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la Reforma Universitaria

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Reforma universitaria
Para otros usos de este término, véase Reforma (desambiguación).
Para otros usos de este término, véase Reforma Universitaria de 1918.
La Reforma Universitaria es el nombre que reciben una serie de movimientos político-culturales o de políticas públicas cuya finalidad es la reforma de las estructuras, contenidos y fines de la universidad.
El términos políticos «reformista» se utiliza para designar a las organizaciones y personas que adhieren a los principios de la Reforma Universitaria. La Reforma Universitaria ha impactado en varias generaciones de activistas, escritores, intelectuales, científicos, artistas y políticos, que han adherido a sus principios de democratización de la cultura y la enseñanza. Varios presidentes latinoamericanos se iniciaron en la actividad política como militantes reformistas.
Aunque el movimiento de Reforma Universitaria latinoamericano se opuso fuertemente al clericalismo y la concepción medieval-colonial de la universidad, encuentra un lejano antecedente en la aparición misma de la universidad europea medieval, organizada como comunidad (universitas) de estudiantes y maestros.
El papel principal que han tenido los estudiantes en el modelo de universidad europea, trasplantado luego a América Latina por el Imperio español, originó una dinámica estudiantil interna que generó innumerables movimientos de protesta y rebelión juvenil.
Índice
· 1 Antecedentes: el movimiento de enseñanza libre
· 2 La Reforma Universitaria latinoamericana 
· 2.1 El "Grito" de Córdoba
· 3 Los reformistas 
· 3.1 Presidentes latinoamericanos
· 3.2 Maestros de la Juventud
· 3.3 Activistas y personalidades reformistas
· 4 Principios de la Reforma Universitaria 
· 4.1 Autonomía universitaria 
· 4.1.1 Autarquía financiera y presupuesto universitario
· 4.2 Cogobierno
· 4.3 Extensión universitaria
· 4.4 Acceso por concursos y periodicidad de las cátedras
· 4.5 Libertad de cátedra, cátedra paralela y cátedra libre
· 4.6 Gratuidad y acceso masivo
· 4.7 Vinculación de docencia e investigación
· 4.8 Inserción en la sociedad y rol de la universidad
· 4.9 Solidaridad latinoamericana e internacional
· 4.10 Unidad obrero-estudiantil
· 5 La Reforma Universitaria como movimiento cultural
· 6 La Reforma Universitaria en cada país
· 7 Véase también
· 8 Bibliografía
· 9 Enlaces externos
Antecedentes: el movimiento de enseñanza libre
En la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo XX, relacionado con la generalización de la democracia por medio de la conquista del sufragio universal, emergió una corriente educativa que replanteaba las tradicionales relaciones de autoridad en la educación y la enseñanza, para poner el acento en el protagonismo del estudiante.
En el mundo hispanoamericano, fue la Institución Libre de Enseñanza, inspirada por Francisco Giner de los Ríos, la que impulsaría una dinámica de reforma educativa a partir de la idea de libertad de cátedra. Paralelamente, el surgimiento del modernismo, una corriente literaria iniciada en América Hispana por el nicaragüense Rubén Darío, concretaba un proceso de descolonización de la lengua española que tendría importantes consecuencias culturales, trascendiendo las fronteras de los meramente literario.
En esas condiciones, a comienzos del siglo XX, los estudiantes universitarios de América Latina comenzaron a crear sus propias organizaciones. Aparecieron los centros de estudiantes y las federaciones universitarias que los agruparon. Estas organizaciones estudiantiles adoptaron un esquema de asociativo y de acción similar al de los sindicatos, recurriendo incluso en forma sistemática a la "huelga estudiantil".
La Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), fundada en 1906, fue la primera organización nacional en aparecer.
En la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina, se realizó una moderada reforma universitaria en 1905. consultar http://www.reformadel18.unc.edu.ar
En la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, en Perú, se decretó la primera huelga estudiantil que no cesó hasta conseguir que la universidad cusqueña deslinde con las persistentes condiciones coloniales y se vea libre del imperio de docentes conservadores 1909. consultar http://pavelvaler.blogspot.pe/2013/03/unsaac-321-anos-la-reforma.html
La Reforma Universitaria latinoamericana
El "Grito" de Córdoba
Estudiantes toman la Universidad Nacional de Córdoba.
Artículo principal: Reforma Universitaria de 1918
En 1918 los estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba iniciaron una huelga universitaria en reclamo de profundas reformas universitarias, que se convirtió rápidamente en un amplio movimiento en todo el país y en América Latina, con cierto impacto también en España y Estados Unidos.
En aquel momento la Federación Universitaria de Córdoba hizo público el Manifiesto Liminar que luego se convertiría en el documento básico de la Reforma Universitaria.
El movimiento de Reforma Universitaria se extendió por toda América Latina y se volvió un verdadero movimiento continental y mundial. En el marco del movimiento de Reforma Universitaria en América Latina, en 1921 se realiza en México, el Primer Congreso Internacional de Estudiantes que va a crear la Organización Internacional de Estudiantes.
La Reforma Universitaria tiene también conexiones históricas con otros movimientos estudiantiles y juveniles, aunque sus antecedentes están muchas veces ubicados en la reforma de Córdoba de 1918:
· Las revueltas estudiantiles en Estados Unidos en las décadas de 1960 y 1970
· El Mayo francés de 1968
Los reformistas
El término reformista se utiliza para designar a las organizaciones y personas que adhieren a los principios de la Reforma Universitaria.
La Reforma Universitaria ha impactado en varias generaciones de activistas, escritores, intelectuales, científicos, artistas y políticos.
Presidentes latinoamericanos
Varios presidentes latinoamericanos han sido activistas o estado íntimamente vinculados con el movimiento de Reforma Universitaria:
· Hipólito Yrigoyen (Argentina)
· Arturo Frondizi (Argentina)
· Arturo Umberto Illia (Argentina)
· Raúl Alfonsín (Argentina)
· Juan José Arévalo (Guatemala)
· Fernando Henrique Cardoso (Brasil)
· Rómulo Betancourt (Venezuela)
· Salvador Allende (Chile)
· Fidel Castro (Cuba)
· Carlos Prío Socarrás (Cuba)
· José Batlle y Ordoñez (Uruguay)
Maestros de la Juventud
El movimiento de la Reforma Universitaria ha tenido la costumbre de asignar a algunos intelectuales el título de "Maestros de la Juventud":
· José Ingenieros
· Alfredo Palacios
· Miguel de Unamuno,
· José Martí
· José Vasconcelos Calderón
· José Enrique Rodó
· Manuel González Prada
· José Carlos Mariátegui
Activistas y personalidades reformistas
Algunos reformistas destacados han sido:
· En Argentina: Deodoro Roca, Angel J. Nigro, Gabriel del Mazo, Julio V. González, Arturo Jauretche, Alejandro Korn, Homero Manzi, Aníbal Ponce, Sergio Bagú, Guillermo Estévez Boero, Gregorio Klimovsky, Manuel Sadosky, Julio Godio, José Babini, Gregorio Bermann, Oscar Alende, Julio Prebisch, Santiago Pampillón, Ernesto Sabato, Marcos Rosa, Ricardo Rojas, Juan Filloy, Gustavo Galland, Federico Storani, Arturo Orgaz.
· En Bolivia: Jaime Mendoza(1874 - 1939)en 1930 promulga Ley de Autonomía Universitaria, fue Rector de la Universidad Central de Bolivia; Alcides Arguedas (1879-1946)(; Carlos Medinacelli(1898-1949); Enrique Finot(1891-1952); Franz Tamayo(1879-1956).
· En Brasil: Darcy Ribeiro; Josué de Castro
· En Chile: Domingo Gómez Rojas, Jorge Millas Jiménez, Alfredo Demaría, Santiago Labarca, Amanda Labarca, Salvador Allende, Pablo Neruda (Premio Nobel), Daniel Schweitzer, Juan Gandulfo, Fernando García Oldini, M. J. Montenegro, José Santos González Vera, Godofredo Iommi, Enrique Kirberg, Gregorio Mimica Argote.
· En Colombia: Germán Arciniegas,
· En Costa Rica: Rodrigo Facio, Isaac Felipe Azofeifa
· En Cuba: Julio Antonio Mella, Juan Antonio Rubio Padilla, Eduardo Chibás, Carlos Prío Socarrás, José Antonio Echeverría, Fidel Castro,
· En España: Luis Jiménez de Asúa,
·En Guatemala: Miguel Ángel Asturias (Premio Nobel), Juan José Arévalo
· En México: Jesús Silva Herzog, Alfonso Reyes Ochoa,
· En Paraguay: Prof. Dr. Luis Alfonso Resck,
· En Perú: Víctor Raúl Haya de la Torre, José Carlos Mariátegui, Víctor Andrés Belaunde, Luis Alberto Sánchez.
· En República Dominicana: Pedro Henríquez Ureña
· En Uruguay: Carlos Quijano, José Pedro Cardoso, Germán Rama, Carlos Manuel Rama, Emilio Frugoni, Líber Arce,
· En Venezuela: Carlos D'Ascoli, Raúl Leoni, Rómulo Betancourt, Pío Tamayo, Jóvito Villalba,
Principios de la Reforma Universitaria
Los principios fundamentales de la Reforma Universitaria son:
· Autonomía universitaria
· Cogobierno
· Extensión universitaria
· Acceso por concursos y periodicidad de las cátedras
· Libertad de cátedra, cátedra paralela y cátedra libre
· Vinculación de docencia e investigación
· Inserción en la sociedad y rol de la universidad
· Solidaridad latinoamericana e internacional
· Unidad obrero-estudiantil
Autonomía universitaria
Artículo principal: Autonomía universitaria
El principio de autonomía Iris universitaria sostiene que la universidad debe ser autónoma y auto-gobernada, eligiendo sus propias autoridades sin injerencia del poder político, y dándose sus propios estatutos y programas de estudio. La autonomía universitaria está fundada en la necesidad de evitar que los vaivenes del poder político se traduzcan en cambios arbitrarios de la vida y las autoridades universitarias.
Un aspecto secundario aunque de gran importancia es que la autonomía universitaria suele implicar la inviolabilidad de los edificios universitarios por parte de las fuerzas de seguridad[cita requerida].
En muchos países del mundo las universidades son autónomas, uno de los primeros fue Argentina en donde la autonomía universitaria fue reconocida por primera vez en 1919, como consecuencia del movimiento de Reforma Universitaria que se había iniciado en Córdoba el año anterior. Los gobiernos militares tendieron a intervenir las universidades y anular su autonomía; el hecho conocido como la Noche de los bastones largos de 1966 sucedió cuando el régimen militar dirigido por Onganía decidió anular la autonomía universitaria. Desde 1983 las universidades públicas argentinas son autónomas y en 1994 la autonomía universitaria y su autarquía financiera, fue garantizada en la Constitución (art. 75, inciso 19).
Otros países donde se realizaron reformas universitarias:
· Bolivia: la autonomía universitaria fue establecida en 1931 como consecuencia del movimiento de Reforma Universitaria impulsado por el movimiento estudiantil y los docentes.
· Costa Rica: La Constitución de 1949 establece el principio de autonomía universitaria.
· Chile: la autonomía universitaria fue reconocida en 1931.
· México: la autonomía universitaria fue establecida en 1929 y garantizada por la Constitución en 1979.
· República Dominicana: en 1961 se dota a la Universidad de Santo Domingo de autonomía, con lo que pasa a llamarse "Universidad Autónoma de Santo Domingo". En 1962, se eligieron las primeras autoridades bajo el régimen de la autonomía.
· Perú: la autonomía universitaria fue establecida por primera vez en 1920 como consecuencia de la presión ejercida por el movimiento estudiantil peruano. Con posterioridad ha sido anulada en reiteradas oportunidades hasta ser garantizada en la Constitución (art. 18) a partir de 1979.
· Uruguay: se establece la autonomía universitaria en 1958 por ley. En octubre de 1973 el gobierno dictatorial de Bordaberry interviene la Universidad. En septiembre de 1983 se realiza una histórica "Marcha del Estudiante" bajo el lema de "fuera la intervención: autonomía y cogobierno". Desde 1984 la universidad es autónoma.
· Venezuela: se producen graves conflictos entre 1949 y 1951 debido a la falta de autonomía universitaria en la Universidad de los Andes y la Universidad Central de Venezuela (UCV) y las otras grandes universidades del país. En 1958 se sanciona la Ley de Universidades que reconoce la autonomía universitaria plena (art. 9) y la inviolabilidad de sus recintos por ningún organismo de seguridad del estado. En 1969, Rafael Caldera allana la UCV con el pretexto de la existencia de violencia. Sólo hasta 1999 (Gobierno de Hugo R. Chávez F.) es reconocida constitucionalmente la autonomía universitaria en la Constitución Bolivariana de Venezuela.
Autarquía financiera y presupuesto universitario
El movimiento reformista reclama, como parte del principio de autonomía universitaria, la autarquía financiera de las universidades. Para garantizar este principio se han propuesto soluciones como la garantía legal de que la asignación presupuestaria para las universidades esté establecida en un mínimo no modificable por los gobiernos.
Cogobierno
El principio de cogobierno alude al gobierno compartido de la universidad por parte de los diferentes sectores de la comunidad universitaria. El reclamo tradicional de la Reforma Universitaria es el cogobierno igualitario por parte de docentes, graduados y estudiantes. Algunas organizaciones estudiantiles reformistas proponen incluir también a los no docentes. .
· Argentina: el cogobierno fue establecido por primera vez en 1919, como consecuencia del movimiento de Reforma Universitaria que se había iniciado en Córdoba el año anterior. En varias oportunidades fue anulado. Desde 1983 las universidades públicas argentinas son cogobernadas por estudiantes, graduados y docentes (y en ciertos casos no-docentes).
· Chile: Desde 1968 y como resultado de las demandas estudiantiles la elección del rector y demás autoridades (decanos) se realizada por claustro pleno (docentes, estudiantes y no docentes) en todas las universidades, medida suspendida después del 11 de septiembre de 1973 por la dictadura militar, que procede a designar los Rectores y demás autoridades
· Perú: La Constitución (art. 18) define que "la universidad es la comunidad de profesores, alumnos y graduados" y que "participan en ella los representantes..."
· Uruguay: En 1908 la Asociación de Estudiantes del Uruguay logra la representación estudiantil en los consejos universitarios, por primera vez en América.
· Venezuela: En 1946 se estableció por primera vez la representación de los estudiantes en el Consejo Universitario, los Consejos de Facultad y las Asambleas de Facultad.
Extensión universitaria
Con el principio de extensión universitaria se pretende «extender» la presencia de la universidad en la sociedad y relacionarla íntimamente con el pueblo.
Las universidades «reformistas», al igual que los Centros de Estudiantes, suelen tener secretarías de extensión universitaria dedicadas plenamente a llevar los conocimientos universitarios a la sociedad, así como a incorporar a la sociedad a la dinámica universitaria. Exitosos centros culturales como el Centro Cultural Ernesto Sabato de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, el Centro Cultural Ricardo Rojas de la UBA, y las Universidades González Prada de Perú, son ejemplos de extensión universitaria.
Acceso por concursos y periodicidad de las cátedras
La Reforma Universitaria sostuvo desde un inicio la necesidad de que las cátedras sean ocupadas por concursos de oposición y antecedentes, y revalidadas periódicamente (periodicidad de la cátedra).
Libertad de cátedra, cátedra paralela y cátedra libre
Véase también libertad académica
Estos tres principios están inseparablemente vinculados:
· El principio de libertad de cátedra sostiene que cada cátedra tiene completa libertad para investigar y enseñar, y no puede ser supervisada académicamente.
· La cátedra paralela sostiene la necesidad de que existan múltiples opciones para los estudiantes, quienes a su vez deben poder elegir entre ellas libremente.
· La cátedra libre es el derecho de todo intelectual, científico, o artista, con idoneidad suficiente, a tener una cátedra para difundir su conocimiento.
El fundamento y objetivo de estos tres principios es garantizar que en la Universidad estén presentes todas las corrientes del pensamiento y las tendencias de carácter científicoy social, sin censuras ni prejuicios de ningún tipo.
Gratuidad y acceso masivo
En 1918 no se incorpora la gratuidad de la enseñanza. Esta se encuentra contenida como Principio Reformista en el Manifiesto Liminar. La gratuidad y la supresión de los aranceles universitarios recién alcanza vigencia efectiva con el decreto 29337 firmado y promulgado por el Pdte. Juan Domingo Perón, el 22 de noviembre de 1949. La Reforma Universitaria propone un amplio acceso a la universidad por parte de la población, y una especial atención a las dificultades para ingresar que puedan encontrar los trabajadores y los sectores con menor poder adquisitivo.
En ese marco muchas organizaciones reformistas defienden la necesidad de que la educación en las universidades públicas sea gratuita, sin arancelamiento de ningún tipo. También suelen pronunciarse en contra de los «exámenes de ingreso» y otros procedimientos que son considerados como «limitacionistas».
Vinculación de docencia e investigación
La Reforma Universitaria promueve que la investigación científica sea realizada dentro de las universidades y que los investigadores transmitan sus conocimientos originales al resto de la comunidad universitaria y a la sociedad, por medio de la enseñanza. Típicamente los gobiernos militares tendieron a separar y mantener aislada a la universidad de los centros de investigación.
Inserción en la sociedad y rol de la universidad
La Reforma Universitaria ha puesto de manifiesto la necesidad de precisar el rol de la universidad con el fin de que esta atienda las necesidades y problemas de la sociedad en que se encuentra inserta.
Solidaridad latinoamericana e internacional
Desde sus orígenes la Reforma Universitaria ha puesto de manifiesto una preocupación importante por los asuntos latinoamericanos, por promover la solidaridad entre los distintos países de América Latina, y por encontrar formas de unidad entre las organizaciones y universidades latinoamericanas.
El Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria comienza con la frase: "La Juventud Argentina de Córdoba a los Hombres Libres de Sudamérica...".
El fuerte acento que la Reforma Universitaria ha puesto en promover formas de solidaridad latinoamericana, no le ha impedido desarrollar acciones orientadas a una amplia solidaridad y organización internacional.
En 1921 se organizó el Primer Congreso Internacional de Estudiantes en la Ciudad de México; de esa reunión surgió la Federación Internacional de Estudiantes. En 1925 se organizó, también en México, el Primer Congreso de Estudiantes Iberoamericanos. Allí fueron declarados "maestros de la juventud" Alfredo Palacios, Miguel de Unamuno, José Ingenieros, José Martí y José Vasconcelos Calderón.
En 1937, se organizó en Santiago de Chile el Primer Congreso Latinoamericano de Estudiantes. En 1957 se organizó el Segundo Congreso Latinoamericano de Estudiantes en la ciudad de La Plata (Argentina).
Unidad obrero-estudiantil
La Reforma Universitaria promueve el principio de unidad obrero-estudiantil. Ello ha llevado a que, en toda América Latina, el movimiento estudiantil y el movimiento obrero mantengan estrechas relaciones, apoyándose mutuamente en sus reclamos y movilizaciones.
El principio también ha impulsado medidas de relación de los trabajadores con la universidad, como cursos universitarios y carreras cortas especialmente diseñadas para trabajadores calificados, así como la contratación de trabajadores con alta especialización para que impartan sus conocimientos a los estudiantes universitarios.
La Reforma Universitaria como movimiento cultural
Debido a la relación existente entre la universidad y la producción cultural, el movimiento de la Reforma Universitaria ha impactado de tal modo en las formas y contenidos del arte y la ciencia, que es posible considerarla como un movimiento cultural.
Los principios y fundamentos de la Reforma Universitaria, tales como la relación de los intelectuales con el pueblo y la clase obrera, el sentimiento de unidad indoamericana y latinoamericana, el impulso del laicismo en la ciencia, la extensión de la universidad a la sociedad, la defensa de toda forma de democratización de la cultura, etc., han tenido co
mo consecuencia la presencia activa de los reformistas en la producción del arte y la ciencia. Por ejemplo, los Premios Nobel, Pablo Neruda y Miguel Ángel Asturias, que fueron en su juventud activos militantes reformistas, llevaron a su arte muchos de aquellos ideales y sentimientos. El jurista Carlos Cossio, superó la filosofía del derecho de Kelsen, vinculando la norma a la realidad social. El padre de la Reforma Universitaria, Deodoro Roca, hizo del sótano de su casa, un famoso centro cultural mundial. Germán Arciniegas, líder de la Reforma Universitaria colombiana, es uno de los más prolíficos escritores del continente y un descubridor de la realidad histórica de América. Homero Manzi, llevó el tango hasta su más alta expresión uniendo alta poesía y arte popular. La revista Amauta, de José Carlos Mariátegui, fue una revolución cultural en sí misma. Alfredo Palacios, sentó las bases científicas del derecho laboral latinoamericano. Sergio Bagú impulsa la creación de la teoría de la dependencia. David Alfaro Siqueiros, condenado a ocho años de prisión por impulsar manifestaciones estudiantiles reformistas, es uno de los fundadores del muralismo latinoamericano. Diego Rivera fue expulsado de la Academia de Bellas Artes por su participación en el movimiento estudiantil.
La vinculación del movimiento estudiantil y la cultura ha sido expuesta por Violeta Parra en su famosa canción "¡Qué vivan los estudiantes!".
Lo mismo puede decirse de los movimientos universitarios en Estados Unidos y Francia en 1968. Más recientemente, pueden vincularse con la Reforma Universitaria, las amplias manifestaciones juveniles y sindicales en Francia que se desarrollaron a fines de 2005 en oposición a un tipo especial de contrato laboral de aprendizaje que pretendía imponer el gobierno, así como los movimientos estudiantiles chilenos de 2006 y 2011, reclamando medidas para eliminar el lucro e incrementar el financiamiento estatal para la educación pública.
LA REFORMA UNIVERSITARIA IDEOLOGIA Y REIVINDICAClONES El movimiento estudiantil que se inició con la lucha de los estudiantes de Córdoba, por la reforma de la Universidad señala el nacimiento de la nueva generación latinoamericana. La inteligente compilación de documentos de la reforma universitaria en la América Latina realizada por Gabriel del Mazo, cumpliendo un encargo de la Federación Universitaria de Buenos Aires, ofrece una serie de testimonios fehacientes de la unidad espiritual de este movimiento2. El proceso de la agitación universitaria en la Argentina, el Uruguay; Chile, Perú etc., acusa el mismo origen y el mismo impulso. La chispa de la agitación es casi siempre un incidente secundario; pero la fuerza que la propaga y la dirige viene de ese estado de ánimo, de esa corriente de ideas que se designa —no sin riesgo de equívoco— con el nombre de "nuevo espíritu". Por esto, el anhelo de la reforma se presenta, con idénticos caracteres, en todas las universidades latinoamericanas. Los estudiantes de toda la América Latina aunque movidos a la lucha por protestas peculiares de su propia vida, parecen hablar el mismo lenguaje. De igual modo, este movimiento se presenta íntimamente conectado con la recia marejada postbélica. Las esperanzas mesiánicas, los sentimientos revolucionarios, las pasiones místicas propias de la postguerra, repercutían particularmente en la juventud universitaria de Latinoamérica. El concepto difuso y urgente de que el mundo entraba en un ciclo nuevo, despertaba en los jóvenes la ambición de cumplir una función heroica y de realizar una obra histórica. Y, como es natural, en la constatación de todos los vicios y fallas del régimen económico social vigente, la voluntad y el anhelo de renovación encontraban poderosos estímulos. La crisis mundial invitaba a los pueblos latinoamericanos, con insólito apremio, a revisar y resolver susproblemas de organización y crecimiento. Lógicamente, la nueva generación sentía estos problemas con una intensidad y un apasionamiento que las anteriores generaciones no habían conocido y mientras la actitud de las pasadas generaciones, como correspondía al ritmo de su época, había sido evolucionista —a veces con un evolucionismo completamente pasivo— la actitud de la nueva generación era espontáneamente revolucionaria. 1 Tomado de: José Carlos Mariátegui. 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana. Lima, Amauta, 1980. 2 Publicaciones del Círculo Médico Argentino y Centro de Estudiantes de Medicina. La Reforma Universitaria. 6 tomos. 
 2
La ideología del movimiento estudiantil careció, al principio, de homogeneidad y autonomía. Acusaba demasiado la influencia de la corriente wilsoniana. Las ilusiones demoliberales y pacifistas que la predicación de Wilson puso en boga en 1918-19 circulaban entre la juventud latinoamericana como buena moneda revolucionaria. Este fenómeno se explica perfectamente. También en Europa no sólo las izquierdas burguesas sino los viejos partidos socialistas reformistas aceptaron como nuevas las ideas demoliberales elocuente y apostólicamente remozadas por el presidente norteamericano. Únicamente a través de la colaboración cada día más estrecha con los sindicatos obreros, de la experiencia del combate contra las fuerzas conservadoras y de la crítica concreta de los intereses y principios en que se apoya el orden establecido, podían alcanzar las vanguardias universitarias una definida orientación ideológica. Este es el concepto de los más autorizados portavoces de la nueva generación estudiantil, al juzgar los orígenes y las consecuencias la lucha por la Reforma. Todos convienen en que este movimiento, que apenas ha formulado su programa, dista mucho de proponerse objetivos exclusivamente universitarios y en que, por su estrecha y creciente relación con el avance de las clases trabajadoras y con el abatimiento de viejos privilegios económicos, no puede ser entendido sino como uno de los aspectos de una profunda renovación latinoamericana. Así Palcos, aceptando íntegramente las últimas consecuencias de la lucha empeñada, sostiene que "mientras subsista el actual régimen social, la Reforma no podrá tocar las raíces recónditas del problema educacional". "Habrá llenado su objeto —agrega— si depura a las universidades de los malos profesores, que toman el cargo como un empleo burocrático; si permite —como sucede en otros países— que tengan acceso al profesorado todos los capaces de serlo, sin excluirlos por sus convicciones sociales, políticas o filosóficas; si neutraliza en parte, por lo menos, el chauvinismo y fomenta en los educandos el hábito de las investigaciones y el sentimiento de la propia responsabilidad. En el mejor de los casos, la Reforma rectamente entendida y aplicada, puede contribuir a evitar que la Universidad sea, como es en rigor en todos los países, como lo fue en la misma Rusia —país donde se daba, sin embargo, como en ninguna otra parte, una intelectualidad avanzada que en la hora de la acción saboteó escandalosamente a la revolución— una Bastilla de la reacción, esforzándose por ganar las alturas del siglo"3. No coinciden rigurosamente —y esto es lógico— las diversas interpretaciones del significado 3 La Reforma Universitaria, tomo I, p. 55. 
 3
del movimiento. Pero, con excepción de las que proceden del sector reaccionario, interesa do en limitar los alcances de la Reforma, localizándola en la universidad y la enseñanza, todas las que se inspiran sinceramente en sus verdaderos ideales, la definen como la afirmación del “espíritu nuevo”, entendido como espíritu revolucionario. Desde sus puntos de vista filosóficos, Ripa Alberdi se inclinaba a considerar esta afirmación como una victoria del idealismo novecentista sobre el positivismo del siglo XIX. "El renacimiento del espíritu argentino —decía— se opera por virtud de las jóvenes generaciones, que al cruzar por los campos de la filosofía contemporánea han sentido aletear en su frente el ala de la libertad". Mas el propio Ripa Alberdi, se daba cuenta de que el objeto de la reforma era capacitar a la Universidad para el cumplimiento de "esa función social que es la razón misma o de su existencia"4. Julio V. González, que ha reunido en dos volúmenes sus escritos de la campaña universitaria, arriba a conclusiones más precisas: "La Reforma Universitaria —escribe— acusa el aparecer de una nueva generación que llega desvinculada de la anterior, que trae sensibilidad distinta e ideales propios y una misión diversa para cumplir. No es aquella un hecho simple o aislado, si los hay; está vinculada en razón de causa a efecto con los últimos acontecimientos de que fuera teatro nuestro país, como consecuencia de los producidos en el mundo. Significaría incurrir en una apreciación errónea hasta lo absurdo considerar a la Reforma Universitaria como un problema de aulas y, aún así, radicar toda su importancia en los efectos que pudiera surtir exclusivamente en los círculos de cultura. Error semejante llevaría sin remedio a una solución del problema que no consultaría la realidad en que él está planteado. Digámoslo claramente entonces: la Reforma Universitaria es parte de una cuestión que el desarrollo material y moral de nuestra sociedad ha impuesto a raíz de la crisis producida por la guerra"5. González señala en seguida, la guerra europea, la revolución rusa y el advenimiento del radicalismo al poder como los factores decisivos de la Reforma en Argentina. José Luis Lanuza indica otro factor: la evolución de la: clase media. La mayoría de los estudiantes pertenecen a esta clase en todas sus gradaciones, Y bien. Una de las consecuencias sociales y económicas de la guerra es la proletarización de la clase media. Lanuza sostiene la siguiente tesis: "Un movimiento colectivo estudiantil de tan vastas proyecciones sociales como la Reforma Universitaria no hubiera podido estallar antes de la 4 Ib., p. 44. 5 Ib., p. 8 y 86. 
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guerra europea. Se sentía la necesidad de renovar los métodos de estudio y se ponía de manifiesto el atraso de la Universidad respecto a las corrientes contemporáneas del pensamiento universal desde la época de Alberdi, en la que empieza a desarrollarse nuestra industria embrionaria. Pero entonces la clase media universitaria se mantenía tranquila con sus títulos de privilegio. Desgraciadamente para ella, esta holgura disminuye a medida que crece la gran industria, se acelera la diferenciación de las clases y sobreviene la proletarización de los intelectuales. Los maestros, los periodistas y empleados de comercio se organizan gremialmente. Los estudiantes no podían escapar al movimiento general"6. Mariano Hurtado de Mendoza coincide sustancialmente, con las observaciones de Lanuza. "La Reforma Universitaria —escribe—, es antes que nada y por sobre todo, un fenómeno social que resulta de otro más general y extenso, producido a consecuencia del grado de desarrollo económico de nuestra sociedad. Fuera entonces error estudiarla únicamente bajo la faz universitaria, como problema de renovación del gobierno de la Universidad, o bajo la faz pedagógica, como ensayo de aplicación de nuevos métodos de investigación en la adquisición de la cultura. Incurriríamos también en error si la consideráramos, como el resuItado exclusivo de una corriente de ideas nuevas provocadas por la gran guerra y por la revolución rusa, o como la obra de la nueva generación que aparece y llega desvinculada de la anterior, que trae sensibilidad distinta e ideales propios y una misión diversa por cumplir". Y precisando su concepto, agrega más adelante: "La Reforma Universitaria no es más que una consecuencia del fenómeno general de proletarización de la clase mediaque forzosamente ocurre cuando una sociedad capitalista llega a determinadas condiciones de su desarrollo económico. Significa esto que en nuestra sociedad se está produciendo el fenómeno de proletarización de la clase media y que la Universidad, poblada en su casi totalidad por ésta, ha sido la primera en sufrir sus efectos, porque era el tipo ideal de institución capitalista"7. Este, en todo caso, un hecho uniformemente observado la formación al calor de la Reforma, de núcleos de estudiantes que, en estrecha solidaridad con el proletariado, se han entregado a la difusión de avanzadas ideas sociales y al estudio de las teorías marxistas. El surgimiento de las universidades populares, concebidas con un criterio bien diverso del que inspiraba en otros tiempos tímidos tanteos de extensión universitaria, se ha efectuado en todo la América Latina en visible concomitancia con el movimiento estudiantil. De la Universidad han salido, 6 Ib., p.125. 7 Ib., p. 130. 
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en todos los países latinoamericanos, grupos de estudiosos de economía y sociología que han puesto sus conocimientos al servicio del proletariado, dotando a éste, en algunos países, de una dirección intelectual de que antes había generalmente carecido. Finalmente, los propagandistas y fautores más entusiastas de la unidad política de la América Latina son, en gran parte, los antiguos líderes de la Reforma Universitaria que conservan así su vinculación continental, otro de los signos de la realidad de la "nueva generación". Cuando se confronta este fenómeno con el de las universidades de la China y del Japón, se comprueba su rigurosa justificación histórica. En el Japón la Universidad ha sido la primera cátedra de socialismo. En la China, por razones obvias, ha tenido una función todavía más activa en la formación de una nueva conciencia nacional. Los estudiantes chinos componen la vanguardia del movimiento nacionalista revolucionario que, dando a la inmensa nación asiática una nueva alma y una nueva organización, le asigna una influencia considerable en los destinos del mundo. En este punto se muestran concordes los observadores occidentales de más reconocida autoridad intelectual. Pero no me propongo aquí, el estudio de todas las consecuencias y relaciones de la Reforma Universitaria con los grandes problemas de la evolución política de la América Latina. Constatada la solidaridad del movimiento estudiantil con el movimiento histórico general de estos pueblos, tratemos de examinar y definir sus rasgos propios y específicos. ¿Cuáles son las proposiciones o postulados fundamentales de la Reforma? El Congreso Internacional de Estudiantes de México de 1921 propugnó: 1º la participación de los estudiantes en el gobierno de las universidades; 2º la implantación de la docencia libre y la asistencia libre. Los estudiantes de Chile declararon su adhesión a los siguientes principios: 1º autonomía de la Universidad, entendida como institución de los alumnos, profesores y diplomados; 2º reforma del sistema docente, mediante el establecimiento de la docencia libre y, por consiguiente, de la asistencia libre de los alumnos a las cátedras, de suerte que en caso de enseñar dos maestros una misma materia la preferencia del alumnado consagre libremente la excelencia del mejor; 3º revisión de los métodos y del contenido de los estudios y 4º extensión universitaria, actuada como medio de vinculación efectiva de la Universidad con la vida social. Los estudiantes de Cuba concretaron en 1923 sus reivindicaciones en está fórmula: a) una verdadera democracia universitaria; b) una verdadera renovación pedagógica y científica; c) una verdadera popularización de la enseñanza. Los estudiantes de Colombia reclamaron, en su programa de 1924, la organización de la Universidad sobre bases de independencia, de participación de los 
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estudiantes en su gobierno y de nuevos métodos de trabajo. "Que al lado de la cátedra — dice ese programa— funcione el seminario, se abran cursos especiales, se creen revistas. Que al lado del maestro titular haya profesores agregados y que la carrera del magisterio exista sobre bases que aseguren su porvenir y den acceso a cuantos sean dignos de tener una silla en la Universidad". Los estudiantes de vanguardia de la Universidad de Lima, leales a los principios proclamados en 1919 y 1923, sostuvieron en 1926 las siguientes plataformas: defensa de la autonomía de las universidades; participación de los estudiantes en la dirección y orientación de sus respectivas universidades o escuelas especiales; derecho de voto por los estudiantes en la elección de rectores de las universidades; renovación de los métodos pedagógicos; voto de honor de los estudiantes en la provisión de las cátedras; incorporación a la universidad de los valores extrauniversitarios; socialización de la cultura: universidades populares, etc. Los principios sostenidos por los estudiantes argentinos son, probablemente, .más conocidos, por su extensa influencia en el movimiento estudiantil de América desde su primera enunciación en la Universidad de Córdoba. Prácticamente, además, son a grandes rasgos los mismos que proclaman los estudiantes de las demás universidades latinoamericanas. Resulta de esta rápida revisión que como postulados cardinales de la Reforma Universitaria puede considerarse: primero, la intervención de los alumnos en el gobierno de las universidades y segundo, el funcionamiento de cátedras libres, al lado de las oficiales, con idénticos derechos, a cargo de enseñantes de acreditada capacidad en la materia. El sentido y el origen de estas dos reivindicaciones nos ayudan a esclarecer la significación de la Reforma. 
POLITICA Y ENSEÑANZA UNIVERSITARIA EN LA AMERICA LATINA El régimen económico y político determinado por el predominio de las aristocracias coloniales, —que en algunos países hispanoamericanos subsiste todavía aunque en irreparable y progresiva disolución—, ha colocado por mucho tiempo las universidades de la América Latina bajo la tutela de estas oligarquías y de su clientela. Convertida la enseñanza universitaria en un privilegio del dinero, si no de la casta, o por lo menos de una categoría social absolutamente ligada a los intereses de uno y otra, las universidades han tenido una tendencia inevitable a la burocratización académica. Era éste un destino al cual no podían escapar ni aún bajo la influencia episódica de alguna personalidad de excepción. El objeto de las universidades parecía ser, principalmente, el de proveer de doctores o rábulas a la clase 
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dominante. El incipiente desarrollo, el mísero radio de la instrucción pública, cerraban los grados superiores de la enseñanza a las clases pobres. (La misma enseñanza elemental no llegaba—como no llega ahora—, sino a una parte del pueblo). Las universidades, acaparadas intelectual y materialmente por una casta generalmente desprovista de impulso creador, no podían aspirar siquiera a una función más alta de formación y selección de capacidades. Su burocratización las conducía, de un modo fatal, al empobrecimiento espiritual y científico. Este no era un fenómeno exclusivo ni peculiar del Perú. Entre nosotros se ha prolongado más por la supervivencia obstinada de una estructura económica semifeudal. Pero, aun en los países que más prontamente se han industrializado y democratizado, como la República Argentina, a la universidad esa donde ha arribado más tarde esa corriente de progreso y transformación. El Dr. Florentino V. Sanguinetti resume así la historia de la Universidad de Buenos Aires antes de la Reforma: "Durante la primera parte de la vida argentina, movió modestas iniciativas de cultura y formó núcleos urbanos que dieron a la montonera el pensamiento de la unidad política y del orden institucional. Su provisión científica era muy escasa, pero bastaba para las necesidades del medio y para imponer las conquistas lentas y sordas del genio civil. Afirmada más tarde nuestra organización nacional, la Universidad aristocrática y conservadora, creóun nuevo tipo social: el doctor. Los doctores constituyeron el patriciado de la segunda república, substituyendo poco a poco a las charreteras y a los caciques rurales, en el manejo de los negocios, pero salían de las aulas sin la jerarquía intelectual necesaria para actuar con criterio orgánico en la enseñanza o para dirigir el despertar improvisado de las riquezas que rendían la pampa y el trópico. A lo largo de los últimos cincuenta años, nuestra nobleza agropecuaria fue desplazada, primero, del campo económico por la competencia progresista del inmigrante, técnicamente más capaz, y luego del campo político por el advenimiento de los partidos de clase media. Necesitando entonces escenario para mantener su influencia, se apoderó de la Universidad que fue pronto un órgano de casta, cuyos directores vitalicios turnaban los cargos de mayor relieve y cuyos docentes, reclutados por leva hereditaria, impusieron una verdadera servidumbre educacional de huella estrecha y sin filtraciones renovadoras"8. El movimiento de la Reforma tenía lógicamente que atacar, ante todo, esta estratificación conservadora de las Universidades. La provisión arbitraria de las cátedras, el mantenimiento 
 8 Ib., p. 140 y 141. 
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de profesores ineptos, la exclusión de la enseñanza de los intelectuales independientes y renovadores, se presentaban claramente como simples consecuencias de la docencia oligárquica. Estos vicios no podían ser combatidos sino por medio de la intervención de los estudiantes en el gobierno de las universidades y el establecimiento de las cátedras y la asistencia libres, destinadas a asegurar la eliminación de los malos profesores a través de una concurrencia leal con hombres más aptos para ejercer su magisterio. Toda la historia de la Reforma registra invariablemente estas dos reacciones de las oligarquías conservadoras: primera, su solidaridad recalcitrante con los profesores incompetentes, tachados por los alumnos, cuando ha habido de por medio un interés familiar oligárquico; y segunda, su resistencia, no menos tenaz, a la incorporación en la docencia de valores no universitarios o simplemente independientes. Las dos reivindicaciones sustantivas de la Reforma, resultan así inconfutablemente dialécticas, pues no arrancan de puras concepciones doctrinales sino de las reales y concretas enseñanzas de la acción estudiantil. Las mayorías docentes adoptaron una actitud de rígida e impermeable intransigencia contra los grandes principios de la Reforma Universitaria, el primero de los cuales había quedado proclamado teóricamente desde el Congreso Estudiantil de Montevideo, y así en la Argentina como en el Perú, lograron el reconocimiento oficial debido a favorables circunstancias políticas, cambiadas las cuáles se inició, por parte de los elementos conservadores de la docencia, un movimiento de reacción, que en el Perú ha anulado ya prácticamente casi todos los triunfos de la Reforma, mientras en la Argentina encuentra la oposición vigilante del alumnado, según lo demuestran las recientes agitaciones contra las tentativas reaccionarias. Pero no es posible la realización de los ideales de la Reforma sin la recta y leal aceptación de los dos principios aquí esclarecidos. El voto de los alumnos, —aunque no esté destinado si no a servir de contralor moral de la política de los profesores—, es el único impulso de vida, el solo elemento de progreso de la. Universidad, en la que de otra suerte prevalecerían sin remedio fuerzas de estancamiento y regresión. Sin esta premisa, el segundo de los postulados de la Reforma —las cátedras libres— no puede absolutamente cumplirse. Más aún, la "leva hereditaria", de que nos habla con tan evidente exactitud el Dr. Sanguinetti, torna a ser el sistema de reclutamiento de nuevos catedráticos. Y el mismo progreso científico pierde su principal estímulo, ya que nada empobrece tanto el nivel de la enseñanza y de la ciencia como la burocratización oligárquica. ************ Para comprobar el creciente conflicto entre los postulados cardinales de la Reforma 
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Universitaria —tales como los han formulado y suscrito las asambleas estudiantiles de los diversos países hispanoamericanos— y la situación de la Universidad de Lima, basta la confrontación de estos postulados con los respectivos aspectos de la enseñanza y del funcionamiento de la Universidad. Ensayemos esquemáticamente esta confrontación. 
INTERVENCIÓN DE LOS ESTUDIANTES EN EL GOBIERNO DE LA UNIVERSIDAD. La reacción pugna por restablecer el viejo y rígido concepto de la disciplina, entendida como acatamiento absoluto del criterio y la autoridad de la docencia. El consejo de decanos —o el rector en su nombre—, rehúsa frecuentemente su permiso a las asambleas destinadas a expresar la opinión de los estudiantes. El derecho de los estudiantes de reunirse a deliberar en los claustros está, por primera vez, sujeto a suspensión. Las designaciones de delegados estudiantiles que no son gratas a la docencia, no obtiene su reconocimiento. El último comité de la Federación de Estudiantes se encontró en la imposibilidad de funcionar, y hasta de constituirse plenamente, por falta del Vº Bº del Consejo. La crisis de la Federación depende así de un factor extraño a la situación estudiantil. El sentimiento del estudiantado ha perdido no sólo su influencia en las deliberaciones del Consejo sino también los medios de manifestarse libre y disciplinadamente. La representación estudiantil en el gobierno de la Universidad, dentro de esta situación, sería una farsa. 
RENOVACIÓN DE LOS MÉTODOS PEDAGÓGICOS. Si se exceptúa las innovaciones introducidas en la enseñanza por uno que otro catedrático, la subsistencia de los viejos métodos aparece absoluta. Hace poco, un alto funcionario de Educación Pública, el doctor Luis E. Galván, se preguntaba en un artículo: ¿Qué hace nuestra Universidad por la investigación científica?9 A pesar de sus sentimientos de adhesión a San Marcos, el doctor Galván se veía precisado a darse una respuesta totalmente desfavorable. Los métodos y los estudios no han cambiado sino en la mínima proporción debida a la espontánea iniciativa de los pocos profesores con sentido austero de su responsabilidad. En muy contados cursos se ha salido de la rutina de la lección oral. El espíritu dogmático mantiene casi intactas sus posiciones. Algunas reformas iniciadas en el período de 1922-24 han sido detenidas o malogradas. Esta es, por ejemplo, la suerte que ha tenido la obra de Zulen en la biblioteca. 
 9 En Amauta, Nro 7 (Marzo de 1927) 
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REFORMA DEL SISTEMA DOCENTE. La docencia libre, que aún no ha sido absolutamente ensayada, no encuentra un ambiente adecuado para su experimentación. Los intereses oligárquicos que dominan en la enseñanza se oponen al funcionamiento de la cátedra libre. En la provisión de las cátedras continúa aplicándose el viejo criterio de la "leva hereditaria" denunciado por el doctor Sanguinetti en la antigua universidad de Buenos Aires. Todas las conquistas formales de 1919 se encuentran de este modo, frustradas. El porcentaje de maestros ineptos, no es menor ahora seguramente, a pesar de la depuración, elemental y moderada, que consiguieron entonces los estudiantes. La Facultad de Letras, de la cual partió en 1919 el grito de reforma, se presenta prácticamente como la que menos ha ganado en cuanto a métodos y docencia. La propia pauta de reforma establecida por la Ley Orgánica de 1920 está todavía, en su mayor parte, por aplicar. No se advierte por parte del Consejo Universitario, ningún efectivo propósito de avanzar en la ejecución del programa trazado por dicha ley10. En la formación del tipo de maestro exclusivamente consagrado a la enseñanza, tampoco se ha avanzado nada. El maestro universitario sigue siendo entre nosotros un diletante o que concede mi lugar muy subsidiario en su espíritu y en su actividad a su misión de educador. Este es, ciertamente, en gran parte, un problema económico. La enseñanza universitariapermanecerá entregada al diletantismo mientras no se asegure a los profesores capaces de dedicarse absolutamente a la investigación y al estudio, él mínimun de renta indispensable para un mediano tenor de vida. Pero, aun dentro de sus actuales medios económicos, la Universidad debería ya empezar a buscarle una solución a este problema que no será 10 En prensa esta obra, el Gobierno ha dictado, en uso de una expresa autorización legislativa, un nuevo Estatuto de la Enseñanza Universitaria, que entra en vigencia en él año de estudios de 1928, abierto, por éste motivo, con retardo. Esta reforma concierne casi exclusivamente a la organización de la enseñanza universitaria, colocada bajo la autoridad de un consejo superior que preside el Ministro de Instrucción. El carácter, el concepto de esta enseñanza no ha sido tocado: no podría serio sino dentro de una reforma integral' de la educación que hiciese de la enseñanza universitaria el grado superior de la instrucción profesional, reservándola a los capaces, seleccionados con independencia de todo privilegio económico. La reforma, que es, sobre todo, administrativa, se inspira, tendencialmente, en los mismos principios de la ley de 1920 aunque adopte, en ciertos puntos, otra técnica. El discurso del Presidente de la República, al inaugurar el año universitario, asigna a la reforma la misión de adecuar la enseñanza universitaria a las necesidades prácticas de la nación, en este siglo de industrialismo y acentuando esta afirmación, condena explícitamente la orientación de los propugnadores de una cultura abstractista, clásica, exenta de preocupaciones utilitarias. Pero el rectorado de la nueva era de la Universidad —que en sus aspectos esenciales se parece a la vieja— ha sido encargado al Dr. Deustua que, si es entre nosotros un tipo de estudioso y universitario concienzudo, es además el más conspicuo de los patrocinadores de la tendencia de la cual hace justicia sumaria el discurso presidencial. Esta contradicción no se explicaría fácilmente en ninguno de aquellos países donde ideológica y doctrinalmente se tiene el hábito de la coherencia. El Perú, ya lo sabemos, no es de esos países. El Estatuto —cuya apreciación general no cabe en esta breve nota— establece los medios de crear Ia carrera universitaria, la docencia especializada. En este sentido, es un instrumento legal de transformación técnica de la enseñanza. La eficacia de este instrumento depende de su aplicación. 
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solucionado automáticamente por una partida del presupuesto universitario si faltan como hasta hoy los estímulos morales de la investigación científica y la especialización docente. La crisis de las universidades menores reproduce, en escenarios pequeños, la crisis de San Marcos. A la más deficiente y anémica de todas, la Universidad de Trujillo, le ha pertenecido la iniciativa reaccionaria, como ya hemos visto. La expulsión de veintiséis alumnos, revela en el espíritu dé esa Universidad el más recalcitrante reaccionarismo, por ser precisamente la falta de estudiantes una de sus preocupaciones específicas. Para que la Universidad no vea desiertas sus aulas, el profesorado de Trujillo tiene que dedicarse .todos los años, según se me refiere, a una curiosa labor de reclutamiento, en la que se invocan razones de localismo con el objeto de inducir a los padres de familia a no enviar a sus hijos a las Universidades de Lima. Si no obstante la exigüidad de su alumnado, la docencia de Trujillo se decidió a perder veintiséis estudiantes, es fácil suponer hasta qué extremos de intransigencia puede llegar su cerrado conservantismo. La Universidad de Arequipa ha sido tradicionalmente de las más impermeables a toda tendencia de modernización. La atmósfera conservadora de la ciudad la preserva de inquietudes extrañas a su reposo. El elemento renovador, que en los últimos años ha dado algunas señales simpáticas de crecimiento y agitación, se encuentra aun en minoría. Sólo la Universidad del Cuzco se esfuerza vigorosamente por transformarse. Me he referido ya al proyecto de reorganización presentado al Gobierno por sus principales catedráticos, y que, evidentemente, constituye el bosquejo más avanzado de reforma universitaria en el Perú. El concepto de la Reforma, en tanto, ha ganado cada día más precisión y firmeza en las vanguardias estudiantiles hispanoamericanas. La definición del problema de la educación pública a que ha arribado la vanguardia de La Plata así lo demuestra. He aquí los términos de su declaración “1. el problema educacional no es sino una de las fases del problema social; por ello no puede ser solucionado aisladamente. 2. la cultura de toda sociedad es la expresión ideológica de los intereses de la clase dominante. La cultura de la sociedad actual es por lo tanto, la expresión ideológica de los intereses de la clase capitalista. 3. la última guerra imperialista, rompiendo el equilibrio de la economía burguesa, ha puesto en crisis su cultura correlativa. 4. Esta crisis sólo puede superarse con el advenimiento de una cultura socialista"11. Mientras el mensaje de la nueva generación, confusamente anunciado desde 1918 por la 
 11 Revista Sagitario de la Plata, Nro 2, 1925. 
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insurrección de Córdoba, alcanza en la Argentina tan nítida y significativa expresión revolucionaria, en nuestro panorama universitario se multiplican —como creo haberlo puntualizado en este estudio—, los signos de reacción. La Reforma Universitaria sigue amenazada por el empeño de la vieja casta docente en restaurar plenamente su dominio.
Haya de la Torre, el APRA y la Reforma Universitaria de 1918 | Por Diego Vicuña Villar
"La Reforma Universitaria" o "El Grito de Córdoba" como también se le llama, es uno de los antecedentes históricos que basamentan la fundación del APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana), en México en 1924.
Así lo dice  el mismo Víctor Raúl Haya de la Torre, su fundador, al responder, en una entrevista realizada por el reportero Glauco Carneiro de la Revista "O CRUZEIRO" del Brasil, reportaje  que salió publicado en el N° 23 del 1° de diciembre de l962:
"El APRA se ha iniciado por un movimiento educacional que deseaba la emancipación del pueblo, por la Educación.-  Su origen  histórico en su primera fase fue La Reforma Universitaria iniciada en Córdoba, en la Argentina, que quería reformular la Universidad a fin de colocarla al alcance del pueblo y para el pueblo,….."
Cuarenta años antes de este reportaje, en la primera página del Diario "El Pueblo" de Arequipa (Perú), del día l2 de julio de l942, aparece uno de las primeras entrevistas que se hizo a Víctor Raúl, cuando retornaba de una gira por  las Repúblicas de Uruguay, Argentina y Chile, a donde viajó como delegado de la Federación de Estudiantes del  Perú, cuya parte que interesa al presente artículo es la siguiente:
-    "¿La Reforma Universitaria Argentina se halla cimentada?
Completamente. Los estudiantes han convertido las viejas universidades en amplios centros de cultura libre. Rectores, decanos y catedráticos trabajan entusiastamente con el alumnado por la obra constructiva después de la gran convulsión. El Congreso Nacional de Estudiantes reunidos en Córdoba concretó todos los grandes lineamientos de la ideología reformista y hoy no hay una sola conclusión de esa asamblea que no se haya cumplido, entre otras, la inauguración de la Universidad del Litoral y la nacionalización y ampliación de la de Tucumán. Yo creía conocer la Reforma Universitaria Argentina antes de vivir el ambiente de sus siete universidades, pude convencerme después que todo lo ignoraba. Ninguna sacudida más poderosa ni más eficaz que ese movimiento que ha transformado el espíritu de nuestros estudiantes estableciendo una verdadera democracia universitaria. El gobierno de los claustros es ejercido por la docencia y los alumnos igualmente y este nuevo sistema que superficialmente parece absurdo, constituye la más fuerte sugestión de estímulo para eltrabajo de unos y otros".
-    "¿La Reforma Universitaria Argentina cuenta con el apoyo del gobierno?"
"El gobierno argentino y sobre todo el Presidente de la nación al comprender la trascendencia de la obra de los estudiantes le prestaron y le prestan apoyo desinteresado. Es verdad que el primer empuje de los estudiantes ha soportado duras resistencias, pero nada habría podido avasallarlo y se impuso rápidamente al espíritu nacional. Personalmente, Hipólito Irigoyen me expresó sus conceptos sobre la reforma declarándome que era el verdadero punto de partida del renacimiento argentino, porque ella significaba la abolición del concepto utilitarista de la educación y de la renovación de hombres y sistemas".
-    "¿La Reforma en el Uruguay?"
"Llegué a Montevideo en pleno movimiento y el comité estudiantil pro- reforma educacional me hizo el honor de presidir su tercera asamblea confiriéndome también su representación ante todas las universidades de Argentina, Uruguay y Chile. Las últimas noticias que he recibido me anuncian la prosecución triunfal del movimiento que no sólo abarca a las universidades, sino a los establecimientos de instrucción secundaria".
-    ¿Y la de Chile?
"Cuando llegué a Santiago siendo portador de los mensajes estudiantiles del Uruguay y Argentina, la reforma no se había iniciado y sobre este punto ofrecí algunas conferencias. Las noticias del cable, referentes al asalto de la Universidad por los estudiantes y la expulsión del Rector me han comprobado una vez más cuánto puede una juventud que es unida y es viril".
 En el Libro "El Drama de América Latina" del escritor norteaméricano  John Gunter, editado en mas de cinco oportunidades, en la década del 40 del Siglo XX,aparecen los siguientes textos:
"Estuve con Haya de la Torre tres veces, y en cada ocasión me pareció estar en presencia de uno de los personajes más singulares de América. Las entrevistas fueron concertadas con bastante facilidad mediante la cortesía de ciertos amigos, si bien aparentemente el líder revolucionario está oculto. Es un refugiado a quien la policía no pierde de vista, y por más que sabe con seguridad dónde está, no lo arresta. La razón es, evidentemente, que el gobierno no desea exponerse al escándalo que provocaría su detención. Entretanto, el gobierno finge no tener conocimiento de su paradero y no se ha revelado oficialmente si pesa aún alguna denuncia contra él. Sin embargo, siempre que Haya de la Torre va a una reunión aprista secreta, sus amigos pueden ser arrestados después que él se retira. Dicha organización no tiene derecho legal para existir y todo aprista reconocido puede ser encarcelado en cualquier momento.
Haya de la Torre parece exactamente lo que es: un descendiente en línea directa de los conquistadores. Es un hombre de color cetrino, de ancha y fuerte espalda, y de mediana estatura. Su cabello, negro como el azabache, cae ondulante sobre ambas orejas, destacándolas. Su nariz es acentuadamente aguileña. Tiene brillantes ojos de color aceituna, posee un vivo sentido de la realidad política, así como también del buen humor, y habla inglés como un inglés.
Víctor Raúl Haya de la Torre nació el 22 de febrero de 1895 en Trujillo, al norte del Perú, una de las pocas ciudades peruanas que tienen nombre español y no indio. El día de su nacimiento es el mismo del de Jorge Wáshington, lo que le satisface, y también le agrada que su apellido materno sea Cárdenas, por cuanto siente gran admiración por el ex presidente Cárdenas, de México. Su padre fue periodista y tuvo un tío sacerdote. Se crió en un ambiente sumamente burgués, católico y respetable.
En su adolescencia Haya de la Torre leyó obras de Unamuno y de Nietzsche, aprendió francés y alemán, estudió piano y trepaba las montañas como deporte. Observó, asimismo, que de las cuarenta y tantas haciendas que producían azúcar en los alrededores de Trujillo, cuando él era niño, sólo quedaban dos cuando tuvo veinte años. Esta fue su primera lección acerca del poder de penetración de los grandes negocios. Más tarde, cuando aún no había cumplido veinticinco años, le sucedieron tres cosas que jamás ha podido olvidar. La primera de ellas fue cuando visitó el Cuzco, la antigua capital de los Incas. El joven Haya de la Torre recibió una viva impresión, provocada no precisamente por las ruinas, sirio porque vio lo que los antiguos indios habían levantado, y a sus descendientes oprimidos, azotados y dominados. Cuando regresó a Lima quiso construir una especie de monumento dedicado a Manco Cápac, el primer Inca, el fundador -como lo expresó él- de la nacionalidad peruana. (Haya de la Torre nunca erigió su estatua. Muchos años más tarde, lo hizo la colonia japonesa de Lima).
La segunda fue cuando Haya de la Torre visitó la Universidad de Córdoba, en la Argentina, y fue testigo del fermento social y político, "la Revolución' espiritual", como él la llama, que se operaba entre los estudiantes de aquélla. La mayor parte de las viejas universidades, como la de San Marcos, en Lima, eran catedrales de la reacción o, como dice Haya de la Torre en una de sus frases, "virreinatos del espíritu". Córdoba era diferente. Los jóvenes se estaban emancipando de la tradición católica europea, y trataban de pensar de acuerdo con Buenos Aires y no con París. "En Córdoba, allá por el año 1919, comprendí la decadencia de Europa", dice Haya de la torre. La "Reforma" nacionalista de Córdoba se propagó al norte, y afuera, a Chile y Perú. Haya de la Torre la trajo a Lima y llegó a ser el presidente de la. Federación de Estudiantes de la Universidad de San Marcos………… 
 Víctor Raúl Haya de la Torre, no obstante haber sido Presidente de la Federación de Estudiantes del Perú  (FEP)  que dirigió en 1919 la Reforma Universitaria  desde la Universidad de "San Marcos" en Lima, con absoluta honestidad reconoce la "primogenitura",diríamos, en los movimientos estudiantiles  de América, al Movimiento por la Reforma realizada en Córdoba-Argentina-.Señalamos esto porque se ha pretendido alguna vez, señalar  a la Universidad del Uruguay o a la Universidad del Cuzco (Perú),  como merecedoras de tal privilegio. Sin duda, los movimientos  de estudiantes  del Cuzco de Valcárcel y del Uruguay de Rodó fueron movimientos precursores.
(*) Diego vicuña Villar: Peruano, cesante de la Administración Pública. Actualmente dedicado a la práctica y difusión de la   Poesía Popular. Militante del Partido Aprista Peruano. Entre los cargos que ha ejercido figuran: Miembro del Comité Ejecutivo Nacional  del PAP (Secretario nacional de Sindicatos), Regidor Metropolitano en la Municipalidad de Lima, Secretario General de la Federación Nacional de Trabajadores del Poder Judicial, Director General de Coordinación Parlamentaria del Ministerio de Economía y Finanzas del Perú y otros cargos menores. Ha escrito también libros y grabado cd´s con sus producciones.
Nota. Este artículo ha sido publicado en el Semanario "La Trbuna" - Vocero Oficial del Partido Aprista Peruano, en la página central en su edición del 30 de mayo último, como un homenaje a la Reforma del ´18. Ver página: www.la-tribuna.org
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