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JUVENTUD, TEORÍA E HISTORIA: LA FORMACIÓN DE UN SUJETO SOCIAL Y DE UN OBJETO DE ANÁLISIS
Sandra Souto Kustrín
Resumen:
se presenta la juventud como objeto teórico de estudio de la historia desde diferentes perspectivas, se hace un recorrido minucioso de las experiencias por las que la juventud pasó para su nacimiento y consolidación como grupo social y de qué manera el concepto de jóvenes fue cambiando a lo largo de la historia.
INTRODUCCIÓN
La juventud se puede definir como el periodo de la vida de una persona en el que la sociedad deja de verle como un niño pero no le da un estatus y funciones completas de adulto. Como etapa de transición de la dependencia infantil a la autonomía adulta, se define por las consideraciones que la sociedad mantiene sobre ella: qué se le permite hacer, qué se le prohíbe, o a qué se le obliga.
Cronológicamente, no tiene unos límites de edad precisos ya que, con el paso del tiempo, se ha producido un proceso de ampliación de estos límites. Dentro de este periodo, además, se suele distinguir entre adolescentes y jóvenes adultos.
Las aproximaciones teóricas a la juventud han evolucionado ligadas a la situación histórica, al papel de los jóvenes en la sociedad, al mismo desarrollo de los movimientos juveniles y en función de las teorías predominantes en cada momento en las ciencias sociales.
1. LA HISTORIA: EL SURGIMIENTO DE LA JUVENTUD COMO GRUPO SOCIAL
Se puede rastrear la existencia de grupos de jóvenes por consideraciones de edad desde las sociedades primitivas a las primeras civilizaciones de la Antigüedad.
Se ha destacado también el papel de los jóvenes por consideraciones de edad en diferentes procesos históricos, pero se tiende a considerar que la juventud, como grupo social definido, no cobró importancia hasta la modernidad. Las sociedades europeas preindustrializadas no establecían una clara distinción entre la infancia y otras fases de la vida preadulta: en la Edad Media y a principios de la Edad Moderna y, durante mucho más tiempo entre las clases populares, a partir de los siete años “los niños entraban de golpe en la gran comunidad de los hombres”: la “adolescencia” llegaba hasta los 21-28 años según los distintos esquemas y la “juventud” se alargaba hasta los 40-50.
Esto no significa que las sociedades tradicionales ignorasen totalmente el fenómeno juvenil. Hubo, por el contrario, algunas que dispusieron de instituciones sólidas de encuadramiento de los jóvenes, pero en las que primaban las funciones socioeconómicas necesarias para la reproducción de la sociedad. En la Edad Media y Moderna, las universidades y los gremios tenían declaraciones simbólicas de madurez. Sin embargo, la educación sólo tuvo importancia para una minoría de hombres de clases altas.
La modernización introdujo también cierta autodeterminación de la juventud en relación con el acceso a una casa o a un mercado de consumo, la configuración de un estilo de vida propio o una elección matrimonial independiente de la riqueza o de las propiedades, al igual que supuso la creación de espacios para los jóvenes en los núcleos urbanos .
Durante el Antiguo Régimen existieron grupos organizados por edad y, en algunos casos, con funciones similares a las de los futuros “movimientos juveniles”. con la modernización, los grupos juveniles adquirieron una mayor autonomía y responsabilidad.
El proceso de conformación de la juventud como grupo social definido se inició en Europa entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Fueron importantes las consecuencias de los cambios producidos por la modernización económica, social y política, y el desarrollo del Estado moderno, que creó toda una serie de instituciones y reglamentaciones que si, por una parte, aumentaron el periodo de dependencia de los jóvenes por consideraciones de edad, por otra, les dieron un perfil característico y facilitaron tanto su organización como su actuación de forma independiente.
Entre los factores que favorecieron el desarrollo de la juventud como un grupo de edad claramente definido destacan la regulación del acceso al mercado laboral y de las condiciones de trabajo de niños y adolescentes; el establecimiento de un periodo de educación obligatoria; la creación de “ejércitos nacionales” a través del servicio militar obligatorio; o la regulación del derecho de voto. Estos procesos separaron a los jóvenes de la economía tradicional y familiar a la vez que distinguieron – a través de la edad- a los niños de los adultos capacitados para trabajar o para realizar una elección política consciente.
Sin embargo, el proceso de modernización tuvo diferente ritmo y cronología en los distintos países, lo que también se reflejó en la problemática juvenil. La ampliación de la edad de dependencia fue un proceso que tuvo distinto ritmo en las diferentes clases sociales. Se inició entre las clases altas y medias y la idea de adolescencia no se aplicaba por igual a las mujeres y a los jóvenes de clase obrera.
La extensión del periodo de dependencia tropezó, a menudo, con la oposición de las mismas familias obreras, que necesitaban los ingresos extra que proporcionaban los niños y los jóvenes, lo que llevó a muchos de éstos a abandonar sus estudios. Los jóvenes continuaron trabajando antes y después del horario escolar y se produjeron muchos movimientos de resistencia a las reformas educativas, que incluyó las huelgas escolares.
La industrialización, especialmente la llamada segunda revolución industrial, provocó grandes cambios en la formación y la vida laboral de los jóvenes. Aunque los sistemas de aprendizaje que regulaban la posición de los jóvenes en la Europa preindustrial no se disolvieron en el aire con el desarrollo del capitalismo, sufrieron una compleja transformación: el camino para trabajos más cualificados y mejor pagados empezó a depender de la extensión de la educación o la cualificación profesional que requería un gasto adicional de dinero ya que, además, se redujeron las oportunidades de formación en los lugares de trabajo. Pero, a la vez, aumentó la demanda de trabajadores no cualificados en un gran número de sectores económicos.
Las consecuencias de la industrialización, como la concentración de la población en las ciudades debido a la emigración -principalmente de jóvenes hicieron que la gente joven pasase a ser un grupo definido y con mayor independencia en primer lugar en las ciudades.
Esta concentración en las ciudades y el aumento del tiempo libre, especialmente a partir de los años finales del siglo XIX, introdujeron también importantes cambios culturales, con el desarrollo de las actividades de ocio, que se hicieron cada vez más organizadas y comercializadas: salones de baile, bares y, posteriormente, salas de cine y eventos deportivos. Sin embargo, el acceso a estas nuevas formas de ocio estuvo al principio limitado a las clases medias y altas y a los sectores más favorecidos de la clase obrera. Esta diferenciación se mantuvo durante bastante tiempo, y seguía existiendo en el periodo de entreguerras, cuando la oferta de ocio creció y se dirigió principalmente hacia los jóvenes.
A las diferencias económicas, sociales y geográficas hay que añadir las de género y, en muchos países, las de raza/etnia. En cuanto a las diferencias de género, hay que destacar que hasta finales del siglo XIX los conceptos relacionados con los grupos de edad eran distintos según los sexos. La segregación por sexos en la escuela se mantuvo durante muchas décadas y fue especialmente duradera en los países latinos. Esto hacía la situación de la mujer joven muy distinta de la de los hombres.
A lo largo del siglo XIX se fue afirmando también la idea de que la situación de los jóvenes trabajadores en las ciudades podía potenciar la delincuencia juvenil, o, al menos, la indisciplina. Pero se empezó a desarrollar la idea de que los jóvenes podían –y debían- ser “tratados y curados”, más que castigados, y se crearon sistemas judiciales especiales para los jóvenes delincuentes.
Con el fin de crear una “juventud respetable” se formaron organizacionesjuveniles patrocinadas por los adultos en distintos países de Europa. Entre las primeras instituciones en crear organizaciones juveniles se encontraron las diferentes confesiones religiosas, especialmente la Iglesia católica, cuyos patronatos juveniles y obras educativas-catequizadoras tienen una larga historia en países como Francia o España.
Aunque tanto las diferentes organizaciones se definieran como no clasistas, tenían poco que ofrecer a los hijos de las capas más bajas de la población: por una parte, por las diferentes tradiciones culturales de los medios de que procedían pero también por las distintas posibilidades de acceso a la educación todavía existentes y por el diferente nivel económico: los hijos de los sectores más pobres de la población normalmente trabajaban y tenían menos tiempo y dinero para dedicar a este tipo de ocio.
El proceso de modernización y la conformación de la juventud como grupo de edad definido permitieron el desarrollo de movimientos juveniles independientes. Estos movimientos, surgieron primero en el ámbito de la enseñanza superior: las organizaciones estudiantiles universitarias se empezaron a formar en Europa tras las guerras napoleónicas, y en muchos casos, como sucedió en España, estas asociaciones de estudiantes estuvieron en el origen de la movilización política juvenil. Las primeras organizaciones juveniles obreras surgieron, en gran parte, por el agrupamiento de los propios jóvenes por sus derechos.
La compleja –y a veces conflictiva- relación entre las organizaciones juveniles y las organizaciones de adultos ha hecho que se distinga entre los movimientos juveniles creados, organizados y dirigidos por los adultos y las organizaciones para gente joven creadas, organizadas y dirigidas por los mismos jóvenes, lo que ha llevado a algunos autores a parafrasear a Karl Marx y hablar de “juventud en sí” y “juventud para sí”.
La primera gran oleada de movilización juvenil se produjo en Europa en el periodo de entreguerras. Tras la Gran Guerra se hizo patente también un creciente interés de los grupos políticos por la juventud y la programación sistemática de actuaciones dirigidas a captar a los sectores juveniles de la población: tras la devastación producida por la guerra en casi todos los países beligerantes, se esperaba que la juventud fuera la fuerza dirigente de un futuro renacimiento: los jóvenes empezaron a ser vistos no sólo como la gente con problemas necesitada de ayuda o protección, sino también como “la fuerza para la renovación y la regeneración” –la que debía iniciar “el proceso de curación y renacimiento físico, mental y ético”.
Aunque los jóvenes no habían sido ajenos a la participación política, especialmente en la etapa previa a la primera conflagración mundial, esta participación alcanzó el carácter propio de la nueva sociedad de masas en el periodo de entreguerras: se produjo una politización cada vez mayor de los jóvenes, un crecimiento de las organizaciones juveniles y de su autonomía, y la juventud jugó un papel destacado, e incluso protagonista, en la conflictividad social y política del periodo y en el desarrollo de nuevos movimientos, como el comunismo, el fascismo o el nazismo. Aunque algunas de las organizaciones juveniles que tuvieron más influencia en el periodo de entreguerras existían con anterioridad al conflicto bélico, alcanzaron en este momento su mayor desarrollo.
Fue también en el periodo de entreguerras cuando se sentaron las bases de las organizaciones estudiantiles internacionales, cuyos orígenes se remontan a la Federación Mundial de Estudiantes Cristianos. En 1919 se formó la Confederación Internacional de Estudiantes, que se expandió hasta incluir no sólo a los países europeos sino también a algunos latinoamericanos. El desarrollo de las organizaciones juveniles en el periodo de entreguerras –tanto en Europa como fuera de ella- fue también el que permitió que se celebraran dos Congresos Mundiales de la Juventud, el primero en Ginebra en 1936 y el segundo en Nueva York en 1938, patrocinados por la Federación Internacional de Asociaciones pro Sociedad de Naciones.
Esta organización y movilización juvenil cada vez mayor -claramente percibida por los contemporáneos-, hizo que se desarrollaran estudios académicos sobre la juventud y su “problemática” desde principios del siglo XX y, especialmente, en el periodo de entreguerras. Así, no es extraño que las primeras teorías que intentaban explicar la adolescencia y/o la juventud también surgieran en el primer tercio del siglo XX.
2. LOS INTENTOS DE EXPLICACIÓN
Aunque clásicos como John Locke o JeanJacques Rousseau iniciaron la definición moderna de la adolescencia y la juventud, el concepto de adolescencia surgió en el ámbito académico con el libro de G. Stanley Hall. Éste partía de las características físicas y psicológicas de la pubertad para desarrollar una noción biológica de juventud que asociaba la adolescencia - comprendida entre los 14 y los 24 años aproximadamente-, con un periodo de tensión y desorden emocional, de confusión interna e incertidumbre , que en la mayoría de los casos llevaba a desequilibrios emocionales que podían provocar desórdenes, desviaciones y neurosis y que comúnmente se expresaban en conductas egoístas, crueles o criminales. Las obras de Sigmund Freud y sus seguidores reforzaron este modelo e impulsaron la definición del periodo como innatamente difícil y problemático, además de universal, es decir, presente en todas las sociedades humanas.
Las primeras aproximaciones sociológicas al concepto de juventud se elaboraron en los años veinte del siglo XX.
Fue en el periodo de entreguerras cuando se desarrollaron las principales teorías generacionales en que se siguen basando en gran medida los estudios actuales que parten del concepto de generación: la del español José Ortega y Gasset y la del húngaro Karl Mannheim. Ambos destacaron la adolescencia y los primeros años de la vida adulta como claves en la afirmación de la mayoría de los criterios personales y en la adquisición de una identidad propia por parte de las generaciones. Este centro en la juventud fue acompañado a menudo por una visión negativa de ésta: para Ortega, la juventud es “la etapa formidablemente egoísta de la vida”, y Pedro Laín Entralgo caracterizó las acciones juveniles por su inseguridad, radicalidad y confusión.
El recuerdo de la Gran Guerra, considerada uno de los orígenes de la “cuestión juvenil”, junto con la idea de que había una relación clara entre las posiciones de la juventud y la posibilidad de una consolidación democrática, hicieron que los estudios sobre los jóvenes continuaran durante la Segunda Guerra Mundial. Esta percepción de la importancia de la “cuestión juvenil” también influyó en el desarrollo de nuevas políticas dirigidas hacia los jóvenes en los años que siguieron a la segunda conflagración mundial, como la ampliación del derecho de voto -que convirtió en ciudadanos con plenos derechos a gente cada vez más joven-, o la extensión de la educación obligatoria hasta incluir la enseñanza secundaria.
En las décadas centrales del siglo XX - se enfatizaron las funciones positivas de la juventud en la integración social, las culturas juveniles podían hacer más fácil la transición al mundo adulto, pero, a la vez, eran una muestra de las tensiones existentes en las relaciones entre los jóvenes y sus mayores.
Para Eisenstdat, en las sociedades modernas, los grupos de edad eran homogéneos y su función principal era favorecer la transición hacia la vida adulta. Se vieron los movimientos juveniles como síntomas de los problemas de la transición de la niñez a la edad adulta, lo que llevó a menudo a aproximaciones neofreudianas en las que el descontento juvenil se analizaba como generalización del resentimiento que la gente joven tenía hacia la autoridad ejercida por sus padres.
La movilización estudiantil se consideraba una fuerza ciega que impulsaba a odiar a los mayores, pero incluso aceptando las teorías freudianas y neofreudianas del complejo de Edipo, éstas presentandicho complejo como universal, por lo que no valen para explicar porqué en un determinado momento histórico los jóvenes actúan y en otros no.
El concepto de generación se utilizó en el siglo XX en el análisis histórico, político y sociológico con distintos sentidos- relaciones de parentesco, cohorte o grupo de edad y etapa de la vida-, e incluso se ha hablado de generación histórica o política; y distintos investigadores defienden limitar el concepto de generación a diferentes significados. Pero ya en los mismos años setenta la idea de un “conflicto generacional” no encajaba con las investigaciones empíricas: éstas, por el contrario, destacaban la importancia del estatus y de la posición social de la familia.
La gran oleada de movimientos estudiantiles de los años sesenta del siglo XX coincidió con la crisis de ideologías revolucionarias como el marxismo, lo que llevó a algunos autores a plantear que la juventud era “una nueva clase” y a estudiar a la juventud como la vanguardia del cambio social.
En los años setenta y ochenta del siglo XX, ante el fracaso de todas las aproximaciones para explicar la movilización juvenil, se introdujo una perspectiva de clase que destacó los valores compartidos con los adultos. Así, las teorías de la reproducción social y cultural pusieron el énfasis en la recreación de las estructuras de poder y las desigualdades sociales a través de los grupos de edad.
Aunque la juventud tiene numerosas características en común, las divisiones sociales y geográficas provocan diferencias entre ellos y les ponen en muchos casos en estrecha conexión con la gente mayor. Pero los jóvenes experimentan situaciones similares a las de los adultos de una forma distinta y en un conjunto diferente de instituciones que las de sus padres; y cuando se enfrentan a estas situaciones en las mismas estructuras -por ejemplo, en el mercado laboral lo hacen en puntos de su vida crucialmente diferentes.
La especificidad de la juventud es “una norma construida históricamente, desarrollada socialmente e interiorizada psicológicamente”. La juventud como fenómeno social depende, más que de la edad, de la posición de la persona en diferentes estructuras sociales, entre las que destacan la familia, la escuela, el trabajo y los grupos de edad, y de la acción de las instituciones estatales que con su legislación alteran la posición de los jóvenes en ellas. La existencia de la juventud como un grupo definido no es un fenómeno universal y, como todo grupo de edad, su desarrollo, forma, contenido, y duración son construcciones sociales y, por tanto, históricas, porque dependen del orden económico, social, cultural y político de cada sociedad; es decir, de su localización histórica y del modo en que la “juventud” es construida en una sociedad.
El marco para entender la juventud debe incluir, por tanto, la continuidad y el cambio, las relaciones dentro y entre los diferentes grupos de edad, y las divisiones sociales de clase, género, raza y/o etnia, en un proceso en el que los jóvenes se interrelacionan con muchas instituciones -como la escuela, la familia, la Iglesia o el Estado- de una forma común y específica, diferente a la de otros grupos de edad. La juventud deviene, así, un proceso de socialización.
La organización social de las sociedades contemporáneas favorece las diferenciaciones entre los distintos grupos de edad, pero sólo en determinadas circunstancias históricas los jóvenes cobran importancia política.
3. A MODO DE CONCLUSIÓN: HACIA UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA DE LOS JÓVENES
Ha sido, por tanto, desde lo estudios empíricos – si no históricos, con una importante base histórica-, desde los que más se ha avanzado en el estudio del surgimiento y desarrollo de la juventud como grupo social.
Los análisis sobre la juventud, las políticas dirigidas hacia ella, sus formas de vida, sus organizaciones, o su participación en la conflictividad social y política en el periodo anterior a los años 60 del siglo XX son escasos y no han tenido, hasta ahora, una gran continuidad. Tampoco parece que desde las otras ciencias sociales que estudian a la juventud se conozca suficientemente su desarrollo histórico: cuando todavía se tiene que destacar en un, por lo demás, magnífico estudio sobre la violencia de los grupos juveniles actuales, que “la existencia de grupos juveniles que reclaman determinadas adscripciones ideológicas no hay que entenderlo en ningún caso como un fenómeno de una supuesta patología social”; se puede utilizar como ejemplo de movimiento juvenil “temprano” el movimiento estudiantil argentino de 1918 ; o se puede hablar de la existencia de bandas juveniles sólo después de la Segunda Guerra Mundial, , sólo se puede concluir que es preciso ahondar en el estudio histórico de los jóvenes en España en un marco comparativo europeo e insistir en la necesaria relación entre las diferentes ciencias que se ocupan de lo social, en este caso, en cuanto a la temática juvenil.
Aries: El niño y la vida familiar en el antiguo régimen. 
Prólogo a la nueva edición francesa. 
La primera tesis se refiere principalmente a nuestra antigua sociedad tradicional. Dicha sociedad no podía representar bien al niño y menos todavía la adolescente. La duración de la infancia se reducía el período de su mayor fragilidad, cuando la cría del hombre no podía valerse por sí misma; en cuanto podía desenvolverse físicamente, se le mezclaba rápidamente con los adultos, con quienes compartían sus trabajos y juegos. El bebé se convertía rápidamente en un hombre joven sin pasar por las etapas de la juventud. La transmisión de valores y conocimientos y en general la socialización del niño no estaba garantizada por la familia ni controlada por ella. Al niño se le separaba enseguida de sus padres y la educación fue obra del aprendizaje gracias a la convivencia del niño del joven con los adultos con quienes aprendió a lo necesario ayudando a los mayores hacerlo. La presencia del niño en la familia y en la sociedad de la tan breve insignificante que no había tiempo en ocasiones para que su recuerdo se grabará en la memoria y en la sensibilidad de la gente. 
Existía un sentimiento superficial del niño llamado mimoseo, que era reservado los primeros años cuando el niño era una cosita graciosa. La gente se divertía con él como si fuera un animalito un monito impúdico. Si el niño moría como ocurría frecuentemente, había quién se afligía, pero por regla general no se daba mucha importancia al asunto ya que otro lo reemplazaría enseguida. El niño no salía de una especie de anonimato. Sí supera los primeros riesgos, si sobrevivía el periodo del mimoseo, solía suceder que el niño vivía fuera de su familia. 
En esta antigua familia tenía como misión profunda la conservación de los bienes, la práctica de un oficio común, la mutua ayuda cotidiana en un mundo en donde un hombre y aún más una mujer aislados no podían sobrevivir y en los casos de crisis la protección del honor y de las vidas. La familia no tenía una función afectiva y el amor faltaba siempre. El sentimiento entre padres e hijos no era indispensable para la existencia ni siquiera para el equilibrio de una familia. 
Las relaciones afectivas y las comunicaciones sociales se consolidaron por fuera de la familia, en una especie de círculo denso y muy afectuoso integrado por vecinos amigos amos y criados niños y ancianos mujeres y hombres en donde el afecto no era fruto de la obligación. Es lo que hoy actualmente se denomina sociabilidad. 
La segunda tesis pretende demostrar el nuevo espacio ocupado por el niño y la familia en nuestras sociedades industriales. A partir de cierto periodo y específicamente a finales del siglo XVII se produjeron transformaciones considerables en la situación de las costumbres. La escuela sustituyó al aprendizaje como medio de educación. Lo que significa que cesó la habitación del niño con los adultos y por eso el aprendizaje de la vida por contacto directo con los adultos. El niño es separado de los adultos y mantenido aparten una especie de cuarentena esta cuarentenaes la escuela o el colegio. Aquí comienza un largo periodo de reclusión de los niños que no dejará de progresar hasta nuestros días y que hoy en día se reconoce como escolarización. 
Este hecho de separar a los niños debe interpretarse como un aspecto más de la gran moralización de los hombres realizado por los reformadores católicos y protestantes de la iglesia de la magistratura o del estado. Todo eso no hubiese sido posible sin la complicidad sentimental de la familia ya que la familia se ha convertido en un lugar de afecto necesario entre esposos y entre padres e hijos lo que antes en una primera tesis no lo era. Ya no se trata de establecer a sus hijos únicamente en función de la fortuna y del honor sino que surge un sentimiento y completamente nuevo: los padres se interesan por los estudios de sus hijos y lo siguen con una solicitud propia de los siglos XIX Y XX, pero desconocida antes. 
La familia comienza entonces a organizarse en torno al niño, el cual sale de su antigua anonimato y adquiere tal importancia que ya no es posible sin una gran aflicción perderle reemplazarlo o reproducirlo muchas veces y conviene limitar su número para ocuparse mejor de él. La consecuencia es la polarización de la vida social del siglo XIX en torno a la familia y a la profesión y la desaparición de la antigua sociabilidad. La segunda proposición que plantea el autor fue explotada en los Estados Unidos en donde las ciencias del hombre se preocuparon antes que en otros lugares por las crisis de la juventud. Crisis que está poniendo en evidencia la dificultad e incluso la repulsa de los jóvenes a pasar al estado adulto. Esta situación podría ser la consecuencia de la isla miento prolongado de los jóvenes dentro de la familia y de la escuela. Dichas crisis demostraban también que el sentimiento de la familia y la escolarización intensiva de la juventud eran un mismo fenómeno y un fenómeno reciente. 
Otra crítica a su libro fueron los sociólogos y psicólogos e inclusión pediatras de Estados Unidos los cuales luego llamaron al autor sociólogo americano. 
En Francia también se dan unos reproches al nombre de la psicología moderna titulada como el nombre de negligencia de los intereses de la psicología moderna. 
El historiador y el psicólogo coinciden no siempre en los métodos sino que a nivel del sujeto del modo de plantear un tema o como se dice hoy en día de la problemática. 
La primer crítica que es la de Bensancon, específica bastante bien que el niño no es solamente el traje los juegos la escuela ni incluso el sentimiento de infancia sino que es una persona que desarrolla una historia que los psicólogos tratan de reconstituir es decir un término de comparación. Los historiadores demógrafos han reconocido La indiferencia tardía con respecto a los niños, los historiadores de mentalidades han anotado la poca frecuencia de alusiones a los niños y a su muerte en los diarios de familia como el del sayalero de Lille. 
Otra crítica es la de N.Z David: su argumento es poco más o menos el siguiente como de podido yo afirmar que la sociedad tradicional ponía a los niños y a los jóvenes con los adultos no ocupándose del concepto de juventud, cuando dicha juventud jugaba en las comunidades rurales e incluso a las urbanas un papel permanente de organización de fiestas y juegos de control de matrimonios y relaciones sexuales sancionado por los cencerradas. El autor admite antes de la edad media y en las zonas culturales rurales y oral había una organización comunal por clase de edad con ritos de paso, conforme al modelo de los etnólogos. En esa sociedad cada edad tenía su función la educación era transmitida por la iniciación y dentro de la clase de edad mediante la participación en los servicios por ella garantizados. 
La mezcla de edad es que yo vocación aparece ser uno de los rasgos predominantes de nuestra sociedad desde mediados de la edad media hasta el siglo XVIII. En tales condiciones las clasificaciones tradicionales por edades no podían si no enredarse y perder su carácter necesario. ahora bien estas clasificaciones han persistido para vigilar la sexualidad y para la organización de fiestas y todos sabemos la importancia que tenían las fiestas en la vida cotidiana de nuestras antiguas sociedades. Esas sociedades juveniles eran sociedades de solteros, en una época en la que la gente de las clases populares se casaba menudo tarde. Existía entonces una oposición entre el casado y él no casado, entre el que tenía casa propia y al que no la tenía y debía dormir en la casa de los demás, entré al menos inestables y el menos estable. La existencia de sociedades de jóvenes pero en el sentido de sociedades de solteros. La juventud de los solteros del antiguo régimen no implicaba ni los caracteres que diferencian tanto en la antigüedad como la sociedad escenográficas, al  efecto del hombre maduro. 
Infanticidio tolerado: hasta finales del siglo XVII. Era un crimen castigado severamente. No obstante se practicaba en secreto, quizás frecuentemente, disimulando en forma de accidente. Los niños aparecían naturalmente ahogados en la cama de sus padres con quienes dormían y no se hacía nada para vigilarlos o para salvarlos. Flandrin demuestra que la disminución de la mortalidad infantil observada en el siglo no puede explicarse por razones médicas o higiénicas; cesó  sólo el dejar morir y el ayudar a morir a los niños a los que no se deseaba conservar. 
Si el ayudar a la naturaleza eliminar seres tan poco dotados de un ente suficiente era un hecho que no se declaraba, tampoco era considerado como algo vergonzoso. Formaba parte de las cosas moralmente neutras, condenadas por la ética de la iglesia y del estado, pero que se practicaban en secreto, en una semi conciencia, en el límite de la voluntad, del olvido o de la torpeza. El infanticidio se ocultaba en el silencio. 
Siglo XVII: llegar a la figura de la comadrona. Esa bruja blanca recuperada por los poderes tendrá como misión proteger al niño cuando los padres mejor informados por los reformadores sensibilizados a la muerte se tornarán más vigilantes y querrán conservar a sus hijos cueste lo que cueste. 
Es decir que se va a pasar de un infanticidio secretamente admitido a un respeto cada vez más exigente de la vida del niño. 
BAUTISMO: si la vida física del niño contaba todavía tampoco, en una sociedad unánimemente cristiana, se podría esperar una mayor atención por su vida futura después de la muerte. La historia del bautismo permitiría comprender la actitud ante la vida y la infancia en épocas remotas, pobres de documentos, no tanto para la firma o modificar la fecha del origen de un ciclo, como para demostrar la transformación. En el transcurso de un polimorfismo continuo. Hacia mediados de la edad media los adultos no siempre manifestaban mucha prisa en bautizar a sus hijos y se olvidaban de hacerlo en circunstancias graves. Se bautizaban a los niños cuando se quería y los retrasos de varios años eran frecuentes. Los baptisterios de los siglos XI y XII son, por otra parte, grandes tinas parecidas a las bañeras en las cuales aún se sumergían a los niños que ya no debían de ser tan pequeños. Son tinas profundas donde los pintores vidrieros zambullen a sus niños para su bautismo. Si el niño moría en el intervalo de los bautismos colectivos la gente no se conmovía mucho. 
Los eclesiásticos medievales se inquietaron por esta mentalidad y multiplicaron los lugares de culto con el fin de permitir a los sacerdotes acudir rápidamente a la cabecera de la parturienta. Se ejerció sobre la familia una presión para obligarlas a admitir el sacramento del bautismo lo antes posible después del nacimiento. Se renunció hacia los bautismos colectivos que imponían un plazo demasiado largo y la regla seguida por la costumbre fue la de bautizar al niño recién nacido. Por último eran las comadronas quienes debían bautizar a los niños que nacían con dificultades. 
A partir del siglo XVI comenzaron los controles de la administración del bautismo. Pero la partida debía de haberse ganado ya en las sensibilidadesprobablemente desde el siglo XIV. Siglo que me parece ser el período crucial de esta historia del bautismo. Fue entonces cuando los niños se volvieron más numerosos en el nuevo folklore. 
Cómo mención especial podemos decir a tipo de milagro la resurrección de los niños muertos sin el bautismo. Llamado como milagro original inesperado extraordinario durante los siglos XVI y XVII. Estos milagros se vuelven banales; existen santuarios especializados en esta clase de prodigios que ya no asombran a nadie. El milagro no era el de La tregua, fenómeno común en esta iglesia donde se tenía la costumbre de depositar los cadáveres de los niños en el altar y esperar a que aparecieran los signos frecuentes de una reanimación para bautizarlos. Lo que sorprendía y con movía era el que uno de los cirios encendiera de forma sobrenatural durante La tregua: era esto lo verdaderamente extraordinario y no la dicha tregua. 
Se comienza a descubrir el alma de los niños antes que su cuerpo. Pero cuando la voluntad de los litterati fue aceptada, se convirtió en folklore, y el niño comenzó su carrera popular como protagonista de un nuevo folklore religioso. 
TUMBAS: en los cuatros primeros siglos de nuestra era mucha se refieren a niños de meses. Los afligidos padres han erigido este monumento en memoria de su muy amado hijo, muerto a tantos meses o a tantos años. A partir de los siglos V y VI aproximadamente, desaparecen la familia y al niño de las representaciones y de las inscripciones funerarias. Cuando reapareció el uso del retrato, en los siglos XI y XII, las tumbas eran ya individuales, marido y mujer separados y no había tumbas esculpidas para los niños. 
La costumbre de reunir a ambos esposos, algunas veces a los tres (el marido y sus dos mujeres sucesivas), se vuelve más frecuente en el siglo XIV, cuando aparecen también aunque son aún escasas las tumbas con rostros de niños. 
En el siglo XIV en general se especificaba la edad del difunto. 
En el siglo XV menudean las tumbas de hijos y padres reunidos, o las de los hijos solos, y en el siglo XVI son ya banales. Las tumbas labradas estaban reservadas a las familias de cierta importancia social. Más frecuentes eran los cuadros murales pequeños, reducidos a una inscripción, algunas veces con una pequeña ilustración piadosa. Alguno de estos epitafios sencillos se refieren a niños y su estilo está directamente inspirado en la epigrafía latina antigua. 
SIGLO XVII: niña envuelta en sus mantillas. En este siglo se ha reproducido con agrado al niño concreto en la desnudez del putto. Antes se le representaba en mantillas o con faldón. Desde la edad media se representaba el alma bajo los rasgos de un niño desnudo. El alma también está envuelta en pañales. 
En una tumba del año 1590 se puede ver a un niño en pañales A quién dos ángeles están subiendo al cielo. No se trata sin embargo del retrato de una criatura muerta. La reseña nos indica que el difunto es un hombre de 19 años por lo que el niño en pañales no puede ser más que su alma. El alma del elegido gozaba de la misma inocencia envidiable que la del niño bautizado. 
En el siglo XVII el alma dejará de ser figurada por un niño y será reemplazado por los retratos de niños vivos y muertos. Las relaciones entre los muertos y los vivos son tales que en el hogar y ya no solamente en la iglesia y sobre las tumbas se deseaba recordar y conservar su memoria. El niño ha salido aquí del anonimato. 
Hacia fines del siglo XVIII y durante el siglo XVIII a partir de fuentes francesas La retirada de la familia de la calle, de la plaza, de la vida colectiva y su reclusión dentro de una casa mejor definida contra los intrusos, mejor preparada para la intimidad. Esta nueva organización del espacio privado fue posible gracias a la independencia de las habitaciones que comunicaban entre ellas por un pasillo y mediante su especialización funcional (salón comedor dormitorio). 
El palacio de los siglos XIII y XIV se caracterizaba principalmente por la torre, para la defensa, y por la galería cubierta (Loggia) quedaba la calle, en donde los padres, amigos y clientes se reunían para asistir y participar en la vida pública del barrio y de la ciudad. No había puesto alusión de continuidad entre la vida pública y la vida familiar, una prolongaba la otra, salvo en caso de crisis cuando el grupo amenazado se refugiaba en la torre. 
A excepción de la torre y de la Loggia, el palacio apenas se distingue  del vecindario urbano. 
En el siglo XV el palacio cambió de plano, de aspecto y de sentido. En primer lugar se convirtió en una unidad arquitectónica, en un edificio separado de su entorno. Desaparecieron las tiendas y se fueron los inquilinos. El espacio así Ribera 12 reservo para la familia poco extendida. Se cerraron o suprimieron las loggia galerías cubiertas. Es decir que dejó de abrirse al exterior. El número de habitaciones del palacio no era excesivo ya que todas las habitaciones estaban dispuestas en hileras, sin pasillo ni espacio central de comunicación, lo que impedía el aislamiento y el respeto de una verdadera intimidad, que se logrará con la arquitectura del siglo XVIII. 
MODELO FLORENTINO: se podría comparar con el del siglo XVIII por el tamaño de la familia, la exclusión del servicio doméstico, si la privatización no se acompañará de una búsqueda despacio todavía poco compatible con la intimidad. La originalidad florentina recibe la combinación de intimidad y de vastedad. Estaba evidentemente concebidos para atribuir a una familia de pequeñas dimensiones un espacio privado, un espacio propio, pero extraordinariamente vasto, que supera de lejos el de las habitaciones en las que realmente se vivía. Se puede definir como una expansión del espacio privado a partir del núcleo constituido por un apartamento de medianas dimensiones. No obstante estas habitaciones provistas de funciones precisas pero dedicadas a la vida privada comenzaron a ser decoradas con objetos pequeños parecidos a nuestros objetos artísticos. 
Es normal que en un espacio que se ha vuelto tan privado, se desarrolló el sentimiento nuevo entre los miembros de la familia y especialmente entre la madre y el hijo: el sentimiento familiar, esa cultura está centrada en las mujeres y los niños, con un interés renovado por la educación de estos últimos y una notable elevación del estatuto de la mujer. Es el único tema verdaderamente esencial del Renacimiento, con sus putti, sus niños y sus adolescentes, sus madonas secularizadas, sus retratos de mujeres. 
Si el palacio del renacimiento estaba reservado a la familia nuclear, el palacio barroco facilita el desplazamiento del personal doméstico y de la clientela, y se asemeja el modelo clásico de la mansión de los siglos XVI y XVII, antes de la distribución en apartamentos independientes propia del siglo XVIII.
Desde el siglo XV y durante el siglo XVI, da signos de reconocimiento de la infancia, tanto en la imaginaria como en la educación, pero R. Goldthwaite ha localizado en el palacio florentino una relación muy precisa entre el comienzo del sentimiento de la familia y una organización particular del espacio. 
Capítulo 2: el descubrimiento de la infancia. 
Hasta el siglo XVII el ARTE MEDIEVAL no conocía la infancia o no trataba de representarla. En esa sociedad no había espacio para la infancia. 
Una miniatura del siglo XI nos da  una impresionante idea de la deformación que el artista hacía sufrir a los cuerpos de los niños y que nos parece ajena a nuestros sentimientos y a nuestra intuición, parvuli. Sin ningún rasgo de la infancia, los cuales han sido simplemente reproducidos a tamaño reducido. Solo su talla los distingue de los adultos. 
Hasta finales del siglo XIII no aparecen niños caracterizados por una expresión particular, sino hombres de tamaño reducido. Por otra parte, esa resistencia a aceptar en el arte la morfología infantil se encuentra en la mayoría de las civilizaciones arcaicas. 
La infancia desaparece de la iconografía con los otros temas helenísticos y el románico volvió a ese rechazo de los rasgos específicosde la infancia que caracterizaba ya las épocas arcaicas, anteriores al helenismo. 
Partimos de un mundo de representación en el que se desconoce la infancia. Significa que los hombres de los siglos X y XI no perdían el tiempo con la imagen de la infancia, la cual no tenía para ellos ningún interés, ni siquiera realidad. La infancia era una época de transición que pasaba rápidamente y de la que se perdía enseguida el recuerdo. 
Hacia el siglo XIII aparecen varios tipos de niños, algo más cercanos al sentimiento moderno:
1. El ángel: representado bajo la apariencia de un hombre muy joven o de un adolescente muy joven como si fuese un monaguillo. Se trataba de niños más o menos jóvenes a quienes se educaba para ayudar en la misa, y destinados a ser ordenados. Eran como unos seminaristas en una época en la que no había seminarios, y en la que la escuela latina, la única existente, estaba reservada a la formación de los clérigos. Este tipo de ángeles adolescentes se volverá más frecuente durante el siglo XIV y perdurará aún a finales del quatrocento italiano. 
2. El segundo tipo de niño será el modelo y el precursor de todos los niños pequeños de la historia del arte: aquí podemos darle el ejemplo del niño Jesús o de la virgen María ya que la infancia está aquí vinculada al misterio de su maternidad y al culto Mariano. Lo que se debe destacar. Es que aquí sigue figurado como un adulto en miniatura. La evolución hacia una representación más realista y más sentimental de la infancia comenzará muy pronto en la pintura en la segunda mitad del siglo XIII. En el siglo XIII inspira otras escenas familiares. Se pueden ver escenas de familia donde los padres están rodeados de sus hijos, con los mismos rasgos de ternura que las de La tribuna que separa el coro del trans coro por ejemplo como se ve en la familia de Moisés. 
3. En la época gótica parece un tercer tipo de niños: el niño desnudo: aquí el niño Jesús casi nunca está figurado desnudo. La mayoría de las veces aparece como los otros niños de su edad envuelto en pañales castamente o cubierto con una camisa o un faldón. Sólo se desvestirá al niño Jesús a finales de la edad media. La alegoría de la muerte y del alma introducirá en el mundo de las formas la imagen de esta joven desnudez. La iconografía bizantina del siglo V, donde aparecen muchos de los rasgos del futuro del arte romántico, se reducía la dimensiones del cuerpo de los muertos. Los cadáveres eran más pequeños que los cuerpos. En nuestro arte medieval, el alma está representada por un niñito desnudo y en general asexuado. Imagen de la partida del alma: así se figura la entrada del alma en el mundo, ya sea una Concepción milagrosa y sagrada. 
Durante el siglo XIV, y especialmente en el siglo XV, estos tipos medievales de niño evolucionaron, en el Ángel monaguillo que animará aún más la pintura religiosa del siglo XV sin grandes cambios. Ah quise recalcar a los aspectos graciosos, sensibles, ingenuos de la pequeña infancia: Como por ejemplo el niño buscando en el seno de su madre, o disponiéndose abrazarla o acariciarla, el niño jugando a los juegos propios de la infancia con un pájaro que él lleva atado, o una fruta, el niño comiendo su papilla, el niño A quién se está envolviendo en pañales. Esos rasgos de realismo sentimental tardan en extenderse fuera de la iconografía religiosa, cosa que no debe sorprendernos ya que ocurre lo mismo con el paisaje y con las decenas de costumbres. En simples palabras la imagen de una escena de la vida cotidiana del niño. Tímidamente esto comienza con la imagen de Jesús y luego se le va agregando a la imagen de la virgen y aquí nace un nuevo tema y más frecuente que es el del nacimiento de la virgen. Se constituye así una iconografía completamente nueva, multiplicando las escenas infantiles y dedicándose a reunir en los mismos grupos a todos estos niños santos con sus madres o sin ellas. Estoy con ografía en general remonta al siglo XIV coincide con una abundancia historias de niños en las leyendas y cuentos de votos y se mantiene dicha iconografía hasta el siglo XVII. Se la puede seguir a través de la pintura, la tapicería y la escultura. 
Infancia subjetividad y violencia. Jorge volnovich.
1. Del torno y la vara, al gesto y la voz. 
 Caso Damián niño de 9 años con una tristeza y una seguridad que desmentir su edad biológica y al lugar físico en dónde se encontraba.
Sesión psicoanalítica de aproximadamente 6 meses.
El niño relata su paseo al shopping center con su familia un domingo. Dice haberla pasado muy bien qué le gusta el shopping Y qué hizo un montón de cosas divertidas mientras su rostro se encendía y se apagaba con una intermitencia de gestos espontáneos contradictorios. Automáticamente sin haber terminado de hablar comienza a dibujar cosas que le resultaba más fácil que hablar. El psicoanalista al darse cuenta de su dibujo le dice a Damián de que el shopping center que el dibujo parece una cárcel, sin haberse dado cuenta de sus palabras el niño responde que era un lugar muy seguro. El psicoanalista vuelve a preguntar qué quién dice eso convencido de que su tristeza escondía algo entorno o en articulación a su excursión al shopping el niño responde que su madre lo dice pero que él también reafirmaba lo que la madre decía. También dibujó un auto en el cual el psicoanalista le dice que no entraba toda la familia sino que solamente entraba al niño solo. en ese preciso momento el niño lo mira con esa profundidad que el psicoanalista pudo reconocer en otras oportunidades una mirada con una mezcla de pedido desesperado y un saber más allá de su propia edad biológica. El niño responde que no va solo en el auto sino que estás solo porque nadie de la familia le gustan las cosas que a él sí le gusta. Ahí el psicoanalista le pregunta que qué le gusta realmente y al niño responde que le gustan los caballos que le gusta viajar y automáticamente comienza a dibujar de nuevo con los lugares que le gustaría visitar por ejemplo Córdoba Bariloche en Nueva York. 
El psicoanalista se vuelve a dar cuenta de que en la carretera que el niño estaba dibujando estaba solamente él y que no había ningún otro ser humano viviente. El niño se sorprendió por primera vez al darse cuenta de que el destino siempre lo alcanzaba fuera a dónde fuera y los ojos se le llenaron las lágrimas y comenzó a llorar. 
Las marcas del presente.
Damián es un niño argentino con su versión posmoderna ya que es la primera generación producida por el auge del neoliberalismo A fines de la década del siglo pasado.
Lo primero que se puede rescatar es que la Argentina no tiene nada sino que puede instalarse esta idea de niño en cualquier país del mundo. Ya que en él y en todos ellos nada impresiona más que su soledad bien mientras que en su dibujo el inconsciente desmitifica la Meca del consumo por ejemplo lo del shopping center para mostrar la vida desnuda de un presidio hecho con cristales de última generación. (Agamben, 1998). 
La libertad del consumo hacia su alegría mientras la opresión invisible genera su tristeza. El paradigma del consumo y la seguridad no dejan de producir estas paradojas una infancia libre y oprimida una infancia socialmente globalizada y profundamente solitaria una infancia sujeta la productividad y la eficiencia hasta en los más ingeniosos actos infantiles capturados por el mercado en todos los niveles creativos de producción. 
La sociedad acostumbrada a las contradicciones entre los sistemas totalitarios y libertarios tanto en la educación como en la crianza de los niños y niñas así como la antítesis entre la adaptación obediente y La rebeldía transgresora, se confronta hoy con la existencia de libertades opresivas y de socialización y solitarias, con niños que al mismo tiempo que consumen son objetos corpóreos del consumo. Esta infancia es un producto de la índole performática del discurso que propone la sociedad actual: ejemplo de una niña que cumple 4 años y le regalan las pet shop y la niña al no poder repetir su nombre adecuadamente dice "pe shop". Se puede considerar estoque la que la empresa que fabricó y mercadeo este juguete lo hizo con otro singular ejemplo del inconsciente de venir esquizofrénico del capitalismo ya que en el mundo hispanohablante infantil se produciría una metonimia homofónica del significante con el nombre del juguete respecto del pecho o los múltiples pechos de la madre. Esta enunciación infantil pone en en acto el pecho materno o mejor dicho los muchos pechos millones de ellos tanto como la tecnología consiga producir para el consumo. Se trata del fetichismo de la mercadería al decir de Marx que ha logrado en la palabra su valor performático: "pe-chos" enuncie realiza el acto de mamar de más y de todas partes. Sin embargo los verdaderos fetiches los pechos que nutren el mercado son los propios niños absorbidos por la empresa trasnacional que los produce así como por los medios de comunicación especial la televisión que los mercadea. 
Pone a todos los niños en este nuevo paradigma estético, en esta perspectiva "adolescentomórfica", como por ejemplo lo prueban hasta las ropas para bebés de corte adolescente. Es que esta imagen adolescente garantiza la eternidad de la vida y la negación de la muerte atravesando la vida de los niños y los adultos desde que son bebés. 
Estos niños tendrán la libertad para crear todo a favor de disponer de los recursos tecnológicos que operan como extensiones de sus propios cuerpos libidinales y de transitar por todas partes con sus cuerpos y sus mentes en un nomadismo fantasmático que incluye a los nuevos dragones cibernéticos: los videojuegos, las virtualidades reales de repetición, construcción, deconstrucción y progresión. También tendrá las mismas razones de libertad de destruir todo o ignorar todo. Excluidos y segregados se desaparecen así mismo o hacen desaparecer a los otros. Este acto más que un modo de conquista simbólica identitaria resulta una forma de ruptura de la opresión y el abandono. 
En simples palabras esta infancia lleva de la mano un estigma que es esa soledad errante inefable que los condena. Ya no se trata de un individualismo solitario sino que se trata de un "non dense" gregario que propone en tela de juicio un aforismo que siempre yo a quienes trabajamos con niños: "nada mejor para un niño que otro niño". 
Su devenir el niño o niña posmoderno y la forma en que su subjetividad ha sido producida podemos constatarlos hoy en niños como Damián. En el encontramos las marcas del mercado y al mismo tiempo las marcas del pasado. 
Las huellas de un pasado bicentenario
Representación del niño imaginario social del 1810. Como lo demuestra la historia de la cultura estas representaciones fueron cambiando según los parámetros políticos, económicos, sociales y subjetivos determinantes de una infantoplastía. 
Los niños en general argentinos no fueron producidos sino desde una ideología patriarcal profundamente colonial, adulto mórfica, clerical y militarista. 
En efecto el niño de 1810 ocupaba en el imaginario social el lugar de un adulto colonizado en su cuerpo y en su alma como dan cuenta las palabras de Francisco de Paula Castañeda. Fue creador de la primera escuela de dibujo en nuestro país siendo el dibujo precisamente una de las producciones semióticas más calificadas de la infancia. Niños estudiando día y noche denotan una representación adulto mórfica de la infancia en la que no existe el tiempo libre de todo niño para lo cual era necesario mantenerlo ocupado todo el tiempo posible: no sea el incipiente capitalismo industrial les espera. Para ello debían ser versados en el idioma nativo como expresión del coloniaje mental en la producción de subjetividades infantiles de la época y profundamente militarizados en arquitecturas armadas y navales. (Ramallo, 2002). 
De manera que el niño argentino nació bajo un régimen patriarcal como colonizado adulto clerical y militar un verdadero esclavo. Hasta los 7 años de edad en la que la iglesia consideraba que entraban en la tapa de la razón y el discernimiento como lo demuestran las disposiciones sobre la comunión de la época los niños y las niñas eran animalitos salvajes o muñecos a ser mimados. (Aries, 1987). 
Posteriormente a esa edad eran vestidos de adulto un esclavo de un concepto de la infancia patriarcal europeizante, intelectual y aristocratizante. A qué se da el ejemplo del reglamento para la educación de los libertos dado el 2 de febrero de 1813. 
El tierno humanismo significado qué los hombres de mayo impedían la separación del niño de su madre esclava hasta los 2 años. Al final los cuerpos vendidos y comprados formaban parte de la lógica colonial y el vínculo madre y bebé podía ser una buena inversión O una forma de descapitalización.
Las huellas de este tipo de producción de subjetividad infantil bicentenaria han conservado por ejemplo los juegos infantiles preferidos como por ejemplo los juegos de la ronda el martín pescador, la farolera o el juego de bolitas. Todos ellos de extracción europea y que acompañaron la infancia Argentina por lo menos hasta la década del 70 del siglo 20 en el sentido colectivo y social de la infancia. El juego de los niños es la historia del estado vivo y su repetición casi ritual indica la permanencia de estructuras mentales colonizadas que subsisten aún hoy en día.
La Casa de Expósitos es muy importante en lo que es 1810 y su permanencia mental en la posmodernidad. Se considera a esta institución como la primera institución total propiamente dicha para la infancia de Argentina ya que tiene un centro instrumental de pasaje: el torno. El primer ingreso en la casa de expositores de una niña bautizada como feliciana Manuela que muere a los pocos días. Se puede decir entonces que la lucha por los derechos de la mujer ha sido regada con la sangre de muchas niñas que el patriarcado colonial consideraba objetos hacer mimados, degradada y/o abandonados.  El torno era el lugar donde las mujeres que abandonan a sus hijos los depositaban en forma discreta y lejos de miradas curiosas que pudieran identificar las ya que consiste en una tabla de madera en un hueco hecho ex profeso en la pared del paredón de la casa de expósitos. Sólo con un giro el tañido de una campana se llama el destino de un niño que ingresaba a otro mundo como exiliado protegido. De alguna manera el torno era el instrumento central del pasaje de la libertad abandonada a la protección opresiva. Podemos decir que es un icono de la presencia de la madre iglesia europea en la infancia como instrumento de desapropiación del niño y apropiación en otro espacio territorial. Representa en sí mismo el pasaje de un mundo a otro de una realidad de clase a otra de un contexto subjetivo y político a otro de un territorio existencial a otro tipo de territorialización existencial implícito en su lema "mi padre y mi madre Me arrojan de sí. La caridad divina me recoge aquí". 
su estética es comparable a un instrumento de tortura ya que tiene el carácter material de pase y selección el mismo que encontramos en las ruletas de los subtes las puertas giratorias de los bancos o en los peajes que nutren las autopistas verdaderos tornos de la posmodernidad.
 En efecto hoy en día existe un imaginario social de la infancia Argentina sólo que en un sentimiento inverso. Los niños buscan salir y no entrar ya que las instituciones que deberían brindarle consistencias a sus vidas por ejemplo la familia la escuela la asistencia social no le garantizan la coherencia necesaria. 
Los niños en la calle son un testimonio de esta cuestión. Con la calle los niños recuperan aquello que se han perdido y que no es precisamente la familia sino el sentido colectivo de sobrevivir y jugar. Para aquellos que hemos trabajado y aún trabajamos con niños en la calle no es una novedad que la solitariedad la tienen en la casa y la solidaridad en la calle. 
También se puede considerar al torno como un eje de la desterritorialización y nueva reterritorializacion existencial. 
Esto se puede ver en Argentina durante el proceso a militar un torno invisible y ominoso fue el fundamento instrumental de la políticay legal de apropiación perversa de niños huérfanos y otros no tanto por los asesinatos del estado basándose en el mismo concepto de preservación del niño y la niña y de las ideologías ajenas al sentir nacional. Este proceso funciona como un verdadero torno fascista demostrando en la dictadura que las madres y los padres que abandonan a sus hijos en 1810 más que padres que arrojaban decía sus hijos eran tan perseguidos y discriminados por su condición política social y de género que sólo deseaban garantizar sus propios derechos ball mejor futuro para sus hijos. Se puede constatar que las niñas eran mayormente abandonadas que los niños. No es por casualidad que lo primero que los primeros atisbos de liberación mental del patriarcado pertenezcan al llamado "no de las niñas" en oposición que numerosas niñas de buena familia presentaron hacia finales de 1700 a que sus cuerpos fueron vendidos como resistencia al ejercicio patriarcal y colonial. 
Ricardo Lesset: "denomina la revolución de las niñas" como un movimiento espontáneo de las mujeres jóvenes de los estratos más altos de la sociedad. Entre las más famosas se encuentra mariquita Sánchez y las hermanas de Bernardino rivadavia pero también otras hija de los principales familias de aquellos Buenos Aires por el cual ellas empezaron a negarse a aceptar a los candidatos viejos panzones y españoles que sus padres les habían seleccionado. 
Por otra parte vale la pena mencionar que esta verdadera revolución biopolítica de las niñas predecesora de las fiestas de mayo contó con la decidida acción de mariquita Sánchez qué es una inspiradora de la obra de moratín El sí de las niñas. Precisamente esa fue la inspiradora de una fiesta tan nacionalista como feminista adhiriéndose fervientemente varias décadas después al retorno del torno. 
El 17 de abril de 1838 El torno quedó clausurado por casi 14 años. El 20 de noviembre de 1852 la sociedad de beneficencia rehabilita la casa de expósitos fundamentalmente por la valiosa donación de mariquita Sánchez. El torno de la vieja casa vuelve a desempeñar su olvidada denominación. 
En 1873 se traslada la actual calle Montes de Oca a un terreno ubicado en lo alto de la barranca de Santa Lucía en una edificación construida por un señor de apellido Lasanse para el instituto sanitario. El torno queda en el hospital de mujeres de la calle esmeralda por 4 meses. 
El torno: un siglo antes una niña abandonada lo inaugura y un siglo después una mujer de la burguesía lo restaura. Su última residencia revela incluso el carácter androcéntrico que poseía: un hospital de mujeres. 
El azote y la vara.
El psicoanálisis sostiene que el inconsciente es la historia infantil que queda inscrita en el sujeto para siempre a la búsqueda permanente de su retorno. La acepción infantil tiene un sentido en vivo en psicoanálisis porque no ayude apenas a la infancia en sí misma sino que debe ser tomada como la historia y el presente de todo aquello que no ha sido simbolizado significado en la palabra del individuo. Lo infantil entonces da cuenta de lo que no ha sido dicho o fue dicho en medias palabras o expresado sin tener ninguna significación para el hablante o para el que escucha. Este es el sentido que tiene lo inconsciente infantil para el psicoanálisis. 
La historia Argentina infantil remite a lo no dicho de una vida colectiva y singular de los niños. La infancia bicentenaria desde esta perspectiva nos permite percibir que las piedras de una historia que se intenta enterrar siempre tiende a retornar a la superficie trayendo consigo la índole colonizada intelectualizada y tenía del mayor europeizante fascismo que aún campea en nuestro país. 
Una mirada a nuestro pasado
"Castigos corporales" en las escuelas de antaño. Esto se refería qué en las escuelas la práctica bárbara de imponer a los niños la pena de azotes, cuyos castigo es excesivo y arbitrario por parte de los preceptores que no están autorizados para ello en manera alguna perjudicando a los objetos mismos de las instituciones juveniles, siendo además absurdo e impropio que los niños y las niñas que se educan para ser ciudadanos libres sean sus primeros años abatidos, vejados y oprimidos por la imposición de una pena corporal tan odiosa y humillante como a la expresada de azotes, que hoy en día queda abolida y prescripta semejante costumbre. Los maestros que la continúen aún después del presente decreto serán privados de su oficio y castigados como infractores pudiendo en su lugar usar los estímulos decentes del honor y la emulación en sus discípulos con otras correcciones que no sean penas corporales aflictivas y circule sea las provincias. 
Sin embargo A mediados de 1813 Manuel belgrano redactó el reglamento para las cuatro escuelas del Norte: Santiago del estero, salta, jujuy y tarija pero no hizo desaparecer por completo la pena de azotes y no qué reglamento el número de golpes que el maestro podría propiciar a sus alumnos. En el artículo 16 decía que a ninguno se le podía dar arriba de 6 azotes por defectos graves y sólo por un hecho que pruebe mucha malicia o sea de muy malas consecuencias en la juventud. Se les podían dar hasta 12 haciéndolo siempre separado de la vista de los demás jóvenes. En el artículo 15 el maestro podía imponer que los jóvenes se hinchen de rodillas pero por ningún motivo se les expondrá la vergüenza pública haciendo que se pongan en cuatro pies ni de otro cualquier modo impropio. 
Finalmente la junta de observación surgida a raíz de la revolución de abril de 1815 sancionó El estatuto provincial que dispuso en la octava providencia la revocación del decreto del 9 de octubre de 1813 que prohibía la pena de azotes en las escuelas. En el año 1816 el reglamento para las escuelas de la campaña sostuvo los azotes como sistema disciplinario. Estas tiernas semblanzas educativas muestran que nuestros próceres debatieron durante un siglo entero como reglamentar el número de azotes adecuados para niños clavos o su abolición como método pedagógico disciplinario. 
En efecto herederos de la tesis de Michel Foucault traza sobre la obra de La Salle digamos que en el siglo XIX y parte del siglo XX en Argentina el castigo físico disciplinario fue el arma política principal del patriarcado androcéntrico sobre los cuerpos infantiles, en todos los ámbitos institucionales e interpersonales.
También se expresa que si bien el azote quedó abolida en 1864 y sustituidos por una disciplina higienista de niños y niñas limpios y ordenados continúa siendo aplicado hasta los días de hoy según dan cuenta las guardias de los hospitales municipales y nacionales. 
Es más el tipo de fragmentación social y de vacío subjetivo y familiar producido por el neoliberalismo en estas dos últimas décadas ha provocado que los castigos físicos hoy sean aún más graves y violentos que antaño. Esto representa la infancia que el patriarcado colonial estableció en nuestro país como respuesta neoarcaica a la posmodernidad y los avances tecnológicos. Además reaparecen discursos religiosos y oscurantistas que mitifican a la familia, a la mujer madre, al instituto maternal o al propio niño para dominarlo y explotarlo. Se recrea la noción de pecado que aflige a minorías de géneros, mujeres, homosexuales, transexuales y otros en una profunda idealización europeizante o en un fascismo que pregona criminalizar a los niños para garantizar las condiciones de seguridad de una megalópolis. 
Cuando vemos a niños y a niñas borrando las diferencias de género tanto en la escuela como en la calle o hasta en la sanción, en marzo de 2009 de la "ley de protección integral para prevenir sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales", N° 26.485 quedan plasmados años de lucha contestataria, tanto de las mujeres como de todas las minorías. 
Ritalina: cuya droga base es la más usada por psiquiatras neurólogos pediatras y hasta maestros para dominar a los alumnos que se portan mal o no se concentran los suficientes para que justamente funciones tábara posmodernaha sido necesaria previamente una hipercodificación presente en el DSM 4 con el nombre de diagnóstico de ADD (déficit atencional mínimo). De esta forma esta droga empieza a ser naturalizada y formar parte de dominación y explotación de una infancia inquieta. 
Esta vara de la sociedad de consumo no está construida para El dominio patriarcal sino del mercado o como una extraña alianza entre ambos en lo que llamo "representaciones imaginarias merco patriarcales de la infancia" que nos agobian cotidianamente a todos aquellos que trabajamos con niños y niñas. El niño sigue siendo un animalito salvaje en especial cuando no aprende en la sala de clases o cuando es imperativo. No se lo educa ni la ni se lo domina con la vara sino con psicotrópicos de última generación provenientes de la oferta del mercado a través de registros hipercodificado que tienen la particularidad de transmitir un doble discurso esquizofrenizante por el cual se amenaza a la familia con que de no consumir este tipo de drogas el niño puede terminar siendo un drogadicto. 
Actual ley N° 26.061 "protección integrada la infancia y adolescencia" sancionada en el año 2007 precinta del término castigo físico diluido en un conjunto de derechos cuando ha sido el caballito de batalla del patriarcado en la producción de cuerpos dociles para firmar El dominio biopolítico sobre la infancia. 
Artículo 9: derecho a la dignidad y a la integridad personal: los niños y niños y adolescentes tienen derecho a la dignidad como sujetos de derecho y de personas en desarrollo a no ser sometidos a tratamiento discriminatorio vejatorio humillante intimidatorio a no ser sometido a ninguna forma de explotación económica torturas abusos negligencia y explotación sexual secuestros o tráfico para cualquier fin o en cualquier forma o condición cruel o degradante. Los niños niñas y adolescentes tienen derecho a su integridad física sexual psíquica y moral. 
(Página 31). 
Delvall
Cap 2: El Estudio del desarrollo humano
∙ La propia concepción de la infancia, las actitudes hacia los niños y el cuidado que les prodigamos se han ido modificando y las ideas y comportamientos que tenemos actualmente son relativamente recientes
∙ La historia de la infancia
∙ En otras épocas los niños morían con mucha facilidad, pocos de los que nacían llegaban a adultos, por lo que la fertilidad tenía que ser necesariamente alta; quizás por ello no era conveniente encariñarse demasiado pronto con los niños.
∙ Por otra parte, algunas creencias religiosas consideraban que la infancia era una etapa peligrosa, ya que habíamos nacido con el pecado original y solo mediante nuestras obras librarnos de él
∙ Hoy en cambio, los niños son un bien muy escaso
∙ La vida de la gente en la sociedad occidental se ha complicado de tal manera que tener un niño es algo que altera la vida y constituye una decisión muy importante.
ϖ∙ El descubrimiento de métodos anticonceptivos que permiten elegir el momento de la maternidad nos ha dado la posibilidad de decidir si tenemos hijos y cuando.
∙ La sociedad actual está más orientada a producir y a consumir objetos y un niño complica la producción y aumenta mucho el consumo.
∙ Los padres antes de tener un hijo se plantean los gastos que supone y las obligaciones que implica.
∙ En resumen, las diferentes situaciones sociales cambian nuestra concepción de la infancia.
∙ Aries puso de manifiesto que la concepción que nosotros tenemos de la infancia es relativamente reciente y no se remonta mas allá del SXVII o XVIII.
∙ Examina el papel del niño y la familia hasta el SXVIII y sostiene que en la sociedad medieval no existía el sentimiento de la infancia como tal hoy en día la conocemos y que los niños eran considerados como algo divertido y no se diferenciaba mucho de lo animal.
∙ Si el niño moría, cosa que sucedía muy a menudo en los primeros años, la familia podía sentirlo pero no constituía un gran drama y pronto un nuevo hijo reemplazaría.
∙ El niño no salía de una especie de anonimato hasta que no alcanzaba una cierta edad.
∙ A partir de un momento en el que el niño ya no necesitaba de cuidados especiales entraba a formar parte de la sociedad de los adultos y se le empezaba a tratar como tal.
∙ Aries apoya sus tesis no sólo en documentos de la época sino también en el análisis de las representaciones de los niños en pinturas y esculturas.
∙ Encuentra que hasta el SXIV apenas existen representaciones de niños o niñas y cuando aparecen se les muestra como si fueran adultos en pequeño, con la misma estructura corporal que un adulto, aunque de menor tamaño y con los mismos rasgos que los adultos.
∙ también los vestidos eran semejantes y los niños aparecen frecuentemente compartiendo actividades de los mayores.
∙ La familia era también distinta de la actual y su función fundamental era económica: la conservación de los bienes y el ejercicio en común de un oficio, pero no tenía una función afectiva.
∙ Hacia el SXVII empieza a existir un sentimiento de infancia más diferenciado y un mayor número de observaciones acerca de los niños.
∙ Los cambios sociales van a tener una influencia grande sobre la consideración de la infancia.
∙ La industrialización, la aglomeración en grandes ciudades, la introducción de la escolarización obligatoria para todos, que se produce en el S XIX, van a cambiar mucho el papel de los niños.
∙ Con los comienzos de industrialización los niños pasan a trabajar en las fábricas, a menudo en jornadas agotadoras.
∙ El estudio de los niños
∙ En consonancia con esta concepción de la infancia, el estudio sistemático del desarrollo infantil no ha comenzado hasta una época bastante reciente, de tal forma que puede considerarse que la psicología infantil tiene un poco más que un siglo.
∙ Es comprensible que algunos de los primeros estudios sobre niños sean precisamente observaciones sobre sujetos excepcionales, sobre niños cuyo desarrollo presenta algún tipo de especificidad o anomalía.
∙ Pronto surgieron también otro tipo de estudios formados por observaciones biográficas sobre sujetos normales, que suelen ser diarios, generalmente parientes del autor.
∙ Más tarde surge un tercer tipo de estudios constituidos por trabajos de tipos estadísticos, recopilaciones de datos sobre algún aspecto determinado de la conducta infantil realizadas sobre un número de sujetos relativamente grandes.
∙ Las preocupaciones que motivan estos trabajos son de distintos tipos.
∙ Los trabajos más antiguos surgen de preocupaciones prácticas de tipo pedagógico sobre la educación de los niños.
∙ Otros estudios son obras de médicos, interesados por el funcionamiento del cuerpo y el cuidado dela salud.
∙ Finalmente están las preocupaciones filosóficas y científicas en general, que tratan de encontrar en el estudio de los niños respuestas a preguntas sobre el origen del conocimiento o de las emociones.
∙ Mientras que la psicología general utilizaba métodos introspectivos, es decir, la reflexión sobre los propios procesos mentales, el estudio del niño tenia que basarse en la observación o en experimentos, ya que los niños no podían proporcionar un dato sobre sus propios procesos psicológicos y esto produjo un tipo de estudio mas objetivo.
∙ Las primeras observaciones
∙ En los autores griegos y latinos aparecen algunas observaciones dispersas sobre el desarrollo de los niños relacionadas casi siempre con la educación.
∙ Se trata generalmente de observaciones dispersas y que no tienen como fin el conocimiento del niño en si mismo sino mas bien indicar como se les debe tratar para formar adultos que reúnan las cualidades deseables en esa sociedad.
∙ En los SXVI y XVII, las preocupaciones por la educación vuelven a aparecer de nuevo.
∙ Se interesan por adaptar las enseñanzas al desarrollo de los niños
∙ En el S XVII Comenius, uno de los grandes educadores de la historia, defendió la idea de que la escuela debe variar en función de la edad del que aprende y establecía cuatro tipo de escuela según los cuatros periodos del crecimiento, que serian la infancia, la puericia, la adolescencia y la juventud.∙ Otras de las grandes figuras del SXVII es el filosofo Locke que ocupa un importante papel en la historia de la psicología como uno de los fundadores del empirismo y del asociacionismo.
∙ Pero quizás el escritor mas influyente de esta época, sobre todo por el efecto que tuvo en las ideas sobre los niños y su educación, fue el filosofo Rousseau.
∙ Contribuyo a crear un movimiento de preocupación y de interés por la infancia y, a la larga, a que se comenzara a estudiar sistemáticamente el desarrollo infantil.
∙ Pero en todos estos trabajos de educadores no hay todavía observaciones sistemáticas, y solo aparecen algunas dispersas sobre la conducta de los niños, pues su interés principal era actuar sobre ella para modificarla.
∙ A finales del SXVIII es cuando se empiezan a realizar trabajos de observación que están constituidos por diarios llevados por padres o personas vinculadas muy directamente al sujetos que se esta observando.
∙ Las primeras observaciones sistemáticas
∙ El primer diario sistemático del que se tiene noticia es el de Heroard, medico del Delfín de Francia, el futuro Rey Luis XIII.
∙ Desde el punto de vista psicológico solo contiene observaciones dispersas.
∙ El pedagogo suizo Pestalozzi llevo hacia 1774 un diario sobre el desarrollo y la educación de su hijo.
∙ También otro pedagogo Richter realizo un diario sobre el desarrollo de su hijo.
∙ Esos intentos muestran que el interés por el desarrollo del niño era creciente y posiblemente existen otros muchos diarios de esa época que no han sido publicados.
∙ Un hito importante en la constitución de la psicología evolutiva fue el trabajo realizado por el filosofo Tiedemann sobre el desarrollo de su hijo desde el nacimiento hasta los dos años y medio.
∙ Tiene el gran merito de haber sido el primero que tuvo la audacia de considerar que un trabajo de este tipo tiene interés y contribuye al progreso científico.
∙ Indica que publica su trabajo para que sirva de estimulo a otros estudios que complementen los datos que el ha obtenido.
∙ Su trabajo, en el que señala cuidadosamente las edades a que se esta refiriendo, proporciona numerosos datos sobre el desarrollo de los reflejos, sobre la percepción, sobre las relaciones sociales, sobre los comienzos de la función simbólica incluyendo el desarrollo del lenguaje, etc.
∙ A pesar de la brevedad del estudio, se trata de un trabajo de gran valor y superior a muchos otros escritos que se produjeron posteriormente.
∙ En el SXIX se realizaron diversos trabajos en la misma línea.
∙ La influencia del darwinismo:
∙ La idea de que los seres vivos se modifican a lo largo el tiempo es muy antigua y puede remontarse a los primeros filósofos griegos, pero comienzos del SXIX había adquirido una nueva fuerza gracias a los trabajos de Lamarck, de Erasmus Darwin, y estudiosos de la geología como Lyell.
∙ La idea de la selección natural y de supervivencia delos mas aptos era una explicación que permitía organizar un conjunto enorme e datos dispersos y esa fue la paciente tarea que Darwin realizo durante muchos años.
∙ Su influencia se hizo sentir no solo en las ciencias de la naturaleza, sino en el conjunto de las ciencias humanas y constituyo un poderoso motor para el desarrollo de nuevas disciplinas como la sociología, la antropología y también la psicología.
∙ El naturalista Haeckel, defensor decidido del darwinismo, formulo la llamada ley biogenética según la cual el desarrollo del individuo reproduce el desarrollo de la especie o, dicho en palabras mas técnicas, que la ontogénesis reproduce la filogénesis.
∙ Esto daba al estudio del niño un interés teórico renovado, no se trataba de conocer a los niños por preocupaciones de tipo educativo sino que su estudio podía tener implicaciones mucho mas profundas para la ciencia.
∙ En 1876 el filosofo y político francés Taine publicaba un trabajo con el titulo "nota sobre la adquisición del lenguaje en los niños y el la especie humana" donde se ponía ya claramente de manifiesto la influencia darwinista
∙ La segunda parte del trabajo sobre el desarrollo del lenguaje en la especie tiene , en cambio, un carácter mucho mas general y especulativo, por la debilidad de los datos en los que se apoya, y presenta por ello un interés considerablemente menor
∙ La importancia de este trabajo de Taine se debe no solo a sus aportaciones sino a que desencadeno directamente e indirectamente en la aparición de una gran cantidad de estudios: Darwin en 1877 con algunas observaciones biográficas que había desarrollado sobre algunos de sus hijos; en 1878 Pollock publico otro trabajo sobre adquisición del lenguaje; Bernard Pérez publico el primer libro completo sobre psicología del niño; así también Egger(1879) quien presento un estudio sobre el desarrollo de la inteligencia y el lenguaje en los niños.
∙ Así pues, ay un proceso de desencadenamiento que hace que se realicen o publiquen una serie de trabajos sobre el desarrollo del niño y dentro de ellos sobre el desarrollo del lenguaje.
∙ Aparte de la obra de Pérez, que constituye un primer intento de una psicología del niño(…), en 1882 ve la luz una obra de gran importancia y que podemos considerar que abre un nuevo periodo en el estudio del niño.
∙ Se trata de El alma del niño obra del fisiólogo alemán William Prever, que a veces se toma como el primer estudio científico sobre el desarrollo infantil y como el inicio real de nuestra disciplina.
∙ Prever se convirtió en un activo partidario del evolucionismo y hacia finales de la década de 1870 comenzó a interesarse por la psicología del niño
∙ Se inclino por estudiar el desarrollo del niño desde distintos puntos de vista, comenzando antes del nacimiento.
∙ Ello dio origen a estudios sobre el desarrollo embrionario, para la etapa anterior al nacimiento, y a su obra El alma del niño para el desarrollo posterior al nacimiento.
∙ La obra de Prever tuvo una influencia duradera y muchos años después se citaba todavía como una de las grandes contribuciones al conocimiento del niño.
∙ La teoría de la evolución de Darwin:
	“La creencia popular más extendida durante muchos siglos ha sido que las especies animales y vegetales son independientes unas de otras y hay existido siempre de la misma forma” (A esto se lo llama “fijismo”).
“La tradición bíblica, aceptada por la iglesia, apoyaba esa idea basándose en el relato de la creación, según el cual Dios había creado cada especie independientemente de las demás.” (A esta postura se la llama “creacionismo”)
“A finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX la idea de que las especies cambian y van evolucionando unas a partir de otras se había convertido en moneda corriente y Lamarck (1809) había propuesto una explicación de cómo había sucedido esto: los cambios adquiridos durante la vida de un individuo en su adaptación al medio se conservarían hereditariamente y se trasmitirían a los descendientes. Es lo que se conoce como herencia de los caracteres adquiridos”
“El naturalista Charles Darwin llegó al convencimiento de que las especies habían evolucionado unas a partir de otras y que mantenían entre si numerosos vínculos”
Las ideas de Darwin pueden resumirse en los siguientes puntos:
∙ Las especies no son fijas sino que han ido modificándose a lo largo del tiempo.
∙ Algunos individuos nacen con características diferenciadoras que son variaciones cuyo origen Darwin no podía explicar en ese momento, pero que han sido explicadas posteriormente.
3. De entre esas variaciones se conservan las que permiten una mejor adaptación del organismo al medio.
4. Esas variaciones beneficiosas se conservan porque los individuos mejor adaptados tienen mas probabilidades de sobrevivir y de reproducirse, trasmitiendo a sus descendientes las características beneficiosas.
5. Los individuos que están peor adaptados y que no poseen esas variaciones beneficiosas tienen menos probabilidades de sobrevivir y por tanto de reproducirse y dejar a sus descendientes sus características, que de ese modo van extinguiéndose. “
“Las especies habrían ido evolucionando así lentamente, a

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