Movimiento voluntario

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El movimiento voluntario y su automatización
Los movimientos voluntarios son generalmente complejos y se producen gracias a la asociación del tiempo y la secuencialidad; para lograr realizar un movimiento voluntario es necesario producir un esquema o representación mental de lo que se vaya a efectuar. La corteza cerebral incide en la formación, desarrollo y orientación de este tipo de movimientos. La representación mental se suelen dar gracias a la información visual y la memorización de movimientos ya ejecutados con anterioridad.
Los movimientos automáticos, en cambio, se producen gracias a la repetición de movimientos nuevos y se mantienen en la medida que sean repetidos, no existe un control completamente voluntario ya que esto se ve solo al inicio y al final de haber sido realizado el movimiento, el proceso suele darse de manera automatizada sin necesidad de un control voluntario de este. Para que se forme un movimiento automático es importante fortalecer un estereotipo motor.
Las costumbres motoras forman parte de los movimientos voluntarios donde se efectúa una relación con el medio en que se desarrolla ejercicio físico, estas costumbres suelen ser saltar, correr, lanzar objetos, etc. Esta etapa es muy importante en el desarrollo de un deportista ya que forma parte de su proceso de entrenamiento y de su metodología deportiva.
Para lograr estas costumbres motoras, se pasa por un proceso de “adaptación” que se inicia con movimientos generalizados que suelen ser toscos, tontos y descoordinados; con algo de practica estos se vuelven tensos y rígidos e incapaces de poder regular de manera adecuada la irradiación de los procesos de excitación e inhibición; pero a medida del paso de la practica estos movimientos ya se vuelven mucho mas elásticos, rápidos y precisos.
Aquí es donde ingresa la importancia del estereotipo dinámico ya que este constituye una respuesta predeterminada ante la acción de muchos excitantes de forma simultánea; lo interesante de este estereotipo es que a pesar de que se mantiene “como único” ante las variaciones de intensidad, suele estar abierto a su adaptación en base a las condiciones externas.
Del mismo modo podemos hablar de los trastornos del movimiento que se refiere a un grupo de afecciones del sistema nervioso (afecciones neurológicas) que provocan un aumento de movimientos anormales, que pueden ser voluntarios o involuntarios. Estas afecciones son las denominadas ataxias, distonías, la enfermedad de Huntingon, la enfermedad de Parkinson y el síndrome de Tourette. (Mayor Clinic, 2017)
Referencias biblioraficas
Mayor Clinic. (2017). Trastornos del movimiento - Síntomas y causas - Mayo Clinic. Www.mayoclinic.org. https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/movement-disorders/symptoms-causes/syc-20363893 
Movimiento Voluntario, E., Su, Y., Por, A., & Medina, B. (1980). Teoria del movimiento. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5012092.pdf