Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
ÍNDICE Fisiopatología de la enfermedad. 4 Transporte anormal de sodio. 5 Sistema renina-angiotensina-aldosterona. 5 Deficiencia de vasodilatadores 6 Hormonas gastrointestinales 6 Signos, síntomas y evolución de la enfermedad. 6 Complicaciones agudas. 7 Crisis hipertensivas. 7 Ictus. 7 Infarto de miocardio o angina de pecho (cardiopatía isquémica). 7 Complicaciones crónicas. 7 Insuficiencia cardíaca. 7 Enfermedad renal crónica. 7 Rigidez arterial. 7 Retinopatía hipertensiva. 8 Hipertrofia ventricular izquierda. 8 Microalbuminuria. 8 Anamnesis dirigida al padecimiento. 8 Exploración física para el diagnóstico. 9 Inspección general. 9 Exploración del corazón. 9 Exploración del sistema vascular. 10 Exploración del abdomen. 10 Exploración neurológica. 10 Examen del fondo de ojo. 10 Estudios de laboratorio y de imagenología para apoyo al diagnóstico y para seguimiento de la mejoría. 10 Estudios de laboratorio. 10 Hemograma 10 Glucemia- Test de tolerancia oral a la glucosa - Hemoglobina A1C 10 Calcio 10 Colesterol total - LDL colesterol - HDL colesterol - Triglicéridos 11 Ácido úrico 11 Potasio sérico 11 Urea - Creatinina - Filtrado Glomerular estimado 11 Examen de orina y sedimento urinario 11 Microalbuminuria 11 Homocisteína - Proteína C reactiva de alta sensibilidad 12 Estudios de imagenología. 12 Electrocardiograma 12 2 Ergometría 12 Radiografía de tórax 12 Abordaje farmacológico y estrategias terapéuticas. 12 Abordaje farmacológico. 12 Bloqueantes adrenérgicos. 13 Actividad adrenérgica o simpaticomimética intrínseca (ASI) 13 Selectividad del órgano. 13 Actividad vasodilatadora 14 Actividad estabilizadora de la membrana. 14 Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA). 14 Antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA-II) 14 Bloqueantes de los canales de calcio 14 Alfa-agonistas de acción central. 14 Vasodilatadores directos. 15 Diuréticos. 15 Estrategias terapéuticas. 15 Tratamiento no farmacológico o modificaciones del estilo de vida. 15 Tratamiento farmacológico. 15 Estrategias terapéuticas en situaciones especiales. 16 Niños y adolescentes 16 Paciente anciano 17 Mujeres y embarazo 17 Diabetes mellitus 17 Síndrome metabólico 18 Recomendaciones de distribución de la administración de medicamentos durante el día y mejorar la adherencia. 18 Cumplimiento terapéutico. 18 Recomendaciones dietéticas. 19 Reducir el peso corporal. 19 Reducir el consumo de sal. 19 Reducir el consumo de alcohol. 22 Interacciones fármaco-nutrimento. 22 Diuréticos tiazídicos 22 Diuréticos de ASA 22 Antagonista de la aldosterona. 23 Inhibidores de la anhidrasa carbónica. 23 Diurético osmótico. 23 Betabloqueadores. 23 Inhibidores de la ECA. 24 Vasodilatadores directos. 24 3 Antagonistas del calcio. 25 Referencias 26 4 HIPERTENSIÓN ARTERIAL Fisiopatología de la enfermedad. La fisiopatología de la hipertensión arterial (HTA) es compleja, esto debido a que intervienen múltiples factores que tienen, en su mayoría, una base genética. Sin embargo, el sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA) es el que tiene mayor importancia, debido a que condiciona la acción de otros factores humorales y/o neurales, dentro de los cuales podemos encontrar la producción de endotelina, la inhibición del óxido nítrico (NO) o de la prostaciclina (PGI2), la acción de catecolaminas o de vasopresina (AVP), del factor ouabaína-sensible o FDE, del tromboxano A2 (TxA2) y de diversas sustancias vasopresoras endógenas. A continuación, se muestra esquemáticamente los elementos de control de la HTA, en donde, la presión arterial (PA) es una resultante del volumen sistólico y la resistencia periférica. Figura 1. Esquema fisiopatológico de la HTA. Los sistemas reguladores de la PA actúan en diferentes tiempos. Los baro y quimiorreceptores son de respuesta inmediata a través del SNS, mientras que las respuestas hormonales y renales demoran más tiempo en expresarse. (Wassermann, 2013) Existen varios factores asociados a la hipertensión arterial, dentro de los cuales podemos encontrar los siguientes: 5 Transporte anormal de sodio. En muchos pacientes con HTA, el transporte de Na a través de la pared celular es anormal porque la bomba de Na-K funciona en forma defectuosa, se encuentra inhibida o se produce un aumento de la permeabilidad a los iones sodio. Esto, tiene como resultado el incremento de la concentración intracelular de sodio, que determina que la célula sea más sensible a la estimulación simpática. (Bakris, 2019). Sistema renina-angiotensina-aldosterona. Es un sistema complejo que comprende una serie de proteínas y 4 angiotensinas. Este sistema contribuye a la regulación del volumen sanguíneo, y en consecuencia, de la PS. La renina cataliza la conversión del angiotensinógeno en angiotensina I. La enzima convertidora de angiotensina (ECA) degrada este producto inactivo y lo convierte en angiotensina II, un vasoconstrictor potente, el cual estimula los centros autónomos encefálicos para aumentar el tono simpático y la liberación de aldosterona y vasopresina, las cuales promueven la retención de sodio y agua, lo que eleva la tensión arterial (TA). Así mismo, otras de las acciones de la angiotensina II incluyen la contracción del músculo liso vascular arterial y venoso, liberación de noradrenalina en las terminaciones simpáticas, aumento del estrés oxidativo por activación de oxidasas NADH y NADPH dependientes, etc. (Ministerio de Salud Pública del Ecuador, 2019) Deficiencia de vasodilatadores Por otro lado puede deberse a la deficiencia de vasodilatadores como bradicinina, óxido nítrico, más que al exceso de un vasoconstrictor como angiotensina o noradrenalina. Si los riñones no producen cantidades adecuadas de vasodilatadores, la PA puede elevarse. (Bakris, 2019). Hormonas gastrointestinales Algunas presentan acción vasoconstrictora como la coherina y otras vasodilatadoras como el péptido intestinal vasoactivo (PIV), la colecistokinina (CCK), sustancia P, bombesina, endorfinas y eicosanoides. Existe la posibilidad de que estas hormonas contribuyan a la regulación de la PA. (Ministerio de Salud Pública del Ecuador, 2019). Signos, síntomas y evolución de la enfermedad. La HTA suele ser asintomática hasta la aparición de complicaciones en los órganos blanco. Cuando la HTA no es complicada suelen desarrollarse los siguientes síntomas: - Mareos. - Enrojecimiento facial. 6 - Cefalea. - Cansancio. - Epistaxis. - Nerviosismo. Por otro lado, la HTA grave puede provocar los siguientes síntomas: - Cardiovasculares. - Neurológicos. - Renales. - Retinianos significativos Los cambios retinianos pueden incluir lo siguiente: - Estrechamientos arteriales. - Hemorragias. - Exudados - Edema de papila (en pacientes con encefalopatía). (Bakris, 2019). La evolución de la HTA va a depender del grado de control. Si se tienen hábitos de vida saludables y se toma la medicación conforme lo establecido, el pronóstico es bueno, ya que se reduce el riesgo de padecer complicaciones cardiovasculares. Sin embargo, existen ciertas complicaciones que se pueden presentar en el caso en el que no se siga adecuadamente las recomendaciones. Complicaciones agudas. Crisis hipertensivas. Se definen por elevaciones de la presión por encima de 190 mmHG de sistólica o de 110 mmHg de diastólica, esto en ocasiones puede ir acompañado de dolor de cabeza, sangrado por la nariz o inestabilidad. Esto suele suceder cuando no se toma la medicación prescrita para controlar la presión, una mala alimentación, entre otros factores. Ictus. Se produce cuando a alguna parte del cerebro no le llega toda la sangre que necesita. Los síntomas que se pueden notar son la pérdida de fuerza de una parte del cuerpo, sensación de hormigueo, imposibilidad de caminar o falta o pérdida brusca de visión. Infarto de miocardio o angina de pecho (cardiopatía isquémica). En estos casos se puede notar un dolor intenso a nivel del corazón, esto en ocasiones puede notarse también en el brazo izquierdo o el cuello, además, suele aparecer después deun esfuerzo físico, lo que indica que al corazón no le llega la sangre que necesita. 7 Complicaciones crónicas. Insuficiencia cardíaca. Es una de las complicaciones más frecuentes de la HTA. Cuando existe un mal control de la PA, se favorece la progresión de la insuficiencia cardíaca, sobre todo en personas mayores a 65 años. Enfermedad renal crónica. Cuando el control de la PA ha sido malo por un largo periodo de tiempo, se puede llegar a tener una enfermedad renal crónica. Las personas con HTA y diabetes tienen más riesgo de padecer este problema. Rigidez arterial. El proceso de envejecimiento implica que las arterias se hagan cada vez más rígidas, tienen menos capacidad de flexibilidad, por lo que, cuando no hay un buen control de la PA, este proceso se acelera, sobre todo en personas fumadoras, con diabetes o sobrepeso. Retinopatía hipertensiva. Es poco frecuente, sin embargo, la elevación mantenida de la PA puede afectar las arterias de la retina y producir una disminución de la visión. Hipertrofia ventricular izquierda. El poco control de la PA hace que las paredes del corazón se vayan agrandando y se hagan cada vez más gruesas. Si este engrosamiento se mantiene durante mucho tiempo, las paredes del corazón se dilatan y dificultan la función correcta del corazón. Microalbuminuria. El riñón puede comenzar a no realizar correctamente su función, por lo que uno de los primeros signos que se detectan en un análisis de orina es la pérdida de proteínas como la albúmina por la orina. (Coca, et. al., 2018). Anamnesis dirigida al padecimiento. La HTA suele ser asintomática, y las referencias al síntoma más frecuentemente vinculado por los pacientes, la cefalea occipital, tiene escasa relación, pudiendo corresponder más a un dolor ocasional. Otro motivo de consulta es el hallazgo de cifras elevadas de PA durante un examen de salud. La evaluación inicial de todo paciente hipertenso debe tener cinco objetivos: - Establecer si la HTA es o no mantenida y si el paciente va a beneficiarse del tratamiento. 8 - Detectar la coexistencia de otras enfermedades. - Identificar la existencia o no de afección orgánica. - Detectar la coexistencia de otros factores de riesgo vascular. - Descartar la existencia de causas curables de HTA. Lo que se debe evaluar es lo siguiente: - Duración de la HTA, por la carencia de síntomas específicos es conveniente preguntar cuando tuvo el último registro normal además desde cuando conoce su PA. - Características generales, efectividad y tolerancia en tratamientos previos. - El interrogatorio y el examen clínico deben orientarse al estado actual y condiciones fisiopatológicas concomitantes. Historia presente o pasada de enfermedad vascular cerebral, cardíaca o periférica, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal, diabetes, gota, dislipidemia, broncoespasmo, disfunción sexual, otras condiciones fisiopatológicas y los medicamentos en su tratamiento. - Síntomas y signos de causas de HTA secundaria. - Hábitos de vida, incluyendo características de la dieta, ingesta de sal, alcohol y grasas, tabaquismo, actividad física, ganancia reciente en el peso, ingesta de drogas u otras sustancias hipertensoras, incluyendo pero no limitado a anticonceptivos, AINES, corticoesteroides, descongestivos, antimigrañosos, anfetaminas. - Ingesta de alcohol. Cuando es superior a 20 g/día en la mujer y 30 g/día en el hombre, ha sido vinculada a la predicción y presencia actual de HTA, influyendo además en la mala respuesta al tratamiento. Las calorías que aporta la ingesta de alcohol deben considerarse cuando se calculan las indicaciones nutricionales. - Factores ambientales personales y psicosociales que pueden influir el curso y los resultados del tratamiento, incluyendo situación familiar, laboral y educacional. - Historia familiar de HTA, diabetes, dislipidemia, enfermedad coronaria, cerebrovascular o renal. Resultan relevantes los antecedentes familiares de HTA si ha comenzado en los hombres antes de los 55 años y en la mujer antes de los 65 años. (Wassermann, 2013) Exploración física para el diagnóstico. Inspección general. En la mayoría de los pacientes con HTA esencial, la inspección general no revelará ningún signo característico que lo diferencie de una persona sana con PA normal. Algunos signos físicos sugestivos de HTA secundaria pueden encontrarse en la inspección general. 9 Se puede sospechar del síndrome de Cushing cuando se detectan alguno de los siguientes signos: - Obesidad troncular y facias de luna llena. - Extremidades hipotróficas. - Atrofia cutánea. - Equimosis espontáneas. - Estrías abdominales. Otras enfermedades endocrinas capaces de producir HTA como el hipotiroisdismo o la acromegalia pueden ser descubiertas en el examen físico. Exploración del corazón. Uno de los primeros signos físicos es el aumento en la intensidad del latido de la punta, el cual es aparente en hipertensos jóvenes con una circulación hiperdinámica y aumento del gasto cardíaco (GC). En la HTA grave puede auscultar un segundo ruido aórtico acentuado acompañado de un soplo de regurgitación aórtica. Exploración del sistema vascular. Los pacientes hipertensos son sensibles a presentar problemas oclusivos vasculares tanto centrales como periféricos. Es por esto que la auscultación de los territorios vasculares carotídeos, aórticos, renales y femorales es de suma importancia. Exploración del abdomen. Debe procederse a la palpación y auscultación cuidadosa de la aorta abdominal y de los flancos. En ciertas ocasiones puede detectarse una masa pulsátil abdominal como consecuencia de un aneurisma aórtico. Exploración neurológica. Debe realizarse un examen neurológico completo para detectar trastornos focales motores o sensitivos. Examen del fondo de ojo. Es algo que debe ser rutinario, esto debido a que las arterias retinianas son las únicas accesibles a la exploración física, su observación puede revelar más datos que cualquier otro examen sobre el grado de afección orgánica, la gravedad y la duración de la HTA, y sobre la urgencia o no de instaurar un tratamiento. (Sierra & Aguilera, 2001). 10 Estudios de laboratorio y de imagenología para apoyo al diagnóstico y para seguimiento de la mejoría. Estudios de laboratorio. Hemograma La determinación de hematocrito, hemoglobina y recuento de glóbulos blancos permite establecer la salud global del paciente y detectar la existencia de policitemia, que puede determinar cambios en el tratamiento inicial del paciente o la presencia de anemia, que puede ser signo de deterioro de la función renal. Glucemia- Test de tolerancia oral a la glucosa - Hemoglobina A1C Debido a que la diabetes y el síndrome metabólico son factores principales de riesgo cardiovascular, la medición de la glucosa adquiere un rol importante en la evaluación del paciente hipertenso. Si los valores de glucosa se encuentran entre 100 y 125 mg/dL, se recomienda la realización de una sobrecarga oral con la determinación de hemoglobina A1C. Calcio La frecuencia de hiperparatiroidismo primario está aumentada en la población con HTA con respecto a la población general, lo que hace importante conocer los niveles de calcio sérico. Por otro lado, la presencia de valores elevados de calcio puede condicionar la decisión sobre el uso de diuréticos tiazídicos como Tx inicial de la HTA, ya que estos disminuyen la excreción urinaria de calcio. Colesterol total - LDL colesterol - HDL colesterol - Triglicéridos En el estudio del perfil lipídico es importante conocer si los niveles de colesterol total y LDL están aumentados ya que se ha encontrado una correlación positiva con el riesgo de enfermedad coronaria. Por otro lado, los niveles de HDL colesterol se correlacionan inversamente con el riesgo de enfermedad coronaria. Los niveles de triglicéridos aumentados y HDL disminuidos forman parte de los criterios para definir el síndrome metabólico. Ácido úrico Cuando existe un aumento de ácido úrico quiere decir que hay un aumento de la resistencia renal, y sus niveles pueden condicionarel tratamiento con diuréticos. Potasio sérico Cuando disminuyen los niveles séricos sin causa que lo justifique pueden ser sospecha de la presencia de hiperaldosteronismo primario. 11 Urea - Creatinina - Filtrado Glomerular estimado En la práctica clínica se evalúa la función renal a través de la urea y la creatinina. La determinación de la urea presenta variaciones dependientes de la ingesta proteica y del estado de hidratación del paciente, con lo cual su capacidad para establecer daño renal es inferior a la creatinina. Examen de orina y sedimento urinario La medición de la densidad urinaria permitirá conocer la capacidad de concentrar del riñón, lo cual, se pierde cuando hay una enfermedad renal. Se puede detectar también la presencia de proteínas y glucosa que alertan acerca de la presencia de daño glomerular y posible diagnóstico de diabetes mellitus. El estudio microscópico puede mostrar la presencia de cilindros compuestos por glóbulos rojos, leucocitos, cilindros granulosos y células epiteliales tubulares renales. Microalbuminuria Estudios muestran una prevalencia de microalbuminuria del 11 al 17% en la población con HTA. La presencia de microalbuminuria aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares en pacientes con HTA y participa en la fisiopatología de la progresión de la enfermedad renal. Homocisteína - Proteína C reactiva de alta sensibilidad La homocisteína y la PCRhs están aceptadas actualmente como factores de riesgo cardiovascular emergentes. La PCRhs es un marcador de riesgo útil en la prevención de eventos cardiovasculares. Sus niveles elevados se han asociado a eventos clínicos adversos en pacientes con enfermedad coronaria. (Gimenez & Gallo, s.f). Estudios de imagenología. Electrocardiograma La repercusión más relevante de la HTA sobre el corazón se refleja en la aparición de hipertrofia ventricular izquierda (HVI). El ECG convencional de doce derivaciones es un método con alta especificidad pero baja sensibilidad para evaluar la HVI. Puede mostrar signos típicos de HVI, en especial cuando un paciente hipertenso se presenta con signos de insuficiencia cardíaca, además de otros signos de daño en órgano blanco. La HVI severa aplana y luego negativiza las ondas T, hecho observable en las precordiales izquierdas. Ergometría La PEG, o ergometría, resulta un medio diagnóstico de gran utilidad, esto debido a que a través de estas se manifiestan síntomas y signos que en reposo no se observan. Ha sido ampliamente utilizada para el diagnóstico de isquemia miocárdica o para evaluar la respuesta cardiorrespiratoria al esfuerzo. 12 En algunos casos, en pacientes normotensos, ocurre un aumento anormal de la PA, el cual puede ser vinculado con una predisposición mayor para sufrir HTA en el futuro. Radiografía de tórax En los estadios iniciales de la HTA, la radiografía de tórax suele ser absolutamente normal. En algunos pacientes, sin evidencia de compromiso cardíaco puede observarse, a veces, un botón aórtico prominente o la elongación de la arteria aorta como consecuencia del incremento de la rigidez aórtica. (Rusak & Bellido, s.f). Abordaje farmacológico y estrategias terapéuticas. Abordaje farmacológico. Para poder elegir el tratamiento adecuado, es necesario tomar en cuenta que el paciente puede estar sometido a factores clínicos concomitantes, como puede ser la diabetes, obesidad, gota, enfermedades cardiovasculares, hipertrofia ventricular izquierda, angina de pecho, etc. (López, 2001). En la mayoría de los casos de pacientes con HTA se terminan necesitando dos o más fármacos para conseguir reducir la presión a niveles óptimos. Además, los fármacos antihipertensivos pueden provocar reacciones adversas, por lo que se debe informar inmediatamente al médico para ajustar la dosis o cambiar de fármaco. Usualmente, para controlar la presión arterial, es preciso tomar un antihipertensivo de por vida. Por otro lado, existen diversas familias de fármacos que se encuentran indicados para el tratamiento, las cuales son las siguientes: Bloqueantes adrenérgicos. Dentro de los bloqueantes adrenérgicos (antagonistas adrenérgicos) podemos encontrar a los alfa-bloqueantes, los beta-bloqueantes, los alfa-beta bloqueantes y los bloqueantes adrenérgicos de acción periférica. Estos fármacos bloquean los efectos del SNS, la cual responde el estrés de forma rápida aumentando la presión arterial. En general, los bloqueantes están especialmente indicados en personas de ascendencia caucásica, personas jóvenes y en personas que han sufrido un infarto de miocardio, aunque también son útiles en personas con frecuencia cardíaca (FC) acelerada, angina de pecho o migrañas. El riesgo de efectos adversos es mayor en las personas de edad avanzada. 13 Por otro lado, los bloqueantes más utilizados son los betabloqueantes, los cuales se pueden clasificar según la actividad adrenérgica o simpaticomimética intrínseca (ASI), la selectividad del órgano, la actividad vasodilatadora y la actividad estabilizadora de la membrana. Actividad adrenérgica o simpaticomimética intrínseca (ASI) Se trata de una propiedad de agonismo parcial capaz de estimular los receptores beta. Los bloqueadores beta con ASI inducen menos bradicardia que el resto y reducen la taquicardia debida al ejercicio, pero su actividad es más débil y su utilidad clínica es discutida. Selectividad del órgano. Los receptores beta1 están presentes en el corazón y riñón, mientras que los beta2 se encuentran en el pulmón, hígado y otros órganos. Los beta bloqueadores muestran una mayor afinidad por los receptores beta1. La estimulación de estos receptores provoca un aumento en la fuerza de contracción cardíaca y en la secreción de renina por el riñón. Actividad vasodilatadora Algunos bloqueadores beta, como el celiprolol o el labetalol, además de una acción bloqueadora sobre los receptores beta, también la tienen sobre los receptores alfa aunque en menor intensidad, confiriendoles un efecto vasodilatador directo y contribuye a reducir la hipertensión. Actividad estabilizadora de la membrana. Algunos fármacos como el propanolol o el pindolol, son estabilizadores de la membrana, reducen el potencial de acción y prolongan el periodo refractario. (López, 2001) Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA). Los IECA disminuyen la PA dilatando las arteriolas. Dilatan las arteriolas al evitar la formación de angiotensina II. Específicamente, estos inhibidores bloquean la acción de la enzima convertidora de angiotensina, que convierte la angiotensina I en angiotensina II. Están particularmente indicados en personas con arteriopatía coronaria o con insuficiencia cardíaca, personas de ascendencia caucásica, jóvenes, personas con proteínas en orina debido a enfermedad renal crónica o a enfermedad renal producida por diabetes y en los varones que desarrollan una disfunción sexual como efecto secundario de otros antihipertensivos. 14 Antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA-II) Estos disminuyen la PA por medio de un mecanismo similar al de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina: bloquean directamente la acción de la angiotensina II, que produce la constricción de arteriolas. Gracias a que el mecanismo es más directo, los ARA-II pueden ocasionar menos efectos adversos. Bloqueantes de los canales de calcio Provocan la dilatación de los vasos sanguíneos a través de un mecanismo completamente diferente. Son útiles especialmente en las personas de edad avanzada o de ascendencia africana, también son útiles para personas con angina de pecho, ciertos tipos de FC acelerada o con migrañas. Pueden ser de acción inmediata o de acción prolongada, aunque los de acción inmediata no se utilizan para tratar la HTA. Alfa-agonistas de acción central. Disminuyen la presión arterial a través de un mecanismo que es similar al de los bloqueantes adrenérgicos. Estos agonistas inhiben los efectos de la rama simpática del SN mediante la estimulación de ciertos receptores del tronco del encéfalo. Solo se utilizanen raras ocasiones. Vasodilatadores directos. Dilatan los vasos sanguíneos a través de otro mecanismo. Casi nunca se utiliza un fármaco de este tipo como único tratamiento debido a que suele utilizarse como segundo fármaco cuando el primero no disminuye suficientemente la PA al ser administrado de forma única. Diuréticos. Los diuréticos tiazídicos, como la clortalidona o indapamida, pueden ser los primeros fármacos que se administran para tratar la HTA. Pueden producir dilatación de los vasos sanguíneos y ayudan también a los riñones a eliminar sodio y agua y a disminuir el volumen de líquidos en todo el organismo, reduciendo así la PA. Son especialmente útiles en personas de ascendencia africana, personas de edad avanzada, personas obesas y personas que padecen insuficiencia cardíaca o enfermedad renal crónica. (Bakris, 2021). Estrategias terapéuticas. En el tratamiento de la HTA es sumamente importante individualizar la terapia. Existen dos tipos de tratamientos: el no farmacológico y el farmacológico. 15 Tratamiento no farmacológico o modificaciones del estilo de vida. Las intervenciones relativas a modificar estilos de vida constituyen el eje central de la prevención de la HTA y forman parte del tratamiento integral del paciente hipertenso. Todos los pacientes deben realizar modificaciones en el estilo de vida, estas tienen un impacto positivo tanto en el control de la PA como en el tratamiento con fármacos antihipertensivos, su principal cuestionamiento radica en la inestable adherencia a largo plazo. Las modificaciones en el estilo de vida pueden ser: - Reducción y control del peso corporal. - Reducción de la ingesta de sal. - Realizar ejercicios físicos regularmente. - Dejar de fumar. - Limitar la ingesta de bebidas alcohólicas. Tratamiento farmacológico. Los principales medicamentos usados en el tratamiento de la HTA son los diuréticos tiazídicos, los bloqueadores de los canales de calcio (AC), los IECA, los ARA II y los BB, por lo que son adecuados y están recomendados para instaurar o mantener el tratamiento antihipertensivo, en monoterapia o combinados. (Pérez, et., al., 2017). Como parte de las nuevas estrategias terapéuticas se ha llevado a cabo un tratamiento combinado. La actuación conjunta sobre diferentes vías biológicas aporta una aproximación terapéutica más adecuada que controle las respuestas homeostáticas del organismo. La combinación de 2 o más fármacos aporta una mejora en la eficacia antihipertensiva, incluso con dosis bajas de los fármacos que se combinan, lo que permite su utilización con dosis menores de las empleadas en monoterapia, lo que genera una reducción de los efectos adversos, tanto clínicos como metabólicos. En los pacientes en los que se requiere un tratamiento antihipertensivo combinado, se pueden combinar medicamentos como: diurético tiazídico e IECA, diurético tiazídico y ARA, antagonista del calcio e IECA, antagonista del calcio y ATA, antagonista del calcio y diurético tiazídico, y beta-bloqueante y antagonista de calcio dihidropiridínico (figura 2). En la mayor parte de las combinaciones está presente un fármaco que bloquea las acciones de la angiotensina, en donde los beneficios de bloquear el sistema renina-angiotensina van sobre la protección orgánica y la disminución de la morbimortalidad cardiovascular. 16 Figura 2. Combinaciones de fármacos antihipertensivos. (Combinaciones preferidas por la población se indican con líneas continuas). (Segura, de la Morena, García & Ruilope, 2010). Estrategias terapéuticas en situaciones especiales. Niños y adolescentes La HTA del adulto comienza muchas veces desde la niñez, es por esto que es importante que desde niños se lleven a cabo medidas para poder tener un problema más grave en la adultez. En la niñez es ideal llevar a cabo una prevención primaria, en donde se deben fomentar estilos de vida saludables, basados en modificaciones conductuales de los hábitos de alimentación y de actividad física. Es importante que la PA se mida en los niños a partir de los 3 años de edad por lo menos una vez al año, como parte del examen pediátrico y en los menores, en situaciones especiales que puedan dar lugar a una HTA secundaria. La prevalencia de HTA en niños es aproximadamente de 3 a 5%, en adolescentes se han encontrado alteraciones de la PA (prehipertensión más HTA) desde 10 a 15%, y en los obesos es más frecuente la HTA con una probabilidad de 3 a 5 veces mayor que en los no obesos. Paciente anciano El envejecimiento se asocia a un incremento en la prevalencia de la HTA, esto debido a que existen cambios en la estructura y función arterial propios de la edad. En estos pacientes es frecuente encontrar disbalance autonómico que contribuye, por una parte, a la hipotensión ortostática (aumenta el riesgo de caídas, síncope y eventos cardiovasculares) y por otra parte a hipertensión ortostática (factor de riesgo de HVU, enfermedad coronaria e ictus). En hipertensos de 60 años o más, se recomienda iniciar el tratamiento farmacológico cuando la PAS sea de 150 mmHg. En estos pacientes el objetivo no 17 debe ser tan estricto como en las personas jóvenes, se recomienda que si la PAS es de 160 mmHg, reducirla hasta 140-150 mmHg siempre que estén en buenas condiciones físicas y mentales. Mujeres y embarazo Durante el ciclo de vida de la mujer, sobre todo a partir de la pubertad, existen factores endógenos (síndrome de ovarios poliquísticos, embarazo y menopausia) y exógenos (uso de determinados anticonceptivos hormonales) capaces de favorecer el desarrollo, mantenimiento y/o agravación de la HTA. Por otro lado, la HTA en el embarazo puede abarcar: - HTA crónica. Se refiere a la que precede al embarazo o que es diagnosticada antes de las 20 semanas de gestación con PA de 140/90 mmHg y persiste después de los 42 días del parto y puede asociarse a no proteinuria. - Preeclampsia. Es una enfermedad sistémica con manifestaciones ,maternas y fetales, que se diagnostica a partir de las 20 semanas y está asociada a proteinuria clínicamente significativa. Diabetes mellitus La HTA afecta al doble de la población diabética en comparación con la no diabética y su presencia se asocia con un aumento de la mortalidad por enfermedad coronaria, además, aproximadamente el 50% de los hipertensos pueden desarrollar DM 2. Todas las clases de fármacos antihipertensivos son útiles, la elección debe realizarse según la eficacia, la tolerabilidad y teniendo en cuenta las comorbilidades. Se recomienda el tratamiento combinado para pacientes con DM y HTA. Síndrome metabólico Se caracteriza por la aparición en forma simultánea o secuencial de diversas alteraciones metabólicas e inflamatorias a nivel molecular, celular o hemodinámico asociadas a la presencia de resistencia a la insulina y de adiposidad de predominio visceral. Se recomiendan cambios en el estilo de vida, especialmente pérdida de peso y actividad física a todos los pacientes con SM. Estas intervenciones además de mejorar la PA, pueden mejorar los componentes metabólicos del síndrome y retrasar la aparición de DM. (Pérez, et., al., 2017). Recomendaciones de distribución de la administración de medicamentos durante el día y mejorar la adherencia. Para poder tener una adecuada distribución de los medicamentos es importante tener en cuenta la edad del paciente, sus necesidades individuales, dosis, grado de respuesta al tratamiento y las enfermedades o factores comórbidos que puedan 18 influir en la respuesta al tratamiento, así como las formulaciones terapéuticas de fácil administración y óptima eficacia para garantizar una mejor adherencia al tratamiento. Las más adecuadas son aquellas que logren reducir las cifras de PA durante las 24 h. Lo ideal es mantener más del 50% de los niveles de máximo efecto durante el día, por lo que, para lograr esto, en caso de que se combinen dos o más fármacos, es recomendable fraccionar las dosis y distribuir los fármacos en las distintas horas del día. Por otro lado, es importante brindar consejos a los pacientes, los cualesdeben ser claros y adaptados al mismo, debido a que el paciente debe aceptar que es hipertenso y que debe cuidarse. De esta forma, se debe dar a conocer al paciente que padece una enfermedad crónica, indicando que no siempre provoca síntomas, pero que puede ocasionar complicaciones muy graves si no se controla. Cumplimiento terapéutico. El paciente debe ser responsable de su medicación, por lo que es importante que tome los medicamentos que ha prescrito su médico y que nunca deje de tomar su medicación sin consultar ni alterar las dosis si el médico no lo considera oportuno. También es importante indicarle al paciente cuando y como debe tomar sus medicamentos así como los posibles efectos secundarios. (Vilaplana, 2014). Recomendaciones dietéticas. Como parte de las recomendaciones para poder llevar un estilo de vida saludable y así evitar complicaciones al tener HTA, se pueden encontrar las siguientes: Reducir el peso corporal. Si el IMC es superior a 27, una pérdida de entre 4 y 5 kg, especialmente en pacientes obesos, repercute favorablemente a disminuir la PA. En muchas ocasiones esta es la más efectiva, tanto así que en ocasiones no es necesario el uso de fármacos. El peso excesivo puede elevar los niveles de colesterol en sangre, lo que aumenta el riesgo de sufrir un infarto, por lo que, una dieta baja en calorías y grasas puede llegar a producir una disminución de 10 unidades de presión por cada 10 kg de disminución de peso. Reducir el consumo de sal. Se debe reducir por lo menos a debajo de 6 g al día. El 80% de la sal que se ingiere a través de la dieta viene a través de los alimentos que ya lo contienen, los cuales deben ser restringidos a los pacientes hipertensos, estos alimentos son los siguientes: 19 Tabla 1. Alimentos con un alto contenido en sal que es importante restringir a los pacientes hipertensos. Embutidos Alimentos procesados Salazones, encurtidos Conservas: atún en lata, espárragos Ahumados Pastillas para caldo Bollería industrial. Tabla 2. Alimentos que aportan >100 mg de cloruro de sodio por cada 100 g de alimento consumido. Lácteos y huevo Leche en polvo Leche condensada Quesos Huevo Carnes Carnes en conserva Carnes ahumadas Embutidos Vísceras Salchichas Pescados Pescados en conserva Pescados salados Ostras, mejillones Verduras Verduras en conserva Espárragos en lata Frutas Frutos secos salados Frijol de lupino 20 Cereales y derivados Pan con sal Cereales del desayuno Galletas Bizcochos Repostería Pasteles Aperitivos Cacao en polvo Bebidas Agua con gas Refrescos Varios Precocinados Sopas de sobre Papas chips Palomitas Mayonesa, catsup y salsas preparadas Tabla 3. Aditivos desaconsejados por su aporte de sodio Fosfato disódico Cereales, quesos, bebidas embotelladas Glutamato monosódico Productos para incrementar el sabor, carnes, condimentos, pepinillos, sopas, dulces, artículos de repostería Alginato de sodio Mantecados, batidos de chocolate Benzoato de sodio Jugos de frutas Hidróxido de sodio Chícharos en lata Propionato de sodio Panes Sulfito de sodio Frutas secas, preparados de verduras para sopa, ensalada Pectinato de sodio Jarabes y recubrimiento para pasteles, aderezos para ensalada, jaleas Caseinato de sodio Productos congelados 21 Bicarbonato de sodio Levadura, sopa de tomate, harina, confituras (Vilaplana, 2014). Entre los alimentos que se recomiendan consumir podemos encontrar los siguientes: - Consumir alimentos bajos en sal como: frutas, verduras, hortalizas. Si se tiene que controlar el peso, se pueden seleccionar las frutas de menor aporte calórico como el melón, sandía, fresa, manzana o pera, las hortalizas y verduras de hoja verde como la lechuga, escarola, repollo, lombarda, brócoli, coliflor, acelga, espárrago (sin encurtir). - Consumir cantidades adecuadas de calcio y vitamina D: Para el paciente hipertenso es recomendable consumir leche, yogurt o queso fresco bajo en sal. De preferencia los lácteos deben ser frescos y desnatados. - Consumo moderado de café: es importante no consumir más de 3 tazas al día. - Consumo de chocolate negro: en particular, el chocolate debe contener más del 72% de cacao, por lo que en pequeñas cantidades, puede reducir levemente la PA. Es importante recalcar que cantidades mayores no suponen más beneficio y sí un exceso de calorías. - Consumo de ácidos grasos omega-3: es sumamente importante que si el paciente se encuentra con obesidad o sobrepeso, se cocine con aceite de oliva virgen, así como el consumo de pescado azul (lo que brinda los ácidos grasos omega-3). (de la Lama, s.f). Reducir el consumo de alcohol. El alcohol debe ser reducido por debajo de los 20 g al día en el caso de los hombres y en mujeres por debajo de los 10 g al día. (Vilaplana, 2014). Interacciones fármaco-nutrimento. Las interacciones de fármacos son definidas como cualquier alteración, farmacocinética y/o farmacodinámica, producida por diversas sustancias, otros tratamientos farmacológicos, factores de la dieta y hábitos como el alcoholismo y el tabaquismo. Este tipo de interacciones pueden afectar a los medicamentos antihipertensivos, modificando su eficacia terapéutica y sus efectos adversos. (Jáuregui-Garrido & Jáuregui-Lobera, 2012). De esta forma, las interacciones pueden presentarse en los diversos grupos de fármacos que se utilizan para tratar la HTA, dentro de los cuales podemos encontrar los siguientes: 22 Diuréticos tiazídicos - En fármacos como la clortalidona, hidroclorotiazida y la indapamida, los alimentos en general elevan la absorción del fármaco, causando efecto diurético y provocando hiponatremia, hipokalemia o incluso pueden producir hiperlipidemia. Algunas recomendaciones para este grupo de fármacos son las siguientes: - Vigilar que el paciente no presente desequilibrio hidroelectrolítico. - Verificar el perfil lipídico. - Evitar la ingesta de bebidas alcohólicas, ya que pueden producir hipotensión y mayor eliminación de agua, lo que lleva a la deshidratación. Diuréticos de ASA - En medicamentos como la bumetanida y la furosemida, las interacciones que se presentan cuando se ingiere con alimentos que contienen histamina como los lácteos, legumbres, champiñones, col blanca, berenjena, espinacas, aguacate, carnes curadas o encurtidas, pescados, embutidos, bebidas alcohólicas, chocolate, vinagre o inductores de la liberación de histamina, como frutas cítricas, fresas, piña, kiwi, salsa de tomate, mariscos, chocolate, cerdo, cereales, clara de huevo y algunos aditivos como el glutamato, benzoato, colorantes (como el amarillo E-102 y E-110, rojo E-124), los sulfitos y los nitritos, son que el inhibidor de la diaminooxidasa, que es una enzima que metaboliza la histamina, produce una reacción tipo alergia (como cefalea, diaforesis, palpitaciones, rubor e hipotensión). Algunas recomendaciones son: - Consumirse dos horas después de haber tomado el medicamento. - Evitar el consumo de bebidas alcohólicas ya que causan hipotensión y mayor eliminación de agua, lo que lleva a la deshidratación. Antagonista de la aldosterona. - En medicamentos como la espironolactona, los suplementos potásicos sustitutos de la sal, pueden aumentar el riesgo del desarrollo de una hiperkalemia. Algunas de las recomendaciones son: - Vigilar las concentraciones de potasio en sangre. - Evitar el consumo de alcohol etílico ya que puede producir hipotensión y mayor eliminación de agua lo que puede llevar a la deshidratación. Inhibidores de la anhidrasa carbónica. - Medicamentos como acetazolamida, amilorida, triamtereno, al ser fármacos ahorradores de potasio se potencia el consumo de este al incluir en la dieta alimentos ricos en potasio como aguacate, papaya, jitomate crudo, plátanos, ciruela, kiwi, pasas y jugo de naranja. - Además, estos fármacos suelen irritar el estómago. 23 Algunas de las recomendaciones son: - Vigilar que no exista deficiencia de sodio en la dieta y niveles normales de potasio. - Evitar los sustitutos de la sal que contengan potasio mientrasse administra este medicamento. - Tomar el medicamento con alimentos para disminuir las molestias gástricas. Diurético osmótico. - El consumo de alimentos con fármacos como el manitol aumenta la excreción urinaria de litio. - La diuresis inducida por el manitol aumenta la excreción de potasio y puede dar lugar a hipokalemia e hiponatremia. Las recomendaciones son: - Vigilar los electrolitos y si es necesario administrarlos. - Vigilar la aparición de signos y síntomas por deficiencia de litio. Betabloqueadores. - Medicamentos como esmolol, labetalol, metoprolol, nebivolol y propanolol aumentan su grado de absorción oral cuando son combinados con alimentos. - Así mismo, los alimentos ricos en calcio disminuyen su efectividad, como los cereales, tortillas y productos elaborados con maíz nixtamalizado, queso, leche, yogurt, acociles, sardinas, charales, boquerones. - Los betabloqueadores pueden producir hiperlipidemia. - Los alimentos con alto contenido proteico pueden provocar un aumento en la biodisponibilidad del betabloqueante (propanolol hasta el 53%). - Aumentan la retención de sodio e inhiben la disponibilidad de la tiamina. Algunas recomendaciones son: - Los alimentos que aumentan o disminuyen la efectividad del fármaco deben ser consumidos horas después de haber tomado el fármaco. - Vigilar el perfil lipídico. - Evitar el consumo concomitante de alcohol, ya que puede aumentar el efecto hipotensor y modificar la absorción de los carbohidratos. - No deben variar los hábitos en la dieta durante el tratamiento con el fin de evitar variaciones en las concentraciones del fármaco una vez que se ha estabilizado una dieta adecuada para el paciente. Inhibidores de la ECA. - En medicamentos como captopril, enalapril y lisinopril, el consumo de alimentos y el uso prolongado del fármaco puede ocasionar deficiencia de zinc. - Estos fármacos incrementan las concentraciones de potasio sérico. - En general, los alimentos disminuyen la absorción del captopril. Las recomendaciones son: 24 - Tomar el fármaco dos horas antes o dos horas después de los alimentos. - Utilizar suplementos de zinc. - Limitar sustitutos de sal. - Limitar alimentos ricos en potasio como el jitomate, aguacate, col, alcachofa, betabel, naranja, plátano, melón, kiwi, nuez, soya. - Vigilar los niveles de potasio en sangre. - Evitar el consumo de té de regaliz u orozuz natural, ya que causan retención de sodio y agua, elevan la pérdida de potasio, aumenta la excreción urinaria de proteína. Vasodilatadores directos. - El uso prolongado de fármacos como la hidralazina puede ocasionar deficiencia de vitamina B6, que da como resultado adormecimiento, hormigueo y parestesias. - Inhibe la metabolización de la tiramina. - Disminuye la biodisponibilidad con los alimentos. - Aumenta la retención de sodio. - Pueden precipitar una crisis hipertensiva por lo que su consumo debe reducirse al máximo. Las recomendaciones son: - Valorar el consumo de suplementos de vitamina B6. - Para no aumentar los niveles de tiramina se recomienda evitar o disminuir la frecuencia a una vez por mes los alimentos como quesos camembert, roquefort, cheddar, provolone, brie y otros quesos añejos o fermentados, pescados en escabeche, ahumados, vino, cerveza, pizza, crema agria, champagne, anchoas, caviar, salchichas, salami, higo, hígado de pollo, camarones, pasas, plátano, aguacate, chocolates, soya, tofu, papaya, ablandadores de carne, extractos de levadura, yogurt, cafeína proveniente del café, chocolate, ciertos tipos de té, refrescos de cola, bebidas energizantes. - Limitar el consumo de sodio. Antagonistas del calcio. En medicamentos como amlodipino, diltiazem, felodipino, lacidipino, nicardipino, nifedipina, nitrendipino, verapamilo: - El consumo de jugo de toronja, cafeína, chocolate, ciertos tipos de té, refrescos de cola y bebidas energizantes aumentan su efectividad e incrementan la estimulación del SNC. - Los alimentos en general, el calcio, tortillas, productos elaborados con maíz nixtamalizado, queso, leche, yogurt, acociles, sardinas, charales, boquerones, disminuyen su efectividad y biodisponibilidad. Algunas recomendaciones son: - Consumir los alimentos dos horas antes o después del fármaco. 25 - Los comprimidos deben tragarse sin masticar con ayuda de un poco de agua. - El consumo de alcohol concomitante con el fármaco puede aumentar el efecto hipotensor al aumentar la absorción de la nifedipina. - Evitar los alimentos que contienen histamina como la leche, yogurt, quesos, legumbres, champiñones, pescados, berenjena, aguacate, carnes curadas o curtidas, embutidos, bebidas alcohólicas, chocolate, vinagre, espinacas y col blanca o inductores de liberación de histamina como frutas cítricas, fresas, piña, kiwi, salsa de tomate, mariscos, pescado, cereales, champiñones, cerdo, clara de huevo y algunos aditivos como el glutamato, benzoato, colorantes (amarillo E-102 y E-110, rojo E-124), los sulfitos y los nitritos. - Amlodipino: Trastornos gastrointestinales frecuentes: dolor abdominal, dispepsia, náuseas. Poco frecuentes: diarrea, estreñimiento, hiperplasia gingival. (IMSS, 2017). Referencias Bakris, G. (2019). Hipertensión. Consultado el 16 de febrero de 2022. Recuperado de: https://www.msdmanuals.com/es-mx/professional/trastornos-cardiovasculares/hipert ensi%C3%B3n/hipertensi%C3%B3n#:~:text=Signos%20y%20s%C3%ADntomas,-La %20hipertensi%C3%B3n%20arterial&text=Los%20mareos%2C%20enrojecimiento% 20facial%2C%20la,El%20diagn%C3%B3stico… Bakris, G. (2019). Tratamiento farmacológico de la hipertensión arterial. Consultado el 24 de marzo de 2022. Recuperado de: https://www.msdmanuals.com/es-mx/hogar/trastornos-del-coraz%C3%B3n-y-los-vas os-sangu%C3%ADneos/hipertensi%C3%B3n-arterial/tratamiento-farmacol%C3%B3 gico-de-la-hipertensi%C3%B3n-arterial Coca, A., et. al. (2018). Hipertensión Arterial. Evolución de la enfermedad. Consultado el 17 de febrero de 2022. Recuperado de: https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/hipertension-arterial/evoluc ion-de-la-enfermedad Cuadros, A., Díaz, O., Martinez, R. (2020). Seguimiento de laboratorios clínicos a pacientes con hipertensión arterial en entidades de salud en los últimos tres años. Consultado el 17 de febrero de 2022. Recuperado de: https://repositorio.unicordoba.edu.co/bitstream/handle/ucordoba/4006/cuadrosfern% C3%A1ndezadriana-d%C3%ADazduqueolga-martinezgaleanoruth.pdf?sequence=1 &isAllowed=y 26 https://www.msdmanuals.com/es-mx/professional/trastornos-cardiovasculares/hipertensi%C3%B3n/hipertensi%C3%B3n#:~:text=Signos%20y%20s%C3%ADntomas,-La%20hipertensi%C3%B3n%20arterial&text=Los%20mareos%2C%20enrojecimiento%20facial%2C%20la,El%20diagn%C3%B3stico%E2%80%A6 https://www.msdmanuals.com/es-mx/professional/trastornos-cardiovasculares/hipertensi%C3%B3n/hipertensi%C3%B3n#:~:text=Signos%20y%20s%C3%ADntomas,-La%20hipertensi%C3%B3n%20arterial&text=Los%20mareos%2C%20enrojecimiento%20facial%2C%20la,El%20diagn%C3%B3stico%E2%80%A6 https://www.msdmanuals.com/es-mx/professional/trastornos-cardiovasculares/hipertensi%C3%B3n/hipertensi%C3%B3n#:~:text=Signos%20y%20s%C3%ADntomas,-La%20hipertensi%C3%B3n%20arterial&text=Los%20mareos%2C%20enrojecimiento%20facial%2C%20la,El%20diagn%C3%B3stico%E2%80%A6 https://www.msdmanuals.com/es-mx/professional/trastornos-cardiovasculares/hipertensi%C3%B3n/hipertensi%C3%B3n#:~:text=Signos%20y%20s%C3%ADntomas,-La%20hipertensi%C3%B3n%20arterial&text=Los%20mareos%2C%20enrojecimiento%20facial%2C%20la,El%20diagn%C3%B3stico%E2%80%A6 https://www.msdmanuals.com/es-mx/hogar/trastornos-del-coraz%C3%B3n-y-los-vasos-sangu%C3%ADneos/hipertensi%C3%B3n-arterial/tratamiento-farmacol%C3%B3gico-de-la-hipertensi%C3%B3n-arterial https://www.msdmanuals.com/es-mx/hogar/trastornos-del-coraz%C3%B3n-y-los-vasos-sangu%C3%ADneos/hipertensi%C3%B3n-arterial/tratamiento-farmacol%C3%B3gico-de-la-hipertensi%C3%B3n-arterial https://www.msdmanuals.com/es-mx/hogar/trastornos-del-coraz%C3%B3n-y-los-vasos-sangu%C3%ADneos/hipertensi%C3%B3n-arterial/tratamiento-farmacol%C3%B3gico-de-la-hipertensi%C3%B3n-arterialhttps://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/hipertension-arterial/evolucion-de-la-enfermedad https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/hipertension-arterial/evolucion-de-la-enfermedad https://repositorio.unicordoba.edu.co/bitstream/handle/ucordoba/4006/cuadrosfern%C3%A1ndezadriana-d%C3%ADazduqueolga-martinezgaleanoruth.pdf?sequence=1&isAllowed=y https://repositorio.unicordoba.edu.co/bitstream/handle/ucordoba/4006/cuadrosfern%C3%A1ndezadriana-d%C3%ADazduqueolga-martinezgaleanoruth.pdf?sequence=1&isAllowed=y https://repositorio.unicordoba.edu.co/bitstream/handle/ucordoba/4006/cuadrosfern%C3%A1ndezadriana-d%C3%ADazduqueolga-martinezgaleanoruth.pdf?sequence=1&isAllowed=y de la Lama, G. (s.f). Recomendaciones nutricionales en la hipertensión. Consultado el 25 de marzo de 2022. Recuperado de: http://www.humv.es/estatico/ua/endocrino/recomendaciones/recomendaciones_nutri cionales_hipertension.pdf Gimenez, M., Gallo, A. (s.f). El laboratorio en la hipertensión arterial. Consultado el 25 de febrero de 2022. Recuperado de:http://www.saha.org.ar/pdf/libro/Cap.074.pdf IMSS. (2017). Cuadro básico de alimentos 2017. Cuadro de consulta rápida de interacción fármaco-alimento. Consultado el 28 de marzo de 2022. Recuperado de: https://www.imss.gob.mx/sites/all/statics/pdf/cuadros-basicos/IFA.pdf Jáuregui-Garrido, B., Jáuregui-Lobera, I. (2012). Interactions between antihypertensive drugs and food. Consultado el 28 de marzo de 2022. Recuperado de: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112012000600011 López, R. (2001). Bloqueadores beta en el tratamiento de la hipertensión. Consultado el 24 de marzo de 2022. Recuperado de: https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-bloqueadores-beta-el-tratamiento -hipertension-13023372#:~:text=Los%20bloqueadores%20beta%2C%20al%20unirs e,vasoconstrictor%20y%20la%20resistencia%20perif%C3%A9rica. Márquez, S. (2012). Fisiopatología de la hipertensión arterial. Consultado el 16 de febrero de 2022. Recuperado de: http://www.patologiafcm.com.ar/wp-content/uploads/downloads/2011/12/Hipertensi% C3%B3n-arterial-2012.pdf Ministerio de Salud Pública del Ecuador. (2019). Hipertensión arterial. Consultado el 16 de febrero de 2022. Recuperado de: https://www.salud.gob.ec/wp-content/uploads/2019/06/gpc_hta192019.pdf Pérez, M., et., al. (2017). Guía cubana de diagnóstico, evaluación y tratamiento de la hipertensión arterial. Consultado el 24 de marzo de 2022. Recuperado de: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-75232017000400001 Rusak, E., Bellido, C. (s.f). Diagnóstico de la hipertensión arterial: ECG, ergometría, RX de tórax. Consultado el 25 de febrero de 2022. Recuperado de: https://www.saha.org.ar/pdf/libro/Cap.073.pdf Segura de La Morena, J., García, J., & Ruilope, L. (2010). Nuevas estrategias terapéuticas para mejorar el control de la hipertensión arterial y simplificar la pauta de tratamiento farmacológico. Medicina Clínica, 134(14), 635–642. doi:10.1016/j.medcli.2010.01.020. Consultado el 24 de marzo de 2022. 27 http://www.humv.es/estatico/ua/endocrino/recomendaciones/recomendaciones_nutricionales_hipertension.pdf http://www.humv.es/estatico/ua/endocrino/recomendaciones/recomendaciones_nutricionales_hipertension.pdf http://www.saha.org.ar/pdf/libro/Cap.074.pdf https://www.imss.gob.mx/sites/all/statics/pdf/cuadros-basicos/IFA.pdf https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112012000600011 https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-bloqueadores-beta-el-tratamiento-hipertension-13023372#:~:text=Los%20bloqueadores%20beta%2C%20al%20unirse,vasoconstrictor%20y%20la%20resistencia%20perif%C3%A9rica https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-bloqueadores-beta-el-tratamiento-hipertension-13023372#:~:text=Los%20bloqueadores%20beta%2C%20al%20unirse,vasoconstrictor%20y%20la%20resistencia%20perif%C3%A9rica https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-bloqueadores-beta-el-tratamiento-hipertension-13023372#:~:text=Los%20bloqueadores%20beta%2C%20al%20unirse,vasoconstrictor%20y%20la%20resistencia%20perif%C3%A9rica http://www.patologiafcm.com.ar/wp-content/uploads/downloads/2011/12/Hipertensi%C3%B3n-arterial-2012.pdf http://www.patologiafcm.com.ar/wp-content/uploads/downloads/2011/12/Hipertensi%C3%B3n-arterial-2012.pdf https://www.salud.gob.ec/wp-content/uploads/2019/06/gpc_hta192019.pdf http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-75232017000400001 https://www.saha.org.ar/pdf/libro/Cap.073.pdf Sierra, C., Aguilera, M. (2001). Evaluación clínica del paciente hipertenso. Consultado el 17 de febrero de 2022. Recuperado de: https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-integral-63-articulo-evaluacion-clinica-del -paciente-hipertenso-10022763 Vilaplana, M. (2014). Consejos dietéticos al paciente hipertenso. Consultado el 24 de marzo de 2022. Recuperado de: https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-consejos-dieteticos -al-paciente-hipertenso-X0213932414617331 Wagner, P. (2018). Fisiopatología de la hipertensión arterial: nuevos conceptos. Consultado el 17 de febrero de 2022. Recuperado de: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2304-513220180002000 04 Wassermann, A. (2013). Hipertensión Arterial. Epidemiología, Fisiopatología y Clínica. Consultado el 16 de febrero de 2022. Recuperado de: http://www.fepreva.org/curso/curso_conjunto_abcba/ut_16.pdf 28 https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-integral-63-articulo-evaluacion-clinica-del-paciente-hipertenso-10022763 https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-integral-63-articulo-evaluacion-clinica-del-paciente-hipertenso-10022763 https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-consejos-dieteticos-al-paciente-hipertenso-X0213932414617331 https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-consejos-dieteticos-al-paciente-hipertenso-X0213932414617331 http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2304-51322018000200004 http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2304-51322018000200004 http://www.fepreva.org/curso/curso_conjunto_abcba/ut_16.pdf
Compartir