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1 Universidad Nacional de Salta Año: 2019 Facultad de Ciencias Naturales Asignaturas: Climatología (I.R.N y M.A) y Agroclimatología (I.A) GUÍA TEÓRICA PARA EL TRABAJO PRÁCTICO Nº 9 ELEMENTOS TANATOCLIMÁTICOS Entre los elementos del clima, existen algunos que pueden provocar daño o la muerte de las plantas, son los llamados "elementos tanatoclimáticos" (de Thanatos, dios griego de la muerte). Los principales elementos tanatoclimáticos son las heladas, la sequía, el granizo, el viento. Son conocidos también con el nombre de adversidades climáticas, de especial importancia por su impacto y gran variabilidad. Cada adversidad tiene sus propias características y sus particulares efectos biológicos y económicos, lo que plantea en consecuencia, diferentes formas de encarar la defensa contra las mismas. Para luchar contra las adversidades hay que conocerlas y caracterizarlas agroclimáticamente. HELADAS En la República Argentina son escasos los lugares donde no se producen heladas en algún momento del año, por lo que todas las producciones se ven afectadas en distinto grado por la acción de las bajas temperaturas. Se pueden distinguir dos conceptos de helada: Helada desde el punto de vista meteorológico: El concepto meteorológico de “helada” considera como tal a todo descenso de la temperatura del aire que alcance o sobrepase el 0 ºC, registrado en el abrigo meteorológico a 1.50 m de altura desde el suelo. Helada desde el punto de vista agroclimático o agronómico: Desde el punto de vista agrícola, el concepto de helada admite una interpretación más biológica, pudiendo considerar como tal, a los descensos térmicos capaces de causar daño a los tejidos vegetales. En este caso, dependerá de la resistencia de cada vegetal a las bajas temperaturas. Caracterización del régimen de heladas Un estudio agroclimático de las heladas debe determinar su régimen en función de los valores medios, extremos y de variabilidad de: 1. Tipo genético 2. Duración 2 3. Intensidad 4. Época de ocurrencia 5. Frecuencia (de 1, 2, 3 y 4) 6. Peligrosidad 1. Tipo genético de heladas De acuerdo a la forma en que se inicia y como se produce el fenómeno pueden ser: Heladas advectivas: Son las provocadas por irrupción de masas de aire frío, las que en nuestra región generalmente provienen desde el polo (figura 1). Podemos seguir su marcha a través de su paso por el territorio ubicado al sur de la región. Es un fenómeno macroclimático que se caracteriza por su gran extensión, pueden estar acompañadas de tiempo nublado y lluvioso. Sin embargo, la influencia de la nubosidad es nula. Figura 1: Regiones fuentes de masas de aire causantes de heladas advectivas en Argentina. Heladas radiativas: Se producen por un balance negativo de radiación debido a características propias del lugar en ese momento. Condiciones de noches calmas, despejadas, con bajo contenido de vapor agua en la atmósfera, favorecen este tipo de fenómeno. La inversión térmica es muy pronunciada y no hay turbulencia. Heladas mixtas: La combinación de los dos tipos anteriores de heladas da origen a las heladas mixtas. 3 De acuerdo al aspecto del cultivo luego de ocurrida la helada: Heladas Blancas y Negras: Helada blanca: se visualiza el hielo (escarcha) que se forma sobre la superficie del cultivo debido al descenso de la temperatura de la masa de aire. La misma al tener elevado contenido de humedad alcanza en un primer momento el punto de rocío pasando al estado líquido y si sigue el descenso de la temperatura y pasa los cero grados se convierte en agua sólida. Helada negra: cuando el aire tiene poco contenido de vapor de agua y desciende su temperatura no alcanza la saturación, motivo por el cual no se forma rocío pero al descender la temperatura por debajo de los cero grados el agua que se encuentra en los tejidos de la planta que está en el estado líquido pasa al sólido aumentando su volumen y produciendo la rotura y muerte de las células que los conforman. La visualización del color oscuro de los tejidos nos indica la muerte de los mismos (necrosis). TV (mb) L S G PR (B) - 3 0 PR (A) t ºC 2. Duración de las heladas: cantidad de horas que duran las heladas de acuerdo a su intensidad, época del año, tipo. Se contabiliza el tiempo que duran las temperaturas de 0 ºC o menos. 3. Intensidad: es una expresión del grado de descenso térmico producido. 4. Época de ocurrencia: Invernales Primaverales tardías Estivales Otoñales tempranas A. helada blanca B. helada negra Escarcha 4 Las heladas tempranas y tardías son las que presentan mayor interés desde el punto de vista agrícola por ocurrir en épocas en que pueden producir sensibles daños a los cultivos de producción otoñal o a los que inician su crecimiento, floración o fructificación en primavera. Parámetros estadísticos como “Fecha media de primera helada” (17 de mayo, en el ejemplo), “Fecha extrema de primera helada”, “Fecha media de última helada” (11 de setiembre, en el ejemplo), “Fecha extrema de última helada”, “Periodo medio con heladas” y “Periodo medio libre de heladas” resultan fundamentales para caracterizar el régimen agroclimático de heladas de una localidad y/o región. 5. Frecuencia de heladas: representa el número de heladas que se producen en un lugar, en un determinado periodo de tiempo (mes, año). 6. Peligrosidad: se utilizan índices que expresan la relación entre el régimen de heladas y la repercusión del mismo sobre los cultivos agrícolas, por ejemplo el ICK, índice criokindinoscópico propuesto por el Ing. Agr. J.J. Burgos. Las plantas tienen distinto grado de sensibilidad a las bajas temperaturas en los diferentes estados de su ciclo. Durante el descanso tienen menor sensibilidad a las bajas temperaturas; es mayor en el inicio de la primavera, época en que las plantas inician su actividad y en el otoño, cuando los frutos se encuentran maduros. Variación de la sensibilidad al frío de algunas especies Los límites de resistencia a temperaturas de helada son variables para las distintas especies, su sanidad, la etapa fenológica del cultivo, la provisión hídrica. Los valores de límites críticos (temperaturas críticas) citados en el cuadro a continuación, sólo tienen un valor relativo: 5 Especie Estado fenológico Descanso Floración (plenitud) Frutos (pequeños) Limonero - 3,3 -2,8 ºC - 1,1 ºC - 1,1 ºC Mandarino - 5,0 -5,6 ºC - 1,5 ºC - 1,1 ºC Duraznero - 26,1 ºC - 2,8 ºC - 1,1 ºC Peral - 28,9ºC - 2,2 ºC - 1,1 ºC Manzano - 34,4 ºC - 2,2 ºC - 1,7ºC En las heladas primaverales, también denominadas "heladas tardías", es importante conocer su intensidad; porque es en ese momento en el que los tejidos comienzan a activarse después del descanso y su sensibilidad es máxima. Después del descanso, en el inicio de la primavera, las plantas que tienen poca exigencia en "horas de frío", están dispuestas para iniciar la fase siguiente por lo tanto ante el estímulo que produce el ascenso de la temperatura comienza la formación de yemas y tejidos tiernos; estructuras que son muy sensibles a las bajas temperaturas por lo que la ocurrencia de heladas en ese momento produce la muerte de las plantas. Desde el punto de vista agrícola las heladas tempranas que se producen en el otoño pueden producir daños en cultivos como el algodón, caña de azúcar, olivo, etc. En la primavera las heladas tardías producen daño en los que inician su crecimiento, floración o fructificación como frutales, maíz, tabaco, etc. Una correcta caracterización sirve para tomar decisiones correctas en lo referente a elección de la variedad, época de cultivo, lugar de la plantacióny métodos de lucha directa ante la ocurrencia del fenómeno. Métodos de lucha contra las heladas De acuerdo a su modalidad los métodos de lucha pueden ser: Por su forma de actuar: - Directos - Indirectos Por el momento en que se aplican: - Pasivos - Activos Métodos Indirectos Actúan sobre el objeto de protección, en este caso, los cultivos; teniendo en cuenta: Ubicación de los cultivos: el lugar elegido debe ser el que presente el menor riesgo posible de heladas. Elección de la especie, variedad y época del año: los cultivos deben elegirse en función de la sensibilidad de los mismos a las bajas temperaturas y a la disponibilidad climática del lugar. 6 Es importante definir la época del año en la que se llevará a cabo el cultivo para obtener además de la concreción del ciclo, el éxito comercial (rendimiento, calidad, oportunidad comercial, precio, etc.). La disponibilidad climática se conoce a través de los estudios agroclimáticos. Métodos Directos Actúan sobre el proceso físico que produce la adversidad, en este caso la helada, y pueden ser: Métodos Directos Pasivos: Se los aplica antes de que se produzca la helada siendo su efecto en muchos casos permanente, es más bien una medida de precaución o prevención que aplican los organismos gubernamentales. Características del suelo y prácticas culturales Mediante el conocimiento de las características del suelo se conoce su reacción frente a las heladas. Su color, relacionado con la absorción o reflexión de la radiación, su calentamiento, el transporte del calor en profundidad y el almacenamiento del mismo nos dan pautas para el manejo de las prácticas de cultivo acorde a lo definido. Influencia de la textura Un suelo arenoso, en comparación con uno arcilloso, retiene naturalmente menor cantidad de agua, por lo tanto es menor el calor específico y la conductividad del flujo calórico hacia la profundidad. Todo ello tiene como resultado una mayor amplitud térmica en superficie y por consiguiente mayor probabilidad de ocurrencia de temperaturas mínimas extremas. Influencia del contenido de agua del suelo Si comparamos dos parcelas del mismo suelo con diferentes cantidades de agua; la de menor contenido tendrá mayor probabilidad de ocurrencia de heladas debido al menor calor específico y menor calentamiento del suelo en profundidad. Influencia del suelo arado Un suelo que fue sometido a labranzas como el arado transforma su estructura y al contener mayor cantidad de aire, los efectos señalados en los puntos anteriores se magnifican, por lo tanto tendrá menor calor específico, menor conductividad calórica y mayor superficie de irradiación lo que lo convierte en un suelo con mayores posibilidades de alcanzar temperaturas mínimas. Influencia de las malezas y abonos verdes Los montes frutales, malezas y la vegetación en general actúan colaborando con el enfriamiento del aire en la proximidad de la superficie por las siguientes causas: 7 - Disminuyen la recepción de la radiación sobre la superficie. - Disminuyen el accionar de la turbulencia por la elevación de la capa rugosa. - La evaporación y evapotranspiración toman calor del aire para el proceso del cambio de estado del agua. Influencia de los reparos (Invernaderos, túneles, etc.) Para definir la influencia de los reparos se debe tener en cuenta las siguientes consideraciones: - Efecto invernadero. - Retención del calor. - Rendimiento térmico del abrigo. - Transparencia. - Opacidad de los plásticos a las radiaciones nocturnas. Los materiales que presentan un total efecto invernadero son: el vidrio, los poliésteres estratificados y el PVC. Otras prácticas agrícolas Las prácticas agrícolas forestales actúan sobre el aire frío más que sobre la superficie del suelo. El manejo del aire frío se puede realizar de dos formas: Impidiendo la entrada de aire frío al predio: Masas forestales naturales o cultivadas, cortinas forestales o cortina de fuego o cortinas de regadores por aspersión. Favoreciendo el drenaje de aire frío: Desmonte e implantación teniendo en cuenta la topografía del terreno y la circulación del aire frío. Planificación adecuada de la forma y dirección de las hileras del monte implantado. Métodos Directos Activos: se desarrollan inmediatamente antes o durante la ocurrencia de la helada. Son métodos de lucha que no se prolongan más allá de la duración del fenómeno adverso. Nubes artificiales: Producción de humo o de gases que magnifiquen el efecto invernadero. Enturbiamiento atmosférico: Consiste en poner en suspensión partículas de determinadas características que imiten el efecto producido por las nubes. Se usan sustancias especiales que actúan como núcleos de condensación del vapor de agua atmosférico. Para ello la humedad relativa debe superar el 70 % y no debe haber brisa que aleje la nube formada. Se aplican a heladas de radiación y en noches calmas, pudiendo compensar en general enfriamientos de entre 1 a 2 ºC por debajo del límite crítico. 8 Ventilación artificial: Instalación de torres que con sistemas de ventilación rompan la estratificación y produzcan la mezcla del aire que tienen distintas temperaturas en cada altura. Se utiliza para heladas radiativas en las que el techo de inversión no sobrepase la altura del ventilador (figura 2). Figura 2: Máquinas de viento o ventiladores. Calentamiento del aire por medio de calefactores: Existen numerosos métodos para producir el calentamiento directo del aire mediante el uso de calefactores, los que varían de acuerdo al tipo de calefactor usado, al combustible y a las características propias de la helada en cada lugar. Para la aplicación de los mismos es preciso no solamente caracterizar perfectamente la helada sino también el lugar y los recursos con que se cuentan. Riego por aspersión: El método consiste en producir calentamiento a través del calor que se libera en el cambio de estado del agua. Ante la aplicación de una película de agua mediante el riego por aspersión sobre los vegetales en el momento de producción de la helada, se produce calor que pasa hacia los tejidos de la planta y hacia la atmósfera. Para la aplicación de este método se debe tener en cuenta una gran cantidad de aspectos porque el mismo tiene la particularidad de generar un efecto contrario (por ejemplo si se deja de regar en un momento clave se produce la evaporación y el agua toma el calor de los tejidos de la planta) y se produce un daño mayor que el que produce la naturaleza. SEQUÍAS Sequía meteorológica: disminución de las precipitaciones en una región en relación con el valor normal en un plazo de tiempo determinado. Es un fenómeno 9 que se implanta de forma paulatina y puede llegar a durar años en los casos más extremos. Sequía agronómica: la sequía agrícola es el resultado de un marcado y permanente déficit de lluvia que reduce significativamente el agua disponible en el suelo para satisfacer las necesidades de crecimiento de los cultivos o pasturas. Sequía hidrológica: se produce cuando hay, a escala regional, un total de precipitación menor a la media estacional que se traduce en un nivel de aprovisionamiento anormal de los cursos de agua y de los reservorios de agua superficial o subterránea. Sequía socioeconómica: se refiere a cómo y cuando afecta la escasez de agua a las personas y a su actividad económica. Para que se produzca no es necesario que exista una restricción anormal al suministro de agua, basta con una insuficiencia circunstancial que origine consecuencias socioeconómicas desfavorables para algún sector. Sequías edáficas: son aquellas que se producen por el aumento de la retención del agua remanente en el suelo a medida que éste se seca a consecuencia de un balance hídrico negativo. En estas circunstanciaslas plantas experimentan cada vez mayores dificultades para absorber agua. Sequías atmosféricas: se produce cuando una elevada demanda atmosférica de agua supera la capacidad de extracción de agua del suelo por parte de las plantas. En estas circunstancias se produce un desequilibrio hídrico en el vegetal que determina el cierre de los estomas, acartuchamiento de las hojas y otras reacciones tendientes a reducir la transpiración. Tienen carácter temporario y cesan con la disminución de la demanda evaporativa de la atmósfera. Las sequías presentan cuatro rasgos distintivos que deben ser considerados para su caracterización agroclimática: intensidad, duración, extensión y tiempo de recurrencia. La intensidad refleja el déficit de precipitación o de cualquiera de los índices que se utilicen en su evaluación, la duración se refiere al lapso de tiempo entre el comienzo y fin del fenómeno y la extensión, al área afectada por el mismo. Por la recurrencia del fenómeno, las sequías pueden ser: Ocasionales o esporádicas, se presentan en forma accidental en un lugar donde, en general, el régimen de precipitaciones es suficiente para asegurar un balance hídrico satisfactorio para los cultivos. Su aparición forma parte de la variabilidad natural del clima. Periódicas y permanentes, asociados a condiciones de marcada estacionalidad o escasez de precipitaciones, consecuencia de la circulación general o regional de la atmósfera. Se presentan como periodos o estaciones secas características de grandes regiones, en donde son un rasgo normal del clima. 10 Existe una amplia variedad de índices desarrollados para caracterizar las sequías, los más simples están basados en la precipitación, los más complejos tienen en cuenta además otros factores determinantes de las condiciones hídricas deficitarias asociadas a las sequías. Mitigación de los efectos de las sequías Frente a los impactos de las sequías, existen una serie de medidas tendientes a su mitigación que se pueden clasificar como de prevención, reducción y tolerancia. Las principales están orientadas a utilizar con mayor eficiencia las reservas de humedad existentes en el suelo, reducir la evaporación desde espejos de agua, suelo y vegetación, eficientizar el riego, utilizar las aguas subterráneas, producir lluvias artificiales. Existe también la posibilidad de efectuar pronósticos de condiciones deficitarias con alta probabilidad de ocurrencia mediante el cálculo de indicadores como el Índice estandarizado de precipitación (SPI). Índice de sequía estandarizado (SPI) El SPI se define como un valor numérico que representa el número de desviaciones estándar de la precipitación caída a lo largo del período de acumulación de que se trate, respecto de la media, una vez que la distribución original de la precipitación ha sido transformada a una distribución normal. Este índice fue diseñado con objeto de dar cuenta de las distintas maneras en que el déficit de precipitación afecta a los diferentes sistemas de recursos hídricos (humedad del suelo, aguas superficiales, aguas subterráneas). Concretamente, el SPI fue desarrollado por el investigador estadounidense Mc Kee en 1993 para poder cuantificar el déficit de precipitación para diferentes escalas temporales y, en base a ello, poder evaluar el impacto del déficit de precipitación sobre la disponibilidad de los distintos tipos de recursos hídricos. Así, por ejemplo, las condiciones de humedad de los suelos son sensibles a las anomalías (positivas o negativas) de la precipitación a corto plazo, en tanto que las reservas de aguas superficiales (embalses) y subterráneas (acuíferos), así como los caudales fluviales, responden a anomalías pluviométricas a largo plazo. A través del uso del índice SPI es posible cuantificar y comparar las intensidades de los déficits de precipitación entre zonas con climas muy diferentes y tiene la propiedad de que puede integrarse sobre un amplio rango de escalas temporales, lo que hace que pueda ser utilizado como indicador de diferentes tipos de sequía, tanto aquellas que son de corta duración y que producen efectos principalmente sobre los sectores agrícola, forestal y pecuario, como para caracterizar sequías climáticas de larga duración conducentes a sequías hidrológicas. Para el cálculo del SPI para un lugar determinado, se parte de la serie histórica de precipitaciones mensuales correspondiente al período requerido, serie que es ajustada a la distribución teórica de probabilidad que se considere conveniente, que 11 se transforma, a continuación, en una distribución normal, de manera que el valor medio del SPI para el lugar y el período elegidos sea 0 (Edwards y Mc Kee, 1997). Los valores positivos del SPI indican una precipitación superior a la media y los valores negativos del mismo, una precipitación inferior a la media (figura 3). Dado que el SPI está normalizado, tanto los períodos húmedos como los secos se pueden representar de la misma manera y aplicando este índice se puede hacer un seguimiento de cualquier período, tenga éste un carácter u otro. Se puede determinar el carácter de un período dado (normal, más o menos húmedo, más o menos seco) en función del signo (positivo o negativo) y el valor absoluto del SPI (por encima o por debajo de 0), habida cuenta de que los valores del índice comprendidos entre -1 y +1 caracterizan un período como "normal" al indicar que se está en la parte central de la distribución, la que se sitúa en torno a la media, a una distancia de ella igual o menor que la desviación estándar (tabla 1). Los mismos autores que diseñaron este índice establecieron también el criterio para definir un período de sequía. Según el mismo, se dice que tiene lugar un período seco siempre y cuando el SPI presente una secuencia continua de valores negativos, tales que éstos sean iguales o inferiores a -1, si bien se considera que este evento no llega a su fin hasta el momento en que dicho índice vuelve a tomar un valor positivo. Esta definición permite caracterizar cada período seco de acuerdo a su duración, intensidad y magnitud (figura 3). La "duración" del evento la determina la longitud del período en el que los valores del SPI cumplen las condiciones requeridas por dicha definición. La "intensidad" del mismo viene determinada por el máximo valor negativo, a partir de -1, que el SPI alcance dentro del período seco analizado. Finalmente, su "magnitud" viene dada por la suma de los valores del SPI correspondientes a todos los meses comprendidos dentro del período seco considerado. A modo de ejemplo se puede indicar que un valor de SPI para 3 meses de -2,3 indicaría que la cantidad de precipitación que se ha registrado a lo largo de ese período se ha situado a 2,3 veces la desviación estándar por debajo del valor medio. Valor SPI Categoría Probabilidad (%) SPI ≥2,00 Extremadamente húmedo (HX) 2,3 1,50 a 1,99 Muy húmedo (HY) 4,4 1,00 a 1,49 Moderadamente húmedo (HM) 9,2 0,00 a 0,99 Ligeramente húmedo (HL) 34,1 0,00 a -0,99 Ligeramente seco (SL) 34,1 -1,00 a -1,49 Moderadamente seco (SM) 9,2 -1,50 a -1,99 Muy seco (SY) 4,4 SPI≤-2,00 Extremadamente seco (SX) 2,3 Tabla 1: Rangos de SPI y categorización de las condiciones hídricas 12 El reconocimiento de la sequía, como fenómeno hidrológico extremo, se diferencia mucho de las características de otros eventos, como por ejemplo las grandes crecientes. Se ha llegado a concluir que la sequía es un "no evento", debido a que su ocurrencia, sobre todo en su inicio, no es fácilmente detectable y se la reconoce por los efectos adversos que produce. Figura 3: Representación de la ocurrencia de sequías con indicación de su duración e intensidad mediante el índice de severidad de sequía de Palmer. GRANIZO El granizo es una forma de precipitación, formada por piedras de hielo transparente o parcialmente opacos, que van de unos pocos mma 5-6 cm, pueden ser redondos o de forma irregular. Es un fenómeno destructivo que provoca graves daños tanto en ambientes urbanos como rurales. El efecto directo del granizo sobre los cultivos está asociado a la pérdida de área foliar que provoca, la rotura de tallos, la caída de flores y frutos. Existe un efecto indirecto posterior vinculado con la penetración de patógenos a través de las heridas provocadas por el impacto del granizo sobre las plantas. El granizo se forma en nubes de gran desarrollo vertical llamadas cúmulonimbus (figura 4). El crecimiento de las gotas de agua y cristales de hielo hasta alcanzar el tamaño necesario para caer y llegar a la superficie terrestre (cúmulus maduro) se produce de acuerdo a la teoría de Bergeron y Findensein. Las imágenes de la figura 5 muestran las etapas de desarrollo de una nube granicera (nubosidad convectiva) a través del inicio, maduración y disipación de la nube. 13 Figura 4: Nube de desarrollo vertical Figura 5: etapas de desarrollo de una nube granicera Dentro de la nube, las corrientes ascendentes y descendentes de aire favorecen la permanencia y crecimiento de los cristales (figura 6). 14 Figura 6: corrientes ascendentes y descendentes de aire dentro de la nube Las tormentas graniceras son frecuentes en el interior de los continentes y en las latitudes medias, las condiciones topográficas parecen tener influencia sobre la frecuencia del granizo. Métodos de defensa contra el granizo Las primeras prácticas de lucha contra el granizo consistieron en el uso de cohetes, cañones, torres llamadas niágaras eléctricas. En todos los casos los resultados fueron dudosos y algunos negativos. Luego se recurrió a la siembra de nubes graniceras con núcleos gigantes de sal, sin resultados positivos. En la actualidad se emplea la siembra de nubes, con adición de núcleos de condensación/sublimación como el yoduro de plata. Estos embriones o núcleos de formación de cristales de hielo, tienen como objetivo la formación de numerosos cristales de menor tamaño que al caer y pasar por capas de aire de mayor temperatura se derritan llegando al suelo en forma de lluvia. Se utilizan además las denominadas mallas antigranizo, que requieren estructuras fijas en el campo y están muy difundidas en el cultivo de vid en la provincia de Mendoza y, como método pasivo, la contratación de seguros contra granizo. La caracterización del granizo es dificultosa por la escasez de información disponible acerca de su ocurrencia y por la característica de ser un fenómeno muy puntual y errático, es decir discontinuo en el tiempo y el espacio. Para poder efectuar pronósticos de tormentas convectivas capaces de provocar granizo, se debe tener en cuenta: 15 - Las condiciones meteorológicas previas que favorezcan la ocurrencia de convección en la región - Las imágenes de satélites que permitan establecer la posible evolución de la situación sinóptica - Los radiosondeos que aportan información de la estructura vertical de la atmósfera Actualmente, en nuestro país se está diseñando una red de radares meteorológicos que permitirán ampliar la posibilidad de detectar las tormentas. Con esta información, el análisis del pronóstico proporciona distintos niveles de riesgo y permite poner en acción el plan de lucha antigranizo. Bibliografía: DEFINA, A. y A. C. RAVELO. 1980. Climatología y fenología agrícolas. EUDEBA. Buenos Aires. Argentina. DIAZ QUERALTO, F. S.I. 1983. Práctica de la defensa contra las heladas. Editorial Dilagro. Lérida. España. EDWARDS DC, MCKEE TB. 1997. Characteristics of 20th Century Drought in the United States at Multiple Time Scales. Atmospheric Science Paper No. 634; 1–30. MCKEE, T. B., N. J. DOESKEN, AND J. KLEIST, 1993: The relationship of drought frequency and duration of time scales. Eighth Conference on Applied Climatology, American Meteorological Society, Jan17-23, 1993, Anaheim CA, pp.179-186. MURPHY, G. y R. HURTADO. 2011. Agrometeorología. Editorial Facultad de Agronomía. Universidad de Buenos Aires. PASCALE, A. J. y E. A. DAMARIO. 2004. Bioclimatología agrícola y Agroclimatología. Editorial Facultad de Agronomía. Universidad de Buenos Aires. Páginas web recomendadas (última consulta: 205/10/2019) https://www.agro.uba.ar/heladas/mapas.htm https://www.agro.uba.ar/heladas/salta_aero_3.htm http://www.crean.unc.edu.ar/monitoreo-de-sequias/ http://www.crean.unc.edu.ar/atlas-de-sequias-2/ https://www.agro.uba.ar/heladas/mapas.htm https://www.agro.uba.ar/heladas/salta_aero_3.htm http://www.crean.unc.edu.ar/monitoreo-de-sequias/ http://www.crean.unc.edu.ar/atlas-de-sequias-2/
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