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91_Digest_Jugo_Pancreatico

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1 
 
 
Dr. Fernando D. Saraví 
 
La palabra “páncreas” proviene del griego (pan 
= “todo” y kreas = “carne”). Es la única 
glándula que posee componentes endocrinos y 
exocrinos discretos intercalados en su 
parénquima (Fig. 1). 
El páncreas tiene una masa de 70 a 150 
g. La mayor parte de esta masa (90 %) 
corresponde a la porción exocrina del órgano. El 
componente endocrino forma 1 a 2 % de la 
masa y el resto corresponde a nervios, tabiques 
conectivos, vasos 
sanguíneos y linfáticos. 
El jugo pancreático 
o secreción exocrina 
pancreática (SEP) cumple 
dos funciones principales: 
 
1. Neutralizar la acidez del 
contenido gástrico que 
llega al duodeno y 
2. Proporcionar enzimas 
para la digestión de lípidos, 
hidratos de carbono y 
proteínas. 
 
Consecuentemente, 
el jugo pancreático puede 
considerarse como formado 
por un componente 
hidroelectrolítico 
(alcalino) y un componente 
enzimático. En el adulto, 
SEP alcanza un volumen 
diario de 1500 a 3000 mL. 
La SEP 
hidroelectrolítica y la SEP 
enzimática se hallan bajo 
un control neurohumoral 
que, hasta cierto punto, 
puede regularlas 
separadamente; la 
concentración del 
componente enzimático 
varía entre 1 y 10 %, según 
el estado funcional del 
órgano. 
Los acinos 
pancreáticos son 
responsables por la 
producción de enzimas. El fluido que las 
acompaña se alcaliniza y su volumen aumenta 
en los conductos o dúctulos intercalados, intra y 
extralobulares. 
 
SECRECIÓN ACINAR PANCREÁTICA 
 
Las células responsables de la secreción de 
enzimas se asocian en grupos de 15 a 100 para 
formar los acinos. Los acinos están organizados 
en lóbulos, cada uno con 10 a 20 acinos. 
En torno a los acinos existen las 
denominadas células estrelladas, que 
constituyen ~ 5 % de las células 
parenquimatosas pancreáticas. Las células 
estrelladas son el principal sitio de depósito de 
vitamina A del organismo. Además de participar 
en el metabolismo de los retinoides, las células 
Secreciones digestivas 3: 
Jugo pancreático 
 
Posgrado-00
Sello
2 
 
estrelladas participan en la regulación de la 
matriz extracelular, la regulación inmune y la 
regulación de la secreción exocrina. 
 Las células acinares sintetizan y 
secretan una cantidad de proteínas 
(principalmente enzimas) que es muy grande en 
proporción a su masa. La secreción diaria puede 
llegar a 15 g de proteína. 
Las enzimas sintetizadas en el retículo 
endoplásmico rugoso tienen un péptido señal en 
su extremo N-terminal que las dirige al aparato 
de Golgi, donde son incluidas en vesículas. Las 
diversas enzimas y zimógenos se mezclan en las 
vesículas, por lo cual la composición del 
contenido de las vesículas indica la tasa relativa 
de síntesis de cada proteína. La tasa relativa de 
síntesis de enzimas que actúan sobre hidratos de 
carbono, lípidos o proteínas es regulada en el 
largo plazo por la composición de la dieta. Por 
ejemplo, una dieta rica en carbohidratos 
complejo aumenta selectivamente la síntesis de 
amilasa. 
Las vesículas ocupan 15 a 25 % del 
volumen total de la célula acinar (150 a 250 
vesículas por célula). Las vesículas maduras se 
localizan en el polo apical de las células. Su 
contenido se vuelca hacia a luz por exocitosis. 
Las células acinares poseen una baja 
tasa de secreción basal en forma constitutiva 
(en reposo). Cuando son estimuladas, la tasa de 
secreción comienza a aumentar en 5 min y llega 
a un máximo de hasta 10 veces la tasa basal al 
cabo de 30 a 60 min. La estimulación también 
incrementa la síntesis de más enzimas. No 
obstante, las células acinares liberan sólo ~ 20 
% del total de enzimas digestivas que contienen. 
 Las enzimas pancreáticas pueden ser 
liberadas como tales (en su forma activa) o 
como zimógenos (formas inactivas) que deben 
ser activados. 
 En términos generales, las enzimas que 
participan en la digestión de carbohidratos, 
ácidos nucleicos y lípidos (con excepción de la 
fosfolipasa A2) se liberan en su forma activa, 
mientras que las vinculadas con la degradación 
de proteínas se liberan como zimógenos que 
deben ser activados en el duodeno. La 
activación precoz de las enzimas proteolíticas, 
dentro de los conductos pancreáticos, puede 
dañar seriamente el órgano. 
 Las principales enzimas liberadas en su 
forma activa son: 
 
1. -Amilasa 
2. Nucleasas (ARNasa y ADNasa) 
3. Lipasa 
4. Carboxil ester lipasa 
Los principales zimógenos liberados a 
los canalículos son: 
 
1. Tripsinógeno 
2. Quimotripsinógeno 
3. Proelastasa 
4. Pre-proteasa E 
5. Procarboxipeptidasa A 
6. Procarboxipeptidasa B 
7. Fosfolipasa A2 secretoria 
8. Colipasa 
 
Las principales enzimas pancreáticas 
son. 
1. Enzima amilolítica: -Amilasa. Desdobla 
enlaces -1,4 del almidón y al glucógeno en 
oligosacáridos. Requiere Ca
2+
. 
2. Enzimas nucleolíticas, ribonucleasa y 
desoxirribonucleasa que liberan 
mononucleótidos de los respectivos ácidos 
nucleicos. 
3. Enzimas lipolíticas: a) lipasa pancreática. En 
presencia de Ca
2+
 y colipasa (presente en el 
jugo pancreático y activada por tripsina) actúa 
principalmente sobre triglicéridos para producir 
2-monoglicéridos y ácidos grasos. b) 
fosfolipasa A2 . Desdobla el enlace éster en 
posición 2 de los fosfoglicéridos; c) carboxil 
ester hidrolasa (= colesterol esterasa). 
Desdobla ésteres de colesterol y otros esteroles. 
4. Enzimas proteolíticas. a) Endopeptidasas 
(producen péptidos): Tripsina, que desdobla 
enlaces peptídicos de arginina o lisina, y 
quimotripsina que actúa sobre enlaces con 
aminoácidos aromáticos (fenilalanina, tirosina); 
elastasa y colagenasa, que actúan sobre elastina 
y colágeno respectivamente. b) Exopeptidasas: 
carboxipeptidasas A y B que liberan 
respectivamente aminoácidos aromáticos o 
básicos del extremo C-terminal de las cadenas, y 
(leucina) aminopeptidasa, que libera 
aminoácidos del extremo N-terminal. El 
tripisnógeno es activada en la luz del duodeno 
por una enzima duodenal, la enterokinasa, y a 
su vez activa al resto de los precursores. 
Otras proteínas no enzimáticas 
sintetizadas y liberadas por las células acinares 
incluyen un inhibidor de la tripsina, el 
llamado péptido monitor (que estimula la 
secreción de colecistokinina), la litostatina (que 
posiblemente inhiba la precipitación de calcio y 
tenga funciones bacteriostáticas, al igual que la 
proteína asociada a pancreatitis o PAP) y la 
glicoproteína 2 (GP-2), que se desprende de la 
membrana durante la exocitosis. La GP-2 tiene 
similitud con la proteína de Tamm-Horsfall 
(uromodulina), la cual en el riñón y vías 
3 
 
urinarias tiene una función protectora contra 
infecciones y formación de cálculos. 
Además de proteínas, las células 
acinares producen una secreción 
hidroelectrolítica isotónica con el plasma. 
 
SECRECIÓN DUCTAL PANCREÁTICA 
 
El jugo pancreático se caracteriza por ser 
siempre isotónico con el plasma; sin embargo, 
su composición electrolítica final depende de 
mecanismos de transporte iónico presentes en 
los ductos pancreáticos. 
Las concentraciones de Na
+
 y K
+
 son 
similares a las plasmáticas. No obstante, la 
concentración de bicarbonato es siempre 
superior y la de cloruro siempre inferior a las 
respectivas concentraciones plasmáticas. 
Las concentraciones de bicarbonato y Cl 
varían recíprocamente con la tasa de secreción 
(Fig. 2). A medida que la tasa se incrementa, la 
concentración de bicarbonato aumenta hasta 140 
mmol/L y la de Cl se reduce hasta aprox. 20 
mmol/L; el pH asciende de 7.6 hasta 8.2. 
La secreción proveniente de los acinos 
tiene una concentración elevada de cloruro y 
baja de bicarbonato. El cloruro ingresa a la 
célula centroacinar mediante un intercambiador 
Na, K, 2 Cl y egresa por un canal de cloruro, a 
favor de su gradiente electroquímico. El Na
+
 
ingresa por vía paracelular (Fig. 3). 
Las célulasductales poseen en su 
membrana basolateral un cotransporte 
Na
+
/HCO3
-
 (NCB) que permite el ingreso de 
bicarbonato impulsado por el gradiente 
electroquímico para el Na
+
, el 
cual es mantenido por la Na, 
K-ATPasa (Fig. 4). El 
bicarbonato es además 
formado por la anhidrasa 
carbónica. Los H
+
 resultantes 
son extraídos hacia el 
intersticio por el 
intercambiador Na
+
/H
+
 tipo 1 
(NHE1). Los H
+
 que son 
transferidos al intersticio 
reducen el pH de la sangre 
venosa pancreática durante las 
fases de secreción estimulada. 
Este fenómeno se denomina 
marea ácida pancreática y, en 
cierta medida, equilibra la 
marea alcalina gástrica. 
En la membrana 
apical de las células ductales 
existe un antiporte aniónico 
(SLC26) que permite el 
egreso de bicarbonato en intercambio por 
cloruro. La membrana apical posee asimismo 
canales aniónicos CFTR, que tienen alta 
permeabilidad al cloruro y, en menor medida, al 
bicarbonato. Estos sistemas de transporte 
permiten, en conjunto, el aumento progresivo de 
la concentración de bicarbonato en la luz de los 
ductos, con la reducción concomitante de la 
concentración de cloruro. 
En la Fig. 5 se ilustra un modelo actual 
de la secreción hidroelectrolítica pancreática. El 
agua ingresa a los ductos a través de diversas 
acuaporinas. 
4 
 
En la porción de los ductos próxima a 
los acinos, el bicarbonato es secretado 
principalmente en intercambio con cloruro 
mediante SLC26. La conductancia de CFTR es 
alta para el cloruro, pero baja para el 
bicarbonato. 
En los ductos intermedios, las 
concentraciones intracelulares y en la luz 
tubular de bicarbonato y cloruro son tales que el 
intercambiador aniónico no puede producir 
secreción neta de bicarbonato. No obstante, en 
este sector el canal CFTR está fosforilado y 
presenta mayor conductancia al bicarbonato que 
en la región más proximal. Por esta razón, en 
esta parte de los ductos la secreción de 
bicarbonato depende fundamentalmente de 
CFTR. 
En los ductos mayores, el CFTR no 
produce secreción neta de bicarbonato, pero 
inhibe el intercambiador Na
+
/H
+
 (NHE3) de la 
membrana apical, lo que estabiliza el pH en un 
valor elevado. 
En la fibrosis quística los canales 
CFTR están ausentes o no funcionan bien, lo 
cual reduce la secreción de Cl
-
 y torna muy 
viscosa la secreción pancreática. Como 
consecuencia, se obstruyen los conductillos y 
causan lesiones secundarias que terminan 
produciendo insuficiencia pancreática. 
 
REGULACIÓN DE LA SECRECIÓN EXOCRINA 
PANCREÁTICA 
 
La secreción exocrina pancreática está sujeta a 
regulación local (paracrina), nerviosa y 
endocrina. 
A nivel local, la secreción exocrina 
puede ser modificada por la secreción 
endocrina pancreática. Existen acinos 
pancreáticos, llamados peri-insulares, que 
rodean islotes de Langerhans. Las células de 
estos acinos son más grandes y poseen gránulos 
5 
 
de zimógeno mayores y más abundantes que las 
células de acinos alejados de los islotes. La 
conexión entre los islotes y los acinos peri-
insulares es hemática, ya que existe un plexo 
porta local que permite que la sangre que irriga 
los islotes también irrigue las células acinares. 
Es probable que muchas de las 
hormonas segregadas por los islotes tengan 
efecto sobre la secreción exocrina. Se sabe que 
la insulina actúa sobre su receptor específico, 
presente en las células acinares, aumentando la 
síntesis y secreción de amilasa. La insulina 
también aumenta la respuesta a diversos 
secretagogos y tiene un papel permisivo sobre el 
efectos estimulantes de la secreción pancreática 
de la colecistokinina y la secretina. Otro 
ejemplo es la somatostatina, que posee efecto 
antisecretorio. 
 
Regulación nerviosa 
El páncreas recibe inervación autonóma 
parasimpática (vagal), simpática y del sistema 
nervioso entérico. 
El simpático es débilmente inhibidor e 
la secreción exocrina, probablemente porque su 
estimulación reduce el caudal sanguíneo del 
páncreas. 
En cambio, la estimulación vagal y de 
las fibras locales enteropancreáticas aumenta la 
secreción pancreática, tanto en su contenido 
enzimático como hidroelectrolítico. Como se 
verá, el vago y las fibras enteropancreáticas son 
cruciales también para mediar los efectos de las 
hormonas clásicas estimulantes de la secreción 
hicroelectrolítica (secretina) y enzimática 
(colecistokinina). 
El principal neurotransmisor 
involucrado en la estimulación de las células 
acinares es la acetilcolina, que activa receptores 
muscarínicos M1 y M3. Los neuropéptidos VIP 
y GRP (Gastrin Releasing Peptide) también son 
estimulantes. 
 
Regulación hormonal 
El control hormonal de la secreción exocrina 
pancreática depende principalmente de la 
colecistokinina y la secretina, aunque VIP, 
gastrina y otras pueden contribuir. 
 
Colecistokinina (CCK). La CCK es sintetizada 
en células enteroendocrinas llamadas I, que 
están distribuidas en la mucosa duodenal. El 
procesamiento del precursor (pro-CCK) da lugar 
a múltiples formas de 8, 22, 33 y 58 
aminoácidos. La CCK-33 es la principal forma 
secretada en el ser humano. Todas las formas 
están sulfatadas en un residuo de tirosina 
ubicado el posición 7 desde el extremo C-
terminal. La sulfatación es imprescindible para 
la interacción de la CCK con su receptor CCK1, 
que es el responsable de la acción de la hormona 
sobre el páncreas y la vía biliar (el receptor 
CCK1 se llamaba antes CCK A). 
 El receptor CCK1 es del tipo acoplado a 
proteína G (GPCR), y su activación activa la 
fosfolipasa C unida a la membrana (ver 
MECANISMOS DE LA ACCIÓN HORMONAL). 
Por su intermedio, la CCK aumenta la 
concentración intracelular de Ca
2+
 de sus células 
blancos. 
 La CCK regula de manera coordinada 
varios procesos necesarios para la adecuada 
digestión y posterior absorción de nutrientes en 
el duodeno y la porción inicial del íleon (Fig. 
6). 
 Por una parte, la CCK estimula la 
secreción acinar pancreática, lo que produce una 
secreción de escaso volumen pero con alta 
concentración de enzimas. 
 Por otra parte, la CCK estimula la 
contracción del músculo liso de la vesícula 
biliar, lo cual produce la evacuación de las bilis 
almacenada en ella hacia la vía biliar. 
 Simultáneamente, la CCK relaja el 
esfínter de Oddi, lo cual permite que la bilis y el 
jugo pancreático sean segregados hacia el 
duodeno, principal sitio de digestión de los 
nutrientes. 
 La CCK también retarda la evacuación 
gástrica, lo cual hace proporciona el tiempo 
necesario para que los nutrientes presentes en el 
6 
 
quimo gástrico puedan ser completamente 
digeridos. 
 La CCK prácticamente carece de efecto 
sobre la secreción hidroelectrolítica ductal. No 
obstante, en concentración fisiológica potencia 
el efecto estimulante de la secretina sobre dicha 
secreción. 
En algunas especies, el efecto de la 
CCK sobre los acinos pancreáticos se debe en 
parte a la acción directa de la CCK sobre 
receptores CCK1 presentes en las células 
acinares. No obstante, en el ser humano las 
células acinares al parecer carecen de receptores 
para CCK. En consecuencia, en el humano el 
efecto secretagogo de la CCK se debe 
principalmente a la capacidad de la hormona de 
estimular terminaciones nerviosas (Fig. 7).
1
 
Por una parte, estimula aferentes 
vagales que, a nivel central, activan fibras 
vagales que, en el páncreas, estimulan neuronas 
postganglionares colinérgicas. Estas últimas son 
responsables de estimular las células acinares. 
Además, la colecistokinina circulante puede 
activar neuronas preganglionares vagales a nivel 
 
1
 No obstante, se ha informado que CCK8 y CCK58 
pueden estimular directamente células acinares 
humanas (Murphy JA y col. Gastroenterology 135: 
632-641, 2008). 
central. Finalmente, la CCK 
puede estimularlas células 
estrelladas periacinares que a 
su vez estimulan a las células 
acinares. 
La CCK también 
estimula terminaciones 
nerviosas de neuronas 
entéricas que se dirigen al 
páncreas. Sus axones 
también activan a las 
neuronas colinérgicas 
postganglionares. 
El músculo liso de la 
vesícula biliar posee 
receptores CCK1, de modo 
que la CCK puede causar 
directamente su contracción. 
No obstante, también en este 
caso, la activación vagal 
tiene un papel importante e 
incluso predominante. 
El músculo liso del 
esfínter de Oddi es un caso 
particular, porque si bien 
posee receptores CCK1, la 
estimulación directa de tales 
receptores causa contracción 
del esfínter en lugar de 
relajación. 
Normalmente la presión en el ducto de 
Wirsung es de 10 a 16 mmHg, aunque aumenta 
cuando el caudal de secreción pancreática es 
elevado. El esfínter de Oddi se mantiene 
tónicamente contraído (~ 25 mmHg) y al tono 
basal se le superponen contracciones fásicas 
durante las cuales la presión alcanza 100 mmHg 
(Fig. 8). Este estado contráctil es mantenido 
por la inervación colinérgica. La colecistokinina 
activa neuronas no colinérgicas ni adrenérgicas, 
que emplean como neurotransmisores VIP y 
óxido nítrico. Estas neuronas entéricas son las 
responsables de la relajación del esfínter. 
También contribuyen eferentes vagales no 
colinérgicos. 
La liberación de CCK es estimulada por 
la llegada de lípidos, péptidos y aminoácidos al 
duodeno. El efecto no se ejerce directamente 
sobre las células I productoras de CCK, sino 
sobre células que secretan hacia la luz intestinal 
un péptido liberador de colecistokinina 
(CCK-RP por su sigla en inglés). El CCK-RP 
activa receptores específicos en la membrana 
apical de las células I. Como se dijo antes, la 
secreción acinar también contiene el péptido 
monitor, de 61 aminoácidos, que también 
activa sus propios receptores específicos en la 
7 
 
membrana apical de las células I. La tripsina 
puede degradar ambos péptidos liberadores de 
CCK (Fig. 9). 
La importancia de los reguladores 
peptídicos de la secreción de CCK que se 
liberan a la luz intestinal es que esta modalidad 
de estimulación posibilita que la secreción de 
enzimas proteolíticas pancreáticas se realice de 
manera acorde con lo necesario para la 
digestión. 
Luego de una comida, la tripsina ejerce 
su acción sobre la abundante proteína presente 
en la luz intestinal y se reduce la degradación de 
CCK-RP y péptido monitor. Esto permite la 
liberación sostenida de CCK, que a su vez 
estimula la secreción de más enzimas 
pancreáticas. Una vez concluida la digestión de 
proteínas dietarias y absorbidos sus productos, 
la tripsina degrada el CCK-RP y el péptido 
monitor presentes en la luz, con lo cual se 
reduce la secreción de CCK y, por tanto, la 
secreción enzimática pancreática. 
 
Secretina. La secretina es sintetizada por las 
células enteroendocrinas S. El principal efecto 
de la secretina en el tubo digestivo es aumentar 
la secreción pancreática de agua y bicarbonato. 
Adicionalmente, la secretina estimula la 
secreción de bicarbonato en los conductos 
biliares, en el propio epitelio duodenal. Además 
inhibe la secreción gástrica de HCl estimulada 
por gastrina (Fig. 10). 
 La secretina actúa 
sobre receptores tipo GPCR 
acoplados mediante Gs a la 
adenilato ciclasa. La unión de 
la secretina a su receptor 
aumenta la síntesis de cAMP, 
el cual activa la proteína 
kinasa A, la que a su vez 
fosforila numerosas proteínas. 
Uno de las proteínas que es 
fosforilada es el canal CFTR 
y el efecto de la fosforilación 
es aumentar su conductancia 
para el bicarbonato. 
 El jugo pancreático 
producido bajo el efecto de la 
secretina posee un elevado 
volumen, una alta 
concentración de 
bicarbonato, y una baja 
concentración de enzimas 
(por dilución). En 
condiciones fisiológicas, en 
las cuales la secreción de 
secretina y la de CCK aumentan de manera 
paralela, aunque la concentración de enzimas 
sea menor, la cantidad total de enzimas 
secretadas es mucho mayor que en la condición 
basal. 
 El efecto de la secretina sobre la 
secreción hidroelectrolítica ductal es potenciado 
por la CCK y por la acetilcolina; estas últimas 
aumentan la concentración intracelular de Ca
2+
, 
lo cual tiene un efecto secretagogo sinérgico 
con el aumento de cAMP. 
8 
 
 La secretina también estimula la 
secreción de bicarbonato (y agua) en los 
colangiocitos de las vías biliares mayores 
de 15 m de diámetro (las vías biliares 
menores de 15 m de diámetro carecen de 
receptores para secretina). En este caso, el 
aumento de cAMP también lleva a la 
fosforilación del CFTR y de un 
intercambiador aniónico, ambos presentes 
en la membrana apical de los colangiocitos. 
 El epitelio del duodeno posee 
anhidrasa carbónica y cotransporte 
Na
+
/HCO3
-
 en su membrana basolateral, 
que le proporcionan la capacidad de secretar 
bicarbonato mediante intercambiadores 
aniónicos y canales CFTR presentes en su 
membrana apical. El epitelio duodenal 
puede secretar a la luz parte del bicarbonato 
generado por la marea alcalina gástrica. 
Aunque la capacidad secretoria de 
bicarbonato del epitelio duodenal es 
limitada, tiene un papel importante en la 
amortiguación inicial del quimo ácido 
gástrico. Esto protege al propio epitelio 
duodenal, especialmente en la porción inicial de 
este segmento intestinal. La secreción duodenal 
de bicarbonato también es estimulada por la 
secretina por mecanismos análogos (ligados al 
aumento de cAMP) a los descritos para los 
ductos pancreáticos y las vías biliares. 
 De manera consistente con su papel de 
alcalinizar el duodeno, la secretina inhibe la 
secreción gástrica de HCl. El efecto es mediado, 
al menos en parte, por la activación de aferentes 
vagales. 
 La secreción de secretina es estimulada 
por ácidos grasos de cadena larga y péptidos 
pequeños. No obstante, el principal estímulo 
para la secreción es el ácido clorhídrico. La 
disminución del pH de la luz duodenal por 
debajo de 4.5 estimula la liberación de secretina. 
En ausencia de ácido, otros estímulos tienen un 
efecto secretorio insignificante. 
 Al igual que ocurre con la CCK, se han 
identificado péptidos liberadores de secretina 
(SRP). Uno de ellos es producido por el epitelio 
duodenal y otros por las células acinares 
pancreáticas. Los SRP actúan sobre la 
membrana apical de las células S, 
presuntamente sobre receptores específicos. 
 Por las razones expuestas, aunque 
provienen de diferentes células endocrinas y 
respondan a diferentes estímulos, 
fisiológicamente la CCK y la secretina se 
secretan a la par, originando un aumento del 
caudal de jugo pancreático adecuado para 
permitir la digestión de los nutrientes y 
neutralizar la acidez del quimo gástrico. 
 
FASES DE LA SECRECIÓN PANCREÁTICA 
 
Como en el estómago, se distinguen tres fases 
de la secreción exocrina pancreática llamadas 
cefálica, gástrica e intestinal. Estas fases son 
secuenciales pero se superponen en el tiempo. 
Su efecto conjunto es optimizar la eficiencia del 
proceso digestivo. 
 
Fase cefálica 
Es responsable por 20 a 30 % de la secreción 
enzimática, con menor efecto sobre la secreción 
de agua y bicarbonato. Es iniciada por la vista, 
olfato, gusto y tacto (masticación) de los 
alimentos, que activan eferentes vagales 
secretomotores, principalmente colinergicos. En 
seres humanos, esta fase es breve. 
 
Fase gástrica 
Es cuantitativamente la menos importante, 
responsable por ~ 10 % de la secreción 
enzimática. Se debe principalmente a la 
distensión gástrica, que activa vías vago-
vagales. 
 
Fase intestinal 
Es la más importante, responsable de 60 a 70 % 
de la secreción enzimática y de la mayor parte 
de la secreción de agua y bicarbonato. Se 
produce por la llegada de quimo ácido al 
duodeno, queestimula simultáneamente la 
9 
 
secreción de CCK y secretina, con los efectos ya 
descriptos, directos e indirectos (mediados por 
nervios intrínsecos y extrínsecos). 
Los productos de la digestión de 
proteínas y lípidos inician reflejos vago-vagales 
que estimulan principalmente las células 
acinares. 
Asimismo, el aumento de osmolaridad 
de la luz duodenal y la presencia de disacáridos, 
como maltosa, estimula la liberación de 
serotonina al intersticio. A su vez la serotonina 
activa receptores 5HT3 de aferentes vagales, que 
asimismo aumentan la secreción pancreática. 
 
TRASTORNOS PANCREÁTICOS 
 
 La función exocrina pancreática está alterada 
en diferentes trastornos, como la fibrosis 
quística y la pancreatitis aguda. 
 
Fibrosis quística 
Es una enfermedad autosómica recesiva grave, 
cuyo nombre se debe a los cambios 
anatomopatológicos que causa en el páncreas. 
Afecta por igual a ambos sexos. Es causada por 
mutaciones en el gen del CFTR. Según la etnia, 
entre 1:25 (caucásicos) y 1:90 (asiáticos) son 
portadores de una mutación en el CFTR. En 
Occidente, la enfermedad afecta a 1 cada 2000 a 
3000 nacidos vivos. A pesar de los avances 
recientes en el cuidado de estos pacientes, 
fallecen en la segunda o tercera década de la 
vida. 
Los principales órganos afectados por 
la fibrosis quística son los pulmones y el 
páncreas, aunque la enfermedad causa muchos 
otros trastornos (Fig. 11). En los pulmones, la 
excesiva viscosidad de las secreciones 
bronquiales lleva a una depuración mucociliar 
defectuosa e infecciones reiteradas. En el 
páncreas, la función acinar es inicialmente 
normal, pero la escasa secreción ductal lleva a 
obstrucción de los ductos, con cambios 
degenerativos secundarios. Esto causa 
finalmente insuficiencia exocrina pancreática y, 
secundariamente, mala absorción intestinal y 
desnutrición. La mala absorción puede 
corregirse mediante la administración de 
extractos de enzimas pancreáticas. Estos 
extractos también son beneficiosos en la 
insuficiencia exocrina pancreática de diferente 
etiología. 
 
Pancreatitis aguda 
La pancreatitis aguda es una emergencia médica 
con una incidencia próxima a 25 casos por cada 
10 000 habitantes. Sus principales causas son el 
abuso de alcohol y la migración de cálculos 
biliares que obstruyen el flujo de la secreción 
pancreática. Sus manifestaciones precoces son 
intenso dolor epigástrico y vómitos. Otros 
hallazgos son tardíos y se asocian con mal 
pronóstico. Una característica precoz en la 
patogenia de la enfermedad, cualquiera sea su 
causa, es la activación precoz de la tripsina y 
otros zimógenos ya en las propias células 
acinares, lo cual causa una verdadera 
autodigestión del órgano.

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