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Dr. Fernando D. Saraví La saliva es la secreción exocrina que constantemente baña la mucosa orofaríngea y las piezas dentarias. En este capítulo se mencionarán las funciones de la saliva, se describirán las glándulas que la producen, se indicará su composición y se explicará el mecanismo de la secreción y su regulación. FUNCIONES DE LA SALIVA Entre las múltiples funciones de la saliva (Fig. 1), deben mencionarse las siguientes: Protección de las mucosas. La saliva mantiene la integridad del epitelio. Evita o atenúa la irritación o lesión por agresiones mecánicas, térmicas o químicas. Protección de los dientes. Además de formar una película protectora de ~ 0.5 μm de espesor, la saliva contiene una concentración supersaturada de iones (Ca2+ y fosfatos) con respecto al esmalte, lo cual contribuye a mantener su mineralización. Amortiguación. La saliva tiene pH alcalino, por lo cual amortigua la acidez de alimentos y bebidas. Además permite la recuperación del pH de la placa dental cuando las bacterias de ésta la acidifican al metabolizar hidratos de carbono (el esmalte comienza a desmineralizarse cuando el pH es inferior a 5.5). Lubricación y humectación. La saliva lubrica y humedece los bocados de alimento sólido, ablandándolos y favoreciendo su trituración por las muelas. Disolución y gusto. La saliva actúa como disolvente de las sustancias químicas presentes en los alimentos, lo cual permite la exposición de tales sustancias a las papilas gustativas. Limpieza y deglución. La saliva contribuye a eliminar restos alimentarios y es necesaria para la deglución normal. Digestiva. La saliva contiene una α- amilasa (ptialina) con un pH óptimo de 7, que puede contribuir significativamente a la degradación del almidón, particularmente cuando la masticación se prolonga. Fonación. La saliva es necesaria para la fonación normal, como lo sabe cualquiera a quien se le haya “secado la boca” cuando debía hablar. Acción antimicrobiana. La saliva contiene glicoproteínas que aglutinan bacterias (por ej., mucinas), además de agentes antimicrobianos específicos (inmunoglobulina A) e inespecíficos (lisozima, lactoferrina, peroxidasas) que contribuyen a mantener el equilibrio ecológico de la flora microbiana oral. GLÁNDULAS SALIVALES Las glándulas salivales se clasifican en mayores y menores. Las glándulas salivales mayores derivan del ectodermo y son tres estructuras pares: parótidas, submaxilares y sublinguales (Fig. 2), y en conjunto secretan 90 % del volumen de saliva. Las glándulas salivales menores, derivadas del mesodermo, son cientos (de 600 a 1000) de pequeñas estructuras distribuidas en la mucosa orofaríngea. Aunque solamente secretan 10 % del total de saliva, su contribución se destaca por el alto contenido de mucinas que cumplen funciones lubricantes, protectoras y agregantes de bacterias. Estructura Las glándulas salivales están constituidas por acinos secretorios y conductos. Los acinos se agrupan en lóbulos, separados por tabiques de tejido conectivo. Los ductos acinares se reúnen en ductos intralobulares y éstos en ductos lobulares (Fig.3 A). Los acinos están rodeados de células mioepiteliales. Según el tipo de secreción, se clasifican en acinos serosos, acinos mucosos y acinos mixtos (serosos y mucosos) (Fig. 3 B). Las células serosas (basófilos) contienen gránulos que almacenan proteínas. Las células mucosas (eosinófilos) poseen vacuolas que contienen Secreciones digestivas 1: Saliva Posgrado-00 Sello Secreción salival Dr. Fernando D. Saraví 2 mucinas. La secreción primaria fluye por los conductillos, donde su composición electrolítica y su osmolaridad son modificados. Reseña anatómica Parótida. Cada parótida tiene una masa de 15 a 30 g. Tiene forma de cuña y está en íntima relación con ramas del nervio facial. Su secreción es de tipo seroso. La saliva parotídea drena hacia la cavidad oral por el conducto parotídeo (de Stensen), que se abre en una papila a nivel del segundo molar superior. En 20 % de las personas hay una pequeña glándula parótida accesoria, que también drena en el conducto de Stensen. La parótida es irrigada por ramas de la carótida externa (maxilar y facial transversa). El drenaje venoso, mediante la vena retromandibular, se dirige a la vena yugular externa. La parótida tiene dos capas de ganglios linfáticos, que drenan hacia los sistemas cervicales profundo y superficial. Submandibular. Tiene una masa de 7 a 16 g. Se ubica entre el borde inferior de la mandíbula y el espacio formado por los vientres anterior y posterior del músculo digástrico. Su secreción es mixta, serosa y mucosa. Drena por el conducto de Wharton, que desemboca por detrás del segundo incisivo inferior. Sublingual. Su masa es de 2 a 4 g. Es una estructura aplanada en la parte anterior del piso de la boca, por encima del músculo milohioideo. Su secreción es mucosa. Su secreción se dirige directamente a la cavidad oral mediante los ductos de Rivinius (en los bordes del frenillo de la lengua) o indirectamente, mediante el conducto de Bartholin que desemboca en el conducto de Wharton. Las glándulas submandibulares y sublinguales son irrigadas por ramas de las arterias facial y lingual, que provienen de la carótida externa. El drenaje venoso sigue las venas correspondientes. El drenaje linfático de la glándula submandibular se dirige a los plexos yugular y cervical profundo. La glándula sublingual drena hacia los ganglios submandibulares. La inervación parasimpática de la parótida procede del núcleo salival inferior por una rama del nervio glosofaríngeo (IX par), por vía del ganglio ótico y desde éste, por el nervio auriculotemporal (Fig. 4). Es probable que la parótida reciba también eferencias que cursan por el nervio facial. La inervación simpática está dada por fibras posganglionares provenientes del ganglio cervical superior. Las glándulas submaxilar y sublingual poseen inervación parasimpática procedente del núcleo salival superior (protuberancial) por los nervios facial (VII par) y trigémino (V par), que originan, respectivamente, los nervios cuerda del tímpano y lingual. Este último inerva la glándula sublingual. Fibras de los nervios lingual y cuerda del tímpano forman el ganglio sublingual, cuyas fibras posganglionares inervan la glándula submandibular. Las fibras posganglionares simpáticas proceden del ganglio cervical. Secreción salival Dr. Fernando D. Saraví 3 FORMACIÓN DE LA SALIVA La secreción salival se inicia en los acinos como un líquido isoosmótico con el plasma, rico en NaCl. En los ductos se reabsorbe Na+ y Cl-, pero no agua, con lo cual la osmolaridad de la saliva final es siempre inferior a la osmolaridad plasmática (aunque los ductos aporten solutos como HCO3- y K+). Por definición, la saliva no es un ultrafiltrado de plasma, ya que las diferencias de presión hidrostática u oncótica carecen de importancia en su formación. Secreción hidroelectrolítica acinar Los principales procesos se esquematizan en la Fig. 5. El potencial transmembrana de la célula acinar (con respecto al intersticio) es de – 50 mV a – 60 mV. La Na, K- ATPasa de la membrana basolateral mantiene un gradiente electroquímico favorable al ingreso de Na+. En estas condiciones, el Na+ ingresa, junto con K+ y 2 Cl-, por el simporte electroneutro NKCC1. El K+ recicla hacia el intersticio a favor de su gradiente electroquímico mediante canales iónicos. El intercambiador aniónico AE2 (no mostrado en la figura) también contribuye – en menor medida – al ingreso basolateral de Cl-, en intercambio con bicarbonato. Como consecuencia del ingreso de Cl- por transporte activo secundario, su concentración intracelular varias veces mayor que el correspondiente a una distribución pasiva, que permite su egreso por la membrana apical hacia la luz del acino por gradiente electroquímico, mediante canales de Cl-.La salida de Cl- hace que el potencial eléctrico de la luz se torne negativo con respecto al intersticio, y esta diferencia de potencial transepitelial (– 6 mV a – 10 mV en la glándula no estimulada) impulsa la salida de Na+ hacia la luz por vía paracelular. El aumento de osmolaridad luminal debido al ingreso de Na+ y Cl- atrae agua, ya sea por vía paracelular (30 %) o transcelular (70 %) por medio de la acuaporina 3 (AQP3) en la membrana basolateral y la 5 (AQP5) en la membrana apical. Modificaciones en los ductos El transporte iónico en los ductos se esquematiza en la Fig. 6. En los ductos se reabsorbe Na+ mediante canales epiteliales de Na+ (ENaC) a favor del gradiente electroquímico. También se reabsorbe Cl-. No obstante, en este nivel el movimiento de NaCl no es acompañado por agua porque los ductos son virtualmente impermeables a ésta. Cambios en la composición con el flujo Con flujos salivales bajos, la saliva alcanza su mínima osmolaridad. Cuando la secreción es estimulada, la osmolaridad aumenta porque se incrementa la concentración de Na+, Cl- y bicarbonato en la saliva final (Fig. 7); nótese las diferencias con las correspondientes concentraciones plasmáticas. En la Tabla 1 se compara la composición electrolítica del líquido intersticial con la de la saliva en condición basal Tabla 1: Composición electrolítica de la saliva. Componente Líquido intersticial Saliva No estimulada Saliva estimulada Cationes (mmol/L) Na+ 140 5.0 21 K+ 4 22 20 Ca2+ 1.7 1 a 4 1 a 4 Mg2+ 0.65 0.20 0.15 Aniones (mmol/L) Cl- 107 15 30 a 100 HCO3- 25 5.5 15 a 80 H2PO4-/ HPO4 2- 2.3 5.7 2.7 SCN- <0.05 0.7 0.34 pH 7.40 7.04 7.61 mOsm/L 300 120 220 Secreción salival Dr. Fernando D. Saraví 4 (0.3 mL/min) y moderadamente estimulada (1 a 2 mL/min). La concentración de fluoruro en la saliva es aproximadamente la mitad que la concentración de F- en el plasma. Es importante para inhibir la disolución de los cristales de apatita del esmalte dental. Componentes orgánicos de bajo peso molecular La saliva posee varios solutos orgánicos pequeños, como urea, lactato, glucosa, amoníaco, aminoácidos y lípidos. Sus concentraciones en la saliva pueden ser mayores, iguales o menores que en el plasma. La concentración de lípidos totales es prácticamente insignificante (12 a 14 mg/L). La concentración de glucosa es solamente 1 a 2 % de la concentración plasmática (0.6 a 1.2 mg/dL). Las concentraciones de lactato y aminoácidos son, respectivamente, 20 % y 35 % de las plasmáticas. La concentración de urea en la saliva es similar a la plasmática. Por otra parte, la concentración salival de amoníaco es cerca de 100 veces mayor que la plasmática (3 a 7 mmol/L). Proteínas y glicoproteínas La concentración total de proteína en la saliva es próxima a 1.5 g/L. La concentración salival de albúmina es mil veces menor que la concentración plasmática (~ 50 mg/L). Por otra parte, la saliva contiene más de 100 proteínas que no se encuentran en el plasma (Fig. 8). Obviamente, en lo que sigue se limitará la exposición a aquellas más importantes. Las proteínas salivales tienen las características de ser multifuncionales, redundantes y anfifuncionales (Fig. 9). - Multifuncional significa que una misma proteína cumple dos o más funciones. Por ej., las cistatinas son antivirales, forman una película protectora sobre los tejidos y facilitan la mineralización del esmalte. - Redundante se refiere a que una misma función es cumplida por dos o más proteínas. Por ej., un gran número de proteínas salivales tienen propiedades antibacterianas. - Anfifuncional quiere decir que una misma proteína puede producir efectos opuestos en diferentes condiciones. Por ej., la estaderina en solución facilita la mineralización del esmalte, pero cuando se adsorbe a éste facilita la adherencia de bacterias que producen caries. Aglutinina salival. También conocida como glicoproteína 340 y DMBT-1, la aglutinina salival es una glicoproteína rica en cisteína que funciona como un receptor de reconocimiento de patrones capaz de ligarse a diversas bacterias y virus patógenos, facilitando su eliminación hacia el estómago. Además forma parte de la película protectora de las mucosas y los dientes. Amilasa. La saliva contiene varias enzimas, como ribonucleasa, lipasa y kalikreína. No obstante, la proteína más abundante en la saliva (~ 50 % del total de proteína) es la α-amilasa, secretada principalmente por la parótida. Esta enzima tiene un pH óptimo alcalino y puede contribuir significativamente a la digestión de almidón cuando la masticación es prolongada. La α-amilasa tiene además cierta acción antibacteriana y posiblemente antiviral. Anhidrasa carbónica VI. Las anhidrasas carbónicas son una familia de enzimas que catalizan reversiblemente la reacción HCO3- + H+↔ CO2 + H2O. La isoenzima VI es la única que es secretada. Es una glicoproteína de 42 kDa que contiene Zn2+ y es producida por las células Secreción salival Dr. Fernando D. Saraví 5 acinares de las glándulas parótida y submaxilar. Contribuye a evitar la acidificación de la película líquida al amortiguar H+ producidos por las bacterias o presentes en los alimentos. El sistema amortiguador bicarbonato/CO2 es el más importante en la saliva. Es eficiente porque el exceso de CO2 producido escapa a la fase gaseosa. Además de su función enzimática, la anhidrasa carbónica VI tiene una función trófica que preserva la integridad de las papilas gustativas y por tanto contribuye al sentido del gusto (de hecho, la enzima se aisló inicialmente por esta función trófica y se denominó “gustina”). Cistatinas. Las cistatinas son un grupo de proteínas, producidas principalmente por la glándula submandibular (y en menor medida por la parótida), que inhiben las proteasas de cisteína endógenas y exógenas (de bacterias, hongos y parásitos). Forman parte de la película protectora del esmalte, son capaces de ligar bacterias y lipopolisacáridos bacterianos, inhiben la replicación viral y tienen propiedades inmunomoduladores. Defensinas. Son péptidos globulares de ~ 4 kDa con una estructura en clip estabilizada por tres puentes disulfuro. No son producidas por las glándulas salivales, sino por granulocitos neutrófilos (α-defensinas) y por el epitelio oral (β-defensinas). Se adsorben a la superficie de bacterias y forman poros que permeabilizan la membrana y causan la lisis bacteriana. También contribuyen a la defensa contra hongos y virus. Las defensinas tienen además capacidad opsonizante, quimiotáctica, cicatrizante y estimulante de a secreción de ciertas citokinas. Estaderina. Es una fosfoproteína rica en tirosina, glutamina y prolina producida por las células acinares de las glándulas salivales que inhibe la precipitación de sales de fosfato de calcio. También tiene efecto lubricante, inhibe la adhesión de bacterias al esmalte y es fungistática contra el hongo Candida albicans. Histatinas. Son péptidos catiónicos ricos en histidina, secretados por las glándulas salivales mayores (especialmente la parótida). Poseen actividad antibacteriana, antimicótica y antiviral. Por su contenido en histidina, contribuyen a la amortiguación en el rango de pH de la saliva. Favorecen la cicatrización de lesiones de la mucosa oral. También precipitan taninos, Secreción salival Dr. Fernando D. Saraví 6 compuestos fenólicos astringentes que son irritantes para las mucosas. Inmunoglobulina A. Cerca de 90 % del total de anticuerpos presentes en la saliva es IgA secretoria (sIgA, dimérica). La sIgA corresponde a ~ 10 % del total de proteína salival. Es producida por células plasmáticas del tejido linfoide asociado a mucosas (MALT). La IgA es transportada hacia la saliva por células acinares y ductales que expresan un receptor de inmunoglobulina polimérica. Una parte integral de dicho receptor es el componentesecretorio, que se une a la IgA y se separa del receptor al ser secretada la sIgA. La sIgA participa en mecanismos de inmunidad específica ligando bacterias, hongos, virus y toxinas. Además promueve la aglutinación de bacterias y su posterior eliminación y contribuye a excluir los patógenos de las superficies mucosas y dentarias. La unión a los patógenos facilita su eliminación por las células inmunes. Además, la sIgA cataliza la formación de ozono, poderoso oxidante bactericida. El componente secretorio también puede secretarse libre. Por sí mismo, es capaz de inhibir la adhesión de bacterias al epitelio y neutralizar algunas toxinas. Lactoferrina. También es llamada lactotransferrina, Es una glicoproteína catiónica de 80 kDa que liga Fe3+. Es secretada por los acinos glandulares. Tiene efectos protectores contra bacterias, hongos, parásitos y virus. Lactoperoxidasa. Esta enzima es producida por las glándulas salivales. En presencia de peróxido de hidrógeno (H2O2) Cataliza la transformación de tiocianato (SCN-) en hipotiocianito (OSCN-), que es un poderoso bactericida y fungicida. Lisozima. Es secretada principalmente por las células ductales de la glándula sublingual. Es una proteína de 145 kDa cuya actividad enzimática ataca principalmente bacterias Gram-positivas. También permeabiliza la membrana de bacterias Gram-positivas y Gram-negativas y de algunos hongos. Liga lipopolisacáridos bacterianos y por tanto protege contra sus efectos inflamatorios. Además, la lisozima tiene acción antiviral y puede causar lisis de células neoplásicas. Mucinas. Son proteínas altamente glicosiladas en residuos de serina y treonina, con un alto contenido de cisteína en las regiones no glicosiladas. Su cadena peptídica (apomucina) es lineal (Fig. 10). Las mucinas son secretadas por los acinos de las glándulas submaxilares, Secreción salival Dr. Fernando D. Saraví 7 submandibulares y menores. Existen dos formas principales, que difieren en su masa molecular y en su grado y forma de agregación: MG1, de alto peso molecular (codificada por el gen MUC5B) y MG2m de bajo peso molecular (gen MUC7). Las mucinas son un componente importante de la película protectora que forma la saliva sobre los tejidos blandos y los dientes. Poseen baja solubilidad y altas viscoelasticidad y adhesividad (en particular MG1). Contribuyen a la lubricación necesaria para la masticación, la deglución y la fonación. Además poseen propiedades antibacterianas. La MG1 se adsorbe al esmalte, donde forma complejos heterotípicos con otras proteínas como amilasa, estaderinas e histatinas. Por su parte, la MG2 promueve la agregación y eliminación de bacterias potencialmente perjudiciales. Proteínas ricas en prolina (PRP). En conjunto, estas son las proteínas más abundantes en la saliva (20 a 30 % del total). Son secretadas por los acinos de las glandulas parótida y submandibular. Existen en tres formas: ácida, básica y glicosilada. Tienden a concentrarse en la película que recubre el esmalte, pues poseen dominios de unión a la hidroxiapatita. Las PRP ácidas ligan bacterias, las básicas hongos y virus y las glicosiladas bacterias y virus. Contribuyen a la eliminación de estos patógenos. Al igual que las histatinas, las PRP ligan taninos y neutralizan su efecto irritante. REGULACIÓN DE LA SECRECIÓN SALIVAL En la regulación de la mayoría de las secreciones digestivas – gástrica, pancreática, biliar e intestinal – participan las tres divisiones del sistema nervioso autónomo (simpática, parasimpática y entérica) y diversas hormonas. En contraposición, las glándulas salivales se parecen a las glándulas lacrimales y sudoríparas en que son controladas en forma casi exclusiva en forma refleja por las divisiones simpática y parasimpática del sistema nervioso autónomo. Desde luego, la función normal de las glándulas salivales dependen de un ambiente hormonal adecuado que requiere la acción permisiva de las hormonas tiroideas y los glucocorticoides. Además, la aldosterona estimula la reabsorción de Na+ en los ductos de las glándulas salivales, pero en el ser humano este efecto es débil. La deprivación estrogénica propia de la menopausia puede reducir la cantidad y calidad de la saliva producida. Recientemente se ha demostrado que las glándulas salivales tienen receptores para las hormonas digestivas gastrina y colecistokinina. Ambas hormonas producen cierto grado de estimulación secretoria. No obstante, estos efectos son menores en comparación con la influencia del sistema nervioso autónomo. Secreciones espontánea y “no estimulada” Las glándulas menores pueden secretar un escaso volumen de saliva en ausencia de todo estímulo. Esta secreción espontánea (Fig. 11) es rica en mucinas y es apenas suficiente para mantener húmedas las mucosas. En ausencia de estímulos deliberados, la saliva se secreta con una tasa media de 0.3 a 0.4 mL/min. Esta secreción se denomina “no estimulada” (Fig. 11), pero en realidad se produce por una descarga autonómica refleja de baja frecuencia mantenida por la sequedad de las mucosas y los movimientos de la lengua y los labios. La secreción no estimulada proviene en su mayor parte de las glándulas submandibulares. Cuando una persona traga saliva, Secreción salival Dr. Fernando D. Saraví 8 permanece en la boca un volumen de 0.8 mL que forma una capa protectora continua de 70 a 100 μm de espesor sobre la mucosa y las piezas dentarias (esta capa de saliva no debe confundirse con la película mucho más delgada que recubre el esmalte). Cuando se acumula cerca de 0.3 mL más, se produce la deglución, con una tasa próxima a 60/min. La secreción no estimulada muestra un ritmo circadiano (Fig. 12), con un máximo cerca de las 18. Durante el sueño, la secreción de saliva disminuye prácticamente a cero. Esto significa que durante el sueño se pierde la función protectora de la saliva. Por esta razón, si bien es recomendable cepillarse los dientes después de cada comida, para mantener una dentadura sana es esencial un concienzudo cepillado antes de dormir. Si una persona duerme 8 horas diarias, la secreción no estimulada de saliva durante las 16 horas de vigilia corresponde a un volumen de 300 a 400 mL diarios. No obstante, se estima que 70 a 80 % del total de secreción salival se debe a la secreción estimulada, de modo que el volumen total de saliva producido diariamente es de 1.0 a 1.5 L. Estímulos para la secreción salival La Fig. 13 resume la influencia de diferentes estímulos sobre la secreción salival. Todos ellos actúan estimulando o inhibiendo los centros salivatorios. Las glándulas parótidas contribuyen mucho más a la secreción salival estimulada que a la secreción no estimulada (Tabla 2). La estimulación de las papilas gustativas con cualesquiera de los cinco sabores conocidos (dulce, salado, ácido, amargo y umami) aumenta la secreción de saliva. Los estímulos ácidos son los más eficaces. No obstante, umami (el sabor “sabroso” causado por el glutamato) produce respuestas más persistentes. Los aferentes gustativos viajan por los nervios facial y glosofaríngeo hasta la porción rostral del núcleo del tracto solitario, en el cual hay conexiones excitatorias con las neuronas preganglionares parasimpáticas que inervan las glándulas salivales. La estimulación de mecanorreceptores presentes en los ligamentos periodontales y las encías durante la masticación también estimula la secreción salival. La estimulación de termorreceptores aumenta la secreción salival, tanto ante alimentos y bebidas frías o calientes con respecto a la temperatura oral. Durante la alimentación normal, se estimulan naturalmente receptores gustativos, mecanorreceptores y, con frecuencia, termorreceptores. La estimulación simultánea de varias clases de receptores tiene un efecto sinérgico sobre el caudal de saliva producida (mayor que la suma de efecto decada estímulo por separado). Con estimulación máxima, la producción de saliva alcanza ~ 7 mL/min (420 mL/h). La activación de nociceptores también incrementa la secreción salival. Esto puede ocurrir normalmente durante la ingesta de alimentos picantes (como el ají Capsicum frutescens L.) o bien ser causado por una lesión (por ej., aftas). La estimulación olfativa, ya sea de aromas ambientales que ingresan por las fosas nasales o despedidos por la comida en la boca que llegan por vía retronasal (coanas) estimula la secreción, particularmente por la glándula submandibular. Los olores irritantes estimulan la secreción por todas las glándulas mayores, pero en este caso debido a la estimulación de receptores irritantes cuyas aferencias viajan por el trigémino. Tabla 2: Contribución de las glándulas al flujo salival Glándulas No estimulada Estímulo mecánico Estímulo ácido Parótidas 21 58 45 Submaxilares 70 33 45 Sublinguales 2 2 2 Menores 7 7 8 Secreción salival Dr. Fernando D. Saraví 9 La sequedad de la mucosa orofaríngea es otro estímulo conocido de la secreción salival. Entre las influencias de centros superiores para la secreción salival, debe mencionarse la visión de alimentos, sonidos relacionados con la elaboración o manipulación de alimentos, y simplemente pensar en comidas. Probablemente la corteza órbitofrontal tiene influencia estimulante sobre la secrecion salival. Estos estímulos son relativamente débiles. Igualmente, en el ser humano es escasa la influencia de reflejos condicionados, que Ivan Pavlov demostrara claramente en perros. Por otra parte, el sueño, el temor y la fiebre (e incluso el aumento de la temperatura ambiental) inhiben la secreción de saliva, al parecer por eferentes desde el hipotálamo a los núcleos salivatorios. Otro grupo de estímulos, en este caso anormales, llegan al sistema nervioso central por aferentes viscerales vagales y simpáticos. La distensión del estómago, el reflujo ácido gastroesofágico y estímulos que causan náuseas o vómitos pueden causar una abrupta y copiosa secreción salival (típicamente, los pacientes con esofagitis con reflujo refieren que “se les llena la boca de agua” [saliva] cuando se produce el reflujo. Los citados aferentes viscerales hacen relevo principalmente en la porción caudal del núcleo del tracto solitario, desde la cual parten axones excitatorios hacia los núcleos salivatorios. Las influencias excitatorias sobre los núcleos salivatorios son mediadas principalmente por glutamato y, en menor medida, por sustancia P. Los efectos inhibitorios se deben a la liberación de GABA o glicina. Núcleos salivatorios El área salivatoria parasimpática se divide en un núcleo salivatorio superior (protuberancial) y un núcleo salivatorio inferior (bulbar); Fig. 14. Las neuronas preganglionares parasimpáticas del núcleo superior inervan las glándulas submandibular y sublingual, mientras que las del núcleo inferior inervan la parótida. Entre ambos núcleos existe una zona intermedia que envía eferentes a las tres glándulas salivales mayores. El centro salivatorio simpático se encuentra en la columna intermediolateral de los primeros segmentos torácicos de la médula espinal. Las neuronas preganglionares se dirigen al ganglio cervical superior. Efectos de la descarga autonómica Las fibras posganglionares parasimpáticas son colinérgicas y las fibras posganglionares simpáticas son noradrenérgicas, aunque ambos tipos de fibras pueden también liberar ciertos neuropéptidos. La inervación autónoma de los acinos es exclusivamente excitatoria. En los acinos glandulares, la acetilcolina estimula receptores muscarínicos M3 y, en menor medida, M1. La noradrenalina actúa sobre α1- y β1- adrenoceptores. El mecanismo de acción de la acetilcolina y la noradrenalina se diagraman en la Fig. 15. Los receptores muscarínicos M3, M1 y los α1-adrenoceptores activan receptores acoplados a proteínas G que estimulan la fosfolipasa C. Por tanto, su activación aumenta la síntesis de inositol trifosfato y triaciglicerol. El inositol trifosfato produce liberación de Ca2+ del retículo endoplásmico. Con la estimulación sostenida también hay activación de canales de calcio operados por depósito (SOC) en la Secreción salival Dr. Fernando D. Saraví 10 membrana plasmática. El Ca2+ facilita la secreción de Cl- porque por una parte aumenta la conductancia de canales de K+ en la membrana basolateral y por otra parte aumenta la permeabilidad al Cl- de la membrana apical. Por su parte, los β1-adrenoceptores aumentan la síntesis de cAMP, que activa la proteína kinasa A (PKA), la cual por una parte promueve la exocitosis de los gránulos que almacenan amilasa y por otro lado contribuye a facilitar la liberación del Ca2+ del retículo endoplásmico. Las fibras parasimpáticas también liberan, cuando la estimulación es sostenida, péptido intestinal vasoactivo (VIP) que actúa sobre receptores acoplados a proteína Gs que, al igual que los β1-adrenoceptores, aumentan la síntesis de cAMP. La estimulación colinérgica produce un mayor caudal de saliva que la adrenérgica, pero esta última posee un mayor efecto sobre la secreción de amilasa y otras proteínas. En las glándulas mucosas, la estimulación parasimpática aumenta notablemente la secreción de mucina. Además de sus efectos agudos sobre la actividad secretoria, la inervación autonómica mantiene el estado trófico de las glándulas salivales. La acetilcolina y la noradrenalina Secreción salival Dr. Fernando D. Saraví 11 también producen la contracción de las células mioepiteliales. Dicha contracción puede contribuir a mantener la presión en los ductos durante la estimulación de la secreción y además evita la dilatación de los acinos por la acumulación de líquido en la luz glandular. Las glándulas salivales poseen una densa red capilar, comparable a la del miocardio. Estos capilares son de tipo fenestrado y poseen una elevada permeabilidad para los cristaloides. Cuando las glándulas no están estimuladas, su resistencia vascular es mantenida por fibras simpáticas vasoconstrictoras diferentes de las que inervan los acinos. Estas fibras vasoconstrictoras están bajo el control de los centros reguladores de la presión arterial. Sus efectos sobre el músculo liso vascular son mediados por la liberación de noradrenalina (α1- adrenoceptores) y neurotensina Y, péptido que no se encuentra en las fibras que inervan los acinos. La vasoconstricción simpática no es parte del reflejo salivatorio. Cuando las glándulas son estimuladas, para la mayor secreción es indispensable un mayor aporte de agua y electrolitos, que provienen del plasma. Se produce una disminución de su resistencia vascular, que es parte del reflejo salivatorio y es mediada por fibras posganglionares parasimpáticas. Esta vasodilatación sí es parte integral del reflejo salivatorio. La estimulación parasimpática produce un incremento de hasta 20 veces en el caudal sanguíneo de las glándulas. La acetilcolina produce vasodilatación porque estimula la producción endotelial de óxido nítrico (NO). No obstante, el principal vasodilatador fisiológico en este lecho vascular es el VIP, que también aumenta la generación endotelial de NO. XEROSTOMÍA La sequedad de la boca causada por una hiposecreción de saliva es un problema médico relativamente frecuente. Puede ser causada por la destrucción autoinmune de las glándulas en el síndrome de Sjögren o ser una secuela de la irradiación terapéutica de tumores de cabeza y cuello. No obstante, la causa más frecuente es la ingestión de fármacos con efectos bloqueantes de los receptores muscarínicos (antimuscarínicos). Además de los fármacos selectivamente antimuscarínicos, cierto número de medicamentos causa bloqueo de receptores muscarínicos como efecto colateral. Entre ellos se destacan los antidepresivos tricíclicos comoamitriptilina, los antihistamínicos como difenhidramina y los antipsicóticos como trifluoperazina y haloperidol. USO DIAGNÓSTICO DE LA SALIVA La concentración salival de un gran número de sustancias guarda una relación relativamente fija con su concentración plasmática. Dado que la saliva es un líquido corporal que puede obtenerse fácilmente de manera no invasiva, es posible utilizarla con fines diagnósticos. Por ejemplo: 1. Hormonas esteroides: La concentración de testosterona, estradiol, progesterona y cortisol es proporcional a su concentración libre en e plasma. 2. Fármacos. Por ej., lamotrigina (antiepiléptico), morfina, benzodiazepinas sildenafil y varios antibióticos. 3. Sustancias de abuso. La concentración de etanol en la saliva es casi 10 % mayor que en el plasma. Otras sustancias detectables en la saliva son anfetamina, fenciclidina y tetrahidrocanabinol.
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