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Excitabilidad y propagación del impulso nervioso Dr. Fernando D. Saraví Las respuestas pasivas de la membrana a estímulos eléctricos débiles decaen con el tiempo y la distancia, por lo cual no son suficientes para la propagación de señales a lo largo de un axón, que en el humano adulto puede llegar a tener 1 m de longitud. Un impulso propagado, o potencial de acción, es también una señal eléctrica, pero cuali y cuantitativamente diferente. El potencial de acción tiene una amplitud de decenas de milivoltios y es un fenómeno discreto que no puede sumarse temporal ni espacialmente, sino que se desplaza manteniendo su amplitud, con una velocidad del orden de m/s. En el organismo, el potencial de acción se inicia por fenómenos electrotónicos consecutivos a la activación de sinapsis o de receptores sensoriales. Experimentalmente, es común provocar un potencial de acción mediante un estímulo eléctrico. En cada axón, el potencial de acción producido por cualquiera de las formas mencionadas es igual en amplitud y velocidad de propagación. Dicho de otro modo, las propiedades del potencial de acción son independientes del estímulo que lo produjo, y su amplitud responde a la llamada ley de todo o nada: Se produce o no se produce. El potencial de acción, consiste en una rápida despolarización con inversión de la polaridad, debida a una abrupta pero breve reducción de la resistencia eléctrica de la membrana. En la Fig. 1 se muestra el registro de un potencial de acción y de una onda de alta frecuencia con la que se mide simultáneamente la impedancia de la membrana. El aumento de la amplitud de esta última onda durante el potencial de acción es proporcional a la disminución de la resistencia, o dicho de otro modo, un aumento de la conductancia de la membrana. El aumento de conductancia se debe a la apertura secuencial de canales de Na+ y de K+ operados por potencial. EXCITACIÓN Se denomina excitabilidad a la propiedad de las neuronas, fibras musculares y algunas células neuroendocrinas de responder a un estímulo con potencial de acción. En la membrana en reposo, la conductancia al K+ (GK) es decenas de veces mayor que para el Na+ (GNa) Por esta razón, el potencial de membrana VM es próximo al potencial de equilibrio electroquímico del K+ (EK). La diferencia entre VM y EK proporciona una fuerza electromotriz (fem) que impulsa la salida de este ión. El ENa es positivo y lejano a VM, por lo cual una fem elevada impulsa el ingreso de Na+. En reposo, la corriente de salida de K+ es igual en magnitud a la corriente de ingreso de Na+ (ver POTENCIAL DE REPOSO). Un aumento rápido e intenso de la GNa permite un mayor ingreso de Na+ según su gradiente electroquímico, que supera transitoriamente el egreso de K+. Como consecuencia de esto VM se desplaza hacia el potencial de equilibrio del Na+ (ENa). Como se dijo, existen varias formas de iniciar un potencial de acción. No obstante, todas tienen en común la propiedad de causar una despolarización pasiva de la membrana. Los estímulos hiperpolarizantes no causan potenciales de acción, sin importar su amplitud (Fig. 2). Esto se debe a que los canales de Na+ responsables del aumento de GNa se abren por la despolarización de la membrana. Para que se despolarice la membrana es necesaria una corriente capacitiva que descargue la capacitancia de la membrana, como se explicó en PROPIEDADES PASIVAS DE LA MEMBRANA Y FENÓMENOS ELECTROTÓNICOS. La apertura y el cierre de los canales son procesos probabilísticos. Para un potencial transmembrana dado, un canal tiene determinada probabilidad de apertura (Po) que adquiere valores entre 0 y 1. La Po es la probabilidad que un canal permanezca abierto por unidad de tiempo. Un valor de cero significa que está siempre cerrado, y un valor de 1 que está siempre abierto. Para un ión “x” el producto del número de canales Nx por la Po de cada canal y la corriente ix (corriente que circula por cada canal) corresponde a la corriente total o “macroscópica” generada por dicho ión: xoxxx iPNI ..= Posgrado-00 Sello Excitabilidad y propagación Dr. Fernando D. Saraví 2 Visto de este modo, la despolarización tiene como resultado aumentar la probabilidad de apertura de los canales de Na+. Umbral de excitación. Para que se produzca un potencial de acción es necesario que se active de manera más o menos simultánea un número suficiente de canales de Na+ en la membrana. La despolarización mínima necesaria para provocar un potencial de acción se denomina umbral. El umbral es variable según la fibra, pero generalmente corresponde a una despolarización de 10 a 15 mV. Si el potencial de reposo es de – 70 mV, se alcanza el umbral cuando se reduce a – 60 ó – 55 mV. Si el número de canales activados es menor que el mínimo necesario, se produce una excitación local que no llega a producir un potencial de acción. En la Fig. 2 se observa que los pulsos de corriente despolarizante e hiperpolarizante provocan respuestas simétricas cuando son de baja amplitud. Con una amplitud mayor, la corriente despolarizante causa respuestas locales, no observadas con pulsos hiperpolarizantes (sombreadas en gris). Estas respuestas representan la apertura de unos pocos canales de Na+, que no basta para iniciar un impulso propagado, es decir, no alcanzan el umbral de despolarización. Esto se debe a que cuando la membrana se despolariza, aumenta la fem que impulsa la salida de K+ (VM – EK), la cual tiende a repolarizar la membrana. Cuando se abre un número suficiente de canales de Na+ como para superar la tendencia repolarizante del K+, se inicia el potencial de acción. La corriente de ingreso de Na+ acelera la descarga del capacitor, y la despolarización resultante provoca la apertura (probabilística) de más canales de Na+, generando un ciclo de retroalimentación positiva llamado ciclo de Hodgkin (Fig. 3). El Na+ que ingresa continúa proporcionando corriente para la descarga de la capacitancia de la membrana (corriente capacitiva de salida) con lo cual se invierte la polaridad de la membrana (overshoot) llevando el potencial transmembrana hacia el ENa. Empero, normalmente no se alcanza el ENa y la duración del potencial de acción es breve por dos razones (Fig. 4). 1) Luego de permanecer un breve tiempo abiertos, los canales de Na+ activados por voltaje se inactivan. Estos canales permiten el paso de Na+ según su gradiente electroquímico, y poseen dos compuertas, denominadas de activación y de inactivación. Ambas son reguladas por el potencial transmembrana, y el paso del ión sólo es posible cuando ambas están abiertas. En condición de reposo, la compuerta de activación está cerrada y la de inactivación abierta. Cuando se produce la excitación, se abre la compuerta de activación y comienza, más lentamente, a cerrarse la de inactivación. En el breve intervalo en que ambas compuertas están abiertas, el Na+ puede ingresar. Cuando la compuerta de inactivación se cierra, deja de entrar Na+ y este solo hecho hace que el potencial transmembrana tienda a recuperar su polaridad normal (debida al EK). Ahora los canales de Na+ están inactivados y no pueden volverse a activar hasta tanto ambas compuertas recuperen su posición inicial. Para que esto ocurra, la membrana debe repolarizarse a valores más negativos que – 50 mV. 2) El segundo factor que permite la repolarización es que, de manera retardada con respecto al aumento de conductancia al Na+, se produce un aumento de conductancia al K+ por canales selectivos para este ión que también son controlados por voltaje. Los canales de K+ poseen un mecanismo de activación e inactivación, pero esta última es muy lenta, por lo cual en la práctica permanecen abiertos mientras persista la despolarización. El aumento de conductancia al K+ acelera la recuperación del potencial, de modo que, el potencial de acción dura entre 0.5 y 5 ms (excepto en el miocardio, como se verá Excitabilidad y propagación Dr.Fernando D. Saraví 3 oportunamente). En la Fig. 4 se indica el curso temporal de la variación en el potencial transmembrana y las conductancias al Na+ y al K+ durante el potencial de acción de un axón. Cuando se alcanza el umbral, la membrana responde de manera completa. A diferencia de los fenómenos electrotónicos, el potencial de acción no es graduable ni sumable; se dice que responde al principio de “todo o nada”. Su curso temporal y espacial se independiza del estímulo que le dio origen. Una vez que en la membrana comenzó a desarrollarse un potencial de acción, un segundo estímulo, por intenso que sea, no provocará ninguna respuesta: La fibra se halla en período refractario absoluto. Tras cierto grado de repolarización (de aprox. 70 % del potencial de reposo), un estímulo más intenso logrará producir un potencial de acción. La fibra se halla en período refractario relativo (Fig. 5). En este período ya hay suficientes canales de Na+ en condiciones de volver a activarse, aunque no el mismo número que en la condición inicial, por lo cual se reduce la amplitud del potencial de acción y su velocidad de conducción (esto no contradice la ley de “todo o nada”, pues la membrana responde con “todos” los canales disponibles en esta condición particular). Acomodación. Por sus propiedades capacitivas, la membrana tiene un tiempo mínimo de respuesta que no puede acortarse por intenso que sea un estímulo (por eso la corriente alterna de alta frecuencia, donde la polaridad del estímulo varía rápidamente, no provoca descarga nerviosa). A medida que se reduce la amplitud de la corriente estimulante, se prolonga el tiempo de respuesta. No obstante, un estímulo despolarizante muy débil no causa excitación. Es posible despolarizar lentamente una fibra hasta potencial cero sin provocar un potencial de acción. Este fenómeno se conoce como acomodación de Nernst. Se debe a que tal estímulo nunca alcanza a reclutar de manera sincronizada un número suficiente de canales de Na+, y los canales que se van activando luego se inactivan y permanecen así hasta que la fibra se repolarice. La intensidad mínima de un estímulo capaz de producir una respuesta propagada se denomina reobase. Se llama cronaxia al tiempo de respuesta cuando la intensidad del estímulo es el doble que la reobase (Fig. 6). PROPAGACIÓN DEL POTENCIAL DE ACCIÓN Para comprender el mecanismo de propagación del potencial de acción es útil considerar primero un caso en que el potencial de acción no se propaga. Ciertas células neuroendocrinas, como las de la médula adrenal, poseen membranas excitables capaces de producir potenciales de acción (Fig. 7 A). Por tratarse de Excitabilidad y propagación Dr. Fernando D. Saraví 4 células aproximadamente esféricas, un pulso despolarizante afecta simultáneamente toda la membrana dando lugar a un potencial de acción que no se propaga, cuyo curso temporal puede analizarse. En la Fig. 7 B se muestra el curso temporal del potencial y de las corrientes iónica y capacitiva. Antes del umbral, la despolarización electrotónica causa corriente iónica y capacitiva de salida, que es provista por la fuente estimuladora. La corriente iónica es llevada principalmente por K+ por ser el ión al cual la membrana en reposo es más permeable. Nótese que lo que despolariza la célula es la corriente capacitiva. Al alcanzarse el umbral, aumenta la conductancia al Na+ y el sentido de la corriente iónica se invierte abruptamente por entrada de Na+. No obstante, la corriente capacitiva continúa siendo de salida, proporcional a la tasa con la cual varía el potencial transmembrana. La corriente de Na+ descarga el capacitor e invierte su polaridad. La corriente capacitiva se hace cero en el instante en que se alcanza el pico del potencial de acción, porque en ese momento la variación de potencial se hace nula. A continuación, la corriente iónica se torna de salida neta (por disminución de GNa y aumento de GK) y como consecuencia la corriente capacitiva se hace de entrada, provocando la repolarización de la membrana. Debido a que toda la membrana varía simultáneamente su potencial, en todo momento a partir del umbral se cumple que el valor absoluto de la corriente iónica (Ii) es igual al valor absoluto de la corriente capacitiva (Ic): Ii = – Ic Dicho de otro modo, toda la corriente iónica fluye por la capacitancia. En la Fig. 7 C se esquematiza lo dicho en tres momentos (se omite la despolarización subumbral): a. En reposo la corriente iónica neta es cero y no hay corriente capacitiva. b. Durante la despolarización activa la corriente iónica es de entrada y la capacitiva de igual magnitud, pero de salida. Excitabilidad y propagación Dr. Fernando D. Saraví 5 c. Durante la repolarización la corriente iónica neta es de salida, y la capacitiva de igual magnitud, pero de entrada. La situación es más compleja para un potencial de acción que se propaga en un axón u otra fibra cilíndrica, porque en esta situación aparecen diferencias de potencial entre la zona despolarizada del citoplasma y las zonas no despolarizadas. Esto provoca un flujo de corriente a lo largo de la fibra. Por esta razón, no toda la corriente iónica está disponible para descargar la capacitancia de la región despolarizada por encima del umbral y, en general, Ii ≠ – Ic. La diferencia entre Ii e Ic se denomina corriente de membrana (Im). En la Fig. 8 se ilustra un potencial de acción que se propaga de derecha a izquierda. La abscisa es distancia. La distancia que ocupa un potencial de acción en el axón depende de su duración y su velocidad de propagación. Por ej., si el potencial de acción dura 1 ms y se propaga a 10 m/s, su onda ocupa una distancia de 10 m/s x 0.001 s = 0.01 m ó 1 cm. En la Fig. 8 se observa que Ii (en gris) y Ic (en marrón) no son iguales. La corriente capacitiva alcanza el valor cero en un punto donde aún la corriente iónica neta es de entrada. La corriente que fluye longitudinalmente (Im) se grafica en azul. La Im es esencial para la propagación, pues proporciona la corriente necesaria para despolarizar electrotónicamente las regiones de la membrana por delante del potencial de acción, hasta que dichas regiones alcancen el umbral. En resumen, durante un potencial de acción propagado, la corriente de Na+ sirve a la vez para descargar la capacitancia en el sitio donde se produce el ingreso del ión, pero también en los sitios aún inactivos que quedan por delante. Postpotenciales. En algunos casos se observa que hacia el final de la repolarización el potencial transmembrana demora en alcanzar el valor de reposo. Este retardo se denomina postpotencial negativo y se asocia con una reducción de la corriente umbral (aumento de la excitabilidad). Por otra parte, el potencial transmembrana puede superar el valor de reposo dando lugar a una hiperpolarización transitoria, que se acompaña de una disminución de la excitabilidad eléctrica. Esta hiperpolarización se denomina postpotencial positivo (la denominación de “positivo” y “negativo” se debe a que estos fenómenos fueron primeramente descritos en registros extracelulares). En la Fig. 9 se esquematizan los postpotenciales y los cambios de excitabilidad mencionados. El postpotencial negativo suele observarse en axones que forman parte de un nervio y en consecuencia están rodeados por una delgada capa de líquido extracelular. La limitación en la difusión en el intersticio del K+ que sale durante la repolarización hace que este ión se acumule transitoriamente en torno del axón y retarde su repolarización. La excitabilidad está aumentada porque el potencial transmembrana está más cerca del umbral que en reposo, y los canales de Na+ ya están en condiciones de activarse plenamente. Excitabilidad y propagación Dr. Fernando D. Saraví 6 El postpotencial positivo se debe a que el Na+ que ingresa y el K+ que egresa del axón y se encuentranadyacentes a la membrana causan una estimulación transitoria de la Na,K-ATPasa. El postpotencial positivo es una manifestación de la naturaleza electrogénica de la Na, K-ATPasa. Durante el postpotencial positivo el potencial transmembrana queda más lejos del potencial umbral que en reposo, por lo cual se reduce brevemente la excitabilidad. PROPIEDADES DE LOS CANALES DE NA+ El avance de la biología y la biofísica molecular permite una descripción bastante completa de los canales involucrados en la producción de potenciales de acción nerviosos. Los canales de Na+ operados por cambios en el potencial transmembrana se denominan convencionalmente Nav. Los canales Nav son relativamente escasos en la superficie de un nervio amielínico. Existen aprox. 50 canales Nav por μm2 de superficie de membrana, lo que significa que están separados entre sí por una distancia media de 140 nm. En dimensiones más familiares, si cada canal fuese una puerta de 1 m de ancho en un corredor, dichas puertas estarían espaciadas casi 300 m entre sí. Recuérdese que la cantidad de iones que deben ingresar para modificar la polaridad de la membrana es muy pequeña (picomoles/cm2) comparada con las concentraciones en los medios extra e intracelular. Estructura de los canales de sodio. Los Nav están formados por un heterodímero con dos subunidades llamadas α y β. La subunidad α es la que forma el poro, posee los sensores de potencial y las compuertas de activación en inactivación, y es el receptor farmacológico de varias toxinas y de los anestésicos locales. Las subunidades α son proteínas de aproximadamente 260 kDa formadas por 2000 aminoácidos que forman una única familia llamada Nav1, de la cual existen 9 miembros, nombrados con números arábigos (Nav1.1 a Nav1.9). La estructura de todas las subunidades α es similar (Fig. 10). Los extremos amino- y carboxi- terminales son intracelulares. Entre ellos existen cuatro dominios transmem- brana (I a IV) cada uno de los cuales posee seis segmen- tos (S1 a S6) que son hélices alfa que atraviesan la mem- brana y están conectadas por asas intra y extracelulares (Fig. 11 A) . La estructura externa de la subunidad α del Nav ha sido reconstruido mediante criomicroscopía electrónica. En la Fig. 11 B se muestra el canal visto desde afuera (izquierda), en el plano de la membrana (derecha) y desde otros ángulos. Las subunidades β y sus funciones se describen más abajo. Excitabilidad y propagación Dr. Fernando D. Saraví 7 Activación e inactivación de los canales de sodio. Las cuatro asas extracelulares que conectan S5 y S6 forman el poro de selectividad, mientras que los segmentos S4 de cada dominio, que poseen aminoácidos con carga neta positiva (arginina y lisina), constituyen la estructura que permite la apertura (activación) del canal en respuesta a la despolarización de la membrana. La compuerta de inactivación está formada por el asa intracelular entre el S6 del dominio III y el S1 del dominio IV. Esta asa incluye el triplete de aminoácidos isoleucina-fenilalanina-metionina, el cual parece funcionar como un pestillo que mantiene la compuerta de inactivación en su sitio una vez que se ha cerrado. El desplazamiento hacia fuera de los segmentos S4 durante la activación produce una breve y pequeña corriente de salida, llamada corriente de compuerta, que se produce justo antes de la corriente de entrada de Na+ permitida por la apertura de los canales. La conductancia individual de un canal abierto es de aprox. 20 pS (picosiemen). La activación se produce primero y el canal permanece abierto durante un breve lapso, antes de que se cierre la compuerta de inactivación. Cuando ocurre esto último, el canal queda inactivado y no retorna a la condición inicial hasta que no se produce la repolarización. Si la repolarización es inmediata, como ocurre en el nervio y en el músculo esquelético, los canales de Na+ recuperan su capacidad de activarse en aproximadamente 10 ms, siempre que el potencial transmembrana se repolarice hasta alcanzar – 50 mV un valor más negativo. Papel de las subunidades β de los canales de sodio. Existen cinco subunidades β que tienen 33 a 36 kDa: β1, β1A, β2, β3, β4, codificadas por los genes SCN1B a SCN4B. β1A es una variante de β1. Las subunidades β atraviesan una sola vez la membrana. El extremo carboxiterminal es intracelular y el aminoterminal extracelular. La porción extracelular es un dominio tipo inmunoglobulina. El papel de las subunidades β es menos comprendido que el de las subunidades α, pero se sabe que una o más subunidades β están normalmente asociadas a cada subunidad α y que tienen varias funciones: 1. Contribuyen a dirigir las subunidades α al axolema y probablemente determinan la localización específica de los Nav en el mismo. 2. Modifican la cinética de activación e inactivación, que es diferente en subunidades α aisladas que en los canales nativos (subunidades α y β). 3. Mediante su dominio extracelular interactúan con moléculas de adhesión de la matriz extracelular y moléculas de adhesión celular. 4. Mediante su dominio intracelular interactúan con moléculas del citoesqueleto, en particular diferentes formas de ankirina (B y G), sintrofina, cadherina, y ciertos canales de potasio. Las subunidades β actúan como andamios moleculares que reúnen en torno del poro conductor moléculas de adhesión, señalización y del citoesqueleto. Cabe notar que, además de Nav, otras moléculas de gran importancia en la electrofisiología de la membrana, como la Na,K-ATPasa, el intercambiador Na+/Ca2+ y canales de potasio también se asocian con ankirina. Regulación por fosforilación. Las subunidades α de los Nav tienen varios sitios conectores intracelulares que pueden ser fosforilados. En la Fig. 10 se indica con rombos o cuadrados negros los sitios susceptibles de ser fosforilados. La subunidad β1 también puede ser fosforilada, pero por tirosina kinasas. Los Nav también pueden ser fosforilados por la calmodulina kinasa II (CaMKII) que también fosforila canales de Ca2+ (ver más abajo). La CaMKII no afecta la activación de los canales Nav pero tiene efectos complejos sobre la inactivación rápida y la recuperación. Excitabilidad y propagación Dr. Fernando D. Saraví 8 PROPIEDADES DE LOS CANALES DE K+ Existe una gran variedad de canales de K+. Solamente en el ser humano se han identificado y clonado más de 80 genes que codifican canales de K+ o moléculas relacionadas con ellos. Pese a su gran variedad, los canales de K+ presentan solamente dos tipos principales de estructura, según el número de dominios transmembranas (TM): 6TM y 2TM. Los 6TM son las subunidades α de los canales de K+ sensibles al potencial (Kv). Su conductancia individual varía, según el subtipo, entre 10 y 18 pS. Cada canal 6TM es análogo a uno de los dominios de las subunidades α de los canales Nav que se describieron antes. Como en estos, en los canales 6TM el segmento transmembrana S4 es el sensor de potencial, y el poro está formado por los segmentos S5 y S6. El asa extracelular entre S5 y S6 funciona como dispositivo de selectividad iónica (Fig. 12 A). Cuatro monómeros 6TM se polimerizan para formar un canal funcional. El tetrámero resultante puede estar formado por cuatro monómeros iguales o diferentes, que a su vez están asociados a 4 subunidades β que, a diferencia de las de Nav, son intracelulares. El extremo aminoterminal de la subunidad α, llamado T1, es responsable por la oligomerización y la unión a las subunidades β. En la Fig. 12 B se ilustra la reconstrucción de un canal Kv por criomicroscopía electrónica. Las subunidades β de los Kv participan en direccional los canales hacia la membrana y modifican su cinética. El poro de los canales de K+ tiene una longitud de 4.5 nm y su diámetro interno es variable. En la Fig. 13 A se muestra el poro con las hélices que lo forman, en la Fig. 13 B se proporciona un detalle del poro, conlos iones K+ alineados, y en la Fig. 13 C se ilustra el poro visto desde arriba, para mostrar cómo se disponen las cadenas de cada monómero para formarlo. Del lado citoplásmico hay un túnel de 0.6 nm de diámetro y 1.8 nm de largo, que se abre en una cavidad llena de agua de 1 nm de diámetro. Por encima de la cavidad está el filtro de selectividad, capaz de discriminar estrictamente entre iones de K+ y de Na+, a pesar de la escasa diferencia en el radio atómico de ambos iones: 1.33 Å para el K+ y 0.95 Å para el Na+. La selectividad de los canales de K+ se relaciona con una tríada de aminoácidos (glicina-tirosina- glicina o glicina-fenilalanina-glicina) en el asa que conecta S5 con S6, que es tan característica que se considera la “firma” de los canales de K+. Las porciones cíclicas de los aminoácidos aromáticos de la tríada (tyr o phe) apuntan hacia fuera de poro e interactúan con otros residuos aromáticos de los segmentos vecinos, de modo que forman un anillo bastante rígido de 1.2 nm de longitud que limita el diámetro del filtro a 3 Å. En medio acuoso intra y extracelular los iones están hidratados, pero para atravesar el poro deben perder transitoriamente las moléculas de agua acompañantes. El diámetro del poro de los canales de K+ es tal que favorece la deshidratación del K+ pero resulta termodinámicamente desfavorable para la deshidratación del Na+. Dentro del filtro hay cuatro capas de átomos de oxígeno de grupos carbonilo que imitan muy aproximadamente la disposición de las moléculas de agua en torno de un ión K+. Esto permite el pasaje del K+ por el filtro pues compensa el costo energético de la deshidratación. El hecho de que mientras el canal está abierto se encuentren simultáneamente cuatro iones K+ en el poro contribuye a la pues produce un delicado equilibrio de fuerzas electrostáticas repulsivas entre ellos, que el Na+ no puede imitar. El K+ se rehidrata de inmediato luego de atravesar el filtro. Excitabilidad y propagación Dr. Fernando D. Saraví 9 Activación e inactivación de los canales de potasio. En los canales de K+ sensibles al potencial (Kv), la activación depende del segmento S4 cargado positivamente y de una porción adyacente del S3. La despolariza- ción causa un desplaza- miento de 2 nm del S4 hacia el medio extra- celular que permite la apertura de la compuerta de activación formada por S5 y S6. La inacti- vación de Kv obedece a varios mecanismos, llamados N, C y P. La inactivación tipo N es la mejor conocida. Depende de un mecanismo de “bola y cadena” que requiere la integridad del extremo aminoterminal y probablemente de las subunidades β asociadas a él. Durante un potencial de acción nervioso la inactivación de los canales Kv es virtualmente inexistente, pues requiere 1 s para instalarse, mientras que el potencial de acción dura aprox. mil veces menos. CONDUCCIÓN CONTINUA Y SALTATORIA En las fibras musculares y en los axones amielínicos, el potencial de acción se propaga de manera continua. Cuando el potencial de acción se encuentra en un punto de la fibra, parte de la corriente de Na+ descarga el capacitor y despolariza la membrana en el mismo punto, y parte fluye longitudinalmente a lo largo del citoplasma, saliendo por sitios más distantes y produciendo su despolarización pasiva, hasta que allí se alcance el umbral y se desencadene un potencial de acción, que a su vez despolarizará pasivamente Excitabilidad y propagación Dr. Fernando D. Saraví 10 zonas más distantes (Fig. 8 y Fig. 14 A). El potencial de acción se propaga así sin decremento (con amplitud constante). La propagación continua exige que en cada punto a lo largo de la fibra se produzcan los cambios que inician el potencial de acción. La conducción será más rápida cuanto menor sea la constante de tiempo y mayor la constante de espacio. La velocidad de conducción de un axón amielínico es proporcional a la raíz cuadrada de su diámetro. En el hombre, las fibras amielínicas son delgadas (diámetro medio 0.5 μm) y conducen un potencial de acción con una velocidad media de 1 m/s. Un axón gigante de calamar (amielínico) con un diámetro de aprox. 500 μm conduce a 16 m/s. En los vertebrados, la presencia de mielina en torno a muchos axones aumenta la velocidad de conducción enormemente. Todos los axones que conducen a más de 3 m/s están mielinizados. Desde luego, entre los axones cubiertos con mielina, la velocidad de conducción es mayor cuanto mayor es su diámetro. Los axones mielinizados de mayor diámetro (20 μm) conducen a velocidades de 120 m/s. La mielina constituye una capa lipídica relativamente gruesa, formada por el enrollamiento de la membrana de oligodendrocitos en el sistema nervioso central y células de Schwann en la periferia. La capa de mielina es discontinua, y deja espacios de la membrana axónica libres de mielina, llamados nodos de Ranvier. Los nodos sucesivos están espaciados 0.2 a 0.3 mm. Los canales de Na+ y K+ dependientes de voltaje están localizados exclusivamente en los nodos. Por tanto, el potencial de acción se produce en ellos. La mielina es un aislante que aumenta la resistencia de la membrana y disminuye su capacidad (que es inversamente proporcional a la distancia que separa el axoplasma del líquido intersticial). Por tanto, un potencial de acción en un nodo produce un flujo de corriente hacia el siguiente nodo que causa una despolarización que lo lleva rápidamente el umbral (Fig. 14 B). A esta forma de conducción altamente eficiente se la denomina saltatoria. El potencial de acción virtualmente “salta” de nodo en nodo, lo que torna la conducción mucho más veloz que la de una fibra amielínica del mismo diámetro. Además, como en las fibras mielínicas los flujos transmembrana de Na+ y K+ ocurren sólo en los nodos, el mantenimiento de los gradientes electroquímicos requiere menor gasto de ATP por parte de la Na, K- ATPasa. La conducción saltatoria es pues más veloz y metabólicamente más eficiente. Lamentablemente, es también susceptible de ser alterada por enfermedades desmielinizantes como la esclerosis múltiple. POTENCIAL DE ACCIÓN COMPUESTO Mediante electrodos extracelulares en contacto con un nervio periférico, es posible registrar su actividad espontánea, que representa el tráfico de potenciales de acción aferentes y eferentes del sistema nervioso central. También puede registrarse la respuesta del nervio a un estímulo eléctrico, lo cual se realiza habitualmente en neurofisiología clínica (Fig 15, recuadro). Nótese que tanto las fibras aferentes como eferentes responden, pues la fibra puede conducir indistintamente en forma ortodrómica (centrífuga para los eferentes y centrípeta para los aferentes) como en sentido opuesto o antidrómico. Un axón conduce normalmente en forma ortodrómica debido a que si es un aferente es activada por receptores sensitivos, y si es eferente (motoneu- ronas) es activada por sinapsis centrales. La actividad del nervio provocada por la estimulación y registrada a cierta distancia se denomina potencial de acción compuesto, pues representa la sumación (en el medio extrace- Excitabilidad y propagación Dr. Fernando D. Saraví 11 lular) de la actividad de decenas, cientos o miles de axones que forman el nervio. Aunque en cada axón el potencial de acción responde a la ley de todo o nada, los axones tienen diferentes umbrales a la estimula- ción eléctrica. Por esta razón, a medida que se incrementa la intensidad del estímulo aumenta la amplitud del potencial de acción compuesto, pues se reclutan progre-sivamente más axones (Fig. 15 A). Por ser registros extracelulares, la amplitud de un potencial de acción compuesto es de pocos mV, a diferencia de un registro intracelular que alcanza aprox. 100 mV. Los axones de los nervios periféricos se clasifican según su velocidad de conducción, que está relacionada con su diámetro y su mielinización. La clasificación de Erlanger y Passer emplea letras. La clasificaciónde Lloyd y Hunt emplea números romanos, pero sólo incluye fibras aferentes. En la Tabla 1 se indican las propiedades y funciones de los axones periféricos. Un estímulo precisamente capaz de activar todas las fibras de un nervio se denomina máximo, y uno superior se llama supramáximo (este asegura que todas las fibras se activarán). Si se aplica un estímulo supramáximo a un nervio como el safeno, y se registra a una distancia de aprox. 4 cm, pueden observarse diversas ondas del potencial de acción compuesto (Fig. 15 B). Aunque todos los potenciales de acción individuales se inician a la vez, los que se conducen más rápido llegan antes al sitio de registro. En el ejemplo de la Fig. 15 B no hay fibras B (preganglionares simpáticas que forman los ramos comunicantes blancos). En diversas enfermedades que afectan a los nervios periféricos se altera la magnitud del potencial de acción compuesto y la velocidad de conducción. Tabla 1: Clasificación de las fibras nerviosas periféricas de mamífero con letras (incluye axones aferentes y eferentes) y números romanos (sólo axones aferentes). Grupo Funciones Diámetro (μm) Velocidad de conducción (m/s) I Aα Aferentes Ia del huso muscular Aferentes I b del órgano tendinoso de Golgi Eferentes de motoneuronas α 15 (rango 12 a 20) 100 (rango 70 a 120) Aβ II Aferentes de mecanorreceptores cutáneos Aferentes secundarios del huso muscular 8 (rango 6 a 12) 50 (rango 30 a 70) Aγ Eferentes de motoneuronas γ (fusimotoras) 5 20 Aδ III Aferentes cutáneos de dolor y temperatura Aferentes quimiorreceptores y de presión profunda del músculo esquelético 3 13 (rango 11 a 15) B Eferentes preganglionares simpáticos 3 7 C IV Aferentes cutáneos de dolor y tacto sensual Eferentes postganglionares simpáticos 0.5 (amielínicos) 1 (rango 0.5 a 2) SELECCIÓN BIBLIOGRÁFICA Bezanilla F. How membrane proteins sense voltage. Nat Rev Mol Cell Biol 9: 323-332, 2008. Catterall WA y col. International Union of Pharmacology. XLVII. Nomenclature and structure-function relationships of voltage-gated sodium channels. Pharmacol Rev 57: 397-409, 2005. 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