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89_Digest_saliva

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Dr. Fernando D. Saraví 
 
La saliva es la secreción exocrina que 
constantemente baña la mucosa orofaríngea y las 
piezas dentarias. En este capítulo se mencionarán 
las funciones de la saliva, se describirán las 
glándulas que la producen, se indicará su 
composición y se explicará el mecanismo de la 
secreción y su regulación. 
 
FUNCIONES DE LA SALIVA 
 
Entre las múltiples funciones de la saliva (Fig. 1), 
deben mencionarse las siguientes: 
 
Protección de las mucosas. La saliva mantiene la 
integridad del epitelio. Evita o atenúa la irritación 
o lesión por agresiones mecánicas, térmicas o 
químicas. 
Protección de los dientes. Además de formar una 
película protectora de ~ 0.5 μm de espesor, la 
saliva contiene una concentración supersaturada 
de iones (Ca2+ y fosfatos) con respecto al esmalte, 
lo cual contribuye a mantener su mineralización. 
Amortiguación. La saliva tiene pH alcalino, por 
lo cual amortigua la acidez de alimentos y 
bebidas. Además permite la recuperación del pH 
de la placa dental cuando las bacterias de ésta la 
acidifican al metabolizar hidratos de carbono (el 
esmalte comienza a desmineralizarse cuando el 
pH es inferior a 5.5). 
Lubricación y humectación. La saliva lubrica y 
humedece los bocados de alimento sólido, 
ablandándolos y favoreciendo su trituración por 
las muelas. 
Disolución y gusto. La saliva actúa como 
disolvente de las sustancias químicas 
presentes en los alimentos, lo cual permite 
la exposición de tales sustancias a las 
papilas gustativas. 
Limpieza y deglución. La saliva 
contribuye a eliminar restos alimentarios y 
es necesaria para la deglución normal. 
Digestiva. La saliva contiene una α-
amilasa (ptialina) con un pH óptimo de 7, 
que puede contribuir significativamente a 
la degradación del almidón, 
particularmente cuando la masticación se 
prolonga. 
Fonación. La saliva es necesaria para la 
fonación normal, como lo sabe cualquiera a quien 
se le haya “secado la boca” cuando debía hablar. 
Acción antimicrobiana. La saliva contiene 
glicoproteínas que aglutinan bacterias (por ej., 
mucinas), además de agentes antimicrobianos 
específicos (inmunoglobulina A) e inespecíficos 
(lisozima, lactoferrina, peroxidasas) que 
contribuyen a mantener el equilibrio ecológico de 
la flora microbiana oral. 
 
GLÁNDULAS SALIVALES 
 
Las glándulas salivales se clasifican en mayores y 
menores. Las glándulas salivales mayores derivan 
del ectodermo y son tres estructuras pares: 
parótidas, submaxilares y sublinguales (Fig. 
2), y en conjunto secretan 90 % del volumen de 
saliva. Las glándulas salivales menores, derivadas 
del mesodermo, son cientos (de 600 a 1000) de 
pequeñas estructuras distribuidas en la mucosa 
orofaríngea. Aunque solamente secretan 10 % 
del total de saliva, su contribución se destaca por 
el alto contenido de mucinas que cumplen 
funciones lubricantes, protectoras y agregantes de 
bacterias. 
 
Estructura 
Las glándulas salivales están constituidas por 
acinos secretorios y conductos. Los acinos se 
agrupan en lóbulos, separados por tabiques de 
tejido conectivo. Los ductos acinares se reúnen 
en ductos intralobulares y éstos en ductos 
lobulares (Fig.3 A). 
 Los acinos están rodeados de células 
mioepiteliales. Según el tipo de secreción, se 
clasifican en acinos serosos, acinos mucosos y 
acinos mixtos (serosos y mucosos) (Fig. 3 B). 
Las células serosas (basófilos) contienen gránulos 
que almacenan proteínas. Las células mucosas 
(eosinófilos) poseen vacuolas que contienen 
Secreciones digestivas 1: 
Saliva 
Posgrado-00
Sello
Secreción salival 
Dr. Fernando D. Saraví 
2
mucinas. La secreción primaria fluye por los 
conductillos, donde su composición electrolítica 
y su osmolaridad son modificados. 
 
Reseña anatómica 
Parótida. Cada parótida tiene una masa de 15 a 
30 g. Tiene forma de cuña y está en íntima 
relación con ramas del nervio facial. Su secreción 
es de tipo seroso. La saliva parotídea drena hacia 
la cavidad oral por el conducto parotídeo (de 
Stensen), que se abre en una papila a nivel del 
segundo molar superior. En 20 % de las 
personas hay una pequeña glándula parótida 
accesoria, que también drena en el conducto de 
Stensen. La parótida es irrigada por ramas de la 
carótida externa (maxilar y facial transversa). El 
drenaje venoso, mediante la vena 
retromandibular, se dirige a la vena yugular 
externa. La parótida tiene dos capas de ganglios 
linfáticos, que drenan hacia los sistemas 
cervicales profundo y superficial. 
Submandibular. Tiene una masa de 7 a 16 g. 
Se ubica entre el borde inferior de la mandíbula 
y el espacio formado por los vientres anterior y 
posterior del músculo digástrico. Su secreción es 
mixta, serosa y mucosa. Drena por el conducto 
de Wharton, que desemboca por detrás del 
segundo incisivo inferior. 
Sublingual. Su masa es de 2 a 4 g. Es una 
estructura aplanada en la parte anterior del piso 
de la boca, por encima del músculo milohioideo. 
Su secreción es mucosa. Su secreción se dirige 
directamente a la cavidad oral mediante los 
ductos de Rivinius (en los bordes del frenillo de 
la lengua) o indirectamente, mediante el 
conducto de Bartholin que desemboca en el 
conducto de Wharton. 
 Las glándulas submandibulares y 
sublinguales son irrigadas por ramas de las 
arterias facial y lingual, que provienen de la 
carótida externa. El drenaje venoso sigue las 
venas correspondientes. El drenaje linfático de 
la glándula submandibular se dirige a los plexos 
yugular y cervical profundo. La glándula 
sublingual drena hacia los ganglios 
submandibulares. 
 La inervación parasimpática de la 
parótida procede del núcleo salival inferior por 
una rama del nervio glosofaríngeo (IX par), por 
vía del ganglio ótico y desde éste, por el nervio 
auriculotemporal (Fig. 4). Es probable que la 
parótida reciba también eferencias que cursan 
por el nervio facial. La inervación simpática está 
dada por fibras posganglionares provenientes 
del ganglio cervical superior. 
Las glándulas submaxilar y sublingual 
poseen inervación parasimpática procedente del 
núcleo salival superior (protuberancial) por los 
nervios facial (VII par) y trigémino (V par), que 
originan, respectivamente, los nervios cuerda del 
tímpano y lingual. Este último inerva la glándula 
sublingual. Fibras de los nervios lingual y cuerda 
del tímpano forman el ganglio sublingual, cuyas 
fibras posganglionares inervan la glándula 
submandibular. Las fibras posganglionares 
simpáticas proceden del ganglio cervical. 
Secreción salival 
Dr. Fernando D. Saraví 
3
 
FORMACIÓN DE LA SALIVA 
 
La secreción salival se inicia en los acinos como 
un líquido isoosmótico con el plasma, rico en 
NaCl. En los ductos se reabsorbe Na+ y Cl-, pero 
no agua, con lo cual la osmolaridad de la saliva 
final es siempre inferior a la osmolaridad 
plasmática (aunque los ductos aporten solutos 
como HCO3- y K+). Por definición, la saliva no es 
un ultrafiltrado de plasma, ya que las diferencias 
de presión hidrostática u oncótica carecen de 
importancia en su formación. 
 
Secreción hidroelectrolítica acinar 
Los principales procesos se 
esquematizan en la Fig. 5. El 
potencial transmembrana de la célula 
acinar (con respecto al intersticio) es 
de – 50 mV a – 60 mV. La Na, K-
ATPasa de la membrana basolateral 
mantiene un gradiente electroquímico 
favorable al ingreso de Na+. En estas 
condiciones, el Na+ ingresa, junto con 
K+ y 2 Cl-, por el simporte 
electroneutro NKCC1. El K+ recicla 
hacia el intersticio a favor de su 
gradiente electroquímico mediante 
canales iónicos. El intercambiador 
aniónico AE2 (no mostrado en la 
figura) también contribuye – en menor 
medida – al ingreso basolateral de Cl-, 
en intercambio con bicarbonato. 
Como consecuencia del ingreso de Cl- 
por transporte activo secundario, su 
concentración intracelular varias veces mayor 
que el correspondiente a una distribución pasiva, 
que permite su egreso por la membrana apical 
hacia la luz del acino por gradiente 
electroquímico, mediante canales de Cl-.La salida de Cl- hace que el potencial 
eléctrico de la luz se torne negativo con respecto 
al intersticio, y esta diferencia de potencial 
transepitelial (– 6 mV a – 10 mV en la glándula 
no estimulada) impulsa la salida de Na+ hacia la 
luz por vía paracelular. El aumento de 
osmolaridad luminal debido al ingreso de Na+ y 
Cl- atrae agua, ya sea por vía paracelular (30 %) 
o transcelular (70 %) por medio de la 
acuaporina 3 (AQP3) en la membrana basolateral 
y la 5 (AQP5) en la membrana apical. 
 
Modificaciones en los ductos 
El transporte iónico en los ductos se esquematiza 
en la Fig. 6. En los ductos se reabsorbe Na+ 
mediante canales epiteliales de Na+ (ENaC) a 
favor del gradiente electroquímico. También se 
reabsorbe Cl-. No obstante, en este nivel el 
movimiento de NaCl no es acompañado por agua 
porque los ductos son virtualmente impermeables 
a ésta. 
 
Cambios en la composición con el flujo 
Con flujos salivales bajos, la saliva alcanza su 
mínima osmolaridad. Cuando la secreción es 
estimulada, la osmolaridad aumenta porque se 
incrementa la concentración de Na+, Cl- y 
bicarbonato en la saliva final (Fig. 7); nótese las 
diferencias con las correspondientes 
concentraciones plasmáticas. En la Tabla 1 se 
compara la composición electrolítica del líquido 
intersticial con la de la saliva en condición basal 
Tabla 1: Composición electrolítica de la saliva. 
Componente Líquido 
intersticial 
Saliva 
No 
estimulada 
Saliva 
estimulada 
Cationes (mmol/L) 
Na+ 140 5.0 21 
K+ 4 22 20 
Ca2+ 1.7 1 a 4 1 a 4 
Mg2+ 0.65 0.20 0.15 
Aniones (mmol/L) 
Cl- 107 15 30 a 100 
HCO3- 25 5.5 15 a 80 
H2PO4-/ HPO4 2- 2.3 5.7 2.7 
SCN- <0.05 0.7 0.34 
 
pH 7.40 7.04 7.61 
mOsm/L 300 120 220 
Secreción salival 
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(0.3 mL/min) y moderadamente estimulada (1 a 2 
mL/min). La concentración de fluoruro en la 
saliva es aproximadamente la mitad que la 
concentración de F- en el plasma. Es importante 
para inhibir la disolución de los cristales de 
apatita del esmalte dental. 
 
Componentes orgánicos de bajo peso molecular 
La saliva posee varios solutos orgánicos 
pequeños, como urea, lactato, glucosa, amoníaco, 
aminoácidos y lípidos. Sus concentraciones en la 
saliva pueden ser mayores, iguales o menores que 
en el plasma. La concentración de lípidos totales 
es prácticamente insignificante (12 a 14 mg/L). 
La concentración de glucosa es solamente 1 a 2 
% de la concentración plasmática (0.6 a 1.2 
mg/dL). Las concentraciones de lactato y 
aminoácidos son, respectivamente, 20 % y 35 % 
de las plasmáticas. La concentración de urea en la 
saliva es similar a la plasmática. Por otra parte, la 
concentración salival de amoníaco es cerca de 
100 veces mayor que la plasmática (3 a 7 
mmol/L). 
 
Proteínas y glicoproteínas 
La concentración total de proteína en la saliva es 
próxima a 1.5 g/L. La concentración salival de 
albúmina es mil veces menor que la 
concentración plasmática (~ 50 mg/L). Por otra 
parte, la saliva contiene más de 100 proteínas que 
no se encuentran en el plasma (Fig. 8). 
Obviamente, en lo que sigue se limitará la 
exposición a aquellas más importantes. 
 Las proteínas 
salivales tienen las 
características de ser 
multifuncionales, redundantes 
y anfifuncionales (Fig. 9). 
 
- Multifuncional significa 
que una misma proteína 
cumple dos o más 
funciones. Por ej., las 
cistatinas son antivirales, 
forman una película 
protectora sobre los 
tejidos y facilitan la 
mineralización del 
esmalte. 
- Redundante se refiere a 
que una misma función es 
cumplida por dos o más 
proteínas. Por ej., un gran 
número de proteínas 
salivales tienen 
propiedades 
antibacterianas. 
- Anfifuncional quiere decir que una misma 
proteína puede producir efectos opuestos en 
diferentes condiciones. Por ej., la estaderina 
en solución facilita la mineralización del 
esmalte, pero cuando se adsorbe a éste 
facilita la adherencia de bacterias que 
producen caries. 
 
Aglutinina salival. También conocida como 
glicoproteína 340 y DMBT-1, la aglutinina 
salival es una glicoproteína rica en cisteína que 
funciona como un receptor de reconocimiento de 
patrones capaz de ligarse a diversas bacterias y 
virus patógenos, facilitando su eliminación hacia 
el estómago. Además forma parte de la película 
protectora de las mucosas y los dientes. 
Amilasa. La saliva contiene varias enzimas, 
como ribonucleasa, lipasa y kalikreína. No 
obstante, la proteína más abundante en la saliva 
(~ 50 % del total de proteína) es la α-amilasa, 
secretada principalmente por la parótida. Esta 
enzima tiene un pH óptimo alcalino y puede 
contribuir significativamente a la digestión de 
almidón cuando la masticación es prolongada. La 
α-amilasa tiene además cierta acción 
antibacteriana y posiblemente antiviral. 
Anhidrasa carbónica VI. Las anhidrasas 
carbónicas son una familia de enzimas que 
catalizan reversiblemente la reacción HCO3- + 
H+↔ CO2 + H2O. La isoenzima VI es la única 
que es secretada. Es una glicoproteína de 42 kDa 
que contiene Zn2+ y es producida por las células 
Secreción salival 
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acinares de las glándulas parótida y submaxilar. 
Contribuye a evitar la acidificación de la película 
líquida al amortiguar H+ producidos por las 
bacterias o presentes en los alimentos. El sistema 
amortiguador bicarbonato/CO2 es el más 
importante en la saliva. Es eficiente porque el 
exceso de CO2 producido escapa a la fase 
gaseosa. Además de su función enzimática, la 
anhidrasa carbónica VI tiene una función trófica 
que preserva la 
integridad de las 
papilas gustativas y 
por tanto contribuye al 
sentido del gusto (de 
hecho, la enzima se 
aisló inicialmente por 
esta función trófica y 
se denominó 
“gustina”). 
Cistatinas. Las 
cistatinas son un 
grupo de proteínas, 
producidas 
principalmente por la 
glándula 
submandibular (y en 
menor medida por la 
parótida), que inhiben 
las proteasas de 
cisteína endógenas y 
exógenas (de 
bacterias, hongos y 
parásitos). Forman 
parte de la película 
protectora del esmalte, 
son capaces de ligar 
bacterias y lipopolisacáridos bacterianos, 
inhiben la replicación viral y tienen propiedades 
inmunomoduladores. 
Defensinas. Son péptidos globulares de ~ 4 kDa 
con una estructura en clip estabilizada por tres 
puentes disulfuro. No son producidas por las 
glándulas salivales, sino por granulocitos 
neutrófilos (α-defensinas) y por el epitelio oral 
(β-defensinas). Se adsorben a la superficie de 
bacterias y forman poros que permeabilizan la 
membrana y causan la lisis bacteriana. También 
contribuyen a la defensa contra hongos y virus. 
Las defensinas tienen además capacidad 
opsonizante, quimiotáctica, cicatrizante y 
estimulante de a secreción de ciertas citokinas. 
Estaderina. Es una fosfoproteína rica en 
tirosina, glutamina y prolina producida por las 
células acinares de las glándulas salivales que 
inhibe la precipitación de sales de fosfato de 
calcio. También tiene efecto lubricante, inhibe la 
adhesión de bacterias al esmalte y es fungistática 
contra el hongo Candida albicans. 
Histatinas. Son péptidos catiónicos ricos en 
histidina, secretados por las glándulas salivales 
mayores (especialmente la parótida). Poseen 
actividad antibacteriana, antimicótica y antiviral. 
Por su contenido en histidina, contribuyen a la 
amortiguación en el rango de pH de la saliva. 
Favorecen la cicatrización de lesiones de la 
mucosa oral. También precipitan taninos, 
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compuestos fenólicos astringentes que son 
irritantes para las mucosas. 
Inmunoglobulina A. Cerca de 90 % del total de 
anticuerpos presentes en la saliva es IgA 
secretoria (sIgA, dimérica). La sIgA corresponde 
a ~ 10 % del total de proteína salival. Es 
producida por células plasmáticas del tejido 
linfoide asociado a mucosas (MALT). La IgA es 
transportada hacia la saliva por células acinares y 
ductales que expresan un receptor de 
inmunoglobulina polimérica. Una parte integral 
de dicho receptor es el componentesecretorio, 
que se une a la IgA y se separa del receptor al ser 
secretada la sIgA. La sIgA participa en 
mecanismos de inmunidad específica ligando 
bacterias, hongos, virus y toxinas. Además 
promueve la aglutinación de bacterias y su 
posterior eliminación y contribuye a excluir los 
patógenos de las superficies mucosas y dentarias. 
La unión a los patógenos facilita su eliminación 
por las células inmunes. Además, la sIgA cataliza 
la formación de ozono, poderoso oxidante 
bactericida. El componente secretorio también 
puede secretarse libre. Por sí mismo, es capaz de 
inhibir la adhesión de bacterias al epitelio y 
neutralizar algunas toxinas. 
Lactoferrina. También es llamada 
lactotransferrina, Es una glicoproteína catiónica 
de 80 kDa que liga Fe3+. Es secretada por los 
acinos glandulares. Tiene efectos protectores 
contra bacterias, hongos, parásitos y virus. 
Lactoperoxidasa. Esta enzima es producida por 
las glándulas salivales. En presencia de peróxido 
de hidrógeno (H2O2) Cataliza la transformación 
de tiocianato (SCN-) en hipotiocianito (OSCN-), 
que es un poderoso bactericida y fungicida. 
Lisozima. Es secretada principalmente por las 
células ductales de la glándula sublingual. Es una 
proteína de 145 kDa cuya actividad enzimática 
ataca principalmente bacterias Gram-positivas. 
También permeabiliza la membrana de bacterias 
Gram-positivas y Gram-negativas y de algunos 
hongos. Liga lipopolisacáridos bacterianos y por 
tanto protege contra sus efectos inflamatorios. 
Además, la lisozima tiene acción antiviral y 
puede causar lisis de células neoplásicas. 
Mucinas. Son proteínas altamente glicosiladas 
en residuos de serina y treonina, con un alto 
contenido de cisteína en las regiones no 
glicosiladas. Su cadena peptídica (apomucina) es 
lineal (Fig. 10). Las mucinas son secretadas por 
los acinos de las glándulas submaxilares, 
Secreción salival 
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submandibulares y menores. Existen dos formas 
principales, que difieren en su masa molecular y 
en su grado y forma de agregación: MG1, de alto 
peso molecular (codificada por el gen MUC5B) y 
MG2m de bajo peso molecular (gen MUC7). Las 
mucinas son un componente importante de la 
película protectora que forma la saliva sobre los 
tejidos blandos y los dientes. Poseen baja 
solubilidad y altas viscoelasticidad y adhesividad 
(en particular MG1). Contribuyen a la lubricación 
necesaria para la masticación, la deglución y la 
fonación. Además poseen propiedades 
antibacterianas. La MG1 se adsorbe al esmalte, 
donde forma complejos heterotípicos con otras 
proteínas como amilasa, estaderinas e histatinas. 
Por su parte, la MG2 promueve la agregación y 
eliminación de bacterias potencialmente 
perjudiciales. 
Proteínas ricas en prolina (PRP). En conjunto, 
estas son las proteínas más abundantes en la 
saliva (20 a 30 % del total). Son secretadas por 
los acinos de las glandulas parótida y 
submandibular. Existen en tres formas: ácida, 
básica y glicosilada. Tienden a concentrarse en la 
película que recubre el esmalte, pues poseen 
dominios de unión a la hidroxiapatita. Las PRP 
ácidas ligan bacterias, las básicas hongos y virus 
y las glicosiladas bacterias y virus. Contribuyen a 
la eliminación de estos patógenos. Al igual que 
las histatinas, las PRP ligan taninos y neutralizan 
su efecto irritante. 
 
REGULACIÓN DE LA SECRECIÓN SALIVAL 
 
En la regulación de la mayoría de las secreciones 
digestivas – gástrica, pancreática, biliar e 
intestinal – participan las tres divisiones del 
sistema nervioso autónomo (simpática, 
parasimpática y entérica) y diversas 
hormonas. En contraposición, las 
glándulas salivales se parecen a las 
glándulas lacrimales y sudoríparas en 
que son controladas en forma casi 
exclusiva en forma refleja por las 
divisiones simpática y parasimpática 
del sistema nervioso autónomo. 
 Desde luego, la función normal 
de las glándulas salivales dependen de 
un ambiente hormonal adecuado que 
requiere la acción permisiva de las 
hormonas tiroideas y los 
glucocorticoides. Además, la 
aldosterona estimula la reabsorción de 
Na+ en los ductos de las glándulas 
salivales, pero en el ser humano este 
efecto es débil. La deprivación 
estrogénica propia de la menopausia 
puede reducir la cantidad y calidad de la saliva 
producida. Recientemente se ha demostrado que 
las glándulas salivales tienen receptores para las 
hormonas digestivas gastrina y colecistokinina. 
Ambas hormonas producen cierto grado de 
estimulación secretoria. No obstante, estos 
efectos son menores en comparación con la 
influencia del sistema nervioso autónomo. 
 
Secreciones espontánea y “no estimulada” 
Las glándulas menores pueden secretar un escaso 
volumen de saliva en ausencia de todo estímulo. 
Esta secreción espontánea (Fig. 11) es rica en 
mucinas y es apenas suficiente para mantener 
húmedas las mucosas. 
 En ausencia de estímulos deliberados, la 
saliva se secreta con una tasa media de 0.3 a 0.4 
mL/min. Esta secreción se denomina “no 
estimulada” (Fig. 11), pero en realidad se 
produce por una descarga autonómica refleja de 
baja frecuencia mantenida por la sequedad de las 
mucosas y los movimientos de la lengua y los 
labios. La secreción no estimulada proviene en 
su mayor parte de las glándulas submandibulares. 
Cuando una persona traga saliva, 
Secreción salival 
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8
permanece en la boca un volumen de 0.8 mL que 
forma una capa protectora continua de 70 a 100 
μm de espesor sobre la mucosa y las piezas 
dentarias (esta capa de saliva no debe 
confundirse con la película mucho más delgada 
que recubre el esmalte). Cuando se acumula cerca 
de 0.3 mL más, se produce la deglución, con una 
tasa próxima a 60/min. 
 La secreción no estimulada muestra un 
ritmo circadiano (Fig. 12), con un máximo cerca 
de las 18. Durante el sueño, la secreción de saliva 
disminuye prácticamente a cero. Esto significa 
que durante el sueño se pierde la función 
protectora de la saliva. Por esta razón, si bien es 
recomendable cepillarse los dientes después de 
cada comida, para mantener una dentadura sana 
es esencial un concienzudo cepillado antes de 
dormir. 
 Si una persona duerme 8 horas diarias, la 
secreción no estimulada de saliva durante las 16 
horas de vigilia corresponde a un volumen de 300 
a 400 mL diarios. No obstante, se estima que 70 a 
80 % del total de secreción salival se debe a la 
secreción estimulada, de modo que el volumen 
total de saliva producido diariamente es de 1.0 a 
1.5 L. 
 
Estímulos para la secreción salival 
La Fig. 13 resume la influencia de diferentes 
estímulos sobre la secreción salival. Todos ellos 
actúan estimulando o inhibiendo los centros 
salivatorios. Las glándulas parótidas contribuyen 
mucho más a la secreción salival estimulada que 
a la secreción no estimulada (Tabla 2). 
La estimulación de las papilas gustativas 
con cualesquiera de los cinco sabores conocidos 
(dulce, salado, ácido, amargo y umami) aumenta 
la secreción de saliva. Los estímulos ácidos son 
los más eficaces. No obstante, umami (el sabor 
“sabroso” causado por el glutamato) produce 
respuestas más persistentes. Los aferentes 
gustativos viajan por los nervios facial y 
glosofaríngeo hasta la porción rostral del núcleo 
del tracto solitario, en el cual hay conexiones 
excitatorias con las neuronas preganglionares 
parasimpáticas que inervan las glándulas 
salivales. 
 La estimulación de mecanorreceptores 
presentes en los ligamentos periodontales y las 
encías durante la masticación también 
estimula la secreción salival. 
 La estimulación de 
termorreceptores aumenta la secreción 
salival, tanto ante alimentos y bebidas 
frías o calientes con respecto a la 
temperatura oral. 
 Durante la alimentación normal, 
se estimulan naturalmente receptores gustativos, 
mecanorreceptores y, con frecuencia, 
termorreceptores. La estimulación simultánea de 
varias clases de receptores tiene un efecto 
sinérgico sobre el caudal de saliva producida 
(mayor que la suma de efecto decada estímulo 
por separado). Con estimulación máxima, la 
producción de saliva alcanza ~ 7 mL/min (420 
mL/h). 
 La activación de nociceptores también 
incrementa la secreción salival. Esto puede 
ocurrir normalmente durante la ingesta de 
alimentos picantes (como el ají Capsicum 
frutescens L.) o bien ser causado por una lesión 
(por ej., aftas). 
 La estimulación olfativa, ya sea de 
aromas ambientales que ingresan por las fosas 
nasales o despedidos por la comida en la boca 
que llegan por vía retronasal (coanas) estimula la 
secreción, particularmente por la glándula 
submandibular. Los olores irritantes estimulan la 
secreción por todas las glándulas mayores, pero 
en este caso debido a la estimulación de 
receptores irritantes cuyas aferencias viajan por el 
trigémino. 
Tabla 2: Contribución de las glándulas al flujo salival 
Glándulas No 
estimulada 
Estímulo 
mecánico
Estímulo
ácido 
Parótidas 21 58 45 
Submaxilares 70 33 45 
Sublinguales 2 2 2 
Menores 7 7 8 
Secreción salival 
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 La sequedad de la mucosa orofaríngea es 
otro estímulo conocido de la secreción salival. 
 Entre las influencias de centros 
superiores para la secreción salival, debe 
mencionarse la visión de alimentos, sonidos 
relacionados con la elaboración o manipulación 
de alimentos, y simplemente pensar en comidas. 
Probablemente la corteza órbitofrontal tiene 
influencia estimulante sobre la secrecion salival. 
Estos estímulos son relativamente débiles. 
Igualmente, en el ser humano es escasa la 
influencia de reflejos condicionados, que Ivan 
Pavlov demostrara claramente en perros. 
Por otra parte, el sueño, el temor y la 
fiebre (e incluso el aumento de la temperatura 
ambiental) inhiben la secreción de saliva, al 
parecer por eferentes desde el hipotálamo a los 
núcleos salivatorios. 
 Otro grupo de estímulos, en este caso 
anormales, llegan al sistema nervioso central por 
aferentes viscerales vagales y simpáticos. La 
distensión del estómago, el reflujo ácido 
gastroesofágico y estímulos que causan náuseas o 
vómitos pueden causar una abrupta y copiosa 
secreción salival (típicamente, los pacientes con 
esofagitis con reflujo refieren que “se les llena la 
boca de agua” [saliva] cuando se produce el 
reflujo. Los citados aferentes viscerales hacen 
relevo principalmente en la porción caudal del 
núcleo del tracto solitario, desde la cual parten 
axones excitatorios hacia los núcleos salivatorios. 
 Las influencias excitatorias sobre los 
núcleos salivatorios son mediadas principalmente 
por glutamato y, en menor medida, por sustancia 
P. Los efectos inhibitorios se deben a la 
liberación de GABA o glicina. 
 
Núcleos salivatorios 
El área salivatoria parasimpática se divide en un 
núcleo salivatorio superior (protuberancial) y un 
núcleo salivatorio inferior (bulbar); Fig. 14. Las 
neuronas preganglionares parasimpáticas del 
núcleo superior inervan las glándulas 
submandibular y sublingual, mientras que las del 
núcleo inferior inervan la parótida. Entre ambos 
núcleos existe una zona intermedia que envía 
eferentes a las tres glándulas salivales mayores. 
 El centro salivatorio simpático se 
encuentra en la columna intermediolateral de los 
primeros segmentos torácicos de la médula 
espinal. Las neuronas preganglionares se dirigen 
al ganglio cervical superior. 
 
Efectos de la descarga autonómica 
Las fibras posganglionares parasimpáticas son 
colinérgicas y las fibras posganglionares 
simpáticas son noradrenérgicas, aunque ambos 
tipos de fibras pueden también liberar ciertos 
neuropéptidos. 
 La inervación autónoma de los acinos es 
exclusivamente excitatoria. En los acinos 
glandulares, la acetilcolina estimula receptores 
muscarínicos M3 y, en menor medida, M1. La 
noradrenalina actúa sobre α1- y β1-
adrenoceptores. El mecanismo de acción de la 
acetilcolina y la noradrenalina se diagraman en la 
Fig. 15. 
Los receptores muscarínicos M3, M1 y 
los α1-adrenoceptores activan receptores 
acoplados a proteínas G que estimulan la 
fosfolipasa C. Por tanto, su activación aumenta la 
síntesis de inositol trifosfato y triaciglicerol. El 
inositol trifosfato produce liberación de Ca2+ del 
retículo endoplásmico. Con la estimulación 
sostenida también hay activación de canales de 
calcio operados por depósito (SOC) en la 
Secreción salival 
Dr. Fernando D. Saraví 
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membrana plasmática. 
El Ca2+ facilita la secreción de Cl- porque 
por una parte aumenta la conductancia de canales 
de K+ en la membrana basolateral y por otra parte 
aumenta la permeabilidad al Cl- de la membrana 
apical. 
Por su parte, los β1-adrenoceptores 
aumentan la síntesis de cAMP, que activa la 
proteína kinasa A (PKA), la cual por una parte 
promueve la exocitosis de los gránulos que 
almacenan amilasa y por otro lado contribuye a 
facilitar la liberación del Ca2+ del retículo 
endoplásmico. 
Las fibras parasimpáticas también 
liberan, cuando la estimulación es sostenida, 
péptido intestinal vasoactivo (VIP) que actúa 
sobre receptores acoplados a proteína Gs que, al 
igual que los β1-adrenoceptores, aumentan la 
síntesis de cAMP. 
La estimulación colinérgica produce un 
mayor caudal de saliva que la adrenérgica, pero 
esta última posee un mayor efecto sobre la 
secreción de amilasa y otras proteínas. En las 
glándulas mucosas, la estimulación parasimpática 
aumenta notablemente la secreción de mucina. 
Además de sus efectos agudos sobre la 
actividad secretoria, la inervación autonómica 
mantiene el estado trófico de las glándulas 
salivales. 
La acetilcolina y la noradrenalina 
Secreción salival 
Dr. Fernando D. Saraví 
11
también producen la contracción de las células 
mioepiteliales. Dicha contracción puede 
contribuir a mantener la presión en los ductos 
durante la estimulación de la secreción y además 
evita la dilatación de los acinos por la 
acumulación de líquido en la luz glandular. 
 Las glándulas salivales poseen una densa 
red capilar, comparable a la del miocardio. Estos 
capilares son de tipo fenestrado y poseen una 
elevada permeabilidad para los cristaloides. 
Cuando las glándulas no están 
estimuladas, su resistencia vascular es mantenida 
por fibras simpáticas vasoconstrictoras diferentes 
de las que inervan los acinos. Estas fibras 
vasoconstrictoras están bajo el control de los 
centros reguladores de la presión arterial. Sus 
efectos sobre el músculo liso vascular son 
mediados por la liberación de noradrenalina (α1-
adrenoceptores) y neurotensina Y, péptido que no 
se encuentra en las fibras que inervan los acinos. 
La vasoconstricción simpática no es parte del 
reflejo salivatorio. 
Cuando las glándulas son estimuladas, 
para la mayor secreción es indispensable un 
mayor aporte de agua y electrolitos, que 
provienen del plasma. Se produce una 
disminución de su resistencia vascular, que es 
parte del reflejo salivatorio y es mediada por 
fibras posganglionares parasimpáticas. Esta 
vasodilatación sí es parte integral del reflejo 
salivatorio. 
La estimulación parasimpática produce 
un incremento de hasta 20 veces en el caudal 
sanguíneo de las glándulas. La acetilcolina 
produce vasodilatación porque estimula la 
producción endotelial de óxido nítrico (NO). No 
obstante, el principal vasodilatador fisiológico en 
este lecho vascular es el VIP, que también 
aumenta la generación endotelial de NO. 
 
XEROSTOMÍA 
 
La sequedad de la boca causada por una 
hiposecreción de saliva es un problema médico 
relativamente frecuente. Puede ser causada por la 
destrucción autoinmune de las glándulas en el 
síndrome de Sjögren o ser una secuela de la 
irradiación terapéutica de tumores de cabeza y 
cuello. 
No obstante, la causa más frecuente es la 
ingestión de fármacos con efectos bloqueantes 
de los receptores muscarínicos 
(antimuscarínicos). Además de los fármacos 
selectivamente antimuscarínicos, cierto número 
de medicamentos causa bloqueo de receptores 
muscarínicos como efecto colateral. Entre ellos se 
destacan los antidepresivos tricíclicos comoamitriptilina, los antihistamínicos como 
difenhidramina y los antipsicóticos como 
trifluoperazina y haloperidol. 
 
USO DIAGNÓSTICO DE LA SALIVA 
 
La concentración salival de un gran número de 
sustancias guarda una relación relativamente fija 
con su concentración plasmática. Dado que la 
saliva es un líquido corporal que puede obtenerse 
fácilmente de manera no invasiva, es posible 
utilizarla con fines diagnósticos. Por ejemplo: 
 
1. Hormonas esteroides: La concentración de 
testosterona, estradiol, progesterona y cortisol 
es proporcional a su concentración libre en e 
plasma. 
2. Fármacos. Por ej., lamotrigina 
(antiepiléptico), morfina, benzodiazepinas 
sildenafil y varios antibióticos. 
3. Sustancias de abuso. La concentración de 
etanol en la saliva es casi 10 % mayor que en 
el plasma. Otras sustancias detectables en la 
saliva son anfetamina, fenciclidina y 
tetrahidrocanabinol.

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