La Observación

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Introducción a la Investigación Científica	Antropología
Peretz, Henri: Los Métodos en Sociología – La Observación
(Resumen)
Generalmente, el término “observación” se usa para englobar a todo método de documentación. Sus formas más usuales, sin embargo, son 4:
· En sentido amplio (observación de cambios sociales que incluye recolección de datos complementarios como estadísticas y entrevistas personales)
· En Sociología (carece de una participación real en la vida del medio social estudiado, a pesar de comprender visitas e indagaciones sistemáticas)
· Como trabajo de campo (presencia prolongada en un lugar específico, durante la cual se reúnen datos tanto de fuentes orales como físicas)
· En su sentido más estricto (consiste en involucrarse y mantenerse presente en una situación social, registrarla e interpretarla evitando lo más posible modificarla)
La observación enseña al investigador lo que puede aprender de un ambiente y las formas de aprenderlo mejor. Es frecuente que los novatos se vean abrumados por preguntas como “¿Qué hacer con estos datos?”, “¿Significan algo?”, “¿Cómo clasificar los relevantes de los que carecen importancia?”, entre otras dudas similares. 
El uso de toda información recabada varía según el destino que se le tenga: No se puede comparar un artículo con una monografía.
La observación directa – su forma más común en las ciencias sociales – consiste en presenciar los comportamientos sociales de individuos o grupos en sus propios puntos de residencia, sin modificar sus rutinas cotidianas, y recopilar cada componente de la vida social captado por su propia percepción. 
“Trabajo de campo”, a pesar de la popularidad de su uso, es un término de interpretación a menudo ambigua: La contribución de la observación directa a esta práctica (tan relevante en la antropología) resalta en la aplicación del sistema etnográfico, donde permite analizar ciertos puntos clave de la sociedad o grupo a estudiarse (religión, economía, creencias sobrenaturales)
La observación – en esencia – capta la división efectiva y no simplemente formal del trabajo entre las distintas categorías de individuos implicados en estas acciones: Permite ver cómo actúan, las formas de cultura y de conocimiento movilizadas por la gente. También examina las distintas maneras en que los individuos se adaptan los unos a los otros, como se hablan, se evitan, se tocan, como manipulan sus objetos, herramientas e instrumentos. 
Los grupos grandes – las multitudes – presentan otra clase de reto que complica la aplicación más básica de la observación: Acciones colectivas difíciles – por lo fugaces que son – de captar y/o precisar a simple vista. 
El observador debe descubrir las interacciones entre las personas que componen esos grupos masivos, sus apariencias y gestos particulares. Solo así se descubren las formas de control que rigen tanto comportamientos públicos como colectivos.