minorías y la clase alta. Buscando así laconstrucción de una república democrática. Como el mismo Juan B. Justo dijo: “…si se asiste a una nueva era política en el país, es precisamente porque han aparecido fuerzas sociales nuevas, materiales, y no porque hayan aparecido virtudes nuevas; es porque hay una nueva clase social, numerosa y pujante, que se impone a la atención de los poderes públicos, y porque es más cómodo hacer una nueva ley de elecciones que reprimir una huelga general cada seis meses”
Otra cosa muy cuestionable de la Ley 8.871 es que los objetivos son muy dudosos, ya que no se sabe si su principal objetivo era ensanchar el caudal de votos para que así todos tuvieran la oportunidad de elegir a sus gobernantes, es decir, en beneficio del pueblo, o si fue una estrategia política para poder permanecer en el poder, como por ejemplo, lo hizo Cristina Kirchner con la ley del voto a los 16 años para ganar así un mayor número de votos.
Lo que sí sabemos es que sea cual sea el objetivo que haya tenido, si Roque Sáenz Peña quería beneficiarse por medio de esta ley, hay que admitir que fracaso ampliamente. Porque si suponemos que su objetivo era permanecer en el poder y vencer a los radicales, quienes acababan de levantar su abstención electoral, no lo logro, ya que el primero que salió beneficiado con la reforma electoral de 1912 fue Hipólito Yrigoyen, quien triunfó en los comicios de 1916 gracias a esta ley convirtiéndose así en el primer presidente elegido por el voto popular y en una elección libre de fraude como no había sucedido nunca en la Argentina. Entonces me pregunto ¿Los intereses de esta oligarquía se vieron perjudicados por la creación de su propia ley? Probablemente sí. Y esto se da por que los conservadores habían subestimado la capacidad de los demás partidos en cuanto a organización y estructura partidaria y creían ser los únicos capaces de obtener una victoria electoral, y por culpa de ese abuso de confianza en su mismo es que su propia ley los termina hundiendo. Y esto también me hace reflexionar acerca de la transparencia del partido ya que no pueden ganar en elecciones limpias. Y no solo su ley los perjudico sino que hizo todo lo contrario a lo que ellos estaban buscando ya que esto engrandeció la fuerza política del radicalismo, convirtiéndolo en uno de los partidos políticos más importantes de la Argentina.
Y no solo eso al llegar Yrigoyen al poder permitió una nueva especie de fraude llamada patronazgo. Al principio surge como una forma para apaciguar los conflictos entre la clase media y el gobierno. Este sistema se basaba en conexiones políticas y no en las capacidades que tenía cada una de las personas que se postulaban para el gobierno.
En conclusión no es que me parezca que la ley Sáenz Peña no fue algo positivo para la Argentina, porque en cierto punto si lo fue ya que por lo menos logro que el derecho del voto no perteneciera exclusivamente a la oligarquía sino que ahora también incluía un porcentaje de votantes que antes nunca se hubiera podido imaginar, pero en cuanto al sentido democrático que ellos quisieron dar considero que la ley parecía un poco contradictoria en cuanto a que no debían haber sido privados de este derecho alguna personas ni por razón de sexo, ni lugar de nacimiento ni deficiencias físicas o mentales, raza ni religión.
Por otro lado también activó un período histórico donde las diferencias no se resolvieron mediante el sufragio y el respeto a la voluntad popular, sino con golpes de Estado, a raíz de que ciertos sectores antidemocráticos comprendieron que nunca más llegarían al poder por la vía del voto.
Pero entre un fraude desmedido y la discriminación de las minorías y una democracia restringida no sé qué es mejor.
 Paula María Yessa.
Bibliografía:
http://www.ancmyp.org.ar/user/files/08%20Vanossi12.pdf
https://minutocriollo.wordpress.com/2015/09/14/ley-saenz-pena-y-el-voto-antes-de-esta-ley/
http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/republica_liberal/saenz_pena_quiera_el_pueblo_votar.php
http://www.telam.com.ar/notas/201402/51699-la-ley-saenz-pena-un-pilar-de-la-democracia-que-llego-con-las-luchas-populares.html

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