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Hernia inguinal en niños UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA Hernia Inguinal en Niños Definición: La hernia inguinal consiste en un defecto de la pared abdominal que comunica la cavidad peritoneal con el canal inguinal. En los niños, en el 99% de los casos es consecuencia de la persistencia del conducto peritoneo vaginal y el defecto es a través del anillo inguinal profundo (que está lateral a los vasos epigástricos, por esta razón son indirectas) y corresponden en su gran mayoría al tipo I de la clasificación de Nyhus. Etiología: Los testículos se forman en el abdomen y deben descender por el conducto peritoneo vaginal hasta el escroto. Al completar el descenso el conducto debe cerrarse. Este proceso se completa en el 8º mes de gestación. En las niñas, el ligamento redondo del útero se inserta en el canal inguinal, esto ocurre más temprano en la vida fetal (7º mes de gestación). La falta de cierre del conducto peritoneo vaginal origina la hernia. Por estas razónes, los niños (relación Hombre : Mujer de 6:1) y los prematuros, tienen incidencias mayores de hernia inguinal. Hay mayor incidencia también en todas las entidades que aumenten la presión intrabdominal (alteraciones del SNC con hipertonía) o la cantidad de líquido peritoneal (pacientes con ascitis, diálisis peritoneal o derivación ventrículo peritoneal) pues pueden originar la persistencia de un conducto peritoneo vaginal que se encuentre en proceso de cierre. También aumenta la incidencia en los pacientes que tienen alteraciones congénitas del tejido colágeno. Al nacer, el 60% de los niños a término tienen el conducto peritoneo vaginal permeable y estudios de autopsias en adultos han demostrado persistencia del mismo en un 20%, sin embargo, la incidencia de hernia inguinal en la edad pediátrica (1 al 4,4%) y a lo largo de toda la vida, es mucho menor. Diagnóstico: Clínico: La causa de consulta generalmente es la aparición de masa inguinal que protruye con maniobras de valsalva y luego reduce espontáneamente (la hernia inguinal es la única masa del canal inguinal que protruye con maniobras de valsalva). Menos frecuentemente el niño es remitido ante su detección en un examen físico de rutina, o un episodio de encarcelación de la hernia como primera manifestación. Los casos de hernia inguinal encarcelada están descritos en el protocolo de síndrome inguinoescrotal agudo. Al examen físico se encuentra un paciente en buen estado general; a nivel inguinal se observa la masa reductible, no dolorosa, que protruye con las maniobras de valsalva o, en casos menos evidentes (son la mayoría), se palpa el engrosamiento del canal inguinal afectado. A menos que haya una hernia inguinoescrotal, los testículos se palpan en escroto, sin alteraciones. Para realizar la reducción manual de la hernia, se “fija” con los dedos de una mano el canal inguinal y con la otra se empuja el contenido inguinal (o escrotal según el caso) en dirección a la cavidad abdominal. La transiluminación escrotal no sirve para diferenciarla del hidrocele en recién nacidos y lactantes, pues los tejidos de ellos son muy laxos, y en casos de hernia inguinoescrotal, la transiluminación puede ser falsamente positiva. Paraclínicos: Juan Valero Hernia inguinal en niños Aunque el diagnóstico es eminentemente clínico, hay algunos exámenes que ayudan al diagnóstico pero sólo en casos muy seleccionados están justificados por el costo beneficio. ECOgrafía inguinal con transductor para tejidos blandos, evidencia la presencia del conducto peritoneo vaginal permeable (y mayor de 0,5cm) y en ocasiones, contenido intestinal en su interior. Otro método menos justificado en niños, pues requiere anestesia general es la laparoscopia diagnóstica. Tratamiento: Todas las hernias inguinales en niños requieren tratamiento quirúrgico apenas se diagnostican, pues entre más pequeño el niño, tienen mayor riesgo de encarcelación (el 28% de las hernias inguinales encarceladas en niños ocurren en menores de 2 meses, el 75% en menores de 2 años). Se deben programar en el próximo cupo quirúrgico disponible y mientras se opera se le deben enseñar a la madre los signos de encarcelación, y recomendar su consulta inmediata en caso de que ocurran. Cirugía: La herniorrafia se realiza con anestesia general y puede hacerse con técnica abierta o laparoscópica. La técnica abierta es a través de un abordaje inguinal. Como el 99% de los casos corresponden a hernia indirecta y casi todas tipo I, el tratamiento es ligadura alta del saco en la mayoría de los pacientes. Es recomendable abrir el saco herniario antes de ligarlo para estar seguro que no hay un órgano deslizado en el mismo. La cirugía por laparoscopia, tiene menos complicaciones postoperatorias, y además, además permite evaluar si hay hernia contralateral y corregirla en el mismo acto quirúrgico. Postoperatorio: Los neonatos nacidos a término, previamente sanos y con menos de 44 semanas post conceptuales, deben dejarse hospitalizados en el postoperatorio para vigilar la aparición de apneas. En prematuros, especialmente con patología respiratoria previa en el período neonatal, el rango de seguridad sube a 60 semanas post conceptuales. Por esta razón, los pacientes en este grupo etáreo se operan sólo en instituciones de Nivel III. Los niños mayores pueden manejarse de forma ambulatoria si no hay enfermedades asociadas que lo impidan. En el postoperatorio sólo requieren analgesia con acetaminofén (10 – 15mg /Kg por dosis) o ibuprofén (5 – 10 mg/Kg por dosis) y control por consulta externa. Complicaciones: Infección superficial del sitio operatorio (absceso de herida): Ocurre en menos del 2% de los pacientes. Es más frecuente en los niños que aún no controlan esfínteres y en las cirugías realizadas de urgencia o por técnica abierta. Si no hay celulitis asociada ni compromiso aponeurótico, se manejan con curaciones ambulatorias. Reproducción de la hernia: En niños la incidencia es menor al 2%. Es más frecuente cuando la cirugía se realizó por hernia encarcelada (20%), en ex - prematuros (15%) o en los pacientes con comorbilidades (9%). En algunos estudios es más frecuente por laparoscopia durante la curva de aprendizaje. Puede repararse de forma abierta por vía inguinal o también con la técnica laparoscópica. Atrofia testicular: Ocurre en el 1% de los casos. Es más frecuente en las cirugías de urgencia. Por esta razón, en los casos de hernia encarcelada, siempre debe verificarse la viabilidad del testículo al momento de la cirugía. Juan Valero Hernia inguinal en niños Criptorquidia secundaria: En niños sin criptorquidia previa, ocurre en menos del 0,5% de los niños. Su tratamiento es quirúrgico. Manejo en casa Los pacientes que no presentan complicaciones se envían a casa con dieta normal, lavado diario de la herida con agua y jabón, incapacidad escolar por 7 días e incapacidad para realizar ejercicio físico intenso por 2 a 3 semanas. Se le indica que debe venir por urgencias si presenta fiebre, vómito, enrojecimiento o secreción por la herida. Se da cita de control postoperatorio para revisar al niño luego de 1 a 2 semanas, en esa cita se buscan síntomas y signos de alguna complicación y se retiran los puntos. Si no hay ninguna complicación, se da de alta. Bibliografìa (pendiente) Juan Javier Valero H. Cirujano Pediatra Juan Valero
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