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79_Renal_Funcion_Tubular

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Dr. Fernando D. Saraví 
 
La función de los túbulos renales es producir, a 
partir de un gran caudal ultrafiltrado, un volumen 
mucho menor de orina con una composición 
cuantitativamente distinta que la del ultrafiltrado 
original. 
En la Tabla 1 se indica la composición del 
plasma y la composición de la orina. La 
composición relativamente constante del plasma 
contrasta con la composición mucho más variable 
de la orina. 
Desde luego, la principal razón de la 
constancia de la composición del plasma es que 
los riñones pueden ajustar la excreción de agua e, 
independientemente, la excreción de solutos. 
 La materia prima para la formación de 
orina es un ultrafiltrado que tiene básicamente 
igual composición que el plasma, excepto por la 
virtual ausencia de proteínas. Por otra parte, en el 
humano la composición de la orina que drena por 
las papilas no sufre modificaciones en el tracto 
urinario. Por tanto, los cambios en la composición 
deben de producirse durante la circulación del 
filtrado por los túbulos renales. En la Tabla 2 se 
presenta la magnitud de la filtración, reabsorción 
y excreción de los 
principales 
componentes de la 
orina. 
Los diferentes 
segmentos de la 
nefrona poseen 
mecanismos de 
transporte específicos 
que producen 
modificaciones 
características en la composición del ultrafiltrado. 
En la mayoría de los segmentos, sin embargo, la 
Na,K-ATPasa de la membrana basolateral tiene 
un papel destacado en los procesos de transporte. 
 Un hecho muy importante, ya que permite 
la variabilidad de la composición de la orina, es 
que solamente en el túbulo proximal la 
reabsorción de agua y solutos está estrechamente 
acoplada. En los restantes segmentos la 
reabsorción está desacoplada. En la rama 
descendente del asa de Henle se reabsorbe agua, 
pero no solutos. En la rama ascendente y el túbulo 
distal se reabsorben solutos, pero no agua. En el 
túbulo colector, puede haber reabsorción de agua 
y solutos, pero regulada de manera 
independiente. 
 Los diversos agentes neurohumorales que 
influencian la reabsorción de Na+ (e 
indirectamente de Cl- y agua) se presentan al final 
del capítulo y se tratan en detalle en 
REGULACIÓN DEL VOLUMEN EXTRACELULAR. 
La reabsorción fraccional de Na+ es también 
modificada por 
cambios en la 
fracción de 
filtración (véase 
Equilibrio 
glomérulo-
tubular más 
abajo). La única 
hormona que 
regula la 
reabsorción de 
agua en forma 
directa es la 
vasopresina u 
hormona 
antidiurética 
(ADH; ver REGULACIÓN DE LA OSMOLARIDAD 
DE LOS LÍQUIDOS CORPORALES). 
Función tubular renal 
Tabla 1: Comparación entre la composición del plasma y de la orina 
Componente Plasma 
(valores medios) 
Orina 
(rangos medios) 
Na+ 
K+ 
Ca 2+ 
Mg 2+ 
NH4+ 
Cl- 
HCO3- 
PO42- 
H+ 
Urea 
Creatinina 
Proteínas 
Osmolalidad 
140 mEq/L 
 4 mEq/L 
 5 mEq/L 
 2 mEq/L 
 - 
102 mEq/L 
 24 mEq/L 
 2 mEq/L 
 40 nmol/L (pH 7.40) 
 5 mmol/L 
 0.03 mmol/L (1 mg/dL)
70 g/L 
280 mOsm/kg H2O 
50 a 130 mEq/L 
20 a 70 mEq/L 
 5 a 12 mEq/L 
 2 a 18 mEq/L 
30 a 50 mEq/L 
50 a 130 mEq/L 
1,0 a 1,6 mEq/L 
20 a 40 mEq/L 
100 a 10 000 nmol/L (pH 7 a 5) 
200 a 400 mmol/L 
 6 a 20 mmol/L (200 a 670 mg/dL) 
- 
500 a 800 mOsm/kg H2O 
Tabla 2: Filtración, excreción y reabsorción renal en 24 h 
Sustancia Filtrado Reabsorbido Excretado Excreción 
fraccional 
H2O (L) 
Na+ (mEq) 
K+ (mEq) 
Ca2+ (mEq) 
Cl- (mEq) 
HCO3- (mEq) 
Urea (mmol) 
Glucosa (mmol) 
 180 
25 200 
 720 
 540 
18 000 
 4 320 
 1 000 
 800 
 178.5 
25 050 
 620 
 530 
17 850 
 4 318 
 500 
 800 
 1.5 
150 
100 
 10 
150 
 2 
500 
 0 
 0.8 % 
 0.6 % 
14 % 
 1.8 % 
 0.8 % 
<0.01 % 
50 % 
 0 % 
Posgrado-00
Sello
Función tubular renal 
Dr. Fernando D. Saraví 
2
 La cantidad de la mayoría de las 
sustancias que permanece en el fluido tubular 
tiende a decrecer a lo largo de la nefrona con 
respecto a la cantidad filtrada (Fig. 1). No 
obstante, la concentración de diversas sustancias 
aumentará en la luz tubular con respecto a la 
concentración plasmática si la reabsorción 
fraccional de ellas es inferior a la reabsorción de 
agua. Esto se indica en la Fig. 2, donde debe 
subrayarse que la escala de la ordenada es 
logarítmica para abarcar los grandes cambios de 
concentración de los solutos tubulares con 
respecto a las concentraciones plasmáticas. 
 
TÚBULO CONTORNEADO PROXIMAL 
El túbulo proximal es responsable por la 
reabsorción de la mayor parte del plasma 
ultrafiltrado, y el sitio donde se reabsorben 
algunos solutos orgánicos y se secretan otros. Está 
formado por un epitelio cúbico simple, con 
abundantes mitocondrias que proporcionan la 
energía para los procesos de transporte. La 
porción apical posee un borde en cepillo que 
aumenta mucho la superficie de membrana en 
contacto con el ultrafiltrado. Del lado basolateral 
existen numerosas prolongaciones citoplásmicas 
que se interdigitan entre células adyacentes y 
determinan un espacio intercelular tortuoso. 
Uniones adherentes y estrechas entre células 
adyacentes establecen el límite entre la membrana 
apical y la basolateral. Las uniones estrechas entre 
las células del túbulo proximal son 
considerablemente más permeables que en otros 
segmentos, hecho que tiene consecuencias 
funcionales importantes. 
 Aproximadamente dos tercios del 
ultrafiltrado (120 L/día) se reabsorben en el túbulo 
proximal. La reabsorción de volumen (agua) está 
estrechamente vinculada con la reabsorción de 
Na+. A su vez, la reabsorción de Na+ por la vía 
transcelular se debe a sistemas de transporte 
activo secundario de la membrana apical, aunque 
en la membrana basolateral es invariablemente 
responsable la Na,K-ATPasa, que es un 
transporte activo primario. 
Cerca de un tercio del Na+ que se 
reabsorbe en el túbulo proximal se mueve 
pasivamente por vía paracelular. Los mecanismos 
precisos de reabsorción son diferentes en la 
primera mitad (inicial) del túbulo proximal que en 
la segunda mitad (final). 
 
Reabsorción de Na+ en la porción inicial del 
túbulo proximal 
La luz tubular es aquí levemente negativa con 
respecto al intersticio (–2 a –4 mV) pero la célula 
tubular tiene un potencial de – 70 mV, de modo 
que hay una diferencia de potencial de 66 mV a 
favor del ingreso de Na+. Además, la 
concentración de Na+ en el líquido tubular es 
Fig. 1 Fig. 2 
Fig. 3 
Función tubular renal 
Dr. Fernando D. Saraví 
3
mucho mayor que en el citosol de las células. En 
consecuencia, hay un gradiente electroquímico 
muy favorable al ingreso de Na+. Sin embargo, no 
existen canales epiteliales de Na+ en el túbulo 
proximal. 
El Na+ ingresa a las células por dos tipos 
de mecanismos: Intercambio con protones 
(antiporte Na+/H+) y cotransporte (simporte) con 
compuestos orgánicos como glucosa, aminoácidos 
y lactato e inorgánicos como fosfato y sulfato 
(Fig. 3). La energía potencial que pierde el Na+ al 
ingresar a la célula es utilizada para extraer H+ e 
incorporar solutos en contra de sus respectivos 
gradientes. 
 El antiporte Na+/H+, 
mediado por el 
intercambiador NHE3, es el 
responsable principal de la 
conservación del bicarbonato 
filtrado. Los H+ que se 
intercambian provienen de la 
formación de bicarbonato y 
H+ a partir de CO2 y H2O, 
catalizada por la anhidrasa 
carbónica del citosol las 
células del túbulo proximal. 
El H+ secretado reacciona con 
HCO3- del fluido tubular, 
formando CO2 y H2O. Esta 
reacción es catalizada por una 
anhidrasa carbónica 
extracelular, presente en el 
ribete en cepillo. 
El CO2 producido 
puede difundir a la célula y 
ser empleado para regenerar 
bicarbonato. El Na+ 
incorporado por la membrana 
apical y el bicarbonato formado en la célula salen 
por la membrana basolateral mediante otro 
sistema de cotransporte, llamadokNCB1 (la “k” 
corresponde al isotipo propio del riñón). Si bien el 
HCO3- que difunde al intersticio no es el mismo 
que estaba en el filtrado, el proceso es 
funcionalmente equivalente a la reabsorción de 
bicarbonato luminar (Fig. 4). 
 Los procesos de simporte Na+-solutos son 
mediados por cotransportadores específicos y 
saturables. Existen varios simportes que permiten 
la absorción de glucosa, lactato y aminoácidos 
básicos, neutros y acídicos. Algunos de ellos son 
electrogénicos. En la Fig. 5 se esquematizan los 
principales transportadores apicales de 
aminoácidos, de los cuales dos emplean 
cotransporte con Na+. Los transportadores 
responsables de la salida de los aminoácidos por 
la membrana basolateral no han sido aún 
adecuadamente caracterizados. Por su 
importancia, el transporte de glucosa se describe 
con mayor detalle más abajo. 
 
Reabsorción de Na+ en la porción final del 
túbulo proximal 
En esta porción de la nefrona, el HCO3- y la 
mayor parte de los solutos cotransportados con 
Na+ han alcanzado una concentración baja o nula. 
Una fracción del cloruro filtrado puede 
reabsorberse en la porción inicial, probablemente 
por vía paracelular, movilizado por la diferencia 
de potencial entre la luz tubular y el intersticio 
(potencial transepitelial). No obstante, la 
Fig. 4 
Fig. 5 
Función tubular renal 
Dr. Fernando D. Saraví 
4
reabsorción de Cl- es mucho menor que la de Na+ 
y agua, por lo cual el Cl- se concentra en el túbulo 
proximal: su concentración aumenta desde 105 
mmol/L en la cápsula de Bowman hasta 120 ó 130 
mmol/L en la parte final del túbulo proximal (Fig. 
6). Esto incrementa el egreso de Cl- hacia el 
intersticio por vía paracelular y crea un potencial 
positivo (+ 2 a + 4 mV) en el túbulo que favorece 
el egreso de Na+ por la misma vía. El resto de la 
absorción de NaCl en esta porción del túbulo 
proximal se debe a dos antiportes acoplados, uno 
Na+/H+ y otro que incorpora Cl- en intercambio 
con otros aniones (Fig. 7). 
 
Reabsorción de agua en el túbulo proximal 
Como se dijo, en toda la extensión del túbulo 
proximal la reabsorción de agua está acoplada 
estrechamente con la reabsorción de solutos 
(sodio, cloruro, bicarbonato, glucosa, etc). Los 
solutos transportados a través del epitelio 
aumentan la osmolaridad del intersticio por 
encima de la del líquido tubular. La diferencia es 
pequeña (~ 6 mOsm/L) pero suficiente debido a la 
elevada permeabilidad de los túbulos proximales. 
Parte del agua puede ingresar por vía transcelular, 
pero probablemente la mayor parte lo hace por la 
vía paracelular. El flujo osmótico de agua 
favorece, por convección, la reabsorción de iones 
como K+ y Ca2+ en este segmento. Aprox. 80 % 
del Ca2+ filtrado se reabsorbe por esta vía. 
 
Reabsorción de glucosa 
La glucosa ingresa a la célula del túbulo proximal 
mediante dos simportes llamados SGLUT1 y 
SGLUT2 (Fig. 8). El simporte Na+-glucosa es un 
transporte activo secundario electrogénico y es el 
responsable por la negatividad de la luz tubular en 
la primera parte del túbulo proximal. SGLUT2 
predomina en la primera porción del túbulo, es 
exclusivo del riñón, y acopla el ingreso de un Na+ 
con una molécula de glucosa. Tiene una afinidad 
relativamente baja pero posee gran capacidad de 
transporte, características adecuadas para un 
líquido tubular con alta concentración de glucosa. 
En la última parte del túbulo predomina 
SGLUT 1 (también presente en el intestino 
delgado). Este simporte acopla el ingreso de 2 
iones Na+ con una molécula de glucosa. Tiene 
menor capacidad de transporte que SGLUT2 pero 
una afinidad por la glucosa 20 veces mayor, lo 
que le permite recuperar eficazmente la pequeña 
cantidad de glucosa no reabsorbida por SGLUT2. 
La glucosa que ingresa a la célula sale hacia el 
intersticio mediante difusión facilitada por los 
transportadores GLUT1 y GLUT2 (que no deben 
confundirse con SGLUT1 y SGLUT2). 
Fig. 8 
Fig. 6 Fig. 7 
Función tubular renal 
Dr. Fernando D. Saraví 
5
La capacidad máxima de transporte (Tm) 
de la glucosa es de aprox. 375 mg/min (2.1 
mmol/min). Con glucemia y TFG normales, la 
carga filtrada de glucosa es considerablemente 
menor. Por ej., si la glucemia es de 90 mg/dL y la 
TFG de 120 mL/min, la carga filtrada es de 108 
mg/min. Con esa TFG el Tm se alcanzaría con 
una glucemia de 312.5 mg/dL (Fig. 9). Por tanto, 
normalmente el clearance de glucosa es cero. 
La reabsorción tubular no contribuye a la 
regulación de la glucemia, sino que es un 
mecanismo destinado a la conservación de la 
glucosa plasmática. 
No obstante lo dicho, con una TFG 
normal comienza a aparecer glucosa en la orina 
(glucosuria) con glucemias del orden de 180 
mg/dL. La mínima glucemia a la cual comienza la 
glucosuria se denomina umbral renal para la 
glucosa. En la Fig. 9 puede observarse que el Tm 
no se alcanza en forma abrupta, sino que sigue 
una trayectoria curva, llamada dispersión o splay. 
El umbral renal para la glucosa y la dispersión se 
explica por dos razones. 
La primera es un desequilibrio glomérulo-
tubular. En diferentes nefronas la tasa de filtración 
individual (llamada snTFG, por single nephron) 
puede variar por un factor de ocho, mientras que 
la extensión del túbulo proximal no varía más que 
dos o tres veces. Por tanto, la carga tubular supera 
el Tm en algunas nefronas antes que en otras. 
En segundo lugar, para que los 
transportadores funcionen con una tasa máxima, 
deben estar expuestos a concentraciones 
saturantes de glucosa. En estas condiciones es de 
esperar que parte de la glucosa filtrada no se 
reabsorba. 
El riñón es un órgano afectado a menudo 
en la diabetes mellitus (nefropatía diabética). Una 
alteración precoz en la diabetes es el aumento de 
la TFG, llamado hiperfiltración. Esto se debe a 
que la mayor carga tubular de glucosa causa un 
aumento de la reabsorción de glucosa junto con 
Na+ (y secundariamente con Cl-). Esto hace que se 
reduzca la carga de NaCl en la mácula densa, que 
por retroalimentación túbulo-glomerular causa 
una relajación de la arteriola aferente y aumenta la 
snTFG. 
 
Equilibrio glomérulo-tubular 
En el túbulo proximal la reabsorción es sensible a 
las variaciones en las fuerzas de Starling de los 
capilares peritubulares. La presión oncótica del 
plasma capilar y la presión hidrostática del 
intersticio favorecen la transferencia de agua y 
solutos hacia los vasos, mientras que la presión 
hidrostática capilar y la presión oncótica 
intersticial tienen el efecto opuesto. La 
reabsorción es el fenómeno predominante, pero su 
magnitud puede ser reducida por el retorno de 
parte del agua y solutos reabsorbidos de vuelta a 
la luz tubular (retrodifusión). 
 Si se produce dilatación de la arteriola 
eferente su resistencia disminuye y en 
consecuencia aumenta la presión hidrostática en 
los capilares peritubulares, lo cual reduce la 
reabsorción neta. La constricción de la arteriola 
eferente tiene el efecto opuesto. 
 Los cambios en la fracción de filtración 
modifican la magnitud de la reabsorción por su 
efecto sobre la presión oncótica del plasma. 
Cuando aumenta la fracción de filtración, las 
proteínas plasmáticas se concentran y aumenta la 
presión oncótica en los capilares peritubulares, lo 
cual favorece la reabsorción. Una disminución de 
la fracción de filtración tiene el efecto contrario. 
Además, cuando aumenta la fracción de 
filtración también crece la cantidad de glucosa y 
aminoácidos filtrados, solutos que promueven la 
absorción de Na+ por cotransporte y de agua por 
ósmosis. 
Finalmente, cuando aumenta la TFG, y 
con ella el flujo dentro del túbulo proximal, crece 
Fig. 9 
Función tubular renal 
Dr. Fernando D. Saraví 
6
el esfuerzo de corte sobre el borde en cepillo. Por 
un efecto que involucra el borde en cepillo y el 
citoesqueleto de actina, el esfuerzo de corte 
aumenta la inserción de unidades de antiporte 
Na+/H+ y de H+-ATPasa en la membrana apical. 
Esto favorece la resorción de Na+ y HCO3- e 
indirectamentede agua y otros solutos. 
 La 
importancia de estos 
efectos radica en sus 
consecuencias para 
el llamado equilibrio 
glomérulo-tubular. 
Junto con la 
retroalimentación 
túbulo-glomerular 
tratada antes, el 
equilibrio glomérulo-
tubular explica por 
qué cambios 
transitorios en la 
TFG no ocasionan 
modificaciones 
proporcionales en la 
excreción de agua y 
electrolitos, en 
particular de Na+. 
Estos cambios en la 
TFG pueden ocurrir, 
por ejemplo, por 
cambio de la 
posición de pie al 
decúbito, o por 
ejercicio físico de 
baja intensidad. 
Por ejemplo, 
un aumento de 10 % 
en la TFG significa aprox. 18 L de agua y 2400 
mEq de Na+ adicionales filtrados por día. Si la 
magnitud de la reabsorción proximal 
permaneciera fija, esto resultaría en un gran 
aumento de la carga tubular de Na+ y agua a la 
nefrona distal, que incrementaría la excreción 
Tabla 3: Algunos iones orgánicos secretados en el túbulo proximal. 
 
Aniones Cationes 
Endógenos 
Urato 
cAMP, cGMP 
Oxalato 
Sales biliares 
Prostaglandinas 
Vitaminas: ascorbato, folato, 
pantotenato, riboflavina 
Metabolitos de hormonas esteroides: 
glucurónidos de aldosterona y 
estrógenos 
 
Exógenos 
Antibióticos: Penicilinas, sulfamidas 
Antihipertensores: Enalapril 
Antiinflamatorios no esteroides: 
Salicilatos, indometacina, ibuprofeno, 
naproxeno 
Antivirales: Adefovir, cidovir 
Citostático: Metotrexate 
Diuréticos: Acetazolamida, 
bumetanida, furosemida, 
hidroclorotiazida 
Para-aminohipurato (PAH) 
Probenecid 
 
Endógenos 
Acetilcolina 
Colina 
Dopamina 
Adrenalina 
Noradrenalina 
Histamina 
Serotonina 
Tiamina 
Creatinina 
 
Exógenos 
Adrenérgicos: Efedrina, isoproterenol 
Antiarrítmicos: procainamida, quinidina 
Antibióticos: Trimetoprima, ciclosporina 
Antihipertensivos: Guanfancina, 
verapamilo 
Antihelmíntico: Levamisole 
Antihistamínicos H2: cimetidina, 
ranitidina 
Antimuscarínico: Atropina 
Antipalúdico: Quinina 
Cardiotónicos: digoxina, uabaína 
Citostáticos: Cisplatino, 
Diuréticos: Amilorida, triamtireno 
Hipnoanalgésicos: morfina, meperidina 
Fig. 10 
Función tubular renal 
Dr. Fernando D. Saraví 
7
renal de Na+ en 22 %. Sin embargo, cuando 
aumenta la TFG sin que aumente el flujo 
plasmático renal, una mayor filtración se 
acompaña de una mayor reabsorción, de manera 
que el porcentaje de Na+ y agua reabsorbidos en 
el túbulo proximal permanece relativamente 
constante. En conjunto, el equilibrio glomérulo-
tubular y la retroalimentación túbulo-glomerular 
atenúan aprox. 66 % (dos tercios) del cambio en 
la excreción de Na+ frente a un aumento de la 
TFG. En el ejemplo anterior, un estímulo externo 
que aumentaría 10 % la TFG y 22 % la excreción 
renal de Na+ en ausencia de los mencionados 
mecanismos intrínsecos, en realidad causa un 
aumento de 3 % en la TFG y de 7 % en la 
excreción de Na+. 
 
Secreción de iones orgánicos 
El túbulo proximal excreta diversas sustancias 
orgánicas endógenas y exógenas (principalmente 
fármacos) ionizadas al pH del líquido extracelular 
(Tabla 3). El ingreso de cationes orgánicos a la 
célula desde el intersticio es favorecido por el 
potencial de reposo negativo. No obstante, la 
excreción hacia la luz tubular ocurre contra la 
diferencia de potencial. Con los aniones se da la 
situación opuesta: ingresan a la célula contra el 
potencial transmembrana, y egresan hacia el 
túbulo a favor del potencial. 
 
 Cationes. Los cationes orgánicos ingresan 
a la célula tubular por transportadores llamados 
OCT (Organic Cation Transporter), que tienen 
una especificidad relativamente baja para sus 
sustratos. Su función es facilitada por el potencial 
transmembrana negativo de la célula con respecto 
al intersticio. De los tres OCT identificados en el 
ser humano, el más importante parece ser OCT2 . 
La salida de los cationes orgánicos depende de 
mecanismos de intercambio con protones de la 
luz tubular por un transportador no identificado 
(Fig. 9, A). Otros transportadores involucrados 
factores de resistencia a múltiples fármacos como 
MDR1, también llamado glicoproteína P (P-GP) y 
otras, inicialmente identificadas en bacterias, 
llamadas MATE (Multidrug And Toxin 
Extrusion). 
 
 Aniones. Existen tres familias de 
transportadores que participan en la secreción de 
aniones orgánicos (Fig. 9, B). Como en el caso de 
los cationes, los transportadores de aniones son 
relativamente inespecíficos. En el ser humano hay 
cinco OAT (Organic Anion Transporter, también 
llamada SLLC22A). OAT1 y OAT3 se localizan 
en la membrana basolateral mientras que OAT-K1 
y OAT-K2 se insertan en la membrana apical. 
Los primeros median el ingreso de diversos 
aniones orgánicos a la célula tubular. OAT1 es el 
principal responsable de incorporar para-
aminohipurato en intercambio con α-
cetoglutarato, en un proceso dependiente de Na+. 
El gradiente electroquímico propicia la salida de 
α-cetoglutarato, ya que este anión es producido en 
el riñón a partir de glutamato y también 
incorporado a la célula (contra gradiente) en 
simporte con 3 Na+. Otra molécula que participa 
en la incorporación basolateral de aniones 
orgánicos es un transportador de sulfato 
dependiente de Na+ llamado SAT-1. La salida de 
aniones orgánicos hacia la luz tubular es mediada 
por varios transportadores, en particular la familia 
de transportadores llamada MRP (Multidrug 
Resistance-associated Protein), en particular 
MRP2 y MRP4. Los transportadores MRP son 
transportes activos primarios, que excretan 
aniones orgánicos con consumo de ATP. 
 La saturabilidad de los mecanismos de 
transporte de iones orgánicos y su relativa 
inespecificidad son de importancia médica, en 
particular por las posibles interacciones 
farmacocinéticas. Por ej., para los cationes, el 
antagonista de receptores histaminérgicos H2 
ranitidina interfiere con la eliminación de 
procainamida, un antiarrítmico relativamente 
tóxico. Un ejemplo importante entre los aniones 
orgánicos es la interferencia que causan los 
antiinflamatorios no esteroides con la eliminación 
del citotóxico y antirreumático metotrexate. 
 La regulación de los transportadores de 
cationes y aniones orgánicos es compleja. En 
general, las hormonas, neurotransmisores y 
fármacos que activan la fosfolipasa C y, a través 
del diacilglicerol, activan la proteína kinasa C, 
inhiben el transporte de ambas clases de 
compuestos. Las hormonas esteroides pueden 
modificar la transcripción de las moléculas 
transportadoras. Finalmente, algunas de estas 
moléculas pueden afectar directamente la 
expresión génica de sus transportadores. 
 
Eliminación de urato 
En la mayoría de los mamíferos el producto final 
del metabolismo de las purinas es la alantoína, 
producto de la acción de la uricasa sobre el ácido 
úrico (masa 168 Da). El ser humano carece de esta 
enzima, por lo cual el ácido úrico debe excretarse 
como tal: 30 % se elimina por el tubo digestivo, y 
70 % por los riñones. 
El ácido úrico tiene pKa = 5.75, y por 
tanto se encuentra 98 % ionizado como urato a pH 
7.40. La concentración plasmática normal de urato 
es de 3 a 7 mg/dL (aprox. 200 a 420 μmol/L). El 
Función tubular renal 
Dr. Fernando D. Saraví 
8
urato es el principal antioxidante del plasma, 
pero el exceso en su concentración 
(hiperuricemia) predispone a la gota, que es una 
artritis causada por la precipitación de cristales de 
ácido úrico en la sinovial que inicia una intensa 
respuesta inflamatoria. Teóricamente, la 
hiperuricemia puede deberse a exceso de 
producción, a déficit en la eliminación de urato o 
a una combinación de ambos. En la práctica, 90 
% de los casos se debe a déficit de la eliminación 
renal. 
El urato filtra libremente y su 
concentración en la cápsula de Bowman es 
esencialmente igual a la plasmática. No obstante, 
solamente 10 % del urato filtrado se elimina por 
orina (Fig. 11). La reabsorción neta de urato tiene 
lugar en el túbulo proximal. Se propuso 
clásicamente un modelo de “cuatro pasos” para 
explicar el manejo renal del urato (filtración, 
reabsorción, secrecióny nueva reabsorción 
parcial). 
Varios de los antiportes de aniones 
orgánicos pueden transportar urato, pero en el 
humano los más importantes mediadores de la 
reabsorción en la membrana apical son SLC2A9 
y URAT1. , que normalmente incorpora urato en 
intercambio con aniones como lactato o 
nicotinato. Los fármacos uricosúricos, como el 
probenecid, compiten con el urato tubular por 
URAT1 y por tanto elevan la excreción fraccional 
desde 10 % hasta 25 a 30 % del urato filtrado. El 
SLC2A9, conocido también como GLUT 9, ya 
que transporta fructosa y glucosa, tiene dos 
variantes según el largo de su dominio 
citoplásmico. La variante corta (SLC2A9v2) es la 
que introduce ácido úrico en la membrana apical. 
No es inhibido por probenecid pero sí por otro 
uricosúrico, la benzbromarona (que también 
inhibe URAT1). Cuando se emplea 
terapéuticamente un uricosúrico es necesario 
mantener un alto volumen de orina y a veces 
alcalinizarla, para reducir el riesgo de litiasis por 
urato. 
El transportador de fosfato inorgánico 
NPT1 y la proteína de resistencia a múltiples 
fármacos 4 (MRP4) median una pequeña parte de 
la secreción. No obstante, el principal 
transportador de urato hacia la luz tubular es 
ABCG2 (human ATP-Binding Cassette, 
subfamily G, 2). Una variante genética común de 
ABCG2 reduce la excreción de ácido úrico en más 
de 50 %. 
Fig. 11 
Función tubular renal 
Dr. Fernando D. Saraví 
9
En la membrana 
basolateral OAT1 y OAT3 
transportan urato, pero al 
parecer su función no es 
introducir urato a la célula 
sino extraer al intersticio el 
urato reabsorbido. 
Probablemente el 
principal responsable de la 
transferencia de ácido úrico 
desde la célula al intersticio 
sea la variante larga de 
SLC2A9 (v1). 
 
Destino de las proteínas 
Debido a la eficaz barrera de 
filtración glomerular, la 
concentración de proteínas 
plasmáticas del ultrafiltrado 
es más de mil veces menor 
que en el plasma: aprox. 40 
mg/L, la mayor parte 
albúmina. Pese a que la 
concentración en el 
ultrafiltrado es muy baja, con 
una TFG normal (180 L/día) 
se filtran 7200 mg/día. No obstante, la pérdida de 
proteínas plasmáticas por orina es casi nula. Por 
ej., la albuminuria normal es inferior a 30 mg/día. 
Esto se debe a que en el borde en cepillo del 
túbulo proximal hay proteasas que degradan las 
proteínas filtradas y sistemas transportadores para 
los péptidos resultantes, además de fenómenos de 
endocitosis. Se conocen dos sistemas 
transportadores de péptidos (PEPT1 y PEPT2), 
que funcionan como simportes de péptidos y H+. 
En el interior de las células, las proteínas 
y péptidos incorporados son degradados a 
aminoácidos y transportados hacia el intersticio. 
 No obstante, los sistemas para el 
procesamiento de proteínas trabajan normalmente 
cerca de su saturación, de modo que si la carga 
filtrada aumenta un poco, comienzan a aparecer 
proteínas plasmáticas en la orina. La proteinuria 
es un signo importante de enfermedad renal. La 
microalbuminuria (30 a 300 mg/día) es un signo 
precoz de la nefropatía diabética. 
 
ASA DE HENLE 
El asa de Henle es funcionalmente diversa. En la 
rama descendente se reabsorbe pasivamente, por 
diferencia de osmolaridad entre la luz y el 
intersticio, aprox. 15 % del agua filtrada. En ella 
no hay una reabsorción proporcional de solutos, 
por lo cual la osmolaridad del fluido tubular 
aumenta hasta alcanzar un máximo en el extremo 
(codo). El ingreso de urea desde el intersticio a 
través de un transportador específico contribuye a 
incrementar la osmolaridad luminal. 
 Por el contrario, la rama ascendente es 
impermeable al agua pero reabsorbe solutos. 
Cerca de 25 % del Na+, K+ y Cl- filtrados se 
reabsorbe en la rama ascendente, junto con 10 a 
15 % del Ca2+ filtrado, Mg2+ y bicarbonato. La 
porción delgada de la rama ascendente tiene una 
escasa capacidad de reabsorción, y los 
mecanismos involucrados no están bien 
caracterizados. La mayor parte de los solutos se 
reabsorben en la porción gruesa o TALH (Thick 
Ascending Loop of Henle). 
 El transportador más importante de la 
membrana apical de la TALH es el simporte 
Na,K, 2Cl conocido como NKCC2 (Fig. 12). El 
epitelio de la TALH también expresa en su 
membrana apical un intercambiador Na+/H+, que 
contribuye a la reabsorción de Na+ y la excreción 
de H+ en este segmento. 
El NKCC2 pertenece a una familia de 
transportadores de cationes con cloruro y es 
codificado por el gen SLC12a1 en 15q15-21.1. El 
NKCC2 es una glicoproteína integral de 
membrana cuya masa es de 150 a 160 kDa (25 a 
30 % glúcidos) con 12 dominios transmembrana y 
extremos N- y C-terminales en el citosol. En la 
TALH existen variantes del NKCC2 que difieren 
en su afinidad por los iones que transportan y su 
tasa de transporte máximo. Los llamados 
diuréticos del asa, como la furosemida, son 
Fig. 12 
Función tubular renal 
Dr. Fernando D. Saraví 
10
inhibidores específicos y selectivos del simporte 
Na, K, 2Cl. 
 Los iones se unen al NKCC2 desde el 
fluido tubular en una secuencia precisa: Primero 
Na+, luego un Cl-, en tercer lugar K+ y por último 
otro Cl-. Los iones son translocados y en el medio 
intracelular son liberados en la misma secuencia 
en que se ligaron (Na+, Cl-, K+, Cl-). La energía 
para el transporte es proporcionada por el 
gradiente electroquímico para el Na+. La 
concentración intracelular de Na+ se mantiene 
baja por acción de la Na, K- ATPasa de la 
membrana basolateral. El Cl- sale al intersticio por 
canales de la membrana basolateral. 
 Por su estequiometría, el NKCC2 es 
electroneutro, ya que cotransporta 2 cationes (Na+, 
K+) y 2 aniones (Cl-) monovalentes. Sin embargo, 
su activación en la TALH origina indirectamente 
un potencial positivo en la luz tubular. Esto se 
debe a que el K+ cotransportado retorna al túbulo 
por canales iónicos llamados ROMK a favor de su 
gradiente electroquímico. Los canales ROMK son 
codificados por el gen KCNJ1 en 11q24-25. 
 El amonio (NH4+) puede reemplazar al K+ 
en el NKCC2 y también puede ingresar por los 
canales ROMK. 
La positividad de la luz tubular con 
respecto al intersticio generada por la acción 
combinada de NKCC2 y ROMK permite el egreso 
pasivo hacia este último de diversos cationes, 
como Na+, K+, Ca2+ y Mg2+ por vía paracelular. 
La tasa de reabsorción pasiva crece paralelamente 
a la actividad del NKCC2 debido a esta diferencia 
de potencial. Se estima que la mitad del transporte 
iónico en la TALH es transcelular (activo) y la 
otra mitad paracelular (pasivo). 
El NKCC2 no solamente está presente en 
la membrana apical, sino también en vesículas 
intracelulares. Se cree que estas vesículas 
constituyen un reservorio de transportador 
disponible para su rápida inserción en la 
membrana apical frente a diversos estímulos. 
La expresión del NKCC2 es regulada por 
la vasopresina y por la prostaglandina E2. El 
receptor para vasopresina esta acoplado a la 
adenilato ciclasa mediante una proteína Gs, y por 
tanto su activación aumenta la síntesis de cAMP. 
Éste a su vez actúa a nivel nuclear sobre su 
elemento de respuesta (CREB) e incrementa la 
transcripción del ADN correspondiente. Además 
la vasopresina activa una serina-treonina kinasa 
llamada WNK3 (WNK = With No K; K = lisina) 
que fosforila a NKCC2 y estimula su función. 
La salida del Na+ por la membrana 
basolateral se produce por la actividad de la Na,K-
ATPasa. La salida de Cl- se realiza de manera 
pasiva, a favor del gradiente electroquímico, 
mediante canales epiteliales de cloruro llamados 
ClC-Ka y ClC-Kb. Estos canales tienen una 
subunidad reguladora (β) que se denomina 
barttina, pues su mutación causa una de las 
formas del síndrome de Bartter (ver más abajo). 
La mayor expresión del NKCC2 aumenta 
directamente la reabsorción de Na+, Cl- y K+ e 
indirectamente la de Ca2+ y Mg2+. La mayor 
absorción de solutos resulta en una mayor 
hipotonía del líquido endotubular y en una mayor 
osmolaridad del intersticio. Ambas cosas 
favorecen la reabsorción de aguaen los túbulos 
colectores en presencia de vasopresina. Por su 
parte, el receptor para prostaglandina E2, llamado 
EP3, está acoplado a una proteína Gi que inhibe 
la adenilato ciclasa y reduce la concentración de 
cAMP y en definitiva, la expresión del NKCC2. 
El síndrome de Bartter se debe a 
disfunción de la TALH. Se caracteriza por 
poliuria, hipotensión arterial, hipopotasemia, 
hipercalciuria y baseosis metabólica. Su forma 
clásica (tipo 3) se debe a mutación del canal ClC-
Kb, cuyo gen (CLCNKB) está en 1p36. La forma 
4 se debe a mutación de la barttina (gen BSND en 
1p31) y se asocia con sordera neurosensorial. Las 
formas 1 y 2, llamadas neonatales, se deben a 
mutaciones de los genes de NKCC2 y ROMK, 
respectivamente. El tipo 5 del síndrome se asocia 
con mutaciones que causan una activación 
constitutiva de un receptor de Ca2+ extracelular 
(CaSR) presente en la membrana basolateral. 
Este CaSR es un receptor acoplado a proteínas G, 
similar al que existe en las células paratiroideas, 
donde su activación inhibe la secreción hormonal. 
En la TALH, el aumento de Ca2+ en el intersticio 
inhibe la reabsorción de NaCl y de Ca2+ y Mg2+. 
El mecanismo es una inhibición de los canales 
ROMK, que reduce el reciclado de K+ y por tanto 
causa la abolición de la diferencia de potencial 
que favorece la reabsorción de Ca2+ y Mg2+. 
Además, la activación del CaSR causa 
degradación de la claudina 16, proteína que 
forma parte de las uniones estrechas de este 
epitelio cuyas mutaciones causan 
hipomagnesemia e hipercalciuria. Finalmente, la 
activación del CaSR antagoniza el efecto 
estimulante de la reabsorción de Ca2+ que tiene la 
hormona paratiroidea a este nivel. 
 
Glicoproteína de Tamm-Horsfall 
El epitelio de la TALH secreta a la luz tubular la 
glicoproteína de Tamm-Horsfall, también llamada 
uromodulina. La uromodulina tiene una masa de 
aprox. 85 kDa y se caracteriza por poseer 
abundante cisteína y numerosos puentes 
disulfuros, además de poseer la mayor variedad de 
glicanos conocida. Se produce exclusivamente en 
Función tubular renal 
Dr. Fernando D. Saraví 
11
la TALH y se excreta en la orina a razón de 50 
mg/día en término medio, aunque la tasa de 
excreción puede modificarse por la dieta, la 
magnitud de la diuresis y el ejercicio físico, entre 
otros factores. Los residuos glicosilados le 
permiten interactuar in vitro con diversas células 
del sistema inmune, como linfocitos, neutrófilos y 
células dendríticas. También se une a moléculas 
diversas como inmunoglobulinas, cristales, iones 
y citokinas. 
 La uromodulina inhibe la unión de 
Escherichia coli al urotelio, por lo cual disminuye 
la probabilidad de infección. También puede 
prevenir cálculos de oxalato de calcio, pues 
inhibe la cristalización de esta sal. 
En condiciones anormales, la 
uromodulina forma los llamados cilindros 
hialinos, moldes de los túbulos renales que 
aparecen en la orina. También puede integrar 
otros cilindros que aparecen anormalmente en el 
sedimento urinario (hemáticos, céreos, etc). 
 
TÚBULO DISTAL INICIAL 
Como consecuencia de la absorción de solutos y 
la impermeabilidad al agua de la rama ascendente 
del asa de Henle, el fluido tubular que llega al 
túbulo distal es hipotónico (150 mOsm/L). En el 
túbulo distal inicial, el principal transportador de 
la membrana apical es un simporte que puede 
reabsorber hasta 5 % del NaCl filtrado, llamado 
cotransporte de NaCl sensible a las tiazidas o 
TSC (Thiazide-Sensitive [NaCl] Cotransporter). 
Es una proteína algo mayor de 110 kDa codificada 
por el gen SLC12A3 en el cromosoma 16q13, y 
pertenece a la misma familia que el NKCC2, 
aunque no es inhibida por furosemida. En cambio, 
como su nombre lo indica, es inhibido 
específicamente por diuréticos 
de la clase de las tiazidas, 
como hidroclorotiazida (Fig. 
12). 
 El TSC incorpora NaCl 
con la energía del gradiente 
electroquímico favorable a la 
entrada de Na+. Este ión 
abandona la célula por la 
membrana basolateral por 
acción de la Na,K-ATPasa. El 
Cl- sale al intersticio a favor de 
su gradiente electroquímico, 
mediante canales específicos. 
 En el túbulo 
contorneado distal y conector se 
reabsorbe aprox. 15 % del Ca2+ 
filtrado. La tasa de reabsorción 
de Ca2+ en este nivel es 
inversamente proporcional a la reabsorción neta 
de NaCl. A diferencia de lo que ocurre en la 
TALH, el transporte de Ca2+ en el túbulo distal es 
principalmente transcelular. El Ca2+ ingresa a la 
célula por canales iónicos llamados TRPV5 
(Transient Receptor Potential Vanilloid 5), son 
conducidos a la membrana basolateral por 
calbindina, y extraídos hacia el intersticio 
principalmente por el intercambiador de Na+ y 
Ca2+, NCX1 (Fig. 13) y en menor medida por una 
Ca2+-ATPasa. El túbulo distal posee CaSR en la 
membrana basolateral pero también en la 
membrana apical, donde se colocaliza con los 
canales TRPV5. La activación de los receptores 
CaSR apicales aumenta el ingreso de Ca2+ a 
través de los citados canales, lo cual evita una 
pérdida excesiva del ión cuando su reabsorción 
está inhibida a nivel del TALH. Probablemente el 
Fig. 13 
Fig. 14 
Función tubular renal 
Dr. Fernando D. Saraví 
12
CaSR también influye en la reabsorción de Mg2+. 
 Solamente 20 % del Mg2+ filtrado se 
reabsorbe en el túbulo proximal. En la TALH se 
reabsorbe por vía paracelular 50 a 70 % del Mg2+ 
filtrado. La mayor parte del resto se reabsorbe en 
el túbulo distal por vía transcelular, por canales 
apicales llamados TRPM6. Se desconoce el 
mecanismo de transporte intracelular y de salida 
del Mg 2+ hacia el intersticio. 
El epitelio del túbulo distal inicial es 
impermeable al agua, de modo que en su trayecto 
la osmolaridad del fluido tubular continúa 
disminuyendo hasta alcanzar aprox. 50 mOsm/L. 
 
TÚBULO DISTAL FINAL, TÚBULO CONECTOR 
Y TÚBULO COLECTOR 
En estos segmentos tienen lugar los ajustes finales 
de la composición de la orina. En ellos existen dos 
tipos de células epiteliales, llamadas principales e 
intercaladas. Las células principales pueden 
reabsorber Na+ y agua, y reabsorber o secretar K+. 
Las células intercaladas participan en la 
regulación ácido-básica, pues pueden secretar H+ 
y amoníaco (células alfa) o bicarbonato (células 
beta), de modo que determinan la acidez final de 
la orina producida. 
En la nefrona distal también se determina 
la osmolaridad final de la orina, según el grado de 
reabsorción de agua (véase REGULACIÓN DE LA 
OSMOLARIDAD URINARIA). 
 La porción final del túbulo distal, el 
túbulo conector y el túbulo colector constituyen la 
porción distal de la nefrona sensible a la 
aldosterona ó ASDN (Aldosterone-Sensitive 
Distal Nephron). Las células principales de esta 
porción poseen canales epiteliales de Na+ (ENaC, 
Epithelial Na Channels). La porción final del 
túbulo distal también expresa el ya citado TSC. 
 
Canales epiteliales de sodio 
Los ENaC constan de tres subunidades llamadas 
α , β y γ, codificadas respectivamente por los 
genes SCNN1A (12p13), SCNN1B y SNCC1G 
(ambos en 16p13-p12). Cada canal individual 
parece formado por subunidades α, β y γ (Fig. 
14). El ENaC tiene una permeabilidad más de 100 
veces mayor para Na+ que para K+ y su 
conductancia individual es de 4 a 5 pS. Como se 
verá a propósito del RECAMBIO DE SODIO, la 
concentración de estos canales en la membrana 
apical y su actividad es inversamente proporcional 
al Na+ dietario, principalmente por la 
Fig. 15 
Fig. 16 
Función tubular renal 
Dr. Fernando D. Saraví 
13
aldosterona. Los ENaC son electrogénicos y la 
diferencia de potencial generada por la 
transferencia de Na+ (negativo en la luz con 
respecto al intersticio) favorece la secreción de K+ 
por las células principales y de H+ por las células 
intercaladas. Estos canales son bloqueados por 
amilorida y fármacos similares (Fig. 15). 
 La concentración de ENaC en la nefrona 
distal se vincula con la capacidad de retener 
Na+(y secundariamente agua). El síndrome de 
Liddle (pseudoaldosteronismo) es una formagenética de hipertensión arterial de comienzo 
precoz que se transmite de manera autosómica 
dominante. Se debe a mutaciones que afectan las 
subunidades beta ó gamma del ENaC e impiden 
su remoción de la membrana y posterior 
ubiquitinación. La consecuencia es retención de 
Na+ y agua, aumento del volumen circulante e 
hipertensión arterial, que remedan lo causado por 
un exceso de aldosterona. 
 
 
Células intercaladas 
Las células alfa y beta constituyen una fracción 
pequeña del total de células tubulares, pero son 
importantes por su contribución a la regulación 
ácido-básica (Fig. 16). 
 Las células alfa son cuboides, poseen 
microvellosidades y prolongaciones apicales con 
activa endocitosis. Estas características están 
ausentes en las células beta, que son aplanadas. 
Ambas células poseen alta actividad de anhidrasa 
carbónica tipo II y pueden, por tanto, pueden 
generar H+ y bicarbonato a partir de agua y 
dióxido de carbono. Las células alfa secretan los 
H+ hacia la luz tubular mediante una H+-ATPasa 
apical y transportan el bicarbonato hacia el 
intersticio mediante un intercambiador aniónico 
llamado AE1 (Anion Exchanger 1, también 
presente en la membrana de los eritrocitos). Las 
células alfa también secretan amoníaco, que forma 
amonio al ligar H+ en la luz tubular. Las células 
beta poseen la H+-ATPasa en su membrana 
basolateral, por lo cual secretan H+ hacia el 
intersticio. En su membrana apical poseen un 
intercambiador aniónico llamado pendrina que 
secreta bicarbonato hacia la luz tubular y 
pertenece a una subfamilia de intercambiadores 
aniónicos diferentes que AE1. La pendrina se 
describe brevemente en FISIOLOGÍA DE LA 
GLÁNDULA TIROIDES. 
 Un hecho importante es que las células 
beta pueden diferenciarse a células alfa, 
cambiando drásticamente su fenotipo. El estímulo 
es la acidez del medio extracelular. Un medio 
ácido induce la síntesis y secreción al medio 
extracelular de una proteína denominada hensina, 
que se polimeriza con otras proteínas y modifica 
la matriz extracelular. Este fenómeno induce la 
transformación de células beta en células alfa, que 
tienden a contrarrestar la acidosis intersticial. 
 
TÚBULO COLECTOR MEDULAR 
Es la región en donde se determina la osmolaridad 
y el volumen final de la orina. El intersticio 
medular posee normalmente una osmolaridad 
mayor que la del plasma, que aumenta de la 
corteza a la papila, y se debe a la presencia de 
altas concentraciones de NaCl y urea. La 
diferencia de osmolaridad entre el líquido tubular 
promueve la reabsorción de agua siempre que los 
túbulos sean permeables a ésta. 
Fig. 17 
Fig. 18 
Función tubular renal 
Dr. Fernando D. Saraví 
14
El epitelio tubular de esta porción posee 
en su membrana basolateral receptores para la 
hormona antidiurética (vasopresina). Estos 
receptores llamados V2 están acoplados por 
proteína Gs a la adenilato ciclasa. La activación 
del receptor de vasopresina aumenta la síntesis de 
cAMP, que activa a la proteína kinasa A y resulta 
en un aumento del número de canales permeables 
al agua, llamados acuaporinas (AQP). El subtipo 
sensible a la proteína kinasa A es la AQP2. En la 
membrana basolateral de estas células hay otras 
AQP (3 y 4) que no están reguladas por 
vasopresina, sino que se expresan 
constitutivamente y permiten la salida del agua 
que ingresa por la membrana apical (Fig. 17). 
En ausencia de vasopresina (diabetes 
insípida), si la persona se mantiene hidratada la 
producción de orina puede alcanzar aprox. 20 
litros diarios. Los mecanismos de concentración y 
dilución de la orina se tratan en el próximo 
capítulo. 
 
REGULACIÓN NEUROHUMORAL DE LA 
FUNCIÓN TUBULAR 
Las catecolaminas y diversas hormonas regulan el 
transporte tubular de agua y diversos solutos en 
diferentes segmentos de la neurona. Las 
principales hormonas reguladoras en la neurona 
distal son la aldosterona y la vasopresina (Fig. 
18). En la Tabla 4 se presentan los efectos más 
importantes. En los capítulos dedicados a 
recambio de Na+, K+, Mg2+ y Cl- , regulación de la 
osmolaridad urinaria y regulación del estado ácido 
básico se detallarán dichos efectos y su papel 
fisiológico. 
 
 
Tabla 4: Agentes neurohumorales que regulan la reabsorción de Na+ y agua en la nefrona. 
 
Agente 
neurohumoral 
Principal estímulo 
para su liberación 
Sitio de acción Efectos 
Angiotensina II Secreción de renina TCP ↑ reabsorción de NaCl y agua 
Dopamina ↑ volumen extracelular TCP ↓ reabsorción de NaCl y agua 
Noradrenalina 
(simpático) 
↓ Presión arterial, 
↓ volumen extracelular 
TCP, TALH, TCD 
conector y colector 
↑ reabsorción de NaCl y agua 
Aldosterona Angiotensina II, 
↑ [K+] extracelular 
TALH, TCD, 
conector y colector 
↑ reabsorción de NaCl y agua 
Atriopeptina Distensión auricular Túbulo colector ↓ reabsorción de NaCl y agua 
Urodilatina ↑ volumen extracelular Túbulo colector ↓ reabsorción de NaCl y agua 
Vasopresina (ADH) ↑ Osmolaridad plasma 
↓ volumen extracelular 
TCD y colector ↑ reabsorción de agua (y NaCl) 
TCP, túbulo contorneado proximal; TCD, túbulo contorneado distal; TALH, porción gruesa de la rama 
ascendente del asa de Henle; ↑, aumento; ↓ disminución)

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