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Rader-Iñiguez Primaria federacion- InvestigaciónII - Rocio Rader

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Profesorado de Educación Primaria
Extensión Áulica Federación
Investigación Educativa II Escuelas y Cotidianeidad
Trabajo Final 2020
Equipo de cátedra: Prof. Titular: Mgs. María del Rosario Badano
			 Prof. Adjunto Ordinario Mgs. Miguel Duhalde
			 JTP : Prof. María Elena Soñez
			 JTP: Prof. Agostina Pistrilli
			 Auxiliar Docente: Prof. Marcia Cáceres 
Estudiantes: Rocío Rader rocio2000rader@hotmail.com
Daiana Iñiguez dai1205@hotmail.com
Fecha de entrega: 1 de noviembre de 2022
Cohorte: 2020
Tema: La desigualdad en zonas rurales profundizada en contexto de pandemia
Situación Problemática: 
	En el año 2020, frente a una pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) que ha provocado una crisis sin precedentes en todos los ámbitos, la esfera de la educación no fue la excepción. Esta emergencia ha dado lugar al cierre masivo de las actividades presenciales de instituciones educativas en más de 190 países con el fin de evitar la propagación del virus y mitigar su impacto. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), a mediados de mayo de 2020 más de 1.200 millones de estudiantes de todos los niveles de enseñanza, en todo el mundo, habían dejado de tener clases presenciales en la escuela. De ellos, más de 160 millones eran estudiantes de América Latina y el Caribe, por esta razón los docentes debieron buscar nuevos modos de hacer escuela. Implementaron el cursado de sus clases via online, apoyados en la plataforma virtual y a través del envío por WhatsApp de guías de trabajos para los y las estudiantes. Las diferencias materiales en la disponibilidad de aparatos tecnológicos y acceso a internet para estas nuevas formas de enseñanza y aprendizaje, han evidenciado las grandes y profundas desigualdades socioeconómicas junto con la segregación escolar de nuestro sistema educativo.
	Esta situación, profundiza significativamente la ya existente desigualdad marcada históricamente entre quienes pueden acceder al derecho de recibir educación y aquellos que quedan desconectados del sistema. Al considerar esta problemática, el rol docente tuvo que reinventarse, con nuevos modos de enseñar, intentando que nadie quede afuera, que todos sean parte. 
Luego de conectarnos virtualmente a diferentes conversatorios propuestos por la cátedra, en los que profesionales, trabajadores de la educación han abordado la problemática del nuevo modo implementado para desarrollar las clases desde la virtualidad, exponiendo la importancia del hacer escuela en el contexto pandémico, atravesado por el aislamiento social, preventivo y obligatorio, en el que se evidenció que muchos de los estudiantes de nuestro país no cuentan con el acceso a internet ni a dispositivos tecnológicos que les permita conectarse para recibir las clases dadas por los docentes y tampoco poder realizar las actividades que se proponían en los mismos espacios, analizamos y coincidimos en afirmar que se profundizó la desigualdad que hasta ese momento se invisibilizaba en cuanto al acceso a la educación. Al considerar esta situación, entablamos charlas entre compañeras y compañeros, conversaciones informales con los familiares de estudiantes que integran grupos de WhatsApp, mediante los que reciben actividades e interactúan niñas y niños entre pares y con docentes de distintas escuelas de nuestra ciudad, donde pudimos percibir que las conclusiones a las que habíamos arribado con anterioridad sobre la desigualdad existente desde antes del contexto de pandemia que nos atraviesa, fue profundizada y encrudecida más fuertemente en este periodo. 
Para iniciar la construcción de la situación problemática tomamos los aportes de Carlos Borsotti, considerando que un problema es una situación que consideramos indeseable, que nos afecta y que, continuará existiendo si no hacemos algo para cambiarlo. Por esta razón reflexionamos respecto de los incidentes que suscitaron nuestro interés con el fin de problematizar y analizar la problemática que deseamos investigar, que en esta ocasión está ligada a la desigualdad en zonas rurales en el contexto de pandemia respecto de la educación en nuestro país. Para esto, recurrimos a material bibliográfico y audiovisual como herramientas teóricas, obtenida de los distintos corpus de información mencionados en el primer párrafo. 
Desde el Estado Nacional, en este contexto, se han articulado diferentes políticas de producción y distribución de cuadernillos gratuitos con materiales correspondientes a cuatro de los espacios curriculares (matemática, lengua, ciencias sociales y ciencias naturales), las clases se dictan por un medio de comunicación (canal Encuentro) con el fin de acercar las propuestas educativas a estudiantes que no cuentan con acceso a internet ni con dispositivos tecnológicos apropiados para hacerlo. Aquí nos parece oportuno cuestionarnos si el acceso al video cable o la conectividad a internet es una posibilidad para todos y todas. 
Según una indagación realizada por el Ministerio de Educación de la Nación, todas las escuelas llevan adelante propuestas de continuidad pedagógica, el 95% de los hogares han recibido tareas para que resuelvan los estudiantes. A pesar de los esfuerzos por garantizar el derecho a la educación por parte del Estado Nacional y de los docentes que la sostienen nos preguntamos: ¿Cuántos de esos estudiantes tienen el acompañamiento y estímulo de un adulto responsable y alfabetizado para realizar las actividades y que se produzca la construcción de un aprendizaje significativo? Consideramos aquí, que una gran parte de la sociedad tiene un escaso recorrido escolar. 
Al pensar en estudiantes que habitan zonas rurales, indagamos sobre las problemáticas con las que se enfrentan, como la falta de herramientas o dispositivos tecnológicos, el acceso a la conectividad de internet, o el tiempo que tienen para realizar las actividades, dado que sus intereses y obligaciones giran en torno a los trabajos que deben llevar a cabo en sus hogares.
Los interrogantes que nos hacemos son: ¿Es posible saber qué están aprendiendo los y las estudiantes? ¿Cómo podemos tender puentes entre lo que han aprendido y lo que nos proponemos enseñar? ¿Es posible acercar la enseñanza al aprendizaje sin interactuar directamente con ellos y ellas? ¿Qué lugar ocupa la interacción entre niños, niñas, adolescentes y docentes en la educación a distancia? ¿Cómo aprenden los estudiantes que viven en zonas rurales? ¿Es posible que se genere una retroalimentación entre ellos y los docentes?
Para esto, tomamos como aporte una notica, del diario “El Litoral” (Sin internet y con padres que no saben leer, la realidad de muchos alumnos rurales). Este artículo expone que en argentina, 1 de cada 5 estudiantes de primaria no tiene acceso a internet. Esto sucede sobre todo en las zonas rurales, donde solamente en la escuela tiene acceso a red Wi-fi. En ese contexto, docentes, padres y estudiantes hacen lo que pueden para enseñar y aprender en tiempos de coronavirus, sin demasiadas pretensiones. Muy pocos tienen una computadora en su casa y pensar en conexiones wifi es una utopía, lo único que dispone la mayoría de la gente es de un teléfono celular con WhatsApp, que permite el acceso a internet pero a través del consumo de datos móviles, es decir si el teléfono celular tiene saldo.
El artículo presenta el testimonio de una docente de una localidad pequeña al norte de la provincia de Santa Fe, en el que la misma afirma que cuando se suspendieron las clases por Covid-19, entregaba las actividades en papel, convocaba a un adulto a la escuela, obviamente respetando las medidas de protección, y se las daba. Luego llegaron los cuadernillos de Nación, pero tuvieron que volver a la metodología anterior porque traían temas nuevos o actividades para hacer con una computadora conectada a internet y la realidad es que al considerar el grupo de estudiantes, sabe que hay padres que apenas sabe leer y escribir y ninguno tiene acceso a internet a través de una computadora. Frente a esto, lo quehace es enviar actividades por WhatsApp, que llegan cuando los padres tienen crédito en el teléfono. La dificultad más grande es el seguimiento porque todo se hace en la medida de las posibilidades de cada familia. Por eso, Nilda está convencida de que la educación virtual puede servir en la universidad o en un secundario, pero no en la primaria, argumenta que la enseñanza virtual nunca va a reemplazar el salón de clases, mucho menos en las zonas rurales.
La pandemia reveló lo que ya estaba en crisis y no alcanzábamos a ver, mostró que el principio de homogeneidad que prima en nuestro sistema educativo es una falacia. Muchos no cuentan con los equipos tecnológicos necesarios, tampoco con acceso a internet, a esto se le suma la escolaridad precaria de las familias que enseñan y limitaciones en las habilidades tecnológicas de los profesores. El desempleo y la miseria transitando como planeamiento unívoco de modelo educativo que trata por igual a sectores sociales que sí lograron la conectividad y los espacios más o menos idóneos para la continuidad académica, junto con las amplias diversificaciones y limitaciones sociales de nuestro contexto.
¿Cómo pensar una nueva educación frente a los retos de la desigualdad social, económica, tecnológica y del acceso al conocimiento mismo? 
El contexto de pandemia, profundiza y muestra la cruel verdad de muchos estudiantes, un gran porcentaje de niños, niñas, y adolescentes que asistían a escuelas públicas dependían del desayuno, almuerzo y merienda que proporcionaba la escuela. ¿Hoy, de dónde o de qué lugar reciben esa ayuda?
Es obligación del sistema educativo atender a la heterogeneidad, más allá del diseño pedagógico. Consideramos destacar, que por mucho tiempo en nuestro país primó el sistema conductista y meritocrático obsesionado por la calificación. Los estudiantes quieren y necesitan otras formas de aprender, en la que el derecho a la educación sea garantizado. 
La educación es el medio principal de construcción de valores de una sociedad, a través de ella se siembran principios, normas y visiones. Por medio de la misma se construye un ideal político de una sociedad. El sistema educativo es una de las armas más potentes que tiene una sociedad para construir valores, esto es central si queremos combatir la desigualdad. Tiene un valor intrínseco e instrumental que incide en todas las dimensiones de la actividad humana. Es un elemento constitutivo del desarrollo humano, porque es una capacidad esencial que abre las puertas a otras capacidades y la desigualdad en el acceso a esta capacidad provoca la desigualdad en el resto de las capacidades, en el trabajo y en el desarrollo de ellas.
¿El acceso a internet es una posibilidad para los estudiantes que viven en zonas rurales como los que habitan las zonas urbanas?
¿Escuelas rurales desconectadas o desconexión con las escuelas rurales?
Problema de investigación:
	La desigualdad social, económica y educativa en zonas rurales de la Argentina profundizadas en contexto de pandemia de Covid-19.
Objetivos de la investigación. 
1. Analizar la relación de las políticas públicas con la necesidad de tender puentes para que nadie quede afuera del sistema educativo.
2. Conocer y comprender la significación que tiene la desigualdad profundizada en el aislamiento social en el contexto pandémico respecto a la trayectoria escolar de los estudiantes de zonas rurales. 
Justificación del problema
Creemos que el problema planteado es necesario de ser investigado para poder deconstruir la brecha desigual provocada en el contexto pandémico, en medio del aislamiento social, preventivo y obligatorio, en las que los sectores desfavorecidos quedaron en condiciones de inferioridad, en este caso las zonas rurales, en comparación con quienes cuentan con los medios y recursos necesarios para hacerlo.
Consideramos pertinente indagar sobre esta problemática, porque antecede al contexto actual de pandemia que nos atraviesa. La desigualdad siempre existió, la falta de políticas públicas igualitarias han dejado siempre afuera del sistema a gran parte de la sociedad, de ese modo, el sector desfavorecido queda privado del derecho a la educación. 
Tratamos aquí de hacer visible las tensiones y contradicciones que se perciben en relación familias- escuelas, en la cotidianeidad en concordancia a las trayectorias escolares en contexto de desigualdad profundizada en zonas rurales en tiempos de pandemia, específicamente durante el aislamiento social, que dio lugar a las clases virtuales.
Entendemos que la escuela, los docentes y las familias están ligados al establecimiento de vínculos, de comunicación, que promueven el acompañamiento de los estudiantes para alcanzar aprendizajes que les resulten significativos. Pero es una tarea difícil, casi imposible pretender comunicación cuando una parte de los actores sociales tienen negado el acceso a dispositivos que la permitan, cobrando aquí sentido la escases de recursos económicos que faciliten ese acceso. 
Destacamos la importancia de analizar las políticas públicas para tener una mejor comprensión de la vida cotidiana. La presencia de una política en un determinado territorio repercute en la cotidianeidad de la gente, en las organizaciones sociales y en la construcción de identidades (Comas, 2012). Por lo que surge la inquietud de investigar y conocer desde los sujetos y sujetas involucradas su vida cotidiana a partir de tener una política pública en la comunidad. 
Reconociendo la brecha desigual será posible la búsqueda de recursos que tiendan puentes para acortar la desigualdad, con el firme propósito de que la educación en todos los espacios sea realmente un derecho y no un privilegio.

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